Nutrición en Gallinas Ponedoras
Nutrición en Gallinas Ponedoras
Nutrición en Gallinas Ponedoras
1. INTRODUCCIÓN
D NA A. Flores
Trouw Ibérica, S.A.
Estación Experimental. Casarrubios del Monte, Toledo
Por otro lado, los condicionantes climáticos y de manejo, hacen que las aves estén
sometidas a diversos tipos de estrés, que habrá que conocer y valorar a la hora de determinar
la concentración de nutrientes de un pienso para ponedoras.
No hay que olvidar que los resultados en la fase de puesta están estrechamente
correlacionados con los sistemas de cría y recría de las pollitas. Si éstas no llegan a la
madurez sexual en las debidas condiciones de desarrollo (peso, tamaño corporal, estado
graso, etc), los resultados posteriores en la producción de huevos se resentirán
indefectiblemente.
En el presente trabajo se revisan los distintos factores de variación que afectan a los
resultados finales, incidiendo fundamentalmente en los aspectos más problemáticos de la
situación española: altas temperaturas en verano, fragilidad de cáscara y tamaño del huevo.
Uno de los factores que más influyen en esta mejora es la precocidad de la ponedora
actual, que entra en producción 2 ó 3 semanas antes y puede poner de 10 a 15 huevos más en
esta fase. En el cuadro 1 se presentan los datos de una encuesta realizada en Alemania por el
Dr. Dietman Flock, en la que se analizan las mejoras obtenidas en diversas estirpes de
gallinas blancas y rojas en el periodo 1978 - 1987 y que son muy ilustrativas a la hora de
cuantificar la mejora genética realizada en los años recientes.
NA
Cuadro 1. Cambios en los resultados de las gallinas ponedoras (1978 - 1987) (Dr.
Dietman Flock)
Resumiendo, nos encontramos ante un animal que alcanza su madurez sexual más
temprano, a un ritmo cercano al día y año en estos últimos 15 años y con un consumo
voluntario sensiblemente inferior.
Por otro lado, es bien sabido que para evitar problemas posteriores en la puesta, la
pollita deberá tener un peso y condición corporal (formato, composición grasa, etc) adecuado
a su estirpe en el momento de la deposición del primer huevo.
D NA
Figura 1. Reducción en la producción de huevos después del pico asociado con bajo
apetito y peso corporal
FE
Esta bajada es una consecuencia directa de los bajos consumos que presentan las
pollitas de poco peso y que para complicar más las cosas se acompaña de un porcentaje de
grasa en su canal netamente inferior.
D NA
FE
NA
ingestas superiores no tienen ningún efecto sobre el crecimiento. En el cuadro 8 puede
analizarse la influencia de dos niveles proteicos y energéticos sobre el crecimiento.
Claramente, se observa que la ingesta de energía es el factor limitante, es decir a mayor
energía consumida, mayor peso alcanzado.
5. PROGRAMAS DE ALIMENTACION
Dado que uno de los "handicaps" de las ponedoras actuales es el bajo consumo
voluntario, no hay que olvidar que la ponedora debería ingerir un mínimo de 100 g en el pico
D
de puesta (105 g en morenas). Los programas de alimentación deberán perseguir el doble
objetivo de maximizar la ingesta tanto de pienso como de nutrientes.
En la figura 2, se muestran los tres tipos de curva de crecimiento propuesta por los
asesores en producción en los últimos tiempos. En la actualidad, se pretende que la curva de
FE
crecimiento de las pollitas recriadas sea del tipo C. En esta curva hay que distinguir tres
fases:
Cuadro 8. Efecto del nivel de proteína en la dieta (0-20 sem) sobre el crecimiento de las
pollitas y el consumo de nutrientes
PROTEÍNA DE LA DIETA, % NA
Todas las dietas con 2850 kcal EM/kg
15
16
Peso corporal
20 sem (g)
1445
1459
C. Energético
0-20 sem (Mcal)
24,3
22,9
C. Proteico
0-20 sem (kg)
1,28 d
1,28 d
17 1423 22,9 1,37 cd
D
18 1427 22,0 1,39 c
19 1444 22,9 1,53 b
20 1480 23,0 1,62
ENERGIA DE LA DIETA,
FE
Por lo tanto la alimentación en este periodo deberá pensarse para lograr tres
objetivos: formación de las reservas corporales, preparación para un consumo adecuado y
formación de las reservas de calcio del hueso medular. Dado que el peso a la madurez está en
relación directa con el consumo, pesos bajos tendrán un efecto negativo sobre la producción
posterior, tanto en producción porcentual como en tamaño del huevo (figura 3).
