Cadena Epidemiológica Del Sida

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Cadena Epidemiológica del sida

Desde un punto de vista epidemiológico, el SIDA (siglas de síndrome de inmunodeficiencia


adquirida) puede definirse como una enfermedad grave, infecciosa, transmisible de persona a
persona, de naturaleza crónica, con evolución lentamente progresiva y largo período de
incubación

Agente causal

Como es bien conocido, el agente causal es un retrovirus llamado virus de la inmunodeficiencia


humana (VIH) que afecta al sistema inmunológico, causando su deterioro progresivo y
desembocando en una situación de inmunodeficiencia celular severa.

Esta se caracteriza clínicamente por la aparición de una serie de infecciones oportunistas y


neoplasias secundarias a la disminución de la resistencia inmunológica. A estas enfermedades
secundarias, que son las que caracterizan y definen al SIDA, se les ha llamado enfermedades
indicativas de SIDA.

Por lo tanto, a los efectos de vigilancia epidemiológica, el SIDA se define por criterios clínicos que
son la aparición de estas enfermedades secundarias con evidencia de infección por VIH. Es
evidente que, desde este punto de vista, debe distinguirse el SIDA como enfermedad de la
infección por VIH, que incluye situaciones asintomáticas o con clínica distinta de la incluida en los
criterios internacionales de definición de caso de SIDA.

Cadena epidemiológica del SIDA

El reservorio

El reservorio y fuente de infección del VIH es el hombre, tanto enfermo como portador, ya que el
virus permanece en las células infectadas durante años y es posible detectar antígenos virales en
muestras de personas infectadas a lo largo de toda la historia natural de la enfermedad. En
principio debe asumirse, por tanto, que las personas infectadas son fuente de infección potencial a
todo lo largo de su historia natural.

No se han descrito reservorios animales ni inanimados, ni se ha demostrado que la enfermedad


pueda transmitirse por vectores ni fómites. En cuanto a la transmisión por artrópodos, a pesar de
que en estudios experimentales se ha demostrado tanto la presencia de material vírico como la
supervivencia del VIH en mosquitos, no ha podido demostrarse su replicación ni expresión.
Además, estudios epidemiológicos ad hoc en África y en Florida, no pudieron encontrar ninguna
evidencia de transmisión por artrópodos.

Puerta de salida/Vehículo y mecanismo de transmisión

Es la forma o medio que utiliza el agente para llevar desde la puerta de salida del reservatorio a la
puerta de entrada del huésped. Puede trasladarse o entrar al organismo.

El virus se ha aislado en leucocitos de sangre periférica, plasma, semen, saliva, lágrimas, líquido
cefalorraquídeo, leche materna, secreciones vaginales, orina, cérvix uterino, líquido alveolar,
líquido amniótico y tejidos de órganos internos de personas infectadas. Sin embargo, hasta ahora
sólo se han implicado en la transmisión la sangre, el semen, la leche materna y quizás las
secreciones vaginales.

Si bien el virus se encuentra en la saliva de los enfermos, no se ha probado la transmisión por esta
vía, por medio de besos o mordeduras, ni tampoco a través de instrumentos que pudieran estar
contaminados por saliva, como son vasos o cubiertos. Evidentemente, es difícil aislar este tipo de
contactos de otras conductas de riesgo, por lo que este tipo de transmisión sería difícilmente
comprobable aunque existiera.

Tampoco se ha evidenciado que las lágrimas sean un vehículo eficaz de transmisión del VIH,
aunque se haya aislado el virus no sólo en lágrimas, sino también en tejidos oculares e incluso en
lentes de contacto.

Si bien los vehículos naturales de transmisión del VIH son por tanto sangre, semen, leche materna
y secreciones vaginales, también se ha demostrado la transmisión a través de transplantes de
otros órganos y tejidos, lo que indica que en general cualquier tejido podría considerarse
protencial vehículo de infección. Merecen mención aparte los instrumentos médicoquirúrgicos
que pueden ser vehículos de infección cuando están contaminados con sangre infectada por el VIH
y no han sido adecuadamente esterilizados.

