Código Nacional de Policía y Convivencia"
Código Nacional de Policía y Convivencia"
DEMANDA DE INCONSTITUCIONALIDAD-Competencia de la
Corte Constitucional
CONCEPTO DE VIOLACION EN DEMANDA DE
INCONSTITUCIONALIDAD-Razones claras, ciertas, específicas,
pertinentes y suficientes
PRINCIPIO PRO ACTIONE EN DEMANDA DE
INCONSTITUCIONALIDAD-Aplicación
LIBERTAD DE CONFIGURACION DEL LEGISLADOR EN
MATERIA PROCESAL-Límites
LIBERTAD DE CONFIGURACION LEGISLATIVA EN
PROCEDIMIENTO JUDICIAL-Alcance
PRINCIPIO DE COLABORACION ARMONICA ENTRE
RAMAS DEL PODER PUBLICO-Alcance
PRINCIPIO DE SEPARACION DE PODERES-Contenido y alcance
PRINCIPIO DE SEPARACION DE PODERES-Aplicación
ADMINISTRACION DE JUSTICIA-Función pública
AUTONOMIA E INDEPENDENCIA JUDICIAL-Expresión de la
separación de poderes/JUEZ-Autonomía e independencia judicial
DEMANDA DE INCONSTITUCIONALIDAD-Interpretación
razonable de disposición legal acusada
JUICIO DE CONSTITUCIONALIDAD-Alcance
Magistrado Ponente:
ALEJANDRO LINARES CANTILLO
SENTENCIA
I. ANTECEDENTES
2
dispuso mediante Auto 388 del treinta (30) de mayo de 2018, levantar la
suspensión de términos, y se ordenó a la Secretaría General de esta
corporación notificar dicha decisión.
A. NORMA DEMANDADA
3
f) Restablecimiento del derecho de servidumbre y reparación de
daños materiales;
g) Remoción de bienes, en las infracciones urbanísticas;
h) Multas;
i) Suspensión definitiva de actividad.
B. LA DEMANDA
1
En el escrito inicial de la demanda, solicita de manera subsidiaria la declaratoria de “una EXEQUIBILIDAD
CONDICIONADA, en el entendido que la restricción que existe en la comisión judicial enviadas (sic) a los
Inspectores son las entendidas en lo que tengas (sic) que ver con las funciones jurisdiccionales y no
administrativas”. (Resaltado original)
4
11. Afirma que, para lograr este cometido, los artículos 10.8 y 206 del Código
Nacional de Policía y Convivencia (CNPC) establecen el deber que tienen las
autoridades de policía de colaborar con las judiciales en la prestación del
servicio de justicia. Indica que, en el mismo sentido, el artículo 38 del Código
General de Proceso (CGP) habilita a los jueces de la República a comisionar a
las autoridades de policía.
13. El actor afirma que “el debate constitucional estriba en que esas
actuaciones que son propias de jurisdiccionales (sic), hace (sic) caer en error
al operador jurídico, ya que bien una orden dada por un juez para
comisionar en un inspector de policía sea el que fuera (sic) va entendida
como prohibición a su práctica”. Cita un “fallo” (sic) del 6 de septiembre de
2017 de la Sala de Consulta y Servicio Civil del Consejo de Estado, en el que
se plantea una “interpretación [que] no permitirá que se comisionara (sic) a
los inspectores ni siquiera para las diligencias de entrega de bienes y
secuestro, es allí (sic) el quid del asunto”.
14. Sin embargo, considera que “el parágrafo del artículo 206 de la Ley 1801
de 2016 cuando aclara que los Inspectores de Policía no ejercerán funciones
ni realizarán diligencias jurisdiccionales por comisión de los jueces, de
acuerdo con las normas especiales sobre la materia, se refiere por ejemplo a
la práctica de pruebas que es un acto propio de los jueces y no de las
instancias policivas”. Al respecto, cita la sentencia C-733 de 2000 de esta
Corte.
16. De esta manera, señala que entre el Código General del Proceso y el
Código Nacional de Policía y Convivencia se presenta una “aparente
antinomia legal (…) [porque] una ley ordena y la otra restringe y que su
interpretación en abstracto termina siendo vacua, vacía y no contradictoria”.
Así mismo, asevera que, “ya que no se trata de suplantar funciones
5
jurisdiccionales sino de cumplir órdenes judiciales que bien no se están
realizando, debido a que la norma de referencia lo impide”.
17. Sostiene que “existe un conflicto normativo que debe ser resuelto a partir
de una interpretación constitucional integral, teleológica de la norma, ya que
resulta que la norma demandada afecta un funcionamiento constitucional
como se ha dicho y es el acceso y funcionamiento de la administración de
justicia. No es mero capricho, sino una realidad que se está presentando
debido a la no materialización de las providencias judiciales (como orden) en
razón de que este parágrafo de la norma comentada no permite realizar
diligencias jurisdiccionales en comisión en los entes territoriales a través de
los inspectores de policía”.
18. “En síntesis, las actividades que ejecutan los Inspectores de Policía en
desarrollo de un despacho comisorio no corresponden a actuaciones
jurisdiccionales sino a actuaciones meramente administrativas y a estos les
corresponde la colaboración armónica en la prestación del servicio de
justicia no solo en lo predicho en la ley, sino también la Constitución,
artículos 95.7 y 229, no hacerlo estaría violando el derecho fundamental al
acceso a la administración de justicia, desde el punto de vista de su
materialización. Entonces, está claro que el Inspector de Policía no ejerce
funciones jurisdiccionales, ya que la potestad solo se la puede otorgar la Ley,
artículo 116 Constitución Nacional (sic) pero no pasa lo mismo con su
ejecución que es administrativa su función. El juez al comisionar a un
Inspector no le delega función jurisdiccional, se reitera, porque, ello es del
resorte exclusivo del legislador, porque iría en contravía del artículo 116
constitucional, pero las diligencias de carácter administrativo no están
prohibidas. Son de carácter judicial indiscutiblemente, las que, practicando
pruebas y resuelven oposiciones y no está permitido en la citada norma por
revisar”.
C. INTERVENCIONES
6
Ley 1564 de 2012 –Código General del Proceso-. Anota que el propio
Consejo Superior de la Judicatura había hecho alusión a esa posibilidad en una
Circular del 9 de marzo de 20174.
7
las medidas no han sido suficientes; estos cuatro juzgados recibieron 2.400
provenientes de las Alcaldías Locales de Suba, Kennedy, Chapinero y
Fontibón.
22. En suma, señala dicho órgano que el parágrafo 1° del artículo 206 de la
Ley 1801 de 2016 ha afectado gravemente el acceso a la administración de
justicia, no solo en lo concerniente a la materialización de las providencias,
sino que también se ha convertido en un instrumento dilatorio de las
decisiones judiciales, ya que los jueces han tenido que dedicarse a ejecutar sus
propias decisiones.
25. Cali: desde la vigencia del nuevo Código de Policía, se han ordenado
3.500 despachos comisorios, y están pendientes de tramitar 3.000. En Cartago
se han ordenado 124 comisiones, y de esas están pendientes 118; en Sevilla de
25, se han tramitado 21; en Buga, de 184, 75 están pendientes de realización;
y en Buenaventura de 12, se han cumplido 10.
8
28. Tunja: se presentan retrasos en las diligencias, pues los inspectores
devolvieron los despachos comisorios a los jueces, lo que ha ocasionado un
retraso aproximado de ocho meses. Luego de la expedición de la citada
circular PCSJC18-6 de 2018, se concertó que los inspectores realizarían las
diligencias sin resolver lo concerniente a oposiciones y solicitudes de
allanamiento, y que los despachos comisorios represados en la alcaldía serían
remitidos a los inspectores. “Lo anterior, para dar cumplimiento a los
lineamientos de la sentencia de tutela proferida por la Corte Suprema de
Justicia”.
31. Villavicencio: hay congestión y retraso en los procesos porque los jueces
han debido asumir directamente las diligencias.
9
STC22050-2017, la alcaldía expidió un decreto en el que se hace “una
delegación de funciones a los inspectores urbanos municipales de policía y
corregidores de Ibagué, para atender y practicar diligencias de carácter
administrativo que se comisionen por parte de los Jueces de la República”.
37. Cartagena: se han librado 773 despachos comisorios, que se han enviado a
alcaldías y juzgados de pequeñas causas y competencia múltiple. Se señala
que no se ha presentado ninguna dificultad y que han seguido los lineamientos
de lo dispuesto en la referida sentencia de la Corte Suprema de Justicia.
