Susan Stryker - Historia de Lo Trans - Selección

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Prólogo

R. Luces Prereno

R. Lucas Pretnno

Lucas Platero Méndez combina su práctica docente con la


investigación y el activismo por los derechos LGTBQ. Tiene la
¿Cuándo y cómo se crea el término transexual?, ¿quiénes han
licenciatura en Psicología, Máster en Evaluación de Políticas luchado en el contexto norteamericano a la hora de conseguir
públicas y es Doctor en sociología. Actualmente imparte clases
derechos para las personas que se salen de las normas de género,
en intervención sociocomunitaria en un instituto de educación
son travestis, transexuales o no binarias?, ¿cómo se hace la
secundaria; en varios programas universitarios de postgrado en
memoria de las personas trans*?, ¿qué líderes impulsaron o/ras
género e igualdad, y en el Programa de Estudios del MNCARS,
maneras de entender las transgresiones de género?, ¿cómo es
Somateca.
posible que tengamos tantos personajes trans* en las series
de televisión de éxito actuales?, ¿hay más personas trans* y
su rrayectoria personal y profesional va ligada a la coeducación no binarias que hace un siglo?, ¿qué retos sociales se plantean
desde una mirada a la diversidad humana y una atención espe-
gracias a las vivencias de las personas trans* y su activismo?
cial a la construcción social de las identidades donde entran Estas son solo algunas de las preguntas que se plantean en
en juego múltiples variables: el sexo, la clase, el género, las Historiade lo trans,un libro magnífico que aparece a finales de
condiciones funcionales, la procedencia, la sexualidad, etc' 201,7 canuna edición revisada y actualizada en castellano de la
lncorpora este enfoque tanto en la investigación teórica como editorial Continta Me Tienes (y en inglés en la editorial Seal), y
en su aplicación cotidiana en las aulas, desde donde también lo hace casi L0 años más tarde de su publicación original.
profundiza en las violencias de género y en la violencia y el
bullying homofóbico. Con Historia de lo trans tenemos la oportunidad de acercarnos
al trabajo histórico y político de Susan Stryker, que aún no
Entre sus publicaciones, destacan: Transexwalidades. Acom' es muy conocida en nuestro contexto, probablemente porque
pañamiento, factores de salud y recursos educatiuos, Bellatera,
hasta el momento no hemos contado con traducciones de sus
201,4; lntersecciones. Cuerpos y sexudlidades en la encruci- trabajos. La excepción la encontramos en el que su fue su primer
a s. D i s cur s o s y Rep r e s ent a ci on e s,
i a d a, Mehtsina, 20 1,2 ; L e sb i an artículo académico, palabras a Víctor Frankenstein desde
"Mis
Melusina,2008; Herramientds pdra combatir el bullying homo- el Pueblo de Chamonix: Performando la ka Transgénero",
fóbico, Madrid, Talasa, 2007. traducido en Políticas trans. (Jna antología de textos desde los
estudios trans norteamericanos (2015). También es relevante hablar de las personas que transgreden el sexo asignado en el
que Stryker ha estado recientemente en Barcelona, impartiendo nacimiento. Vocablos como transexual, travesti, transgéner$
la conferen6i¿ "Coged aire: Las políticas de vida trans actuales, trans, trans*, travelo, hermafrodita, intersexual, entre otros, \
(201,6), en un ciclo de conferencias organizado por Cultura surgen en momentos históricos determinados, con diferentes ,
Trans, por lo que es conocedora de los cambios que se han cosmovisiones que dan el significado a las rupturas con el
)
producido para las personas trans* en el Estado español. Pero, sexo asignado en el nacimiento, la expresión, corporalidad o {
¿quién es Susan Stryker? Esta mujer trans's norteamericana es identidad de una persona. Una historia y una terminologi, qr. I
doctora en Historia de los Estados Unidos, por la Universidad hemos de entender con la distancia y la necesidad de recono... I
de California, también es una conocida activista, autora de que no tienen la misma trayectoria y enraizamiento que en ,i
varios libros entre los que podemos destacar The Transgender lugares de habla hispana. )
Studies Reader (Routledge, 2006lr y el que está escribiendo
en la actualidad, Cross-Dressing for Empire: Gender and Por ejemplo, si nos fijamos en la palabra travesti, en laArgentina
Performance at th e B oh emian Groue.Hadirigido documentales, actual es un término autorreclamado por sus protagonistas
como el premiado Screaming Queens: Tbe Riot dt Compton's parala lucha política y social (Berkins, 2}}3),mienrras que en
Cafeteria (2005). En la actualidad Stryker es profesora en la el Estado español su uso fue más frecuente antes de los años
Universidad de Arizona, directora del Instituto de Estudios ochenta, y ahora ha sido relegado a una actividad ligada al
LGBT y coeditora de TSQ; Transgender Studies Quarterly,la crossdresser. Lo mismo ocurre con transexual y transgénero,
primera revista académica sobre cuestiones trans* que no tiene que tienen un uso radicalmente distinto en inglés que en
un enfoque médico. español; el término aglutinador o paraguas de uso amplio y
que ha- tratado de ser inclusivo en los Estados Unidos ha sido
Historia de lo trans comienza presentando dónde se sitúa desde los años noventa transgénero (transgender), mientras
Susan Stryker frente a su objeto de estudio, la historia de las que en castellano ha sido transexual (transsexual), y más tarde
personas trans*, para subrayar que escribe desde los Estados trans (y puede que también trans* con asterisco), sin hacer
Unidos y desde una generación muy determinada. Pensemos demasiadas distinciones entre quienes hacen modificaciones
que su impresionante biografía evidencia una lucha intensa corpora1esyquiénesno(Platero,201'4;MisséyGalofre,
por sortear barreras que han penalizado su salida del armario 2015). En inglés, transsexual se ha ido reservando para señalar
como mujer, a sabiendas de que conseguir un trabajo en la a aquellas personas que han hecho modificaciones corporales,
universidad no es algo que se esperase de una mujer trans*, frente a transgender) que no necesariamente se identifica con
para quienes parece que encajaba mejor otras expectativas tales modificaciones o con un tránsito medicalizado al uso. El
sociales. Tras esta introducción, Stryker sitúa el marco de la término transgénero en español ha sido menos usado, si bien
irrvestigación que realiza e introduce la terminología que se quizás se ha hecho con un uso más politizado.
tutiliza a lo largo de la historia en los Estados Unidos para
(lnhría preguntarse el porqué de este frenesí lingüístico, entender la visibilidad de las cuestiones trans'r a día de ho¡
realizando un ejercicio de genealogía que resulta necesario.
cucsti«in que se complica aún más con las vivencias no binarias
Nombra, por ejemplo, las leyes muáicipales que prohibían a
y el deseo de hacerlas patentes en el lenguaje (con el uso de
los hombres vestir como mujeres (1863); a quienes sirvieron
palabras que terminan en «e», por ejemplo, frente a otras
en el bando confederado de la guerra pasando por hombres,
propuestas de lenguaje inclusivo que se sirven del término
persona, términos unisex, el uso de la @, x o
*). Por una parte, como Harry Buford; incluye extractos de cartas recogidas
por Magnus Hischfeld (1,909); nombra a activisras pioneras
demuestra que sus protagonistas no terminan de estar a gusto
como Louise Lawrence, Virginia Prince, Sylvia Rivera, Martha
con las palabras que la medicina o la ley ha elegido para ellas,
denominaciones que a menudo son peyorativas, con lo que Johnson, Reed Erickson, Suzy Cooke, Leslie Feinberg o
Angela K. Douglas, entre otras. Nos recuerda que antes de
supone un reclamarse en primera persona. No solo esto, sino
las tan nombradas revueltas de Stonewall Inn hubo otras en
que las protagonistas de estos debates y experiencias son a
su vez muy críticas con el lenguaje que se utllíza sobre ellas
la ca{etería Compton's (1966) o que la homosexualidad ha
podido ser un término aglutinador que incluía lo que ahora
mismas, personas que a su vez viven bajo un intenso escrutinio
entendemos como transexualidad, poniendo en el mapa
social. Pone en evidencia que si bien puede que parezca que el
nombres de organizaciones, personas y hechos clave.
debate está en el terreno del lenguaje (por sus connotaciones,
sus efectos no deseados, sus características y si "dan iuego"
Es necesario enfatizar que Stryker narra la historia de la
o no), es también muy relevante cómo usamos estas palabras
transexualidad y lo transo en los Estados Unidos que, a
para excluir a algunas personas (Serano, 201,5). Así, este
pesar de su influencia global, no es la misma historia que se
dinamismo del lenguaje refleja un constante movimiento de
ha vivido en otros lugares, como en el Estado español o en
significados emergentes que requieren de nuevas expresiones,
Latinciamérica. Si tomamos como ejemplo el Estado español, no
por ejemplo, asociadas a la visibilidad de la infancia trans* o
es hasta los años cincuenta del siglo pasado cuando se activa el
las personas no binarias. De hecho, cada vez que parece que
término transexual (Yázquez García,2011), de manera que las
hemos conseguido mapear qué palabras ha¡ cuáles nos gustan
personas transexuales como sujetos políticos no emergen hasta
o resultan útiles y cuáles no, se está creando el significado que
necesitará de una palabra para poder concebirse. Otra de las
un momento político de transición democrática,ligada a la
liberación homosexual y la lucha contra la ley de peligrosidad
realidades que se pone de manifiesto es que constantemente
y rehabilitación social, junto con otros movimientos sociales.
surge la necesidad de una terminología inclusiva (transgénero,
Sería una historia de lo trans* distinta también por las
trans, trans*'...), frente a la mirada restrictiva que se utiliza
relaciones que han establecido los diferentes movimientos
desde marcos médicos o legales, así como por la cooptación de
sociales entre sí, como son los movimientos feministas, sobre
vocabulario que transforma su significado.
los derechos sexuales y reproductivos, las libertades sexuales
Adernás de dar un sentido histórico a la gramática trans*,
y el activismo trans*, entre otros (Platero y Ortega, 2A1"6).
Stryker nos muestra los eventos y personas claves para
Por poner un ejemplo concreto, la persistencia e impacto de Algo que no es muy frecuente si tenemos en cuenta que habi- '\,
un feminismo dedicado a excluir a las mujeres trans'r (TERF) tualmente la producción del conocimiento suele estar en ma-
I

no tiene la misma trayectoria en el Estado español o en nos de personas que conciben la transexualidad como una l
Latinoamérica que en Estados Unidos (Osborne, 20'LTl.Patte enfermedad o un problema legal, una curiosidad antropológica
.,,

de esta diferencia tiene que ver con compartir una trayectoria o una novedad. Poder tener una mirada tan globalizadora y :
de lucha que ha dado valor ala aportación feminista que han comprehensiva sobre los factores históricos y sociológicos quel
hecho las trabajadoras del sexo trans*, el papel destacado construyen las vidas de las personas trans* en Norteamérica es\
de algunos feminismos lesbianos a la hora de vincularse con solo posible desde esta sitúación privilegiada de protagonista, r

las mujeres transexuales en los años noventa y más tarde, la activista e investigadora. Esta cuestión sobre la agencia de las I

inclusión de hombres trans* en debates feministas así como el personas trans'r en la creación del conocimiento, así como su \,
contexto dinámico de cambios en el que se inserta hace que en representación pública, ya sea en la ficción o vida real, está i
el Estado español este movimiento TERF sea menos relevante. presente a lo largo de todo el libro. En especial, cuando se
i
refiere a las artes o medios de comunicación, donde es muy
I
Susan Stryker utíliza un lenguaje sencillo y accesible, con el frecuente, por ejemplo, la producción de películas hechas para
]

que consigue transmitir con una gran claridad que los estudios un público que no es trans*, pero sobre una temática transo. )
sobre las personas trans'¡ tienen una importancia que va más
allá de ser una minoría social, para situarlos en un marco más Historia de lo trans es un libro valioso que contribuye a trans-
amplio de luchas en los movimientos sociales, y el seno del formar la mirada que tenemos sobre el género, las personas
feminismo en particular. De hecho, apuesta por una mirada que transgreden los roles asignados con la asignación de
transfeminista e interseccional, que tiene en cuenta otros un sexo en el nacimiento, así como de las relaciones entre
lugares situados, como puede ser la diversidad funcional, la movimientos sociales. Se dirige a muchos públicos y resulta
racializaci1n, la procedencia nacional, la clase social o las relevante para investigadores y estudiantes de ciencias sociales
creencias religiosas, entre otras identidades sociales de las y humanidades; para el activismo y los movimientos sociales,
personas trans*. Además, hace hincapié en que la historia de las para profesionales de la intervención social, es significativo para
personas trans* en los Estados Unidos refleja necesariamente historiadores e historiadoras, y en suma, para todas aquellas
el devenir histórico, político y social de este país, una suerte de personas que quieran dar un rigor histórico y sociológico
ensamblajes que hace posible la visibilidad y presencia pública al conocimiento sobre las personas transo. Este trabajo
que tiene la transexualidad hoy en día, incluso cuando la crisis también pone de manifiesto la carencia de un estudio de una
económica de 2008 ha supuesto un mayor recorte en derechos profundidad similar sobre lo transo y las personas trans* en
y recursos. el Estado español, si bien también es importante señalar que
existen trabajos destacados de autores trans* como Miquel
Otra cuestión que es de suma importancia es que este es un libro Missé, Juana Ramos, Pol Galofre, Norma Mejía, Amets Suess,
sobrc l¿rs personas transo escrito por una de sus protagonistas. Ian BermúdezrMar C. Llop o Lucas Platero, entre otros.
Para terminar, me gustaría señalar el momento en el que Brsuocnnúe
emerge esta narración de la historia de 1o trans"', que sucede en
mitad de una recesión conservadora que está haciendo impacto Berkins, Lohana (2003),
"Un itinerario político del travestismo,
en muchos estados-nación, no solo en los Estados Unidos. en Diana MafÍía (comp.), Sexualidades migrantes. Género y
Este giro conservador cuestiona la linealidad de la narración transgénero, Edhasa, Buenos Aires, pp. 127-137.
que plantea la consecución de derechos como un avance
unidireccional y en el que se asocia progreso a lo occidental Galofre, Pol y Miquel Missé (eds.) (2015),
"Introducción,,
o la modernidad. Desde una visión crítica y decolonial, los Políticas Trans. Una antológía de textos desde los estudios
derechos y oportunidades vitales de las personas trans* están trdns norteamericanos, Barcelona y Madrid, Egales, pp.19-28.
siempre ensamblados y entretejidos con la producción social
de la racializaciín, clase social, pasabilidad y cisapariencia, Platero, R. L was (201,4),Trans o exualidades. Acomp añamiento s,
diversidad funcional, migración y otras experiencias de factores de salud y recursos educatiuos, Barcelona, Bellaterra.
importancia estructural.
Platero, R. Lucas y Esther Ortega Arjonilla (20L6),
"Building
Coalitions: The Interconnections between Feminism and Transo
Activism in Spain", Journal of Lesbian Studies,20(1):46-64.