Figura 3. Efecto del peso corporal inicial sobre el peso corporal durante la puesta
D NA
Leeson y Summers sugieren un sistema de alimentación para los lotes de bajo peso a
base de salvado suministrado durante 14 días, y de esta forma solucionar problemas de bajos
consumos a la entrada en puesta. En las figuras 4, 5, 6 y 7 se muestran los efectos de este tipo
de alimentación: una reducción sensible de peso en este periodo y un retraso de la madurez
sexual; pero una recuperación de puesta hasta alcanzar los niveles del pienso control y con un
FE
Figura 4. Peso corporal de pollitas alimentadas con salvado de las 18 a las 20 semanas
D NA
Figura 6. Producción de huevos a una edad fisiológica similar
FE
NA
6. PIENSO PREPUESTA
D
Como es sabido, el desencadenamiento de la puesta provoca en la ponedora un
cambio radical en su metabolismo, ya que de forma repentina tiene que extraer 2 g de calcio
de su cuerpo. Los piensos prepuesta están destinados a preparar al ave para la producción,
FE
aumentando las reservas de calcio del hueso medular, que inevitablemente va a tener que
utilizar.
Sin embargo, las aves más pesadas o más precoces, tendrían una puesta de 100% y
una falta de calcio lo que provocaría una parada de puesta después de los 2 o 3 primeros
huevos y aunque, ésta se reiniciaría rápidamente con un pienso adecuado en calcio, las series
de puesta de estas ponedoras serían mas cortas a lo largo de toda su vida productiva.
NA
Es la solución normalmente usada en la mayoría de la explotaciones. Asegura la
reserva de calcio del hueso medular, aunque hay que tener cuidado de no utilizar el pienso
prepuesta por encima del 1% de puesta, ya que al igual que en la situación anterior las
gallinas con un 100 producción, se resentirían en su producción.
retención de calcio
Detractores de este sistema, aducen que las aves sometidas a una temprana
alimentación con el pienso de puesta, sufren un trabajo excesivo de sus riñones, ya que el
exceso de calcio debe ser excretado rápidamente. Efectivamente, en el cuadro 9 se observa
un aumento proporcional del contenido en calcio de las excretas. Sin embargo estudios
histológicos de los riñones no manifestaron trastorno alguno. Trabajos recientes ponen en
Sin embargo la introducción precoz del pienso de puesta, parece que incrementa la
ingesta de agua, y como resultado la humedad de la excreta. Este aumento de la humedad de
las heces persiste a lo largo de toda la puesta. (cuadro 10)
Cuadro 10. Efecto del nivel de calcio en el periodo de prepuesta sobre la humedad de
las heces (%)
Este problema se agravaría con altas temperaturas, por lo que sería desaconsejable en
la mayoría de explotaciones con problemas de estrés térmico.
D
En condiciones prácticas, el pienso prepuesta con un 2% de Ca será la solución más
eficaz, siempre que ésta no se prolongue por encima del 1% de puesta.
FE
7. PROGRAMAS DE LUZ
Por otro lado, a mayor fotoperiodo, más tiempo disponible para la ingesta, y como
consecuencia mayores pesos de las aves.
Cuadro 11. Efecto de la longitud del día en la recría sobre el posterior desarrollo de la
ponedora
NA
Por otro lado, cuando la estimulación luminosa se realiza antes de la producción del
primer huevo, estudios realizados por Leeson y Summers indican que entre los 98 y 140 días
de edad, por cada día de adelanto en la estimulación luminosa, la puesta del primer huevo se
produce medio día antes. (ver figura 9)
D
Figura 9. Edad a la estimulación lumínica (8-14 horas) y madurez sexual
FE
Los programas decrecientes, en los que se comienza con 23 horas de luz la primera
semana, se disminuye una hora cada semana hasta llegar a las 10 h/día, y a partir de entonces
se mantiene el fotoperiodo constante hasta la fecha en que se inicia la estimulación luminosa
(18/19 semanas), tienen la ventaja que permiten a las pollitas jóvenes disponer de más tiempo
para la ingesta de pienso durante la primera fase de su desarrollo, y en épocas de calor las
aves pueden ingerir su alimento a las horas más frescas del día.
