Marcelo Calvo - Mística y Paisaje. Ensayos Sobre La Obra de Cecilio Guzmán de Rojas
Marcelo Calvo - Mística y Paisaje. Ensayos Sobre La Obra de Cecilio Guzmán de Rojas
Marcelo Calvo - Mística y Paisaje. Ensayos Sobre La Obra de Cecilio Guzmán de Rojas
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que dice mucho, sale al encuentro
Marcel o Calvo Valda, autor de este breve libro
y obra del artista no se congelen en sim-
de Cecilia Guzmán de Rojas para que nombre
vital. Cierto que quedan las obras con la impron ta inconfuHdible
ple nombre sin contenido
o o con mudez de transeú ntes que no su-
de quien les dio forma , vistos con gozo pasajer
cuadro lo que quieren decir y lo que cierta-
pieron o no lograron preguntarse ante cada
persona . Muchos , sin duda, dejan escapar lo esencial , sin pasión
mente expresan a cada
a con esa ausencia de preguntas y
intelect ual ni estética . Marcel o Calvo no se conform
de Rojas no se ocultó en el herme tismo pictóri-
respuestas porque conoce que Guzmán
de pincele s y co lores, de paisaje s y tipos humanos, de ambiente
co. Manejó un lenguaje
temper amento lo mestizo , cholo e indio
altiplán ico y cie io andino; estilizó a través de su
interpre tati va.
y los presentó con la vivenc ia de su finura
descub ierto sino en alguna s parce-
Guzmán de Rojas, es un artista real iz ado y no
tensión espiritu al y de su drama de buscador insatisf echo siem-
las de su relampagueante
se convier ta en un nombre, un mito,
p~e en marcha en pos de autenti cidad. Y antes de que
acomet e con simpatí a la aud acia de penetrar en
un prestig io evanescente, Marcelo Cal vo
bolivian a y en la del pintor de entraña s incandescentes para decir-
la miga de la historia
y una ll amarada creadora , movid a por
nos que el artista es mucho más que una mano
son voz vida. Y algo más que eso : mirar en la abis-1
hondas erudicciones que, finalmente,
del genio su radicali dad boli via na , su mensaje y en sus figuras la síntesis
mal dimensión
o la vibració n encendida de su Cristo Ay-
de una época nacional -la guerra del Chaco -
rasgos. o la legitim idad del color altiplán ico . el toque de
mara. Y también la armonía de
dramática y cambiante .
la geografía y la realidad de una hora humana .
ión de colores. en cada tonalid ad
Sabe Marcelo Calvo Valda que en cad a combinac
sino co 11 el autor, con sus emociones y hallazgo s.
hay que toparse no sólo con el li enzo
el pincel ha config11 rado en el cuadro es un retazo de lifvli:Jii é!él forja-
A menudo, lo que
un momen to, de un país y de una se nsi-
dor de formas y, a la vez tras unto pP.rlúcido de
eso es lo que hay que buscar y entender en la obra de
bilidad despierta y exploradora. Y
sus 11 1oti vos r erdu rnbles ; lo que, en fin ,
Guzmán de Rojas: el estilo, el simbol ismo de
la ti er ra que siempre entrega sus secre-
quiso transm itir a sus seme jantes, arrancado de
de consub stancia rse con ella.
tos a quienes tienen la aptitud
r imágenes y de plasmarse en
Guzmán de Rojas , en pennanente proce so de plasma
tra sus propios valores expres ivos . Pe-
la magia de sus abstracciones singulares, encuen
os del pintor, y lo hace con el don humilde
netra Marcelo Calvo en algunos de los misteri
el tiempo de Guzmán de Rojas , el formad or de una escuela , de
ele la simpatía y encuentra
huella roturad a por el autor de la Virgen
un estilo y de am ig os y alumnos que siguen la 1
¡,
MIS TI CA
y
PA ISA JE
ENSAYOS SOBRE LA OBRA DE
CECILIO GUZMAN DE ROJAS
,l
Primera Edición
i-
AUTORRETRATO
1 EPOCA 1928
AUTORRETRATO
' . -13-
MARCELO CALVO VALDA MISTICA Y PAISAJE
en todo sus actos y sus actos están inmersos tan una amplia capacida d toráxica en la· for-
en la circunsta ncia (1). Por eso Ortega y Ga- taleza de los veinte años.
ssett nos decía, que no somos solament e nues-
La estrella de cinco puntas y su esencia
tra psique y nuestro ser biológico , sino funda-
pitagóric a y el círculo de la perfecció n míti-
mentalm ente nuestra circunsta ncia. Nuestro
ca, en la personal idad de Guzmán de Rojas,
ser histórico se nutre de nuestra temporal idad
son los designios del destino de su estrella . ..
