El Movimiento Liturgico y El Vat. II
El Movimiento Liturgico y El Vat. II
El Movimiento Liturgico y El Vat. II
El retorno a la liturgia
La pastoral litúrgica
La ciencia litúrgica
Temas polémicos
Temas fundamentales:
• Formación litúrgica
• La Palabra de Dios
Vacíos de la constitución
• Corrientes de opinión:
La desacralización
Fe y sacramento
Celebraciones festivas
Adaptación litúrgica
Creatividad litúrgica
• Línea de conservación
• Línea de progreso
• Papel de la asamblea
Cuestionario
a) El Movimiento Litúrgico
Le damos importancia a este Movimiento porque es el que preparó e hizo posible que la
primera Constitución del Concilio Vaticano II fuese sobre la Liturgia. Lo habían preparado y
estaba bastante aceptado por la Iglesia.
El movimiento litúrgico, que va desde principios del siglo hasta el concilio Vaticano II, trabajó
estos puntos y, al mismo tiempo, dio como frutos, los escritos de los papas Pío X y Pío XII:
• el origen de la liturgia,
• la pastoral litúrgica,
• la ciencia litúrgica y
Veámoslos a continuación.
En el siglo XIX los fieles durante las celebraciones litúrgicas rezaban sus devociones: bien el
rosario, bien alguna novena, etc. La palabra de Dios y el misterio pascual cuya actualización se
estaba realizando eran totalmente desconocidos. La vida litúrgica iba por su sitio y la vida
espiritual de los fieles por otro. Por otra parte, los estudios de la liturgia estaban
completamente atrofiados. Su máxima preocupación era la mera ejecución de los ritos, cuyo
significado se había perdido.
Por ello el primer objetivo que se propusieron los autores del Movimiento Litúrgico fue volver
a la liturgia, volver a las fuentes de la liturgia.
Guéranger repetía en la introducción de uno de sus libros "Si este nuestro libro, llamando la
atención a los que tienen la misión de velar sobre las iglesias, contribuyese, aunque fuera
poquísimo, a frenar abusos muy grandes y a preparar, de algún modo, un retorno a los
principios válidos, en todo siglo, en materia litúrgica, ¿seria el nuestro un crimen tan grande?".
Todas sus publicaciones tuvieron un objetivo claro, "el principal objetivo del libro es el de
iniciar a los más jóvenes de nuestros hermanos (benedictinos) en el estudio de los misterios del
culto divino y de la oración: dos cosas que deben constituir el principal alimento de su vida".
Nadie quiere marginar el rosario, ni el Vía Crucis, ni las novenas, etc., pero sí situarlas en su
sitio. Lo central y lo original es la actualización de la salvación. El mandato del Señor: "Haced
esto en, memoria mía" no es para rezar el rosario, y demás devociones, sino celebrar su
memorial o vivir su memorial.
Este objetivo de Guéranger debe ser todavía objetivo de muchas de nuestras comunidades
parroquiales. Las devociones son lo subjetivo, algo que hemos "inventado" nosotros los
hombres. La Liturgia es lo objetivo, algo "inventado" y dado por Dios. En las devociones somos
nosotros los principales protagonistas. En la liturgia es Dios el principal protagonista. En las
devociones, se puede decir, que "la escucha" de Dios depende de nosotros o de nuestros
méritos. En la celebración litúrgica, la "escucha" de Dios depende de su Hijo Jesús, es Él quien
ora al Padre por nosotros y con nosotros y en nosotros. Digamos para entendernos que es
mucho más "seguro" una celebración litúrgica, que una devoción.
Todas estas razones hay que entenderlas bien. He puesto palabras entre comillas. Lo cual
quiere decir que no tienen su significado, que hay que entenderlas en su contexto.
Para hablar de la pastoral litúrgica de esta época tenemos que citar a su gran impulsor:
Lamberto Beuadin (1873-1960), sacerdote dedicado al mundo obrero, que entró en la orden
benedictina.
La devoción, la piedad y la vida cristiana debían inspirarse en la liturgia. Para ello, era necesario
promover la participación de los fieles en la liturgia. Es la vuelta a la liturgia.
Difundir la traducción del misal, para que las oraciones de los fieles fuesen las oraciones
litúrgicas, que son más objetivas. Y, como consecuencia, dejar de hacer novenas en misa y
llenar ese "vacío" con la misa misma.
