AMÉRICA
AMÉRICA
Qué es América:
Como América se denomina el segundo continente más extenso del mundo.
Está situado en el hemisferio occidental del planeta y ocupa, de norte a sur,
desde el océano glacial Ártico hasta el cabo de Hornos; se encuentra
delimitado por el océano Atlántico por el este y el Pacífico por el oeste. Cuenta
con una superficie aproximada de 40 millones de kilómetros cuadrados, lo que
constituye 30,2% de la superficie emergida de la corteza terrestre, y una
población de casi mil millones de habitantes, es decir, 12% de la población
mundial.
El origen del topónimo América se atribuye al cosmógrafo Américo
Vespucio, quien fue el primero en percatarse de que las tierras pertenecientes
al continente americano no formaban parte de las Indias Occidentales, como se
creyó en un principio, sino que constituían un continente diferente. Como tal, el
nombre se utilizó por primera vez en en el tratado Cosmographiae Introductio,
de Mathias Ringmann, para acompañar al planisferio mural Universalis
Cosmographia, autoría del cartógrafo alemán Martin Waldseemüller.
Como tal, América fue poblada, según la teoría más aceptada al día de hoy,
aproximadamente hace 40 mil años, a partir de emigraciones provenientes de
Asia y el Pacífico. Las civilizaciones aborígenes, en este sentido, se
esparcieron por toda la masa continental y desarrollaron sus culturas y lenguas
durante siglos. Toda esta etapa civilizatoria previa a la llegada del hombre
europeo se suele denominar como América precolombina o América
prehispánica, es decir, antes de la llegada de Colón y de los españoles.
Vea también Prehispánico.
Justamente los océanos que circundan a este continente son una vía
de comunicación con otros continentes, el Atlántico comunica con
Europa y África, el Pacifico con Asia y Australia; y el otro océano que
lo recorre, el Ártico, que casi todo el año permanece congelado por
el clima extremo, no dispone de importancia como vía de
comunicación por tal cuestión climática.
El centro del continente se caracteriza por la presencia de llanuras.
Origen de america
Hay varios retos que implican y especulan sobre el origen verdadero del nombre del continente americano. De
acuerdo a los relatos históricos, el nombre de América viene de un homenaje a un italiano llamado Américo
Vespucio, un explorador que vivió entre 1454 y 1512. Por lo tanto, el tributo ya no era dado a Cristóbal Colón,
que fue realmente el ‘descubridor’ de estas tierras. Cuando Colón llegó a América, específicamente la sección
geográfica en la que es hoy América Central, pensó que había llegado a las Indias y no que se trataba de un
nuevo lugar geográfico. Así que muchos historiadores han dieron el mérito del descubrimiento finalmente a
Américo Vespucio, por ser el primer navegador en apoyar y promover – sobre la base de las descripciones
realizadas durante el viaje – que las tierras que Colón había descubierto pertenecían a un nuevo continente. Las
declaraciones de Vespucio cobraron crédito en Europa, y fue reconocido, sin embargo en el año 1512 tras su
muerte, sin imaginar que su nombre fue dado al continente.
ARGENTINA
Derechos de autor de la imagenGetty ImagesImage captionBuenos Aires se formó a
orillas del Río de la Plata, que luego dio origen al nombre de Argentina.
El nombre del país significa plata y proviene de la palabra del Latín "argentum"
y la española "argénteo".
"Por el año 1554, aparece por primera vez en una pieza cartográfica la
denominación de Terra Argentea", explica el Ministerio de Defensa de
Argentina en su página web.
BELICE
Una teoría sostiene que el país toma el nombre del río Belice que se encuentra
en ese territorio y que derivaría de la palabra maya Balis, que significa
"fangoso" o "regado".
Otra versión argumenta que Belice es una mala pronunciación del español del
nombre Peter Wallace, un aventurero escocés que se habría establecido en
estas tierras, según explica el Diccionario Oxford de Topónimos del Mundo.
BOLIVIA
Tal vez la denominación de este país sea una de las más predecibles de la
lista.
Responde a una derivación del nombre del militar y político Simón Bolivar, uno
de los padres de la independencia de Sudamérica en el siglo XIX.
BRASIL
Derechos de autor de la imagenGetty ImagesImage captionBrasil le debe su nombre a
un árbol.
El nombre del país surge de un árbol que es de un color rojo intenso casi
similar al de las brasas encendidas.
Los portugueses que llegaron a esas tierras lo llamaron Pau Brasil. Es muy
común hallar esta especie en este territorio de América del Sur y los
aborígenes lo utilizaban por su tinte.
CHILE
Existen muchas teorías de por qué el país adquiere ese nombre.
Otro dicen que las tierras de chilli o tchili para los Incas eran "frío" o "nieve".
Y por último, otros estudiosos argumentan que el nombre del país proviene
de trih o chil, que los aborígenes utilizaban para referirse a un pájaro con
manchas amarillas en sus alas, según explicaba el diario chileno La Nación.
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COLOMBIA
Derechos de autor de la imagenGetty ImagesImage captionEl nombre del país de
Colombia solo tiene 153 años.
El país responde a este nombre desde hace 153 años. Anteriormente fue
llamado Nueva Granada y Gran Colombia. Todos estos cambios también
estuvieron acompañados de modificaciones en la extensión de su territorio a
través de los años.
COSTA RICA
Cristóbal Colón habría sido quien dio nombre a este país al llegar a estas
tierras en su cuarto viaje y tras creer que allí encontraría grandes cantidades de
oro, según explica el Diccionario Oxford.
CUBA
Derechos de autor de la imagenGetty ImagesImage captionEl nombre Cuba proviene
del idioma de los primeros habitantes de la isla.