10
sido mayor la afectación generada por la imposibilidad de
comisionar a los inspectores de Policía.
La norma demandada afecta agresiva y profundamente el derecho
fundamental de acceso a la administración de justicia, no sólo por la
demora en el cumplimiento y ejecución de las órdenes judiciales que
buscan garantizar los derechos de las personas en esos municipios
que brindan una interpretación a la norma con alcance judicial y no
administrativo, sino en la falta de certeza respecto de la aplicación
de la norma de manera unánime y sin equívocos”.
40. Como solicitud principal propone que la Corte se declare inhibida para
emitir un pronunciamiento de fondo por falta de certeza, claridad y pertinencia
de los cargos de la demanda.
11
43. Precisa que “la [e]stadística sobre la aplicación de la Ley 1801 de 2016, a
cargo de los Inspectores de Policía de acuerdo con la categoría del municipio
puede promediar en 200 casos al mes en una jurisdicción de sexta categoría y
de 1.200 a 1.500 para el caso de las capitales, con tendencia al incremento de
acuerdo a la materialización de la ley y los Decretos Reglamentarios que el
legislativo (sic) siga expidiendo para su reglamentación”. Así mismo, resalta
las funciones asignadas a los inspectores en los artículos 206, 209 y 210 del
Código de Policía.
46. Solicita que la norma demandada se declare exequible por las siguientes
razones:
7
Intervención presentada por Néstor Santiago Arévalo Barrero, en representación del Ministerio de Justicia y del
Derecho, según el Decreto 1427 de 2017, la Resolución 0641 del 4 de octubre de 2012, la Resolución 1010 del
11 de diciembre de 2017 y el Acta de posesión 017 del 11 de diciembre de 2017 (folios 253-257).
12
Indica que mientras el Consejo de Estado8 considera que
“[c]uando el inspector de policía actúa como comisionado del
juez dentro de un proceso judicial, lo hace en ejercicio de una
función jurisdiccional adelantada dentro de los límites y
restricciones definidos en la ley”; la Corte Suprema de Justicia9
expone que “ello meramente es el ejercitamiento (sic) de una
función de carácter administrativo, que propende a realizar lo
que un juez de la República al efecto dispuso mediante
providencia ejecutoriada”.
(iii) “[E]l parágrafo primero del artículo 206 de la Ley 1801 de 2016
restringe cualquier comisión a los Inspectores de Policía para
adelantar ‘diligencias jurisdiccionales’, entre tanto que, como
principio general ‘donde la ley no distingue no le es dado al
intérprete hacerlo’”.
47. Interviene para argumentar que el parágrafo 1° del artículo 206 del CNPC
es inexequible, porque resulta ser contrario a los derechos fundamentales al
debido proceso (art. 29 CP) y al acceso a la administración de justicia (art. 229
CP), así como al principio de colaboración armónica entre las ramas del poder
público (arts. 113 CP y 8° CNPC), pues “en muchos casos no es posible llevar
a cabo el restablecimiento de un derecho a la persona que inicia las acciones
judiciales debido a que son funciones por principio que efectúa la inspección
de policía y no el alcalde”.
50. En cuanto al estado actual de la situación, señala que con la expedición del
CNPC, en tanto dicho estatuto estableció un nuevo marco de competencias
8
Consejo de Estado, Sala de Consulta Servicio Civil, concepto del 6 de septiembre de 2017, C.P. Óscar Darío
Amaya Navas, Rad. 11001-03-06-000-2017-00051-00(2332).
9
Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil, M.P. Margarita Cabello Blanco, 19 de diciembre de 2017,
Rad. 76111-22-13-000-2017-00310-01.
10
Interviene Rodrigo Andrés Bernal Montero, en nombre del Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio, según
Resolución 0054 del 4 de noviembre de 2011, Resolución 0654 del 3 de septiembre de 2018, Acta de Posesión
052 del 3 de septiembre de 2018 y poder otorgado por el jefe de la Oficina Asesora Jurídica (folios 346-349).
11
Intervención presentada por Luz Elena Rodríguez Quimbaya, Directora Distrital de Defensa Judicial y
Prevención del Daño Antijurídico de la Alcaldía de Bogotá D.C., de acuerdo con lo dispuesto en el Decreto 212
del 5 de abril de 2018, la Resolución 005 del 3 de agosto de 2016 y el Acta de Posesión 004 del 3 de agosto de
2016
13
para los inspectores de policía, las cargas laborales de estos se
incrementaron12, y que en caso de declararse inexequible la norma, “no se
permitiría una aplicación pronta y cumplida de la justicia local”. Arguye que,
si se tratase de diligencias administrativas y no judiciales, ello en todo caso
entrabaría los procesos, pues los inspectores no tendrían competencia para
hacer allanamientos ni para resolver oposiciones, y sería necesario
reprogramar las diligencias o devolver el asunto a los juzgados de origen.
Dicho ente territorial sostuvo que aun cuando el CGP y el CNPC tienen igual
rango normativo, este último es norma especial y por tanto debe primar.
f. Alcaldía de Manizales13
g. Alcaldía de Pasto14
14
de la comisión es incompatible con el catálogo de deberes asignados a los
Alcaldes e Inspectores de Policía, puesto que la norma especial -Ley 1801 de
2016- es una norma que responde a una nueva realidad social que requiere
del concurso de los Inspectores de Policía como actores principales de la
imposición de medidas correctivas a quienes atenten contra el bien jurídico
de la convivencia”.
58. Afirma que a partir de la entrada en vigencia del CNPC, los inspectores de
policía ya no atienden despachos comisorios, pues este estatuto, que es
especial, derogó tácitamente las normas del CGP que así lo preveían.
59. Sostiene que los inspectores ahora asumen funciones similares a las
judiciales, pues deben atender público, realizar audiencias, garantizar el
debido proceso, practicar y valorar pruebas, dirigir conciliaciones e imponer
medidas correctivas. Y llama la atención sobre que, así como en la rama
judicial existe congestión, así también, dependiendo del ente territorial, se
presenta ese mismo fenómeno por causas relacionadas con falta de recursos,
de personal, instalaciones, equipos, etc.
60. Al respecto estima que “la ciudadanía en general, los tribunales y jueces,
y particularmente el ciudadano demandante, no dimensionan el nivel de
carga laboral” que asumen los inspectores a raíz de la entrada en vigencia del
nuevo CNPC, “más aún, cuando la naturaleza del proceso requiere de
15
acciones o de decisiones adoptadas con prontitud”, y se ven expuestos a
asumir la responsabilidad disciplinaria por incumplimiento de sus funciones.
Por ello dicho código ordenó a los alcaldes tener en la planta de personal de la
administración los cargos de inspectores de policía necesarios para la
aplicación del Código (artículo 205.13). Además, sostiene que las 40 horas de
jornada laboral (artículo 7, Ley 1437 de 2011) son insuficientes para cumplir
las actividades propias del empleo, por lo que sería desproporcionado y
atentatorio de los derechos de estos servidores públicos que se les exija
realizar los despachos comisorios.
61. Reitera que el inciso segundo y tercero del artículo 38 del CGP fue
derogado por la norma acusada, dado que la comisión es incompatible con las
nuevas tareas a cargo de los inspectores de policía, “independientemente si
(sic) los despachos comisorios tradicionales de secuestro, embargo y entrega
de bienes se denominan diligencias de naturaleza jurisdiccional o diligencias
de naturaleza administrativa”. Pero reconoce que al respecto se han planteado
diversas interpretaciones. Cita, entre otras, la sentencia del 19 de febrero de
1996, expediente T-2834, de la Sala de Casación Civil de la Corte Suprema de
Justicia, en la cual se afirma que “se trata (…) de una actuación judicial que
se está ejecutando por la rama ejecutiva”; y la sentencia del 21 de abril de
1995, expediente 2153, mediante la cual esa misma corporación judicial
señaló que los funcionarios de policía comisionados para la práctica de
diligencias civiles, como las de embargo, secuestro y lanzamiento, ejercen
funciones jurisdiccionales. Y resaltó que frente a las interpretaciones del
artículo en cuestión, la Corte Suprema también ha señalado que la labor que
cumplen los inspectores, al asumir la comisión, es meramente administrativa y
no judicial, “por lo que no es plausible predicar que a la luz del canon 206 de
la Ley 1801 de 2016 (…) se hallen impedidos para asumir el diligenciamiento
de las comisiones que en ese sentido les impongan los jueces de la
República”.
