Mosca de La Fruta
Mosca de La Fruta
Mosca de La Fruta
Dora Volosky Y.
Ingeniero Agrónomo
SANTIAGO ‑ CHILE
Edición:
Programa Moscas de la Fruta.
División Protección Agrícola y Forestal.
SAG
Diseño:
Unidad Comunicación y Prensa.
SAG
E
l problema de las moscas de la fruta de importancia económica y en particular
de la mosca del Mediterráneo no es nuevo para nuestro país ya que se detectó por
primera vez en el oasis de Pica en el año 1963. Desde aquel año, se han sucedido
varias entradas de la plaga a Chile y siempre, en cada caso, se ha sido exitoso en erra‑
dicarla, manteniendo al país libre de estos dañinos tephritidos para la fruticultura.
Al reeditar el presente trabajo titulado “Las Moscas de la Fruta” que data del año
1935, es decir, 75 años atrás, hemos querido reafirmar la preocupación que desde
siempre han manifestado entomólogos y colegas profesionales del agro sobre el pe‑
ligro latente de la posibilidad del establecimiento de la plaga en forma permanente
en el territorio nacional.
Los colegas, técnicos y público en general podrán apreciar en este trabajo, de revi‑
sión bibliográfica de hace 75 años atrás, que en lo esencial no ha cambiado la “lucha”
contra la mosca del Mediterráneo; han variado la técnica, los productos, la vigilan‑
cia, su detección, etc., pero en lo primordial se trata de romper su ciclo biológico y
aplicar medidas cuarentenarias.
Presentación 3
Introducción 7
Generalidades 9
Otros Tripetidos 84
Epochra canadensis, Loew. Mosca del grosellero. 84
Toxotrypana curvicauda. Gerst. Mosca de la papaya. 85
Resumen 86
Referencias 89
6
INTRODUCCION
A
rica es un puerto libre: actualmente Chile, Perú y Bolivia hacen su comercio
por él. Está rodeado de desiertos que se continúan unos a otros. Dispersos en estos
desiertos se encuentran oficinas salitreras, donde se agrupan los obreros con sus fa‑
milias. Alejados por miles de kilómetros de la región agrícola del sur, no encuentran
vegetación alguna sino al acercarse á los pequeuios oasis de Arica, LIuta y Pica.
Actualmente, la fruta del valle de Azapa es atacada por una plaga desagradable:
larvas que se adueñan de su pulpa, la deshacen, la llenan de galerías, hasta llevarla
a un estado de putrefacción que la hace incomible, botándola por último del árbol.
La causante es la Anastrepha fraterculus, una de la moscas de la fruta y la, “única”
establecida en Chile.
Cierto que para nuestro país no es una gran pérdida económica la destrucción de
las guayabas (Psidium guayaba), naranjas, peras, sandías y toda las demás frutas y
verduras que se encuentran en el oasis de Azapa. Es una extensión muy pequeña.
Toda medida que se tome, para evitar el establecimiento de las “moscas de la fruta”,
debe ser preventiva, porque una vez establecida, es muy, difícil defenderse y des‑
prenderse de ella.
Aunque muchos países reclaman por las medidas demasíado, estrictas estábleci‑
das para impedir la introducción de la mosca, ellas deben continuar. Chile podría
abastecerse á sí mismoccon toda. clase de frutas gracias a los más variados climas
que sé encuentran en su largo territorio; luego, si los productos que se importan no
presentan todas las garantías de sanidad, no deben ser aceptados.
Es cierto que esta medida puede traer represalias de los países afectados, para con
la fruta que nosotros enviamos a ellos, pero todo país que se ve libre de uaa plaga
tan aplastante, se defiende de,igual modo. Por ejemplo. Estados Unidos se defiende
contra uno de sus, propios estados e lde Florida, o contra un país extranjero: Méjico,
dictando las cuarentenas más estrictas al tener conocimiento de la existencia de la
Ceratitis capitata en Florida y de la Anastrepha ludens en México.
Así como es muy fácil el establecimiento (de cualquiera Mosca de la Fruta, ya perte‑
nezca al Género Anastrepha, Ceratitis, Dacus, Rhagoietis, así también es sumamen‑
te difícil su extirpación.
La mosca puede ser arrastrada por los vientos, transportada en las frutas, puede ve‑
nir en cualquier rincón de las cajas de embalaje, escondidas las pupas en cualquier
parte del piso de las bodega de los trenes, vapores, en la tierra que acompaña a
cualquier planta.
GENERALIDADES
Las Moscas de las Frutas, pertenecen a la Familia Trypetidae, que se caracteriza por
tener las alas manchadas; se alimentan de jugos azucarados, que sacan de los frutos:
la hembra posee un ovopositor aguzado con el que atraviesa la cascara, de la fruta,
para depositar los huevos a cierta distancia de la superficie. Las larvas de los Trypé‑
tidos se caracterizan por sus espiráculos posteriores que presentan seis estructuras
de forma oval, dispuestos en dos grupos opuestos en forma de medialuna, con tres
manchitas café. Estos espirácu!os se encuentran en la: superficie y no al extremo
de un pedúnculo,como sucede en la mayoría de las larvas de los demás Dipteros
(Quayle, 1929).
De las veinte especies del Género Anastrepha tienen importancia económica sola‑
mente las: Anastrepha fraterculus y la Anastrepha ludens.
La clasificación de este género ha variado desde 1830 en que Wiedmann las deno‑
mina “Dacus fraferculus”; Maquart y Walker (1849) las llaman: “Tophritis”, “Trypeta”,
“Leptoxis” y “Utophora”. En 1873 Loew las denomina “Aerotoxa”, pero en 1868, Schi‑
ner había creado el género “Anastrepha”, nombre que se ha adoptado, aunque en
1874 las vuelve a clasificar Weyenb como “Anthomya persicorum”.
DISTRIBUCION
MORFOLOGIA
Las alas son largas y hialinas, con una faja costal en la base, una faja en forma de “S”
y otra en forma de “V”, de un, bello color a herrumbre y en algunas partes obscureci‑
das de negro. La faja basal ocupa un ancho desde la costa hasta la cuarta vena lon‑
gitudinal. La faja en “S” empieza detrás de la segunda célula basal para ir a reunirse
con el borde costal, tocando un poca la faja costal hasta la extremidad del ala. La faja
en “V” comienza y termina en el borde posterior del ala, su vértice alcanza a tocar a
la tercera vena longitudinal.
BIOGRAFIA
El ciclo evolutivo de este insecto se inicia con la postura del huevo por la hembra.
Después de 9 a 12 días que ella ha abandonado su crisálida, vuela entre los árboles
frutales en busca de un huésped adecuado, explora la superficie de la fruta con un
vuelo lento, al detenerse pliega un ala primero y después la otra (Elgueta, 1930).
El período de incubación del huevo es de dos a cuatro días, pero bajo condiciones
desfavorables, como ser una fruta verde puede tardar hasta un mes.
La larva vive como término medio tres semanas, período que puede alargarse o
acortarse según sean las condiciones del medio ambiente: en invierno evoluciona
en veinte a treinta días, en verano en doce a quince días
Las larvas que se encuentran al nacer cerca de la superficie, se dirijen a la pulpa del
fruto haciendo galerías, destruyendo sus tejidos, formando en el interior una masa lí‑
quida (especialmente en los citrus) que luego entra en descomposición. En la mayoría
de los casos de ataques por otras larvas, la pulpa no entra en putrefacción, solamente
es atravesada de galerías, pero en el caso de las larvas de las Moscas de las frutas, la
pulpa se descompone. Para explicar este fenómeno, se deberla suponer, la introduc‑
ción simultánea de algún hongo o bacterio, como lo explica el Dr. Graf, tal vez se debe
a alguna diástasa secretada por las larvas de las moscas, y que disuelven los tejidos.
Es curioso notar, que las larvas generalmente inician sus galerías en la epidermis,
por uno de los extremos de la frutar del cáliz o del pecíolo, de aquí se dirigen por el
eje central a la parte carnosa, comienza la putrefacción de ésta y se comunica al eje
central. Se debilita entonces la comunicación entre la fruta y la planta, como conse‑
cuencia el fruto cae.
Una vez caída la fruta, la larva la abandona y se dirige a tierra para crisalidar a una
profundidad de 0,5 a 1 ó a 5 centímetros en los suelos más sueltos, aunque muchas,
veces crisalidan bajo el fruto caído o bajo cualquier objeto protector en los pisos de
las cajas de embalaje, o en las mismas cajas de emlalaje, etc.
La emergencia del adulto puede efectuarse a los veinticinco a treinta días en invier‑
no, y a los doce a veinticinco días en verano. El color pardo obscuro indica su madu‑
rez. La crisálida es muy sensible al calor y no soporta una temperatura de 43o C. al ser
expuesta a ella durante una hora.
Una vez extendidas las alas y habiendo adquirido su colocación normal, queda en
reposo una hora o más. Enseguida vuela al árbol más cercano en busca de alimento
azucarado, que saca de las frutas
Con los primeros calores de primavera, aparecen las moscas adultas que han logrado
pasar el invierno, o las que recién abandonan la pupa. Inician su actividad poniendo
sus huevos en los damascos y demás frutas tempranas. Como estas frutas en esta épo‑
ca están aún muy verdes, pues no alcanzan ni a la mitad de su desarrollo, no permiten
la fácil evolución de la larva, ya que ella necesita un medio ambiente blando y de fácil
putrefacción. Estos frutos verdes al ser atacados por las moscas, se secan matando en
su interior a las larvas. Las larvas que logran desarrollarse en los frutos más maduros,
evolucionan rápidamente hasta formar las moscas que originarán la segunda gene‑
ración. Ya los frutos han avanzado en su madurez, pues, aunque verdes y firmes, han
perdido en parte el carácter duro, seco y astringente; ya está algo dulce a las 2 o 3
semanas antes de madurar. La larva se encuentra en espléndidas condiciones.
FRUTAS HUESPEDES
Se puede decir que son muy pocas las frutas, ya sean silvestre o cultivadas, inmunes
al ataque de la Anaslrepha fraterculus. Prefiere a la de cáscara delgada que puede
atravesar fácilmente con su taladro.
Entre las frutas huéspedes se puede indicar, las siguientes: durazno, ciruela, naranja,
pomelo, mandarina, chirimoya, uva, sandía, chañar, membrillo, guayabas, mangos,
peras, higos, kakis, café, palta, níspero. El plátano maduro es atacado, pero no el
verde. Sobre los tomates no se tiene seguridad. En la cascara de los limones se en‑
cuentran picaduras de la mosca, Pero núnca se han encontrado larvas en la pulpa. La
aceituna no se sabe con seguridad si es atacada o no; el Dr. Graf vió muchas moscas
en los olivos de Azapa, tratando de poner sus huevos en las aceitunas (1932).
