Antropología I
Antropología I
Antropología I
Curso 2019/2020
1. El genoma:
a. Los genes.
b. El funcionamiento del ADN.
2. El cerebro:
a. La estructura cerebral y las neuronas.
b. La actividad integrada del conjunto.
c. El enigma cuerpo-mente.
3. El lenguaje:
a. Hipótesis sobre el origen.
b. Rasgos básicos y específicos.
c. Funciones vitales del lenguaje humano.
1
TEMA 4. EL ANIMAL SIMBÓLICO: LA COMUNICACIÓN.
2
TEMA 1. PRESENTACIÓN DE LA ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA.
3
encasillado en una naturaleza concreta, sino que tiene la capacidad de abrirse a muchas posibilidades
distintas. El ser humano es libre gracias a las estructuras psicofísicas que ha ido evolucionando.
Freud decía en su introducción al psicoanálisis que los seres humanos hemos recibido tres
grandes golpes simbólicos a lo largo de la historia que nos han hecho reducir nuestra visión
antropocentrista de la realidad. El primero fue el descubrimiento de la teoría heliocentrista de Copérnico
frente al geocentrismo: el segundo gran golpe lo proporcionó Darwin con su teoría del origen de las
especies, haciéndonos entender que nosotros también somos animales; el tercer golpe es la propia teoría
psicoanalítica de Freud en la que se defiende que lo inconsciente tiene mucho más peso que la
consciencia, y desde el punto de visa de ubicación en nuestra propia consciencia no somos dueños de
nada.
Los griegos nos clasificaban como seres poderosos. Todo esto que nos hace diferentes es el
poder. Sin embargo, debemos ser también conscientes de nuestros límites.
Arthur Koestler realizó un ensayo acerca de la teoría de Paul McLean que defiende que las tres
partes en las que se divide el cerebro no encajan entre ellas, dando lugar a un carácter irracional que es
el causante de la liberación de impulsos violentos. Estas tres partes son el nivel cerebral reptiliano, que
regula los impulsos y elementos básicos de supervivencia, es el primer núcleo cerebral; en un segundo
lugar está el nivel cerebral mamífero, que permite que los procesos de supervivencia básicos regulados
por el cerebro reptiliano interactúen con elementos del mundo externo, por ello, gobierna nuestros
afectos y aspectos emocionales; en último lugar el nivel cerebral neomamífero, este solo se encuentra
presente en primates y en seres humanos, y corresponde a al inteligencia o a la interpretación elaborada
del mundo inmediato.
¿Hay conflicto entre la necesidad y la libertad? Existe una condición a la hora de actuar con
libertad, pero a la vez esta capacidad de actuar más o menos libre retroactúa sobre esas condiciones
biológicas, ahí construimos un nuevo complejo de elementos.
4
Teniendo todo esto en cuenta, podríamos clasificar la antropología en:
Antropología física: incluye primatología, paleontología, genética… etc. Es la antropología
dedicada al estudio de las disciplinas que corresponden al componente biológico del ser
humano.
Antropología social: incluye sociología, estudio de instituciones, signos o símbolos, historia de
las creencias ...etc. En resumen, estudia la forma en la que los humanos se han unido y
codificado su experiencia para entender su propia realidad.
La antropología filosófica trata de combinar ambas antropologías. Que escuche a las ciencias e
intente reflejar lo real mediante conceptos, enunciados racionales lógicos, consistentes y
contrastados.
Podemos diferencias varios modelos de comprensión de la vida humana que se van sucediendo
a lo largo de la historia.
En una segunda clasificación, más predominante en la Edad Media y Moderna, se pone el acento
en los aspectos subjetivos de la realidad, es decir, se dice que lo característico de los seres humanos no
es que pertenecemos a un universo, sino que tenemos algo que nos diferencia, da importancia la
conciencia personal. En sentido religioso, el alma; en sentido moral, la libertad. Ya no se habla de la ley
cósmica, sino de ley ética o política que creamos nosotros mismos. Destacan en este periodo autores
como Santo Tomás de Aquino, Pascal, Sartre o Nietzsche, todos los que subrayan que no tenemos
dependencia de la experiencia, sino capacidad de acción libre.
5. Ejemplos históricos.
Platón es un claro ejemplo de espiritualismo. Es un dualista, divide el ser humano en cuerpo -
caracterizado por ser sensible, imperfecto, cambiante y perecedero- y alma -inteligible, perfecta,
5
inmutable y eterna-, dándole un sentido peyorativo al primero: «El cuerpo es la cárcel del alma». Para
Platón, existe el mundo de las Ideas y el mundo material. Los objetos del mundo material son
participaciones del mundo de las Ideas. El Demiurgo ordena la materia según el modelo del mundo
inteligible, de esta manera crea distintos tipos de alma: racional-gobernantes, irascible-soldados y
concupiscible-campesinos/artesanos. El orden natural o cósmico determina la antropología, y esta, a su
vez, la ética y la político.
Aristóteles rompe con el dualismo. El alma pasa a ser perecedera, y el cuerpo y ella dimensiones
recíprocas. Tiene una concepción hiloformista del ser humano, que no está divido en dos partes
diferentes, sino que ambas conforman una misma sustancia.
Para Aristóteles, somos ciudadanos de la polis, y eso nos hace humanos. No existe una razón
que determine el orden social, sino que políticamente son los hombres los que deciden. La antropología
no tiene un valor normativo, sino que es mucho más abierta que la de Platón.
Feuerbach posee una concepción de la vida humana que encaja con la tercera clasificación. Para
este autor la teología debe ser eliminada y sustituida por la antropología.
La obra de Feuerbach es una crítica a Hegel. Según la doctrina de Hegel, «solo lo racional es lo
verdadero y real». En respuesta a esto, Feuerbach afirmó que «el hombre es la medida de la razón». Con
esto, se abandona el patrón logocéntrico, pues ya no es la razón la medida de nuestra comprensión y
actuación, sino que es el hombre el que genera cualquier forma de racionalidad. Teniendo esto en cuenta,
los dioses no son más que proyecciones que los seres humanos hacemos.
Lo primero para Feuerbach es nuestra base orgánica. A partir de nuestros rasgos biológicos
pasamos a hablar de inteligencia, de l mente. Lo inteligible, entonces, es fruto de lo sensible.
Otra de sus frases «quiero, luego existo» puede resumir su pensamiento. Existe un instinto de
felicidad, de libertad; es un orden dictado por nuestra condición psicofísica. Esta teoría, sin embargo, no
es determinista, pues si bien Feuerbach afirma que existe cierto condicionamientos, admite la libertad.
La historia de la vida tiene un proceso muy largo y complejo que probablemente empezó hace
unos 3800 millones de años, cuando aparecen las primeras células bacterianas en un planeta que posee
unos 4500 millones de años de antigüedad. Solo situándola en este contexto astrofísico y biológico
entenderemos la vida humana.
6
Los elementos fundamentales en términos moleculares de los seres vivos son el oxígeno, el
carbono, el hidrógeno, el nitrógeno, el calcio y el fósforo. La combinación de estos elementos da lugar a
la constitución de proteínas, y los distintos tipos de proteínas, da a su vez lugar a varios tipos de
aminoácidos. Toda esa combinatoria constituye los ingredientes básicos del ser vivo: el ADN o el ARN
entre otros.
Lo único que podemos afirmar con seguridad es que todos los seres vivos proceden del mismo
microorganismo inicial basado en la química del carbono y, por extensión, en un ADN que ha sido el
código capaz de autorreplicarse para transmitir esa información bajo diferentes expresiones. En un
principio había bacterias originarias llamadas procariotas, que no poseían ni orgánulos diferenciados ni
núcleo, Después aparecieron bacterias que se alimentaban de luz y que dieron lugar a una producción
masiva de oxígeno, cambiando así la composición inicial de la atmósfera.
Hace unos 2000 millones de año aparecieron las primeras células eucariotas, células complejas
con núcleo probablemente formadas a partir del proceso de simbiosis. Aumentó así la complejidad de la
vida, pues se empezó a permitir la reproducción sexual, que diversificó mucho más la vida al combinar
elementos masculinos con elementos femeninos. Y es entonces cuando aparecen las mitocondrias en el
núcleo celular o los cloroplastos en la vegetación.
Hace unos 900 millones de años aparecieron los primeros seres pluricelulares, y, doscientos
millones de años después, los primeros animales. Los animales son seres pluricelulares capaces de
reproducirse que están en continua interacción con el medio para perpetuar su descendencia. Es aquí
cuando se produce una diversificación celular extraordinaria. Los seres humanos tienen unos 10 billones
de células, de gran cantidad de tipos distintos además de 1000 tipos de formas de captar elementos
externos a la célula.
Los seres vivos modifican sustantivamente el medio, siendo está la base de la teoría Gaia
defendida por J. Lovelock, que es un modelos interpretativo sobre la biosfera que sostiene que la vida
fomenta y mantiene unas condiciones adecuadas para sí misma, afectando al entorno, como un agente
regulador de las condiciones ambientales que favorece la vida.
Siempre se piensa que la historia de la vida es una historia de competencia, y de ahí la idea de
selección natural que vertebra la teoría darwiniana → el más fuerte, hábil o mejor adaptado se reproduce.
Sin duda hay criba, pero también hay cooperación en la historia de la vida, suma de habilidades, infinidad
de mecanismos colaborativos tanto a nivel micro como macroscópico sin que nada esté prefijado.
A lo largo de la historia ha existido una gran cantidad de patrones de generación de vida, pero
también a lo largo de la vida, han ido desapareciendo grandes porcentajes de seres vivos. Ha habido cinco
extinciones masivas y estamos viviendo ahora la sexta; se extinguen al día una media de 100 especies.
Más del 98% de los seres vivos que han existido han desaparecido, han durado de media entre 1 y 2
millones de años.
Dentro del ámbito animal, en las últimas décadas se han descubierto elementos comunes sobre
la estructura de las células cuando se juntan para formas tejidos. Los genes Hox, por ejemplo, son
fundamentales, pues establecen cómo se van a construir los cuerpos ensamblando células además de
determinar nuestra bilateralidad. Estos genes son comunes a distintas especies, aunque existe un patrón
amplio en la organización de los cuerpos en distintos tipos de animales.
Finalmente, podemos concluir con que la evolución consiste en la éxito reproductivo. Esta puede
clasificarse tanto como una estrategia reproductiva que consista en reproducir muchos individuos, u otra
7
que trate de reproducir menor cantidad de individuos, pero más complejos y sofisticados en relación con
el medio. No obstante, dentro de los límites de cada especie se pueden «combinar» ambas estrategias.
a. Semejanzas.
Los humanos debemos situarnos dentro del grupo taxonómico de los homínidos. En el proceso
evolutivo que da lugar a los homínidos y de los homínidos se derivan las tipologías que más nos suenan:
orangutanes, de los cuales nos separamos hace 10 millones de años; gorilas, chimpancés o bonobos. Y,
por último, humanos. Debemos entender nuestros parentesco filogenético con estos cuatro grandes
tipos más próximos.
Algunos de los rasgos anatómico-fisiológicos que nos caracterizan son comunes, como por
ejemplo el bipedismo (pueden erguirse sobre las dos extremidades inferiores), el que tengan un parto
similar al humano, el pulgar oponible al resto de dedos o el uso coordinado de la visión y la audición.
Los primates son seres dotados de cierta capacidad culturar. Tienen una enorme inteligencia.
Son capaces de construir y utilizar herramientas básicas. De hecho, distintas especies de primates en
diferentes partes del mundo tienen habilidades específicas. Con lo cual, podríamos hablar de que poseen
una cierta noción de cultura, algo así como una protocultura, en el sentido de «algo adquirido, no innato».
En Costa de Marfil se han observado que algunas especies usan piedras para romper cáscaras de frutos o
en Cameroon usan bastones para introducir en los termideros. Estas herramientas, conocimientos, esta
protocultura, se transmite de generación en generación por imitación.
Siguiendo en el plano social son capaces de coordinarse dentro de un grupo para realizar
distintas actividades como puede ser crear planes de acción en las partidas de caza con un papel distinto
para cada animal.
Frans de Waal, en su obre Primates y filósofos, investiga los componentes éticos y políticos de la
vida de estos primates. La tesis que defiende en la obra es que hay muchas formas rudimentarias de
moralidad y comportamiento político en estos primates. Entre estas conductas se encuentra el duelo
ante la muerte, el reconocimiento de las emociones de sus compañeros, la capacidad para resolver
conflictos o la creación de alianzas internas.
Pues lo primates poseen sociedades muy jerarquizadas en las que está la figura del macho
dominante que tiene a su hembra dominante más otras secundarias, además de haber diferencias
sociales con sus derechos y sus obligaciones.
Algunos autores han señalado también que los primates son capaces de comprender el principio
de causalidad, es decir, que tienen capacidad lógica para proyectar ciertos efectos a partir de ciertas
causas. Así se explica la gran capacidad de anticipación que poseen en muchas facetas de la vida.
Además, en lo que al manejo del lenguaje se refiere, los primates pueden combinar signos y
transmitir información. El ejemplo de Coco, una joven chimpancé capaz de manejar alrededor de mil
signos diferentes para comunicarse con sus cuidadores es una muestra de ello. Esta chimpancé fue capaz
incluso de crear nuevos signos cuando combinó el de «pulsera» y el de «dedo» para referiré a un anillo.
En conclusión, los primates son animales muy complejos cuyos rasgos hemos heredado.
b. Diferencias.
A pesar del gran número de semejanzas que existen entre los primates y lo seres humanos,
también podemos encontrar numerosas diferencias.
8
Para empezar, la inteligencia del primate no es autorreflexiva, no saben que piensan y, por tanto,
no pueden analizar sus capacidades, no tienen capacidad autocrítica.
En el ámbito del lenguaje, no tienen la capacidad simbólica que a los seres humanos nos permite
construir diferentes niveles semánticos. Pueden expresar cómo se sienten, informaciones, pero no
pueden construir significados de segundo nivel como usar la ironía o bromear, y, por lo tanto, tampoco
pueden crear mundos simbólicos.
Los seres humanos tenemos una capacidad connotativa que los primates no disponen, somos
capaces de enviar informaciones colaterales junto a la información principal. Ellos no tienen narraciones
de largo alcance, no pueden generar formas de religión o arte, o inventar historias entre otros.
Además, son incapaces de tener una idea de algo que no existe, es decir, no puede imaginarse
situaciones ni objetos.
Los primates perciben realidades distintas e individuales en función de su relación con ellas, pero
no las pueden totalizar.
Otra diferencia más es que los primates no pueden ensimismarse, no tienen capacidad de
introspección de tener consciencia del yo, o como también se le llama «autoconciencia»
Como podemos comprobar, existen diferencias insalvables entre los primates y nosotros.
Dentro de este grupo, existen distintos tipos: los Australopitecus robustos (los más corpulentos)
y los Australopitecus Gracilis (más esbeltos y estilizados). De estos segundos se dan también distintas
variantes, de una de las cuales se formó la línea evolutiva más importante, en la cual encaja por ejemplo
la famosa Lucy. Esa rama es la que nos emparenta con el Homo Habilis.
El Homo Habilis, la primera variante del género homo que dominaba el tratamiento tecnificado
de la piedra, podemos datarlos hace dos millones de años. La capacidad craneal de los Homo Habilis era
de unos 750 cm cúbicos. Entre las características de esta especie se encuentran una capacidad social
notable para repartirse el trabajo, el alimento o actividades en general, y formas básicas de hominización.
Hace aproximadamente un millón y medio de años, apareció el Homo Erectus, que tenía una
capacidad craneal de 1000 cm cúbicos que se caracterizaba por fabricar herramientas más complejas.
Además, tenían mayores fuentes de alimentación (practicaban el canibalismo de forma regular), y es
probable que controlasen el fuego.
