Fallo CCCF - Goldfarb
Fallo CCCF - Goldfarb
Fallo CCCF - Goldfarb
Sumarios:
1. Es nulo el auto de procesamiento por el delito de lavado de dinero según art. 278, inc. 1° del Cód. Penal, en grado de
tentativa, al carecer la hipótesis investigativa de logicidad, si no se verifica la transformación de bienes o dinero que luego se
hayan vuelto a introducir en al sistema económico y financiero del Estado con una apariencia lícita a favor de su poseedor, lo
que no ocurre cuando los bienes de origen supuestamente delictual -en el caso, depósitos ingresados a un banco liquidado-
integran un contrato de fideicomiso cuyo objetivo consistiría en reintegrarlos, en parte y aun bajo una causa ficticia, a los
presuntos desapoderados por el delito antecedente.
© Thomson La Ley
abogado defensor de Dante Alfredo Taddei; el Dr. C. B. a fs. 122/130, abogado defensor de Roberto Jaime
Goldfarb; el Dr. M. C. D. a fs. 131/142, querellante en las presentes actuaciones y los Dres. J. J. A. y C. F. B. a
fs. 143/148, abogados defensores de Natalio Hupert.
Corrida vista a las partes sobre el planteo de nulidad articulado por el Fiscal General, se pronunciaron por su
rechazo el Dr. R. P. G. a fs. 188/189; el Dr. C. A. B. a fs. 190/192; la Dra. C. F. B. a fs. 193/194; mientras que a
fs. 195/197 el Dr. M. C. D., querellante en autos solicitó se haga lugar a tal petición.
II. Sentado ello, el Tribunal adelanta que la hipótesis de lavado de activos de origen delictivo esgrimida por
el Sr. Juez instructor en la resolución en crisis -en la que encuadra los hechos que considera probados en la
causa-, se encuentra sostenida, en realidad, en una fundamentación meramente aparente. Es que no se observa
plausible de acuerdo al desarrollo de tales hechos, que con la suscripción del contrato de fideicomiso Greypark
se hubiera intentado lavar, blanquear o reciclar bienes provenientes de un delito -en este caso fondos dinerarios
producto de los depósitos que habrían efectuado los ahorristas en la mesa de dinero que funcionó en la órbita del
Banco Mayo, bajo la modalidad del Mayflower International Bank- del modo o con las características exigidas
por el artículo 278 del Código Penal -según ley 25.246-.
Antes de comenzar con el examen de tal cuestión, se considera conducente, para conocer acabadamente el
hecho investigado, señalar que el paquete de acciones transferidas al fideicomiso Greypark representaba el 25%
del capital de la firma Newside S.A. y provenía de tres operaciones distintas:
1) Un paquete de quinientas cuarenta acciones (540) propiedad de Salomón Cheb Terrab, que éste vendió el
9/9/99 a Jackson Corporation S.A., quien a su vez las vendió el 11/6/01 a Nasswen Corp. S.A., quien el 2/10/01
las vendió a la fiduciante "The Altona", para que el mismo día ésta las transfiriera a la fiduciaria "Greypark
International Corporation".
2) El paquete de doscientas cincuenta y ocho acciones (258) propiedad de Lacombe Trading Corporation,
que fueron vendidas por ésta el 5/4/99 a Lurcity International Corporation, quien a su vez las vendió a la
fiduciante el 2/10/01 para que el mismo día, ésta las transfiriera a la fiduciaria "Greypark".
3) Setecientas veinte acciones (720) propiedad de Lacombe Trading Corporation; que siguieron el mismo
camino que las recién nombradas.
Cabe aquí señalar que las transferencias accionarias referidas, no se encontraban registradas en los libros de
la firma Newside S.A.
III- Efectuada tal reseña, cabe expresar -en la dirección que adelantaran los suscriptos precedentemente- que
de la prueba obrante en el expediente surge que el destino que se daría a los bienes que se afectaban al contrato
de fideicomiso en estudio era una restitución parcial de los depósitos que habrían efectuado quienes resultaron
perjudicados por la mesa de dinero del Banco Mayo (ver declaraciones obrantes a fs. 37/39, 327/328,
1679/1681, 1682/1685, 1694/1699, 1700/1703, 1876/1892, 1893/1901, 1905/1911 de los autos principales y
contrato secuestrado, junto con sus respectivos anexos).
