Educ. Cristiana 2019
Educ. Cristiana 2019
Educ. Cristiana 2019
INTRODUCCION
Una de las más grandes necesidades de las que adolece la iglesia del mundo cristiano actual
es la falta de aplicación de una metodología educativa con base a los principios cristianos
fundamentales. Dicha necesidad encuentra su razón en la poca o casi nula disposición de
herramientas y recursos metodológicos para el adiestramiento y desarrollo educativo de
cristianos en la iglesia local. Sumado a esto, encontramos la imperiosa influencia de patrones
educativos seculares que en muchas ocasiones han ocupado el primer lugar en la enseñanza
eclesial.
El presente Curso ofrecer una respuesta a esa necesidad desde una cosmovisión bíblica y
cristiana, proporcionando a los líderes y maestros cristianos un conjunto de herramientas
cognoscitivas que los prepararán para la labor educativa en la iglesia; un conjunto de
metodologías que lo llevarán a tomar actitudes concretas y un conjunto de programas que le
permitirán desarrollar habilidades a favor del desarrollo educativo de la iglesia local en el
contexto en que se encuentre.
En las siguientes páginas se harán una introducción a la educación cristiana eclesial y luego
se iniciará el viaje por medio del cual se explorarán cada una de las áreas que ésta implica,
tales como el estudio del maestro, lo métodos de enseñanza, conocimiento y control del grupo
de estudio y los diferentes programas de educación cristiana que pueden desarrollarse en la
iglesia local. Por lo cual, se invita al estudiante del Curso a iniciar el camino de la preparación
en educación cristiana del cual se espera obtener muchos beneficios en la edificación de la
iglesia de Dios, la cual es el cuerpo de Cristo y necesita ser edificada sobre una base
educativa de principios bíblicos.
ella, germinará y comenzará su proceso de crecer, y un día nos dará el fruto del cual ella
salió. Todo esto tomará tiempo, en algunos casos más que en otros.
La Educación Cristiana entendida como proceso, planifica para que a través de una serie de
pasos sistemáticos la gente pueda ser transformada a la luz de las demandas del evangelio.
Este cambio no se produce de un momento a otro. Es un cambio sistemático que demanda
que el individuo sea retado en los contenidos de su fe y que a la vez entienda la historia de la
salvación y la haga suya. Que se apropie de esa historia y que ella se convierta en un poder
transformador. Ello va más allá que el puro conocimiento de los contenidos de una creencia
en particular o los postulados de una doctrina.
«el proceso de decodificar la realidad, o sea, desnudar la realidad de tal forma que podamos
entender los mitos que forman la estructura de dominación que perpetúa, de tal manera que la
gente se disponga a cambiar la realidad en dirección de la humanización.»
Cuando Paulo Freire habla de codificación y decodificación se refiere a lo siguiente, la
realidad nos llega a nosotros en formas codificadas. Esto es, en representaciones
existensiales de una situación donde sus elementos constitutivos están en interacción y
parecen lógicamente aceptables. Esta codificación puede darse como elementos verdaderos
o elementos míticos. Los elementos verdaderos son aquellos congruentes con el proceso
humanificador. Los elementos míticos son aquellos utilizados como herramienta
deshumanizante.
En términos religiosos también existen muchos mitos que nos llegan como parte de la
realidad, sólo para nombrar algunos diremos; el mito de que el cristianismo es sinónimo de
democracia. El mito de que el único propósito misionero moderno era expandir el cristianismo
en América y el Caribe. El mito de que ser humilde es aceptar ser pisoteado. El mito de que la
paciencia cristiana es esperar que Dios actúe. El mito de que la iglesia es la única que Dios
usa en su plan de salvación. El mito de que la paz es soportar en amor todo lo que se nos
haga. El mito de que sólo mi grupo tiene la verdad. El mito de que la vida externa es
testimonio de la interna.
La irrupción del Verbo de Dios en la historia marca el comienzo de un despertar a la
erradicación de los elementos míticos de la realidad. Jesús como el Cristo se encuentra con
un mundo constituído sobre unos principios religiosos antiguos que propendían la
perpetuación de un sistema dominado por una clase poderosa, los fariseos, en contra de las
multitudes pobres y desamparadas de la sociedad judía. La ley se convirtío en el elemento
mítico a través del cual se castigaba a aquellos y aquellas que por razones de las mismas
condiciones quedaban atrapados en la encrucijada de la necesidad. El fariseo, al igual que el
saduceo; interpretaba, entonces, que su posición era consecuencia de su justicia (entendida
en términos veterotestamentarios) mientras que los males y pobrezas de los otros eran
consecuencia de su pecado.
¿Qué pertinencia tiene para los educadores cristianos conocer sobre la codificación o la
introducción de los elementos míticos de la realidad? Mucha. La educación es básicamente
una tarea política. Ha sido de una o de otra manera utilizada para la domesticación de los
pueblos, o sea, para hacer que los pueblos respondan a los intereses de las clases
dominantes (que por ende controlan los sistemas educativos de los países) y puedan aceptar
sus mitificaciones de la realidad. Este proceso que se ha definido como «socialización» (y que
es uno de los objetivos universales de la educación) es una tarea política de la educación.
Trata de ajustar al individuo para que acepte la realidad tal como se le presenta, sin ser crítico
de ella. Y si por casualidad se critican los males de la sociedad, lo hace poniendo la culpa en
los desposeídos y no en las raíces mismas de los problemas sistématicos.
La educación Cristiana tiene dos tareas básicas, concientización y transformación. La
concientización es un proceso que abarca niveles diferentes, el despertar de la conciencia y la
concientización.
El despertar de la conciencia (conciousness) busca capacitar a la gente para distinguir y
decodificar la realidad. Implica guiarles para que comprendan lo que hemos descrito como los
elementos míticos de la realidad y descubran (por sí mismos y mismas) como estos
elementos se manifiestan en medio de las situaciones cotidianas de la vida.
Además, el despertar de la conciencia es una forma de llevar a la gente para que entiendan la
bendición de la vida como el regalo más grande que Dios nos ha dado, tan grande que fue
autentificada en la resurreción de Jesucristo, y para que pueda obtener una plena satisfacción
en ella.
El evento mesiánico que como cristianos postulamos debe tener dos características
fundamentales, la humanización y la redención. La humanización, en cuanto que en Jesús
como el Cristo se superan las condiciones enajenantes del pecado, y el ser humano viene a
ser nuevamente la imagen de Dios. Por otro lado, y tal como lo expresa Filipenses en la
Kenosis; Jesús no se afana en ser igual a Dios, sino que por el contrario, se anonada,
haciéndose igual a los seres humanos.
En segundo lugar está la redención. La redención o el redimir es liberar al esclavo de los
yugos de la esclavitud. Hoy, más propiamente, le llamamos proceso de liberación. Los yugos
de la esclavitud siguen presentes, pero se manifiestan en formas totalmente diferentes. Se
manifiestan en colonialismo y neo-colonialismo, en injusticia, en pobreza, en explotación, en
persecución y desapariciones, en invasiones, en guerras, en experimentación con seres
humanos, en discrimen racial, social y económico, en explotación religiosa, en explotación
sexual, en ostracismo, y otros. Todas ellas y muchas otras más son marcas de los pecados
sociales y políticos de nuestro mundo que en muchas ocasiones se nos pasa a nosotros como
parte de la realidad histórica que no debe ser puesta en tela de juicio, pero que son elementos
de los cuales nos tenemos que liberar para poder vivir la verdadera humanidad en libertad.
El proceso de concientización no se limita al «despertar de la conciencia», sino que va más
alla. A ese segundo nivel le llamamos concientización. Si el despertar de la conciencia es el
descubrimiento o es mitificación de la realidad, una vez que la descubrimos tenemos que
hacer algo para cambiar las condiciones enajenantes o deshumanizantes que generan. A ese
proceso le llamamos praxis.
Praxis es acción. Es el tomar la realidad histórica para transformarla de tal manera que
podamos como humanos vivir a la altura que Dios nos reveló en Jesús como el Cristo. Dicha
actividad no puede ser caprichosa, sino que es intencional. Tampoco puede darse sin
reflexionar sobre ella, o de lo contrario se convertiría en puro activismo. Pero no es el análisis
sistemático que ha utilizado la teología contemporánea desde el escritorio de la escuela
teológica; esto es academia.
La tarea de la educación Cristiana, así como del mensaje profético de la iglesia es
conscientizar al pueblo cristiano para que se re-descubra, a tráves de la Gracia de Dios y la
iluminación del Espirítu Santo, cual es su llamamiento en medio de los tiempos y en medio de
la historia. Especialmente, ese descubrimiento se hace imprescindible en estos momentos
donde nuestro mundo parece haber perdido esperanza de una mañana de resurrección.
Tenemos que gritar a voces que nuestro mundo está así, no por voluntad de Dios, sino como
consecuencia del pecado systématico de nuestro mundo que enajena, embrutece y
empobrece cada día mas a las masas más desafortunadas. Estas vienen a ser víctimas de
sus opresores y de sus propios temores. En ese sentido la iglesia tiene una praxis crítica que
realizar en nuestro mundo, la praxis liberadora del evangelio. Esa tarea es resultado del
despertar de nuestra conciencia y de la concientizacion que como producto de los procesos
educativos cristianos podamos realizar a fin de que seamos fieles al evangelio y a aquel que
nos ha llamado a reconciliar al mundo con Dios. Y no hay posible reconciliación con Dios
mientras no logremos romper las ataduras de esclavitud que nos enajenan de Dios y de los
demás seres humanos.