62. A su vez, cita el concepto emitido por la Sala de Consulta y Servicio Civil
del Consejo de Estado del 6 de junio de 2017, en el que se consideró que el
CNPC, en cuanto norma especial y posterior, derogó las normas del CGP que
regulaban la comisiones en los inspectores de policía.
63. Por último, sostiene que las diversas interpretaciones que se ha dado sobre
la norma en cuestión, ha puesto en vilo los derechos de quienes acuden a la
justicia, motivo por el cual –a su juicio- la Corte, como intérprete supremo de
la Carta, debe determinar cuál es el entendimiento que debe darse a la norma
acusada, es decir, que aquella debe señalar “cuál es la interpretación que se
armoniza de mejor forma con los postulados constitucionales; en razón a que
el escenario genera tensión entre los derechos de los inspectores de policía
atendiendo su carga laboral versus la colaboración armónica con las
autoridades judiciales para la debida prestación del servicio de justicia y el
acceso a la administración de justicia de quienes ven paralizados sus
procesos por causa de estas disímiles interpretaciones”.
16
h. Alcaldía de Bucaramanga15
65. Afirma que lo anterior llevaría a establecer que “en pro del principio de
coordinación y colaboración, las inspecciones de policía deben prestar su
colaboración para la realización de las diligencias requeridas por los jueces;
dejando claro que ello no implica resolver oposiciones o recursos que se
presenten durante la práctica de las mismas, por cuanto estas deben ser de
conocimiento del juez que las ordenó”.
i. Alcaldía de Pereira16
17
69. Por su parte, el Consejo Superior de la Judicatura señaló que “al
encontrarse vigente la primera parte del inciso 3 del artículo 38 del Código
General del Proceso, las autoridades judiciales pueden comisionar a los
alcaldes, con el fin de materializar la colaboración armónica entre las ramas
del poder público”.
71. Solicita que se declare la exequibilidad del parágrafo 1° del artículo 206
del CNPC, argumentando que devolver las funciones jurisdiccionales a
quienes originalmente les corresponde, no riñe con los objetivos
constitucionales, ni con la administración de justicia.
73. Considera que no le asiste razón al demandante cuando afirma que esta
modificación legislativa impide el cumplimiento de las decisiones judiciales,
puesto que “la práctica de diligencias de entrega y secuestro de bienes son
funciones propias de los jueces (…) [que] ha vuelto a quedar en cabeza de los
jueces”.
20
Intervención presentada por Miguel Enrique Rojas Gómez, en representación del Instituto Colombiano de
Derecho Procesal.
18
b. Academia Colombiana de Jurisprudencia21
77. Respecto del cargo por violación del derecho de acceso a la administración
de justicia, expresó que cuando la Rama jurisdiccional no cuenta con los
medios para hacer cumplir las providencias, se aplica el principio
constitucional de la colaboración armónica entre las ramas del poder público.
19
deber que les asiste de colaboración con las autoridades judiciales para la
debida prestación del servicio de justicia”.
84. Señala que, por una parte, la Sala de Casación Civil de la Corte Suprema
de Justicia, actuando como juez de tutela manifestó, en la Sentencia
STC22050 del 19 de diciembre de 2017, que cuando los inspectores de policía
son comisionados para la práctica de un secuestro o una diligencia de entrega,
actúan en ejercicio de función administrativa y no judicial, porque sirven de
instrumentos para materializar las órdenes previamente impartidas por
funcionarios judiciales, de tal manera que el artículo 206 de la Ley 1801 no les
prohíbe realizar estas actividades.
85. De otro lado, afirma que la Sala de Consulta y Servicio Civil del Consejo
de Estado, en concepto emitido el 6 de septiembre de 2016, a petición del
Ministerio del Interior, Radicado 1100103060002017005100, señaló que la
23
Intervención presentada por Rodrigo González Quintero, director del Departamento de Derecho Público; Luis
Javier Moreno, director del Grupo de Investigación Crear; Andrés Sarmiento Lamus, investigador del
Departamento de Derecho Público; y Marcela Palacio Puerta, investigadora del Departamento de Derecho
Público, en representación de la Universidad Sergio Arboleda.
24
Intervención presentada por Lorena Cecilia Vega Dueñas, Profesora Asistente del Departamento de Derecho
Procesal, en representación de la Pontificia Universidad Javeriana.
20
norma impugnada “suprimió la competencia de los inspectores de policía
para adelantar diligencias jurisdiccionales por comisión de los jueces, luego
de dilucidar el conflicto normativo existente entre el (…) artículo 38 de la Ley
1564 de 2012 y la norma demandada, en aplicación de los criterios de
cronología y especialidad normativa”.
e. Universidad de La Sabana25
89. Señala que el hecho de que los inspectores de policía y los funcionarios
municipales ejerzan funciones, como el secuestro de bienes, implica una falta
de claridad en las competencias de las distintas ramas del Estado,
desconociendo el “principio de responsabilidad” definido por la Corte
Constitucional en sentencias C-617 de 2002 y la C-958 de 2006, que impone a
cada ámbito territorial aplicar los recursos sólo para ejercer las competencias
propias y no destinarlos a competencias ajenas.
25
Intervención presentada por Valentina Segura Vásquez, quien anuncia que actúa a nombre propio y como
miembro activo de la Clínica Jurídica de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la referida institución
educativa.
26
Intervención presentada por Julio Freyre Sánchez, en calidad de Director Jurídico de la Federación
Colombiana de Municipios.
21
Superior de la Judicatura o la Dirección Ejecutiva de la Rama Judicial y el
respectivo municipio para que puedan remitirse los despachos comisorios.
94. Reitera que, en estos casos, “no está ejerciendo funciones administrativas
sino las mismas facultades del comitente con las limitaciones que les imponía
la ley, tanto es así que el control sobre las decisiones que tomara y
actuaciones desplegadas en ejercicio de esa comisión no se controlaban en
sede administrativa sino en sede judicial por ser esas actuaciones parte del
proceso judicial del cual se desprende la comisión”.
95. Así mismo, el concepto expone que, se aparta del criterio de las
autoridades judiciales que han señalado que se trata de una función
administrativa, en particular, de la Sentencia de tutela de la Sala de Casación
Civil32, y asevera que esa interpretación es equivocada por las siguientes
razones:
27
Interviene Carlos Mario Medellín Cáceres, Director Ejecuto Nacional, en nombre de la Asociación Nacional
de Inspectores y Corregidores de Policía (ANINCOP).
28
Consejo de Estado, Sala de Consulta Servicio Civil, Concepto del 13 de febrero de 2018, C.P. Édgar González
López, Rad. 11001-03-06-000-2017-00197-00 (2363).
29
Consejo de Estado, Sala de Consulta Servicio Civil, concepto del 6 de septiembre de 2017, C.P. Óscar Darío
Amaya Navas, Rad. 11001-03-06-000-2017-00051-00(2332).
30
Ver sentencia C-1038 de 202.
31
Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil, Sentencia del 21 de abril de 1995, Exp. 2153.
32
Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil, M.P. Margarita Cabello Blanco, 19 de diciembre de 2017,
Rad. 76111-22-13-000-2017-00310-01.
22
(i) El artículo 40 del CGP asigna al comisionado las mismas facultades
del delegatario “pudiendo inclusive resolver reposiciones y conceder
apelaciones (procedentes) contra las providencias que dicte”.
(ii) La ejecución material de las providencias es de carácter
jurisdiccional, porque “se da en virtud de un proceso judicial de
acuerdo con las normas propias de este, no las de la función
administrativa”.
(iii) “La circunstancia de que el comisionado no sea quien resuelva las
oposiciones a la diligencia de secuestro o entrega de un bien, sino
que tal función le corresponda al juez comitente, no les resta a tales
diligencias su carácter de jurisdiccionales”.
(iv) El Código de Policía se refiere tanto a la prohibición de ejercer
funciones jurisdiccionales, como a la de adelantar diligencias
judiciales.
(v) “[R]ecientemente la Sala de Casación Civil33 (…) reconoció
implícitamente la derogación del inciso tercero del artículo 38 del
Código General del Proceso”.
(vi) El Consejo Superior de la Judicatura expidió el Acuerdo PCSJA17-
10832 del 30 de octubre de 2017, asignando en la ciudad de Bogotá
a cuatro juzgados para el diligenciamiento de los despachos
comisorios.
