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E l Vi e j o Pau l i n o

poética popular de

Julián Garza

Guiller mo Ber rone s I c ompil a d or


D.R. © 2006 FONDO EDITORIAL NUEVO LEÓN
D.R. © 2006 UNIVERSIDAD DE MONTERREY

Coordinación editorial
Dominica Martínez

Diseño de portada
Eduardo Leyva

Cuidado de la edición
Manuel Contreras

Elaboración de los textos del anexo


Roberto A. Murguia

Impreso en México

ISBN 970-9715-16-X

Zaragoza 1300 Av. Ignacio Morones Prieto 4500 Pte.


Edificio Kalos, nivel A2, desp. 249 CP 66238, San Pedro Garza García, N.L. México
CP 6400, Monterrey, N.L., México (81) 8124 1000
(81) 8344 2970 y 71 www.udem.edu.mx
www.fondoeditorialnl.gob.mx

Queda prohibida la reproducción parcial o total de la obra por cualquier medio -incluido el electrónico-, sin
permiso escrito por parte de los titulares de los derechos.
Poética popular

E l Vi e j o Pau l i n o
poética popular de

Julián Garza Venía bajando del cerro


en su cuaco cimarrón;
huyendo de aquel teniente
al mando de un pelotón;
lo que no sabían los guachos
es que el viejo era cabrón.

Guil l er mo Be r rone s I compilador


el viejo paulino

Julián Garza
i n t r o d u c c i ó n

Hace años comencé a reunir una serie de canciones y corridos que a


mi padre le gustaban y le escuché cantar cuando era niño. Pescadores
de Ensenada, El Cerillazo, El corrido del Güero Estrada, por mencionar
algunas de aquellas melodías que entonaban Los Alegres de Terán, Los
Donneños, Los Tremendos Gavilanes, El Palomo y el Gorrión. Y más
atrás Los Madrugadores del Valle, Chelo Silva y Los Montañeses del
Álamo, entre una gran cantidad de grupos, duetos y trovadores. Esta idea
pretendía concretarla en una colección que reuniera la mayor cantidad
posible de aquellas melodías que fortalecieron la identidad norteña,
mientras la sociedad vivía su transición cultural del campo a la vida urbana.
Imaginaba El Gran Cancionero del Noreste como un espejo de nuestra
tradición oral en una compilación de poemas populares musicalizados,
donde se resumiera la evolución de los sentimientos y las emociones, así
como el registro de la lírica popular de nuestra cultura.
El proyecto resultaba ambicioso si consideramos la necesidad
de buscar y seleccionar las composiciones en todo el noreste mexicano.
Nuevo León, Tamaulipas, Coahuila y sur de Texas obligaban a un ejercicio
mayor. No he claudicado en la idea de realizar esta inquietud. Pero un
día comentando la idea del proyecto al doctor Guillermo Hernández, de
la Universidad de California de Los Ángeles (UCLA), coincidimos en lo
arduo del trabajo, en lo vasta y significativa que ha sido la producción
musical y poética en el noreste mexicano. En el repaso que hacíamos de
los distintos compositores, intérpretes y grupos de música de Nuevo León,
llegamos a darnos cuenta de la gran cantidad de composiciones de Julián
Garza Arredondo y vimos que sólo con sus canciones y corridos se llena
toda una época y constituye una fracción importantísima en el universo
poético y musical de la región. Estas conversaciones me hicieron tomar la
determinación de empezar el registro por lo más inmediato en la memoria
colectiva: la creatividad de Julián Garza. Conforme iba recopilando las
letras de sus canciones y corridos, descubrí con fascinación que en ellas se
el viejo paulino

revela la herencia cultural forjada en la tradición oral de Nuevo León. Así se


gestó este compendio de la producción de uno de los más prolíficos poetas
populares del estado.
Primeramente eché mano de algunas letras que el autor conserva
escritas para transcribirlas y posteriormente logré obtener grabaciones en
acetato, cintas y discos compactos que escuché para capturar y contrastar
lo que encontré escrito y lo que se canta. Pequeñas variantes se advirtieron,
tomando en cuenta que la mayoría de los intérpretes aprenden y memorizan
las melodías de manera auditiva, lo que hace que cambien una palabra o
frase que no les resulta comprensible. Después me entrevisté con Julián
para leerle en voz alta cada una de sus composiciones e ir rectificando
algunas expresiones y palabras que se prestaban a confusión al momento de
escucharlas en las grabaciones. Su paciencia me permitió mejorar sustan-
cialmente algunas dudas. Cada sesión resultó enriquecedora. Finalmente
intenté editar ortográficamente cada composición con la intención de que
el lector pueda seguir el sentido narrativo sin menoscabo de su valor poético
8
y sin alterar tampoco su estructura sintáctica y musical.
Desde 1970, Julián Garza adquirió gran importancia en el medio
musical de Nuevo León cuando Los Cadetes de Linares le interpretan sus
primeras composiciones. Posteriormente el dueto integrado por Carlos y
José y otros grupos más se convirtieron también en sus intérpretes, hasta
que finalmente Julián y su hermano José Luis deciden integrar el dueto
que originalmente se llamó Julián y José Luis, pero posteriormente por
recomendación del programador de radio de la XEBJB, Cresencio Melchor,
se hicieron llamar Luis y Julián. Con un estilo muy particular en sus
interpretaciones se ganaron el epíteto de “Los amos del corrido” y a partir
de entonces constituyeron un periodo de treinta años en el concepto de
la música norteña. Lamentablemente, para quienes seguimos de cerca la
trayectoria de los hermanos Garza Arredondo, decidieron poner fin a la
época de Luis y Julián, cada uno se fue por nuevos rumbos dentro de la
música y Julián se hace llamar ahora, El Viejo Paulino, a raíz del personaje
de uno de sus corridos más exitosos en su nueva época de intérprete y
compositor.
Pistoleros famosos, Luis Aguirre, Tres tumbas, Nomás las mujeres
quedan, son las primeras producciones que alcanzaron a impactar en la
Introducción

tradición corridista del norte. Pistoleros famosos se convierte en película


de la que el mismo Julián Garza escribe el guión. Tres tumbas, un corrido
producto de su creatividad literaria con gran acierto verosímil, lo compone
para honrar a su padre y a sus hermanos: Mario y José Luis. El fragmento
donde dice: Pedro le dice a Fabián/ dale un trago a José Luis/ que beba de
ese mezcal/ pa’ que se sienta feliz... Julián había escrito: Mario le dice a
Julián dale un trago a José Luis... y sin embargo, esta ficción hecha corrido
llegó a tener más de trescientos intérpretes que la grabaron.
Una de las dificultades iniciales para organizar la producción de
Julián es que no se cuenta con un registro sistematizado que permita seguir
cronológicamente la evolución del compositor. Así, algunas melodías
que fueron éxito, en su momento, posteriormente se consideraron en
otras grabaciones donde no aparecen registros de la fecha en que fueron
lanzadas al público. Ordenar por épocas implicaba precisar datos dif íciles
de conseguir; y en entrevistas con el autor no fue posible precisar los
linderos entre una época y otra. Se conoce bien el inicio de Luis y Julián y
9
sus primeras grabaciones; se tiene la certeza de cuáles fueron las primeras
composiciones que le grabaron a Julián; pero luego se pierde la secuencia
en más de treinta años de vida artística.
Clasificarlas por género nos orillaría a hacer dos grandes bloques
muy desproporcionados: corridos y canciones, con una posible subdivisión
de boleros rancheros y apenas una muestra de cumbia que el autor nos
obsequia en la melodía Se están robando el marrano.
La decisión más democrática y justa fue ordenarlas alfabéticamente
de acuerdo al título, con un apartado de primeros versos, también ordenados
alfabéticamente, que facilite al lector identificar la composición que busca
si no conoce el título. La intención fundamental es ofrecer, al lector y al
posible investigador, lo que el autor ha creado desde 1970 hasta marzo de
2006. Para esta compilación se consideraron solamente las composiciones
grabadas. Se ofrece también un apartado toponímico de los lugares que se
mencionan en las distintas letras de corridos y canciones. Igualmente se
consideró un glosario de expresiones y palabras muy regionales así como
varias precisiones de nombres y fechas que puedan orientar al lector.
Algunos lectores cuestionarán el lenguaje que Julián enfatiza, sobre
todo en sus más recientes composiciones. Los compositores populares
el viejo paulino

siempre han sido cautos y respetuosos en las expresiones; y en este


caso tampoco es la excepción. Pero hay una anécdota que me parece
significativa para comprender el “atrevimiento” del compositor para usar
ciertas palabras soeces. Una tarde llevé al investigador Elijah Wold a casa
de Julián porque deseaba entrevistarlo para un libro que estaba haciendo
y que posteriormente publicó bajo el título de El narcocorrido. Un viaje
al mundo de la música de las drogas, armas y guerrilleros. Al concluir la
entrevista nos muestra su más reciente composición en manuscrito: Era
cabrón el viejo. Me llamó la atención el título y el lenguaje que por primera
vez se atrevía a usar en sus composiciones. Percibí que las “palabrotas”
o las maldiciones estaban en el lugar preciso y de inmediato me vino a
la memoria un pasaje de la respuesta del Coronel, que no tiene quién
le escriba, a su esposa en el final de la novela, cuando le cuestiona qué
comerán, no puede ser otra más que “mierda”.
Aquella tarde, adelantándose y en una especie de justificación que
no pedí, Julián comenta: “oye, si Plastilina Mosh, El Gran Silencio, Cabrito
10
Vudú y todos esos grupos, que andan de moda, no tienen el menor respeto
ni recato para decir una sarta de chingaderas en sus composiciones, yo
dije: por qué el corrido, que es del pueblo y para el pueblo, no puede usar
su propio lenguaje; y compuse este corrido”.
Era cabrón el viejo, no solo es un parteaguas en la poética de Julián
Garza, lo es también para el corrido y para la música regional norteña. Las
tendencias imitativas de los grupos y de las casas disqueras, que vieron
un filón así como de los programadores de las estaciones de radio, no
se hicieron esperar y aparecieron infinidad de composiciones donde las
“palabrotas” degeneraron en insultos y groserías directas que acabaron
agrediendo al público. Sin embargo, es el público oyente quien valora,
acepta o descarta las propuestas y prueba de esto es que la mayoría de esas
composiciones fueron ave de paso.
Cuando me entrevisté con Julián para iniciar la compilación de
sus composiciones pude darme cuenta que, aunque dice tenerlas todas
registradas en la Sociedad de Autores y Compositores, no tiene un registro
personal. Su hija Olga Garza logró rastrear y documentar una buena
cantidad de títulos, así como las regalías correspondientes. Su trabajo fue
de mucha ayuda para este proyecto.
Introducción

La realización de esta compilación es producto de un trabajo


compartido de quienes creen y valoran las distintas manifestaciones
de la cultura. Sin la colaboración de instituciones como la UDEM y
el Fondo Editorial de Nuevo León la riqueza poética de Julián Garza
hubiese quedado a merced de la tradición oral y a la reproducción de las
composiciones que fueron éxito, quedando el resto disperso y quizá en
el olvido. Documentar este acervo es, sin duda, un acierto histórico y un
abono a la deuda con la cultura popular.
También fueron de gran utilidad las primeras grabaciones, en
discos de acetato, que su hermano Mario Garza facilitó. No se puede
soslayar la desinteresada disponibilidad del compositor Luis Elizalde
(amigo personal de Julián) para complementar parte de este material y la
asesoría del Dr. Guillermo Hernández.
Los corridos y las canciones del noreste son un rasgo distintivo
en la identidad norteña. La sensibilidad y el apego a las raíces y a los
valores de nuestra cultura están de manifiesto en cada expresión, en cada
11
palabra y en cada figura retórica de Julián Garza, quien es depositario
de una tradición oral que nos transmite a través de sus composiciones.
Su lenguaje es afortunado y preciso, dueño de la herencia filosófica que
se gesta en el campo, en el contacto con la naturaleza, en la lectura de
los sucesos de la vida cotidiana y sobre todo, en el amor al origen. La
picardía y el humor no le son ajenos, pero jamás se percibe una intención
humillante o hiriente. Que estas ciento setenta y cuatro composiciones
de Julián Garza sean un homenaje a los que a través de la música han
fortalecido la identidad de nuestra cultura.

Guillermo Berrones
el viejo paulino

Guillermo Berrones, Julián Garza, Dr. Guillermo Hernández ( ), Dr. Víctor Zúñiga
p r ó l o g o

El 13 de octubre de 2003 asistíamos a la presentación, en el Teatro de


la Comunidad de la Universidad de Monterrey, de Diez Mil Millas
de Música Norteña, Memorias de Julián Garza, obra del profesor de
literatura hispanoamericana Guillermo Hernández (UCLA), publicada
por la Universidad Autónoma de Sinaloa, que constituye el primer
esfuerzo editorial por dar a conocer al mundo académico y no académico
algunos momentos de la vida de uno de los más grandes compositores
de corridos que hayamos tenido en nuestro país. En el libro se recolectan
hechos, sentimientos y personajes que nos explican, de alguna manera,
la imaginación, la tenacidad, el humor, la inteligencia y, sobre todo, la
sensibilidad artística de Julián Garza.
El esfuerzo por reconocer y difundir la contribución del Viejo
Paulino –como ahora lo conocemos– no podía detenerse ahí. Guillermo
Hernández alentó y apoyó la publicación de la poética de Julián Garza que
ahora, en 2006, finalmente se convierte en realidad. Desafortunadamente,
el doctor Hernández no alcanzó a escribir su colaboración para este
libro que, de algún modo, también brinda homenaje a su concienzudo
trabajo de investigación. Al editar El Viejo Paulino: poética popular de
Julián Garza el Fondo Editorial de Nuevo León y la Universidad de
Monterrey estamos dando un paso adicional de mucha importancia y
trascendencia para la vida cultural del Estado de Nuevo León. Julián no
sólo es un extraordinario compositor, músico e intérprete. No sólo es un
profundo conocedor del corrido mexicano y de su público. No sólo es un
lector asiduo de la historia de México. No solamente es un hombre que ha
observado y apreciado la vida de numerosos pueblos de nuestro país y del
suroeste de Estados Unidos. Es también –y lo es de manera esencial–un
escritor de poesía. Cierto, poesía para ser cantada, que narra hechos, que
sigue métricas preestablecidas por la tradición de los corridos; poesía,
pues, si se quiere, popular, en contraposición a la no-popular (cualquier
cosa que sea eso). La imagen es clara y no deja lugar a dudas: Julián
Garza, en la oficina que él mandó edificar a escasos cien metros de su
casa, sentado frente una máquina de escribir, con una hoja tamaño carta
el viejo paulino

en blanco, empieza a escribir, recordando palabra por palabra, verso por


verso, uno de los últimos corridos que acababa de componer.
Julián escribe, pero como luego canta y graba, no guarda lo que
escribe. La lógica sería la siguiente: si el fin de su escritura es capturar la
palabra hablada y convertirla en música -en corrido-, entonces, una vez
que ya ha sido metamorfoseada en canción, el ciclo termina. Lo que Julián
hace es devolverle a su escritura la forma hablada que tenía en su origen.
Lo hace mediante la sonoridad y la grabación. Este es el ciclo fructífero de
los grandes compositores de corrido: profundos conocedores del habla
de las regiones de México, han sabido utilizarla para producir bellísimas
historias, expresiones e imágenes. Éstas se escriben, pero no para quedarse
en su forma escrita, sino para volver a su forma sonora.
En todo caso, lo que importa aquí resaltar es que este escritor
llamado Julián Garza, por las razones descritas en el párrafo anterior, no
guarda sus escritos. Es gracias a Guillermo Berrones, también escritor y
profundo conocedor del corrido mexicano y las culturas populares del
Noreste, que se hizo posible devolverles la forma escrita a todas y cada una
14 –o casi todas- de las poesías populares de este hombre a quien anuncian
en los salones de baile de México y del Suroeste de Estados Unidos como
el Penco Viejo.
Las obras de Julián han sido escritas para ser cantadas y escuchadas
en contextos de recepción en donde reina la alegría, el entusiasmo,
el sonido del acordeón y el bajo sexto, la cerveza, la carne asada, los
sombreros combinados con cachuchas de béisbol, la bota vaquera con
la chamarra de cuero, los vivas a Julián, los coros que se repiten. Lugares
en donde la explosión de los sentimientos materializa el fin último de las
composiciones de Julián: producir esa especie de catarsis instantánea
cuando se escucha

Dicen que fue río abajo,


por el camino de El Tajo,
donde Silvestre murió;
frente al jacal de Altagracia,
la causa de su desgracia,
que tanto lo despreció.

Palabras que el público recibe con un orgullo regional sereno,


portado sin aspavientos.
Prólogo

Guillermo Berrones, decíamos, le devuelve a la obra del Amo del


Corrido, como también se le anuncia en los salones de baile, su forma
escrita. Esto tiene todas las desventajas del mundo, porque no está la
música, no está la voz ronca de Julián, no está el milagro del acordeón, ni
se siente invitado uno a pararse a bailar. Sin embargo, esta compilación
–el acto de devolverle a la obra de Julián Garza su estadio intermedio de
producción- tiene tres virtudes que, por su trascendencia, hicieron que el
Fondo Editorial de Nuevo León y la Universidad de Monterrey unieran
sus esfuerzos. La primera es que permite una lectura de la obra; es decir,
permite otro tipo de disfrute. Hace posible aproximarse a la literatura de
Julián Garza. Es por esto que este trabajo no se intituló Cancionero de
Julián Garza. El lector no encontrará las partituras, ni marcas que asocien
el texto con la música. Así, la letra se convierte en el objeto de interés y
de placer, como lo pueden ser los guiones cinematográficos y los diálogos
para las obras de teatro. Letras que pueden ser leídas en voz baja o en voz
alta, como las poesías.
La segunda virtud de la obra de Berrones es que permite a lectores
que no son amantes de la música del corrido, por las razones que sea, 15
aproximarse a la narrativa de Julián Garza, uno de los más importantes
productores culturales contemporáneos de Nuevo León, sin necesidad de
ponerse a bailar. Les permitirá conocer la estética que se expresa en la
lengua rural del Noreste de México, recogida por Julián, como cuando
escribe: “Soy arriero de huarache, pero también soy humano, que culpa
tiene el huizache de haber nacido en el llano; le tengo miedo al talache y a
la carne de marrano”, o cuando se lee: “Por la barranca del río, se escuchaba
el sotrozeo; venía llegando al ejido, la carreta de Mateo”. Quizás, mediante
esta lectura, podrán apreciar el valor literario que encierran los grandes
corridos de nuestro país y la dimensión estética que el lenguaje rural y
popular les provee.
La tercera es la de ofrecer una visión exhaustiva de la obra de
Julián. En este libro, los lectores podrán conocer, si no la totalidad de la
obra de Julián Garza, sí una parte considerable de la misma. Esta cualidad
de la compilación ya es en sí misma motivo de publicación.

Víctor Zúñiga
el viejo paulino

Agradecimientos

El esfuerzo y la dedicación de Guillermo Berrones llegó a convertirse en


este libro con el apoyo de Roberto Polo, estudiante de la Licenciatura de
Estudios Humanísticos y Sociales de la Universidad de Monterrey, quien
dedicó muchas horas para recopilar información, seleccionar fotograf ías
y portadas de discos, y mantener el ánimo del equipo de trabajo.
Dos personas merecen aquí un reconocimiento especial, quienes
apoyaron en todo momento a Guillermo Berrones y lo guiaron cuando lo
necesitaba. Olga Garza, hija mayor de Julián y Doña Chacha, su esposa.
Que este libro sea expresión de nuestro agradecimiento y admiración.

Víctor Zúñiga, Monterrey, abril de 2006


el viejo paulino

Javier Ríos de “Los Invasores de Nuevo León”, Luis Garza, Julián Garza
y José Alfredo Rocha.
í n d i c e d e t í t u l o s

A caballo andan los hombres 27


A las patas del Careto 28
A salto de mata 29
Abelardo Narváez 30
Adelaida 31
Adiós a mi pueblo 32
Adiós a Puente Grande 33
Agapito Treviño 34
Anda borracho el pela’o 35
Anda la perra muy brava 36
Andamos borrachos todos 37
Andas en muy malos pasos 38
Ando buscando un billete 39
Ando vivito y coleando 40
Ante la ley soy bandido 41
Armando Martínez 42
Arturo el de Culiacán 43
Asesino a sueldo 44
Ayer salí de la cárcel 45
Bayo cara blanca 46
Bebo y brindo 47
Bonito ha de ser 48
Botas de avestruz 49
Campeón de barra y levantamiento de tarro 50
Carlitos Gómez y su corrido 51
Catán de recodo 52
Cipriano “El Indio” Martínez 53
Comandante Licea (corrido de Licea) 54
Consejos de un amigo 55
Corrido a Rogelio Leal Garza 56
el viejo paulino

Corrido de El Güero Palma 57


Corrido de los Cadetes de Linares 58
Demetrio el proscrito (Lola y Demetrio) 59
Deuda saldada 60
Donde lloró el general 61
Dos cruces 62
Duelo al aterdecer 63
El abuelo (el viejito feliz) 64
El bravo de Sonora 65
El caballo Careto 66
El caballo Grullo 67
El Cantinflas 68
El comandante Perales 69
El contrabando del siglo 70
El corrido de los animales 71
El coyote empicado 72
El desierto de Arizona 73
El fantasma de la hacienda 74
El fuereño 75
El hijo del viejo 76
El manco Fernando (la leyenda del manco) 77
El milagro 78
El Mojarra 79
El mono de alambre 80
El mono de alambre (versión editada) 81
El muchacho y el potro 82
El Oscuro y El Jovero 83
El pajarillo y la carta (con un pajarillo) 84
El pata de palo 85
El pequeño bandido 86
El perro con la rabia 87
El Pinto y El Sargento 88
El Pitarra vengador 89
El que avisa no es traidor 90
El roba vacas 91
El Sánchez 92
Índice

El talabartero 93
El tortugo del arenal 94
El trailero 95
El último suspiro 96
El vengador del 30-06 97
El Zorro 98
Entre las patas de los caballos 99
Era cabrón el viejo 100
Era el mismo diablo 101
Era falsa 102
Ese pueblito de China 103
Esperando el final 104
Fidencio Ruvalcaba 105
Güila muy volada 106
Herencia de pistoleros 107
Hijos de la China Hilaria 108
José Luis y Ramón Ibarra 109
Juana Collares 110
La banda de Leandro Doria 111
La banda de los Zurrones 112
La fuga de Reynosa 113
La fuga de Sinaloa 114
La Güera de Jalisco 115
La Güera polvos 116
La hija del Capitán 117
La historia del contrabando 118
La leyenda de Chito Cano 119
La mentada 120
La muerta de San Luis 121
La muerte de un federal 122
La mula baya 123
La reina y el pastor 124
La Rosita 125
La siembra 126
La sucursal del infierno 127
La thompson calibre .45 128
el viejo paulino

La tragedia de Rosita 129


La tumba del Altozano 130
La vecina 131
La venganza de los Pérez 132
La venganza de María 133
La venganza del pata de palo 134
La venganza del viejito 135
Las cuatro ranas 136
Las dos escuadras tronaron 137
Las hazañas de un valiente 138
Llanto por un bandido 139
Los dos huevones 140
Los hermanos Cuéllar 141
Lucerito 142
Luis Aguirre 143
Mala levadura 144
Mató a su mejor amigo 145
Mezquitalito bonito 146
Mi jacal es de troncos 147
Mi troca Lobo del año 148
Mientras me llega la hora 149
Mil botellas 150
Mucho gusto 151
Mujer ingrata 152
Naipe marcado 153
No hay huevón que tenga rancho 154
No mi’ jita 155
No sabes ni quién es quién 156
No te agüites compañero 157
Nomás las mujeres quedan 158
Otra vez a la cantina 159
Perro de cadena 160
Pista clandestina 161
Pistoleros famosos 162
Pongan oreja señores 163
Por eso pago 164
Índice

Pura hambre y miseria 165


¡Qué chulo se ve el jacal! 166
¿Qué haré yo? 167
Que no se apague la lumbre 168
Reina entre flores 169
Reliquia de cuero 170
Río abajo 171
Rivales de sangre 172
Rosario y Medina 173
Rosita de la Frontera 174
Sangre pesada 175
Sea por Dios y venga más 176
Se está cayendo el jacal 177
Se están robando el marrano 178
Se mataron dos compadres 179
Soy más cabrón que bonito 180
También correr es defensa 181
También de los ranchos bajan 182
Te dejaré de amar 183
Te fuistes horcón de en medio 184
Terrible cuerno de chivo 185
Tienes muy poca madre 186
Tierra de venganzas 187
Todo se me olvida 188
Todos eran valientes 189
Todos perdieron el cuero 190
Traicionaron a Mateo 191
Tres tumbas 192
Troncos y palos gruesos 193
Unas vienen y otras van 194
Válgame San Timoteo 195
Venada lampareada 196
Viva mi mala suerte (con la suerte al revés) 197
Ya no he llorado por ti 198
Ya no volvió el pajarito 199
Yo vencí al desierto 200
el viejo paulino

Lalo Mora, José Rodríguez del dueto “Carlos y José”, Lupe Tijerina de “Los Cadetes
de Linares”, y Julián Garza en la tradicional “Cabalgata de Los Ramones a Terán”
c o r r i d o s
y c a n c i o n e s
Poética popular

A caballo andan los hombres

Para ser arrendador Andándome yo paseando


hay que tener pantalones por el pueblo de Rayones
de todos soy el mejor me encontré con un buey pando
en el norte y sus regiones. tenía largos los pitones.
¡A caballo andan los hombres ¡A caballo andan los hombres
y a pie los que son cabrones! y a pie los que son cabrones!

Me traje una yegua bronca Prefiero montarle a un burro


del rancho de Los Pelones que subirme a los camiones;
por ahí dicen que le ronca prefiero quemar un churro,
que tumba a los más entrones. me gustan las quemazones.
¡A caballo andan los hombres 27
¡A caballo andan los hombres
y a pie los que son cabrones! y a pie los que son… amigos!

Prefiero montarle a un burro


que subirme a los camiones
prefiero quemar un churro
me gustan las quemazones.
¡A caballo andan los hombres
y a pie los que son cabrones!

Pasando por Pesquería


con destino a Los Ramones
rimaba una melodía
con brasieres y calzones.
¡A caballo andan los hombres
y a pie los que son cabrones!
el viejo paulino

A las patas del Careto

Lo que les digo es muy cierto No presume Sal Guajardo,


no es ninguna fantasía; el dueño de ese corcel;
a ese caballo Careto Arnulfo, su arrendador,
no se le llega su día; es también su amigo fiel;
sigue aumentando su récord que le traigan mil caballos
pues no pierde todavía. a ver cuál puede con él.

Juan Rodríguez, desde el cielo, Ha dado a ganar dinero


ha visto su trayectoria; a toda la rancherada;
barrió en todo Zacatecas, por bonito y por ligero
en Linares y Victoria; le apuestan como si nada;
28 ha sido el mejor caballo los gringos siguen llorando
de que se tenga memoria. por esa mala tanteada.

Ha dado a ganar dinero


a toda la rancherada;
por bonito y por ligero
le apuestan como si nada;
los gringos siguen llorando
por esa mala tanteada.

A las patas del Careto


se apuestan trocas y vacas;
donde cantan pavos reales
no se acercan las urracas;
en los triunfos de ese cuaco
siempre truenan las matracas.
Poética popular

A salto de mata

La sierra de Sinaloa Rodrigo López, su nombre,


testigo fue de su muerte; nativo de Culiacán;
por el rumbo de Huixiopa “la confianza mata al hombre”
lo mató su misma gente; así lo dice el refrán;
ustedes, ya se imaginan, al traidor, cuando se esconde,
no lo mataron de frente. nunca lo descubrirán.

Hace tiempo, yo recuerdo, Presidio de Mazatlán


que en vida le hice un corrido; no pudiste detenerlo;
cuando yo lo conocí ese día en la madrugada
y nos hicimos amigos; sobraron muchos sombreros;
29
hoy le compongo estos versos a punta de metralleta
aunque sé que no ha de oírlos. abrió tus rejas de acero.

Presidio de Mazatlán
no pudiste detenerlo;
ese día en la madrugada
sobraron muchos sombreros;
a punta de metralleta
abrió tus rejas de acero.

Sucede de vez en cuando


cuando andas de mala pata;
el Espinazo del Diablo
lo cruzó a salto de mata;
metiéndose al contrabando
porque de machos se trata.
el viejo paulino

Abelardo Narváez

Lo que siempre ha sucedido Hay alguien, en este mundo,


aquí volvió a suceder: cumpliendo con su deber;
traicionaron a Abelardo, el tiempo descubre todo
dicen que fue una mujer; y se tiene que saber:
a mansalva lo mataron ¿quiénes fueron los cobardes?
no se pudo defender. también ¿quién es la mujer?

Su madre lo presentía, Te fuiste Lalo Narváez


llorando se lo advirtió: todos lloran tu partida;
-¡cuídate bien, hijo mío! tus padres con más razón
Abelardo no escuchó, porque no se les olvida;
30 se fue a la fiesta de Houston que aquel día en la madrugada
y ya nunca regresó. a ti te quitaron la vida.

Era, Abelardo Narváez,


valiente y muy decidido;
cargaba su metralleta
la traía siempre consigo;
la usaba pa’ defenderse
no pa’ buscar enemigos.

Cuando la traición espera


nadie se puede escapar;
si te pusieron un cuatro
no puedes imaginar;
que la suerte ya está echada,
nadie te viene a avisar.
Poética popular

Adelaida
(Julián Garza y Luis Elizalde)

Por la vereda, que baja al río, Adelaida de mis amores


se oye una alegre tonada; eres hermosa y encantadora;
es Adelaida con su silbido, tu boca es una manzana,
los pájaros desde el nido, lucero de la mañana;
la miran que viene al agua. soy el hombre que te adora.

Con su rebozo enredado al cuello


y el cántaro sobre el hombro;
con sus pasitos apresurados
regresa por los sembrados,
la miro lleno de asombro.
31
Adelaida de mis amores
eres hermosa y encantadora;
tu boca es una manzana,
lucero de la mañana;
soy el hombre que te adora.

