Museologia Practica

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�-

. La museología y la práctica del museo.


Áreas de estudio

Felipe Lacouture Fornelli"

E 1 propósito de este articulo es plantear la problemática de la museología


conjuntamente con la del trabajo del museo. Para ello parto de
esquemas generales, ordenados y sintetizados los cuales han sido escogi-
dos en un número determinado que puede observarse en el Cuadro No.
1. Con esto abordaré los principios de la llamada Nueva Museología que
trasciende la concepción del museo tradicional en su forma histórica
actual y trataré de enlazar los conceptos epistemológicos sobre museología
con el desarrollo de trabajos específicamente latinoamericanos que han
comenzado a desarrollarse a partir de e!;OS principios.
Advierto atentamente al lector que la multiplicidad de aspectos ne-
cesarios que se anotan harán la lectura ardua, particularmente para los no
adentrados en el trabajo del museo. Por ello me disculpo, pero esta ma-
...,.,.*.
... teria toca a la vida entera .
... ·:. .
La práctica ha caminado hasta hoy. sobre- todo en nuestro país, con
•"

. ·:
amplio impulso pero sin sustento teórico sólido, ni mayor preocupación
·.,· al respecto. Se ha llevado a cabo como una necesidad de apoyo al Estado
casi en su totalidad, en sus inicios el español borbónico y posteriormente
el Estado mexicano desde sus comienzos. El Estado postrevolucionario
en el presente siglo, en su afán de dar sustento y prestigio al nacionalismo
oficial, tomó al museo como elemento fundamental, pero nuevos grupos
de poder en la sociedad mexicana aspiran hoy a gestionar la cultura.
Paralelamente, las comunidades se esfuerzan por definir y promover lo
propio con una prometedora museografía popular.

•CNME/!NAH

,. 0,o;to volumen"· 11úa>.em ?. Mayo-A¡¡nstn, J99ó. Mé>11:o, (S,<;t,; 01631659. 11


Instituto Nacional de Antropología e Historia
Directora « Ma. Teresa franco y González Salas
l
.
..-�
Secretario Técnico • Enrique Nalda
Coordinadora Nucional de Difusión • Adriana Konzevik
Editor responsable =Sol Lavín Rojo, Subdirectora de Publicaciones

l'i11cuela Nacional de Antropologia e Historia


Director • Alejandro Pinet Plasencia
SulJdirector ,lt: E::c/t•nsión Académica • Sergio Raúl Arroyo
Nueva museología mexicana
Cuicuilco Presentación
Luis Gerardo Morales Moreno .5
Director • Alejandro Pinet Plasencia
Editor • Alberto de] Castillo Troncoso La museología y la práctica del museo. Áreas de estudio
Felipe Lacouture Fornelli 11
Comité Editorial
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Fernando López Aguilar • Marie Odile Marion • Raymundo Mier Garza
Graciela Schmilchuk 31
Comité Asesor ¿Qué es un museo?
Roger Bartra
Unwersidtld Nacúmal Ai1/tÍTl()mt) ile Mhico. Méxiro
Alfredo Lépez Austin
Unh1ersidad Nacional A11tó11onlll di'. Mí:xrLl, México
Luis Gerardo Morales Moreno 59
.
Todo rincón es un centro. Hacia una expansión de la idea del museo
Hi.T.u:lio Bawla Robert M. Malina
Fn..11/tad l..atinal11rmatn1Z dt CiendaF. Sociales, Quilo Unroersida;i de Texas, 11ustin Marco Barrera Bassols y Ramán Vera l lerrera 1U5
fohanrta Broda K elson Maruique
Univmídad Naciottal AutólfOmQ de MéxiclJ, Mfaico U11 rxrsídud Calólica de Lima, Lima
Crlstian Duv� Eduerdo Matos Moctezwna Miscelánea
E::J(.'W.1a de AJtus Estude.is m CiP.rr.t:i.a.,; Socialt.s, Prms Inslílulo Nac/o1111l de A,1tropo/0Kía e Historia Carlos V, Cortés y el surgimiento de la modernidad
Nestor Carría Canclini Héctor Pérez Brignolí Herbert Frey 143
UniversidDd �utónoma Metropulitm111, México Universidad de Costa Rica, Sa11 Jo,;é
fr,..;é Antonio Pérez Gollán
¿Exaltación o lealtad?: los indios ante la coyuntura de las guerras borbónicas
Míchel Graulicll
l.Jnf(ll.'fSÍdad Ul,re de Bru..�ela.�, 1lruselaa Uni"versidad de Buenos :\ires, Buenos Aires en Nueva España ·
Friedrich Katz Armando Silva Marco Antonio Landaoazo Arias 159
Universidad de Chicago, Chicago Unf(ll.'fSidud Nacional de Colombia, Bogotti
De la Teotlalpan al valle del Mezquital: una reconstrucción etnohistórico-
Herbert Klein Rodolío Stavenhagen
El Colegio de Méxic(,, Müico
arqueológica del modo de vida de los hñáhñü
Unir:11:rsidlld de Columbia, Nueoa York
Patricia Fournier Careta 175
Edicién, M.;ni1Pl de la Torre M. • Asistentes editoriales, Martha U. Villanueva, �lem Claro
Alvarez • c.,.,rdínación del dossier, Luis Gerardo Morales • Formacion, Rocío Padilla • Corree­ Reseñas
cíi,n, Adríana Inchaustegui Lopez • Pinturu ,k Purtad11, Fernando Bolanos Cacho. Naufragio»
Foto de Portada, Félix Leonelli • fmpresi611, Talleres de Ediciones Navarra. Privada de Dr. Are>!
Jeróme Monnet, Usos e imágenes del Centro Histórico de la ciudad de Méxic:o,
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0330 y 606 0580, ext. 2:'19 / 665 9228 fax Ana Rosas Mantecón 197
Esta e:; una publicación cuatrimestral de la Escuela Nacional de Antropología e Historta. ··, rgio Javier Villaseñor Bayardo, (compilador) Rencontres Franco-Mexícaines
Certilicados de licitud de título y de contenído, en trárnite. Reserva de título D.G.D.A., en
trámite. INAH, Córdoba 45, Col. Roma, c.r. 06700, México, D.F.
;· ethnopsychiatrie et de psychiatrie 1994-1996. Actes/Encuentros franco-
xicanos de etnopsiquiatría y de psiquiatría 1994-1996. Actas.
El contenido de los artículos es responsabilidad exclusiva de sus autores Maria Cristina Sacristán 203
ISSN 01851659 © ENAll/JNAH
14 Felipe Lacouture Fornelli La museologia y fo práctica del museo. Áreas de estudio 15