(vii) Es improcedente que los alcaldes deleguen en los inspectores de
policía las funciones o diligencias comisionadas por los jueces
porque el CNPC prohíbe tanto la delegación directa como la
indirecta, el artículo 11.2 de la Ley 489 de 1998 proscribe la
subdelegación, el supuesto no encaja en lo dispuesto en el artículo 9°
de la misma ley, y el artículo 38 del CGP “otorgó una competencia
precisa a los alcaldes para recibir comisiones de los jueces”.
33
Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil, sentencia de tutela No. STC15868-2017 del 3 de octubre de
2017, Rad. 76001-22-03-222-2017-00457-01.
23
98. Entonces “la carga laboral de los señores inspectores y corregidores de
policía es bastante ardua, siendo por demás, la menos favorecida
económicamente y la más desprotegida funcionalmente, en especial en los
municipios de tercera a sexta categoría”, de tal manera que, “la norma
demandada (…) lo único que hizo fue ajustar las competencias de los
inspectores de policía y corregidores”.
100. Indica que, en la práctica, los jueces han comisionado a los alcaldes,
quienes consideran que “carecen de capacidad operativa y financiera,
jurisdicción, disponibilidad de tiempo, entre otros”, devolviendo los encargos,
o fijándolos en fechas muy alejadas.
102. Añade que “esta situación (…) no sólo está afectando al sector
inmobiliario, sino al afianzados, al asegurador, al financiero, al constructor y
a muchos otros grupos y personas”.
103. Analiza el impacto económico, y advierte que existe una enorme cartera
como consecuencia del número de contratos en mora existentes, generando
“una cultura del no-pago de las obligaciones civiles y comerciales, la cual
llevaría al sector a una crisis, que inclusive podría llegar a ser sistemática,
afectando gravemente a la economía del país”.
24
105. Lo anterior, porque existe una imposibilidad material de ejercer los
derechos reconocidos judicialmente por la demora o la falta de realización de
las diligencias administrativas que los garantice. “[D]e nada sirve reconocer
un derecho o protegerlo mediante una medida cautelar si no se puede realizar
la respectiva diligencia de secuestro o restitución que garantiza que el titular
del derecho puede ejercerlo gracias a la efectiva intervención del Estado”.
106. Así mismo, señala que se desconoce el “principio procesal que faculta a
las autoridades judiciales para comisionar a las autoridades administrativas
para la instrumentalización de los derechos base de un Estado social”,
plasmado en el artículo 38 del CGP. De esta manera, el equivocado
entendimiento de una diligencia de restitución como una actividad
jurisdiccional vulnera el derecho al debido proceso.
25
concepto del Consejo de Estado36. Por lo tanto, la prohibición de que los
inspectores realicen esta actividad no vulnera el derecho al acceso a la
administración de justicia en su componente del cumplimiento de las
decisiones judiciales, y, en consecuencia, el Legislador no rebasó su potestad
de configuración legislativa en la materia.
112. Sostiene que, aun cuando este derecho se realiza a través del principio de
la colaboración armónica entre las ramas del poder público (art. 113 CP), y
que “el artículo 116 de la Constitución establece (…) la facultad del
legislador para ‘radicar excepcionalmente la función de administrar justicia
en cabeza de autoridades del orden administrativo (…), de ninguna manera
estableció específicamente el tipo de autoridad administrativa a la que se le
pueden asignar estas funciones”.
113. Entonces, concluye que “el legislador cuenta con amplias facultades
para determinar la regulación de las competencias dentro de los
procedimientos judiciales y administrativos, razón por la cual la asignación
de competencias materialmente jurisdiccionales a autoridades
administrativas no se agota en los Inspectores de Policía y es claro que el
juez puede comisionar a otras autoridades, razón por la cual la conclusión
en principio es que no se estaría violando el derecho al acceso a la
administración de justicia”.
26
viciados por cuenta de la prohibición establecida en el Código de Policía; y
(vi) en otros eventos se han enviado las comisiones a los juzgados de
pequeñas causas”.
II. CONSIDERACIONES
A. COMPETENCIA
B. CUESTIONES PREVIAS
120. Añade que los argumentos tampoco son pertinentes ni suficientes porque
“la norma no establece desde ningún punto de vista, el incumplimiento de las
decisiones judiciales, lo que vislumbra una interpretación subjetiva del
accionante”, de tal manera que no se comprende la aludida vulneración del
derecho a la administración de justicia.
121. Por su parte, la Alcaldía Mayor del Distrito Capital, sostiene que el cargo
de inconstitucionalidad no satisface los requisitos de claridad, especificidad y
suficiencia, porque el accionante no logra explicar cuál es el parámetro
constitucional a partir del cual se juzga la norma impugnada, y además, no
27
explica por qué comisionar a los inspectores de policía, es el único mecanismo
eficaz para dar cumplimiento a las providencias judiciales, sin tomar en
consideración que existen otras herramientas disponibles en la legislación.
126. El artículo 2° del Decreto 2067 de 1991 establece que las demandas de
inconstitucionalidad deben señalar las normas de rango legal acusadas, así
como las disposiciones constitucionales que se consideran infringidas,
exponer las razones por las cuales se desconocen dichos preceptos, indicar el
trámite constitucional que debe surtir la norma demandada en algunos casos, y
fundamentar la competencia de la Corte Constitucional para conocer de la
demanda.
37
Ver sentencia C-036 de 2019.
28
Como se ha expuesto en oportunidades anteriores38:
29
229 CP); el debido proceso (art. 29 CP); y la supremacía de la Constitución en
relación con las decisiones del Legislador (art. 4 CP), de tal manera que la
corporación ejerza sus competencias en los estrictos y precisos términos de la
Carta Política, como señala el artículo 241 del texto superior, en el marco de
una democracia participativa41.
131. En efecto, la demanda incoada por el ciudadano Mario Felipe Daza Pérez
no es clara en determinados apartados. Adicionalmente, en su escrito, el
accionante presenta afirmaciones que parecen inciertas, al otorgarle a la
norma un contenido subjetivo, como aquellas según las cuales esta prescribe el
incumplimiento de las decisiones judiciales. Aunado a lo anterior, algunos de
los argumentos de la acción podrían considerarse impertinentes, pues en lugar
de expresar reproches de inconstitucionalidad, manifiestan opiniones, aluden a
exámenes de conveniencia de las medidas legislativas, o se trata de aspectos
que no constituyen parámetro de constitucionalidad. Es el caso de las
consideraciones sobre cuáles autoridades de policía deberían ser comisionadas
judicialmente, las críticas al cambio de legislación efectuado por el nuevo
Código Nacional de Policía y Convivencia, y los problemas prácticos
ocasionados por la norma.
30
CGP], los inspectores de Policía no podrán ejercer funciones ni desarrollar
diligencias jurisdiccionales por comisión de los jueces”. Afirma que, “[e]sta
interpretación no permitirá que se comisionara (sic) a los inspectores ni
siquiera para las diligencias de entrega de bienes, secuestro…, es allí el quid
del asunto”. En cuanto a la segunda interpretación, expone que el Consejo de
la Judicatura43 ha sido partidario de que los inspectores de policía realicen los
despachos comisorios librados por los jueces.
31
del Consejo de Estado, entonces la disposición es inexequible porque afecta el
derecho al acceso a la administración de justicia -en su faceta de
materialización de las providencias-, y desconoce el principio de colaboración
armónica entre las ramas del poder público. Lo anterior, puesto que, en su
criterio, la interpretación de la norma que se adapta a la Carta Política es
aquella según la cual la prohibición allí consignada no cobija la realización de
ciertas diligencias que considera de naturaleza administrativas, como, por
ejemplo, la entrega y el secuestro de bienes, postura sostenida por el Consejo
de la Judicatura.
140. Por consiguiente, este tribunal considera que, no obstante las falencias
presentes en la demanda, en aplicación del principio pro actione es posible
determinar cuál es su pretensión, evitando un fallo inhibitorio, sin que ello
implique que el juez construya el cargo de inconstitucionalidad de manera
oficiosa o caprichosa, sino con base en el conflicto objetivamente planteado
por la parte actora, puesto que, “[e]s claro que la Corte tiene vedado suplir la
demanda del accionante, bien sea en el perfeccionamiento de una
argumentación deficiente o en la formulación de nuevos cargos de
inconstitucionalidad, ausentes en el libelo”44.