LA TRANSFORMACIÓN DEL SER HUMANO Y LA SOCIEDAD
Hemos dicho que hay dos conceptos básicos en nuestra definición. Uno ya lo hemos tratado,
la concientización. El otro concepto es la «transformación.» Si nos preguntáramos qué quiere
decir transformar, podríamos contestar; «cambiar de forma.» Sin embargo, esta palabra debe
tener un significado mucho más profundo. Para encontrar ese significado recordamos a un
teólogo moderno, H. Richard Nieburh, quien en su libro «The Meaning of Relevation,» define
transformación como «metanoia.» Y metanoia es: «la revolución permanente que transforma
la vida bajo la influencia continua de la iniciativa divina.»
Esa iniciativa para Nieburh es la revelación de Dios. Entonces define revelación como:
«la auto-apertura de Dios es esa revolución permanente en nuestra vida religiosa por medio
de la cual toda la verdad religiosa es dolorosamente transformada y todo comportamiento
religioso es transfigurado por medio del arrepentimiento y de una nueva fe.»
Esa «Metanoia» es lo que permite el evento de Damasco en el cual Saulo de Tarso es
confrontado por Dios y su vida toma un cambio radical. Pero para Saulo poder adquirir el
poder de ser discípulo tuvo que haber un Ananías que le explicara, que le abriera los ojos a la
nueva verdad. Y hubo un período de estudio para Pablo que le permitió asimilar el evangelio y
transformar su verdad religiosa y su comportamiento.
Ese nuevo cambio es el que Jesús le propone a Nicodemo, cuando le dice «tienes que nacer
de nuevo.» Y Nicodemo no entendió lo que Jesús le quería decir. Su verdad religiosa como
fariseo tenía que ser cambiada y su estilo de vida necesitaba ser transformado. Tenia que
comenzar allí donde comienzan los niños de Israel, sin valor social. Pensamos que aunque el
Nuevo Testamento no nos da muchos detalles de Nicodemo, después de esa experiencia con
Jesús, de alguna forma fue impactado ya que reaparece durante el sepelio de Jesús.
Ahora debemos mencionar que esa transformación es un proceso largo y doloroso. Implica la
auto-negación de nuestros deseos personalistas o egocentristas para dar cabida a Dios como
el centro de nuestra existensia. No es un cambio que ocurre de la noche a la mañana. Es un
proceso doloroso que implica una nueva forma de ver la realidad y nuestra posición humana
dentro de todo el plano redentor de Dios.
Pero en esa transformación nosotros somos movidos a transformar la realidad que nos rodea.
Esa es una diferencia básica entre este entendimiento y la teología fundamentalista. La
salvación que Dios provee tiene para nosotros un carácter universal, o sea, que todo el
universo de Dios está tocado por ella y no escapa a su poder transformador. Pensar que
haciendo a todo el mundo cristiano vamos a cambiar el mundo es una idea «naive». A lo largo
de la historia muchos cristianos han confesado la fe, y han estado en posiciones de poder,
pero han usado ese poder para su beneficio o el beneficio particular de su movimiento
religioso. Y hay páginas en la historia donde la iglesia ha escrito con sangre de los inocentes
su distanciamiento de la voluntad transformadora de Dios.
La única transformación posible es cuando nosotros como cristianos y cristianas comenzamos
a vivir el amor, la paz y la justicia. Y para describir esto necesitaríamos otro libro más. Dios
nos llama como hijos e hijas suyos a vivir el amor con nuestro prójimo, con el mundo y con
nosotros mismos. La única posibilidad de transformación de la realidad que nos rodea es a
través de una metanoia colectiva y de una praxis del evangelio de Cristo.
La educación Cristiana tiene que proveer los medios a través de los cuales dicha
transformación pueda ser efectiva. Nos parece que el énfasis que se le ha dado a la
educación Cristiana en los Estados Unidos esta caracterizado por un concepto de que la
educación Cristiana es para los niños. Los adultos de la iglesia adoran, los niños toman
educación Cristiana. Una de las sugerencias básicas de los investigadores en el campo del
desarrollo de la fe es que es crítico el que los adultos (Jóvenes, Jóvenes Adultos y Adultos)
estén sometidos a procesos educativos específicos a fin de que puedan ser transformados.
Esto plantea una enorme responsabilidad en los educadores cristianos, puesto que tienen en
sus manos el poder de un ministerio que Dios les ha dado para ser instrumentos en ese
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Curso: Educ. Cristiana I.B.T.”Salem”-Hyo.
proceso de concientización y transformación, para poder entender como esta con ellos «aun
tierra de extraños», y como ellos y ellas pueden hacer de esta sociedad una sociedad menos
racista, menos secular, más justa y más humana.
Por último queremos afirmar que si esperamos que el Reinado de Dios venga, como
afirmamos en el Padre Nuestro; somos nosotros los que hemos sido llamados a hacer ese
Reinado posible. Los políticos no lo van a hacer, las corporaciones no lo van a hacer, lo tiene
que hacer la iglesia de Cristo. Es nuestra tarea como hijos e hijas del Rey de los Reyes
Cuando escucha las palabras “Educación Cristiana”, ¿qué le viene a la mente? ¿Piensa
solamente en la “Escuela Dominical”? ¿O piensa en la totalidad de la Educación que se
considera Cristiana? La Escuela Dominical ciertamente es una parte importante de la
Educación Cristiana, pero ésta también incluye los Centros Educativos Cristianos (educación
preescolar, primaria y secundaria), la Iglesia Infantil, Capacitación para Obreros, Capacitación
para Jóvenes, Educación Musical, Entrenamiento Misionero y Capacitación para el Liderazgo
de la Iglesia. Este último incluye muchas áreas para el desarrollo y crecimiento personal –
Explosión de Evangelismo, Discipulado, Ministerio de Oración, Desarrollo Familiar,
Capacitación para Padres, Consejería Prematrimonial y Matrimonial, Clases de Membresía,
Capacitación en Destrezas Manuales y Artísticas, Capacitación para el Desarrollo de la
Iglesia, Educación sobre el Abuso de las Drogas y el Alcohol, Capacitación en Valores – todos
estos y más están incluidos en el ministerio educativo de la iglesia. ¿Por qué la Educación
Cristiana? ¿En qué consiste? ¿Cómo vamos a implementar programas para la Educación
Cristiana? Dado que la Educación Cristiana es un área interdisciplinaria, busca orientación en
muchas direcciones. Sin embargo, dado que es una disciplina en sí misma, debe formular su
propio punto de vista como base para crear y desarrollar sus objetivos. Las definiciones son,
por lo tanto, de primordial importancia para una clara identidad y objetivos propios, y para un
claro sentido de dirección. (Miller)
La Educación Cristiana es uno de los ministerios claves dentro de la iglesia. Se nutre de la
Biblia, la teología, la historia Cristiana y la experiencia Cristiana para el contenido de sus
enseñanzas. Tiene una herencia de verdad Cristiana para recibir, entender y transmitir.
También es la responsable de nutrir la fe Cristiana en las personas a las que ministra. Es
educación Cristiana.
En 2 Timoteo 2:2 se nos informa que la enseñanza no es un ministerio de mediocridad, sino
un ministerio de multiplicación. Ningún ser humano está totalmente consciente del poder que
reside en la enseñanza. Cada vez que una persona enseña, inicia un proceso que,
idealmente, nunca termina. La iglesia debe enseñar. No es opcional, sino esencial, no sólo es
bueno, sino necesario. La iglesia que deja de educar, deja de existir como una iglesia del
Nuevo Testamento. El Cristianismo debe ser propagado. Jesucristo lo Ordena.
Mateo 28:19-20 enfoca el lente de acercamiento del Espíritu Santo en la Gran Comisión, las
últimas palabras de Cristo resucitado, Cabeza de la Iglesia, a Sus discípulos.
Mateo 28:19-20 – “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, enseñándoles que guarden todas las cosas
que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.
Amén.”
La Gran Comisión aparece en cinco ocasiones en el Nuevo Testamento, lo cual indica que no
es un aspecto secundario, sino parte fundamental de la estrategia de nuestro Señor. Mateo
28:19-20 (citado arriba) Marcos 16:15-16 – “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el
evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere,
será condenado”. Lucas 24:46-48 – “…y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el
Cristo padeciese y resucitase de los muertos al tercer día; y que predicase en su nombre el
arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.
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Y vosotros sois testigos de estas cosas”. Juan 20:21-23 – “Entonces Jesús les dijo otra vez:
Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío. Y habiendo dicho esto,
sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo. A quienes remitiereis los pecados, les son
remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos”. Hechos 1:8 – “…pero recibiréis
poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en
Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra”.
El mandato de “hacer discípulos” incluye esencialmente la enseñanza. Sin embargo, debemos
tomar en consideración que la enseñanza a la que se llama es de índole particular, a saber, la
enseñanza de “obedecer todo” lo que Cristo ordenó. En otras palabras, Su enseñanza está
diseñada para producir tanto información como transformación. Esta clase de instrucción es
muy demandante e increíblemente difícil de llevar a cabo. Lucas 6:40 pone de manifiesto el
objetivo de Cristo con respecto a Su enseñanza cuando dice: “el discípulo no es superior a su
maestro; mas todo el que fuere perfeccionado, será como su maestro”. La verdad de Dios no
nos fue revelada para satisfacer nuestra curiosidad, sino para transformarnos a la imagen de
Cristo. No obstante, la educación Cristiana es también educación y debe reflexionar sobre la
pregunta de por qué y cómo ha de llevar a cabo esta tarea. Requiere una filosofía a través de
la cual llegar a algunas conclusiones operativas con respecto a sus objetivos únicos y a los
procedimientos adecuados para lograrlos. Las leyes del aprendizaje son comunes a todos los
campos del conocimiento. Por lo tanto, la Educación Cristiana necesita dominar la psicología
del aprendizaje para poder relacionar estos importantes principios con sus propias tareas de
enseñanza-aprendizaje en la promoción de la fe Cristiana.