Al ser el virus muy lábil y poco resistente a las condiciones extemas, para que el contacto con el
VIH sea contagiante, es necesario que estos líquidos orgánicos sean inoculados directamente en la
sangre de la persona susceptible, a través de punción intravenosa o de lesiones abiertas en piel o
mucosas. No se han descrito nunca las puertas de entrada respiratoria ni digestiva. El mecanismo
de transmisión es, por tanto, persona a persona, mediante el contacto directo del semen o la
sangre de la persona infectada con la sangre del sujeto susceptible, siendo tres los mecanismos de
transmisión: sexual, parenteral y perinatal.

MODOS DE TRANSMISIÓN

Transmisión sexual: Este es el mecanismo de transmisión del VIH predominante en todo el


mundo. En general, el riesgo de adquirir la infección por VIH a través de un solo contacto sexual
depende de varios factores, que incluyen el tipo de prácticas sexuales, la infectividad de la pareja,
la susceptibilidad individual y posiblemente la cepa viral. Generalmente, el riesgo de transmisión
sexual depende igualmente de la prevalencia de infección por VIH en la población sexualmente
activa: al aumentar la prevalencia, aumenta la probabilidad de que la pareja esté infectada.

Los factores de riesgo específicos para la transmisión sexual se han identificado en múltiples
estudios epidemiológicos realizados en población homosexual. Los factores de mayor
trascendencia son la prevalencia de infección por VIH y el número de parejas sexuales, seguido del
coito anal receptivo y otras prácticas relacionadas con traumatismos rectales. Aunque cualquier
práctica sexual que implique exposición a sangre o semen supone un riesgo, varios estudios
sugieren que el coito insertivo anal u oral representa un riesgo menor que el coito anal receptivo.
También se han comunicado casos de transmisión homosexual en mujeres tras prácticas sexuales
traumáticas.
La transmisión sexual del VIH, tanto homo como heterosexual, se asocia a la presencia de otras
enfermedades de transmisión sexual (ETS), como sífilis, gonococia y herpes genital. Esta asociación
puede deberse en parte a que, tanto la infección por VIH como el resto de las ETS, se relacionan
con un elevado número de parejas sexuales, pero además las ETS pueden facilitar la transmisión
del VIH a través de las lesiones que provocan en la mucosa genital. Algunos estudios han
demostrado una asociación entre sífilis e infección por el virus herpes, con la infección por VIH,
independientemente del número de parejas o de prácticas sexuales específicas

Transmisión parenteral: El VIH se transmite parenteralmente, por inoculación en el torrente


circulatorio de sangre contaminada o productos derivados de la misma que no hayan sido tratados
por calor ni otro procedimiento que inactive el virus. En este apartado se incluye la utilización de
material médico-quirúrgico contaminado con sangre infectada, incluida la utilización de agujas y
jeringuillas contaminadas para la autoadministración intravenosa de drogas.

Adictos a drogas por vía parenteral: Al igual que para la transmisión por vía sexual, en estos
últimos años se han publicado numerosos trabajos sobre los factores que pueden tener influencia
sobre la probabilidad de transmisión del VIH en ADVP. Se han relacionado con esta probabilidad la
utilización compartida de agujas y jeringuillas, el número de personas con las que se comparten, la
utilización compartida con personas extrañas y la inyección de drogas en las llamadas shooting
galleries (galerías de chute). La antigüedad de la adicción, la frecuencia de inyección de drogas y la
utilización de drogas en fechas recientes también se asocian al riesgo.

La prostitución asociada al consumo de drogas, plantea una serie de problemas debido a la


proporción de ADVP, tanto hombres como mujeres que buscan financiación en la prostitución. En
estos colectivos, la prevalencia de infección es mucho más elevada que en las prostitutas no
adictas, entre las cuales, la prevalencia es mucho más baja o incluso nula.

Por otro lado, está plenamente demostrada la transmisión tanto de los clientes a las prostitutas
como de las prostitutas ADVP a sus clientes. Por estas razones se ha considerado la prostitución, y
sobre todo la prostitución asociada al consumo de drogas, como un mecanismo importante para la
difusión de la infección por VIH. En este sentido, la Organización Mundial de la Salud ha elaborado
una serie de recomendaciones para reducir este riesgo potencia.

