Dabul - Consumos Problematicos de Sustancias
Dabul - Consumos Problematicos de Sustancias
Dabul - Consumos Problematicos de Sustancias
Dabul, Karina
Introducción.
Intentando reformular el rol del psicólogo, en permanente compromiso con los desafíos,
que la practica profesional impone, desde una perspectiva inclusiva, interdisciplinaria, e
interinstitucional, tanto desde los diseños de dispositivos de prevención, diagnostico,
tratamiento, y gestión de políticas publica .Contemplando los derechos de la
población destinataria de nuestras prácticas.
Aproximación histórica
Viciosos, enfermos, delincuentes o usuarios?
Al recapitular sobre las definiciones que se aplicaron al encuentro de las personas
consumidoras de drogas, podemos entender como ese segmento de la población, se
transformo, en desposeído heredero de los peores estigmas, que se pueden desprender
de la criminología y la psiquiatría clásica, por un lado y de las teorías del flagelo
demonológicas religiosas, por otro.
convalida una lista de sustancias prohibidas, como objetos penales, en tanto desde su
visión funcionan a través de la teoría del contagio, que infecta al tejido sano de la
población, ya no solo la sustancia misma, con, “sus mágicos poderes”. Sino también a
quien toma contacto con ella, y luego sociabiliza con otros, como “agente trasmisor,”
por lo que el aislamiento, y la sanción son las dos propuestas de dichos modelos. Los
pena privativa de la libertad, que dicha condena, prevé, como instrumento al cual el
Lo primero que voy a afirmar, es que después de veinte años de práctica clínica
hospitalaria en un centro especifico de tratamiento para personas con problemáticas de
consumo, y en el mismo tiempo en la práctica criminológica en diferentas unidades
penitenciarias federales. No es pertinente sostener una respuesta, desde mi humilde
concepción, me encuentro compelida a pensar, compartiendo dicho análisis con un
equipo de trabajadores de salud mental, con el cual transito mi experiencia en el Centro
Carlos Gardel, desde donde sostenemos, que dar una respuesta es cerrar un interrogante,
que solo la singularidad, del sujeto que escuchamos en cada caso en particular, nos
puede aportar, al acercamiento de respuestas, que posibiliten el cambio desde la
complejidad de su subjetividad.
En ese intento de respuesta, cada sujeto se encontrara con su propia historia, con las
diferentes tipos de drogas y consumos, ya sean esta legales o ilegales, un contexto
particular desde la perspectiva sociofamiliar. Solo en esas coordenadas la significación
para cada uno, determinara una relación con el toxico, tal vez un usuario ocasional, con
fines recreativos, tal vez un usuario, con mayor periodicidad.
Solo en algunos casos, ese particular entramado, que se produce, entre un sujeto, su
contexto, y una droga, determinara una conducta adictiva, para ese sujeto.
Si podemos escuchar, esta singularidad aparecen personas que consumen porque les
divierte, o porque no toleran la felicidad, o porque no conciben, que la angustia de la
existencia, es propia y singular del ser parlante, y que ningún polvo mágico puede ser el
remedio permanente para nuestras pérdidas, el único camino es atravesar y elaborar los
duelos, sino queremos que los mismos, nos tracen laberintos sin salida.
Las concepciones que intentan, tener una respuesta única a porque se drogan las
personas, sin abrir, este abanico de posibilidades descriptas, nos dieron resultados de
paradigmas, basados en miradas abstencionistas, de tolerancia cero de consumo, con
dispositivos de encierro en comunidades terapéuticas, como única oferta posible, para
todos igual, el problema puesto en el toxico, y no en lo que le pasa al sujeto, en que
contexto se manifiestan sus consumos, los diferentes tipos de tóxicos y los efectos de
los mismos, con las consecuencias psíquicas y neurológicas diferenciales, y la
estructura psíquica del usuario.
Al reflexionar sobre el rol del psicólogo, desde estos modelos de intervención, es fácil
concluir, que nuestros conocimientos sobre la realidad psíquica y las vicisitudes del
consumidor de sustancias, no eran consideradas, muy necesarias, solo apartar al sujeto
del objeto, era suficiente, y luego dotar al consumidor, de una significación la de
drogadicto, donde lejos estaba la posibilidad, de poder producir cambios de
posicionamiento subjetivo.