De modo que la Educación Cristiana necesita tener un entendimiento de estas instituciones
y fuerzas para poder trabajar en conjunto con ellas de forma constructiva, siempre que sea
posible o para ayudar a los alumnos a enfrentar estos factores cuando son adversos.
La Educación Cristiana es en efecto un área interdisciplinaria y busca orientación en
muchas direcciones”, pero a la vez se mantiene fiel a su mensaje y a sus métodos únicos
como unmedio de la Iglesia Cristiana para el cumplimiento de la Gran Comisión.
Al parecer, se estádesarrollando dentro del mundo Cristiano evangélico un conjunto de convi
ccionescomúnconrespecto a los elementos esenciales para una definición adecuada de la E
ducación Cristiana.Obviamente todavía existen diferencias teológicas y filosóficas, las cuales se
discutirán más
adelante; sin embargo, está surgiendo un consenso que incluye los siguientes factores:
1. La Educación Cristiana en la Iglesia. Parece haber un consenso virtualmente universal de
que la Iglesia, concebida como el Cuerpo de Cristo, tiene un ministerio educacional, y que
este ministerio apoya y contribuye a todos los otros ministerios de la Iglesia. Esto no quiere
decir que los educadores Cristianos están intentando dominar otros ministerios – sino que la
Iglesia busca generar cambio, y en esto consiste el proceso de la educación. Ningún aspecto
del quehacer de la Iglesia puede estar separado de la tarea educacional. Un destacado
educador Cristiano menciona en su libro, La Misión Educativa, que “un programa de
educación Cristiana eficaz…necesita ser planificado a la luz de la misión total de la iglesia”.
(Shinn)
2. La transmisión de una herencia. Existe una firme convicción de que la Educación Cristiana
debe preocuparse por transmitir la herencia Cristiana esencial de fe y vida, es decir, la
doctrina y la ética. Esta herencia se encuentra primeramente en las Escrituras, y además en
la historia y la teología Cristianas. El evangelio Cristiano y la Biblia, los cuales comunican las
“buenas nuevas”, son esenciales en la Educación Cristiana.
3. La importancia del cambio personal. Si alguna vez la Educación Cristiana estuvo centrada
únicamente en el contenido o en la experiencia, ya no es así. La Educación debe involucrar
una viva interacción de ambos elementos. La mayoría de los educadores Cristianos insisten
en que el contenido y la experiencia son esenciales para la educación Cristiana. Los tesoros
de la Biblia, por ejemplo, deben ser relevantes y significativos en la experiencia del alumno
antes de que pueda ocurrir un cambio personal constructivo. Se entiende que sin la
interiorización del mensaje del evangelio, la Educación Cristiana muchas veces no tiene éxito.
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Curso: Educ. Cristiana I.B.T.”Salem”-Hyo.
Por ende, tanto el contenido Bíblico como la experiencia Cristiana son indispensables para la
tarea educacional de la iglesia.
4. El concepto de servicio y misión. Otra convicción dentro de este consenso emergente
consiste en que la Educación Cristiana debe comunicar un sentido de mayordomía como una
filosofía de vida. En todas sus relaciones, el discípulo Cristiano debe estar motivado por un
deseo de servir a Dios y a sus semejantes; debe ser una fuerza redentora y sanadora en la
iglesia y en la sociedad.
Se puede plantear la pregunta “¿Por qué es necesaria la Educación Cristiana?” En cualquier
proceso educativo se reconoce la importancia de trazar objetivos, propósitos y metas –
términos muchas veces intercambiables. Un objetivo es una meta, un destino. Los objetivos
pueden variar en su naturaleza o carácter. Los objetivos pueden ser psicológicos, operativos o
teológicos. Los objetivos pueden enfatizar los cambios esperados en el área personal, o las
técnicas por medio de las cuales la Educación Cristiana se lleva a cabo, o el contenido del
currículo. Los objetivos pueden ser generales o específicos; por ejemplo, pueden intentar
establecer una política general, o pueden identificar metas o pasos intermedios a través de los
cuales se ha de alcanzar un propósito primario. Los objetivos son importantes por varias
razones:
1. Para establecer la dirección de la tarea educativa. “¿Qué estamos tratando de hacer?” es
una pregunta que debemos contestar. La dirección es más importante que las instrucciones,
porque la dirección determina el destino. Los objetivos en la Educación Cristiana buscan dar
respuesta a la pregunta relativa a la dirección. Por definición, la Educación Cristiana busca
alcanzar ciertas metas – avanzar en cierta dirección.
2. Para articular la razón de su existencia. Las distintas comunidades religiosas pueden
compartir metas en común. Esto es cierto para la mayoría de las iglesias Cristianas. Sin
embargo, por lo general cada grupo tiene un llamado o misión particular. Su particular razón
de existir encuentra expresión en los objetivos educativos que cada grupo decide establecer.
3. Para proveer una estructura para todos los participantes. Un objetivo básico puede
establecer una política general, y las metas intermedias pueden ofrecer dirección más
específica, pero todavía quedan las tareas más detalladas del proceso educativo. Estas
tareas incluyen la organización y administración de escuelas eclesiales, la planificación e
implementación de currículo, y el trabajo mismo del educador Cristiano, con programas,
lecciones y alumnos. La formulación de objetivos comprehensivos y satisfactorios asegura la
existencia de una estructura en la cual cada participante puede trabajar en cooperación con
los demás para alcanzar las metas establecidas.
4. Para proveer una base para la evaluación. No podemos saber cuando hemos triunfado si
no tenemos claro lo que estamos tratando de hacer. La evaluación en la Educación Cristiana
aguarda por un desarrollo más profundo, pero a menos que los objetivos estén claros, ningún
proceso educativo puede ser evaluado. Dada la importancia de los objetivos educativos,
debemos asegurar que éstos provengan de una teoría del aprendizaje y una filosofía de la
educación que sean relevantes para el Cristiano. Nuestro llamado es el de proclamar, enseñar
y practicar el evangelio.
A principios del siglo XX la Iglesia Cristiana intentó llevar a cabo su tarea educativa de la
mano con una filosofía de la educación que resultó ser contraria a la fe Cristiana.
Posteriormente se dio un rompimiento abrupto y se inició la búsqueda de una Educación
Cristiana. Actualmente, en todas partes el llamado es para que la educación en la iglesia sea
Cristiana y no meramente religiosa. Esto significa que, desde la formulación de los objetivos y
la preparación del currículo, la Educación Cristiana debe ser gobernada por el evangelio.
En las palabras de Kenneth O. Gangel, “Es esencial que el programa educativo de la iglesia
sea pedagógicamente respetable. Sin embargo, es aún más esencial que sea completamente
Bíblico”. En años recientes, los líderes de la iglesia evangélica han notado y lamentado el
hecho de que se le ha prestado muy poca atención seria y consciente a la filosofía y los
objetivos de la Educación Cristiana.
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Curso: Educ. Cristiana I.B.T.”Salem”-Hyo.
Se ha lanzado un llamado para corregir esta situación. Citando a Edgard L. Hakes, Kenneth
O. Gangel advierte: “Desprovista de una declaración comprehensiva de los objetivos
educativos, la educación de la iglesia evangélica está en peligro de desviarse más y más
hacia el activismo frenético”.
En respuesta a este llamado a los estudiosos evangélicos, C. B. Eavey cita 2 Timoteo 3:17 –
“…a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”
– como la base para un objetivo claro y definido de la Educación Cristiana… suficientemente
inclusivo para comprender dentro de sí todos los demás objetivos. En otras palabras, “todo lo
que se hace en la Educación Cristiana tiene la meta final de conducir a aquellos que son
instruidos hacia la perfección de una vida y carácter santos”. (Eavey) Otra afirmación de
Gangel es la siguiente: “Para decirlo de manera simple y bíblica, el objetivo abrumador y
completamente comprehensivo de la iglesia es la madurez Cristiana total para todos sus
miembros”. Sería difícil, y en realidad imposible, tener un consenso entre los educadores
sobre las metas y los objetivos de la Educación Cristiana.
¿Cómo podemos alcanzar este objetivo?
La Educación Cristiana, en el poder del Espíritu Santo, busca:
1. Promover el entendimiento y la experiencia del evangelio como el poder de Dios para
salvación.
2. Promover el desarrollo continuo y progresivo de un carácter, actitudes y hábitos a
semejanza de Cristo.
3. Transmitir la herencia Cristiana de fe y moral en términos relevantes.
4. Fomentar el amor por la Iglesia como el cuerpo de Cristo y el templo del Espíritu Santo.
5. Animar al pleno desarrollo de las capacidades individuales para alcanzar el crecimiento
personal, la competencia vocacional y la responsabilidad social.
6. Promover el crecimiento del compañerismo en la iglesia y el hogar, por medio del cual
todos los participantes puedan descubrir la bendición y sanidad de una comunidad
redentora.
7. Promover un sentido de misión en el mundo como mayordomos de todo lo que somos y lo
que tenemos.
RESUMEN ¿Qué es la Educación Cristiana? ¿Por qué la Educación Cristiana? Desde este
punto de partida procederemos a considerar los fundamentos de la Educación Cristiana.
Así como sería impensable tener un pastor que no haya sido llamado por Dios al frente de
una iglesia, o un misionero sin llamado al frente de una obra nueva, debería ser también
imposible para la iglesia tener a un hermano frente a una clase de escuela dominical sin haber
sido llamado expresamente por Dios para ocupar ese lugar.
