Cuentos para Imprimir
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La importancia de los
valores en la infancia
Los valores no se enseñan, se transmiten. Y
esto puedes hacerlo tanto con el ejemplo
diario, como narrando cuentos con
valores donde se deje ver la acción de poner
en práctica el valor en distintas
circunstancias. Las historias no solo son
narrativas entretenidas, sino que son
leyendas con enseñanzas para toda la vida.
Los cuentos cortos con valores permiten a Érase una vez una pequeña mariposa que volaba
los niños integrarse mejor en la sociedad, por el prado. Era frágil y delicada, y la más bella
de todas las de su especie. Brillante como un
sociabilizar mejor con otros niños y caminar
rayo de sol, aquella mariposita se llamaba Rosita.
sin traumas hacia un futuro lleno de
esperanza, equilibrio y respeto. Rosita jugaba con las tiernas amapolas y las
Los cuentos con valores para niños y dulces margaritas en el hermoso prado donde
niñas deben tener un vocabulario adaptado vivía, lleno de flores de mil colores. Sin embargo,
a ellos sabiendo que, a partir de un año, ya Rosita no era feliz del todo, ya que ansiaba irse
nos encontraremos ante la edad perfecta a vivir a las montañas azules que vislumbraba a
para comenzar a leer junto a los peques lo lejos.
cuentos de este tipo.
Un día tras mucho pensar decidió irse, y
mientras volaba de flor en flor, se encontró con
un pajarito que la obsequió con una gran sonrisa
al pasar:
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Buenos días, sr. pájaro- le dijo. Pues parece una pequeña espina-
Buenos días mariposita- le contestó. contestó la mariposita- ¿Quieres que te
Pajarito, ¿qué te pasa en el ojo derecho? la quite?
Me ha entrado una pequeña rama y no Sí, por favor, me duele mucho y no puedo
puedo ver bien. ¿Podrías sacármela? correr- contestó el conejo.
Por supuesto- dijo la mariposita Rosita. Y ¡Ah! ¡Qué alivio! ¿Y tú, mariposita? ¿Hacia
acercándose al pajarillo se la quitó. dónde vas?
Muchas gracias, ahora ya veo bien- dijo el Voy camino de las montañas azules- le
pájaro- y tú ¿dónde vas? dijo.
Me dirijo a las montañas azules- le dijo. No podrás llegar hasta allí, están
¿Pero no ves, pequeña mariposita, que las demasiado lejos y son unas montañas muy
montañas están muy, muy lejos? Eres altas. Te deseo mucha suerte.
todavía demasiado pequeña y no
conseguirás llegar. La mariposita Rosita pensó que aquellos
Sí podré, son unas montañas muy bonitas animalitos estaban exagerando, sin embargo, a
y deseo con todas mis fuerzas vivir allí. medida que se alejaba del prado y subía a las
Pues nada, que tengas mucha suerte- montañas notaba que estaba cada vez más y más
dijo el pajarito mientras se despedía algo cansada. Su afán de llegar hasta la cima, sin
preocupado por la audacia de Rosita. embargo, la hacía seguir adelante, pero llegó un
momento en que sintió sus alitas tan pesadas
La mariposita Rosita siguió su camino y al rato que empezó a descender en su vuelo.
se encontró con un gran conejo blanco de largos
bigotes: Justo antes de darse contra el suelo sintió una
fuerza que la volvía a impulsar hacia arriba. Era
¡Hola conejo!, me llamo Rosita. su amigo el pájaro, que al no tener la rama
¡Hola mariposita Rosita! clavada en el ojo veía bien y había ido a
¿Qué es eso que tienes clavado en la pata rescatarla. El pobre pajarillo hizo lo que pudo,
de atrás? pero como no era muy fuerte, tampoco pudo
No sé, no puedo verlo, ¿me lo puedes más y empezaron a caer los dos. Por suerte esta
decir tú? vez tampoco sucedió nada malo, puesto que el
conejo, al no tener la espina clavada en la pata,
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pudo llegar corriendo para recogerles en su gran
y blandito lomo blanco. Jacobo el niño cabeza de
Dadme la mano y volvamos al prado- dijo zanahoria
el conejo.
Sí- contestó la mariposita Rosita- Ya no
quiero vivir en las montañas azules,
quiero vivir con vosotros para siempre.
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ya no conocía a nadie. Aquella situación a Jacobo, al ver que su plan había fallado, no
Jacobo le puso muy triste, no sabía qué hacer. pudo hacer otra cosa que ponerse a llorar. Sin
Cuando entró en clase pudo ver que un niño embargo, aquella actitud no le gustó a José, que
bastante más alto que él estaba jugando con decidió hablar seriamente con todos sus amigos:
una pelota, y que los demás niños le miraban ¿Por qué os reís de él? Yo le dije niño
jugar. Hablaban con él y se reían, de forma que zanahoria porque tiene el cabello del
a Jacobo aquel niño le resultó bastante popular. color de una zanahoria y no para
José se llamaba aquel niño y, de entre todos los burlarme, porque uno no se puede
compañeros de clase, era el más alto y el que burlar de las demás personas. Todos
parecía de mayor edad, de manera que Jacobo nosotros en esta clase somos amigos
pensó que si se burlaba de él, podría ganar el y, si nos reímos de nuestros amigos,
respeto de sus nuevos compañeros y que así seremos unas malas personas.
todos fuesen sus amigos. A lo que todos asintieron porque supieron que
De esta forma se acercó hacia donde estaban José tenía razón.
los compañeros de clase, señaló a José y dijo: José se acercó y trató de calmar a Jacobo
Eres alto como los adultos, pero juegas diciéndole que lo invitaría a comer zanahorias:
a la pelota como un bebé. ¡Eres un bebé! Y así serás una zanahoria comiéndote
- le dijo Jacobo, a pesar de que había otra zanahoria- dijo José con el tono
observado en él a un fantástico tan amable, que casi parecía uno de
compañero con el que jugar a la pelota. los antiguos amigos de Jacobo.
–¿Por qué me dices eso, niño zanahoria? Al recordar a sus viejos amigos, Jacobo dejó de
Yo solo estoy jugando con la pelota sin llorar, pidió perdón a José y sus demás nuevos
molestar a nadie, déjame en paz. compañeros, les contó que solo quería ser
Haberlo llamado “niño zanahoria” ocasionó que popular entre ellos y agradeció a José el haber
todos los demás niños se rieran, aunque José no sido tan bueno con él.
lo hubiera dicho con esa intención. Por ello, a De esta forma Jacobo entendió el valor de la
partir de entonces, todos se burlaron de Jacobo amistad y del verdadero respeto, y nunca más
llamándole “el niño cabeza de zanahoria”. trató de burlarse de nadie.
¡Eres una zanahoria, con la cabeza Al fin pudo comprender que las diferencias,
naranja y grandota! - le decían los como bien sabían sus fieles y antiguos amigos,
demás niños. son algo maravilloso y no algo que reprochar.