económicos y culturales que se están produciendo en el mundo, y sobre t�do Stránsk, como científico de las Ciencias, se abocó más al problema
en muchas dé las zonas subdesarrolladas, constituyen un reto a la museolog 1a », metodológico y sistemático, refiriéndose a la necesidad de un mayor
Señalamos que con una actitud eurocéntrica o una visión exclusiva- desa.rr_ol lo de_la museología en formación, la cual está aún impregnada de
mente noratlántíca, estos importantes trabajos latinoamericanos y con- empmsmo. Esta permanece ligada fuertemente a la práctica directa.
clusiones no fueron recogidos por los rnuseólogos europeos de ICOFO.\.f, Queda también pendiente considerar los problemas metateóricos.6
ni entonces ni después. Stránsk señala además, que el museo no es sino una de las formas de
la objetivación de este acercamiento específico hombre-realidad. El mu-
Un poco de epistemología seo presenta formas anteriores y por ello no constituye una estructura
Como «excitación espiritual mayor» según la frase de conocido autor, me {:: única sino que pudiera ser reemplazado evcnrualmsnn, por formas nue-
atrevo a tratar el tema por considerarlo de primordial importancia y aun- f::.· vas y de ahí concluye, con otras razones, que las acciones mismas de
que no soy especialista en el ramo, lo abordo. Con criterio� �e museólogo trabajo, de procedimientos actuales que tienen carácter contingente, no
deseo exponer con el mayor cuidado posible, algunas opm1ones sobre el pueden ser la base de una especificidad museológíca fundamental. La
pensamiento que considero el más sólido. Para comenzar, ruego ver la secuenc_ia de actividades apoyadas en diversas disciplinas científicas,
ubicación de esta área en el conjunto del Cuadro No. 1 Tl. como la investigación, la conservación y I� exhibición de objetos que
Se destacan entre los pensadores más sistemáticos los qtw integran ...
<"
c�ncluyen �n la difusión y educación, como sistema de trabajo, ha va-
un grupo de centroeuropeos que se hacen presentes en vari�s �bras qu_e T:,... riado en el nernpo y no puede constituir la esfera gnoseolégíca y axíológica
ameritan bibliografía aparte, pero en forma concreta me reíeri re a los artí- . ,:, sustancial de la rnuseología .
culos recogidos por MuWoP 1 y 2, dirigidos por su redactor en jefe y 1.�
Más adelante al exponer una breve visión sincrónica y diacrónica de
�-.
;"'.;.,
responsable, Vinos Sofka,: adscrito al Suüenst Historiska Museum de Es- la institución, creo poder contribuir a perfilar esta importante cuestión.
tocolmo, Suecia, con quien tenemos contacto varios colaboradores de
museos en este país y quien coordinó un seminario para nuestros museos
,-\·
.·. ;'
. , .;·
Citando las propias palabras de Stránsk dejamos este asunto que
merece aún consideraciones múltiples: «si nos preocupamos por los
º·:.�!!l.:.
en una ocasión reciente. , conocimientos empíricos, si nos quedamos únicamente confinados en el
.Dentro del grupo checoslovaco destacan Zbynek Stránsky2 co1:10 t, dom!nío de la práctica diaria del museo y si no llegamos a franquear este
filósofo de la Ci�ncia, y Ana Gregorová3 principalmente, junto a otros ob�ta�u_lo por el razonamiento, no llegaremos jamás a comprender el
corno el británico Geoffrey Lewis", y el japonés Soichiro Tsuruta". El principio y en consecuencia el sentido social de lo que llamamos trabajo
primero planteó la esencia de la rnuseología antes que otros que lo han deJ museo. Corno dice cJ proverbio: los árboles nos tapan el bosque»."
seguido, a partir del hecho del «acercamiento hombre-realidad», concep- También al escribir sobre este importante tema, el señor Tsur nta de
to que Gregorová desarrolló posteriormente, agregando el «aspecto ero- Japón nos dice: «la combinación sistemática de los valores de los objetos
nológíco tridimensional de la realidad». Y de los seres humanos es el único método en muscología». Sin embargo,
en su desarrollo vuelve a identificar los objetos esenciales de la museo-
I Vinos Sokfa, museólogo promotor de MuWoP que actualmente dirige un seminario logía con la práctica, como punto de partida fundamental, o sea, con su
internacional sobre museotogta desde Estocolrno, Suecia, en el museo que se indica.
2 Zbynek z. Stránsk, director del Departamento de Museología del Museo de vlnravia en
forma histórica, contingente, actual.
Bino, Checoslovaquia. La segunda publicación de MuWoP abordó el problema cercano de la in­
l Ana Cregorova, funcionaria de la Administración Central de Museos y Calcrías,
Bratislava, Checoslovaquia, Museóloga con formación en Filosofía.
terdisciplinariedad de !a museología que se ha prestado a confusiones. La
• GeofJrey Lewis, director del Departamento de Estudios de Museos, Universidad de mar_or!a de los articu�istas no escapó a la tentación de identificar museología
Leícester, G.B. Los cursos para formación del personal de esta universidad se encuentran entre f práctíca, en concepcrones impregnadas de empirismo, salvo Anna Cregorov á.

los más prestigiados de Europa.


sSoichiro Tsuruta, es profesor del Departamento de Educación de la Facultad de Letras, : ZbynPk Z. Slr.ín�k. Mu$eo/ogic11/ Working Papers fM11WoP}. No. 1 JCOM 1980 pp 42-A"'>
"Ibidem. · ' ' ' · .,. ·
Universidad Hoseí, Tokio, Japón.
Felipe Lacouture .Pornelli La museologia y la práctica del museo. Áreas de estudio 17
16