En los lugares en que se acaba la fruta de cáscara delgada, las de cáscara gruesa se‑
rán fuertemente atacadas, como sucedió con los citrus en el norte de Argentina.
IMPORTANCIA
16 ye una sola clase de fruta sino que está ligada a todas las demás frutas que existen
en la misnia época y a las que vienen enseguida, causan así la destrucción de cose‑
chas sucesivas. En el Perú, en un año, ha causado una pérdida de cerca de los dos
millones de soles, con la perspectiva de un aumento.
CONTROL
La mosca adulta, no causa danos directos, pero debemos combatirla por ser la pro‑
genitora de la especie: Por su gran fecundidad, cada mosca es capaz de infestar un
término medio de cien frutas.
Se aprovecha su preferencia por los jugos azucarados para atacarla mediante pul‑
verizaciones con soluciones dulces envenenadas. No se puede, fijar la fecha en que
se debe hacer cada pulverización, ya que cada especie de fruta tiene su período
de crecimiento en general se puede indicar así: En los frutos de cáscara delgada, la
hembra coloca sus huevos en aquella fruta que se encuentra a dos o tres semanas
de su madurez normal. Si el fruto está verde no hay que temer, ya que la larva no
podrá desarrollarse. En los citrus inicia la postura en los meses de Abril adelante. Se
aprovecha los ocho a diez días antes de la postura, en que ella se dedica a alimentar‑
se, para hacer las pulverizacíones.
Las substancias venenosas Más usadas para matar a la mosca son las sales arsenica‑
les y el carbonato de cobre.
J. Liebernian (1931):
Arseniato de plomo 300 gramos
Azúcar, melaza, miel 5 kilógramos
Agua 100 litros
Las pulverizaciones se hacen en primavera, cada quince días o cada tres
semanas.
En el control de las demás moscas de las frutas, se indica otra serie de fórmulas de
insecticidas, que también puede usarse contra la anastrepha fraterculus. Para el éxi‑
to en la destrucción de las moscas, es necesario hacer bien las pulverizaciones: el
insecticida debe encontrarse en cantidad conveniente, es decir que nó falte ni que
haya en exceso; las proporciones de los ingredientes deben ser exactas; se debe usar
una bomba pulverizadora; en caso de lluvia debe repetirse la pulverización.
La supresión de la fruta, no permite que la mosca deposite sus huevos; los huevos y
larvas que s encuentran en su interior son destruidos junto con la fruta al enterrarla,
al sumergirla en agua fría o caliente, o esterilizar la fruta por el frío o calor.
Por eso este “período libre de mesonero” debe serlo suficientemente largo para con‑
seguir la evolución completa de los últimos individuos que queden rezagados, entre
los árboles, o las pupas que queden bajo tierra.
Durante esta época no se suprime solamente la fruta cultivada que esté en el árbol,
en el suelo o almacenada sino que también las frutas silvestres y aun ornamentales
susceptibles de ser infestadas por la mosca.
Las larvas y los huevos, se encuentran bien defendidos bajo la cáscara y en la pulpa
del fruto, luego las pulverizaciones venenosas no las atacarán.
Los medios empleados para su destrucción son: medios físicos (frío y calor), o bioló‑
gicos (parásitos), o si no la destrucción completa del fruto que los contenga.
Los primeros ensayos para destruir la larva fueron a base de gas cianhídrico, en la
proporción de 172,5 gramos de cianuro de potasio por 3 metros cúbicos de bode‑
ga, durante dos a tres días, pero sólo mataba un pequeño número de larvas. Según
explicación del Dr. Gragf, esta desinfección no es posible, ya que este gas tiene poco
poder de penetración y además, por ser soluble en agua, envenena la fruta al disol‑
verse en sus jugos.
DESTRUCCION BIOLOGICA
Se han encontrado unos pocos parásitos de la larva, pero ninguno del huevo. Se
puede adaptar los mismos que parasitan la larva de la Ceratitis capitata o de la
Anastrepha ludens, entre los cuales se puede nombrar a Opius humilis Silv., DIa
chasma tryoni. Cam., Diachasma Fullawayi, Tetrastichus ffardianuss, Pheidole me-
gaosphala, Diachasma crapfordi, etc. (Williard. 1927).
Para destruir la crisálida que se encuentra bajo tierra, se harán labores superficiales
del suelo, de modo que la pupa quede a la intemperie. Si el suelo está muy infesta‑
do, se puede destruir los capullos, con aldehído fórmico (Florida).
El factor principal en el control de esta plaga, son las condiciones climatéricas. Una
espléndida primavera, trae una cosecha abundante de frutas, de modo que, aunque
la mosca se presente en gran número, no alcanzará a atacar todas las frutas, pero esta
misma abundancia de alimento favorece mucho la multiplicación de la Anastrepha,
de la cual la fruta de segunda estación será víctima segura: así, las moscas que han
atacado los abundantes duraznos de primavera, se multiplican sobre las numerosas
frutas de verano, hasta formarse un número enorme de moscas que van a atacar las
únicas frutas que existen en otoño, las cítricas. Por eso las naranjas son siempre las
más infestadas, aunque se sabe que la mosca prefiere a la fruta de cáscara fina.
Si las cosechas de verano son poco abundantes toda fruta se encontrará infestada,
lo cual será un fracaso. Una disminución de la infestación se podría obtener por la re‑
Calor y sequía, podrían reducir la cosecha por una escasa floración o caída de la
fruta recién formada, luego, la menor cantidad de alimento reducirá el número de
moscas, además, mueren muchas larvas y puas, acorta el período de desovo de la
mosca. Al año siguiente la infestación será mucho menor.
Un verano caluroso y seco disminuirá notablemente la plaga, siempre que vaya se‑
guido de un invierno riguroso con cambios bruscos de temperatura y humedad.
DEFENSA LEGAL
Camacho (1929) dice: “En Chile no tenemos en la actualidad, ninguna especie de las
Moscas de las Frutas, y es necesario tomar todas las medidas aconsejadas por la expe‑
riencia, para evitar su introducción”.
Más tarde, en Septiembre de 1930, se reune la siguiente comisión: de parte del Perú,
los Ingenieros Agrónomos: Dr. J. Wille y G. Bowden; de parte de Chile el Sr. C. Ca‑
macho (entonces Jefe del Servicio de San. Veg.), Sr. J. P. Rojas y el señor L. Moya,
comisión que tomó las siguientes medidas, para combatir la plaga de la Mosca de
la Fruta:
I. Declarar zona infestada, aquella en que se ha constatado la “mosca de la fruta”.
II. Declarar “Plaga de la Agricultura” a la “Mosca de la Fruta”.
III. Continuar los estudios con el objeto de determinar cuales son las especies exis‑
tentes y su estudio biológico.
IV. Enseñanza a los agricultores de los medios de cultivo más convenientes para los
huertos fruticolas y hortícolas.
V. Destrucción de aquellas plantas silvestres que puedan servir de mesoneras a la
mosca de la fruta.
VI. Destrucción de los árboles abandonados, cuya fruta pueda servir de mesonero a
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las moscas, ya que están fuera del control de su propietario.
VII. Destrucción de las frutas y productos hortícolas caídos o atacados por la mosca,
por cualquier medio reconocido como eficaz.
VIII. Combatir el insecto adulto en el período de abundancia, por medio de pulveri‑
zaciones de arseniato de plomo, carbonato de cobre, o cualquier otro veneno”.
Pero estas medidas fueron luego olvidadas, pues, se encontraba la infestación en una
zona tan alejada de la región agrícola del país. De lo que se tuvo buen cuidado fue de
evitar la introducción de esta plaga al sur. Se comenzó a dictar una serie de decretos
que exigen la prohibición de la internación de productos vegetales que puedan ser
portadores de las moscas de las frutas, en qualquier estado de desarrollo.
Desde luego, la Ley de Policía Sanitaria Vegetal (Decreto Ley No177), establece en
forma general: “La internación de plantas, sarmientos,semillas,frutas o cualquier otro
producto vegetal, se hará únicamente por los puertos que determinen los decretos su‑
premos, y de acuerdo con los reglamentos que se dicten al respecto.
Los productos que se internan, quedan sometidos la jurisdicción del Servicio de Policía
San. Veg., encargado de velar escrupulosamente para evitar la introducción de las pla‑
gas de los vegetales. En caso de estar infestados o que ofrezcan sospecha de estarlo, po‑
drán ordenar algunas de las siguientes medidas: desinfección, cuarentena, devolución
o destrucción.”
El Artículo 5. de esta Ley dice: “Queda prohibida la internación de toda fruta que se
estime pueda introducir cualquiera de los insectos conocidos con el nombre vulgar de
mosca de las frutas”:
Rhagolotis pomonella
R. cingulata
Contarinia pyrivora
Epochra canadonsis
Un decreto fijará los casos y las clases de frutas que se estime conveniente su introduc‑
ción o prohibición”.
Desde Febrero de 1930 se inició una serie de Decretos que se van derogando uno
al otro, para completarse. Tenemos así los decretos N°536 (14 de Febrero de 1930);
N°1.061 (5 de Abril de 1930); N°1.592 (2 de Junio de 1930); N°1.856 (4 de Julio de
1930), y por último, el Decreto N°12 del 4 de Septiembre de 1930.
ARTÍCULO l°
Prohibe la internación al país de todo producto vegetal fresco, cualquiera que sea su
procedencia, capaz de ser portador de las “moscas de las frutas”. Se incluye toda clase
de frutas frescas y las siguientes verduras: tomates, berengenas, zapallos, porotos
verdes y ají.
ARTÍCULO 2°
Se permite la internación de las frutas frescas provenientes del Estado de California.
Los plátanos, piñas, cocos, dátiles, paltas, sandías y pepinos provenientes del Ecua‑
dor, del Perú y del Brasil, siempre que sean originarias de una zona declarada “libre
de la mosca”. Las mismas provenientes de Argentina, siempre que provengan de la
zona “libre de la mosca”; se prohibe la internación de sus naranjas.
ARTÍCULO 3°
La declaración de productos provenientes de zona “libre de la mosca”, debe constar
en el Certificado de la Autoridad Sanitaria Vegetal del país de origen.
Este certificado debe ser en duplicado y visado por el Cónsul de Chile en el país de
procedencia.