Que el maestro cristiano tenga un llamado divino es de vital importancia ya que esto significa
haber sido equipado por el Espíritu Santo con un don espiritual especial para ejercer tal tarea.
Realizar un ministerio sin tener el llamado y el don respectivo es desastroso. Muchas veces el
fracaso de la escuela dominical o de los programas de discipulado está en que los lugares de
los maestros son llenados, no con personas que tengan el llamado divino para tal fin, sino
siguiendo criterios más mundanos.
La iglesia debería promover entre los fieles el conocimiento de los dones recibidos de parte de
Dios en cada creyente. El pastor debería tener por meta el que cada creyente sea conciente
del don o los dones dados por Dios y la consiguiente puesta en práctica de tales dones por
parte de cada creyente. Asimismo, cada creyente debería estar vigilante a la voz de Dios a la
espera de tener la certeza del ministerio al que Dios le llama. El llamado de parte de Dios
podría llegar a través de la exposición de la Palabra, o en un momento de devoción personal,
o a través de otros creyentes o circunstancias varias.
Cada creyente debería ser consciente que Dios demanda un ministerio de cada hijo suyo. En
virtud de tal convencimiento, los maestros cristianos deberían ser aquellos llamados por Dios
y equipados espiritualmente para tal fin, además de gozar de la confirmación divina para el
ministerio didáctico a través del testimonio unánime de la iglesia.
1.3 DEBE SER ESPIRITUALMENTE MADURO
Además de haber nacido de nuevo (y haber sido justificado, santificado, adoptado, etc. por
gracia divina) y de haber sido llamado por Dios y equipado espiritualmente para el ministerio
cristiano, el maestro cristiano debe ser vigilante de su caminar diario en los asuntos
espirituales.
El hecho de que el maestro cristiano haya nacido de nuevo y haya sido llamado por Dios, no
lo exime de velar por su madurez espiritual. Al recordar el carácter y propósito formativos que
tiene la labor pedagógica, el que el maestro cristiano se mantenga en constante crecimiento y
perfeccionamiento, es vital para el éxito de su tarea. En tal sentido, el maestro cristiano debe
velar por su perfeccionamiento espiritual en las áreas del conocimiento, poder, comunión y
santidad.
La santidad tiene que ver con vivir una vida íntegra y consagrada a Dios. Como lo menciona
el apóstol Pablo en Ro 6.11-14 “considérense muertos al pecado, pero vivos para Dios”. Pablo
resalta la dimensión humana de la santidad, es decir, la responsabilidad por parte del hombre
de hacer efectiva, cada día, la santidad operada e iniciada por Dios al momento de la
conversión.
La Biblia enseña que Dios es el que cambia nuestra naturaleza y nos limpia de pecado. En
eso la Biblia es clara, la salvación viene solo de parte de Dios y el ser humano está totalmente
impedido de alcanzar la salvación por sus propios méritos. La figura de Cristo es clave como
el único camino, iniciador y perfeccionador, de la salvación de cada creyente.
Pero la Biblia también enseña que es responsabilidad de cada creyente cultivar la piedad y el
carácter cristianos. Dios santifica a cada creyente, y cada creyente, tomado de su Señor, debe
santificarse cada día conscientemente. En otras palabras, la santificación tiene un aspecto
pasivo y otro activo. El pasivo implica dejar que Dios opere cambios esenciales en la vida del
creyente. El aspecto activo implica que cada creyente debe ejercitar su voluntad para
acercarse a la voluntad divina y cumplirla cada día.
La segunda área de crecimiento espiritual es el conocimiento. Conocimiento es tener un claro
entendimiento de la persona y obra de Dios a través de la Biblia. Como menciona Deu.6.6-7
“grábate en el corazón estas palabras”.
El maestro cristiano debe velar también por crecer en el conocimiento de la persona y obra de
Dios. Y este conocimiento se logra solamente a través de la Biblia, el único testimonio
En tal sentido, el maestro cristiano debe esmerarse por estudiar profundamente la Biblia,
haciéndose de los medios auxiliares que sean necesarios para tal fin. Libros, revistas, cursos,
capacitaciones, etc., todo debe ser aprovechado por el maestro cristiano para crecer en el
conocimiento de la Biblia, y en consecuencia, de Dios.
Una tercer área de crecimiento espiritual es el poder. Con el poder se quiere significar el
ejercicio de los dones espirituales. Como lo señala el apóstol Pedro en su primera epístola
“cada uno ponga al servicio de los demás el don que haya recibido” (1Pd. 4.10-11). El maestro
cristiano debe conocer, practicar y perfeccionar el don o los dones espirituales que haya
recibido de parte de Dios.
Finalmente, el maestro cristiano debe crecer en comunión con Dios, debe tener una relación
íntima y personal con su Creador. Como dice el autor de la epístola a los hebreos
“acerquémonos confiadamente al trono de la gracia” (Heb. 4.14-16).
El cultivo de la oración privada, el tiempo devocional, la alabanza y adoración públicas y
privadas y la participación concienzuda en el culto público, son prácticas fundamentales en la
vida espiritual de todo maestro cristiano. El maestro cristiano no debería subestimar estar
prácticas personales y colectivas de piedad, ya que le acercan a Dios.
Además, el maestro cristiano debe vigilar que su crecimiento espiritual en estas cuatro áreas
sean lo más uniformes posibles, sin descuidar ninguna, y si detecta un estancamiento en
alguna de estas áreas, debería hacer esfuerzos por perfeccionarse.
2. LA PREPARACIÓN TÉCNICA DEL MAESTRO CRISTIANO
La preparación técnica del maestro cristiano es de vital importancia. Esta abarca el
conocimiento de la técnica didáctica, los métodos de enseñanza y el proceso de enseñanza –
aprendizaje en general.
El maestro cristiano debe estar preparado en la técnica de enseñar. Debe conocer los pasos
del proceso de enseñanza – aprendizaje y los fundamentos psicológicos y pedagógicos que
subyacen a su práctica docente.
La preparación espiritual no reemplaza ni hace innecesaria la preparación académica. Ambas
se complementan, y la segunda es una consecuencia lógica de la primera. Si el maestro
cristiano es consciente que desempeña una función sagrada, que ha sido llamado y puesto
por Dios para enseñar, entonces se debe sentir normalmente movido y empujado a
prepararse académicamente para tener un ministerio fructífero.
La preparación académica no solo potencializa la labor del maestro cristiano, sino que lo
conduce al éxito ministerial. Además, previene de caer en “espiritualismos” malsanos. Basta
mirar al Maestro por excelencia para percatarse del lugar y valor que le dio Jesucristo a la
preparación académica. Haya sido formal o no, el Señor tuvo una preparación que le dio
pericia y éxito en su tarea de enseñar. Sus discípulos no pueden hacer menos.
2.1 DEBE CONOCER LA PSICOLOGÍA DE SUS ALUMNOS
El maestro cristiano enseña a personas. El proceso de enseñanza – aprendizaje se hace de
persona a persona. Las personalidades del maestro y los alumnos interactúan y se influencian
mutuamente en el salón de clases y más allá.
El maestro cristiano debe conocer las características psicológicas, sociales, físicas y
cognitivas de sus alumnos dependiendo del periodo evolutivo vital en el que se encuentren
estos. El desarrollo humano implica que cada individuo debe pasar, conforme va creciendo en
edad, por variados periodos de desarrollo que se definen por necesidades y retos específicos.
El cuerpo físico, la mente, las emociones, las funciones cognitivas, la moral, etc. van
cambiando y evolucionando conforme el sujeto crece en edad. En la primera infancia (de 1 a 3
años de edad) los principales retos son la adquisición del lenguaje, la motricidad y movilidad,
el desarrollo cerebral y el inicio de la autonomía y la socialización.
En la segunda infancia (de 3 a 6 años de edad) es la época pre-escolar, los niños aprenden a
asimilar las reglas sociales, continúan desarrollando sus habilidades motoras y lingüísticas, y
pág. 12 Pr. E. Zevallos L.
Curso: Educ. Cristiana I.B.T.”Salem”-Hyo.
ideal es que el maestro cristiano actúe con conocimiento de causa, se comprometa con una
filosofía de enseñanza, y sea consecuente con ella en su accionar docente.
El maestro cristiano debe conocer también los pasos del proceso de enseñanza –
aprendizaje. Estos son la exposición, la repetición, la comprensión, la convicción y la
aplicación. El maestro no debería dar por terminada su tarea si no está convencido de haber
alcanzado cada uno de estos pasos.
La exposición tiene que ver con el conocimiento de alguna verdad. Es brindar información, o
descubrir información nueva. Es adquirir un conocimiento. La repetición tiene que ver con el
proceso de fijar la nueva información en la memoria a largo plazo del alumno. Esto se puede
lograr con tareas apropiadamente escogidas y asignadas, que se acomoden al estilo de
trabajo del alumno.
La comprensión tiene que ver con la traducción de la nueva información en nuevas actitudes y
acciones específicas. Consiste en trasladar la verdad bíblica a la realidad cotidiana del
alumno. Consiste en aterrizar las verdades eternas en el plano temporal de la vida cristiana.
El cuarto paso, la convicción, se refiere al compromiso de la voluntad del alumno en el
cumplimiento y puesta en práctica de las nuevas actitudes y acciones ideadas, producto de la
asimilación de las nuevas verdades. El maestro debe apelar a la voluntad, y no solo a las
emociones y pensamientos, de los alumnos para asegurarse la puesta en marcha de lo
enseñado.
El último paso tiene que ver con la aplicación. Esta consiste en crear espacios y
oportunidades para que los alumnos practiquen lo aprendido. No es suficiente, conocer,
asimilar, comprender y comprometerse, es necesario que el maestro guie y acompañe a los
alumnos en la ejecución de lo aprendido. El maestro cristiano debería vigilar de que cada
enseñanza suya cubra estos cinco pasos del proceso de enseñanza – aprendizaje.