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Los dos ratoncitos
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pararon en el camino para darse calor y sentirse
más acompañados el uno con el otro. Tosco y las abejas
De pronto, en mitad de la noche y del silencio,
les pareció escuchar ruido. ¿Serían las hojas
movidas por el aire? ¿Sería un gran y temible
gato que les querría dar caza? Y en medio de la
incertidumbre apareció mamá, que llevaba toda
la noche buscándolos.
Desde aquel día ninguno de los dos ratoncitos
volvió a quejarse cuando llegaba la hora de irse
a la cama. Se sentían tan a gustito en casa
protegidos por mamá y disfrutando de todos y
cada uno de sus cuidados, que hasta meterse en
Tosco era un oso que vivía en un hermoso
la cama calentita les parecía un plan fantástico,
bosque de pinos. Siempre que encontraba un
y tenían razón. Por aquel entonces ya eran
panal de miel, cogía toda la miel para sí y le
conscientes de que desobedecer a su mamá
llevaba un poco a su madre. Pero cuando llegaba
podía tener consecuencias muy desagradables,
a su cueva con la miel tenía muchas picaduras
y tenían tiempo de sobra durante el día para
de abeja, y una noche casi no podía dormir por
disfrutar de sus amigos y de todas las cosas que
la hinchazón.
les divertían,
Aquella noche Tosco le dijo a su madre:
como el brillo del
No es justo, las abejas me pican
sol y la brisa de la
demasiado, por la noche no puedo
mañana.
dormir.
Comprendieron
¿Recuerdas que te dije lo que debemos
que estar en casa
hacer para saber si algo es justo o no? —
no era algo
Preguntó la madre.
aburrido, sino el
Sí, es algo que se llama… ¿cómo se
mejor lugar que
llamaba? —Preguntó Tosco.
podía haber en el
Empatía —dijo la madre— ¿Recuerdas lo
mundo.
que significa?
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Sí, significa ponerse en el lugar de la otra Pues ahora que has usado la empatía y te
persona. —Dijo Tosco. has puesto en el lugar de las abejas, toma
Pues ahora tú debes ponerte en el lugar solo una parte de la miel cuando vayas a
de las abejas. cogerla —dijo la madre—, las abejas
Pero yo no soy una abeja —Contestó tratarán de picarte, pero tú te irás
Tosco desconcertado. enseguida y así podrás comer miel y
Por eso mismo debes usar tu imaginación dormir bien por la noche.
para tener empatía con las abejas. Por Al día siguiente, Tosco fue a un árbol en el que
ejemplo, ¿dejas algo de miel en el panal había un panal de abejas. Se acercó, cogió solo
cuando la coges? una parte de la miel y se marchó, dejando más
No, no dejo nada, me la como casi toda y para que las abejas pudiesen comer. Ese día
lo demás te lo traigo a ti, mami. Tosco comió su rica miel, le llevó algo a su madre
Gracias por traerme un poco de miel, a y pudo dormir bien por la noche.
mí también me gusta mucho, pero ¿sabes Tosco había obrado con empatía, y las abejas le
por qué las abejas fabrican miel? premiaron su actitud dejándole ir sin una sola
¿Para comérsela? —Preguntó Tosco con picadura.
gran curiosidad.
Sí, y también para alimentar a las abejas
recién nacidas. —Contestó su madre.
¡Pero yo también necesito la miel!
Si tú fueses una abeja y viniera un oso
grande y peludo a quitarte toda la miel,
¿no le picarías muy duro hasta que se
fuera?
Tosco pensó en las palabras de su madre y se dio
cuenta de que nunca había visto aquella
situación desde el punto de vista de las abejas.
Tienes razón, mamá, es verdad. ¡Con
razón las abejas se ponen tan enfadadas
cuando les quito toda la miel!
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cada minuto más difícil y finalmente tuvo que
Tifón y la ballena volver a casa.
El pescador estaba tan triste… se sentía
culpable por no haberse dado cuenta a tiempo y
no haber podido evitar que su perro Tifón
cayese al mar.
Por su parte, Tifón decidió afrontar con
valentía aquel revés que le había dado la vida.
Nadaba y nadaba, y aunque solo veía agua a su
alrededor y ningún sitio ni objeto al que
agarrarse, pensó que sacudir sus patas con
fuerza podría mantenerle a flote por un buen
tiempo. Y justo cuando pensaba que ya no
Tifón era un perro que vivía en un puerto, su volvería a ver a su querido pescador, Tifón
amo era pescador. Le encantaba el mar, y sintió que algo le empujaba fuera del agua… ¡era
cuando su amo salía a pescar, él era el primero una gigante y preciosa ballena!
en subirse a la barca. Mientras navegaban hacia ¿Por qué estás solo en medio del mar? - le
viento y sus orejas se movían como si fuesen Porque me caí de mi barca en medio de
alas. la tormenta.
Un día les cogió por sorpresa una tormenta. La Te llevaré a una isla cercana para ponerte
los dos tuvieron que agarrarse con fuerza para Muchas gracias por ayudarme, pensé que
no ser arrastrados al mar. Pero Tifón no pudo iba a morir en el agua. Pero me gustaría
La lluvia era tan fuerte, tan fuerte, que el amo preocupado- respondió Tifón a la
agua hasta que la barca estaba ya cerca del Y justo en aquel instante la terrible tormenta se
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¿Sabes dónde queda el Puerto de Tifón saltó desde el lomo de la ballena al agua y
Iquique? ― preguntó Tifón ―Es que mi nadó el poquito trozo que quedaba hasta la
amigo está en Iquique. orilla. Ya no tenía miedo, y al pisar tierra echó a
¿Tu amigo? Si ese amigo fuera tal no te correr hasta llegar a su casa. Una vez allí
habría abandonado en medio de la rasguñó la puerta como de costumbre y
tormenta. ― Pero es que él no se dio comenzó un suave y cariñoso ladrido para que
cuenta de que caí. Estaba muy oscuro y el pescador supiese que estaba allí. El hombre,
el agua nos atizaba en los ojos, era que se encontraba en la cama muy entristecido,
imposible ver nada. Mi amigo es una se levantó de un salto y recibió a Tifón lleno de
buena persona, y si me dejas en la isla que lágrimas y de alegría.
dices buscaré la forma de volver a Pasado un tiempo, el pescador y su perro Tifón
Iquique, aunque sea nadando otra vez. volvieron a alta mar para pescar como casi cada
Está bien, te llevaré a Iquique ―dijo la día. Pero Tifón ya no era el mismo y solía
ballena. Y dirigiéndose hacia sus quedarse ensimismado mirando a lo lejos a las
hermanas exclamó: – ¡Muchachas, vamos ballenas, que le saludaban cada vez que volvían
a llevar a este perro a Iquique! por allí meneando su cola y saltando en
El grupo de ballenas cambió su rumbo y todas se dirección al viento. El pescador observaba
dirigieron al sur. Tifón se echó sobre el lomo de aquel espectáculo asombrado convencido de
la grande y preciosa ballena y puso su hocico en que su amigo había vivido una aventura única.
dirección al viento para que sus orejas se ¡Era tan valiente!
moviesen como si fueran alas. Y la ballena, desde la distancia, pudo
Finalmente llegaron al puerto de Iquique de contemplar que aquella amistad entre Tifón y el
noche: humano era de
Hasta aquí puedo traerte, más allá es verdad, y que su
peligroso para mí, querido amigo. Espero amigo Tifón se
que sepas bien lo que haces- dijo la encontraba feliz y a
ballena a Tifón. salvo.
