Criofractura
Criofractura
Criofractura
Otros dos métodos que utilizan réplicas metálicas han sido particularmente útiles en la biología celular.
Uno de ellos, el de la microscopía electrónica de criofractura, constituye un sistema de visualizar el
interior de las membranas celulares. Las células se congelan a la temperatura del nitrógeno líquido (-
196º C) en presencia de un crioprotector (un anticongelante) para impedir la distorsión provocada por la
formación de cristales de hielo, y el bloque se fracciona con la hoja de una cuchilla. A menudo, el plano
de fractura pasa a través del centro hidrofóbico de las bicapas lipídicas, exponiendo así el interior de las
membranas celulares. Las caras de fractura resultantes se metalizan con platino, y las réplicas se
observan al microscopio electrónico (como en la figura 4-25).
Puesto que lo que se observa al microscopio son las réplicas metálicas sombreadas y no las propias
muestras, ambos métodos, la criofractura y el sombreado por congelación, pueden utilizarse para
estudiar células congeladas sin fijar, evitándose pues el riesgo de obtener artefactos producidos por el
proceso de fijación.
Alberts, B. et al., Biología Molecular de LA CÉLULA, Ed. Omega, S.A. Barcelona, 1996