Esta museóloga, de formación académica filosófica, seguidora de Cuadro No. 2


Stránsk en su pensamiento básico, nos habla en su artículo sobre museo- La práctic« del museo. lnterátscipíinarieáud
logra aparecido en MuWoP No. 1, del acercamiento del hombre a su
realidad, mediando testimonies materiales de la misma, es decir, objetos NIVEL TAXOKÓ:M(CO NIVEL OPERATIVO
dados en el tiempo y en el espacio, cuando el hombre los distingue al Ciencias de la n.atural.:,u1 Museo interno
haber adquirido el sentido histórico o del transcurso del tiempo eviden- Litosfera • Cosmologta l n\'�I igaei én-Recoleccién
ciado en ellos. En la segunda publicación nos menciona la interdisci- • Cieúlogía
Catuíogacrén-Documentación
• B1olo!!ÍB
pllnaríedad de la m.useología en forma por demás analítica y clara. Biosfera + Botánica Conscrvación-Resrauracién
Ennumerando y analizando el papel de las disciplinas que realmente +Zoolo,�
íntervienen y no las de la práctica, distingue la ontología, la gnoseología, Enlace • F.cología
Museo público
la psicología, la ética, la pedagogía y la axiología como fundamentales. La Ciencias del hombtt F-xhihici<ln · F.xplirocafo
interdísdplína de la práctica es cosa aparte. Nooifera ¡•) • Paleontologta (ln1erµrelat:1óu)
Otro aspecto interdisciplinario, pero ahora de los campos que abar-
ca el museo en su taxonomía, se referiría a todo aquello con lo que es posi-
• Arqueología
• Etnografía
• Historia Social
. Mn�e,o sodat
ble «hacer museo», campo amplío que ante la pregunta del suscrito para
definirlo, respondió Georges Henri Riviere'' sin vacilaciones: «Tout ce
--<
• Tecnol ogfa
• Arte
• Ciencia
Hi�tor_ia
F.xpen111e111.11:1611
Educaciórt-Difusión
Evaluación·Comwiicación
que l 'home a numanísé» (todo lo que el hombre ha humanizado)," u dicho •Rdigión
• Pensamiemo .RHROACCIÓN
en otra forma más precisa pero menos metafórica y poética, las ciencias
de la naturaleza y del hombre. Como auxiliar práctico incluimos a con- "Tér�ino usado por Pierre Teilhard de Chardin, geólogo, antropólogo y teólogo católico
tinuación (Cuadro No. 2) un intento general de taxonomía museística. �ota esta presenta�Lón esquernáttca y la distribución de las 12 acciones de op!'!radón es
Los campos museográficos anotados en el Cuadro No. 2, Nivel Taxo- para ub rcar esferas de acrlvídad. ··
nómico, reposan sobre la realidad objetiva misma, pero repetimos, cuando mediando º!jetos trídimens�onales, stgnificativos ae la misma, dados en el tiempo
la especificidad, como es la correspondiente a la museologfa. no reposa Y en �I esp�,zo)). Ante esto viene a mr mente la sencilla y elocuente lección que
sobre esta realidad en sí, sino sobre la relación del Jwmbre con la realidad, o Mano Vazquez me dio sobre el asunto, durante el montaje del primer
sea en el vínculo material-espiritual, se observan ya otras disciplinas, las �u�� de Ciudad Juárez, en el año de 1964: «Cuando logras detener a un
que se ubican dentro de las ciencias humanas y sociales. individuo para que confronte y observe un objeto, estás haciendo museo».
Recogiendo los puntos de vista de los autores anotados brevemente
hasta aquí, así como de otras personalidades como Lewis, J udith Spielbauer'?
y Vinos Sofka. expongo el intento de definición de Museología que he
�· �u.se� r la museología en el tiempo y en el espacio
inª 1�st1!uc1on museo tal como hoy la conocemos poco tiene que ver con las
presentado en mis cursos de la Escuela Nacional de Conservación, Restau- stítucíones del pasado cercano y remoto de las que se pretende derivar
ración y Museografía (que llamaremos sencillamente de Churubusco) .ª.excepción d�l hecho fundamental que acabamos de señalar, como esen�
como «El estudio cient(fico del acercamiento viviencíal del hombre a su realidad, . �al �ara�terfsttca de todos. Ruego al lector una vez más ver la ubicación de
� Georges Henri Riviere, antropólogo francés, fue directivo del Museo del Hombre,
.. . historia en el Cuadro No. 1, :2.1 y además considerar las prácticas
creador del Museo de Artes y Tradiciones Populares de París y promotor de los Museos 'i anotadas,�� el Cu�dro �o. 2 en Nivel Operativo, para una mayor claridad.
Comunitarios y Ecomuseos. Se lo considera uno de los fundadores de la Nueva Museologfa. ·;, En' ísíon «sincrónica» esta organización no se completa sino hasta
"Reunión del Comité Internacional de ICOM para la Formación del Personal en los
Museos en Residencia Dahl cercana a Copenaghe, Dinamarca, agosto, 1976.
; � segu�do tercio del presente siglo, cuando la comunicación y La cornu-
\O [udith K. Spíelbauer, Departamento de Sociología y Antropología, Uníversnlad de .;. ;?1colog1a (ver Cuadro No. 2. Evaluación-Comunicación) hicieron su
Miami, Florida, EUA. t Irrupción en nuestro mundo museal, particularmente en el año de 1971.
Felipe Lacouture Fornellí La mueeologia y la práctica del museo. Áreas de estudio 19
18
,.

Presentó entonces su famoso discurso magistral el director del Museo de trabajo dentro de las instituciones.!' Para el estudio del museo es clarifi-
Brooklyn, doctor Duncan Cameron." en la Conferencia General del IX cador el cuadro que organizó eJ profesor Tsuruta que nos explica con una
Congreso del Consejo Internacional de Museos, en Grenoble, Francia.en hipótesis suya un proceso histórico. .
el que se refirió al problema del museo unívoco, declarando solemnemen-
te que los responsables de la institución lográbamos inmensas y perfectas Cuadro no. 3
torres de Babel, sin que nad íe realmente entendiera nuestros discursos.
El penúltimo binomio de las acciones museísticas (Cuadro No. 2 PROCESOS FASES CARACTERÍSTICAS ÉPOCAS
Educación-Difusión) no existía sino muy vagamente y en forma aislada
durante la primera mitad del siglo XIX. La investigación para la recolec- Museión o era Únicamente los museos Del Musei,í11 de Alejandrta
I de 10& museos aparecen y e xisten u lu Edud MWill
ción (ver Cuadro No. 2, lnvcstígación-Recolección), indispensable hoy en
día y sin discusión (solamente ausente en las colecciones de aficionados)
Era ...museólora»•
no existió sino someramente, o faltó del todo en las famosas Ku nstkannuer n (museo » loro)
Conjunto de ínformacloacs
sobre los museos
f>t.l Re,1;1,�111\it:1110 ,l Ju
Revolución Industrial
y vcunderkommer centroeuropcas del siglo XVII. Así nos podernos referir
a otras épocas, como a las colecciones de botines imperiales presentadas Desarrut lo (I� la d4:scri,x:ión Siito XIX u prindpios \lel
en el Foro Romano y otros muchos casos, distinguiendo el hecho funda- 111 Era de la museografl1
de los muscos siglo XX
mental que tantos esfuerzos epistemológicos exige para definir su esen- lriiciuij de Ju
cia: la exposición. EL museo, como hoy Lo conocemos, ha sido una realidad l:m de la mu1oolo11f1 y de invest1¡ación científica.
variable. La museología, y aquí se entiende claramente en esta escueta ·.···. IV la l\\llseograffa pero 1;uu.litativa, sobre
13n nuestros <Ji�s
los museos
visión «diacrónica», está más allá de la forma histórica museo, que no
Era de las CíenGas y de 11$ Necesidad de una búsqut:(Ju
puede ser su finalidad última. V Técnicas de los lllUSCON cuantitativa y sistemática de .!-'in del siglo XX
Por esto mismo han podido nacer nuevas concepciones como la del los museos
Ecomuseo Comunitario y el movimiento denominado Nueva Museologta
• Sugerírtamos el término museal, lo relativo al museo, por ser inusual la otra forma.
que implica, por ejemplo, contenido social, político y económico diverso,
como instrumentos de toma de conciencia y apropiación patrimonial.
Esto nos lleva a la consideración que se hace del museo tradicional de Es-
tado y del museo privado, como aparatos ideológicos de Estado, que sólo «Las fases y épocas de aquí arriba son todavía hipotéticas, pero es
anoto para posterior consideración en otra parte. En nuestro medio hay evidente que la museología ha pasado por esos procesos en el desarrollo
trabajos sobre interpretaciones similares que es posible seguir desarro- de su naturaleza. Es interesante notar que los museos han existido desde
llando, 12 además de los estudios cuantitativos y sistemáticos rigurosos, muy antes y enseguida descripciones y teorías han sido emitidas conti-
que también se van haciendo, 13 como base fundamental para poder estable- nuamente hasta hoy; hacia el porvenir se tendrá necesidad cada vez más
cer un verdadero sistema inductivo. Una clara exposición de la historia de de búsquedas científicas y sistemáticas».15
nuestros museos, producto de una larga investigación sistemática, es La
obra de Miguel Angel Pernández, hecha además con la experiencia del
II Cameron Duncan, Le musée, considerl comm« un mcrye11 de rommu11ic11t,on Je masse: se.< méthode«
:;. ; 14
MigueL�n�el Fernández Vi llar, Historiu de los Museos de México.Za. ed., Méxko, Banamsx.
et leur porteé", Ponencia de la IX Conferencia del ICOM, Mimeografiada, Parts-Grenoble. 1971. . 1988 · Una apreciación del hecho museoléglco en nuestro país. ajena a la concepción europea en
12 Carlos A Iberio Córdova Chavez, Pa;ad" imperfecto: /r)$ museos históricos mexic.·,m,..,s, 1790-
, su forma in:;tituciomd, está por hacerse, aunque algo sabernos del mundo prehispánico.
1964, tesis de lic.enciatura en historia, México, 11\AH, 1994
'3 Carlos Váz:quez Olvera, El Museo Nacional df Historia a tr1wis de cinc.o ex­airectores.
..• ,
.. . is «Defínítíon ot Museology», en Mu,;rol"gical Wod:ing Papers, No. 2, P. 47.
'feslim1.miosdesus 11myectos de traba.ro 1946­1992, Proyecto de ínvcsfigación, INAH, México, 1994.