El proceso de enseñanza – aprendizaje puede compendiarse en los siguientes cinco
principios. Primero, el aprendizaje debe comenzar donde está el alumno. El maestro debe
conocer a los miembros de su clase lo suficientemente de cerca para conocer su nivel de
entendimiento y sus actitudes presentes en la materia que es estudiada y debe enseñarles a
la luz y en los términos de su actual entendimiento y desarrollo.
Segundo, el aprendizaje está basado en el interés. Por lo tanto el maestro al preparar su
lección debe hacer planes cuidadosos para despertar la curiosidad y estimular el interés de la
clase al comenzar la lección, dándose cuenta que hay poca necesidad de continuarla hasta
que tal interés se haya conseguido.
Tercero, el aprendizaje se basa en la necesidad. Al preparar la lección, el maestro debería
identificar especialmente las necesidades de los miembros de la clase que puedan ser
satisfechas por esa lección particular. La materia debería entonces ser arreglada, y la lección
enseñada de tal manera que las necesidades sean satisfechas.
Cuarto, el aprendizaje toma lugar a través de la actividad. El maestro al preparar la lección,
debe hacer planes para estimular la actividad con propósito de parte de los miembros de la
clase. Esta actividad puede ser mental, emocional o física, y debe ocurrir tanto dentro como
fuera de la sesión de clases. Se aprende mejor a través de la experiencia, por consiguiente,
cuando sea posible se debe dirigir la clase hacia experiencias cristianas deseables.
Quinto, se aprende a través de la identificación. El maestro cristiano debiera buscar encarnar
los ideales de Cristo de una manera atractiva y sabia de manera que su vida sea digna, e
inspire la imitación.
2.3 DEBE CONOCER LOS MÉTODOS DE ENSEÑANZA
Algunos autores definen enseñanza como la acción de trabajar, de acuerdo con los propósitos
de Dios, para encauzar los cambios que se operan en los alumnos por medio de las
experiencias compartidas con ellos. Algunos medios para cumplir con esta definición de
enseñanza son los métodos y materiales de enseñanza.
Aunque hay muchos libros técnicos y académicos al respecto, que ilustran sobre el uso de
métodos y materiales de enseñanza, bien haría el maestro cristiano en seguir el ejemplo de
su Mentor y explorar en las páginas de los Evangelios, los métodos y materiales que el
Maestro de Galilea utilizó en su ministerio terrenal.
Jesucristo utilizó objetos de la naturaleza para ilustrar y ejemplificar sus enseñanzas. Bien
haría el maestro cristiano al utilizar los objetos de la vida cotidiana de sus alumnos para dar
luz sobre las verdades que enseña. Las historias, en formas de parábolas, fueron quizás el
método por excelencia utilizado por Cristo para transmitir su mensaje. Estas historias están
ampliamente documentadas en los Evangelios y es harto conocida la preferencia de nuestro
Señor de las parábolas.
Las preguntas y discusiones también son métodos válidos para lograr el propósito de
enseñanza que se plantee el maestro. Las conferencias, tal vez el método más conocido y
utilizado todos los tiempos, es también provechoso cuando se utiliza con buen juicio y
discernimiento. Todos estos métodos fueron igualmente utilizados por el Maestro en su labor
educativa.
Entre los materiales que Jesucristo utilizó durante su ministerio en Palestina encontramos el
uso que hizo de Las Escrituras, los asuntos de actualidad de su tiempo, el mundo natural, las
figuras del lenguaje, dichos sentenciosos, declaraciones concretas, etc., todas ellas usadas
con tino de acuerdo al auditorio y las circunstancias.
Una vez más, estos son solo medios, herramientas, que debería tener el maestro en su
repertorio para cumplir con los principios que el proceso de enseñanza – aprendizaje precisa.
Esta palabra ha adquirido con el transcurso del tiempo una aplicación amplia, para algunos es
el planteamiento y las respuestas a los problemas de la educación. Para otros, es el conjunto
de principios normativos que dirigen el quehacer educativo. Podemos afirmar que tiene que
ver con la disciplina metodológica que dirige el proceso de la educación. La educación no
busca solamente la transmisión del conocimiento, sino la formación integral y consciente del
hombre.
La palabra educación etimológicamente nos viene del idioma latín, son dos las palabras que
se señalan como el término que originan la palabra educación. La palabra educare, que
significa criar, nutrir, alimentar. Otros toman como base la palabra exducere que equivale a
sacar, llevar o conducir desde dentro hacia fuera. La primera palabra habla de una acción
desde a fuera y la segunda de facilitar lo que ya tiene el alumno. En este estudio sugerimos la
combinación de ambos términos. No los concebimos como palabra opuestas al contrario las
vemos como dos aspectos o caras de una misma realidad, o de un mismo proceso que recibe
el nombre general de educación.
Lo que hemos dicho hasta aquí nos lleva a considerar tres conceptos:
La educación es una fuerza externa que forma al individuo
La educación es una autoformación del individuo
La educación es un proceso que proporciona los medios que necesita un
individuo para su autoformación
Un diccionario solamente dice: Es acción y efecto de educar.
Jeremías, fue apartado y dado a las naciones para el ministerio profético aun antes de nacer.
(1:5) El mensaje de Jeremías tenía su fuente en Dios mismo (1:9). Samuel J. Schultz en su
libro Habla el Antiguo Testamento escribiendo sobre el llamado de Jeremías dice:
respondiendo a la divina llamada, Jeremías se dio perfecta cuenta del hecho de que Dios
tenía un plan y un propósito para él, incluso antes del tiempo de su nacimiento. Estaba
comisionado por Dios y divinamente fortalecido contra el temor y la oposición. Estaba también
bien equipado: El mensaje no era suyo, él era solamente el instrumento humano a quien Dios
confió su mensaje para el pueblo.
De la misma manera un maestro es llamado a ser un instrumento de Dios para comunicar no
un mensaje propio, sino el de Dios revelado en su Palabra.
Pablo, en Gálatas 1: 15-20 nos pone en perspectiva correcta la razón de su ministerio. Dios lo
apartó desde el vientre de su madre para predicar el evangelio. La comisión apostólica de
predicar a los gentiles sin ningún mérito de su parte le fue concedida en el vientre de su
madre. Del mismo modo en que Dios cumple con el consejo eterno de la elección para
salvación, cumple el de la vocación a fin de hacerlo un instrumento de bendición para la
expansión del evangelio. La vocación de acuerdo al diccionario Bíblico ilustrado es el:
Llamado o invitación a una profesión o estilo de vida. Pero en términos teológicos, la palabra
vocación no se usa en referencia a una profesión que uno pueda ejercer. Vocación es la
invitación que Dios extiende a todas las personas a ser hijos suyos a través de la obra de
Cristo.
Este llamado, trae implicado a servirle a Dios. En el caso de pablo como predicador del
evangelio a los gentiles, y en el caso de los maestros ser facilitadores en la enseñanza
aprendizaje.
1ª Corintios 12:4-11 y 28-29 establece que Dios capacita a algunos de sus hijos para que
sean maestros. Para que sean instructores, guías que conducen a otros a adquirir
conocimiento. El maestro cristiano conduce a sus alumnos al conocimiento de Cristo. Para
ello tiene la responsabilidad de despertar en sus alumnos un vivo deseo de aprender.
Bruce Wilkinson en su libro Las Siete Leyes del Aprendizaje cita a un maestro que dijo: Un
maestro excelente no simplemente imparte conocimiento a sus alumnos, sino despierta su
interés y les produce el deseo de buscar el conocimiento por si mismo. Es una bujía, no una
manguera de gasolina.
El maestro debe tener amplio conocimiento del contenido que enseña, a quienes enseña así
como la metodología de cómo enseña. Estudiaremos algunas formas que facilitarán al
maestro (a) a ser eficiente y efectivo(a)
Para que el maestro conozca bien lo que enseña debe tener conocimientos hermenéuticos
que le permitan realizar una buena exégesis, tener disciplina de estudio sistemático. También
recibir estudios formales de Biblia, Teología y Ministerio.
No solo debe dominarse técnicas de cómo enseñar, conocer el contenido de lo que se enseña
el maestro cristiano debe aceptar la responsabilidad de quien Es. Recordando que el objetivo
de la enseñanza es cambiar actitudes y conducta. Para un maestro de Biblia es más
importante lo que él es. Es en esta dimensión personal que su enseñanza adquiere autoridad
moral. Dice un libro de homilética: Vale más un sermón vivido que cien predicados.
Cuando la verdad de Dios, forma parte de la vivencia del maestro antes de ser enseñada, y se
enseña mediante el poder del Espíritu santo las necesidades personales tanto del maestro
como del alumno son satisfechas. ¡Que bendición tenemos de Enseñar La Biblia la Palabra de
Dios!
La enseñanza cristiana evangélica como lo dice Roy B. zuck es: Cristocétrica, fundamentada
en la Biblia, y adecuada al alumno, en su proceso de comunicar la palabra escrita de Dios en
el poder del espíritu, con el propósito de guiar a los alumnos a Cristo y edificarlos en cristo.
Esta manera de pensar coloca el énfasis en lo que el alumno hace y no en el rol del maestro.
En este sentido la enseñanza aprendizaje están íntimamente ligados. El maestro viene a
constituirse en una partera que ayuda a la madre en el parto, a dar a luz a su hijo, pero el no
da a luz. El papel del maestro es hacer que emerja del alumno el acto de aprendizaje.
