Historia de Los Bautista I

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HISTORIA DE LOS BAUTISTA – PARTE I

1. ETIMOLOGÍA ECLESIÁSTICA DEL NOMBRE “BAUTISTA”


El vocablo “bautista”, como un nombre que describe a un cuerpo de cristianos, se usó
por primera vez en idioma ingles en el siglo XVII. Fue más bien un apodo forjado por sus
opositores que un nombre creado por ellos. ¡Es bien cierto que no les gustaba! Los así
llamados “bautistas” preferían ser denominados “creyentes bautizados”, “hermanos
cristianos”, “discípulos de Cristo”, o “cristianos neo testamentarios”
El término “bautista” era nada más que una abreviatura de aquel nombre de
oprobio,”anabautistas”, cuya trayectoria histórica connotaba un espectro eclesiástico.
Significaba el fanatismo, la herejía, la sedición, la inmoralidad en nombre de la religión.
Desde ese tiempo los historiadores católicos y protestantes lo han empleado para caricaturizar
a cualquier disidente. Así, esperaban mantener el status quo similar al uso del término
“comunista” en el día de hoy.
2. EL ORIGEN DE LOS BAUTISTAS A LA LUZ DE LA HISTORIA
Son varios los puntos de vistas en cuanto al origen de la denominación.
Dicen algunos bautistas: “No tenemos fundador alguno excepto Jesús; nacimos al mundo
el día en el que él fue bautizado en el Jordán. Nuestra creencia existía y funcionaba antes de
llegar el primer papa a Roma; fuimos protestantes antes de la Reforma, antes del nacimiento
de Martín Lutero” Otro dicen: “Comenzamos con Juan Smyth en 1609”
¿Quiénes son los bautistas? ¿De dónde vienen? Son preguntas que evocan distintas
respuestas.
Aunque el origen de los bautistas no es una cuestión tan candente en la actualidad, hubo
épocas en que la comunión en una iglesia, o en una convención, dependía de su punto de
vista. Toda la cuestión gira alrededor del supuesto punto de partida. ¿Desde qué fecha se
relata la historia de los bautistas? ¿Cuándo comienza la sucesión histórica de las iglesias
bautistas que forman parte de la denominación bautista en el día de hoy?
Tres son las teorías principales. Se consideraran en el orden de su aparición en la
cronología historiográfica bautista.
- LA TEORIA DE LA RELACIÓN ANTI-PAIDO BAUTISTA: Sostiene que la
historia de los bautistas se identifica con la historia de los antipaidobautista. Estos
historiadores tienden a entremezclar la historia del bautismo con la historia de los
bautistas. Piensan que la denominación bautista de hoy es la culminación de una larga
lucha contra el bautismo infantil. No pretende hallar una sucesión histórica de grupos
antipaidobautistas, sin embargo creen que hay un parentesco espiritual, o sea una
relación anímica, que se sustituye a falta de vínculos históricos.
Los historiadores bautistas reconocieron la necesidad de vincular a los bautistas con
la iglesia primitiva. Lo hicieron a través de los principios neo testamentarios. Pero en
su ojeada de la historia sagrada, encontraron eslabones desconectados en una antigua
cadena del antipaidobautismo. ¡No trataron de conectar estos eslabones! Por fe (y no
por la investigación histórica) suponían que una vez existía la cadena completa. Pero
en sus trabajos se satisfacían con decir que los bautistas modernos eran parientes
espirituales y no descendientes directos de los antipaidobautistas antiguos. No
pretendían establecer una cadena de sucesión.

- LA TEORÍA DE LA SUCESIÓN APOSTÓLICA: Sostiene que la historia de los


bautista se remonta a los tiempos apostólicos. Estos historiadores, llamados
sucesionistas, fijan distintas fechas para el comienzo de los bautista: Juan el Bautista;
el ministerio de Cristo; el día del Pentecostés y están de acuerdo con la necesidad, y
la posibilidad, de trazar la historia de bautista hasta la iglesia primitiva.

Pretende poder vincular todos los eslabones para completar la cadena antigua de la
sucesión apostólica. Se asemejan a los romanistas en pensar que Mateo 16.18 hace
necesaria tal cadena. ¡Creen que la integridad de Cristo mismo depende de su éxito!