Algunas sostienen que proviene de la palabra Ciba que entre los aborígenes
taínos que habitaban estas tierras significa "piedra, montaña, cueva".
Una tercera es que responde a la palabra árabe coba, que significa mezquita
con cúpula y haría referencia a la forma de las montañas que se ven desde la
Bahía de Bariay, donde Cristóbal Colón desembarcó.
Y una cuarta (aunque pueden haber más) es que como Cuba está ubicada en
el centro del Caribe, su nombre podría ser una derivación del
taíno Cubanacan que significa "lugar del centro", según el Diccionario Oxford.
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ECUADOR
Derechos de autor de la imagenGetty ImagesImage captionLa línea del Ecuador marca
la división entre el hemisferio norte y sur.
GUATEMALA
Documentos sostienen que el nombre de Guatemala ya aparecía con esa
grafía en el año 1524, según una investigación del diario Prensa Libre de
Guatemala.
HAITI
Derechos de autor de la imagenGetty ImagesImage captionEl grupo aborigen Tainos
también dio origen al nombre Haití.
Haití deriva del idioma arahuaca, que era la lengua de los habitantes primitivos
del lugar y que significa "tierra de montañas".
Ese era el nombre que los taínos le dieron a la parte oeste de la isla que
comparte con República Dominicana.
HONDURAS
Al igual que en Nicaragua, Cristóbal Colón también llegó a las cosas de
Honduras en su cuarto viaje a principios del 1500. Si bien no está claro quién
bautizó a estas tierras, el historiador chileno Robustiano Vera sostuvo que los
navegantes describían sus aguas costeras como "honduras o fondos".
JAMAICA
Su nombre proviene también del idioma taíno y responde a la
palabra Xaymaca o Yamaya, aunque con las traducciones al español y con el
paso de los años terminó en Jamaica. Su significado es "tierra de bosques y
agua".
MÉXICO
Derechos de autor de la imagenGetty ImagesImage caption¿Sabías que México
proviene de Metztlixihtlico?
NICARAGUA
El nombre de Nicaragua proviene de lengua aborigen, aunque hay discordancia
en torno a su significado.
PANAMÁ
Derechos de autor de la imagenGetty ImagesImage captionLa ciudad de Panamá dio
nombre al país.
Una tercera teoría sostiene que Panamá, surge de la frase panna mai de la
lengua indígena cuna y que significaba "más allá".
PARAGUAY
Hay dos versiones en torno al significado del nombre. Si bien la denominación
también proviene del guaraní, como tantos otros nombres de países de la
región, las traducciones a veces no coinciden.
Algunos dicen que Para refiere a "mar", que Gua, "originario de" e y a "agua". O
sea: "agua que viene del mar". Sin embargo, el investigador paraguayo Jorge
Rubiani señala que el nombre proviene de Paragua, y era el de un cacique que
pactó con los españoles. El significado: "corona de plumas".
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PERÚ
Derechos de autor de la imagenGetty ImagesImage captionEl nombre de Perú es mucho
más antiguo a la llegada de los españoles.
Otras teorías sostienen que Perú surge de la palabra Viru, que es una palabra
Quechua.
PUERTO RICO
Los aborígenes taínos que habitaban esta isla la llamaban Boriquén o
Borinquen, que significa "Tierra del Altísimo o del Gran Señor". Y de ahí
también surge el gentilicio "boricua".
REPÚBLICA DOMINICANA
Primero se llamó Santo Domingo (nombre actual de su capital). Y luego se la
denominó República Dominicana.
Una teoría sostiene que toma el nombre de la orden religiosa de los Padres
Dominicos que se estableció en el lugar para evangelizar, explicó la
historiadora Celsa Albert Batista.
Otra teoría es que Cristóbal Colón llegó a esta isla un día domingo y por ello el
nombre, aunque el navegante denominó a toda la isla (territorio compartido
entre República Dominicana y Haití) La Española.
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URUGUAY
Derechos de autor de la imagenAFPImage captionLos guaraníes dieron origen al
nombre de Uruguay.
Según el Diccionario Oxford de Topónimos del Mundo, el nombre del país pudo
haber derivado de uruguä, que para los guaraníes significaba una especie de
"mejillón o caracol".
También señala que podría provenir de Uru, un tipo de ave que habitaba la
zona del río; Gua, que significa "que viene de" e y que representa "agua".
Otra de las teorías que los uruguayos aprenden en la escuela es que el nombre
del país significa "río de los pájaros pintados".
VENEZUELA
Es la "pequeña Venecia", ante su parecido con la ciudad italiana, según la
definieron los exploradores españoles Alonso de Ojeda y Amerigo Vespucci al
observar que las viviendas de los pueblos nativos en las costas de Maracaibo
estaban construidas sobre pilotes de madera.
Sin embargo, documentos sostienen que los primeros navegantes que llegaron
a estas tierras hicieron contacto con los aborígenes que vivían en una pequeña
isla llamada Veneci-uela, según señala un artículo del diario venezolano, El
Nacional.
DEFINICIÓN DE LATINOAMÉRICA
Latinoamérica (o América Latina) es un concepto que refiere a un
cierto conjunto de países que se encuentran en el continente
americano. La delimitación de ese conjunto puede variar ya que existen
diferentes criterios para la conformación del grupo.
Por lo general, Latinoamérica se refiere a los países americanos
cuyos habitantes hablan en español o en portugués. De esta
manera, quedan afuera del grupo naciones como Jamaica o Bahamas.
En ciertos ámbitos, en cambio, la idea de Latinoamérica suele asociarse
al conjunto de países americanos situados al sur de los Estados
Unidos. Por eso, con mayor precisión, se habla de Latinoamérica y el
Caribe como una unidad. Así entran en el grupo naciones
como Guyana, Surinam y Belice. Además de todas estas características
también tendríamos que subrayar otros datos de interés acerca de
América Latina:
• La esperanza de vida de sus habitantes oscila entre los 70 y los 80 años
de edad.