9
a pesar de que el Neandertal contaba con cierta inteligencia y capacidad física y craneal, no era capaz de
coordinarse. Aun así, se ha descubierto que los Sapiens y los Neandertales se mezclaban genéticamente,
por lo que parte de nuestro ADN contiene genes propios de los Neandertales. Del mismo modo, cuando
los sapiens alcanzaron Asia oriental, se entrecruzaron con los erectus locales, de manera que chinos y
coreanos son una mezcla de sapiens y erectus.
Los Homo Sapiens hicieron cosas que nunca antes se habían hecho, como crear adornos. Es
decir, tenían una inteligencia de segundo grado, que consiste en hacer algo superfluo, no utilitario, y
dotarlo de significado, así́ como herramientas extraordinarias (arpones, etc.)
Hace unos 40.000 años surgió el lenguaje articulado primitivo que nos caracteriza. Además, los
Sapiens llegaron a Australia; hoy día, se desconoce cómo fue posible que lo hicieran.
J. Diamond, en su obra Armas, gérmenes, acero explica el paso del Paleolítico al Neolítico. Si bien
en el Paleolítico el ser humano ya contaba con una capacidad artística extraordinaria, en el Neolítico se
forman sociedades más complejas, se llevan a cabo los primeros procesos de domesticación de animales,
sedentarismo, etc.
Yural N. Harari defiende en Homo Sapiens la hipótesis para entender la revolución Neolítica de
que los Sapiens construyen ficciones que permiten reunir a individuos para llevar a cabo proyectos
sociales, políticos, gracias a su capacidad de coordinación. Así, se formaron las grandes poblaciones
sedentarias y las primeras estructuras políticas, todo con una gran fuerza simbólica. La segunda hipótesis
que incluye en su obra es que el paso del Paleolítico al Neolítico fue una pérdida de calidad de vida, pues
en el Paleolítico existían unas estructuras sociales horizontales una buena alimentación, un menor
número de enfermedades, menos trabajo... Con el paso al Neolítico el ser humano pasa a estar
“esclavizado” por la tierra, el trabajo, los impuestos que llegarán posteriormente, un mayor número de
infecciones... Es cierto que el Neolítico trajo consigo realizaciones buenas, pero eran buenas para la élite.
La evolución humana no ha sido una evolución lineal, sino que hay distintas ramas, formas de
vida complejas. Todas surgen de África y se transportan a Europa y Asia.
b. Características.
El Homo Sapiens se caracteriza por lo siguiente:
Bipedismo: los seres humanos son capaces de erguirse sobre sus extremidades inferiores. Esto
trajo, en un principio, problemas anatómicos, pues la columna vertebral tenía que soportar un
mayor peso y también se modificó la estructura de la pelvis, lo que hizo que los partos fuesen
más dolorosos. Por otra parte, ayudó a la liberación de las manos y al desarrollo de las
habilidades manuales. Fue un proceso lento.
Pérdida gradual del pelo: lo cual permitió la refrigeración del organismo. Gracias a que sudamos,
es decir, a nuestra capacidad de transpiración, tenemos una mayor resistencia física y capacidad
de oxigenación que otras especies.
Etapas de maduración muy diferenciadas. Los Homo sapiens necesitamos más cuidados y más
complejos a la hora de aprender cosas.
El descubrimiento del fuego nos permitió cocinar los alimentos, lo que hizo que se acortase el
tamaño del intestino y el proceso de digestión, liberando energía y permitiendo así́ un mayor
desarrollo del cerebro. Además, el fuego multiplicó la interacción social.
10
Como podemos ver, lo biológico y lo social están relacionados. En conjunto, existe un proceso
de autodomesticación, de autoformación de nuestra propia identidad. Hemos ido generando a lo largo
de la historia características propias que nos permiten seguir desarrollándonos hasta terminar de
construir nuestra identidad.
habilidad técnica (Homo faber). La complejidad teórico-práctica obedece a una serie de factores:
Inhibición de los impulsos: inhibir sus impulsos naturales, de modo que se presenta la
posibilidad de operar mediaciones entre el estímulo y la respuesta y tener la oportunidad de
valorar la situación y comprender conjuntos integrados, desarrollar capacidades sociales e
intelectuales que nos permitan codificar. Esta pauta es útil para desarrollar las capacidades del
pensar como del actuar. Se entiende la libertad como capacidad de diferir la respuesta natural y
de introducir un margen de acción para la desviación de lo dado. Hay sujetos mas libres que
otros, porque desarrollan más estas capacidades que todos poseemos. Así, el más libre es aquél
que tiene mayor autocontrol, un mayor dominio de sí mismo.
Autoconciencia: Los diversos sistemas adaptativos se ven obligados a coordinarse. Si las
conexiones entre estos sistemas aumentan, nos toparemos con un programa adaptativo
autoconsciente. Las informaciones que recibimos son programas que se combinan, para que el
ser humano pueda ordenar y controlar el contenido de su mente. La autoconciencia permite la
reprogramación, la visión de un conjunto del cual no tomamos parte como un objeto más, sino
como un sujeto que es capaz de reflexionarlo. El individuo adquiere un autocontrol, y este
autocontrol es creación. De esta creación nace la cultura. El verdadero proceso de hominización
consiste en integrar todos los sistemas.
Neotenia: no estamos acabados. La neotenia que nos hace frágiles y vulnerables durante los
primeros años de nuestra vida es a la vez la base de nuestra fortaleza, porque al no estar
madurados podemos aprender muchas más cosas.
Cultura: según expone Merlin Donald en Origins of the modern mind, a lo largo de la historia han
existido tres tipos diferentes de culturas. El primero es la cultura episódica, que se asocia a la
inmediatez. Es la capacidad de construir herramientas básicas pero sin carácter permanente, no
hay mediaciones simbólicas con el exterior bien asentadas. El segundo tipo es la cultura
mimética, caracterizada por la creación de patrones simbólicos, abstractos, permanentes, más
ricos y más variados. Existe una capacidad abstractiva. Así, la realidad se codifica. Por último,
nos encontramos con la cultura léxica, ligada a un lenguaje desarrollado. Se caracteriza por
establecer relaciones de forma habitual entre nociones universales y situaciones particulares.
Todo es cultura, pero según vamos adquiriendo habilidades generamos mediaciones simbólicas más
sofisticadas. La cultura nos separa del entorno, pero a la vez nos une mediante esa capacidad lógica,
lingüiś tica y técnica. Es una paradoja, porque este mundo ficticio de signos que nosotros hemos creado
nos permite acceder al mundo real.
En conclusión, somos hijos de estructuras orgánicas y culturales o sociales. Somos seres culturales
por naturaleza, y nuestra naturaleza es, en primera instancia, biológica; en segunda, cultural.
11
TEMA 3. SOBRE GENES, CEREBRO Y LENGUAJE.
0. Glosario.
Genoma: conjunto de los 23 pares de cromosomas que hay en cada célula del ser humano.
ADN (ácido desoxirribonucleico): doble hélice formada por bases nitrogenadas y nucleótidos.
1. El genoma.
a. Los genes.
Las cadenas de ADN descubiertas en los años 50 por Watson y Crick es esa doble hélice formada
tanto por las bases nitrogenadas como por los nucleótidos. Cada par de cadenas de ADN forman un
cromosoma. Nuestro ADN contiene 3100 millones de bases nitrogenadas repartidas en 23 pares de
cromosomas, el conjunto de los 23 pares de cromosomas presentas en todas las células es a lo cuál
llamamos genoma humano. Hasta recientes estudios se creía que la única función del ADN era codificar
proteínas, pero se ha descubierto hace poco tiempo que, si bien las regulan, la mayoría de los genes no
tiene la función de codificarlas
Los cromosomas, a su vez, presentan en ellos multitud de genes compuestos por dos alelos cada
uno. Estos genes se expresan de manera codificada mediante el genotipo, el cuál se puede manifestar en
un carácter u otro dependiendo de los factores ambientales, esto es a lo que llamamos fenotipo. Y la
variación ambiental que modifica la manifestación del fenotipo recibe el nombre de plasticidad
fenotípica -ejemplo de la persona que por el genotipo es muy morena de piel pero que al irse a Noruega
(ambiente) ese genotipo se expresa en el fenotipo de manera más clara que lo que realmente es en el
genotipo- Tanto a nivel individual como colectivo existe variabilidad en el fenotipo, pero los seres
humanos somos prácticamente idénticos (únicamente nos diferencia un 1‰ de nuestro fenotipo).
Después de la reciente secuenciación del genoma humano, se descubrió que poseemos a cerca
de 23000 genes, una cantidad bastante menor de lo que hasta entonces se creía. En estos genes se revela
todo lo humano, aunque no en la cantidad, sino en la combinatoria, que da lugar a rasgos diferenciales
cualitativos.
Mendel ya concibió, en los años 60 del siglo XIX, el gen como un archivo que da lugar a distintos
individuos.
Jakob y Monod defendieron la idea de que la selección natural no siempre es una mezcla
satisfactoria, y que la noción del pulido de las especies, del progreso en el ámbito evolutivo, es falsa. La
mayoría, según ellos, responde a procesos fortuitos; los que tienen suerte se adaptan mejor al medio y
sobreviven.
Para Richard Dawkins, por otra parte, el gen es una máquina de reproducción, un mecanismo de
supervivencia, inclinándose por la idea Mendeliana de gen como código que se transmite. De esto habla
en su obra El fenotipo extendido.
Ante todo, debemos eliminar la creencia común de que un gen es un programa de actuación
cerrado, pues el gen interactúa con el entorno, es abierto, procesual, su acción no está predeterminada.
12
El ADN se compone de dos metros de hilo con forma de hélice que, replegados, caben en una
célula. Lo forma más de 3100 millones de combinaciones de bases nitrogenadas compuestas por cuatro
elementos: adenina, timina, guanina y citosina (ATGC).
Hasta hace poco tiempo se creía que la única función del ADN era codificar proteínas, pero se ha
descubierto hace poco tiempo que, si bien las regulan, la mayoría de los genes no tiene la función de
codificarlas. Alrededor del 70% de nuestro ADN es lo que se conoce como “ADN basura” o “código
chatarra”, es decir, no genera proteínas. No obstante, este ADN también tiene importancia, pues, si bien
muchas de sus funciones aún se desconocen, se sabe que incluyen redundancias como copias de
seguridad que podrían actuar como sustitutos, además de regular cómo se configuran las proteínas.
Los codones son triadas de nucleótidos que combinan el ATGC, cuando estos son leídos por el
ribosoma se codifican en forma de aminoácidos que en su conjunto forman cadenas de proteínas.
El CRISPR es un mecanismo a través del cual es posible modificar la genética de los individuos y
crear individuos nuevos. Tenemos la capacidad de editar los genes de los humanos antes de que estos
nazcan.
2. El cerebro.
El tronco cerebral -cerebro reptiliano- mantiene las constantes vitales, es la parte primaria del
cerebro. Dentro del tronco cerebral encontramos el rombencéfalo y el mesencéfalo. El rombencéfalo
incluye el bulbo raquídeo, que controla los latidos cardíacos y la respiración; y el cerebelo, que controla
el movimiento. El mesencéfalo, por otra parte, ejerce un control sobre pulmones y corazón, contribuye
en la formación reticular, incluye lo relacionado con el sistema nervioso simpático y el aparato digestivo.
Paul McLean enunció, en los años 60, la teoría de que este cerebro tripartito no está lo
suficientemente integrado, es decir, que existe una división fisiológica que impide que nuestro cerebro
esté coordinado. A esto le dio el nombre de esquizofisiología.
Para comprender la complejidad de nuestro cerebro, es necesario tener en cuenta que, a pesar
de encontrarse partes diferentes, estas coordinan entre ellas de alguna forma, de modo que nuestra
inteligencia no puede comprenderse sin las emociones.
El cerebro tiene alrededor de 100.000 millones de neuronas que se pasan información entre ellas
sin llegar a tocarse, en forma de impulsos nerviosos o eléctricos. Es posible que existan en cada
organismo 100 billones de conexiones neuronales en continuo cambio, de lo que se deduce que estas
neuronas tienen una extraordinaria capacidad de combinación.
Cada neurona tiene alrededor de 1.000 a 10.000 conexiones sinápticas con otras neuronas. La
sinapsis se produce por una doble vía -eléctrica y química- que protagoniza el axón. Así, las neuronas
13
cuentan con una gran diversidad de formas de contacto, pues hay una gran variedad de tipos específicos
de neurotransmisores.
Existen también casos mixtos: son las neurohormonas, que reciben el nombre de
neurotransmisores cuando se difunden en el cerebro, mientras que, cuando se difunden fuera del
cerebro, reciben el nombre de hormonas. La oxitocina1 sería un buen ejemplo de neurohormona. Esta
sustancia cuando actúa como neurotransmisor proporciona bienestar y tiene la capacidad para
ayudarnos a relacionarnos. Como hormona posee un papel importante en el parto.
Nuestro cerebro pesa entre 3300 y 3400 gramos, que es un gran peso en comparación con el
resto de nuestro cuerpo, un peso mayor que el que se da en el cerebro de otras especies. Esto recibe el
nombre de hipertrofia cerebral.
Nuestras neuronas están conectadas formando mapas cerebrales en función de los aprendizajes
que, posteriormente, estos pueden diluirse. La plasticidad neuronal nos permite crear y modificar los
mapas continuamente. Nuestro cerebro es plástico, flexible, versátil y podemos ir reconfigurándolo en
función de nuestras experiencias. Si el aprendizaje modifica la estructura cerebral, es posible modificar
también los hábitos con ciertas formas de aprendizaje. La plasticidad cerebral es importante para
entender nuestra vida. En función de lo que vivimos nuestro cerebro se modifica, se programa a sí mismo
constantemente.
Existe en nuestro cerebro lo que se conoce como amígdala cerebral, que funciona regulando
nuestras emociones, es decir, que está ligada al sistema límbico.
Chris McManus, en su obra Mano derecha, mano izquierda: los orígenes de la asimetría en
cerebros, cuerpos, átomos y culturas, relaciona la bilateralidad entre simetría y asimetría internas. Es decir,
que estas simetrías y asimetrías dan origen a diferencias cerebrales que, a su vez, dan lugar a
diferencias culturales. Todo lo biológico se acaba traduciendo de alguna forma en lo cultural.
El hemisferio izquierdo del cerebro contiene la base de las habilidades mental, motriz o
lingüística. Incluye el control del lenguaje, especialmente de la sintaxis y de la gramática. Se maneja con
símbolos que implican un grado de abstracción. Es la parte más realista, más ligada a la comprensión, la
más racional. Es por ello por lo que cuando existen problemas en este hemisferio cerebral podemos llegar
a tener muchas dificultades para generar ideas, conectarlas con movimiento o expresarlas verbalmente.
El hemisferio derecho es visoespacial. Esta parte es más espontánea. Está relacionada con el
sentido del humor, es más subjetivo, más impulsivo. No maneja símbolos sino imágenes, conjuntos
integrados de espacio y tiempo.
Estos dos hemisferios funcionan integrados, son complementarios. Así, proyectamos estas
simetría y asimetría orgánicas a la visión del mundo.
14
La conciencia primaria es la propia de los animales, y permite distinguir entre el yo y el no yo,
es decir, el mundo externo. En estos primeros niveles cerebrales se encuentran aspectos básicos de
control de nuestro organismo. Este nivel es el que permite la creación de recuerdos básicos, de
protoconceptos -ideas elementales que permiten relacionar cosas, y que van modificándose a través de
las experiencias-.
Los seres humanos estamos continuamente construyendo la base orgánica y los productos
que esta base elabora; reconfigurando mapas neuronales, ideas, recuerdos; creando nuestra identidad.
Somos seres abiertos, siempre en proceso. No estamos acabados y por ello tenemos un margen de
maniobra.
Según Husser, somos fruto de la actividad cerebral, pero cuando pensamos o sentimos algo
modificamos nuestro estado biológico. Es posible entrenar nuestra forma de procesar la información a
nivel cerebral para tener mayor control sobre el mismo.