Recuperar en el hogar las vísperas, la bendición de la mesa, oraciones en los tiempos litúrgicos.
Es decir, hacer que el espíritu litúrgico penetre en las manifestaciones religiosas del pueblo
cristiano.
Promocionar el canto gregoriano, según las orientaciones de Pío X. El Papa había escrito un
documento el año 1903 en orden a renovar la música religiosa. Para ello, proponía restaurar el
canto gregoriano. Por este documento del Papa saben nuestros mayores el gregoriano.
Organizar retiros para los responsables parroquiales de la pastoral litúrgica. No se puede hacer
ninguna renovación, si los responsables quedan fuera. El Concilio Vaticano II aceptó este
norma pastoral en su n. 19.
Las dos guerras mundiales paralizaron el movimiento litúrgico, pero posteriormente prosiguió
con fuerza.
Ahora bien, no todo fue un camino de rosas en la difusión del Movimiento Litúrgico. Tuvo sus
problemas y sus crisis. Los dos problemas o crisis de crecimiento que tuvo el movimiento
litúrgico entre sus miembros fueron:
• Relación entre liturgia y espiritualidad. El problema se suscitó por distintas ideas que tenían
unos y otros sobre lo que es la liturgia.
Para unos, y aún hoy día, la liturgia era el mundo ceremonial, el rostro exterior de las
celebraciones. Por tanto, la liturgia debía ocupar un segundo o tercer plano en la vida cristiana.
Para otros, la liturgia era la oración del Cuerpo de Cristo y, al mismo tiempo, la presencia
privilegiada de la obra salvadora de Dios. Por tanto, los fieles han de vivir y personalizar la obra
de Dios que actualiza la liturgia.
Como fruto de esta discusión se dio más valor al aspecto comunitario y a lo objetivo, que a lo
individual y subjetivo de las celebraciones litúrgicas.
3. La ciencia litúrgica
- Investigación histórica. Se investigaron los orígenes del culto cristiano, la historia de la misa y
del breviario, los textos antiguos, las oraciones de la misa, etc. Se hicieron las primeras
ediciones críticas de la Tradición Apostólica de Hipólito y del canon de la misa. Fueron
principalmente autores franceses y alemanes los que se distinguieron en este trabajo de
investigación. La colaboración de estos investigadores al Vaticano II y al post-concilio fue
amplia y decisiva para la reforma de la liturgia. En este campo se distinguieron los franceses.
4. Los escritos de Pío X y de Pío XII
- Pío X. Papa entre 1903 y 1914, a los tres meses de su elección publicó el Motu propio (Se
llama Motu propio al documento por el que el Papa regula alguna iniciativa o algún aspecto
particular de la vida de la Iglesia.) "Tra le sollicitudine" para renovar la música religiosa y
restaurar el canto gregoriano.
A los dos años el decreto (Decreto: Son los documentos conciliares que desarrollan y aplican
concretamente lo ya formulado en las constituciones.) "Sacra Tridentina Synodus" para
fomentar la comunión frecuente; el año 1910 el decreto para admitir a los niños a la comunión
eucarística.
Resumiendo las tres líneas claras que aparecen en el magisterio litúrgico de Pío X son:
- la renovación de la música sagrada con el principio válido hoy día de "no hay que cantar y
orar durante la misa, sino cantar y orar la misa ";
- Pío XII. Papa entre 1939 y 1958, tuvo una actividad grande en materia litúrgica.
En la encíclica Mediator Dei presenta, por primera vez, el magisterio una doctrina litúrgica
completa y estructurada. Es el avance de la constitución del Concilio Vaticano II sobre la
liturgia. Destacamos estos tres contenidos fundamentales:
Esta encíclica tiene también algunas lagunas, que se han desarrollado y perfeccionado.
Notemos algunas lagunas:
El sacerdocio de los fieles. La ausencia de la doctrina sobre el sacerdocio de los fieles, que es el
fundamento de la participación litúrgica.
Fuerza de los símbolos. Una teología inacabada y extrínseca acerca de los signos simbólicos
con los que se celebra la liturgia: Se afirma que los símbolos litúrgicos estimulan y adornan el
culto.