Serano, Juli a (20L 5) , Regarding Trans " and Transgenderism, ,


"
§Thipping Girl,27 de agosto, accesible en http://bit.lyl2yNis9z
(consultado el 08/1 1./201.7).

Stryker, Susan (2015 Í1.9941), ,.Mis palabras a Víctor


Frankenstein desde el Pueblo de Chamonix: Performando
la lra Transgéner6", Políticas trdns. [Jna antología de textos
desde los estudios trdns norteamericanos, traducido por Lucas
Platero, ed. Pol Galofre y Miquel Missé (ed.), Barcelona-
Madrid, Egales, pp. 1.3 5-1.62.

Yázqtez García, Francisco (201,I), "¿Por qué en la edad


moderna no podía haber transexuales? Cuatro casos de
transmutación sexual en España (siglos XVI-xx)", Ubi Sunt?
(26), pp. 49-58.
SUSAN STRYKER

HISTORTA DE LO TRANS

Las raíces dé la reuolución de hoy


Este libro está dedicado a las Per'
soTras trans cuyas uidas hicieron
la historia Qu;e dQuí se relata, así
cotno a las person*s trans, amigos
y aliados que continúan hoY día
haciendo historia con su lucba
por la causa de la iusticia social.
Prólogo

Pnsr e su sENcILLo tfTuto, Historia de lo trans, el tema que


aborda este libro es al mismo tiempo más restringido y más
amplio -más restringido porque gira fundamentalmente en
torno a la historia del movimiento transgénero en los Estados
Unidos concentrada principalmente en los años posteriores a
la Segunda Guerra Mundial, y más amplio porque el término
transgénero, antaño un término muy extenso, en la actualidad
no logra abarcar la complejidad del género contemporáneo. Y
aunque este libro lleva el mismo título que la primera edición
publicada en 2008, tan vasta ha sido la revisión necesaria para
trataf convenientemente los cambios más destacados de la
pasada década que ha convertido esta segunda edición en un
Iibro sustancialmente nuevo. El texto de la primera edición se
ha actualizado, por tanto, de principio a fin -particularmente
en lo que atañe al primer capítulo- y se ha incorporado un
nuevo capítulo al final.

Recomponer las piezas de la historia trans de los Estados


Unidos ha sido un gran proyecto de mi vida profesional como
historiadora durante casi veinte años. Como mujer transexual
también he sido partícipe de esa historia, junto con otras
muchas personas. Aunque he intentado contar esa historia
de forma extensa e inclusiva, lo que tengo que decir se nutre
inevitablemente de mi propia implicación en los movirnientos
sociales transgénero, de otras experiencias vitales propias y de
Estados Unidos en la Universidad de California, Berkeley. La
las formas concretas en las que me considero transgénero.
transición era algo que necesitaba hacer por bienestar propio,
pero no fue una gran jugada a nivel profesional. Por maravilloso
Soy una de esas personas que, desde que puedo recordar,
que fuera para mí sentirme finalmente en consonancia con la
siempre se ha sentido identificada con el género femenino pese
forma en la que me presentaba ante los demás y la forma en
a haber recibido un nombre masculino al nacer, pese a que
la que los demás me percibían, la transición de vivir como
todo el mundo me consideraba un chico y me criaron como
hombre a vivir como mujer incidió negativamente en mi
tal, y pese a que mi cuerpo mostraba la apariencia típica de
vida. Como otras muchas mujeres transgénero, pasé años con
un cuerpo masculino. Cuando era joven no lograba dar una
empleos marginales debido a la incomodidad, ignorancia y
buena explicación a estos sentimientos y, tras una vida de
prejuicio que generaba en la gente. Mi transición empeoró las
reflexión y estudio, sigo abierta a encontrar la mejor manera de
relaciones con muchas de mis amistades y familiares. Me hacía
explicarlos. No es que sienta la necesidad de explicarlos para
más vulnerable a ciertos tipos de discriminación legal y en no
justificar mi existencia. solo sé que esos sentimientos persisten
pocas ocasiones me llevaba a sentirme insegura en público.
independientemente de cualquier otra cosa. sé que me hacen
ser quien so¡ independientemente de lo que los demás sientan
El haber vivido durante años siendo percibida como un hombre
hacia mí o de cómo se comporten conmigo por tenerlos.
blanco heterosexual, cisgénero, sin discapacidad y con formación
antes de salir del armario como la mujer que me sentía me
El miedo a ser ridiculizada, estigmatizada o discriminada, así
ha concedido una vara muy clara pata medir distintos tipos
como mi propia incertidumbre inicial sobre cómo actuar con
de opresión relacionados con la personificación, el género y la
mis sentimientos transgénero, me llevaron a esconderlos de
sexualidad. La transición me ubicó en el tablero de aguantar
absolutamente todo el mundo hasta poco antes de cumplir los
dichas opresiones de una nueva forma. Al haber experimentado
veinte, al comienzo de la década de los ochenta. Fue entonces
la misoginia y el sexismo, mi experiencia transgénero impregna
cuando comencé a revelar en privado a mis compañeras
el firme compromiso que siento con el activismo feminista
sentimentales la percepción que tenía de mí misma. pocos
que intenta hacer del mundo un lugar mejor para mujeres y
años después, en la segunda mitad de los ochenta, di con
niñas. Considerando que ahora vivo en el mundo como mujer
una comunidad queer clandestina; hasta entonces, no había
que ama a otras mujeres y en ocasiones (más frecuentemente
conocido a sabiendas a ninguna persona transexual. No salí
en el pasado que ahora) he sido percibida como un hombre
del armario como transexual ni empecé mi transición médica y
gay afeminado, también he experimentado la homofobia. Mi
social hasta 1991, cuando cumplí los treinta.
experiencia transgénero es por tanto también la razínpor la que
(luando empecé a vivir abiertamente a tiempo completo siento un compromiso absoluto con los derechos de lesbianás., .,,,

como gais y bisexuales. Aunque la percepción que tengo de ser mujer,


ntujer transexual lesbiana en san Francisco a comienzos de los
y no hombre, sea estable, he dado muchos pasos pata alineat '""'i
novcnta' estaba concluyendo mi doctorado en Historia de los
mi cuerpo, mi carné de identidad y demás burocracia con la
percepción que tengo de mí misma, sé que nunca alinearé todo no es tan merecedora de vida como otras, en un orden social
de la forma en la que lo hace la gente cisgénero y que siempre que intenta cementarme en esa jerarquía a menudo mortal
habrá algo discordante o incongruente. Para mí, eso significa basada en algunas de mis características físicas. Al adherirse
que, incluso identificándome como mujer transexual, también a mis carnes, incluso siendo blancas,la condición de trans me
soy, en la práctica, inevitablemente una persona de género no lleva a perseguir no solo una alianza blanca antirracista con
conforme, no binario y queer. las luchas de la gente de color sino también una comunión
real con el interés en desmantelar un sistema que nos ordena
El ser percibida o aceptada como una persona cisgénero de despiadadamente a todas en categorías biológicas de personas
género normativo te gafantiza un tipo de acceso al mundo más o menos merecedoras de vida. Mi intención es la de
que a menudo se te niega al ser vista como una persona tran- trasladar lo que sé de mi experiencia vital como trans a esa lucha
sexual o etiquetada como tal. Esta falta de acceso, creada por más amplia y profunda. Si bien, como persona transgénero
el modo en que se organiza el mundo para beneficiar a las blanca que ha llegado a esta nueva percepción apenas hace
personas cuyas personificaciones son distintas a la mía, limita unas décadas, como alguien que aún puede titubear y tfopezar
el ámbito de mis actividades diarias y podría entenderse como en su empeño de coalición pese a sus mejores intenciones, soy
desencadenante de discapacidad. Y de la misma manera en que consciente de que me queda mucho que aprender de los siglos
mi condición de trans me vincula a las políticas de discapacidad acumulados de sabiduría práctica, crítica social, habilidades
al margen de que yo tenga una discapacidad o no, me lleva a vitales y sueños de libertad que millones de personas de color
coincidir igualmente con otros movimientos, comunidades e han desarrollado para sobrevivir al colonialismo y al racismo.
identidades que también se oponen a los efectos negativos de Al iniciarme a principios de los noventa, tuve el privilegio
vivir en una sociedad que nos gobierna a todas las personas a de poder poner mi formación académica al servicio de un
base de estandarizar nuestros cuerpos. Creo que ser trans me une movimiento transgénero para el cambio social. Me convertí
a la gente intersexo, a la gente gorda, a las que no encarnan los en una historiadora, activista, teórica cultural, realizadoru
patrones de belleza, a la gente con diversidad neurocognitiva, a de medios y finalmente académica comunitaria que intenta
las que son anómalas por cualquier razón -independientemente escribir la crónica de las distintas dimensiones de la experiencia
de que sea o no yo alguna de estas cosas más allá de las maneras transgénero. Las ideas y las opiniones que comparto en este
en las que se solapan con mi condición de trans. libro cristalizaron hace ya más de un cuarto de siglo cuando
formaba parte de una comunidad queer de San Francisco muy
Aunque no puedo afrrmar que el ser una persona transgénero comprometida a nivel político y artístico, ahora tristemente
blanca me otorgue ningún acceso especial a la experiencia algo dispersa y consumida por las crecientes desigualdades
de las comunidades de color minorizadas, como transexual económicas de la ciudad, su implacable gentrificación y el
sí que experimento la injusticia de ser objeto de la violencia desplazamiento de mucha gente de escasos recursos. Todo
estructural por ser etiquetada como un tipo de persona que csto para decir que mi punto de vista es generacionalmente y

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geográficamente específico. He trabajado durante años en la I
GLBT Historical SocietS uno de los más grandes repositorios
de material queer y trans, y como consecuencia las partes
de la historia transgénero que mejor conozco son aquellas
Contextos, conceptos y términos
más próximas a la experiencia lesbiana y gay. He trabajado,
enseñado e impartido conferencias como profesora invitada en
universidades de un extremo al otro de Norteamérica así como
en los lugares que se encuentran a medio camino -Bay Area,
Boston, Vancouver, Indiana, Tucson- y he tenido el enorme
IiuNnRunNtos DE uN MovtMIENTo
privilegio de poder viajar con frecuencia, por trabajo y por
ocio, a países de Europa occidental y del este, de Oriente
Próximo, Sureste Asiático, Latinoamérica, Australia y Nueva l,r palabra utransgénero)) se ha popularizado hace apenas
Zelanda. Con algo de suerte todas estas experiencias -así como
¡ul par de décadas y sus significados todavía se encuentran en
mi incesante fisgoneo en Internet y participación en las redes !-onstrucción. La empleo en este libro para referirme a gente
(p¡e se distancia del género que le asignaron al nacer, de gente
sociales- contribuirán a ampliar algunos de los provincialismos
t¡uc atraviesa (trans-) los límites construidos por su cultura para
limitantes encastrados sin duda en las historias que cuento
sobre aquello que me resulta más familiar.
rlcfinir y contener dicho género. Algunas personas se distancian
tlcl género asignado al nacer porque sienten impetuosamente
(Irc pertenecen sin observaciones a otro género con el que
Escribir y revisar este libro ha supuesto para mí una manera
de resumir algo de lo que he cosechado de mi vida durante ¡rrcferirían vivir; otras quieren desmarcarse hacia una nueva
las pasadas décadas y de transmitírselo a otras personas que rrhicación, un espacio aún no descrito claramente ni ocupado
puedan encontrarlo de algún modo como soporte vital, o al tlc forma específica; otras simplemente sienten la necesidad
menos útil y, como mínimo, interesante. Espero que les dé algo rlc desafiar las expectativas convencionales ligadas al género
que necesitan.
quc inicialmente se les impuso. En cualquier caso, es ese
ruovimiento de superación de una limitación social impuesta
y clc alejamiento de un punto de partida no escogido, más
r¡uc ningún destino concreto o modo de transición, lo que
rrrcjor caracteriza el concepto de transgénero que en este libro
tlcsitrrollo. Hago uso del término «transgénero)) en su sentido
rttiis itmplio posible.

tlirst¿r hace muy poco, las cuestiones transgénero se han


¡rrcscntado como asuntos personales -es decir, como algo
t¡trc cl individuo experimenta interiormente, a menudo en

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aislamiento- no como algo que forma parte de un contexto obstante, no es el de ser un relato íntegro de la historia de lo
social más amplio. Por suerte, eso está cambiando. La mayor trirns en los EE.UU., ni mucho menos el de reflejar la historia
parte de la literatura sobre cuestiones de transgénero solía rle ser transgénero a una escala internacional. Mi objetivo es
proceder de perspectivas médicas o psicológicas, casi siempre ¡rrop<lrcionar un marco básico centrado en una muestra de
escrita por personas que no eran transgénero. Estas obras evcntos y personalidades claves que contribuya a vincular
enmarcaban la condición de trans en una desviación individual ln historia transgénero a la historia de los movimientos de
psicopatológica de las normas sociales de la expresión de lrrirr«rrías para el cambio social, a la historia de la sexualidad y
género sana y tendían a reducir la compleji dad y significación el g('nero, así como al pensa'miento y la política feminista.
de una vida transgénero a sus necesidades médicas o psico-
terapéuticas. Se han publicado muchas autobiografías escritas l,ll rnovimiento feminista hacia los setenta popularizó el eslo-
por personas que han ncambiado de s€Xo»r así como un l{iln «Lo personal es político". En aquella época algunas femi-
creciente número de libros de autoayu da para gente que se lristirs se mostraban críticas con algunas prácticas transgénero
plantea un cambio así, o para gente que busca comprender ('()nlo el travestismo, la ingesta de hormonas para cambiar
mejor por lo que atraviesa un ser querido, o pafa progenitores lrr apariencia del cuerpo, la cirugía genital o de mama y
de personas que expresan su género de forma contraria a las lrr clccción de vivir como miembro de un género distinto al
expectativas de la cultura dominante. Pero la tendencia, tanto irsignado al nacer. Solían considerar dichas prácticas como
de la literatura médica como de la de autoayuda, incluso la ,,sr¡luciones personales, a una experiencia interior de angustia
escrita desde una perspectiva transgénero o pro transgénero, ¡¡crrcrada por la opresión de género -es decir, pensaban que
sigue siendo más la de individ:ualizar que la de colectivizar la cl hccho de que una persona aLa que se le había asignado un
experiencia transgénero. górrcro femenino al nacer se hiciera pasar por hombre era solo
rrrr rlxrdo de escapar a la escasa (o ninguna) remuneración del
El enfoque de este libro es distinto. Este libro forma parte "trrrbajo de las mujeres, o de moverse de un modo más seguro
de un cuerpo en rápida expansión de literatura de ficción y cll un mundo hostil para las mujeres; una persona femenina a
no ficción, artículos académicos, documentales, programas lrr t¡ue se hubiera asignado un género masculino, pensaban las
televisivos, películas, blogs, canales de YouTube, y otras formas fcrrrinistas, luchaba para obtener la aceptabilidad social de las
de producción cultural casera sobre personas transexuales y .sissís, o las lugar
"reinas» y presumir de su afeminamiento en
realizadas por las mismas que nos sitúa en un contexto cultural tle pirsar por una mujer «normal» o una ,,realr. El feminismo,
e histórico y nos imagina parte de movimientos comunitarios fx)r otra parte, trataba sistemáticamente de desmantelar
y sociales. Este libro se centra concretamente en la historia del l¡rs cstructuras sociales que generan la opresión de género
¿rctivismo transgénero y de género no conform e pana el cambio err ¡rrimer lugar y que convierten a la mujer en el "segundo
strcial en los EE.UU. -es decir, en los esfuerzos para facilitar y sexo». El feminismo liberal prevaleciente deseaba concienciar
hrccr más seguro y aceptable elcruzar las fronteras del género rr lrrs rnujeres sobre su propio sufrimiento privado basando esa
n ac¡uellas personas que desean hacerlo. Su propósito, no rx¡rericncia en un análisis político de la opresión categórica