Les aseguro que ya no puedo,


que cada noche la nombro;
sueño con ella que acurrucado
me duermo bien abrazado;
que la tengo aquí en mi hombro.
el viejo paulino

Adiós a mi pueblo*

Conforme voy caminando …. sea mi destino


voy olvidando tu mal proceder que pueda olvidar…
pa’ ver si con la distancia llevo… …vida
hallo la esperanza en otro querer. borrar

Adiós le digo a mi pueblo el vino …quiero
yo ya no vuelvo por esta región embriagarme
de todo quiero alejarme mí
voy a olvidarme de tu vil traición. …y verte
que venga la muerte
Voy como el judío errante para no sufrir
32 como alma ambulante
vagando sin fe
llevo penas… …alma
por una infamia
de un mal querer.

* La grabación obtenida está en mal estado y no fue posible transcribir su contenido como
tampoco rescatar la letra original
Poética popular

Adiós a Puente Grande

Yo sé que no es novedad -A mí nunca me hallarán,


ya todo el mundo lo sabe; aunque a toditos les duela;
aquí les voy a narrar me esconderé en Costa Rica
lo que en mi pecho no cabe: o tal vez en Venezuela;
se les fue el Chapo Guzmán* me pasearé en Argentina
abrió las rejas sin llave. con mi pistola por fuera.

Adiós ruidos de candados; -Si me llegan a matar


adiós chirriar de cadenas; un favor nomás les pido:
adiós a los sentenciados; me lleven a Culiacán,
que lloran allá en sus celdas, a mi terruño querido,
me vayan a sepultar 33
prefiero morir peleando
y no pagar mis condenas. cantando puros corridos.

Como el Capitán Fantasma*, Como el Capitán Fantasma,


ustedes recordarán, ustedes recordarán,
la cárcel de Puente Grande la cárcel de Puente Grande
es de alta seguridad es de alta seguridad
de allí no se escapa nadie de allí no se escapa nadie
¡nomás el Chapo Guzmán! ¡nomás el Chapo Guzmán!

* Joaquín Guzmán Loera.


** También conocido como Santiago “Jimmy” Reyes Quesada, personaje que escapó de la cárcel
infinidad de veces entre los años 50’s y 60´s.
el viejo paulino

Agapito Treviño

En Villa de Guadalupe Atesoró mil talegas


nació Agapito Treviño, no son mentiras ni es truco
de boca en boca lo supe en el fondo de una cueva
fue salteador de caminos. por el cañón del Huajuco.

Se fue al camino a robar En el Cerro de la Silla


al rico y al ganadero la Acordada lo aprehendió
a los pobres del lugar pero al llegar a la Villa
les dio comida y dinero. Treviño se les fugó.

Agapito fue bandido El destino está marcado,


34 esa fue su vocación escrito en mil telarañas,
pero tenía alma de niño y en la plaza del mercado
y grande su corazón. terminaron sus hazañas.

Tuvo su par de caballos Un veinticinco de junio,


tan blancos como la espuma del año cincuenta y cuatro,*
cuando uno estaba cansado fusilaron a Agapito
el otro era su remuda. solo quedó su caballo.

Se oye un tropel conocido


por el filo del barranco
es Agapito Treviño
que va en su caballo blanco.

* 1854
Poética popular

Anda borracho el pela’o

Anda borracho el pela’o Ya no llores, compañero,


porque su mujer no lo ama; le dicen en la cantina;
se la encontró con el sancho busca por ahí otra ruca
gozando en su propia cama; que no sea tan coscolina;
anda borracho el pela’o y no bebas tanto vino
¡tomando pura caguama! ¡porque eso no es medicina!

También le atora al tequila,


al brandy y al aguardiente;
llorando de noche y día
por ese dolor que siente;
35
nomás pensando en su vieja
¡que le salió muy caliente!

Ya no llores, compañero,
le dicen en la cantina;
busca por ahí otra ruca
que no sea tan coscolina;
y no bebas tanto vino
¡porque eso no es medicina!

Se sale de la cantina
cayéndose de borracho;
la gente, por donde pasa,
compadecen al muchacho;
todos saben que a su vieja
¡le gusta el trote del macho!
el viejo paulino

Anda la perra muy brava

El día once de enero -Adiós toda mi familia


del año noventa y seis; adiós a Chente, mi amigo;
en la mera capital* cuando me estén sepultando
emboscaron a Javier; nomás un favor te pido:
a mansalva los mataron que canten Los Intocables
El Chino andaba con él. los versos de Luis Pulido.

Ellos no se imaginaron Anda la perra muy brava,


que no iban a regresar; a todos quiere morder;
al lugar donde llegaron la gente anda muy dolida
les tenían formado el plan; por la muerte de Javier;
36 porque les interceptaron van a sobrar muchos gorros
llamada de un celular. ustedes lo van a ver.

Anda la perra muy brava,


a todos quiere morder;
la gente anda muy dolida
por la muerte de Javier;
van a sobrar muchos gorros
ustedes lo van a ver.

Las notas de este corrido


donde quiera se oirán;
por allá por Mocoriba
y también en Culiacán;
Javier Díaz se llamaba**
sé que no lo olvidarán.

* México, D.F.
* Javier Díaz, hijo de Baltasar Díaz
Poética popular

Andamos borrachos todos

Con la banda Los Coyonquis Baltasar sigue tomando


yo me quiero emborrachar; rodeado de sus amigos;
que vengan Los Intocables ya llegó Bernardo Montes
que cantan a todo dar; que le gustan los corridos;
con la música norteña también su compadre Mayo
se emborracha Baltasar.* que es un hombre decidido.

Que le toquen una pieza Andamos borrachos todos


al caballo bailador; con tequila y con cerveza;
Baltasar es buen jinete unos porque traemos gusto
también es hombre de honor; otros porque traen tristeza;
que nos sirvan más bebida 37
para arrendar a su cuaco
de todos es el mejor. hasta que nos amanezca.

Andamos borrachos todos


con tequila y con cerveza;
unos porque traemos gusto
otros porque traen tristeza;
que nos sirvan más bebida
hasta que nos amanezca.

Que siga el cuaco bailando


como el jinete lo manda;
que me toquen Los Coyonquis
para seguir la parranda;
que me canten mis canciones
mis amigos de la banda.

* Baltasar Díaz
el viejo paulino

Andas en muy malos pasos

Se marchitaron las flores No niego que eres bonita,


que te iba a llevar ayer: tienes de qué presumir;
rosas de muchos colores, pensarás que por tu ausencia
una dalia y un clavel; un día me voy a morir;
me llegaron los rumores dame nomás un besito
que te vas pa’ no volver. ya después te puedes ir.

Andas en muy malos pasos, Por qué me dices que no


por ahí andan platicando; cómo no, si ya quedamos;
no te andes con yeguas yendo vamos a hacer el amor
ni con manadas juntando; el tiempo no lo perdamos;
38 que con el pie en el estribo que de este mundo traidor
muchos se quedan colgando. en cualquier rato nos vamos.

¿Por qué me dices que no?


¡cómo no!, si ya quedamos;
vamos a hacer el amor
el tiempo no lo perdamos;
que de este mundo traidor
en cualquier rato nos vamos.

Yo fui derecho contigo


todo mi amor te entregué;
ante el Cristo de la ermita
una vez te lo juré;
puedes largarte muy lejos
al cabo ya te olvidé.
Poética popular

Ando buscando un billete

Ando buscando un billete, Si fracaso en el intento,


pero no de lotería; de hallar la viuda con lana;
en eso no tengo suerte perderé nomás el tiempo
de seguro perdería; me regreso a mi besana;
quiero una viuda decente pero como soy muy terco
que tenga buena alcancía. volveré la otra semana.

En la Colonia del Valle* Soy ranchero bien plantado


un día me la encontraré; y dicen que no soy feo;
en el súper o en la calle aunque no estoy educado
donde quiera buscaré; donde quiera me paseo;
siempre fui el más aventado 39
puede ser que no me falle
y muy rico yo seré. del ejido de San Mateo.

Soy ranchero bien plantado


y dicen que no soy feo;
aunque no estoy educado
donde quiera me paseo;
siempre fui el más aventado
del ejido de San Mateo.

Yo me sueño en un Marquís
por la Calzada Madero;
gritando que soy feliz
gastando mucho dinero;
luciendo mi casimir,
botas nuevas y sombrero.

* Sector residencial privilegiado de San Pedro Garza García, N. L.


** Avenida principal del centro de Monterrey, N. L.
el viejo paulino

Ando vivito y coleando

Toqué las puertas del cielo Se pierden las esperanzas


no me quisieron abrir; en la celda de castigo;
San Pedro estaba ocupado mi madre, que viene a verme,
no me pudo recibir; a veces llora conmigo;
ando vivito y coleando piensa que puede salvarme
no me tocaba morir. solo un milagro divino.

Los hermanos de Dolores Estoy pagando mi culpa


me dieron cuatro balazos; ellos allá en el panteón;
no le gustó a los señores Dolores me sigue amando
que ella durmiera en mis brazos; con todo su corazón;
40 nomás porque soy humilde aunque dice que le duele
y vengo de barrios bajos. me concede la razón.

Me agarraron a traición
al pasar por el potrero;
yo entonaba una canción
en mi caballo Lucero;
me retorcí de dolor
caí con cuatro agujeros.

Saliendo del hospital


agarré mi carabina;
esperé a los dos hermanos
afuera de la cantina;
es muy dulce la venganza
pero también es la ruina.
Poética popular

Ante la ley soy bandido


(Julián Garza y Luis Elizalde)

Me vinieron a contar Las paredes de mi celda


a mi celda de castigo: son de piedra y de cemento;
que andas volando la hilacha, es imposible mi fuga,
que ya me echaste al olvido; de veras que lo lamento;
que el amor que me juraste porque quisiera salirme
ahora te importa un comino; para destrozarte el cuerpo;
y que te estás divirtiendo hacerte mil pedacitos
mientras yo estoy en presidio. desquitar esto que siento.

Ante la ley soy bandido Mira, yo que fui un ateo,


para ti soy despreciable; a diario me hinco a rezarle;
con toda mi devoción 41
que mala entraña has tenido,
que fea traición me jugaste; al mismísimo Dios Padre;
por cumplirte mil caprichos le pido que no te lleve,
en tu ambición me orillaste; que me permita cobrarme
a buscar dinero fácil las ofensas que me hiciste,
que sirvió para comprarte. que me permita matarte.

De joyas cubrí tu cuerpo Paso los días solitario


y de lujos tu figura; maldiciendo tu cariño;
hoy pago en esta mazmorra el rencor, que carga mi alma,
el precio de tu hermosura; es lo que me tiene vivo;
mientras tú gozas la vida quiero salir de esta jaula
yo aquí sufriendo amargura; para darte tu castigo;
muriéndome del coraje aunque después de matarte
y odiando mi desventura. yo también me pegue un tiro.
el viejo paulino

Armando Martínez

De McAllen procedía Dura poco el que es valiente


con parque y armas de fuego; y en cualquier parte se queda;
del contrabando vivía aquí y en Tierra Caliente
no supo lo que era el miedo; sigue girando la rueda;
lo mató la policía hay algo que esta pendiente
un día siete de febrero. porque ahí andan los Tejeda.

Temprano llegó a Victoria Pobrecitos mis hermanos,


y tomó rumbo a San Luis; que me trajeron volando;
esa era su trayectoria de La Piedad, Michoacán
iba contento y feliz; al pueblo de San Fernando;
42 pusieron fin a su historia a la tumba de mi madre
en La Piedad fue a morir. que ahí me estaba esperando.

Su mero nombre era Armando,


Martínez fue su apellido;
nativo de San Fernando
su Tamaulipas querido;
andaba en el contrabando
casi desde que era un niño.

En La Piedad, Michoacán,
último viaje de Armando;
ya cuando iba a descargar
la muerte estaba acechando;
lo cazaron por la espalda
ya lo estaban esperando.
Poética popular

Arturo el de Culiacán

Me puse a hacer un corrido, Un rancho grande y bonito


que todos lo cantarán; no hay otro que sea mejor;
son los versos de un amigo: tiene ganado muy fino
Arturo el de Culiacán; y un caballo bailador;
valiente y muy decidido también muchos sembradíos
ustedes ya lo sabrán. y sus naranjas en flor.

Buscando otros horizontes Ya con esta me despido,


un día llegó a Sonora; montando un caballo oscuro;
dejó la sierra y los montes, cantando yo se los digo
bendita sea la hora; si quieren también se los juro;
aquí se acaba el corrido, 43
el canario y el cenzontle
le cantaban con la aurora. es el corrido de Arturo.

Atrás quedó su ranchito,


en las cumbres de la sierra;
ahí sembraba maicito
labrando muy bien la tierra;
aquello era tan bonito,
Arturo, de eso se acuerda.

Hombre de mucho talento


ese era Arturo, mi amigo;
le gusta cantar al viento
las canciones y el corrido;
no se olvida de esos tiempos
cuando él era campesino.
el viejo paulino

Asesino a sueldo

-Usted dirá, General, En la calle principal,


pa’ los trompos son las cuerdas; de la ciudad de Linares;
sé que me mandó llamar la gente vio agonizar
pa’ liquidarle unas cuentas; también a José Perales;
Usted paga por matar nada más uno faltaba:
y yo le cobro las deudas. el llamado Carrizales.

-Me estorba Liborio Cano -¡Vengo a matar a tu padre!


y también José Perales: así dijo el gatillero;
uno lo encuentras en Bravo el niño no era cobarde
y el otro vive en Linares; y le madrugó primero:
44 de ahí te vas a Cerralvo le disparó con un Máuser
a matar a Carrizales. y cinco balas de acero.

-¿Los quiere a la luz del día


o con mucha discreción?
Será como Usted lo diga
si prefiere la traición;
siendo una suma crecida
no importa la situación.

Liborio andaba en el campo


levantando su cosecha;
cuando llegó el pistolero
montado en su camioneta
y luego, luego se oyeron;
diez tiros de metralleta
Poética popular

Ayer salí de la carcel


(Julián Garza y Luis Elizalde)

Lo vi llegar una tarde Se salió de la cantina,


a la cantina del pueblo; con rabia espoleó al caballo;
traía la cara muy triste rumbo a la casa de Judas,
y hablaba con sentimiento; que ya vivía con Rosario;
pidió una copa de vino con la mirada perdida
y le dijo al cantinero: llevaba metido el diablo.

-Ayer salí de la cárcel Se oyeron cuatro balazos


y traigo resentimiento; esa tarde en el pueblito;
Juanito nunca fue a verme, Juanito cayó muerto
mi único amigo que tengo; también cayó Rosarito;
45
tampoco fue Rosarito andan tras él los Rurales
la mujer que tanto quiero. ahora sí tiene delito.

-Dame algo más, cantinero,


y escucha con atención:
sabes que soy inocente
sin embargo fui a prisión;
estuve pagando el pato
que otro tipo se almorzó.

Le comentó el cantinero:
-Rosario ya se casó
con Juanito luego, luego
después que entraste a prisión;
los dos te jugaron chueco
haciéndote una traición.
el viejo paulino

Bayo cara blanca

Pepito* tenía un caballo Pa’ quitarlo de sufrir


que nomás él lo montaba; José le dio tres balazos;
era un bayo cara blanca así le tocó morir
de siete cuartas de alzada; a aquel, que en vida era un rayo;
¡ah, qué rechulo animal! de la historia este es el fin
nomás hablar le faltaba. de Pepito y su caballo.

José quería aquel caballo


como a su Dios lo adoraba;
todos los días muy temprano
lo bañaba y lo ensillaba;
46 y el bayo de puro gusto
se paraba y relinchaba.

De La Arena hasta Terán


jamás perdió una carrera;
aquel hermoso animal**
corría como una fiera;
de El Porvenir a San Juan
dejó gente en la miseria.

Pero el destino es muy cruel


y no hay quién se le resista;
y quiso que aquel corcel
un día perdiera la vista;
ya nunca volvió a correr
ni en el llano ni en la pista.

* José Rodriguez Garza, integrante del dueto Carlos y José


** En otras versiones se canta: “¡Ah qué rechulo animal!”
Poética popular

Bebo y brindo

Ya se acerca la hora y el día


en que irás con el otro al altar;
no me queda otra cosa en la vida
que brindar por tu felicidad.

Brindaré por aquellos tus labios,


que logré me pudieran besar;
a mi pecho lo hiciste pedazos
al saber que te vas a casar.

Brindaré por tu pelo y tus ojos


47
y que un día, como yo, logre amarte;
pediré ante la virgen de hinojos
porque un día yo pueda olvidarte.

Que bonito ha de ser para ese hombre


el tenerte y poderte besar;
mientras yo maldiciendo tu nombre
bebo y brindo por tu falsedad.

Brindaré por tu pelo y tus ojos


y que un día, como yo, logre amarte;
pediré ante la virgen de hinojos
porque un día yo pueda olvidarte.
el viejo paulino

Bonito ha de ser

Qué triste ha de ser morir desarmado


todo eso hay que ver y andar preparado;
qué duro ha de ser morir a traición
de cinco balazos en el corazón.

Bonito ha de ser tener un cariño


de bella mujer y correspondido;
hermoso ha de ser tenerla en mis brazos
y luego caer cocido a balazos.

Mi pistola escuadra del cuarenta y cinco*


48 con toda la carga la traigo en el cinto;
si alguien no le gusta mi modo de ser
eso no me asusta lo podemos ver.

Bonito ha de ser tener un cariño


de bella mujer y correspondido;
hermoso ha de ser tenerla en mis brazos
y luego caer cocido a balazos.

Mi pistola escuadra del cuarenta y cinco


con toda la carga la traigo en el cinto;
si alguien no le gusta mi modo de ser
eso no me asusta lo podemos ver.

*Calibre .45
Poética popular

Botas de avestruz

Botas de avestruz, sombrero texano,


camisa vaquera, el cinto piteado;
dinero en la bolsa y troca del año
¡qué dices, mi Prieta, vamos a pasearnos!

Nos vamos de rol o vamos al baile


hay feria en la Expo o allá en Los Corrales;
se visten de gala algunos lugares
para divertirse todos son iguales.

Sirvan una ronda yo mero la pago


toquen una polca o bien un huapango; 49
que no haya tristeza ni tragos amargos
porque estos momentos hay que disfrutarlos.

Al centro del baile ¡véngase mi Prieta!


hay que zapatearle que nada nos cuesta;
y no tenga miedo si se hace la gresca
de aquí no nos vamos hasta que amanezca.

Sirvan una ronda yo mero la pago


toquen una polca o bien un huapango;
que no haya tristeza ni tragos amargos
porque estos momentos hay que disfrutarlos.
el viejo paulino

Campeón de barra
y levantamiento de tarro

Yo nací en una cantina Para levantar el tarro


a la orilla de la barra yo soy campeón en la barra
y si eso ha sido mi ruina soy el primero que agarro
que me pongan otra jarra. cuando sirven una jarra.

Con una copa de anís Para todos, mis respetos,


y la botella en la mano yo no soy atravesa’o
si borracho soy feliz ni modo de buscar pleito
para qué andar bueno y sano. porque vivo bien mama’o.

Me dicen el huerfanito
50 porque me faltó mi madre
yo me emborracho solito
y no le hago mal a nadie.

Aunque la cruda me mate


yo cumplo con mi destino
siempre trabaje y trabaje
pero pensando en el vino.

De día trabajador
de noche soy parrandero
si soy adicto al alcohol
yo lo hago con mi dinero.
Poética popular

Carlitos Gómez y su corrido

Los buenos se van primero Sonora perdió un gallito


y siempre mueren de frente; de muy grandes espolones;
se adelantó un caballero de esos que pegan un grito
que demostró ser valiente; al escuchar sus canciones;
en Cuernavaca, Morelos, lo digo recio y quedito:
en un fatal accidente. Carlos tenía pantalones.

Te fuiste Carlitos Gómez Adiós a Carlitos Gómez


de veras, qué mala suerte; ya te canté tu corrido;
siempre fuiste de los hombres en el norte y sus regiones
que retabas a la muerte; no te echamos al olvido;
51
acá por estas regiones hombres de tus condiciones
no volveremos a verte. muy pocos he conocido.

Carlitos montó el caballo


con herraduras de acero;
y se fue como de rayo
volando por el sendero;
todos sabían que ese gallo
siempre se jugaba el cuero.

Está triste don Abel


por la muerte de Carlitos;
porque fue su amigo fiel
y azote de los malditos;
siempre se rifó la piel
sin ocultar sus delitos.
el viejo paulino

Catán de recodo

¿Cómo te fue en la redada, Andando por los caminos


Capitán Pablo del Toro? de Laredo a Matamoros;
- Poca cosa, casi nada, cantando ya me despido:
no les pude hallar el modo; Capitán Pablo del Toro;
el que escapó de mis garras adiós digo a mis amigos
era catán de recodo… y a ese catán de recodo.

En su rancho lo sitiamos
una noche muy oscura;
fuimos diez los que llegamos,
la teníamos muy segura;
52 pero prendió su aeroplano
y se perdió en las alturas…

Yo les juro por mi madre,


que no voy a desistir;
y quisiera demostrarle,
que también me sé morir.
Capitán, no andes jurando
lo que no puedes cumplir.

Capitán Pablo del Toro:


eres hombre no cobarde;
de Laredo a Matamoros,
la espina quieres sacarte;
pero al catán de recodo
se le guisa muy aparte.
Poética popular

Cipriano “El Indio” Martínez

Cipriano Martínez, le canto un corrido,


con mucho cariño por ser decidido;
allá por Tamuín es reconocido
todos sus amigos le dicen El Indio.

Cipriano Martínez, es hombre cabal,


valiente y sincero de la federal;
Cipriano Martínez es hombre de honor
de los que a la vida no le dan valor.

Su pistola escuadra, del cuarenta y cinco,


con toda la carga la trae en el cinto. 53
Si a alguien no le gusta su modo de ser
eso no lo asusta, lo podemos ver.

¡Qué duro ha de ser! morir desarmado


todo eso hay que ver y andar preparado.
¡Qué triste ha de ser! morir a traición
de cinco balazos en el corazón.

Cipriano Martínez desprecia la muerte,


donde quiera que anda es hombre de suerte;
Cipriano Martínez, del mero Tamuín,
expone la vida sin miedo a morir.

Su pistola escuadra del cuarenta y cinco


con toda la carga la trae en el cinto.
Si a alguien no le gusta su modo de ser
eso no lo asusta, lo podemos ver.
el viejo paulino

Comandante Licea
(Corrido de Licea)

Escuche bien el corrido Los traficantes viajaban


en donde quiera que sea; vestidos de militares;
los agentes federales cayó Andrés muy mal herido
del Comandante Licea; también Juanito Rosales;
se andan rifando el pellejo pero del suelo disparan
vale más que me lo crea. matando a los criminales.

En la brecha de Las Palmas, Los cantares de las aves


muy cerca de Ranchería; ya no se escuchan igual;
bandidos y federales pero siguen en la lucha
sacaron su artillería; la judicial federal;
54 cumpliendo con su deber, el Comandante Licea
Sarmiento murió ese día. son hombres al natural.

El eco de cien disparos El Comandante Licea,


viene y se va por el viento; yo se los quiero decir;
ha caído un federal la gente que lo rodea
en un cruel enfrentamiento; es un ejemplo a seguir;
Licea llegó volando en donde quiera que sea
en el preciso momento. también se sabe morir.

Decía Nachito Licea,


jefe de la federal:
-al que ande contra la ley
aquí lo voy a esperar;
donde aprieta no chorrea
se los voy a demostrar.
Poética popular

Consejos de un amigo

No luches contra la ley, El oro siempre es el oro


-Marcelo le dijo a Sabas- no presumas de lo que hagas;
tumbas uno y vienen diez las esclavas y las joyas
y nunca te los acabas; es mejor si te las guardas;
la tranza debe de haber te pones en evidencia
para que no tengas trabas. si en tu persona las cargas.

Aguza bien los sentidos Siempre se revienta el hilo


cuando pienses hacer algo; cuando hay mujer de por medio;
es bueno oír un consejo mejor pasarla tranquilo
pon atención a lo que hablo; tu negocio es lo primero;
las armas son necesarias pa’ todo hay tiempo en la vida 55
pero las descarga el diablo. no lo olvides, compañero.

Ten cuidado del soplón,


que siempre anda por ahí;
él vive de la traición,
lo digo porque es así;
así como vende a otros
te puede vender a ti.

Si eres hombre de delito


esto no lo olvidarás:
cuando vayas a un festejo
amarra el caballo atrás;
también correr es defensa
nunca será por demás.
el viejo paulino

Corrido a Rogelio Leal Garza*

Al compás del acordeón, Ya me voy, ya me despido,


bajo sexto y la tambora no se les vaya a olvidar;
un hombre de Nuevo León es muy bonito Hermosillo
llega a Hermosillo, Sonora; con su hermosa catedral;
como es un hombre de acción adiós (a) todos mis amigos
carga su ametralladora. también a Rogelio Leal.

Como todo hombre cabal


llega y sigue siendo el rey;
se llama Rogelio Leal,
vecino de Monterrey;
56 es agente federal
que hace respetar la ley.

Admirado por su gente


llegó a ser el Comandante;
saben que es hombre valiente
que siempre ha salido avante;
él muy seguro se siente
por eso sigue adelante.

Como dice su apellido:


es leal, a toda la causa;
hace temblar al bandido
que anda dentro de la mafia;
hay muchos que en el presidio
lloran toda su desgracia.

* Oriundo de Caderyta Jiménez, Nuevo León.


Poética popular

Corrido de El Güero Palma*

Al escuchar mi corrido, El Güero se encuentra ausente


que no se pierda la calma; de la Noria a Mocorito;
yo les digo a mis amigos ese gallo de palenque
que canten con toda el alma; está pagando un delito;
en mi tonada les digo por ahí dice la gente:
los versos del Güero Palma. ‘‘es por el polvo maldito’’.

De Obregón remonta el vuelo Cayó en tierra barbechada


con rumbo a Guadalajara; el caballo pura sangre;
la nave surcaba el cielo bonita pistola escuadra
entre las nubes volaba; de veras que es un diamante;
y como fieras en celo no llegó a Guadalajara 57
la federal lo esperaba. ahorita está en Puente Grande.

Cayó en tierra barbechada


el caballo pura sangre;**
bonita pistola escuadra
de veras que es un diamante;
no llegó a Guadalajara
ahorita está en Puente Grande.

El que se rifa la suerte


puede ser por ambición;
nunca le teme a la muerte
es hombre de convicción;
El Güero en ese accidente.
cayó en las garras del león.

* Héctor Luis “El Güero” Palma Salazar.


** Alusión a la avioneta en que viajaba “El Güero” Palma
el viejo paulino

Corrido de los
Cadetes de Linares*

Yo quiero que este corrido Su fama es muy merecida


llegue a todos los lugares; en la Unión Americana;
que se oiga por los ejidos, los conocen en Florida,
pueblitos y capitales; en Texas y por Louisiana;
lo dedico a mis amigos: y jamás se les olvida
Los Cadetes de Linares. esa tierra mexicana.

El campeón del bajo sexto Ya con esta me despido


es Homero, de Linares; por esos caminos reales;
de lo más hondo del pecho de estos dos grandes amigos
le brotan esos cantares; que nunca podré olvidarles;
58 y no hay corazón maltrecho que me canten un corrido
que no llore al escucharle. Los Cadetes de Linares.

Con la música en el alma


también en el corazón;
Lupe es de Las Enramadas,
es también de Nuevo León;
las multitudes lo aclaman
cuando toca el acordeón.

Que me canten un corrido


Los Cadetes de Linares;
que toquen “Polvo maldito”,
“Dos coronas a mi madre”;
y enseguida “El Palomito”
y la polca “Río Grande”.

* Dueto integrado por Homero Guerrero y Guadalupe “Lupe” Tijerina.


Poética popular

Demetrio* el proscrito
(Lola y Demetrio)

Demetrio le dice a Lola: Su cuaco es una centella


-vengo a llevarte a mi lado; por montes y caminos reales;
en aquella palma sola Demetrio no deja huella,
tengo mi cuaco ensillado; platican los federales;
y si mi amor no te estorba tan lejos como una estrella
nos vamos de este poblado. navega por esos lares.

-No puedo marchar contigo Está creciendo su aureola


porque mis padres se oponen; su nombre se hace leyenda;
no quiero ser el motivo nomás por matar a Lola
ni quiero manchar su nombre; cabalga por esa senda;
lo buscan y se hacen bola 59
para ellos sería un martirio
que me fuera con un hombre. y no ha habido quien lo aprenda.

Demetrio muy ofendido


desenfundó su pistola;
le disparó cinco tiros
a la pobrecita Lola;
prefiero ser un bandido
antes que dejarte sola.

Se fue a la sierra, Demetrio,


huyendo de su delito;
su cabeza tiene precio
como cualesquier proscrito;
nomás por aquel desprecio,
nomás por aquel capricho.

* Corrido inspirado en la historia de Monserrat Garza, originario de Burgos, Tamaulipas y


asesinado en Linares, Nuevo León.
el viejo paulino

Deuda saldada

Revoloteaban los buitres Era una tarde lluviosa


en la puerta del potrero; ya habían pasado los años;
el niño llegó llorando, en la cantina del pueblo
traía en la mano el sombrero; tomaban los dos hermanos;
le mataron a su padre el muchacho y Catalina
por un maldito dinero. venían derecho a matarlos.

Había pedido otro plazo Del odio de tanto tiempo


para liquidar la deuda; resulta la balacera;
pero no le hicieron caso ahí mordieron el polvo
Luciano y Pablo Barrera; los dos hermanos Barrera;
60 lo mataron a balazos el muchacho y Catalina
sin darle tiempo siquiera. así saldaron la deuda.

También llegó Catalina


al verlo se estremeció;
en compañía del chamaco
a grito abierto lloró;
alzando la cara al cielo
vengarse le prometió.

El chamaco y Catalina
se marcharon otro día;
se internaron en la sierra
al niño le enseñaría;
el manejo de las armas
y a afinar la puntería.
Poética popular

Donde lloró el general

Al rededor de una hoguera, Otro día por la mañana


al pie de la sierra, el toque de diana,
se pusieron a cantar; cantando los sorprendió;
con una voz muy sencilla tenían que seguir peleando,
canciones que a Villa muriendo y matando,
lo hicieron llorar. la suerte así lo marcó.

