Distinciones de Coaching
Distinciones de Coaching
Distinciones de Coaching
Algunas distinciones son biológicas pero otras muchas son únicamente lingüísticas.
Como Coaches vamos a ayudar al Coachee a distinguir para que, mediante estas
nuevas distinciones, pueda actuar de modo distinto.
Una palabra la distingo del resto (la separo) y le doy una conceptualización
diferente.
Una vez hecho esto la incorporo o sea la hago propia (la interiorizas, se convierte en
transparencia), me vale y me sirve para mi.
Algo que el coachee no sabe distinguir con el lenguaje y el coach le ayuda a ponerle
nombre.
Ejemplo: ¿qué es para ti un error? Mucha gente contesta, un fallo, un no acierto, etc. Pero
en coaching, un error significa también una oportunidad de aprender. Con esta idea, y
siguiendo el abecedario vamos a realizar varios post que hablarán de las distintas
distinciones que existen en coaching. ¿Jugamos?
Aceptación
Afirmaciones o hechos
Declaraciones
Juicios u opiniones (declaraciones fundamentadas)
Pedidos
Ofertas
Promesas (Petición/Oferta + declaración de sí)
Afirmación
Alegato
Aprender
Aprendizaje
Aprendizaje organizacional
Autoridad
Cuando tolero algo estoy declarando únicamente que puedo vivir con ello
Cuando acepto algo no sólo declaro que puedo vivir con ello, sino que ya no me va
a afectar más en el futuro.
La tolerancia supone una confrontación diferida. Es una conversación de no
posibilidad. No hay espacio de intervención posible.
Aceptación implica hacer una declaración necesaria para cerrar una conversación.
Es cerrar un capítulo para abrir nuevas posibilidades.
9 distinciones y ontología
3. Las distinciones Distinción Un acto de distinción separa un objeto, fenómeno o cosa como
algo distinto de un fondo
10. Lo que pasó y la historia Colapsamos lo que pasó con la historia que nos contamos sobre lo
que pasó
12. Ontología
13. Ontología
14. Ontología Una ontología es un espacio de distinciones y explicaciones que nos permiten
observar, diseñar y actuar sobre un fenómeno determinado. Son los “ojos” que nos permiten
“ver” de una manera diferente un determinado fenómeno
Las distinciones
Las distinciones son una herramienta de intervención muy potente en los procesos de coaching. Y
es que el lenguaje es un parte intrínseca a nuestros procesos de pensamiento, que nos permite,
entre otras cosas, nombrar y dar significado a las cosas, distinguiendo también entre aquello que
nombramos. Por un lado, sólo podemos observar lo que somos capaces de distinguir como algo
diferente y, por otro lado, cuando sabemos distinguir entre las cosas adquirimos un aprendizaje
que nos permite mirar más allá, ampliar nuestra mirada y modificar nuestras acciones. Los coaches
buscamos que la persona adquiera la habilidad de mirar las cosas de manera diferente, y
encontrar nuevas opciones y soluciones a las diferentes situaciones, por ello es importante
conocer las distinciones del lenguaje.
Hay muchas clases de distinciones, pero aquí solo veremos algunas de ellas y una breve
explicación de las mismas. Para ello me basaré en los comentarios y aportaciones de varios
autores: Rafael Echeverría, Humberto Maturana y otros.
– “Hechos” vs. “Juicios”: los hechos son situaciones o comportamientos observables por
cualquiera que se encuentre en esa situación, sin una “interpretación” o “valoración” de los
mismos. Los juicios son percepciones o interpretaciones, cada uno puede tener las suyas.
– “Compromiso” vs. “Obligación”( o “Tengo que” vs. “Quiero“): una cosa es hacer algo por
obligación (y que aparece vinculado a frases como “tengo que”) y otra por compromiso (que está
ligado a frases como “quiero hacer esto”)…..este último es voluntario, pues no puede existir un
compromiso sin haberlo libremente elegido. Cuando nos comprometemos pasamos a la acción de
manera directa, puesto que nuestra voluntad esta ya puesta en ello. El compromiso no es algo
inflexible”, pues puedes declinarlo, renegociarlo o aplazarlo.