• Las ciudades más importantes que posee, desde un punto de vista
poblacional, son Ciudad de México, Buenos Aires, Bogotá, Río de Janeiro,
Sao Paulo, Santiago, Caracas, Lima o Guadalajara.
• Teniendo en cuenta los acontecimientos históricos a los que ha tenido
que hacer frente Latinoamérica, tales como el colonialismo, tendríamos
que subrayar que su población se puede clasificar en cuatro grandes
grupos en cuanto a etnias se refiere: mestizos, afroamericanos, indígenas
y criollos.
• Además del castellano, el francés o el portugués, los habitantes de
América Latina también hablan otra serie de idiomas o lenguas como son
el guaraní, el quechua, el maya o el aymara.
• Desde un punto de vista religioso, la doctrina que más fieles tiene en
esta parte del globo terráqueo es el cristianismo católico. En este sentido
hay que destacar que precisamente el actual Papa Francisco ha sido el
primer Sumo Pontífice que es originario de Latinoamérica, en concreto es
de Argentina.
• No menos importante es hacer referencia a la educación en esta zona. Al
respecto, podríamos subrayar que los países más avanzados en la materia,
que cuentan con los sistemas educativos mejores y más cualificados son
México y Brasil. A la zaga le siguen Chile y Colombia.
• Brasil, Chile y Argentina son, por su parte, los países de Latinoamérica
más avanzados en materia de salud.
Historia
Artículo principal: Historia de América Latina
La idea de «América Latina» apareció en el siglo XIX y presupone que la región debe
definirse a partir de categorías europeas, en particular "lo latino". Por lo tanto, en rigor, no
puede haber una historia de América Latina anterior al 12 de octubre de 1492.
Adicionalmente y debido a la naturaleza étnico-geográfica de la noción, tanto las culturas
indígenas como afroamericanas no están incluidas en el concepto. Finalmente, desde
1492 hasta el presente, la presencia latina en el continente ha ido cambiando
geográficamente y continúa cambiando, de modo tal que territorios que hace unos siglos
pertenecían a América Latina, hoy ya no pertenecen y viceversa.
ASUNCIÓN
Asunción es el nombre oficial de la capital de Paraguay.
Pero cuando fue fundada, en 1537, recibió el nombre de "La Muy Noble y Leal
Ciudad de Nuestra Señora Santa María de la Asunción". En 1541 fue la creación
del Cabildo, porque hasta ese entonces solo había un gobierno militar, señala
el diario ABC de Paraguay.
BELMOPÁN
Belmopán es la capital de Belice, el país centroamericano que es uno de varios
territorios de América Latina y el Caribe que tienen a Isabel II como reina.
Los países y territorios de América en los que aún reina Isabel II
La capital beliceña es una de las más jóvenes de América Latina, ya que su
fundación se produjo en 1970.
El nombre de este último hace referencia a el grupo indígena que habitaba esa
región.
BOGOTÁ
También llamada Santa Fe de Bogotá, Distrito Capital y Bogotá DC, es la
capital de Colombia.
Y Bogotá es otro ejemplo de ciudad latinoamericana que recibió numerosos
nombres antes y después de su fundación en 1538.
"Bogotá, Facatá o incluso Mueketá, que significarían algo así como fin del valle,
remate de sierra o extremidad del campo, era un poblado indígena", explica la
Secretaría General de Colombia en su sitio web.
Esas palabras tienen origen en el vocablo 'Bacatá', propio del idioma 'chibcha'
hablado por el pueblo indígena muisca, habitante de estas tierras en el norte de
América del Sur.
Para los muiscas, 'Bacatá' era el sitio más importante de su civilización.
Cuáles son los países de América Latina que más dependen de las remesas y cómo pueden
verse afectadas por los cambios migratorios impulsados por Donald Trump en Estados
Unidos
En 1538, se estableció ahí un asentamiento militar que fue denominado
Nuestra Señora de la Esperanza y en 1540, la corona española bautizó a la
ciudad como Santafé.
BRASILIA
Como su nombre lo indica, la capital de Brasil responde al nombre del país.
Brasilia se convirtió oficialmente en la capital brasileña en 1960 luego de que se
planeara su construcción con la intención de crear una capital en el centro del
país.
Hasta este entonces, Brasil había contado con dos ciudades capitales:
Salvador de Bahía y Río de Janeiro, ambas en la costa del país.
El nombre de Brasilia fue sugerido muchos años antes, en 1821, por José
Bonifácio de Andrada e Silva, un naturista y político brasileño conocido como el
"Patriarca de la Independencia".
BUENOS AIRES
Podría ser que los conquistadores españoles que llegaron a la capital Argentina
por primera vez hayan bautizado a estas tierras con el nombre de Buenos Aires
por su aire limpio y puro.
Pero la historia es otra. La Ciudad de Buenos Aires, Ciudad autónoma de
Buenos Aires o Capital Federal, como se la conoce actualmente, recibe su
denominación por una devoción católica.
El nombre que se decidió en su primera fundación en 1536 fue Real de Nuestra
Señora Santa María del Buen Ayre.
Existen varias teorías del por qué la capital venezolana lleva ese nombre.
Otra hipótesis es que el nombre Caracas deriva de una hierba o flor común en
los campos del territorio que los nativos llamaban caraca.
GUATEMALA
Tanto el país centroamericano como su capital comparten nombre, aunque la
ciudad oficialmente se llama Nueva Guatemala de la Asunción desde su
fundación por parte de los españoles en 1776.
Guatemala deriva de la palabra náhuatlQuauhtemallan.