En conclusión, debemos entender la vida como algo integrado, como un conjunto de estructuras
dadas y de estructuras modificadas.
c. El enigma cerebro-mente
El problema cuerpo – mente es hoy irresoluble. Hay diversas teorías pero ninguna completamente
satisfactoria, ni las reduccionistas, ni las espiritualistas. Aún así, podemos brevemente plantear las
hipótesis básicas.
Mario Bunge: (1980) – The mind body problem. En esta obra resume las grandes explicaciones que
se han dado.
Posturas dualistas: son las propias de Platón o Descartes. Los dualistas sostienen que existe
una clara separación entre cuerpo y alma. Eccles afirma que hay interacción entre mente y
cerebro. El dualismo plantea un problema: sabemos que la base orgánica es condición de
posibilidad necesaria de eso que llamamos mente, pero tal vez no es condición suficiente.
¿Cómo unir y distinguir a la vez sin separar?
Posturas monistas: Parece más interesante plantear propuestas monistas, que buscan integrar
ambas dimensiones de una misma realidad.
1. Monismo idealista: lo único que existe es espíritu y que el cuerpo es reflejo condensado
de esa conciencia (pampsiquismo). -Berkley y Hegel-
Estos dos parecen que son reduccionistas, pero hay una tercera forma.
15
4. Emergentismo: Algo emerge de una realidad previa, pero adquiriendo rasgos
cualitativos diferentes respecto de su origen. La emergencia es un salto cualitativo
ontológico en virtud del cuál de un tipo de realidad surge otro tipo de realidad, aunque
no sean realidades distintas en última instancia. -Darwin-
A lo largo del proceso evolutivo se ha generado una estructura compleja, el cerebro, gracias, en
gran parte, a los genes. Pero este cerebro es dúctil, flexible, está dotado de plasticidad. Existen procesos
no neurológicos, sino mentales. El cebero y la conciencia forman un sistema complejo que va
evolucionando fisiológica y reflexivamente. Somos seres en continua autocreación orgánica y
psicológica. Aun afirmando esta plasticidad cerebral, nos encontramos con límites, pues el cerebro no
puede ser modificado ilimitadamente. Es necesario que haya un estudio de las interacciones, no
únicamente especulativo, sino que se base en demostraciones empíricas. De esto se ocupa una rama de
la antropología denominada neuroantropología.
La obra matriz que dio nombre a la corriente se titula El cerebro culturizado. Introducción a la
neuroantropología (G.H. LENDE & G. DOWNEY). La idea es que a partir de estudios de diferentes tipos de
investigadores como Oliver Sacks muestra como aspectos neurales con aspectos sociales y antropólogos
convergen de manera en que lo cerebral y lo cultural interactúan para generar eso que llamamos vida
humana. Esa base orgánica junto con la forma en que se interpreta y se modula culturalmente es lo que
desemboca en esa antropología interdisciplinar, la manera en que vivimos procede de ambas
dimensiones integradas. Muchos autores hablan de una coevolución entre lo genético y lo cultural
(retroacción permanente). La creación de un entorno emocional adecuado es muy curativa.
Eagleman insiste que nuestra conciencia no consciente ni deliberada es la que realiza la mayor
parte de las tareas mentales, que hay una automatización de los procesos mentales y de los
comportamientos. A eso lo llamamos programas cognitivos integrados, es decir, esos son los
equivalentes a los que hacen los instintos en los animales. Hay multitud de disposiciones fundamentales
de nuestra vida que se desarrollan por si mismos sin que la autoconciencia intervenga. La atracción
sexual, la empatía, los medios, la capacidad de polemizar, la búsqueda de soluciones, el amor a la
belleza… son dispositivos quasi innatos que resuelven la mayor parte de las necesidades cotidianas sin
que nos demos cuenta y a menudo captamos de manera inconsciente mucha más información de la que
captamos de forma consciente. Gran parte de nuestras decisiones, sentimientos y pensamientos nos son
dados de una manera incontrolable.
Asumamos que, como dice Eagleman la conciencia es una necesidad evolutiva que surge
cuando hay un conflicto entre diferentes sistemas automatizados. Ha surgido porque ha sido adaptativa
y útil, resolviendo los problemas entre los sistemas automatizados con intereses opuestos. Hay un
mecanismo de autorreflexión para que el sujeto no colapse. La conciencia serviría además para ampliar
nuestra capacidad cognitiva, adquirir nuevos conocimientos y habilidades. Sea este el origen o no, nos
interesa salvar que existe una autoconciencia con un poder autorregulador. Es importante aprovechar
esas habilidades al máximo para no vivir de manera inconsciente. Entender y dirigir, consciente de
nuestros límites, nuestra vida. Este es el modo de vivir occidental, mientras que el oriental se trata de
volver a la conciencia básica
El conocido aforismo “conócete a ti mismo”, escrito en el templo de Apolo de Delfos cobra así
un nuevo significado: conoce cómo operan tu organismo y tu mente, y entiende la dialéctica existente
entre respuestas automáticas y reflexivas. Asimismo, sé consciente de tus límites.
Stephen Mithen: Arqueología de la mente. Hay dispositivos innatos en virtud de los cuales
tendemos a procesar la información de una determinada manera y a construir modelos de realidad
espontáneos bastante comunes en la forma. Los humanos tendemos a ser religiosos, todas las
sociedades lo han sido, como universal cultural. Tendemos a diferenciar minerales de plantas, plantas de
animales, y animales de lo humano propiamente dicho. Tendemos a establecer relaciones causales entre
16
las cosas. Propone Mithen que los humanos hemos alcanzado eso que llamamos autoconciencia
combinando diferentes capacidades. Hay una inteligencia general adquirida pronto en un proceso de l
evolución temprana y compartida con los primates, pero luego habría inteligencias especializadas que
funcionan por separado hasta que conseguimos integrarlas, relacionarlas… Habla de la inteligencia
técnica, la lingüística, social (saber cómo interactuar) y conocimiento del medio natural. Todas esas
inteligencias suman de manera que se construye una gran metainteligencia que es autorreflexiva.
Conciencia de la conciencia, inteligencia de las inteligencias. Lo que hacemos es combinar todas esas
habilidades y destrezas en una especie de base o patrón común que nos permite afrontar las diversas
necesidades de la vida y compartirlo, eso nos hace únicos a este nivel de inteligencia reflexiva. A partir
de ahí se desarrollan diferentes posibilidades, pero seguramente, dice Mithen, lo que más define nuestra
condición única es la capacidad de establecer analogías y de metaforizar. Somos capaces de dar saltos
cualitativos, pero estableciendo relaciones entre ámbitos muy diferentes, a diferencia del animal que
está encajado en un mundo concreto, los seres humanos estamos desarraigados, no encajamos en
ninguna parte y por eso podemos encajar en casi todas.
3. El lenguaje.
a. Hipótesis sobre el origen del lenguaje.
Sabemos que el gen FOXP2 ayudó en el desarrollo del lenguaje, pero no puede ser este el motivo
de la aparición del mismo. Cuando la laringe y el esófago se sitúan de la manera anatómica suficiente y
se dan exigencias de relación social más intensas es cuando tiene sentido la aparición del lenguaje:
cambios en la biología en las relaciones entre humanos.
Es probable que haya también una correlación entre la habilidad para manejar herramientas
y la aparición de la capacidad lingüística. Como decíamos al hablar del cerebro, parece que el hemisferio
izquierdo tiene un mayor impacto en el área lingüística. El área de Brocca y de Wernicke van creciendo
cuando va desarrollándose el cerebro. Estamos añadiendo el cerebro de la plasticidad cerebral para que
cada bebé junto con las habilidades que ya tiene en potencia por herencia vaya adquiriendo la habilidad
real de hablar gradualmente.
Hay una discusión si la aparición del lenguaje fue gradual o relativamente acelerada. Lo más
relevante es que hubiera un proceso relativamente lento porque los cambios no se produjeron de forma
rápida, sino que fueron graduales. Cabe suponer que al principio hubiera una forma de lenguaje gestual,
basado en la combinación de gestos y sonidos. Eso incluye movimientos del cuerpo, muecas, y sonidos
cada vez más matizados. Hay personas con problemas mentales que adquieren el lenguaje mímico,
aunque no adquieran el lenguaje hablado.
En todo caso, lo que debe quedar claro es que entre los lenguajes animales y los humanos hay
una diferencia clara. Por muy gradual que haya sido el proceso y que tenga unas evidentes raíces
animales y después evolutivas, hay que dejar claro que el salto cualitativo que se va a producir es
indiscutible, es decir, el lenguaje acaba convirtiéndose en la mediación fundamental entre naturaleza y
hombre.
Si a nosotros escuchamos un elemento de una expresión tenemos mucha más agudeza auditiva
que cuando oímos cualquier otro tipo de ruido sin significado alguno. Nuestra agudeza para percibir
cuando el lenguaje está establecido es considerable. Cada madre se despierta cuando oye el llanto de su
bebé, hay una agudeza desarrollada para ser sensible al llanto de tu hijo y no al de otro. Es extraordinaria
la capacidad para volver desde lo social hasta lo lingüístico.
Los humanos tenemos una predisposición a aprender el lenguaje que nos toque. Tenemos unas
estructuras que nos predisponen a aprender una lengua. Esta es la famosa teoría de Noa Chomsky.
17
Hay un componente innato. Pinker en El instinto del lenguaje, toma esta teoría y la desarrolla. Sin esas
estructuras innatas para aprender sería imposible que los niños hablaran tan pronto.
También se ha discutido mucho sobre el isomorfismo del pensamiento y el lenguaje. Sin duda,
el pensamiento abstracto elaborado tiene una base lingüística, pero no siempre pensamiento y
lenguaje son lo mismo. Es decir, tenemos la capacidad de pensar, de generar ideas básicas no
lingüísticas, aunque su formulación detallada sea siempre lingüística. De hecho, hay diversas lesiones
cerebrales en las cuales se verifica que hay personas que razonan o entienden algo, pero no son capaces
de verbalizarlo. Y viceversa, hay personas que elaboran un discurso verbal que no entienden nada de lo
que están diciendo. También en término orgánicos tenemos motivos para pensar que pensamiento y
lenguaje no son idénticos. Si fueran idéntico tendríamos que aceptar la tesis del relativismo lingüístico.
Es la teoría de Shapir – Worf.
Todas las sociedades humanas tienen una lengua cuya estructura básica es común, con
independencia del desarrollo o las características de esa sociedad. Hay una base orgánica y biológica que
luego se desarrolla de manera cultural, se diversifica y alcanza expresiones distintas de manera. Lo que
nos interesa es entender cuáles son esos rasgos fundamentales comunes.
El rasgo esencial es lo que se suele llamar doble articulación fonético-semántica. Toda lengua
está constituida por sonidos o fonemas. Ese número de fonemas es limitado, pero combinándolo
conforme a una serie de reglas construimos significados ilimitados porque atribuimos sentido/significado
a las palabras de manera convencional y arbitraria. En ese sentido no hay ninguna relación natural, es
una relación puramente artificial y cultural, por ello decimos que es arbitrario y convencional. Los
significados son inagotables con un arsenal de elementos limitados, pues el lenguaje no está acotado,
sino que la potencia generadora de significado es infinita. Eso significa que el lenguaje es una
herramienta de una capacidad extraordinaria para fijar contenidos que se transmiten luego de
generación en generación, además de servir para comunicar contenidos y organizar la experiencia y la
acción, porque el lenguaje es algo ligado a la praxis, a todo lo que somos y hacemos.
Tenemos diferentes registros de uso de esto. La distinción clásica la hizo Charles Morris en
torno al año 40, distinguiendo entre sintaxis, semántica y pragmática. Combinamos palabras de
acuerdo con normas sintácticas. A esas combinaciones le atribuimos significados (semántica) pero esto
ocurre siempre en contextos pragmáticos, es decir, en contextos particulares. Sólo ahí la semántica cobra
un sentido pleno. No solamente nos importa el significado, sino la forma en que emitimos esa expresión
verbal. Una misma palabra (cabronazo) puede ser insulto y expresión coloquial.
Austin llegó a decir que el lenguaje tiene una capacidad ilocucionaria. El lenguaje no sólo
enuncia un contenido proposicional, sino que sirve para cambiar el mundo.. En este sentido J.L. Austin
utilizó esta expresión: «dadas estas circunstancias (Significado, contexto, tono, carácter asertivo…) el
lenguaje interviene en el mundo de los hechos, no es un agente pasivo. Por tanto, interviene sobre la
experiencia misma».
18
El lenguaje humano a diferencia del animal no sólo opera con signos, sino que al operar con
símbolos cargados de todas estas dimensiones el lenguaje es entonces enunciativo, ya que enuncia
cosas sobre la realidad. Construimos proposiciones informativas sobre la realidad, pero aparte el
lenguaje describe también estados de ánimo, transmite implícitamente por el tono, el gesto, la actitud…
etc.
Además, tiene un carácter argumentativo. No solamente cuenta cosas, sino que puedo
construir argumentos y razonamientos. De hecho, los bebés hacen muy pronto algo que no hacen los
animales: señalar. Entre los 9 y los 12 meses los bebés ya señalan cosas, ya hay un carácter intencional.
Un bebé no ha fijado lingüísticamente el significado de las cosas, pero para él las cosas ya tienen sentido.
A los 24 meses ya empieza a construir representaciones mentales de las cosas, empieza a traducir objetos
a símbolos, a desmaterializar el mundo. Ya no ve sólo realidades físicas y sólo piensa en relación con una
realidad física. El lenguaje nos permite crear mundos paralelos, viajar en el espacio, en el tiempo y en el
significado y sentido de las cosas, hacer presente algo remoto y distante.
La contextualización pragmática nos dice que puede haber expresiones, palabras, términos…
que teniendo un significado unívoco en el diccionario luego tenga significados multívocos no equívocos,
sino múltiples significados posibles en diferentes contextos.
Cuando hablamos de funciones vitales nos referimos a la idea de todas las dimensiones del
lenguaje que finalmente nos proporcionan mapas para guiar nuestra experiencia y nuestra acción. El
lenguaje nos aporta mapas o planos de la realidad. Todos nosotros lo heredamos de nuestra cultura y a
partir de ese conocimiento básico vamos construyendo nuestros propios mapas para orientarnos en lo
real. El lenguaje transmite un conocimiento heredado por generaciones y generaciones. El lenguaje es la
forma de objetivar y delimitar, de dar identidad a lo real. Construimos la idea que tenemos de nosotros
mismos lingüísticamente, esa identidad del mundo y propia solo puede basarse en el lenguaje. Por eso
es tan importante el diálogo interno permanente. Todos tenemos, como decía Machado, una
conversación constante con nosotros mismos, que puede estar mejor o peor estructurado.
El lenguaje supone la metaforización general de las cosas (no metáfora como figura literaria).
Si hemos dicho que el lenguaje supone nombrar todo cuanto hay y cuanto nos ocurre de manera
arbitraria y convencional, es evidente que ahí el lenguaje no tiene ningún carácter naturalista. El lenguaje
es una construcción cultural y supone expresar mediante símbolos, que podían ser otros, eso que
llamamos realidad. En ese sentido decimos que es metafórico en primer grado porque algo que está ahí
recibe nombres para hacerlos nuestros.
Tenemos una potencia creativa extraordinaria porque no solo damos nombre a las cosas, sino
que después añadimos figuras retóricas, literarias, tropológicas…etc. conectando así diferentes ámbitos
de la realidad. En resumen: creamos estructuras verbales comunes y además añadimos diferenciaciones
literarias mediante esa nueva figuración metafórica.
19
La autoidentidad no sirve sólo para conocernos a nosotros mismos, sino que es básico en la
manera en que nos tratamos unos a otros. No sólo para compartir información, comunicar ideas…
sino para fijar una relación de confianza básica en toda sociedad.
