La Tierra y El Universo

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CIENCIAS NATURALES

La Tierra y el Universo
Año: 2019
Docente: Sofía Rodríguez

La única posibilidad de descubrir los límites de lo posible


es aventurarse un poco más allá de ellos, hacia lo imposible.

Arthur C. Clarke

Propósitos:

 Colaborar en el proceso educativo de los alumnos para que aprecien la riqueza y


variedad de la Astronomía.
 Ofrecer situaciones de enseñanza para que logren identificar los puntos cardinales y
ubicarse geográficamente.
 Brindar espacios de observación de imágenes y a simple vista de los movimientos
aparentes del Sol y la Luna.
 Familiarizar a los alumnos con el aspecto y los objetos del cielo.
 Fomentar la curiosidad y el deseo de profundizar en los conocimientos referentes a los
fenómenos astronómicos.
 Diseñar, planificar y construir algunos aparatos y maquetas sencillos, desarrollando sus
capacidades manuales y su creatividad.

Objetivos:

Que los alumnos logren:

 Identificar los puntos cardinales como referencia para ubicarse geográficamente.


 Describir las características de los movimientos aparentes del Sol y de la Luna,
comparando sus similitudes y diferencias.
 Identificar y representar los cambios producidos en el aspecto de la Luna a lo largo de
su ciclo.
 Identificar a la Luna como un astro que se puede observar en el cielo diurno.
 Comprender y apreciar las potencialidades de los diversos campos del saber
astronómico para el placer y el disfrute, tanto desde el punto de vista estético como
desde el intelectual.
Contenidos:

EL UNIVERSO: Los movimientos aparentes del Sol y la Luna


 Los puntos cardinales como método de orientación en el espacio.
 Los movimientos aparentes del Sol y la Luna, en relación con su frecuencia y la
posición de los puntos cardinales.
 Cambios producidos en el aspecto de la Luna a lo largo de su ciclo.

Indicadores de avance:
Se considerará un indicio de progreso si el estudiante…
 Describe los movimientos aparentes del Sol y de la Luna en referencia a los puntos
cardinales.
 Realiza observaciones sistemáticas, las vuelca en diferentes tipos de registros e
interpreta la información consignada describiendo las principales características del
cielo diurno y nocturno.
 Identifica y representa los cambios producidos en el aspecto de la Luna a través de
dibujos, gráficos y cuadros.
 Reconoce la frecuencia de los movimientos de los astros y establece relaciones con la
medida convencional de tiempo (día, mes y año).
 Identifica a la Luna como un astro que se puede observar en el cielo diurno.
 Identifica regularidades como la trayectoria del Sol y su repetición día a día, los
cambios en los que se observa la Luna y su reiteración mes a mes, la sucesión día-
noche.
 Comunica en forma oral y escrita información sistematizada como resultado de las
observaciones y del análisis de información brindada por bibliografía y/o videos,
referida a las particularidades de diversos cuerpos celestes.

Ideas centrales:

 Desde la Tierra observamos cómo se mueve el Sol y la Luna.


 Los días nublados no nos permiten ver el Sol, la Luna ni las estrellas.
 La posición del Sol a lo largo del día nos permite distinguir los puntos cardinales.
 A lo largo del mes podemos observar cómo cambia la forma de la Luna.
SECUENCIA DIDÁCTICA
Clase 1:

EL CIELO VISTO DESDE LA TIERRA

Para introducir el tema de la unidad se les comentará que, durante las próximas clases,
tratarán de observar y explicar muchas de las cosas que se ven en el cielo.

Para comenzar, se les pedirá que enumeren diferentes componentes del cielo. Se irá tomando
nota en el pizarrón.
Luego la docente compartirá la lectura del texto sobre el cielo diurno y nocturno.