No te preocupes, desde aquí podré
nadar hasta la orilla. Gracias por
traerme, eres una ballena muy generosa.
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Pero esta vez el colibrí se le acercó y le
Rundo y el colibrí preguntó:
Y tú, ¿por qué eres grande?
Porque los loros somos grandes —
contestó Rundo orgulloso.
¿Y por qué el halcón es más grande que el
loro? —Preguntó el colibrí.
Creo que… porque nació así —dijo
Rundo, un poco confundido.
¿Y por qué el águila es más grande que el
halcón? —Preguntó el colibrí de nuevo.
No lo sé —dijo Rundo—, creo que
simplemente nació así.
En un bosque había un loro llamado Rundo, que ¿Es mejor un halcón que un loro? —
era el hijo del jefe de los loros. Un día, Rundo Preguntó el colibrí.
se encontró con un colibrí que estaba ¡Claro que no! —Respondió Rundo.
chupando el néctar de unas flores, y cuando vio Entonces, ¿es mejor un loro que un
lo pequeño que era, le causó tanta gracia que colibrí? —Preguntó el colibrí.
comenzó a burlarse de él. Rundo no contestó palabra, se sentía un poco
¡Oye, enano! ¿Por qué eres tan avergonzado por sentirse mejor que el pequeño
chiquitito? Eres casi del tamaño de un colibrí. En realidad, había otros pájaros más
saltamontes —le decía Rundo grandes y fuertes que los loros.
burlándose. Al llegar a su casa, Rundo le preguntó a su padre
El colibrí no le hizo caso, actuó como si no le quién era el jefe de los loros:
escuchara. Terminó de chupar el néctar de la Padre, ¿los halcones son mejores que los
flor y se marchó. loros?
Al día siguiente Rundo volvió a ver al colibrí y No hijo, ningún pájaro es mejor que otro
de nuevo le dijo: —le dijo su padre.
¡Oye, enano! ¿Por qué eres tan Pero los loros somos más fuertes y
chiquitito? Pareces una hormiga. rápidos que otros pájaros y podemos
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decirles algunas palabras a los humanos Rundo entendió que todos somos diferentes y
—dijo Rundo. tenemos cosas que nos hacen especiales, por
Es verdad, pero los otros pájaros también eso, debemos respetarnos unos a otros.
tienen cosas que los hacen especiales —
le dijo el padre.
Los colibríes no tienen nada de especial,
ellos son solo pequeños pájaros y son muy
débiles, ni siquiera pueden comer semillas
de girasol —dijo Rundo.
El padre miró a Rundo y le preguntó:
¿Sabías que el colibrí es el pájaro que
bate sus alas más rápido en todo el
mundo?
¿En todo el mundo? —Preguntó Rundo
asombrado.
Sí, y, además, es el único pájaro que
puede volar hacia atrás —le dijo el padre.
¿Hacia atrás? —Preguntó Rundo
sorprendido.
Debemos respetar a todos los pájaros —
dijo el padre—, aunque seamos
diferentes todos tenemos cosas que nos
hacen especiales.
Rundo estaba muy sorprendido, en realidad
ningún pájaro es mejor que el otro. Así que, al
día siguiente, fue a buscar al colibrí y cuando lo
encontró se disculpó con él por haberse burlado
de su tamaño. El colibrí se contentó mucho y
llegaron a ser amigos.
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Por favor, vuelve mañana —dijo Tamba—
El lomo de Tamba , debo preguntarle a mi madre.
¿Por qué tienes que preguntarle a tu
madre? —Preguntó Trinco— ¿Es que no
puedes decidirlo tú mismo?
No, debo preguntar primero a mi madre
—dijo Tamba.
Seguro que has visto que todos los
hipopótamos dejan que los pájaros les
limpien sus lomos, ¿verdad? —Preguntó
Trinco.
Sí, lo he visto —dijo Tamba.
Entonces no necesitas pedir permiso a tu
En un lago hermoso y tranquilo vivía una familia madre para que yo limpie tu lomo —dijo
Todos los días Tamba observaba que algunos Anda, déjame limpiar tu lomo, tienes
pájaros pequeños se posaban sobre los unos insectos ahí que se ven muy ricos —
hipopótamos y se comían a los insectos que los le dijo Trinco— además, ¿no te molestan?
Un día, cuando Tamba estaba solo, uno de los —dijo Tamba— aunque, ahora que lo
a pedir tu permiso para comer de los ¿Lo ves? ¡Hay que sacártelos de
¿Mi permiso? —Preguntó Tamba un poco daño. Ese es nuestro trabajo, limpiar los
Sí, ningún pájaro debe posarse sobre un . Me vas a dar permiso, ¿verdad?
hipopótamo sin antes pedir su permiso — Pues… no lo sé… mejor vuelve mañana y
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Trinco se fue un poco molesto ya que todos los hipopótamo muy inteligente —dijo la
hipopótamos dejaban que los pájaros los madre.
limpiaran. Tamba, sin embargo, no quería Nunca debemos hacer las cosas solo porque
dejarse limpiar el lomo. ¡Y tenía unos insectos todos las hagan, siempre debemos preguntar a
tan grandes y gordos! nuestros padres para saber si es bueno o malo
Más tarde, Tamba fue hasta donde estaba su para nosotros.
madre y le dijo:
Mamá, si un pájaro se me acerca y me
pide permiso para limpiar mi lomo, ¿puedo
decirle que sí?
¿Algún pájaro te pidió permiso? —
Preguntó la madre.
Sí, pero le dije que volviera mañana,
porque primero yo debía preguntarte a ti
—le dijo Tamba a su madre.
¿Y qué te dijo el pájaro? —Preguntó la
madre de nuevo.
Se fue un poco molesto, porque él
insistía en que todos los hipopótamos se
dejan limpiar el lomo.
Hiciste muy bien hijo —le contestó la
madre—, es verdad que todos los
hipopótamos adultos nos dejamos limpiar
el lomo por algunos pájaros, pero tú aún
tienes la piel muy delicada, y si un pájaro
te limpia el lomo te hará daño con su
pico.
No lo sabía y creo que el pájaro tampoco
lo sabe —dijo Tamba.
Lo importante es que hiciste lo correcto
y viniste a preguntarme, eres un
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Por suerte una paloma pasaba por allí y pudo ver
La amistad que salva el miedo de aquella hormiguita intentando salir
del agua sin ningún éxito. Y, rápida como el
vidas mismo viento, se aproximó volando hasta
alcanzar a la hormiga con el pico y posarla en
tierra firme para ponerla a salvo.