Exposición a sangre y hemoderivados: La existencia de casos de SIDA en hemofílicos y receptores


de transfusiones sanguíneas, sin otro factor de riesgo, implicó claramente a la sangre como un
importante vehículo de transmisión del VIH, desde los primeros meses de la epidemia. Tanto la
sangre completa como sus componentes celulares, el plasma y los factores de coagulación han
transmitido la infección. Sin embargo, otros productos preparados a partir de sangre o plasma,
como son inmunoglobulinas o la vacuna de la hepatitis B, no transmiten la infección, ya que en su
fraccionamiento se utilizan técnicas y productos que inactivan el VIH.

Transmisión por exposición parenteral accidental en personal sanitario: En Estados Unidos, el 5


% de los casos de SIDA se dan en personal sanitario; en comparación, estos trabajadores
constituyen el 6 % de la población activa en este país. En la mayoría de estos casos, la infección
por VIH fue adquirida fuera del lugar de trabajo por transmisión sexual o por adicción a drogas. Sin
embargo, está plenamente documentada la adquisición ocupacional del VIH por exposición
parenteral en personal sanitario. Los resultados de varios estudios de seguimiento de trabajadores
sanitarios indican que el riesgo de seroconversión tras pinchazos con material médico
contaminado con sangre de pacientes infectados con VIH, es menor del 1 %

A pesar de este bajísimo riesgo, el número cada vez mayor de enfermos de SIDA o infección con
VIH supondrá una mayor probabilidad de exposiciones accidentales, por lo que los trabajadores
sanitarios deben adoptar las precauciones universalmente recomendadas para todos los
enfermos. Estas precauciones deben ser igualmente observadas por los trabajadores de
laboratorios de investigación que manejan el VIH, ya que se han publicado dos casos de infección
en estos trabajadores

Transmisión perinatal: El VIH se transmite de la madre infectada a su hijo durante el embarazo, en


el parto o en el post-parto a través de la lactancia materna. Se ha detectado el VIH en tejidos
fetales y en sangre de cordón. El VIH se puede transmitir durante el parto por exposición del
recién nacido a sangre u otros fluidos infectados a su paso por el canal del parto, ya que el virus se
ha aislado en estas secreciones. El virus también se ha aislado en la leche materna libre de células
y en la fracción celular del calostro y se han comunicado casos de madres infectadas después del
parto que posteriormente transmitieron el VIH a sus hijos lactantes, lo que indica que la leche
materna también es vehículo de infección. Sin embargo, el riesgo de infección por esta vía es bajo,
ya que otros estudios no han detectado transmisión por lactancia materna.

PUERTA DE ENTRADA: Es donde se aloja el patógeno y donde se multiplica; cuando este entra al
organismo el sistema inmunitario forma su defensa.

Después de que el VIH entra en el cuerpo de una persona sana forma anticuerpos dentro de 6
semanas de periodo de 1 año en algunos casos cualquier prueba serológica durante este periodo
podría dar negativo. Durante la incubación, la persona está infectada con el SIDA, mas no tiene
evidencia clínica pero puede transmitir la infección de otros.

Una vez que vuelve a formar anticuerpos, la sangre se convertirá en caso positivo de VIH.

HUESPED SUSCEPTIBLE: Individuo sano en el cual se puede desarrollar la enfermedad


transmisible. El hombre, pareja sexual de infectado, hijos de madre infectado, personal sanitario
con riesgo de pinchazo.

Se desconoce, pero se supone que la susceptibilidad es general. La raza al parecer no modifica la


susceptibilidad a la infección por el VIH o el SIDA. La presencia de otras enfermedades de
transmisión sexual, especialmente las que se acompañan de úlceras puede agravar la
susceptibilidad, así como la presencia del prepucio. No se han corroborado concluyentemente
casos de restablecimiento; se desconoce el grado de inmunidad

CÓLERA.

El cólera es una enfermedad infectocontagiosa, producida por el AGENTE INFECCIOSO Vibrio


cholerae, que produce una diarrea secretoria caracterizada por deposiciones semejantes al agua
de arroz, con un marcado olor a pescado, una elevada cantidad de sodio, bicarbonato y potasio, y
una escasa cantidad de proteínas. En su forma grave, se caracteriza por una diarrea acuosa de
gran volumen que lleva rápidamente a la deshidratación.