Para la Astronomía, el cielo visible es la apariencia que presenta el espacio extraterrestre


visto desde la superficie de la Tierra. En cambio, para las ciencias de la atmósfera (entre
ellas, la Meteorología), el cielo es la zona de la atmósfera que contiene las capas más
densas de gases.
En esta unidad, abordaremos el cielo visible desde una concepción amplia, que abarca
tanto los fenómenos extraterrestres que pueden observarse a simple vista o con
instrumentos ópticos simples (como prismáticos, binoculares o telescopios sencillos), como
los fenómenos que se manifiestan en la atmósfera y pueden apreciarse desde la superficie
de la Tierra. Esta concepción involucra a los astros y los meteoros visibles desde la
superficie terrestre, y también a los seres vivos y objetos que circulan por la baja
atmósfera.
A simple vista, pueden distinguirse dos cielos: el cielo diurno y el nocturno. Quizás el más
llamativo sea el nocturno, repleto de luces, ya que en el cielo diurno solo se ve el Sol,
periódicamente a la Luna y en ocasiones a algún otro fenómeno (como un meteorito o
“estrella fugaz” o la aparición de Venus o de Mercurio, planetas visibles a simple vista bajo
ciertas condiciones). Sin embargo, como podremos observar en el transcurso de las
próximas clases, el cielo diurno también ofrece un conjunto de fenómenos tan atractivos
como intrigantes para los niños.

Después de aclarar los pasajes del texto que hubiesen despertado dudas, se les preguntará:
¿Qué elementos se observan en el cielo cuando es de noche? ¿Cuáles se observan de día?

De los elementos dictados anteriormente, se harán dos grupos. Seguramente, mencionarán un


conjunto amplio de objetos y fenómenos sin distinguir entre aquellos que son naturales
(nubes, estrellas, aves en vuelo, la Luna, etc.) y los que son artificiales (globos aerostáticos,
aviones, helicópteros, satélites artificiales, etc.). Los alumnos expresarán sus ideas sin
condicionamientos; más adelante, podrán revisarlas a la luz de nuevos conceptos.

A continuación, se les preguntará y anotarán en el cuaderno:


¿Cómo nos damos cuenta de si es de día o de noche?

En la escuela: Observación del cielo diurno


Salimos al patio para realizar la observación a ojo desnudo.
- ¿Qué hay en el cielo?
- ¿Qué objetos pueden identificarse allí como terrestres?
- ¿Qué otras cosas?
- ¿Cuáles son los que hoy llamamos extraterrestres?
- ¿El Sol, tal vez? ¿Algo más?
- Y esos cuerpos: ¿Qué formas tienen?
- ¿Qué tamaños nos sugieren? ¿Se mueven o están quietos?
¿Alguna vez se han preguntado por qué vemos el cielo azul?

Se les comentará que, los astronautas, cuando están fuera de la atmósfera, no ven el cielo
azul, sino negro. ¿A qué creen que se deba que el cielo se vea azul desde la Tierra y negro desde
el espacio?

Además el aire es transparente, ya que podemos vernos, y también observar en la noche las
estrellas que se encuentran a más de 40 billones de kilómetros de distancia. Entonces…

- ¿Por qué durante el día vemos en el cielo un tono azul?


- ¿Qué otros elementos vemos desde la tierra hacia el cielo?
- ¿Cómo es el sol? ¿Qué color tiene?
- ¿Están seguros? ¿Por qué?
- ¿Hay nubes? ¿Qué forma y color tienen? ¿Por qué hay nubes?
- ¿Por qué no vemos las estrellas? ¿Es porque no están?
- ¿Desaparecen cuando es de día?
- ¿Podemos ver la luna? ¿Por qué?

Luego de este espacio, se les pedirá que elijan un lugar específico para ver claramente el cielo:

 Dibujen y pinten el cielo lo más parecido posible a como lo ven.

Esta actividad se repetirá dos o tres clases, utilizando siempre el mismo lugar para la
realización. Al finalizarla, se compartirán los cambios observados.

Una vez en el aula, se les solicitará que mencionen lo que han anotado y vayan escribiendo lo
que dicen, en el pizarrón. De este modo, podrán enriquecer la lista que confeccionaron al
principio. Una vez que todos hayan dicho lo que vieron en el cielo, se les propondrá que, en
equipos, agrupen los elementos que observaron:
¿Qué tipo de cosas observamos en el cielo? ¿Cómo podríamos agruparlas?

Se les proporcionará el tiempo suficiente para que los grupos logren acordar un criterio de
clasificación. Si algún grupo no logra comprender los propósitos de la actividad, se los guiará
con preguntas orientadoras. Por ejemplo: ¿qué tienen en común algunos de los elementos de
la lista? ¿Qué tienen de diferente? ¿Podríamos agrupar algunos de los elementos de la lista que
comparten algunas características? ¿Cuáles serían esos grupos?

