2.020 Trabajo Extracurricular Ciclo Cinco, Filosofía
2.020 Trabajo Extracurricular Ciclo Cinco, Filosofía
2.020 Trabajo Extracurricular Ciclo Cinco, Filosofía
J.N.
TRABAJO DE FILOSOFÍA, CICLO CINCO
CARACTERÍSTICAS
La filosofía, desde el momento en que nació, se caracterizó por su contenido, su método y su objetivo.
. El contenido de la filosofía busca explicar el origen, el fundamento y la finalidad del mundo, del hombre y de los seres
en general Por eso se dice que la filosofía busca explicar la totalidad de lo real, y en eso se diferencia de las ciencias
particulares, las cuales se dedican a explicar partes o sectores de la realidad.
Por ejemplo, la sicología estudia la conducta del hombre y la política trata sobre la forma de gobernar a los pueblos, en
cambio la filosofía estudia el fundamento y la razón de ser de todas las ciencias, del método que utilizan y de los objetos
que estudian.
. El método que utiliza la filosofía es el razonamiento o argumentación lógica para explicar la realidad. A la filosofía no le
basta con constatar o comprobar datos. Debe ir más allá del hecho, más allá de lo experimental, para hallar la causa o
causas de lo existente, precisamente a través de la razón.
. El objetivo o la finalidad de la filosofía es conocer y contemplar la verdad de lo existente. Para los griegos la filosofía
constituía un amor desinteresado a la verdad. Aristóteles afirmaba que los hombres, al filosofar, buscan conocer con la
finalidad de saber y no para conseguir una utilidad práctica.
Esta concepción griega de la filosofía se debe a que cuando ésta apareció, los griegos habían solucionado los problemas
fundamentales de la subsistencia y se habían liberado de las necesidades materiales más urgentes.
En nuestro continente latinoamericano, el objetivo de la filosofía no se debe quedar sólo en conocer y contemplar la
verdad, sino que ese conocimiento debe transformar nuestra visión del mundo y de la vida humana para dar lugar a una
nueva escala de valores que responda a nuestra realidad. La filosofía debe predecir un nuevo orden personal y social.
No debemos olvidar que la filosofía está sujeta a circunstancias históricas y sociales bien determinadas. Cada época ha
generado una manera especial de explicar la realidad.
Los griegos se preocuparon por el estudio de la naturaleza, el pensamiento medieval estudió principalmente el problema
de Dios, la edad moderna se basó preferentemente en el problema del conocimiento, y en la actualidad el hombre ha
centrado su atención en todo aquello que conforma su realidad: la existencia, la vida, la historia, la economía, etc.
En América Latina la filosofía nos debe liberar de la superstición, del error e incluso de muchas circunstancias sociales y
políticas que impiden el ejercicio de nuestra libertad.
CHIMINIGAGUA
". ..Cuando era noche, antes que hubiera nada en este mundo, estaba la luz metida en el dios Chiminigagua, de donde
después salió. Chiminigagua mostró la luz que en sí tenía y comenzó a amanecer. Luego se dedicó a criar cosas en
aquella primera luz; las primeras que crió fueron unas aves negras grandes a las cuales mandó, una vez tuvieron el ser,
a que fueran por el mundo echando aliento o aire por los picos. Este aire era resplandeciente. Cuando las aves hicieron
lo que les mandaron, quedó el mundo claro e iluminado como está ahora... Chiminigagua que todo lo puede hacer,
porque es el señor del mundo, dueño de todas las cosas y siempre bueno, el crió todo lo que hay en este mundo, por
eso, quedó tan lleno y hermoso".
MITO MUISCA
EL BIG BANG"
"inicialmente, el universo tuvo un tamaño nulo, y por tanto estuvo infinitamente caliente. En un momento se produjo una
gran explosión (big bang) y el universo comenzó su expansión. Conforme el universo se expandía, la temperatura de la
radiación disminuía. Un segundo después del big bang, la temperatura habría descendido alrededor de diez mil millones
de grados. En ese momento el universo contenía fundamentalmente fotones, electrones, protones y neutrones.
Alrededor de cien segundos después del big bang, la temperatura habría descendido a mil millones de grados. A esa
temperatura, protones y neutrones comenzaron a combinarse para producir los núcleos de átomos de deuterio
(hidrógeno pesado).
Tan sólo unas horas después del "big bang" la producción de helio y otros elementos se habría detenido.
A medida que el tiempo transcurrió, el gas de hidrógeno y helio conformaron pequeñas nubes que irradiaban energía en
forma de calor y luz. Esa nube sirvió para formar el Sol y los planetas al igual que la Tierra" .