Muchísimas gracias paloma. Estaba a
punto de ahogarme y tú me has salvado.
Te debo la vida – Dijo la hormiga.
No me debes nada, todos debemos
ayudarnos si estamos en peligro, y tú lo
estabas. Seguro que harías lo mismo si se
diese la ocasión – Respondió la paloma.
Y aquella ocasión de la que hablaba la paloma en
La amistad es uno de los sentimientos más bellos sentido figurado, tuvo lugar no lejos de aquel
y poderosos que existen. Dan igual las día. Todo ocurrió cuando un cazador, una
diferencias o semejanzas que posean dos tarde de domingo, salió a buscar presas para el
amigos, ya que la fuerza que les une es superior almuerzo, con tan mala suerte de encontrarse
a todo lo demás. Y esto lo saben muy bien una con la paloma. Pero finalmente, y a pesar de
paloma y una hormiga que, de no conocerse, tener a la paloma completamente indefensa y a
pasaron a ser dos grandes e inseparables amigas. una distancia perfecta, no pudo darle caza. El
Un día la hormiga se vio atacada por una cazador, de repente, sintió un dolor en la mano
terrible sed y decidió acercarse a una charca que le llevó a soltar la escopeta de un golpe.
cercana para poder saciarla. A pesar de los ¿Queréis saber qué pasó? Pues que la
intentos de la pequeña hormiga para no caer al hormiguita, que desde el día en que fue salvada
agua, el tronco sobre el que procuró deslizarse de las aguas seguía a la paloma sin hacer ruido,
para beber giró con tan mala suerte, que pudo comprobar el peligro tan grande en el cual
finalmente cayó. ¡Qué miedo sintió la se encontraba inmersa su amiga. Y no dudó en
hormiguita, tan pequeña y sin saber nadar en el subir por la pierna del cazador hasta alcanzarle
agua! la mano y darle un buen bocado.
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Gracias a la intervención de la hormiga la paloma
pudo escapar y, finalmente, la hormiga pudo El ciervo caprichoso
cobrar su deuda.
Una deuda que quedó, a partir de entonces,
sellada con una amistad eterna.
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atenciones de los demás, incluidas las de sus
padres. La familia topo
Los celos por su prima crecieron de manera
desmedida en el pequeño y caprichoso ciervo, y
se propuso concienzudamente la forma más
adecuada de fastidiarla. De este modo el ciervo
decidió romper el jarrón favorito de su madre y
echarle toda la culpa a su pobre prima.
Mamá se disgustó mucho, pero su prima,
valiente y decidida, decidió cargar con la culpa
de la travesura del pequeño ciervo.
A los pies de un pino muy grande y robusto vivía
He sido yo sin querer, querida tía. Lo
una familia de topos. Eran felices en su hogar, y
siento mucho.
la naturaleza les permitía alimentarse con
Pero su prima lo había visto todo y sabía muy
frecuencia y mucha calidad por las
bien quien había sido el culpable de aquel
inmediaciones de la zona.
desastre. Aun así, no deseaba que le regañasen
La sombra del pino les proporcionaba frescor en
y que se pusiera triste.
los días más calurosos, cuando decidían salir de
Aquel gesto tan bonito, hizo que el pequeño
casa para respirar aire puro. Tan cómodos y
ciervo se sintiese muy culpable por lo que había
felices se sentían bajo su árbol, que pronto
hecho y por no querer
refinaron sus gustos alimenticios decantándose
a su familia. Y desde
más por los ricos piñones que el árbol les
entonces se propuso
ofrecía, que por las crudas lombrices que solían
recuperar el tiempo
comer todos los de su especie. Sin embargo,
perdido y disfrutar del
para poder llegar a los ricos piñones debían
tiempo con los suyos
trepar por el largo tronco del pino, poniendo sus
con la mayor de las
vidas en riesgo. El topo, animal de madriguera,
sonrisas. El cervatillo
no estaba acostumbrado a realizar estas
comprendió que, con
acciones que, a menudo, se complicaban más de
amor y alegría, se gana
la cuenta con la llegada de la lluvia o del frío
mucho más que con
intenso.
odio y venganzas.
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Por este motivo tendían a aventurarse los
topillos más jóvenes, hasta que un día, El canguro que no sabía
decidieron sin consultar a sus mayores que para
alcanzar los piñones con mucho menos riesgo y saltar
con más comodidad, debían talar el pino.
Los jóvenes topos, inmersos en su ingenuidad,
planificaban las maniobras necesarias y trazaban
su plan para poder llenar sus estómagos de ricos
piñones sin contratiempos. Afortunadamente el
abuelo de la familia, al que le gustaba mucho
pasear y acompañarse de la compañía de los más
jóvenes, pudo enterarse del plan antes de que
se llevara a cabo.
Si acabáis con el pino, habrá piñones
para este invierno y tal vez la
primavera. Pero ¿qué haremos el
invierno próximo? Pues rezar para
que nuestras crías, acostumbradas ya
a este alimento, perezcan por falta de
En una ocasión nació un canguro que no era
comida y frío. – Exclamó el abuelo
como los demás. Aparentaba serlo, sin embargo,
topo.
este canguro tan solo podía saltar hacia atrás.
El topo anciano, cuya experiencia en la vida le
Aquella extraña cualidad le convirtió
convertía en un sabio ante los demás, hizo que
rápidamente en un bicho raro para todos los de
los más jóvenes pensaran en sus palabras y se
su especie, y no repararon en burlas y risas a la
dieran cuenta de lo errado que estaba su plan.
hora de dirigirse a él y a su forma de saltar.
Y el plan se deshizo, y el pino vivió para dar más
Aquel canguro, además de saltar hacia atrás,
piñones durante siglos a las nuevas generaciones
era un animalito extremadamente sensible, y no
de la familia Topo.
podía sino lamentarse y llorar compadecido de
¡Qué a gustito que estaban
sí mismo, como consecuencia de los desplantes
bajo la sombra del pino!
del resto de los canguros.
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Un día, una jirafa que acostumbraba a escuchar
sus lamentos se acercó a hablar con él: El perro y la cometa
No se consigue nada llorando, ¿sabes
pequeño? Si yo no me hubiera mágica
acostumbrado en la vida a encorvar
mi largo cuello, hubiese muerto muy
pronto de hambre. ¿Por qué no
intentas saltar hacia adelante? -
Manifestó la jirafa.