�- La museolcgia y la práctica del museo. Áreas de estudio 13
Felipe Lacouture Fornelli \-¡'-
12

Algunos antecedentes
Cuadro no. 1 , . Desde 1975 miembros del Consejo Internacional de Museos (ICOM),
Museología y práctica del museo. Areas de estudio
prestigiada institución mundial a la que México pertenece, se plantearon
Museología la necesidad de encontrar el significado real que se daba al término
TI. Enfoque epistemológico
( *)
«museología», tan profusamente utilizado. Se llevó a cabo entonces la
T2. Enfoques científi�os diversos ( •) primera encuesta para conocer puntos de vista (pero solamente a nivel
1. Las ciencias sociules. la historia
2. Las eieacias antror,oló@icas
europeo}, organizada por el sueco Toft Jensen en el año mencionado,
3. Las cíencías polftic� cuyas respuestas y proposiciones fueron publicadas más tarde en «Pun-
Teoría 4. La psicología ..' tos de vista museológicos-Europa 1975». Posteriormente el Comité Inter-
(T) 5. La pcda¡ogfa
6. La didáctica ¡•)
.. nacional para la Museología del ICOM, conocido como el ICOFOM
7. La comwlicación (el póblico) (•) (lntemational Comitee for Museology), se encargó de publicar estos puntos
s. La semiótica de vista y algunos comentarios del momento. Esta publicación ya resulta
T3. Nuevos enfoques: la nueva museol�gfa
(')
clásica e indispensable para conocer sobre estos asuntos, por la importan-
cia de algunos textos y vio después la luz el año de 1980 siguiendo una
gran demanda entre los interesados en la edición bilingüe francés/inglés
Museograf'13
1'1. Investigación-Recol�ción
\ ·, de los Documents de Trauail sur la Museologie (DoTraM) o bien (MuWoP)
P2. C.. :u.alogación·O�umentación
PJ. Conscr,·ución-Re�1auraci6n
( ., es decir, Museologica! Working Papers, que incluye los puntos de vista de
(•J
P4. Exposición-Explicación Producción especialistas de Europa principalmente.
Las 12 ucclones
P:S. Educación·Oifu&ión
re. t:vnJuocíón·C"A">municación Los textos fueron redactados por personalidades del mundo de los
Práctica y Técnica • J::spucios museos, reconocidas en los medíos profesionales mundiales y vincu-
P7. Arquiu:c1ura·Estructums
(P) . Tecl6nic:is
• Elfctricas, Iluminación ladas muchas de ellas a instituciones académicas importantes y a presti-
Jnstaladones -Clima giadas Universidades como Bratislava y Brno en Ch ecosl ova quía; Le ices ter
• Sc¡uridad
PS. Umanisroo; Ub101L"ióu • E..<.0acios Utballos en Gran Bretaña; Tokio, Japón o Museos como el de Ottawa, Canadá;
P9. Tecnológicas • A udi ovísulees Gotteborg, Suecia, Dirección de Museos de Francia, etcétera.
Electrónicus • Mul&imedi:i
Otros • JnteractiV05 Corno segundo esfuerzo.JCOFOM continuó sus labores con una re-
copilación de textos y pensamientos sobre el importante tema de la
Admínístraci n «Interdisciplinariedad» y la publicación nueva abandonó su denomina-
R. I Humanos . f¡ · al
. Pro.fesioninas: perúlcs y Iormacién pro esion ción francesa para conservarla en inglés, MuWoP, en este caso No. 2, 1981 .
-Técaicos .
_ Personal de apoyo y lo¡isuca . .
Deseo volver atrás en el tiempo para anotar que la presencia de Lati-
Recursos - Personal de guarJianaje y servicios noamérica no había sido tomada en cuenta. Menciono sólo de paso a dos
(R) R.2 fi .. principales participantes, particularmente activos en congresos y reuniones
Financiamiento: asociacíones auto ínanctamíenro
Costos: mantenimiento, opernción internacionales, como el profesor Mario Vázquez de México y la doctora Grete
J>re�upuestos: anlilisis y control de costos
Nl. Nonoas
Mostny de Chile, presentes desde una importante reunión en 1972, en la
Normas y Procedimientos a) Seguridad: siniestros. tobo y vandalismo_: ciudad de Santiago. Allí se plantearon las bases principales para «una nueva
b) Conj(;rvación cieruífica y técnic.i. depósitos � salas;
(N)
museologta», s� buscaba algo acorde con la realidad de nuestros países
e} Pe�onal niveles varios: d) El público; .
e) Movimientos internos, préit.:imns )' comodesos. 1 rssludos ': económicamente dependientes, los llamados tercermundistas. Al inicio del
(T'ormuló F t. 'F. l texto de las resoluciones de la Mesa Redonda sobre el Desarrollo y el Papel de
Nota; los temas que se tocan en este articulo se marcan a la derecha con un asterlscu. los Museos en el Mundo Contemporáneo dice así: «Los cambios sociales,
20 Felipe Lacouture Fornelli
La museologia y la práctica del museo. Áreas de estudio 21