32
norma; y solicitan que la Corte aclare el alcance de esta. La referida alcaldía
anuncia estar de acuerdo con el Consejo de Estado; y la universidad en contra
de dicha postura, pues considera que se debe mantener la colaboración
institucional entre los inspectores y la rama judicial.
45
Ver sentencia C-180 de 2014.
33
C. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA JURÍDICO,
MÉTODO Y ESTRUCTURA DE LA DECISIÓN
151. El parágrafo 1° del artículo 206 de la Ley 1801 de 2016 prevé que “Los
inspectores de Policía no ejercerán funciones ni realizarán diligencias
jurisdiccionales por comisión de los jueces, de acuerdo con las normas
especiales sobre la materia”. Para el demandante, esta disposición, en cuanto
se entienda en el sentido de que la prohibición a los inspectores de policía
comprende cualquier delegación de autoridad judicial, sin reparar en la
naturaleza del acto que deba desplegarse por parte de aquellos, afecta el
acceso a la administración de justicia y el principio de colaboración armónica
entre las ramas del poder. Estima que la interpretación adecuada a los
postulados constitucionales es aquella según la cual se admite que los
inspectores de policía puedan realizar despachos comisorios que supongan
desarrollar actividades simplemente ejecutivas (o administrativas), como el
secuestro y entrega de bienes.
153. Para responder el referido problema jurídico, esta Corte hará alusión a los
siguientes aspectos (i) las amplias potestades de configuración del Legislador
para expedir normas procesales; (ii) el principio de colaboración armónica entre
los órganos del poder público y el derecho de acceder a la administración de
justicia; (iii) las interpretaciones que se plantean de la norma en cuestión; (iv) la
conformidad de la norma impugnada con el ordenamiento constitucional; y (v)
el alcance del control de constitucionalidad.
46
Ver, entre otras, las sentencias C-005 de 1996; C-346 de 1997; C-680 de 1998; C-323 de 1999; C-384, C-803,
C-596, C-927, C-1512 y C-1717 de 2000; C-1104 de 2001, C-426 de 2002; C-204, C-318 de 2003, C-798 de
2003 y C-899 de 2003; y C-091 de 2018.
34
155. El soporte de la señalada atribución se halla en el artículo 150.2 CP; norma
que prescribe que corresponde al Congreso de la República “Expedir códigos en
todos los ramos de la legislación y reformar sus disposiciones”. Al respecto, la
jurisprudencia ha afirmado que “todo cuanto concierne a los procedimientos
judiciales, a menos que lo haya establecido directamente la Constitución,
corresponde al legislador, como surge con claridad de los artículos 29, 228, 229
y 230 de aquélla, entre otros”47, de manera que “mientras el legislador, no
ignore, obstruya o contraríe las garantías básicas previstas por la Constitución,
goza de discreción para establecer las formas propias de cada juicio”48.
156. En ese sentido, el legislador ordinario puede regular los distintos procesos
judiciales, señalando la manera en que estos habrán de surtirse, qué funcionarios
son competentes para definir y participar en el asunto, cuáles serán las etapas,
términos procesales, recursos y demás mecanismos para hacer efectivo el
derecho de defensa y contradicción; es decir, cómo habrá de desarrollarse esa
serie de actos sucesivos y organizados que están encaminados a garantizar los
derechos y, en últimas, a impartir justicia49.
157. Ahora bien, esa potestad de regulación para determinar las formas propias
de cada juicio, comprende las medidas que el Legislador adopte tendientes a
desarrollar el principio de colaboración armónica entre los diferentes órganos y
ramas del poder público, y que buscan prestar apoyo o hacer efectiva la
concreción de lo decidido por las autoridades judiciales.
47
Ver sentencia C-217 de 1996, así como la sentencia C-742 de 1999.
48
Ver sentencia C-227 de 2009.
49
Al respecto, ver sentencia C-252 de 2001.
35
160. En cuanto atañe a la rama judicial, el artículo 228 de la Constitución
establece que la administración de justicia es una función pública, y que sus
decisiones son independientes. Por su parte, el artículo 201 CP, y sin perjuicio
de la autonomía que se reconoce a dicha rama, prevé el deber que en particular
tiene el Gobierno en relación con ella de prestar a los funcionarios judiciales,
con arreglo a las leyes, los auxilios necesarios para hacer efectivas sus
providencias. Y aunque la citada norma se refiere expresamente al Gobierno,
ha dicho la Corte que dicha prescripción “se extiende a toda la
administración pública”50. Pero la forma en que se ha de cumplir este
precepto, esto es, qué funcionarios deben colaborar con la rama judicial para
efectos del desarrollo de ciertas diligencias, no fue señalada directamente por
la Carta Política. En ese sentido, existe un amplio margen de configuración del
Legislador, como órgano de representación popular (artículos 3 y 150 CP),
para determinar cuáles son los servidores públicos de la administración que
cumplirán esa tarea de auxilio (artículo 201 CP) o de colaboración (artículo
113 ibídem).
162. En virtud del principio de separación de poderes, así como del principio de
colaboración armónica, el juez cuenta con independencia y autonomía para
conducir los procesos judiciales. Sin embargo, el cumplimiento de sus
decisiones en la mayoría de los casos, requiere la intervención de la rama
ejecutiva del poder público, según lo dispuesto en el artículo 201 CP. En todo
caso, las medidas adoptadas por el Legislador para dicho efecto deben tener
cuidado de no interferir con la autonomía judicial (artículo 228 CP) 51, y ser
razonables y proporcionadas para lograr ese cometido52.
163. Como se anunció, el parágrafo 1° del artículo 206 de la Ley 1801 de 2016
ha sido interpretado por altas corporaciones judiciales y diversas autoridades de
dos formas diferentes: (i) se prohíbe que los inspectores de policía cumplan
cualquier despacho comisorio; y (ii) se prohíbe que los inspectores de policía
ejecuten algunos despachos comisorios, pues está permitido que realicen los que
impliquen el desarrollo de actuación administrativa, como la entrega y secuestro
50
Ver sentencia C-733 de 2000.
51
Al respecto, en sentencia C-288 de 2012 de este tribunal, se dijo que “si bien el principio de colaboración
armónica permite que en el ejercicio de las funciones de una autoridad, se cuente con la concurrencia de otra,
para lograr el desarrollo cabal de los fines del Estado. Dicha alternativa tiene límites dirigidos precisamente a
preservar la autonomía e independencia de cada poder. En este sentido, en criterio de este Tribunal, las
atribuciones que tienen su origen a partir de la articulación del citado mandato de colaboración, se sujetan a la
imposibilidad de (i) reemplazar el poder concernido en el ejercicio de sus competencias, o (ii) de incidir con un
grado de intensidad tal que anule su independencia y autonomía”. Y, en relación con la administración de
justicia, se dijo en la citada providencia que “la garantía de la separación de poderes se ve reforzada por la
importancia que asume en el ámbito constitucional: la independencia y autonomía del poder judicial (CP arts.
116, 228 y 230). Su consagración es de vital importancia, pues los jueces cumplen un papel trascendental en el
Estado, dirigido a garantizar los derechos de los ciudadanos y a servir como instrumento para la solución
pacífica de las controversias”.
52
Ver, entre otras, las sentencia C-925 de 1999 y C-555 de 2001.
36
de bienes53. La primera interpretación ha sido postulada por la Sala de Consulta
y Servicio Civil del Consejo de Estado; y la segunda, por la Sala de Casación
Civil de la Corte Suprema de Justicia y por el Consejo de la Judicatura.
165. A continuación, se hará referencia a las posturas que han adoptado las
referidas corporaciones judiciales, y para el efecto, se expondrán según el orden
cronológico en que se han pronunciado al respecto.
168. Sostuvo que “con la entrada en vigencia del Código Nacional de Policía
y Convivencia (…) no se derogaron tácitamente los artículos 6, 37 y 171 del
Código General del Proceso (…), ya que dichos artículos facultan a los
jueces para comisionar, cuando no se trate de recepción o práctica de
pruebas que tengan el carácter jurisdiccional, a los alcaldes y demás
funcionarios de policía, quienes son llamados a colaborar con las
autoridades judiciales para la debida prestación del servicio de justicia”.
53
La Corte entiende que la alusión a estas diligencias en particular por parte del accionante y demás
intervinientes, así como en las providencias y conceptos citados, se deriva de la concordancia de la regla
demandada con lo dispuesto en el artículo 37 del CGP.