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de todas las mujeres. Pretendía ofrecer a los hombres una jntkrras del sexo en lugar de imaginarse rescatando de las
educación en valores feministas para erradicar el sexismo y la HArrils de la prostitución a mujeres desprovistas de autonomía.
misoginia que (a sabiendas o no) volcaban contra las mujeres. 'l'crrÍan más interés en hacer frente a las ideas políticas que
Este tipo de feminismo era, y aún es, un movimiento necesario fr¡nrcntaban la vergüenza por el propio físico, en mantener una
para mejorar el mundo, pero precisa una mejor comprensión rel¡tci«in subversiva o irónica con la cultura de consumo y en
de las cuestiones transgénero. rttthitrcarse en el activismo digital a través de las redes sociales.
Se habla incluso de una Cuarta Ola, que habría tomado forma
Uno de los objetivos de este libro es ubicar el activismo nl irrttparo de la crisis econó.mica de 2008 y que se encuentra
transgénero para el cambio social dentro de un marco feminista nr¡is cn sintonía que sus predecesoras con las políticas de otros
extenso. Para ello debemos pensar en las distintas formas en las nrovirlrientos como Occupy, Black Liues Matter, movimientos
que lo personal es político, en aquello que constituye la opresión tle jtrsticia medioambiental, de alfabetización tecnológica y
de género y en cómo entendemos el desarrollo histórico de los e s¡riritualidad.

movimientos feministas. Hablando en términos generales, la


Primera Ola del feminismo de los siglos xrx y xx se centraba Miis irrrportante que diseccionar las distintas olas generacionales
en la reforma de la vestimenta, el acceso a la educación, la tlrl fcrninismo, en cambio, es el surgimiento de lo que se ha
igualdad política ¡ sobre todo, en el sufragio o derecho al trnnirrado llamando "feminismo transversal". El feminismo
voto. La Segunda Ola del feminismo, también conocida como lrirrrsvcrsal, que hunde sus raíces en el pensamiento feminista
ncgro y chicano, cuestiona la idea de que la opresión social que
"movimiento de las mujeresrr, arrancí en los años sesenta
abordando un amplio abanico de cuestiones que iba desde la r*rrfrc la mujer pueda analizarse y combatirse adecuadamente
igualdad salarial,la liberación sexual, el lesbianismo y la libertad l'r¡nccntrándose únicamente en la categoría "mujerr. El fe-
reproductiva, al reconocimiento del trabajo no remunerado rrrirrismo transversal insiste en que no existe una "Mujen
que lleva a cabo la mujer en el hogar y la mejor representación ¡tr(luctípica bajo opresión universal. Entender la opresión de
de la mujer en los medios, pasando por la defensa propia y rrrrir nrujer o grupo de mujeres concreto implica prestar atención
la prevención de la violación y la violencia de género. En los { tr¡ckr lo que interfiere con su condición de mujeres, como
noventa se formó una Tercera Ola, en parte como respuesta a lrl rlz.a, [a clase, la nacionalidad, la religión, la discapacidad,
las limitaciones identificadas en las inflexiones más tempranas ln scxualidad, la condición migratoria y otra miríada de
del feminismo y en parte para abordar cuestiones emergentes. cirerurstancias que les marginaliza o privilegia -incluyendo la
Las exponentes de la Tercera Ola del feminismo se consideraban rrrrrrrifcstación de sentimientos o identidades transgénero o de
más liberadas sexualmente que sus madres y abuelas y de ese ¡¡rlrrcro no conforme. Las perspectivas transversales emergieron
modo protagonizaron más marchas de putas que protestas yu ert la Segunda Ola pero la dividieron en distintas facciones
para reclamar la noche, realizaron porno feminista en lugar y colltinuaron influyendo en todas las formaciones feministas
de denunciar toda la pornografía como forma inherentemente ¡lostcriores. Una cepa poderosa dentro de los movimientos
clcgradante parala mujer y apoyaron el activismo de las traba- r,'ontcn'rporáneos transgénero para el cambio social nace de las

3o 3r
perspectivas feministas sectoriales que brotaron inicialmente
en la Segunda Ola pero en la mayoúa de los casos encuentra ¿tJNA BASE BrOLÓGrCA?
alianzas más afines y favorables en los movimientos de Tercera
Mttchas personas consideran que la identidad de género -la
(o Cuarta) ola que son explícitamente pro transgénero. Los
¡rcrccpción subjetiva de ser un hombre o una mujer, o ambos o
feminismos que incorporan la perspectiva transgénero todavía
ttinguno- tiene su origen en la biología, aunque nunca se haya
combaten para desmantelar las estructuras que apuntalan la rlclrurstrado la .causa, biológica de la identidad de género (pese
jerarquía de género como sistema de opresión, pero lo hacen
n lirs innumerables afirmaciones de lo contrario). Otra mucha
reconociendo que dicha opresión puede darse tanto al cambiar Bclrte entiende el género corho algo más parecido al lenguaje
de género o desafiar las categorías de género como al ser t¡rrc a la biología; es decir, aunque consideran que nosotros los
incluida en la categoría del ,,segundo sexo». ¡ercs humanos tenemos una capacidad biológica para usar el
lettgtraje, puntualizan que no nacemos con un lenguaje integrado
Para reconciliar la relación entre las políticas transgénero y y prcinstalado en el cerebro. Del mismo modo, aunque tengamos
las feministas -para crear un transfeminismo- necesitamos ttttrt capacidad biológica para identificarnos con y para aprender
únicamente reconocer que el modo en el que cada persona ¿t . h¿rblap desde una posición particular en un sistema de género

experimenta y entiende su identidad de género, su conciencia r,'ullrrrirl, no venimos al mundo con una identidad de género

de ser un hombre o una mujer o algo que no encaja en ninguno ¡rrerlcterminada.


de esos términos o mezcla ambos, es una cuestión personal muy
l,rr hiriloga evolutiva Joan Roughgarden sugiere una forma de
idiosincrática relacionada con otros muchos atributos de nuestra
lorrcili¿rr los modelos aprendidos versus innatos de desarrollo de
vida. Es algo que antecede, o subyace en, nuestras acciones
l,r itlcrrtidad de género. En su libro Euolution's Rainbow: Diuersity,
políticas y no es necesariamente en sí mismo un reflejo de ( i¡'tttlcr, and Sexuality in Nature and People, escribe:
nuestras creencias políticas. Abrazar una identidad transgénero
no es ni radical ni reaccionario. Las personas no transgénero, al ¡ltt qué momento del desarrollo se forma la identidad de género?
fin y al cabo, se consideran mujeres u hombres y nadie les pide I t ilcntidad de género, como otros aspectos del temperamento,

que defiendan la corrección política de su ,.elección, ni piensa lr/$untamente no se desarrolla hasta el tercer trimestre, cuando se
que su percepción de formar parte de un género de algún modo eilú firmando el cerebro en su totalidad (...) Podría ser el momento
comprometa o invalide el resto de sus valores y compromisos. én lt¡rno al nacimiento cuando se organiza la identidad de género
Ser transgénero es como ser gay: simplemente algunas personas lrl ccrcbro (...) Entiendo la identidad de género como una lente
Son «¿si», aunque la mayoría no lo sean. podemos tener trtgrtiliua, Cuando un bebé abre los ojos al nacer y mira a su
curiosidad por saber por qué algunas personas son gay o ,ilrll'l«kr, ¿a quién emulará o, simplemente, a quién percibirá? IJn
transgénero y podemos elaborar todo tipo de teorías o contar lrclti turón quizá emule a su padre o a otros hombres, quizá no,y un
lulxi »tuier a su madre o a otras muieres, quizá no. En mi opinión,
historias interesantes sobre cómo se puede ser transgénero o gay,
urt.t lüttc en el cerebro controla a quién enfocar como <<tutor>>.
pero en última instancia debemos aceptar sencillamente que una
I t iit'ntidad transgénero es por tanto la aceptación de un tutor
fracción menor de la población (quizá incluyéndonos a nosotros
y nosotras mismas) es ,.así, y ya está.

3z ))
del sexo opuesto, Los distintos grados de identidad transgénero y Sieltdr¡ los miembros de minorías, por definición, menos co-
de uariación de género normalmente refleian distintos grados de ntuncs que los miembros de las mayorías, suelen experimentar
obsesión en la selección del género del tutor. El desarrollo de la lnlt¡r de comprensión, prejuicio y discriminación. La sociedad
identidad de género depende entonces tanto del estado del cerebro tienrle a organizarse de forma que, con intención o sin ella, se
como de la experiencia postnatal temprana, porque el estado del f n v r ¡ rczca a la may oría, y la ignorancia y la falta de información

cerebro determina lo que es la lente y la experiencia ambiental ¡ohrc formas de ser menos comunes en el mundo pueden
proporciona la imagen que será fotografiada a traués de dicha
llerPctuar estereotipos y retratos erróneos. Y por si fuera
lente y por úbimo reuelada de forma imborrable en el sistema de
¡roco, la sociedad puede efectivamente privilegiar a algunos
circuitos del cerebro. [Jna uez que se configura la identidad de
ti¡ros de personas sobre otros tipos de ellas, beneficiándose
género, como otros aspectos básicos del temperamento, la uida
parte de abí. lux nnteriores de la explotación de estas últimas: los colonos
¡r hcneficiaron de la apropiación de las tierras indígenas, los
Durante la investigación para escribir su libro Tbe Riddle of ruclrvistas se beneficiaron del trabajo de los esclavizados, los
Gender: Science, Actiuism, and Transgender Rigbts, la escritora lrorttbres se han beneficiado de la desigualdad de las mujeres.
y científica Deborah Rudacille llegó a la convicción de que los l,u violencia,laley y la costumbre perpetúan estas jerarquías
factores ambientales contribuyen a explicar el aparente aumento ¡rrinles.
en la prevalencia de fenómenos transgénero relatados. Rudacille
recurre al artículo publicado en 2001 baio el ¡(¡uls "Disruptores l,uri ¡rcrsonas que sienten la necesidad de combatir el género
endocrinos y transexualidad", en el que la autora Christine (luc sc les ha asignado al nacer o de resistirse a vivir como
Johnson plantea un nexo causal entre los .efectos reproductivos, nlicnrl)ros de otro género se han dado de bruces con numerosas
conductuales y anatómicos" de la exposición a sustancias químicas hrnu¡rs de discriminación y prejuicio, incluida la condena
frecuentemente halladas en pesticidas y aditivos alimenticios y la
rrli¡¡iosa. Dado que la gran mayoría de gente tiene serias
"expresión de la identidad de género y otros trastornos como el tlilieult¿rdes para reconocer la humanidad de otra persona si no
fallo reproductivo,. Rudacille asocia la condición transgénero
al descenso del número de espermatozoides entre los varones ¡rtteclc reconocer su género, los encuentros con personas que
hatt canrbiado de género o desafían el mismo puede parecer
humanos, al incremento del número de reptiles con micropene
y de aves, peces y anfibios hermafroditas y a otras anomalías d nl¡¡rrttits un encuentro con un ser inhumano monstruoso y
supuestamente asociadas con los disruptores endocrinos del Htcrrildor. Esta reacción visceral puede manifestarse en forma
medioambiente. tlr ¡rrittico, asco, desprecio, odio o crueldad, lo que puede
trrltlucirse ulteriormente en violencia física o emocional -hasta
e irrclrrycndo el asesinato- dirigida contra la persona que se
¡rercibc como no plenamente humana. Hemos de preguntarnos
por r¡uó la reacción típica ante el encuentro con formas no
privilr¡¡inclas de género o corporeidad no suscita más a menudo
.lrrlnhro! dcleite, atracción o curiosidad.

