Ramirez Leyva - La Lectura Un Problema para La Sociedad de La Informacion
Ramirez Leyva - La Lectura Un Problema para La Sociedad de La Informacion
Ramirez Leyva - La Lectura Un Problema para La Sociedad de La Informacion
sociedad de la información
ELSA MARGARITA RAMÍREZ LEYVA
Centro Universitario de Investigaciones Bibliotecológicas
de la UNAM, 04510, México D.F., Tel: 56-23-03-29
E-Mail: [email protected]
Tra ba jo re ci bi do el 7
de febrero
febrero de de
2002
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RESUMEN
de marzo de 2002 Este artículo abre la reflexión sobre el problema que representa la lectura para
la sociedad de la información, la cual deberá distinguirse por contar con ciu-
dadanos capaces de acceder, usar la información y convertirla en un bien para
el beneficio individual y colectivo que conduzca al progreso. Sin embargo el
estudio de la OECD, dado a conocer recientemente, sobre la capacidad para
comprender textos, evaluar informaciones, construir hipótesis y aprovechar
conocimientos, reveló serios problemas en la capacidad lectora en jóvenes
que concluyeron la educación media en los 36 países encuestados.
Por otra parte el desempeño de las instituciones educativas, en particular la
educación superior, de capacitar a los alumnos para desarrollar habilidades
que les permitan acceder, usar la información y transformarla en conocimien-
to también ha mostrado insuficiencias.
Al respecto, la American Library Association definió seis habilidades básicas
que todo estudiante debe adquirir, supuestamente para dominar las habilida-
des de lectura. El estudio de la OECD obligará a revisar los factores que afec-
tan y deterioran la capacidad lectora; y de paso el gusto por ella.
Pa la bras cla ve: L e c tu ra, C o n duc ta Lec to ra, Habi li da des Informativas, So cie dad de la
In for ma ción.
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ABSTRACT
A reflection on the problem of writing for the information society which
should count with citizens capable of using information for the indivi-
dual and collective benefit leading to progress. However, a recent OEC-
D’s survey on the ability to understand texts, evaluate information, build
hypothesis and profit from knowledge, revealed serious problems in the
36 countries involved in the testing of writing abilities of youth that had
just concluded middle education. But also the performance in the higher
education systems revealed certain difficulties in the capabilities for ac-
cessing, using and transforming information. Related to this, the Ameri-
can Library Association defined six basic capabilities that all students
should acquire in order to be able to master the writing abilities. The
OECD survey will lead to a review of factors that affect and deteriorate
the joy of reading.
Key Words: Rea ding, Rea ding Beha vior, In for ma tion Abi lity, In for ma tion S o ciety.
A
lo largo de la historia de la humanidad, la comunicación y la información han
sido elementos constitutivos de la sociedad.1 La comunicación se produce
como resultado de la información, el acto de comunicación (emisión y recep-
ción) y de la comprensión, en y por, la vida en sociedad. A su vez en la comunicación
se gesta el interés y la necesidad de desarrollarse y conservar los múltiples datos cul-
turales producidos en las distintas épocas y regiones; es decir que el proceso de civili-
zación, y por tanto la cultura, competen a la comunicación, son causa y efecto de la
misma. Por su parte, los individuos se adaptan a los cambios que produce la infor-
mación mediante la comunicación. Se puede considerar entonces como principio
que el mundo de las posibilidades sociales está circunscrito a las posibilidades de co-
municación y de desarrollo cultural, tanto a nivel individual como social.
Por tanto la escritura y la lectura se han constituido en parámetros que miden el
desarrollo cultural y económico de un pueblo.
Es en especial el siglo XX el que se distingue por emprender acciones mundiales
encaminadas a erradicar el analfabetismo y superar los niveles de educación básica.
Más aún, se considera a la educación como un derecho universal consolidado a lo lar-
go de cien años, por lo que era esperable que el siglo XXI fuera recibido por pueblos
1 Niklas Luhmann y Raffaele de Georgi. Teoría de la sociedad. México: U. de G., UIA, ITSO, 1993, p. 15.
La lectura: un problema para la sociedad de la información 197
2 El Plan INFO XXI: La Sociedad de la Información para todos. El Plan establece principios y accio-
nes dirigidas a los gobiernos con el fin de crear las condiciones para que todo ciudadano acceda a la
información. Cf. López Yepes, José. La política de la sociedad en España. Documento presentado en:
Jornadas de documentación administrativa y sociedad de la información. Zaragoza, 22-24 de octu-
bre de 2001, p. 10.