(*) Actualmente se llama Anastrepha ludens.Lo curioso es que no nombra a la Anatrepha fraterculus. 25
ARTÍCULO 4°
Los productos, cuya internación es permitida, podrán internarse en la siguiente for‑
ma:
I. Por los puertos de la zona de Arica a Chañaral, esta fruta vendrá acompañada del
Certificado de Sanidad, de modo que se acredite haber sido inspeccionada en el
puerto de embarque y visada por el respectivo Cónsul de Chile. Debe, además,
llevar el Vo Bo del Inspector del Servicio de Sanidad Vegetal de Arica, solamente
después de haberse hecho la inspección en el puerto de desembarque, se permi‑
tirá su introducción.
II. Por Chañaral se internan estos productos sin otro requisito que el que sean des‑
tinados exclusivamente al consumo de los establecimientos mineros del interior,
en id región comprendida de Pueblo Hundido al norte.
III. Al sur de Chañaral se internarán los productos enumerados en el artículo 2.°, pero
se prohibirá la introducción de paltas, sandías y pepinos. La internación se hará
por los puertos habilitados de Coquimbo, Valparaíso, Los Andes, San Antonio, Tal‑
cahuano y Valdivia, previa inspección establecida por la Ley de Pol. San. Veg. y
presentación del Certificado a que se refiere en el Artículo 3°.
ARTÍCULO 5°
La internación de frutas frescas por el puerto de Magallanes, cualquiera que sea su
procedencia, requiere solamente venir acompañada del Certificado indicado en el Ar‑
tículo 3°, y deben destinarse al consumo de los departamentos de Magallanes, Nata‑
les, Tierra del Fuego, y esta terminantemente prohibido su reembarque al norte.
ARTÍCULO 6°
La naranja del Ecuador podrá internarse a la zona comprendida entre Anca y Taltal,
siempre que el Certificado acredite venir de una “zona libre de la mosca”.
ARTÍCULO 7°
No tiene limitación alguna el transporte de aceitunas en salmuera, proveniente de
Arica.
ARTÍCULOS 8 y 9
Los productos, ya sean de Chile, Perú o Bolivia, que salgan por Anca, deberán ser
inspeccionados en ese puerto por los funcionarios de Serv. de San. Veg., y siempre
que se compruebe que no están infestados por las “moscas de las frutas”, podrán
internarse a Chile, en la zona comprendida de Arica a Taltal. Estos productos son:
aceitunas frescas o sin preparar, naranjas, tomates, papas, berengenas pimientos,
ARTÍCULO 11.
Las Compañías de Vapores sólo podrán transportar y permitir a sus tripulantes y pa‑
sajeros que lleven únicamente los productos enumerados en el Artículo 2°.
ARTÍCULO 12.
Igual disposición para el transporte en el Ferrocarril Longitudinal.
ARTÍCULO 13.
Los buques que tengan frutas y verduras, cuya internación está prohibida, no los
podrá mantener a bordo, si hubiera de recalar en cualquier puerto situado al sur de
Taltal, pero si estos productos están destinados exclusivamente a la alimentación de
la tripulación y pasajeros, podrán conservarlos, pero en recintos cerrados bajo llave,
mientras el buque permanezca en el puerto. En ningún caso podrán mantener: to‑
mates, mangos, chirimoyas, guayabas y otras frutas tropicales, que no estén expesa‑
mente indicadas en el Artículo 2°. Un Inspector del Serv. de San. Veg., comprobará el
cumplimiento de esta disposición.
ARTÍCULO 14.
Las Compañías de Transportes marítimos o terrestres, los comerciantes o particu‑
lares. que contravinieren las disposiciones del presente Decreto, incurrirán en las
sanciones establecidas en el Artículo 12 de la Ley de Fol. San Veg.
Para los productos que son admitidos en la zona norte, lejos de la zona agrícola (al
norte de Taltal), se exige que vengan libres de la mosca de la fruta, lo cual se acredita
mediante un Certificado otorgado en el puerto de embarque y por la in en el puerto
de desembarque.
En cambio, en la región al sur de Taltal, no se admite sino aquella fruta que se ha de‑
clarado inmune al ataque de las moscas (plátano, coco, piña, dátiles), provenientes
de regiones donde cualquiera de las moscas está establedda, o se permite la inter‑
nación de frutas y verduras de regiones donde las moscas no existen (California).
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En esta región los productos se internan por puertos habilitados, donde se hace la
inspección, se inspecciona además, los productos que vengan por el Longitudinal
Norte, por vía aérea, o cualquier otro medio de transporte.
Los cambios que habría que hacerle al Decreto N°12 se indicarán, al final de la “cam‑
paña de erradicación”.
En Febrero del presente año, nos visitó una Comisión Entomológica, enviada por
el Ministerio de Agricultura de Estados Unidos, para establecer las regiones en las
cuales se encuentran las moscas de las frutas.
Después de recorrer Bermudas, Cuba, Puerto Rico, Guayanas, Brasil, Uruguay, Argen‑
tina, pasó a nuestro país para seguir en seguida al Perú, Ecuador, y regresar a Estados
Unidos.
Para hacer la inspección de nuestro país los señores Max Kisliuk y C. U. Cooley ins‑
pectores de “Plant Quarantine and Control Administration” de Estados, Unidos, re‑
corrieron el país de norte a sur. Junto con ellos viajó el Dr. Graf, jefe del Servicio de
Sanidad Vegetal de Chile.
Es muy curioso la mayor infestación de Azapa, ya que en Tacna la mosca está estable‑
cida hace dieciocho años (1914),(Graf ) y de allí fue traída a Azapa, hace solamente
cinco años (1928). El Dr. Graf ha explicado esto de la siguiente manera: aunque Aza‑
pa se encuentra más al sur de Tacna, su temperatura local es más elevada, de modo
que permite la existencia de la fruta durante todo el año. En cambio, la temperatura
un poco menor de Tacna y bastante baja en invierno, no permite mantener sino
unas pocas frutas cítricas durante esta estación, dejando sin alimento a la mosca;
por esto son muy pocos los adultos que logran llegar hasta la primavera. Estas mos‑
cas se multiplican rápidamente y en cada nueva generación aumenta su número, de
modo que al llegar el otoño, la mosca es muy abundante, pero la baja temperatura
Como se ve, Azapa está bastante aislado; es una reducida extensión de terreno, for‑
mada de pequeñas propiedades y que no tiene actualmente cosechas de gran valor
comercial, fuera de las naranjas y olivos, pues, las demás frutas se encuentran com‑
pletamente infestadas.
Para ella se necesitará la cooperación de los propietarios, del Estado y del Servicio
de Sanidad Vegetal.
El Estado proporcionará los medios económicos que se necesitarán para esta cam‑
paña de erradicación.
Para poder atacar a la mosca, expondremos antes los factores que favorecen el man‑
tenimiento de esta plaga en Azapa:
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II. Importaciones de frutas infestadas.
La temperatura elevada favorece enormemente el aumento de la plaga, ya que
acorta el tiempo de evolución de los distintos estados metamorfósicos del insec‑
to, formándose rápidamente cada generación, y este factor es aun más peligtoso,
porque permite el mantenimiento de frutas durante todo el año, como ya se ha
repetido más de una vez. Como la existencia continuada del mesonero es el fac‑
tor principal para la mantención de la plaga, se parte de él, para destruirla.
Las épocas de maduración de las frutas mesoneras que existen en Azapa, según
datos recogidos por el Dr. Graf son:
- Enero: uva, breva, tuna, sandia.
- Febrero: chañar, tuna, uva, higo, pera, sandía.
- Marzo: guayaba, pacay (Inga sp.) morera, durazno, pera, membrillo, pomelo, ci‑
ruela (spondias) sandías, tomates.
- Abril: todas las anteriores, menos los higos, tomates y sandías.
- Mayo: naranja, guayaba, membrillo, uva, pacay, sandía, pera, mango, manzana,
limón y otros citrus, tomate, chirimoya.
- Junio: guayaba (todo el año), membrillo, naranja y otros frutos, ya no hay peras,
manzanas, tomates, chirimoyas, lúcumas.
- Julio: citrus, aceitunas, lúcumas, chirimoya (casi todo el año), palta, pacay, mango.
- Agosto: citrus, pacay, (el último), tomate, palta, aceituna, chirimoya.
- Septiembre: citrus, (los últimos), plátanos.
- Octubre, Noviembre y Diciembre: algunas guayabas, chirimoyas y naranjas reza‑
gadas o invernizas.
El censo de los árboles frutales de Azapa, hecho por el Agrónomo Regional, se‑
ñor Germán Valenzuela, indica:
Olivos 15.055 árboles
naranjos 4.649
plátanos 1.628
higueras 1.403
chañares, el valle entero
chirimoyas 949
granados 944
guayabas 755
membrillos 447
ciruelas 436
parras 316
30 tunas
duraznos
300
277
limones. 259
perales 146
lúcumas 34
dátiles 20
mangos 14
paltos 6
Total, más o menos 28.500 árboles
De éstos, sólo los olivos y naranjos tienen precio, los demás han perdido todo su
valor comercial, por encontrarse infestados por la mosca.
Cada olivo produce más o menos 1 qq. (46 kilogramos) de aceitunas con un valor
medio de $50, de modo que el total de olivos produce más o menos $750.000.
Las naranjas producen más o menos $200.000.
Los olivos se encuentran apenas infestados, por una especiede Dacus. Las naranjas
se encuentran casi libres del ataque de Anastrepha, ya que existe en su misma épo‑
ca, una serie de frutas, de cáscara delgada, que la mosca prefiere.
Para que esta campaña no sea muy onerosa para el Estado, ya que debería indem‑
nizar las cosechas que se destruyeren, sólo se destruirían aquellas frutas cuyo grado
de infestación es tan aanzado, que ya no tienen ningún valor comercial. Así, dentro
de un año, tal vez, los propietarios de las quintas de Azapa, podrían gozar de frutas
sanas y limpias, pero se exigiría de ellos, el cumplimiento y la ayuda en esta campa‑
ña, ya que bastará una fruta escondida en el follaje o caída en el suelo, para que la
mosca pueda mantenerse.
Para que no hubiera ninguna fruta peligrosa, ni aún verde, que también puede servirle
de mesonero, se suprimiría la flor. Si no pudiera hacerse una recolección completa de
ella, por ser árboles muy frondosos, se podaría el árbol hasta en sus ramas madres. Los
chañares deberián arrasarse. El pacay, árbol silvestre, se cortaría en el tronco.
31
No debería dejarse ninguna cerca viva, ni ningún árbol abandonado que se encuen‑
tre en los caminos o terrenos incultos y cuyos frutos pudieran servir de huésped a
la mosca.
Durante los meses de Mayo a Septiembre se pulverizarían los olivos y citrus con
cualquiera de los insecticidas indicados más adelante, con el que se mata a la Anas-
trepha fralerculus en su estado adulto.