LA ESCUELA DE MILETO
En esta escuela es importante mencionar a tres filósofos: Tales, Anaximandro y Anaxímenes. Los tres eran de Mileto,
ciudad griega del Asia Menor, que en el siglo VI a. de C. alcanzó la cima de su desarrollo económico, político e
intelectual.
Tales de Mileto, el pensador que según la tradición dio comienzo a la filosofía griega, fue maestro de Anaxímenes y Ana-
ximandro.
Respecto a la pregunta sobre cuál es el elemento que dio origen a la naturaleza, Tales llegó a la conclusión de que el
agua es el origen de todo. Basó su respuesta en el hecho de que las plantas y los animales no pueden existir sin la
humedad.
Anaximandro llegó más lejos que su maestro en la búsqueda del elemento original. No estuvo de acuerdo con que el
agua fuera el elemento que dio origen a la naturaleza, pues para convertir el agua del estado sólido al estado líquido era
preciso calentarla, lo mismo que para separada del estado líquido al gaseoso.
Este hecho llevó a Anaximandro a concluir que en la naturaleza hay dos principios fundamentales: el frío y el calor. A su
vez, estos dos elementos surgieron de la separación de una materia original infinita llamada apeirón, es decir, una
sustancia sin límites.
Anaxímenes, en cambio, concluyó que el aire es el origen de todo cuanto existe. Decía que cuando el aire se concentra
se forman nubes de donde cae la lluvia, y concluye afirmando que al concentrarse más, nacen las materias sólidas, como
la tierra y las piedras.
En el año 494 a. de c., poco después de la muerte de Anaxímenes, la ciudad de Mileto fue arrasada por los persas.
Desapareció así el primer gran centro de reflexión filosófica. Sin embargo, el pensamiento filosófico no desapareció
gracias al aporte del filósofo griego Pitágoras, quien fundó una escuela en la ciudad de Sarnas.
La palabra griega fisis proviene del verbo fíein, que significa el proceso de surgir y desarrollarse de los seres del mundo.
La naturaleza, la fisis, es para los griegos del siglo VI a. de C. el universo como totalidad, lo real, entendido no como algo
estático, sino corno algo dinámico en continua evolución, en continuo movimiento.
Y, al mismo tiempo, la palabra fisis es entendida como arjé, como principio, no en sentido temporal, sino como la fuente
originaria de las cosas: aquello a partir de lo cual se desarrollan y merced a lo cual se renuevan constantemente en su
desarrollo, en otras palabras, la realidad subyacente a las cosas de nuestra experiencia.
LA ESCUELA PITAGÓRICA
La escuela pitagórica fue fundada en Crotona, sur de Italia, por el filósofo y matemático Pitágoras. Esta escuela era una
especie de confraternidad o de orden religiosa, y estaba organizada mediante reglas específicas de convivencia y
conducta. Los miembros de la escuela buscaban el enriquecimiento intelectual.
PARMÉNIDES DE ELEA
Parménides no estaba de acuerdo con la explicación de Heráclito. Si para Heráclito el fundamento de la realidad era el
cambio, para Parménides el fundamento es el ser que no cambia.
Parménides se dio cuenta que todas las cosas que existen tienen en común el ser. Las rocas tienen ser, es decir, son,
las plantas son, el hombre es, etc. El ser no se agota en cada una de las cosas, sino que las cobija a todas. Por ejemplo,
el término hombre se aplica a todas las personas, por muy distintas que sean y aunque cambien radicalmente. Por eso
se habla del ser humano.
Parménides profundizó más su estudio sobre el ser y llegó a la siguiente conclusión: el que sabe que el ser existe es el
hombre, ya que lo descubrió gracias a su capacidad de pensar, por eso todo lo que uno piensa y dice, es. Por lo tanto, el
pensar y el ser son lo mismo.
El ser es inmutable; es uno, continuo y macizo; es eterno.
EL DEVENIR
"El ser no fue engendrado y además es imperecedero: es un todo inmóvil y sin final ni comienzo. El ser no ha cambiado,
siempre ha sido el mismo; es ahora todo a la vez: uno y continuo. El ser está perfectamente acabado. Semejante a la
masa de una redonda bola, es equilibrado por todas partes a partir del centro".
PARMÉNIDES DE ELEA
EL SER
"No podemos bañamos dos veces en el mismo río, pues siempre correrán aguas distintas en torno a nosotros. Además,
en el momento en que hemos acabado de sumergimos en el río, nos hemos convertido en alguien distinto al que éramos
en el momento en que comenzamos a sumergimos. De modo que somos y no somos. Igual cosa ocurre con el mundo.
Este mundo no lo hizo ningún dios, sino que siempre fue, es y será fuego eterno, que cambia, constantemente, se
enciende y se apaga".
HERÁCLITO DE EFESO, Sobre la naturaleza
LA CORRIENTE PLURALISTA
Demócrito (460-371 a. de C.)