Lex orandi lex credendi (Axioma que significa: la oración es norma de fe. Se ora lo que se cree.
Por tanto, lo que decimos en la oración es la norma o ley para la fe.) . Una comprensión parcial
o un planteamiento distinto de esta verdad. Lo tomaba como sólo reflejo de la fe de la Iglesia y
no como maduración de la fe, porque se ora según se cree y también se cree según se ora.
El año litúrgico. La presentación del año litúrgico es algo ambigua, juega entre el sentido
moralizador y el sentido de actualización.
Por último citamos las palabras de Pío XII a los participantes del Congreso de Asís, congreso
internacional de pastoral litúrgica: "El movimiento litúrgico aparece como un signo de las
disposiciones providenciales de Dios sobre el tiempo presente (signo de los tiempos), como un
paso del Espíritu Santo en su Iglesia, para acercar ante todo a los hombres a los misterios de la
fe y a las riquezas de la gracia, que corren de la participación activa de los fieles en la vida
litúrgica ".
Son los principios y los fundamentos que hay que tener en cuenta para hablar algo de liturgia,
es el "abc" de la liturgia. Sin esto no sabremos nada de liturgia. Cada capítulo está dividido en
apartados. Y cada apartado en números. Pues bien, de este primer capítulo destacamos el
primer apartado, los números del 5 al 13 que tratan de los aspectos doctrinales de la liturgia.
En cierto modo son el núcleo de toda la constitución. Se recogen los resultados de las
investigaciones teológicas sobre la naturaleza de la liturgia y se insiste en su importancia para
la vida de la Iglesia.
Los siguientes capítulos tratan estos temas: necesidad de promover la educación litúrgica y la
participación activa, la reforma de la sagrada liturgia, el fomento de la vida litúrgica en las
diócesis y en las parroquias, la Eucaristía, los demás sacramentos y los sacramentales, el oficio
divino, el año litúrgico, la música sagrada, el arte y los objetos sagrados.
Está estructurada en dos partes: principios doctrinales y normas prácticas. Este
esquema: principios-praxis responde al esquema teología-celebración, es decir, a la esencia
de la teología litúrgica. La liturgia celebra lo que se cree. Para entendernos podemos afirmar
que en la liturgia se manifiesta lo que se vive. Y así la manifestación está intrínsecamente unida
a la vivencia. La teología litúrgica no es especulación, no es algo que se produce en la
inteligencia. Es teología que exige celebración y/o celebración que exige teología.
Esto, en concreto, supone que al preparar la celebración debo estudiar analizar y vivir el
contenido de la celebración. Y al celebrar debo tener en cuenta el contenido analizado y
vivido.
El análisis del documento lo haremos de la siguiente manera: vemos los temas polémicos, los
temas de largo alcance y, por contraste, los vacíos de dicha Constitución.
1 Temas polémicos
• Adaptación de la liturgia.
PRINCIPIO: "los textos deben resplandecer con una noble sencillez, han de ser claros por su
brevedad... adaptados a la capacidad de los fieles y por lo general no deben necesitar de
muchas explicaciones" (SC 34; Cf. SC 21). Es decir, hay que adaptar los textos a la capacidad de
los fieles.
PRINCIPIO: La participación del pueblo de Dios por ser pueblo santo y sacerdotal.
PRAXIS: Sobre este tema Juan XXIII en vísperas del Concilio publicó la constitución
apostólica Veterum sapientia, sobre el uso del latín. Imponía silencio a la "campañas" contra el
latín en la liturgia.
PUNTO POLÉMICO: El concilio reconoció el latín como lengua litúrgica, con algunas pequeñas
cosas en lengua vernácula (SC 36; Cf. 54 y 101). Estas decisiones fueron para unos tímidas,
otros se aferraron al latín, mientras otros lo eliminaron. Hoy día se ha superado totalmente.
• La concelebración.
PUNTO POLÉMICO: Fue uno de los temas más discutidos. Muchos se opusieron porque
contrastaba con su apego devocional a la celebración particular.
Estos puntos polémicos se irán abriendo y aclarando en los años posteriores al Concilio.
2. Temas fundamentales
Los siguientes puntos, sin restar importancia a los anteriores, los consideramos
fundamentales. Son, en concreto éstos: qué es la liturgia, es decir, cuál es la naturaleza de la
liturgia, la formación del clero y del pueblo, y la revalorización de la palabra de Dios
Resumen en puntos.