Después de recogida y destruida la fruta cítrica, de modo que no quede una sola
olvidada en el suelo, en el árbol o en la bodega, se harán en el mes de Octubre las
labores de suelo necesarias para dejar a la crisálida a la intemperie, especialmente al
pie del árbol. Esto se hará como medida de precaución, no es necesaria.
Las frutas que producen los 28.500 árboles, no alcanzan para el abastecimiento de
Anca y de las poblaciones cercanas, por eso es necesaria la importación de frutas.
Esta importación debería hacerse toda del sur del país, no sólo para favorecerá nues‑
tra fruticultura, sino que se obtendría fruta sana y libre de la mosca. No se aceptaría,
la fruta infestada que viene de Tacna y la proveniente de Bolivia, cuyo estado de
sanidad es incierto.
Además de las importaciones directas, pasan por Azapa una serie de transportes
que van a Arica o salen de este puerto para el Perú y Bolivia.
Los cargamentos de frutas que estos dos países mandan a Arica, pueden ser porta‑
dores de la mosca, igualmente que aquellos que los demás países mandan a éstos,
por el puerto de Arica. Para extirpar la mosca de Azapa no debería permitirse ni la
importación por el puerto de Arica, ni el paso de esta fruta por él, ya que se encuen‑
tran muy cerca de Azapa.
32 No sólo se debe inspeccionar el equipaje que venga por tren, sino que el de todo
vehículo: auto, camión, carretela o animales que transporten frutas.
No sólo se controlará toda fruta que llegue a Arica o a Azapa, sino también las frutas
que salgan de ellas para dirigirse al sur del país. Se haría la inspección y desinfección
de, todo vehículo: vapores, automóviles, camiones, que se dirijan al sur. La vigilancia
en los caminos la harían los carabineros.
Se emplearía un litro por árbol; para los 20.000 árboles (olivos y naranjos) necesita‑
ríamos veinte mil litros de insecticida. Se hará una pulverización cada tres semanas,
durante veinte semanas (5 meses) se harán siete pulverizaciones, luego se necesita‑
rían ciento cuarenta mil litros de insecticida.
ARTÍCULO 2°
Permite la internación de frutas provenientes de California y el Decreto 3.055 (1929)
agrega la prohibición de la internación de frutas de Florida. Sería conveniente tener
una declaración oficial de la erradicación completa de la mosca de la fruta en Florida
(Estados Unidos), para permitir la importación de frutas de esa región. Según datos
dados por la última Comisión que nos visitó, desde julio de 1930 no ha sido encon
trado ningún ejemplar de la mosca de la fruta.
En la Ley de Pol. San. Veg. se prohibe la introducción de tierra extranjera al país. Sería
necesario ahora, prohibir traer la tierra que se encuentre adherida alas raíces o tallos,
entre las hojas, o tierra en almácigos o viveros, provenientes de Anca o Azapa, por‑
que pueden traer las crisálidas de la mosca.
34
Anastrepha ludens LOEW. O Trypeta ludens
MOSCA MEXICANA DE LA FRUTA
DISTRIBUCION
Las regiones más infestadas de México son: parte del pequeño Estado de Morelos,
el sur de la ciudad de México, y parte del Estado de Guerrero, llegando la infectación
hasta el 50 a 70% de la cosecha, y no pasa del 5 al 10% en los Estados de Veracruz,
Samauticas, Oaxaca y Chiapas (Crawford, 1927).
Aunque la mosca era desconocida antes de 1850, ya había causado muchos daños
en los mangos de Morelos. En 1875, el entomólogo austriaco Loew, la describe bajo
el nombre de Trypeta ludens; el Dr. Howard en 1897, llama la atención sobre el peli‑
gro de introducir a California y a Florida la Mosca Mexicana. En 1899, California esta‑
bleció la cuarentena contra esta mosca. Siguieron estudios prolijos hechos tanto por
entomólogos mexicanos como americanos, entre los cuales sobresalieron: Rangel,
A. Herrera, de la Barreda, e I. Crawford que hizo uno de los estudios más completos.
MORFOLOGIA
La cabeza es de un color amarillo rojizo, la frente amarillo más intenso, los pelos
frontales, negros. Las antenas, amarillas, son casi del largo de la cara, de aristas del‑
gadas y con una pubescencia muy corta y delicada. Los ojos son grandes, hermosos,
verdes, con reflejos purpúreos‑violáceos. Proboscis y palpos labiales amarillos, sien‑
do los palpos bastante anchos, y los labios prolongados para la succión.
Las alas son largas y hialinas, se doblan hacia abajo, en forma muy característica. Las
36 manchas que se destacan sobre el fondo hialino del ala, han sido descritas meticu‑
losamente por los entomólogos.
Según los entomólogos argentinos Massini y Brothes (1918), las manchas de las alas
son de, la siguiente forma: una mancha basal, una en forma de “5” y otra en forma de
V», de color herrumbre y en algunas partes obscurecidas de negro.
La faja basal ocupa el ancho comprendido desde la costa hasta la cuarta vena longi‑
tudinal. La faja en “S” empieza detrás de la segunda celda basal, para ir hasta el borde
costal, tocando la faja costal y sigue este borde hasta la extremidad del ala. La faja en
“V”, empieza y termina en el borde posterior del ala, su vértice toca algo a la tercera
vena longitudinal.
“Las alas de la Anastrepha ludens presentan un color amarillo algo moreno, con bordes
angostos morenos, muchas veces imperceptibles cerca del borde posterior y en la base
del ala, son enteramente morenas. Los espacios hialinos entre las fajas son:
I. Una banda oblicua interrumpida por la tercera vena longitudinal, cuya parte ante‑
rior forma inmediatamente después del estigma una mancha, que se extiende desde
la tercera vena longitudinal, mientras que la parte posterior 1e la banda ocupa la
porción de la celdilla basal que, se encuentra debajo del estigma de la base de la cel‑
dilla discal y la tercera basal.
II. Una mancha ancha en “S”: empieza en el margen posterior del ala, entre los extremos
de la quinta y sexta vena longitudinal, pasa entre las dos venas cruzadas, alcanza a
la segunda vena longitudinal, vuelve hacia atrás y alcanza el margen cerca del final
de la cuarta vena longitudinal.
III. Una mancha grande triangular, cerca del margen posterior, que llena una parte con‑
siderable de la segunda celdilla posterior, pasa más allá de la cuarta vena longitu‑
dinal, y casi se junta en este punto con la banda hialina en forma de “S”; la celdilla
costal externa es también hialina., excepto en su base, pero tiene un tinte más amari‑
llento que en los demás espacios hialinos.
El estigma es bastante largo, algo más obscuro que la parte que lo circunda”.
Recién salido el adulto de la crisálida, el color del cuerpo y de las alas es muy páli‑
do, las fajas de las alas son indistintas y no aparecen hasta después de tres o cuatro
horas.
Las patas son de color amarillo igual al cuerpo; la parte posterior de los fémures
frontales tiene pelos negruzcos.
El abdómen cubierto por un vello corto amarillento rojizo, con rayas circulares más
37
claras; en la extremidad posterior del segmento tiene unos pelos negros. El oviducto
de la hembra tiene forma cónica y 2 milímetros de largo.
BIOGRAFIA
Con su oviscapto agudo la hembra atraviesa la cutícula de la fruta para colocar sus
huevecillos en el número máximo de 6 a 8 en cada fruta, colocando cada hembra de
50 a 70 huevos durante su vida.
El período de incubación es de tres a cuatro días, pero sobre una fruta verde demora
hasta un mes.
38 El período de evolución de la larva es más o menos de tres a seis semanas, según las
condiciones. En las primeras dos a tres semanas la larva vive en la epidermis de las
frutas cítricas y sólo en las últimas semanas penetra a la pulpa y permanence más
tiempo mientras mayor sea el grueso de la cáscara (pomelos o toronjas); en los de
cáscara fina es fácil encóntrarlos en la pulpa (Loew, 1927).
Muchas veces crisalidan debajo del fruto, sin introducirse a tierra, o bajo cualquier
objeto protector. En climas muy secos, las pupas son capaces de secarse, como ha
sucedido en Baja California. La crisálida adquiere su color pardo obscuro en el mo‑
mento de emergencia del adulto, que sucede a los veinte a veinticinco días en vera‑
no y veinticinco a treinta días en invierno.
Se puede decir que no hay período de reposo entre las generaciones, ya que el tiem‑
po medio de evolución de la mosca es de noventa días; de modo que en un año
puede haber cuatro generaciones. En la costa del Golfo de México, la primera gene
ración se establece en los pomelos, de junio y julio, es la más abundante. La segunda
generación en los meses de Julio y Agosto, y continúa la ovoposición mientras hay
frutos, hasta alcanzar a las naranjas tardías, de modo que algunas larvas de esta se‑
gunda generación alcanzan a adquirir el desarrollo completo. La tercera generación
tiene dos crías, con seis semanas de separación (Octubre y Diciembre), dependiendo
este período de reposo de la clase de fruta en la cual depositan sus huevos, ya que
estas moscas prefieren las frutas cítricas, en las frutas verdes se prolonga el período
de evolución. La segunda cría de esta generación tiene gran importancia, ya que es
la que da origen a la primera generación del año siguiente.
FRUTAS HUÉSPEDES
Grawford (1927) hizo algunos experimentos, para saber si la larva es capaz de sopor‑
tar la acidez del limón: sacó larvas de una toronja y las colocó sobre un corte hecho
40 en un limón Eureka. Las larvas se hundieron sin vacilar y vivieron en su interior por
varias semanas, algunas salían a la superficie y volvían a entrar, excitadas, tal vez, por
la acidez del limón. La mayor parte de las larvas llegaron a su madurez, y se transfor
maron en adultos. Luego, la larva es capaz de vivir en el limón, pero nunca se ha
visto a la mosca posando sobre el limón ni se los ha encontrado agusanados.
La Cuarentena N°64 de los Estados Unidos considera inmunes a los limones y limas.
En Morelos (Méjico), es difícil muchas veces encontrar guayabas sin larvas, especial‑
mente en los meses de verano.
En una nota de la “Rev. App. Ent.”, (1926) dice que la Anastrepha ludens ataca las uvas
y paltas.
IMPORTANCIA
Las pérdidas que ocasiona la larva de esta mosca, son inversamente proporcionales
a su pequeño tamaño.
Los florecientes huertos de citrus de México han perdido casi su valor, ya que esas
frutas no podrán ser exportadas. Su mercado principal, Estados Unidos, ha cerrado
sus puertas mediante la promulgación de una cuarentena, por temor a la interna‑
ción de la Anastrepha ludens.