A partir de tal extremo, la hipótesis investigativa sustentada por el Sr. Juez de grado carece de logicidad,
dado que a ella se arriba mediante una construcción artificiosa y una interpretación del tipo penal sostenida en
una fundamentación sólo aparente. Es que si se admite que ese era el fin perseguido con el instrumento aludido,
no es posible sostener aquí la idea de lavado de dinero proveniente de un delito, ingresándolo al circuito legal,
puesto que el objetivo de este contrato consistiría en reintegrar ese dinero -en parte y aún bajo una causa ficticia-
a los presuntos desapoderados por el delito antecedente.
Es que resulta oportuno recordar que las conductas descriptas en el artículo 278, inc. 1. a) tienen por
finalidad que el dinero o los bienes que provienen de un delito o los subrogantes adquieran la apariencia de ser
de origen lícito. Consecuentemente, se trata de negocios que tienden a encubrir u ocultar el origen delictivo de
los mismos, de forma tal que se incorporen al circuito financiero como si fueran lícitos (Donna, Edgardo
Alberto, Derecho Penal, Parte Especial, Tomo III, Ed. Rubinzal-Culzoni, año 2000, página 540).
De la cita efectuada, se colige que se trata de un blanqueo de bienes o de dinero que provengan de un delito,
por lo tanto el tipo objetivo de la figura consiste en transformarlos dándole una apariencia lícita,
independientemente de cual fuere el método utilizado al efecto (mismo autor y obra citada, página 539).
Además, cabe agregar que, "El lavado de dinero es generalmente definido como aquella actividad que toma
bienes, cuyo origen es delictual, y los integra al sistema económico tratando de otorgarles apariencia legal", "Es
un delito de alteración patrimonial en el cual el sujeto no quiere ganar dinero ...lo que quiere es lavar dinero..."
(Teresa Gómez, Doctrina Jurisprudencial, "Delito de lavado de dinero. Su legislación", PET Jurisprudencia
29/8/01).
Pero no puede obviarse que subyase en todo ello, la idea de que el provecho del delito antecedente se
aplique en interés propio del poseedor del dinero, extremo en el que no encuadra su restitución a quienes habrían
sido desapoderados por aquel delito.
De este modo es ilógico sostener en el caso que estemos en presencia de un proceso de transformación de
bienes o de dinero que exige el delito de lavado de activos, volviéndolos a introducir al sistema económico y
financiero del Estado, dándoles una apariencia lícita en favor de sus poseedores. Ello, sin perjuicio de que la
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operatoria instrumentada pudiera llegar a constituir otra figura legal.
Tampoco resiste análisis el argumento de que así se lavaría el dinero remanente, esto es, aquel que se habría
apoderado y que no se restituye por el fideicomiso. Ello pues, más allá de que este último pudiera constituir un
acuerdo de retribución parcial con quienes habrían sido desapoderados, de ningún modo conllevaría el ingreso
del remanente al sistema bajo una apariencia lícita.
Todo lo precedentemente expuesto, lleva al Tribunal a sostener que el decisorio apelado sólo contiene
fundamentaciones aparentes, por lo que habrá de declararse su nulidad en punto a los procesamientos dictados y
consecuentemente se dejarán sin efecto los embargos e interdicciones para salir del país mantenidos con relación
a José Antonio Iglesias, Juan Saúl Jinkus y Marcos Schagas en el punto dispositivo V, debiendo estarse en este
último aspecto a lo resuelto a fs. 1492/1497 de los autos principales, sin perjuicio de advertir que el fundamento
de las interdicciones dispuestas en las citadas fojas obedeció únicamente a la relación de los imputados con el
posible delito de asociación ilícita (arts. 123, 166, 168, párrafo segundo y 308 del Código Procesal Penal de la
Nación).