Uno de aquellos dorados, La polvadera se ve


valientes soldados, por todo el camino real
fue y le dijo al General: muy triste el campo quedó
-las penas nunca maduran donde lloró el General.
61
y pronto se curan
con un trago de mezcal. .

Pancho Villa contestó:


-ella quiere compasión
hay cosas que no perdono
mucho menos la traición.

Traía clavada una espina


por la Valentina,
a quien quería con fervor;
hasta los hombres valientes,
lágrimas ardientes,
derraman por un amor.
el viejo paulino

Dos cruces

En ese camino real, Marcos, doblado en la silla,


que cruza por los potreros; masculló una maldición;
hay dos cruces en señal se le escapaba la vida,
que sobraron dos sombreros: pero aumentó su rencor;
uno fue Sóstenes Leal volvió a pesar de su herida
y el otro Marcos Barreiro. a buscar a su agresor.

De aquellos dos apellidos Ni uno de los dos fallaron,


nomás ellos dos quedaban; al oprimir el gatillo;
la suerte no había querido nuevamente los disparos
que estos hombres se encontraran; encontraron su destino;
62 uno venía de El Suspiro, y los dos cuerpos quedaron
y el otro de Cantarranas. hechos cruz en el camino.

Sus caballos relincharon


al presentir el peligro;
y luego se encabritaron
al escucharse los tiros;
espantados arrancaron
con sus amos mal heridos.

Dominando a su montura
regresó Sóstenes Leal;
todo lleno de amargura
y una mirada bestial;
con un pie en la sepultura
ya veía a su rival.
Poética popular

Duelo al atardecer

Estaba nublado el día Mardonio salió al camino


olía a tierra mojada; con un treinta de quijada;
en toda la ranchería ahí marcó su destino
la tormenta se esperaba; el coraje lo cegaba;
de la penitenciaría Nachito era un remolino
se fugó Nacho Cabada. cuando su escuadra sacaba.

La lluvia empezó a caer Lucy perdió tres hermanos


por el mandato divino; pero se ganó a Cabada;
los cascos de aquel corcel galoparon los caballos
se oyeron por el camino; hasta por la madrugada;
63
ya casi al atardecer los siguieron los soldados
llegó Nacho, el asesino. pero no encontraron nada.

Nacho era el vivo demonio


tenía cárcel de por vida;
mató a Lucio y a Febronio
hermanos de su querida;
pero quedaba Mardonio
el malo de esa familia.

Los hermanos de su amada


no lo querían de cuñado;
le pusieron la emboscada
afuera de aquel poblado;
no contaban que Cabada
era gallo muy jugado.
el viejo paulino

El abuelo
(El viejito feliz)

Llegaron tres muchachitos Esos cuñados murieron


hasta un ranchito de Texas; también en una matanza;
platican con un viejito que el viejito solitario
al que le dan santo y seña; les preparó por venganza;
eran hijos de sus hijos tan solo uno escapó vivo
que en El Pitayo murieran. con un plomazo en la panza.

El viejito se endereza En el viejo no hay rencor


de nuevo brillan sus ojos; todo es ya felicidad;
siente que su mal regresa y con aquél que escapó
al abrazar a esos mozos; hoy tiene gran amistad;
64 la vida nos da sorpresas y cuidan entre los dos
de tristezas y de gozos. a tres niños con afán.

Y los tenía que abrazar


pues ya fijándose bien;
José Luis, Pedro y Fabián
habían vuelto a renacer;
aquellos niños, ni hablar,
seguro eran nietos de él.

Sus hijos se habían casado


sin decirle a nadie nada;
fue en la ermita de El Pitayo
la ceremonia sagrada;
lo supieron los cuñados
después de hacer la emboscada.
Poética popular

El bravo de Sonora

Se oye por ahí la tonada, Es muy bonita su historia,


la tonada, de un corrido; Comandante Federal;
donde cuentan las hazañas es el bravo de Sonora
del Comandante Torrijos: y no se sabe rajar;
es el bravo entre los bravos, carga su ametralladora
azote de los bandidos. pa’ ver quién le quiere entrar.

De Nogales a Tijuana,
de Matamoros a Juárez;
por toda la guardarraya
hay cientos de federales;
65
pero donde anda Torrijos
no hay buitres ni pavos reales.

Es muy bonita su historia,


Comandante Federal;
es el bravo de Sonora
y no se sabe rajar;
carga su ametralladora
pa’ ver quién le quiere entrar.

Trece años en el servicio


cumpliendo con su deber;
ahorita está en Hermosillo,
mañana está en Monterrey;
él con su Cuerno de Chivo
hace respetar la ley.
el viejo paulino

El caballo Careto

Cuando llegó a Nuevo León Juan Rodríguez pensativo:


nadie creyó en El Careto; -vamos a ver cómo le hago;
un caballo pura sangre, iremos a la cantina
rebelde, pero violento; lo que se tomen yo pago;
cuando corrió en la región seguro que este domingo
casi voló por el viento. le ganaremos a El Mago.

Se lo trajeron de Texas Los gringos se equivocaron


con su registro arreglado; al vender este corcel;
lo vendieron por mañoso, asombrados se quedaron
los güeros del otro lado; no lo podían creer;
66 vino a dar a Santa Rosa dicen que muchos lloraron
a las manos de Guajardo.* cuando lo vieron correr.

En Lampazos y Sabinas,
platican los que lo vieron;
ganó todas las carreras
también en Nuevo Laredo;
en Coahuila no corrió
porque le tuvieron miedo.

Salvador le dice a Juan,


frente a una copa de vino:
-yo brindo por El Careto,
porque le gane a El Pingüino;
apostaré mi fortuna
no me queda otro camino.

* Salvador Guajardo
Poética popular

El caballo Grullo

No es fábula lo que canto A darle el tiro de gracia


ni lo que van a escuchar; se acercaba el asesino;
es la historia de un caballo, no reparó en la mirada
que fue de la vida real; de aquel caballo ladino;
tan violento como el rayo, a mordiscos y patadas
inteligente y sagaz. quedó muerto en el camino.

Venía borracho Santana Como el destello de un rayo


en ese caballo Grullo; el animal galopaba;
sin mucho garbo montaba queriendo salvar a su amo
pero eso sí, con orgullo; en los dientes lo llevaba;
67
donde quiera pregonaba al valor de su caballo
que ese caballo era suyo. debe la vida Santana.

Santana Montemayor,
querido de las mujeres;
muy borracho y jugador
y un hombre de mucha suerte;
su caballo lo arrancó
de las garras de la muerte.

Derrotado en la jugada
salió Maurilio Quintero;
le preparó una emboscada
pa’ robarle su dinero;
le envió una lluvia de balas
apostado en el sendero.
el viejo paulino

El Cantinflas

Le apodaron El Cantinflas El relincho de un corcel


a ese caballo andaluz; se oye por México entero;
lo conocí en una gira a tu cuadra La Esmeralda
andando por Veracruz; te vas alazán ligero;
es un hermoso alazán a esperar que salga un cliente
ligero como la luz. de esos que no tienen miedo:

Dice Pancho Colorado, En todo el norte ha ganado,


el dueño de ese corcel: también en Guadalajara;
-en Tuxpan y en todos lados su rienda es un pensamiento
nunca han podido con él; casi ni se usa la vara;
68 de Tijuana hasta el Suchiate El Cantinflas es un cuaco
pasando por Cozumel. que nomás a mear se para.

En todo el norte ha ganado,


también en Guadalajara;
su rienda es un pensamiento
casi ni se usa la vara;
El Cantinflas es un cuaco
que nomás a mear se para.

Orgulloso y muy seguro


dice Pancho Colorado:
-a nadie le tengo miedo,
que le traigan un tapado;
a cuatralbos y apaluzas
a todos les ha ganado.
Poética popular

El Comandante Perales

Puerto de Nuevo Laredo Adiós a Nuevo Laredo,


año del setenta y dos;* Río Grande con sus aguas;
viernes veintiocho de julio adiós a esos gatilleros
presente lo tengo yo; que asesinan a mansalva;
cuando Everardo Perales de frente nunca pudieron
asesinado cayó. solamente por la espalda.

Como a las diez de la noche


las ráfagas se escucharon;
cien tiros de metralleta
en el silencio vibraron;
69
y al comandante Perales
vilmente lo acribillaron.

La sorpresa y la ventaja
es arma de los cobardes;
andan a salto de mata
huyendo de federales;
y acaban con los valientes
como Everardo Perales.

Muchos golpes a la mafia,


Perales, había dado;
los perseguía como fieras
por toditos los estados;
en muchas balas de acero
su nombre estaba grabado.

*1972
el viejo paulino

El contrabando del siglo

El contrabando más grande, del siglo, El tenderete de rinches, quedó,


lo pasaron por Laredo; tirados en el asfalto;
era una banda formada, por cinco, y el contrabando del siglo, siguió,
que no conocían el miedo. su destino era Chicago.

Pasaron por la frontera, temprano,


aquellos cinco valientes;
con placas y pasaportes, falseados ,
y armados hasta los dientes.

Trescientos kilos de polvo, clavados,


70 en varios compartimientos;
a la vanguardia iba un coche, y otro rezagado,
cuidando aquel cargamento.

Salieron a despoblado, y siguieron,


pasaron por San Antonio;
cuatro patrullas con rinches, salieron,
enviadas por el demonio.

La radio de las patrullas, informa,


y se entera hasta el gobierno;
cien policías acuden, y forman,
la antesala del infierno.

Mil abejorros de plomo, volaban,


buscando a los fugitivos;
las metralletas de ellos, tableteaban,
acabando con los gringos.
Poética popular

El corrido de los animales

Cuando salí de mi tierra Cuando salí de mi tierra


de nadie me despedí; de nadie me despedí;
nomás de un perico verde nomás de unos tenamaztes
y un gato que estaba ahí; y un perro que estaba ahí;
muy dura estaba la seca el perro tenía la rabia
nomás por eso me fui. nomás por eso me fui.

Señores les contaré Señores les contaré


lo que hacen los animales: lo que hacen los animales:
un zancudo y una pulga un zancudo y una pulga
echándose de trompadas; echándose de trompadas;
71
las avispas enojadas las avispas enojadas
regañando a los coyotes. regañando a los coyotes.

También vi sembrar camotes También vi sembrar camotes


a una triste cucaracha; a una triste cucaracha;
a una triste cucaracha a una triste cucaracha
y su amiga la cigarra; y su amiga la cigarra;
vi tocando la guitarra vi tocando la guitarra
a una rana sin calzón. a una rana sin calzón.

También vide un camaleón También vide un camaleón


con un acordeón tocando; con un acordeón tocando;
vide un chapulín arando vide un chapulín arando
y uncidos los jabalines; y uncidos los jabalines;
vide un sapo con botines vide un sapo con botines
que iba a montar a caballo. que iba a montar a caballo.

.
el viejo paulino

El coyote empicado

Ya se nos fue Baldomero, Lo que jamás se esperaba,


lo mataron a traición; que una tarde, Catarino;
era el villano del pueblo, lo acechaba en el potrero
azote de la región; muy cerquita del camino;
dicen que a cada santito como a venado matrero
se le llega su función. le metió catorce tiros.

Era valiente el pela’o, Se oyen gritos y lamentos,


muy alto y bien parecido; que vienen desde el panteón;
burlaba muchas mujeres tres docenas de mujeres
aunque tuvieran marido; dolidas del corazón;
72 también a las jovencitas ya se les fue Baldomero
las violaba muy seguido. lo mataron a traición.

Se acostó con doña Petra,


esposa de Catarino;
no respetó aquella casa
sabiendo que su enemigo;
lo buscaba con urgencia
pa’ darle su merecido.

Era coyote empicado,


con solteras y casadas;
se veían por donde quiera
mujeres embarazadas;
así las traía aquel hombre
felices y mancornadas.
Poética popular

El desierto de Arizona

Abandonaron su tierra: El sol comienza a escalar


un pueblito de Durango; las alturas en el cielo;
llegaron a la frontera, y los buitres a graznar,
atrás todo iba quedando; como criaturas en celo;
pero ya estaba muy cerca se lanzan a devorar
lo que ellos iban buscando. a dos hombres en el suelo

Con un montón de ilusiones El calor es infernal


cruzaron la guardarraya; y se oye un triste lamento:
burlando los tres aviones, -¡no lo pudimos lograr,
que muy bajito volaban; a mi madre es lo que siento!
73
Eligio le dice a Briones: De pronto se oyen zumbar
¡ésta es tierra americana! alas que rompen el viento.

-¡Trabajaré con esmero!


-Briones contesta al instante-
y así ganaré dinero
para mandarle a mi padre;
y el doctorcito del pueblo
podrá curar a mi madre.

Se ponen a caminar
y uno de los dos razona;
que acaban de penetrar
el desierto de Arizona;
en lo alto se ven volar
los buitres que se amontonan.
el viejo paulino

El fantasma de la hacienda

Me vinieron con el chisme Regresé con mi caballo


que allá, en la Hacienda del Muerto; por el rancho de Las Blancas;
sale una mujer de blanco relinchó y pegó un reparo
gritando por el desierto; y voló sobre unas trancas;
me ensillaron el caballo ¿cuál sería mi sorpresa?
y me fui a ver si era cierto. ¡la mujer venía en ancas!

Desmonté de mi caballo Yo caí de mi caballo,


a esperar aquella cosa; casi pierdo la razón;
cuando salió la mujer desperté por la mañana
vi que era linda y hermosa; en las tumbas de un panteón;
74 le volaba el pelo al aire y por la Hacienda del Muerto
en forma muy tenebrosa. ya no paso ni en avión.

Le monté al cuaco de nuevo


y le clavé las espuelas;
la luna brillaba en lo alto
como luz de lentejuelas;
aquella mujer corría
como corren las gacelas.

Mi cuaco casi volaba


pero no pude alcanzarla;
atrás de unos matorrales
ya no volví a divisarla;
otra noche volvería
yo quería interrogarla.
Poética popular

El fuereño

Llegó un fuereño a Camargo -Por ser un simple ranchero


al paso de su montura; te burlaste de mi amor;
traía en su mente un encargo y te viniste a este pueblo
y en su mirada amargura; por un partido mejor;
pensaba que aquel poblado me hiciste garras el pecho
era el fin de su aventura. estoy loco de dolor.

El pueblo estaba de fiesta, Cuatro balazos se oyeron


pues se casaba Petrita; Petrita se estremeció;
las campanas de la iglesia los invitados corrieron,
sonaban para la misa; el novio solo quedó;
75
los rostros de la pareja porque también el fuereño
se iluminaban de risa. otro balazo se dio.

Petrita dice a su amado


al entrar en la parroquia;
-de este recinto sagrado
saldré feliz y dichosa;
ya cuando estemos casados
seré tu amante y tu esposa.

Como un disparo de Máuser


se oyó la voz del fuereño:
-aquí estoy para matarte
antes que logres tu empeño;
con nadie podrás casarte
porque yo he sido tu dueño.
el viejo paulino

El hijo del viejo

Yo soy el hijo del viejo, Mi padre fue traficante,


que viene de Nueva York; también todos sus esbirros;
soy más cabrón que mi padre sembraban mota ¡de a madre!
vengo buscando un traidor; siempre vivían escondidos;
me dijeron que a mi padre fue pa’ sacarme del bote
lo tildaba de hablador. en los Estados Unidos.

Todos saben que mi padre También sé que unos marranos,


es hombre sostenedor; con bajo y con acordeón;
cuando llegó su compadre hablan muy mal de mi padre
aquí por esta región; en su maldita canción;
76 venía muriéndose de hambre ya les partiré su madre
y el viejo le dio el tirón. en la primera ocasión.

También sé que unos marranos,


con bajo y con acordeón;
hablan muy mal de mi padre
en su maldita canción;
ya les partiré su madre
en la primera ocasión.

Es fácil hablar de un hombre


cuando anda a salto de mata;
mi padre anda por la sierra
huyendo de la Acordada;
pero yo vengo en su nombre
hijos del siete de espadas.
Poética popular

El manco Fernando
(La leyenda del manco)

Se encontró el manco Fernando En fracciones de segundo


a Jesús, pata de palo: desenfundaron los dos;
-a ti te andaba buscando toda la gente sin rumbo
y vengo a hacerte un regalo corría a paso veloz;
ya no andes apantallando parecía el fin del mundo
diciendo que eres el diablo. aquel duelo tan atroz.

-Ya sabes mis correderos, Ya se va el pata de palo


-contestó Jesús, el cojo- se retira de este pueblo;
yo sé que me tienes miedo quién sabe qué irá pensando,
porque conoces mi arrojo; con su mirada en el cielo;
77
te voy a dejar más seco atrás el manco Fernando
que una caña de rastrojo. quedó tirado en el suelo.

-No salgas con tus patrañas,


ya conozco tu escondite;
sé que traes telarañas
en la pata de mezquite;
andabas en las montañas
huyendo de los Cherifes.

-No sé cómo has olvidado


que yo te arranqué esa mano;
después de haberte baleado
gritabas como un marrano;
y nunca has escarmentado
porque eres un vil gusano.
el viejo paulino

El milagro

Entre la inmensa maraña Luego se pierde en la bruma


hay una vieja cabaña; y en la maraña se esfuma
oculta entre los zarzales. ya casi al anochecer;
Ahí vive Florecita, solo queda su perfume
la chamaca más bonita; que ni el aire lo consume
de todos esos lugares. de esa divina mujer.

Nadie sabe qué pasó Me escondo entre los abrojos


ni de qué lugar llegó y admiro con estos ojos
tan pequeña jovencita; su rostro y su anatomía;
de repente apareció la esperaré que regrese
78 y ya nunca se marchó soñando que ella me bese
esa flor tan exquisita. soñando que ella sea mía.

A veces baja al poblado


y se dirige al mercado
con sus pasos presurosos;
a vender su artesanía
con su voz de melodía
y sus ojos misteriosos.

Los lugareños la miran


y embelezados suspiran
pero ella pasa de largo;
se va y se aleja la niña
corriendo por la campiña
como si fuera un milagro.
Poética popular

El Mojarra

Buscando mejores aires A que me dieran un raid


y cambiar mi situación; me sacaron al free way;
nadando crucé el Río Grande me subieron a una troca,
con destino a Nueva York; pero era la de la ley;
atrás quedaba mi madre pa’ pronto me dijo un chota:
y muy triste mi labor. -¡tú venir de Monterrey!

Me colé por El Encino No conocí San Antonio


y en Falfurrias me dormí; mucho menos Nueva York;
dos patrullas de caminos no se me alcanzó a secar
me buscaban por ahí; la pretina del calzón;
79
después seguí mi camino y en medio de cien “mojarras”
y en Corpus amanecí. me aventaron en avión.

Pisándome los talones


andaba la migración;
y en el rancho de los Taylor
me escondí sin dilación;
me dieron pa’ que almorzara
ocho huevos con jamón.

Tirándole al pasaporte
pa’ poder vivir mejor;
me encontré a una pochita
y empecé a hacerle el amor;
resultó que era “mojarra”
igual que este servidor.
el viejo paulino

El mono de alambre

Buenos días, señores, ¡Vamos a bailar!


¿cómo están ustedes? ¡vamos a bailar!
¡chinguen a su madre el mono de alambre.
hombres y mujeres! El que no lo baile,
el que no lo baile
¡Vamos a bailar! ¡que chingue a su madre!
¡vamos a bailar!
el mono de alambre. ¡Pinches cantineros!
El que no lo baile, ya no hay quien les ladre;
el que no lo baile y los empresarios
¡que chingue a su madre! ¡chinguen a su madre!
80
Quiero que me inviten ¡Vamos a bailar!
un trago de vino ¡vamos a bailar!
¡que chingue a su madre el mono de alambre.
el viejo Paulino! El que no lo baile,
el que no lo baile
¡Vamos a bailar! ¡que chingue a su madre!
¡vamos a bailar!
el mono de alambre. Ya me voy, señores,
El que no lo baile, se acabó este baile
el que no lo baile váyanse a su casa
¡que chingue a su madre! ¡a chingar su madre!

¡Chinguen a su madre! ¡Vamos a bailar!


los que están tomando; ¡vamos a bailar!
chinguen a la suya el mono de alambre.
los que andan bailando. El que no lo baile,
el que no lo baile
¡que chingue a su madre!
Poética popular

El mono de alambre
(Versión editada)

Buenos días, señores, ¡Vamos a bailar!


¿cómo están ustedes? ¡vamos a bailar!
¡qué buenas están el mono de alambre.
todas las mujeres! Quiero que se vayan,
quiero que se vayan
¡Vamos a bailar! ¡a Chihuahua a un baile!
¡vamos a bailar!
el mono de alambre. A los cantineros
Quiero que se vayan, ya no hay quién les ladre;
quiero que se vayan y los empresarios
¡a Chihuahua a un baile! tienen poca madre.
81
Buenos días, señores, ¡Vamos a bailar!
ya llegó Paulino: ¡vamos a bailar!
-quiero que me inviten el mono de alambre.
un trago de vino. Quiero que se vayan,
quiero que se vayan
¡Vamos a bailar! ¡a Chihuahua a un baile!
¡vamos a bailar!
el mono de alambre. Ya me voy, señores,
Quiero que se vayan, se acabó este baile
quiero que se vayan váyanse a su casa
¡a Chihuahua a un baile! ¡a chiflar su Máuser!

¡Chiflen a su Máuser! ¡Vamos a bailar!


los que están tomando; ¡vamos a bailar!
¡chiflen a la suya! el mono de alambre.
los que andan bailando. Quiero que se vayan,
quiero que se vayan
¡a Chihuahua a un baile!
el viejo paulino

El muchacho y el potro

Un estruendo terrible formaron Un silbido se escucha de pronto


al llegar al humilde lugar; y el relincho del fiero animal;
las espuelas de acero chirriaron, convertido en el mero demonio
ni los perros quisieron ladrar; se echa encima y empieza a patear;
la culata del rifle estrellaron el muchacho saltando a su lomo
en la puerta del triste jacal. en sus barbas los pudo burlar.

De un muchacho se perfila el rostro Se incorpora a la gente de Villa


al abrir la puerta del jacal; su valor se comienza a notar;
lo que tengo nomás es mi potro, cada instante se juega la vida
pero no se lo pueden llevar; no se cansa de tanto buscar;
82 ni tampoco lo cambio por otro a los hombres que por pura envidia
solo muerto me lo han de quitar. lo quisieron de un árbol colgar.

A empellones lo sacan al patio


con la luna se mira brillar;
el pelaje de un noble caballo,
que la turba se viene a llevar;
se revuelca y se para de manos
viendo a su amo que van a colgar.

Por la rama más alta de un fresno


una soga lograron pasar;
el muchacho se mira sereno,
ni la muerte lo puede asustar;
solamente un milagro supremo,
o su potro, lo pueden salvar.
Poética popular

El Oscuro y El Jovero

Estaban los dos amigos, Se acabaron aventuras,


los dos caballos también; hazañas y correrías;
esperando con delirio se extrañan esas llanuras,
que se aproximara el tren: los trenes, también las vías;
José y Martín, dos bandidos esperan con amargura,
que nunca hicieron el bien. tienen contados los días.

Martín le dice a José: El tiempo sigue su marcha,


-tienes que perder el miedo; José y Martín escaparon;
la humareda ya se ve ya nunca robaron trenes
por el camino del fierro; después robaron los bancos;
83
ya tengo listo el Oscuro no le temían a la muerte
ten preparado el Jovero. ni a la cárcel de Durango.

El tren va raudo y veloz,


lo alcanzan en sus caballos;
luego lo abordan los dos,
así lo tenían planeado;
no pensaron que el vagón
iba lleno de soldados.

¡Válgame San Timoteo!


cómo me estoy asustando;
José y Martín están presos
en la cárcel de Durango;
el Oscuro y el Jovero
andan solos galopando.
el viejo paulino

El pajarillo y la carta
(con un pajarillo)

Con un pajarillo te mandé una carta,


para que te enteres que soy infeliz;
en ella te digo, que tú me haces falta,
que paso la vida sufriendo por ti.

Vuela pajarillo sin hacer escala,


entrégale pronto el mensaje a mi amor;
pero si te cansas o fallan tus alas,
es que así lo quiso el destino traidor.

Por ese capricho sufrimos tú y yo,


84 regresa enseguida por bien de los dos;
me duele en el pecho, me sangra la herida,
pero aquí en el alma no guardo rencor.

Le pido a la virgen que nunca me olvides,


que nunca en la vida me dejes de amar;
recuerda al que llora, recuerda al que vive,
soñando despierto que habrás de tornar.

Por ese capricho sufrimos tú y yo,


regresa enseguida por bien de los dos;
me duele en el pecho, me sangra la herida,
pero aquí en el alma no guardo rencor.
Poética popular

El pata de palo

Ha regresado a este pueblo ¡Qué pronto terminó el duelo!


Jesús, el pata de palo; ya se oyeron tres disparos;
cuídense todos aquellos hay tres hombres en el suelo,
que a la cárcel lo mandaron. que con su vida pagaron.

¡Qué silencio está el poblado! Se oyen pasos de un caballo,


ni las moscas hacen ruido; allá por la plaza vieja;
nomás se oyen unos pasos es Jesús, pata de palo,
que son los de aquel bandido. que poco a poco se aleja.

Diez años en la prisión


85
no se le olvidan a nadie:
-he regresado a este pueblo
porque he venido a vengarme.

José González García


y Antonio López Quesada,
Francisco Pérez Munguía,
que salgan a la calzada.

Ya los pasos se aproximan


se están sintiendo más cerca;
y ni los perros se arriman
porque presienten la gresca.

El enterrador del pueblo


ya cavó tres agujeros;
porque sabe de antemano
que van a sobrar sombreros.
el viejo paulino

El pequeño bandido

Al pie de la cordillera A la hacienda Los García


habita un niño increíble; llegó por la madrugada;
asalta en la carretera el hacendado dormía
para ayudar al humilde; y toda la rancherada;
y escapa por la pradera cargó todo lo que había
en su caballo El Terrible. y se fue como si nada.

Lo adoran todos los pobres De veras son incontables


en pueblos y rancherías; las hazañas de Juanito;
se llama Juanito Robles, cuando murieron sus padres
son muchas sus fechorías; se fue por ese camino;
86 un comandante y sus hombres en todos esos lugares
lo buscan todos los días. es amigo de los niños.

Once años tiene Juanito


es grande su corazón;
desde que se hizo bandido
ya no hay hambre en la región;
desde el rancho de El Realito
hasta el valle del Pilón.

Es un dolor de cabeza
para todos los rurales;
se esfuma por la maleza,
se esconde en los matorrales;
su cuaco no deja huella
por esos caminos reales.
Poética popular

El perro con la rabia

Voy a pulsar mi guitarra Pudiera ser con el filo


para decir lo que siento; o la punta de un puñal;
porque ando de mala racha los buscaré en su camino
lanzo mis penas al viento; yo no voy a descansar;
soy un perro con la rabia hasta ver los ocho cirios
que aúlla de sentimiento. ardiendo en su funeral.

Me vinieron a avisar Interesada al dinero


el Chato y el Pinolillo, seguro que anda contenta;
que Martha Luz Aguilar ella sabe que la quiero
se fue con Pablo Treviño; que lo tome muy en cuenta;
87
con ella me iba a casar que van a perder el cuero
ya lo tenía decidido. en una forma violenta.

Interesada al dinero
seguro que anda contenta;
ella sabe que la quiero
que lo tome muy en cuenta;
que van a perder el cuero
en una forma violenta.

Si los matara a balazos


es un final muy tranquilo;
quiero encontrarla en los brazos
del peor de mis enemigos;
quizá los haga retazos
con un pedazo de vidrio.
el viejo paulino

El Pinto y El Sargento

Tratándose de caballos Las apuestas se cruzaban,


voy a cantar un corrido; El Pinto era favorito;
yo se lo brindo a El Sargento, miles de pesos volaban,
caballo muy aguerrido; todos a favor del Pinto;
desde que vino a este mundo porque estaba sin derrota
nunca jamás ha perdido. aquel caballo bonito.

Fue en una pista escondida, Como bala de cañón


que hay por esas rancherías; El Pinto se disparó;
se fijaron las apuestas pero El Sargento volaba
entre Rubén y Matías;* y muy atrás lo dejó;
88 carreras de este calibre con la derrota de El Pinto
no se hacen todos los días. la carrera se escribió.

Gritaba Montemayor:
-¡nos rifaremos los cueros;
mi caballo es el mejor
yo lo traje de Laredo;
es fino y de pura sangre
y a cualquiera se lo juego!

Matías Montemayor
tenía fe en su caballo;
lo mismo sus seguidores,
eran todos de Cerralvo;
también vinieron amigos
de la ciudad de Chicago.

* Rubén Marichalar y Matías Montemayor.


Poética popular

El Pitarra vengador

Es el Pitarra más listo Hay mucho que platicar


de Laredo hasta Nogales; de ese Pitarra mentado;
dicen que pocos lo han visto dicen que fue militar,
andar por esos lugares; que de joven fue soldado;
y que se llama Evaristo que mató tres en Parral
no tiene más iniciales. y se fue pa’l otro lado.

Le pone el dedo a cualquiera “El Pitarra vengador”


para ganar un billete; lo apoda la federal;
los capos de la frontera y que es un hombre de honor
lo sentenciaron a muerte; en su trato muy formal;
pero que ha sido el terror 89
es mojarra tanatera
que corre con mucha suerte. del narco y el criminal.

Lo emboscaron en Laredo
y se escapó a San Antonio;
platican los que lo vieron
y dieron su testimonio;
que mató diez pistoleros
porque es el mismo demonio.

Quisieron hacerle trampa


pero no mordió el anzuelo;
él ya conoce la mafia,
le gusta jugar con fuego;
se les fue por Santa Engracia
y amaneció allá en Guerrero.
el viejo paulino

El que avisa no es traidor

-Abre la puerta, Nabor, Llegaron al cementerio,


yo soy Luciano El Mapache; detuvieron su camino;
por encargo del señor la lluvia seguía cayendo
la vida vengo a quitarte; y se pusieron a tiro;
el que avisa no es traidor, Luciano se estaba riendo
me pagaron por matarte. burlándose de su amigo.

-Luciano, tú eres mi amigo, Las drogas y la ignorancia


es lo que siempre he pensado; fueron la causa del duelo;
verás que estoy prevenido dos amigos de la infancia
y también que estoy armado; a balazos se murieron;
90 vamos saliendo al camino no midieron su distancia
como los gallos jugados. por ambición al dinero.

