Las Aberraciones Sexuales
Las Aberraciones Sexuales
Las Aberraciones Sexuales
La inversión
a. Invertidos absolutos (objeto sexual tiene que ser de su mismo sexo, sino les puede
provocar hasta repugnancia)
b. Invertidos anfígenos (objeto sexual puede pertenecer a su mismo sexo como al otro)
c. Invertidos ocasionales (bajo ciertas condiciones exteriores pueden tomar como objeto
sexual a una persona del mismo sexo y sentir satisfacción en el acto sexual)
Este carácter puede conservarse durante toda la vida o desaparecer en algún momento
Concepción de la inversión
Carácter innato
El recurso de la bisexualidad
Quien es anormal en algún otro aspecto (social o ético) lo es también en su vida sexual
Muchos son anormales en su vida sexual a pesar de que en otros campos son normales
Unión de genitales es meta sexual normal en el acto que se designa como coito y que lleva
a l alivio de la tensión sexual y la extinción temporaria de la pulsión sexual
Ciertas maneras intermedias de relacionarse con el objeto sexual se reconocen como
metas sexuales preliminares
Estas practicas conllevan al placer en si mismas y también aumentan la excitación que
debe mantenerse hasta que se alcanza la meta sexual definitiva
Perversiones son
- Transgresiones anatómicas respecto de las zonas del cuerpo destinadas a la unión
sexual
- Demoras en relaciones intermediarias con el objeto sexual
Transgresiones anatómicas:
- Uso de la boca como organizo sexual es considera perversión cuando los labios
(lengua) de una persona entran en contacto con los genitales de la otra, mas no
cuando ambas ponen en contacto sus mucosas labiales
- El factor de asco puede ser vencido por la libido (fuerza de la pulsión sexual
- En lo que respecta al uso del ano, es una meta sexual con sello de perversión
El sustituto del objeto sexual es en general una parte del cuerpo muy poco apropiada a un
fin sexual (pie, cabellos) o un objeto inanimado que mantiene una relación demostrable
con la persona sexual, preferiblemente con la sexualidad de esta (prenda de vestir, ropa
interior)
Caso patológico sobreviene solo cuando la aspiración al fetiche se fija, excediéndose de la
condición mencionada y reemplaza a la meta sexual normal, además cuando fetiche se
desprende de esa persona determinada y pasa a ser un objeto sexual por si mismo
Toda condición externa e interna que dificulta el logro de la meta sexual normal o la
pospone refuerzan la inclinación a demorarse en los actos preliminares y a constituir a
partir de ellos nuevas metas sexuales que pueden reemplazar a las normales
Tocar y mirar:
Sadismo y masoquismo:
La sexualidad infantil
Un concepto fundamental para la comprensión del porqué se suele dejar de lado a la sexualidad
infantil es el de la Amnesia Infantil. Esta cubre los primeros años de la infancia hasta el sexto u
octavo año de vida. En esos años no se conserva memoria, sino que recuerdos vagos o
incomprensibles. Uno vez adultos, todas las impresiones y exteriorizaciones de afectos y pasiones
quedó fuera y los propios adultos no saben sobre ello.
Dice Freud que esta amnesia no puede ser considerada como una desaparición real de las
impresiones infantiles, sino que es una amnesia semejante a la de los neuróticos, es decir, un
apartamiento de la conciencia. Esta amnesia infantil convierte la infancia de los individuos como un
tiempo prehistórico oscuro sobre el inicio de su vida sexual.
Los gérmenes de mociones sexuales del neonato sufren una sofocación que puede ser quebrada por
oleadas regulares de avance del desarrollo sexual o suspendida por peculiaridad individuales. Casi
siempre al tercer o cuarto año de vida del niño, la sexualidad es expresada y capaz de ser observada.
Durante el periodo de latencia, la pulsión sexual se reduce, que se le puede atribuir a la educación,
pero en realidad se debe a factores orgánicos que puede producirse sin la educación.
El chupeteo
Aparece ya en el lactante y puede conservarse hasta la madurez o persistir toda la vida. Este consiste
en un contacto de succión con la boca y labios que no tiene como fin la nutrición. Además, al realizar
el acto de mamar con fruición o placer se combina con el frotamiento de lugares sensibles del
cuerpo, como el pecho o los genitales externos.
Autoerotismo
El chupetear en un niño se rige por la búsqueda de un placer, vivenciado y ahora recordado. Los
labios del niño se convierten en una zona erógena y la estimulación por el cálido flujo de leche fue
la estimulación placentera. Claro está que se asocia con la satisfacción de la necesidad de
alimentarse, pero el quehacer sexual se apuntala en estas funciones vitales.