Como broche, de una fallida intervención, a nuestras prácticas, se nos delegaba a través
de la implementación de la Medida Curativa, que el Juez penal ordena, realizar los
tratamientos compulsivos en esta doble moral, por un lado delincuente y al mismo
tiempo paciente, un inédito lugar a nuestras prácticas, ya que nuestro informe
psicológico, se convierte en el único caso en que para la Justicia adquiere la
connotación de vinculante. También aquí se vio avasallada la identidad profesional de
los psicólogos, quienes con tanto esfuerzo trataron de construir, y sostener, una
intervención diferenciada de las prácticas y discursos de control social.
Lejos estaban estas miradas, de un abordaje integral de salud como respuesta posible a
estas problemáticas, para con los usuarios de sustancias, sean esta licitas o ilícitas, estos
modelos criminalizadores, tampoco permitían diferenciar claramente el problema del
consumo, del problema delincuencial, situando al primero como el escalón inicial, de la
pirámide, que termina en la figura del narcotraficante.
Nuevas perspectivas
Desde el punto de vista estrictamente jurídico, desde la aplicación del Fallo de la Corte
Suprema de Justicia en el caso Arriola, son cada vez menores los oficios recibidos, por
aplicación de la Ley 23.737, en el caso de personas que tienen drogas para su consumo
personal, pero al ser todavía una Ley vigente, se esperan se pueda cumplimentar con los
proyectos que se encuentran es estudio por nuestros legisladores, que proponen la
despenalización de la tenencia de drogas para consumo personal, derogando finalmente
esa lapidaria sentencia, que se implementa desde hace décadas en la Argentina.
Desde el campo de la salud, toda una conquista y un gran avance, para comenzar a
interpelar nuestras prácticas y aggiornar las miradas, desde la gestión pública en salud,
comienza con la incorporación en la vigente Ley Nacional de Salud Mental Nro. 26.657,
a través de su Artículo 4to.
“Las adicciones deben ser abordadas como parte integrante de las políticas de
salud mental. Las personas con uso problemático de drogas, legales e ilegales,
tienen todos los derechos y garantías, que se establecen en la presente ley en su
relación con los servicios de salud”
todos los derechos establecidos en la Ley Nro. 26.657. El eje deberá estar puesto, en
Este enfoque comienza a proponer, un nuevo paradigma, amparado en una visión ética,
y respetuosa de los derechos de acceso a la salud de los usuarios de drogas,
involucrando a los servicios de salud en su conjunto, en todos sus sectores y
subsectores, a brindar respuestas de atención específicas.
Posteriormente este marco jurídico, es reforzado a través de la Ley Plan IAC.O.P, Nro.
26.934, .de Abordaje Integral de los Consumos Problemáticos, aprobada el 30 de Abril
de 2014. En su artículo segundo, la misma expresa:
El mismo es un plan de alcance Nacional que propone crear en todo el territorio, centros
de prevención, articulando tres componentes básicos, prevención, la asistencia,
(incorporando al PMO de la asistencia a las adicciones y la obligatoriedad de abrir
camas en todos los hospitales generales para casos de desintoxicación) y la integración
social, por medio de becas de estudio y trabajo para personas que estén en situación de
vulnerabilidad y por ello se encuentre en riesgo su tratamiento.
Por lo que la capacitación y formación de los nuevos profesionales en salud mental, que
aporten a estos enfoques resulta, un desafío importante, también en el campo
Universitario, El sendero ya fue abierto, solo se apuesta a que se sumen las próximas
generaciones de colegas a transitarlo.
Bibliografia
Articulo ’ LEY MARCO SOBRE ADICCIONES DE LA CIUDAD AUTONOMA DE
BUENOS AIRES, EL CONSUMO DE DROGAS COMO PROBLEMA
SOCIOSANITARIO ’’. Autor Dr CATANI, Revista ENCRUCIJADAS, UBA. Julio
2008.
AGÜERO, Abel. Drogas y cultura una visión desde la socio- antropologia medica , en
CLINICA INSTITUCIONAL EN TOXICOMANIAS. Ed Letra Viva 2006, Bs As.
Ley Plan IAC.O.P, Nro. 26.934, .de Abordaje Integral de los Consumos Problemáticos.