Trabajo de Proteccion Catodica Por Anodos de Sacrificio

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 6

P R O T E C C I Ó N C A T Ó D I C A C O N Á N O D O S

D E S A C R I F I C O

Se atribuye al inglés davy la paternidad del descubrimiento de la


protección catódica, ya que en 1824, para proteger la envoltura de cobre
de los buques de guerra británicos utilizó, por vez primera, bloques de
zinc, con lo que se inició lo que se conoce en la actualidad como
protección catódica.

La realización de la protección catódica con ánodos de sacrificio o


galvánicos se lleva a cabo normalmente con tres metales característicos:
zinc (zn), magnesio (mg), aluminio (al) y sus aleaciones. El zinc ha sido
siempre el material anódico clásico, y es el pionero en el desarrollo de la
protección catódica. Los ánodos de aleaciones de magnesio han sido
también utilizados con éxito; principalmente se emplean para la protección
de estructuras que requieren de una polarización rápida, o en medios
agresivos de resistividad elevada, como los suelos.

El aluminio es un material anódico de gran interés por sus


características electroquímicas. Sin embargo, la obtención de aleaciones
de aluminio adecuadas para ánodos de sacrificio ha sido más lenta que
las de los dos otros metales, que en los últimos años han tenido un gran
desarrollo.

PROPIEDADES DE UN MATERIAL ANÓDICO

Tomando en cuenta la serie electroquímica de los metales (Cuadro 3),


un metal tendrá carácter anódico respecto de otro si se encuentra arriba
de él en dicha serie. Así, por ejemplo, el hierro será anódico con relación
al cobre y catódico respecto al zinc. El metal que actúa como ánodo se
"sacrifica" (se disuelve) en favor del metal que actúa como cátodo; por
esto el sistema se conoce como protección catódica con ánodos de
sacrificio. Lo anterior se ilustra en un esquema de la figura.
Mecanismo de protección catódica con ánodo de sacrificio.

Las propiedades que debe reunir un material anódico son las siguientes:

1) Debe tener un potencial de disolución lo suficientemente negativo como


para polarizar la estructura de acero (que es el metal que normalmente se
protege) a -0.80 V. Sin embargo, el potencial no debe ser excesivamente
negativo ya que eso motivaría un gasto innecesario de corriente. El
potencial práctico de disolución puede estar comprendido entre - 0.95 V y
- 1.7 V.

2) Cuando el metal actúe como ánodo debe presentar una tendencia


pequeña a la polarización, no debe desarrollar películas pasivantes
protectoras y debe tener un elevado sobrepotencial para la formación de
hidrógeno.

3) El metal debe tener un elevado rendimiento eléctrico, expresado en


amperes-hora por kg. De material (Ah/kg.) lo que constituye su capacidad
de drenaje de corriente.

4) En su proceso de disolución anódica, la corrosión deberá ser uniforme.

5) El metal debe ser de fácil adquisición y deberá de poderse fundir en


diferentes formas y tamaños.
6) El metal deberá tener un costo razonable, de modo que en conjunción
con las características electroquímicas correctas, pueda lograrse una
protección a un costo bajo por ampere-año.

Estas exigencias ponen de manifiesto que solamente el zinc, el magnesio


y el aluminio y sus respectivas aleaciones pueden ser consideradas como
materiales para ser utilizados prácticamente como ánodos de sacrificio.

CARACTERÍSTICAS ELECTROQUÍMICAS DEL ZINC (Zn), MAGNESIO


(Mg) y ALUMINIO (Al)

Las propiedades que deben reunir los materiales anódicos para que
puedan ser utilizados como tales en la práctica, remiten, pues, al Zn, Al y
al Mg como metales seleccionados. Otros posibles candidatos, como los
metales alcalinos (Li, Na, K) y los alcalino-térreos (Be, Ca, Sr), quedan
descartados porque son demasiado activos (tienen un sobrepotencial de
hidrógeno pequeño y un potencial de disolución muy elevado) y otros,
como el cromo (Cr), porque son fácilmente pasivables.