LA HABANA
La actual capital de Cuba fue fundada en 1519 con el nombre de Villa de San
Cristóbal de La Habana.
San Cristóbal, por el santo elegido como patrón de la ciudad, y Habanaporque
así se llamaban los primeros asentamientos, según una publicación del portal
EcuRed.
LIMA
La capital de la República del Perú es Lima, fue fundada en 1535.
Una de las teorías sobre el origen del nombre de la ciudad es que proviene de
la palabra quechua Limaq.
Aunque, según destaca el lingüista Rodolfo Cerrón-Palomino en el sitio web de
la Pontificia Universidad Católica del Perú, la palabra Limaq es a su vez una
derivación de Rimaq"que refleja el fonetismo propio de la variedad quechua
hablada en la costa centro-sureña peruana".
Y su significado es "el que habla" o "aquel que tiene la capacidad de hablar".
Según el texto, sin embargo, el nombre no se refiere a los habitantes de la
ciudad, sino al río Rímac que se lo conoce como "el río hablador", porque al
arrastrar piedras en su cauce genera un sonido similar a un balbuceo.
*Uno de nuestros lectores, Rodrigo Jesús Garcia Cisneros, nos aclara que el
fundador de la ciudad Francisco Pizarro le puso el nombre de "Ciudad de los
Reyes" y que también se la llamaba la "tres veces coronada villa".
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en el que más lo rechaza)
MANAGUA
Managua es la capital Nicaragua desde 1852.
Según algunas teorías, el nombre de la ciudad se origina en el idioma
náhuatl 'Mana-huac-c', que significa "donde hay agua". Y esto sería así
porque la capital incluye el Lago Xolotlán
Otra teoría sostiene que el origen de Managua es antillano y que "ma"
significa grande, "ana", flor y "guá", ésta que es.
Por lo tanto, Managua quiere decir "esta gran flor", según opina el
ingeniero nicaragüense, Alfonso Valle, en un ensayo publicado en el sitio
web de la alcaldía de la capital nicaragüense.
*El lector de BBC Mundo Alvaro Jose Rivera nos envió un comentario
recordándonos que antiguamente León era la capital de Nicaragua y lo
fue hasta 1824.
MÉXICO
La Ciudad de México, capital de México, no siempre fue denominada
así.
Ese nombre lo instauró el conquistador español Hernán Cortés que
reemplazó la denominación original de México-Tenochtitlán en 1535.
La capital mantuvo ese nombre hasta 1970 cuando se lo cambió
a Distrito Federal. Pero en 2016 volvió al original Ciudad de México.
México es la traducción y simplificación al español de Metztlixihtlico, el
nombre con el que los aztecas denominaban a su capital.
Significa "en el centro de la luna" o ya que mētztli responde a luna, xictli a
centro y co a lugar.
Algunas teorías sostienen que el verdadero significado de México es "el
ombligo de la luna".
MONTEVIDEO
Uruguay tiene como capital a Montevideo que fue fundada en 1726.
Y existen múltiples teorías sobre el origen de su nombre.
Algunos dicen que la palabra apareció primero en mapas españoles como
"Monte VI D. E-O", que significaría "el sexto monte de Este a Oeste".
Esto porque así se le veía al navegar por la costa del Río de la Plata, señala la
periodista de BBC Mundo Ana País en su artículo "El Montevideo de
Minnesota: la extraña experiencia de visitar el puedo en Estados Unidos que se
llama como la capital de Uruguay".
El Montevideo de Minnesota: la extraña experiencia de visitar el pueblo en Estados Unidos
que se llama como la capital de Uruguay
Otros opinan que surge de la inscripción "Vidi" que dejó el explorador italiano
Américo Vespucio cuando descubrió ese mismo monte en 1501.
Y otros sostienen que, al ver el cerro, un vigía que navegaba junto al
explorador portugués Fernando de Magallanes gritó: "Monte vide eu", lo que se
traduce como: "He visto un monte", en una mezcla de latín, gallego y
portugués.
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PANAMÁ
País y capital comparten el nombre y su significado tiene varias
interpretaciones.
PUERTO PRÍNCIPE
Es la capital del país caribeño Haití.
Se cree que la ciudad recibe el nombre de un barco 'Le Prince' cuyo capitán era
Saint-André y que llegó a esas tierras en 1706.
Pero no fue hasta 1749 que la ciudad recibió el nombre de Puerto Príncipe con
su fundación en manos de franceses.
QUITO
Aunque todos conocen a la capital de Ecuador simplemente como Quito, su
nombre oficial es San Francisco de Quito.
No se sabe a ciencia cierta cuál es el origen del nombre de la capital "porque la
mayoría de las teorías se acercan más a una leyenda", señala un artículo del
diario ecuatoriano El Telégrafo.
La teoría más aceptada en torno al nombre es que Quito proviene de la lengua
chibcha, de los aborígenes Quitu-Cara, habitantes originarios de la zona
Pichincha en Ecuador.
La palabra quitu significa lugar o espacio en el centro del mundo.
SAN SALVADOR
Es la capital del país centroamericano El Salvador. Y su nombre también tiene
una conexión fuertemente católica.
La denominación de la capital responde a la festividad del Santísimo
Salvador creada en 1457 por la Iglesia Católica Apostólica Romana para
celebrar la victoria de los ejércitos cristianos sobre las fuerzas del conquistador
turco otomano Mehmed II en 1456.
SAN JOSÉ
San José es la capital del país centroamericano Costa Rica y la ciudad
mantiene ese nombre desde 1813.
Pero la ciudad antes era conocida como La Boca del Monte o Villa Nueva de San
José.
El nombre de San José responde al santo católico porque fue designado como
patrono de la ciudad en 1737.
