Mi Tio PDF
Mi Tio PDF
Estudiante:
26/10/2019
El genio de la comedia escribe, dirige y protagoniza una crítica de la sociedad moderna narrada con una lucidez
y un encanto inconmensurables. Los señores Arpel viven en una casa notoriamente moderna en un barrio muy
aséptico. En este universo, demasiado armónico, juego, azar y humor no tienen cabida y su hijo Gérard se
aburre. Pero de pronto aparece su tío, el señor Hulot, el hermano de la Sra. Arpel, personaje fuera de lugar e
inadaptado. A su entorno le cuesta aceptar su fantasía, sobre todo porque se convierte en un modelo para
Gérard.
"Mi tío" está ambientada en París, cuenta las andanzas de Hulot, su pequeño sobrino y el matrimonio Arpel. De
nuevo se produce un choque entre dos maneras de ver la vida, en este caso, entre la manera de vivir (muy
tecnificada) del protagonista y la tranquila sociedad francesa de posguerra. En un barrio moderno y anodino,
donde todo está excesivamente organizado, viven Monsieur Arpel, su esposa y su hijo Gérard, que se aburre
soberanamente.
La llegada de su tío, Monsieur Hulot, un personaje soñador y lleno de fantasía, alterará ese mundo tan aséptico,
sobre todo porque no tarda en convertirse en el mejor amigo de su sobrino.
El Sr Hulot, alegre y despreocupado, tiene un sobrino Gerard al que saca del aburrimiento cada vez que va a
buscarlo a la escuela.
No es una película donde la trama tenga un peso específico en la composición del guion, ya que, el hilo
conductor es el sr Hulot, que siempre está metido en líos
El barrendero que siempre encuentra oportunidad para interrumpir un escobazo, el frutero que es un
cascarrabias y desordenado, la hija de la casera que siempre saluda risueña al Sr Hulot. Siempre hay momento
para ir al bar a tomar vermut, café para discutir, conversar, vivir.
Si hablamos en el ámbito arquitectónico que se vive en la película En Mon Oncle hacemos un viaje constante
entre dos mundos completamente antagónicos a través de diversos vehículos. Desde Sant Maur, suburbio
parisino de mercado en la plaza, vecinos, música y bares, a Créteil, la nueva parte de la ciudad con sus
edificios multifamiliares en predios desiertos en la distancia y zonas residenciales de casas aisladas y grises.
Es en esta última parte de la ciudad donde vive Gérard Arpel, el sobrino de Monsieur Hulot, vínculo entre dos
mundos y personaje inocente que nos describe de manera tácita el mundo de su tío. Monsieur Hulot no
entiende esta arquitectura nueva, hija del artificio, poblada de sonidos metálicos, plásticos y carente de vida, a
pesar de ser una casa “muy práctica, todo comunicado”. La obsesión de la madre por la limpieza es un claro
reflejo de un ascetismo que raya en lo ridículo, en contraste con el barrio desordenado y siempre sucio, con la
arquitectura de recorridos imposibles del edificio donde vive el tío, capaz de provocar el canto de los pájaros
al abrir una ventana, idealizando un modo de vida que para muchos era ya obsoleto, Ambos edificios, la casa
Arpel y la casa de Monsieur Hulot, fueron diseñados por Tati y su amigo Jacques Lagrange, los mismos que
escribieron el guion en el que ambas arquitecturas establecen un diálogo con los protagonistas, Es la mirada
inocente, no del sobrino, sino del tío que no logra entender esa nueva manera de vivir, donde el pavimento le
impide saludar al visitante o la cocina dificulta el desarrollo de tareas básicas, eso sí, siempre con el máximo
“refinamiento estético”.
Es una crítica feroz y a la vez divertida de una sociedad completamente absorbida por el disparate de lo
nuevo, cuyo máximo valor es la contemporaneidad en la que se vive.
Es una película bastante bonita y divertida con sus toques críticos constantemente, pero usando la comedia y
la sátira de manera magistral sin caer en lo monótono, El ataque de la modernidad, que no respeta las reglas,
es permitido por el colegiado. La modernidad mete a la tradición en un terreno en el que la espontaneidad se
ahoga, se queda paralizada. El combate se torna surrealista, pesadillesco, detalles pequeños en las tomas como
No salirse de la zona de pisada. Una metáfora magistral, o La sociabilidad en los tiempos modernos. Mi tío no
solo se queda en un fascinante y hermosísimo envoltorio, sino que demuestra que Jacques Tati era un
perspicaz observador de comportamientos humanos y, sobre todo, sociales. Sin lugar a dudas Jacques Tati
es un genio.