Esta teoría de la sucesión apostólica llego a ser uno de los hitos en el famoso
movimiento “landmarkistas” que surgió en la segunda mitad del siglo XIX en EE.UU.

El esfuerzo de los historiadores fue noble y recalca un elemento de verdad, es decir,


que las iglesias bautistas deben ser apostólicas en doctrina y práctica. Sin embargo
cometieron el error de recurrir a argumentos catolicorromanos y anglicanos en busca
de la sucesión apostólica más verídica que los demás. En su afán de establecer la
relación apostólica violaron los principios de investigación histórica y como resultado
cayeron en el error de la Iglesia Católica Romana. Luego, la necesidad de ser
consecuentes les codujo a otros errores: la confusión de la iglesia con el reino, de la
historia de los principios de los bautistas con la historia de los bautistas, de la historia
del bautista con la historia de la denominación bautista. También exhibieron una
exclusividad denominacional más estrecha que los mismos católicos. Identificaron
las iglesias bautistas con el reino de Dios y excluyeron a los demás del cristianismo
neo testamentario.

Esta teoría ayudó a los bautistas en ciertas épocas críticas de su desarrollo


eclesiástico, pero ahora no está en vigencia entre los historiadores bautistas. No
obstante, los resultados de esta teoría se encuentran bien arraigados en la mentalidad
bautista popular, especialmente en los países donde la denominación es la minoría.

- LA TEORÍA DE LA RESTITUCIÓN SEPARATISTA: Según esta teoría, la


denominación bautista se originó en el siglo XVII en Inglaterra como una fase del
movimiento separatista. El separatismo fue hijo de otro movimiento amplio, el
puritanismo. Alrededor de 1633, el bautismo llegó a ser una cuestión candente entre
los puritanos. Varios de los sectores del movimiento rechazaron el bautismo infantil.
Estos antipaidobautistas de orden congregacional (posiblemente bajo la influencia del
bautismo continental) dieron otro paso adelante y restauraron el modo neo
testamentario del bautismo, la inmersión, alrededor del año 1641. Fueron llamados
“bautistas”, y así surgió la denominación moderna.
Los historiadores no niegan la posibilidad de una relación espiritual con los grupos
disidentes que le precedieron en el siglo XVII, pero piensan que la “historia de la
denominación bautista” empieza entonces. Hacen la distinción entre la historia del
bautismo, la historia de los principios bautistas, y la historia de la denominación
bautista.
3. LOS BAUTISTAS EN LA HISTORIA ECLESIÁSTICA
El doctor K.S. Latourette escritor del libro Historia del Cristianismo y referente a este
tema dice “El cristianismo es relativamente reciente. Pues en comparación con el curso de la
humanidad en la tierra, la fe cristiana empezó sólo hace unos pocos minutos. Según un
cálculo, la primera aparición sobre la tierra pudo haber ocurrido, más o menos, hace un millón
doscientos mil años. En contraste con estas enormes extensiones de tiempo, es muy breve el
lapso de dos mil años que hasta ahora tiene de vida el cristianismo”
La historia de los bautistas debe ser ubicada de lleno en el marco de la historia
eclesiástica. Los bautistas forman parte de la iglesia universal. No se puede escribir el
desarrollo de la historia bautista sin antes investigar bien la relación de su denominación a
las épocas pasadas y a los otros sectores y movimientos del cristianismo contemporáneo.
- RELACIÓN CON LAS IGLESIAS NEO TESTATEMENTARIAS (1-100): Es
imposible trazar una línea ininterrumpida de iglesias bautistas desde la época
apostólica hasta ahora. En fin la relación con aquellas iglesias primitivas no es
histórica, sino espiritual y teológica.

El vínculo entre los bautistas y la época apostólica es el Nuevo Testamento. Los


bautistas creen que el Nuevo Testamento contienen las normas de una eclesiología.
Fervientemente desean ser, no una denominación que pretende ser “la iglesia
verdadera” sino una denominación que agrupa “iglesias neo testamentarias” que
forman parte de tal “iglesia” Como las iglesias primitivas se organizaban para llevar
a cabo los mandamientos de Cristo en el mundo greco-romano, los bautistas se
organizan sobre las mismas bases reveladas en el Nuevo Testamento, para cumplir
los mismos mandatos en el mundo que ya penetra en la era espacial.