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3 Cf. Ángel Aguirre, Angel. Cultura e identidad cultural. Introducción a la antropología. Barcelona: Bardenas,
1997. p. 17.
4 Carl G. Jung, El hombre y sus símbolos, pp. 89-102.
5 Ángel Aguirre, op. cit. pp.7-8.
La lectura: un problema para la sociedad de la información 199
informativa. Pero para que ésta pueda convertirse en beneficio social debe estar al
servicio de los valores6 y derechos universales.7 De lo contrario la civilización puede
ponerse al servicio de la agresión y al autoaniquilamiento.8
Por lo tanto la sociedad de la información se deberá distinguir por su capacidad
para transformar el conocimiento en medios que registren la información con el fin
de hacerla accesible a todo aquel que la requiera. En este sentido la tendencia es ha-
cer de la información un patrimonio de la humanidad para que los ciudadanos acce-
dan al recurso que les permitirá “la educación para la vida”. Una reflexión sobre este
concepto nos obliga a pensar que el proceso de educación para la vida tiene implica-
ciones muy profundas, puesto que los ciudadanos deberán estar capacitados para
acceder y usar de manera apropiada la información, la cual debe devenir un proceso
de aprendizaje, y por lo tanto una transformación que obligará a un nuevo aprendi-
zaje. Se producirá entonces una especie de “banda de Möebius” porque se entrevera
información y aprendizaje en un ciclo permanente en el espacio del individuo, y a
mayor conocimiento se abrirán nuevas dudas de las que surgirán nuevas necesida-
des informativas. Así las capacidades de lectura determinarán las posibilidades para
informar, informarse y documentar, y por lo tanto esas capacidades deberán superar
los obstáculos que la reducen a ser un mero reconocimiento de signos y una activi-
dad banalizada por las ofertas impresas, audiovisuales y digitales que empobrecen
los contenidos y a la vez deterioran los procesos cognitivos.
6 Cooperación, libertad, felicidad, honestidad, humildad, amor, paz, respecto, responsabilidad, sen-
cillez, tolerancia , unidad.
7 Vida, libertad, igualdad, seguridad, integridad, dignidad, medio ambiente, paz, educación, salud,
trabajo, información*, descanso. En: Declaración Universal de los Derechos Humanos adoptadas
y proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, en la resolución 217ª (III) de 10 de
diciembre de 1948.
* Desantes-Guanter señala “el derecho a la comunicación o su fórmula integrante moderna, el de-
recho a la información, es así un derecho derivado, que se ha ido acuñando a través de los siglos. Su
grado de evidencia o de proximidad al derecho primario, a la vida, es elevado si se considera al
hombre no sólo como ser individual, sino en su dimensión naturalmente, vitalmente, comunita-
ria.”. Cf. Desantes-Guanter, José Ma. Universidad y derecho a la documentación. Madrid: pp.61-62.
8 Freud, Sigmund. El malestar de la cultura. En: Obras completas. Argentina: Amorrotu, 1990 v. 21
(1927-33 ) p.140.
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parte de todos los ciudadanos; y por el otro lado la privacidad: los intereses econó-
micos lo han convertido todo en un recurso rentable que se rige por las leyes del
mercado en detrimento del bien cultural y social.
Sin duda la cultura informativa ha cobrado enorme visibilidad con la presencia y
expansión de Internet, pero no se puede dejar de lado el contexto de esta preocupa-
ción que surge de la presión por formar parte de la globalidad. Además la creciente
participación de la poderosa industria de la tecnología de la información y de las tele-
comunicaciones para impulsar proyectos que favorezcan la innovación, también
buscan formas de apoyar y dar facilidades para invertir en infraestructura, y para per-
mitir el flujo de la información a lo largo y ancho de nuestro planeta. Pero el exceso
de oferta informativa impresa y digital, sumado a problemas de lectura y deficiencias
en las aptitudes para acceder y usar esa oferta pueden romper el equilibrio social
dada la excesiva oferta de diversas calidades, y la existencia de pueblos con capacida-
des muy desiguales para acceder, discriminar, usar, y comunicar la información.