*El lector Mairon Emmanuel Loaiza Monge nos recuerda que antes de que San
José fuese la capital del apís, la ciudad de Cartago cumplía ese rol.
SAN JUAN
San Juan es la capital de la isla caribeña de Puerto Rico.
*Según nos recuerda la lectora de BBC Mundo Nicky Eleida Rosario Texidor, la
capital de Puerto Rico no siempre fue San Juan, "originalmente la capital de
Puerto Rico era Caparra".
SANTIAGO
Es la capital del país sudamericano Chile. Y se la conoce también como
Santiago de Chile.
En la fundación de la ciudad en 1541, Pedro de Valdivia, un militar y
conquistador español la bautiza como Santiago del Nuevo Extremo.
SANTO DOMINGO
Santo Domingo es el nombre oficial de la capital de República Dominicana,
país caribeño que junto a Haití ocupan la isla La Española.
Su fundación en 1498 estuvo en manos de Bartolomeo Colón, hermano de
Cristóbal Colón. Y se trató del primer asentamiento europeo en América.
Una teoría dice que debe su nombre al fundador de la orden católica conocida
como "dominicos" o "dominicanos" que llegaron a América para evangelizar,
según el diario Libre de República Dominicana.
Otra a que es en honor el padre de los Colón, quien se llamaba Dominico.
SUCRE
Sucre es la capital histórica y constitucional de Bolivia. Aunque la ciudad de La
Paz es la sede del Poder Ejecutivo y Legislativo.
Sucre recibe ese nombre en 1839 en honor al revolucionario venezolano
Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre, quien fue clave para la
independencia de América.
La ciudad también tuvo sobrenombres como "La ciudad blanca", "La vieja" y
"La culta".
TEGUCIGALPA
Tegucigalpa es la capital del país centroamericano Honduras.
La mayor parte de las teorías sugieren que el nombre de la ciudad deriva del
idioma náhuatl, pero numerosos historiadores, investigadores y escritores
ofrecen diferentes explicaciones sobre su significado.
Según detalla el diario La Tribuna de Honduras, las diferentes interpretaciones
que existen en torno a la palabra apuntan a descripciones de lugares y personales
especiales como "Señor en los palacios reales", "Lugar de residencia de los
Nobles", "Lugar de las Piedras Pintadas", etc.
Aunque el continente de América fue descubierto por Cristobal Colón, éste no lleva su nombre. La
nomenclatura de América viene por el controvertido y polémico Américo Vespucio (Amerigo
Vespucci, su nombre en italiano) un navegante, comerciante y cosmógrafo italiano que escribió varias
crónicas acerca de sus viajes por el continente. La controversia se le asocia debido a la acusación de
apoderarse de un descubrimiento que no fue realizado por el mismo. En realidad el encargado de poner el
nombre al mapa Universalis Cosmographia fue el cartógrafo alemán Martin Waldseemüller y lo
aplicó a lo que hoy es Sudamérica.
Características de la cultura
latinoamericana
2.Países latinoamericanos
Los países que componen el continente latinoamericano van
desde Norteamérica hasta Suramérica, y son: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile,
Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras,
México, Nicaragua, Puerto Rico, Panamá, Paraguay, Perú, República
Dominicana, Uruguay, Venezuela.
3.
Antecedentes precolombinos
La historia de la región data de hace miles de años, ya que en su región se
hallan dos cunas civilizatorias como la región incaica o la mesoamericana.
4.Etapa colonial
A la conquista por parte de los Imperios español y portugués del continente
americano siguió una etapa colonial de más de tres siglos, durante los cuales se
implantó una sociedad de castas raciales, es decir, segregada en base a tres
grupos: blancos europeos, indígenas nativos y negros esclavos.
7.Diversidad
La principal característica de la cultura latinoamericana como un todo es su
amplia diversidad, que asimila y a la vez distingue a un ciudadano
latinoamericano de Guatemala de uno de Venezuela y de otro de Chile.
Esta diversidad se da en prácticamente todos los ámbitos: el lingüístico, el
gastronómico, el racial, el folclórico, etc. Sin embargo, las bases heredadas de
la colonia les proveen de unidad en medio de la diferencia, lo cual hace de la
América Latina uno de los continentes más ricos culturalmente del mundo.
8.Lenguas
La lengua predominante de la cultura latinoamericana es la española, con una
importante variedad de acentos y variantes dialectales, agrupadas
principalmente en torno a cinco regiones principales: la caribeña, la andina, la
rioplatense, la araucana y la centroamericana.
9.Religión
La religión predominante en la cultura latinoamericana es la católica, herencia
de la colonia europea en todos sus países. Sin embargo, este catolicismo difiere
de la variante peninsular en su carácter sincrético, que convivió de manera más
o menos velada con tradiciones y deidades africanas y aborígenes, dándoles
cabida bajo el credo cristiano.
Por ejemplo, celebraciones de santos católicos como San Juan o Santa Bárbara
se llevan a cabo mediante tambores y ritos claramente negroides, en especial
en el Caribe.
América Latina
América anglosajona
Actividades
- Iberoamérica
- Hispanoamérica
- América anglosajona
Evolución histórica
Una apretada síntesis de los elementos condicionantes y potenciadores de la cultura
latinoamericana y sus espacios, podría resumirse en lo siguiente:
• Los universales culturales reconocidos durante estos procesos por los países de la
región, se pusieron en “tela de juicio” a partir de las disputas territoriales que se dieron
en la operacionalización y consagración de los Estados-naciones postindependencia.
La segurización fronteriza (uno de los fundamentos del Estado) y la reafirmación de los
espacios propios, se realizó mediante la oposición de la fuerza y de la socialización
nacional (identidad diferenciada frente al resto).