* Esta acción de Cristo salvador se prolonga en la historia por medio del sacrificio y los
sacramentos, en torno a los cuales gira toda la vida litúrgica.
* Para realizar en la historia esta obra salvadora, Cristo está siempre presente en su Iglesia,
sobre todo en la acción litúrgica.
* La salvación de Cristo, por tanto, llega al hombre de este mundo por los signos simbólicos de
la liturgia.
* Por esto la liturgia terrena es la salvación del hombre y de la glorificación de Dios por el
hombre. Un "avance" de la liturgia eterna. (SC 5-9).
* Por ello la liturgia es la cumbre a la cual tiende la actividad de la Iglesia y, al mismo tiempo, la
fuente de donde mana toda su fuerza (S C 10).
* El valor objetivo de la liturgia exige la coherencia subjetiva de los participantes con la liturgia
(SC 11l).
* Y recomienda los ejercicios piadosos, pero que sean coherentes con la liturgia, se deriven de
ella y a ella conduzcan, ya que la acción litúrgica está muy por encima de ellas (SC 13).
Puntos de discusión
Unas veces, se da primacía a la evangelización. Otras, al compromiso, a las obras, en
contraposición a lo no útil, a lo gratuito, el acto de fe, que es necesariamente sacramental.
Todavía no está asumida por todos la relación entre liturgia compromiso. La relación entre
liturgia y evangelización y compromiso se abordó, en el congreso de Malinas. Pero allí
solamente se hizo iniciar. No se profundizó, ni se sacaron todas las consecuencias. Pablo VI
presentó unas orientaciones de solución en su encíclica "Evangelii Nuntiandi".
b) Formación litúrgica
Como consecuencia de ello, el Concilio aborda la formación (SC 15). La formación litúrgica ha
de comprender la teología, la historia, la pastoral, la espiritualidad y el derecho de la liturgia
(SC 16).
Ahora bien, esta formación no es sólo conocimiento y ciencia, necesita experiencia o, como lo
llama el concilio, se necesita "iniciación" de tal forma que la vida esté totalmente informada
de espíritu litúrgico (SC 17).
c) La Palabra de Dios.
Desde los primeros números, la constitución afirma que la Iglesia, desde el comienzo, ha hecho
presente la salvación leyendo en la Escritura cuanto se refiere a Cristo (SC 6). Afirma también
la presencia de Cristo en la Palabra (SC 7 y 33).
3. Vacíos de la constitución
Llamamos vacíos a puntos que no han sido tratados con la amplitud que se merecen, puntos
que tenían que haber sido analizados con más detenimiento. Puntos que hoy día se han
profundizado más, como es natural.
He aquí tres.
• El sacerdocio de los fieles. Aunque la constitución gira en torno a la participación de los fieles
en la liturgia, no desarrolla el fundamento de esa participación: el sacerdocio de los fieles. Sólo
alude a ella (SC 14). Lo ampliará la LG 11.
• El año litúrgico. Se presenta el domingo como el día del Señor y como el eje del año litúrgico
(SC 102. 106). Pero sobre la presencia de los misterios de la vida de Cristo en las celebraciones
se afirma poca cosa. Por otra parte, los tiempos fuertes, exceptuando la cuaresma, apenas son
tomados en consideración (SC 109-110).
• La música. No se dio el relieve que tiene la música como acción y actividad simbólica
fundamental en la liturgia. Se dice bien poco sobre lo que se debe cantar en las celebraciones.
Enuncia el principio y poco más (SC 112). Pablo VI afirmaba que el tema del canto requiere un
amplia reflexión. Muchas veces se monta "otra liturgia" con los cantos sobre la liturgia. El
ejemplo más claro es el de las bodas. ¿Qué tendrán que ver las marchas de Mendelsson y la
nupcial con el sentido del matrimonio cristiano y con los textos?
En esta parte veremos algo de los nuevos libros litúrgicos y algunos documentos. Por último,
analizaremos la situación y las corrientes de opinión en esta época post-conciliar.
En diez años se prepararon casi todos los libros litúrgicos del Vaticano II. No todos: por
ejemplo, el Ritual del matrimonio renovado ha sido publicado en marzo del año 1996. Todo
esto fue posible gracias a los estudios promovidos por los miembros del movimiento litúrgico.