La cultura de la información se está fortaleciendo en algunos países con gran tra-
dición; y en otros ha empezado a ganar lugar en las agendas políticas, económicas, y
culturales. En algunos, dada su situación: guerra, pobreza, o fundamentalismos, la
cultura de la información es un tema que aguarda. Pero existe un interés por tratar de
“armonizar” al mundo sumando los distintos programas y proyectos que tienen una
presencia mundial que avalan los organismos internacionales o regionales (UNESCO;
IFLA; ALA; Unión Europea, etcétera), entre los cuales se encuentran: la preservación
del patrimonio bibliográfico y documental del Programa Memoria del Mundo; el
control bibliográfico; la transferencia de la información; el acceso a la información;
el derecho a la información; los derechos de autor; la formación de aptitudes para
acceder y usar colecciones impresas, audiovisuales y digitales; la organización del co-
nocimiento; el equipamiento tecnológico, y la biblioteca digital.
Es realmente espectacular la atención que ha cobrado la información y la pre-
paración de la sociedad para acceder a ella y aplicarla para producir desarrollo.
Desde 1989, cuando la American Library Association creó el Comitee on Informa-
tion Literacy y el National Forum on Information Literacy ( integrado por repre-
sentantes de 65 países) han estado trabajando este tema y sus resultados se en-
cuentran plasmados en recomendaciones, normas, estudios y proyectos dirigidos
a determinar la formación de ciudadanos aptos para participar en la construcción
de la sociedad de la información. Este interés incluso se ha extendido a sectores
de profesionales de la bibliotecología y la información en otros países, en los que
ya se han formulado declaraciones relacionadas con el desarrollo de ha bi li da des
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9 En México se emitió una Declaratoria entre instituciones de educación superior en el marco del
encuentro convocado por bibliotecólogos de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez en octu-
bre de 1997, cuya recomendación fundamental fue la de diseñar e implementar un Programa Na-
cional de Formación de Usuarios (PRONAF) a fin de que lo hiciera suyo la Red Nacional de
Bibliotecas de Educación Superior. Cf. Lau Jesús y Jesús Cortés, comp. Desarrollo de habilidades en
instituciones de educación superior. pp. 129-132.
La lectura: un problema para la sociedad de la información 203
embargo el tema de la lectura es aún una asignatura que requiere una atención similar
o mayor a la que está recibiendo la alfabetización en información.
10 Cf. The Globe and Mail. Scott Murray( Human Resources Development Canada - Statistic Canada
- Council of Ministers of Education,Canada.) En: Http://www.canadaenespañol.com
11 Cf. Informe preparado para la reunión del Consejo de la IFLA en Copenhague, p.2.
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12 “El verbo leer no tolera imperativos. Es una aversión que comparte con algunos otros verbos:
amar.. soñar...” Pennac, Daniel. Como una novela, p. 11.
La lectura: un problema para la sociedad de la información 205
Cf. Knowledge and Skills for Life. First Results from PISA 2000. Paris: OECD, 2001.
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oposición13 “estudio versus lectura”. Aun cuando no existen investigaciones que ava-
len esta afirmación, se señala que las instancias educativas han instaurado la lectura
como un deber y la han alienado y convertido en una orientación utilitaria con fines
inmediatos, con lo cual la despoja de todo placer.
Los factores determinantes que se relacionan con el ámbito de la educación son
múltiples, pero destacan tres: la familia, la sociedad y el sistema educativo. De éstos
son la familia y la sociedad los que corren el riesgo de degradarse más fácilmente con
los cambios sociales. Donde parecería que deben poner su interés las autoridades es
en la ayuda a la enseñanza primaria, que es con toda seguridad en la que pueden
compensar eficazmente las deficiencias de las enseñanzas “casera” y “callejera”. Lo
importante hoy y aquí no es aprender informática o electrónica, es ser capaz de pen-
sar, de razonar sobre ellas. Si no reflexionamos y hacemos algo en relación con lo
que nos indica el informe de la OECD, corremos el riesgo de ser una nación de se-
gundo o tercer orden. “La salvación está hoy en aprender a leer y escribir, no sólo a
garrapatear y deletrear.”14
Sin duda resulta afortunada la circunstancia actual para sacar a la lectura de la opa-
cidad y las inercias en las que quedó atrapada durante la segunda mitad del siglo pa-
sado. De otra forma la lectura será el principal obstáculo para transitar hacia la socie-
dad de la información.