y de nuestra circunsta ncia que se graba inde-
que se realizará en el horizonte de los Andes y
leblemen te en nosotros. Por eso decimos que el
la proyecci ón telúrica de Bolivia.
hombre es hijo de su medio, del medio ambien-
te, del "clima moral" (2) que decía Taine y los Finalizan do el siglo XIX y naciendo el si-
positivist as. Un autorretr ato es una autocon- glo XX bajo otras concepci ones y cambios en
fesión histórica , una imagen del hombre, su el mundo. Un microcos mos se realiza bajo la
medio y su circunsta ncia. sombra del paisaje andino. El destino de Ce-
La bóveda craneal convexa, los arcos ci- cilio Guzmán de Rojas es de un ciclo perfec-
liares sobre los ojos profundo s, junto a la cruz to de nacer y morir dentro del marco místico
del entrecejo y la nariz vertical, expresan in- del paisaje.
tuición, fuertes emocione s y vigor mental. La figura de un monje de hábito blanco,
La parte intermed ia del rostro, la nariz, los en el fondo de la casona colonial, reiterativ a-
pómulos, las mejillas y las orejas, dan equili- mente aparece como un sueño vívido, pero an-
brio d.e-armonía_y:_c_o_njunto de una si uis ro- te-todo_e s_realidad ,_s_e_hac_e realidad casi coti-
funda. La parte inferior del rostro, la boca, los diana (3). Al obscurec er la tarde y cuando sur-
labios, el mentón, expresan una energía vital. gen las sombras del vértice de unas columna s
Emoción estética rubrica el conjunto de y arcos, emergen del seno mismo de las pare-
los rasgos del rostro, asentado en un cuello vi- des como una vibración lumip.osa de humo y
goroso que se levanta de los hombros , que por- gas, toma forma y brillante en un hábito blan-
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MARCELO CALVO VALDA MISTICA Y PAISAJE
co en auras lilas y moradas, señalando cons- sentado en un alto sillar, con sus hábitos tala-
tantemente una pared menor. res y un rosario inmenso de nácar colgado de
Voces incrédulas y sonrisas disimuladas ambos hombros con un crucifijo central que
de las personas que escuchan este relato, co- cae sobre el pecho (5). Junto a los pies un arca
mienzan a verla a doña Justa Rojas de Guz- llena de joyas. La madre de Cecilio Guzmán de
mán de Rojas como una persona extraña que Rojas ante un máximo asombro, reconoce en
narraba hechos insólitos. el Obispo, al monje del hábito blanco que se
le aparecía constantemente. Cuando el campe-
Es la vieja casa colonial donde hoy está el ~ino se acercó a tocar la mitra del Obispo, este
colegio Pichincha, en que el pongo (4) de la fa- se derrumbó en cenizas y polvo de siglos.
milia Guzmán de Rojas viviendo los mitos y
Nace Cecilio Guzmán de Rojas, hijo de Ce-
las leyendas de Potosí, afirma a su patrona,
que debe cavarse en el lugar que señala el fan- cilio Guzmán de Rojas y de Justa Rojas de Guz-
mán de Rojas, de troncos familiares emparen-
tasmal monje.
tados, en un 24 de octubre de 1899, en Potosí.
Fue insistente la aparición del extraño
~.; . ~ .. t;r·• 1 ¡·' "1 1 /"1!1 : "'1 " j(j! 11 1
A los pocos años, la campiña fértil de Co-
personaje, que esta vez se dirigió a la señora
chabamba es la residencia de la familia Guz-
Justa de Guzmán de Rojas y le afirmó que te-
mán de Rojas, en ella transcurre placentera la
nía dos regalos para ella; el genio y el talento
infancia y la adolescencia de Cecilio Guzmán
del hijo que llevaba en las entrañas y los me-
de Rojas.
dios para su educación y foTinación .
Entrada la adolescencia y sumergido en el
Al golpe seco y firme del campesino indí- mundo de la plástica y la pintura, será discí-
gena, cede fácilmente y se desmorona la pared pulo de don A ve lino Nogales uno de los des-
falsa. tacados pintores de la época.
Una pequeña sala capitular y una mesa En 1919 parte a Madrid y realiza sus estu-
central, la figura embalsamada de un Obispo dios en la Academia de San Fernando. Recibe
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MARCELO CALVO VALDA
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NOTAS
Etapa de g r an creatividad.
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J
CRISTO AYMARA
CRISTO A YMARA
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indígena, se advierte como la raíz de la nacio- torna de la Guerra del Chaco, con una reac-
nalidad. ción vital frente al dolor de la patria.