Demócrito fue el sistematizador del atomismo. Debido a sus viajes continuos y prolongados adquirió una enorme cultura
en diversas ciencias. Por ello fue considerado la mente más universal de los presocráticos.
A los últimos presocráticos se les conoce con el nombre de pluralistas porque intentaron explicar la naturaleza
recurriendo a más de un principio originario de la misma. Las escuelas pluralistas más importantes fueron la escuela
armonista y la escuela atomista.
LA ESCUELA ARMONISTA
La explicación de la naturaleza hecha por Heráclito era, del todo, opuesta a la que dio Parménides. Debido a esto, un
grupo de filósofos griegos, a comienzos del siglo V a. de C., intentó construir una filosofía que fuera a la vez fiel al
pensamiento de Heráclito y al de Parménides. Como estos filósofos procuraron conciliar o armonizar esas teorías, fueron
llamados los armonistas. Dos filósofos se distinguen en esta escuela: Empédocles y Anaxágoras.
. Empédocles explicó la naturaleza diciendo que existen cuatro raíces de las cuales surgieron los seres: la tierra, el agua,
el aire y el fuego. Cada una de estas raíces es inalterable e indestructible pero puede moverse, unirse y separarse de las
demás raíces. Lo que produce el movimiento y la mezcla de estas raíces son las fuerzas opuestas del amor y el odio.
. Anaxágoras coincidió con Empédocles al asegurar que nada se crea ni se destruye, sólo hay una mezcla o separación
de cosas existentes. Por eso hay cambio. La mezcla y la separación de los elementos los producen unos gérmenes, que
son eternos, indestructibles, inmutables e infinitos en número.
LA ESCUELA ATOMISTA
La escuela atomista apareció a comienzos del siglo V a. de C. Sus máximos representantes fueron Leucipo y Demócrito.
La explicación que los atomistas dieron acerca del origen y constitución los seres naturales fue muy original.
. Los atomistas aseguraban que los seres naturales estaban compuestos de un infinito número de cuerpos, invisibles por
su pequeñez y su volumen. Estos cuerpos son indivisibles y, por lo tanto, recibieron el nombre de átomo, que significa
no-divisibles. Los átomos son indestructibles e inmutables.
. Demócrito decía que en realidad sólo existen átomos y espacio vacío. Desde tiempos remotos, los átomos se mueven
en el espacio vacío; algunas veces chocan entre sí y causan movimientos turbulentos, del cual resulta la creación de un
mundo.
. Demócrito también enseñaba que nuestras impresiones sensoriales, tales como dulce, amargo, caliente, frío, etc., son
producidas por el contacto entre los átomos del mundo visible y los átomos que conforman nuestra alma. La diferencia
entre alma y cuerpo es que los átomos del alma son más ligeros y dinámicos que los átomos del cuerpo. Con esto,
Demócrito hizo una interpretación materialista del mundo, ya que para él nada existía fuera de los átomos y del espacio
vacío.
PLATÓN
Platón, discípulo de Sócrates, dijo que hay dos mundos: el mundo sensible en el cual vivimos y el mundo de las ideas
que para él era el verdadero.
El mundo sensible en el cual vivimos es un mundo aparente, donde rigen el movimiento y el cambio. Este mundo fue
formado por un artífice divino, llamado demiurgo, quien para crear los seres tomó el modelo eterno de cada uno de ellos
que está en el mundo de las ideas. Los árboles que vemos, por ejemplo, no son reales, sino imágenes de los árboles
reales que están en el mundo de las ideas.
El mundo de las ideas está integrado por las ideas de todas las cosas. Pero estas ideas no son conceptos sino cosas
reales, eternas, inmóviles e inmutables. La idea suprema es la idea del bien.
ARISTÓTELES
Aristóteles, discípulo de Platón, afirmó que todos los seres naturales tienen dos formas de ser: su sustancia, o modo de
ser en sí, y su accidente, o modos de ser en otro. Así, por ejemplo, el ser hombre es una sustancia porque existe en sí y
no en otro; el color blanco es un accidente, porque no puede existir en sí sino en otro ser.
Para Aristóteles los seres naturales están compuestos de materia y forma. La materia es aquello de lo que están hechos
los seres, por ejemplo la materia del hombre son las células. La forma es lo que hace que la materia sea tal cosa y no
otra.
El movimiento fue explicado por Aristóteles con la teoría de la potencia y el acto. Ser en acto es el ser que ya es. Ser en
potencia es el que puede llegar a ser. Un niño puede ser un médico en potencia, y sólo cuando llega a ser médico
efectúa el acto, porque ya es. El movimiento, entonces, consiste en el paso del ser en potencia al ser en acto.