• La evolución de los propios espacios simbólicos de los países y su relación con las
especificidades de lo local, generaron segundos niveles de interpretación perceptiva y
valórica de los reconocimientos comunes que se dieron durante el período colonial y
de formación de los Estados-naciones. En relación a ello, cabe mencionar los
elementos que se fundieron con las culturas originarias a partir de procesos como la
conquista (con el traslado de esclavos africanos por ejemplo) y las posteriores
migraciones europeas, situación que produjo realidades diferenciadas a nivel regional
(mezclas raciales, lenguas, dialectos, consagraciones religiosas, usos, etc.).
• Dado el rol periférico que ha jugado América Latina en el concierto mundial, este
proceso de evolución cultural continuó permeado por factores externos provenientes
de los polos de poder internacional. Primero, desde Europa en la llamada “era de los
imperios compartidos”, luego de EE.UU. durante la mayor parte del siglo XX y, por
último, por el eje de disputa de las potencias emergentes al finalizar la II Guerra
Mundial e instaurarse el período de Guerra Fría (léase EE.UU. y URSS).
• Los ejes ideológicos de la confrontación sistémica de este período, incidieron
fuertemente en la vida política, económica y social y, por lo mismo, en la cultura e
identidad nacional de los países en cuanto a la pertenencia y reconocimiento de estos
modelos, situación que cruzó, transformando y/o mediatizando, los imaginarios
comunes.
De vuelta en la región
Los procesos de pacificación de Centroamérica con la constitución del Grupo de
Contadora y del Grupo de Apoyo a principio de los ochenta, el retorno a la democracia
en Latinoamérica después de décadas de dictaduras militares y el fin de la
confrontación sistémica con el derrumbe del Muro de Berlín y la desintegración de la
Unión Soviética, entre oros aspectos, recentraron la mirada de los Estados-naciones
latinoamericanos, revalorizando las peculiaridades de sus procesos políticos y
sociales.
Globalización cultural
Este proceso de retorno a la región, por otro lado, ha estado cruzado y condicionado
inevitablemente por el proceso de globalización (contracción de las esferas de lo local,
nacional e internacional) en marcha, donde las nuevas interacciones no sólo han
cambiado la forma de pensar, sino, también los objetivos pensados.
La “babelización” de la cultura que propone este proceso, en todo caso, está siendo
asumida desde las particularidades a partir de lo que Jean Daniel de Le Nouvel
Observateur caracterizó como ”el conflicto entre el conservadurismo y el progreso, el
vagabundeo y el arraigo, la mundialización y los particularismos, el individuo y la
comunidad; en resumen, entre la tradición y la modernidad” . Es decir, en la región hay
una confrontación-mutación en marcha que pone en tela de juicio los anclajes de la
identidad tradicional en la búsqueda de una síntesis y/o reinterpretación con la cultura
global dominante a partir de intereses y necesidades específicas.
Particular importancia de la globalización y del estilo de modernidad que propone, ha
sido la fragmentación cada vez mayor de la sociedad a pesar de su tendencia
homogeneizadora. Alain Touraine expresó al respecto que ”la sociedad posmoderna
llevó al límite la ruptura con todas las representaciones de la vida social. Ya no se
podrá hablar de sociedad, sino solamente de expresiones y estilos particulares”. En
este sentido, es difícil halar de una identidad pura en las sociedades latinoamericanas
y, por lo mismo, habría que señalar distintos “niveles de identidad” como lo expresa
Eric Hosbawn. Al respecto, conviene observar que según un estudio de la Oficina
Norteamericana de Censos, la población hispana en EE.UU. ascenderá a los 100
millones en el año 2050, lo que nos da una pista de las mutaciones en marcha.
El esquema de “universos abiertos” dentro de la lógica de la integración requiere de
una revisión en su evaluación y criticismo respecto del proceso de globalización ya
que abre escenarios complejos y peculiares, fragmentaciones simbólicas, etc., que van
más allá de la simple reducción al acento sobre los acuerdos comerciales y políticas
de intercambio. Entre estos factores puede señalarse el desarrollo informático y
comunicativo de las sociedades entre sí, que se han beneficiado por el proceso de
integración tecnológica, entre otros.
Algunas observaciones
Podemos observar, por otra parte, que las características, la dinámica y complejidad
creciente que han adquirido las relaciones regionales en el último tiempo (espacios
donde se han establecido intercambios culturales múltiples), y que contemplan actores
diversos, niveles diferenciados, con permanencia e influencia desigual, encontramos
un sinnúmero de espacios culturales latinoamericanos que no se agotan o expresan
necesariamente en actores tradicionales, en temáticas clásicas o espacios geográficos
claramente definidos a partir de la diversificación de intereses y metas. Ello, a pesar de
que proximidad y tradición histórico-cultural constituyen variables significativas y
potenciadoras de los espacios culturales.
A pesar de ello, el paradigma tradicional de las relaciones entre Estados (modelo del
Estado céntrico) sigue siendo preponderante en las relaciones domésticas e
internacionales y en la operacionalización de las relaciones de otros actores. En este
sentido, el Estado con sus capacidades de adhesión-socialización y operacionalización
social, sigue siendo el principal actor (cuasi hegemónico) en la formulación y
viabilización de las relaciones internas y externas de los países y, por lo mismo, en la
cimentación de espacios culturales. Sus decisiones y políticas condicionan los
caminos sociales y del individuo, la percepción y el simbolismo de la realidad que ellos
tienen, operacionalizando o limitando los espacios y formas de contacto.