"Cristo Aymara" es un óleo pintado sobre En él se descubre el subconsciente arca-
tela de un fondo obscuro enmarcando el cuadro, no del boliviano de hoy, pleno de inquietudes
de donde emerge una luz cósmica, cuyas fasces, y angustias vitales.
se dividen lateralmente, dejando una luz cen- El Cristo Aymara está figurando en su re-
tral que aseiende vertical. Los amplios hom- presentación, simboliza todo un pueblo, todo
bros del Cristo Aymara, enmarcan la trama un subconsciente colectivo de un pueblo mes-
armónica del cuadro, en la zona áurea una ca- tizo y sus raíces aymaras y quechuas.
beza perfecta emerge como de un tiempo cós-
mico, la estructura geológica de la tierra es Decía Spengler (4) que el retrato es una
perceptible en la piel del "Cristo Aymara", un autoconfesión histórica, en cada pliegue de la
rostro de granito tallado por la cordillera. El ropa, en cada gesto grabado, en la mirada, se
pelo negro cae sobre los hombros cubiértos por está Inostrando un tiempo Y una época deter-
los colores del prisma que envuelve el arco minada.
iris. Un mentón firme, le da personalidad de El retrato que junto a la pintura de caba-
las rasgos definidos. El Cristo Aymara está llete surgen en el Renacimiento, en una época
pintado por dentro. de visión heliocéntrica e infinita.
Los ojos impasibles dan la imagen de ig- Cristo Aymara es el retrato del nuevo hom-
notos-tiempos-e imperios. La_nariz_ancha_c_o....._-___---+-_ _ __... r.e oliv:ian.o~-ELarlista-tiene'-v.isión-e-intY-i -·- - - - - -
firma el vigor respiratorio de la amplia capa- ción, se adelanta por eso a su tiempo. Cristo
cidad pulmonar. Aymara es la respuesta que el hombre boli-
Un bigote mestizo, lo identifica qomo en viano espera en un vigoroso renacer, una resu-
los fines de la década del año 1930, como la rrección de una etnia en la que se asienta Bo-
imagen también del hombre boliviano, que re- livia.
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1 MISTICA Y PAISAJE
MARCELO CALVO VALDA 1
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LA PINTUR A COAGUL ATORIA
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MARCELO CALVO VALDA MISTICA Y PAISAJE
gena, en la pintura religiosa de la escuela po- trapunto, donde un orbe cultural es un ciclo
tosina y la obra de Pérez de Holguín de psico- distinto del ordenamiento medioeval.
logía me~tiza.
Los grandes artistas del Renacimiento des-
Al elaborar internamente el proceso de la cubrieron sus colores, junto a la nueva técnica
creación artística en la restauración, tiene la de la perspectiva.
vivencia y la esencia de la emoción impresa en
Esos colores expresan a través de siglos
la obra de Pérez de Holguín.
el espíritu de una época en un genio creador.
La importancia de estas restauraciones,
Durante su permanencia de un año en In-
lo llevan a Londres a trabajar en los más im-
glaterra contratado para restaurar los cuadros
portantes museos.
de los museos de Londres dañados por los bom-
Permanece durante un año, en esa activi- bardeos de la II Guerra Mundial.
dad.
Se usa por primera vez en la historia del
En el secreto de las técnicas de la restau- arte, Rayos X y rayos infrarrojos en el análi-
ración, frente a los cuadros que se han dete- sis restauración de cuadros. Así llega a descu-
nido en el tiempo, vislumbra a través de quí- brir que no eran sólo óleos las obras de los ge-
mica y la alquímica el arcano misterioso de los nios del Renacimiento.
colores. Descifra el libro de los códigos esotéricos
de Leonardo de Vinci, la pintura realizada por
La pintura renacentista expresa en los co-
medio de reacciones químicas, coaguladas que
lores de la atmósfera y la lejanía, verdes y azu-
produjeron colores frescos y transparentes.
les distantes, la perspectiva área, el tema cós-
mico de las nubes (3), una nueva cosmo visión·, Esta técnica la aplica Guzmán de Rojas,
una visión infinita decimal y que se expresa a la restauración de una serie de cuadros colo-
también en música con la polifonía y el con- niales de Pérez de Holguín, cuya obra la descu-
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/
MISTICA Y PAISAJE
MAR CELO CALVO V ALOA
la visión telúrica de los colores, en la intuición
brió y le catalogó. Serie que se encuentra en de un tiempo y espacio, que emerge de la pin-
el Banco Central de Bolivia.
tura colonial o virreynal.