•:·

Algo sobre semiología


Y tocamos aquí, después de lo expuesto, un aspecto importante que esta la rea_l�dad de los gest�s, las imágenes y finalmente los objetos, con los que
ciencia interdisciplinaria puede aportar para el estudio del museo, como trabajamos y por med1� de los cuales el hombre sé acerca a su realidad, para
son sus vínculos con la cultura y sus repercusiones en el medio humano, comprenderla o apropiarse de ella significativamente.
psicológico y social. Para ubicar al lector ruego una vez más remitirse al Con Greimas nos apoyamos en la visión taxonómica, la de nuestro
Cuadro No.l T2.8, si lo desea. campo de «musealización», que como dijera Riviere es, «todo lo que el
Si nos valemos de ella como teoría general de los signos, puede ho�.b:e ha humanizado», sin señalar la frontera entre lo natural y lo
aportarnos múltiples interpretaciones del fenómeno museológíco. al artificial, Nos habla este semiólogo de lenguas naturales y del mundo
igual que el estudio de sus funciones dentro de la teoría de los signos. La nat�ral, '?mo grandes depósitos de signos donde se manifiestan múltiples
semiótica o semiología se propone también el inventario y descripción de semiologías. A los dos vastos conjuntos de significantes los llama maao­
los sistemas de los signos. El museo justamente maneja signos y sistemas semiáticoe, 18 que son los dos grandes campos de los procesos de creacíón
de signos, pero no lingüísticos sino metalingüísticos. Dentro de estos museográfica que observamos, particularmente a partir del siglo XIX.
últimos heredamos repertorios completos que manejarnos a diario con Todo lo anotado sobre este tema ha tenido por objeto llamar la atención
los objetos museográficos mismos, con que nos comunicamos. de los rnuseólogos sobre este importantísimo capítulo, esencia misma de
Analizo muy brevemente y en sucesión a los principales especialis- . ¡. nuestra profesión y manifestarme totalmente a favor de la continuación de es-
tas en materia de semiología, como son Sassure, Peírce, Morrís, Barthes tos estudios, no sól? en México sino en Latinoamérica entera. Hagamos en
y Greimas, destacando aquellos conceptos que más nos pueden interesar y estos moment�s el intento de encauzarnos por vías propias hacia algo más
que desembocan en las concepciones de la Nueva Museología. que en un destino rnuseístico, hacia el gran «supermercado que se ha· hecho
Saussure y Peirce consideran la necesidad de proyectar el estudio de del pl�etau,.para coincidir c_on Régis Debray desde Chiapas. Pero por esta
la semiología fuera de la lingüística misma, concibiéndola como una breve digressio excursus me disculpo ante mis lectores.
ciencia que estudia la producción, desarrollo y consecuencias de los �ec�miendo la visión de los símbolos a partir de conceptos corno
signos dentro de la vida, apoyándose en elementos psicológicos y socia- aprop1ac1�n.�e la realidad, consideración del intcrpretante y del contex-
les. Para el segundo, es «una teoría que trata de explicar la apropiación to, Y una �1s1on macr�semiótica integral, ya que hace falta pensar en una
significativa que el hombre hace de su realidad»." mu�eolog1a para Latinoamérica, con objetivos serios de trascendencia
Corno museólogo, me basta esta consideración para poner particular social y cargados de posibilidades de desarrollo.
interés en esta ciencia y sus vínculos con el museo, al recordar la propues-
ta de definición de museología anotada más arriba. La práctica: 12 acciones fundamentales
Morris es considerado reduccionista basándose en el Conductismo. No ob�ta�t� el sentido preterencta: que se da a la palabra museografía
Los signos afectan a la cond u eta actual y las posibilidades de ésta. De esta como smorumo de expos1c1on, me he referido al término en el sentido más
manera podernos des tacar par a n ues tr o interés las relaciones que estable- amplio vinculándolo a toda la práctica. Remito para ello al lector al Cua-
ce con el sujeto que utiliza los signos, por lo que se considera el suyo un dro N�. 1, Museografía, Y. al Cuadro No. 2, Nivel Operativo, para ubicar
enfoque «pragmátíco». Este autor toma en cuenta el signo, la significa- � acciones que he organizado, por vía didáctica, siendo conocidos en la
r Jel'�a estudiantil y de mis compañeros del oficio, como los binomios. Cada
ción, pero asimismo al inierpreiante al que agrega el contexto.17 ¿Hasta qué
punto los museógrafos se han interesado por su público? ._ acción co·nU�va uno o varios soportes disciplinarios científicos y en esto
Barthes desea hacer extensivo el campo de la semiótica a una trans- ·;· se ohse�va directamente una coordinación de interdisdplinariedad que es
lingüística, es decir cualquier sistema de signos que desea integra_r, como ._, Decesan� Y que s� ha c�nf u_�dido con el campo de la museología misma.
:· Atrás de la ínvestígación como primera actividad aplicada a la re-
"Elena Bsrístaín, Diccionario de Retórica y Poética, Porrúa, S.A., 4a. ed., México, 1994. COL . , f I
11 ldem. _: .· eccwn undamentalmente y a la labor del museo en general, estaría la
11
láem.
Felipe Lacouture Fornelli La museologia y la práctica del museo. Áreas de estudio 23
22