Cuando aparecen los dientes, la alimentación ya no se cumple exclusivamente mamando, sino
también masticando, entonces el niño prefiere una parte de su propia piel porque se siente más
cómodo y así se procura una segunda zona erógena.
Dice Freud que en el chupeteo o el mamar, se aprecia el apuntalamiento en una de las funciones
corporales, es autoerótica porque no conoce su objeto sexual, y su meta sexual se encuentra bajo
una zona erógena imperante.
Una zona erógena se caracteriza por ser un sector de piel o mucosa en el que estimulaciones
provocan una sensación placentera de determinada cualidad. La propiedad erógena puede
adherirse a ciertas partes del cuerpo, pueden ser zonas predestinadas, pero también se puede dar
en cualquier otro sector.
A semejanza de la zona de los labios, la zona anal es apta para un apuntalamiento de la sexualidad
en otras funciones corporales. Los niños se delatan porque retienen las heces hasta que la
acumulación de estas provoca contracciones musculares, y al pasar por el ano, ejercen un estímulo
sobre la mucosa. Por es que el niño no defeca cuando está sobre el bacinilla cuando alguien se
ordena, prefiere hacerlo cuando él mismo lo desee.
Las activaciones sexuales de las zonas erógenas son el comienzo de la posterior vida sexual
“normal”. Tanto en los niños y niñas se activa, inicialmente, por la micción. También por lavados,
frotaciones, y excitaciones accidentales. Es preciso indicar que hay tres fases en la masturbación
infantil. La primera corresponde al periodo de lactancia, la segunda al breve florecimiento de la
práctica sexual hacia el cuarto de año de vida, y la tercera al onanismo de la pubertad.
Todos los detalles de la segunda activación sexual infantil dejan tras sí, las más profundas huellas en
la memoria de la persona, determinan si el desarrollo de su carácter permanece sana, y la
sintomatología de neurosis si enferma después de la pubertad.
Puede hacerlo como un estímulo de picazón, condicionado centralmente, que reclama una
satisfacción onanista, o como un proceso del tipo de una polución que alcanza la satisfacción sin
ninguna acción. Estas exteriorizaciones sexuales casi siempre se dan por el aparato urinario, por
ejemplo, la enuresis nocturna cuando no responde a un ataque epiléptico, es una polución.
No se requiere de una seducción para despertar la vida sexual del niño, esto es una disposición
perversa polimorfa, que tiene sus orígenes en la uniforme disposición a todas las perversiones.
Entre los tres y cinco años, se inicia también aquella actividad que se adscribe a la pulsión de saber
o investigar. La acción corresponde a una manera sublimada de apoderamiento y trabaja con esa
pulsión de ver/saber.
El varón se aferra a esta convicción (la castración). El supuesto de que todos los seres humanos
poseen idéntico genital (el masculino) es la primera de las asombrosas teorías sexuales, grávidas por
sus consecuencias. En cuanto a la niña, incurre en rechazos genitales del varón con su conformación
diversa. Está dispuesta a reconocerla, y es presa de la envidia del pene, que culmina en el deseo de
ser varón.
Teorías del nacimiento
Muchas personas recuerdan la cuestión de ¿de dónde vienen los niños? en esas épocas se
respondían con frases como “vienen del pecho”, “son extraídos del vientre” o “el ombligo se abre
para dejarlos pasar”. Estas teorías infantiles traen a la memoria modalidades del reino animal.
Cuando los niños son espectadores del comercio sexual entre adultos, concibe el acto sexual como
una especie de maltrato o sojuzgamiento (en sentido sádico). Así mismo, los niños dan prueba de
una gran comprensión de procesos sexuales.
- Los dos tiempos en la elección del objeto: La primera se inicia entre los dos y los cinco años,
y el periodo de latencia la detiene o la hace retroceder. Se caracteriza por la naturaleza
infantil de sus metas sexuales. La segunda ocurre en la pubertad y determina la
conformación definitiva de la vida sexual.
Fuentes de la sexualidad infantil
Ciertos sectores de la piel muestran una particular intensificación de un tipo de excitabilidad que es
propio de toda la superficie de aquella. Por ello es que a ciertos tipos de estimulación general de la
piel pueden adscribirse efectos erógenos muy nítidos.
Tensión sexual:
- Excitación sexual presenta una tensión (que implica displacer).
- Altera la situación psíquica: opera pulsionalmente.
- Nuevo orden de las zonas erógenas: introducen a la excitación sexual. Se puede dar
por medio de la vista de acuerdo a lo que se considere bello en el objeto sexual.
Causa el placer y aumenta el estado de excitación.