La Epistemología de Los Escépticos
La Epistemología de Los Escépticos
La Epistemología de Los Escépticos
2)Académicos y Pirrónicos.
F. III.2.1 = Aulo Gelio XI, 5
“A quienes nosotros llamamos filósofos pirrónicos, en griego los
llaman escépticos, palabra que viene a significar algo así como
indagadores y observadores; porque no afirman ni dan nada por
sentado, sino que siempre están preguntando y observando qué es lo
que se puede afirmar y asegurar respecto de todas las cosas. Opinan,
incluso, que no ven ni oyen nada, sino que experimentan
sensaciones como si vieran y oyeran, y se plantean la cuestión de
cómo y de qué naturaleza son los objetos que producen en ellos tales
efectos, y dicen que la fiabilidad y2 verdad de todas las cosas parece
inaprensible, porque están mezcladas y confundidas todas las señas
de lo verdadero y lo falso, de tal manera que cualquier hombre, que
no sea precipitado y ligero a la hora de juzgar, debe siempre tener a
la mano estas palabras pronunciadas por Pirrón, a quien ellos
consideran promotor de filosofía: ‘No es mejor que esto sea así o de
aquella manera, o de ninguna de las dos’. Y es que afirman que no se
pueden conocer ni aprehender las características reales y auténticas
de una cosa, e intentan enseñar y demostrar este aserto de muchas
maneras. Sobre esta cuestión también Favorino escribió diez libros
muy sutiles y agudos, que llevan por título Tropos pirrónicos.
Por otro lado, es antigua y ha sido debatida por muchos
escritores griegos la cuestión sobre si entre los filósofos pirrónicos y
los académicos existe alguna diferencia y cuán grande es ésta.
Ambos grupos, en efecto, son denominados skeptikoí [escépticos],
ephektikoí [que mantienen su juicio en suspenso] y aporéktikoí [que
se muestran dudosos], porque ninguno de ellos afirma nada, y
opinan que nada se puede conocer. Dicen, sin embargo, que todas
las cosas producen unas imágenes, a las que llaman phantasías
[representaciones, apariencias], que no reflejan la naturaleza de las
cosas mismas, sino que son producto de la afección del espíritu o del
cuerpo de quienes perciben esas imágenes. Por ello, dicen que
absolutamente todas las cosas que estimulan los sentidos de los
hombres son ton prós ti. Esta expresión significa que ninguna cosa
es algo que tenga entidad por sí misma o que posea fuerza o
naturaleza propias, sino que absolutamente todas las cosas están en
relación con algo y que, según sea su aspecto al ser vistas, son
percibidas tal y como son creadas en nuestros sentidos, su punto de
llegada, no como son en sí mismas, su origen. Ahora bien, aunque
pirrónicos y académicos sostienen de modo similar esta idea,
presentan algunas otras diferencias entre sí, pero se distinguen
especialmente en que los académicos parecen aprehender la idea
misma de que no es posible aprehender nada y parecen afirmar que
nada se puede afirmar, mientras que los pirrónicos dicen que en
modo alguna nada puede ser tenido por verdadero, ni siquiera la
afirmación misma de que nada puede ser tenido por verdadero”.
(Trad. M. A. Marcos Casquero y A. Domínguez García).