Esta técnica la aplica a su etapa de crea- La pintura coagulatoria como lo explicó
ción, logra transparencias y brillos que sólo Guzmán de Rojas, no es sólo permanente en
se dan en la atmósfera de Bolivia. Son los años los siglos, como el arte de los genios del Rena-
1947 que llega de Londres prepara, sobre tablas cimiento, sino ante todo es la técnica con la ca-
y telas los reactivos químicos, que por medio pacidad estética de captar el brillo de sol Y la
del magnetismo humano, logra fijar una pelí- atmósfera, en la vibración cósmica del paisa-
cula de brillo luminoso, que coagula e ilumina je andino de Bolivia. Colores elementales, co-
los colores con duración perenne. mo símbolos vitales de un pueblo insurgente.
En 1949, realiza conferencias en la Univer- Rojos, ocres y amarillos, identificados con
sidad Mayor de San Andrés de La Paz y en el la vestimenta del campesino y ocres terrosos
Club de La Paz y demuestra, la coagulación de del altiplano y cerros, iluminados por el azul
las substancias químicas en los pases magné- intenso del cielo y la cordillera en el fondo tam-
ticos que fijan e iluminan el color de sus obras. bién en el horizonte de los cuadros de Guzmán
Al retornar a Bolivia, existe una honda de Rojas, la montaña cmno límite puesto al
vivencia mística entre su obra, el hombre y el horizonte, nos obliga a retornar a nosotros
paisaje. Los ocres, grises, pardos, azules ne- mismos, con la proyección telúrica de nuestra
gros y los colores cálidos, rojos y amarillos vi- introversión.
brantes, iluminados por una atmósfera prísti- Inmerso en su realidad, está el hombre no-
na y por un aire delgado y transparente, son liviano y en lo trascendente de la pintura coa-
las bases de ésta época. gulatoria de Guzmán de Rojas, en la idea del
En Cecilio Guzmán de Rojas, existe lavo- espacio y la circunstancia de Bolivia, de una
luntad de identificar el hombre y la tierra en atmósfera transparente y el vigor de los colo-
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MARCHO CALVO VALDA MISTICA Y PAISAJE
res de la natural eza mágica y animist a del An- Define un mundo cultural , al que se incor-
de bolivian o, como el símbolo cosmog ómico de pora la música extraíd a del paisaje , música
un horizon te de cumbre s y milenio s, expresa n- pentató nica llevada a lo sinfónic o por Velasco
do en una plástica rutilant e, como el símbolo Maidan a y Caba y como la literatu ra bolivia-
vital de un pueblo. na de Césped es o Diez de Medina , que partien -
do de los valores naciona les, se proyect an uni-
La tierra de Bolivia y su proyecc ión telú- versale s al mundo.
rica tiene una esencia metafís ica y animist a,
Son las décadas de 1940 y 1950.
los acciden tes geográf icos, los ríos y los mon-
tes, trascien den en la teogoní a y en el paisaje
NOTAS
de la pintura coagula toria de Guzmá n de Rojas.
( 1) Oswald Spengler, "Decadencia de Occidente" .
En el horizon te cosmog ónico, el espacio se (2) Melchor Pérez de Holgín, uno de los más importantes pintores de
convier te en tiempo y se coagula en luz me- la época virreynal de la escuela potosina.
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VI VII EPOCA
1942- 1943
1946- 1950
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MARCELO CALVO VALDA MISTICA Y PAISAJE
amplían las siembras y en sus alrededores fa- El lago es fecundidad y tradición, es tam-
cilitan los pastizales y la vida. bién mitología y símbolo contemporáneo.
Guarda en sus riberas, la tradición cató- Laog 'sagrado reza la tradición, ahora es
lica de la Virgen de Copacabana, que está uní- motivo estético, es el alma del paisaje vibran-
da a las fuerzas telúricas de la naturaleza an- do en el color.
dina. Los colores terrosos del ámbito agreste,
bordan en sus orillas, junto a la espun1a y ver-
Un indio de manos dulces, hijo de esta tie-
de de las algas y totoras, al fondo el fanal de
rra esculpió la Virgen de Copacabana, en el
cristal azul del cielo atado a la cordillera. El co-
espejo sereno de las aguas.
lor de la ropa de los indios que bailan en la le-
El lago fue el núcleo central de la vida de janía y que el espejo del gran lago salpica al
las culturas andinas. Fecundó sus tierras e hi- paisaje iluminado por la atmósfera y las aguas.
zo posible los grandes agrupamientos huma- El lago es una inmensa paleta de cromo.
nos, en la expansión imperial de Ti wanacu y
La etapa de 1946 y 1950 en la pintura de
de Imperio Incaico y su amplio dominio Con-
Cecilio Guzmán de Rojas es la amplia viven-
tinental.
cia del paisaje.