41
CONTROL
Para su destrucción se han adoptado las mismas medidas que para las demás mos‑
cas de la fruta.
Para acabar con la forma alada, se eliminará toda cerca viva o planta silvestre sobre
la cual pueda poner sus huevos.
Como enemigos naturales de esta larva existe una avispita, Diachasma crawdfordi.
Para no destruir al parásito, al enterrar la fruta infestada conviene taparlas con una
rejilla fina, por la cual sólo pueda pasar el Diachasma y nó la mosca.
Las crisálidas se encuentran enterradas al pie del árbol, para destruirlas es necesario
soltar la tierra; si se trata de una pequeña extensión de terreno, se pasará esta tierra
por una criba, separando los capullos; una vez recogidos se matan con agua caliente
o fría. Las gallinas pueden también ayudar a su eliminación al escarbar la tierra.
Los factores más importantes para su control son los climatéricos, ya que en ciertas
regiones a pesar de no tomarse ninguna medida de combate, se encuentra sólo un
5% de fruta infestada; debido a las bajas temperaturas las larvas y las pupas están
DEFENSA LEGAL
Están bajo cuarentena los Condados de: Cameron, Hidalgo y Willacy, en el Estado de
Texas.
La Cuarentena N°64 rige también sobre todos los Estados Unidos, desde 1927, dice:
1. Se declara en cuarentena el Estado de Texas (EE.UU.) para preservarlo de la plaga
del insecto llamado Mosca Mexicana de la Fruta (Anastrepha ludens), nueva en
los Estados Unidos y anteriormente desconocida en ellos.
2. Se estipula que ninguna fruta, de ninguna variedad podrá ser transportada entre
los estados de esta región, sino en las condiciones descritas por el reglamento.
3. En el área reglamentada se podrá mover, entre los estados de ella, toda fruta pro‑
veniente de una área no reglamentada, siempre que este cargamento haya sido
inspeccionado.
4) Se declara “área reglamentada” a los Condados de: Camerón, Hidalgo y Willacy en el
Estado de Texas, incluyendo todas las ciudades, pueblos y toda división política.
5) Estas áreas podrán reducirse, o aumentarse, según lo apruebe el Departamento
de Agricultura.
6) En las áreas reglamentadas, deberá mantenerse un periodo libre de mesonero,
empezará en Septiembre y continuará cuanto tiempo indique el Departamento.
Sólo quedarán durante este período: los pomelos, cuya estado de madurez no per‑
43
mite la infestación, toda variedad de fruta que tenga la misma época de maduración
que el pomelo; y las frutas destinadas al consumo inmediato que serán guardadas y
mantenidas en las condiciones que el Inspector crea conveniente.
Las frutas decomisadas serán destruidas en los lugares que designe esta oficina, y en
presencia de testigos que darán fe del acto. Cuando se encuentra la fruta en un gra‑
do de infestación que no merezca ser destruida totalmente, se desechará la atacada
y el resto se podrá poner en venta.
Cuba: Legisla sobre la fruta proveniente de Texas, cuya internación prohibe, debido
a la existencia de la Anastrepha ludens que parasita las siguientes frutas: manzanas,
lúcumas, duraznos, peras, guayabas, ciruelas, mangos, membrillos, damascos, toda
clase de citrus a excepción de los limones, naranjas, limas.
44 Anastrepha grandis, ataca a las sandías y Cucurbitáceas en general (de Costa, Lima,
1926).
Ceratitis capitata, WIED
LA MOSCA DEL MEDITERRÁNEO
DISTRIBUCION
Esta mosca fue descrita por primera vez en 1842 por De Prene, de un ejemplar pro‑
cedente de Andalucía, bajo el nombre de Ceratitis hispanica.
Al hacer una lista de los países en los cuales existe, serían muy pocos los que se en‑
cuentren libres de la Ceratitis capitata.
Se conoció por primera vez en los países mediterráneos hacia 1842, al haber llama‑
do la atención en Londres, las frutas agusanadas que se recibían de las Islas Azores.
Este mismo año se encontró en España; en 1858, en Algeria; en 1863, en Italia; Ber‑
mudas (1865); Túnez (1885); Sicilia (1878); SudAfrica (1889); Australia (1897); Tasma‑
nia (1899); Francia (1900); Nueva Zelandia y Brasil (1901); Egipto, Turquía y Palestina
(1904); Este y Oeste de Africa (1909 a 1914); Isla Madagascar (1915); Grecia (1916);
(Back y Pemberton, 1918).
45
Camacho, (1930), agrega las Islas Canarias y Malta. Se encuentra también en el Cabo
y en la China.
Tal vez esta numeración tan larga y aburrida, no nos indique nada, iremos lentamen‑
te para demostrar con precisión la gravedad de la existencia de la Ceratitis capitata
en cualquier país frutícola.
MORFOLOGIA
Es una mosca de hermoso aspecto, tamaño un poco menor que la mosca común,
de 4,5 a 5 mm de largo. Sus colores predominantes son: el café, negro, amarillo y
blanco.
La pupa tiene forma de un grano de trigo muy abultado, anillado, de puntas redon‑
deadas, de 5 a 6 mm de longitud. El color varía del amarillo paja al café obscuro.
BIOGRAFIA
La hembra deposita sus huevos durante dos a cuatro semanas en el verano, muy a lo
lejos en el invierno. Es curioso notar que si por falta de mesonero ha pasado mucho
tiempo sin poner sus huevos, apenas aparezcan las condiciones favorables volverá
a ponerlos.
La mosca prefiere la fruta madura para hacer su postura, por eso, su período de des‑
ove puede extenderse desde Septiembre a Marzo.
La mosca adulta emerge de la pupa con la ayuda del ptilinum, una especie de vejiga
que tiene en la cabeza, que se dilata y contrae. A los 4 o 10 días comienza su postura.
Back y Pemberton (1919) nos indican que en las Islas Hawai, donde las temperaturas
no son inferiores a 15°, el tiempo para la evolución de la Ceratitis capitata es: el
huevo de 2 a 25 días; la larva de 25 a 65 días, la pupa 20 días; total, un término medio
de 98 días con una temperatura media de 20° C.
Esta mosca es muy sensible a las bajas temperaturas y una helada puede hacer des‑
aparecer la plaga.
No sería una plaga con una temperatura media anual no superior a 33° C. durante
3 a 4 meses consecutivos. Temperatura óptima para su desarrollo es 24° a 26° C. Si
baja a 20° C necesita el doble de tiempo y el triple, si baja de 14° a 16° C. La larva no
se desarrolla si la temperatura es de ‑3,3° C a 2,2° C.
Quayle (1929) indica: “las condiciones de Hawai son espléndidas para la mosca: una
larga estación favorable para su desarrollo. Un poco menos son las de Florida (EE. UU.).
En los países mediterráneos, en Sud‑Africa y especialmente en Australia, hay un período
invernal más o menos largo, lo que favorece la inactividad de la mosca, librándose de su
ataque la fruta cítrica que madura en esa época”.
Esta mosca teme a los inviernos crudos y largos, por eso en Chile, igual que en Cali‑
fornia, la irregularidad del clima, de estaciones marcadas, detendrían en gran parte
esta plaga.
Otro factor muy importante para el desarrolo de ella, son las condiciones de hospe‑
daje.
La mosca del Mediterráneo prefiere ovopositar las frutas maduras, pero a las de cás‑
cara delgada las ataca aun cuando están verdes.
Esta mosca no respeta fruta alguna. La hembra con su agusado oviscapto, taladra la
cáscara de toda fruta a punto de madurar o aun en las verdes, pero en estas últimas
sucede muchas veces que la larva no alcanza a desarrollarse, ya sea por una excesiva
acidez del fruto o por una secreción láctea o gomosa, como sucede con la papaya
verde.
La mosca mediterránea ataca a ciento veinte especies de frutas, más que todas las
demás moscas. en conjunto.
No atacadas:
Sapodilla Achras sapota
Palma dulce Arengia saccharifera
Bananas Musa sp.
Palma datilera Phoenix datilifera
Granada Punica granatum
Berengena Solanum melonganer
Uva Vitis labrusca
Marlatt (1930): La mosca tiene especial preferencia por: uvas, naranjas agrias y de‑
más citrus, excepto los limones y limas agrias. Las más atacadas son: guayabas, higos,
cerezos De Suvinarn (Malpighia glabra), mangos, paltas, cerezas, duraznos, peras y
exceptúa del ataque a las sandías, piñas y nueces.
Howard (1927): Las cebollas son muy resistentes al ataque. Los cooking‑banana son
muy susceptibles.
Pope (1927): Posibimente ataque a todas las variedades de planos de cáscaras del‑
gadas de Hawai, pero estas no son variedades comerciales y no salen de la Isla.
Otros autores agregan como huésped a los nísperos, moras, membrillos, tunas, ají,
tomate, berengena, habas y como inmunes a las sandías, piñas, nueces, pimientos,
50 zapallos.
Es decir, casi toda fruta conocida es atacada por la Ceratitis capitata, lo mismo que
las frutas de plantas ornamentales.
Entre las frutas de mayor importancia económica que son bastante atacadas, figu‑
ran las cítricas.
Se podría creer que estas frutas estarían libres de la infestación por ser de cáscara
gruesa en general y por su maduración de invierno, pero con la variedades tempra‑
nas y tardías, se encuentra en estas frutas durante casi todo el año. No se encuentra
ninguna fruta lo suficientemente ácida para impedir el desarrollo de la larva. Parece
que lo único que puede deternerlo en parte, es el grosor de la cáscara.
En las naranjas de cáscara fina, como las mandarinas y tangerinas, la mosca coloca
sus huevos bajo la cáscara, sobre la pulpa o aun en la pulpa misma.
En las de cáscara gruesa, como limón, pomelo, naranjo de semilla, los huevos son
depositados entre la capa externa y la capa blanca amilacéa que envuelve a la pul‑
pa, ya que si la co locase sobre la primera cutícula, se romperia un óvulo esencial y
podría matar al huevo.
Parece que debido al ataque sucesivo de varias hembras sobre el mismo punto del
fruto, les es posible atravesar la barrera que constituye la cáscara gruesa.
Sucede muchas veces, que esta mosca ataca frutas catalogadas como inmunes, ello
ocurre cuando los plátanos, piñas, limones, etc., se encuentran en un estado avan‑
zado de madurez, o ya casi en descomposición.
IMPORTANCIA
Como destruye la parte comestible de las frutas, ocasiona la pérdida de las cosechas.