El canguro se tomó muy en serio aquellos
consejos y pocos minutos después comenzó a
practicar su salto del revés, o lo que era lo
mismo, al derecho de todos los canguros. Poco
a poco, y con muchísimo esfuerzo, el canguro
fue obteniendo resultados y con el tiempo
consiguió lo que se había propuesto gracias a
los consejos de la jirafa. ¡Había aprendido a
saltar hacia adelante como todos los canguros
del mundo! Érase una vez un perro conocido por sus
Aquel día, y tras mostrar su gran esfuerzo al grandes dotes artísticas. Aquel perro era un
resto de sus parientes, el pequeño canguro auténtico fabricante de sueños y de alegrías,
comprendió que no era gracias a las cometas artesanales que fabricaba.
un bicho raro, sino el Preciosas estelas que surcaban el cielo
animal más increíble de tiñéndolo de deliciosos colores.
toda su especie, porque ¡Era tan feliz haciendo lo que hacía! Haciendo
solo él sabía saltar hacia feliz a montones de niños que, boquiabiertos
adelante y hacia atrás con las cometas, conseguían convencer a sus
también. padres para llevarse una y hacerla volar al aire
libre.
Tal era el entusiasmo de hijos y padres, que
pronto se corrió la voz de la existencia del perro
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artista. La gente se congregaba los domingos
por la mañana en el parque de la comarca para La foca lectora
ver el espectáculo de formas y colores que se
producía en el cielo con el vuelo de las cometas.
El perro artista, al contemplar aquel
espectáculo y aquella alegría, decidió afrontar
el mayor reto de su vida como fabricante de
cometas. Y decidió embarcarse en la
construcción de una cometa gigante y
espectacular. Una vez la terminó, decidió
decorarla con colores y materiales únicos nunca
vistos.
Decidido a ponerla a volar, acudió al parque y
fue arrastrando la cometa a gran velocidad para
conseguir alzarla en vuelo. Aquella cometa era ¿Sabes que el reino animal también disfruta
tan grande y colosal, que arrastró también con mucho con la lectura? Al menos eso se cree
ella al perrito artista. Nunca volvió a ver a gracias a una pequeña foca que se pasaba el día
aquellos niños y a aquellos padres del parque. pegada a los libros. Se decía que aquella foca
Pero no os preocupéis, amiguitos, que el perro era muy lista e instruida, gracias a todo lo que
artista consiguió hacer felices con sus cometas había aprendido en los libros. Se pasaba el día
a miles de niños de leyendo y leyendo, casi sin levantar la mirada de
todo el mundo. las páginas que daban forma a todos aquellos
Eso, y volar entre conocimientos.
las nubes gracias a Su madre comentaba orgullosa a familiares,
su cometa mágica y amigos y conocidos, como el interés de su hija
colosal. por la lectura la llevaba a devorar más de cuatro
Desde luego, como y cinco libros en una sola tarde.
artista, había Una de aquellas tardes, la pequeña foca se
conseguido tocar dirigió, en compañía de sus padres, a casa de
el cielo… unos amigos que también tenían un hijo muy
estudioso. Sin embargo, sus padres confesaban
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sin ningún tipo de vergüenza que le llevaba consiguen de forma atropellada ni urgente, y
mucho tiempo terminarse un solo libro. poco a poco, aprendió lo que era saborear,
Tardanza que se sucedía también con las despacito y pausadamente, un libro.
lecciones de la escuela y el temario de sus
exámenes.
Los padres de la pequeña foca sacudían la
cabeza al escuchar aquello en señal de
desagrado, al tiempo que ponían de manifiesto
la clara diferencia de actitudes y habilidades
existentes entre su hija y el hijo de sus amigos.
Para acabar con la rivalidad, decidieron realizar
una prueba de lectura para comprobar,
finalmente, cuál era el hijo más listo, habilidoso
y mejor lector. Los dos pequeños se leyeron el
mismo libro y, pasado un tiempo, sus respectivos
padres les hicieron unas preguntas para ver lo
que recordaban de cuanto habían leído. Pero la
pequeña foca, llegado el día de las preguntas,
no recordaba ni siquiera el título del libro que
había tenido entre sus manos. Había leído tan
apresurada, con el fin de demostrar que era la
más rápida y mejor lectora, ¡que no se había
enterado de una sola palabra! Su amigo, por el
contrario, pudo contar sin problemas todos los
detalles del libro leído.
Los padres de la pequeña foca volvieron a casa
muy avergonzados. Habían dado por hecho que
su hija era superior a otros niños, sin
preocuparse de saber nada más sobre su hija.
Una vez en casa, hicieron comprender a la
pequeña foca que los buenos resultados no se
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Sin embargo, pronto se fue corriendo la voz
El poder del ingenio entre los animalillos del bosque de la existencia
de aquel cocodrilo, y poco a poco, dejaban de
acudir al río para beber y para refrescarse
tomando nuevos caminos. La naturaleza
parecía haberse vuelto más amable con todos
aquellos animales cuya vida peligraba al
acercarse al río por culpa del cocodrilo; sin
embargo, la misma naturaleza parecía estar
entonces en contra de este singular reptil. El
hambre acuciaba al cocodrilo cada vez más y no
tuvo otro remedio que idear otra artimaña para
conseguir su fin.
Érase una vez un cocodrilo muy listo que vivía Su nueva idea consistía, nada más y nada menos,
en la selva amazónica. El cocodrilo, como el que en convertirse a los ojos de los demás
resto de los animales, pasaba sus días animales en un ser sensible y debilucho. El
profundidades del río. hasta la boca, para que los demás animales del
acudir a la orilla del río para acechar a otros creyéndole enfermo. Y aquel nuevo plan
animales con los que poder alimentarse y salir funcionó de tal forma, que un día bajaron casi
adelante. Como no era una tarea nada fácil, el hasta los mismos hocicos del cocodrilo toda una
cocodrilo simplemente dejaba que los animales bandada de patos, avanzando hacia el río uno
refrescarse y para beber un poco del agua hacia el agua por sus ganas de nadar o de saciar
fresca del río. Él, mientras, esperaba a los su sed, sino porque una especie de llanto
descuidados e incautos animales absolutamente lastimoso llegaba hasta sus oídos clamando
esta forma el cocodrilo solía atrapar a muchos Una vez frente al cocodrilo, la mayoría de los
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uno de ellos, el más pequeño de todos que
observaba algo raro en la mirada del cocodrilo, El tiempo todo lo cura
le propuso llamar al mejor veterinario de toda la
selva. ¡Qué miedo le entró al cocodrilo al oír
aquello! Tanto…que se le quitó el hambre
repentinamente y, despavorido, decidió alejarse
de la orilla en busca de la tranquilidad de las
profundidades del río.
Dicen que el hambre agudiza el ingenio, y por
eso el cocodrilo buscaba la mejor forma de
hacerse con los animales más incautos para
poder comer. Pero como la inteligencia no es
patrimonio del hambre, también sirvió en aquella
ocasión para que los patitos volviesen sanos y
salvos a casa, unos detrás de otro, gracias a la
astucia del patito más pequeño. ¡Quién iba a Queridos amiguitos: la mala educación no solo
decirlo! es asunto de los humanos, y en el mundo de los
animales también tienen que sufrir cosas como
las que sufrimos las personas, especialmente los
niños. Al menos eso nos dice la historia que
circula por nuestros bosques de un tierno
mapache.