A su vera nació el Ayllu (1); primigenia El lago y la cordillera se repiten en dos
célula social endogámica y consanguínea, has- cuadros al óleo de Guzmán de Rojas. El paisa-
ta llegar a ser Marka o ciudad, que surge como je es un estado del alma, decían los románticos
una comunidad de ayllus. La Revolución Ur- y en la teoría de la creación y la contempla-
bana (2) expandió un dominio quechua en el ción estética, se reelaboran los mitos subya-
ámbito de extensos límites, que llegaban por centes en el alma del paisaje.
el norte hasta Quito, por el Sur hasta Tucumán,
Desde el fondo de un tiempo telúrico, co-
por el oeste hasta el Pacífico y por el este has-
lores cálidos y ocres, iridiscentemente ilumi-
ta los llanos orientales de Bolivia.
nan la lejanía.
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NOTAS
VIII EPOCA
DE INTENSAS BUSQUEDAS
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FUENTE POTOSINA
FUENTE POTOSINA
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MARCELO CALVO VALDA MISTICA Y PAISAJE
de Charcas: Chuquisaca, Potosí, La Paz y San- y republicano, se dibuja en las sombras del fa-
ta Cruz, que comprendían también a los nue- buloso mundo de una población llegada de la
ve Departamentos actuales de Bolivia. La uni- Península ávida de fortuna, riquezas y aven-
dad histórica en la variedad geográfica, ya tura piedra y tierra en las edificaciones, pie-
conformaban desde muy lejos los valores de dra y templos solemnes y tierra en chozas in-
la nacionalidad. Potosí fue el centro del mun- dígenas, en un horizonte de montes de grani-
do colonial y el eje aglutinante de la Repú- to que la circundan. Los estamentos, las cla-
blica. ses y las estructuras sociales han crecido igual
que la arquitectura de la ciudad, solo las cho-
Potosí colonial tenía casi doscientos mil
zas indígenas y la proyección de la tierra, de
. habitantes y fue la fragua y fusión de españo-
la madre tierra.
les e indígenas, el barroco mestizo de los tem-
plos potosinos está expresando vitalmente es- Potosí del 1899, el amanecer está desper-
ta figura. En la personalidad de los próceres tando en los gatos de niebla que se escurren
forjadores de la nacionalidad, no podemos de- en los tejados y en los viejos alares. Las cam-
limitar donde comienza el capitán hispano y panas de los templos abren tajos morados en
donde termina el caudillo indígena. Hecho que el silencio y en su repicar sueltas muertas go-
. se expresa social y culturalmente en las comu- londrinas de hierro. Un viento de copagira co-
nidades indígenas sumidas en el mito y la en- rre por las calles y las puertas. Nace en la ciu-
comienda y en las luchas de Vicuñas y Vas- dad del mito y leyenda, Cecilio Guzmán de Ro-
congados, en las callejuelas potosinas, circun- jas, quien tendrá su visión plástica de la ciu-
dadas por cerros silentes, donde la leyenda y dad, su tierra y su medio.
el mito se columpiaban en los ecos de las bo- La ciudad y su estructura son hechos di-
caminas. námicos, su vida substancialmente es transcu-
Entre el divortium acuarium del Alto Pe- rrir, trascender, por eso los pueblos tienen his-
rú y las faldas del Cerro Rico, Potosí colonial toria, todo está en movimientos, tiempo y es-
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MISTICA Y PAISAJE
MARCELO CALVO VALDA
casas que rodean la vieja pila pública de agua, Las expresion es plásticas anteriores a la
en una calleja que se rememora el tiempo que pintura coagulato ria en toda la historia del
ha transcurr ido a través de las puertas y los arte boliviano, no son sino aproxima ciones a
alares que recortan el horizonte del cuadro. los colores de la atmósfera del altiplano cuya
altitud y cercanía ecuatorial , le dan una lim-
. El subconsci ente del artista, reelabora in-
pidez extraordi naria, que se expresa en la pin-
ternamen te en la proyecció n sentiment al, una
tura coagulato ria.
parte de la ciudad, un rincón íntimo dormido
en el subconsci ente y por medio de la crea- Cecilia Guzmán de Rojas logra tanta ·lu-
ción estética, se objetiviza iluminado por la minosidad cromática con su pintura coagula-
pintura coagulato ria, que le da un extraño bri- toria, que en su cuadro "Fuente Potosina" , es
llo en la pintura vitalista de Cecilia Guzmán fácil advertir las horas.
de Rojas, que devuelve el alma colonial y el Es la hora vespertina , donde los objetos
paisaje en sus colores esenciales de la alquí- parecen estar más quietos, las horas lumino-
mica, que extrae de la esencia de las cosas y sas decaen en brillo y las sombras de los vie-
del genio plástico, superando toda la anterior jos alares y los tejados de las casas de Potosí,
pintura boliviana. La proyecció n anímica de se descuelga n sobre la fuente de una calleja .