Los gastos necesarios para su erradicación son enormes, ya que es una de las mos‑
cas más difíciles de eliminar si la favorecen la condiciones naturales. El gran número
51
de frutas, que ataca, su fácil reproducción (hasta dieciseis generaciones al año) (Back
y Pemberton, 1918), su amplia distribución geográfica, hacen de la Ceratitis capita-
ta la más temible de todas las moscas de la fruta.
CONTROL
En uno de los puntos que mayor resonancia tuvo la aparición de la mosca del Me‑
diterráneo, fué en Florida, región abundantemente fructífera de Estados Unidos. El
valor, de los huertos de este Estado asciende a 1.800 millones de dólares, con una
producción anual de 240 millones de dólares, los huertos cítricos producen cerca de
50 millones de dólares.
Ante una producción de valor tan elevado es explicable el terror que causó la apari‑
ción de la Ceratitis capitata.
En el primer punto nos indica que ante todo es necesario establecer las proporcio‑
nes de extensión de la plaga, trabajo que deben hacerlo los técnicos; por ejemplo,
en Florida se hizo primero una inspección a la ligera, para abarcar con, rapidez la
mayor extension posible, en todo huerto que se observaba frutas caídas se busca‑
ban los signos que demostraran la existencia de la mosca, toda fruta sospechosa era
enviada al cuartel general establecido en Orlando, donde los peritos hacían investi
gaciones completas. Tras esta exploración preliminar, una segunda, observaba los
alrededores de los huertos indicados, plantas de enpaque, nontones de desechos
y limitaban perfectamente el área infestada, Luego se aislaban dándoles una desig
nación debida: “zona infestada” a aquella en la cual la mosca se encuentra estable‑
cida, las demás son declaradas “zonas libres”;en las que se realizaba una campaña
activa de erradicación se denominaba “área de erradicación”; luego se sometían o no
52 a las distintas cuarentenas. Las zonas sospechosas eran incluidas a las zonas infesta‑
das mientras se hacía una inspección definitiva.
Para toda esta campaña fué necesario una gran cantidad de dinero. El Estado de Flo‑
rida dispuso como fondo de emergencia 50.000 dólares y 500.000 dólares para los
dos años venideros y el Gobierno Federal agregó la suma de 4.250.000 dólares.
Se ocuparon en esta campaña quinientos hombres, de los cuales más de ciento cin‑
cuenta eran directores de trabajos; el resto, obreros; ayudados por toda clase de
carros, máquinas y pulverizadoras.
Todas las fuerzas del Estado de Florida, todo el numeroso y bien organizado perso‑
nal de cuarentenas, el Servicio de Extensión, la ayuda de particulares que han hecho
el sacrificio de destruir cientos de miles de cajones de frutas, han cooperado en la
erradicación, de modo que no se ha encontrado ninguna mosca desde el 7 de Agos‑
to de 1929, ninguna infestación desde el 16 de Enero de 1929, pero continuaba la
campaña. Desde el 27 de Marzo de 1930 al 13 de Junio de 1930, la falta de fondos
suspendió los trabajos. En Enero de 1931 una comisión de Entomólogos estudió de
nuevo el problema: activó la campaña de erradicación y obtuvo los fondos necesa‑
rios. Según datos de la comisión Kisliuk‑Gooley, ningún ejemplar de la mosca de la
fruta ha sido encontrado desde julio de 1930.
Los puntos II, III, IV se refieren a la destrucción de la Ceratitis capitata en todo sus
estados de evolución.
Se indica una serie de soluciones arsenicales, que aunque caras, son muy eficaces;
aunque en un principio se creyó que disminuía el ácido de la fruta demostrándose
después lo contrario.
53
Fórmulas de Mally
Arseniato de plomo 2.300 gramos
Azúcar 1.380 gramos
Agua 20 litros
Fórmula Lounsbury
Arseniato de plomo 1.725 gramos
Azúcar rubia 2.760 gramos
Agua 32 litros
Fórmula de Weinland:
Arseniato de plomo 150 gramos
Azúcar rubia 4.600 gramos
Melaza 20 litros
Agua 200 litros
Fórmula de Florida:
Azúcar prieta 11,325 kilógramos
Melaza negra 18,900 litros
Arseniato de plomo 1,800 kilógramos
Agua 737 litros
Se puede substituir el arseniato de plomo por carbonato de cobre, en la propor‑
ción de 6,624 kilógramos.
Para impedir la postura de los huevos y matar la mosca por hambre, se establecen
periodos libres de mesoneros, que son regidos por cuarentenas establecidas en las
zonas de erradicación. En Estados Unidos este período es para las frutas desde el
primero de Abril, para las legumbres, desde el 15 de Junio y se extiende hasta el
54 primero de Octubre. Durante estos 6 meses, no puede existir ninguna fruta en los
árboles o en el suelo. Todas serán recogidas, destruidas, o almacenadas, las que se
destinan al consumo local. Esta recolección se hace dos veces por semana, tanto en
la época de maduración,como despues de las cosechas, para eliminar lo más rápido
y completamente, todo resto de ella, ya sea destruyéndolas o consumiéndolas. Se
dejarán solamente los frutos que, estén muy verdes, como sucede en este tiempo
con los citrus.
Para la destrucción de las larvas será necesaria la recolec ción y destrucción de los
frutos si se encuentran infestados, o si no solamente la esterilización de ellos por el
frío o el calor.
AGENTES FISICOS
En Estados Unidos, la fruta se enfría a ‑2,2° C durante cinco horas, temperatura que
no podrá.subir de -1,1° C. durante el período máximo de cinco días; el cambio de
temperatura al sacarlas, deberá ser gradual.
En Hawai se somete la fruta a 4,4° hasta 7° C. durante siete semanas, sin que ninguna
larva o huevo sobreviva, lo mismo que a -0,55° C. a 4,4° C. durante tres semanas, o
durante dos semanas con -0,55° C. a 0° C.
DESTRUCCiON BIOLOGICA
En 1914 se encontraron cuatro parásitos de las distintas moscas de las frutas, que
se han adaptado para la Ceratitis capitata, Opius humilis, Silv.., de Sud Africa; Dia-
chasma tryoni, Cam., del Este de Australia; D. fullawayi, Silv. y Tetraslichus g: giffar-
dianus, ambos de Nigeria (Oeste del Africa).
Parasitan del 30 al 50 % de las larvas. El Opius y los dos Diachasnias son Bracónidos,
depositan sus huevos sobre la larva huésped, atravesando con su oviscapto la cás‑
cara de la fruta y los tejido de la larva. La larva debe encontrarse cerca de la cáscara
para ser parasitada, esto sucede en las frutas pequeñas, o en las poco carnosas o en
la de carozo grande y poca pulpa (almendra).
El huevo colocado por estos parásitos en los tejidos de la larva da origen a la larva
del parásito: tiene la cabeza quitinizada, mandíbulas cortantes, lo suficientemente
fuertes, como para separar su alimento consistente en los tejidos untuosos del cuer‑
po del mesonero, y también para defenderse de un superparasitismo.
Pero el factor principal del control de esta mosca, está en las condiciones climatéri‑
cas desfavorables, con periodos prolongados de frío, de modo que mate a la mosca
y no permita la existencia de la fruta mesonera.
La vigilancia en Florida no es solamentes obre un área infestada sino que actúa so‑
bre una milla a la redonda de la zona infestada.
Chile debe prohibir por completo toda, importación, bajo ninguna condición debe
aceptar frutas de regiones infestadas o de sus alrededores, aunque ellas vengan
acompañadas del certificado de sanidad.
DEFENSA LEGAL
57
México: Mayo de 1929.
En atención a que recientemente se ha comprobado a existencia de la plaga de la
Mosca del Mediterráneo, en el Estado de Florida (EE.UU.) y considerando que las
hortalizas son vehículos de esta plaga, se reforma el Art. 1.0 de Cuarentena exte‑
rior, estableciendo una cuarentena absoluta contra toda clase de frutas de peri‑
carpio blando y productos de hortalizas provenientes de todos los países donde
existe esta mosca y del Estado de Florida de Estados Unidos.
Se declara “zona infestada” a todo aquel territorio, estado o distrito en: el cual se
determine la presencia de la mosca del Mediterráneo y los demás serán declara‑
dos “libres de la mosca”, para los efectos de esta cuarentena.
58 do de desarrollo.
Se declara “zona infestada” al Estado de Florida y todos los demás estados y distri‑
tos de Estados Unidos, son declarados “zona libre”.
60 ción de toda fruta susceptible al ataque de estas moscas, a los estados, territorios
y distritos de Estados Unidos. Se exceptúan las siguientes frutas: bananas, piñas y
cocos, habiéndose comprobado por el inspector que estas frutas no están infes‑
tadas.
Todo cargamento de Hawai (cocos, bananas, piñas) debe venir, en cajas comple‑
tamente cerradas, con el nombre y dirección del consignatario y del consignado
y acompañado del duplicado.
El capitán o cualquier superior del buque, deberá obligar a cada pasajero a hacer
la declaración de su equipaje y darle aviso de los productos cuya tenencia es pro‑
hibida en esta cuarentena.
Todos los productos traídos, especialmente para las investigaciones del Depar‑
tamento de Agricultura de Estados Unidos, podrán entrar teniendo cuidado el
Departamento, para que esta plaga no se extienda.
61
Respecto al transporte de fruta y legumbres provenientes de Florida, después
del 9 de Agosto de 1930: no es necesario esterilizar las frutas dirigidas a los Esta‑
dos Centrales del Oeste, con excepción de las que se produzcan en propiedades
próximas a una reciente infestación o en las que el agricultor haya faltado al cum‑
plimiento de los requisitos exigidos por el Departamento.
Para el tránsito a los Estados del Sur y del Oeste, en los cuales, si la mosca se esta‑
bleciera, sería una terrible plaga, es necesario una esterilización de toda fruta, con
excepción de las limas.
Las frutas y plantas de otros estados de Estados Unidos, cuya importación es per‑
mitida, deberá ser certificada por la firma del Cónsul, que acompañe a cada car‑
gamento.
62 ninguna fruta o legumbre que lleven, debiendo guardarlas bajo sello mientras
el buque permanezca en puerto cubano. Además está absolutamente prohibido
botar al mar ninguna fruta, legumbre, o parte de ellas, sus restos o deshechos,
mientras el buque permanezca en el puerto.
Las mismas medidas son aplicables a los buques que vienen de: Jamaica, Ber‑
mudas, México (?), Centro América, Sud América, Puerto Rico, Hawai, Australia,
Filipinas, España, Francia, Italia y otros países mediterráneos.
Se hará la inspección de todos los productos llegados por puertos, por ferrocarri‑
les, por aeroplanos y por correo.