NA
Sin entrar en el detalle de los métodos de cálculo de las necesidades nutricionales de
la gallina ponedora, sólamente indicaremos aquí que tanto para el cálculo de las necesidades
energéticas y proteicas como en macrominerales, se encuentran diferentes ecuaciones de
predicción en la literatura, que relacionan los consumos de un nutriente determinado con los
parámetros productivos y de conservación. Así, para el consumo energético diario las
ecuaciones más utilizadas se muestran en el cuadro 12.
Energía
Proteína bruta
Metionina
Lisina
Calcio
NA 280/ 300 kcal
17 g
360 mg
720 mg
3,5 mg
Fósforo disponible 0,4 mg
D
Cuadro 14. Especificaciones de la dieta y consumo de pienso
FE
Por lo tanto, el conocimiento del consumo voluntario del plantel de ponedoras, será el
elemento fundamental, para la aplicación correcta de la gama de piensos.
NA
10. Composición en materias primas del pienso
Si las dietas han sido diseñadas en función del consumo, las gallinas más ligeras y
con menor consumo, estarán problablemente subalimentadas, por el contrario las de mayor
peso, estarán sobrealimentadas a la misma edad. Como resultado, las curvas de puesta se
desplazarán, tal como se observa en la figura 10.
Figura 10. Curvas de producción de una recría uniforme (A) y una desigual (B)
Figura 11. Porcentaje de puesta (18-66 semanas) en respuesta a los consumos de energía
y proteína
D NA
Cuando la ingesta energética es alta, la respuesta a diferentes ingestas de proteína no
es significativa. Unicamente cuando la energía es limitante, el nivel de proteína influye en la
FE
respuesta del porcentaje de puesta. Vemos entonces que el primer factor limitante de la
producción, es el nivel de ingesta energética.
Por consiguiente, el primer nutriente que tendremos que definir en el pienso para
ponedoras será la concentración energética, que deberá ser tal, que en las condiciones medias
de ambiente y manejo cubra holgadamente las necesidades de producción.
La influencia de las altas temperaturas y del estrés térmico sobre los resultados de
puesta, es un factor sobradamente conocido y padecido por los avicultores en los meses de
verano.
Una de las consecuencias directas del stres térmico, es un descenso importante del
consumo voluntario, relacionado con los cambios que se producen en el metabolismo de la
ponedora.
D NA
En la figura 13 se relaciona la energía ingerida con la temperatura ambiente. La zona
comprendida entre las dos curvas, representa la energía disponible para la producción,
observándose que a partir de un punto, (33 oC en el ejemplo) la energía disponible para la
producción se hace negativa.
FE
D NA
(Nota: El estudio presentado, está realizado en unas condiciones particulares. Los sistemas de
adaptación del ave, situación de emplume, ventilación, velocidad del aire y otras condiciones
ambientales, modifican las temperaturas críticas descritas.)
prioritario será aumentar la ingesta de energía a niveles que eviten un deterioro importante de
la producción.
18 oC 30 oC
Energía Alimento Energía Alimento Energía
(kcal EM/kg) día (g) día (kcal) día (g) día (kcal)
2860 127 363 107 306
3060 118 360 104 320
3250 112 364 102 330
3450 106 365 101 350
NA
Por lo tanto, bajo determinadas condiciones y dentro de unos márgenes prudentes,
incrementar la energía podría ser beneficioso.
Cuadro 17. Efecto del cambio repentino en el tamaño de las partículas del pienso sobre
el consumo (5-7 d) después del cambio
Por otro lado, ya vimos, que en general las diferencias de peso al inicio de la puesta
se mantienen a lo largo de toda ella. En el cuadro 18 se muestra como el peso a las 18
semanas influye sobre el consumo posterior de
energía.