disciplina temática o las disciplinas correspondientes a la vocación del Louvre, que hoy ocupa la parte baja del pabellón de Flora entre el Sena v
museo. No obstante, esta investigación debería referirse asimísmo al las Tullerí�s y �ue el suscrito pudo visitar sólo algunos años después d�
estudio del medio, al receptor humano y social, lo que determinaría su reorganízacíón por Malreaux y con todo detalle gracias al apoyo del
idealmente el tipo de colección por integrar, o sea la tipología más con ve- INBA. Todo esto para hablar de la complejidad científica que forma
niente. Escasamente nos hemos preocupado de esto en nuestro país, ya que parte de lo que los europeos Ilaman la ciencia del objeto.
hay instituciones oficiales que han determinado sus temáticas obedecien- Concluyo este tema con la necesaria referencia a la teoría sobre los
do a sus intereses, como instituciones de difusión, preferencialmente el conceptos de restauración y conservación, impregnados aún, como es
natural, de eurocentrismo.
INAH, y de promoción, el INBA. No obstante, se integran colecciones
regionales, locales y de sitio, o por especialidades históricas y antropológi- Campo de investigación importante para el estudioso es la ubicación
cas, nacionales o locales. Pero poco se toma en cuenta al receptor humano crítica de los conceptos manejados por Brandi y Philippot, entre otros, así
y social en su receptividad y respuestas. como por la práctica de Taubert y de Corernans, dentro de los sistemas de
En cuanto al sentido de la investigación, es importante recordar qutc> pensar_niento_ europeos. Sin esperar a que esto suceda ya nuestro país
hoy día intervienen múltiples intereses privados en el campo de los mu- prod_u�o, un importante documento de orientación antropológica que
seos, que ya no sólo son los de las instituciones oficiales. Esto nos lleva a rnodificó el enfoque sobre Ios bienes culturales. Se trata de la Carta de
considerar algunos aspectos sobre la metodología en las Ciencias Sociales. México, del 12 de agosto de 1976, seguida después por otros documen-
Una disciplina de esta naturaleza no puede proclamarse universal sin tos.21 Baste el ejemplo de la humilde iglesia del siglo XVI que se destruía
manifestar las hipótesis y valoraciones propias en las que se sostiene. No e� Honduras,_ hace año�, an;e la feroz mirada del dominico español
cabe la supuesta neutralídad al respecto. Se ha señalado claramente la ejecutor, a quien le manifesté de manera violenta: ¿qué ha de apreciar
desorientación causada por la revolución neoliberal y, paralelamente, la ne- usted que sólo trae la catedral de Burgos en su cabeza?
cesidad del desarrollo de una sociología de compromiso Iatínoamericano." Disculpándome una vez más por la digresión anecdótica, continua-
De acuerdo con lo anterior, el método de investigación es autodeterminante, m�s con la prác:i�a (Cu�dro No.�) y lo que hay detrás. La exposición de
arbitrario y precede al método de exposición, el cual nos incumbe directa- obietos museográficos, mas conocida por el término museografía, involu-
·;- �; . cra una pr�blemáti�a _mayor que es producto de una conjugación de lo
mente, y se deriva esencialmente del primero. Ahora bien, cualquier ·i· ,,:

dependencia de un poder implica una predeterminación de propósitos y que l�amariamos la logica del espacio y la lógica del discurso. En un
de compromisos, más claramente observable en el aspecto económico. No estudio de los poco.s que se han hecho sobre comunicación, la autora
podemos «recibir» simplemente para una gestión en abstracto, sin inte- acl�ra: «la sobreposición de dos lógicas, la del espacio y la del discurso
grarnos lógicamente al poder señalado. Recordemos que se trata esencial- dana por resultado una mezcla, no se reducirían la una a la otra más bien
• "' 21 ,
mente de las relaciones de intercambio, especificidad del estudio científico s� mte�ranan». �reo que en estas palabras se sintetiza una situación que
que soporta a la llamada mercadotecnia. Hoy vivimos lo que he dado en �1gue s1en?o motivo de querellas sin fin. Sigue diciendo la autora: « ... la
llamar para los museos, «el gran traspaso», inevitable, pero dentro del cual, •ma��n mas como un dispositivo productor de signos al momento de la re-
si bien pqco podemos decidir, «cabe no obstante la réplica, dentro de :pc�on, que como �n proceso de_comunicacíón por medio de signos ... >,.
situaciones que no han de ser puramente gratuitas»." qu� de�t�camos tiempo, espacio y lectura manejados en forma por
La conservación y la restauración han desarrollado técnicas de una demas distinta en la comunicación rnuseográfica.
especialización inimaginable. Es notable en su organización científica y
complejidad técnica el Laboratorio de los museos de Francia corno el 21
. Salvador Diaz Berrío. C11n�nmción del Patrimonio Cultura/ en Mé:l:ico lNAH t d
Méiuco, 1990. · , , a. f! .,
José Antonio Alonso, Mrtodología, Limusa, 1 la. ed., México, 1996.
19 21
Alberto Hijar, Plátic:os de ar.tualizadón rttustográfica, Coordinación de fl. Lacouture,
10 titulo A na LT 1 �a G arna
· Moreno, La ,·.xpo!;icién como ,n,1di" de. comunimción, tesis para obtener et
de Licenciado en Comunicación, UIA, México, 1990.
Museo Nacional de Arte, JNBA, México, 1991.
24 Felipe Lacouture Fomelli r..a museologia y la práctica del museo. Áreas de estudio 25