– “Excelencia” vs. “Exigencia”: la exigencia supone exigirse a uno mismo unos resultados, la
excelencia es prestar atención a las cosas para hacerlas lo mejor posible, utilizando nuestras
mejores capacidades. La exigencia vincula el resultado con lo que uno “es” y se asocia con hacer
las cosas de manera perfecta (si uno no obtiene el mejor resultado se frustra y se siente
insatisfecho), mientras que la excelencia tiene que ver con el proceso, con dar lo mejor de uno
mismo en cada momento, independientemente del resultado que se obtenga. La exigencia no
acepta el error, la excelencia si lo hace.
– “Error” vs “Fracaso”: solemos ver los errores como fracasos. Esto tiene unas consecuencias muy
importantes, pues no dejamos espacio para el aprendizaje, la apertura (el cambio) y la creatividad.
Nos instalamos en el miedo y en el inmovilismo. Y cuando cometemos un error nos cuesta
reconocer que nos hemos equivocado. Pero nadie alcanza un resultado sin haber cometido
errores. Por ello los errores han de ser vistos como una parte del proceso, desde la aceptación y
como una oportunidad para crecer.
– “Sinceridad” vs. “Sincericidio”: ser sincero no significa decir todo lo que uno piensa, sino no
decir lo contrario de lo que se piensa. Hay circunstancias en que hacer ciertas declaraciones
supone exponerse a unas consecuencias que son negativas para uno mismo o para los demás. Ser
sincero es importante pues existe una relación estrecha entre la sinceridad de una persona y el
nivel de confianza que se tiene en ella. Sin embargo, ser un “sincericida”, supone muchas veces
“exponerse” uno mismo o poner “en jaque” al otro, ir contra su identidad, traspasar los límites de
la cordialidad y las buenas maneras, y poner al descubierto nuestra falta de empatía. Además, la
sinceridad muchas veces está ligada a un juicio y, por tanto, al tipo de observador que somos.
– “Estado de Ánimo” vs. “Tendencia Emocional”: desde el punto de vista de la psicología, los
estados de ánimo son transitorios, mientras que las tendencias emocionales son las formas
habituales de responder emocionalmente. Todos experimentamos estados de ánimo y todos
tenemos tendencias emocionales. Además, una tendencia emocional no es algo estático e
irreversible. Saber distinguir entre lo que son estados de ánimo y tendencias emocionales es
importante para manejar adecuadamente determinadas situaciones.
– “Ser” vs. “Estar Siendo”: al igual que hemos comentado con los estados de ánimo y las
tendencias emocionales, “ser” tiene más que ver con la identidad y tiene una connotación estable.
Al contrario, “estar siendo” es un estado transitorio, que implica una forma de ser en un momento
dado. Las personas nunca somos de una determinada forma inamovible, sino que las personas
estamos siendo de una determinada forma en un momento dado. Esto implica que estamos en
continua evolución y cambio, auqnue a veces sin ser conscientes de ello. Apelar o hacer juicios
sobre el “ser” es muy peligroso, porque entra de lleno en el terreno de la identidad, y no favorece
el cambio.
– “Hacer” vs. “Ser”: muy relacionada con la distinción anterior, una cosa es lo que uno “hace” y
otra cosa es lo que uno “es”. Y no es lo mismo “hacer” algo (o no hacerlo) en un momento dado
que no tener la posibilidad de hacerlo nunca. En el coaching nos fijamos en lo que uno “hace” o
“puede hacer” (o no hacer) en cada momento, y que se vería reflejado en sus conductas,
pensamientos y emociones, y no en lo que uno “es”. Cuando tu “no haces” algo puedes tener la
posibilidad de hacerlo en otro momento o contexto, mientras que cuando tu “no eres” no puedes
elegir.
– “Ser” vs. “Tener”: una cosa es lo que somos, y lo que valemos por lo que somos y lo que
podemos llegar a ser, y otra muy distinta es nuestro valor por lo que tenemos o lo que
conseguimos.
– “Dolor” vs. “Sufrimiento”: Buda dijo que el dolor es inevitable pero el sufrimiento es opcional.