Se oscureció el firmamento
y se vino el aguacero;
un rayo rompió el silencio
que había por el pueblo entero;
Nabor se fue rumbo al templo
seguido del pistolero.

Pasaron por la parroquia


y siguieron su camino;
Nabor sacó su pistola,
no le faltaba ni un tiro;
se repetía la historia
por ese mal entendido.
Poética popular

El roba vacas

Leandro Doria se llamaba, De la cárcel, fugitivo,


nativo de Ranchería; se les vino Leandro Doria;
hasta la tierra temblaba pasó a galope tendido
donde sus plantas ponía; por la plaza de Victoria;
mulas y vacas robaba reventando su caballo
en la noche y en el día. llegó hasta la divisoria.

‘‘De los hombres soy amigo”, Así se pasó la vida,


les gritaba Leandro Doria; desafiando a los Rurales;
soy el más noble bandido nadie supo su movida
que va a quedar en la historia; ni el entrego de animales;
91
porque no temo al castigo ¿dónde tendría su guarida?
ni a la cárcel de Victoria. nadie hasta ahorita lo sabe.

Ya no quedan animales
ni una vaca ni un becerro;
de San Carlos a Linares
ya no se oye ni un cencerro;
y si llegan los Rurales,
Leandro, se esconde en el cerro.

Corre caballito oscuro


por montes y temporales;
porque traigo mucho apuro
de lazar tres animales;
en tu lomo estoy seguro
de los mentados rurales.
el viejo paulino

El Sánchez

¡Aguas, raza, ahí anda Sánchez! Ya me despido y no se olviden


-¿Eh? no pos yo ya me voy. si acaso viven sin sospechar;
póngase listo, mi amigo Pancho,
Traigo un consejo pa’ que lo escuchen ahí viene el sancho y puede llegar;
y se lo embuchen con atención: él nunca piensa que es un atraco
cuiden su ruca, tengan cuidado, y ni pa’ tabaco le va a dejar…
echen candado sin dilación; ni pa’ tabaco le va a dejar.
ahí anda Sánchez tumbando puertas
se lleva cercas, el muy bribón…
se lleva cercas, el muy bribón.

92 Todos los Sánchez son peligrosos,


pela los ojos si quieres ver;
si merodeara uno por la esquina
con tu vecina pudiera ser;
pero quién sabe si a la que buscan
es a tu ruca, ve tú a saber…
es a la tuya, ve tú a saber

La dinastía de este apellido


es conocido en todo lugar;
se llevan troncos y palos gruesos
toditos esos no son de fiar;
porque te pegan de día y de noche,
a pie o en coche pueden llegar…
a pie o en coche pueden llegar.
Poética popular

El talabartero

Las cuerdas de un instrumento Su montura repujada


se oyen por México entero; y sus espuelas sonando;
entonan lo que yo siento se oían por la madrugada
del rancho El Abrevadero; por donde él iba pasando;
la historia, que yo les cuento, las mujeres murmuraban
es la de un hombre sincero. ¡qué Dios lo siga ayudando!

Un hombre que todos lloran Don Blas Prieto se llamaba,


era de gran corazón; de oficio talabartero;
su nombre está en la memoria el caballo que montaba
de gente de esa región; de todos el más ligero;
93
todos conocen su historia fue bestia de gran alzada,
allá en Marín, Nuevo León. oscuro, con un lucero.

Don Blas Prieto se llamaba,


de oficio talabartero;
el caballo que montaba
de todos el más ligero;
fue bestia de gran alzada,
oscuro, con un lucero.

Ensíllenme mi caballo
voy a ayudar a los pobres:
la gente de Papagayos,
también la de Dulces Nombres;
Cerralvo y Uña de Gato
los correderos de ese hombre.
el viejo paulino

El tortugo del arenal

Una vieja y un viejito: -Qué sabrosa es la tortuga


doña Chole y don Fabián -le dijo el viejo pelón-,
se fueron de vacaciones el cuerito se le arruga
al puerto de Mazatlán. cuando le pones limón.

Una vieja y un viejito La viejita se negó,


se fueron de vacaciones le dijo que no quería,
la vieja le dijo al viejo: cuando el viejo la alcanzó
-¡yo me vine sin calzones! nomás la boquita abría.

(coro) (coro)
94 Salió el tortugo del arenal Salió el tortugo del arenal
se lo comieron por animal. se lo comieron por animal.

-Pa’ qué quieres los calzones Una vieja y un viejito:


allá no los vas a usar doña Chole y don Fabián
cuando estemos en la playa se fueron de vacaciones
no te la vas a acabar. al puerto de Mazatlán.

Doña Chole dijo al viejo: Una vieja y un viejito


-¡Basta ya de presumir! se fueron de vacaciones
cuando vamos a la playa la vieja le dijo al viejo:
siempre llegas a dormir. -¡yo me vine sin calzones!

(coro) (coro)
Salió el tortugo del arenal Salió el tortugo del arenal
se lo comieron por animal. se lo comieron por animal.
Poética popular

El trailero

A mí no me hablen de trailer´s A todos mis compañeros


porque en un trailer nací; un saludo muy cordial;
las lecciones de mi padre por el momento el trailero
de niño las aprendí; aquí se para a almorzar;
a mí no me hablen de trailer´s una machaca con huevo
porque en un trailer nací. con tortillas del comal.

Soy Juan, el inolvidable, Yo subo y bajo la sierra


así me dice la gente; esa sierra de Durango;
cuando me subo a mi trailer las curvas yo me las robo
soy temerario y valiente; como se baila un huapango;
el Espinazo del Diablo 95
soy Juan, el inolvidable,
así me dice la gente. a mí me viene muy guango.

Yo subo y bajo la sierra,


esa sierra de Durango;
las curvas yo me las robo
como se baila un huapango;
el Espinazo del Diablo
a mí me viene muy guango.

Tengo una novia en San Luis


y dos en mero Torreón;
soy el trailero feliz,
lo digo de corazón;
tengo una novia en San Luis
y dos en mero Torreón.
el viejo paulino

El último suspiro

El cáncer de mis pulmones Que no haya remordimiento


se acrecienta sin remedio; de tu parte, vida mía;
la muerte se está acercando que todo tu pensamiento
pero no le tengo miedo; sea para él noche y día;
miedo le tengo a la vida, olvidarás con el tiempo
sin tu amor, pa’ que lo quiero. lo mucho que me querías.

Mi último pensamiento Desde mi triste camastro


y mi último suspiro; pensaré con amargura;
serán para ti, mi cielo, en tu rostro de alabastro,
y yo me iré agradecido; en tu piel y su tersura;
96 de que tu amor y tus besos en tanto sufro y me arrastro
en un tiempo fueron míos. al final de mi aventura.

Cuando estés frente al altar


con quien va a ser tu marido;
no te pongas a pensar
que en un tiempo fui tu amigo;
la muerte se ha de encargar
de mandar todo al olvido.
Poética popular

El vengadodor del 30-06

Yo soy Pancho Ruvalcaba, Quiero decir lo que siento


aquél que no imaginaba, y será mi testamento
lo que le iba a suceder; si me llegan a matar;
me convertí en asesino me llevo seis pistoleros,
por azares del destino de otros tantos agujeros
y así me toco perder. no se les vaya a olvidar.

El jefe de aquella banda Así el corrido se acaba,


quiso ponerle una trampa de aquel Pancho Ruvalcaba,
a un afamado bandido; la ley cumplió su destino;
por tal hombre me tomaron la cuesta de Carvajal
97
y luego me torturaron testigo fue del final
dejándome mal herido. de ese notable asesino.

Ahí nació aquel rencor,


que los llenó de terror,
a todos esos cobardes;
mi rifle de alto poder
los ha hecho comprender
que han encontrado a su padre.

Ya me llevé por delante


a cuatro y un aspirante,
un hombre falta en la lista;
me buscan por donde quiera
como quien busca una fiera,
pero no dan con la pista.
el viejo paulino

El Zorro

Hay lágrimas en los ojos, Adiós digo a mis amigos:


tristeza en el barrio entero; a la Chita y a Mariano;
porque mataron al Zorro* también a Ramón Treviño,
el treinta y uno de enero; a Cortés** y a Licho Cano;
a tiros lo asesinaron ese sería mi destino,
porque le tenían miedo. irme sin ponerme a mano.

En Guadalupe al oriente Dicen que somos arrieros,


a las siete de la tarde; que andamos en el camino;
el proverbio no les miente la moneda está en el viento
lo que dice no es alarde; descrita por el destino;
98
otra vez cayó un valiente falta en algún cementerio
en las manos de un cobarde. la tumba de un asesino.

Condiciones por igual


es lo que exigen los hombres;
para salirse a matar
no importa cómo ni dónde;
pero Manuel Sandoval
lo que hizo no tiene nombre.

El Zorro estaba tomando


con mucho gusto ese día;
como andaba desarmado
Sandoval ya lo sabía;
por eso pudo matarlo
a mansalva y sangre fría

* El nombre de El Zorro fue Jesús Arredondo Moya.


** José Cortés Villalobos
Poética popular

Entre las patas de los caballos

Entre las patas de los caballos, Todo ha cambiado,


Alfredo Razo, perdió la vida; en ese pueblo de San Antonio;
fue en un domingo, en un lienzo charro, porque platican los lugareños,
cuando la gente se divertía. que en esos rumbos anda el demonio.

Sería el destino, serían envidias, Se oye el chirrido de las persianas,


tal vez sería su mala suerte; también se escuchan cuatro balazos;
salió un disparo de las tribunas, Frenando Robles queda bien muerto
y aquel muchacho encontró la muerte. y Alfredo Razo ya está vengado.

Todo ha cambiado,
99
en ese pueblo de San Antonio;
porque platican los lugareños,
que en esos rumbos anda el demonio.

Su pobre padre, desesperado,


está en su tumba sin consolarse;
con el revólver, entre sus manos,
juró encontrar a los criminales.

Es media noche, todo está quieto,


se oyen los cascos de su caballo;
es Julián Razo, que anda buscando,
al asesino de su muchacho.
el viejo paulino

Era cabrón el viejo

Venía bajando del cerro -Nomás me falta el soplón


en su cuaco cimarrón; para acabar de vengarme;
huyendo de aquel teniente según mi punto de vista,
al mando de un pelotón; se me hace que es mi compadre;
lo que no sabían los guachos voy a buscarlo a su rancho
es que el viejo era cabrón. para partirle su madre.

Paulino sembraba mota Habrá muchas despedidas,


en el barranco del cerro; pero como ésta ninguna:
pero no se imaginaba una, dos, tres, cuatro, cinco;
que alguien le pusiera el dedo; cinco, cuatro, tres, dos, una
100 por eso los federales ¡siempre fue cabrón Paulino
lo traían al puro pedo. desde que estuvo en la cuna!

Les preparó la emboscada


a la orilla del camino;
se metió dos pericazos,
también un trago de vino;
-van a saber estos batos,
quién es el viejo Paulino.

Se oye el tropel de caballos


por el cañón del Olivo;
Paulino se la jugaba
y siempre salía vivo;
nomás jaló el llamador
de su fiel cuerno de chivo.
Poética popular

Era el mismo diablo

Estaban velando un muerto Igual que tanta querida,


en la hacienda La Enramada; así tenía de enemigos;
lloraban a grito abierto querían quitarle la vida
diez mujeres enlutadas; diez maridos ofendidos;
pobrecito de Ruperto nunca hallaron su guarida,
le dieron diez puñaladas. se perdían en el camino.

De pronto se abre la caja, Toda la gente en la hacienda


Ruperto se enderezó; les puede dar testimonio;
rechinaron las bisagras, que cabalga por la sierra,
toda la gente corrió; ahí lo vio don Febronio;
101
montado en su yegua zaina se confirma la leyenda
en las sombras se perdió. que Ruperto era el demonio.

El forense había firmado


el acta de defunción;
imposible que el finado
se saliera del cajón:
tres heridas por un lado
y siete en el corazón.

Ruperto era enamorado,


muchas queridas tenía;
decían que era el mismo diablo,
en el juego amanecía;
siempre ganaba a los dados
y al pokar nunca perdía.
el viejo paulino

Era falsa

Era hermosa, con ojos de cielo, Me consumo pensando en sus besos,


muy largo su pelo, sus juegos traviesos,
de besos sedienta; que no olvidaré;
era una estrella muy alta, ya sabiendo que era una mentira,
pero era tan falsa, le entregué mi vida
como un billete de a treinta. y triste quedé.

Caminaba como una princesa,


de pies a cabeza
era digna de ver;
pero tenía negra el alma,
102 negras sus entrañas
y enfermo todo su ser.

Su boquita era estuche de perlas,


soñaba con verlas,
en triste delirio;
muy grande fue su malicia,
también su codicia
y más grande mi martirio.

Irradiaba una luz su presencia


y faz de inocencia
tenía para mí;
sin saber que todo era falacia,
para mi desgracia,
todo le creí.
Poética popular

Ese pueblito de China

Ese pueblito de China Ya me despido de China,


y pueblos alrededor; tierra de hombres de valor;
es tierra de hombres valientes y todas sus rancherías
probado por su valor; que están a su alrededor;
pongan cuidado al corrido el que mal se la imagina
pa’ que lo escuchen mejor. muy caro paga su error.

Las cruces del cementerio


allá, en China, Nuevo León;
para nadie es un misterio,
que muchos de esa región;
103
a balazos, en un duelo,
se parten el corazón.

Hay alguien que no se raja


porque es de China nativo;
cuando empeña su palabra
de todos es bien sabido:
Ovidio Cuéllar se llama
y es amante del peligro.

Carga dos balas marcadas,


que traen dos iniciales;
para vengar a su hermano
y a los que fueron culpables;
los que mataron a Mario*
en el pueblito de Juárez.

* Mario Cuéllar
el viejo paulino

Esperando el final

Qué dolor me hace garras el pecho,


qué tristeza me cargo en el alma;
me emborracho, pero ni por eso,
de mi mente yo puedo arrancarla

Cantinero: sírvame otro trago


de aguardiente, tequila o de ron;
para ahogar esta pena que traigo
tan adentro de mi corazón.

La mujer que me hiciera pedazos


104 con otro hombre se fue y me dejó;
si la encuentro la mato a balazos
y a su amante le doy su perdón.

Ya son muchas las copas que bebo


y a la ingrata no puedo olvidar;
es tan triste esta vida que llevo,
que presiento que este es el final.

Me despido de todos mis cuates


y que no se les vaya a olvidar;
que se fijen en todo lo que hacen
y que no se dejen engañar.

La mujer que me hiciera pedazos


con otro hombre se fue y me dejó;
si la encuentro la mato a balazos
y a su amante le doy su perdón.
Poética popular

Fidencio Ruvalcaba

Como quien caza un venado La ley era Ruvalcaba,


mataron a Ruvalcaba; de Villagrán a Linares;
y también acribillaron los soldados lo buscaban
al caballo que montaba; y también los federales;
para poder liquidarlo nomás la de él se rifaba
le tiraron por la espalda. en todos esos lugares.

De todos los Ruvalcaba, De Villagrán, Tamaulipas,


Fidencio, era el más valiente; me despido en mi caballo;
porque nunca respetaba también la Sierra Chiquita
ni a soldados ni a tenientes; y ese pueblo de San Carlos;
105
tres calaveras llevaba adiós, muchachas bonitas,
pero los mató de frente. nunca podrán olvidarlo.

Descansarán los Rurales


del temible pistolero;
que por esos andurriales
lo acusaban de cuatrero;
por esos caminos reales
toditos lo persiguieron.
el viejo paulino

Güila muy volada

El día que te conocí Qué buen chasco me llevé


por tu amor yo me perdí de verdad que la regué
sin saber tu trayectoria; ya muy tarde me di cuenta;
que eras güila muy volada que eras carta muy jugada
y también más manoseada y que estabas más usada
que el mecate de la noria. que un billete de a cincuenta.

Pretendí darte un lugar


pero vine a fracasar
resultó mi esfuerzo en vano;
porque estabas enmañada
106 porque estabas más paseada
que un camión de los urbanos.

Qué buen chasco me llevé


de verdad que la regué
ya muy tarde me di cuenta;
que eras carta muy jugada
y que estabas más usada
que un billete de a cincuenta.

Qué mal rollo fue tu amor


encontrarte fue un error
hoy maldigo hasta la hora;
ya te hallé muy peloteada
y también más garroteada
que el cuero de una tambora.
Poética popular

Herencia de pistoleros

Los pistoleros famosos, Ahí anda El Coyote chico,


como lo dice el corrido; hijo de El Coyote* grande;
todos están bajo tierra anda armado hasta los dientes
pero nunca en el olvido; viene a buscar un cobarde;
dejaron gratos recuerdos quiere vengar una ofensa
sus hijos y sus amigos. viene a vengar a su padre.

Mas la ambición nunca muere Ya con esta me despido


sigue corriendo la sangre; de toditos mis paisanos;
por toda la guardarraya y si son de Tamaulipas,
y por todo el Río Grande; como si fueran hermanos;
107
surgen nuevos pistoleros en vez de tierra del campo
pa’ lo que gusten y manden. traen dinamita en sus manos.

Unos dejan su familia


y se van a la frontera;
paseándose por Laredo
con su pistola por fuera;
escoltan los contrabandos
sobre cualquier carretera.

Que se aparece un fantasma


en pueblos y carreteras;
afirman que es Lucio Peña,
que pasa como una fiera;
cargando su contrabando
y viene de la frontera.

* Juan Cantú “El Coyote”.


el viejo paulino

Hijos de la China Hilaria

Hijos de la China Hilaria Por ahí vienen sus hermanos


ábranse que vengo herido; dizque vienen a matarme;
le di pa’ bajo a Sanjuana todos a campo traviesa
y también a su marido; tumbando cercas de alambre;
afinen una guitarra armados hasta los dientes
pa’ que me hagan un corrido. quieren partirme la madre.

Vayan sacando el perico Cómo olvidar a Sanjuana


también un churro de mota; si era una hermosa paloma;
andando bien arreglado le estaba haciendo el amor
ni un sentimiento me brota; en su casa allá en la loma;
108 que me sirvan un tequila cuando llegó su marido
para olvidar mi derrota. y nos halló en la maroma.

Cómo olvidar a Sanjuana


si era una hermosa paloma;
le estaba haciendo el amor
en su casa allá en la loma;
cuando llegó su marido
y nos halló en la maroma.

No me quedó otro camino


que disparar a mansalva;
tres tiros le di al marido
y otros tantos a Sanjuana;
se puso loca de al tiro
también tuve que matarla.


Poética popular

José Luis y Ramón Ibarra

A la vuelta de la esquina Pero como antes lo dije:


se puede hallar la traición; la traición los esperaba;
así murió José Luis cayeron los dos hermanos
también su hermano Ramón; en la terrible emboscada;
los mataron a mansalva primero murió Ramón
en la ciudad de Obregón. después José Luis Ibarra.

De aquella acción tan infame Por ahí se pasea Arnoldo


no se saben los motivos; en León y Guadalajara;
cayeron los dos hermanos espera que los cobardes
acribillados a tiros; un día le den la cara;
109
por un montón de cobardes carga su Cuerno de Chivo
que se decían sus amigos. para partirles el alma.

Por ahí se pasea Arnoldo


en León y Guadalajara;
espera que los cobardes
un día le den la cara;
carga su Cuerno de Chivo
para partirles el alma.

Se vino Ramón Ibarra


de la sierra de Durango;
a ver a su hermano Luis
que ya lo estaba esperando;
tenía ganas de verlo
y quería saludarlo.
el viejo paulino

Juana Collares

Juana Collares la llaman Dicen que allá en Mexicali


por su collar de diamantes; mató a un amante que tuvo;
por ahí dicen que trabaja traiciones no las permite
con algunos traficantes; porque es derecha en lo suyo;
es guapa y muy cariñosa siempre cumple su palabra
con toditos sus amantes. porque le sobra el orgullo.

Carga su Cuerno de Chivo


para hacerse respetar;
por la frontera del norte
ahí la han visto pasear;
110 de Laredo a Piedras Negras
su nombre es muy popular.

Dicen que allá en Mexicali


mató a un amante que tuvo;
traiciones no las permite
porque es derecha en lo suyo;
siempre cumple su palabra
porque le sobra el orgullo.

Amiga de Chito Cano*


y de Pancho Ruvalcaba;
del gorra prieta en Camargo,
de Baltasar en Tijuana;
Juana Collares es hembra
nacida en Guadalajara.

* Rodrigo Ángel Cano


Poética popular

La banda de Leandro Doria

Por esos caminos reales De dos en dos aprehendieron


de mi Nuevo León querido; y luego los esposaron;
cuatreros y criminales cinco cuatreros murieron
aquí les traigo un corrido; que al correr se despeñaron;
donde hablo de dos Rurales y a los otros, como mulas,
que miedo nunca han tenido. de la sierra los bajaron.

Los dos Rurales llegaron Leandro ya está en la prisión


a la hacienda de La Gloria; y varios de sus esbirros;
el dueño desesperado los Rurales en acción
ahí les contó la historia: persiguen a otros bandidos;
111
lo dejaron sin ganado para enviarlos al panteón
la banda de Leandro Doria. o a la celda de castigo.

Empiezan a investigar
a peones y a jornaleros;
en la montaña ha de estar
con todos sus compañeros;
a Leandro lo han de bajar
solo con perros leoneros.

Los dos valientes Rurales


en todo se dieron maña;
por peñas y matorrales
y la tupida maraña;
hasta hallar a los culpables
arriba de la montaña.
el viejo paulino

La banda de los Zurrones

El miedo ni lo conozco Mi amigo Beto Elizondo


por algo soy Comandante; me acompaña en la parranda;
cuando me ensillan mi cuaco me gusta pedir parejo
es que ando tras de un maleante; que nos sirvan otra tanda;
ando buscando unos batos siempre me pongo hasta el tronco
para meterlos al tanque. cuando me toca la banda.

Traigo balas más de mil Ya con esta me despido


por no decir que millones; ya me voy pa’ Los Ramones;
soy el Comandante Campos por ahí tienen su guarida
azote de Los Zurrones; la banda de Los Zurrones;
112 dicen que son unas fieras que son leones africanos
pa’ mi son puros cabrones. ¡pa’ mí son puros cabrones!

Soy policía natural


nativo de Guadalupe;
si vienen a preguntarme
yo no sé, tampoco supe;
soy aquél que cuando toma
en cualquier lugar escupe.

Yo aprehendí a Juan “El Coyote”


al Güero Estrada y al Bagre;
nos agarramos a tiros
como a las tres de la tarde;
también al Cara Cortada
le di en todita su madre.
Poética popular

La fuga de Reynosa

Cuatro reos se fugaron Entre las jaras del río


de Reynosa, Tamaulipas; de la ciudad de Linares;
dos celadores mataron se escondieron los bandidos
arriba de sus garitas; después de tantos penares;
salieron a despoblado de ahí no saldrían vivos
traían la rabia en las tripas. aquellas fieras salvajes.

A ese kilómetro treinta El jefe Alonso Cavazos


llegaron los criminales; organizó la batida;
portaban dos metralletas entre el zumbar de balazos
del arsenal de González; él tomaba sus medidas;
113
y a bordo de camioneta y los cuatro desalmados
mataron dos judiciales. ahí perdieron la vida.

Siguen sembrando el terror


y se van a Monterrey;
pero el Señor director
que representa la ley;
dijo a su corporación:
“cumpliré con mi deber”.

A la Sultana llegaron
esos cuatro criminales;
tiendas y bancos robaron
llevándose dinerales;
y en un carro continuaron
a la ciudad de Linares.
el viejo paulino

La fuga de Sinaloa

Presidio de Mazatlán Logró fugarse Rodrigo,


a las tres de la mañana; a la justicia burló;
se escapó de ese penal un celador, que es amigo,
un hombre de mucha fama; también la mano le dio;
no lo han podido agarrar: atrás quedaba el presidio,
Rodrigo López se llama. con su esposa se alejó.

De merito Culiacán Sinaloa, linda tierra,


lo trajeron esposado; ya me despido cantando;
los jueces de Mazatlán ya me voy para la sierra
exigían su traslado; del estado de Durango;
114 su delito iba a pagar porque la ley donde quiera
donde estaba reclamado. ahorita me anda buscando.

Soñaba, entre su delirio,


ser libre como es el viento;
escaparse del presidio
se le vino al pensamiento;
acostumbrado al peligro
tenía que hacer el intento.

Armada de metralleta
llegó su esposa querida;
dejando la camioneta
con la máquina encendida;
al penal entró resuelta
iba a jugarse la vida.
Poética popular

La Güera de Jalisco

Voy a buscar a la Güera Voy a llegar a San Juan*


que se fue para Jalisco; porque tengo la esperanza;
andará en Guadalajara de que la virgen me ayude
o andará en Atotonilco; para poder encontrarla;
voy a buscar a mi Güera estoy urgido de amor
porque extraño su cariño. y necesito besarla.

Me dieron un aventón En Ojuelos, me dijeron,


allá en Santa Catarina; que iba con rumbo a Chapala;
desde que se fue mi amor nadie me va a detener
no salía de las cantinas; en mi empeño de buscarla;
115
la Güera es mi gran pasión, sé que la tengo que ver
perderla sería mi ruina. sé que tengo que encontrarla.

Desde que se fue la Güera


he sido muy infeliz;
ya pasé por Matehuala
y voy llegando a San Luis;
tengo urgencia de mirarla
para poder ser feliz.

Atrás quedó Nuevo León,


mi terruño tan querido;
voy contento en un camión
¡qué lindo se ve el camino!
pasaré cerca de León
y Jalisco es mi destino.

* San Juan de los Lagos, Jalisco.


el viejo paulino

La Güera Polvos

-¿A dónde vas Feliciano? En los brazos de don Pablo


te veo muy encabronado. la Güera Polvos bailaba;
-Me avisaron que La Güera como truenos de tormenta
se fue al baile del poblado sonó el treinta de quijada;
y ahorita andará bailando entre gritos de terror
con don Pablo el hacendado. de toda la rancherada.

Le ensillaron el caballo Así terminó en tragedia


y agarró su carabina; la traición de La Güereja;
antes de llegar al baile Feliciano en su caballo
primero entró a la cantina; de ese poblado se aleja;
116 para armarse de valor mientras velan a don Pablo
se echó un trago de tequila. y también a su pareja.

Las notas de una redova


vienen y van con el viento;
Feliciano era hombre bueno
pero también muy violento;
cortó cartucho a la treinta
en menos que se los cuento.

Al baile entró Feliciano,


salió a su encuentro su abuelo:
-No te pongas a su altura,
busca otra novia en el pueblo.
-Apártese, mi abuelito,
si no también me lo quiebro.
Poética popular

La hija del Capitán

Ya la barca se va hundiendo Uno de los marineros,


ya no quiere navegar ese fue el que la salvó;
se va yendo poco a poco se ganó sus diez mil pesos
hasta el fondo de la mar. y con ella se casó.

Los gritos del Capitán Unos cuantos de la orquesta


nadie los quiso escuchar se tiraron a nadar;
parecía el día del juicio arriba del tololoche
el naufragio en altamar. se alcanzaron a salvar.

Gritaban los marineros


117
todos llenos de terror:
-¿qué será, mi Dios, posible
que se nos hunda el vapor?

Parte de los pasajeros


se lanzaron a la mar
solamente se quedaron
los que no sabían nadar.

La esposa del Capitán


diez mil pesos ofreció
porque le salvaran (a) su hija
que en el barco se quedó.
el viejo paulino

La historia del contrabando

La historia del contrabando La ley del contrabandista


es grande y no tiene fin es una cosa sagrada;
porque siguen traficando: el que a la ley da una pista
José y el tuerto Agustín. lo despachan por pitarra.

De Tijuana a Monterrey José y el tuerto Agustín,


se la rifan muy seguido los dos, son gallos muy finos
demostrándole a la ley su valor no tiene fin
que miedo nunca han tenido. andando en esos caminos.

Se introducen en la sierra
118 aunque se tarden semanas
y así le sacan la vuelta
a las patrullas y aduanas.

Las mordidas, por supuesto,


las ganancias van mermando;
cuando se pagan impuestos
deja de ser contrabando.

La historia del contrabando


está adornada de sangre
y muchos siguen burlando
las leyes del Río Grande.
Poética popular

La leyenda de Chito Cano*

De la cárcel de Victoria Con sangre de águila real


donde estaba sentenciado; los gallos de Chito Cano;
nomás de pura chulada no perdió ni una pelea
se les peló Chito Cano; las apuestas se cruzaron;
fue a cumplir un compromiso los galleros y la gente
a donde lo habían retado. se quedaron asombrados.

Le amaneció en el camino Ya con esta me despido


muy cerca de Aguascalientes, de toditos los presentes;
llevaba su gallo giro y que no se les olvide
pa’ jugarlo en los palenques; que allá, por Aguascalientes;
119
iba a rifarse el pellejo se pasea Chito Cano
con puros hombres valientes. con puros hombres valientes.

Traía su pistola escuadra


también iba su querida;
billetes verdes por kilos
en eso no había medida;
en la feria de San Marcos
también se apuesta la vida.

La prensa de Tamaulipas
en dos grandes titulares;
dio a conocer la noticia
por todos esos lugares;
que se escapó Chito Cano
que iba con rumbo a Linares.

* Rodrigo Ángel Cano


el viejo paulino

La mentada

Voy a mandarte una carta Nos veremos otro día


toda manchada de sangre; son las cuatro de la tarde;
en seis palabras te digo: dentro de cinco segundos
¡vas y chingas a tu madre! ¡vas y chingas a tu madre!

Me abandonaste por otro, Ya con esta me despido


no olvidaré aquella tarde; dándole vuelta a un adobe;
por eso y por mucho menos aunque este verso no rime
¡vas y chingas a tu madre! ¡vas y chingas a tu madre!

Tanto que yo te quería


120 y tú me hiciste el desaire;
por cada vez que respires
¡vas y chingas a tu madre!

Dicen que no tienes alma,


ni perrito que te ladre;
por mi parte, ¡mamacita!
¡vas y chingas a tu madre!