Desde un punto de vista más personal sólo podemos decir que somos fiables unos a otros
cuando no mentimos, porque si no hay veracidad no puede haber confianza. Como decía Nietzsche, «El
humano es el animal que puede prometer». Hannah Arendt decía que, además, el humano es el único
que puede perdonar. Ponemos en palabras lo que somos y lo que queremos ser: ser una persona de
palabra. Tener palabra significa ser digno de confianza. La veracidad de nuestra palabra nos autoafirma
como sujetos y nos permite relacionarnos honestamente con otros que nos van a reconocer en lo que
somos. Esta última dimensión subjetiva es extremadamente importante ya que, junto a todos estos
elementos se da esta relación íntima que establecemos con los demás a través del lenguaje.
Lakoff y Johnson o M. Douglas tienen escritos interesantes sobre las metáforas, así como H.
Blumemberg. El tiempo es oro→ mercantilización de la vida. Las metáforas crean una conexión entre
campos distintos; traspasan sentido de un terreno a otro y por tanto implican una nueva forma de ver
una nueva realidad donde se recibe un cierto sentido metafórico.
El lenguaje habla por sí mismo y penetra en nuestra mente, aunque no nos demos cuenta. A
veces se ha dicho que la filosofía consiste en hacernos verdaderamente conscientes de nuestros
presupuestos, examinarlos. En buena medida dirige nuestra vida y no nos damos cuenta. Pensar lo
más ordinario es, a veces, sumamente importante.
Tengamos en mente cómo el lenguaje tiene un carácter estructural, cómo organiza lo real. Es el
vehículo de transmisión cultural. La lengua no es algo atemporal, sino algo flexible que va
modificándose a medida que surgen nuevas circunstancias, necesidades, relaciones…etc. Por tanto,
mantiene una cierta base permanente de la cual todos participamos cuando aprendemos esa lengua y la
enriquecemos. Leyendo es la forma en que se aprende el lenguaje. La palabra escrita obliga a la reflexión.
Leer nos enriquece sin darnos cuenta. Los diccionarios cada vez tienen más palabras porque para
expresar nuevas experiencias hace falta nuevas palabras. Es una manera de autoorganización dinámica
de la experiencia. Es una manera de expresar todo tipo de relaciones, de ideas, de creencias. eso tener
un lenguaje rico (sin pedantería) es una forma de libertad.
Quién más destaca en este campo es K. Lorenz, un etólogo defensor del Fisiomorfismo de la
razón, lo cual significa que la razón obedece a una historia evolutiva y por ello hay una serie de
predisposiciones en el comportamiento. A este se le contrapone el logocentrismo de la physis, que
defiende que existe un logos cósmicos que se manifiesta de múltiples maneras. Cualquier forma de logos
tiene un origen natural, es la naturaleza la que hace posible la existencia de un logos.
Publicó un artículo clave en esta nueva forma de pensar lo real denominado “La doctrina
apriorística de Kant a la luz de la biología actual”. Plantea que nuestro modo de pensar que Kant
supondría innato, esas categorías son propias de la mente. Lo que Lorenz defiende es interpretar esa
manera de pensar al hilo de lo que la biología nos propone. Hace una aportación muy interesante
mostrando que el principio de causalidad sería innato, fruto del proceso evolutivo, porque pensar
causalmente permite ordenar el mundo y ayuda a sobrevivir.
20
filogenética. La cultura es aquello que hemos creado los seres vivos para manejarnos con la realidad, para
sobrevivir. Es verdad, dice, que además de estos mecanismos innatos que están predeterminados, hay
también un elemento novedoso que es la aparición del lenguaje, y con ella la aparición de elementos
culturales refinados y específicos. De hecho, estos mecanismos innatos, solo alcanzan su plena
manifestación cuando se convierte en estructuras simbólicas.
En segundo lugar, hay otro gran pensador que defiende esta postura con elementos de la ciencia
contemporánea de las últimas décadas. E.O. Wilson. Este hombre ha escrito libros de síntesis muy
interesantes. Fue el creador de la llamada bioantropología, en su obra Sobre la naturaleza humana
menciona que todo lo que nos constituye tiene un proceso natural y que esto da lugar a que aparezcan
rasgos naturales universales, pues en todas las culturas hay elementos comunes, y si hay elementos
comunes existe una naturaleza humana universal que hace que esto ocurra. Llama universales culturales
a una serie de patrones básicos cognitivos, conceptuales y culturales. Ej.: Los adornos, todas las
sociedades humanas prestan atención a los adornos; el aseo; la religión; la creación de herramientas; el
cortejo; formas de cooperación; ritos funerarios; formas de danza y de juego… etc.
«La naturaleza humana son las regularidades heredadas del desarrollo mental común de
nuestra especie. Son las “reglas genéticas” que evolucionaron por la interacción de la
evolución genética y cultural que tuvo lugar a lo largo de un prolongado período en la
prehistoria profunda. Estas reglas son los sesgos genéticos en la manera en que nuestros sentidos
perciben el mundo, la codificación simbólica mediante la cual representan el mundo, las opciones que
automáticamente nos abrimos a nosotros mismo, las respuestas que encontramos que son más
fáciles y gratificantes de hacer.»
En el mismo libro dice Wilson. «El libre albedrío es un producto del centro de tomas decisiones
subconscientes del cerebro que proporciona a la certeza cerebral la ilusión de una idea independiente.
Parece que el libre albedrío es, en último término, biológico».
La inmensa mayoría de los científicos tienen esta concepción de la naturaleza humana, hay
patrones de actuación, herencia filogenética, sobre la cual se producen modificaciones epigenéticas que
tienen también un sentido cultural, pero al final nuestra manera de ser común universal es la que viene
de la base orgánica. Es la biología la verdadera potencia creadora de cultura. Se producen modificaciones
epigenéticas.
21
Dan Sperber, en su libro Explicar la cultura. Un enfoque naturalista insiste en que tenemos un
potencial heredado que luego desarrollamos simbólicamente, culturalmente, de manera que hay una
coevolución entre biología, cultura y medio ambiente.
Richerson y Boyd son dos autores que publicaron en 2005 The origin and evolution of cultures.
Hay una coevolución, pero la raíz es siempre orgánica que en un entorno determinado genera respuestas
adaptativas a nuestras necesidades. Los humanos no nos adaptamos pasivamente al medio, sino que lo
transformamos para poder sobrevivir. Cambiamos el medio para sobrevivir.
Muchos autores afirman que hay lo que podríamos llamar unas bases naturales de la moral, de
la religión, de la teoría del conocimiento, de la ética. Según estos estudiosos la moral se basaría en dos
grandes impulsos innatos: la empatía y la compasión. Habría una base inconsciente en el juicio moral que
se apoyaría en estas dos emociones poderosas. Empatía entendido como el hecho de poder ponerte en
el lugar del otro. Habría, en ese sentido, sentimientos morales adaptativos, adquiridos evolutivamente.
También la religión tiene raíces evolutivas porque parece que es universal como modelo
simbólico, los humanos han dado una explicación de lo que sucede a su alrededor. La primera
cosmovisión es siempre de carácter religioso. Los dioses tienen aquí un papel rector, provocan los
sucesos de la naturaleza. Pensar en términos religiosos es adaptativo, nos ayuda a sobrevivir porque da
respuesta y sentido a aquellas preguntas acerca de nuestro entorno que los seres humanos nos
planteamos. Creer en la inmortalidad es algo culturalmente muy extendido, creer que hay espíritus que
gobiernan el mundo, todo eso parece que tiene una cierta raíz en nuestra manera de pensar, patrones de
percibir, concebir las cosas y actuar. Todo esto parece que obedece a maneras de pensar comunes en los
seres humanos de diferentes culturas.
Según estas corrientes de autores ocurriría lo mismo con una especia de ontología elemental,
una forma de entender cómo está construida en sus pilares la realidad. Porque según esta hipótesis, los
humanos al pensar, tendemos de manera espontánea a fijarnos en identidades separadas entre sí. En vez
de un continuo de objetos mezclados, vemos entes con identidades determinadas, individuos separadas,
este es el principio de identidad. En el fondo hay una física intuitiva que nos hace darnos cuenta de que
hay objetos con una consistencia que tendemos a identificar como algo distinto. O el hecho de que si tu
lanzas algo en un determinado sentido o dirección va a ir hacia un lado y no hacia el otro. Es decir, habría
una base física intuitiva en nuestro cerebro que nos ayuda a situarnos de una manera elemental en el
mundo. De manera intuitiva un bebé atribuye intencionalidad a los seres humanos que interactúan con
el, tendemos a identificar a sujetos que hacen o no ciertas cosas. Si tu estás con un niño pequeño o con
una mascota te das cuenta de que su comportamiento es siempre evolutivo, pretende algo, hay una
intención de conseguir algo. Por ello ambos tienen capacidad de empatía respecto de los problemas de
alguien. Entienden que hay una emoción en ese otro sujeto aunque no sepa explicarla.
Parece que todas las culturas, según Atranx, tienen una forma de clasificar a los seres vivos de
maneras básicas comunes, atribuimos identidad y comportamiento particular a determinadas cosas
vivas y no vivas. A menudo muy ligadas a la finalidad, a la teleología. La idea de que todo ser
vegetal/animal va a tener un desarrollo interno hacia el logro de una determinada meta, de un
determinado desarrollo. Aristóteles es el gran pensador del sentido común, si entendemos sentido
común como esto innato.
La inteligencia natural es capaz de construir teorías o ideas que rompen con esa supuesta
intuición básica. La inteligencia simbólica y la cultural igual tienen un protagonismo también especial
no solo lo natural
Para esta segunda corriente las disposiciones naturales son muy básicas, por sí mismas no
bastan para explicar nuestra condición humana, solo se podría explicar mediante aspectos culturales,
22
aprendidos, adquiridos. Intentan mostrar que los humanos a penas tenemos instinto, no somos
instintivos, no gobierna en nuestra conducta. Agnes Heller dice que eso que llamamos instinto es un
término cultural con un fuerte carácter ideológico, pues no pensemos que el lenguaje biológico es
objetivo. Si uno hace un estudio se da cuenta de que hay más de seis mil acepciones de la palabra instinto,
y es que esta palabra como otras tantas importantes son culturales. Así pues, el genoma también es
definido ideológicamente, la manera en la que lo conocemos depende de las circunstancias históricas,
de los aparatos que tenemos … etc. Insiste en la famosa afirmación de que la cultura es nuestra segunda
naturaleza que pone nombre a nuestra primera naturaleza, la biológica.
Si entendemos que lo cultural tiene más peso nos daremos cuenta de que la relación entre
naturaleza y cultura varía a lo largo de la historia. Importa dejar claro que el entorno social y cultural en
el que vivimos modela esas capacidades biológicas y psicofísicas de manera mucho más importante de
lo que esos naturalistas reconocerían. Los hermanos Castro Nogueira, físico, filósofo y biólogo
publicaron un libro que, siendo naturalistas, ponen el acento en algo muy notable, la importancia del
ambiente social y cultural. A eso lo llaman Homo Suadens (=el que aconseja, asesora u orienta).
Defienden que los humanos venimos al mundo en un entorno familiar simbólico que es nuestro
verdadero hábitat, entonces, a diferencia de la tesis de Freud de que la sociedad y la cultura siempre
reprimen los instintos para facilitar la convivencia y eliminar la violencia, lo que proponen es que no solo
hay represión, pero hay formas suadens de cuidado y ayuda mucho más relevantes de manera que
nuestro entorno cultural y simbólico es el invernadero en el cual realmente crecemos protegidos. Es un
mecanismo psicobiológico y cultural y social que hace que crezcamos de una manera mucho más fácil y
plena, aunque luego podamos criticar ese modelo. Es decir, existe un mecanismo social y cultural que
promueve la educación. Y desde ese punto de vista nos proporcionan un marco de sentido. La cultura da
sentido a nuestra vida. Dar sentido es clave porque fortalece nuestra autoconciencia, de manera que
proporciona seguridad. Y luego respondemos de maneras diferentes según el contexto cultural,
histórico… etc.
b. El bucle cerebro-lenguaje-técnica-cultura-mente-sociedad
Por cultura, tomando como referencia a José Ferrater Mora, que escribió un Diccionario de
Filosofía, podemos hablar de cultura en dos planos diferentes:
1. Conjunto de comportamientos en virtud de la cual nos relacionamos los seres humanos, lo que
incluye la comunicación de todo tipo, pero también cualquier conducta reglada socialmente.
Tendría un aspecto más ligado a la acción en sus diferentes manifestaciones o interacciones de
unos con otros.
2. Producciones fijadas y objetivadas, todo aquello que deja una huella material. Dentro de este
segundo bloque habría cuatro categorías y cuatro subvariantes que explican diferentes formas
de objetivación, de fijación:
Producción de todo tipo de herramientas, artefactos materiales que sirven para hacer
determinadas cosas.
Teorías, cosmovisiones o creencias. todo aquello relacionado con elaboraciones
teóricas que nos permiten orientarnos en el mundo desde un punto de vista mental.
Dimensión práctica en el sentido de aquellas formas culturales que nos sirven para
desenvolvernos en el mundo de acuerdo con ciertas reglas, códigos, normas…
Artefactos culturales aplicados, patrones concretos que organizan diferentes praxis.
Ej.: Código de la circulación, código penal, una regla moral… etc. Formas específicas de
guiar la praxis con normas previamente establecidas.
El Arte, creaciones estéticas en todas sus vertiente, que tienen un componente
evidentemente material, pero también tienen elementos específicos que merecen
23
clasificarse a parte, porque aún contando con elementos superiores, no se reducen a
ellos. Todo esto está al servicio de la generación de una experiencia singular que
llamamos estética.
J. Habernmar ha señalado que la gran enseñanza del modelo ilustrado es que somos seres
teóricos, prácticos y estéticos. Tres grandes dimensiones de nuestra vida que van de la mano.
Hablar de cultura significa hablar de esa segunda naturaleza que nos constituye, tener cultura
es cultivarnos, conocernos, experimenta, reflexionar … etc., para que la relación con nosotros mismos
sea más sutil, para crecer como personas. La cultura se acumula, es como el depósito de saberes de todo
tipo que atesora una sociedad en un momento histórico determinado.
Es importante tener en cuenta que solo dentro del ámbito social podemos aprender y
educarnos, porque unos enseñan a otros y hay una transmisión entre personas y generaciones. De alguna
manera todos somos vehículos transmisores y receptores de cultura, nos enseñamos unos a otros. Uno
estudia para ganarse la vida y para formarse y así tener más opciones a nuestro alcance:
«autoconstrucción del yo».
De esa manera podríamos decir que los humanos nos domesticamos, somos humanos porque
nos hemos pulido y dado forma, desarrollando aprendizajes y cualidades simbólicas. Y en este sentido
convivimos, compartimos, interactuamos. Pero el sentido último de la cultura es domesticar los peores
impulsos para promover nuestras mejores capacidades, en eso se basa el educar, no en reprimir sino
hacer que salga a la luz eso que está en nosotros latente pero que se tiene que desarrollar de diferentes
maneras.
Pinker dice que a lo largo de la vida nos formamos como sujeto particular intentado que
«nuestros ángeles interiores se impongan a nuestros demonios». No se niega el hecho de que somos
conflictivos, no hay posición buenista a modo de Rousseau. Si aprendes a satisfacer nuestras
necesidades de modo cooperativo tendremos más que compartir y menos por lo que sufrir. La idea que
defiende Pinker es que, a partir de los aprendizajes morales, materiales, políticos y sociales podemos
encauzar mejor nuestra vida haciendo que la violencia sea menos (aunque no desaparezca) y las
experiencias positivas crezcan. Se le ha criticado porque no hay que caer en la confusión de que toda la
historia ha sido hiperviolenta y ahora hay menos violencia, pues en verdad sigue habiendo violencia per
de manera diferente. Lo que si es defendible es que a lo largo de la historia hemos creado factores
culturales que nos permiten encauzar los conflictos de manera pacifista, como crear sociedades
estructuradas con leyes y derechos.
Las mejoras técnicas pueden ser usadas con fines destructivos, pero el que progrese la educación
ayuda a que esas personas ahora alfabetizadas poseen mayor control y conocimiento y esto les hace más
libres, dentro de sus límites.