. las cosas y el paisaje vibran iluminada s en el
Potosí, junto al mundo colonial, la guerra
alma de Potosí.
del Chaco que desangra Bolivia, al cósmico
Los colores vivos en la proyecció n animis- lente del Lago Titicaca y paisaje de la monta-
ta, permanec en más allá de la pátina del tiem- ña andina, inseparab le ele su habitantes , son
po que enmohece los recuerdos . La pintura las hondas vivencias y las sublimaci ones esté-
coagulato ria pule y hace brillar las viv:mcias ticas de su obra.
del subconsci ente, es casi la diferencia del fil-
me blanco y negro y una película en tecnico- NO TA S
lor, con las otras pinturas. [1) Roberto Prudencia, "Bolívar y la Fundación de Bolivia".
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RETRATO DE FRÁNZ TAMAYO
RETRATO DE FRANZ TAMAYO
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MARCELO CALVO VALDA MISTICA Y PAISAJE
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VIRGEN INDIA
ÑUSTA
"VIRGEN INDIA" Y fJUSTA"
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MARCELO CALVO VALDA MISTICA Y PAISAJE
cundidad, es deidad femenina, que produce el mantenía un poder factible entre la coacción
milagro de la siembra y la cosecha. y la obediencia.
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MARCELO CALVO VALDA MISTICA Y PAISAJE
expresan en el tipismo de las fiestas religio- Es la misma época en la obra y la vida del
sas, en los cultos de la challa o el carnaval que pintor, en la que realizó el "Cristo Aymara",
toma giros nativos en el culto a la Pachamama . "Virgen India" tiene el color de la tierra en vi- ·
bración interna, la cabeza reclinada hacia un
La danza folklórica de la Diablada es un 1 lado, muestran el subconscien te de un aire ma-:
ejemplo de esto, cuando un universo de diablos 1 ternal y los rasgos en su expresión externa de .
trepidantes con sus capas flameando en el aire la impregnació n celular de las leyes de la he-
duro y frío de Oruro, en cuyo centro El Angel 1 rencia, que viene remotament e de los antiguos
baila como símbolo del bien y cuando rendido j Imperios Andinos.
el grupo de bailar en las calles, se arrodillan
Cubre sus hombros, un manto de tela he-
ante la Virgen del Socavón en un cerro donde
cha en el paisaje; los ocres obscuros del ano-
comienza la ciudad, están rindiendo también 1 checer en el altiplano, los rayos de sol del ama-
culto a la Madre Tierra a la Pachamama de la \
1
necer en sus bordes. El color brota de las hon-
teogonía andina. 1
' das vivencias del subconscien te arcano del mi-
Este culto femenino a la fecundidad, na- to de los Imperios Quechuas y Aymaras.
ce del cristianismo en sus raíces telúricas en
Bolivia. De la última etapa de la obra pictórica, la
década del 1940 al 1950, son los rostros estu-
Este espíritu y su simbología, se expresa dios de fisonomías que realiza como retratos.
en el talento creador de Cecilia Guzmán de Ro- "La Ñusta" es la fisiognomát ica de una joven
jas, se compenetra y se expresa en su cuadro mujer campesina. Es un bello rostro que pare-
"Virgen India", donde un ritmo femenino, las ce modelado en greda, en la tierra de los ce-
trenzas en semi círculo, muestran como en un rros vecinos a La Paz. Un óvalo armónico es
paréntesis, el rostro con la expresión distante la base del rostro, la nariz ancha y vital, los
de la Madre Tierra, y se descubre bajo auras do- ojos rasgados de lejanos ancestros, un pelo
radas de sol. obscuro y brillante.
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MISTICA Y PAISAJE
MARCELO CALVO VALDA
los legendarios Intis Raimis (5) y los cultos al (2) Gordon Childe, "Qué Su ce dió en la Historia".
sol que realizaban los incas, desde la legenda- (3) José Fe liman Vel arde, " Los Imperi os Andinos ".
ria Mama Ocllu o Mama Cura la esposa del (4) José Fellman Velarde, " Los Imperi os Andinos ".
· Inca guerrero Sinchi Roca, o de Bartolina Sisa, (5) Fi esta de culto re ligioso del Imperio Incaico.