Aristóteles distingue cuatro clases de movimiento o cambio:
1. Movimiento sustancial, que consiste en llegar a ser sustancia (generación) o dejar de ser (corrupción).
2. Movimiento cuantitativo, de menor a mayor cantidad (aumento) o de mayor a menor (disminución).
3. Movimiento cualitativo o alteración, paso de una cualidad a otra, de rojo a azul, por ejemplo.
4. Movimiento local, paso de un lugar a otro.
2.1. El método de la filosofía es el razonamiento o argumentación lógica que explica la realidad …..…. ( )
2.2. El mito daba respuesta a las preguntas y preocupaciones del hombre de la antigüedad …………… ( )
2.3. Se puso en duda la explicación del mito, y formuló una explicación, a partir de la lógica ……..…… ( )
2.4. La escuela de Mileto reflexionó sobre lo concreto y los pitagóricos, reflexionar sobre cuestiones ideales
como los números ……………………………………………………………………………………..……... ( )
2.5. Desmitificar la sabiduría da origen al quehacer filosófico…………..……………………………..……… ( )
2.6. La filosofía, se caracteriza por su contenido, su método, forma, fondo y objetivo.. …………………. ( )
2.7. Para Parménides el fundamento de la naturaleza es el ser que no cambia y es eterno. El pensar y el ser
son lo mismo ………………………………………………………….………………………………..……. ... ( )
2.8. Los griegos se preocuparon por el estudio de Dios, el pensamiento medieval estudió principalmente
el problema de la naturaleza ………………………………………………………………….……..………… ( )
2.9. El objetivo o la finalidad de la filosofía es conocer y contemplar lo existente …………..………………( )
2.10. En Latinoamérica, el objetivo no debe ser sólo conocer y contemplar la verdad, sino que el conocimiento
debe transformar nuestra visión del mundo y de la vida, que dé una nueva escala de valores que
responda a nuestra realidad ……………………………………………………………….………………… ( )
4. Defina:
4.1. Teogonías. 4.2. La Psicología 4.3. Cosmogonías 4.4. Antropología 4.5. Gnoseología
4.6. Axiología 4.7. La Cosmología 4.8. La Epistemología 4.9. La Lógica 4.10. La Ontología
COLEGIO COSTA RICA
J.N.
TRABAJO DE FILOSOFÍA, CICLO CINCO
IRONIA: Con la ironía se dice una cosa entendiendo por ella otra, a menudo precisamente su exacta contraria. Por
ejemplo, cuando se exclama ¡Perfecto! ante una respuesta claramente equivocada. Sócrates hizo de la ironía el
instrumento principal de su método mayéutico. Hacía preguntas al interlocutor fingiéndose del todo ignorante y sugería
una serie de cuestiones aparentemente ingenuas enfatizando la sabiduría del otro, aunque en realidad lo que hacía era
arrastrar al interlocutor a contradicciones insolubles.
MAYEUTICA: Literalmente el arte de la comadrona o arte de la obstetra. Indica el método de indagación de Sócrates
descrito por Platón en el Teeteto. Sócrates nunca proporcionaba soluciones, sino que se limitaba a hacer preguntas con
la idea de que el interlocutor, oportunamente interrogado, descubriese (o diese a luz) la verdad dentro de si.
HUMANISMO SOCRÁTICO. Indica la nueva tendencia inaugurada por los sofistas y por Sócrates de situar en el centro
de la reflexión filosófica los problemas del hombre, y no los de la naturaleza y el mundo físico. Sócrates recogió la invita -
ción de Protágoras a hacer del hombre la medida de todas las cosas, iniciando en el hombre, y no fuera de el, la
búsqueda del criterio de la verdad.
CONCEPTO: En líneas generales, designa cualquier contenido de la mente; en sentido estricto designa un término
universal, esto es, capaz de indicar una clase entera de objetos (por ejemplo, silla, perro, amor, vida, etc.). En la vida
ordinaria todos sabemos, en general e intuitivamente, que significan estos sustantivos; sin embargo, no estamos en
condiciones de proporcionar una definición simple, clara y exhaustiva de ellos. Y esto sucede tanto con los términos que
se refieren a valores morales o abstractos, como con los que aluden a objetos concretos. Es imposible, por ejemplo,
especificar cuáles son las características singularmente necesarias y colectivamente suficientes para que un animal sea
llama do perro. Sócrates descubrió el problema del concepto buscando definiciones correctas de los valores morales
(como amistad o valentía); Platón consideró el concepto como el conocimiento de una idea eterna e innata de la mente
humana; Aristóteles lo redujo al conocimiento de la esencia.
CONÓCETE A TI MISMO
La filosofía no enseña la verdad, sino que ayuda al individuo para que pueda descubrirla por si mismo. No ofrece
tampoco soluciones, sino un método para razonar a partir de nosotros mismos. La verdad es una conquista personal y,
por lo tanto, la educación es siempre auto educación, un proceso de maduración interior que únicamente puede esti -
mularse, pero no provocarse desde el exterior. El siguiente pasaje esta extraído del dialogo Alcibíades de Platón.