Es una enfermedad bacteriana intestinal aguda que en su forma grave se caracteriza por un
comienzo repentino, con diarrea acuosa profusa, vómitos ocasionales, deshidratación rápida,
acidosis y colapso circulatorio. Existe, no obstante, un alto porcentaje de casos leves, sólo con
diarrea (sobre todo en niños) o asintomáticos, que son de gran trascendencia epidemiológica por su
papel en la transmisión. En los casos graves no tratados la letalidad puede exceder el 50%, pero con
tratamiento adecuado esa tasa es menor del 1%.

EL AGENTE es del tipo bacilo gram-catalasa y oxidasa (+), está asociado a peces y mariscos, se
encuentra en agua dulce, ríos y lagos, sus cepas (brote) es ogawa o1 toxígena e inaba o139.

El reservorio de esta enfermedad es complicado de definir. Se han sugerido 4 posibles reservorios


interepidémicos de V.cholerae 0:1. Los portadores humanos crónicos, la transmisión continua de
bajo nivel por casos clínicos muy leves, ciertas poblaciones animales marinas y el reservorio
acuático. En el momento actual es este último el que atrae a más autores, ya que los estudios de
laboratorio sostienen que el biotipo El Tor puede sobrevivir largo tiempo en aguas cálidas carentes
de nutrientes. La nueva cepa 0:139 aún presenta mayor resistencia en el medio ambiente y mayor
presencia en aguas ambientales En ambos serogrupos la supervivencia está influida por diversos
factores, fundamentalmente el pH y la salobridad del agua.

La transmisión es fecohídrica, con un papel crítico del agua de bebida en la transmisión. Los
alimentos contaminados directa o indirectamente con heces de pacientes o portadores infectados
son también fuente importante de transmisión. Los pescados y mariscos pueden servir de vehículo
transmisor si se comen crudos o mal cocinados

También se transmite de persona a persona. Este tipo de transmisión se da más en lugares en


donde circula la pobreza, en donde los servicios públicos como el agua potable no están al alcance
de la población, y por ende las personas tienden a tener una mala higiene tanto en ellos como en
los alimentos que consumen, ya que sin agua potable ellos no pueden bañarse correctamente, no
pueden realizar el lavado de manos ni de los alimentos que se llevan a la boca.

PUERTE DE ENTRADA Y SALIDA: Vía digestiva (BOCA, ANO)

El periodo de incubación de la enfermedad varía desde unas horas a 5 días, pero por lo general
pasan 2-3 días desde la exposición hasta la aparición de los síntomas. El periodo de
transmisibilidad dura mientras se emiten heces positivas, que generalmente es hasta pasados
pocos días del restablecimiento, pero puede persistir meses. Se ha demostrado en muy raras
ocasiones la existencia de infección crónica biliar, que dura años con eliminación intermitente de
vibriones en las heces. El tratamiento con antibióticos eficaces contra las cepas infectantes acorta
el periodo de transmisibilidad.

El huésped susceptible a esta enfermedad es cualquier persona de cualquier edad con baja acidez
gástrica y con malos hábitos higiénicos (que no se lave las manos, no bañarse, no lavar sus alimentos,
ya sean verduras o pescado más que nada, comer alimentos crudos como mariscos, o si fuera el
caso, realizar las anteriores actividades a medias. La susceptibilidad a la infección es variable,
afectándose con mayor frecuencia personas con grupo sanguíneo 0 o con aclorhidria gástrica,
estando protegidos los niños que se alimentan exclusivamente de leche materna. Los estudios de
campo indican que la infección por V. cholerae 0:1 del biotipo clásico brinda protección contra
futuras infecciones por ese biotipo y por el biotipo El Tor. Sin embargo, la infección inicial por biotipo
El Tor sólo brinda protección parcial contra ese mismo biotipo. La infección por cepas 0:1 no protege
contra la infección por cepa 0:139 ni viceversa.

file:///C:/Users/Microsoft/Downloads/S0300289615313831.pdf

https://ocw.unican.es/pluginfile.php/1010/course/section/1165/tema14-sida.pdf

https://prezi.com/8i5md73aekmn/cadena-epidemiologica-del-vihsida/

http://cps-pqe.blogspot.com/2008/11/cadena-epidemiolgica-del-sida.html

https://www.amse.es/informacion-epidemiologica/76-colera-epidemiologia-y-situacion-mundial

http://201enfeaquilinocadenaepidemiologica.blogspot.com/2016/06/ejemplo-cadena-
epidemiologica-del-colera.html

https://prezi.com/tku2g5d_avpc/colera/

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