Este efecto sobre los patrones culturales y de identidad, quizás no tenga un sentido
tan puro como fueron concebidos originalmente por Bolívar u otros próceres de la
integración, o por declaraciones oficiales de Cartagena de Indias de los ministros de
Cultura y responsables de las Políticas Culturales (IX Cumbre). Sin embargo, sienta un
marco más expedito, comprensivo, tolerante y participativo que dé cuenta de los
universales culturales latinoamericanos y de los niveles diversos de identidad que
conviven en la región, en vistas a un denominador común multicultural.
Comentario final
A modo de resumen, podemos señalar que no existe una taxonomía excluyente o una
identificación cultural que no está inserta en la dinámica de las paradojas de la
globalización como proceso estrictamente confuso y diluyente de los márgenes de
interacción. Es por eso que en América Latina no se puede hablar de una cultura única
o espacio cultural único, a pesar de los “universales culturales” forjados en su devenir
histórico, ya que no se ha logrado una síntesis cultural a través de la asimilación, el
“melting top” o la multiculturalidad, entre otros, que dé sentido a la identidad regional
pura. En este sentido, la región está compuesta por “identidades múltiples y
combinadas” y, por lo mismo, por ejes culturales diversos que nos asimilan y nos
diferencian entre sí y frente a las otras regiones del mundo.
Esta realidad, sin embargo, tiende a cambiar con los procesos que se desatan en la
década de los 80 al finalizar lo que Hosbawn llama “el siglo corto”. Los procesos de
pacificación de América Central, el fin de la Guerra Fría, la consolidación de la
democracia (no sólo vista en la consolidación de instituciones, sino que también como
ampliación de los reconocimientos) y el mercado en América Latina, y el proceso de
globalización en marcha, impusieron en la región una nueva mirada y valorización de
sí misma.
EL SISTEMA POLITICO
LATINOAMERICANO_*
INTRODUCCION
América Latina se ha caracterizado por tener continuos cambios de gobierno, la inestabilidad de los
mismos, y la tendencia a conservar determinadas pautas de mando político por un lado, frente a la
intención frecuentemente fallida de cambio de signo –ideología- en el gobierno por el otro, lo que ha sido
la constante noticia y comentario desde la década de los '30 en todos los Estados latinoamericanos.
Se ha escrito mucho sobre la problemática latinoamericana, y sobre sus aspectos históricos, especialmente
en relación con Estados Unidos, y sobre las políticas que este país ha ido aplicando históricamente en sus
sucesivos períodos de gobierno, hacia América Latina. Sin embargo, es mi opinión, que no se ha hecho un
estudio profundo sobre el sistema político latinoamericano. Al menos sobre la existencia de un sistema
político específico en América Latina que la caracterice desde ese punto de vista.
Es cierto que existe una “geografía” llamada América Latina; lo que no necesariamente coincide con la
existencia de un sistema político que abarque esa región.
Pero lo más peculiar es que, lo que era considerado como la “verdad” en la América Latina de los ´40,
los ´50, los ´60, incluso hasta los ´80; luego de la caída del Muro de Berlín en 1989 y la desintegración de
la URSS en 1991 que permitió la expansión planetaria del capitalismo, paso a ser lo errado, lo
equivocado, la mentira, y la “verdad” empezó a ser exactamente lo opuesto. Se ha dado un “antes y un
después” en América Latina con un corte, que se ubica en 1989.
Durante décadas, especialmente luego de la segunda guerra mundial, el intervensionismo del Estado, el
proteccionismo, las actitudes nacionalistas y nacionalizantes, el crecimiento de las leyes sociales y
laborales, ha sido la verdad y todo lo opuesto considerado como “traición a la patria”. Sólo los sectores
liberales que podían acceder al gobierno mediante golpes de Estado, penaban y promovían lo contrario,
incluyendo las propuestas y consejos de los diferentes gobierno norteamericanos hacia América Latina.
Hoy, y se puede decir, desde el “Consenso de Washington” de 1989, la tendencia es al achicamiento del
Estado y su rol, las privatizaciones y la total apertura de las economías, la total desregulación de la
economía y de las leyes sociales y laborales. Hoy la gente trabaja más de 12 horas y no es ilegal exigirle
que lo haga o echarla y reemplazarla por otra.
América Latina, particularmente su sistema político, ha sido estudiada fundamentalmente por
norteamericanos o europeos, y muy poco, casi nada, por los propios latinoamericanos. Hay un manifiesto
desinterés por parte de los latinoamericanos a estudiar su propia región. Es más, no se puede decir que
América Latina constituya una región –salvo geográficamente- desde el punto de vista político o
económico, más allá de los emprendimientos -hasta ahora siempre fallidos- integrativos. No existe la más
mínima coordinación de políticas entre los diferentes Estados de la región. No existe un “Consenso
Latinoamericano”, al estilo del Consenso de Washington para resolver las problemáticas de la región,
siguiendo pautas y criterios propios.
La base de este proyecto, se hizo a partir del estudio hermenéutico de un trabajo realizado por Charles W.
Anderson (1). La idea principal ha sido estudiar las características centrales del comportamiento del
sistema político latinoamericano, y aportar algunas ideas, en base a criterios propios y lectura de trabajos
adicionales, con el propósito de elaborar e implementar algunos nuevos aportes.
1) elecciones;
2) revolución, tanto real como típica;
3) golpe de Estado;
4) manifestaciones de todo tipo;
5) violencia.