No te importó mi cariño,
tú no respetas a nadie;
nomás por eso ¡chiquita!
¡vas y chingas a tu madre!
Poética popular

La muerta de San Luis

Una noche caminando Allí en una sepultura


en la feria de San Luis; muy antigua se perdió;
una joven de veinte años la noche ya estaba oscura
pasó muy cerca de mí; el miedo no me venció;
yo sentí algo muy extraño aquella bella criatura
al verla me estremecí. ahí desapareció.

Le juro por dios, mi amigo, Aquí yace María Inés


que asombrado me quedé; fue triste su funeral;
entre la gente la sigo en mil novecientos diez
no supe dónde se fue; fue amante de un General;
121
es cierto lo que le digo que fue celoso y muy cruel
que de ella me enamoré. y la mató sin piedad.

Le pregunté a un lugareño
quién era aquella mujer;
me dijo que era un misterio
dif ícil de resolver;
que salía del cementerio
nomás al anochecer.

De pronto, otra vez la miro,


y temblando de emoción;
en la penumbra la sigo
pasamos por el mesón;
sentí mucho escalofrío
al verla entrar al panteón.
el viejo paulino

La muerte de un federal

Fue por ese litoral Carretera de la costa


del Golfo de California; de Culiacán a Nogales;
en accidente fatal traicionera y muy angosta
maldita sea la hora; tumba de los federales;
un agente federal son los que luchan en contra
le puso fin a su historia. del vicio y los criminales.

Muy cumplido en su deber Adiós, Héctor Arredondo,


en Culiacán destacado; te nos fuiste por delante;
hizo respetar la ley ya podrán dormir tranquilos
así quedó demostrado; matones y traficantes;
122 cuando estuvo en Monterrey traías la vida en un hilo
y en Tamaulipas, su estado. por eso te adelantaste.

Arredondo, gran amigo,


el federal temerario;
el que arrasó el sembradío
del municipio de Bravo;
llevaste por los caminos
un pelotón de soldados.

Ya está escrito en los anales


su brillante trayectoria;
la amapola de Linares
fue para estar en la historia;
dos valientes judiciales:
Arredondo y Lalo Doria.*

* Hector Arredondo Garza y Abelardo Doria Lerma


Poética popular

La mula baya

Del rancho de La Quebrada José se fue a Culiacán


de ahí se vino José; y empezó a rifarse el cuero;
por ser un hombre valiente ayudando a los humildes
mis versos le cantaré; con un cariño sincero;
la ley le sigue los pasos a los ricos enseñó
pero de eso no doy fe. cómo se rola el dinero.

Un día le dieron aviso Le echó cuartazos al macho


de un mentado General; también a la mula baya;
que si es hombre como dice, porque José es de los hombres
que venga conmigo a hablar; que se mueren en la raya;
123
José no respeta grados ahora vive muy tranquilo
aunque sea de un militar. pero el que lo busca, lo halla.

Le echó cuartazos al macho


también a la mula baya;
porque José es de los hombres
que se mueren en la raya;
se fue a ver al General
porque el que lo busca lo haya.

-De veras que eres muy hombre


-vociferó el General-
si no has venido te cuelgo
al estilo militar;
mi admiración a los hombres
que se dan a respetar.
el viejo paulino

La reina y el pastor

Muchas historias de antaño -¡Estás loco, Prisciliano!


han quedado en el olvido; -le contestó con rencor-
de un pastor y su rebaño para mí eres un gusano
les cantaré su corrido; ¿cómo pretendes mi amor?
el treinta y cinco fue el año soy la reina del poblado
en un poblado escondido. y tú eres un vil pastor.

En su ignorancia, el pastor, Partió a galope tendido,


se enamoró de Rosalía; se fue con rumbo al poblado;
era muy grande su amor Prisciliano muy dolido
nomás en ella pensaba; quedó descorazonado;
124 lloraba por esa flor de la rama de un encino
mientras las chivas cuidaba. ahí lo hallaron colgado.

La traía en su corazón
a todas horas del día;
porque era su adoración,
soñaba que la tenía;
y la hija del patrón
ni siquiera lo veía.

Por causa de una tormenta


un día durmió en la majada;
montada en su yegua prieta,
temprano, llegó Rosalía;
sin pensar en la respuesta
le dijo cuánto la amaba.
Poética popular

La Rosita

En un jardín del camino


una rosa me encontré,
por su aroma tan divino
yo de ella me enamoré.

A la vera del camino


toda mi alma le entregué,
era todo mi cariño
era todo mi querer.

Yo loco por su cariño


125
y el amor de esa mujer,
les juro que, como niño,
lloraba por su querer.

A su casita de campo
una tarde me acerqué,
porque yo la amaba tanto
pero ya no la encontré.

Desde entonces vivo triste


y me mata este dolor;
¿qué haré yo con esta pena?
¿qué haré yo sin ese amor?

No he perdido la esperanza
de que un día yo la veré,
pero ya nadie la ha visto
ni saben a dónde fue.
el viejo paulino

La siembra

Retumban los nubarrones El arado surcará


como tambores de guerra; la tierra de temporal;
se vienen los aluviones el grano germinará
por el cañón de la sierra; en forma muy natural;
ya se preparan los peones la milpa producirá
para barbechar la tierra. el abundante maizal.

Se revive la esperanza
el ánimo se acrecienta;
los aperos de labranza,
toda clase de herramienta;
126 forman parte de la danza
al venirse la tormenta.

El arado surcará
la tierra de temporal;
el grano germinará
en forma muy natural;
la milpa producirá
el abundante maizal.

Hoy subieron los cohetes


al cielo como una flecha;
adultos y mozalbetes
estaremos en la brecha;
¡afilen bien sus machetes,
nos vamos a la cosecha!
Poética popular

La sucursal del infierno

Vinieron de Culiacán A ráfagas de metralla,


los cuatro hermanos Quintero; con una rabia suicida;
armados de metralleta con sus chalecos de malla
traían el diablo en el cuero; sin importarles la vida;
buscaban a los autores Perales murió en la raya
del gane que les hicieron. con toda su comitiva.

Ese pueblo estaba tranquilo Que toquen la despedida,


soplaba el viento de invierno; los Quintero ya se van;
temprano se habían ido le arrebataron la vida
los agentes del gobierno; a Perales y su clan;
127
se convirtió San Isidro con la conciencia tranquila
en sucursal del infierno. regresan a Culiacán.

Se hicieron partes iguales


de aquel botín fabuloso;
eran buitres y chacales
que andaban en el negocio;
la banda de Luis Perales
y de Mendoza, su socio.

Al patio de su guarida
los Quintero penetraron;
liquidaron al vigía,
a cuchillo lo pasaron;
iba amaneciendo el día
cuando las armas ladraron.
el viejo paulino

La Thompson calibre .45

Llegó corriendo Tiburcio Catorce fueron los cuerpos


con el sombrero en la mano; acribillados a tiros;
venía asustado el muchacho yo le monté a mi caballo
ese domingo temprano: sin bridas y sin estribos;
-en la cantina del pueblo y me fui con rumbo al norte,
han liquidado a tu hermano. a los Estados Unidos.

Con un grito de dolor Ayer recibí una carta


mamá quedó sin sentido; de mi madre idolatrada;
tenía mis armas guardadas dice que me anda buscando
en un lugar escondido; la policía y la Acordada;
128 eran metralletas Thompson quieren meterme al CERESO
calibre cuarenta y cinco. hijos de la rechingada.

Abrí a puros puñetazos


las puertas de aquel ropero;
saqué a la luz una Thompson
con cargadores de acero;
llegué de cuatro zancadas
a la cantina del pueblo.

Estaba mi hermano muerto


por debajo de una mesa;
nomás abrí las persianas
y disparé con certeza;
y no quedó en la cantina
ni un títere con cabeza.
Poética popular

La tragedia de Rosita

A las orillas del río Rosita del alma mía,


lavaba ropa Rosita; -le decía aquel ranchero-
ni el trabajo ni el hastío cómo esperaba este día
marchitaban su carita; pa’ decirte que te quiero;
de todo aquel caserío ahora tienes que ser mía
ella era la más bonita. o en el intento me muero.

Los campesinos cantaban Debajo de aquel encino,


cuando la veían venir; que en ese lugar creció;
y su amor se disputaban aquel torvo campesino
por ella podían morir; de Rosita se burló;
129
todos ellos adoraban luego la echó al remolino
aquella rosa de abril. y el río se la llevó.

El tiempo así transcurría


cuando renacen las rosas;
pero aquel trágico día
cambiaron mucho las cosas;
la tragedia es compañía
de las mujeres hermosas.

Aquel día amaneció


nublado en el firmamento;
Rosita al río bajó
llevando su cargamento;
un hombre se le acercó
trayendo un mal pensamiento.
el viejo paulino

La tumba del Altozano

En la cruz del Altozano No amainaba el aguacero,


yo vi llorar un anciano tocó la puerta y abrieron,
con llanto desgarrador; García el rostro asomó:
con su pistola en la mano -Le pusiste el dedo a mi hijo…
esa tarde muy temprano casi llorando le dijo,
se retorcía de dolor. la carga le disparó.

-Hijo de mi alma –decía- La tumba del Altozano,


te juro que no sabía donde lloró aquel anciano,
lo supe al llegar ayer; atrás quedó en el olvido;
te advertí que Juan García el tiempo no ha de borrar,
130 te iba a traicionar un día tampoco se ha de olvidar
no lo quisiste creer. el nombre de aquel bandido.

Por pura curiosidad


lo seguí en la oscuridad
al paso de su caballo;
esa es la pura verdad
el viejo se iba a vengar
se le había metido el diablo.

Se desató la tormenta
mil rayos y mil centellas
alumbraban el lugar;
llegó hasta la ranchería
donde estaba Juan García,
se apresuró a desmontar.
Poética popular

La vecina

-¿Qué le servimos, amigo? -A salud de su vecina,


yo soy aquí el cantinero; la causa de mi derrota;
parece que viene herido el alcohol es medicina
trae al revés el sombrero; ¡vamos a chocar las copas!
si me invita lo acompaño es cierto que al fin y al cabo
yo soy un hombre sincero. se olvidan unas con otras.

-Pues nomás para empezar -Voy a venir más seguido,


dos botellas de tequila; pero no por su vecina;
pasaba por el lugar hoy encontré un buen amigo,
y me gustó su cantina; el dueño de esta cantina;
131
esto que me va a matar voy a volver más tranquilo
se lo debo a su vecina. a tomarme otro tequila.

-Permítame que me ría,


pero no me estoy burlando;
por si usted no lo sabía
yo también estoy penando;
hay tantos aquí en el barrio
que por ella andan llorando.

-Ahí van otras dos botellas


para seguir la aventura;
brindemos por todas ellas
que no haya más amargura;
no es bueno llorar por una
habiendo tanta criatura.
el viejo paulino

La venganza de los Pérez

Voy a cantar un corrido Cruz Pérez, muy mal herido,


de un humilde trovador: ya no pudo disparar;
la venganza de los Pérez a su padre y a su hermano
de Cerralvo, Nuevo León. no los pueden capturar.

El mero día tres de marzo Ya con esta me despido


del año setenta y cuatro;* de ese pleito sin igual;
mataron (a) tres policías tres se fueron a la tumba
afuera de El Quinto Patio. y Crucito al hospital.

Ese domingo, en la tarde,


132 los Pérez se divertían;
disparando sus pistolas
retando a la policía.

Osvaldo le dice a Gómez,


cumpliendo con su deber:
-llegaremos por sorpresa
pa’ poderlos aprehender.

Al llegar la policía
se formó la balacera;
cayendo, los de la ley,
a orillas de carretera.

* 1974
Poética popular

La venganza de María

-Quiero asistir a ese baile -Vamos a bailar, María


-dijo la hermosa María. -le dice Juan el cobarde.
Y le contestó su madre: -Sabes que nunca lo haría
-no puede ser, hija mía, tú asesinaste a mi padre;
allí andará ese cobarde presentí que aquí andarías
llamado Juan Rentería. por eso vine a matarte.

-No puedo estar encerrada Del interior de su bolso


en estas cuatro paredes; sacó el arma que traía;
llevo mi pistola escuadra le destellaban los ojos
para poder defenderme; por la furia que sentía;
133
vendré por la madrugada en medio del alboroto
¡espérame si tú quieres! cayó muerto Rentería.

Dio principio la reunión,


una redova se oía;
los hombres con devoción
admiraban a María;
con una mala intención
se acercó Juan Rentería.

Se rumoraba en el pueblo,
todo mundo lo decía;
que Juan mató a don Sotero,
que era el padre de María;
lo venadeó en el potrero
pa’ lograr lo que él quería.
el viejo paulino

La venganza del pata de palo

Retumban a ras del suelo -Ya me quitaron la tierra


los cascos de ese caballo; también a Rosa María;
ha regresado a este pueblo a mi hermano que muriera
Jesús, el pata de palo; en aquel trágico día;
viene a matar en un duelo hoy vengo como una fiera
a tres hombres de San Pablo. que le arrebatan su cría.

A la región de la nada Aquel rifle recortado


se irán los tres hacendados; ladró como lo hace un perro;
que de robar lo acusaran y el eco de tres disparos
una punta de ganado; se oyen hasta el cementerio;
134 lo enviaron con La Acordada donde ya están esperando
a la prisión del Estado. tres profundos agujeros.

Al señor camposantero,
le voy a hacer un encargo:
que cave tres agujeros
en el panteón de San Pablo;
porque parece que al pueblo
ahí viene llegando el diablo.

Escóndanse los vecinos


y no hagan mucha confianza;
Pata de palo ha venido
a realizar su venganza;
para esos tres asesinos
ya no hay ninguna esperanza.
Poética popular

La venganza del viejito

Un viejito solitario Se fueron para El Pitayo


fue al estado de Guerrero; buscando a los criminales;
para vengar a sus hijos les pusieron la emboscada
fue a contratar pistoleros; detrás de unos matorrales;
ahí se encontró un compadre allí mataron a doce
que era el padrino de Pedro. solo uno pudo escaparse.

-Compadre, supe del caso, Un viejito solitario


que sucedió en El Pitayo; ya se ha cobrado sus cuentas;
que mataron a mi ahijado hoy solo espera la muerte
a José Luis y a Fabián; porque esa siempre es pareja;
135
tengo quince pistoleros ahora vive del recuerdo
pa’ lo que quiera mandar. en el estado de Texas.

-Mis hijos eran valientes


también a varios mataron;
si me ayudas a matarlos
te doy diez mil centenarios;
yo pa’ que quiero el dinero
si ya no puedo abrazarlos.

Mandaron una persona


a los Estados Unidos;
en un pueblo de Arizona
compró diez Cuernos de Chivo;
con sesenta cargadores
todos los trajo escondidos.
el viejo paulino

Las cuatro ranas

Me trajeron cuatro ranas Me subí a mi camioneta


de colores negro y verde; de veras muy enchilado;
tú con esto te alivianas voy a buscar (a) esa prieta
y te salvas de la muerte; de mi nadie se ha burlado;
y tan solo en dos semanas yo la mato por coqueta
se te va la mala suerte. y me voy pa´l otro lado.

Es una bruja muy guapa La metí al hotel primero


hasta parece gitana; a reclamarle mi lana;
que viene de La Petaca y por poquito me muero
los martes por la mañana; cuando la miré en pijama;
136 yo sin saber que era tranza me olvidé de mi dinero
le entregué toda mi lana. cuando me invitó a la cama.

La mala suerte no es gripa


que a los tres días se te va;
con las ranas no se quita
yo no sé por qué será;
me acordé de la brujita
y también de su mamá.

Me dijeron que en Linares


la miran a cada rato;
y que en toditos los bares
ella pasa por los gastos;
tirando los dinerales
que les baja a los incautos.
Poética popular

Las dos escuadras tronaron

Era mujer muy hermosa, La gente con mucho apuro


nativa de Santa Rosa, buscaba un lugar seguro,
la que atendía a los clientes; iban a sacar los fierros;
sabían que no era doncella, Sara quiso intervenir
por esa joven tan bella, para no verlos morir
se mataron dos valientes. pero no hubo otro remedio.

Un Teniente Coronel, Las dos escuadras tronaron


que un día llegó al burdel, dos hombres se acribillaron
se encaprichó con Sarita. por el amor de Sarita;
-En mi caballo Lucero la historia se ha repetido
137
a esa mujer me la llevo dos valientes que se han ido
nomás por ser tan bonita. por una mujer bonita.

No contaba el militar
que allí estaba Baltasar,
que la amaba intensamente:
-Para llevarse a Sarita
tiene que matarme ahorita;
usted dirá, mi Teniente.

-¿A qué te atienes, muchacho?


seguro que andas borracho;
¡quítate de mi camino!
por toda la luz del día
te juro que Sara es mía
ese será su destino.
el viejo paulino

Las hazañas de un valiente

El corrido se mantiene Comandante Sanmiguel


en el gusto de la gente; es del pueblo de Salinas;
el público es el que manda todo lo que escurre es miel,
por eso sigue vigente; pistolas y carabinas;
y donde quiera se cantan donde quiera se habla de él
las hazañas de un valiente. en congales y en cantinas.

Juan Martínez Sanmiguel, Si va por una cuadrilla


Comandante de Linares; nunca anda viendo la hora;
siempre se rifa la piel atravesada en la silla
por esos caminos reales; carga su ametralladora;
138 toditos se acuerdan de él si hay que jugarse la vida
cuando era de los Rurales. Sanmiguel siempre le atora.

Si va por una cuadrilla


nunca anda viendo la hora;
atravesada en la silla
carga su ametralladora;
si hay que jugarse la vida
Sanmiguel siempre le atora.

Están muertos o en la cárcel


toditos sus enemigos;
algunos querrán vengarse
cuando salgan del presidio;
él no le teme al desmadre
por eso vive tranquilo.
Poética popular

Llanto por un bandido

Muy triste cantan los gallos Ladrón que roba a ladrón


se oye el aullido de un perro; siempre será perdonado;
viene el ataúd bajando despojaba al enemigo
por el barranco del cerro; de todo su contrabando;
es el cuerpo de Salcido Salcido los emboscaba,
que lo llevan a su entierro. ya los estaba esperando.

Salía del cementerio Gratos recuerdos dejó


un llanto desgarrador; ese famoso bandido;
en la tumba de Salcido a nadie se le olvidó
lloraba su gran amor; que ayudaba al desvalido;
139
de aquella hermosa muchacha toda la gente lloró
muy grande era su dolor por la muerte de Salcido.

Gratos recuerdos dejó


ese famoso bandido;
a nadie se le olvidó
que ayudaba al desvalido;
toda le gente lloró
por la muerte de Salcido.

Lo traicionó una mujer


que fingió ser su querida;
su principal enemigo
era Jorge Labastida;
lo seguía sin descanso
para quitarle la vida.
el viejo paulino

Los dos huevones

Porque le temo al trabajo, La cosa estuvo muy dura,


pero me gusta el relajo, después de tanta aventura
me fui a buscar un tesoro; llegamos a la caverna;
dentro de los matorrales, pa’ pronto nos aventamos
con miedo a los animales, y luego nos adentramos
nomás de acordarme lloro. buscando la costalera.

Me dijeron haz la prueba En lugar de aquel tesoro,


que en el fondo de una cueva en vez de plata y el oro
estaba una costalera; encontramos un letrero;
monedas de oro y brillantes, decía: “no sean tan huevones,
140 pesos de plata y diamantes bonito par de cabrones,
allá arriba de la sierra. el trabajo es lo primero”.

Me acordé de mi colega,
el mentado Lalo Vega,
pa’ pronto que me acompaña;
llevando un buen pensamiento,
cargados de bastimento,
subimos a la montaña.

Con lo que yo no contaba


y nunca me imaginaba
que salieran cuatro leones;
los matamos a trompadas,
hubo costillas asadas
y almorzamos chicharrones.
Poética popular

Los hermanos Cuéllar

Partieron del Río Bravo, Arturo y Armando Cuéllar


salieron rumbo a Victoria son hombres, no son cobardes;
un día 15 de mayo, donde quiera han demostrado
lo traigo aquí en mi memoria. que no le temen a nadie.

Los alcanzó con su gente Ya con esta me despido


un comandante aduanal: no se les vaya a olvidar
-el contrabando es muy grande por la buena son amigos
y no lo pueden pasar. por la mala no es igual.

Arturo le contestó:
141
-No venga con esa historia,
Usted no es quién nos impida
que lleguemos a Victoria.

Se agarraron a balazos,
el hecho así sucedió,
con metralleta en la mano,
Arturo, los desarmó.

Llevando a los aduanales


prosiguieron el camino;
ya sin pendiente de nada
Victoria era su destino.

Los que aprehendan a los Cuéllar


muy hombres deben de ser;
decididos a morirse
y dispuestos a perder.
el viejo paulino

Lucerito

Voy a ver a Lucerito Todos quieren con Lucero


a la hacienda de Dolores; pero Lucerito es mía;
soy dueño de sus ojitos si se meten a lo ajeno
y también de sus amores; yo no sé ni lo que haría;
voy a ver a Lucerito la traigo en mi pensamiento
reina de todas las flores. en la noche y en el día.

Ensíllenme al patas blancas,


mi caballo bailador;
me voy a traer en ancas
a la dueña de mi amor;
142 ensíllenme al patas blancas,
mi caballo bailador.

Todos quieren con Lucero


pero Lucerito es mía;
si se meten a lo ajeno
yo no sé ni lo que haría;
la traigo en mi pensamiento
en la noche y en el día.

Paseándome por el río


una tarde la encontré;
ella lavaba su ropa
cuando yo me le acerqué;
les juro que aquel instante
yo nunca lo olvidaré.
Poética popular

Luis Aguirre

Voy a cantar un corrido Francisco que hace el intento


que traigo dentro del alma; de su pistola sacar;
es la historia de un amigo pero ya estaba bien muerto
que mataron a mansalva; antes del suelo tocar;
valiente y muy decidido: con un balazo en el pecho
Luis Aguirre se llamaba. no se volvió a levantar.

Luisito se emborrachaba Luis Aguirre se descuida,


cuando Francisco llegó; su confianza lo perdió;
ya sabía que lo buscaba con tres balas expansivas
para llevarlo a prisión: junto a Francisco cayó;
143
-Luisito, vengo a aprehenderte, y en su delirio decía:
es una orden superior. -¿quién fue el que me disparó?

-¡Quítate de aquí, cachorro! Murieron dos gallos finos,


tienes mucho que aprender: no los volverán a ver;
a disparar un revólver uno de la policía
y a que te ame una mujer; y el otro contra la ley;
apártate de mi vista uno de Nuevo Laredo
yo no peleo pa’ perder. y el otro de Monterrey.

-Luisito, tú bien lo sabes, -Adiós revólver plateado


que yo soy hombre de ley; mucho aprecio te tenía;
he venido a Matamoros tenías mi nombre grabado
pa’ llevarte a Monterrey; con letras de artesanía;
y tú te vienes conmigo teniéndote aquí a mi lado
yo solo no he de volver. ni al gobierno le temía.
el viejo paulino

Mala levadura

Ya no me importa lo que hagas Me prendé de tu hermosura


ni lo que dejes de hacer; cuando yo te conocí;
es hora de que te vayas pensé que eras limpia y pura
a buscar otro querer; y te amé con frenesí;
ya no me importa lo que hagas tienes mala levadura
ni lo que dejes de hacer. eso muy tarde lo vi.

Eres libre como el viento,


te dejo como te hallé;
no me salgas con un cuento
porque yo ya me lo sé;
144 vuela por el firmamento
con Pedro, Juan o José.

Me prendé de tu hermosura
cuando yo te conocí;
pensé que eras limpia y pura
y te amé con frenesí;
tienes mala levadura
eso muy tarde lo vi.

Yo seguiré por la senda,


no quiero volverte a ver;
si un día por ahí me encuentras
en brazos de otra mujer;
sigo buscando la prenda
que cure mi padecer.
Poética popular

Mató a su mejor amigo


(Julián Garza y Luis Elizalde)

Allá en una vieja hacienda, Con los ladridos del perro,


por el sur de Nuevo León; el caballo se asustó;
mi madre contó una historia tiró al doctor por el suelo
muy triste que sucedió; que enojado disparó;
del doctorcito del pueblo y al perro, que era su amigo,
y su fiel perro Nerón. dos balazos le pegó.

El médico era hombre bueno Cuando a su casa llegaba,


pero era adicto al alcohol; angustiado descubrió;
y así visitaba enfermos que en la chamarra no estaba
por los caminos de Dios; el dinero que guardó;
145
con su caballo y su perro maldijo su suerte negra
la gente lo conoció. y al galope regresó.

Nerón siempre lo cuidaba Sobre la cartera, herido,


y una noche sucedió; agonizaba Nerón;
que el doctor ganó una apuesta, que murió viendo a su amigo
tomando lo celebró; como diciendo: ¡doctor!
bajo una fuerte tormenta aquí tiene lo perdido,
rumbo a su casa salió lo estoy cuidando, señor.

Los billetes de la apuesta


se los guardó en la chaqueta;
los rayos y las centellas
dibujaban su silueta;
Nerón se le atravesaba
ladrando con insistencia.
el viejo paulino

Mezquitalito bonito

La luna ya va saliendo, la luna, Yo ya me voy, pa’ Santa Cruz;


más alta la quiero ver. yo ya me voy, pa’ Santa Cruz.
La luna ya va saliendo, la luna, A ver un amor que tengo;
más alta la quiero ver. a ver un amor que tengo;
que dices, Chata, ahorita vengo,
Preséntame a tu marido, no me entretengo, la dilación es volver.
que lo quiero conocer,
pa’ quitarle los de chivo
y ponerle los de buey;
se anda creyendo, el baboso,
el dueño de tu querer.
146
Yo ya me voy, pa’ Santa Cruz;
yo ya me voy, pa’ Santa Cruz.
A ver un amor que tengo;
a ver un amor que tengo;
que dices, Chata, ahorita vengo,
no me entretengo, la dilación es volver.

Mezquital, mezquital, mezquitito,


mezquitalito bonito.
Mezquital, mezquital, mezquitito,
mezquitalito bonito.

Si no me quieres hablar,
no me hagas un mal modito;
yo quiero darte a saber
que ya no te necesito;
si te vas pa’ no volver
¡pa’ pinche te necesito!
Poética popular

Mi jacal es de troncos

Un penacho de nubes greñudas Son el sol y la lluvia la vida


han cubierto la cima del cerro; que nos brinda la naturaleza;
esta noche no me cabe duda, porque el agua siempre es bienvenida
se nos viene un tremendo aguacero; si la cuidas con mucha entereza;
la retama, la malva y la ruda y la tierra siendo agradecida
le darán su perfume al potrero. te lo paga con buena cosecha.

Rezaré ante la imagen que tengo, Mi jacal es de troncos y leños


que sea bueno lo que me resulte; con su techo de rama y palmito;
entre el rayo y el trueno violento no hay borrasca que turbe mi sueños
dormiré muy juntito a mi Lupe; ni granizo que se oiga tantito;
147
el vaivén y el silbido del viento, las tormentas son unos ensueños
no habrá nada que a mí me preocupe. allá adentro de mi jacalito.

Mi jacal es de troncos y leños


con su techo de rama y palmito;
no hay borrasca que turbe mi sueños
ni granizo que se oiga tantito;
las tormentas son unos ensueños
allá adentro de mi jacalito.
el viejo paulino

Mi troca lobo del año

Con lágrimas en los ojos, Todo aquello era bonito


que salen de muy adentro; nomás verdeaban los campos;
desde un rincón de mi celda mi troca Lobo del año
lanzo mis quejas al viento; paseaba por los sembrados;
las cuerdas de mi guitarra pero un domingo temprano
pregonan lo que yo siento. me cayeron los soldados.

Allá arriba de la sierra Sin darme tiempo de nada


yo vivía con mi familia; mi rancho quedó sitiado;
mi vieja era mi ayudante por el cañón de la sierra
tallando la lechuguilla; me bajaron amarrado;
148 mis cuatro chavos lloraban soy un hombre de delito
por la escasez de comida. en el penal del estado.

Hasta que me decidí


a salir de mi pobreza;
sembré de hierba los llanos
cambié de pies a cabeza;
mis niños ya no lloraban
atrás quedó la tristeza.

Mis animales de carga


los cambié por camionetas;
mi cuchillo y el machete
los cambié por metralletas;
con toneladas de mota
volaban las avionetas.
Poética popular

Mientras me llega la hora

Mientras me llega la hora Las dos queridas que tengo


por caminos y veredas; aquí las traigo a mi lado;
voy a traer la tambora todos los días voy y vengo
levantando polvaredas; a mi rancho y al poblado;
dinero es lo que me sobra siempre tomando y oyendo
al cabo mundo ahí te quedas. puro corrido pesado.

Las dos queridas que tengo Ya con esta me despido


aquí las traigo a mi lado; sin olvidar Sinaloa;
todos los días voy y vengo adiós Durango, querido,
a mi rancho y al poblado; y también a mi Sonora;
149
siempre tomando y oyendo adiós cantando les digo
puro corrido pesado. mientras me llega la hora.

Por todos estos desiertos


yo ya no tengo enemigos;
los que tenía ya están muertos
y hay otros en el presidio;
lo que les digo es muy cierto,
nadie me sale al camino.

Pasé por el Espinazo (del Diablo)


con destino a Mazatlán;
venía del mero Durango,
la banda se oía tocar;
dos voces iban cantando:
“Se les peló Baltasar”.
el viejo paulino

Mil botellas

En las parrandas, mujeres y canciones,


paso mi vida gozando sin parar;
nada me importa si llegan las traiciones
porque hay amigos que siempre pagan mal.

Que me repitan la misma con la banda


y que se escuche también el acordeón;
que todos tomen yo pago la parranda
que siga el baile y siga el vacilón.

Que dos mujeres se pongan a mi lado,


150 que me apapachen y que me hagan suspirar;
yo mi dinero lo traigo pa’ gastarlo
con mil botellas me quiero emborrachar.

Yo no soy de esos que lloran por amor


si unas se van y otras tienen que llegar;
en un segundo me olvido del dolor
y a la cantina me voy a parrandear.

Que dos mujeres se pongan a mi lado


que me apapachen y que me hagan suspirar;
yo mi dinero lo traigo pa’ gastarlo
con mil botellas me quiero emborrachar.
Poética popular

Mucho gusto
(Julián Garza y José Antonio Meléndez)

Que te ha ido de perlas, platicas, Quien entienda a las santas mujeres


mucho gusto; es un sabio;
que la vida te colma de bienes, porque son seres indescifrables
mucho gusto; como el diablo;
que de mí ni te acuerdas, lo dices, sin embargo yo no te maldigo,
mucho gusto; al contrario,
me da gusto que te vaya bien; me da gusto que te vaya bien;
me da gusto que te vaya bien. me da gusto que te vaya bien.