En el trabajo llevado a cabo se recogió lo mejor de la tradición para acercarlo a la Iglesia de
hoy.
Estos libros fueron: el Misal, las Plegarias Eucarísticas, los Leccionarios, los demás Rituales y la
Liturgia de las Horas. Van precedidos de introducciones que condensan la teología, la
espiritualidad, la acción pastoral y la normativa de las celebraciones. Son de destacar la
introducción al Misal y el Leccionario. La introducción del Misal se cita con las siglas IGMR
(Ordenación es la palabra que traduce a la latina Institutio. No sólo implica ordenación de la
celebración, sino también una educación litúrgica. Por eso en las siglas aparece la primera letra
la I. (General del Misal Romano) y la del Leccionario OLM (Ordenación de la Lecturas de la
Misa). Los tenemos en el Misal que usa el sacerdote en el altar y en las nuevas ediciones de los
Leccionarios.
Pablo VI decía que son "una nueva pedagogía espiritual nacida del concilio. Son una gran
novedad. Y nosotros no debemos dudar de hacernos primero discípulos y después
continuadores de la escuela de oración que ha de comenzar" con su puesta en práctica y
asimilación. Los libros son los grandes educadores de sacerdotes y fieles, cuando estos los
acogen y asimilan. No se puede hablar ni celebrar un sacramento sin haberlos estudiado y
asimilado.
Los clasificamos de esta manera: Alocuciones de Pablo VI a los miembros del Consilium;
documentos para la adecuada aplicación de la constitución litúrgica y algunos documentos
sobre la Eucaristía. Sin querer nombrarlos todos daremos algunas ideas que abordan dichos
documentos (Todos estos documentos están hoy día recogidos y publicados en un libro
llamado Enchiridion. Preparados por Andrés Pardo y publicados por la Editorial Regina,
Barcelona, 1992.)
* el objetivo de la tarea litúrgica: cambio de mentalidad; el paso total del latín a las lenguas
vernáculas;
* el impulso hacia celebraciones más creativas. Junto a esto, el cuidar el culto de la Iglesia de
arbitrariedades de personas y grupos.
• Documentos sobre la Eucaristía. Durante estos años hubo una polémica sobre el modo de la
presencia de Cristo en la Eucaristía. Pablo VI publicó la encíclica Mysterium fidei (1965) sobre
la fe de la Iglesia en el misterio eucarístico. Enumera las distintas presencias reales de Cristo en
la Iglesia. Enuncia la presencia real por antonomasia, "la Eucaristía", y denuncia la insuficiencia
de algunas opiniones. El año 1967 la Sagrada Congregación de Ritos publicó la
instrucción Eucharisticum mysterium. Ya se habían terminado las polémicas. Recoge la
doctrina eucarística y señala su práctica para la celebración y el culto fuera de la misa.
Desarrolla la teología de la celebración y la comunión bajo las dos especies. En 1980 Juan Pablo
II publica la carta Dominicae coenae sobre el misterio y el culto de la Eucaristía.
La mayor parte de los sacerdotes y fieles acogieron la liturgia del Vaticano II con expectación.
En el post-concilio se han mejorado considerablemente las celebraciones. Tal vez, exista hoy
día algo de desencanto en esa mayoría silenciosa. Pero, desde los comienzos del post-concilio,
se hicieron notar dos minorías: una, involucionista aferrada al latín y al misal de Pío V y
otra, progresista, aferrada a sus invenciones. Unos y otros pueden erosionar la unidad.
En el ambiente creado por la minoría involucionista se decía "que nos dejen rezar en la Iglesia".
Era la revancha del individualismo pietista y la denuncia del colectivismo y activismo litúrgicos.
Hay liturgistas, teólogos y personas que reflexionan desde la base y consideran la renovación
acertada o desacertada. Acertada por la riqueza bíblica y eucológica (Eucología: Del griego
euché = plegaria. La eucología es el conjunto de las oraciones.); por el esfuerzo de
aproximación de la liturgia a los fieles; por la lengua vernácula; por el sentido eclesial y
comunitario, por haber revalorizado la Palabra y por la orientación histórico-salvífica que se ha
dado a la liturgia. Se necesita tiempo para asimilar esta liturgia.