54
Consejo Seccional de la Judicatura de Boyacá, Sala Jurisdiccional Disciplinaria, Rad. 20100097-C, 2 de marzo
de 2017.
37
como diligencias de entrega de bienes, secuestro y medidas cautelares que
son diligencias administrativas”.
174. Expuso que esta disparidad debe ser superada “acudi[endo] a los
criterios de jerarquía, cronológico y de especialidad”, así como al principio
de que “no puede desatenderse al tenor literal de la Ley cuando su sentido
sea claro”, establecidos en el artículo 5° de la Ley 57 de 1887, el artículo 2°
de la Ley 153 de 1887 y el artículo 27 del Código Civil.
55
Consejo Superior de la judicatura, presidencia, Circular PCSJC17-10, del 9 de marzo de 2017, dirigida a los
funcionarios de la Rama Judicial, asunto despachos comisorios de jueces de la República,
56
Radicación 11001-03-06-000-2017-00051-00.
38
175. Resaltó que, empleando estos criterios, se concluye que únicamente el
artículo 206 del Código de Policía regula las competencias de los inspectores
para adelantar despachos comisorios, puesto que “a la luz del criterio
jerárquico ninguna de las dos normas estudiadas prevalece (…); [ pero b]ajo
el criterio cronológico prevalece el parágrafo 1° del artículo 206 de la Ley
1801 de 2016, pues esta norma es posterior (…) [y s]egún el criterio de
especialidad, también prevalece el parágrafo 1° del artículo 206 (…), en
razón a que esta disposición es norma especial, pues se encuentra contenida
dentro de una norma que regula concretamente la competencia de los
inspectores de Policía y hace parte de un Código que tuvo justamente como
uno de sus propósitos normar lo relativo a este aspecto”.
178. De esas providencias concluyó que eran judiciales las funciones que el
inspector de policía ejercía en desarrollo de una comisión conferida por un
juez, cuando esto era permitido, porque “si bien la diligencia del despacho
comisorio se radicada en una persona diferente al juez de conocimiento, no
perteneciente a la rama judicial, se trataba de una actuación desarrollada
dentro del marco de un proceso judicial”; “[e]l hecho de que la diligencia se
realizara por una persona ajena a la rama jurisdiccional no implicaba per se
que dicha actuación se convirtiera en administrativa”; contaba con las
mismas facultades del comitente; y “el control sobre las decisiones que
tomara y actuaciones desplegadas en ejercicio de esa comisión no se
controlaban en sede administrativa sino en sede judicial por ser esas
actuaciones parte del proceso judicial”.
39
estas que se desprenden de un procedimiento judicial y por tanto son
verdaderas actuaciones judiciales (…). [L]a voluntad del legislador (…) fue
descargar a los inspectores de policía de las comisiones provenientes de los
jueces de la República”.
58
“Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Civil. Sentencia del 12 de agosto de 2010. Radicación número
11001-02-03-000-2009-01281-00 (…). Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Civil. Sentencia del 12 de
agosto de 2010. Radicación número 11001-02-03-000-2009-01281-00”.
59
Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil, Sentencia STC22050-2017, del 19 de diciembre de 2017,
RAD. 76111-22-12-000-2017-00310-01, M.P. Margarita Cabello Blanco.
40
184. En dicha providencia, la Corte Suprema confirmó la decisión adoptada
por la Sala Civil-Familia del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Buga,
que tuteló los derechos al debido proceso y el acceso a la administración de
justicia de un grupo de litigantes de Cali (Valle del Cauca), por “la renuencia
desplegada por la Alcaldía Municipal de Palmira en torno a recibir los
despachos comisorios que remiten los juzgados allí asentados para llevar a
cabo las «diligencias de secuestro y entrega de inmuebles que se encuentran
represadas», postura que afinca en lo positivado por el parágrafo 1° del
artículo 206 de la Ley 1801”. Lo anterior, en contraposición a lo “expuesto
por la Sala Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura, por cuanto
este, mediante Circular PCSJC17-10 del 9 de marzo de 2017, expresó que
«[d]e conformidad con lo dispuesto en el inciso 3° del artículo 38 de la Ley
1564 de 2012, cuando no se trate de recepción o práctica de pruebas o de la
realización de diligencias de carácter jurisdiccional podrá comisionarse a los
alcaldes y demás funcionarios de policía»”.
185. En primer lugar, la Corte Suprema afirmó que “la potestad de decidir el
derecho, constitucionalmente está atribuida –y reservada- prevalentemente a
los jueces, salvo concretas excepciones puntualmente regladas (artículo 116
Superior)”. En este sentido, otros servidores pueden contribuir a materializar
las resoluciones judiciales bajo la óptica de la colaboración armónica entre los
órganos y las ramas del poder público, sin estar habilitados para administrar
justicia, como en el caso de los inspectores de policía. Entonces, arguye que la
materialización de diligencias judiciales, como la entrega o el secuestro de
bienes bajo la figura del despacho comisorio, no traslada la facultad de
administrar justicia y “su gestión se halla desprovista de cualesquiera
injerencia resolutoria desde el punto de vista judicial”.
41
187. En concepto 236360, citado por la Asociación Nacional de Inspectores y
Corregidores, el Consejo de Estado insistió en su postura sobre el contenido e
implicaciones del parágrafo 1° del artículo 206 de la Ley 1801 de 2016.
189. Recuerda que, en esa oportunidad, concluyó que “las funciones o las
diligencias que los jueces comisionan a los inspectores de policía son de
naturaleza jurisdiccional, y en tal virtud, se presenta una derogación tácita
del inciso tercero del artículo 38 de la Ley 1564 de 2012, Código General del
Proceso, en lo referente a los inspectores de policía dentro de la
denominación genérica de ‘funcionarios de policía’ que trae esta norma, por
el parágrafo 1° del artículo 206 de la Ley 1801 de 2016, Código Nacional de
Policía y Convivencia”.
42
en Sentencias del 21 de abril y 12 de agosto de 2010. (…) reconoció el
carácter jurisdiccional de las actuaciones de las autoridades de policía,
desarrolladas en virtud de comisiones conferidas por los jueces, en razón de
que los comisionados obran con las mismas facultades jurisdiccionales del
comitente con las limitaciones legales”; (vi) “Más recientemente, la Sala de
Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia, en Sentencia de Tutela No.
CTC15868-2017 del 3 de octubre de 2017, dictada dentro del proceso
radicado con el No. 76001-22-03-000-2017-00457-01, reconoció
implícitamente la derogación del inciso tercero del artículo 38 del Código
General del Proceso, respecto de las funciones o diligencias jurisdiccionales
comisionadas por los jueces a los inspectores de policía”; (vii) “Consciente
de esta problemática, el Consejo Superior de la Judicatura expidió el
Acuerdo PCSJA17-10832 del 30 de octubre de 2017 (…), mediante el cual
dispuso como una solución temporal, que cuatro (4) de los juzgados creados
como de pequeñas causas y competencia múltiple de Bogotá, asumieran de
manera exclusiva y transitoria, el diligenciamiento de los despachos
comisorios dirigidos a las autoridades policivas”; (viii) “Resulta necesario
anotar que si en gracia de discusión, se admitiera que las funciones y
diligencias comisionadas por los jueces a los alcaldes fueran de carácter
administrativo, estos no podrán delegar tales funciones y diligencias en los
inspectores de policía, por cuanto ello significaría una subdelegación, que se
encuentra prohibida por el numeral 2° del artículo 11 de la Ley 489 de 1998,
Estatuto de la Administración Pública”.
202. Finalmente, “la Sala advierte que ante la circunstancia de que los
inspectores de policía dejan de ejercer funciones y diligencias
jurisdiccionales por comisión de los jueces, en virtud de lo dispuesto por el
parágrafo 1º del artículo 206 del Código Nacional de Policía y Convivencia,
se puede generar una congestión de la realización de tales funciones y
diligencias en los alcaldes distritales y municipales del país (…). De la
misma manera, la Sala considera necesario que el señor Ministro de Justicia
y del Derecho y el Consejo Superior de la Judicatura se sirvan tomar las
medidas pertinentes para prevenir la eventual situación de congestión de los
alcaldes en la tramitación de las comisiones, principalmente en las ciudades
capitales de departamento, como podría ser mediante la creación de jueces
especializados para atender los despachos comisorios”.