Que lamentas el tiempo perdido Pero entonces ¿por qué me decías?


a mi lado; que en mis brazos te sentías contenta;
que si yo me fuera de tu vida 151
que conmigo tan solo tuviste
privaciones; de seguro morirías de pena.
que con otro te sobra el dinero
Quien entienda a las santas mujeres
y emociones;
es un sabio;
me da gusto que te vaya bien;
porque son seres indescifrables
me da gusto que te vaya bien.
como el diablo;
sin embargo yo no te maldigo
Pero entonces ¿por qué me decías?
al contrario,
que en mis brazos te sentías contenta;
me da gusto que te vaya bien;
que si yo me fuera de tu vida
me da gusto que te vaya bien.
de seguro morirías de pena.
el viejo paulino

Mujer ingrata

Mujer ingrata no me desprecies,


no me desprecies con tus amores;
toma este ramo de lindas flores
y no me olvides ya no me hagas llorar.

No me abandones, yo te lo ruego,
yo solo quiero gozar de tus amores;
toma este ramo de lindas flores
y no me olvides ya no me hagas llorar.

Mujer ingrata no me desprecies


152 no me desprecies con tus amores;
toma este ramo de lindas flores
y no me olvides ya no me hagas llorar.

No me abandones, yo te lo ruego,
yo solo quiero gozar de tus amores;
toma este ramo de lindas flores
y no me olvides ya no me hagas llorar.
Poética popular

Naipe marcado
(Julián Garza y Basilio Villarreal)

En un salón de barriada Como truenos de tormenta


murió Francisco Almaraz; cuatro balazos sonaron;
por una carta marcada cayó Francisco en la mesa
que resultó ser un as; con cuatro tiros clavados;
en eso de la jugada entre su sangre y cerveza
siempre hay uno más audaz. estaba el naipe marcado

Al poker siempre apostó


todito lo que tenía;
y todo el tiempo ganó
con su suerte desmedida;
153
pero el día que perdió
lo que perdió fue la vida.

Se congregó todo el pueblo


a ver aquella partida
las mujeres se dijeron:
¿qué pasará en la cantina?
en esa mesa de juego
algo malo se avecina.

Estaba tenso el ambiente,


no se escuchaba ni un ruido;
nerviosa estaba la gente,
fuera se oyó un relinchido;
hasta el caballo presiente
que su amo ya lo ha perdido.
el viejo paulino

No hay huevón que tenga rancho

Aunque yo no soy un viejo Si produciendo no avanzas,


te voy a dar un consejo: no pierdas las esperanzas
te juro que soy sincero, ¡póngase a jalar, don Pancho!
debes usar la cabeza, recuérdalo, por favor,
dejar atrás la pereza que en este mundo traidor,
y trabajar con esmero. no hay huevón que tenga rancho.

Por grande que sea tu anhelo


las cosas no caen del cielo;
haz planes para el futuro,
tener el maíz jiloteando,
154 las calabazas floreando;
pero hay que jalar muy duro.

Si produciendo no avanzas,
no pierdas las esperanzas
¡póngase a jalar, don Pancho!
recuérdalo, por favor,
que en este mundo traidor,
no hay huevón que tenga rancho.

Si crees que la tienes hecha,


vas a levantar cosecha
no te sientas tan ufano;
puede caer una helada
allá por la madrugada
y se echa a perder el grano.
Poética popular

No mi’jita

Que te voy a ir a rogar Que también voy a sufrir


de rodillas a implorar… y de amor voy a morir…
¡no, mi’jita! ¡no, mi’jita!
que tu amor voy a extrañar que por ti voy a llorar,
como loco voy a andar… de dolor voy a gritar…
¡no, mi’jita! ¡no, mi’jita!

Que también voy a sufrir Yo no voy a interferir, en tu


y de amor voy a morir… camino,
¡no, mi’jita! por gusto lo has de seguir,
que por ti voy a llorar, es tu destino;
155
de dolor voy a gritar… que siempre me he de acordar,
¡no, mi’jita! de tu boquita,
eso lo puedes jurar…
Yo no voy a interferir, en tu ¡Sí, mi’jita!
camino,
por gusto lo has de seguir,
es tu destino;
que siempre me he de acordar,
de tu boquita,
eso lo puedes jurar…
¡Sí, mi’jita!

Que no te voy a olvidar


y que te voy a soñar…
¡no, mi’jita!
hay quién cubra tu lugar,
ni cuenta te vas a dar…
¡chiquitita!
el viejo paulino

No sabes ni quién es quién

Es muy triste lo que veo Me duele que esto suceda,


por todos esos lugares; hasta el cuero se me enchina;
está infestado el ambiente solo ha habido unos Cadetes:
de Cadetes de Linares, son Guerrero y Tijerina;
arremedando al finado, eso lo saben en Rusia
en las fiestas y en los bailes. y en cualquier pinche cantina.

Para triunfar en el medio Ya salió en todos los diarios,


hay que ser original; por ahí andan los rumores;
se imita por ambición se está cansando la gente
o para poder lucrar; de tantos imitadores;
156 el nombre de Tijerina ¿será falta de talento
no se les vaya a olvidar. de todos estos señores?

No anden a la sombra de otros,


yo lo digo por su bien;
hay montones de Cadetes,
no sabes ni quién es quién;
si te pones a contarlos
seguro pasan de cien.

Homero, de allá del cielo,


me gustaría que regreses;
para que veas el desmadre,
cosa que tú no mereces;
y acabaras con la farsa
de tantos pinches Cadetes.
Poética popular

No te agüites compañero

No te agüites, compañero, Soy tu amigo, de verdad,


te veo muy desmejorado; debes oír mi consejo;
no dejes que esa traición las razones que te doy,
te atormente el corazón; tienes que escucharlas hoy,
olvídate del pasado. antes que llegues a viejo.

Vamos a tomar un trago


en la cantina del barrio;
dicen que con el tequila
ni una pena te aniquila;
y vives para contarlo.
157
Es pasajero el dolor,
lo digo porque lo sé;
no te debes lamentar,
no tiene caso llorar
por un amor que se fue.

Seguro hallarás consuelo


en el néctar de otros labios;
y te olvidas de la ingrata,
que por poquito te mata,
con sus malditos agravios.

Haz de cuenta que sembraste


una flor allá en tu huerto;
la regaste, y se secó,
y el viento se la llevó
a volar por el desierto.
el viejo paulino

Nomás las mujeres quedan

En un cañón de la sierra Nomás las mujeres quedan,


hay un rancho en el olvido; el tiempo las va matando;
se declararon la guerra en el rostro siempre llevan
hombres que vivían tranquilos; la huella que deja el llanto;
nomás las mujeres quedan, de sus maridos se acuerdan,
ellos murieron a tiros. llorando en el camposanto.

Del lado norte los Pérez, Las mujeres, muy hermosas,


del lado sur los García; llegaban al matrimonio;
por culpa de las mujeres, pero ahora andan enlutadas,
que unos y otros pretendían; es el triste testimonio;
158 poco a poco se acabaron que por esos andurriales,
aquellas dos dinastías. anduvo suelto el demonio.

Las mujeres muy hermosas


llegaban al matrimonio;
pero ahora andan enlutadas,
es el triste testimonio;
que por esos andurriales,
anduvo suelto el demonio.

Ya ni la milpa florece,
el campo está abandonado;
ni la hierba mala crece,
ha muerto todo el ganado;
y el río, según parece,
también ya se está secando.
Poética popular

Otra vez a la cantina

Otra vez a la cantina


a tomar copas de vino;
otra derrota en el alma,
que me hace perder la calma;
maldito sea mi destino.

Otra vez con los amigos


a brindar por una ingrata;
a rogar que sea feliz,
aunque yo sea un infeliz,
que la vida me maltrata.
159
Otra vez la borrachera,
que me hace soltar el llanto;
porque soy un desgraciado,
porque se fue de mi lado,
siendo que la amaba tanto.

Otra vez a pedir fiado


cuando el dinero se acabe;
a molestar al amigo,
como si fuera un mendigo,
de esos que andan en la calle.

Otra vez la borrachera,


que me hace soltar el llanto;
porque soy un desgraciado,
porque se fue de mi lado,
siendo que la amaba tanto.
el viejo paulino

Perro de cadena

Era perro, de cadena, Tableteó el Cuerno de Chivo,


además traía la rabia; del cañón sale la llama;
una noche, muy serena, los dos cuerpos muy unidos
le avisaron en La Gavia; quedaron sobre la cama;
la traición de Magdalena murieron, entre alaridos,
le hizo pedazos el alma. ¿quién es el que los reclama?

La nobleza, del cordero, El perro ya se retira,


se convirtió en león herido; va con rumbo a la montaña;
cargó su morral de cuero, adiós mi madre querida,
también su Cuerno de Chivo; adiós también a La Gavia;
160 y se fue pa’ El Herradero yo soy perro, de cadena,
a buscar sus enemigos. y además traigo la rabia.

Iba despertando el alba,


cuando llegó a El Herradero;
el perro, que trae la rabia,
no mira porque anda ciego;
no coordina ni razona,
no sabe lo que es el miedo.

La traición, fue verdadera,


ni modo que no sea cierta;
de una patada certera
quedaba la puerta abierta;
ahí estaba Magdalena,
aquella mosquita muerta.
Poética popular

Pista clandestina

Planeaban las avionetas Ese Comandante Lara


por las tierras de Atanasio; preparó su metralleta;
el viejo no sabía nada se agarraron a balazos
porque era muy grande el rancho; nomás cayó la avioneta;
pero el Comandante Lara* acabaron con el cuadro
se había enterado del caso. sin hacer ninguna treta.

Llegaron los federales Terminó el operativo


vestidos de camuflaje; murieron tres colombianos;
buscando en los matorrales llevan otro mal herido
el punto de aterrizaje; ya lo tienen en sus manos;
161
poco a poco se internaban se van por donde vinieron
por el siniestro paisaje. a lomo de sus caballos.

Los agentes avanzaban


a lomo de sus monturas;
una parvada de buitres
graznaban en las alturas;
se les enchinaba el cuero
al ver aquellas criaturas.

Se oyó el motor de una nave


cuando corta gasolina;
los caballos relincharon
al oler la adrenalina;
los agentes acechaban
en la pista clandestina

* Pseudónimo del comandante de la Judicial Federal, Ignacio Licea.


el viejo paulino

Pistoleros famosos

Por las márgenes del río, Los pistoleros de fama


de Reynosa hasta Laredo; una ofensa no la olvidan;
se acabaron los bandidos, y se mueren en la raya,
se acabaron los pateros; no les importa la vida;
y ya se están acabando los panteones son testigos,
a todos los pistoleros. es cierto no son mentiras.

Cayeron Dimas de León, Así se están acabando


Generoso Garza Cano; todos los más decididos;
y los hermanos Del Fierro y a todos se les recuerda
y uno que otro americano; cantándoles sus corridos;
162 a todos los más valientes murieron porque eran hombres,
a traición los van matando. no porque fueran bandidos.

Lucio cayó en Monterrey,


Silvano en el río Grande;
lo mataron a mansalva
los rinches que son cobardes;
en los pueblitos del norte
siempre ha corrido la sangre.

Liquidaron a Ezequiel,
en los años del cuarenta;
José López en Linares
siguió aumentando la cuenta;
y Arturo Garza Treviño
allá en el once sesenta.
Poética popular

Pongan oreja señores

Pongan oreja, señores, Yo no sé por qué razón


a esta triste melodía; no los atrapa la ley;
disqueras y cantautores si roban allá en Torreón
lloran con melancolía; y también en Monterrey;
por culpa de unos ratones en todita la nación
que no pagan regalías. cualquier pirata es el rey.

Es un filón muy jugoso Dicen los compositores,


el de la piratería; que son unas garrapatas;
acaba con el negocio que chupan a los autores
burlando a la policía; sin ensuciarse las patas;
163
es un tumor canceroso ¡qué poca madre, señores,
que crece día con día. lo que tienen esas ratas!

La ley no les hace nada,


trabajan con prepotencia;
que forma tan descarada
de fomentar la indecencia;
no hay manera de acabarla
porque todos traen licencia.

Seguro que hay intereses


por encima del poder;
porque ha de haber muchos jueces
que protegen el quehacer;
maman y roban con creces,
nunca les toca perder.
el viejo paulino

Por eso pago

Para qué voy a negarlo, En tu mente llevarás


me duele que te hayas ido; el amor que nos tuvimos;
andas gozando la vida, siempre vas a recordar
pero una cosa te digo: lo mucho que nos quisimos;
si con él eres feliz seguro vas a llorar,
más feliz fueras conmigo. no te queda otro camino.

Te vas a casar con él


porque tiene mucha plata;
pero yo que te conozco
sé que ni el oro te basta;
164 y sé que echarás de menos
las caricias que te matan.

En tu mente llevarás
el amor que nos tuvimos;
siempre vas a recordar
lo mucho que nos quisimos;
seguro vas a llorar,
no te queda otro camino.

Te vas de luna de miel


eso para mí es amargo;
en tu tálamo nupcial
verás la falta que te hago;
en los juegos del amor
yo perdí, por eso pago.
Poética popular

Pura hambre y miseria

Hambre, miseria y martirio Una rociada de plomo


era todo lo que había; casi me arranca una oreja;
en mi terruño querido por el fondo de un arroyo
de veras que me dolía; me convertí en comadreja;
mis hijos encueraditos me acordé de mis chamacos
lloraban de noche y día. y extrañé mucho a mi vieja.

Por eso un día me fui Fueron tres perros leoneros,


sin despedirme de nadie; que me echaron en corrida;
llorando me decidí después estuve en el bote
solo le dije a mi madre; y no me dieron comida;
165
sin pensarlo me atreví son gachos esos rancheros
a cruzar el Río Grande. me aventaron con la migra.

Después de tanto sufrir -Hey, you, mexican, mother fucker


y luchar con mucho esmero; ¿tú jurar no volver pisar a Estados Unidos?
al fin me pude sentir -¡Ah! qué pinche güerito tragaldabas, éste,
en el terreno extranjero; no solamente juro ¡chingo a mi madre si vuelvo!
para hallar mi porvenir
y ganar mucho dinero.

Con la punta del zapato


me maltrataron los güeros;
nunca me dieron trabajo
ni en el campo ni en los pueblos;
en el rancho de un paisano
me guisaron unos huevos.
el viejo paulino

¡Qué chulo se ve el jacal!

La ingrata ya regresó, La ingrata ya regresó,


era lo más natural; mi caballo está enterado;
mi esperanza renació, ayer tarde relinchó,
la tarde que ella volvió; y hasta de gusto piafó;
ya no está triste el jacal. sabe que todo ha cambiado.

La ingrata ya regresó ¡Qué chulo se ve el jacal!


junto con la primavera; ¡Qué hermosas son esas flores!
el rosal ya floreció, pero más hermosa es,
el jazmín enverdeció; la ingrata que aquella vez,
y también la enredadera. renegó de mis amores.
166
¡Qué chulo se ve el jacal!
¡Qué hermosas son esas flores!
pero más hermosa es,
la ingrata que aquella vez,
renegó de mis amores.

La ingrata ya regresó
a entregarme su cariño;
mi mal ya se terminó,
la tristeza se acabó;
por su amor que había perdido.
Poética popular

¿Qué haré yo?

Es muy triste esta vida que llevo


en espera de tu compasión;
tu desprecio es un hierro candente,
un líquido ardiente, en mi corazón.

Se retuerce mi pecho de pena


y de angustia me pongo a beber;
tu recuerdo va a ser mi condena,
una gruesa cadena, que no he de romper.

¿Qué haré yo sin tu amor y tus besos?


167
¿Qué haré yo sin poderte mirar?
no te sales de mi pensamiento,
tan solo un momento, te quiero olvidar.

Es muy triste esta vida que llevo


en espera de tu compasión;
tu desprecio es un hierro candente,
un líquido ardiente, en mi corazón.

Se retuerce mi pecho de pena


y de angustia me pongo a beber;
tu recuerdo va a ser mi condena,
una gruesa cadena, que no he de romper.

¿Qué haré yo sin tu amor y tus besos?


¿Qué haré yo sin poderte mirar?
no te sales de mi pensamiento,
tan solo un momento, te quiero olvidar.
el viejo paulino

Que no se apague la lumbre

Quiero tomarme unas copas, No pude lograr su amor


que vengan unas tras otras, y gozo con el dolor,
pero no para olvidar; que me sirvan más tequila;
la pena, que me aniquila, la recuerdo con delirio
muy dentro quiero sentirla; y me río del martirio
no me la quiero arrancar. al no poder conseguirla.

Quiero llevar esta pena, La pena, que me hace garras,


es todo lo que me queda, con canciones y guitarras,
de lo hermoso de su amor; yo la quiero saborear;
lo que me resta de vida, que no se apague la lumbre;
168 quiero llevar esta herida; y que se haga una costumbre
quiero llorar por su amor. sufrir y también llorar.

La pena, que me hace garras,


con canciones y guitarras,
yo la quiero saborear;
que no se apague la lumbre;
y que se haga una costumbre
sufrir y también llorar.
Poética popular

Reina entre las flores

La desgracia la traigo en el alma,


como sombra la llevo entre mí;
yo maldigo la mujer traidora,
maldigo la hora,
que la conocí.

Lo que sueño tiene que ser cierto,


esta suerte tiene que cambiar;
ya vendrán otros tiempos mejores,
y nuevos amores,
tienen que llegar.
169
Si tú eres una reina entre flores
yo soy hombre derecho y formal;
si te sobran partidos mejores,
te sobran amores,
a mí no me han de faltar.

Es el vino el que borra las penas


y el tequila el que calma el dolor;
es por eso que el vino es mi amigo,
llorando les digo,
que así me siento mejor.

Si tú eres una reina entre flores


yo soy hombre derecho y formal;
si te sobran partidos mejores,
te sobran amores,
a mí no me han de faltar.
el viejo paulino

Reliquia de cuero

Colgada con una cuerda Tiene su nombre grabado


de una viga del granero; a la orilla de los tientos;
está una vieja montura, trabajo de un artesano,
dicen que fue de mi abuelo; que tuvo mucho talento;
de cuando anduvo con Villa la cuidaré mientras viva
solo queda ese recuerdo. de los embates del tiempo.

Están rotas las arciones, El viejo perdió la vida


el fuste muy agrietado; en el campo de batalla;
solo un estribo está bueno, como todos los villistas,
el otro está agujerado; mi abuelo, murió en la raya;
170 dos orificios de bala los soldados más valientes
se le ven por un costado. cayeron allá en Celaya.

El viejo perdió la vida


en el campo de batalla;
como todos los villistas,
mi abuelo, murió en la raya;
los soldados más valientes
cayeron allá en Celaya.

No me canso de observar
esa reliquia de cuero;
si ella pudiera contar
las hazañas de mi abuelo;
se escapó de los pelones
cuando estuvo prisionero.
Poética popular

Río abajo

Dicen que fue río abajo, Ahí acabaron las cosas,


por el camino de El Tajo, la cruz, con letras borrosas,
donde Silvestre murió; como testigo quedó:
frente al jacal de Altagracia, “mi muerte será el castigo,
la causa de su desgracia, que lleves siempre contigo,
que tanto lo despreció. por el que tanto te amó”.

Ella era linda y hermosa, No comía ni dormía,


su piel de color de rosa, siempre pensando
ojos de raro fulgor; en ese querer;
él trabajaba la tierra, así se fue consumiendo,
171
en la falda de la sierra, de amor se vino muriendo,
era un pobre labrador. por culpa de esa mujer.

No comía ni dormía,
siempre pensando
en esa mujer;
ella anhelaba otra vida,
tener todo a la medida,
lo tuvo que comprender.

Por las tardes se acercaba,


en su caballo llegaba,
a las puertas del jacal;
a ofrecerle su cariño,
con su corazón de niño,
nunca lo quiso escuchar.
el viejo paulino

Rivales de sangre

Voy a contar una historia, Se agarraron a balazos,


que no la van a creer; Martín la carga falló;
Martín Moreno, el bastardo, de arriba de su caballo,
nacido para perder; Antonio, le disparó;
lo mató su medio hermano tres tiros le dio a su hermano
por culpa de una mujer. y en el acto lo mató.

María Inés se llamaba Escuchen bien los corridos


aquella hermosa mujer; y también sus melodías;
a uno de ellos amaba tragedias de este calibre
y le entregó su querer; no pasan todos los días.
172 a Martín lo despreciaba Así acabó este bastardo
y lo llegó a aborrecer. y también sus bastardías.

Ya casada con Antonio,


Martín la encuentra en el río,
como éste andaba borracho
le declaró su cariño:
-Hasta parece que ignoras
que tu hermano es mi marido.

Martín secuestra a María,


a rastras se la llevó.
En el cerro de La Mesa
Antonio los alcanzó;
no le quedó otra salida,
con su hermano se enfrentó.
Poética popular

Rosario y Medina

Todo empezó en la cantina -Vengo a decirte, hijo mío,


un veinticinco de mayo; antes de que sea muy tarde;
dijo Leonardo Medina: cierto que Rosario Pérez
-Me casaré con Rosario, es hijita de tu padre;
voy a tomar las medidas tú eres hijo de un vecino,
para que pidan su mano. con ella puedes casarte.

Leonardo llegó a su casa, La boda se celebró,


la tarde del mismo día; de Rosario y de Medina;
muy sorprendido su padre viven felices los dos,
dijo que no lo sabía: su padre quedó en la ruina;
173
-Olvida tus pretensiones borracho todos los días
porque Chayo es hija mía. no sale de la cantina.

Si un tiro le da su padre
hubiera sido mejor;
se regresó a la cantina
y empezó a tomar licor;
entre llantos y gemidos
suspiraba por su amor.

Leonardo quería morirse


no la podía olvidar;
no salía de la cantina,
esa fue la realidad;
su madre, desesperada,
fue y le dijo la verdad.
el viejo paulino

Rosita de la frontera

Rosita, de la frontera, Rosita, si me abandonas,


le dicen a esa mujer; yo nunca te olvidaré;
la conocí en Piedras Negras si cruzas el Río Grande
y ahí la empecé a querer; nunca me pierdas la fe;
porque es una hembra, de veras, recuerda que en Piedras Negras
me supo corresponder. yo siempre te esperaré.

Mi nombre es Emilio Guerra,


Rosita todo mi amor;
he bajado de la sierra
por una deuda de honor;
174 me quedaré en esta tierra
a cosechar esa flor.

Las carreras de caballos,


siempre serán mi pasión;
los hombres, que son valientes,
cuentan con mi admiración;
pero el amor de Rosita
lo traigo en el corazón.

¡Apriétenle, que es mangana!


rancheros de este lugar;
con esa yegua alazana
yo me la vengo a rifar;
porque se pierde y se gana
como en los juegos de azar.
Poética popular

Sangre pesada

¡Ah! qué suerte tan negada Ayer no me echaron tacos


la de este pobre pastor; ni me dieron de almorzar;
traigo las cabras cortadas el patrón anda celoso
y una espina en un talón; porque le quiero ganar;
también traigo el guaje seco con su hijita, la de en medio,
porque el agua se acabó. yo lo quiero emparentar.

Me puse a cuidar las cabras Pa’ tener sangre pesada


mientras hallaban pastor; no hay como estar en la ruina;
ya pasaron dieciocho años mi domingo es la majada
y el patrón no lo encontró; y mi amor es la campiña;
175
yo maldigo a cada rato me divierto en la montaña
la suerte que me tocó. con las aves de rapiña.

Pa’ tener sangre pesada


no hay como estar en la ruina;
hoy de seguro me pierdo,
se viene nublando el día;
¡ah! qué suerte tan negada
maldita suerte la mía.

La correa de un huarache
ayer se me reventó;
la mordida de un mapache
creo que ya se me infectó;
ni con sebo de tlacuache
esta herida se curó.
el viejo paulino

Sea por Dios y venga más.

Hoy quiero gritarle al mundo Mis perros, que fueron fieles,


que soy infeliz; ya me han querido atacar;
que me la paso sufriendo y mi caballo tordillo,
por un amor que perdí. que fue mi mejor amigo,
ya no se deja montar.
No encuentro ni un motivo
que me haga feliz; Es tanta mi mala suerte,
si sigo por esta senda, que hasta quisiera llorar;
y no hallo quien me comprenda, voy a seguir mi destino,
creo que me voy a morir. tomando copas de vino,
a ver si puedo olvidar.
176 La Changa y El Zopilote,
amigos de ayer, Con la de malas no puedo,
también ya me abandonaron, es inútil tratar de luchar;
se fueron porque yo ya me di por vencido,
pa’ no volver. me encuentro rendido,
sea por Dios y venga más.
La mujer que yo adoraba,
que fue todo mi querer;
se ha ido con otro amigo,
por eso yo la maldigo;
no quiero volverla a ver.

Con la de malas no puedo,


es inútil tratar de luchar;
porque yo ya me di por vencido,
me encuentro rendido,
sea por Dios y venga más.
Poética popular

Se está cayendo el jacal

Se está cayendo el jacal, Se está cayendo el jacal,


donde la ingrata vivió; los horcones se quebraron;
ya queda el puro guacal, la viga y los travesaños,
todo el enjarre y la cal, con el correr de los años,
el viento se lo llevó. toditos se apolillaron.

Se está cayendo el jacal, Las latas y las soleras,


el techo todo le cuelga; todas están desclavadas;
por más que quiero olvidar, no hay flores ni enredaderas,
llego y me pongo a llorar, como antes de que te fueras,
sin esperanza que vuelva. y todo lo abandonaras.
177
Las latas y las soleras,
todas están desclavadas;
no hay flores ni enredaderas,
como antes de que te fueras,
y todo lo abandonaras.

Te estás cayendo jacal,


y yo me muero contigo;
el tequila y el mezcal,
no han aliviado mi mal,
porque tú eres mi castigo.
el viejo paulino

Se están robando el marrano

Esta es la cumbia de un tartamudo El tartamudo sigue cantando;


cuando se asusta quiere llorar; todos bailando sin descansar:
tiene la lengua de cuero crudo,
se le hace nudo y no puede hablar. (coro)
¡Se están robando el marrano!
Llega corriendo y entra a su casa
muy tembloroso con su mamá: Aquel bandido se ve perdido,
-Hijo, de mi alma, pues qué te pasa sabe que nunca podrá escapar;
yo soy Tomasa y ven para acá. y ahí en el patio de aquella casa
dice a Tomasa: ¡quiero bailar!
Ella sabiendo, que su hijo amado,
178 solo cantando ha de pronunciar; El tartamudo sigue cantando
vete afinando y dime cantando todos bailando sin descansar:
lo que tú quieres desembuchar.
(coro)
(coro) ¡Se están robando el marrano!
¡Se están robando el marrano! ¡Se están robando el marrano!
¡Se están robando el marrano!
El tartamudo con don Mariano, ¡Se están robando el marrano!
que en ese instante acaba de entrar;
salen al patio cuando un fulano
a su marrano quiere robar.

Aquel bandido se ve perdido,


sabe que nunca podrá escapar;
y ahí en el patio de aquella casa,
dice a Tomasa: ¡quiero bailar!
Poética popular

Se mataron dos compadres

Una mentada de madre, -Cualquier terreno es igual


con voz muy aguardentosa; para partirnos la madre;
se oyó pa’ en medio del baile, ¡basta ya de caminar!
era Regino Mendoza; -Regino dijo al compadre-
en brazos de su compadre, tu traición vas a pagar
alegre, andaba su esposa. porque eres un vil cobarde.

-Mi vieja es mancornadora Bajo la luna de marzo,


todo el tiempo lo he sabido; antes del amanecer;
los encontré en mala hora se oyeron muchos balazos
de veras que estoy dolido; toda la gente fue a ver;
179
nunca pensé que Leonora estaban los dos tirados
me traicionara contigo. por culpa de esa mujer.

-Compadrito, tú dirás,
cómo le vamos a hacer;
nunca he dejado de amar
a Leonora, tu mujer;
nos saldremos a matar…
-así le dijo Javier.

La banda toca un corrido,


ellos se salen del baile;
por la rivera del río
se iban mentando la madre;
casi llorando, Regino,
amenazó a su compadre:
el viejo paulino

Soy más cabrón que bonito

Llegó Cayetano al baile Debajo de un arbolito


y alegre les pega un grito: ahí donde empieza el llano;
-¡se me estaba haciendo tarde se estaban dando un besito
por andar con un taquito; cuando llegó Cayetano:
en todos estos lugares -¡Soy más cabrón que bonito,
soy más cabrón que bonito! con mi pistola en la mano!

Rosaura andaba en los brazos Sonaron cuatro balazos


de acaudalado ranchero; ya no se oyó la guasanga;
siempre le gustó Cavazos murió Rosaura y Cavazos
por apuesto y caballero; y se acabó la pachanga;
180 no pensó que Cayetano galopando en su caballo
les iba a arrancar el cuero. va Cayetano Berlanga.

-¡Soy más cabrón que bonito!


-les gritaba Cayetano-
resulta que mi amorcito
anda con otro bailando;
espérenme aquí, tantito,
voy a bailarles un tango.

Los señores de la banda


se arrancan con un bailable;
Cavazos y la Rosaura
deciden salir del baile;
la gente ya sospechaba
que iba a correr mucha sangre.
Poética popular

También correr es defensa

Aquí les traigo un corrido Varios amigos tomaban


no lo tomen por ofensa; en un ranchito apartado;
hay un pelón que se le hace ellos no se imaginaban
por lo menos una trenza; que ya los tenían sitiados;
no te avergüences, compadre, armados, hasta los dientes,
también correr es defensa. les llegaron los soldados.

Los hombres que traen delito Bernardo brinca una barda


siempre andan bien preparados; de cuatro metros de altura;
no le tienen miedo a nada perdió pisada el muchacho,
porque son gallos jugados; de una pierna se fractura;
181
pero le bufan al mono ahora la trae enyesada
cuando llegan los soldados. y le dicen Pata Dura.