4. Corrientes de opinión
Esta situación dio lugar a corrientes de opinión (Dejamos a un lado la minoría involucionista
por carecer de futuro. Sus acusaciones, aunque tengan alguna base, son unilaterales e injustas.
Unilaterales, porque ignoran los logros de la liturgia post-conciliar. Injustas, porque se cargan
la liturgia del Vaticano II a causa de una parcial puesta en práctica.), nacidas de la teología
litúrgica, para continuar o cambiar el rumbo emprendido. Veamos algunas.
a) La desacralización.
b) Fe y sacramento.
c) Celebraciones festivas.
Surgió este término como reacción a las celebraciones didácticas, moralizantes de uno u otro
signo y al culto rutinario. El cristiano de la ciudad necesita de la fiesta. Se ha querido devolver
al culto la fantasía simbólica y el gozo lúdico. Esto se ha expresado en la música, en el canto e,
incluso, en la danza.
SÍNTESIS: Es verdad que a la liturgia renovada del Vaticano II le falta la fuerza del simbolismo.
Es claro el desequilibrio entre el oír, el decir y el ver y el hacer. La acusación dé verbalismo está
justificada. Ahora bien, esto no autoriza a convertir la liturgia en un festival. La categoría de
fiesta es incompleta para designar lo trágico y gozoso del misterio pascual.
d) Adaptación litúrgica.
SÍNTESIS: La adaptación viene exigida por la necesaria inculturación del misterio de Cristo.
Ahora bien, en el camino de la adaptación se han dado posturas distintas: unos han traducido
pero no han adaptado; otros han traducido, adaptado, transformado y subjetivizado los textos
contra el sentido objetivo de la liturgia. En las adaptaciones se han de tener en cuenta las
peculiaridades de los pueblos concretos y las del pueblo de Dios, que las transciende.
e) Liturgia y ciencias humanas.
Acusación: La liturgia del Vaticano II ha tomado en cuenta la antropología humana. Esto hace
replantear el culto desde la antropología, el análisis lingüístico, la psicología y la sociología.
Pero, al elaborar los nuevos libros litúrgicos, no se han tenido en cuenta. Se levantó la casa sin
contar con los moradores.
SÍNTESIS: En las ciencias humanas se abre un nuevo campo aún sin roturar para la teología
litúrgica. Es verdad que la experiencia litúrgica depende de las condiciones que detectan las
ciencias del hombre. Pero, también es cierto que las transciende. De todos modos, no se han
vislumbrado los caminos y las exigencias que la teología de la oración abre al comportamiento
litúrgico.
Se han multiplicado estos últimos años. Desde los pentecostales hasta los más sencillos grupos
de oración. Casi todos ellos pecan de individualismo y subjetivismo.
SÍNTESIS: La oración favorece la interioridad y, por eso, puede disponer a la liturgia. Pero
también pueden suplantarla o falsearla, por el individualismo interiorista y las formas
inmaduras. La presencia de la Palabra debe "salvar" la oración personal.
g) Creatividad litúrgica.
Después de hacer el recorrido histórico, conviene mirar al futuro, no para vaticinar cuál va a
ser la liturgia del siglo XXI, sino para ver cómo deben ser nuestras celebraciones para que el
núcleo esencial -el memorial del Señor- sea transmitido fielmente a las generaciones futuras.
Dicho con palabras de la constitución: es necesario que los cristianos de hoy sepamos
"conservar la sana tradición" y, al mismo tiempo, "abrir un camino al legítimo progreso". Al
final, de este recorrido histórico, debemos preguntarnos qué es lo que nos enseña la historia. Y
no para repetirla, sino para tomar de ella las lecciones oportunas.
La evolución histórica de los ritos y los textos litúrgicos ha estado dirigida por estas dos líneas
de fuerza: la tendencia conservadora y la tendencia progresista.. Por un lado, la fidelidad a la
tradición ha obligado a conservar intocables un cierto número de ritos y fórmulas; por otro, la
necesidad de adaptación ha introducido cambios. Tradición y progreso son los dos polos de
una tensión dinámica, que no siempre se ha resuelto de una manera equilibrada.
a) Línea de conservación
A lo largo de la historia encontramos unos ritos que han sido, en su núcleo esencial, idénticos a
ellos mismos. Es decir, no se han cambiado. Veamos, por tanto, esto en el mundo de los ritos.