34
Se suele rechazar a las personas vistas como no del todo Algunos miembros se embarcan en tipos de activismo más
humanas por su expresión de género y del mismo modo rntlicales o militantes cuyo objetivo es derrocar el orden so-
puede negárseles necesidades tan básicas como la vivienda cirtl «¡ abolir instituciones injustas en lugar de reformarlas,
y el empleo. Estas personas pueden perder el apoyo de sus otr«rs ingenian herramientas de supervivencia para vivir en
propias familias. En una sociedad moderna burocratizada, eottdiciones que no se pueden cambiar en un determinado
muchos tipos de trámites administrativos rutinarios dificultan nlonlento. Unos se dedican al arte o escriben literatura para
enormemente la vida de aquellas personas que atraviesan las alirrrcntar las almas de los miembros de la comunidad o cambiar
fronteras sociales del género que se les ha asignado al nacer. Los lu fi¡rma en la que los conciben los demás y los problemas
certificados de nacimiento,los expedientes escolares y médicos, o krs que se enfrentan. Otros hacen el trabajo intelectual y
las habilitaciones profesionales, los pasaportes, las licencias de frd¡ric«r de analizar las raíces de las formas de opresión social
conducción y otros documentos similares proporcionan un t¡trc lcs afectan directamente y diseñan estrategias y políticas
retrato poliédrico de cada una de nosotras como persona con un r¡ttc propicien un futuro mejor. Y otros dirigen su atención
género concreto, y cuando esos registros muestran discrepancias hne irr la promoción de la aceptación propia y de la autoestima
u omisiones manifiestas pueden surgir todo tipo de problemas: Fnlrc los miembros de las comunidades minoritarias que
incapacidad pafa cfvzar fronteras nacionales, para optar a ¡rttt'rlrrrt haber interiorizado actitudes o creencias invalidantes
puestos de trabajo, para acceder a servicios sociales necesarios rohrc sus diferencias con la mayoría dominante. En definitiva,
y para obtener la custodia legal de los hijos e hijas. Dado que las uot¡ticnza a gestarse un movimiento activista para el cambio
personas transgénero normalmente carecen del mismo tipo de rrrinl rnultidimensional. Y fue precisamente un movimiento de
apoyo que las personas plenamente aceptadas por la sociedad rllr'lt¡rs características para abordar cuestiones de justicia social
dan por hecho de forma automática, probablemente son más r¡trr rrfcctaban a las personas transgénero el que se desarrolló
vulnerables a comportamientos temerarios o autodestructivos en krs t'lE.UU. durante la segunda mitad del siglo xx.
y por consiguiente pueden acabar teniendo más problemas de
salud o problemas con la ley -lo que únicamente agrava sus ya 'l'É¡ ¡,lrnt¡s Y coNCEPTos
considerables dificultades.
l,n¡ ct¡cstiones transgénero rozan preguntas existenciales so-
En los EE.UU. los miembros de minorías suelen tratar de hre cl significado de estar vivo y nos conducen a lugares que
combatir o cambiar las prácticas discriminatorias y las actitudes fdranrcntc consideramos de forma consciente y con atención
perjudiciales haciendo pifra para ofrecerse apoyo mutuo, dar -r'onro strcede con la actitud que mantenemos con la gravedad,
voz a sus problemas en público, recaudar dinero y así mejorar ¡rrrr ejcnrplo, o con la respiración. Solemos llanamente ex-
su destino colectivo, crear organizaciones que aborden sus p€rinrcntar estas cosas sin pensar en ellas demasiado. En el
necesidades específicas no satisfechas, participar en la política e[r¡o di¡rio de eventos, la mayoría no tiene motivos para
clcctoral o influir en la aprobación de normativas de protección. hncene prcguntas del tipo o¿qué hace hombre al hombre, o

36 t/
mujer a la mujer?» o «¿cómo se relaciona mi cuerpo con ml rr ctralquier otra palabra que comience con la cadena de
papel social?, o incluso «¿cómo sé cuál es mi género?r. Más (§rilcteres ex. El uso de trans* en lugar de transgénero se
bien nos dedicamos a nuestras empresas diarias sin cuestionar co¡rvirtió en una forma taquigráfica de indicar la inclusión
las percepciones y presuposiciones indiscutidas que conforman rle tttuchas experiencias e identidades diversas arraigadas en
nuestra realidad operativa. Pero el género y la identidad, como rl nctt¡ de atravesar, sin estancarse en luchas sobre etiquetas
la gravedad y la respiración, son fenómenos tremendamente o eonflictos enraizados en distintas formas de desmarcarse
complicados cuando una persona comienza a considerarlos de rle lns normas de género. El asterisco puede igualmente
forma aislada y a descomponerlos. rcl)rcsentar una incitación á pensar sobre las interrelaciones
orlrc transgénero y otros tipos de cruces categóricos. ¿Cuál
Debido a esta complejidad, convendría establecer algunas er ln relación de trans- en transgénero y trans- en transgénico,
definiciones más técnicas de palabras que empleamos en nuestro trnttscspecie o transracial? Es fácil imaginar el asterisco como
día a día, así como definir algunas palabras que para nada ttn¡l rcpresentación visual de la intersección de innumerables
solemos necesitar, antes de introducirnos en el relato histórico. ¡¡rriorres que apuntan a distintas direcciones, asociando cada uno
Dedicar algo de tiempo a debatir términos y conceptos puede tlr cll«rs a la idea de atravesar con aquello que ha de atravesarse.
contribuir a poner de manifiesto algunas suposiciones ocultas
que solemos hacer en relación con el sexo y el'género y ayuda Acrrinimos: Los miembros de la porción T de la comunidad
a presentar algunos argumentos que aparecerán en capítulos l,( ; lI I'IQQA A (lesbianas, gais, bisexuales, transgénero, intersexo,
sucesivos. rluccr, de género indeterminado, asexuales y aliados/as) emplean
urrre h«rs acrónimos. Las siglas en inglés MTF y FTM significan
t'r'r¡rcctivamente "de hombre a mujer" y
Les ruego tengan en cuenta que continuamente surgen nuevos "de mujer a hombre,,
términos y conceptos y que las palabras que se usaban cuando llttlicitndo la dirección de la transición de género; habría sido
este libro se escribió podrían haber pasado de moda o caído Ittiis itpropiado hablar de "de macho a mujer" y "de hembra a
en desuso en el momento de su lectura. Para estar realmente hrxttbre,, pero el hecho es que en la práctica nadie lo llama así.
al tanto de la cuestión, lo mejor es hacer de Internet tu mejor Al¡¡urras personas transgénero se sienten ofendidas y rehúyen
amigo. rle estits etiquetas direccionales, alegando que tienen el mismo
I'rr'.rso sentido que calificar a un hombre ude heterosexual
* (asterisco): El asterisco aparece con cada vez más frecuencia d ¡¡ny» o a una mujer nde heterosexual a lesbiana", y eue
en los debates sobre cuestiones de transgénero. Su uso proviene liltieittncnte sirven para marginalizar a los hombres y mujeres
de las bases de datos y las búsquedas de Internet, en las que el tt'rtttsg('rrero dentro de las poblaciones más grandes de otros
símbolo funciona como comodín. Es decir, una consulta con honthrcs y mujeres. De hecho, los dos acrónimos son mucho
un asterisco encontrará la cadena de caracteres concreta que se nleuos frecuentes de lo que lo eran. Las siglas en inglés CD (en
husca más cualquier otro carácter. Por ejemplo,las búsquedas t¡r'rlsir¡nes XD) hacen alusión alapráctica del cross-dressing.TS
ric ex" darán como resultado exdgerdr, exceso, extraordinario, har'r rcf'crencia a transexual, que pueden ser «pre-op» o <<post-

78 39
op, o incluso .,no-ho/no-op" (si no optan ni por hormonas nt y nosotras mismas y emprender acciones significativas para
cirugía pero aun así se identifican como miembros del género cambiar nuestras trayectorias, incluyendo el autoasignarnos
contrario al que le asignaron al nacer), mientras que TG es otro género distinto.
«una persona transgéns¡6», empleado más como sustantivo
para un tipo concreto de persona que como adjetivo que (iénero binario: Idea de que existen únicamente dos géneros
describe el género de una persona. El término apropiado para sociales -hombre y mujer- basados en dos y únicamente dos
hacer referencia a una persona en particular no depende de los scxos -macho y hembra. La historia de las personas trans* nos
ojos de quien la mira; es la persona que lo aplica a sí misma o t'nseña que tanto el género como el sexo pueden entenderse de
a sus semejantes quien debe decidirlo. lorma no binaria.

r Agénero: Sentimiento de no poseer identidad de género más Oisgénero: Palabra que no logró aceptación hasta
el siglo
i qr. una identidad de género en desacuerdo con el género xxl pero que pronto se difundió como sinónimo de ono
I asignado al nacer; puede considerarse dentro del epígrafe trans transgénero". El prefijo cis- significa «en el mismo lado de,
', en la medida en la que una persona agénero se ha distanciado (cs decir, lo opuesto a trans-, que significa .,al otro lado"). Su
' d.l gérr..o impuesto al nacer por obligación. intención es la de indicar el privilegio normalmente tácito o
irsumido de no ser transgénero. La idea que esconde el término
AHAN yAMAN: Acrónimos para oasignada hombre al naceo cs la de combatir la forma en la que los términos ,.mujer, u
y «asignado mujer al nacerr. Estos términos ponen de relieve ,,hombre" denotan «muier no transgénero» u ,.hombre no
que, cuando venimos al mundo, alguien nos dice quién cree que trilnsgénero" por defecto, a menos que la condición transgénero
somos. Matronas, técnicos de ultrasonidos, obstetras, madres o no binaria de la persona se nombre de forma explícita. Es la
y padres, familiares y otro sinfín de gente observan nuestros rnisma'lógica que llevaría a alguien a optar por decir ,.mujer
cuerpos y manifiestan lo que les parece que nuestros cuerpos hlancan y
"mujer negra» en lugar de usar simplemente .,mujep
significan. Determinan nuestro sexo y nos asignan un género. ¡rirra describir a una mujer blanca (presentando de este modo a
Adquirimos conciencia propia y crecemos en el contexto que krs blancos como la norma no marcada) y
"mujer negra» para
han creado para nosotros dichos significados y decisiones, ir¡dicar la desviación de la norma.
devorando nuestra existencia individual. Las diferencias cor-
porales son reales y nos sitúan en distintas trayectorias vitales, lrl uso de la terminología cis- se ha difundido entre personas,
pero lo que la gente que emplea esos términos de asignación l)ilrticularmente del entorno educativo y universitario o
pretende destacar es que nuestros cuerpos y los senderos a rclacionadas con el activismo de base, que se consideran
los que nos conducen, por muy impuestos que fueran en un ¡tli¿rdas de las personas transgénero o que desean indicar su
comienzo, no deben determinar necesariamente todo lo que r.'oncienciación en relación con los privilegios a los que tienen
somos. Las categorías que nos fueron asignadas son situaciones ¡lcceso por ser binarios o no transgénero. Pero ni el propio
dentro de las cuales podemos tomar decisiones sobre nosotros rtrrrnino cisgénero está libre de contradicciones o debilidades
(lénero: Género no es lo mismo que sexo, aunque ambos
conceptuales. Emplearlo de forma demasiado rígida puede
alimentar otro tipo de género binario, cis- versus trans-. Alinea tórminos se usen de forma intercambiable, ni siquiera en la
binario y cis- con la política cultural de normatividad y no literatura técnica o erudita, lo que puede llevar a bastante
binario y trans- con nociones de transgresión y radicalidad, e«rnfusión cuando se intenta ser preciso en análisis. Hablando
cuando en realidad las políticas de normatividad y transgresión cn términos generales, el género se considera cultural y el sexo,
son transversales tanto a las categorías cis como trans. En lugar hi«rlógico. Normalmente se camina sobre seguro empleando las

de emplear cis y trans para identificar dos tipos de personas prrlabras hombre y mujer para hacer referencia al género y los
completamente distintas, es más productivo preguntarnos de qué Itirminos macho y hembra para hablar de sexo. Aunque todos
modo unas son cis (es decir, cómo los distintos aspectos de sus nilcemos con un determinado tipo de cuerpo que la cultura
cuerpos y mentes se alinean en el lado de la división de género de tkrminante llama nuestro <(sexo», nadie nace como niña o niño,
modo privilegiado) y de qué modo otras son trans (es decir, cómo rrrujer u hombre; más bien se nos asigna un género y llegamos
cruzan las barreras del género que se les asignaron al nacer de una ir identificarnos (o no) con dicho género mediante un complejo
manera que les puede acafÍear consecuencias sociales adversas) l)roceso de socialización.
y reconocer que todas las personas, independientemente de que
,, ( ióneroprocede dellatín genus, quesignifica,, clase, o tipo r.
sean cis o trans, se encuentran sujetas a prácticas sociales de " "
género no consensuadas que privilegian a algunas y discriminan lrl género es la organización social de los cuerpos en distintas
de forma desfavorable a otras. r'.rregorías de gente. En los EE.UU. de ho¡ esta categorización
rc basa en el sexo, pero histórica e interculturalmente han
Cross-dresser.' Término propuesto en el mundo angloparlante cxistido varios y diversos sistemas sociales de organización
como sustitución no moralizante de travesti. Suele considerarse rr'¡¡ún géneros. Algunas culturas, incluyendo muchas culturas
un término que describe de forma neutra la práctica de llevar nirrivo americanas, han tenido tres o más géneros sociales.
ropa atípica de un determinado género. La práctica del cross- Al¡¡,unos atribuyen el género social al trabajo que las personas
dressing puede tener diversos significados y motivaciones. rlcscmpeñan en lugar de a los cuerpos que realizan dicho
Además de ser una forma de combatir o distanciarse del trirbajo. En algunas culturasr la gente puede cambiar su género
género social asignado al nacer, puede ser una práctica teatral rrri¿rl en función de los sueños o visiones que pueda tener.
(ya sea cómica o dramática), parte de la moda o la política lit¡ otras se puede cambiar con un escalpelo o una jeringa. Lo'
(como lo fue la decisión de la mujer de llevar pantalones), ttrris importante a tener en cuenta es que el género es histórico
parte de las ceremonias religiosas o parte de la celebración de (rirrttbia a lo largo del tiempo), varía de lugar a lugar y de
festivales o festejos públicos (como el Mardi Gras, el Carnaval r rrltt¡ra a cultura, y que es contingente -es decir, depende de

o Halloween). Las personas transgénero o transexuales que lrr r¡nión insólita y particular de muchos factores distintos y
d l)il rcntemente inconexos.
visten conforme la moda del género al que creen pertenecer
no se consideran a sí mismos cross-dressers ni travestidos, sino
simplemente vestidos. I lrrir cle las complicaciones de perfilar una distinción firme y
l,t¡ritlir entre «sexo» y «género», por muy distintos que sean