IV. Idéntico temperamento se adoptará, en lo que se refiere a la falta de mérito dispuesta respecto de
Roberto Jaime Goldfarb, Natalio Hupert, Dante Alfredo Taddei y Fernando Javier Abascal -punto dispositivo III
del decisorio impugnado-, ya que la valoración efectuada por el Sr. Juez de grado para arribar a tal conclusión
fue realizada en el marco de la hipótesis delictiva que aquí se ha considerado carente de fundamentos, por lo
que, en base a las consideraciones precedentemente vertidas, corresponderá también declarar su nulidad, sin
perjuicio de la evaluación que deba hacerse de sus conductas en base a una diversa adecuación típica.
Por ende, la declaración de invalidez se extiende sobre lo resuelto en el punto dispositivo VI de la resolución
recurrida, en cuanto deja sin efecto los embargos oportunamente dispuestos con relación a los nombrados,
correspondiendo aquí también estar a lo ordenado a fs. 1492/1497 del expediente principal (arts. 166, 168,
párrafo segundo y 308 del Código Procesal Penal de la Nación).
V. Sobre otra cuestión, en lo atinente al sobreseimiento parcial dictado en la causa respecto de todos los
imputados en orden al delito de asociación ilícita -punto dispositivo IV del pronunciamiento recurrido-, cabe
indicar que la escueta apreciación ensayada por el magistrado de grado al respecto, mediante la cual señala que
"...no se cuenta con ningún mínimo elemento que tienda a sostener la posible pertenencia de los nombrados a
una organización estable y permanente de tres o más personas dedicada a cometer delitos, sino en todo caso, sus
respectivos conciertos con otros para ejecutar un determinado hecho delictivo, que es por el cual recae este
pronunciamiento", sin hacer al menos una mera referencia a aquellas constancias del expediente que
oportunamente generaron en el instructor el estado de sospecha propio de la convocatoria a indagatoria, y a
aquellas que lo convencen del actual pronunciamiento liberatorio definitivo, no resulta ser una razonada
apreciación de las constancias de la causa; por lo que habrá de declararse su nulidad (art. 123 del Código
Procesal Penal de la Nación).
Por otro lado, como consecuencia de las nulidades mencionadas, corresponderá dejar sin efecto lo resuelto
por el Sr. Juez a quo en el punto dispositivo VI de la decisión recurrida -en cuanto deja sin efecto las
interdicciones cautelares para salir del país oportunamente dispuestas-, debiendo estarse sobre este aspecto a lo
resuelto a fs. 1492/1497 de los autos principales.
Por todo lo expuesto, el tribunal resuelve: I) Declarar la nulidad de los puntos dispositivos I y II de la
resolución que en fotocopias luce a fs. 1137 de este legajo, en cuanto dispone el procesamiento sin prisión
preventiva de José Antonio Iglesias, Juan Saúl Jinkus y Marcos Schagas por considerar a los dos primeros
"prima-facie" co-autores del delito de lavado de dinero en grado de tentativa, mientras que al restante partícipe
necesario del mismo ilícito (artículos 123, 166, 168 párrafo segundo y 308 del Código Procesal Penal de la
Nación). II) Declarar la nulidad del punto dispositivo III del decisorio impugnado, en cuanto decreta la falta de
mérito de Roberto Jaime Goldfarb, Natalio Hupert, Dante Alfredo Taddei y Fernando Javier Abascal (artículos
123, 166 y 168 párrafo segundo del Código Procesal Penal de la Nación). III) Declarar la nulidad del punto
dispositivo IV del pronunciamiento dictado, en cuanto sobresee parcialmente en la causa respecto de José
Antonio Iglesias, Juan Saúl Jinkus, Marcos Schagas, Roberto Jaime Goldfarb, Natalio Hupert, Dante Alfredo
Taddei y Fernando Javier Abascal en orden al delito previsto en el artículo 210 del Código Penal (artículos 123,
166 y 168 párrafo segundo del Código Procesal Penal de la Nación). IV) Como consecuencia de ello dejar sin
efecto los puntos dispositivos V y VI de la resolución en crisis en todo cuanto deciden, debiendo estarse en
relación a las cuestiones allí decididas a lo resuelto a fs. 1492/1497 de los autos principales.
Regístrese, hágase saber al Sr. Fiscal General y devuélvase el presente legajo al Juzgado de origen, donde
deberán ser practicadas las restantes notificaciones que correspondan. - Horacio R. Cattani. - Martín Irurzun. -
Eduardo Luraschi.
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