Cuadro 18. Influencia del peso de las pollitas sobre el consumo de energía
NA 1700
Por lo tanto, la ponedora que presente un buen estado corporal podrá soportar mejor
* Nivel de proteína
D
En el pasado cuando la ingesta de pienso se reducía a causa del calor, se aumentaba la
concentración proteica en orden a mantener la ingesta de proteína en un mínimo de 17 g/día.
Esta técnica puede ser nefasta ya que como es sabido, la proteína es el nutriente que mayor
FE
Por otro lado, ya hemos indicado que la utilización de parte de la energía en forma de
grasa añadida puede ayudar a aliviar el estrés térmico, como consecuencia del menor
incremento térmico producido por la grasa frente a almidones y/o proteínas.
* Minerales y Vitaminas
Con respecto al calcio, sería necesario aumentar los niveles en el pienso, para ajustar
la disminución de la ingestión a la consecución del consumo mínimo de 3,5 gr de calcio por
día.
Cuando se utilizan dietas de alta energía, puede ser difícil conseguir dichas
concentraciones de calcio, y por otro lado es sabido que altos niveles de carbonato,
disminuyen la palatabilidad de pienso. En estos casos el empleo de conchilla de ostras, o
NA
estres térmico, la gallina incrementa el empleo del hueso medular como reserva de calcio, y
como consecuencia aumenta el nivel del fósforo en circulación, en detrimento de la dureza de
la cáscara.
otro lado, en aves no sometidas a estrés, altos niveles de vitamina C empeoran los resultados.
* Agua
Temperatura ambiente 32 oC
Edad (semanas) Agua a 32 oC Agua a 27oC
25 64 74
26 74 79
27 77 86
28 76 84
29 88 93
Media 76 83
NA
Como resumen de lo comentado, se presentan a continuación diez puntos de acción,
para tratar de mejorar las situaciones de estrés:
9. SISTEMAS DE ALIMENTACION
NA
la siguiente: 17 g de PB/día hasta que el lote descendía del 80% de producción; 16 g de
PB/día del 80% al 70% y 15 g de PB/día cuando la producción caía por debajo del 70%.
La mayor crítica del sistema está basada en que el porcentaje de puesta de un lote no
D
es más que el reflejo de una situación, en la que distintos porcentajes de aves del lote
presentarán distintos porcentajes de producción, cuya media ponderada es el porcentaje de
puesta del lote. Lógicamente si utilizamos un pienso demasiado pobre penalizamos a las aves
de alta producción con lo cual la media del grupo bajará.
FE
Los distintos piensos se diseñarán de acuerdo con los mínimos exigidos de cada
nutriente.
Blancas Semipesadas
FE
Deberá garantizar una ingesta diaria mínima de 3,25 grs en blancas y 3,60 grs en
rubias.
NA
La mejor aproximación a las necesidades reales de la ponedora en las distintas fases,
la utilización práctica de la digestibilidad de los aminoácidos, el más exacto conocimiento del
metabolismo y utilización del calcio y fósforo, el empleo de enzimas adaptadas, etc...,
permite ajustar mejor las gamas de piensos a cada genética y a las diferentes situaciones
ambientales y tipo de producción.
utilización.
El tratamiento en profundidad de esta materia, se sale del ámbito del presente trabajo.
En la literatura existen excelentes revisiones: Jolly Picard, Keshavaraz, Roland, etc, en las
que se pueden encontrar las bases científicas del proceso de calcificación. Sólo realizaremos
aquí un repaso de los elementos básicos que nos ayuden a establecer algunos puntos de
acción para mejorar la calidad de la cáscara.
Como sabemos el 95% de la cáscara está formada por materias minerales. (cuadro
22). Si tenemos en cuenta que la gallina exporta diariamente 2,17 g/día de calcio y 150
mg/día de fósforo, en un año de puesta una buena ponedora exportará 740 g de calcio y 50 g
de fósforo.
NA
Por otro lado, está comprobado que la gallina sabe instintivamente elegir su calcio
cuando tiene más necesidad, lo que se corresponde con el inicio de la formación de la
cáscara.
Recordemos también que el calcio depositado en la cáscara tiene dos orígenes: calcio
óseo (hueso medular) y calcio alimentario.