En una reacción electroquímica, un metal se disuelve de acuerdo con las


leyes de Faraday, las cuales dicen que, prácticamente, el paso de una
cantidad de corriente de 96 500 coulombs (número de Faraday) disuelve
una cantidad equivalente de cualquier elemento químico. Por tanto, si una
cantidad de electricidad de Q coulombs pasa, la cantidad de metal
disuelto será:
En donde:

p =gramos de metal disuelto


1 =intensidad de la corriente en amperes (A)
t =tiempo en segundos (s)
P.A. =peso atómico del metal en gramos (g)
n =valencia del elemento, número de electrones que pierde el metal al disolverse

INTENSIDAD DE LA CORRIENTE ANÓDICA

A partir de las leyes de Faraday se puede calcular la intensidad de


corriente que es capaz de suministrar 1 kg de metal en su actuación
anódica. Ahora bien, este valor está muy lejos de ser significativo, ya que
no tiene en cuenta que:

a) la intensidad que es capaz de dar un metal en su actuación anódica es


función de su forma geométrica; es decir, 1 kg de metal en forma cilíndrica
suministrará una intensidad de corriente menor que si tiene forma de
estrella. Por otra parte, hay que tener en cuenta que cualquiera que sea
su superficie, ésta va disminuyendo a medida que el ánodo se va
desgastando, lo cual es un factor que habrá que tener en cuenta en el
cálculo real de la intensidad.

b) el valor obtenido a partir de las leyes de Faraday equivale a un


rendimiento electroquímico del 100%, que como ya se ha indicado, nunca
se puede alcanzar en la práctica. La pila formada por el ánodo galvánico y
su estructura darán un valor máximo de corriente en el instante de iniciar
su funcionamiento, el cual decrecerá después por los procesos de
polarización que tienen lugar en los electrodos. Por otra parte, la
autocorrosión que, en mayor o menor grado, presentan los tres metales
empleados como ánodos galvánicos hará siempre que su rendimiento sea
inferior al 100%.

Cada tipo de ánodo, sumergido o enterrado, tendrá una resistencia determinada


que dependerá de la resistividad del medio (p), de su longitud y del llamado radio
equivalente y que viene dada por la fórmula.

En donde:

R =resistencia del ánodo, en ohms ( )


L =longitud, en cm
p =resistividad del medio, en ohms por cm ( cm)
r =radio equivalente, en cm.
El radio equivalente es el radio de un cilindro de igual superficie
transversal que el ánodo, cuando éste se haya consumido en 40%. Si la
sección del ánodo es: S = r2

Despejando r se tiene:

Cada ánodo podrá suministrar una intensidad de corriente que vendrá


fijada por la ley de Ohm

I = V / R,

en donde:

V = diferencia de potencial entre el potencial de disolución del metal anódico en el


medio agresivo y el potencial de protección (0.80 V con respecto al electrodo de
referencia Ag/AgCI para el acero)

R = Resistencia del ánodo, calculada según la fórmula anterior.

VIDA DE LOS ÁNODOS

Un factor importante que se debe tener en cuenta es la duración o vida"


de los ánodos. La vida para cada valor de intensidad de corriente será
una función del peso del ánodo (ley de Faraday) y no del número de
ánodos que se coloquen. Si se conoce la intensidad que es capaz de
suministrar un ánodo (1) y su peso (kg), teniendo en cuenta su capacidad
de corriente calculada teóricamente (Cuadro 6) así como su rendimiento y
su factor de utilización, se puede calcular fácilmente su duración. El factor
de utilización puede ser de 85%, ya que, cuando un ánodo se ha
consumido, este porcentaje debe sustituirse, pues el material que queda
es insuficiente para mantener un porcentaje adecuado de la intensidad de
corriente que inicialmente era capaz de suministrar.

FIJACIÓN DE LOS ÁNODOS

Los ánodos se pueden colocar en la estructura a proteger con distintos


procedimientos, pero siempre con ayuda del alma que los atraviesa que
suele ser redonda y de acero. Los extremos que sobresalen del alma
pueden doblarse ligeramente y soldarse, lo que es el caso más común.
Ahora bien, se utilizan también con frecuencia sistemas de grapas o
espárragos o simplemente se atornillan.
VENTAJAS Y LIMITACIONES DE LA PROTECCIÓN CATÓDICA CON
DE SACRIFICIO

Las ventajas y desventajas se resumen esencialmente la protección con


ánodos de sacrificio puede utilizarse cuando se requiere de una corriente
pequeña y la resistividad del medio agresivo es baja. Puede usarse
además como complemento de la protección catódica con corriente
impresa, para proteger alguna parte de la estructura o bien para eliminar
la posibilidad de corrosión por corrientes vagabundas.

Ventajas y limitaciones

También podría gustarte