43
G. CONSTITUCIONALIDAD DE LA NORMA DEMANDADA
203. En el presente asunto se tiene que la pretensión del actor va dirigida a que
se haga una interpretación de la norma demandada que esté conforme con la
Carta Política, pues a su juicio, de las dos interpretaciones que se han planteado
hasta ahora, la que debe imperar es aquella que parte del hecho de que la
prohibición a los inspectores de policía para ejercer funciones y realizar
diligencias jurisdiccionales, no cobija la asunción de despachos comisorios
cuando ello implique la realización únicamente de actos de mera ejecución de
las providencias, como es la entrega y embargo de bienes. Dicha petición lleva
aparejada la pretensión de que el juez constitucional descarte la interpretación de
la norma acusada que comporta la imposibilidad absoluta para inspectores de
atender despachos comisorios de jueces de la República. Lo anterior, porque a
juicio del actor, ese entendimiento resulta contrario al derecho de acceder a la
administración de justicia y al principio de colaboración armónica entre los
órganos del poder público, en tanto que, a partir de la referida interpretación, no
se podrá contar con los inspectores para el cabal cumplimiento de las
providencias.
204. Debe tenerse presente que para que la Corte haga el cotejo entre la
Constitución y la disposición sometida a juicio, ello implica que la
interpretación del texto legal planteada por el demandante sea plausible 61, y no
debe provenir de meras elucubraciones subjetivas que no corresponden al texto,
contenido y alcance de la norma. En este caso, como se indicó anteriormente, la
norma impugnada, en cuanto ha sido interpretada de la forma en que es objeto
de crítica en la demanda, y dicho entendimiento ha sido postulado no solo por
varios intervinientes, sino que también ha sido acogido por el máximo cuerpo
consultivo del Gobierno en asuntos de administración -y, aun cuando su
concepto no es obligatorio, sí sirve de pauta interpretativa para la administración
pública-. De otro lado, la norma, entendida en la forma en que el demandante
estima ajustada al orden superior, ha sido de esta manera interpretada por varios
intervinientes y así aplicada por la Corte Suprema de Justicia -en este caso,
actuando como juez de tutela y no como órgano de cierre de la jurisdicción
ordinaria- y por el Consejo Superior de la Judicatura, en ejercicio de las
funciones atribuidas en el artículo 257 CP.
61
Sentencia C-666 de 2016.
62
En relación con el llamado derecho viviente, el control abstracto “se lleva a cabo sobre uno de los contenidos
de la norma sometida a examen: el que surge de la interpretación que en sentido general hace la autoridad
judicial competente, y al cual se le han reconocido todos los efectos jurídicos como consecuencia de constituir
la orientación jurisprudencial dominante o el criterio judicial obligatorio para quienes son destinatarios de la
ley”. Cfr. sentencia C-426 de 2002.
44
alcance de la norma en cuestión, respecto de lo cual en este proceso se han
identificado dos interpretaciones posibles.
63
El artículo 2 de la Ley 153 de 1887, “Por la cual se adiciona y reforma los códigos nacionales, la ley 61 de
1886 y la 57 de 1887”, señala: “Artículo 2. La ley posterior prevalece sobre la ley anterior. En caso de que una
ley posterior sea contraria á otra anterior, y ambas preexistentes al hecho que se juzga, se aplicará la ley
posterior.
64
Ley 153 de 1887, “Artículo 3. Estímase insubsistente una disposición legal por declaración expresa del
legislador, ó por incompatibilidad con disposiciones especiales posteriores, ó por existir una ley nueva que
regula íntegramente la materia á que la anterior disposición se refería”.
65
Artículo 5.
66
Artículo 2.
67
“Artículo 27. Cuando el sentido de la ley sea claro, no se desatenderá su tenor literal a pretexto de consultar
su espíritu (…)”.
68
Al respecto, el Consejo de Estado en el aludido concepto cita la sentencia C-1038 de 2002 de la Corte
Constitucional.
45
algunas de carácter administrativo69. Además, porque la Sala de Casación
Civil de la Corte Suprema de Justicia, como lo señaló el Consejo de Estado y
algunos intervinientes, en anteriores ocasiones había también aseverado que
las leyes de procedimiento (CPC70) reconocían a las autoridades de policía
competencias jurisdiccionales en desarrollo de una comisión71, por cuanto,
para efectos de su encargo, conservan las mismas atribuciones del juez que
comisiona.
210. Por otra parte, la interpretación según la cual, como el parágrafo 1° del
artículo 206 CNPC prohíbe no solo la función, sino también la realización de
69
Ver, por ejemplo, algunas de las descritas en el Título III del Libro I del Código General del Proceso.
70
Código de Procedimiento Civil. Reglas estas que, en lo que atañe al objeto de análisis, no son muy diferentes a
lo dispuesto por el CGP.
71
El Consejo de Estado cita la sentencia de la Sala de Casación Civil del 21 de abril de 1995, Exp 2153.
46
diligencias jurisdiccionales, es posible incluir en dicha proscripción, la
colaboración que los inspectores prestan en diligencias que han sido ordenadas
por un juez, y que, por tanto pueden ser catalogadas como jurisdiccionales,
independientemente de que se entienda o no que el contenido de la actuación
sea de naturaleza ejecutiva.
H. CONSTITUCIONALIDAD DE LA INTERPRETACIÓN
LEGAL CUESTIONADA
72
Ver exposición de motivos de la Ley 1801 de 2016. Gaceta del Congreso 554 de 2014.
47
arreglo a las leyes, los auxilios necesarios para hacer efectivas sus
providencias.
218. Sobre la viabilidad de que los jueces deleguen en autoridades de policía las
diligencias de secuestro y entrega de bienes, la Corte en la sentencia C-733 de
200074, en la que analizó la constitucionalidad de los artículos 31 y 32 del
Código de Procedimiento Civil, normas que como ya se mencionó preveían la
posibilidad de comisionar a los alcaldes y demás funcionarios de policía para
realizar diligencias de secuestro y entrega de bienes. Al respecto este tribunal en
el referido fallo consideró que, dado que la Constitución “no se ocupa
específicamente de esta precisa materia”, el Legislador goza de un amplio
margen de configuración en el diseño de los medios y de los procedimientos
para lograr ese cometido. Afirmó que los medios a los que “debe recurrirse
para obtener la tutela de los derechos”, “deben ser razonables y
proporcionados”. Estimó que “La facultad que concede la ley, en este caso, a
los jueces, para que éstos confíen la práctica del secuestro y la entrega de
bienes a los alcaldes y demás funcionarios de policía, no viola la Constitución
73
Código General del Proceso. “Artículo 6. INMEDIACIÓN. El juez deberá practicar personalmente todas las
pruebas y las demás actuaciones judiciales que le correspondan. Solo podrá comisionar para la realización de
actos procesales cuando expresamente este código se lo autorice.
Lo anterior, sin perjuicio de lo establecido respecto de las pruebas extraprocesales, las pruebas trasladadas y
demás excepciones previstas en la ley”.
74
El cuestionamiento analizado en esa oportunidad por la Corte consistía en que esas actividades objeto de
encargo, debían ser de competencia privativa de los jueces, “dada su trascendencia y los efectos directos que se
derivan de ella para los titulares de derechos sobre los bienes afectados”.
48
Política”; que la ley había instituido “un mecanismo concreto de colaboración
entre las ramas del poder público”, y que en virtud de los artículos 113 y 201
CP, “no es extraño a la dinámica del Estado que para la realización de ciertas
tareas, se contemplen adecuados sistemas de cooperación”. Y agregó que “en
realidad, diversas circunstancias vinculadas con la economía procesal, la
eficacia de la justicia y la propia organización judicial de las circunscripciones
territoriales, obligan a contemplar la figura de la comisión, con las
restricciones y cautelas que por lo demás el Código de Procedimiento Civil
introduce en su articulado”.
49
autoridad cultural competente para que tome las acciones
necesarias. En caso de encontrarse involucrado un bien
arqueológico la remisión se deberá realizar al Instituto
Colombiano de Antropología e Historia (ICANH), quien será el
encargado de imponer las medidas correspondientes”.
220. De manera que de todas las autoridades de policía a las que el CGP asigna
la función de atender despachos comisorios, solo los inspectores de policía han
sido liberados de cumplir dicha tarea. Las autoridades de policía conservan en
todo caso la función de colaborar con la administración de justicia, y solo se
excluye a los inspectores del deber de actuar en la realización de las indicadas
diligencias de secuestro y entrega de bienes.