Enseñar es guiar. Los mejores maestros no son enciclopedias del conocimiento. Los mejores
maestros son guías que señalan el camino. Cristo se llamó así mismo camino, verdad y vida.
Así que los maestros de Biblia señalamos a Cristo como la dirección correcta en la que se
debe caminar. El maestro de enseñanza cristiana logra su cometido cuando la vida del
alumno se va transformando a la semejanza de nuestro señor Jesucristo.
Cristo es la meta, Efesios 4:11-16. Dios concedió diferentes dones, personas, a la iglesia para
capacitar a cada creyente a cumplir con la tarea que le ha sido encomendada. La meta es que
cada creyente llegue ser semejante a cristo. En Romanos 8:29 nos dice que los creyentes
hemos sido predestinados para ser hechos conformes a la imagen de cristo.
El maestro facilita al alumno tomar decisiones correctas, y que reconozca los errores
cometidos indica límites y motiva al alumno a seguir tras la meta propuesta. La primera
obligación del maestro es guiar a sus alumnos a través del proceso enseñanza aprendizaje.
Enseñar es cultivar. Así como un jardinero se preocupa por el crecimiento de las plantas el
maestro se preocupa por el crecimiento de de sus alumnos. Pablo ilustra el trabajo de formar
a otros en el evangelio con el arduo trabajo de un labrador, 2ª Timoteo 2:6.
Un labrador cuida que su siembra tenga suficiente agua, luz, abono. Invierte suficiente tiempo
en el cuido de la plantación. Un maestro debe invertir tiempo en su preparación para poder
compartir con sus alumnos sus conocimientos, tomando en cuenta que el solo puede dar lo
que ya recibió.
Un buen maestro se cultiva así mismo cuando adquiere el hábito de un estudio sistemático y
disciplinado del texto bíblico. También posee el hábito de la lectura de excelentes libros. En el
libro Dios en las pequeñas cosa leemos: Leer es la puerta de acceso que te lleva al
crecimiento. Los libros contienen información, puntos de vistas, e inspiración, sobretodo si el
libro es la Biblia el libro más grande que jamás se haya escrito para enseñar, corregir. Pablo
siendo un anciano y prisionero le pide a su discípulo Timoteo que cuando le llegue a ver por
favor le lleve libros 2ª Timoteo 4:13. Le dice que principalmente los pergaminos,
evidentemente está hablando de los rollos del Antiguo Testamento.
Wesley R. Willis en su libro la enseñanza Eficaz nos recuerda las palabras griega del Nuevo
Testamento:
Didasko, enseñar
Noutheteo, amonestar
Piadeuo, entrenar
Matheteuo, hacer discípulos.
Estas tres maneras enfocan una realidad que nos recuerda Leroy Ford en su libro Pedagogía
Ilustrada: el discípulo o aprendiz es el mismo. Es diferente de cualquier otra persona en edad,
en apariencia, en habilidad para aprender y en talentos. Es diferente en gustos, en
preparación y experiencia, y en muchos otros aspectos. Las diferencias del alumno o aprendiz
afectan su manera de aprender. Los maestros y los líderes deben considerar estas diferencias
para determinar lo que van a enseñar y como hacerlo. Estas diferencias ayudan al maestro
para saber si debe enseñar para mejorar la capacidad del discípulo, o para cambiar sus
actitudes o para aumentar sus conocimientos.
Buen ambiente para el aprendizaje, enfocamos aquí el aspecto físico donde se debe el
binomio enseñanza aprendizaje y el de las relaciones interpersonales ya que cada persona en
la clase ejerce influye en el clima de aprendizaje para bien o para mal. Leroy Ford llama
estorbos en el aprendizaje el tener un salón de clase muy pequeño o demasiado grande; o es
incomodo por tener muchas cosas amontonadas, ventilación inadecuada. También el grupo
de alumnos es muy grande y las diferentes actitudes hacen difícil el aprendizaje, algunos se
exaltan muchos otros no se sienten con libertad de expresarse. Unas personas son
egocéntricas otras se sienten fuera de lugar. El maestro debe facilitar a que el grupo que
constituye la clase se esfuerce en tratar a los demás como desean que los demás los traten,
Dale Carnegie en su libro Como Ganar Amigos, en la introducción dice: Si yo fuera ministro de
educación pondría como obligatoria en todos los colegios y universidades una clase semanal
de relaciones humanas, de cómo entenderse bien con todos y ganarse la simpatía de la gente
que nos trata.
LABORATORIO
Lo que aprendí Como lo aprendí
A escribir
Las tablas de multiplicar
Conducir bicicleta
Rechazar a las personas
Doctrina bíblica
Este laboratorio nos demuestra que el alumno aprende cuando el maestro planifica
actividades de aprendizaje.
El planeamiento ayuda a:
Ser eficiente lo que significa lograr resultados previstos
En la economía que consiste en manejar bien el tiempo tanto en la
preparación de la clase como al compartirla. También se economiza recursos y trabajo
Permite la continuidad en la enseñanza y provee unidad en el contenido
El maestro adquiere disciplina
Se trazan objetivos claros
Brinda seguridad al maestro
Ayuda al maestro ser fiel a la Palabra de Dios
Permite la retroalimentación del maestro
Guiando las actividades de aprendizaje, hasta aquí hemos dicho que un maestro debe (1)
crear un buen ambiente de aprendizaje; (2) planear y preparar las actividades de aprendizaje.
Ahora hacemos el enfoque a la tercera respuesta de lo que un maestro hace. El maestro guía
a la clase en las actividades del aprendizaje y lo logra estableciéndose por lo menos tres
grandes propósitos.
1. Despertando en los alumnos el deseo de aprender
2. Siendo guía de los alumnos en las actividades de aprendizaje
pág. 21 Pr. E. Zevallos L.
Curso: Educ. Cristiana I.B.T.”Salem”-Hyo.
Para motivar al alumno cada lección debe estar dirigida de manera personal a él. Preguntas
que debe hacerse el maestro al exponer sus lecciones:
¿Qué aprendió?
¿Cómo lo aprendió?
¿Qué mantuvo el interés para aprenderlo?
¿Cómo conducimos las actividades del aprendizaje? Hechos 8:26 nos ilustra la
importancia de que el maestro guíe al alumno en su entendimiento de la Escritura. Para
lograrlo el maestro se capacita en una variada metodología siendo Jesús el modelo por
excelencia.
Jesús modelaba lo que enseñaba, por ejemplo fue un hombre oración de manera evidente
tanto que sus discípulos le pidieron que les enseñara a orar. También conocía bien lo que
enseñaba, contenido, no era otra cosa que la Biblia. Conocía bien a quienes enseñaba,
alumno; y conocía como enseñar. Kenneth O. Gangel nos dice en su libro 24 ideas para
mejorar su enseñanza, que a Juan Wesley se le apodó sarcásticamente el metodista cuando
empezó a insistir en que la comunicación del evangelio debía organizarse. Su entrega a este
esfuerzo muestra que existe una forma eficiente de hacerlo y otra que no lo es.
Los métodos o método seleccionado deben tomar en cuenta la edad de los alumnos el
propósito de la lección, y su contenido.
¿Qué conocía Jesús de sus alumnos? Que eran inmaduros, de naturaleza impulsiva,
inclinados al pecado, problemáticos, sin conocimiento, llenos de prejuicio, inestables y no
confiables.
Al analizar sus enseñanzas no hay ninguna duda que Jesús lo hacia con propósito. Jesús
busco forjar ideales espirituales, carácter recto, ayudar a los alumnos a relacionarse con Dios.
Orientaba a sus discípulos a como enfrentar los problemas de la vida y desarrollar buenas
relaciones interpersonales.
No hay ninguna duda que tubo una filosofía educativa la que le condujo a una labor
personalizada comenzando donde estaban sus alumnos para que explotaran sus
posibilidades. Los inspiraba a que sacaran lo mejor de si mismos fortaleciendo una conciencia
sana, y una respuesta a la acción.
Jesús uso materiales auxiliares como la Biblia misma, la naturaleza, la vida cotidiana y el
lenguaje figurado de las parábolas.
Jesús no fue esclavo de un método; y siempre tuvo un punto de contacto (introducción)
siempre hacia declaraciones y aclaraciones sin desviarse en su desarrollo de la enseñanza.
Utilizó los sentidos haciendo objetiva la enseñaza, entre mas sentido se utiliza es mas efectiva
la enseñanza. Uso el drama, por ejemplo la santa cena; contaba historias en parábolas, uso
preguntas, la discusión y la conferencia (discursos).
Jesús busco resultados en su enseñanza, promovió la dignidad humana, La transformación
de la vida (regeneración), la reforma del estado de cosas, y el mejoramiento de las
instituciones, así como el desarrollo de la filantropía.
Hoy en día hay herramientas disponibles muy útiles que son excelentes auxiliares en el
estudio bíblico. Mencionamos algunos:
1. diccionarios de la lengua y bíblicos
2. Léxicos hebreos y griegos
3. Comentarios exegéticos explicativos
4. Comentarios devocionales
Al tomar en cuenta las necesidades de los alumnos nos ayuda a establecer que debemos
enseñar y como enseñarlo. Cuando la clase es participativa se usan mas sentidos en el
aprendizaje y entre mas sentido se usan en la enseñanza el porcentaje del aprendizaje es
mayor. El tener un propósito ayuda al maestro dirigir su clase y su enseñanza aprendizaje.
Estimula al maestro a conocer lo más posible de métodos que faciliten la enseñanza
aprendizaje.
Al hablar de métodos conviene señalar que los métodos no son ni buenos ni malos en si
mismos; depende de la habilidad del maestro. El maestro no debe encasillarse en un solo
método, debe ser variado en su metodología.