24
En primer lugar, las relaciones parentales. Es decir, todo lo que tiene que ver con la reproducción,
sexualidad, y vínculos familiares de primer nivel. Se refiere a la relación interpersonal entre un yo y un tú
En segundo lugar, las relaciones económicas, pero en el sentido griego de la palabra, es decir, todo
aquello necesario para subsistir; no es una idea de comercio. Economía entendida como actividad
necesaria para satisfacer nuestras necesidades básicas.
En tercer lugar, la esfera política, la de las relaciones entre diferentes grupos humanos. Si la primera
era la esfera de las relaciones personales cercanas, la segunda la de el sujeto (humano) y objeto (materia
prima), esta tercera esfera sería la de las relaciones entre nosotros y ellos. Es decir, todas las sociedades
humanas estableces una diferencia entre su grupo y lo ajeno. Aquí expresamos nuestra necesidad de
gobernar la violencia y las relaciones de poder, los pactos, las alianzas, y los enfrentamientos cuando
estos se dan.
En conclusión, todos somos seres corpóreos y sexuadas con relaciones familiares, necesitamos
satisfacer nuestras necesidades básicas, y somos seres políticos porque necesitamos establecer
relaciones de convivencia en un grupo ajeno y mayor que nuestra familia. Estas tres dimensiones a su vez
se relacionan entre sí.
Nos vamos a centrar primeramente en el parentesco, y luego vamos a referirnos a una dimensión no
contemplada en estas tres esferas pero que de alguna forma está presente por debajo de todas ellas: las
emociones.
a. El parentesco.
Freud afirma que la forma primaria de organización social es aquella según la cual se produce
una rebelión de los hijos contra el padre, al que asesinan. Es decir, los hijos se revelan para tener acceso
sexual a las mujeres del entorno. También insiste en que hay un primer acto de violencia fundador de la
sociedad para permitir la redistribución de las hembras, porque eso garantiza la satisfacción sexual y la
reproducción. Por eso dice que el tabú del incesto es la primera norma fundacional de cualquier grupo.
Lo que se ve aquí es una situación de dominación patriarcal.
Por otra parte, se puede entonces hablar de que las relaciones parentales dan lugar a una
distinción por sexos de las actividades cotidianas, a una división sexual de trabajo y una división por
género, así como una distinción por edades. Esto es lo que E. Morín ha llamado el establecimiento de
bioclases (clases basadas en la división por aspectos biológicos: edad, género, actividad sexual… etc.).
Esto es una conexión clave entre la idea de individuo y la de pareja, la cual da lugar a la familia, esta a los
clanes, y finalmente a las tribus. Conexión entre lo biológico, lo social y lo cultural. Por eso la cultura pone
especial cuidado en establecer códigos relativos a la sexualidad y al parentesco, hay multitud de normas
porque se considera una dimensión fundamental de la vida y de su transmisión, además de ser una fuente
de poder. Ejemplo de esto es la importancia que todas las religiones ha dado siempre a la sexualidad.
Igual que se ha tenido mucho interés en controlar la muerte, pues quien controla el nacimiento de la vida
y la muerte posee mucho poder, pues estas son cuestiones fundamentales.
25
Para concluir, no es solos los vínculos de parentesco sino lo que estos implican, es mucho más
que una relación sexual o intrafamiliar, pues es tu primer lugar en el mundo (la familia) que a su vez te
abre hacia otras dimensiones sociales. Por eso, los cambios sociológicos que se han producido en el
último siglo son fundamentales. En la gran mayoría de las culturas se daban dentro de una familia
extendida. En el S.XX era ya menos que se cierra el círculo parental. Ahora cada vez tienen más peso las
familias monoparentales, e influyen en la manera en la que vivimos, porque el cambio de modelo familiar
supone un cambio en muchos más aspectos de la vida humana occidental.
Todo lo que hemos dicho tiene que ver con que somos cuerpos sexuados, ahora mismo están
apareciendo incluso discursos muliltgénero. Sobre esa misma base de que como cuerpos sexuados,
somos también cuerpos sintientes atravesados por emociones que a su vez dan lugar a sentimientos. –la
emoción es una primera experiencia y el sentimiento es la prolongación o el poso que dejan las
emociones como tono sentimental en nuestra vid -. Somos cuerpo y somos consciencia a la vez, el cuerpo
es el que nos sitúa en el mundo, es aquella instancia que nos hace ocupar espacio y tiempo y nos da una
perspectiva cultural. pero no tenemos un cuerpo. Por lo tanto, el cuerpo es nuestro punto de vista
original. Partiendo de esta idea digo que somos psicocuerpos, para evitar así el dualismo, que tienen
emociones.
Somos sujetos afectivos. La afectividad es un rasgo esencial de la vida humana. Porque somos
sujetos que tienen deseo en un sentido amplio, somos sujetos que perseguimos fines y metas, y que
necesitamos una cierta satisfacción emocional/sentimental para sentirnos completos, para sentirnos
bien. Lo cual no significa que las emociones y eso que llamamos racionalidad tengan que estar
enfrentadas. A lo largo de la historia del pensamiento se ha puesto el acento en que el se humano dirija
mediante la razón sus emociones/sentimientos, y se ha pensado que hay una secuencia entre los apetitos
o el deseo, los afectos, y la racionalidad. La idea es que podría haber estos tres planos que no son lineales,
sino cíclicos, siguen un bucle y se retroalimentan entre sí. Por ello no basta con decir que la razón
gobierne los apetitos y el afecto, sino que estos también alimentan la razón. Por eso hoy día se habla
tanto en la psicología contemporánea de la inteligencia emocional. Tenemos que entender nuestras
emociones y sentimientos, porque si no los entendemos nuestra vida va a estar gobernada por las fuerzas
externas que producen dichos sentimientos. Fernando Savater: «no solo el sentimiento da que pensar,
sino que también el pensamiento da que sentir», se alimentan y no están separados.
Uno de los neurólogos más importantes del mundo, Antonio Damasio, ha escrito unas páginas
con trasfondo filosófico acerca del particular. Su planteamiento es que en primer lugar hay que tener en
cuenta que eso que llamamos emociones es un conjunto de respuestas químicas y biológicas, que nos
hacen conscientes del estado general del sujeto. Las emociones son ante todo una fuente de información
acerca de nosotros mismos, que nos dicen cómo estamos o qué nos pasa.
26
es una forma de representación mental de algo que nos ocurre, es información. Esto significa que a partir
de esa base neurológica innata se genera pautas neurales que nos permiten tomar conciencia de nuestro
estado, y a eso lo llamamos emoción. Por eso es tan importante educar las emociones. Hay una base
orgánica pero también un proceso cultural que da forma esa base.
Neuronas espejo. Hace 20 años un equipo dirigido por Rizzolati empezó a trabajar sobre estas
neuronas que parecen activarse en determinadas situaciones para entender lo que va a hacer el ser
humano con el que tiene enfrente. Parece que se activan porque de manera intuitiva sabemos qué gesto
o movimiento va a hacer la otra persona, eso nos hace suponer que no solo podemos predecir el
movimiento del otro sino también sus sentimientos. Las emociones nos permiten entendernos a
nosotros y predecir al otro.
Hay seis emociones universales básicas. D. Goleman ha realizado este estudio basándose en los
gestos de la cara y no en lo que describen las personas de sus propias emociones: alegría, tristeza, miedo,
ira/cólera, disgusto/asco, sorpresa. Cada una de ellas se ramifica en diferentes emociones que a su vez
dan lugar a otras emociones. Esta base universal se va a expresar de manera cultural, nada ocurre de
manera biológica hasta el final (eso es lo que nos diferencia de los animales), esas emociones se van a
modelar culturalmente dando lugar una gran pluralidad de formas de nombrar e interpretar nuestra
propia condición emocional. Ocurre que desde que venimos al mundo estamos en un continuo
aprendizaje emocional, y nuestras redes neurales se van estabilizando si hay un predominio de unas
redes. Todos tenemos lo que los especialistas llaman esquemas emocionales, son tanto neurológicos
como de sentido. Esos esquemas emocionales y sentimentales son los que hacen que interpretemos y
actuemos de una forma u otra, el armazón básico es emocional y sentimental. Son fuente de información
y como diría Spinoza, son fuente de poder. Hay un libro de un neurobiólogo de la universidad de
Wisconsin, Richard Davidson, denominado El perfil emocional de tu cerebro. Otro clásico de la
neurobiología de las emociones es Le Doux, cuyo libro se titula El cerebro emocional.
Partimos de C. Castoriadis, un autor griego muerto hace unos años. La idea es que los seres
humanos constituimos sociedades que consisten en crear mundos, la sociedad es un sistema de creación
de mundos. Esto significa que interpretamos lo real de manera que constituimos un mundo simbólico
que traduce esa realidad dada de manera que al final lo que es relevante es que creamos nuestro propio
entorno, históricamente, añadimos a lo largo del tiempo diferentes interpretaciones culturales sobre lo
natural y sobre lo humano.
Todos los marcos de referencia que nos sirven para orientarnos tienen este carácter. Solo
reconociendo que todo esto es obra humana, variable, que se modifica a lo largo del tiempo,
entenderemos que la existencia humana tanto individual como colectiva tiene un carácter contingente.
Es una entre otras posibles que se transforma con el tiempo debido al cambio de los símbolos. El ser es
significado, hay una posición constructivista. Esas producciones imaginarias no son arbitrarias, sino las
formas colectivas de interpretar lo real que nos parecen más ajustadas, verosímiles, productivas, que
regulan nuestra autoimagen y nuestra convivencia.
Eso significa, una vez descartado que es un puro invento caprichoso, adoptar una posición
autónoma frente a la heterónoma. Es decir, lo imaginario nace de la capacidad humana de interpretar
27
sin que haya ninguna instancia externa y ajena que dicte un patrón. Somos nosotros los que de una
manera colectiva creamos la noción de mundo.
El conocimiento es justamente el intento de establecer una relación entre sujeto y objeto que
nunca se cierra. Estamos constantemente reelaborando teorías que explican con mayor detalle este
proceso. Hay una búsqueda permanente. El intento humano para entender las cosas no es caprichoso,
hay una disciplina porque si no caemos en un puro relativismo. Conocer es estar en el filo de la navaja
siempre. Aunque nosotros buscamos investir de sentido a lo real, aunque nos movemos dentro del
ámbito del sentido, ese sentido debe tener una apoyatura, una solidez.
Por eso dice W. Dilthey, un pensador alemán del siglo XIX, que los humanos creamos
cosmovisiones que compiten entre sí. Desechamos aquellas formas de entender las cosas que no resultan
suficientemente claras, o que se enfrentan a problemas que no podemos resolver. Eso tiene que ver con
la teoría de los paradigmas científicos de T.S. Kuhn, un filósofo de la ciencia, que cual dice que cuando
una teoría no nos satisface y entramos en crisis con ella y caemos en la necesidad de otras que nos
convenzan más. Volviendo a Dilthey, dice que lo primero es intentar entender o explicar lo que hay,
segundo un criterio valorativo, y tercero el de la guía de la conducta, guía para la acción, nos propone
metas y fines. Primero nos dicen cómo son las cosas, luego lo que es más valioso o menos, y por último
nos orienta el comportamiento.
Esas creencias tradicionales conviven con otras racionales, en su caso científicas, que exigen
desechar parte de lo anterior para encontrar mejores interpretaciones de la realidad. Bajo ese punto de
visa somos capaces de “progresar” (entre comillas porque la idea de progreso que hay en occidente no
deja de ser una idea ideológica) Hay ideas que se han venido a bajo porque ya las consideramos
perjudiciales e insostenibles. Las concepciones del mundo nunca son estáticas, se modifican, entre ellas
algunas tienen más éxito que otras.
Construimos redes simbólicas a lo largo del tiempo en diferentes campos y ese es nuestro
entorno natural. Nos alimentamos de la leche materna pero también de construcciones simbólicas. Es
decir, creamos un universo simbólico constituido por clasificaciones, categorías, conceptos, normas,
metas. y ahí, como dice E. Cassirer lo que hacemos los humanos es crear lenguajes simbólicos para
clasificar. Los humanos tenemos muchas dimensiones.
Tenemos una cierta preminencia del pensamiento racional, pero a la vez somos seres muy
legados a elementos no racionales, sino emocionales. Eso está dentro de nosotros. Cada cual tiene que
hacer su propia selección de elementos e integrarlos en su propia existencia personal. Ser crítico en
sentido filosófico supone un esfuerzo permanente de revisión de lo que creemos establecido o aceptado.
Entonces, como ha dicho Cassirer, la tradición fenomenológica dice que vivimos dentro de un
horizonte de sentidos, nuestra visión de la realidad obedece a un contexto cultural dentro del cual se
desenvuelve nuestra vida. Porque no podemos ni sabemos vivir fuera del sentido, los humanos, incluso
cuando adoptamos una posición nihilista, ya adoptamos una postura significativa. Para negar cualquier
cosa tienes ya que adoptar una postura simbólica determinada. O estás actuando, negando que haya
sentido. Luego hay sociedades más rígidas o abiertas al cambio. La occidental es más cambiante, pese a
tener carencias y lagunas estamos dispuestos a la autocrítica permanente. Probablemente la tradición
28
occidental es una caníbal, viva de poner en cuestión sus propios presupuestos devorándose a sí misma,
siendo exigente.
Entonces, un científico como M. Gell-Man ha dicho: los humanos tenemos un ADN, una
genética, peor también un ADN cultural. Tenemos una naturaleza bilógica y una segunda naturaleza
cultural. Esto quiere decir que hay unos dispositivos culturales decididos que nos sirven para llegar a
pensar por nosotros mismos.
Para muchos multiculturalitas radicales, no habría que hacer intervención crítica en otras
culturas porque se basan en sus propias dimensiones. De tal manera podríamos aceptar la ablación del
clítoris. Hay redes simbólicas mucho más amplias, liberadoras, merecedoras de respeto que otras. Yo no
voy a decirle a otro cómo debe vivir porque mi cultura sea superior, no, se trata de que nos pongamos de
acuerdo en unos mínimos universales de respeto a la vida y a la libertad. Y después, cada cual elija su
camino.
De manera que en la obra La interpretación de las culturas Geertz propone que nos demos cuenta
de que vivimos en ese entorno simbólico que estamos constantemente reformulando. Por eso, Y. N.
Harari ha puesto de manifiesto como estas construcciones simbólicas son las que mueven la historias,
sirven como nudo organizador e la realidad. Las ideas de dioses, nación, dinero… etc. son producto
cultural que nos ayuda a vivir mejor. Luego podemos discutir, pero el hecho cierto es que lo que buscamos
son relatos legitimadores que dan soporte a nuestro modo de vida. En todas las facetas de nuestra vida,
esto que él llama el orden imaginado de la realidad, es determinante, está inserto en el mundo material
como si fuera una realidad física, aunque sea simbólica, da sentido y propósito a la materia. Al final es lo
que compartimos. Nuestras creaciones imaginarias son extremadamente importantes lo cual nos obliga
a ser extremadamente responsables, cuando se refieren a la vida humana en todas sus manifestaciones…
Que tengamos una consciencia responsable de qué es lo que creamos.
Tenemos que recordar que además de todos los elementos que hemos ido viendo, hay también
estructuras inconscientes en nuestro bagaje biográfico que también deben ser tenidas en cuenta. Esas
realidades inconscientes tienen un peso mayor del que pensamos en la conducta.
La manera en que procesamos la información no es solo intelectual sino más profunda dado
lugar a una estructura psicológica profunda, o, los conceptos más que ideas son esquemas/patrones
vividos.
El proyecto humano tiene como primera nota de su omnivalencia (= cuando tiene varias
valencias, podeos actuar de diferentes maneras combinándolas, registro flexible) una de las primeras
notas de esta omnivalencia es que hay estructuras inconscientes.