Sin duda la evaluación del estudio de la OECD antes citada y que se realizará cada
tres años, despertará mayor atención por la lectura y en particular por los procesos pe-
dagógicos en tanto que son responsables de desarticular la lectura del proceso cultural
y de reducir la actividad lectora a un mero reconocimiento de signos por privilegiar el
aprendizaje memorístico. Sin embargo el problema pedagógico es también conse-
cuencia de la crisis económicas y políticas, además de la historia cultural de los países.
Todo ello se convierte en obstáculos para la lectura, que N. Jitrik,15 sintetiza en
tres: uno de naturaleza social y derivado del sistema productivo, que posibilita o difi-
culta el acceso a los bienes culturales y determina también los ritmos de acultura-
ción, lo cual establece diferencias entre los grupos sociales por lo que toca a la rela-
ción con los textos fundamentales, la cual está determinada por cuestiones
económicas y la eficacia con la que se pueda llevar a cabo la actividad lectora. El segun-
do obstáculo que propicia un alejamiento de la lectura son los medios masivos de co-
municación y su tendencia a la simplicidad, con lo cual magnifican la complejidad de
la lectura, e incluso en algunos casos la descalifican y socavan más todavía los inten-
tos de rescatar el gusto por la lectura. El tercer obstáculo radica en el poder con el
que se ha investido el acto de leer, basándolo más en creencias que en estudios que
fundamenten sus poderes: que la lectura es por sí misma formativa; que leer es sinó-
nimo de comprender conceptos; que hay ciertos textos cuya lectura es obligatoria e
importante; que la lectura es necesariamente una actividad gozosa o placentera que
todos deben experimentar; etcétera. Todos estos obstáculos se hacen complejos
cuando se trata de reducirlos o de transformar su dirección debido al sujeto lector.
Estas ideas o creencias en torno a la lectura no sólo ocultan su carácter producti-
vo sino que limitan el desarrollo, las aptitudes y las actitudes que asumen que la lec-
tura no es una actividad que se da de una vez y para siempre sino una actividad que
impplica una práctica constante para que, al igual que cualquier otra actividad artísti-
ca o deportiva, llegue a ser productiva y produzca conocimiento y/o placer.
Así pues, la sociedad de la información tiene una limitación: la falta de lectores
con las habilidades necesarias para producir un conocimiento que se constituya en
un ciclo de aprendizaje permanente. Se afirma que una de las principales actividades
de la alfabetización informativa es la de formar y fortalecer las actitudes y aptitudes
lectoras. En suma, la capacidad para hacer de la lectura una actividad productiva es la
base para desarrollar la cultura de la información. Pese a que la lectura forma parte
del derecho a la educación, los avances en esa materia se reducen, en algunos países,
a lo alcanzado por la población alfabetizada, e incluso a la cantidad de libros que se
leen, aunque como señala N. Jitrik la idea de que:
[...]a más lectura más cultura, [...] desde una perspectiva alfabetizadora,
por ejemplo, esta ecuación es convincente, pero también desde un punto
de vista cultural, es insuficiente: por menos que se ahonde en ella se ad-
vertirá que, además de numerosa la lectura debe ser rica o elevada o, por
lo menos, adecuada.16
La tecnología de información y telecomunicación ha empezado a socializarse con
gran rapidez en los últimos diez años y se ha extendido hacia ámbitos distintos al
científico y académico hasta instalarse plenamente en la sociedad.
LA NUEVA ALFABETIZACIÓN
La American Library Association ha propuesto una definición de Information Lite-
racy (alfabetización de la información) que incluye el siguiente conjunto de habilida-
des para el alfabetizado en información, el cual:
v ha aprendido a aprender,
v sabe cómo se organiza la información,
v es capaz de localizar la información que necesita,
v sabe usar la información de manera que otros puedan aprender de la informa-
ción que produce.