Seguramente, los alumnos agruparán siguiendo distintos criterios de clasificación, por lo que
será necesario que cada equipo comparta con el resto de la clase los criterios de clasificación
adoptados.
Se espera que mencionen categorías como: “elementos que solo se ven de día o de noche”,
“objetos que están más cerca y objetos que están más lejos de nosotros”, “objetos o
fenómenos producidos por las personas y objetos naturales”, etcétera. Lo importante, en este
punto, es que cada equipo logre comunicar con claridad el criterio adoptado.

Una vez que los equipos hayan compartido sus clasificaciones, se los invitará, si no lo hicieron,
a agrupar los objetos vistos de acuerdo con la distancia a la que se encuentran respecto de
nosotros, los observadores. Quedarán conformadas, entonces, las categorías: “elementos del
cielo cercano” y “elementos del cielo lejano”.

¿Qué objetos se encuentran en el cielo más cercano a nosotros? ¿Qué objetos se encuentran en
el cielo más lejano a nosotros?

Se podrá conformar un afiche donde quede plasmada la clasificación realizada.

Para llevar a cabo la segunda clase, se les solicitará:

Desde el hogar: Observación de cielo de nocturno:


- ¿Qué se puede ver en un cielo de noche?
- ¿Cuántas estrellas podes contar? ¿Cómo son? ¿Se mueven o están fijas?
- ¿Cuán lejos crees que están las estrellas?
- ¿Se encuentra la luna? ¿Qué forma tiene? ¿De qué color es?
- ¿Por qué no podemos ver el sol?
- ¿Hay nubes? ¿Qué forma y color tienen? ¿Por qué hay nubes?
Ilustración de la observación.

Observación de la Luna

Como cierre de la clase, se les comentará a los alumnos que durante las próximas semanas
realizarán un registro de la apariencia de la Luna vista desde la Tierra. Una vez por semana, y
durante un mes completo, los niños dibujarán en sus cuadernos cómo ven la Luna en el cielo.
Se les explicará que, si está nublado, deberán posponer el registro hasta el día siguiente.

Más adelante se retomará el registro, con el objetivo de que puedan reconocer las fases
lunares.

Clase 2:

OBSERVAMOS EL CIELO A SIMPLE VISTA

Retomando la clase anterior, se les pedirá que compartan la observación realizada sobre el
cielo nocturno. Luego se les explicará que van a usar otra forma de agrupar los elementos: los
del cielo diurno y los del cielo nocturno.
Los alumnos realizarán una comparación de ambos dibujos y tendrán que enumerar los
elementos que solo pueden verse en uno de los momentos del día (durante el día o la noche).

A continuación, se realizará una indagación de conocimientos previos:


- ¿Cómo sabemos si es de día?
- ¿Cómo nos damos cuenta que es de noche?
- ¿Por qué vemos que se mueve el Sol a lo largo del día?
- ¿Es el Sol el que se mueve?
- ¿De dónde sale el sol? ¿A dónde se va?
- ¿Cómo nos damos cuenta que ya pasó un día?
- ¿Qué se observa en el cielo que podamos usar para decir que pasó un día
exactamente?
- ¿Por qué medimos los días en 24hs y no en 20hs, 25hs o 30hs?

Se espera que los alumnos hagan mención de la presencia del Sol en el día, y de su ausencia en
la noche. Es probable que, en este momento, surja además la idea de que, durante las noches
despejadas o con pocas nubes, podemos ver las estrellas.

En este punto, se les podrá preguntar si vieron alguna vez una transmisión televisiva en vivo de
un evento nocturno mientras en el lugar en que ellos estaban era de día; o si, en cambio,
vieron un programa nocturno que mostraba en directo eventos que sucedían a plena luz del
día.

Es muy probable que los chicos respondan afirmativamente, puesto que muchas transmisiones
deportivas ponen de manifiesto este fenómeno. Se les preguntará, entonces, si saben cómo es
posible esto. Luego de escuchar sus propuestas (si lo considera conveniente, puede anotar en
el pizarrón las diferentes ideas que vayan surgiendo), se les comentará que a continuación
construirán un modelo que les permitirá comprender el hecho de que, en el mismo momento,
en muchos lugares del planeta es de día, y en otros, de noche.

