Un Poeta Popular. Tres Textos en Torno A Celedonio Flores
Un Poeta Popular. Tres Textos en Torno A Celedonio Flores
Un Poeta Popular. Tres Textos en Torno A Celedonio Flores
Un poeta popular
Tres textos en torno a Celedonio Flores
Françoise Prioul
Marcelo Méndez
Hipótesis y discusiones / 33
Decana Secretaria Hacienda Consejo Editor
Graciela Morgade Marcela Lamelza Virginia Manzano, Flora Hilert;
Vicedecano Subsecretaria de Bibliotecas Marcelo Topuzian, María Marta
Américo Cristófalo María Rosa Mostaccio García Negroni
1
Véase “siempre llevo bizcochos/pa’tomar con matecitos/como como si estuvieras vos…”
2
Celedonio recurre aquí a un uso popular del voseo, para darle a la saña de la voz poé-
tica, más autenticidad e impacto. Este uso, ligado a la desaparición del “vosotros” bajo
influencia andaluz, y la generalización del “ustedes” como plural, en América latina, pasó
a ser la modalidad de tuteo vigente en los márgenes del antiguo imperio colonial español
(Centroamérica a excepción de Panamá, Argentina y Chile), con actual connotación popu-
lar. Tres categorías de desinencias subsistieron, procedentes del diptongo de la desinencia
correspondiente al “vosotros”: las que carecen de diptongo —“-ás, -és, -ís-, o sea las del
área rioplatense, las diptongadas, casi desaparecidas, pero de las que resulta el voseo verbal
chileno –“-ái, -ís, -ís-. Las primeras desinencias, al adaptarse al imperativo, desembocaron en
las formas acentuadas en la última vocal, como aparece aquí, de uso vulgar. Cabe subrayar
que este recurso floreano, que contrasta con formas más cultas de poemas de corte moder-
nista, muestran, como lo veremos, la dimensión lúdica de parte de la obra y la reivindicación
de libertad poética y universalidad.
El fracaso en la obra de Celedonio Flores | 11
fracaso a través del campo léxico del odio (“Hoy que te odio, te
maldigo/y te desprecio”-Bruja, 1929), una serie de imprecaciones
en forma de leitmotiv (“te odio, maldita/te odio…/es tanto lo que
te odio…” -Te odio-, “Maldita, mil veces/maldita hasta la muerte…”
-Maldita), rupturas sintácticas a semejanza de los trastornos senti-
mentales de un “yo” vencido al que sólo le queda un arma verbal:
los reproches cuya expresión obsesiva se amolda a versos de arte
mayor con efecto monosilábico:
3
Como lo muestran en particular las películas de Manuel Romero.
4
Una tipología de los seres barriales floreanos reflejaría sin duda, bajo ciertos aspectos, el
microcosmos del cabaret.
El fracaso en la obra de Celedonio Flores | 15
5
“Cobarde mil veces, mil veces cobarde”, etc.
El fracaso en la obra de Celedonio Flores | 17
6
Destaca en la obra, el paradigma recurrente del destino contrario y violento: “la biaba del
destino”, “los golpes de la suerte”, “el desfile de las inclemencias” -Por qué canto así-, “la
mala” (suerte”, etc.
18 | Hipótesis y discusiones 33 | Francoise Prioul, Marcelo Méndez
Notemos que este empirismo que ya desde los años 20, nuestro
letrista desarrolla y no dejará de fundamentar la filosofía del tango
a continuación, explica la omnipresencia de la noción de destino,
7
El mismo poeta no escapa del determinismo aunque si éste no desemboca en fracaso, fra-
gua un tipo de acto y género poético: “ me fui modelando en odio, en tristeza…/en las amar-
guras que da la pobreza…” (Por qué canto así).
El fracaso en la obra de Celedonio Flores | 19
8
La distinción entre “causas primeras” y “causas finales” constituye un fundamento de la
metafísica de Kant, que viene desarrollada en particular en la Critica de la razón pura.
9
Dei, Daniel, Discépolo, todavía la esperanza, Buenos Aires, ediciones de la UNLA, coleccio-
nes Humanidades y Artes, séptima edición, p42.
10
Como lo muestra Renuncio, texto incluido en Chapaleando barro, ed. de 1929.
11
En eso, el discurso del tango refleja cierta necesidad de contención o estabilidad como
remedio o prevención contra el trauma dejado por el hecho de “migrar”.
20 | Hipótesis y discusiones 33 | Francoise Prioul, Marcelo Méndez
de estos dobles del poeta, a los que éste homenajea por su coraje,
su compromiso total en asuntos de honor, de amor y su relación
espontánea y necesaria con el arte, en particular, con la música y una
poesía despojada de artificio, fiel reflejo de la visión del mundo del
artista. De ahí la reincidencia de la asociación conceptual “matón y
biabista, cantor y poeta”12 o “guitarrero y poeta”, “poeta y cantor”13,
etc. Parece patente que la admiración de Celedonio por estos “seres
del ayer” estriba en una afinidad esencial y existencial. Pero allende
está “compenetración”, el fracaso del “malevo”, si bien tiene conse-
cuencias individuales (soledad, tristeza, muerte, etc.) es efecto de un
naufragio colectivo en el que el ser profundo no se pierde, ni pierde
sus valores. Afecta su existencia pero la esencia sigue inmune:
12
El as de los ases, 1929, con música de Eduardo Pereyra.