ARTÍCULO 2°
Sólo podrá hacerse la internación por los puertos de Rosario y Buenos Aires, ,y
los introducidos por Mendoza, tendrán carácter de mercadería en tránsito hasta
alguna de las citadas ciudades, donde se cumplirá la frigorificación (*).
ARTÍCULO 3°
Toda partida de fruta vendrá acompañada deun certificado de sanidad, que será
expedido pr la autoridad competente y revisado por el Cónsul argentino en el
puerto de embarque.
ARTÍCULO 4.°
No se permite la introducción de fruta a granel, sino en envases de madera blan‑
ca de primera, y tendrán una división interna, para facilitar la refrigeración.
(*) Actualmente se ha establecido un frigorífico en Mendoza, según declaración del actual Cónsul argentino en
Chile (Mayo de 1932). 63
ARTÍCULO 5o
La prefectura y sub‑prefectura no extenderán el paravante reglamentario a las
embarcaciones que trasporten naranjas o mandarinas argentinas de las locali‑
dades situadas en la costa del Río Paraná, al norte de Santa Fe, si los interesados
no presentan un certificado del dueño del plantío, revisado por las autoridades
provinciales del lugar, en que conste el número de unidades de frutas vendidas y
la localidad donde han sido cosechadas.
ARTÍCULO 7°
Toda partida de fruta será sometida a su llegada, a la inspección sanitaria de prác‑
tica y si en ella resultara fruta en mal estado sanitario, se incinerará la totalidad
dcl envío, sin que ello dé derecho a indemnización alguna y ademas, correrán por
cuenta del interesado los gastos de conducción hasta las usinas municipales.
Pero estas medidas han caído sobre la importación de frutas chilenas a ese país, así
en el artículo primero dice: “toda partida de fruta susceptible de ser atacada por, la
mosca del Mediterráneo debe someterse a refrigeración”. Tenemos en Chile un número
enorme de frutas susceptibles al ataque de esta mosca, pero sucede que no tene‑
mos la mosca; luego esta forma tan amplísima de expresión nos perjudica.
Chile:
Como las cuarentenas dictadas contra la mosca del Mediterráneo son las mismas
que las de la mosca mexicana, agregaremos solamente el Decreto N°3.055: Se pro‑
hibe la importación de frutas provenientes de Florida EE.UU., al comprobarse en ésa
la existencia de la Ceratitis capitata.
64
Dacus oleae
MOSCA DE LA ACEITUNA
DISTRIBUCION
El Dacus olea se encuentra en todos los países donde se cultiva el olivo, y si no existe
es muy fácil su introducción, así que hay que tener mucho cuidado con las importa‑
ciones. Se encuentra en todos los países mediterráneos: España (primer país olivero
del mundo) ; Italia, donde la llaman “musca olearia”; en Francia, bajo el nombre de
“keiroun”; en Argelia, conocida de los indígenas por “fertatou”; en Portugal; Grecia,
Corfú, Palestina, Sud Africa, Oeste de Asia. En 1916, Fletcher la encontró en la India,
pero en pequeña cantidad.
MORFOLOGIA
La cabeza es amarilla, ojos negros, tórax grisáceo con una crucecita más o menos vi‑
sible. Abdomen negruzco con una faja longitudinal amarilla que se ensancha hacia
atrás. Alas de nerviación amarillenta. Las patas son amarillas.
La larva semeja una pequeña loinbricita de pescar, de color amarillento, la boca pro‑
vista de piezas masticadoras.
La mosca es muy ágil y más elegante que la mosca ordinaria, en constante movi‑
miento en los olivares a la busca de aceitunas para su alimento y para poner sus
huevos bajo la epidermis.
Posee una gran facultad reproductiva, colocando de 50 a 300 huevos, de uno a dos
huevos en cada aceituna.
La mosca se encuentra en los olivares desdela primavera pero no coloca sus huevos
hasta que la pulpa de la aceituna está ya bastante desarrollada del tamaño de un
garbanzo.
A los dos a tres días aparece la larva, se introduce en la pulpa y comienza a roerla.
Si la fruta está verde, la larva hace sus canales de modo que deja solamente la epi‑
dermis, formándose una mancha circular de un color gris brillante. Al llegar cerca
de la, epidermis y estando la larva al final de su desarrollo, vuelve un poco hacia el
interior de la aceituna y se transforma en pupa dentro del fruto. Si la aceituna está
madura la larva abandona el fruto y se entierra en el suelo o crisalida en el tronco de
los olivos o en los molinos.
En este estado permanece durante un mes y de nuevo aparece el adulto, cuya vida
es de doce a catorce días. La evolución total demora de treinta y ocho a cuarenta
días (Bonnet, 1924).
En los veranos secos la plaga es menos intensa, ya que muchas moscas no logran
salir al aire libre porque las galerías se cierran al secarse y contraerse el fruto, aprisio‑
nando al insecto.
El Dacus prefiere los olivos cultivados de fruto carnoso a las aceitunas silvestres y
no es tan peligrosa su acción sobre las de pulpa firme, Las aceitunas conservadas en
salmuera presentar muy poco peligro, en cambio las aceitunas frescas pueden traer
al Dacus en cualquier estado de desarrollo.
IMPORTANCIA
Se han hecho muchos estudios para conocer los daños producidos por esta mosca.
Se ve que los daños mayores son ocasionados en las regiones cálidas y de cosecha
tardía (Alpes Marítimos de Francia).
Los años de lluvia en otoño favorecen el desarrollo de los frutos, entonces el ataque
es intenso.
Bonnet (1924) dice: “Lo que más asombra de esta plaga, no es tanto el mal que ocasio‑
na, sino el origen y aparición casi espontánea del insecto, ya que el ataque no se sucede
cada año, sino cada dos o tres años, sin razón plausible”.
Es tanto el daño que produce el Dacus, que los olicultores dicen “que esta calamidad
se encuentra en el aire y que es producida por las lluvias”, con lo que nos indican que la
lluvia favorece el desarrollo de este insecto, al hacer más acuosa la consistencia de
la aceituna”.
En la Isla de Corfú existen los más importantes olivares de casi todo el mundo, los
que producen 66.500 kilógramos de aceitunas, pero el Dacus oleae ha provocado
grandes pérdidas, reduciendo la cosecha de un 60% a 80 %, disminuyendo además
la calidad del aceite, de modo que muchas veces para aprovecharlo hay que hacer
jabones. En la cosecha de 1913 a 1914 la producción debió ser de 250.000 barriles
jónicos y el precio del aceite de 70 dracmas; el Dacus lo redujo a 100.000 barriles y
desvalorizó completamente el aceite.
67
CONTROL
Se han iniciado también campañas en: Portugal, España, Grecia, Italia; se ha llegado
a la conclusión que el mayor éxito se obtiene mediante pulverizaciones venenosas
azucaradas.
Se diluye la mezcla al 10% necesita 300 grs. de solución por árbol y la pulverización
debe ser inmediata. La primera pulverización se hará cuando aparezcan las prime
ras moscas; la segunda, un mes después; la tercera, para la cosecha tardía, se hará
al mes siguiente. Esta mezcla tiene la ventaja de conservarse sin alterarse durante
varios días y además porque absorbe la humedad del aire, lo que atrae a la mosca
sedienta.
Melaza 50 kgs.
Arsenito de sodio 3 kgs.
Borato de sodio 3 kgs.
Acido bórico 2 kgs.
Glicerina 3 kgs.
En otra parte de España, en Cenia, (Bol. Int. Agron. Vol. III, N° 1: 294‑295, 1925), se
hizo estas pulverizaciones sobre doce mil olivos, distribuidos en tres parcelas. En la
primera parcela se hizo: cuatro pulverizaciones a base de arseniato de soda y mela‑
za, la quinta se hizo con caldo bordelés y la sexta, con arseniato de soda. Todos los
olivos se presentaron completamente libres del Dacus, sólo que el arseniato de soda
al 2,5 por mil, ocasiono algunas quemaduras, lo que no sucedió con la solución al
1,5 por mil. En los demás lugares el Dacus atacaba al 90% de las aceitunas y al 50%
en la variedad “Marons”.
Melaza 7 kgs.
Sulfato de cobre 700 grs.
Acido cítrico
Arseniato de soda
Agua
40 grs.
400 grs.
20 litros.
69
Diluida en tres partes de agua:
Melaza 10 10 15 19 kgs.
Arseniato de soda 300 200 300 300 grs.
Agua 90 90 100 100 litros
Melaza o glucosa líquida 5 kgs.
Melaza 5 kgs.
Arseniato de potasa 200 grs.
Acido bórico 200 grs.
Borato de soda 200 grs.
Agua hasta completar 10 litros.
PARASITOS
Los molinos de aceite son verdaderos focos de infestación de Dacus. Luego, convie‑
ne que el piso sea de cemento, los muros blanqueados con cal, los instrumentos de
decantación deben lavarse con lejía hirviente. Todos los restos serán quemados. Los
tubos por donde escapan las aguas de decantación, deben ser desinfectados.
El Dacus oleae es una plaga muy temible en toda región donde exista el olivo. Chile
que está incrementando actualmente sus plantaciones de olivos, debe tener espe‑
cial cuidado con su internación.
La mosca pone sus huevos en las naranjas, en el mes de Febrero. Dos días después
de haber alcanzado la larva su completo desarrollo que coincide con la caída de la
fruta, la larva la abandona y se entierra en el suelo desde Abril o Mayo y. permanece
como pupa hasta Diciembre o Enero, cuando aparece la mosca adulta, que comien‑
za su postura a las dos o tres semanas que ha abandonado la crisálida. Es decir, hay
una sola generación al año.
En Japón acostumbran a cazar la mosca adulta, de lo que se encargan los niños que
reciben un pago por cada ciento de estos Dacus.
71
Dacus pectoralis. WEK
Se encontró, infestando los tomates y papayas en Transvaal (Rev. Ap. Ent. Ser. A: 14
:200,11926).
72
Rhagoletis cingulata. LOEW
MOSCA DE LA CEREZA
La Rhagoletis cingulata y R. fausta atacan a las cerezas del norte de Estados Unidos,
Canadá y Oregón. La Rhagoletis cerasi ataca a las cerezas de Francia, Inglaterra y de‑
más países europeos que posean el huésped. Se encuentra relegada a las regiones
más o menos frías. Se presenta en los meses de Mayo a Agosto (Hemisferio Norte).