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MARCELO CALVO VALDA MISTICA Y PAISAJE
que ante el asombr o de la ausenc ia de lo figu- se replieg ue a las cavern as de su yo, dando
rativo, no logra explica rse el conteni do de es- mayor vigenc ia a los conteni dos anímic os del
te nuevo concepto de pintura que viene des- conscie nte, esta es la razón históric a, por la .
de la meridi ana y musica l luz de los impres io- cual en 1917 irrump e el movim iento del subrea-
nistas; no atinan a explica rse este alejars e de lismo, como el lengua je estético del subcon s-
lo figurat ivo y este esotéri co ingresa r a mun- ciente.
dos insonda bles. La influen cia tajante y definit iva que veía
desde la investi gación científi ca de las postri-
Habrá que pregun tarse hoy, pasada la pól-
merías del siglo pasado y a la que Einstei n la
vora de las dos guerra s mundia les, que irrum-
realiza y la encuad ra en el relativi smo; la for-
pieron violent amente en el escena rio de la cul-
mación de una cuarta dimens ión en las cosas,
tura, qué concep tos básicos contien e la pintu-
que para Einstei n puede ser el tiempo. Nos da
ra abstrac ta. Ante todo hay que afirma r los si-
otra vivenci a otra manera de sentir, el cosmos.
guiente s conceptos: la insur gencia del psico-
El tiempo , cuarta dimens ión en los objetos, ins-
análisis , que pretend iendo tan s.ólo ser una te-
tituída ya por el arte abstrac to tiende a que los
rapia,, revolucionó las bases estética s y cultu-
conceptos, lo figurat ivo, lo formal, pueden que-
rales con la extraor dinaria. vigenc ia de sub-
dar tan sólo para la máquin a fotográ fica.
conscie nte, donde el hombre es un abismo sin
fin y el arte para la dinámi ca psicoan alítica, El arte es visión e intuició n, sentenc iaba
es tan sólo una sublim ación y una catarsi s, Croce, dando a entend er que el arte y el cono-
donde se expres an las más fuertes corrien tes cimien to estético, son el conocim iento sensi-
del subcon sciente , como sensaci ones ya leja- ble de las cosas, conocimiento que es distinto
nas de lo meram ente figurat ivo. Este hecho es del concep tual, conocim iento distinto en cuan-
acentua do cuando la guerra de 1914 incend ia to el uno, lo percibi mos por los sentido s y el
el escena rio de la histori a y hacen que el otro por el intelect o, aunque ambos se plan-
hombre , huyend o de ese mundo en llamas, tean los mismo s problem as por resolver. Por
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eso podemos afirmar que a los planteamien- tura abstracta de hoy, donde sólo luz y color
tos físico- matemáticos de Einstein, la vigen- expresan la intuición de los horizontes estela-
cia Freudiana del subconsciente corresponde res de la humanidad, es definitivamente el ca-
en el plano de lo sensible la pintura abstracta. minar del hombre como designio divino, del
Teodoro Lipps afirmaba que la pintura es un átomo al cosmos, como esencia y equidistan-
arte del espacio, correspondiendo a través de cia de la cuarta dimensión.
este concepto que la pintura puede ser la intui- También decía Ortega y Gasset, que el ar-
ción del tiempo y del espacio, como la fisiog- te abstracto emana del triunfo sobre lo figura-
nomática y la morfología de una época, de una
tivo.
cultura.
Cecilia Guzmán de Rojas, posee la in-
La pintura abstracta de nuestra época, pin- tuición y el genio de su tiempo, porque estar
ta tan sólo las sensaciones percibidas en el a la altura de su tiempo, es comprender su tiem-
mundo abismal del subconsciente, triunfando
po.
sobre lo objetivo, como la expresión del tiem-
po y espacio relativista, de la cuarta dimensión Las vivencias del subconsciente del pin-
que borra lo figurativo, abriendo sus mágicos tor, buscan también en formas abstractas, só-
horizontes hacia la dimensión del tiempo, cur- lo luces, sombras, líneas y colores, como el
so y esencia de nuestro existir. factor subjetivo de su genio artístico, en nue-
va técnica y motivo, que no le es ajeno.
Sólo colores, esencias, líneas, horizontes
estelares, donde lo cotidiano, lo figurativo ya Pero el triunfo temporal sobre lo figurati-
duerme para siempre en el romanticismo de vo en la pinturua de Guzman e OJas, es aquel________
cosas domésticas. hecho por el cual, las aguas interiores que vie-
nen de muy lejos del ancestro andino, sobre el
Desde los impresionistas que empezaron
oleaje y las turbulencias de un alma humana,
a sentir una nueva vigencia del tiempó a tra-
pierde la tranquilidad de una paz inte-
vés de la revolución maquinista, hasta la pin-
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ya no llega. Se destaca siempre un cielo lim- Es la mimesis platónica (1), la obra de arte
pio de azul brillante y que en la campana de es copia de la naturaleza y ésta a la vez es co-
los ecos distantes, la música de zampoñas de pia del mundo de las ideas o esencias.