La filosofía tiene como objetivo el perfeccionamiento del sujeto:
Sócrates: Dime, entonces: ¿con que arte podremos cuidar de nosotros mismos?
Alcibíades: No lo se.
Sócrates: Hasta aquí estamos de acuerdo en que no será aquel que mejore cualquier objeto que nos pertenezca, sino
aquel que nos haga mejores a nosotros mismos.
Alcibíades: Muy cierto.
Perfeccionar una cosa implica conocerla como enseñan las técnicas.
Sócrates: Ahora bien, ¿sabríamos cual es el arte que mejora la calidad del calzado si no conociésemos el zapato?
Alcibíades: Imposible.
Sócrates: Y según esto, tampoco sabríamos que arte perfeccionará la hechura de los anillos si no conociésemos el anillo.
Alcibíades: Cierto.
Filosofar significa conocerse.
Sócrates: Avancemos otro paso. ¿Podríamos conocer que arte mejora al hombre de no saber quien somos nosotros
mismos?
Alcibíades: Imposible.
En el templo de Delfos estaba escrito «Conócete a ti mismo».
Sócrates: ¿Y puede darse que sea una bagatela conocerse a sí mismo y que fuese un bobo quien escribió aquellas
palabras sobre el templo de Delfos, o se trata por el contrario de una cosa difícil y no apta para todos?
Alcibíades: Me ha parecido, Sócrates, que es cosa de todos; pero tal vez se trate de una tarea extremadamente difícil.
Conocerse a si mismo es fácil solo en apariencia.
Sócrates: ¡Bien! Puede, Alcibíades, ser fácil o no, pero para nosotros el problema es este: si nos conocernos a nosotros
mismos, conoceremos quizá también el cuidado que debemos tener con nosotros mismos; si no, no lo conoceremos
nunca.
Alcibíades: Así es.
Para valorarse como individuos es preciso poseer un modelo de hombre:
Sócrates: Dime, entonces: ¿de que modo se podría descubrir en que consiste el si mismo? Porque, en consecuencia,
podremos descubrir quizá que somos nosotros, pero quedando la primera cosa en la oscuridad, seguramente nos será
imposible descubrir la segunda. ¿Que es, pues, el hombre?
Alcibíades: No lo se.
El hombre podrá ser cuerpo y alma, pero solo se debe analizar el alma:
Sócrates: Pero tu sabes, al menos, que es algo que se sirve del cuerpo.
Alcibíades: Si.
¿De que modo el alma puede conocerse a si misma?
Sócrates: ¿Que otro se sirve de este, sino el alma? Por lo tanto, aquel que desee conocerse a si mismo nos ordena co-
nocer nuestra alma.
Alcibíades: Así parece...
Para ver nuestros ojos debemos, mirarnos en un espejo; del mismo modo, para conocernos debemos reflejarnos en algo:
Sócrates: ¿De que modo podemos conocer lo más claramente posible nuestra alma? Puesto que, con ese conocimiento,
podremos conocernos a nosotros mismos. Por los dioses! ¿Comprendemos bien el justo consejo de la inscripción délfica
ahora recordada?
Alcibíades: ¿Con que intención lo dices, oh, Sócrates?
Nos conocemos a nosotros mismos observando nuestra mejor parte, del mismo modo que podemos observar nuestra
imagen reflejada en la pupila de otro.
Sócrates: Te diré que sospecho que esta inscripción pretende en realidad aconsejarnos. Porque se da el caso de que
para entenderla no tenemos muchos ejemplos para confrontar, salvo el de la vista.
Alcibíades: ¿Que quieres decir con esto?
Sócrates: Reflexiona también tu. Si la inscripción aconsejase el ojo, como aconseja al hombre diciendo mírate a ti mismo,
¿de que modo y que cosa pensaremos que quiera aconsejar? ¿Acaso no nos pide observar algo que, observándolo,
permita al ojo verse a si mismo?
Alcibíades: Cierto.
El alma se conoce verdaderamente cuando analiza su parte racional y espiritual:
Sócrates: Muy bien: indaguemos que objeto existe que, al mirarlo, podamos verlo a el y a nosotros mismos.
Alcibíades: Es claro, Sócrates: los espejos y objetos similares.
Sócrates: Exacto. ¿No hay quizá también en el ojo una característica por la que vemos algo similar?
Alcibíades: Cierto.
Sócrates: Por otra parte, ¿has observado que al mirar a alguien a los ojos se vislumbra nuestro rostro en el ojo de quien
esta enfrente, como en un espejo que nosotros llamamos pupila porque es casi una imagen de quien la mira?