Este animalito tuvo la mala suerte de tener un
accidente un día al caerse de un árbol. Aquel
accidente transformó su aspecto, de tal forma,
que sus amigos de siempre comenzaron a no
tomarle en serio y a burlarse de él, pensando que
lo que le había pasado al pobre mapache era una
cosa de risa. La inocencia de aquellos otros
mapaches hizo que no obrasen adecuadamente
con aquel fiel amigo que siempre había estado
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con ellos y que nunca les había fallado. Poco a
poco, aquellos amigos dejaron también de
llamarle para jugar, ya que no tenía la misma
agilidad ni las mismas ganas que los demás. El
mapache a raíz de aquello se sintió muy triste, y
el dolor que le había producido la actitud de
sus amigos de siempre, le dolía mucho más que
el golpe de la caída, y eso que le había dolido
mucho.
Tras reflexionar sobre su situación, el mapache
llegó a pensar que lo mejor para él sería
esconderse en el bosque y vivir alejado de los
demás para siempre. Pero aquella actitud duró
poco tiempo, casi el mismo que sus heridas
tardaron en curar y los dolores en retirarse de
su peludo cuerpo. Aquel mapache, tras su
recuperación, se veía aún más bonito que
nunca, y pronto comenzó a despertar envidia
entre sus antiguos amigos, que un día, al
encontrase con él de nuevo, le invitaron a
formar parte del grupo. El mapache, que en
aquel tiempo había aprendido a vivir sin
problemas solito y que había ganado mucho en
sabiduría, les manifestó orgulloso que no los
necesitaba en absoluto.
El mapache ahora tenía una nueva vida llena de
oportunidades y cosa bonitas que estaban aún
por llegar.
45 46
burlas de sus compañeros de granja. No se
Las apariencias engañan atrevían ya, ni siquiera, a observarse en los
cristales de las puertas y ventanas que les
rodeaban. A pesar de las dificultades,
procuraban levantarse el ánimo los unos a los
otros confiando en que algún día aquellos
cerditos vanidosos tendrían su justo merecido.
Un día, el granjero que cuidaba a todos ellos,
bajó a la granja a por un buen ejemplar para
celebrar las fiestas navideñas que se
encontraban a la vuelta de la equina. El granjero
observó muy atento a todos los cerdos que
tenía, posando su mirada, tras un rato, sobre el
cerdito más grande y pagado de sí mismo. En
aquellos momentos, los cerdos más gruesos y
En una granja convivieron una vez muchos lustrosos miraban con ojos lastimosos a sus
cerditos, y aunque ante el ojo humano podían compañeros escuchimizados, y hubieran hecho
parecer casi iguales, lo cierto es que eran muy cualquier cosa por parecerse a ellos y no correr
diferentes unos de otros. Algunos eran muy aquella triste suerte. Afortunadamente, el
grandes y lustrosos, y otros, más débiles, eran granjero (que no tenía demasiado claro lo de
mucho más flacuchos y escuálidos. Los poner fin a un pobre cerdito tan solo por
primeros, conscientes de su lozanía, se burlaban celebrar una fiesta), cambió de opinión y no
de los otros insinuándoles que no valían para sacó ni a uno solo de la granja.
nada. A partir de entonces, los cerdos vanidosos
¡Qué lástima dan esos cerditos comprendieron que las apariencias pueden
escuchimizados! ¡Son un saquito de engañar y decidieron
huesos! – Dijo el cerdo más grande y comportarse con bondad
cebado de toda la granja. con todos sus
Los cerditos más pequeños y menos fuertes se compañeros en aquel
apesadumbraban con aquellos comentarios y se apacible lugar.
sentían continuamente humillados por las
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¡Conseguiré engañar a mi vecina, y
La ayuda de los demás esta, con el juicio nublado a causa de
la fiebre, me dejará entrar sin
problemas! Cuando esto ocurra, me
abalanzaré sobre ella hasta que tan
solo queden las plumas – Pensaba el
despiadado del gato, que llevaba días
sin comer y cada vez se sentía más
atrevido.
Al verle, la gallina, que era muy lista, supo muy
bien a qué se debía aquella visita y decidió
exagerar los síntomas de su gripe para engañar
al gato:
A veces, cuando nos ponemos enfermos y ¡Qué bien que me visita! ¿Podría
estamos solos, solemos agradecer la compañía usted ayudarme, don gato? Necesito
de otros para llevar con mayor facilidad nuestra poner agua a calentar para calmar mi
recuperación. Esto era lo que pensaba un día de garganta. ¿Podría usted hacerlo? -
verano una gallina en su casa, atacada por una Preguntó la gallina.
tremenda gripe, al tiempo que se lamentaba por El gato, convencido de que había conseguido
no tener a nadie de confianza a su alrededor. engañar a la gallinita enferma, decidió poner el
Un día, mientras la pobre gallina se recuperaba agua a calentar. Una vez lista y bien calentita el
sola de su molesto resfriado, su vecino, un gato agua, pidió al gato que le acercase su tacita con
muy egoísta y con ideas escasamente buenas, una rica infusión. Al acercarse, la gallina batió
decidió visitar a la gallina para ver cómo se sus alas sacando fuerzas de flaqueza, hasta
encontraba o si podía ayudarla en algo para que verter el agua casi hirviendo de la taza sobre la
se recuperase más pronto y con más cola de su vecino. ¡Cómo aullaba de dolor!
tranquilidad. Lamentablemente, esta tan solo Y de esta forma, el gato jamás
era la excusa que el gato había perpetrado para volvió a molestar a su vecina, ni
presentarse ante su vecina, y no la pensaba mucho menos, a provecharse de
cumplir. las debilidades de los demás.
49 50
callejero apostado en una esquina con hambre y
El gato cansado aterido de frío.
A los viandantes que se cruzaban con él se les
llenaban los ojos de lágrimas, y muy
compadecidos por su estado, se fueron
haciendo amigos de él, incluso algunos ratones
con el corazón lleno de amor y de solidaridad.
Sin embargo, uno de aquellos ratones que se
encontraba por las cercanías, y que le
observaba día tras día, no terminaba de confiar
en él ni de creer que el hambre le hubiese
apaciguado también su frío corazón. Un día,
Los gatos, grandes cazadores, tienden a surgió una disputa entre dos pájaros ante la
alimentarse de presas más débiles, y su agilidad aparente mirada impasible del gato. El ratón,
hace que no pasen hambre en todo el año, que observaba la escena sin perder detalle,
aunque se trate de gatos solitarios. Los ratones estaba convencido de que el gato se lanzaría
son sus principales víctimas, ya que a pesar de hambriento sobre los dos pájaros, y de este
las grandes velocidades que estos pueden modo, todo el mundo descubriría las verdaderas
una presa fácil para los gatos. Precisamente, El gato, aproximándose a la rama del árbol desde
sabedor de todo aquello, vivió una vez un gato, la cual vociferaban los pájaros, dijo:
la barriga muy grande y llena. Pero el gato fue intentemos arreglar vuestro
daba cuenta de que su agilidad ya no era la de Efectivamente, y como temía el ratón, el gato
cuando era joven, ni sus ganas de correr de acá parecía cercar cada vez más a los pobres
para allá eran tampoco las mismas. Ya no podía pájaros con la intención de lanzarse sobre ellos.
perseguir a los ratones con la misma facilidad, y Ya no era un gato cazador, y los años, le
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El ratón, contemplando la lastimosa escena,
llamó la atención del gato con un agudo silbido Félix, la tortuga valiente
y libró a los pajarillos de su destino. Pero ya no
podía ver a aquel gato cansado con los mismos
ojos, y decidió acompañarle en la distancia hasta
el fin de sus días.