- RELACIÓN CON LA IGLESIA CATÓLICA (100-440): Esta época es el gran


rompecabezas de la historia eclesiástica. No se sabe lo que paso en el cristianismo
durante cuatro siglos. La escasez de datos fidedignos afectaron al cristianismo en
expansión, como por ejemplo: la agonía del Imperio Romano, la mezcolanza iglesia-
estado, la perdida de documentos, la extraña mezcla entre historia y leyenda, la
centralización de las comunidades cristianas en cetros metropolitanos y rivalidad
resultante, la realización de los concilios ecuménicos, toda esta efervescencia política
y eclesiástica se presta más para una interpretación que para una investigación. Dos
cosas son ciertas: 1. Se produjeron en el cristianismo cambios vertiginosos y radicales
y 2) nació la idea una iglesia católica ¡católica pero todavía no romana!

Los bautistas, como sus precursores los anabautistas creen que en este periodo se
realizó una gran apostasía de la fe verdadera. Se cree que en el ambiente político.
Social y religioso, el cristianismo institucionalizado se desvió de la verdad bíblica.

Cabe aclarar que los bautistas creen en la doctrina de “una iglesia católica” porque la
encuentran en el Nuevo Testamento. Por eso simpatizan con la meta ideal del periodo.
De ninguna manera quieren negar la presencia de la “iglesia universal” Creen que
“esta comunidad de los creyentes verdaderos en Cristo” existe en el mundo.
Entienden cómo surgió el deseo de concretarlo en la historia; pero nuestra ojeada a
los acontecimientos de este periodo, a la luz del Nuevo Testamento, no revela el
desarrollo ideal, sino un desvío del ideal. El problema consiste en los medios
utilizados para manifestar la “Iglesia Católica”… la coerción, la persecución, la
política, la guerra y la explotación, medios que no expresan el espíritu voluntario y
bíblico.

A los bautistas, les gustaría llamarse “católicos”, porque creen en la universalidad de


la fe pero lamentablemente, la Iglesia Romana se apoderó del término, y, por
consiguiente perdió su sentido ideal.

- RELACIÓN CON LOS GRUPOS CISMÁTICOS (150-800): Durante los años 150-
800 la idea de una “iglesia católica” iba haciéndose una “iglesia católica romana”
Aunque no se objetaba tanto a “la idea católica”, varios movimientos aparecieron para
protestar contra el aflojamiento de la vida moral y espiritual de las iglesias. Estos
movimientos en la historia eclesiástica representaban lo que Ernesto Troeltsch llama:
“el tipo-secta”

Los montanista, novacianos y donatistas son importante en el estudio de la historia


bautista, no solamente por ser las primeras sectas, sino también, porque muchos
historiadores bautistas los han considerado como eslabones en la historia nuestra.

¿Cuál es nuestra relación con estos grupos?

Montanismo: comenzó en Frigia después de la mitad del siglo segundo. Su nombre


lo tomó de Montano, ex sacerdote de Cibeles, convertido al cristianismo. Él creía que
había llegado la era del Espíritu, predicha en el Evangelio de Juan, y que él mismo
era la boca y el agente escogido por el Espíritu, además que el retorno de Cristo era
inminente. Amonesto a los cristianos a prepararse, abandonando sus ocupaciones,
librándose de los compromisos terrenales y reuniéndose para esperar la aparición del
Señor.

La doctrina montanista era carismática, ascética y quiliastica. Era bastante ortodoxa


en cuanto a la teología con la excepción de la idea una revelación continua y más allá
de la revelación de Dios en Jesucristo.

Este esquema histórico de los montanistas no descubre mucha afinidad entre ellos y
los bautistas. Hay bastante afinidad entre ellos y muchas iglesias pentecostales en el
día de hoy. El único punto de contacto con los bautistas seria su preocupación por
una vida santa y una vida estricta.

Novacianismo: surgió como resultado de un cisma dentro de la iglesia romana en el


siglo III (250). Se produjo a raíz del problema de la restauración de los caídos, o sea,
los reincidentes, que habían negado la fe durante las persecuciones.