16 Ibidem, p. 11.
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En otras palabras José López Yepes17 ha definido a los alfabetizados (en informa-
ción) como individuos capaces de documentar y documentarse en la vida cotidiana;
es decir, personas que se han convertido en una especie de homo documentalis, un indi-
viduo informado y creador de información que manifiesta su capacidad para selec-
cionar, encontrar y organizar la información de manera personal para que ésta le sea
útil, rentable y aprovechable.
La definición propuesta por la ALA se ha generalizado o globalizado y los dife-
rentes autores y proyectos que abordan el tema aceptan las seis habilidades18 pro-
puestas por la ALA, que deben ser desarrolladas por los ciudadanos de la sociedad de
la información (algunos añaden el manejo de la computadora), helos aquí:
1. reconocer la necesidad de información;
2. saber formular la pregunta mediante palabras clave, conceptos relevantes y
pertinentes y en frases precisas y claras relacionadas con sus necesidades de
información;
3. identificar fuentes de información;
4. formular estrategias de búsqueda de acuerdo con las fuentes de información;
5. evaluar la calidad y pertinencia de la información;
6. usar la información; es decir, organizar, analizar, sintetizar, obtener y elegir los da-
tos pertinentes e incorporarlos a su capital de conocimientos, así como aportar
nueva información para ser transmitida mediante el ciclo de la comunicación, o
bien plasmar ese conocimiento en aplicaciones prácticas que le permitan resolver
tanto problemas de su vida personal como actividades relacionadas con su for-
mación, su trabajo y sus actividades recreativas.
Estas habilidades para resolver problemas de información están formulabas para
poder desempeñarse no sólo en el medio digital presente en los medios de la cultura
impresa sino en cualquier otro. Desde luego se incluye aquí el desarrollo de las habi-
lidades para manejar el equipo propio de la tecnología de la información: manejo de
los artefactos y del soporte físico para operar computadoras, impresoras, aparatos
digitalizadores, modems, tarjetas, teclados, ratones, puertos, grabadoras de CD,
conexiones con otros aparatos, configuraciones, programas, lenguajes de marca-
do19 para escribir y comunicar, navegadores, Internet, webs, hipertextos, multime-
dios. Por otra parte están los medios informativos electrónicos y digitales, como los
17 José López Yepes, Los caminos de la información: Cómo buscar, seleccionaruy organizar las fuentes de nuestra
documentación personal. pp-24, 25.
18 Einberg , Micheal B. And Robert Berkowitz. Information problem solving: the big six skills an aproach to li-
brary information skills intruction, pp.5-31.
19 La obra de Ramiro Lafuente López y Roberto Garduño Lenguajes de marcado de documentos digitales
de carácter bibliográfico, constituye un extenso tratado sobre los lenguajes que permiten la construc-
ción de hipertextos que, como señalan los autores , es una nueva forma de interacción con los
textos. p 33.
La lectura: un problema para la sociedad de la información 209
CONCLUSIONES
De no alcanzar las aptitudes para lograr una lectura crítica y productiva posible-
mente no se puedan dominar algunas habilidades para acceder a la información, pero
la capacidad para adquirir y mejorar conocimientos y competencias en otros terrenos
tendrá serias limitaciones. Es decir: no habrá cultura de la información sin actitudes y
aptitudes que hagan de la lectura una actividad productiva de placer y conocimiento.
20 Association of College and Research Libraries. Normas y aptitudes para el acceso y uso de la información en
la enseñanza superior. (Aprobadas por la ACRL/ALA el 18 de enero de 2000) http://www.aab.es
210 Investigación Bibliotecológica v. 15 No. 31 julio/diciembre de 2001
Y esto sólo se logra si antes se produce el deseo por el conocimiento, aclaro que no
únicamente el conocimiento erudito. Sin ese acto donde el lector atraviesa el texto,
lo escudriña y encuentra algo que para él tiene sentido, no se da ese encuentro que le
permite descubrir algo ignorado o aprender de un modo distinto; es en ese encuen-
tro donde el lector adquiere el placer de saber y a partir del cual se producirán nuevos
deseos. Entonces la lectura se convertirá en un acto gozoso.
OBRAS CONSULTADAS