29
Todos los esquemas de comportamiento, físicos y biológicos los hemos ido acumulando ahí sin
darnos cuenta, y por ello, en ocasiones, actuamos de manera inconsciente. Somos conscientes de solo
una centésima parte de lo que nuestro organismo procesa, La mayoría de los neurólogos afirman que
apenas nos damos cuenta del 1 o 2% de la información que nuestro cerebro procesa.
Hay un bagaje simbólico fundamental, hemos aprendido conscientemente a procesar
información y crear esquemas de comportamiento y pensamiento. En ese sentido, somos capaces de
entender muchas cosas de las que nos pasan, así como algunas escapan a la conciencia otras están
perfectamente enfocadas. El lenguaje es pues, la manera en la que nos relacionamos con otros seres
humanos.
Como han señalado los psicólogos evolutivos entre lo psicomotriz y lo inteligente hay un
proceso de evolución. El primer desarrollo mental del niño es psicomotriz: manera de coordinar
movimientos. Este es el primer escalón por el cual se empieza a construir la inteligencia. De manera que
hay un vínculo entre lo orgánico y lo mental. El deporte genera condiciones orgánicas (liberación de
hormonas, generación de oxígeno) que nos ayudan a pensar con mayor claridad. En general entre lo
psicomotriz y la inteligencia más compleja, no directamente con el lenguaje, es donde se encuentra la
relación.
Muchos autores dicen que la inteligencia tiene un origen motor. La idea de que entre la mano y
la mente (manera simbólica de decirlo) hay una relación: la mano es una forma de inteligencia. De hecho,
hoy día, hay corrientes de pensamiento (a partir de la fenomenología de Merleau Ponty) como el embody
condition, como pensamos y procesamos información con l cuerpo entero y no con solo eso que llamamos
consciencia. Otros autores de este campo son Lakoff y Johnson.
Es decir, no somos seres desencarnados, el dualismo antropológico no tiene ninguna certeza
hoy en día. Hay que intentar entender al ser humano como un todo integrado sin separar la consciencia
o el alma del cuerpo pese a que no sepamos con certeza cómo funcionamos o de dónde proviene esta
alma (opinión de Luciano). Los dualismos son problemáticos porque en ocasiones derivan en
esquizofrenias.
Buscamos traducir las creaciones imaginativas. Modificamos a través de la conducta nuestra
situación o circunstancia. El yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo. Nadie puede vivir
al margen de lo que le rodea. En ese sentido profundo, lo que sentimos, pensamos, queremos,
necesitamos se traduce en conducta de un tipo o de otro que influye en el medio. Queremos tener la
posibilidad de expresar lo que somos o lo que queremos. Porque sin un deseo profundo, sin querer, no
hay deseo ninguno. Y para poder expresarlo adecuadamente en la praxis, conducta, tenemos que ampliar
nuestro margen de maniobra y eso es lo que llamamos libertad. La libertad arraiga en nuestro organismo,
cerebro, reflexión, todo esto alimenta a la libertad. La libertad no es lago que ocurre porque sí
maravillosamente, y que surge de la nada. La libertad hay que ganársela. En este sentido antropológico
y después en el sentido moral (qué debemos y no hacer), y en el sentido político. La libertad hay que
trabajársela.
Cuando digo ambivalencia quiero que se incluyan todos estos elementos, y de la mezcla de estos
elementos es de la que surgen las siguientes. Las cosas son fruto de una mezcla. En este ámbito las cosas
no son transparentes, sino un conjunto de factores entrelazados, a menudo de manera confusa.
30
Hemos dicho que el ser humano es sapiens-demens en el sentido de hay aspectos conscientes y
no conscientes que tienen el mismo peso. Además de nuestra condición corpórea hemos hablado de
diferentes aspectos, retomemos el modelo griego para resumir:
Solo podemos pensar en actuar libre cuando tenemos ese margen de maniobra que surge de la
coordinación de todos estos ingredientes. Pero por supuesto también supone del contexto y las
circunstancias en las que vivamos. En este azar se mezclan todas estas cuestiones, somos cuerpo,
circunstancia (histórica, política, económica, social) y a partir de ahí empezamos a construir.
18/11/19
Ese conjunto que nos hace ser conscientes de todas las facetas d la experiencia y que
proporciona unidad respecto de nosotros mismo tanto sincrónica como diacrónica: se que soy yo y que
tengo un trayecto biográfico a lo largo del tiempo. A la vez, todo estado de conciencia está tenido de un
carácter afectivo, es decir, hay un estado de ánimo que se deja notar más o menos intenso, pero siempre
hay un estado de ánimo latente en esa conciencia de sí mismo.
Por otra parte, en ese campo unificado hay una seria de habilidades y capacidades de esa índole
que nos permite interpretar cosas, relaciones experiencias. Es decir, el sujeto autoconsciente tiene la
capacidad de dar gorma y establecer nexos entre todo aquello que está presente en su campo de
conciencia.
Somos conscientes de un estado de ánimo, una capacidad para pensar (generar ideas,
relaciones, vínculos) y a esto se le ha denominado rasgo esencial en términos de intencionalidad. La
intencionalidad es la disposición activa que todo sujeto tiene para concebirse así mismo o a otras cosas
de una manera mínimamente compresiva e inteligente. Entonces, obviamente todas estas
características de la conciencia se alimentan de los aprendizajes, de las relaciones con los demás. Pero
en un determinado momento somos cada uno de nosotros que en el presente de la conciencia los usamos
de una manera u otra, aunque a veces no nos demos cuenta ni seamos plenamente consciente. Tenemos
conciencia de ser un yo, y en ese sentido tenemos conciencia de ser un sujeto.
Tengo la palanca para construir, pensar, sentir mi identidad. ¿Quién soy? ¿Qué hago? ¿qué
experimento? ¿qué quiero? Sin autoconciencia es imposible plantarse estas cuestiones.
Pero todo esto con una autoconciencia encarnada y corpórea. Otra cosa es que a veces dejemos
el piloto automático encendido y vivamos siguiendo los patrones que hemos construidos, las rutinas,
31
inercias… etc. Por eso hace falta dar un paso más allá y desmenuzar todas esas facetas del sujeto
autoconsciente y activo.
Tomo como referencia la obra de Antonio marina y su obra Teoría de la inteligencia creadora. Con
relación a la percepción todos recibimos información sensorial que inmediatamente procesamos. Lo
interesante es que nuestra conciencia en virtud de su aprendizaje. Capacidades para entender
inmediatamente da un significado a esas sensaciones par aprender. No recibimos estímulos sensoriales
que no tengan inmediatamente una interpretación. Es más, cuando recibimos algún estímulo que no
comprendemos: ruido, estruendo, es cuando nos fascinamos y alertamos. Sensorialmente estamos
acoplados a un mundo de sensaciones que interpretamos inmediatamente según unos esquemas de
percepción. Pero cuando hay algo que no resulta familiar y se sale de nuestros esquemas es cuando
sentimos esa especia de zarandeo, porque nos sentimos fuera, desencajados. Y bajo este punto de vista
estamos continuamente procesando información, pero de entrada esa intencionalidad (relación sujeto-
objeto) se alimenta en primer lugar de esa capacidad de percibir según pautas habituales. Habitualmente
vivimos en una especia de automatismo permanente.
El movimiento. Esto tiene que ver con lo de nuestra inteligencia sensorio-motriz. Significa que
no solamente percibo, sino que me muevo de manera inmediata entre todos los objetos que me rodean.
Recibo la información que interpreto y hay una capacidad corporal de desenvolverme en el mundo. Hay
una conexión entre lo mental y lo físico. Gran parte de nuestra conducta inconsciente es realizada por el
cuerpo antes de que haya pensamientos, y la neurobiología contemporánea le da la razón. Aprendemos
esquemas mentales y también esquemas corporales. Son la base de nuestra conducta, sean conscientes
o inconscientes, nos sirven para pensar y hacer cualquier cosa. Cuando venimos al mundo lo aprendemos
y se convierte en una especie de acto psicofísico.
32
matices y cambiamos algo de los recuerdos. Pero, a parte de estos cambios parciales, se ha demostrado
que hay muchos recuerdos absolutamente ficticios.
20/11/2019
Entre inteligencia y libertad hay una vida de enriquecimiento mutuo. Nuestra construcción de
mundos virtuales o paralelos amplía esas vivencias, esas limitaciones, de manera que se abren campos
novedosos para la acción. La inteligencia y la libertad conjuntadas dan lugar a la creatividad. Cuando
creamos mundos simbólicos estamos reforzando esos dos pilares. Creamos realidades que son parte
esencial de nuestra vida.
Hay que destacar que todo esto está al alcance de cualquiera, pero no viene dado de antemano. Hay
que elaborar y construir. Pero hay potencias o capacidades que habría que actualizar. En ese sentido
construimos la racionalidad, una creación humana a partir de cualidades psico-fisiológicas adquiridas
mediante la evolución. Elegimos ser racionales porque creemos que es la mejor forma de gobernar la
existencia.
Elegir la razón es un primer acto moral, una forma concreta en la que ejercemos la libertad,
queremos una vida racional (Sócrates), seguir una cierta forma reflexiva de existencia. Desde este punto
de vista, la inteligencia es global. Como elección estratégica de ida, la racionalidad va más allá de esas
corrientes filosóficas que definen a la inteligencia como la mera capacidad de resolver problemas, pero
es más que eso. La inteligencia genera proyectos de toda índole nuevos problemas y nuevas preguntas.
En definitiva, si la inteligencia y la libertad se retroalimentan para crear una vida racional y creativa,
estamos generando modelos de vida que incluyen múltiples aspectos. En lugar de conformarnos con una
mera supervivencia, o con una rutina, o con una visión, lo que hacemos es construir modelos. Es decir,
programas de conducta y de acción. Se combinan lo deseos, necesidades, ideas, creencias, metas tanto
a nivel particular como colectivo. Porque nadie puede ser del todo libre o inteligente fuera de la sociedad.
Somos los humanos los que nos reforzamos mutuamente para seguir un modelo de vida común.
Enriquecemos esa vida compartida.
Por eso pudo decir Aristóteles que lo que define a la vida humana es su «deseo inteligente» o su
«inteligencia deseante». Con estas dos expresiones nos está hablando de todo lo mencionado, esa
complementariedad entre lo que queremos, lo que elegimos, y lo que inteligimos. Aristóteles dice que
esa inteligencia así entendida como capacidad de comprensión general de lo que nos ocurre y de lo que
nos rodea, como cauce para expresar lo que somos, tiene diversos niveles:
Cada uno evalúa, interpreta, también teóricamente ante una situación muestra que ve más lejos,
hay más factores, comprende las relaciones de una cuestión o de una conducta. Capacidad de entender,
planear, evaluar y ejecutar algo, llevarlo a cabo. La teoría y la praxis en la vida humana están unidas, sin
una buena reflexión normalmente la acción hierra, peor la teoría se contrasta con la acción. Se
retroalimentan.
33
Incluso se puede añadir un sexto sentido, la intuición o la corazonada. Esa forma más sutil de
combinar todos estos elementos. Se puede adquirir mediante la práctica, hay gente que no es que sea
más o menos perspicaz, no es cuestión de solo inteligencia, pero hay gente que tiene más capacidad para
intuir, manejar situaciones.
Nuestra vida no está condicionada, pero puede obligarnos. La paloma cree que es más libre sin
aire. La resistencia existe, las condiciones del medio, y a veces son abrumadoras, pero a pesar de todo
siempre hay una posibilidad de elegir. Hannah Arendt, siempre ha una posibilidad de elección, incluso
par asumir de una manera o de otra aquello que se te impone. No importa lo que se te impone sino la
manera que lo afrontas.
25/11/19
Por eso, desde un punto de vista particular de cada uno, la fa ha enseñado siempre que los ser
humano tienen que buscar esta forma racional de vivir. Por tanto, hay un cierto imperativo ético. Por ser
34
racionales entendido como ser más lúcidos, poseer más herramientas de comprensión, racionalización,
más elementos de juicio, mayor capacidad para expresar nuestra identidad, elegir, dialogar y pensar
mejor.
*No confundamos racionalidad con creencias u opinión. No pretendas que tu opinión pueda ser
siempre respetable. Las personas son siempre respetables y las opiniones siempre discutibles, porque
algunas son absolutamente insostenibles. *
2. Noción de persona.
Podríamos decir que persona es la noción que intenta incluir todas las dimensiones de la vida de
un individuo que sea va construyendo a lo largo del tiempo de manera que no es la base que tengamos
una sustancia, un alma, una naturaleza adquirida, sino tener una serie de capacidades/inteligencias de
elección (aunque sea condicionada) de manera que mediante aprendizaje/educación/ desarrollo
biográfico construyamos una identidad flexible. Para hablar de persona hay que hablar de
inteligencia/emociones/razón/capacidades sabiendo que cada ser humano es una mezcla única de todos
esos elementos/dimensiones que se van trenzando a lo largo de la vida de diferentes maneras. En ese
sentido, cualquier persona integra muchas facetas que se van construyendo en relación a lo que no es él,
a lo que le rodea, es una forma de yo mismo relacional, la persona está siempre abierta al intercambio y
así alimenta su propio proceso de formación. De manera que, la autonomía se construye a partir del
35
reconocimiento previo de la dependencia, de la interdependencia. Una identidad única, diferente a
todas, que a la vez comparte elementos fundamentales con los demás seres humanos. Entonces decimos
que, ese constante proceso de autoconstrucción/autodesarrollo/aprendizaje tiene una estructura
narrativa. Nos reconocemos únicos a través de nuestra historia personal, que contrastamos con las
demás personas que tienen su propia historia y autorrealización. Esa identidad que atribuimos a toda
persona es plural, compleja, está en proceso permanente.
Entonces, la persona podría ser definida como aquel individuo, ser humano, que va creando su
propia identidad esforzadamente, eligiendo, desechando, contrastando, asimilando sus diferentes
experiencia a partir del reconocimiento de que los demás tambén son personas y merecen la misma
consideración pero que me son indispensables para construir mi propia identidad
- Primero, lo que podríamos llamar la personalidad recibida: todo aquello que tenemos ya
como dotación psicofísica cuando venimos al mundo. A parte de eso recibimos también un
cierto temperamento. Una forma básica de ser, sentir, percibir. Temperamento:
disposiciones básicas, heredadas. Existe junto a esto definido lo que podríamos llamar la
personalidad adquirida. Entonces si el temperamento es el sentido básico de responder a
los estímulos, tendencias emocionales, sensibilidad más o menos dirigida en una dirección,
tenemos que añadir el carácter. El carácter es aquello que vamos adquiriendo como forma
de pensar que a su vez se plasma en modos habituales de ser, eso que llamamos
costumbres, a veces decimos manías, reacciones instantáneas o automáticas. Nuestro
carácter se plasma en hábitos.
Los hábitos son las maneras en que esas raíces o disposiciones temperamentales y elecciones
caracterológicas se plasman en conductas repetidas que llamamos hábitos.
27/11/2019
Nuestra condición de seres sociales ejerce un carácter notable. Somos sujetos ligados a roles
sociales. La personalidad está conformada por los roles sociales que desempeña. Charles Wrigh Mills
escribió Carácter y estructura social: la psicología de las instituciones sociales. Es decir, todos
representamos ciertos papeles, formas de comportamiento acordes con la circunstancia exterior en la
que vivimos. A eso se lo puede llamar “representación teatral”, somos personajes de las instituciones
sociales. Desempeñamos ciertos papeles que corresponden a cada contexto.
36
Es decir, las instituciones y nuestra función en ellas también es parte del carácter en su faceta
más social. El libro de Erving Goffman presenta a la persona en la vida cotidiana. Todos hacemos una
cierta puesta en escena, no porque seamos hipócritas, sino que en el sentido sociológico nos
presentamos ala sociedad de la mejor manera posible en cuanto a comportamiento, imagen…etc.
Con esto no estoy diciendo en absoluto que el conocimiento sea determinación, no estamos
negando que tengamos capacidad de elección. A todos nos han repartido unas cartas, mejores o peores,
y tenemos que jugarla a lo largo de la vida.