Bernardo Montes* gritaba: Ya con esta me despido,


-¡ya nos cayeron los guachos! dispensen lo mal trovado;
estos vienen por nosotros adiós, amigo Bernardo,
y no ha de ser por borrachos; no creas que se me ha olvidado;
sálvese todo el que pueda que cuando llegan los guachos
porque estos batos son gachos. tú corres como venado.

-¡Ahí vienen los guachos, compa...!

-¡No corra, camisa colorada, hijo de la...!

* Bernardo Montes Monje


el viejo paulino

También de los ranchos bajan

También de los ranchos bajan Nos hicimos de palabras,


así lo dice el refrán; sacamos la artillería;
ayer llegó María Antonia tronaron las dos escuadras
en su caballo alazán; y llegó la policía;
viene a lucir su hermosura si esa muerte hay que pagarla
a la feria de San Juan. yo me muero por María.

Por todos esos contornos, Estoy pagando un delito


María, no tiene rival; en una celda muy fría;
muy grandes tiene los ojos, ayer vino a visitarme,
sus labios son de coral; María, del alma mía;
182 la siguen todos los hombres me prometió que saliendo
como abejas al panal. conmigo se casaría.

Es alta y muy bien formada,


su pelo hasta la cintura;
tiene la piel nacarada,
muy blanca su dentadura;
veinte años tiene María,
es una bella criatura.

Ya por la noche paseaba


con su vestido entallado;
todo el mundo la miraba
y no faltó un desgraciado;
que a su paso la insultara,
yo me di por enterado.
Poética popular

Te dejaré de amar

Te dejaré de amar
pero no te olvidaré,
ese tierno mirar
siempre recordaré.

Te dejaré de amar
y al mundo le diré:
que te adoraba
como nunca imaginé.

Te dejaré de amar,
183
no sé por qué motivo,
y mucho he de llorar
en tanto yo esté vivo.

Te dejaré de amar
y al mundo gritaré:
que te adoraba
como nunca imaginé.

Te dejaré de amar,
no sé por qué motivo,
y mucho he de llorar
en tanto yo esté vivo.

Te dejaré de amar
y al mundo gritaré:
que te adoraba
como nunca imaginé.
el viejo paulino

Te fuistes horcón de en medio

Todo lo que empieza acaba Al entrar a la cantina


y lo nuestro se acabó; cuatro copas me tomé;
el amor que te tenía iba a pedir tres botellas,
por el viento se esfumó; pero no las ocupé;
todo lo que empieza acaba al salir de la cantina
y lo nuestro se acabó. ya de plano te olvidé.

Todo lo que empieza acaba


y tenía que acabar;
como paloma torcaza
puedes echarte a volar;
184 todo lo que empieza acaba
y tenía que acabar.

Al entrar a la cantina
cuatro copas me tomé;
iba a pedir tres botellas,
pero no las ocupé;
con tan solo cuatro copas
de mi pecho te arranqué.

Todo lo que empieza acaba


y tenía que acabar;
te fuistes horcón, de en medio,
y se te cayó el jacal;
todo lo que empieza acaba
y tenía que acabar.
Poética popular

Terrible cuerno de chivo

Estando en Aguascalientes Un arma de colección,


fui a visitar a un amigo; por todos muy codiciada;
tuve en mis manos un arma por la punta del cañón
llamada Cuerno de Chivo; también es lanzagranadas;
sus ráfagas son terribles, a tres bandidos mandó,
no hay hombre que quede vivo. a la región de la nada.

El comandante Aguilera, Temibles Cuernos de Chivos


sonriendo, dice a Rodrigo: a cuantos no matarán;
-hoy es el día de tu santo, es el arma preferida
será un hermoso motivo; por todos en Culiacán;
185
yo vine a hacer un regalo cantando ya se despiden,
te traigo un Cuerno de Chivo. amigos: Luis y Julián.

Tiene el cañón decorado,


las cachas y el llamador;
incrustaciones de plata
por todo su alrededor;
es el arma que merece
un hombre que es de valor.

Ese artefacto de muerte


de China nos lo mandaron;
dicen que allá en Zacatecas
tumbó catorce soldados;
en las manos de un valiente
no hay quien se quede parado.
el viejo paulino

Tienes muy poca madre

Traigo el alma entristecida, Ya con ésta me despido,


no hay tequila que me cuadre; me voy sin hacer alarde;
porque me duele una herida, lo digo recio y quedito
me está escurriendo la sangre; porque yo no soy cobarde;
alguien dijo en la cantina yo también te lo repito:
que tienes muy poca madre. que tienes ¡muy poca madre!

Lo escuché entre los amigos,


los que se juntan ahí;
algunos están dolidos
y sufren mucho por ti;
186 no saben que tu cariño
me lo estabas dando a mí.

Que tienes muchos amores,


platican en el poblado;
te diviertes con los hombres,
te gusta verlos llorando;
a mí no me cuadra nada,
la vida que te andas dando.

Voy a quitarte esas mañas


aunque me cueste la vida;
si sales con tus patrañas
voy a matarte dormida;
eres como las arañas:
venenosa y pervertida.
Poética popular

Tierra de venganzas

Bonita la milpa aquella, Las herraduras de acero


ya tiene el maíz jiloteando; sacan chispas de las piedras;
por ahí viene Pancho “El Negro” andan borrachos los Pérez
yo sé lo que anda buscando; no presienten la tragedia;
el tropel de su caballo no saben que por el rumbo
retumba de vez en cuando. viene llegando una fiera.

Yo conozco a Pancho “El Negro” Media docena de tiros


desde que estaba chiquillo; se escuchan entre la bola;
le mataron a su padre habrá luto en Salitrillo,
los Pérez de Salitrillo; la hacienda se ve muy sola;
187
lo emboscaron pa’ quedarse “El Negro” le va cambiando
con su caballo tordillo. casquillos a su pistola.

Los Pérez de Salitrillo,


caciques de la región;
dueños de vidas y haciendas
en el sur de Nuevo León;
que les tomen las medidas
para hacerles el cajón.

“El Negro”, cuando era niño,


se marchó de estos lugares;
se fue para la frontera
en compañía de su madre;
el odio le parte el alma
viene a vengar a su padre.
el viejo paulino

Todo se me olvida
(Julián Garza y Luis Elizalde)

No cueces bien los frijoles, Me pongo a sudar de nervios


tu sopa parece engrudo; nomás al tenerte cerca;
no sabes guisar un huevo cuando te quitas la ropa
y el caldo te sale crudo; para meterte a la alberca;
nunca barres la cocina, el alma se me alborota
ni limpias bien el menudo. al ver a tan linda güerca.

Tú sabes bien que a los hombres, Sé que tienes mil defectos


con un guiso se nos gana; y no entiendes mis razones;
nunca me haces un café, tú manejas mi dinero,
temprano, por la mañana; tú llevas los pantalones;
188 pero todo se me olvida pero todo se me olvida
cuando estamos en la cama. cuando te miro en calzones.

Siempre es el mismo problema


porque a diario se repite;
me dan ganas de golpearte
y así buscar mi desquite;
a veces quiero colgarte
de la rama de un mezquite.

Quisiera, a veces, de veras


agarrarte de las greñas;
darte un par de cachetadas
y arrastrarte por las piedras;
pero todo se me olvida
cuando te miro las piernas.
Poética popular

Todos eran valientes

Eran hermanos y fueron valientes;


todos murieron con resolución;
que fueron cuatro, platica la gente,
y cayó sobre ellos una maldición.

Primero que a todos mataron a Antonio;


con rinches de Texas a tiros peleó;
según la leyenda traía el demonio,
pero allá en el río su tumba quedó.

En un duelo a tiros mataron a Marcos;


189
y fue en un domingo, al atardecer,
por tal de quedar y morir en sus brazos
se agarró a balazos por una mujer.

A Juan lo cazaron un día en el campo;


venía en su caballo alegre y retozón;
ajeno a su suerte, venía cantando,
sin ver que era blanco de infame traición.

Arturo, el más joven, buscó la venganza;


pero a su destino no pudo escapar;
porque ya su suerte la tenía echada,
su vida marcada, como las demás.

La aureola que tienen crece con el tiempo;


y se hace leyenda y se hace canción;
los viejos del rancho dicen que no es cuento,
de aquellos valientes de gran corazón.
el viejo paulino

Todos perdieron el cuero

A ese rancho ganadero, La lucha fue desigual,


que está al pie de la montaña; pero intervino la suerte;
llegaron tres pistoleros pues Magaña, el caporal,
buscando a Pablo Magaña; les dio pruebas de valiente;
lo venían persiguiendo los que cruzaron el mar
de una provincia de España. ahí encontraron la muerte.

Le dicen al caporal: Ya se acabó la aventura


-queremos que entregue a Pablo; de aquellos tres pistoleros;
ayer cruzamos el mar creyéndola muy segura
nomás con el fin de hallarlo; contaban con el dinero;
190 no se nos puede escapar, pero se la vieron dura
hemos venido a matarlo. y hasta perdieron el cuero.

-Pablo Magaña le estorba


a un hombre, que es de dinero,
quiere vengar la deshonra
de su hermana la de en medio;
nos han pagado de sobra
pa’ despacharlo al infierno.

-Pablo se fue con los peones


en la mañana temprano;
pero yo saldré, señores,
en defensa de mi hermano
ustedes son españoles,
aquí somos mexicanos.
Poética popular

Traicionaron a Mateo

Por la barranca del río Por una calle empedrada


se escuchaba el sotrozeo; entró el cuatralbo a San Carlos;
venía llegando al ejido sabía que allí se encontraba,
la carreta de Mateo; así le habían informado;
estar en su jacalito tenía cuatro semanas
era todo su deseo. que había salido a buscarlos.

Despegó y les dio cebada Tocó la puerta y le abrieron,


al par de bueyes cansinos; preguntó por Nicanor.
extrañando que su amada -Está en su cuarto -dijeron-,
no saliera a recibirlo; no moleste, por favor,
191
debía de estar ocupada hace rato se metieron
dándole la cena al niño. y están haciendo el amor.

No acababa de pensar, Llevando al niño en sus brazos


escuchó el llanto de su hijo; sacó su cuarenta y cinco;
corriendo llegó al jacal, se escucharon los balazos
leyó en un papel escrito: en medio de muchos gritos;
“te acabo de abandonar Mateo va en su cuatralbo,
ya no aguanto estar contigo”. huyendo de su delito.

Se ha ido con un maldito, Mateo va en su caballo,


ha de estar entre sus brazos; llevando en ancas a su hijo.
llevando en ancas a su hijo
se fue a seguirle los pasos;
con su pistola en el cinto
para matarla a balazos.
el viejo paulino

Tres tumbas

Salieron de madrugada, Eran muchos los rivales,


se oía el cantar de los gallos; viejos rencores surgieron;
iban a hacer dos jornadas rondando tras los jacales
a lomo de sus caballos; abrieron todos el fuego;
la fiesta se celebraba así matan los cobardes
en el rancho de El Pitayo. cuando los acosa el miedo.

Su padre les dio un consejo Un viejito solitario,


cuando a partir se aprestaban: sin esperanza ninguna;
“cuiden muy bien el pellejo cuida el rancho y tres caballos,
porque la vida se acaba”; como toda su fortuna;
192 en las palabras del viejo va al panteón de vez en cuando
los tres hermanos pensaban. a visitar las tres tumbas.

Pedro le dice a Fabián:*


-dale un trago a José Luis,
que beba de ese mezcal,
pa’ que se sienta feliz;
que ahorita nomás llegar
nos vamos a divertir.

Cuando arribaron al baile


a bailar se dirigieron;
la muerte andaba en el aire
y ellos no la presintieron;
como les dijo su padre
cuando del rancho salieron.

* Corrido inspirado en los hermanos del compositor:”Mario le dice a Julián: dale un trago a
José Luis...”
Poética popular

Troncos y palos gruesos

Una tormenta hay para el oriente, Pedro García, con dos balazos,
se ve el destello de una centella; abre la gente y sale al establo;
en Santa Engracia hay muchos rencores, lleva del brazo a María Antonia
hay el presagio de una tragedia. se van en busca de los caballos.

-Me llevo troncos y palos gruesos, Bajo la lluvia, los dos jinetes,
-así le dijo Pedro a Gilberto- salen del pueblo rumbo a San Juan;
a María Antonia yo me la llevo a la distancia se oyen los cascos
o en el intento me quedo muerto. del colorado y el alazán.

Gilberto Peña le contestó:


193
-yo también tumbo cercas de alambre,
a María Antonia no la menciones,
nomás, porque me hierve la sangre.

Pedro sacó su pistola escuadra


y cuatro tiros le disparó;
pero Gilberto ya de tirado
con su revólver le contestó.

Se escucha el llanto de una mujer,


que a la cantina llega corriendo;
entra y se dobla sobre el cadáver
del que la quiso con tanto anhelo.
el viejo paulino

Unas vienen y otras van

Voy a tratar de olvidarte Quisiste jugar el juego


en los brazos de otro amor del gato con el ratón;
ya que no pude lograrlo no niego que lastimaste
en las copas de licor; un poco mi corazón;
voy a tratar de olvidarte esos desprecios me pasan
en los brazos de otro amor. como pasa un ventarrón.

Amores hay de a montones,


unas vienen y otras van;
es cierto que no me sobran
pero no me faltarán;
194 amores hay de a montones,
unas vienen y otras van.

Quisiste jugar el juego


del gato con el ratón;
no niego que lastimaste
un poco mi corazón;
esos desprecios me pasan
como pasa un ventarrón.

Amores hay de a montones,


unas vienen y otras van;
es cierto que no me sobran
pero no me faltarán;
amores hay de a montones,
unas vienen y otras van.
Poética popular

Válgame San Timoteo

Soy arriero de huarache, Ya me voy a retirar,


pero también soy humano; ya con esta me despido;
que culpa tiene el huizache no se vayan a enojar
de haber nacido en el llano; con lo que dice el corrido;
le tengo miedo al talache mejor pónganse a cantar
y a la carne de marrano. ¡o les apachurro el nido!

No se vayan a dormir
porque les gana el lechero;
los sanchos están muy gordos
porque perdieron el miedo;
195
es que comen a sus horas
cuando no llega cornelio.

Si porque me pongo aroma


no por eso huelo feo;
es para espantar las moscas
de las cuales me rodeo;
no sé qué tengo en los ojos
¡que puros camiones veo!.

Se viene poniendo feo


el cielo se está nublando;
dicen que por San Mateo
los soldados van pasando;
¡válgame San Timoteo!
cómo me estoy asustando.
el viejo paulino

Venada lampareada

De qué presumes, no tienes nada,


ya estás quemada en la región;
eres venada muy lampareada
en Tamaulipas y en Nuevo León.

Cuando te fuiste para Laredo,


según me acuerdo, fue el día tres;
yo con tu hermana me divertía
de noche y día ¿cómo la ves?.

Eres muy linda no se te quita,


196 con tu boquita de carmesí;
pero eres falsa como un billete,
número siete, que conocí.

Salí de Juárez con rumbo al norte


sin pasaporte yo me les fui;
entre a la pizca, le entre al repollo,
fue puro pollo lo que comí.

No se te olvide que soy derecho,


aquí en mi pecho, recordaré;
que fue un capricho, el que tú tuviste,
luego te fuiste pa’ no volver.

Ya me despido, mi venadita,
la más bonita de este lugar;
olvida todo, no me recuerdes,
tus ojos verdes no han de llorar.
Poética popular

Viva mi mala suerte


(con la suerte al revés)

Hoy que la suerte, me da la espalda, Si ando entre las botellas,


hoy que se ensaña y me trata mal; por culpa de ellas,
vamos a darle muy duro al trago, es mi gusto y por eso ha de ser;
que al fin y al cabo, pa’ mí es igual. viva mi mala suerte,
hasta la muerte,
Vengan botellas y copas llenas, no me canso de tanto beber.
que al fin las penas vienen y van;
si las traiciones siguen llegando,
siempre tomando me encontrarán.

Si ando entre las botellas,


197
por culpa de ellas,
es mi gusto y por eso ha de ser;
viva mi mala suerte,
hasta la muerte,
no me canso de tanto beber.

Muchas mujeres a mí me amaron


y se alejaron pa’ no volver;
ya no me duele ninguna herida,
siempre en la vida, me toca perder.

Vengan botellas y copas llenas,


que al fin las penas vienen y van;
si las traiciones siguen llegando,
siempre tomando me encontrarán.
el viejo paulino

Ya no he llorado por ti

Ya no he llorado por ti Pero no lloro por ti,


porque ya me resigné; otro amor encontraré;
te siento lejos de mí muy a tiempo comprendí
señal de que te olvidé. que puedo vivir así,
si no he perdido la fe.
Ya no he llorado por ti,
otro amor encontraré;
muy a tiempo comprendí, Cómo guardarte rencor
que puedo vivir así, si un día me diste tu amor
si no he perdido la fe. y me hiciste muy feliz;
por eso en mi corazón
198 Cómo guardarte rencor ya no duele tu traición
si un día me diste tu amor y ya no lloro por ti.
y me hiciste muy feliz;
por eso en mi corazón
ya no duele tu traición
y ya no lloro por ti.

Muy resentido me voy


de la mujer que yo amé;
un despreciado yo soy
que sin rumbo vagaré.
Poética popular

Ya no volvió el pajarito

Ya no volvió el pajarito, Muy triste, bajo el encino,


que cantaba tan bonito, a diario miro el camino
al llegar la primavera; con la ilusión que regrese;
en las cumbres de un encino, me estoy muriendo de pena,
el último día que vino, el dolor es mi condena
lloraba con triste pena. desde que Dios amanece.

Volaba muy afligido, Yo también estoy solito,


alrededor de su nido, igual que aquel pajarito,
mirando por dondequiera; porque se ha ido la ingrata;
silbaba un triste lamento, el dolor me está ganando,
yo también estoy llorando 199
cantaba con sentimiento
buscando a su compañera. porque su ausencia me mata.

Yo también estoy solito,


igual que aquel pajarito,
porque se ha ido la ingrata;
el dolor me está ganando,
yo también estoy llorando
porque su ausencia me mata.
el viejo paulino

Yo vencí al desierto

Oye paisano la historia, La sed y el hambre acabaron


que triste vengo a cantar; enseguida con Adrián;
del día que me vine al norte porque al maldito desierto
con ansias de progresar; no le pudimos ganar;
éramos seis mexicanos y de los seis que cruzamos
con ganas de trabajar. nomás yo pude llegar.

La historia empezó la noche Si piensas que acá en el norte


que al fin logramos cruzar; vas a poder progresar;
después de muchos intentos, es mucho lo que te arriesgas
corriendo en la oscuridad; viniéndote de ilegal;
200 nos metimos al desierto, tu tierra es muy generosa
ni me quisiera acordar. si la sabes trabajar.

Sobre la arena caliente,


primero murió Damián;
después aquella serpiente
mordió y mató a Sebastián;
quedaron en el desierto
tirados sin sepultar.

La fiebre acabó a Luciano;


luego en un rancho infernal,
un ranchero americano,
nos comenzó a disparar;
tres tiros le dio a Roberto,
los tuvimos que dejar.
el viejo paulino

Luis Elizalde compositor y gran amigo de Julián Garza


La carrera artística
de Julián Garza

La afición de Julián Garza por los corridos nació desde su infancia, le


gustaba escuchar en las sinfonolas las canciones de Los Madrugadores y
Los Alegres de Terán, grupos precursores de este género en el norte de
México. Al cumplir diecisiete años, su madre, viendo su inclinación natural
por la música, le regaló una guitarra con la que daría sus primeros pasos.
Su ilusión entonces era dedicar su vida a componer y a cantar, pero
la realidad económica de la familia pospuso ese deseo. Desde la juventud
comenzó a estructurar sus primeras composiciones e interpretarlas a sus
compañeros de trabajo. Uno de ellos, Juan Antonio Treviño, lo persuadió
que grabara sus canciones y las diera a conocer y no fue hasta que cumplió
38 años cuando logró profesionalizar su estilo.
Esta buena recepción lo impulsó a acercarse a músicos reconocidos
y se dirigió con Los hermanos Prado, quienes al inicio, le hicieron duras
críticas e incluso le dijeron que sus composiciones “no servían”. Dichos
juicios, lejos de desanimarlo, le ayudaron a perfeccionar sus canciones.
Julián siempre estuvo seguro de su música y contó con el apoyo
de personas que lo respaldaron. Entre ellos destaca José Falcón, gran
conocedor del género norteño, quien le aconsejó pulir sus corridos y le
motivó a seguir. Falcón le presentó a los miembros del conocido dueto
Carlos y José, y a Narciso Pérez Leyva, todos ellos protagonistas en la
escena musical norteña. Narciso Pérez Leyva le auguró que, con Pistoleros
famosos, conseguiría un indiscutible éxito comercial, lo cual le impulsó a
seguir adelante con su carrera.
En 1972 Julián empezó a trabajar junto a su hermano Luis quien
acompañaba las composiciones con la guitarra. Así surgió el famoso dueto
Luis y Julián, que duró treinta años. En esta época tocaban en cantinas
y, para subsistir, alternaban su oficio de músicos con otros empleos. Sin
embargo, se dieron cuenta de que para triunfar debían abandonar sus otras
ocupaciones y dedicarse enteramente a la música. Sólo así podrían estar
preparados para aprovechar la oportunidad cuando ésta se presentase.
el viejo paulino

En 1973 Julián y Luis Garza abrieron El Monos Bar ubicado en la calle


Hidalgo de la colonia Guerra en el municipio de Guadalupe, N.L. De esta
manera aseguraban una fuente de ingresos y estaban en contacto con
el medio musical. Este lugar funcionaba como centro de reunión para
compositores, intérpretes y locutores de la escena norteña. Ahí se reunían
por las noches grupos como Los Gavilanes, Los Invasores, Los Forasteros
del Norte y Lalo Mora. Para los hermanos Garza representó un gran
esfuerzo conservar este negocio a la par que mantener su carrera musical,
y a los tres años de su apertura tuvieron que cerrar el negocio.
El año de 1973 fue de gran importancia en su trayectoria musical,
pues recibieron una propuesta de grabación profesional de un disco
de larga duración por parte de Arnoldo Ramírez de Discos Falcón, en
McAllen, Texas. Aunque en esa época Julián vivía una dif ícil situación
económica, no quiso desaprovechar la oportunidad y consiguió que
Lupe Tijerina, acordeonista de Los Forasteros del Norte, participara en el
disco. Grabaron todos los temas que tenían y con el apoyo del ingeniero
204
Armando Hinojosa en la edición del disco, la primera obra de Luis y Julián
salió a la venta en ese mismo año por medio de la disquera texana Royal. Co
Internacional Inc.
Este disco se comercializó en McAllen e incluía temas como:
Pistoleros Famosos, Las tres tumbas y El bayo cara blanca. Ésta última
composición fue su primer sencillo y también su primer éxito a partir de
que la empezaron a tocar en la estación KGBT de Harlingen, Texas.
Aunque el disco no se vendía en Monterrey, El bayo cara blanca
y Pistoleros Famosos se transmitían constantemente en estaciones radio-
fónicas de la ciudad, lo que provocó que sus seguidores viajaran hasta
McAllen para conseguir la grabación. El álbum “Pistoleros famosos” tuvo
un gran impacto y sus temas han pasado a la historia como un legado de
la cultura popular del norte de México. Músicos como Carlos y José y
Los Cadetes de Linares reconocieron el talento en aquel álbum al tiempo
en que se interesaron en los corridos de Julián y decidieron grabar sus
composiciones. Todavía hoy, muchas de las canciones de aquel primer
álbum se atribuyen a otros grupos.
La popularidad de Luis y Julián en Monterrey creció, la gente los
buscaba para amenizar sus eventos y aumentaron sus ganancias. También
Carrera arística

llamaron la atención de las compañías discográficas que empezaron


a interesarse en su música. En 1974 firmaron su primer contrato con
DLV, de esta manera dio formalmente inicio su camino en la industria
musical.
A comienzos de 1975 Luis y Julián constituían un éxito en Monterrey;
sin embargo, sus nombres aún no eran reconocidos en el resto del país.
Necesitaban llevar su música a otros lugares y comenzaron una gira que los
llevó a Tijuana, Chiapas, Acapulco, Zacatecas, San Luis Potosí, Guadalajara
y otras importantes ciudades.
A pesar de su constante trabajo y muchas presentaciones, en 1975
la compañía discográfica DLV, interesada en otras propuestas musicales,
no renovó el contrato a los Garza, argumentando que “ya había pasado su
momento”. Esto no los desanimó y tomaron una oferta de Alfonso “Poncho”
Villagómez, fundador de discos del Bravo, para realizar una grabación con
trompetas, violines y guitarras. Su incursión en un nuevo género musical
tuvo una gran recepción. El disco se tituló “Me voy a donde nunca”.
205
Otras compañías discográficas con las que grabaron fueron RAMEX
y DEMI. Con la primera firmaron en 1978 un contrato por diez años y
produjeron doce discos de larga duración. Posteriormente, con DMY, en
1997 Julián grabó sus corridos narrados, otro de sus grandes éxitos
Fueron pocas las personas del ámbito musical que realmente
ayudaron a Julián y entre ellas destaca Rogelio García Rangel, quien lo
introdujo a la programación de la XETKR y lo impulsó desde 1982. También
hay que destacar a Vicente Arredondo, programador de la misma difusora,
quien transmitió durante veinte años sus canciones, y al igual que el
anterior era un admirador y amigo. Otro gran seguidor de su trabajo fue
Homero Guerrero, compositor, quien en los años ochenta le ofreció grabar
en RAMEX.
Aunque la compañía Mundo Musical registró su obra desde 1974,
una gran cantidad de intérpretes grabaron y tocaron en vivo sus canciones
de forma ilícita, como por ejemplo Las tres tumbas, uno de los corridos
más sobresalientes de Julián. Esto hizo que se acercara a la Sociedad de
Autores y Compositores para demandar los derechos de sus corridos, lo
cual consiguió.
Julián Garza tiene en su haber más de ciento cincuenta corridos que han
el viejo paulino

sido grabados por grandes personalidades de la música como Eugenia


León, que ha interpretado La venganza de María y Rocío Durcal, con
su versión de La leyenda de Chito Cano, entre muchos otros. Además ha
grabado más de ciento diez discos.
Además de compositor, trabajó como escritor en el periódico El
Mundo, como La voz de la Sultana del Norte en “Furia Musical”, en “Radio
Notas” y en la revista estadounidense Mira, escribiendo reseñas de nuevos
discos y hablando de la música norteña que se forjaba en Monterrey.
También ha incursionado en la política, en el cine y en el teatro, donde ha
participado actuando y escribiendo guiones a partir de sus corridos como
Me llevo troncos y palos gruesos y sus trabajos teatrales han sido montados
en el teatro de la ANDA (Asociación Nacional de Actores) de Monterrey.

Algunas de las canciones de Julián Garza


más reconocidas por el público
206 El bayo cara blanca, 1973, Royal Co. Internacional Inc. San
Antonio, Los Ángeles y Chicago. Música y letra por Julián Garza. Del
álbum “Pistoleros Famosos” El corrido del mismo nombre lo compuso
para agradecerles a Carlos y José la ayuda que le brindaron al empezar su
carrera. José Rodríguez le pidió que compusiera un corrido para su caballo,
el motivo de la historia.
Pistoleros famosos, 1973, Royal Co. Internacional Inc. San Antonio,
Los Ángeles y Chicago, música y letra de Julián Garza. Del álbum “Pistoleros
Famosos”. Esta obra cuenta con más de cien interpretaciones por parte de
otros grupos. Una de las últimas producciones que presentó Julián Garza de
esa canción fue en 1997, en el álbum “Diez de los mejores corridos de Julián
Garza”.
La venganza de Maria, 1997, Discos DMY, música y letra por Julián
Garza. Forma parte del álbum “Diez de los mejores corridos de Julián Garza”.
Este corrido tiene más de ciento cincuenta interpretaciones.
Tres tumbas, 1997, Discos DEMI, música y letra por Julián Garza. Del
álbum “Diez de los mejores corridos de Julián Garza”. Uno de los mejores
corridos que ha sido interpretado por más de trescientos veinte cantantes.
Julián creó una leyenda, añadiéndole detalles escuchados en voz del pueblo.
El desierto de Arizona, 1997 Discos DMY, música y letra por Julián
Carrera arística

Garza. Del álbum “Diez de los mejores corridos de Julián Garza”.


Asesino a sueldo, 1997, Discos DMY, música y letra por Julián Garza,
pertenece al álbum “Diez de los mejores corridos de Julián Garza”. La historia
está basada en un personaje de frontera llamado Generoso Garza Cano de
quien se decía mataba por dinero. En el corrido no aparecen nombres pero
el autor la reconoce como apología del personaje.
La leyenda de Chito Cano, 1999. Discos Sabinas, música y letra
por Julián Garza. Del álbum “Regalo caro”. En este disco podemos
encontrar corridos como: El caballo Careto, La leyenda de Chito Cano y
El Quemador.
El caballo Careto, 1999, Disa Records, música y letra por Julián
Garza, del álbum “Regalo caro”.
Adiós a Puente Grande, 2001, Disa Records, música y letra por Julián
Garza. Del álbum “Cabrón a la griega”.
Tienes muy poca madre, 2003, Disa Latin Music, S de R.L. de C.V.,
letra por Julián Garza, pertenece al álbum “El Viejo Paulino y su gente”
207
Deuda saldada, 2003, Disa Records, música y letra por Julián Garza,
también del álbum “El Viejo Paulino y su gente”
El mono de alambre, 2003, Disa Records, música y letra por Julián
Garza. Apareció en el álbum “El Viejo Paulino y su gente”.

Algunas de las producciones


cinematográficas más reconocidas
Las tres tumbas. En 1979 esta canción se convirtió en la primera
película de Julián Garza. El filme fue realizado en Jalisco bajo la dirección de
Alberto Mariscal y la participación de los actores Lorenzo de Monteclaro,
Norma Lazareno, Federico Villa y Narciso Busquet.
Pistoleros Famosos. En 1980 en la ciudad de Monterrey se filmó
la segunda producción inspirada en los corridos de Julián. La dirección
estuvo a cargo de José Loza y entre el elenco se encontraban Álvaro
Zermeño, Lorenzo de Monteclaro y los hermanos Fernando y Mario
Almada.
El criminal. En 1982 se convirtió en un corrido de éxito que
después dio lugar a esta película, El pata de palo, rodada en 1982 por
Orlando Tamez. Encabezada por Fernando Almada, Tito Junco, Alfredo
el viejo paulino

Gutiérrez, Willy Barrón y Leonel González.