D
10.1. Utilización del calcio óseo
utilización excesiva del hueso medular puede originar una peor calidad de la cáscara y una
liberación de iones fosfatos en la sangre, con la consiguiente modificación del pH y
equilibrio iónico. Para mantener el equilibrio iónico, la gallina elimina el exceso de iones
fosfato, a través de los riñones y estos procesos pueden conducir a una desmineralización de
la ponedora. Por lo tanto, las técnicas que permitan limitar la utilización del calcio óseo,
mejoraran la solidez de la cáscara.
- La solubilización del calcio en la molleja se multiplica por 2,5 a causa del aumento
en la secreción de ácido láctico en el buche y del ácido clorhídrico en la molleja.
Por otro lado es importante constatar que cuánto más próxima es la hora de la ingesta
a la de iniciación de la calcificación del huevo, mayor es la cantidad de calcio depositada en
la cáscara que proviene directamente del intestino. En cambio de la ingesta de calcio
realizada a las 10 h de la mañana, únicamente el 30% del calcio ingerido se deposita en la
cáscara.
Por lo tanto, y como conclusión práctica, las técnicas que permiten un mejor y mayor
almacenamiento cálcico a nivel de la molleja, van a permitir :
D NA
FE
Por lo tanto, a temperaturas altas y gallinas viejas, situación en la que los problemas
de solidez de cáscara se agudizan, la presentación en partículas presenta unos resultados
netamente superiores a la presentación en harina.
producido. La reconstitución del hueso medular se realiza a través del fósforo de la ración y
en los momentos en los que la ponedora no está formando cáscara.
Cuadro 23. Influencia del nivel de fósforo disponible sobre los rendimientos de
ponedoras (Hartel, 1989)
En % de
la ración
Mortalidad (%)
Masa Huevo (g/d)
Consumo (g/d)
0,08
51,6
22,6
86,1
NA 0,18
7,4
45,9
113,6
Valor en fósforo disponible
0,28
5,1
50,9
118,5
0,38
3,9
51,6
119,2
0,48
3,9
52,8
120,4
0,58
5,5
53,2
121,7
I. Conversión 4,37 2,51 2,33 2,32 2,28 2,31
D
F. Ruptura (k) 3,94 3,80 3,79 3,74 3,74 3,66
Espesor (mm) 3,88 3,84 3,81 3,78 3,78 3,76
FE
Cuadro 24. Efecto del nivel de fósforo de la dieta sobre la mortalidad de ponedoras
(Härnus, 1982)
Mortalidad en %
Fósforo añadido En el suelo En jaulas
0,00 8,3 50
0,05 4,2 55
0,10 2,8 30
0,15 6,9 30
0,20 11,2 20
0,25 5,5 20
Es bien conocido que el exceso del cloro produce una deteriorización muy importante
en la calidad de la cáscara en razón del desequilibrio ácido-base que se produce. La
utilización de aguas salinas provoca una elevación neta del número de huevos deformados
(cuadro 25). En este caso, se recomienda utilizar bicarbonato de sodio, como fuente de sodio
en la dieta y rebajar los valores de cloro.
Cuadro 25. Influencia de la calidad del agua sobre la calidad de la cáscara del huevo
NA 0,383 0,336
Por último, recordar que los programas ahemerales de luz, utilizados al final de la
puesta, han mejorado en algunos casos, la solidez de la cáscara. Periodos de luz de 3,5 horas
alternados con periodos de oscuridad de 2,5 horas provocan, según Joly (1994; ver cuadro
26), un alargamiento del periodo de formación de la cáscara que se traduce en: cáscara más
gruesa, mayor solidez, aumento del peso huevo en 2/3 %, reducción de 2 puntos en la puesta,
masa de huevo similar y mejor índice de conversión.
Fósforo
carbonato.NA
19-50 semanas:
- Recomendaciones:
3,8 - 4,2 g/d
desp. 50 semanas: 4,2 - 4,6 g/d
- Las necesidades dependen de la forma de aporte del
19 - 50 s. Después 50 s.
Figura 18. Peso del huevo (18-66 sem) en respuesta a los consumos de energía y
proteína
NA
Se observa una correlación positiva muy clara entre el tamaño y el nivel de proteína
para cualquier nivel de energía. A bajos niveles de proteína (<14-15% PB) se observa una
disminución del tamaño al aumentar la energía. La correlación positiva de la proteína, es
conocido que está fundamentalmente relacionada con el nivel de aminoácidos azufrados,
esencialmente la metionina, tal como se indica en el cuadro 27.