MORFOLOGIA
73
BIOGRAFIA
La cereza atacada sigue creciendo como las demás, pero se reconoce por una hendi‑
dura descompuesta y por su menor dureza. La larva adquiere su completo desarrollo
a las tres o cuatro semanas, de modo que al hacer la cosecha, la larva se encuentra
en el interior de la fruta y es llevada a los mercados o fábricas. La larva abandona
entonces la fruta y se transforma en pupa, en el fondo de los canastos o en tierra, a
2,5 cms de profundidad, estado en que permanece durante el otoño e invierno, para
aparecer en primavera la mosca progenitora.
La Rhagoletis ataca a toda clase de cerezas dulces, agrias; tempranas, tardías y tam‑
bién a las ciruelas frescas o secas.
CONTROL
En los Estados del Este de Estados Unidos la larva perjudica desde la cuarta a las dos
terceras partes de las cerezas (Slingerland and Crosby, 1915).
74
DEFENSA LEGAL
75
Rhagoletis pomonella. WALSH
MOSCA DE LA MANZANA
Ha llegado a ser una peste seria en los estados del este de Estados Unidos y Canadá.
Se encuentra también en Europa.
MORFOLOGIA
La cabeza y patas del adulto son de color amarillento. Las alas negruzcas, cruzadas
por cuatro bandas obscuras confluentes. El abdomen atravesado por tres o cuatro
bandas blancas.
BIOGRAFIA
La larva aparece a los 2 o 6 días, comienza a hacer sus galerías a través de la pulpa. Cre‑
ce lentamente hasta que la fruta madura o se pone blanda por pudrición, momento
en que la larva inicia un desarrollo más rápido y con su barrenador reduce la pulpa de
la manzana a una masa esponjosa y café. Generalmente sucede que en tiempo de la
76 cosecha esta fruta no muestra signo alguno de infestación y sólo lo demuestra al ser
almacenada o estando en transporte debido a su consistencia más blanda.
A veces la larva se acerca a la cáscara y hace galerías inmediatamente debajo de
ella, mostrando al exterior una línea obscura, por eso en Estados Unidos la llaman
“gusano de la línea férrea”.
Una vez desarrollada la larva abandona la fruta que generalmente ha caído, y crisali‑
da en el suelo durante el invierno. En New York existe una segunda generación que
aparece en el mes de Octubre.
Ataca enérgicamente a las manzanas de verano, pero no deja de atacar a las de in‑
vierno.
Las variedades dulces y algo ácidas, son las más atacadas: Greening, Baldwin y Ol‑
denburg. Además a la manzana silvestre.
CONTROL
Solamente se atacará al adulto durante las dos a tres semanas antes de la postura
(Slinggerland and Crosby, 1915), mediante pulverizaciones envenenadas, a las cua‑
les conviene agregar melazas y jarabes, pues no es necesaria la melaza en todos los
casos:
Arseniato de plomo 460 grs.
Agua 100 litros.
Si los huertos están bien cultivados, las labores quitan toda protección a las pupas
durante el invierno.
77
Rhagoletis juglandis. CRESS
MOSCA DE LA CÁSCARA DE LA NUEZ
La mosca aparece en los meses de Enero y Febrero y las larvas se encuentran alimen‑
tándose de la cáscara de las nueces de fin de estación.
78
Bractocera cucurbitae. COQ.
MOSCA DEL MELÓN
Esta es una de las más temibles plagas que existen en Hawai y de la más difícil de
librarse. Se han hecho en ese país estudios bastantes completos sobre esta mosca.
Uno de ellos es el de Back y Pemberton en 1919.
DISTRIBUCION
A Hawai fué introducida de la China, en la forma larval en los productos traídos por
los emigrantes japoneses, y fue encontrada en 1897 (Back y Pémberton, 1919). La
demostración de que esta plaga no es endémica se obtiene al observar que las ca‑
labazas usadas por los nativos eran completamente sanas, pues no presentan per‑
foración en la cáscara.
MORFOLOGIA
La larva alcanza a más de 1 cm de largo y tiene en la cabeza dos ganchos que le ayu‑
dan a destruir los tejidos de las plantas. 79
BIOGRAFIA
La mosca vive cuatro y medio días sin alimento ni agua; con agua vive 5 días. Nor‑
malmente tiene vida larga, se ha observado una mosca que vivió trece y medio me‑
ses.
PLANTAS HUESPEDES
Los pepinos crecen sin ningún cuidado y aunque son más resistentes que el melón,
de 153 pepinos del mercado, se encontraron 150 infestados.
Los porotos, son atacados solamente en las vainas, a veces llega a comerse el grano,
pero sin demostración exterior. La variedad más infestada es la “China”, en cambio el
poroto “Lima”, nunca se ha encontrado infestado.
IMPORTANCIA
La mosca del melón no ataca solamente a los frutos, como sucede con las demás
moscas de la fruta sino que ataca también a los brotes nuevos, a las flores, tallos y
raíces.
Sobre las plantas en formación: la hembra pone sus huevos en el cuello de la plan‑
tita, se desarrolla la larva y se alimenta, enseguida se dirige a la raíz, de allí sube
hasta el pecíolo de las hojas y a la guía en formación. Es así, como en algunos puntos
de Hawai, los sandiales mueren al comenzar a desarrollar sus guías. No ataca nunca
a los pepinos, tomates, calabazas y porotos al principio de su desarrollo. La larva no
se ha encontrado nunca en las raíces de plantas viejas.
Ataque a la flor: la mosca pone sus huevos en los ovarios aun no desarrollados e
infértiles, antes de la abertura de la flor, la larva lo destruye, dejando esa parte tan
delgada que llega a quebrarse bajo su propio peso. Si el clima es muy seco esta par‑
te se momifica.
Ataque a los frutos formados: No es capaz de destruir estos frutos. La parte prefe‑
rida por la larva es la que contiene la semilla y ésta está bien protegida por la pulpa
y por la cáscara, de modo que las larvas desarrolladas bajo la cáscara, no pueden
llegar al centro.
Aun en el caso que la larva ha llegado al corazón de los melones o sandías y conclu‑
ye allí su desarrollo, no puede salir y muere por asfixia, ya que durante este tiempo
la cáscara se ha endurecido y la larva no es capaz de atravesarla. Se han encontrado
sandias completamente comidas en el interior y atravesadas por túneles amplios al
comienzo y que se estrechaban al llegar a la cáscara.
Es corriente que en los frutos viejos, el desarrollo larvario se efectúe en forma de heri‑
das superficiales en deformaciones, excepto en los cantaloups, tomates y pepinos.
En Honolulo es muy difícil encontrar uno de estos frutos sin deformación, se podría
conseguir sólo en el caso de que haya crecido bajo protección
Se calcula que las pérdidas que ocasiona la mosca del melón en estas islas ascien‑
den a 750.000 dólares anuales.
CONTROL
Los mejores resultados para la destrucción de la plaga se han otenido mediante sus
parásitos. En 1910 fue encontrado el Opius fletcheri, de la India y ha dado resultados
halagadores.
Esta mosca parece ser de muy poca importancia, pero hay que cuidarse de ella. Su
propagación es fácil, puede venir ya sea en el interior de los frutos o como se ha pro‑
pagado en Hawai de una isla a otra del archipiélago, al ser llevada la mosca adulta
en cualquier vehículo o en bote.
83
OTROS TRIPETIDOS
Existen algunas especies de esta familia que atacan a la fruta, pero se encuentran en
pequeña cantidad, o atacan a una sola especie frutal, luego su importancia econó‑
mica es secundaria.
Es una de las más temibles pestes de la grosella blanca o roja (Ribes rubrum), del
grosellero de flor y del negro, tanto cultivado como silvestre.
Se encuentra en California.
Coloca sus huevos bajo la epidermis de cada fruto de grosella, cuando ésta ha llega‑
do a las tres cuartas partes de su desarrollo. Toda grosella que ha sido punzada por
la mosca, haya o no colocado un huevo en ella, madura prematuramente y cae.
La larva aparece a los cinco a ocho días. Es de seis milímetros de longitud, de un co‑
lor blanco cremoso, comienza a hacer galerías desde la cáscara, atraviesa la pulpa y
llega a la semilla. Su desarrollo termina a los once a dieciseis días, abandona la fruta,
caída o nó, y se entierra para crisalidar dúrante once meses. Luego se produce una
sola generación anual.
84 Say, dos Tripétidos que aunque se los encontraba sobre las naranjas y pomelos del
Estado de Tamaulitas, no se han observado los daños ocasionados por las larvas.
Toxotrypana curvicauda. GERST
MOSCA DE LA PAPAYA
85
RESUMEN
Al tomar como tema de mi Memoria el de “Las Moscas de las Frutas”, la mayoría de las
personas a quienes consulté, no lo aprobaban. Según su parecer no tenía ninguna
importancia que se estudiase en Chile un insecto que, causaba daños en otros países.
Por encontrarse la mosca en Azapa, en un solo punto del norte de Chile, y aunque
éste esté rodeado de desiertos, y alejado por varios miles de kilómetros de la zona
agrícola, perjudica a nuestra exportación de frutas, porque en el extranjero desco‑
nocen nuestra geografía y consideran que la mosca de la fruta existe en Chile.
El hecho de que la mosca se encuentra en los países limítrofes, tiene el gran peligro
de que esta plaga pueda llegar fácilmente a Chile, en los equipajes de los pasajeros,
que traen frutas escondidas de tal modo que burlan la vigilancia del Inspector del
Servicio de Sanidad Vegetal. Puede venir la plaga por ferrocarril, auto, vía marítima o
aérea, o cualquier otro medio de transporte. Una propagación por el viento no sería
posible, ya que toda la Zona de Los Desiertos nos separa del Perú, y la Cordillera de
Los Andes, de la Argentina.
Ya que se trata de no dejar entrar la mosca de la fruta, es necesario conocer las prin‑
El ciclo evolutivo de este insecto se prolonga más o menos, según las condiciones
climatéricas y de alimentación. La favorecen el calor con cierto grado de humedad,
climas de estaciones poco marcadas y que permitan la mantención de frutas duran‑
te todo el año.
El control de esta plaga es difícil: los huevos y larvas se encuentran bajo la epidermis.
La pupa, bajo tierra. La mosca vuela entre el follaje chupando los jugos dulces de las
frutas y colocando sus huevos.
Los huevos y larvas no se pueden destruir por insecticidas, por encontrarse bajo la
epidermis; se utilizan medios físicos, como el frío o el calor; la destrucción completa
del fruto o por el ataque de los parásitos de las larvas.
87
La crisálida se destruye dejándola a la intemperie, por medio de labores de tierra.
Debemos erradicar la Anastrepha fraterculus del oasis de Azapa, para que Chile
vuelva a ser uno de los pocos países libres de la mosca de la fruta.
88
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la plaga de la Mosca Mexicana de la Fruta. Bol. Mens. Organo de la Of. para la Del.
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