Hay que distinguir entre el rito en sí, en su aspecto externo y el sentido que tiene el rito.
• Hallamos fidelidad al rito y al sentido, en aquellos sacramentos de los cuales consta con
certeza la institución por Cristo. Se reducen al bautismo y a la Eucaristía. La institución hay que
entenderla, no en el sentido de que Jesús hubiera inventado unos ritos determinados, sino en
el sentido de que a un rito ya existente, le fue dada por Cristo un sentido nuevo y original. Pues
bien, esta unión dada por Cristo al rito y al sentido ha sido considerada tan decisiva por la
Iglesia, que no se ha atrevido a introducir en ellos cambios sustanciales. Para el bautismo
siempre ha usado el baño de agua y para la Eucaristía el pan y el vino.
• Hay fidelidad al sentido con independencia del rito en muchas ceremonias que la misma
Iglesia ha creado, de acuerdo con la tradición. Esto se da en los demás sacramentos. Así se
atribuye el mismo sentido al sacramento de la confirmación, tanto si se considera como rito
esencial la unción o la imposición de manos. Pablo VI en 1971 estableció que el sacramento de
la confirmación se confiere mediante la unción del crisma en la frente, que se hace con la
imposición de la mano, y mediante las palabras"Recibe por esta señal el don del Espíritu
Santo". Desde los primeros tiempos, el don del Espíritu Santo era conferido en la Iglesia con
diversos ritos. Estos habían sufrido múltiples modificaciones.
• Hay fidelidad al rito sin tener en cuenta el sentido en una serie de ritos menores. Fueron
introducidos en una época determinada con una significación precisa, pero que han perdido
más tarde esta significación. Ejemplos: imposición de la sal en los ritos del catecumenado. Hay
que decir que muchos de estos ritos secundarios han sido suprimidos o modificados por el
Vaticano II.
Es importante observar que el aspecto decisivo en todos los casos es la unión entre el rito y el
sentido: ésta es la realidad verdaderamente inmutable en la liturgia, de tal manera que cuando
desaparece la unión entre rito y sentido, las acciones litúrgicas caen en el defecto del
ritualismo mágico.
b) Línea de progreso
Junto a estas fidelidades, en la evolución histórica de los ritos observamos también cambios
muy importantes.
• En otros casos los cambios han afectado al mismo núcleo esencial del rito. Ejemplo: la
penitencia. primero pública, después, privada, unas veces con imposición de manos, otras, sin
ella. etc.
• Por último, cambios debido al hecho de que algunos gestos, de entrada puramente
funcionales, han adquirido la categoría de verdaderos ritos, al ser dotados de significación
especial. El lavabo de manos era al principio un gesto o rito sólo funcional, era para lavarse
porque se manchaba. Después se le dio un sentido de purificación.
Las causas que han influido en estos cambios han sido éstas:
El principio que hemos de tener en cuenta para la evolución futura es éste: "los textos y los
ritos deben ordenarse de tal manera que expresen con mayor claridad las cosas santas que
significan y que el pueblo cristiano, en la medida de los posible, pueda comprenderlas
fácilmente y participar en ellas por medio de una celebración plena, activa y
comunitaria" (SC 21).
Analizar primero el sentido; segundo, expresarlo por medio de los ritos con la mejor claridad
posible. Y teniendo en cuenta la comprensión del pueblo para que pueda participar plena,
activa y comunitariamente.
La parte histórica que hemos analizado por encima, nos ha puesto a tiro la parte teológica.
Comenzaremos en los siguientes capítulo la parte teológica.
Las ideas y los conceptos que hemos visto, sobre todo, en el Movimiento Litúrgico y en el
Concilio son los que van a ser analizados en esta parte teológica.
Cuestionario
2 Escribe tres ideas fundamentales dela constitución litúrgica del Vaticano II.
3 ¿Cómo crees que se debe entender el principio de "adaptación de la liturgia" (SC 34).
5 Escribe, según tu opinión, tres corrientes de opinión que todavía persisten entre nosotros.
6 Señala los aspectos positivos y negativos, las consecuencias positivas y negativas de las tres
corrientes de opinión que has escrito en el punto anterior.