Alcibíades: Es verdad.
Sócrates: Por lo tanto, si un ojo mira a otro ojo y enfoca la parte mejor del ojo, con la que también ve, entonces se vera a
sí mismo.
Alcibíades: Evidentemente.
Sócrates: Pero si el ojo mira otra parte del cuerpo humano o de los objetos, a excepción de aquella que tiene similar
naturaleza, no se vera a si mismo.
Alcibíades: Es verdad.
Sócrates: Si entonces un ojo quiere verse a si mismo, necesita enfocar un ojo y aquella parte de este en donde se halla
la virtud de la visión. ¿Y no es esta la vista?
Alcibíades: Si.
El componente racional del alma es sede de lo divino.
Sócrates: Entonces, querido Alcibíades, ¿no es cierto que también el alma, si quiere conocerse a si misma, deberá
enfocar un alma y sobre todo el rasgo de esta en el que se encuentre la virtud del alma, la sabiduría, y enfocar a otra per-
sona que posea una parte similar?
Alcibíades: Creo que si, Sócrates.
El componente racional del alma es sede de lo divino:
Sócrates: ¿Podríamos señalar en el alma una parte más divina que aquella en la que residen el conocimiento y el
pensamiento?
Alcibíades: No podemos.
Sócrates: Esta parte del alma es semejante a lo divino, y si la enfocamos se aprende a conocer todo lo que hay de
divino: intelecto y pensamiento; y se tiene la mejor posibilidad de conocerse a si mismo en el mejor modo.
Por medio de una comparación, que se ha hecho célebre, entre el trabajo de la partera y el del filósofo, Sócrates sostiene
que la tarea del sabio no consiste en proponer afirmaciones verdaderas, sino en favorecer el nacimiento de la verdad en
el alma del interlocutor. El trabajo que conduce a este resultado, un auténtico proceso de gestación, prevé un método de
búsqueda mayéutico basado en el coloquio individual, en el arte de escuchar y de objetar y en el uso sistemático de la
ironía para desbaratar las defensas intelectuales pre_ constituidas. (Del Teeteto de Platón.)
La actividad del filósofo puede ser comparada con la de las comadronas. Sócrates pretende ser una obstetra de almas.
Sócrates ¡Oh, mí querido amigo! ¿Tú no has oído decir que yo soy hijo de Fenareta, una mujer muy capaz y vigorosa,
comadrona?
Teeteto: Si, lo he oído decir.
Sócrates: Y que yo ejerzo el mismo arte, ¿lo has oído decir?
Teeteto: ¡No, nunca!
Sócrates: Sepas, pues, que así es. Pero no lo vayas diciendo a los otros. No saben, querido amigo, que yo poseo este
arte, y no sabiéndolo no dicen eso de mí, sino que más bien dicen que soy el más extravagante de los hombres y que no
hago más que sembrar dudas. También esto lo habéis oído decir, ¿no es cierto?
Teeteto: Si.
Sócrates: ¿Y quieres que te diga por que?
Teeteto: De buen grado te escuchare.
Era costumbre en Grecia que sólo las mujeres ancianas fuesen obstetras:
Sócrates: Intenta entender bien en que consiste el trabajo de la comadrona, y comprenderéis más fácilmente que quiero
decir. Tú sabes que mientras pueda concebir y engendrar, ninguna mujer ejerce de comadrona para otras mujeres, sino
que solo lo hacen aquellas que ya no pueden engendrar.
Teeteto: Esta bien.
La obstetra es, por definición estéril:
Sócrates: Se dice que eso es así por Artemisa, quien tuvo en suerte presidir los partos a pesar de ser virgen. Ella, pues,
no concedió a mujeres estériles el don de ejercer de comadronas, puesto que la naturaleza humana es demasiado débil
para adquirir un arte del que no haya tenido experiencia; asignó, pues, este oficio a aquellas mujeres que por su edad no
podían engendrar, honrando así la semejanza que tenían con ella.
Teeteto: Es lógico.
La obstetra no puede tener hijos, pero ha vivido personalmente esa experiencia:
Sócrates: ¿Y no es también lógico e incluso necesario que sean las comadronas las que puedan reconocer mejor que
nadie si una mujer está o no embarazada?
Teeteto: Ciertamente.
Sócrates: ¿Y no son las comadronas las que suministrando fármacos y haciendo encantamientos pueden despertar los
dolores o hacerlos más leves si quieren, y facilitar el parto y también provocar el aborto, si lo creen necesario, cuando el
feto es inmaduro todavía?
Teeteto: Es verdad.
Las obstetras hábiles poseen una profunda sabiduría; podrían desempeñar un papel de guía en los apareamientos:
Sócrates. ¿Y no has observado nunca de ellas que son habilísimas en la preparación de matrimonios, expertas como son
en conocer que hombre y que mujer se deben unir para engendrar los mejores hijos?