Modelo sobre la producción del día y de la noche:

Antes de presentar el modelo, se conversará con los chicos acerca de los modelos en ciencias:
los modelos son ideas o explicaciones que nos permiten entender ciertos fenómenos, como
en este caso la presencia del día y de la noche. A veces, esas explicaciones o modelos se
pueden representar mediante fórmulas matemáticas o esquemas; en este caso, se pueden
representar utilizando elementos simples, se les preguntará qué elementos necesitaríamos
para construir un modelo que simule la Tierra de día y de noche.

Luego se espera que los alumnos comprendan lo que representa cada uno de estos elementos
en el modelo que van a construir. Los chicos pueden registrar esta información en sus
cuadernos:

Linterna que representa el Sol

Esfera de telgopor que simula la Tierra

Alfiler que representa a Juan Alfiler que representa a María


Se les explicará que María y Juan representan a dos personas que están en lados opuestos de
la Tierra, por ejemplo, Argentina y Australia (se mostrará un globo terráqueo). Con la luz del
aula apagada y la linterna encendida, se les preguntará a los alumnos:

En el lado de la Tierra en el que está María, ¿es de día o de noche? ¿Y en el lado en el que
está Juan? ¿Cómo se dieron cuenta?

Es importante que los alumnos tengan el tiempo necesario para pensar las preguntas y
elaborar las respuestas. Para registrar sus observaciones, pueden valerse de dibujos y cuadros
como el siguiente:

¿Qué vería en ¿Qué vería en


el cielo María? el cielo Juan?

Situación 1

Luego de conversar sobre sus respuestas, se les propondrá la modelización de la segunda


situación. En esta oportunidad, se iluminará el lado de la esfera en el que se encuentra María.
A continuación, se realizan las mismas preguntas y se registran:

¿Qué vería en ¿Qué vería en


el cielo María? el cielo Juan?

Situación 2

Luego de la puesta en común sobre qué pasaría en cada situación, se podrá introducir la idea
de que la Tierra gira sobre su propio eje mostrando en el modelo cómo esa rotación produce
las dos situaciones que se analizaron. Si bien María y Juan en el cielo ven que el Sol sale y se
pone, esto es producto del movimiento de rotación de la Tierra. Es importante que los
alumnos puedan entender la relación entre estas dos cosas: los fenómenos que observamos
en el cielo y su relación con la rotación de la Tierra, y la forma en la que incide sobre ella la luz
del Sol. Para ello, se podrá utilizar el mismo material o se podrá modelizar con alumnos, uno
haciendo de Sol y otro de Tierra.

Otro dato importante es que la Tierra demora 24 horas en completar un giro sobre sí misma, y
que ese lapso recibe el nombre de día. Por último, se les contará a los alumnos que las
estrellas están siempre presentes en el cielo, pero de día la intensa luz del Sol no nos permite
verlas.
Clase 3:
EL SOL A LO LARGO DEL DÍA

Se les comentará a los alumnos que en esta clase observarán la relación entre la sombra de los
cuerpos y el momento del día en que esta se produce. Con este propósito, saldrán
nuevamente al patio para realizar observaciones (resulta indispensable que el día esté
despejado o con pocas nubes).

En este momento se les entregará la siguiente copia, recordando la existencia de los puntos
cardinales y para qué sirven. Se les preguntará: ¿Puedo saber en qué momento del día me
encuentro sólo observando el Sol? ¿Qué es lo primero que debo saber? ¿Por dónde sale el Sol?

Los puntos cardinales (Norte, Sur, Este


y Oeste) son referencias que nos
ayudan a ubicarnos. Observando el
Sol, y sabiendo en qué momento del
día estamos, se los puede localizar de
manera aproximada.

Se les pedirá que formen pareja con un compañero y para salir al patio con el propósito de
hacer un “juego de sombras”. Se les pedirá que lleven sus cuadernos y lapiceras, y se les
entregarán tizas y cinta métrica. Una vez en el patio, deberán elegir dónde ubicarse. Luego, se
les preguntará: ¿Qué se formó en el piso del patio? ¿Dónde está el Sol en este momento?

Los alumnos podrán observar la sombra que producen sus cuerpos y también podrán decir o
señalar dónde se encuentra el Sol en ese momento del día de acuerdo con la orientación de la
sombra.