Porque somos sujetos que actuamos en muy diversos ámbitos hay que plantear las cuestiones
de la Razón Práctica, Kant. Cómo guiarnos en relación con nosotros mismos, la identidad, es la ética y la
política. La condición de posibilidad de que seamos sujetos morales y políticos, por una parte, hemos
adquirido, heredado, aprendido, multitud de formas de conducta que nos vienen dadas, pero ala vez,
tenemos que gestionarlo, elegir diferentes cursos de acción, crear las pautas dentro de todo este
conjunto.
Sobretodo, y este es el desafío, porque tengo que combinar muchos imperativos: económicos,
sociales, estéticos… entonces saber elegir y actuar en consecuencia, tanto como ciudadano a gran escala,
como individuo en pequeñas relaciones, es importante para conformas la identidad.
A menudo tenemos compromisos neuróticos con la realidad. A veces las imposiciones externas
son demasiado fuertes, pero el problema suele estar dentro de cada cual. Los humanos no encajamos
fácilmente con una realidad verdaderamente problemática: el hecho de que somos mortales, finitos, que
37
tenemos una estructura psicológica muy compleja, el peso de lo inconsciente que no podemos controlar.
Algunos autores dicen que somos una especie enferma. A mayor complejidad, mayor fragilidad. Y es
entonces cuando aparecen todo tipo de prácticas que intentan paliar esta situación: religiones,
drogas(estupefacientes), mitos, ideología. Para superar ese no encajar bien las facetas de la vida la
especia desarrolla mecanismos de defensa. Y creemos en lo mágico, milagroso, a veces hacemos que lo
tecnológico se convierta en una especie de nueva magia. Buscamos salidas, aunque no siempre seguras,
a esa situación límite de no saber cómo afrontar la vida.
La violencia es una salida también a esa tensión de la existencia. En todo caso toda nuestra
cultura está llena de violencia, no tanto como la cultura norteamericana, sino la cultura en el sentido más
amplio, toda nuestra mitología, muchos de nuestros ritos, de nuestras fiestas, están impregnadas de
violencia simbólica, física o emocional. En las tragedias griegas hay violencia, en las grandes obras
literarias y pictóricas. Es parte de nuestra condición. Desgraciadamente somos seres violentos y por ellos
tenemos que afrontarla. Aunque también somos seres pacíficos que buscamos armonía, belleza y
serenidad. Pero no es fácil porque a todos nos atraviesan fuerzas enfrentadas.
Somos sapiens pero también demens. Frente a estos conflictos, personales y colectivos,
insatisfacciones profundas los humanos también somos capaces de alcanzar cierta sabiduría personal,
que tenemos todos, porque todos aprendemos cosas importantes si nos tomamos la molestia de estar
atentos a lo que vivimos. Y la sabiduría que podemos acumular en gran medida nos hace crecer, ser más
flexibles, más lúcidos, seguramente más tolerantes y empáticos, y desde luego, más alegres. Es decir,
somos capaces de ser sabios a pequeña o gran escala. Ralph Emerson, el gran escritor norteamericano
de mediados del S XIX : «La sabiduría es una mezcla de la percepción intelectual de la verdad y el
sentimiento moral de lo justo », es decir, combinar conocimiento y justicia, pues allí donde hay
conocimiento uno sabe actuar de la mejor manera posible, pero allí donde hay sentido de la justicia y
ponemos acento no en mi mismo sino en el conjunto de todos, facilitamos que la convivencia sea pacífica,
que cada cual reciba lo que necesita, esto es lo que constituye la vida buena. Thoreau, gran teórico de la
vida en la naturaleza; Whitman, el gran poeta. Kelsen: «la justicia es la felicidad social garantizada por un
orden social», es decir, a justicia es la forma de construir socialmente eso que llamamos felicidad. La ética
busca, a nivel personal, ser feliz. Uno puede ser feliz desde una posición ética formalista o materialista.
Pero al final todas buscan ser feliz. Si traspasamos esa idea personal al orden social, dice Kelsen, la justicia
es la única forma de hablar de felicidad social colectiva, allí dondeno haya discrimación, igualdad ante la
ley, redistribución de las riquezas… Y todo eso, es lo que constitutye la vida buena, allí donde hay
conocimiento, búsqueda de la verdad, compromiso por la justicia, felicidad hay vida buena y verdadera
libertad. Porque elijo conscientemente lo que quiero y porque tengo los medios para que mi elección se
cumpla, se realice, al menos tengo la posibilidad. Esto significa que nos hacemos responsables de nuestra
propia vida, y de la de nuestros conciudadanos. Desarrollar todo esto significa asumir la responsabilidad,
no solo de mi vida, sino también de las de lo que me rodean. No porque yo vaya a salvar a nadie, sino
darnos cuenta de que nosotros no podemos ser “yo” sin tener a los demás, nosotros somos parte de la
identidad de los demás al igual que los demás de la mía. Todos somos ciudadanos de una polis sometidos
a los mismos derechos, libertades y obligaciones. Eso significa asumir la responsabilidad, no ser un
quejica, pero sí protestar cuando hay que hacerlo, defender al débil, reivindicar mis derechos, pero a la
vez sabiendo que yo soy el último responsable de mi vida.
38
Este tema nos va a hacer recapitular algunas de estas cuestiones en términos de modelos
generales de comprensión de lo humano. Cómo esto ha sido teorizado en grandes teorías explicativas
del humano. Esto en occidente se llama las grandes tradiciones humanísticas. ¿Qué idea del humano y
de su forma de vivir se deriva de estor elementos?
No voy a hablar ni del humanismo materialista, cristianos, marxista, griego, o renacentista, sino
del núcleo común y en cierto modo la intersección de todas esas particularizaciones del humanismo. De
aquello que podríamos considerar un mínimo común denominador. Y luego cómo los cambios de nuestro
tiempo permiten contraponer ese ideal humanista a los ideales posthumanistas.
¿Qué modelo de vida humana creamos a partir de lenguaje/ciencias para afrontar la realidad de
forma que eso da lugar a diferentes formas de vida? Si somos seres orgánicos, simbólicos, sociales,
afectivos, racionales… tenemos que construir un modelo de excelencia apara la vida humana. Que es lo
que a lo largo de la historia se ha considerado más relevante y más digno de imitación.
Podemos hacer una breve aproximación histórica, obra de Higinio Marín La invención de lo
humano. La construcción sociohistórica del individuo. Con estos mimbres las grandes civilizaciones de la
historia occidental han propuesto diferentes modelos de diferentes épocas de lo que se considera una
vida plena, digna, excelente, realizada.
Se trata de ver que en todas las sociedades antiguas había una distinción muy clara que venía
dada por la cuna, por el parentesco. Entre aquellos que eran superiores e inferiores por ser hijos de, por
pertenecer a la aristocracia. Se supone que había clases diferenciadas de seres humanos, superiores e
inferiores. La cuestión es que los superiores se consideraban más cualificados, perfectos y dignos, y los
inferiores eran sus servidores, porque era una clase humana de peor categoría.
El paso del segundo gran momento, es lo que Marín llama el humanismo estamental: nobleza,
clero, pueblo llano. En todo caso, el pueblo llano no tenía derechos ni libertades reconocidos salvo en
muy pocos lugares de Europa. También estaban los siervos que trabajaban la tierra y los esclavos. El
modelo de excelencia aquí vuelve a remitir al linaje, a qué familia perteneces y de dónde procedes. Pero
se introduce un nuevo elemento: la religión. Lo que se considera más valioso, humanismo plenamente
realizado, es consagrarse a la vida religiosa.
39
En tercer lugar, podríamos hablar de un humanismo pericial. El humanismo de los expertos, el
perito en algo es el experto en algo, aquel que tiene una formación que le hace competente en alguna
actividad. Esto ocurre en el renacimiento y en la edad moderna. El reconocimiento de la humanidad de
diferentes individuos. Esta idea cristiana es muy igualadora: en dignidad todos somos hijos de Dios. Pero
aquí, lo que concede derechos prácticos y no solo teóricos es el dominio de un oficio, de una profesión.
No depende ya tanto de la cuna, del linaje, sino de tus conocimientos y habilidades. Estamos en un
mundo ya mucho más comercial. Un oficio que te concede un rol con el cual te presentas en sociedad.
El cuarto tipo del que habla Marín es el humanismo comercial. Aquí, a partir del siglo XVIII lo que
define a los sujetos es su capacidad económica, sociedad burguesa. Es el tipo de sociedad que gana
dinero mediante diferentes acciones, ya no hablamos de nobles y plebeyos sino de ricos y pobres. Ya no
hablamos de la sangre, de la tierra, de la ley, como principio de ordenación sino como actividad
económica. En esta época s se producen las grandes revoluciones liberal francesa, las obreras, donde
justo a este clasismo económico se plantea la revolución obrera. Reivindicación de la mujer, de los
derechos LGTBI+, el pacifismo… diferentes modelos de revisión crítica y búsqueda de alternativas a ese
esquema económico. Superar la división de linajes, de trabajadores, el racismo, el nacionalismo, que son
formas que han influido a la hora de determinar lo que se consideraba una vida plena. Seguimos
habitando cada vez más un modelo de vida tecnológico, capacidad de acceso a la información y a la
tecnología.
En el mundo contemporáneo podríamos decir que desde el punto de vista individual de las
personas particulares lo que se defiende es su autonomía, libertad, capacidad de dirigir su vida. Para las
primeras teorías emancipadoras libertad e igualdad iban de la mano, no era opuestas, no había una
desigualdad extrema.
Preguntas de examen:
40
Realizar un esquema de las diferentes cuestiones y un diálogo o un índice que se pondrá en clase en común.
Biopoder es una noción acuñada con M. Foucault para referirse a la manera en que las instituciones
políticas han generado formas de control y dominación sobre los cuerpos y, por extensión, sobre las vidas
de los seres humanos.
Hay técnicas en el sentido de formas regladas de dirigir la conducta que lo que hacen es conducir
a los ciudadanos en una cierta dirección preestablecida. Algunos ejemplos históricos y su implicación con
el posthumanismo:
Si entendemos por biopoder control cobre cuerpos, mentes, y formas de vida, a mi juicio hay
tres grandes formas de biopoder a lo largo de la historia. Aunque esto se ha manifestado de manera
distinta en el mundo moderno y contemporáneo donde controlas la vida mientras que en la antigüedad
tenías el poder sobre la mente, el poder de ejecutar.
cuando nace la sociología, porque están asistiendo a un cambio verdaderamente brutal en la forma de vida.
6 Ayuda a cumplir unos estándares de higiene y de salud. Instituciones sanitarias: hospitales, manicomios.
7 Comienzan a haber prisiones mucho más grandes, dependientes de una burocracia, ligadas a una jurisprudencia.
41
A medida que los estados empiezan a secularizarse, se empieza a separar el poder político del
religioso y cobra poder la ideología. En tanto que eres un miembro de tú país (nacionalista). La religión
sigue estando presente, pero hay otros contenidos mentales de carácter normativo que cobran fuerza.
En general, se produce una administración (burocratización) general de la existencia.
El tercer aspecto o época o forma de ejercer la biopolítica es el que se refiere al mundo más
reciente. El de los últimos 30 o 40 años. El modelo hipertecnológico. Aunque sigue presente el modelo
anterior en los aspectos legales y reglamentados, lo que diferencia a este modelo más reciente es
primero la aparición de las llamadas nuevas tecnologías, normalmente desconocidas para el gran pública.
Hoy día se utilizan las iniciales NBIC (Nanotecnología, Biotecnología 8 Teorías de la Información, Teorías
de la Computación) a esto se le suele añadir al IA (Inteligencia Artificial) y la robótica. Todo esto forma
un conjunto que cada vez tiene más presencia en nuestra vida.
En gran medida, la tecnología, que siempre ha tenido una gran importancia en la vida humana.
Históricamente, la tecnología siempre ha sido importante, sumamente necesaria, y útil. Sin embargo, ha
llegado a una cierta hipertrofia en el mundo contemporáneo que le ha hecho apoderarse de las
condiciones de vida. En este sentido, algunos pensadores del S. XX, han hecho una crítica basada en la
tecnofobia. Diciendo que la tecnología es mala porque expresa la dominación absoluta, la cosificación de
la vida. Luciano no comparte esta posición tecnófoba, pero sí las críticas en términos históricos
contrastados a formas de vida dependientes de la tecnologías. La tecnología es buena mientras no se
hipertrofie y ocupe todo el espacio, a condición de que no deje de ser un medio y no se convierte un fin,
que sea regulada por el Estado.
Autor que ha hecho una gran análisis acerca de esto es G. Anders, alemán que tiene una obra
sumamente interesante La obsolescencia del hombre. En el segundo volumen dedicado a la tercera
revolución industrial y la destrucción de la vida en ella, especifica lo que él mismo llega a vivir. Anders en
este segundo volumen hace un profundo análisis de la vida contemporánea en esta 3ª revolución
industrial. Dice cosas verdaderamente potentes como que “vivimos dentro de un marco antropológico
gobernador por la tecnocracia”, “la técnica se ha convertido en el sujeto de la historia” ya no lo es el ser
humano, la técnica es la que defiende el poder en todas sus facetas.
En definitiva, lo que dice Anders es que la tecnología que estaba al servicio de la población
humana se ha convertido en el principal enemigo de la libertad. Pág. 202 «Recapitulemos: en cuanto
ofertado el mundo completo establece las acciones, opiniones y sentimientos que nos incumben. En una
palabra, todo nuestro estilo de vida de manera tan total que queda asegurada nuestra obediencia, sin
que tengamos necesidad de percibir una orden como orden» Las grandes tecnológicas no solamente
contratan a ingenieros, sino también a diseñadores, psicólogos y filósofos.
8 Órganos impresos 3D
42
Entonces, no somos reprimidos de esa manera tan directa, salvo cuando hace falta, pero, en
general, en occidente no hay una represión tan brutal, se nos está diciendo que somos cómplices gustoso
porque creemos que todo esto va en nuestro beneficio, nos sale gratis, y nos da unas posibilidades
tremendas. Se produce una despolitización creciente porque no temeos conciencia clara de la agresión
al ser esta invisible. Dice Anders que no caigamos en el viejo tópico de la neutralidad de la técnica, de que
la técnica en sí no es mala sino el uso que hacemos de ella, porque esto es falso, es una falacia, porque la
técnica ya ha colonizado todos los campos de la vida. Se han credo redes tan importantes que operan
autónomamente y no puedes cortar una parte ni dirigir su uso. A nivel global, son grandes
superestructuras fisiológicas que no puedes manejar porque ya hay mecanismos que las hacen
intocables. Si empiezas a tocas fichas se cae toda la cadena de producción y consumos. En ese sentido la
tecnología así implantada, fuera del control humano, es totalitaria, es lo que hace que el ser humano sea
obsoleto. No tenemos ni la fuerza ni la capacidad ni las condiciones de dominar la técnica. Entonces,
nosotros somos obsoletos igual que son obsoletas todas esas mercancías programadas para que se
estropeen pronto y tengas que comprar más. Frente a esta red masiva y frente a las propuestas
posthumanistas estamos empezando a ser obsoletos. Somos imperfectos, tenemos que crear otra cosa.
Generar nuevas relaciones entre ser-saber-poder. Esto es lo que se está planteando. Nuevas
relaciones entre formas de conocimiento que a su vez permitan ejercer una transformación radical del
ser humano. Lo cual es una forma de poder extraordinaria, porque se aplica a todo tipo de seres. Estamos
asistiendo a una transformación míticosibólica. La tecnología no solo nos sirve parar transformar el
medio. Sino tener la capacidad de hacer una nueva génesis, una nueva creación del mundo; no un mero
cambio ni aprovechamiento, sino creación de la realidad sin límites. Se busca una recreación de lo
existente tanto a nivel humano como niel general. Hay una pretensión de generar un mundo
radicalmente diferente. Esto es lo que está detrás del ideal poshumanista y, por tanto, significa construir
seres diferentes a lo humano, metahumanos, y nuevas formas de ser-pensar-sentir-actuar. Por eso decía
el otro día que lo que se está poniendo en cuestión es toda esa trayectoria histórica para dar paso a una
nueva realidad. Va a cambiar nuestra subjetividad, cómo somos, la manera en que nos relacionamos con
las cosas si este propósito llega a cumplirse.