Novaciano fue un caudillo del partido rígido que se oponía a la readmisión de los
reincidentes. La mayoría favorecía a Cornelio, el líder del partido liberal que deseaba
readmitirlos. Por eso, Novaciano y su grupo de “puros” cataros se separaron de la
iglesia y se constituyeron en una iglesia cismática. La palabra “anabautistas” se usó
por primera vez con respecto a ellos, porque insistían en el rebautismo de personas
que venían de otras iglesias consideradas “apostatas”

También es equivoco trazar el linaje bautista a través de los novacianos. Hay una
relación espiritual entre algunas prácticas que emanan del principio eclesiástico. Los
bautistas estarían de acuerdo con su insistencia en una iglesia de hombres puros, y en
la importancia de la administración del bautismo.

Donatismo: Surgió en África del Norte después de la persecución de Diocleciano


(311). Su objetivo: salvaguardar la santidad de la iglesia. Los donatistas infundieron
su ira no contra los reincidentes sino contra los traidores en particular. El traidor era
un clérigo que había entregado ejemplares de las Escrituras a los oficiales del
gobierno durante la persecución. El obispo mayorino llamado Donato fue su máximo
representante.

El donatismo no puso en duda el fundamento episcopal de la iglesia; solo demandaba


a los obispos fuesen hombres santos, y sostenían que solo cuando lo son, son eficaces
los sacramentos administrados por ellos. Por eso rebautizaban a sus adeptos. Su
bautismo de adultos no significaba un rechazo del bautismo infantil.

En dos puntos hay afinidad entre los donatistas y los bautistas modernos. 1) El deseo
de purificar la iglesia y 2) La lucha entre el Estado y la Iglesia (separación).
- LA RELACIÓN CON LA IGLESIA CATÓLICA ROMANA (440-PRESENTE): Se
convirtió en la Iglesia Católica Romana durante el papado de León I (440-461), quien
puede ser llamado el primer Papa.

La relación de la Iglesia Romana y las iglesias bautistas se describe gráficamente en


estas palabras de un sacerdote romano: “Hay, me parece, solamente dos puntos de
vista consecuentes con respecto a la iglesia; el católico romano y el bautista. Creo que
los bautistas no tienen razón, pero, por lo menos, su interpretación en coherente. No
puedo decir esto con respecto a otros puntos de vista”

Debido a estas diferencias muy grandes, la mayor parte de los bautistas cree que no
conviene mantener contacto oficial con la Iglesia Romana en el terreno eclesiástico.
Sin embargo hay más contacto extra-oficiales y más dialogo personal que nunca. Esta
parece que va a ser la política que los bautistas van a seguir, por unos años.

Por muchos años, los bautistas adoptaron una postura polémica. Casi todas sus
publicaciones sobre Roma eran respuestas a escritos católicos. Desde comienzo del
siglo XX, el espíritu polémico ha ido desapareciendo. Fue reemplazado por el espíritu
proselitista, o sea de compasión misionera para con los católicos. Las iglesias
bautistas comenzaron a enviar misioneros a los países católicos, creyendo que la gran
mayoría de los católicos lo eran nominales y necesitaban la predicación del evangelio
verdadero.

La cautela bautista en su relación con la Iglesia Romana puede ir cambiando debido


a ciertos factores contemporáneos a saber: 1) el creciente avivamiento bíblico dentro
de la Iglesia Romana 2) la nueva interpretación de la libertad religiosa 3) la
participación activa de Roma en el movimiento ecuménico 4) la necesidad de un
frente cristiano para resistir al creciente secularismo 5) la revolución en el área de las
comunicaciones y 6) la explosión demográfica que acentúa la pequeñez del
cristianismo. Estos factores pueden fomentar un dialogo bautista católico que ira
descubriendo las doctrinas creídas en común. Sin embargo, los dos conceptos de
iglesia seguirán en pugna, pero con un nuevo espíritu de dialogo.

- LA RELACIÓN CON LOS DISIDENTES MEDIEVALES (800-1517): Los


bautistas no poseen vínculos históricos con cada uno de estos grupos. Sin embargo,
son tratados en virtud a las diferentes doctrinas y prácticas que se tienen en común.
Los bautistas los consideran como sus antepasados espirituales. Prepararon el camino
para la posterior aparición bautista unos siglos después.