El análisis de la exposición y su producción ha sido objeto de parti- .-:.., No obstante, la línea puramente estética-escenográfica, como obra
cular consideración a través de mi peso por museos del INAH y del .·•·
personal en el espacio, al arbitrio de su creador, continuaría durante
INBA23 al afrontar los problemas planteados por la ínterdisciplinariedad. muchos años como característica del INBA, a manera de constante en
Pero ni el desglose pormenorizado de tiempos e intervenciones profesio- sus museógrafos, los que en múltiples casos llegaban a verdaderos nive-
nales, sean individuales o conjugadas, ha podido eliminar divergencias les artísticos de interés particular, como en el caso de Fernando Gam-
que siempre se presentan. boa. Podemos considerar la culminación de esta corriente quizá con la
El problema de la exposición nos lleva directamente al de la comu- instalación del Museo Tamayo en Oaxaca, el afio de 1974. En éste, poco
nicación y el lenguaje. Vale la pena, antes de continuar, exponer algunas importa el contexto arqueológico ante la proyección de Tamayo en la
ideas teóricas que no van más allá de esto, desarrolladas a partir de colección y en el espacio, manejados por el museógrafo mencionado.
observaciones en el proceso formativo, de lo que hemos dado en llamar La orientación no pudo ser adoptada por el INAH, debido al discurso
escuela mexicana de museografía, aún por definir a través de La observa-
. tan riguroso de la arqueología, la etnografía y la historia. El INBA evolu-
ción precisa y mayormente sistemática de lo producido hasta hoy, es
decir, en la última etapa anotada por Tsuruta.
¡.
'i
cionó paulatinamente a partir de la intervención de los historiadores del
arte como profesionales sistemáticos, los cuales comenzaron su importante
En el año de 1934, con motivo de la inauguración del Palacio de trayectoria en la institución a partir de Los años 1973-1975. Casi todas son
Bellas Artes, Julio Prieto y Julio Castellanos, escenógrafo destacadísimo mujeres egresadas de la Universidad Iberoamericana.
el primero y artista plástico el segundo, también dedicado al teatro, En cuanto al JNAH, la corriente integradora tuvo su más alta mani-
instalaron la primera exposición de Arte Mexicano." Por primera vez, se festación en las instalaciones museográfícas del ario 1964, con la instalación del
imprimió un sello escenográfico a la museografía y otros seguidores, Museo Nacional de Antropología. Es quizá en este momento cuando se logra
como Fernando Gamboa, a su regreso de Europa en 1940, continuaron el primer conjunto de gran importancia, sorprendiendo al mundo de los
este camino varios años más tarde. Estos profesionales formados en tomo museos. Espacio escénico y discurso científico se han unido finalmente en lo
a las artes plásticas y al teatro se integraron al INBA y se hicieron que podemos identificar como museografía mexicana.
presentes por primera vez en el mundo de los museos de ciencias hu- La escuela de museografía italiana, que se desarrolló a partir de la fuerte
manas. En 1948 se planteó la necesidad de reacondicíonar el viejo Musco personalidad de Carlo Searpa, sólo fue posible después de los años de guerra,
Nacional de la calle de Moneda, para adaptarlo nuevamente, una vez que con su primer momento culminan te en el Castelvecchio de Verona, real izado
las colecciones históricas habían sido transportadas a Chapultepec y entre los años 1951-1960 por el arquitecto y museógrafo mencionado. Cabe
otras nuevas de antropología se habían integrado. anotar queScarpa fue un creador de espacios particularmente estéticos y valiosos
El director del Museo de Antropología en esos años de 1947-1948, el en sí mismos, pero como obra artística personal, es decir, corresponde a lo
doctor Daniel Rubín de la Borbolla, llamó a Miguel Covarrubias para que inicialmente desarrollado en México, con 30 años de anterioridad.
lo auxiliara como artista en la presentación de las colecciones, las cuales Otra de las soluciones que se han dado al problema de la com unicación
por imposicíón del rigor lógico del discurso, no eran gustadas ni asimi- mediante la ex posición museográfica, es la instalación del Museo de Artes y
ladas por el público.25 El concepto fundamental de la integración necesa- Tradiciones Populares de París, hecho por Ríviere, que además de usar el
ria de las dos lógicas había nacido en la cabeza crea ti va de ese excepcional sistema de la reproducción fiel del contexto original para el objeto, estable-
director de museos. :; · ció dos formas de discurso en el espacio, destinadas a dos tipos de públicos:
21 lker Larrauri, «Descrípcíón de un proyecto museograñco-, en Diplomado en Museos. · el general, para un nivel de estudios secundarios, y el especializado para un
Anti,logf.z, INAH, México, 1994. '.· visitante científico. Riviere abordó aquí un aspecto del gran problema de la
2
• Felipe Lacouture Fornelli, et al., Historia de los museos de la Secretaria de. Edurnción Pública,
INAH, México, 1980. COtnunicación en el museo a partir de la variedad posible de mensajes que
25
Testimonio de la señora de Rubín de la Borbolla en plática sostenida con Felipe ; .inciden en la pluralidad de un público indiscriminado y múltiple.
Lacouture, febrero de 1996.
26 Felipe Lacouture Fornelli La museologia y la práctica del museo. Áreas de estudio 27

Hemos pasado paulatinamente, dentro de esta visión de la práctica, del pensamientos fundamentales que han orientado la práctica. Finalmente
tema de la exposición al tema mismo de la comunicación .. Ahora bien, si haré una referencia a los documentos, en forma somera, ante la imposi-
consideramos la sucesión anotada en el Cuadro No. 2, nos tocaría hablar bilidad de reproducirlos íntegramente en esta ocasión.
estrictamente de educación y difusíón. No obstante ante la imposibilidad de Sin precisarlo, podemos ligar algunas orientaciones de la Nueva
abordar la totalidad de temas, los soslayo aunque sean de vital importancia. Museología con el surgimiento de los Museos al Aíre Libre, en el norte de
Siguiendo esquemas de los comunícólogos, el museo, debería conce- Europa en el siglo XIX, que implicaron la inicial «desarquitecturizacíón» del
bj rse como un verdadero centro de comunicación mediante colecciones y concepto museo y paralelamente la animación de los mismos espacios verná-
objetos, que dialoga con el público para conocer sus opiniones y re· culos con actividades de carácter étnico. El nacionalsocialismo en Alemania,
ceptividad, su asimilación al mensaje de la institución. Ante esta imposi- hacia 1940, pretendió rescatar las raíces del pueblo germánico mediante eJ
bílidad, en las grandes unidades rnuseográficas se han desarrollado impulso de los Heimaimuseen o museos de la pequeña patria, siguiendo la idea
técnicas con base en la investigación del público para modificar las primeramente anotada. Al prescindir del edificio tradicional se transcendía de
conductas y procedimientos de los profesionales, dentro de una especie alguna manera la tradición del museo-colección encerrado en arquitectura.
de diálogo constante. Ya en los parques naturales, nacidos con la idea de conservación y
El museo dialogal por este procedimiento y otros más directos, se ha preservación ecológtca, se incluía en principio la posibilidad de su visita
impuesto como necesario, pues sólo el conocimiento del público, la acción pardal y con ello se abordaba un principio museológico, confrontando al
participativa y lo que ahora se califica de interactivo, será lo que mantenga visitante con la variedad del medio natural.
viva y operante a la institución en el futuro. Hasta ahora los mensajes Desarquitecturización, espacialidad territorial en su lugar y la idea de
museográficos quedan en eso mismo, en mensajes sin respuesta dialogal. presentar el patrimonio noen forma de colección, sino en el sitio, se había da-
Como consecuencia caemos en el terreno de la lingüística. Propongo do en las dos alternativas.
a los especialistas, por ejemplo, realizar un análisis comparativo con la · Hugues de Varine, secretario general del ICOM, hacia 1971, se preocupó
esquematizacíón de las funciones de la lengua, de [akobson, de acuerdo por los conceptos de cultura en los museos de Europa y del mundo depend lente.
con la función emotiva (hablante) y conativa (oyente), mediante las otras Asimismo le interesó abordar lafalta de comunicacién en estas instituciones y,
funciones como la referencial o de contexto, la poética o del mensaje, la co� promotor de.la IX Conferencia ?el organismo mencionado, propició que
fática o de contacto insistente y la metalingüística o relativa al código. Más los discursos magistrales de la conferencia recayeran en el ya mencionado
que los museólogos o los rnuseógrafos que solamente se han interesado por doctor Duncan Cameron, director del Museo de Brooklyn y del doctor
perfeccionar sus técnicas para la práctica, o que hasta la fecha se han preo- StánislasAdotevy, de Dahomey, quienes se refirieron al tema de la comunica-
cupado por definir el concepto de museologfa, son los lingüistas de quie- ción y al concepto de cultura, respectivamente, impresionando a un auditorio
nes podemos esperar un fuerte apoyo para plantear estos importantes tradicionaliBta, constituido por múltiples directores de museos, muchos de
problemas y darles una respuesta. ellos miembros de las antiguas aristocracias europeas.
En reunión memorable, en aquella ocasión en La que participó el
La nueva museología compañero Mario Vázquez, de México, de Varine acuñó el término
Este movimiento se ha llevado a cabo más en la práctica que con pensa- -ecomuseo», manifestando las ideas precedentes de museóJogos principal-
mientos teóricos, aunque se han producido buen número de documentos, mente franceses, señalando que si bien un museo tradicional en dcfí-níclón
dentro de los cuales México y Latinoamérica en general han hecho apor- no científica es un edificio, una colección y un público, cabía la posibilidad
taciones de gran importancia. de ampliarla a un territorio, un patrimonio y una comunidad participativa.
Para organizar tan amplio tema en tan poco espacio me permitiré Esta concepción contribuyó a abordar los problemas anteriormente
inicialmente hacer una exposición de lo sucedido en el tiempo y de las sefialados, derivándose múltiples posibilidades y facilidades para el
acciones llevadas a cabo. Luego, continuaré con una exposición de los logro de propósitos que adelante se anotan.
28 Felipe Lacouture Fornelli La mueeologia y la práctica del museo. Áreas de estudio 29