A continuación, registrarán la hora y también se le indicará a uno de los integrantes de cada


dupla que, con una tiza, dibuje sobre el piso el contorno de la sombra producida por el cuerpo
de su compañero.

Una vez que los chicos hayan dibujado el contorno de la sombra proyectada por su
compañero, se les pedirá que midan la longitud de la sombra con la cinta métrica. En este
punto, los alumnos deberán anotar sus mediciones en el cuaderno completando el registro con
los siguientes datos:

- hora de la medición y posición aparente del Sol en el cielo.

Los chicos pueden anotar la posición del Sol indicando, por ejemplo, que el Este se encontraba
delante, detrás o arriba de ellos.

Otra opción para esta actividad es que los chicos claven un palito en el piso (por ejemplo,
apoyándolo sobre plastilina) y midan la sombra del palito sobre el suelo del patio.
Al regresar al aula, se los invitará a los chicos registrar mediante dibujos lo realizado en el
patio, se les indicará que tienen que incluir la posición del Sol en el dibujo. Luego, se les
preguntará: Si volviéramos al patio dentro de dos horas y ocupáramos la misma posición,
¿piensan que produciríamos la misma sombra? ¿La sombra tendría la misma longitud? ¿Por
qué? Si nos paráramos en el mismo lugar, ¿la sombra se produciría en la misma dirección que
esta mañana?

Se anotarán las preguntas en el pizarrón y se les dará un tiempo para que todos juntos, puedan
expresar sus ideas. Luego guardarán registro en sus cuadernos.

Después: ¿Qué podemos hacer para averiguar si es cierto lo que pensamos?

Es esperable que los chicos digan que deberían salir otra vez al patio, ocupar la misma posición
que al comienzo y seguir el mismo procedimiento, es decir, anotar la hora, dibujar con tiza el
contorno producido por la sombra y luego medir la longitud de la sombra.

Seguramente, los chicos notarán, que dibujando el contorno de esta nueva sombra, podrán
compararlo con el contorno que quedó dibujado la primera vez, y así podrán observar la
dirección de ambas sombras.

Se retomarán las preguntas y las ideas expresadas por los chicos con el propósito de no perder
de vista el sentido de esta segunda observación que realizarán en el patio de la escuela.
También se les recordará todo lo que deben anotar en sus cuadernos.

Al volver al aula, se podrá discutir con ellos otra forma de registrar sus observaciones y
sugerirles, por ejemplo, un cuadro como el siguiente para volcar los datos recogidos de todas
las observaciones realizadas:

Hora de la observación Longitud de la sombra El Sol está…


(cm) (arriba, adelante, atrás)

Se los ayudará a interpretar las observaciones realizadas a través de preguntas como: Si


nosotros no cambiamos de posición, ¿por qué las sombras producidas tienen diferentes
longitudes? ¿Por qué la dirección de las sombras cambió, aunque nosotros no cambiamos de
posición? ¿Qué fue lo que cambió de posición?

Es esperable que, con ayuda del docente los chicos noten que el Sol cambió de posición en el
transcurso de las horas y que por eso las sombras fueron cambiando su longitud y su dirección.
Para que los chicos puedan comprender el camino aparente del Sol en el transcurso de las
horas, se les pedirá que lo señalen con las manos en alto, como si lo dibujaran en el cielo.

Se les preguntará también: ¿Cómo podemos saber dónde está el Sol sin mirarlo? ¿Podemos
decir dónde estará cuatro horas más tarde?

Con ayuda, los chicos podrán notar que la observación de las variaciones producidas por las
sombras permite conocer la ubicación del Sol en un momento dado; las sombras se van
acortando hacia el mediodía y vuelven a alargarse después. Por lo tanto, si una sombra es
larga, significa que el Sol está bajo en el cielo, cercano al horizonte. Cuanto más corta es la
sombra, indica que el Sol está más alto, encima de nuestras cabezas. El Sol, por lo tanto, sale
del horizonte, llega a un punto alto en el cielo en medio del día y vuelve a ponerse
nuevamente. También podrán notar que las sombras cambian de dirección según va pasando
el día. Con una brújula, se podrá registrar la orientación del Sol a la mañana y a la tarde.