53 54
Jajaja, no sabes leer y ¿sabes por qué? tiene defectos, así como el más grande
¡Porque eres una tortuga! también los tiene. Y, ¿qué significa? Que
Félix se sintió muy apenado y el profesor se cada uno, aunque tenga defectos,
molestó, mandando hacer silencio a la clase. Al errores o desventajas, tiene que sacar lo
rato tocaron la campana del recreo y todos mejor de sí mismo y que esas diferencias
salieron al parque a jugar a la pelota, menos son las que nos hacen únicos.
Félix, que se sentó aparte mirándolos jugar Félix se sintió tan animado y feliz que le dio un
pensando: gran abrazo a su mamá y al día siguiente volvió a
Si yo no fuese una torpe tortuga lenta, la escuela a soportar nuevas burlas, pero Félix,
me aceptarían y podría jugar y divertirme en vez de ponerse de nuevo triste, tuvo valor y
como ellos. dijo a la clase:
Pero la ardilla Liz, al ver a Félix solo le dijo: Yo soy lento al leer, pero eso es bueno,
Félix, ven y juega con nosotros. porque así los demás pueden entender
Cuando escuchó eso se alegró tanto de que las palabras que escuchan y
quisieran jugar con él que se animó a participar, comprenderlo todo mejor.
pero en ello que cayó al suelo y todos los niños Al sonar la campana del recreo todos salieron a
empezaron a reírse y a burlarse de él de nuevo. jugar, y de nuevo la ardilla Liz invitó a Félix a
Todos menos Liz, que le ayudó a levantarse. Y participar. Cuando llegó su turno pensó en las
la jirafa Jack le dijo: palabras de mamá y decidió esconderse dentro
¿Ves? Eres una torpe tortuga lenta y de su caparazón. Rodó y rodó tan rápido que
nunca sabrás hacer nada bien. empujó la pelota mucho más fuerte qué todos
Félix se levantó muy triste, empezó a llorar y los demás juntos. Al salir, todos empezaron a
corriendo se fue a su casa. aplaudirle y a felicitarlo por lo bien que jugaba.
Cuando llegó, mamá tortuga le preguntó: Entonces Jack, la jirafa, le preguntó:
¿Qué te pasa cariño? ¿Algo anda mal? ¿Cómo aprendiste a jugar así?
¡Si yo no fuese una torpe tortuga lenta Y Félix le respondió:
los demás niños me querrían! - contestó Soy lento, pero mi mamá me enseñó que
enfadado Félix. cualquiera puede ser bueno, incluso los
Su madre, tras aquellas palabras, le dijo: pequeños y lentos como yo. Todos somos
Hijo, nuestras diferencias son nuestras buenos, fuertes e inteligentes, todo está
más grandes ventajas. El más pequeño
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en querernos y en valorar a los demás tal
y como son. El ratón que cosía botones
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El señor ratón no se lo pensó dos veces, ya que,
aunque la riqueza no le obsesionaba, podía ser
una muy buena oportunidad para dar a conocer
sus joyas y demás objetos que fabricaba.
Decidió confeccionar un delicado collar a base
de botones maravillosos que brillaban como el
sol. Y tanto brillaban, que el rey se quedó
embobado con su creación quedando muy
agradecido.
De este modo, y para cumplir con su promesa, el
rey preparó una gran bolsa con monedas de oro
para entregarle al señor ratón por su buen
trabajo. Pero el ratón, algo avergonzado, dijo:
Disculpe que se lo rechace, Majestad,
pero yo no necesito tantas riquezas, ya
que mi mayor tesoro es disfrutar con el
trabajo que hago. - Dijo el señor ratón al
rey.
Pero…un momento. ¿Los botones pueden
brillar? Tal vez, amiguitos, pero en el caso de los
botones del señor ratón, era su propio
entusiasmo el que hacía que aquellos humildes
botones brillasen y deslumbrasen a los demás. Y
es que la satisfacción con uno mismo y con la
vida, es la mayor de las riquezas que pueda
haber.
59 60
como ahora no puedes cantar pues he
El grillo afónico pensado en ti. Sé que tocas de maravilla.
¿Qué decides?
¡Oh, gracias! - le contestó el grillo-
¡Siempre me ha gustado tocar la
trompeta! ¡Sí, entraré en vuestra
orquesta!
Desde ese día, aquella orquesta fue la más
famosa de toda la pradera y, aunque nuestro
grillo siguió sin poder cantar, fue nombrado el
mejor trompetista del campo. ¿Qué opináis de
esto, amigos?
61 62
aquella competición para él y cómo iba a
Las olimpiadas de Patito esforzarse para participar en sus pruebas. No
dejó de escuchar a Patito su mamá con cierta
preocupación, puesto que se aproximaba el fin
del curso y había mucho que estudiar. Pero
como las ilusiones de Patito eran también
ilusiones para sus padres, decidieron apoyarle y
darle permiso para participar en aquellos juegos
deportivos.
Desafortunadamente, tal era el empeño de
Patito por participar en aquella competición,
que fue dejando de lado y cada vez más el resto
de sus tareas y materias escolares, lo cual era
Patito era un pato como otro cualquiera, salvo una verdadera lástima, porque Patito era un
por el hecho de que le apasionaba el deporte. gran estudiante y con muy buenas notas. Sus
La idea de que los patos son torpes había padres y sus profesores estaban muy
alejado de ese mundo a toda su familia, pero él preocupados y con razón. De esta forma, los
estaba convencido de que con esfuerzo e padres de Patito decidieron hablar con el muy
ilusión nada de eso sería cierto. En concreto, lo en serio:
que más le gustaba del mundo era nadar. Y no No queremos que dejes el deporte
es que se dedicara a chapotear en las charcas, porque sabemos que te gusta mucho y
como hacían los demás patos, sino que Patito que lo haces muy bien. Sin embargo, no
gustaba de nadar a mariposa, de espaldas, y puedes descuidar tus estudios porque
varios estilos más. ¡No se le resistía nada! son muy importantes para que seas un
Patito descubrió una mañana que en su escuela patito de provecho el día de mañana. El
iba a organizarse una competición deportiva secreto está en organizar nuestro
para celebrar el fin de curso. Estaba muy tiempo, para que podamos hacer todo lo
emocionado porque, entre las pruebas que iba a que necesitemos y nos propongamos. –
haber, también se encontraba la natación y en Dijo muy serio el papá de Patito.
pleno lago. Muy contento acudió a su casa para Te prometo que estudiaré más, papá. –
contarles a sus papás lo importante que era Respondió Patito con entusiasmo.