las fiestas religiosas permanentes e intermina- Cecilio Guzmán de Rojas busca en el pai-
bles, casi siempre se las escuucha. saje y su transfiguració n en obra de arte, el
mundo de las esencias cósmicas del ande y su
El paisaje es ritmo, color y música en la
proyección telúrica en su habitante. Esta es su
lejanía.
búsqueda, tiene en lo íntimo la capacidad sub-
Este paisaje, se hace tema intermitente en jetiva de un espejo de agua que copia ilumina-
Guzmán de Rojas, es la simbología primaria do el paisaje. Es una mística mágica Y cosmo-
de su obra; la tierra alzada al horizonte en un gónica, buscando esencias en el paisaje.
cielo cósmico y profundo, un aire enrarecido La naturaleza se realiza en un mundo de
delgado y transparente y un universo de músi- eq~.ülibrio, orden, armonía y proporción, aspec-
ca y color, que le atraen con un vértigo meta- tos que la estética de la creación artística pro-
físico, la vibración telúrica abraza al paisaje yecta en la obra de arte.
y al hombre. Este se aprisiona en un tiempo. Vive Bolivia en Guzmán de Rojas, es el
La naturaleza es evolución y transcurre como símbolo artístico y sublimado del nacionalis-
la vida misma. Sus cambios son casi inmuta- mo insurgente de la Guerra del Chaco, en un
bles, tan sólo las estaciones de primavera, ve- retorno a nosotros, a nuestra identidad cultu-
rano, otoño e invierno, la vida vegetal en la ral. En el paisaje del cosmos andino está la
naturaleza solamente tiene leyes ciegas. En esencia de Bolivia.
cambio en la creación de obra de arte, se apri- En el n1undo de las formas plásticas y en
siona un instante, un tiempo y se lo pinta pa- la expresión onírica del arte abstracto o
ra siempre. surrealista, Guzmán de Rojas muestra tam-
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guín, muchos de cuyos cuadros fueron restau- ciudad natal: Potosí. Estos cuadros fueron to-
rados por él. Cecilio Guzmán de Rojas murió dos vendidos en ese mismo año, algunos se en-
en La Paz el14 de febrero de 1950. cuentran en la Casa de la Moneda.
Exposici ón Retrospe ctiva de las obras de - Dibujos a lápiz, paisaje de Potosí.
Cecilio Guzmán de Rojas (1900 - 1950). - Autorretr ato.
, 1
Casitas en la loma.
- Monumento telúrico.
- Calle al Titicaca.
- Sembradío s en terrazas.
- Oleo sobre tabla: Paisaje del Lago Ti-
-Fortalez a
ticaca.
- Azul cósmico - Témpera sobre cartón: figuras.
- Poema Milenario
- Estudios de vestimenta s (óleos sobre
-Ruinas de Sachsahum an
cartulina).
- Canto a la piedra.
- Técnica sanguínea. Contemplan do.
- Intihuatán
- Estudios al óleo.
- Escalinatas al infinito.
- Acuarelas.
- Bloques vivientes.
- Estudios al carbón y lápiz.
- Ruinas en la ciudad incaica.
- Estudios al pastel.
- Autorretrat o: estudio a lápiz de la mis-
ma época. VIII . EPOCA 1946 - 1950
Esta última época de Cecilia Guzmán de
VII. EPOCA: 1942 - 43 Rojas, está caracteriza da por su intensa bús-
queda de nuevas técnicas pictóricas. El mismo
En realidad se trata de una continuació n consideró esta su obra como poco representa-
de la anterior época, solamente que la temáti- tiva de su producción creativa dentro la plás-
ca del paisaje es ahora el Altiplano y los al- tica.
rededores del La o Titicaca.
~v
~~.:_~S~o~l~d~e~in · e~r~n~o~.~~.:....__....:.__ _ _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _glees-;-Desn-l:Hles;-;-.- - - - - - - - - - - - -
~E~~
- Sencillez urbánica. - Técnica coagulatori a: Desnudos.
- Rancho en la puna - Oleas: Retratos.
- Vivienda humilde - Pastel: Retrato.
- Eucaliptus . - Lápiz Y pastel: Estudios de fisonomía:
" Ñustas".
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Retrospectiva .................................... 83
:-:- 90 -
La presente edición de "MISTICA
Y PAISAJE ", se terminó de im-
primir el día 8 de Enero de 1986
en los Talleres Gráficos de Em-
presa Editora "UROUIZO" S.A., en
La Paz Bolivia
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