Muchas veces no podemos evitar el dolor, pero si podemos evitar el sufrimiento extra que añade
nuestra mente, por su falta de ecuanimidad y visión clara, por sus apegos y sus aversiones, por su
forma enquistada de reaccionar a lo doloroso.
– “Vivir en la Abundancia” Vs. “Vivir en la Escasez”: no vivir en la abundancia no significa vivir en la
escasez, es importante diferenciar entre ambas necesidades. Se puede vivir en la abundancia y no
ser nada feliz. De la misma manera, sin unas necesidades mínimas cubiertas también es difícil ser
feliz y desarrollar las propias capacidades.
– “Deseo” vs. “Necesidad”: no es lo mismo lo que “deseo” que lo que “necesito”. El deseo es algo
legítimo pero el objeto del deseo no tiene porqué ser una necesidad para la persona.
– “Urgente” vs. “Importante”: no todo lo que es urgente es importante, ni lo importante tiene que
ser urgente. Si algo es importante y urgente entonces tiene prioridad total.
– “Problema” vs. “Conflicto”: el que exista un problema puntualmente no significa que tenga que
existir un conflicto, no significa que la relación con esa persona esté expuesta o en peligro. En las
relaciones humanas existen problemas pero no siempre conllevan conflictos o son callejones sin
salida. Además algunos problemas no tienen porqué verse sólo desde el lado negativo, hay que
saber ver su lado positivo (si se instrumentalizan adecuadamente permiten aprender y ayudan a
crecer).
– “Problema” vs. “Reto”: un problema tiene una connotación negativa mientras que un reto la
tiene positiva. El problema supone una amenaza mientras que el reto supone una oportunidad.
Hay personas que ven los problemas como retos en lugar de amenazas, como oportunidades para
demostrase a sí mismas su capacidad de hacer frente a esa situación. Y es que ver las cosas como
un problema o como un reto siempre depende del tipo de observador que uno sea. Además,
muchas veces lo que hoy vemos como un problema, mañana podemos verlo como una bendición,
y lo que hoy puede parecer una bendición mañana puede convertirse en un problema. Si
cambiamos nuestra mirada y vemos las cosas tal y como son, desde el devenir y la impermanencia,
desde el amor y no desde el miedo, como una oportunidad para el cambio y el aprendizaje, estas
dejan de ser problemas o bendiciones….parece así más sabio enfocarlas como situaciones vitales,
retos u oportunidades, y aprender del proceso….
– “Respuesta” vs. “Reacción”: la respuesta implica control emocional o autocontrol, cierto nivel de
consciencia. Sin embargo, la reacción es impulsiva, automática, no conlleva autocontrol ni
consciencia.
– “Ocuparse” vs. “Preocuparse”: cuando nos preocupamos le damos vueltas a las cosas,
anticipamos consecuencias negativas, buscamos soluciones que no nos satisfacen y vivimos en un
estado de ansiedad. Una cosa es ocuparse de las cosas o de las personas, y otra muy distinta es
preocuparse por ellas. Hay personas que siempre andan en la preocupación y, sin embargo, no se
ocupan de nada. Cuando nos ocupamos de las cosas, actuamos directamente o bien tenemos una
hoja de ruta, un plan de acción, vemos posibilidades para resolver las situaciones.
– “Presente” vs “Pasado”: en muchas ocasiones nuestra mente nos lleva a ver que algo que
ocurrió en el pasado está ocurriendo en el presente. Lo curioso es que al verlo así estamos
favoreciendo que realmente ocurra, pues nuestro comportamiento lo acaba provocando. Es lo que
llamamos “la profecía autocumplida”. Todo está en constante cambio, en continua evolución.
Además, quedarse anclado en el pasado es totalmente improductivo, no resuelve nada.
¿Y tú tienes claras estas distinciones? Piensa en ellas, busca ejemplos de situaciones donde no
distinguir entre una y otra ha tenido consecuencias indeseables, seguro que te resultarán muy
útiles para comprender algunas de las cosas que te ocurren.
http://www.miriamortiz.es/03.DISTINCIONES.html
http://centrodelcoaching.es/diario-de-distinciones/