63 64
Pero pronto Patito se olvidó de nuevo de su
promesa volviendo a las andadas y a su anterior Las púas de la amistad
actitud. Y fue entonces cuando sus padres y sus
profesores decidieron ponerse algo más serios
para que patito entrase de una vez en razón:
– Si no apruebas este curso, no podrás
participar en los juegos deportivos. – Espetó
mamá con tristeza.
¡Y funcionó! Tan grandes eran las ganas que
Patito tenía de nadar en el lago, que
comprendió la importancia de las
recomendaciones de sus mayores. Poco a poco
fue recuperando el tiempo perdido y
administrando con paciencia y sabiduría el
mismo, sacando en consecuencia el curso con
buenas notas. Y lo mejor de todo, pudo
participar en los juegos deportivos que
festejaban el final de aquel curso y lo hizo de la Érase una vez un erizo que vivía en el bosque.
mejor forma posible: ganando la carrera a nado Aquel erizo estaba llenito de púas (y hasta aquí
en mariposa en el lago. Y es que dedicarle un todo normal). De hecho, aquella situación era
poquito de tiempo a cada cosa y esforzarse con buena, puesto que sus púas conformaban un
responsabilidad, sistema natural de defensa que le alejaba de
tenía excelentes todo peligro. Ni siquiera los animales más
recompensas. Patito salvajes se atrevían a acercarse a él por miedo a
lo sabía muy bien… ser heridos.
¡había vivido unas De esta forma el erizo iba de acá para allá sin
auténticas ningún miedo. Igual le daba cruzarse con una
olimpiadas! serpiente de cascabel que con un fiero tigre.
Estaba muy tranquilo con sus púas y caminaba
muy seguro de quien era.
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Pero además de fuerte y valiente, aquel erizo Y poquito a poco los animales del bosque se
era uno de los animales más amables y generosos fueron acercando hasta conseguir abalanzarse
del bosque. Y es que no dudaba en entregarle sobre el temido reptil. Con ayuda de todas y
sus púas a aquel que las necesitara, con tal de cada una de las púas que el erizo había
salvar de los posibles y naturales peligros del regalado, consiguieron atemorizar a la
bosque a cualquiera de sus amistades. serpiente, que huyó finalmente despavorida y
Pero un día el erizo se dio cuenta de que tan sin comer.
solo le quedaba una púa sobre el lomo. Había El erizo había entregado todas sus púas en
sido tan generoso con los demás que las había favor de la amistad, y el destino (del que tanto
ido perdiendo, una tras otra, casi sin darse hablaba nuestro erizo) supo responder
cuenta. Y finalmente, la púa que le quedaba convenientemente a noble su gesto.
decidió regalársela a un ratón que huía
temeroso de un gato fiero y hambriento. ¡Qué
feliz se sintió el erizo al ver como el ratón usó
su púa de espada para ahuyentar al gato!
Y en estas llegó una temible serpiente, que
observaba desde hacía días al erizo generoso, y
poco a poco fue aproximándose al él, que
disfrutaba del sol con la pancita arriba ajeno a
todo mal.
Pero no creáis que el erizo tenía miedo,
amiguitos. Estaba tan convencido de que cada
cual tenía que aceptar su destino y las
consecuencias de sus actos, que vivía feliz a
pesar de no tener ya sus púas consigo. El erizo
del que os hablo era un ser muy consecuente,
además de amable. Y por ese motivo sus
amistades no podían dejar que la serpiente se lo
zampara después de haber hecho tanto por los
demás.
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enfrentarse a la mariquita y la mariposa
El brillo de la luciérnaga proponiéndoles un interesante plan.
Mañana por la noche voy a dar una vuelta
por los prados. Me gustaría que vinierais
vosotras también, pues tengo una
sorpresa que daros.
La mariquita y la mariposa, que eran muy dadas
a la curiosidad, decidieron aceptar la propuesta
de la luciérnaga acudiendo veloces en la noche
al prado al que se refería su vecina. Pero no
lograban encontrar a la luciérnaga por ningún
sitio. Pronto, sin embargo, un brillo
extraordinario captó la atención de ambas.
Un día como otro cualquiera, en un campo no
Sobre el cielo oscuro de la noche parecía verse
muy lejano, una mariquita y una mariposa,
una estrella muy cercana y con un resplandor
grandes amigas, pasaban la tarde burlándose de
brillante y precioso. La estrella pronto
una luciérnaga. La mariquita tenía unos colores
descendió posándose a los pies de la mariquita y
vivos que alegraban mucho el campo, al igual
la mariposa. ¡Cuál fue el asombro de las dos al
que la mariposa, cuyas alas parecían teñidas de
observar que aquella estrella era en realidad la
purpurinas. Presumidas por sus grandes
luciérnaga de la que tanto se habían burlado!
cualidades físicas, no lograban ver con buenos
Avergonzadas, pidieron disculpas a la
ojos a una luciérnaga vecina y, por ende, no la
luciérnaga que las
querían como amiga.
aceptó con mucho
Eres un bicho muy feo, vecina- Dijo la
agrado, recordándoles
mariposa sin ningún pudor refiriéndose a
mientras se marchaban
su vecina luciérnaga.
que, la mayoría de las
Pero la luciérnaga no respondía a aquellos
veces, las apariencias
comentarios burlones y despiadados, ni se
engañan.
sentía humillada ni avergonzada por su aspecto
poco llamativo. Ella vivía tranquila segura de sí
misma. Tanto, que un día se atrevió a
69 70
Tabla de contenido
La importancia de los valores en la infancia ................... 1
La mariposita Rosita ........................................................ 2
Jacobo el niño cabeza de zanahoria ................................ 6
Los dos ratoncitos ......................................................... 10
Tosco y las abejas .......................................................... 12
Tifón y la ballena ........................................................... 15
Rundo y el colibrí ........................................................... 19
El lomo de Tamba .......................................................... 23
La amistad que salva vidas ............................................ 27
El ciervo caprichoso....................................................... 30
La familia topo ............................................................... 32
El canguro que no sabía saltar ...................................... 34
El perro y la cometa mágica .......................................... 36
La foca lectora ............................................................... 38
El poder del ingenio ...................................................... 41
El tiempo todo lo cura ................................................... 44
Las apariencias engañan ............................................... 47
La ayuda de los demás .................................................. 49
El gato cansado ............................................................. 51
Félix, la tortuga valiente ................................................ 54
El ratón que cosía botones ............................................ 58
El grillo afónico .............................................................. 61
Las olimpiadas de Patito................................................ 63
Las púas de la amistad .................................................. 66
El brillo de la luciérnaga ................................................ 69
71 72