4L 43
dichos términos analítica y conceptualmente, tiene que ver con m quc los cuerpos físicos son complejos y muy a menudo
nuestras creencias culturales. Aunque es cierto que el término no binarios, y las categorías sociales, que son en sí mismas
«sexo>) se emplea para determinar la categofización de género, ho¡rdamente cambiables, no pueden sustentarse en la carne sin
también es cierto que lo que cuentd como sexo es una creencia Benerar problemas. Es otra manera de decir que el intento de
cultural. Creemos que el sexo es cromosómico o genético, relncir¡nar el sexo con el género de forma determinista hace
que está relacionado con la capacidad de producir esperma u cllr¡rs cn algún nivel y que cualquier relación que establezcamos
óvulos, que se refiere a la forma y función de los genitales, y que tir¡rc una dimensión cultural, histórica y política que debe
lleva asociado características secundarias como la barba o las erltlrlccerse, afirmarse y vólver a afirmarse una y otra vez para
mamas. Pero como se describe a continuación, los cromosomas, rluc continúe siendo «cierta».
la capacidad reproductiva, el tipo de genitales, la forma del
cuerpo y las características sexuales secundarias no siempre l{¡to tlos conduce a una de las cuestiones centrales de los mo-
van de la mano en un patrón predeterminado a nivel biológico. vilrtientos sociales transgénero -la afirmación de que el sexo
Algunas de estas características son inmutables, mientras que rlcl crrcrpo (independientemente de cómo entendamos cuerpo y
otras son transformables. Esto nos deja con la tarea social rr,,to) no alberga ninguna relación necesaria o predeterminada
colectiva de decidir qué aspectos de la personificación física cr¡lt la categonía social en el que ese cuerpo vive o con la
tienen más peso a la hora de determinar la categorización del trlenticlad y la percepción propia subjetiva de la persona que
género social. Los criterios empleados para tomar dicha decisión vivc cn el mundo a través de dicho cuerpo. Esta afirmación,
son tan históricos, culturales y contingentes como biológicos - extr¡tícl¿r de la observación de la variabilidad social, psicológica

al fin y al cabo, nadie hablaba de usar el ,.sexo cromosómico" y hiol«'rgica del ser humano, es política precisamente porque
para determinar el género social antes del desarrollo de la lorrtrirdice la creencia habitual de que el hecho de que una
genética ni de emplear partidas de nacimiento como prueba de prrsonil sea un hombre o una mujer en el sentido social viene
identidad antes de que se regularizara la expedición de partidas lllrtrlirmentalmente determinado por el sexo corporal, que es
de nacimiento a comienzos del siglo xx. Además, la necesidad rvidcnte y puede percibirse de forma clara e inequívoca. Es
percibida de tomar una decisión sobre el sexo de alguien, de ¡rolÍtica igualmente en el sentido de que el modo en el que la
determinar su género, se basa tanto en la estética como en la ¡r¡cictlrrd organiza a sus miembros en categorías basadas en
biología; nadie habría cuestionado el sexo de una atleta de rus difcrencias físicas no elegidas no ha sido jamás un acto
élite como la corredora sudafricana Caster Semenya si hubiera poI ít icrr mente neutral.
tenido un aspecto estereotípicamente femenino.
I lrro rlc los principales puntos del feminismo es que las socie-
Es posible, por tanto, entender el sexo como un constructo ¡lr¡rlcs suelen organizarse de modos que suponen la explotación
social semejante al género. Lo que esto nos lleva a decir a fin ¡rrevrrlcntemente del cuerpo de la mujer más que del cuerpo del
de cuentas es que el sexo es una base estable para determinar Irorrrhrc. Sin cuestionar esta premisa básica, una perspectiva
un género social establecido, pero la realidad de la situación lrirrrs¡¡d'rrero se mostraría del mismo modo sensible a una dimen-

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sión adicional de la opresión de género: que nuestra cultura irrfelicidad lo que resulta insano y susceptible de tratamiento
actual trata de reducir la amplia gama de tipos de cuerpos terrt¡rí'utico en lugar de que una persona transgénero presente
habitables a dos y solo dos géneros, uno de los cuales disfruta un tr¿lstorno inherente; de modo similar, alude al hecho de que
de mayor control social que otro, sustentando ambos géneros cl scrttimiento de descontento con el propio género puede ser
en nuestras creencias sobre el significado del sexo biológico. prlsrlie ro en lugar de ser una característica de un tipo de persona.
Las vidas que no se adaptan a este patrón dominante por lo
"l)isforia de género" sustituyó a ,.Trastorno de ldentidad de
general suelen tratarse como vidas que no merece la pena vivir (iertcr«r" (TIG) en la quinta edición de 20L3 del mencionado
y que tienen poco o ningún valor. Romper la unidad forzosa de rttrtrrrr¿rl (DSM-V). La décima edición de La Clasificación
sexo y género y alavez ensanchar el espectro de vidas posibles lntentitcional de Enfermedades (CIE-10), en vigor desde 1992,
ha de ser un objetivo central del feminismo y de otras formas ntin ctnplea el término TIG; pero en la actualidad se prevé que
de activismo por la justicia social. Esta idea es importante para el t:¡ll-t1, cuya publicación se ha programado para 20L8,
todo el mundo, especialmente, aunque no de forma exclusiva, rtvisc su nomenclatura en la misma línea.
para las personas transgénero.

Disforia de género: Literalmente, sentimiento de descontento l,rr disforia de género


(lo contrario ala euforla, sentimiento de alegría o placer) hacia
la incongruencia entre cómo uno entiende subjetivamente su (lon¡¡r rrranifiesta la quinta edición del Manual Diagnóstico
propia experiencia de género y cómo otras personas perciben su y l;.slulístico de los Trastornos Mentales de la Asociación de
género. El término ndisforia de género" se popularizó entre los l)rtqttittría Americana, "La disforia de género es un término
y las profesionales médicos y psicoterapeutas que trabajaban g,r,rrcrirl descriptivo que hace referencia al descontento afectivo/

con poblaciones transgénero entre las décadas de los sesenta y ru¡¡rritivo de un individuo con el género asignador, y cuando se
ochenta, pero fue suplantado por la categoúa diagnóstica ya ettt¡rlcir como una categoría de diagnóstico "hace referencia al
ltt,tlrstirr que puede acompañar la incongruencia entre el género
obsoleta de "Trastorno de Identidad de Género", que acuñó
ex¡rcrirnentado o expresado y el género asignado de un individuo".
inicialmente la Asociación de Psiquiatría Americana en 1980
lil li¡r'r¡ clínico se sitúa en la disforia como el problema, no -como
en la tercera edición de su Manual Diagnóstico y Estadístico
eta rl cits<¡ de la antigua categoúa de diagnóstico de Trastorno de
de los Trastornos Mentales (DSM-III) y que mantuvo en la
ldcrrtirlrrd de Género- Ia psicopatologización de la identidad, per
cuarta edición de 1994 (DSM-IV). En parte como respuesra rr, lil l)SM-V también pone de manifiesto que muchos individuos
al activismo transgénero que combatía la patologizaciín de r¡ttr rx¡lcrimentan incongruencia de género no sufren malestar por
las identidades transgénero, el término
"disforia de género, ellu. ¡rcr«r que puede darse en las personas de género incongruente
volvió a ponerse de moda en el siglo xxr como parte de la lln nl¡tlcstar considerable si .no se encuentran disponibles las
argumentación que sustenta por qué el sistema de salud debe inlcrve ¡tciones físicas deseadas a través de hormonas y/o cirugía".
necesariamente cubrir la asistencia médica de las personas
transgénero. El término sugiere que es ese sentimiento de

46
Disforia de género en niños y niñas 302.6: l)l¡forin de género en adolescentes y personas adultas 302.85:

A. Una marcada incongruencia entre el sexo que una persona A, tlnn marcada incongruencia entre el sexo que una persona
siente o expresa y el que se le asigna durante al menos seis meses, ¡ler¡lc cxpresa y el que se le asigna durante al menos seis meses,
«¡

manifestada por un mínimo de seis de las características siguientes lrtolrilcstircla por un mínimo de dos de las características siguientes:
(una de las cuales ha de ser el criterio A1):
l. Una marcada incongruencia entre el sexo que una
1. Un poderoso deseo de ser del otro sexo o una insistencia pcrsona siente o expresa y sus caracteres sexuales primarios
de que él o ella es del sexo opuesto (o de un sexo alternativo «¡ secundarios (o en los y las adolescentes jóvenes, los
al que se le asigna). caracteres sexuales secundarios previstos).
2. En los chicos (sexo asignado), una fuerte inclinación al 2. Un fuerte deseo por desprenderse de los caracteres
travestismo o por simular el atuendo típicamente femenino; scxuales propios primarios o secundarios, a causa de la
en las chicas (sexo asignado), una fuerte preferencia por nrarcada incongruencia con el sexo que se siente o expresa
vestir ropas típicamente masculinas y una fuerte resistencia («r en los y las adolescentes jóvenes, un deseo de impedir el

a vestir ropa típicamente femenina. dcsarrollo de los caracteres sexuales secundarios previstos).
3. Preferencias marcadas y persistentes por el papel del otro .]. Un fuerte deseo por poseer los caracteres sexuales, tanto
sexo o fantasías referentes a pertenecer al otro sexo. Una ¡rrimarios como secundarios, correspondientes al sexo
marcada preferencia por los juguetes, juegos o actividades opuesto.
habitualmente practicadas por el sexo opuesto. 4. Un fuerte deseo de ser del otro sexo (o de un sexo
4.Una marcada preferencia por compañeros y compañeras irlternativo distinto del que se le asigna).
de juego del sexo opuesto. .5. Un fuerte deseo de ser tratado o tratada como del otro
5. En los chicos (sexo asignado), un fuerte rechazo por los scxo (o de un sexo alternativo distinto del que se le asigna).
juguetes, juegos y actividades típicamente masculinos, así 6. Una fuerte convicción de que uno o una tiene los
como por los juegos bruscos; en las chicas (sexo asignado), scntimientos y reacciones típicos del otro sexo (o de un sexo
un fuerte rechazo por los iuguetes, juegos y actividades rrltcrnativo distinto del que se le asigna).
típicamente femeninos.
6. Un marcado disgusto con la propia anatomía sexual. ll, listn condición va asociada a un malestar clínicamente signi-
7. Un fuerte deseo de poseer los caracteres sexuales, tanto tlentivo o a un deterioro en lo social, laboral u otras áreas impor-
primarios como secundarios, correspondientes al sexo que trt ltt cs dcl funcionamiento.
se siente.

B. Esta condición va asociada a un malestar clínicamente


significativo o a un deterioro en lo social, escolar u otras aéreas
importantes de funcionamiento.

48 49
Expresión de género: Todos representamos nuestra propia lrr gente hay un sentido de congruencia entre la categoría que
percepción modulando nuestro cuerpo para expresar nuestro sc le ha asignado al nacer y en la que ha sido socializada y
género. En los últimos años, conforme han ido ganando rtc¡uello que cree ser. Las personas transgénero son la prueba
atención legal y regulación burocrática las cuestiones tlc que esto no es siempre así, que es posible construir una
transgénero, viene haciendo alusión a la expresión de género
se ¡rcrcepción propia distinta al resto de miembros del género que
como estatus protegido, tratamiento que también recibe la sc nos ha asignado al nacer, sentirse parte de otra categoría
identidad de género. La intención en este caso es la de proteger tlc género o renegar por completo de cualquier categorización.
a las personas que expresan su género de forma no binaria o Mucha gente que nunca ha experimentado un sentimiento de
inconformista, como sería el caso de una mujer de la industria irrcongruencia de género es incapaz de entender realmente lo
tecnológica que no llevase maquillaje y que se sintiese más r¡ue significa para otras personas, pueden incluso dudar de
cómoda en camiseta que en vestido de gala, o de un estudiante t¡ue las personas transgénero verdaderamente sientan algo así
joven de la escuela de arte que tuviera debilidad por la laca de o que dicho sentimiento pueda ser persistente, inextricable y
uñas con purpurina. Lo fundamental es que estas expresiones tkrloroso a nivel emocional. A su vez, suele ser difícil para las
de la personalidad nunca deberían ser ilegales, estigmatizadas, J)crsonas transgénero que experimentan esta incongruencia
discriminadas ni perjudiciales para las personas que así se cxplicar lo que esto significa o por qué es tan importante
expresan. "Expresión de género" es un término útil también en ¡rbordarlo. Cómo se desarrolla la identidad de género en primer
situaciones en las que algunos miembros de la administración, lrrgar y cómo las identidades de género pueden ser tan diversas
o algunos empresarios, no aceptan o reconocen a las personas \on temas candentes de debate que apuntan directamente a
trans como realmente pertenecientes al género con el que se lrrs dialécticas naturaleza uersus educación y determinismo
identifican y siguen viendo a una mujer transgénero como un hiológico uersus construcción social. Algunas personas creen
«mujer t¡ue la identidad de género y los sentimientos transgénero
"hombre con vestido>) o a un hombre trans como un¿
con vello facial". No importa tanto lo que otras personas ¡rrovienen de características físicas innatas; otras piensan
piensen de ti si puedes expresarte sin miedo y de la manera que (lue son resultado de la educación de los niños y niñas o de
consideres adecuada. Algunas personas trans, especialmente lrrs dinámicas emocionales de sus familias; otras consideran
aquellas que creen que su condición tiene una base biológica ir¡cluso que la identidad y el deseo de expresarla de modo
y precisa tratamiento médico, hacen una distinción entre tliverso nacen de creencias espirituales, preferencias estéticas
expresión de género e identidad de género según la cual la o deseos eróticos. Como se ha sugerido anteriormente, es más
identidad de género es más seria y menos deliberada y precisa irnportante reconocer que algunas personas experimentan el
un mayor nivel de protección que la expresión de género, que ¡¡,i'nero de forma distinta a la mayoría que determinar por qué
se considera más voluntaria y menos importante. irl¡¡unas personas exi2erimentan el género así.

Identidad de género: Cada persona tiene la percepción sub- l)ronombres de género neutro: El inglés,la lengua más hablada
jetiva de encajar (o no hacerlo) en una categoría de género t'n los Estados Unidos, no permite fácilmente hacer,alusión
concreta; eso es la identidad de género. Para la mayoría de indirecta a otros individuos sin asignarles un género. Debemos

5o 5r
escoger entre los pronombres de tercera persona he, she o it, tlo satisfactoria; las palabras de reciente acuñación pueden
siendo este último inapropiado para hacer referencia a seres sonar impostadas o chirriantes, y el uso del plural en lugar
humanos precisamente porque no indica el género. Ha¡ sin dcl singular puede sonar agramatical. Pero las lenguas
embargo, una larga tradición de pronombres de tercera persona cvolucionan, generalmente en respuesta a eventos históricos
con género neutro en varios dialectos ingleses (como es el caso (como las conquistas romana y normanda de Inglaterra, que
de la reliquia anglosajona a, que aún se emplea en la zona de introdujeron gran parte del vocabulario latino en la lengua
Yorkshire en el Reino Unido, para hacer referencia a éllella/ello, inglesa -de no haberlo hecho, los hablantes contemporáneos
o yo, un término vernáculo afroamericano popularizado por el tlcl inglés aún hablarían como Chaucer o Shakespeare). Las 1
hip-hop, que se emplea con el mismo fin en las proximidades pcrsonas transgénero y no binarias tratan de acelerar la
i
de Baltimore a día de hoy). También existe una larga historia cvolución del lenguaje para que este refleje la nueva realidad )
' /
de intentos para introducir de forma deliberada pronombres s«¡cial creadapor dichas personas.
de nueva creación (como la palabra thon, que se propuso
en 1858 como contracción de that one fesa persona] y que lil español, la segunda lengua más hablada de los Estados
se consideraba parecida a la forma arcaica thine empleada Unidos, presenta incluso mayores dificultades que el inglés a
para el posesivo de segunda persona del singular your ltuf), lrr hora de comunicar sin hacer alusión al género, dado que el
así como para emplear el plural de género neutro (they/them) gónero gramatical en lengua española, junto con la mayoría
como sustituto del singular de género binario. Los primeros rle lenguas indoeuropeas, se refleja en otras partes del discurso
usos del plural como alternativa al singular datan del siglo xvr r¡demás de en los pronombres. Una reciente evolución,
y siguen siendo comunes incluso en las variedades regionales t¡ue funciona mejor por escrito que en la lengua oral, es la
actuales como es el caso de y'all (you all [todos vosotros]) y tlc reemplazar la desinencia de género -o (masculino) o
y'uns o yinz (you ones fvosotros]), que a menudo se emplean -a (femenino) con la terminación de género neutro-x; por
en referencia a un solo individuo. Cada vez es más frecuente el cjemplo, latinx en lugar de latino y latina. Por el contrario, en
uso del plural they/them/their en sustitución de un pronombre lr tercera lengua más hablada de los Estados Unidos, el chino
singular con género cuando se desconoce o resulta irrelevante rnandarín, los pronombres de tercera persona no poseen género
el sexo o el género de la persona a la que se hace alusión -incluso cn la lengua oralrya que todos se pronuncian del mismo modo:
hasta llegar a construcciones inadecuadas como the person ld. Curiosamente, los caracteres escritos de los pronombres
th emself lla persona mismas].Algunas personas que promueven
¡rersonales se basan en la forma que representa el concepto
el uso de pronombres ingleses de género neutro emplean ee o genérico uhumanor. Los pronombres de tercera persona sin
sie en lugar de los pronombres he y she, o la palabra hir en género específico son de hecho la norma más que la excepción
lugar de los posesivos his y her. A veces, en textos escritos, cn la mayoría de idiomas no indoeuropeos.
se emplea el impronunciable s/áe. Ninguna de las soluciones
a la determinación lingüística del género en inglés es del to-