Teeteto: Esto no lo sabía.
Sócrates: Pues que sepas entonces que de este arte suyo hacen más alarde que del corte del ombligo. Piensa un poco:
¿crees tu que sea el mismo arte o que sean dos artes distintas el recoger con todo cuidado los frutos de la tierra y el
reconocer en que tierra esta plantada que planta y que semilla sembrada?
Teeteto: El mismo arte, creo. Sócrates Y en cuanto a la mujer, ¿crees tu que uno sea el arte de sembrar y otro el de
recoger?
Teeteto: No, no me parece.
Sócrates: No lo es, en efecto. Sino que, a causa del emparejamiento contra ley y contra natura de hombre con mujer -al
que se da el nombre de rufianearía-, las comadronas que cuidan su honorabilidad se abstienen también de combinar
matrimonios honestos por miedo a incurrir precisamente en esa acusación; mientras que solo alas comadronas
verdaderas convendría, creo yo, el combinar matrimonios como es debido.
Teeteto: Así me parece.
La filosofía es más complicada que la obstetricia. Pensar, en efecto, puede generar tanto lo verdadero (la vida) como lo
falso.
Sócrates: Este, por lo tanto, es el oficio de las comadronas, y es grande aunque sin duda menor que el mío. De he cho, a
las mujeres no les ocurre el parir ora fantasmas, ora seres reales, ni que ello sea cosa difícil de distinguir: porque si esto
ocurriese, grande y bello oficio seria para las comadronas distinguir lo verdadero de lo no verdadero, ¿no te parece?
Teeteto: Si, así me parece.
La filosofía es un arte de obstetricia espiritual.
Sócrates: Ahora bien: mí arte de obstetra en todo el resto se asemeja al de las comadronas, pero se diferencia en que
opera sobre los hombres y no sobre las mujeres, y provee a las almas parturientas y no a los cuerpos. Y la mayor
capacidad suya es que, gracias a ella, yo sea capaz de discernir con seguridad si fantasma o mentira para el alma del
joven, o si cosa vital y real.
También el filósofo, como la obstetra, es estéril (de sabiduría)' no posee ninguna verdad: Puesto que esto tengo en
común con las parteras, también yo soy estéril pero de sabiduría; y el reproche que tantos me han hecho -que interrogo a
los otros sin nunca manifestar mi pensamiento sobre ninguna cuestión, ignorante como soy- es reproche verdadero.
El trabajo del filósofo consiste en ayudar al interlocutor a generar la verdad, a descubrirla en sí mismo: Y la razón es
precisamente esta: que el dios me obliga a hacer de obstetra, pero me prohibió engendrar. Por lo tanto, yo "soy cualquier
cosa menos sabio y ninguna sabiduría ha sido nunca descubierta por mí ni generada por mí animo; en cambio, algunos
de quienes aman estar conmigo parecen del todo ignorantes, pero frecuentando mí compañía todos obtienen, siempre
que el dios se lo permite, un provecho extraordinario como comprueban ellos mismos y también los otros.
El alma, aunque preñada de verdad, tiene, sin embargo, necesidad de una guía espiritual: Y está claro que de mí no han
aprendido nada, sino que muchas y bellas cosas han encontrado y genera do por si mismos; pero, esto sí, el mérito de
haberlos ayudado a generar es del dios y mío. Y he aquí la prueba. Muchos que no sabían esto y creían que el mérito
era del todo suyo, muchos que me miraban con cierto desprecio, un día se alejaron de mí más pronto de lo necesario por
su propia voluntad o instigados por otros; y una vez alejados de mí, no hicieron más que abortar por los malos
acoplamientos en los que incurrieron, y todo lo que con mí ayuda habrían podido parir, por defecto de crianza lo
estropearan, teniendo en más consideración a mentiras y fantasmas que a la verdad; y acabaron pareciendo ignorantes
a sí mismos y a los otros.
La búsqueda mayéutica de la verdad es a la vez desestabilizadora y fecunda en resultados: Están luego quienes vuelven
a requerir mí compañía y hacen cosas extrañísimas para tenerla; y si el demonio que siem pre está presente en mí me
impide unirme con algunos de ellos, con otras en cambio lo permite, y los primeras, no obstante, sacan provecho. En
cuanto a los que se juntan conmigo, sufren por ello las mismas penas que las mujeres parturientas: porque tienen
dolores y pasan el día y la noche más llenos de inquietud que las mismas mujeres. Y mí arte tiene precisamente el poder
de suscitar y, al mismo tiempo, de calmar sus dolores. Así es para ellos.