13
De estirpe porteña, texto de 1926 con música de Rosita Quiroga.
El fracaso en la obra de Celedonio Flores | 21
tango fragua su identidad y sus valores, sino que hunde a una sociedad
entera en la miseria. Huelga es explayarse en estos tangos “sociales”,
muy conocidos, que repercuten y patentizan fracasos individuales en
serie, articulando el tema del hambre y la miseria en torno a la crisis
moral del desempleado obligado a robar o matar, y sus consecuencias
-en eso, Pan o Sentencia hacen eco a Al pie de la Santa Cruz de Batistella,
1933, etc.- Notemos sin embargo que ya, en 1921, El éxodo de los miserables
pone en escena, en una especie de “Danza macabra” niveladora, la mise-
ria en que se hunden y se confunden todos los destinos, los individuos,
los chismes y las discrepancias, a raíz de la expulsión de un conventillo.
El naufragio de este microcosmos prefigura, tal premonición, el desastre
de una sociedad entera; asimismo, la enumeración, las interrogaciones
y los puntos suspensivos del texto de 1921, anuncian los recursos que
semiotizan en Pan, el apremio y la angustia del protagonista:
14
Expresión lunfarda que designa a los palermitanos, con connotación de “bacanes” y “ni-
ños bien”.
15
Véase “Te declaraste, Milonga fina/cuando dejaste el arrabal…” (Milonga fina, 1924 con
música de José Servidio).
“Botija, si en el barrio ninguno presentía
Que tan calladamente nos fueras a dejar…” (Botija linda, 1927, con música de Matós
Rodríguez)
16
El talla, 1935.
17
(Los del barrio).
26 | Hipótesis y discusiones 33 | Francoise Prioul, Marcelo Méndez
18
“tengo miedo de tus ojos…tengo miedo de besarte
Tengo
miedo de quererte y volver a empezar…”
El fracaso en la obra de Celedonio Flores | 29
19
Aunque no constituye la mayoría de una obra tan extensa, llama la atención la variedad de
estilos remedados.
20
Véase “Sos el bordado lujoso/adorno de mi alpargata (…)/sos la franja de mi león…”.
21
“Pierrot, el reo blanco de las contemplaciones (…)/amaba a Colombina (…) bacana en los
bailongos y dîners elegantes/donde coleó debute su dulce corazón…”
El fracaso en la obra de Celedonio Flores | 31
22
Letra de 1924 musicalizada por Edgardo Donato.
El fracaso en la obra de Celedonio Flores | 33
23
Homero Manzi, Romance de barrio
## Bibliografía
Andrés Calamaro
De ahí que la lengua criolla del narrador se afiance y que acuse ape-
lando a su conocimiento de los caballos, un saber de raíces gauchas,
aquí doblando en la arena del hipódromo.
“No debe ser nada bueno si hay que andar con todo al aire/ y en
vez de batirlo en criollo te lo baten en francés”
“Hay un amurado que vive”: sobre el tango Audacia de Celedonio Esteban Flores | 39
24
Lo que de nuevo nos conduce a Calamaro, que rima: Miguel/cojones/parecés el Brian Jones
40 | Hipótesis y discusiones 33 | Francoise Prioul, Marcelo Méndez
“viene” señala que hay una trinchera desde donde se preparan las
armas de la injuria. El amurado ha salido vivo del trance y recom-
puesto un sitio a donde los datos que le interesan, vienen.
Vale la pena agregar que se repite ese ¡qué querés! a caballo entre la
indignación y la disculpa con el que Flores sostiene una tenue pero
persistente línea de dialogo en la pareja tan mal avenida.
El tango se cierra. Contra Bajtin, que sólo vio en el carnaval una serie
de inversiones virtuosas, el género lee falsedad bajo la mascarita
carnavalesca, concepción que perdura en el actual “careta”. El mis-
tongo carnaval disimula a la muchachita educada de modo formal,
humilde y calladito, engrupida para siempre por el bacán de turno.
Volvé al barrio,
en el 5,
porque el barrio
es más lindo
Menphis, La Blusera
25
Se considera un período puntual. En realidad, la guardia vieja, como Troilo, “siempre está
llegando”
44 | Hipótesis y discusiones 33 | Francoise Prioul, Marcelo Méndez
La otra vertiente, que será la que aquí nos ocupe, le reserva al humor
una función diferente. En efecto, en múltiples casos a lo largo del
corpus del género, el humor oficia como un metalenguaje que parece
trabajar sobre sus tópícos canónicos. En la mayoría de los casos pro-
lifera cuando algún personaje falsea el decurso que le está indicado
por esos tópicos. Esta forma de lo humorístico es parte fundamental
de la mirada que el tango dirige sobre sí mismo.
26
El mismo procedimiento reaparece en “Muchacho”: “que para vicios y placeres, para
farras y mujeres, disponés de un capital (mi subrayado)
27
En un baño de Filosofía y Letras, hacia 1986, la condición y el berretín se le enrostraban
a algún profesor de la casa.
El humor de Celedonio Flores: un manual del barro y el asfalto | 51