No obstante el ecomuseo {del griego oikos, hábitat, y museo) había �· Abordar el problema de la contextualización, no únicamente por
sido concebido para el espacio vital, se adaptaba primordialmente al c�eshones de des��icación de! objeto, de sus espacios originales O me-
medio rural o rural-urbano de preferencia. También tendrían que darse diante la presentación referencial como solución a lo mismo, sino como la
nuevas concepciones como el Museo Comunitario adaptable a los espacios honesta co.rrespondencia del discurso científico integrándolo al discurso
urbanos que tanto lo necesitan, en acelerado proceso de desarrollo con otra de] esp_a�10 a que nos h�mos referido, en un lenguaje realmente
dinámica social. museologrco y no personahzado, acorde con un sentido comunitario no
Otros ensayos de Nueva Museología que han trascendido los siste- individualista. 27
mas tradicionales de la práctica se han dado en el programa de Museos Podemos concluir señalando algunos documentos sobre Nueva
Escolares iniciado por el IN AH en 1976, desgraciadamente desaparecido, Museología con algunos comentarios breves.
y algunas otras modalidades participativas en las instituciones de ense-
ñanza y creación del arte en el INBA.
Las posibilidades de desarrollo de nuevas formas del museo son Documentos internacionales:
muchas, pero para concluir sólo me referiré a los puntos principales sobre 1 ª Mesa Redonda sobre el Desarrollo y el Papel de los Museos en el Mundo
los conceptos de la Nueva Museología. �ontemporáneo, �antiago de Chile, 1972. Conyocada por UNESCO-ICOM,
l. Trascender al concepto institucional «museo» a partir de la consi- siendo secretario del segundo organismo Hugues de Varine y coordina-
deración de la museología en su especificidad. Dar soluciones ya urgen- dor de la mesa, el profesor Mario Vázquez. · ·
tes para otrascircunstancias como el desarrollo urbano acelerado, similares Con un enfoque eminentemente social, se refiere a los llamados
a las que propone el «ecornuseo». países subdesarrollados o dependientes, a la necesidad de una visión in-
2. Continuar una museografía aspirando a cubrir en visión integra- teg�a�?ra, el museo integral, a la necesidad de otras formas como las
dora la· realidad naturaleza-hombre (museo integral) o sea el mundo , ; exhib_iciones esc�lares �echas por los alumnos utilizando su propio patri-
natural y las lenguas naturales o macrosemióticas. mo�o. Recomienda integrar el medio rural y el medio urbano en un desarro-
3. Superar estructuras tradicionales con fuertes problemas de comu­ llo Integral ecológico, como ahora lo plantea el llamado Desarrollo
nicación por su actitud no dialogal o por su dimensión excesiva, es decir, Sustentable, a partir de la Cumbre de la Tierra, de Río de Janeiro en 1992
aprovechar el conocimiento científico del público como elemento esen- pero 20 años antes. '
cial del fenómeno museológico. a la vez que se le involucra partici- 2� Declaración. de Quebec. Resultado de los trabajos y debates del
pativamcnte en la gestión integral. o�ganismo denominado Movimie.nto por una Nueva Museología. Fue coor-
4. Que las comunidades manejen y hagan valer su propia cultura en �nador el señor Pierre Mayrand del Canadá, entonces presidente de
actitud de democracia cultural y no sólo de democratización de la cultura. dicho organismo, quien sustentó muchos de los puntos anotados arriba
Ligado a esto, buscar el «acercamiento a la realidad», mediante la «apro- 3º Declaratoria del Oaxtepec de 1984. Documento elaborado com�
piación significativa» de la misma, pero en forma comunitaria o por la resultado de las mesas redondas sobre Territorio, Patrimonio-Comuni-
sociedad civil. dad, organiza�a.s por la �ecretaría de DesarrolJo Urbano y Ecología
5. Ejercer el poder democrático de las comunidades en el uso del propio . (SEDUE) de México. Coordinado por José Luis Lorenzo, Fernando Cama-
patrimonio, paralelamente a otros poderes y sus acciones, como el Estado '; . ra Y_Felipe La.couture, participantes de Francia, Canadá (Quebec), Brasil,
y los grupos privados de poder.26 , Peru, Argentina e ICOM Internacional.
d Considera los temas: Patrimonio-Comunidad y Territorio-Comuni-
26 Felipe Lacouture Fornelli, «Museo, política y desarrollo en visión retrospectiva y
ad. En ella se adopta el concepto «acto pedagógico para el ecodesarrollo»
presente: México y América Latina", en Diplomado en Museos. Antología. México, INAH 1994.
Conferencia sustentada ante la organización Movimiento para una Nueva Museologla en ;. -�o. 27 La co�densación de ideas,�� orden de presentación y el contenido parti<.'Ular del unto
Molinos, Teruel, España, 1987. .· 6, son estrictamente responsabtltdad de Felipe Lacouture F. p
30 Felipe Lacouture Fornelli

para nuestro medio latinoamericano, entendiéndose con ello al desarro-


llo integral hombre-naturaleza como finalidad del ecomuseo y no única-
mente como elemento de identidad a la europea.

Documentos nacionales
1 º Política de Museos del INAH. Dirección de Museos, 1976 y Política
de Museos, también del INAH, 1995-2000.
En ambos documentos sus autores, arquitecto Jker Larrauri y profe-
sor Miguel Angel Fernández, plantean visiones novedosas a propósito
del desarrollo de nuestra museografía en el territorio nacional. Iniciación
importante de los museos escolares en el primer documento, aunque
hayan decaído.
2° Fortaleciendo lo propio. Ideas para la creaci6n de un museo comunitario.
Programa de Museos Comunitarios y Ecomuseos {INAH-CNCA-DGCP).
Exposición de características, objetivos y manera de crear un Musco
Comunitario. Incluye bellas e interesantes opiniones de participantes
campesinos. Documento elaborado por Cuauhtémoc Camarena y Teresa
Morales Lersch, en 1995.

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