Métodos
VENTAJAS DESVENTAJAS
1.Facilita la comunicación 1.A menudo se confunde con la discusión
2.Hace la clase particitiva 2.Se falla en el tipo de preguntas que se
3.Facilita la retro alimentación hacen
4. Descubrimos la cantidad de comprensión de3.Provoca
la períodos prolonga dos de silencio
clase.
Como este método hace la clase participativa además de hacer que la clase sea más amena,
facilita la retroalimentación no solo entre los alumnos. Esta retroalimentación se produce de
los alumnos hacia el maestro mismo. El aprendizaje puede determinarse al descubrir la
comprensión del alumno sobre el contenido compartido en clase. Permite que los alumnos
desarrollen la capacidad reflexiva.
pág. 25 Pr. E. Zevallos L.
Curso: Educ. Cristiana I.B.T.”Salem”-Hyo.
De la habilidad del maestro para hacer las preguntas adecuadas depende de que no se
produzcan períodos de tiempo prolongados de silencio, el maestro facilita que los alumnos
expresen sus dudas, inquietudes, sobre el contenido de la lección. Las preguntas deben
planearse de antemano en la preparación de la clase, las preguntas dirigen a los alumnos a
descubrir los grandes principios eternos que la Palabra de Dios nos revela. Recordemos que
si somos maestros en facilitar el aprendizaje de los alumnos. No comemos por ellos les
enseñamos a comer por ellos mismos.
Findley B. Edge advierte al maestro tener en cuenta dos cosas: la edad y el conocimiento y la
experiencia previos de los alumnos. Las preguntas no deben ser tan fáciles que ofendan la
inteligencia de los alumnos, o tan obvias que no justifiquen una respuesta.
Grupo de Discusión. Es el debate entre alumnos que presentan sus argumentos razonados
de puntos de vista sobre un determinado contenido. El maestro no solo lleva un contenido que
quiere compartir con los alumnos sino que logra que los alumnos desarrollen la capacidad de
reflexionar y expresar argumentativamente sus puntos de vista. El maestro descubre si los
alumnos tienen problemas doctrinales.
Este método tiene como propósito que toda la clase de manera organizada en grupos
pequeños discutan determinados problemas comunes a los miembros de la clase. Puede
discutirse un problema o asignarle a cada grupo que discutan un problema y después
compartir con la clase las soluciones bíblicas que han encontrado. Los pasos a seguir para
evitar hábitos dañinos como disciplinarnos para adquirir hábitos saludables, sobre todo que
glorifican a nuestro Dios.
Ventajas Desventajas
Permite la interacción No se llega a conclusiones.
Permite la flexibilidad Se falla en elegir el líder de grupo
permite que se desarrolle nuevo El material a ser enseñado requiere más
liderazgo tiempo.
capítulo titulado La Búsqueda de líderes escribió: Para que el mundo oiga la voz de la iglesia
hoy, se necesitan líderes de autoridad, espirituales y sacrificados. De autoridad, porque la
gente quiere líderes que sepan a donde van y tengan la confianza de que llegarán a la meta.
Espirituales por que sin una fuerte relación con Dios, hasta las personas más atractivas y
competentes no pueden guiar a las personas al Señor. Sacrificados, porque esto sigue el
modelo de Jesús, que se dio así mismo por todo el mundo, y nos llama a seguir en sus pasos.
Algunas recomendaciones:
En una discusión debe establecerse y definir el problema discutido. Debe analizarse principios
bíblicos que brinden posible soluciones. Estas soluciones se evalúan y se toma una decisión.
El maestro es un moderador para que cada participante no pierda el enfoque sobre el tema
discutido. Administra el tiempo, cuida el lenguaje de los participantes a manera que al
rechazar el punto de vista contrario, sean gentiles con el oponente.
VENTAJAS DESVENTAJAS
Permite el diálogo Es posible que se torne difícil definir con
Logra que el grupo participe claridad la
Se exponen varios puntos de vista proposición de un asunto
Los alumnos se interesan en invertir
Puede ocurrir desvíos del tema
tiempo Puede crear divisionismo (principalmente si el
en la clase alumno
Contribuye a la disciplina de la clase
asignado a defender un punto de vista falso,
llega a creer
que es verdadero
La conferencia es una comunicación oral que demanda sencillez, empleo mínimo de palabras,
hablar de manera concreta y lógica con fuerza expresiva para ser efectiva. Una conferencia
efectiva presenta la información formalmente y sistematizadamente en orden; identificando y
aclarando problemas así como estimulando o inspirando a los oyentes. La conferencia se
utiliza para analizar diferentes puntos de vista para fomentar estudios adicionales ya sea
repasando o anticipando un tema.
SEIS CONDICIONES PARA EMPLEAR LA CONFERENCIA
Los alumnos u oyentes están suficientemente motivados.
Cuando hay mucho material para compartir y el tiempo disponible para
hacerlo es insuficiente.
La información a compartir no es conocida por el grupo
El grupo es demasiado numeroso
El conferenciante es un experto
Los oyentes son expertos en el material a exponer
Patrón lineal
Patrón ancla
Patrón circular
Una conferencia elaborada de acuerdo al patrón lineal comienza con una idea global de la
cual surge una idea concreta de la cual surge una más específica.
La conferencia patrón ancla se desarrolla mediante ejemplos. Mientras que el patrón circular
destaca aspectos del tema a desarrollar.
Tema
Conferencia Ancla
Patrón circular
Tercer aspecto
Findley B. Edge nos dice que una conferencia de forma sencilla consta de tres partes:
Introducción
Desarrollo
Conclusión
Película. El uso de películas ya sea fijas o de acción es muy útil para la generación que ha
crecido junto con un medio audio visual tan atrayente como el televisor. La temática
desarrollada en una película puede ser la base de una discusión. Todos sabemos que la
enseñanza es transmisión de información; pero una buena discusión evalúa el aprendizaje del
contenido de una película.
Una buena película puede ayudar a una buena introducción a una serie biográfica. Sirve para
motivar a los alumnos es como una carnada en el anzuelo. O también puede despertar la
curiosidad de los alumnos el alumno retiene mas cuando no solo oye. Es un hecho
comprobado que cuando mas sentidos emplea el alumno en el aprendizaje, el porcentaje del
aprendizaje es mucho mayor Jesús fue un experto en despertar la curiosidad, se ve en Juan
capítulos 3 y 4 en su conversación con Nicodemo y La mujer de Samaria.
Proyecto. Técnicamente hay una serie de discusiones y debates sobre que es un proyecto.
Aquí solo diremos que es una actividad determinada en la cual la clase como conjunto o un
alumno desarrolla para exponer o profundizar el contenido aprendido.
Si oigo, se me olvida
Si veo, lo recuerdo
Si lo hago, lo entiendo
Mesa redonda.
Proyecto. Algunos no lo consideran un método sino una actividad, para el propósito que se
sugiere no importa si es o no un método. Si es una herramienta útil, ya que le permite al
alumno o a la clase profundizar en la verdad bíblica que el maestro ha compartido en clase.
Findley B. Edge en su libro Metodología Pedagógica nos dice que una manera más efectivas
de aprender haciendo. Una mujer joven aprende a ser madre solo cuando llega a serlo.
Investigación. Kenneth O. Gangel nos comparte nueve responsabilidades del maestro y once
de los alumnos, que el reproduce del libro 40 maneras de Enseñar de Martha Leypoldt.
El maestro:
Selecciona el problema o tema
Dirige al grupo para discutir cual es el área que necesita in vestigarse
Pide a los alumnos que se presenten como voluntarios
Sugiere las fuentes o las provee a los investigadores
Pide que los investigadores presenten un informe de sus hallazgos
Los miembros de la clase deben opinar sobr los informes presentados
Se hace un resumen de los informes
Sugiere como usar la información
Evalúa el aprendizaje logrado
Los alumnos:
Participan en la selección del tema
Se involucran en la decisión de que hay que investigar
Se presentan como voluntarios
Utilizan las fuentes asignadas por el maestro y busca adicionales
Estudian con esmero lo que se les asigna
Seleccionan los datos más importantes
Organizan adecuadamente el material encontrado
Preparan un informe de lo hallado
Consultan con otros para aclarar puntos de vistas
Deciden como usar la información
Ayudan a evaluar la experiencia de aprendizaje.
Nota: Hemos hecho algunas pequeñas modificaciones en la manera de decir el listado
anterior, pero hemos respetado la idea de cada enunciado.
Hay sin duda un sin número de métodos, los cuales como ya hemos dicho no son ni buenos
ni malos en si mismo. Depende de la habilidad de quienes los utilizan. Solo quiero sugerir que
todo maestro por lo menos debe asistir a conferencias o seminarios de la educación unas ves
por año. Y debe leer dos o tres libros el año sobre el tema.
Los que hemos aceptado el desafío de enseñar la Biblia recordemos lo enorme que es la
responsabilidad de estar formando vidas. Vidas creadas a imagen de Dios y su valor no solo
es por su creación sino su mención a un alto costo, la sangre de nuestro señor. Además
somos maestro no de cualquier conocimiento sino de la palabra de Dios.
B. ESTUDIAR EL MANUAL
1. Aprender bien la historia
2. NUNCA debe leerse la historia en la clase.
D. ESCOGER EL METODO
1. ¿Qué es un método? (Una forma de hacer algo para llegar a un objetivo).
2. Mencionemos algunos métodos.
3. Los métodos tienen que ser adaptados a la edad que enseñamos.
4. Utilice métodos que propendan la participación del alumno.
G. EVALUAR LA CLASE
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Curso: Educ. Cristiana I.B.T.”Salem”-Hyo.
Muchas veces nos pasa que no encontramos el material adecuado para nuestra clase.