Conclusión: El Sol sale de un lugar cercano al Este y se pone en un punto cercano al Oeste
(estos puntos no son exactos por cuestiones que exceden al objetivo de esta clase y tienen que
ver con la posición geográfica de la Argentina).

Clase 4:

LA LUNA Y SUS MOVIMIENTOS

Las propuestas de actividades de esta clase se basan en la observación detallada de los


cambios que manifiesta la imagen de la Luna vista desde la Tierra. Como en el resto de las
clases, resultará conveniente incentivar en los alumnos una actitud de curiosidad sobre los
fenómenos celestes, que busque interpretar los cambios que el cielo manifiesta a partir de la
información que conocen, y elaborar preguntas investigables que desafíen su propia
curiosidad.

Con este objetivo, se podrá compartir con la clase relatos sobre la vida de astrónomos del
pasado e invitar a los alumnos a contemplar el cielo con ojos atentos en busca de respuestas a
preguntas como las de aquellas personas. Se podrá invitar a los alumnos a que observen con
ojos curiosos la Luna. Que se fijen si la ven de día, de noche y que dibujen sus observaciones.

Se podrá destinar un apartado en el cuaderno donde los chicos dibujen la Luna a lo largo del
mes. Es importante y se destacará la calidad al realizar los dibujos con detalles, es decir que, si
observan alguna mancha en la Luna, quede registrado en el dibujo que hacen, que dibujen la
Luna con la forma y la dirección que la ven.

Se los ayudará a notar que la cara que vemos de la Luna es siempre la misma. Una evidencia
de eso es que la cara visible de la Luna parece tener siempre un mismo “dibujo” (que, en
realidad, es producto de las montañas y cráteres lunares). Algunos aficionados identifican a
ese dibujo como un “conejo” con cuerpo y orejas.

Para esta clase, se retomarán los dibujos observando los registros que los alumnos hicieron de
la Luna a lo largo del mes. Si no realizaron este registro, puede trabajar con un calendario
lunar.

Ejemplo:
La docente podrá guiar esta observación con las siguientes preguntas: ¿Algunos de estos
dibujos se parecen o son todos distintos? ¿Podemos agruparlos según esas semejanzas?

A través de estas preguntas, se podrá orientarlos en la búsqueda de similitudes en algunos


dibujos. Podríamos agruparlos en tres categorías:

- Solo se ve una parte de la Luna.


- Se ve toda la Luna completa.
- No se ve nada.

Podremos detenernos en la primera categoría para analizarla en detalle. La vista parcial de la


Luna puede mostrar dos formas: una con forma de “C” y otra, con forma de “D” (con la panza
hacia la derecha). Podemos entonces ponerles nombres: cuarto creciente (en el hemisferio
sur, es la que tiene forma de C y va agrandándose a lo largo de los días), cuarto menguante (la
que tiene forma de D, y va decreciendo), luna llena y luna nueva. Cada una de estas figuras
corresponde a distintos momentos del ciclo lunar que reciben el nombre de fases.

Luego, se les preguntará: ¿Son diferentes lunas o son formas de ver la misma luna? ¿Cómo
podemos darnos cuenta?

Se los orientará en la observación para que logren comprender que la Luna es solo una, pero
se ve de diferente manera a lo largo de los días. Una evidencia que tenemos de esto es, por
ejemplo, que nunca se ven dos de esas fases juntas. Por otro lado, siempre se repite la
secuencia; por eso, podemos pensar que es la misma Luna que se va viendo diferente.

También se los podrá orientar hacia las manchas que se ven (el famoso “conejo” al que
hacíamos referencia).

Una vez que se llegó a la idea de que se trata siempre de la misma Luna, se preguntará: ¿Qué
pasará con la Luna que hace que veamos que cambia a lo largo del mes? ¿Cómo se producen
estas fases?

Para abordar esta idea, podemos hacer una representación de las posiciones del Sol, la Tierra
y la Luna a lo largo del mes con tres alumnos. La docente elegirá tres alumnos, uno hará de Sol
(sosteniendo la linterna), otro de Tierra y otro de Luna. Se discutirá cómo debe ubicarse cada
uno. ¿Dónde estará la Luna?, ¿dónde la Tierra?, ¿dónde el Sol?