EL PENDULO POLITICO EN EL SISTEMA LATINOAMERICANO
INTEGRACION DE LAS ECONOMIAS AL MUNDO Y EL DESARROLLO
CRITERIOS DE DESARROLLO IMPERANTES
a) convencional;
b) reformista; y
c) revolucionario
CARACTERISTICAS HISTORICAS DE LAS ECONOMIAS
LATINOAMERICANAS
CASOS DE ESTUDIO
MARCO METODOLOGICO
Estrategia Convencional
Estrategia Reformista
Estrategia Revolucionaria
PARADIGMA DE RELACIONAMIENTO
INTERNACIONAL DE AMERICA LATINA
ETAPA POST SEGUNDA GUERRA MUNDIAL HASTA REYKJAVIK (1985)
ETAPA REYKJAVIK (1985) EN ADELANTE
CONTEXTO LATINOAMERICANO POST REYKJAVIK
PARTE II
______________________________
VIII. POLITICA ECONOMICA
IX. ORIENTACION DE LA INVERSION
X. SECTOR PRIORITARIO PARA DINAMIZAR EL DESARROLLO
XI. INVERSION EXTRANJERA
XII. INSTRUMENTOS PARA EL DESARROLLO
XIII. PLANIFICACION DEL DESARROLLO
XIV. PERMISIVIDAD DE LA ELITE LOCAL AL FUNCIONAMIENTO DEL
CRITERIO
XV. PERMISIVIDAD INTERNACIONAL AL FUNCIONAMIENTO DEL
CRITERIO
XVI. LOGRO DE OBJETIVOS DE DESARROLLO
El Estado en América Latina: un análisis desde las
políticas públicas
Gonzalo Delamaza Escobar 1
Leonel Flores 2
1
CEDER - Universidad de Los Lagos, Santiago, Chile. Email:
[email protected]
2
CEDUA, El Colegio de México, A.C, Ciudad de México, México. Email:
[email protected]
Los estados latinoamericanos han tenido distintas dinámicas políticas, algunos han
logrado mantener su estabilidad y la orientación de las políticas por largos periodos,
otros han cambiado frecuentemente el tipo de políticas, sobre todo cuando cambian
los gobiernos. Distintos proyectos de reformulación de la institucionalidad estatal en
la región se han concretado también en reorientación de algunas de sus políticas
(como las políticas con enfoque de derechos, por ejemplo), mientras que, por el
contrario, ciertas políticas muestran aspectos de continuidad a pesar de las
transformaciones políticas en el control del estado (como ocurre con las políticas
que favorecen el extractivismo y el neoextractivismo).
Por otra parte, algunos países logran poner en marcha las políticas, en función de
los marcos normativos, de los planes de desarrollo o de los programas públicos, en
tanto que otros, o bien carecen realmente de dichos instrumentos de orientación
estatal de las políticas, como ocurre con los países donde predomina aun un
enfoque neoliberal que confía al mercado y su apertura esta tarea; o bien tienen
problemas para activar las instituciones y poner en marcha las políticas, lo que se
traduce en una implementación deficiente (Lora, Eduardo (Ed), 2006; Stein, Ernesto et al. [coords.],
2006
). Algunos países se esfuerzan por poner en el centro de las políticas el interés
público, mientras otros aprovechan la ambigüedad de los marcos de la acción
pública para beneficiar a sectores específicos (Lora, Eduardo (Ed), 2006; Barba Solano,
2009
), o simplemente descansan excesiva y acríticamente sobre las “alianzas
público-privadas” renunciando a funciones que les son propias (Cunill, 2016).
La finalidad de este número es analizar las políticas públicas que se han diseñado e
implementado en los estados latinoamericanos para interpretar y comprender la
forma de reaccionar frente los problemas públicos. El análisis de las políticas nos
aproxima a su origen, es decir, explica cuáles son los procesos económicos,
políticos, sociales o administrativos que hicieron emergen determinados problemas
como problemas públicos, que demandaron la toma de decisiones( Jobert, 2004). Se
conocen a los distintos actores (legislativo, ejecutivo, sector social, sector
empresarial, tecnocracia nacional e internacional, etc.) que incidieron en las
diversas etapas para el diseño e implementación de políticas. La puesta en marcha
de una política devela la forma de funcionamiento del sistema de instituciones y
organizaciones públicas(Roth Deubel, 2006). El análisis se completa con los estudios sobre
los efectos de las políticas públicas en la sociedad, determinando el impacto que
tuvo la acción pública para modificar una situación definida previamente como
problemática.
Las políticas públicas transparentan la acción del Estado, pues dan cuenta de los
intereses, la agenda y la forma en que se diseñan e implementa la acción pública.
El análisis de las instituciones juega un papel importante, pues son las instancias
encargadas de poner en marcha cualquier acción diseñada en el marco jurídico, los
planes de desarrollo o incluso en otras instancias gubernamentales ( Bolívar Espinoza &
Flores Vega, 2014
). La finalidad es caracterizar a los estados latinoamericanos, analizar
comparativamente para dar cuenta de la forma de actuar de uno o más estados
ante las problemáticas que son propias de la región.
Nora Gray, Cynthia Basualto y Vicente Sisto, estudian una “Política pública sobre
capacitación y empleo en Chile: Inclusión/exclusión de una fuerza laboral
que envejece”.A través de un estudio exploratorio de carácter evaluativo, analizan
la oferta de los programas vigentes del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo
(SENCE) en Chile, respecto a si promueven o no la inclusión de trabajadores
adultos mayores. Se caracterizan los programas de esta entidad considerando
antigüedad, focalización, presupuesto, población objetivo, rango etario, periodo de
gobierno. El análisis es de tipo clasificatorio respecto de su grado de inclusión de
los/as adultos/as mayores. De los trece programas analizados solamente cinco son
realmente inclusivos. El trabajo aborda un tema clave desde el punto de vista de la
integración de la fuerza laboral que está envejeciendo en Chile. Las oportunidades
de capacitación para este grupo, aunque existen, son insuficientes, considerando
que para las personas mayores que decidan mantenerse en el mercado laboral o se
vean obligados por razones económicas, la exclusión laboral y la discriminación se
pueden evitar si están suficientemente capacitados y actualizados en
conocimientos.