Quizás al escribirlas nosotros podemos adecuarlas y hasta tal vez descubrís un ¡nuevo
Don!
» Objetivos claros
» Una verdad bíblica
» Un incentivo
» Una historia explosiva
» Los gráficos
» Un versículo
» Tiempo suficiente
» Mucho amor
» Creatividad
PASITO A PASO
» Objetivos Claros
Previa oración, siéntate, y piensa qué objetivo quieres alcanzar. En una hoja escribí todo
lo que se te ocurra, y seguramente primero te va a surgir un objetivo muy amplio. Lo que
tienes que hacer es comenzar a desglosarlo en objetivos más pequeños. Ahí te vas a
dar cuenta que te surgieron varios objetivos referidos a un mismo tema, lo que implica
que de cada objetivo puedes sacar una lección.
» Un incentivo
Los incentivos son las introducciones a el tema que queremos tratar. Debe ser
motivante, entretenido, captar la atención. Puede ser un juego, una manualidad, una
breve historia, un dibujo, una pregunta, lo que se te ocurra. Puede tener principio y fin al
comienzo de la clase, o puede tener principio y luego de terminar la lección tener su fin.
También puede utilizar situaciones que tengan que ver con su cotidianeidad.
memoria). La lección tiene que ser participativa y mantener al niño atrapado con los
sucesos. Es bueno al finalizar la lección realizar alguna actividad que este relacionada
con lo aprendido.
» Los gráficos
Busca siempre las imágenes bien coloridas, llamativas. Si no lo son, hazles un marco
con cartulina de color o busca la forma para que se vean bien lindas. Trata de no saturar
la lección con imágenes, y de vez en cuando, deja volar la imaginación de los niños en
alguna historia y no les muestres nada. Anda variando.
» Un versículo
El versículo buscado debe responder al objetivo. La presentación tiene que ser original y
tener una técnica para ser aprendido de memoria.
» Tiempo suficiente
Si tomamos a nuestros niños con la seriedad que corresponde, debemos dedicarle a
cada lección todo el tiempo necesario. Tanto para armarla, como para estudiarla. Una
noche no nos basta para prepararla; además es muy importante que le estemos
pidiendo a Dios en la semana que nos muestre qué quiere de esta lección para estos
niños. Los niños no son estándares y Dios tiene un propósito particular para cada uno.
» Y Mucho Amor
El amor es acción, por ende, en cada lección se va a ver reflejado el amor por cada uno
de nuestros niños. Yo te aseguro que esto, ellos lo ven.
» Creatividad
Haz un despliegue de todas tus habilidades. Pídele a Dios que dé vuelta tu cabeza y pon
lo mejor, que seguramente algo excelente va a salir. Si somos creativos captamos más
la atención.
Bueno espero que te haya servido. Hay muchas recetas más, pero ésta es con la que
por lo general trabajo yo. Que Dios te bendiga y use.
TITULO DE LA SERIE
ONJETIVO
TITULO DE LA UNIDAD
MATERIAL BIBLICO
CONTEXTO
TEXTO
PARA MEMORIZAR
VERDAD CENTRAL
pág. 33 Pr. E. Zevallos L.
Curso: Educ. Cristiana I.B.T.”Salem”-Hyo.
PASO3: RELACIONAR LOS PRINCIPIOS BIBLICOS CON LA VIDA DIARIA (3-5 MINUTOS)
EVALUACION PERSONAL
¿Cómo?
Llenó las necesidades de mis alumnos….
Logre el interés de ellos
Captaron nuevos conocimie ntos
Demostraron una nueva actitud
Participaron en las activi dades
Adquirieron una nueva habilidad
Alcance la meta de ense ñanza aprendizaje
IDEAS________________________________________________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________________________________________________________
________________________________________________________________________________________________________________________
CONTENIDO BIBLICO
APLICACIÓN PERSONAL
EVALUACION
BIBLIOGRAFIA
1. Como enseñar la Biblia. Lucien E. Coleman. Casa Bautista de Publicaciones
2. 24 Ideas para mejorar su Enseñanza. Kenneth O. Gangel. Ediciones las Américas
3. Fundamentos para el educador Evangélico. William Martin. Editorial Vida
4. Jesús el Maestro. J. M. Price. Casa Bautista de Publicaciones
5. Modelos para el proceso de Enseñanza aprendizaje. Leroy Ford. Casa Bautista
6. La Conferencia en la enseñanza. Leroy Ford. Casa Bautista de Publicaciones
7. Sistema de la Filosofía de la Educación. Francisco Larroyo. Editorial Porrua
8. La enseñanza Eficaz. Wesley R. Willis. Ediciones Las Américas
9. Introducción a la Pedagogía. Fritz Marz. Ediciones Sígueme-Salamanca
10. Explorando la educación Cristiana. Varios. Elwood Sanner/ A.F Harper
Casa Nazarena de Publicaciones
11. Poder Espiritual en la Enseñanza. Roy B. zuck. Ediciones Las Américas
12. Enseñanza y Capacitación en su Iglesia. Guillermo G. Casa de Publicaciones
13. Pedagogía General. Ricardo Nassif. Editorial Kapelusz
Tanto la persona de Jesús como su enseñanza acerca de los valores cardinales del
reino de los cielos son objetos de estudio en la educación cristiana. O sea son su contenido.
Pero, ¿qué significa el reino de Dios?, ¿cuál es su alcance?, ¿qué implicaciones tiene para la
vida de cada creyente?
El reino, centro del contenido de la predicación de Jesús, simboliza la presencia activa
de Dios y su poder sobre, en y al final de la historia. Como símbolo comunitario transforma las
circunstancias y trae al escenario un denuedo de esperanza y posibilidad para el corazón
abatido y cansado. Para Xavier León-Dufour, el Reino de Dios, con su advenimiento proclama
el fin del dominio de Satanás y de los poderes del pecado y de la muerte sobre los seres
humanos.
Una iglesia que crece saludablemente enseña a los feligreses a encarnar los valores
del reino de Dios en cada acto personal y en cada gesto de afirmación comunitaria. Esto es lo
que Efesios asevera con la expresión, “perfeccionar a los santos para la obra del ministerio”.
Esta perfección encuentra autenticidad en la imitación del modelaje de Jesús y en la
confesión universal de la iglesia que le declara Señor y Cristo.
Educar para nutrir la fe
La educación cristiana auténtica promueve la vida en la fe cristiana. Llegar al
conocimiento del Hijo de Dios (Efesios 4:13) o conocer lo que Dios quiere (Romanos 12:2), se
aprende, se enseña. Que mejor escenario para que ocurra el misterio del crecimiento
espiritual de la iglesia que la escuela bíblica. Los elementos distintivos de esa enseñanza
germinan en un proceso de formación. Produce la creencia, la convicción y el entendimiento
de la obra de Dios. Ella ilumina y robustece la confianza en Dios. El estudio de las Sagradas
Escrituras nutre la fe, la hace fuerte a tal magnitud que nos da las herramientas para enfrentar
las pseudas-enseñanzas religiosas que denigran y laceran la dignidad del ser humano. Una fe
bien nutrida abraza la confianza, que descansa en la fidelidad de Dios y en la gracia de su
poder salvador, alumbrando el camino para hacer su voluntad, la plenitud del reino en medio
nuestro.
Educar para vivir la libertad
La iglesia cristiana ha sido instituida para vivir, modelar, educar y propiciar la libertad.
Esta cualidad humana se convierte en uno de los propósitos esenciales del proyecto
pedagógico eclesial. Pero, sin un programa educativo sólido e integral, cuya aspiración sea el
redescubrimiento de la condición de libertad, no aflora la conciencia de haber sido creado a
imagen y semejanza divina. Dicha consideración etimológica debe dirigir al magisterio de la
iglesia a reconocer que los procesos pedagógicos auspiciados por la educación cristiana
deben fomentar escenarios educativos, en donde se propicie que el participante emplee sus
funciones intelectuales con el fin de percibir, vivir y re-vivir la realidad de la libertad.
El descubrimiento del valor superior de la libertad se alcanza por medio de experiencias
de aprendizajes que inspiran al educando a valorar, sentir y anhelar la plena dimensión de
esta condición humana. En la educación cristiana para la libertad y transformación creativa, se
diseñan y aquilatan procesos pedagógicos genuinos que inspiran a los alumnos y a las
alumnas a construir utopías y a soñar con una mejor sociedad y convertirse a su vez en
mejores seguidores y seguidoras de Jesús. Esto es, permanecer en Cristo Jesús.
Educar para vivir y disfrutar la alegría del Evangelio en comunidad
Como hemos mencionado, una iglesia que crece celebra la vida y disfruta la alegría del
Evangelio en comunidad. En el cuarto evangelio, Jesús en una oración intima al Padre,
peticiona: A los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como
nosotros (Jn 17:11). De ahí que el esfuerzo constante de la educación cristiana afirma con
mayor esfuerzo el aspecto comunitario sobre el desarrollo personal, énfasis de la educación
secular.
Conclusión
Hoy es un buen día para comenzar a desarrollar la conciencia de la radicalidad del
llamado del testimonio bíblico-teológico en favor del adelanto de procesos pedagógicos más
pág. 37 Pr. E. Zevallos L.
Curso: Educ. Cristiana I.B.T.”Salem”-Hyo.
intencionales, más responsivos y más cónsonos con los propósitos de Dios. Esto es, el logro
de una educación cristiana que atienda integralmente las necesidades de los educandos. Una
educación cristiana que abra surcos para la conversión, para el despertar, para el volver en sí.
Una iglesia que crece educa; y, educa a la luz de la verdad de un Dios que nos ama y nos
invita a la vida en comunidad, a la alegría, al amor y a la esperanza.