222. Ahora bien, sobre la interpretación que el accionante pide que se declare
como la única conforme a la Carta, la Corte no entrará a hacer una valoración
acerca de su mayor o menor rigurosidad desde la perspectiva de la hermenéutica
jurídica, en relación con la interpretación que se pide excluir del ordenamiento.
Este tribunal parte -a priori, en tanto no es objeto de demanda en este proceso-
de que el significado normativo derivado del entendimiento que postula la Corte
Suprema de Justicia y el Consejo Superior de la Judicatura, no pugnaría con la
Carta Política, y ello sobre la base de las mismas razones que apoyan la
constitucionalidad de la norma con el alcance que se critica, esto es, que no
violaría el acceso a la administración de justicia ni el principio de colaboración
armónica entre las ramas y órganos del poder.
50
Legislador en su función de desarrollo de la Constitución, o invadir la órbita de
los jueces para interpretar razonablemente el derecho.
51
demandada pueden obrar como pruebas soporte del juicio de validez 78, mas no
permiten, por sí solos, afectar la validez de las normas, generar
inconstitucionalidad abstracta de la norma con fuerza y rango legal, cuando del
contenido de la misma no se predica la eventual contradicción con la
Constitución Política.
228. Así las cosas, los efectos pueden evidenciar la inexequibilidad de la norma,
pero esta condición debe desprenderse directamente de la disposición objeto de
análisis y, como se señaló, el parágrafo en cuestión, y particularmente la
interpretación acusada, no viola ningún precepto constitucional. De lo dicho por
varios intervinientes, se deduce que las dificultades que se han presentado no se
desprenden per se de la disposición acusada; dichas dificultades aluden más a un
asunto de gestión pública relacionada con las responsabilidades a cargo del
Consejo Superior de la Judicatura, del Gobierno Nacional y de las
administraciones locales, para dar aplicación a la norma, referente a la carencia
de personal suficiente, de distribución del trabajo, o de formación o capacitación
para realizar las funciones delegadas.
230. En todo caso es necesario anotar que, aun cuando en el expediente hay
datos en lo atinente a la afectación del acceso a la administración de justicia, es
importante tener en cuenta que optar por la interpretación que pide el
demandante también puede a su vez generar efectos en materia de convivencia
ciudadana, pues el CNPC asignó nuevas funciones a los inspectores de policía, y
el papel que ahora cumplen estos servidores públicos, en tanto está relacionado
con una función preventiva, encaminada a evitar o disminuir la conflictividad
disposición cuando éste es diferente al que realmente le confiere la jurisdicción responsable de aplicarla. El
cumplimiento efectivo de la misión institucional que le ha sido confiada a la Corte Constitucional como
guardián de la integridad y supremacía de la Constitución, requiere que ésta se pronuncie sobre el sentido real
de las normas controladas, no sobre su significado hipotético”: Corte Constitucional, sentencia C-557 de 2001.
78
Por ejemplo, la sentencia C-955 de 2000 juzgó la constitucionalidad de varias normas de la Ley 546 de 1999,
en la que se reguló un sistema de financiación de compra de vivienda (UVR). Para examinar la
constitucionalidad de las normas demandadas, el Magistrado sustanciador decretó la práctica de pruebas
“encaminadas a establecer, desde el punto de vista fáctico, los elementos de juicio a los que se refieren los
demandantes y los intervinientes, con miras a fundamentar la decisión”. Luego de considerar la información
recaudada, consideró la sentencia que “Para la Corte, la total falta de restricción en la fijación de las tasas de
interés en materia de vivienda vulnera el principio de orden justo que contempla como valor primordial el
Preámbulo de la Constitución, y lesiona el patrimonio de los deudores, pues en niveles excesivos, como los que
se vienen cobrando, tales intereses se convierten en confiscatorios, en total contradicción con los artículos 34 y
58 de la Constitución Política ǁ La Corte coincide con el Defensor del Pueblo, quien, en su intervención dentro
de este proceso, expresó que, si bien la Ley 546 de 1999 estableció límites y parámetros para la UVR, no señaló
los límites a la tasa de interés remuneratoria, con lo cual se puede presentar un desbordamiento de la misma, de
tal forma que en el futuro la financiación resultará inadecuada e injusta, violando principios constitucionales ”
(negrillas no originales).
52
social, en últimas también influye en la mayor o menor congestión del aparato
judicial. Efectos que por lo pronto no han sido medidos, lo cual no significa que
no existan o no pudieren existir.
J. SÍNTESIS DE LA DECISIÓN
53
realizar diligencias jurisdiccionales por comisión de los jueces, de acuerdo con
las normas especiales sobre la materia, en cuanto dicho enunciado normativo se
entienda que ello veda toda posibilidad de que los inspectores de policía puedan
atender despachos comisorios de los jueces concernientes a secuestro y entrega
de bienes, el parágrafo demandado desconoce el derecho de acceder a la
administración de justicia y el principio de colaboración armónica entre las
ramas del poder público?
234. Para responder a este problema jurídico esta Corte precisó, (i) el amplio
margen de configuración del Legislador para expedir normas procesales; (ii) el
principio de colaboración armónica entre los órganos del poder público y el
derecho de acceder a la administración de justicia; (iii) las interpretaciones que
se plantean de la norma en cuestión; (iv) la conformidad de la norma impugnada
con el ordenamiento constitucional; y (v) el alcance del control de
constitucionalidad.
III. DECISIÓN
RESUELVE
54
GLORIA STELLA ORTIZ DELGADO
Presidenta
55
MARTHA VICTORIA SÁCHICA MÉNDEZ
Secretaria General
56
SALVAMENTO DE VOTO DEL MAGISTRADO
CARLOS BERNAL PULIDO
A LA SENTENCIA C-223/19
57
por qué, a su juicio, la postura contenida en ese concepto era consistente y
reiterada por esa Sala, más aun cuando, se trataba de un concepto que, como
bien lo ha señalado la jurisprudencia del Consejo de Estado en innumerables
oportunidades, no tiene fuerza vinculante y, en esa medida, no representa la
postura de esa corporación judicial.
Fecha ut supra,
58
ACLARACIÓN DE VOTO DE LA MAGISTRADA
DIANA FAJARDO RIVERA
A LA SENTENCIA C-223/1981
Sin embargo, al mismo tiempo, el demandante advirtió que los consejos, tanto
Superior como algunos seccionales, así como la Sala de Casación Civil de la
Corte Suprema de Justicia, en sede de tutela, han considerado que la
prohibición establecida en el parágrafo impugnado no impide que los
inspectores realicen comisiones, siempre que se trate de actividades
simplemente ejecutivas (administrativas), como el secuestro y entrega de
bienes.
59
cualquier despacho comisorio; (ii) se prohíbe que los inspectores de policía
ejecuten algunos despachos comisorios, pues está permitido que realicen los
que impliquen el desarrollo de actuaciones administrativas, como la entrega y
secuestro de bienes. La mayoría de la Sala sostuvo que la interpretación (i)
contiene un significado razonable de la disposición acusada y que la misma no
viola el derecho de acceso a la justicia ni el principio de colaboración
armónica entre las ramas y los órganos del poder público, en el marco de la
potestad de configuración normativa con la que cuenta el Legislador. Esto, por
cuanto la Constitución no establece una determinada manera de hacer eficaces
tales mandatos, ni prevé que sean específicamente los inspectores de policía
las autoridades que deben cumplir la labor de prestar colaboración o auxilio a
los jueces, a través de la figura de la comisión.
60
único significado del precepto, me parece que la Sentencia debió indicar
explícitamente que el alcance que el demandante otorgó a la disposición,
efectivamente, se sigue de esta, máxime que en este caso ello comportaba
definir si había, o no, operado la derogatoria de una norma del Código General
del Proceso. Omitir lo anterior, implica a mi juicio, que no se sabe en realidad
si la decisión recae sobre una norma perteneciente al sistema jurídico y si ha
tenido lugar la cosa juzgada, pues todo dependerá de las diversas
interpretaciones que realicen los jueces ordinarios, de tal forma que si el
“derecho viviente” nunca asume la interpretación posible o hipotética que aquí
se tuvo por meramente supuesta, no es claro el objeto sobre el cual recayó el
pronunciamiento de exequibilidad.
Fecha ut supra,
61