Es un planteamiento radical, no es ciencia ficción, pese a que corto plazo no tenemos esas
herramientas se está trabajando en ello y a largo plazo podremos llegar a alcanzar todo esto.
Filosóficamente tenemos que cuestionar algunos presupuestos y algunos fines.
Sloterdijk y Habermas tuvieron un debate porque el primero decía que todos los intentos de
mejorar la condición human a través del conocimiento humanístico habían fracasado, tan solo estas
nuevas tecnologías van a permitir cambiar esa forma de ser desagradable que tenemos para efectuar ese
progreso. Haber mas contesta que si abandonamos en manos de los tecnólogos esa pretensión de
43
cambio sin tener en cuenta que nuestras características antropológicas son las que son, lo que se pone
realmente en cuestión es nuestra forma de vida, de ser, de pensar políticamente y éticamente, y que eso
no podemos dejarlo en manos de expertos, sino que habrá que decidir qué consideramos lícito, o ilícito,
qué nos parece moralmente aceptable o inaceptable.
Luc Ferry en su obra la revolución transhumanista comenta cómo van a transformar nuestras
vida. Lo que hace es relacionar estas propuestas transhumanistas con las formas tecnológicas
contemporáneas. ¿Cómo se optimizan los beneficios acosta de la condición de trabajadores de sus
empleados? Lo que nos interesa ver aquí es cómo la tecnología y sus procesos innegables van a
determinar o no lo que somos y lo que hacemos. Este es el tema de fondo, pero de una manera mucho
más intensa y profunda que nunca antes en la historia. Vamos a hacer el procesamiento de datos
mediante algoritmos, la base de creación de sentido, ¿Va a se la IA la que nos va a decir cuáles son
nuestros fines? Lo que se está planteando en el mundo actual diariamente es ¿van a ser estas nuevas
formas de procesar la información las que colonicen los aspectos de la vida humana, para ser productivos,
mejorar en los ámbitos de la vida, no quedarnos fuera de juego, construir sociedades perfectas?¿vamos
a dejar que esos conocimientos y técnicas nos digas cómo vivir? ¿e incluso planteen que los humanos
somos obsoletos y por tanto se pretenda crear otra cosa supuestamente mejor pero que ya no es
humano?
La idea de la biología sintética es que se van a construir biobricks= ladrillos biológicos de materia
viva que sirvan para construir diferentes clases de realidad. Es como si no nos conformáramos con ese
mundo paralelo digital, queremos crear también uno material, no solo simbólico. Eso significa que el ser
humano se convertirá en una nueva especie de creador, es el ser humano el que v a diseñar una nueva
realidad con nuevos materiales, propios de organización, fines… etc. Crear seres en donde cambie su
estructura orgánica, su manera de pensar, de sentir, capacidades cognitivas y emocionales. A eso es a lo
que Harari ha llamado homo deus, queremos crear hombres divinizados, supuestamente perfectos,
superadores de todos esos defectos y limitaciones humanas. El problema filosófico en clave
44
antropológica sería: hay una idea d enaturaleza humana inmutable, fija, esencialista, ¿que no pueda ser
modificada con carácter moral? ¿Es la idea de naturaleza o condición humana que tenga una carga
normativa que no podamos cambiar bajo ningún concepto? ¿Somos los humanos de una manera que no
puede ni debe modificarse? La respuesta más interesante es la que dice no.
No hay una idea de naturaleza humana inalterable que nos imponga una manera de ser que no
podemos cambiar. No, no tenemos una idea esencialista, no es ese el argumento para criticar ciertos
delirios transhumanistas. Eso que llamamos naturaleza humana no es universal e inalterable, sino algo
que ha ido cambiando a lo largo del tiempo. La historia evolutiva cultural nos dice que estamos en
continuo proceso, la cuestión es, los humanos construimos constantemente formas de identidad
biológica y simbólica abiertas que intentan adaptarse a las diferentes situaciones biológicas. En ese
sentido es lícito plantear un mejoramiento. Ahora bien, ¿quién decide lo que es lícito y lo que no?¿cuáles
son los fines permisibles?¿estamos dispuestos a cambiar totalmente la humanidad para generar otra
cosa? ¿Por otro lado, hemos resulto los problemas técnicos para evitar accidentes garrafales? ¿Somos
conscientes de que estas tecnologías están en sus primeros momentos? ¿Que queda mucho spara
afirmas que podemos poner estas técnicas en práctica con garantía de que no van a causas daños
irreparables?
1. Decisión democrática
2. No tenemos herramientas todavía
3. Quién va a tener acceso a eso mejoramientos, ¿quién va a poder pagárselos? ¿O al final
solamente una minoría o una élite podrá transformarse y alcanzar esa condición perfecta?
¿Habrá una minoría tecnológicamente transformada mediante privilegios económicos y
políticos que no están al nivel de toda la población y someterá a la mayoría a una minoría
poderosa? Es una radicalización absoluta de la realidad, construiríamos humanos de primera, de
segunda, o de tercera.
Si, como dice Harari, vamos a estar en condiciones de cambiar nuestro cuerpo y mente, de ser
dioses, ¿Cómo vamos a organizar y regular eso? ¿o vamos a dejar que nos lo impongan? No podemos
fiarnos de que las élites vayan a hacer eso, sino que deberíamos buscar regulaciones democráticas y
formas de control. Primero decidir cómo vamos a hacerlo y hasta dónde vamos a llegar, porque si no
vamos a caer en una distopía, en una superélite que va a tener todo a su favor. Quien tienen el poder no
lo suelta, no lo comparte.
No basta con tener los medios, lo importante es tener los fines, las metas. ¿Qué queremos
realmente? ¿Cómo vamos a gestionar esas transformaciones?, ¿qué limites queremos poner? ¿Cómo
vamos a distribuir esas ventaja? ¿Qué relatos de vida humana y vida humana mejorada vamos a construir
colectivamente para dar cobertura teórica a estos cambios ¿qué narraciones nos vamos a hacer a
nosotros mismos de lo que somos y lo que queremos ser? No es una cuestión solo técnica, sino también
de razón práctica. ¿Vamos a dejar que los algoritmos resuelvan estas cuestiones sociales? O, ¿Vamos a
ser conscientes de que los algoritmos responden a programaciones humanas? ¿vamos a dejar que nos
diseñen la vida con la excusa de que vamos a la perfección máxima? ¿o somos nosotros los seres humanos
los que controlemos nuestra propia vida? Vamos a construir una especia de religión tecnológica,
dogmática, ajena a nuestra condición. Tenemos que evitar todos los abusos que ya se están produciendo.
45
Los nazis intentaron cambia a la población con los campos de concentración y el adoctrinamiento
de la población. La propuesta transhumanista no deja de renunciar a la condición humana porque la
considera imperfecta. Esto supone replantearnos la pregunta por la identidad. Vamos a reivindicar los
ideales humanistas o, estos otros fines o metas que nos plantea la posibilidad de alcanzar una condición
posthumana supuestamente perfeccionada. Si realmente se modifica nuestra condición humana
mediante bioingeniería, drogas, prótesis, artefactos nanotecnológicos… va a cambiar no solo los
aspectos externos, sino también nuestra manera de sentir, pensar y relacionarnos, y todo tipo de
operaciones humanas. Tenemos que ser conscientes que lo que nos ha unido en la conciencia de nuestra
humanidad han sido dos tipos de argumentos: la conciencia del dolor, del sufrimiento, de la finitud (de
que somos mortales y vulnerables) nos ha unido tanto para lo que tiene de negativo este asunto (nuestra
fragilidad, tristeza y dolor) como también las emociones positivas que somos capaces de sentir a pesar
de esa limitación, esto va a cambiar; y la teoría de los derechos que culminó con la declaración del 48. Al
final todo esto queda puesto en cuestión con los planteamientos. Vamos a dejar de tener entonces este
tipo de valores y significados esenciales compartidos. Los derechos superiores los tendrán quienes estés
perfeccionados, los que no sean humanos en sentido estricto, “la raza superior”.
Luego lo que se está atacando y cuestionando es que haya una condición humana única y
compartida. Lo que se está atacando por tanto es también la noción de libertad hasta ahora afectada por
la mayoría. Es decir, estamos cuestionando los conceptos claves del pensamiento y cultura occidentales,
y en buena medida también en oriente existe algo similar aunque haya matices y diferencias simbólicas.
Pero se está cuestionando nuestra condición universal de seres humanos.
Junto a estas dos formas de menosprecio del humano, habría que añadir esa tercera vía
tecnológica que se abre paso en nuestro tiempo e igualmente consideran lo humano criticable. Sabater
propone una forma de valorar lo humano que permita hacer frente a esta triple amenaza, y es entender
que somos sagrados: «Reconocer algo como sagrado, apartarlo de lo manipulable y ponerlo al resguardo
de lo útil y lo calculable asumiendo empero como máximamente valioso, hacer esto implica decidir a
partir de aquello que en nosotros no es manipulable, incalculable ni utilitario. Conocemos solo natural y
pertenecemos a lo natural como parte del mundo. Pero también somos algo consciente porque nos
damos cuenta desde dentro de algo que implica anhelo…. Etc. Lo que nos constituye como humano es
reconocer junto a otros humanos algo que manifiesta y represente lo que el fin mortal es para nosotros.
() El concepto mínimo de humanidad pierde pie y peso argumental en cuanto la noción de sagrado pasa
a la esfera de lo optativo. Ese reconocimiento de lo sagrado es lo que nos define como humanos»
Otro elemento político que tiene que ver con las cuestiones de género. Si algo está modificando
desde un punto de vista crítico la percepción de las cosas. Si algo está renovando nuestra idea de
humanidad es el feminismo. También podríamos añadir una segunda vía de renovación y reconfiguración
de lo humano que es el ecologismo. Son dos formas de concebir la vida realmente innovadoras y
necesarias en nuestro tiempo. La reivindicación de la igualdad absoluta entre hombres y mujeres
significa reivindicar la idea de lo humano para mejorarlo y enriquecerlo. Cuando los revolucionarios
franceses proclaman la declaración universal de los derechos del hombre, la legalidad seguía siendo
patriarcal. Algunas pensadoras dijeron que esta declaración dejaba fuera a la mujer. A lo largo del S XIX
46
con las sufragistas, y a lo largo del S. XX consiguieron que la declaración nueva hubiera una equiparación
legal de los derechos del hombre y la mujer.
Nos queda mucho por conseguir, pero creo que es interesante dar un último apunte de la mano
de Nancy Fraser. Esta mujer insiste en la necesidad de definir políticamente lo humano en términos de
género, clase y raza. Esas tres patas tienen que ir juntas en el mismo banco emancipador. Un humanismo
debe tener en cuenta estas cuestiones para que la emancipación no sea antropocéntrica. Es importante
porque tanto la economía política como el discurso cultural sigue siendo antropocéntrico. Frente a esa
masculinización, aunque sea sutil del discurso de la economía política y a igualdad derechos, reivindica
una idea de justicia que no solo se refiere a la igualdad económica y legal sino a la paridad de
representación. Hay que redistribuir de manera justa recursos, derechos, oportunidades, bienes sociales,
pero también todo aquello que tiene que ver con la relación intersubjetiva y con la representación, todas
aquellas formas de estatus y participación en la vida colectiva que todavía son negadas a mujeres y a
otras razas, por la desigualdad económica creciente.
R. Caillois compuso en los años 80 un libro denominado Los juegos y los hombres. En donde plantea rasgos
como que el ser humano juega y disfruta de este juego. Si uno elige libremente jugar, acepta respetar las
reglas del juego. Desde otro punto de vista, el juego no es utilitario, no es instrumental, no busca
conseguir otra cosa que esté más allá del juego. El verdadero jugador disfruta por el mero hecho de jugar,
el juego se justifica a así mismo, no necesita de ninguna razón externa.
Bajo ese punto de vista es algo gratuito, algo que vale por sí mismo. La persona tiene que aportar algo
especial, algún tipo de habilidad, y la vez eso significa esforzarse, el juego significa concentración y
empeño, hay que educarse para jugar correctamente a la vez que el juego nos educa a nosotros. Tiene
47
un carácter festivo. Quién no tenga un sentido del juego se está perdiendo aspectos de la vida muy
valiosos. El juego es placentero, a la vez implica un respeto a normas, un esfuerzo, y es una manera de
interaccionar con el mundo. De hecho, los niños aprenden muchas cosas a través del juego, es una
manera fundamental de desarrollar las capacidades de todo tipo.
En el juego, hay un verdadero aprendizaje práctico porque hay elementos físicos implicados,
intelectuales, emocionales, morales. El juego en cierto modo es un cauce de expresión paralela a los
cauces ordinarios de expresión de la vida. Cuando tienes que cumplir unas obligaciones y acatar
reglamentos, vives coaccionado. Pero a través del juego puedes ser más libre, no calculas ni mides, no
realizas un planteamiento estrictamente calculador. Hay un olvido de las imposiciones, cosa que es tan
importante como las normas y restricciones.
No estamos hablando ni de juego patológico ni profesional, sino de la experiencia natural que todos
podemos tener del juego. Caillois habla de cuatro tipos de juegos, o de cuatro tipos de estructuras:
1. Agon, lucha, esfuerzo competitivo, deportes físicos, deportes practicados por el mero gusto de
hacerlos. Hay una presencia mayor del esfuerzo, la preparación, la habilidad, y una competencia
que estimula el juego.
2. Alea, se refiere al azar. Aquellos juegos en donde el sujeto, a diferencia del agon, no es el
protagonista ni dirige la dinámica del juego ni depende de sí mismo, sino del azar. Y ahí también
experimenta un placer extraño. Ese depender del destino y abandonarse a lo que venga también
tiene un componente lúdico. Pero en ese abandono al azar también experimentas un placer.
3. Mimicry, representación de un papel. Los juegos de esta categoría tienen que ver con los
disfraces, las representaciones de un personaje. Cuando cuentas un chiste los buenos cómicos
hacen algo de mimicry. Es la posibilidad de abandonar tu yo y entrar en otra forma de ser, un
papel u otro personaje. Cualquier representación un poco más elaborada sería mimicry, un
teatro informal, una performance.
4. Ilinx, tiene que ver con la noción de vértigo. En cierto modo de pérdida de la conciencia
ordinaria, es como entrar en trance o incluso vivir una cierta experiencia de miedo agradable.
Como por ejemplo hacer puenting. Esta última variante, así como la primera la controlas, en la
segunda te abandonas al azar, en la tercera te disfrazas de un rol diferente, en esta última lo que
quieres hacer es perder la conciencia habitual, vivir una experiencia emocionante. Sales de lo
ordinario y entras en un ámbito extraordinario. Entras en un campo mucho más abierto, sin
porqué ni para qué. Hay una gratuidad de experiencias en este sentido.
Hay muchas variantes, estos son cuatro elementos naturales que luego se mezclan entre ellos dando
lugar a otros tantos. En todo caso, el juego, que es una experiencia universal en todas las culturas, es una
manera finalmente de lidiar con las grandes cuestiones de la vida. Es una expresión antropológica que
reconoce implícitamente que hay cosas de la vida que están en nuestras manos y cosas que no, reconoce
que ha veces que te bien y veces que te va mal, reconoce que hay valores no mercantiles, interesados que
so sumamente valiosos e importantes. Hay algo de reto, desafío, estímulo para superarse, pero también
de fatalidad. Pone de manifiesto esas dimensiones que normalmente no aparecen.
«Hay que vivir con la seriedad con la que juega un niño». Toda su vida es el juego, a la vez que disfruta se
vuelca en ello y da lo mejor de sí mismo, pero sin dramatismo, rigidez ni coacción externa.
48
49