La venganza de María. En 1983 se filmó por Orlando Tamez.
Cuenta con actuaciones de Andrés García, Sergio Goyri, Alicia Encinas,
Roberto Cañedo y Julián Garza, quien apareció en un papel de bandido.
Agapito Treviño: el bandido del cañón del Huajuco. En 1985 Julián
tuvo un espacio de espectáculos en televisión. Grabó un programa piloto que
trataba sobre el legendario personaje y participó junto a Pedro Infante Jr.
Nomás las mujeres quedan. En 1985 este corrido, además de
haberse consolidado como un éxito inolvidable, fue la primera producción
cinematográfica pagada por Julián Garza. Participaron Gregorio Cassals,
Wally Barrón, Humberto Elizondo, Armando Duarte y Roberto Cañedo.
Perro de Cadena. En 2001 se filmó la película en Unión de San
Antonio, Jalisco y fue dirigida por Fernando Durán con actuaciones
de Chis Chas, Irma Dorantes, esposa de Pedro Infante, Miguel Ángel
Rodríguez y Hugo Stiglitz.
Era cabrón el viejo. En 2001 esta canción vendió más de un millón
208
de copias y fue interpretada en más de sesenta ocasiones. Con éste corrido
Julián adquiere el sobrenombre de El Viejo Paulino. Además la canción se
convirtió en una producción cinematográfica, rodada por Planet Video
McAllen. Esta película la produjo Rolando Ramos y Asociados y contó con
las actuaciones de: Julián Garza, Fernando Almada, Luis Garza, Verónica
Aguirre, Chis Chas y apariciones especiales de los Cadetes de Linares,
Salomón Robles y sus Legendarios y Los Sementales.
el viejo paulino

Julián Garza y Lorenzo de Monteclaro


t o p o n i m i a

Aguascalientes Chihuahua
Aguascalientes. Capital y estado del norte
de México.
Argentina
China
Sudamérica.
Municipio del noreste de Nuevo León.
Arizona
Coahuila
Estados Unidos de Norteamérica.
Estado del norte de México.
Atotonilco
Colonia del Valle
Jalisco.
San Pedro Garza García, N. L.
Camargo
Corpus
Tamaulipas.
Corpus Christy, Texas.
Cantarranas
Costa Rica
Nombre ficticio para lograr la rima
del verso.* Centroamérica.

Celaya Cuernavaca
Guanajuato. Estado de Morelos.

Cerralvo Culiacán
Nuevo León. Sinaloa.

Cerro de La Mesa De una provincia de España


En el estado de Jalisco. País europeo.

Cerro de la Silla Dulces Nombres


Sierra madre oriental. Símbolo de Comunidad del Municipio de
Pesquería, N. L.
Monterrey, N. L.

Chapala Durango
Laguna del estado de Jalisco. Capital y Estado del norte de México.

Chicago El Abrevadero
Illinois, Estados Unidos de América. En el Estado de N. L.
el viejo paulino

El camino de El Tajo Falfurrias


Nombre ficticio para lograr Condado del Valle de Texas.
la rima del verso.
Florida
El cañón del Huajuco Estados Unidos de América.
Ubicado en el municipio de
Guadalupe, N. L. Golfo de California
Océano Pacífico.
El Encino
Guadalajara
Condado del Valle de Texas.
Capital de Jalisco.
El panteón de San Pablo
Guerrero
Nombre ficticio para lograr Estado del sur de México.
la rima del verso.
Hermosillo
El Pitayo
Sonora.
Nombre ficticio para lograr
la rima del verso. Houston
El Porvenir Texas.

Comunidad del municipio de Los Huixiopa


Ramones, N. L.
Sinaloa.
El Realito
Juárez
En el Cañón del Huanuco
Ciudad Juárez, Chihuahua.
El Suspiro
La Arena
Nombre ficticio para lograr
Pertenece al municipio de General
la rima del verso. Terán, Nuevo León.

El valle del Pilón La Calzada Madero


Zona citrícola de Nuevo León. Monterrey, Nuevo León.

En Bravo La cuesta de Carvajal


Alusión al municipio de En la Carretera
General Bravo, N. L. Monterrey- Saltillo

En el sur de Nuevo León La Gavia


Galeana, Dr. Arroyo, Iturbide, Nombre ficticio para lograr
Zaragoza. la rima del verso.

Espinazo del Diablo La hacienda de La Gloria


Parte de la sierra de Durango. Linares, N. L.
To p o n i m i a

La Hacienda del Muerto Linares


Comunidad del municipio de Mina, N. L. Nuevo León.

La hacienda La Enramada Los García


Los Ramones, N. L. Nombre ficticio para lograr
la rima del verso.
La Noria
Sinaloa. Los Ramones
Nuevo León.
La Petaca
Linares, N. L. Louisiana
Estados Unidos de América.
La Piedad
Michoacán. Marín
La Sierra Chiquita Nuevo León.
Parte de la sierra madre oriental en Matamoros.
el municipio de San Carlos,
Tamaulipas. Tamaulipas.

La Unión Americana Matehuala


Estados Unidos de América. San Luis Potosí.

La Villa Mazatlán
Alude a la Villa de Guadalupe, N. L. Sinaloa.

Lampazos McAllen
Municipio del norte de Nuevo León. Texas.
Laredo
Mexicali
Nuevo Laredo, Tamaulipas.**
Baja California Norte.
Las Blancas
México
Nombre ficticio para lograr
la rima del verso. Norteamérica.

Las Enramadas Mocoriba


Los Ramones, N. L. Sinaloa.

Las Palmas Mocorito


Miguel Alemán, Tamaulipas. Municipio de Sinaloa.

León Monterrey
Estado de Guanajuato. Capital de Nuevo León.
el viejo paulino

Municipio de Bravo Rancho de los Taylor


General Bravo, N. L. Texas.

Nogales Rayones (Los)


Sonora. Nuevo León.

Nueva York Reynosa


Estados Unidos de América. Tamaulipas.
Nuevo Laredo Río Bravo
Tamaulipas. Frontera con Estados Unidos
de América.
Ojuelos
Jalisco. Río Grande
Río Bravo.
Papagayos
Sierra del noreste de Nuevo León. Rusia
País. Intención de universalizar.
Parral
Chihuahua. Sabinas
Sabinas Hidalgo, Nuevo León.
Pesquería
Nuevo León. Salí de Juárez
De ciudad Juárez, Chihuahua.
Piedras Negras
Coahuila. Salitrillo
Nombre ficticio para
Pueblito de Juárez lograr la rima del verso.
Municipio de Benito Juárez, N. L.
San Antonio
Ranchería Texas.
Comunidad del municipio de Miguel
Alemán, Tamaulipas. San Carlos
Tamaulipas.
Rancherías
Comunidad del municipio de San Fernando
Villagrán, Tamaulipas. Tamaulipas.

Rancho de La Quebrada San Juan


En el estado de Durango. Comunidad del municipio de
Cadereyta Jiménez, N. L.
Rancho de Los Pelones
San Luis
Nombre ficticio para lograr
la rima del verso. San Luis Potosí.
Poética popular

San Marcos Villa de Guadalupe


Aguascalientes. Cd. Guadalupe, Nuevo León.

San Mateo Villagrán


Ejido perteneciente al municipio de Tamaulipas.
Benito Juárez, N. L.
Zacatecas
Santa Catarina
Capital y estado del mismo nombre.
Nuevo León.

Santa Cruz
Nombre ficticio para lograr
la rima del verso.

Santa Engracia
Tamaulipas.

Tamuín
San Luis Potosí.
215
Terán
General Terán, N. L.

Texas
Estados Unidos de América.

Tierra Caliente
En el estado de Michoacán.

Tijuana
Baja California Norte.

Torreón
Coahuila.

Uña de Gato
*Los nombres ficticios son un
Comunidad del municipio recurso del compositor, aunque
de Cerralvo, N. L.
pudieran existir en la geograf ía
nacional.
Venezuela
Sudamérica. **El compositor utiliza
indistintamente el nombre de
Victoria Laredo para referirse a Nuevo
Ciudad Victoria, Tamaulipas. Laredo, Tamaulipas.
el viejo paulino

Luis y Julián Garza grabando en un estudio de televisión.

216
g l o s a r i o

¡A Chihuahua a un baile! Bien mama’o


¡A chingar su madre! Completamente
ebrio; bien borracho.
¡Chiflen a su máuser!
Caguama
¡Chinguen a su madre!
Cerveza embotellada de un litro.
¡Hijos de la China Hilaria!
¡Hijos de la chingada! Calzada Madero
Avenida principal del
Allá en el once sesenta centro de Monterrey, N. L.

Kilómetro 1160 de la carretera Camino real


México-Nuevo Laredo;
también conocida como Camino principal de cualquier
Carretera Nacional. ranchería.

Altozano Cansinos
Cerro o monte de poca altura. Cansados. Lentos.

Andando bien arreglado Capitán Fantasma


Andando estimulado con drogas. También conocido como Santiago
“Jimmy” Reyes Quesada, personaje
Apaluza memorable que escapó de la cárcel
infinidad de veces entre los años
Apaloosa. Caballo de color blanco 50’s y 60’s.
con manchas o lunares redondos y
oscuros. Careto
Baleado Caballo alazán con el rostro blanco
semejando una máscara o careta.
Herido de bala.
Catán de recodo
Bastardo
Pez de río, pejelagarto.
Que degenera de su Persona sagaz.
origen o naturaleza.
CERESO
Bayo
Centro de Readaptación Social.
De color blanco amarillento.

Besana Chapo Guzmán


Tierra de labranza a Joaquín Guzmán Loera.
punto de ser sembrada.
el viejo paulino

Chavos Coyote empica’o


Niños, jóvenes. Los hijos. Individuo astuto y aficionado.

Chente Cuaco cimarrón


Vicente. Caballo salvaje.

Cherifes Cuaco
Jefe de policía de un Caballo.
distrito norteamericano.
Cuatrero
Chita Que hurta o roba ganado.Abigeo.
Francisco Monroy.
Cuerno de chivo
Chito Cano Metralleta AK-47.
Rodrigo Ángel Cano Rodríguez.
Desembuchar
Churro de mota Decir todo cuanto sabe.
Cigarrillo de marihuana.
Dilación
Cinto piteado Tardanza.
Cinto adornado con
bordados de pita. Dizque
Dicen que…

Colonia del Valle Donde aprieta no chorrea


Sector residencial privilegiado de La buena aplicación de la ley evita
San Pedro Garza García, N. L. el crimen.

Congales El Coyote Chico


Prostíbulos. Juan Cantú Molina.

Cornelio El Coyote Grande


Eufemismo para designar Juan Cantú Cantú.
al “cornudo” o esposo engañado.
El enjarre y la cal
Correderos Barro con que se recubre las paredes
Lugares por donde se del jacal para posteriormente
transita frecuentemente. pintarse de blanco con cal.

Corridos pesados El finado


Corridos sobre narcotraficantes. El muerto. El difunto.

Coscolina El Güero Palma


Mujer descocada. Héctor Luis “El Güero” Palma Salazar.
Glosario

El llamador Guacal
El gatillo del arma. Huacal. La estructura de maderas
que sostienen el jacal.
El mojarra
Persona que cruza ilegalmente la Guaje
frontera (regularmente por el Calabazo ancho para llevar agua.
Río Bravo) hacia Estados Unidos de
Norteamérica. Sinónimo de “mojado”.
Guardarraya
El pitarra Frontera, límite.
El soplón, traidor, denunciante.
Guasanga
El quinto patio Ruido de muchas voces,
Bar de Cerralvo, Nuevo León. Alboroto, Algarabía.

El sancho, Sánchez Güila


Alusión que se hace del amante. Huila. Débil, tullida. Mujer de
espíritu frágil. Prostituta.
El Zorro
El nombre de El Zorro fue Huevones
Jesús Arredondo Moya. (1973). Flojos.

En sus barbas Horcón de en medio


En su cara. En su presencia. Madero horqueta que sostiene
el techo de un jacal.
Fuereño
Que no es originario del lugar. Jabalines
Jabalíes.
Fuistes
Fuiste. Jiloteando
Cuando la mazorca tierna del maíz
Fuste comienza a mostrar sus barbas o
Armazón de la silla de montar. cabellos.

Garbo Jovero
Gallardía. Hovero. Overo.
Caballo de color amarillento.
Gatillero
Experto en el disparo de armas de La Acordada
fuego. Asesino a sueldo. Cuerpo policial establecido
en México en el siglo XVIII para
Gresca aprehender y juzgar a los salteadores.
Policía rural.
Riña.
el viejo paulino

La Expo Le gusta el trote del macho


Exposición ganadera y artesanal No desagradarle una cosa aunque
que se desarrolla anualmente en no sea moralmente muy aceptable.
Guadalupe, N. L. Prostituta. Coscolina.

La federal Le pusiera el dedo


Policía Judicial Federal. Policía Lo señalara ante la ley.
Federal Preventiva. Lo traicionara.

La majada Licho Cano


Lugar donde de noche se recogen el Felícitos Cano Guajardo.
ganado y los pastores.
Lo venadeó
La Petaca Lo cazó como a un venado.
Comunidad de Linares, N. L.
famosa por la práctica de brujería. Los Cadetes de Linares
Dueto de música norteña integrado
La seca por Homero Guerrero de la Cerda ( )
La sequía. y Guadalupe “Lupe” Tijerina.

La Sultana Los Corrales


A la Cd. de Monterrey, N. L. se le Centros de baile de música regional
conoce como La Sultana del Norte. norteña en Monterrey y Guadalupe,
N. L.
Lares
Lugares. Los Coyonquis
Banda de música sinaloense.
Las arciones
Arzón delantero de la silla de Los federales
montar. Lugar de donde cuelga el Los militares o soldados.
estribo.
Los gringos
Las mordidas
Norteamericanos.
Pago indebido que se hace para
pasar por alto una acción ilegal.
Los guachos
Le bufan al mono Soldados.
Le tienen miedo.
Los güeros
Le di pa’ bajo a Sanjuana Norteamericanos.
Asesiné a Sanjuana.
Los Intocables
Le dio el tirón
Grupo de música regional norteña
Le ayudó. del Pacífico mexicano.
Glosario

Los pelones Muchas queridas tenía


Los soldados. Muchas amantes tenía.

Los tientos Narco


Correa que se ubica en la parte Narcotraficante.
trasera de la silla y sirve para atar
la cobija.
No soy atravesa’o
Mala levadura No soy atrabancado. No soy atrevido;
no soy valiente.
Mala fe. Malvada.
Pa’ los trompos son las cuerdas
Matrero
Para un valiente, otro de más valor
Engañoso o astuto.
Pela’o
Máuser
Regionalismo que define al hombre
Fusil de repetición. sin diferenciar sus cualidades.

Mayo Perder el cuero


Ismael o Mario. Morir.

Me colé Piafó
Me pasé, me crucé. Cuando un caballo alza la mano y la
deja caer de golpe en el mismo lugar
Me lo quiebro de donde la levantó.
Lo asesino; lo mato.
Pochita
Meterlos al tanque Mujer nacida y criada en Texas de
Apresarlos. origen mexicano.

Mi troca Lobo del año Polvadera


Mi camioneta nueva de marca y Polvareda.
modelo Ford Lobo.
Por el camino del fierro
Mojarra tanatera Por las vías del ferrocarril.
Pez escurridizo.
Individuo dif ícil de atrapar. Pregonaba
Hacía notar.
Morir en la raya
Morir con valentía. Puente Grande
Prisión de alta seguridad en el estado
Mota de Jalisco.
Marihuana.
el viejo paulino

Rastrojo También sé que unos marranos


Residuo de las cañas de maíz. Alusión al grupo de música regional
de Ricardo Robles y la Revolución del
Remuda Norte cuyos integrantes son obesos.
Cambio de caballo.
Tenamaztes
Rinches Tenamaxtles.
Fogón formado por tres piedras.
Rangers. Policía rural
del estado de Texas.
Tololoche
Ruca Contrabajo.
Mujer. Vieja. Novia. Esposa.
Traigo las cabras cortadas
Rurales Traigo las cabras perdidas, dispersas.
Cuerpo de policía que presta
importantes servicios en el campo de Troca
algunos estados de México. Camioneta.
Sacar los fierros Un chota
Sacar las armas.
Un policía.
Sacarme del bote
Un día le den la cara
Sacarme de la cárcel.
Un día lo enfrenten.
Se metió dos pericazos
Unos batos
Se metió dos dosis de cocaína.
Unos tipos. Unos individuos.
Sobraron muchos sombreros
Vayan sacando el perico
(o gorros)
Vayan sacando la cocaína.
Hubo muchos muertos.
Venada lampareada
Sonó el treinta de quijada
Mujer de bajos escrúpulos y muy
Sonó la carabina calibre 30-30, que reconocida. Muy jugada. Muy
corta cartucho con una palanca en manoseada.
la parte inferior del arma.
Villistas
Sotrozeo
Seguidores y partidarios
De sotrozo. Ruido que se genera en el de Francisco Villa.
pasador que asegura que la rueda de
la carreta no salga de su eje. Volando la hilacha
Talegas Contonearse mucho una mujer y
mover exageradamente los vuelos de
Sacos o bolsas. la falda. Echar una cana al aire.
Glosario

Y nos halló en la maroma


Nos sorprendió.

Yegua zaina
Yegua de color castaño oscuro.

Zarzales
Lugar de hierbas pegajosas.
el viejo paulino

Reynaldo Martínez “El Gallero”, Lalo Mora y Julián Garza


í n d i c e
p o r v e r s o

¡Ah! qué suerte tan negada / la de este pobre pastor… 175


-¿A dónde vas Feliciano? / te veo muy encabronado… 116
A ese rancho ganadero / que está al pie de la montaña… 190
A la vuelta de la esquina / se puede hallar la traición… 109
A las orillas del río / lavaba ropa Rosita… 129
A mí no me hablen de trailer´s / porque en un trailer nací… 95
Abandonaron su tierra, / un pueblito de Durango… 73
Abre la puerta, Nabor, / yo soy Luciano El Mapache… 90
Al compás del acordeón, / bajo sexto y la tambora… 56
Al escuchar mi corrido, / que no se pierda la calma… 57
Al pie de la cordillera / habita un niño increíble… 86
Al rededor de una hoguera / al pie de la sierra… 61
Allá en una vieja hacienda / por el sur de Nuevo León… 145
Anda borracho el pela’o / porque su mujer no lo ama… 35
Ando buscando un billete, / pero no de lotería… 39
Aquí les traigo un corrido / no lo tomen por ofensa… 181
Aunque yo no soy un viejo / te voy a dar un consejo… 154
Bonita la milpa aquella / ya tiene el maíz jiloteando… 187
Botas de avestruz, sombrero texano, /....
camisa vaquera, el cinto piteado… 49
Buenos días, señores, / ¿cómo están ustedes?... 80
Buenos días, señores, / ¿cómo están ustedes?(VE)... 81
Buscando mejores aires / y cambiar mi situación… 79
Cipriano Martínez, le canto un corrido,....
/ con mucho cariño por ser decidido… 53
Colgada con una cuerda / de una viga del granero… 170
Como quien caza un venado / mataron a Ruvalcaba… 105
¿Cómo te fue en la redada, / Capitán Pablo del Toro?... 52
el viejo paulino

Con la banda Los Coyonquis / yo me quiero emborrachar… 37


Con lágrimas en los ojos / que salen de muy adentro… 148
Con un pajarillo te mandé una carta, /....
para que te enteres que soy infeliz… 84
Conforme voy caminando /....
voy olvidando tu mal proceder… 32
Cuando llegó a Nuevo León / nadie creyó en El Careto… 66
Cuando salí de mi tierra / de nadie me despedí… 71
Cuatro reos se fugaron / de Reynosa, Tamaulipas… 113
De la cárcel de Victoria / donde estaba sentenciado… 119
De Mc Allen procedía / con parque y armas de fuego… 42
De qué presumes, no tienes nada /....
ya estás quemada en la región… 196
Del rancho de La Quebrada / de ahí se vino José… 123
Demetrio le dice a Lola: / -vengo a llevarte a mi lado… 59
Dicen que fue río abajo, / por el camino de El Tajo… 171
El cáncer de mis pulmones / se acrecienta sin remedio… 96
El contrabando más grande, del siglo, /....
lo pasaron por Laredo… 70
El corrido se mantiene / en el gusto de la gente… 138
El día once de enero / del año noventa y seis… 36
El día que te conocí / por tu amor yo me perdí… 106
El miedo ni lo conozco / por algo soy Comandante… 112
En ese camino real, / que cruza por los potreros… 62
En la cruz del Altozano / yo vi llorar un anciano… 130
En las parrandas, mujeres y canciones /....
paso mi vida gozando sin parar… 150
En un cañón de la sierra / hay un rancho en el olvido… 158
En un jardín del camino / una rosa me encontré… 125
En un salón de barriada / murió Francisco Almaraz… 153
En Villa de Guadalupe / nació Agapito Treviño… 34
Entre la inmensa maraña / hay una vieja cabaña… 78
Entre las patas de los caballos /....
Alfredo Razo perdió la vida… 99
Era hermosa, con ojos de cielo/ muy largo su pelo… 102
Era mujer muy hermosa / nativa de Santa Rosa… 137
Índice por verso

Era perro, de cadena, / además traía la rabia… 160


Eran hermanos y fueron valientes /....
todos murieron con resolución… 189
Es el Pitarra más listo / de Laredo hasta Nogales… 89
Es muy triste esta vida que llevo / ....
en espera de tu compasión… 167
Es muy triste lo que veo / por todos esos lugares… 156
Escuche bien el corrido / en donde quiera que sea… 54
Ese pueblito de China / y pueblos alrededor… 103
Esta es la cumbia de un tartamudo / ....
cuando se asusta quiere llorar… 178
Estaba nublado el día / olía a tierra mojada… 63
Estaban los dos amigos, / los dos caballos también… 83
Estaban velando un muerto / en la hacienda La Enramada… 101
Estando en Aguascalientes / fui a visitar a un amigo… 185
Fue por ese litoral / del Golfo de California… 122
Ha regresado a este pueblo / Jesús, el pata de palo… 85
Hambre, miseria y martirio / era todo lo que había… 165
Hay lágrimas en los ojos / tristeza en el barrio entero… 98
Hijos de la China Hilaria / ábranse que vengo herido… 108
Hoy que la suerte me da la espalda /....
hoy que se ensaña y me trata mal… 197
Hoy quiero gritarle al mundo / que soy infeliz… 176
Juana Collares la llaman / por su collar de diamantes… 110
La desgracia la traigo en el alma / ....
como sombra la llevo entre mí… 169
La historia del contrabando / es grande y no tiene fin… 118
La ingrata ya regresó / era lo más natural… 166
La luna ya va saliendo, la luna, / más alta la quiero ver… 146
La sierra de Sinaloa / testigo fue de su muerte… 29
Las cuerdas de un instrumento / ....
se oyen por México entero… 93
Le apodaron El Cantinflas / a ese caballo andaluz… 68
Leandro Doria se llamaba / nativo de Ranchería… 91
Llegaron tres muchachitos / hasta un ranchito de Texas… 64
Llegó Cayetano al baile / y alegre les pega un grito… 180
el viejo paulino

Llegó corriendo Tiburcio / con el sombrero en la mano… 128


Llegó un fuereño a Camargo / al paso de su montura… 75
Lo que les digo es muy cierto / no es ninguna fantasía… 28
Lo que siempre ha sucedido / aquí volvió a suceder… 30
Lo vi llegar una tarde / a la cantina del pueblo… 45
Los buenos se van primero / y siempre mueren de frente… 51
Los pistoleros famosos / como lo dice el corrido… 107
Me puse a hacer un corrido, / que todos lo cantarán… 43
Me trajeron cuatro ranas / de colores negro y verde… 136
Me vinieron a contar, / a mi celda de castigo… 41
Me vinieron con el chisme /....
que allá, en la Hacienda del Muerto… 74
Mientras me llega la hora / por caminos y veredas… 149
Muchas historias de antaño / han quedado en el olvido… 124
Mujer ingrata no me desprecies /....
no me desprecies con tus amores… 152
Muy triste cantan los gallos / se oye el aullido de un perro… 139
No cueces bien los frijoles / tu sopa parece engrudo… 188
No es fábula lo que canto / ni lo que van a escuchar… 67
No luches contra la ley, / Marcelo le dijo a Sabas… 55
No te agüites, compañero, / te veo muy desmejorado… 157
Otra vez a la cantina / a tomar copas de vino… 159
Oye paisano la historia / que triste vengo a cantar… 200
Para qué voy a negarlo / me duele que te hayas ido… 164
Para ser arrendador / hay que tener pantalones… 27
Partieron del Río Bravo / salieron rumbo a Victoria… 141
Pepito tenía un caballo / que nomás él lo montaba… 46
Planeaban las avionetas / por las tierras de Atanasio… 161
Pongan oreja, señores, / a esta triste melodía… 163
Por esos caminos reales / de mi Nuevo León querido… 111
Por la barranca del río / se escuchaba el sotrozeo… 191
Por la vereda, que baja al río, / se oye una alegre tonada… 31
Por las márgenes del río, / de Reynosa hasta Laredo… 162
Porque le temo al trabajo; / pero me gusta el relajo… 140
Presidio de Mazatlán / a las tres de la mañana… 114
Puerto de Nuevo Laredo / año del setenta y dos… 69
Índice por verso

Qué dolor me hace garras el pecho /....


qué tristeza me cargo en el alma… 104
-¿Qué le servimos, amigo ?/ yo soy aquí el cantinero… 131
Que te ha ido de perlas, platicas, / mucho gusto… 151
Que te voy a ir a rogar / de rodillas a implorar… 155
Qué triste ha de ser morir desarmado /....
todo eso hay que ver y andar preparado… 48
Quiero asistir a ese baile, / dijo la hermosa María… 133
Quiero tomarme unas copas, /.que vengan unas tras otras… 168
Retumban a ras del suelo / los cascos de ese caballo… 134
Retumban los nubarrones / como tambores de guerra… 126
Revoloteaban los buitres / en la puerta del potrero… 60
Rosita de la frontera / le dicen a esa mujer… 174
Salieron de madrugada / se oía el cantar de los gallos… 192
Se encontró el manco Fernando / a Jesús, pata de palo… 77
Se está cayendo el jacal, / donde la ingrata vivió… 177
Se marchitaron las flores / que te iba a llevar ayer… 38
Se oye por ahí la tonada, / la tonada, de un corrido… 65
Soy arriero de huarache / pero también soy humano… 195
También de los ranchos bajan / así lo dice el refrán… 182
Te dejaré de amar / pero no te olvidaré… 183
Todo empezó en la cantina / un veinticinco de mayo… 173
Todo lo que empieza acaba / y lo nuestro se acabó… 184
Toqué las puertas del cielo / no me quisieron abrir… 40
Traigo el alma entristecida, /....
no hay tequila que me cuadre… 186
Traigo un consejo pa’ que lo escuchen /....
y se lo embuchen con atención… 92
Tratándose de caballos / voy a cantar un corrido… 88
Un estruendo terrible formaron /....
al llegar al humilde lugar… 82
Un penacho de nubes greñudas /....
han cubierto la cima del cerro… 147
Un viejito solitario / fue al estado de Guerrero… 135
Una mentada de madre, / con voz muy aguardentosa… 179
Una noche caminando / en la feria de San Luis… 121
el viejo paulino

Una tormenta hay para el oriente /....


se ve el destello de una centella… 193
Una vieja y un viejito: / doña Chole y don Fabián… 94
-Usted dirá, General, / pa’ los trompos son las cuerdas… 44
Venía bajando del cerro / en su cuaco cimarrón… 100
Vinieron de Culiacán / los cuatro hermanos Quintero… 127
Voy a buscar a la Güera / que se fue para Jalisco… 115
Voy a cantar un corrido / de un humilde trovador… 132
Voy a cantar un corrido / que traigo dentro del alma… 143
Voy a contar una historia, / que no la van a creer… 172
Voy a mandarte una carta / toda manchada de sangre… 120
Voy a pulsar mi guitarra / para decir lo que siento… 87
Voy a tratar de olvidarte / en los brazos de otro amor… 194
Voy a ver a Lucerito / a la hacienda de Dolores… 142
Ya la barca se va hundiendo / ya no quiere navegar… 117
Ya no he llorado por ti / porque ya me resigné… 198
Ya no me importa lo que hagas / ni lo que dejes de hacer… 144
Ya no volvió el pajarito / que cantaba tan bonito… 199
Ya se acerca la hora y el día / ....
en que irás con el otro al altar… 47
Ya se nos fue Baldomero, / lo mataron a traición… 72
Yo nací en una cantina / a la orilla de la barra… 50
Yo quiero que este corrido / llegue a todos los lugares… 58
Yo sé que no es novedad / ya todo el mundo lo sabe… 33
Yo soy el hijo del viejo, / que viene de Nueva York… 76
Yo soy Pancho Ruvalcaba, / aquél que no imaginaba… 97
a l g u n o s d i s c o s
f a m o s o s
el viejo paulino
Discos

Luis y Julián cantan las favoritas de Mike Laure,


Luis y Julián, 1980 VIZA Records
el viejo paulino

Los mejores corridos con Luis y Julián,


Luis y Julián, Discos dlv
Discos

Pistoleros famosos
Julián y José Luis, 1973 Royal Co. Internacional
el viejo paulino

Luis y Julián,
Luis y Julián, Discos dlv 281
Discos

Luis y Julián,
Luis y Julián, Discos dlv 233
el viejo paulino

Luis y Julián,
Luis y Julián, Discos dlv 204
Poética popular

Luis y Julián,
Luis y Julián, Discos dlv 146
el viejo paulino

Las voces del corrido, Luis y Julián


Luis y Julián, Discos dlv
El Viejo Paulino:
poética popular de Julián Garza
se terminó de imprimir en agosto de 2006, en los talleres
de Gráfica, Creatividad y Diseño, S.A. de C.V.
Para los interiores se utilizó papel Bond ahuesado de
90 gr. y Couché semimate de 250 gr. para los forros.
En su composición se utilizaron tipos
de la familia Warnock Pro.

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