53
',f
l)c género no conforme, género queer y no binario: Todos es- .

tos términos hacen alusión a personas que no se adaptan a las


rrociones binarias de alineación de sexo, género, identidad de
¡¡ónero, rol de género, expresión o presentación de género. Si
er¡ben distinciones sutiles, se podría decir que de género no
conforme (o de género variante) resulta más neutro a la hora
rlc describir el comportamiento; género queer se asocia más
t'on formas subculturales concretas de expresión de género
originadas en comunidades LGTB o en contraculturas de moda
Cross-dresser anónimo en Casa
Susanna, un residencial priuado
irrspiradas en el punk, el gótico o el fetiche que ponen el énfasis en
para las práctica del cross-dressing cl uso de pendientes, tatuajes y estilos excéntricos de maquillaje
en las montañas Catskill de Nueua
y ¡reinado; y no binario es una preferencia terminológica entre
York durante la década de los cin-
cuenta y sesenta.
lls generaciones más jóvenes que consideran que la identidad
rlc género binaria es algo más importante para sus abuelos
Fuente: PowerHouse Books
(prc para ellos mismos. Al no satisfacer la expectativa social
rlc que a quienes se les asigna el sexo macho se convierten en
El uso adecuado de pronombres de género neutro puede ser l¡ombres y a quienes se les asigna el sexo hembra se convierten
delicado. Por una parte, el lenguaje neutro en cuestión de nr mujeres, las personas transexuales y transgénero pueden
género puede ser una forma de combatir el sexismo (como r'onsiderarse no conformes con su género y pueden ser tan
1o es evitar el uso de él t hombre para hacer referencia a las
¡rlnero queer o no binarias como cualquier otra persona.
personas en general) o de evitar hacer presuposiciones sobre lrn la práctica, sin embargo, estos términos se emplean para
la identidad de género de una determinada persona. Pero por Irircer referencia a quienes se oponen a ser identificados con
otra, algunas personas transgénero -a menudo aquellas que krs términos transgénero y transexual, por pensar que dichos
han luchado duro para lograr un estatus de género distinto al Irrrminos están pasados de moda o demasiado enmarañados a
que se les asignó al nacer- pueden sentirse ofendidas cuando lrivcl conceptual con el sistema binario de género.
se hace alusión a ellas mediante pronombres de género neutro,
en lugar de con los pronombres de género adecuado, ya que ttrcsentación de género: De un modo muy similar a expresión
lo perciben como wa falta de reconocimiento del modo en rh'género, el término hace referencia al hecho de mostrarse y
que ellas de forma obvia y deliberada presentan su género. ¡rctuar como la propia cultura espera de un hombre o de una
Una buena regla general es destinar los términos neutros a un rrrujer (o, dicho de otro modo, a presentarse de un modo que
registro más educado y formal, empleándolos cuando no se visibilice la no conformidad de género). Todos presentamos
conoce bien a la persona de la que se habla, y reservar los nuestro género ante los demás.
términos con género para un uso más familiar y emplearlos en
situ¿rci«lnes en las que se conoce a la persona y lo que prefiere.

54
Rol de género: Rol de género hace referencia a las expectativas do con las manos, entrenando en el gimnasio, dejándonos
de comportamiento y actividad adecuadas para un miembro de crecer el pelo, llevando un escote pronunciado, afeitándonos
un género concreto. Es un término cada vez menos relevante las axilas, dejándonos una barba de tres días, o hablando con
en la sociedad laica contemporánea por haber menguado la rrna inflexión ascendente o descendente al final de la frase.
estereotipación sexual, habiendo aumentado la participación N<¡rmalmente estas formas de comportamiento y estilo se han
del hombre en el cuidado de los hijos e hijas y las tareas interiorizado tanto que las consideramos naturales, pero -dado
domésticas y las oportunidades de trabajo de las mujeres. t¡ue todas son cosas aprendidas mediante la observación y la
Pero en la medida en la que aún posee significado, el término ¡rráctica- sería más apropiado entenderlas como una usegunda
expresa las costumbres culturales, creencias religiosas o naturaleza, adquirida culturalmente.
presuposiciones enraizadas en las teorías científicosociales. Es
el dictado social el que dice que el hombre debe llevar yarmulke l'restar atención al habitus nos conduce a pensar que, aunque
o la muier hiiab, así como que los hombres son agresivos y las nuestros cuerpos sean sin lugar a dudas distintos entre sí, lo
mujeres pasivas, o que el hombre debería ser médico mientras r¡ue hacemos con dichos cuerpos, así como el modo en que los
la mujer debería ser enfermera, o que los padres han de tener usamos y transformamos, cuenta más a la hora de hacernos
un trabajo estable fuera de casa. Aunque sin duda es posible scr quienes somos que aquello con lo que nacemos. Todos
vivir una vida feliz y plena eligiendo caminos que son (o antaño los cuerpos humanos son cuerpos modificados: son cuerpos
fueron) convencionales socialmente, como el de la madre que s«rmetidos a dieta y ejercicio, con pendientes y tatuajes, cuyos
se queda en casa, o que expresan el sentido de deber religioso ¡ries se amoldan al tipo de zapatos que se usa. Dar forma, estilizar
o pertenencia a una etnia, los roles de género nos dicen que y mover el cuerpo para presentarse ante los demás de un modo
de no cumplir las expectativas prescritas fracasaremos en el l)rrrticular es una parte fundamental de las culturas humanas
cometido de ser verdaderas mujeres u hombres. Las personas -una parte tan importante que es virtualmente imposible
transgénero a veces experimentan muchas dificultades sociales ¡rracticar ningún tipo de modificación corporal sin que otros
y psicológicas por no encarnar los roles de género esperados, rniembros de la sociedad tengan una opinión sobre si dicha
especialmente cuando tales expectativas se sustentan en ¡rráctica es buena o mala, aceftada o errónea, dependiendo de
creencias tanto científicas, culturales o religiosas sobre lo que crimo o por qué uno lo haga. Todo, desde cortarse las uñas a
es natural, normal o concedido por acción divina. cortarse una pierna, queda en algún punto del espectro moral
o del juicio ético. Por tanto, muchos miembros de la sociedad
Habitus: Habitus simplemente hace referencia a nuestra mane- lx)seen fuertes sentimientos y opiniones sobre las prácticas
ra habitual o consuetudinaria de comportarse y modular el consideradas como modificaciones corporales transgénero, til-
cuerpo. Muchos de nuestros hábitos implican la manipulación tliindolas a menudo de "antinaturalesr, incluso cuando cultivar
de nuestras características sexuales secundarias para comuni- rn determinado estilo de personificación para expresar nuestra
car a las demás personas la percepción que tenemos de noso- itlentidad es algo que todas las personas hacemos de un modo
tros y nosotras mismas -ya sea meneando las caderas, hablan- u ()tro.

56
Identidad: La identidad es quién se es. Es una palabra con hnsa en la asignación de cuerpos minoritarios a las categorías
una paradoja en su interior. Significa que dos cosas que no srrciales jerárquicas, ha formado siempre parte de la historia de
son exactamente lo mismo pueden sustituirse la una a la otra krs EE.UU. al ser una nación que ha desplazado y absorbido
como si lo fueran. En matemáticas, decir que (1 + 4) = (2 + 3) ¡rrreblos nativos que fueron categorizados como racialmente
es decir que incluso componiéndose de números distintos, dos tlistintos a los colonos, que ha esclavizado a africanos por
conjuntos son matemáticamente idénticos porque su suma es su raza y sus orígenes no europeos, que ha controlado la
exactamente lo mismo. En la sociedad y la cultura, el concepto irrmigración ofreciendo acceso preferente a algunas etnias
de identidad funciona de forma similar. Cuando dices, «Yo soy y negando el acceso a otras, que ha impedido a las mujeres
socialista" o uYo soy hindú, o oYo soy músico» o «Yo soy votar y que ha criminalizado a personas homosexuales y trans.
mujerr, sl us6y,, hace las veces de signo igual, y estás afirmando l,rrs minorías siempre han tenido que implicarse activamente
que tu sentimiento particular de ser algo (un nYo,r) se describe en los procesos políticos para dar a conocer sus necesidades y
mediante una categoría a la que crees pertenecer. Tú y la ¡lirra hacer oír su voz, en relación con los grupos socialmente
categoría no sois exactamente lo mismo, pero en determinadas rl«rminantes. Desde mediados del siglo xx, muchos grupos de
circunstancias lo uno puede sustituir al otro. En la vida social, rtlcntidad minoritaria han apelado a las nociones de justicia,
suele ser bastante importante expresar con qué categorías te tlcrechos civiles, igualdad y orgullo cultural para combatir las
identificas o llamar la atención sobre categorías en las que se lormas de discriminación ejercidas por la sociedad mayoritaria
te ubica, te identifiques o no con ellas. Obviamente, es posible r'onsciente o inconscientemente.
tener muchas identidades personales distintas, sobrepuestas o
incluso contradictorias, así como que se incluya en la misma lntcrsexo: Normalmente, ser un cuerpo productor de óvulos
categoría a personas que sean significativamente diferentes irrrplica tener dos cromosomas X, y ser un cuerpo productor
entre sí en muchos aspectos. tlc espermatozoides implica tener un cromosoma X y uno
Y. Cuando se unen las células del óvulo y el espermatozoide
Política de identidad: Aunque no se limite a los Estados Unidos, (cs decir, cuando tiene lugar la reproducción sexual), sus
la política de identidad es muy importante para entender la cromosomas pueden combinarse en patrones (o cariotipos)
sociedad estadounidense contemporánea, dada la historia del tlistintos a los típicos de macho (XY) o de hembra (XX)
país como república democrática. La política de identidad (c«rmo es el caso de XXY o XO). Otras anomalías genéticas
tiene que ver con reivindicaciones de pertenencia y ciudadanía ¡rrrcden causar anomalías en el desarrollo sexual del cuerpo.
en relación con algún tipo de estatus minoritario. Supone un l)cl mismo modo, pueden darse otras diferencias de desarrollo
llamamiento a las nociones de la sociedad civil que protegen los scxual durante el embarazo o después del parto como resul-
derechos de las minorías del abuso de la mayoría y promueven la t¡rdo de trastornos glandulares que generan diferencias adicio-
idea de que las formas culturales, las historias, las experiencias rr¡rles en el desarrollo típico del sexo biológico. Algunas de
y las identidades minoritarias poseen un valor intrínseco. cstirs anomalías hacen que un cuerpo genéticamente XY
En un sentido muy genuino, la política de identidad, que se (típicamente masculino) parezca típicamente femenino al na-

58 59
cer. Algunos cuerpos nacen con genitales que combinan for-
lu(,lx)rciona la mayor base común para personas intersexo y
mas típicamente masculinas y típicamente femeninas. Algunos f rnttsgénero.
cuerpos femeninos (típicamente XX) nacen sin vagina, útero
u ovarios. Todas estas variaciones sobre la organización más Al¡¡urras personas trans, que atribuyen a su propia necesidad de
frecuente de la anatomía reproductiva humana -junto con otras dlr'¡rvcsar los límites de género una causa biológica, consideran
muchas, muchas más- reciben el nombre de estados intersexo. (lue tienen una condición intersexo (algunas teorías actuales
Hermafroditismo era la palabra emplead aparahacer referencia dlto¡¡irn por diferencias en el cerebro asociadas al sexo), y
a intersexo, pero en la actualidad suele considerarse peyorativa. nl¡¡rrrras personas con cuerpos intersexo también llegan a
Algunas personas intersexo prefieren el término médico TDS r,orrsiderarse transgénero (en la medida en que desean vivir en
(acrónimo de Trastorno del Desarrollo Sexual) para describir ttrr gí'nero distinto del que se les ha asignado al nacer o después
su estado sexual, pero otros reniegan del término por su nocivo clc rracer).
efecto patologizante y despolitizante. Estas personas suelen
hacer uso del acrónimo DDS que hace referencia a ,,diferencias Arrn así, conviene pensar en las identidades, comunida¿.ri\
de desarrollo sexual" o bien se aferran al término intersexo rtr.vimientos para el cambio social transgénero e intersexo
-o incluso a hermafrodita o a su equivalente en angot herma- r,,nr«r algo distinto en rérminos políticos y demográficos, si bien
para poner de relieve su sentimiento de pertenencia a una r.l¡ ciertas áreas de solapamiento y determinadas afiliaciones
comunidad minoritaria politizada. lorrrpartidas.