Convendrá comenzar representando las posiciones de la Tierra, el Sol y la Luna en luna llena.

Luna llena
Rayos solares

Sol Día Noche

Se les preguntará: Cuando la Luna se encuentra en esta posición, ¿qué parte tiene iluminada?
Entonces, ¿qué veríamos desde la Tierra? (se puede señalar luego de que los chicos respondan
que “la parte iluminada queda ‘de espaldas’ a la Tierra”).
Rayos solares

Sol
Para ayudar con este concepto, vamos a hacer uso de un modelo. (Recordamos la importancia
del uso de modelos en ciencias, como una manera de representar cosas más complejas para
luego poder explicarlas usando algo que podemos manipular y con lo que podemos modificar
distintas variables para ver sus efectos. Antes de empezar, es importante dedicarle un tiempo
a dejar bien claro qué representa cada parte del modelo hasta que todos los alumnos lo hayan
comprendido).

La docente presentará cada elemento:

- Linterna: representa al Sol.


- Pelota de telgopor grande: representa a la Tierra.
- Pelota de telgopor chica: representa a la Luna.
- Alfiler: representa a un observador, al que podemos llamar “Juan”.

Se los invitará a pensar juntos sobre: ¿Cómo vería la Luna Juan?

Situación 1

Sol
Luna

Juan
Tierra

Se trata de un modelo complejo para alumnos de esta edad. Por eso, para que puedan
comprenderlo, es fundamental darles después de cada situación el tiempo necesario para que
registren sus ideas mediante dibujos, y discutir lo que vería el observador. Es importante
ayudarlos a ver que hay una mitad de la Luna que está iluminada por el Sol y la otra no (igual
que lo que pasaba con la Tierra cuando se analizó el día y la noche). Se les podrá pedir que
pinten la parte de la Luna iluminada por el Sol para entender mejor qué se vería desde la
Tierra. Los alumnos pueden ayudarse con las 4 fases que identificaron para tratar de pensar
cuál de ellas vería Juan. En este caso, se trata de la luna llena, porque Juan ve todo el círculo de
la Luna iluminado por el Sol.

- ¿Y cuando la Luna se encuentra aquí, ahora cómo la vería?

Situación 2

Sol Tierra

Juan

Luna
La docente, nuevamente, guiará la observación para que los alumnos distingan la cara
iluminada de la Luna de la cara oscura. En este caso, se trata de la fase de luna nueva. La cara
iluminada de la Luna queda “de espaldas” a la Tierra y por eso no se ve. Si bien se propone,
con el propósito de la claridad, modelizar solo las fases de luna llena y luna nueva, porque son
más sencillas de comprender, si se considera apropiado, se podrá representar las fases de
cuarto menguante y cuarto creciente.

Se podrá repetir el movimiento de las esferas cuantas veces haga falta hasta que los niños
logren entender las distintas fases y cómo se ven desde la Tierra.

Luego de que los alumnos identificaron las fases de la Luna, se tomará un almanaque y se
observará con ellos las diferentes fases de la Luna que aparecen en él. Aquí se les contará que
estos almanaques se elaboran a partir de estudios que hacen los astrónomos.

- A partir del calendario observen:


- ¿cuál es la fase de la Luna que corresponde al día de hoy?

Los alumnos tomarán nota en sus cuadernos y verificar a la noche si se cumple lo predicho por
el calendario.

Otras preguntas interesantes para trabajar son las relacionadas con la duración de cada fase
de la Luna, por ejemplo:

- ¿cuántos días seguidos vemos la luna llena?


- ¿Pasa lo mismo con el resto de las fases de la Luna?

Esperamos que los alumnos puedan notar que todas las fases duran lo mismo, una semana, y
que luego se repiten.

Para terminar con esta secuencia, se les presentará la siguiente actividad:

- Observa las imágenes de las diferentes fases lunares, luego uní la que corresponde a
cada texto.

En la fase de cuarto Siete días más tarde, en la fase de


creciente observamos cuarto menguante observamos
que la mitad izquierda de que la mitad derecha de la Luna
la Luna está iluminada. está iluminada.

A la semana siguiente, la Cuando ya no distinguimos


Luna se encuentra ningún sector iluminado,
totalmente iluminada. La decimos que llegó la Luna
llamamos Luna llena. nueva.

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