La verdad es que hubo dos corrientes subterráneas de oposición a la jerarquía católica


medieval: la valdense y la catarista.
Valdenses: oriundos de Lyon, y el norte de Italia, donde remanentes sobreviven hasta
el día de hoy. Los valdenses fueron otro movimiento identificado con los bautistas.
El movimiento comenzó con una reforma encabezada por Pedro Valdo. Esta reforma
laica, altruista y bíblica iba convirtiéndose en un cisma debido a la intransigencia de
los Papas, quienes no querían autorizar a los valdenses a predicar en el idioma
vernáculo (propio del país) y a repartir las Escrituras.

Fue un movimiento hacia la sencillez cristiana, basado en su disconformidad a raíz


de la mundanalidad de la iglesia. Tendían a ser muy flexible con la autoridad de tipo
sacerdotal y a exaltar el lugar del laico en la iglesia. Era evangélico, pero no se
preocupaba mucho no de teologías ni doctrinas.

Cataristas: surgió en el sur de Francia donde se llamó también albigense.


Despreciaba los sacramentos de la iglesia católica y sustituía con una disciplina y una
liturgia propias las de estas iglesias. Eran proselitistas.

Paulicianos: el origen del movimiento es obscuro. Su posición doctrinal sugiere que


surgió dentro del cristianismo armenio. En el siglo VIII experimento un avivamiento
pero fue perseguido cruelmente por los emperadores orientales. Se oponían
vehementemente a la Iglesia Romana, Ortodoxa y Armenia como “satánicas”

La única razón para mencionarlos es que algunos historiadores bautistas los presentan
como esencialmente apostólicos en su doctrina y práctica.

Petrobrusianos y Enriquenianos: forman un solo movimiento. Empezaron


independientemente pero después se unieron. Pedro de Bruys era un sacerdote de la
Iglesia Romana. Enrique de Lausana fue un monje que se asoció con Pedro en su
reforma.

La naturaleza evangélica de sus enseñanzas es evidente: negaron el bautismo infantil,


insistieron en la fe persona como requisito previo a la salvación, rechazaron el uso de
crucifijos, las cruces, los templos, y los altares en el culto; negaron la
transubstanciación y rechazaron la misa; reconocieron las Sagradas Escrituras como
autoridad única, negando así la de la patrística y la tradición.

- LA RELACIÓN CON LAS IGLESIAS PROTESTANTES (1517-PRESENTE): Una


cuestión perenne, y a veces candente, entre los bautistas es su relación al
protestantismo. ¿Son protestantes o no? Sería fácil solucionar el problema, si
pudiésemos contestar sí o no. La respuesta dependerá del contexto de la pregunta. En
un sentido son protestantes; en otro, no lo son.

Es necesario definir el vocablo “protestantismo” en el sentido clásico: movimiento


teológico y eclesiológico que resulto de la Reforma del siglo XVI en Europa. Cuando
usamos el término de “iglesias protestantes” nos referimos a aquellas iglesias
organizadas cuando los principales reformadores: Lutero, Zwinglio. Calvino, Knox,
Cranmer rompieron su relación con Roma. Las iglesias resultantes: luteranas,
reformadas, anglicanas y presbiterianas constituyen un sector del cristianismo,
aunque se han unido en una sola unidad eclesiástica.

Los bautistas se adhieren al protestantismo, teológica y prácticamente, porque


comparten su base teológica de los reformadores y protestantes contra los abusos del
romanismo. Sin embargo, eclesiástica e históricamente no son protestantes porque no
representan ni una ruptura con Roma, ni una ruptura con las iglesia protestantes.

La reforma del siglo XVI planteo la situación histórica en la cual los precursores y
fundadores bautistas pudieron a volver a estudiar el Nuevo Testamento. Al estudiarlo
intentaron restituir su vigencia y así nacieron las primeras congregaciones de ellos.
Por eso, como una denominación, los bautistas consideran a los protestantes como
sus precursores teológicos, pero consideran a los anabautistas como sus precursores
eclesiológicos.

La denominación bautista merece el nombre de la más protestante de las protestantes.


Los bautistas siguen protestando contra doctrinas y prácticas de las iglesias romana,
ortodoxa y armenia. Pero en varios sentidos los bautistas no son protestantes: porque
su origen histórico no es protestante.

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