La condición intersexo esmucho más común de lo que solemos Morfología: Morfología significa oforma,. Al contrario que
reconocer; estadísticas fiables sitúan el número en uno de cl scxo genético, que (al menos por el momento) no puede
cada dos mil nacimientos. La condición intersexo no tiene ri¡nlbiarse, el sexo morfológico de una persona o la forma
tantísimo que ver con el transgénero, excepto en la medida en tlcl cuerpo que tradicionalmente asociamos a un macho o a
que demuestra que la biología del sexo es mucho más variable rrnrr hembra puede modificarse hasta cierto punto mediante
de lo que mucha gente quiere ver. Resulta muy oportuno r'irugía, hormonas, ejercicio, vestimenta y otros métodos. La
cuando se tienen creencias culturales sobre la existencia de rrr,rfología típica de macho adulto es tener genitales externos
dos únicos sexos y por tanto de dos únicos géneros. Estas (¡rcne y testículos), pecho plano (sin mamas) y pelvis esrrecha.
creencias pueden convertir a las personas intersexo en objeto l,¡t rnorfología típica de hembra es tener vulva, vagina, clítoris,
de intervenciones médicas como la cirugía genital o la terapia nrilrnas y pelvis ancha. El término morfología puede también
hormonal, generalmente cuando aún son bebés o niños y niñas Irircer referencia a aquellos aspectos de la forma del cuerpo
pequeños para «corregir" su supuesta anomalía. Es el hecho de l.nro el tamaño de las caderas en relación con la cintura,
estar sujetos a las mismas creencias culturales sobre el género l;r circunferencia de la muñeca en relación con la mano, la
y ser objeto de las mismas técnicas de modificación corporal ,rrchura de los hombros en relación con la altura, el grosor de
llevadas a cabo por las mismas instituciones médicas, lo que l;rs cxtremidades o del torso, si las puntas de los dedos son más

6t
rlistintas fases del desarrollo físico. El ajuste de los niveles
afiladas o redondeadas, la relativa prominencia o ausencia de
Iurnnonales puede cambiar algunos rasgos secundarios (aunque
arco superciliar o a otras características físicas representativas
no t«rdos ellos) asociados al sexo. Los tratamientos hormonales
del género.
¡rrtra alterar las características sexuales secundarias tienen una
nr¿lyor capacidad de producir un espectro más amplio de cambio
y principios de los noventa,
Queer: A finales de los años ochenta
lu¡ulto antes comienzan a ser administrados. La testosterona
en pleno estallido de la crisis del SIDA, algunas personas
¡rtrctlc hacer crecer la barba a una persona adulta que nunca
reivindicaron la palabra <(queer»' antaño un término peyora-
lrayrr podido dejársela antes, pero nunca reducirá la anchura de
dvo para homosexual, y comenzarofi a emplearla de forma
lcs crlderas de dicha persona, al igual que los estrógenos pueden
positiva. Aunque ahora se suela usar como sinónimo de gay o
€¡tin¡ular el desarrollo del pecho en el cuerpo de una persona
lesbiana, las personas que en un primer lugar se reapropiaron
¡rlt¡lt¡ que nunca antes haya tenido pecho pero nunca hará más
el término buscaban una manefa de hablar de su oposición a
lraj,r ,r esa persona. Sin embargo, tomadas en la adolescencia,
las normas sociales heterosexistas; ser queer no era tanto una
turrr¡dr¡ el cuerpo aún está madurandor las hormonas permiten
orientación sexual como una orientación política, la llamada
qur cl cuerpo de las personas trans desarrolle muchas de las
.,antiheteronormativa» por los teóricos queer de entonces'
tcl'ilctcrísticas sexuales secundarias que habría desarrollado de
El término «queer» continúa asociándose con la sexualidad
Itohcr tcnido un sexo biológico distinto.
y con las comunidades gay y lesbiana, pero desde sus inicios
una minoría vocal insistía en la importancia de las prácticas
§exo: l'ara ser una palabra así de breve, <<sexo» tiene muchos
transgénero y de género no conforme pafa las políticas queer.
rtgrrificados distintos. Se emplea como descripción de una
Muchas personas trans involucradas en políticas culturales
queer optaron por llamarse a sí mism¿5 ugénero Queer»' Felr(,llrt (por ejemplo, cuando marcamos la casilla de un
fltuttulario burocrático),para designar el coito (.,tener s€Xo)>):
rotrro sirrónimo de los genitales (imaginen la prosa florida de una
características sexuales secundarias: ciertos rasgos físicos
nuvrlit cr«itica relatando cómo <<su sexo perdió la erección" o
se tienden a asociar con el potencial genético sexual o
§étttr¡ "cl sexo de ella ardía en deseo,r), así como para describir
reproductivo como la textura de la piel, la distribución de
la grasa corporal, los patrones de crecimiento del vello o hr rlifcrcncias biológicas de capacidad reproductiva (es decir,
d€ 1.,,"t un cuerpo que produce esperma u óvulos).
el tamaño corporal general. Las características sexuales
secundarias constituyen seguramente la parte de la morfología
más socialmente significativa -entendidas en su conjunto, son
Ll r,líz lirtina d6 ,.ss¡s,,, sexus, significa "divisiónr. Algunas

los ,,signos, corporales que otros leen para adivinar nuestro


üprr'ics se reproducen de forma asexual, es decir, cada
§fgrtttisrrr<r individual posee todo lo que necesita para crear
sexo, atribuirnos un género y asignarnos a la categoría social
uucv() «rrganismo exactamente igual a é1, y otras especies
que consideran más adecuada para nosotros. Muchos de estos
Fe¡rroducen de forma sexual, dicho de otra forma, ningún
rasgos físicos son resultado de la variación en los niveles de
hormonas, ,.mensaieros químicos)> como estrógenos y tes- ¡ro rle ningún organismo individual de dicha especie
rcne toda la información genética necesaria para crear
tosterona producidos por las glándulas endocrinas, en las

63
6z
un nuevo organismo completo: en tales casos' la capacidad ¡rxulles (genitales),pero la sexualidadpuede incluirmuchas otras
reproductiva queda dividida, o sexuada, entre distintos cuerpos flrtrtes del cuerpo o actividades físicas, así como el uso erótico de
individuales. Unas pocas especies sexuadas tienen más de dos llll{,uctes sexuales u otros objetos. La sexualidad describe cómo
divisiones, pero la mayoría, como nosotros, tiene solo dos. Lo y colr quién actuamos en relación con nuestro deseo sexual.
dicho hasta aquí sobre el sexo resulta bastante sencillo, pero l,rr scxualidad es distinta a nivel analítico del género pero se
en la práctica incluso esta concepción biológica del sexo puede encucntra íntimamente ligada a este, como dos líneas secantes en
complicarse mucho. urr ¡¡riifico. Los términos más comunes para etiquetar o clasificar
nucstro deseo erótico dependen de la identificación del género
El embrollo del término ,.sexo, tiene que ver con nuestras tlc lrr persona o personas objeto de dicho deseo: nheterosexual,
creen-cias culturales sobre lo que significan esas diferencias (h,rcia miembros de otro género), ,.homosexual, (hacia
biológicas reproductivas. Es una creencia cultural, no un Inicrnbros del mismo género), "bisexual" (hacia miembros de
hecho biológico, que el tener un cierto tipo de capacidad Élrrlros géneros en un sistema de género binario), o "polisexual"
reproductiva determine forzosamente el aspecto del resto del o ,,¡xrliamoroso" (hacia mucha gente de distintos géneros). Estos
cuerpo o el tipo de persona que se es, o que algunas de esas la;rrrri¡ros también dependen de la concepción de nuestro propio
diferencias biológicas no puedan cambiar con el tiempo, o que H(.n('ro -"homor- y .,hs¡s¡6r- y únicamente tienen sentido en
las diferencias biológicas deban emplearse como un principio lrr rrrcdida en la que nuestro propio género es el "mismo que»
para distribuir a las personas en categorías sociales, o que u ,,tlistinto de" el género de otra persona. También se puede
dichas categorías deban organizarse de forma jerárquica. r(.r «asexual» (no manifestando deseo erótico por nadie),
r¡lutoseXusl" (obteniendo el placer del propio cuerpo en lugar
Este conjunto de creencias y prácticas culturales sobre el sig- rlc interactuando con otros) o ,.omnisexual" o «pansexual»
nificado del sexo biológico podría llamarse género. Puede resul- (prrstiindote todo). Dado que muchas personas transgénero no
tar confuso al principio intentar pensar de forma analítica en la elr( ilian en las categorías de orientación sexual de otras personas
diferencia entre sexo y género y la relación entre ellos, porque (o p«rrque ni ellas mismas tienen una percepción clara de dónde
una de nuestras creencias culturales sin revisar más fuerte es potlrían encajar), suele haber un porcentaje relativamente alto
que el género y el sexo son lo mismo, lo que explica el por rlc irscxualidad y autosexualidad en las poblaciones transgénero,
qué la mayoría de la gente emplea a diario sexo y género d¡i como índices más elevados de poliamor y pansexualidad.
indistintamente. Una buena regla general a tener presente es 'lirr»lrién hay quien se siente particularmente atraído o atraída
que sexo suele considerarse biológico y género, cultural, así Itor personas transgénero y de género no conforme. Las personas
como que deben emplearse las palabras .,macho, y "hembra" Ir',rrrsgénero y no binarias pueden ser de cualquier orientación
(en lugar de
"hombre, y ,,¡¡¿js¡r) para hacer referencia al sexo. rcxtrrrl, al igual que las personas cisgénero.

'll'rnrinos de subcultura y específicos de una determinada


Sexualidad: Aquello que consideramos erótico y cómo sentimos
placer físico constituye nuestra sexualidad. Para la mayoría de elrri¡r: En gran parte, todos los términos mencionados en este
nosotros y nosotras, esto implica el uso de nuestros órganos ,r¡r;rltirdo de definiciones son términos de subcultura -palabras
rlrrt' tienen su origen y circulan dentro de un subconjunto menor

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de una cultura más amplia. Sin embargo,los términos que aqui Muchr¡s términos, como bulldagger o aggressiue (empleados
se debaten también son los que más a menudo emplean las fldt'rr rrnir mujer masculina o que toma la iniciativa en el sexo), se
élites culturales, o en los medios de comunicación, o dentro tlri¡¡irrirn en comunidades queer de color. Las llamadas «casas»
de profesiones de poder como las del campo de la ciencia, la ¡troltr«rvidas por subculturas de muchas comunidades urbanas
medicina y la investigación académica. Suelen proceder de áfro¡rnlericanas, latinas y asiaticoamericanas (como las que se
experiencias de personas transgénero blancas con estudios. lurrrstrirn en la película de Jennie Livingston Paris is burning)
Pero hay cientos, si no miles, de otras palabras especializadas en relrhrrn grandes competiciones de baile en las que los y las
relación con el asunto de estudio del presente libro que podrían pdlticipantes deben desfilar en distintas categorías, rivalizando
mencionarse en este apartado de términos y definiciones. Con- pur lrr rnejor representación de una multitud de designaciones
tinuamente surgen nuevos términos, en consonancia con la de gónero altamente estilizadas como, por ejemplo, butch
realidad social en constante evolución de la experiencia trans* quft,t up in pumps [a reina marimacho con tacones altos].
y no binaria.
§r lrirce muy difícil emplear el término «transgénero» para
Algunas de estas palabras proceden de las subculturas his- It,rlrlrrr de prácticas de género en otras culturas. Por un lado,
tóricas de gais y lesbianas de habla inglesa, por ejemplo, drag F¡ rrrr término que ya circula de forma transnacional y que
(vestimenta asociada con un género o actividad concreta, nelsonas de un extremo a otro del planeta han acuñado para
a menudo llevada de forma paródica, consciente o teatral); telcrirse a sí mismas a pesar de ser una expresión traducida
drag king y drag queen (personas que representan escenas de +lrl in¡¡lés con origen en Estados Unidos y de hacer referencia a
travestismo, ya sea en el escenario o en la calle, normalmente nt¡lilcrits en las que una persona puede distanciarse del género
en espacios propios de la subcultura como bares, night-clubs, irr¡irr,rdo propias de Norteamérica. Se emplea en un contexto
barrios o zonas de prostitución frecuentados por gais); bwtch ll'rrrrsllacional especialmente cuando su uso contribuye a que
(expresión de rasgos, maneras o apariencias por lo general ler ¡lcrsonas del Sur tengan acceso a los servicios sanitarios
asociadas a la masculinidad, especialmente cuando son propios ll¡t,urciados por ONG o apanezcanen los discursos de derechos
de mujeres lesbianas u hombres gais); o femme (expresión de htur¡,rnos de proyección internacional. Por otro lado, el uso del
rasgos, maneras o apariencias por lo general asociadas a la lérrrrino «transgénero, puede a la vez actuar de tabula rasa
feminidad, especialmente cuando son propios de muj y robrescribir importantes diferencias culturales -pasando
lesbianas u hombres gais). Algunas palabras, como neutrois lltr'lrrs«r a favorecer la práctica colonizadora, en la que las
(persona con identidad de género neutro; parecido a agénero Iut'rrrrrs eurocéntricas de dar significado al mundo se imponen
son específicas de subculturas emergentes transo y de género frr.rrtc a las demás. Es imposible enumerar aquí todas las for-
no conforme y su prevalencia se aprecia mayormente en las lilrrr de género específicas de las distintas etnias que suelen
comunidades online. ¡xrcinrse con el término «transgénero», pero algunas de las
lltrls comunes en el contexto norteamericano son two-spirit
lrh' tl«rs espíritus] (un término multiusos para designar varios

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géneros de los indígenas americanos), el término indio biira, el lrtgrrirdo al nacer. Cuando se emplean pronombres de género
polinesio mahw y el latinoamericano travesti' €tt ltrgar de los neutros, del mismo modo estos hacen referencia
tl ¡crrero social y a la identidad de género: ella paralas mujeres
tanny: Pese a que inicialmente fue un término autorreferencial tfrttts y él para los hombres trans. En gran parte de la literatura
empleado en las comunidades trans para expresar familiaridad, ntérlic¡ del pasado, suele darse lo contrario. Los médicos,
informalidad, afecto e intimidad, muchos Ittt'tlicrrs y psiquiatras tienden a usar
,onfr^n "hombre transexual» para
^,desenfado, hnt'rr referencia a las mujeres transgénero (y a menudo dicen
y muchas jóvenes trans en la actualidad lo consideran un término
que suelen emplear las personas cisgénero para .¡1") y nmujer transexual, para hacer alusión a los hombres
denigrante
ridiculizar, trivializar o sexualizar a las personas transgénero, en trnttsg('nero (y a menudo dicen "ellar). Siguiendo un protocolo
concreto a las muieres transgénero. Hay una fuerte diferencia Iociirl más general, se considera de buena educación llamar a
de opiniones entre las distintas generaciones sobre el uso de h. ¡rcrro.ras como piden ser llamadas y emplear los términos de
la palabra, preferentemente empleada por personas trans fétrcr«r que mejor reflejan la propia concepción y presentación
'dr
más mayores -aunque ya no en el discurso público y fueta
lir ¡rersona.

normalmente del alcance del oído de jóvenes censores'


'li',ursgénero: Como se ha señalado anteriormente, este tér- ''
Hombre trans y muier trans: En las comunidades trans' se: ltrrrro clave en torno al cual gira el presente libro implica
suelen emplear términos como ohombres trans»,
ohombres dt¡tiulciamiento de una posición de género asignada e im-
pu('strr. El término «transgénero" se difundió a comienzo de
transgénero» u «hombres transexuales' cuando se habla de
personas a las que se les asignó el género femenino al nacer ln rh:c,rda de los noventa, aunque tenga una historia más larga
p..o qu. se consideran hombres y se presentan como tales, o tlrrr sc remonta a mediados de los sesenta y haya significado
«persona transmasculin¿» para hacer alusión a alguien a quien lnrrt llrrs cosas contradictorias en épocas distintas. Durante la' ':