D
Cuadro 27. Influencia de la proteína y metionina sobre el tamaño del huevo (Resultados
media 20 - 32 semanas)
FE
PMH IC EP
SALA 1 63,01 2,22 a 52,96
SALA 2 62,87 2,28 b 52,83
Pr>F N.S. 0,0001 N.S.
Tratamiento
1,5% Linol. (0,35%)Met.
2,0% Linol.(0,35%) Met.
2,5% Linol.(0.35%)Met.
NA
Cuadro 29. Comparación entre niveles de linoleico
PMH
62,55
63,12
62,14
IC
2,26 ab
2,26 ab
2,26 ab
EP
52,95
53,13
52,32
3.0% Linol.(0.356%)Met. 63,66 2,32 a 51,85
D
3.5% Linol.(0,369%) Met. 62,86 2,18 b 53,40
Pr>F N.S. 0,04 N.S.
FE
Tratamiento PMH IC EP
2.5% Linol. (0.35%)Met. 62,14 2,26 52,32
2.5% Linol. (0.44%)Met. 63,51 2,23 53,14
2.5% Linol. (0.259%)Met. 63,21 2,26 53,27
2.5% Linol. 19.2% PB 62,53 2,28 52,97
Pr>F N.S. N.S. N.S.
Como puede observarse no existe influencia del nivel de ácido linoleico, ni de los
niveles de metionina y proteína estudiados, sobre el tamaño de huevo ni exportación
ponderal.
12. REFERENCIAS
ABDALLAH ABDOU y HARMS, R.H. (1994) Poultry Sci. 73: 295-301.
NA
JOLY, P. Alimentation minerales et qualité de coquille. Bulletin ISA.
LARBIER, M. y LECLERCK, B. Nutrition et alimentation des volaills. Inra-Ed.
LEESON, S. y SUMMERS, J.D. (1979) Poultry Sci. 58: 681-686.
LEESON, S. y SUMMERS, J.D. (1983) Nutr. Rep. Int. 28: 837-844.
LEESON, S. y SUMMERS, J.D. (1984) Poultry Sci. 63: 875-882.
LEESON, S. y SUMMERS, J.D. (1984) Poultry Sci. 63: 1764-1772.
LEESON, S. y SUMMERS, J.D. (1985) Poultry Sci. 64: 1617-1622.
LEESON, S., JULIAN, R.D. y SUMMERS, J.D. (1986) Can. J. Anim. Sci. 66: 1087-1096.
LEESON, S (1986) World´s Poultry Sci. J. 42: 619-681.
D
LEESON, S. y SUMMERS, J.D. (1989) Can J. anim. Sci. 69: 449-458.
LEESON, S. y SUMMERS, J.D. (1989) Poultry Sci. 68: 546-557.
MCNAUGHTON, J.L.; KUBENA, J.W.; DEATON y REECE, F.C. (1977) Poultry Sci. 56: 1391-
1398.
NATIONAL RESEARCH COUNCIL. (1994) Nutrient Requirement of poultry. Ninth Revised
FE
Edition .
NESSEY-SCOTT. Poultry Nutrition.
PAYNE, C.G. (1967) En Environmental Control of Poultry Production. pp 40-54 (Ed. T.C. Cartet).
Publ. Longmans, London.
PORTELLA, F.J., CASTON, I.J. y LEESON, S. (1988) Can. J. Anim. Sci. 68: 915-922.
RAO, K.S. y ROLAND, D.A., Sr. (1989) Poultry. Sci. 68: 1499.
RPAN (1993) Nutrition Guide.
SAUVEUR, B. Reproduction des volailles et production d´oeufs. INRA Ed.
SAZZARD, H.M. (1994) Anim. feed and Tech. 46: 271-275.
SHEILA, E.; SHEIDELER y HAMAD AL BATSHAN. (1994) Feedstuffs. Abril.
STOCKLAND, W.I. y BLAYLOCK, W.I. (1974) Poultry Sci. 53: 1174-1187.
SUMMERS, J.D. y LEESON (1983) Poultry Sci. 62: 1155-1159.