." l. ,rigrro el género femenino al nacer pero posee cierto grado deutrla de los setenta y ochenta, hacía referencia preferente a la '

de identificación y expresión masculina' Del mismo modo,los ftÉrsorra que no deseaba únicamente cambiar su ropa de forma
términos ,.muieres trans»' "mujeres transgénero" y "¡¡ujg¡s5 lettr¡r«rral (como un travesti) o cambiar sus genitales de forma
transexuales, designan personas a las que se les asignó el pfrnrrrnente (como un transexual) sino cambiar su género
género masculino al nacer pero que se consideran mujeres y Írt'i¡rl de forma regular mediante un cambio de habitus y de
se presentan como tales, o persona transfemenina para hacer lt¡rresiírn de género, que podía incluir el uso de hormonasn i

alusión a alguien a quien se le asigno el género masculino al n€t'() por lo general no la cirugía. Cuando el término saltó a la
nacer que se expresa o se identifica hasta cierto punto con pnlrstra a comienzos de los noventa, sin embargo, se empleaba
la feminidad. nHombre, y omujero hacen referencia, en pnrl rrbarcar todos y cada uno de los tipos de variación de
sintonía con la definición de género provista anteriormente, h¡ rr,rrmas y expectativas de género, de forma parecida a lo
a la categoría social con la que la persona se identifica, con la Uttr significan en la actualidad los términos género queer, de
que vive y ala que pertenece, no al sexo biológico o al género len('ro no conforme y no binario. En los últimos años, algunas

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personas han comenzado a emplear el término "transgénero' rspectro de identidades y comportamientos de género variante.
para hacer únicamente referencia a aquellas personas que se A lo largo del siglo pasado, no obstante, y considerando que
identifican con el género binario distinto al que se les asigno al por completo en desgracia, el término travesti
nrrnca ha caído

nacer -que es el significado que «transexual" solía tener- y a lrrr hecho referencia preferentemente a personas que llevan
r'opa atípica de su género pero que no emprenden ningún tipo
usar otras palabras para personas que rehúyen del género que
se les asignó al nacer sin necesidad de identificarse con otro
tle proceso de modificación corporal. Suele hacer alusión a
género o que pretenden crear una cierta práctica de género Itombres más que a mu¡'eres y ahora suele llevar consigo la
nueva. Este libro suele privilegiar la versión de transgénero de tonnotación estigmatizada de cambiar de ropa de manera
la década de los noventa, empleando el término para designar lctichista en busca de placer erótico.
el más amplio espectro imaginable de prácticas e identidades
de género variante. También recurfe a alternativas abreviadas
como trdns o trans* para reproducir ese sentido inclusivo y
de amplitud puesto que las connotaciones contemporáneas
transgénero suelen ser más limitadas.

tavestido: Esta es otra palabra acuñada por el sexólogo Lt rt¡tinión pública


en rl siglo xrx en
alemán Magnus Hirschfeld. La empleaba para describir lo jtt t\|)nes asociaba
denominaba como ..necesidad erótica de disfrazarse»' que e el ,t, lit'ismo feminis-
como entendía la motivación que llevaba a alguien a pon ht lt,tnt la reforma
¡lr l,t t'cstimenta con
ropa generalmente asociada con un género social distinto a ¡l lt,tt'tstismo.
que le asignaron al nacer. Muchas personas consideran
f¡rtr: ( jartoon Stock
el término es peyorativo y patol ogizante, pero para al
todavía conserva una cualidad descriptiva neutra. Se emplea e
este libro en su sentido histórico así como para hacer menci
a personas que se aluden a sí mismas con dicho térmi
SOMBTH¡NG LIKE A DROTHER
Para Hirschfeld, los travestidos eran uno de los muchos ti F¡,ox.r: "What a Fretty wai¡tcoat, Emilvl,,
distintos de ,.sexualidades intermedias,,, incluyendo a I "cry
EM¡IY: "Yce, der. lt bclonsr to my brotlet Ch¡rlc¡, \Yhcn Le goc"
out of town, lrc putr me on tlc Frcc Lid, a¡ ]¡e call¡ ir, of hi¡ wardrobc. t¡n't
homosexuales y personas intersexo, que ocupaban el it kind l"
del espectro entre el omacho puro» y la "hembra pura
Inicialmente, este término se empleaba en gran parte como COMO UN HERMANO
usaba el término «transgénero» en la década de los nove FLORA: -¡Qué chaleco tan bonito, Emily!
y posteriormente, para reproducir el sentido de un am |'trlll \': -Sí, querida. Es de mi hermano Chades, Cuando se va de viaje, me pone en la lista dé invi-
l*rlrr, tr»no él la llama, con acceso gratuito a su armario. ¿A que es todo un detalle por su parte?
RrrrcróN v rneNscÉNr,no (ir¡¡rr<¡ investigadora religiosa transgénero,
Virginia Ramey Mo-
Omnigénero,su premiada revisión de las actitudes
llc¡r k«rtt señala en

Muchas tradiciones religiosas y espirituales contienen creencias religiosas hacia las divergencias de sexo y género, que muchos
sobre el cambio de género. Las prácticas chamánicas de algunas r'ristianos creen tener interés en mantener el sistema de género
culturas incluyen chamanes que adoptan personalidades de otro hirrrrrio. Los últimos papas, incluyendo al actual Papa Francisco,
género durante los rituales o la posesión de espíritus de un poder han dirigido duras críticas contra la cirugía genital transexual, que
o deidad de distinto género; en ocasiones los chamanes pueden l'ottsideran destructora de la capacidad reproductiva concedida
vivir socialmente en roles sociales especiales. Algunas religiones ¡ror l)ios, y contra lo que denominan oideología de géneror, que
creen en la reencarnación y atribuyen la incongruencia de género pt'()nlueve a su entender la creencia humanista secular falsa de
presente a experiencias de vidas pasadas. Los textos clásicos t¡trc el género es un constructo social en lugar de una cualidad
rabínicos demuestran que el judaísmo reconocía en la antigüedad tlrl cuerpo innata y otorgada de forma divina. Como aclara el
siete géneros distintos con distintas obligaciones religiosas, so- lih«¡ de Mollenkott, sin embargo, muchas tradiciones religiosas,
ciales y legales. En el islam, la única mención a un género no trr,, luyendo muchas denominaciones y escuelas de pensamiento

normativo en el Corán tiene lugar en el verso 24:3ren un pasaje rlurtro del Cristianismo, se adhieren a perspectivas más tolerantes
que afirma que las mujeres musulmanas pueden prescindir de las lr,rcia las cuestiones transgénero. Una de las organizaciones que
habituales normas de modestia en presencia de asistentes varones pr'ornueve la aceptación en lugar de la condena de la variación
con apariencia y modos femeninos que no sienten deseo sexual por rk'gónero es el centro de estudios religiosos Cenrer for Lesbian
ellas. Pese a que el Hadith (una colección de relatos y proverbios rrrrl Gay Studies in Religion y el sacerdocio de Pacific School of
atribuidos al profeta Mahoma según escritores posteriores) l(t'ligion, ubicados en Berkeley California (clgs.org).
contiene contenido explícitamente transfóbico, muchos y muchas
intérpretes feministas, queer y trans de la tradición islamista
alegan que el Hadith incorpora perspectivas sociales patriarcales l,Ar t;u¡suoNEs TRANSGÉNERo EN EL Foco DE ATENCTóN
y heterosexistas que no se encuentran en el Corán de corte más
tolerante, considerado de inspiración divina. 1A qué se debe la obsesión actual con todo lo transo, cuyo
aul{c se remonta a comienzos de los noventa, cuando la
La Biblia judeocristiana dice muchas cosas sobre la sexualidad y Yuriación de género parece ser una constante en las culturas
el género a las que ni siquiera los cristianos, cristianas y iudíos y rle t«rdos los tiempos y lugares del mundo? Aunque los
judías observantes prestan ya mucha atención; por ejemplo, que si
ntctlios de comunicación no han dejado de prestar atención
una pareja casada mantiene relaciones durante el ciclo menstrual
I l¡rs cuestiones transgénero desde al menos la década de los
de la mujer, ambos cónyuges han de ser eiecutados (Levítico
§urcuenta,las últimas dos décadas han presenciado sin lugar a
18:L9). Pero muchos de los que buscan una iustificación religiosa
dtrtlirs un incremento constante en Ia visibilidad transgénero,
a sus opiniones condenatorias todavía recurren al siguiente verso,
Deuteronomio22,5:.La mujer no se pondrá ropa de hombre, ni el ton una fuerte tendencia hacia una representaciín cada vez
hombre se pondrá ropa de mujer, porque el Señor tu Dios detesta ntiis 1'rositiva. Cuando se publicó la primera edición de este
a cualquiera que hace tal cosa'" lilr',, en 2008, la búsqueda en Google del término inglés

-) /',
rlcl siglo >o<. La globalización conlleva un contacto cada vez más
transgender generaba 7,3 millones de resultados, y la búsqueda
Irccuente y amplio con personas de otras culturas, incluyendo a
de la palab Ía trdnssexual prodtcía 6,4 millones de resultados.
itr¡uellas con experiencias distintas de género y sexualidad,lo que
En 20L7 se obtienen 70,7 millones de resultados al teclear
transgender, mientras que transsexilallogra 56,8 millones -lo ¡ruede generar mayor familiaridad y comodidad con la variación
rlc género.
que supone un incremento diez veces mayor en menos de diez
años. De nuevo en los cincuenta, Christine Jorgensen podía
l,ir fascinación actual con las cuestiones transgénero podría
motivar una cobertura mediática de millones de palabras
Icner también algo que vér con las nuevas ideas sobre la
simplemente por ser transexual, mientras que ahora los medios
lorma en la que funciona la representación en la era digital.
contemporáneos se encuentran completamente saturados,con
continuas referencias y representaciones de la transexualidad
lrn la era analógica se daba por hecho generalmente que
t'rralquier representación (palabra, imagen, idea) designaba
y otros fenómenos transgénero -desde series premiadas como
'§la- un¿r entidad real, del mismo modo que una fotogra(ta era una
Trdnspdrent a las más innovadoras como SenseS de las
irnagen producida por la luz que incide y rebota en los objetos
chowskis, pasando por programas de telerrealidad como I am
la transición lísicos y genera un cambio químico en un trozo de papel, o la
Jazz- y por no hablar de la cobertura integral de
de género de caitlyn Jenner o de las anunciadísimas portadas ¡4rrrbación de un sonido era una incisión en un trozo de vinilo
sobre cuestiones trans de algunos medios impresos de gran ¡,crrerada por las ondas sonoras de un instrumento musical
r¡ rle la voz de una persona. Exactamente del mismo modo
tirada como Time y National Geographic.
rt' cntendía comúnmente que el género social y psicológico
Han confluido muchas tendencias culturales, condiciones socia-
rlc alguien indicaba el sexo biológico de dicha persona: el
¡4,trnero seconsideraba una representación del sexo físico. Pero
les y circunstancias históricas pafa que los temas trans estén en
urrrr imagen o sonido digital es algo completamente distinto.
el candelero. Algunas personas creen que el número de personas
No queda muy claro qué relación guarda con el mundo de
transgénero está en aumento. Las personas que favorecen las
Lrs objetos físicos. No designa un objeto «r€al» de la misma
teorías biológicas suelen apuntar a factores medioambientales,
nrilnera, y puede ser de hecho una completa recreación píxel
como la cantidad de sustancias químicas disruptoras endocrinas
rr ¡ríxel o bit a bit -pero una recreación que pese a todo
presentes en el agua, el suelo y la comida. otros observadores
cxiste como imagen o sonido tan real como cualquier otro.
y observadoras insisten en que el aumento de la visibilidad es
l,ir representación transgénero funciona de forma similar. La
solo un artefacto de la era de Internet -no se tfatafía realmente
lnlxflen y el sonido de "hombre» y «muier» son perfectamente
de un ascenso en la prevalencia, sino de una nueva forma para
torrrprensibles, independientemente de cómo se produzca e
que personas anteriormente aisladas e invisibles en
ttrtlcpendientemente del material al que hagan referencia. Para
sociales puedan ponerse en contacto y difundir información sobre
l,t ¡¡cneración crecida en plena revolución digital de medios y
sí mimas. Otras personas apuntan a una evolución de los propi
trlt'comunicaciones durante el cambio de siglo, que se encuentra
sistemas de género que parece reducir la división cis/trans a reliqura
completamente inmersa en la cultura del videojuego y los
tluda las condiciones de la vida humana en la Tierra de forma
rlrástica. Deténganse por un momento a reflexionar sobre
efectos especiales cinematográficos generados por ordenador,
irlgunos avances recientes (y no tan recientes) en biomedicina:
el término transgénero solo tiene sentido de forma intuitiva
la clonación,la fecundación in vitro, la cirugía intrauterina, los
como una forma de ser posible, incluso para personas que no
hancos de esperma y óvulos,las casas de gestación subrogada,
se consideran transgénero. El ,.yo, ha dejado de representar
el
pasado, y lir ingeniería genética,la terapia genética, los híbridos entre
cuerpo biológico como lo solía hacer en el siglo ser

trans simplemente ha dejado de suponer el drama que solía ¡rlantas y animales, el ADN artificial, los embriones humanos
con más de dos progenitores genéticos. Conforme se siguen
suponer en muchos contextos.
irtcorporando estos y otros avances biomédicos, encontramos
probablemente falte otra media docena de cosas en la ecuación. errda vez más formas de separar el sexo (en el sentido de
rcproducción biológica) de la identidad de género propia o del
El final de la Guer ra Fría a finales de los ochenta y principio
xrl social de género. Las cuestiones trans contemporáneas son
de los noventa marcó el inicio de una era en la que se hizo
ilna ventana a este nuevo y osado mundo.
imperativo político ir más allá de los binomios totalizadores
oriente-occidente que moldearon la conciencia colectiva en
las décadas posteriores a la segunda Guerra Mundial. En la
era geopolítica descentralizada y globalizada que sucedió a la
Guerra Fría, el transgénero representaba un cambio similar
en la medida en la que trascendía los binomios nhombre" y
«mujer». En la década de los noventa, tan difícil de comprender
ahora que estamos bien metidos en el siglo xxr, también
existía la sensación de que el inminente giro de milenio nos
transportaría inmediatamente al nfuturo', en el que todo sería
diferente, y en el que todas las personas tendríamos coc
voladores como los Jetsons y radios de pulsera bifunción
la de Dick Tracy (cuando en la vida real habríamos de conduci
coches robóticos con piloto automático y teléfonos inteligent
con videocámara). El concepto transgénero en los noventa
convirtió en una forma de imaginar el futuro, en el que I
nuevas telecomunicaciones, la biotecnología y la ciencia médi
prometían reinterpretar el significado de ser humano'

Pero la realidad, dejando completamente al margen fantas


de ciencia ficción, es que la tecnología está transformando si

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