Para encontrar la verdad hay que buscarla, estar preñados de ella:
Después hay otras, i oh Teelelo!, que no me parecen preñados; y entonces me doy prisa en colocarlos en otra parte,
sabiendo que estos no tienen necesidad de mí; digamos que con la ayuda del dios consigo muy fácilmente encontrar con
quien puedan unirse y obtener además un provecho de esa misma unión. Y así, son muchos los que se unen a Pródico y
a muchos otros sabios y hombres divinos. Pues bien, mí excelente amigo, me he extendido larga y profusamente en esta
historia porque tengo la sospecha de que tu, y lo piensas tu mismo, estas preñado y tienes los dolores del parto. Así
pues, confía en mí, que soy hijo de comadrona y conozco el arte del obstetra.
Las reacciones rencorosas hacia los discursos de Sócrates demuestran hasta que punto acierta en un problema de
verdad importante: Que si después, examinando tus respuestas, encuentro que alguna de ellas es fantasma y no verdad
y te la quito de encima y la expulso de ti, no te enojes conmigo como hacen las mujeres con sus hijos en su primer parto.
Son muchos los que sienten hacia mí esta animadversión, y ella es tanta que me morderán si tratase de quitarles de
encima alguna necedad; y lejos como están de saber que ningún dios es malévolo con los hom bres, no piensan que si yo
hago esto es por benevolencia; en verdad no actuó con malevolencia, sino sólo porque no juzgo lícito aceptar lo falso.
Derribando la opinión común, Sócrates afirma que el sabio desea acelerar la liberación del alma espiritual de la cárcel
corpórea, y no prolongar sin fin la vida. Acogida favorablemente por la cultura religiosa cristiana, la tesis socrático-
Platónica según la cual la dimensión biológico-corporal es el mayor obstáculo para el camino de la per fecta realización
espiritual, se transformará en un lugar fundamental de la tradición filosófica occidental. En tiempos más recientes,
Nietzsche vera en ello el inicio de la decadencia intelectual de Occidente. El fragmento esta extraído de la Apología de
Sócrates de Platón.
La tesis de Sócrates: Consideraremos si esperar que la muerte sea un bien.
Las dos posibilidades: la muerte es la nada o la trasmigración del alma:
Ella es, en efecto, una de estas dos posibilidades: o la muerte coincide con la nada y después de muerto no se tienen ya
más sensaciones, o bien, por cuanto se dice, consiste en una suerte de cambio y de transmigración del alma de esta
sede a otra.
Si la muerte es la nada, comparable a un sueño sin sueños, es preferible a la vida: Si no hay, pues, ninguna sensación
sino una especie de sueño semejante al de quien duerme sin soñar, con la muerte se obtendría una ganancia
extraordinaria. Si uno escoge una noche en la que por haber dormido tan bien no haya tenido sueño alguno, y si compara
esa noche con otras noches y otros días de su vida, debería reflexionar y decir cuántas otros días y cuantas otras noches
vivió en su existencia con más satisfacción y placer que aquella noche; de modo que estoy dispuesto a creer que no sólo
un ciudadano cualquiera, sino el mismo Gran Rey reconocería que en comparación con todos los otros, esos días y esas
noches se pueden contar con los dedos. Si tal es la muerte, yo la defino sin duda como una ganancia: de este modo, en
efecto, todo el tiempo parece no ser más que una única noche.
Si la muerte es el paso del alma a la ultratumba, es una magnífica ocasión para encontrar hombres ilustres: Si, por el
contrario, la muerte es una suerte de transmigración de esta vida a otro lugar y es verdad lo que se dice -esto es, que
todos los muertos se reúnen en aquel lugar- ¿que bien podría ser mayor que este, señores jueces? Pues si uno, llegado
al Hades después de ser liberado por quienes se dicen jueces, encontrará a aquellos que lo son verdaderamente, a
aquellos de quienes se dice ejercen allí justicia -Minos, Radamanto, Eaco, Triptolemo y otras semidioses que en vida
actuaron según justicia-, ¿se trataría de un viaje de poca monta? ¿Cuánto no estaría dispuesto cualquiera de vosotros a
pagar con tal de encontrarse con Orfeo, con Museo, con Hesíodo o con Homero?
La tranquilidad interior del hombre honesto es superior a la muerte: Es preciso, pues, que también vosotros, señores
jueces, estéis bien dispuestos a la esperanza ante la muerte, y que solo penséis esto: que ningún mal puede golpear al
hombre recto ni cuando vive ni cuando está muerto, y que sus acciones no son indiferentes a los dioses.
Cualquier acontecimiento, incluso la condena a muerte, tiene su razón de ser:
Incluso esto que ahora me ocurre a mí, no sucede por casualidad: para mí está muy claro que el morir en este punto y
liberarme de todos los fastidios es lo mejor que podría sucederme. Por esto no me ha detenido nunca ninguna señal di-
vina, y por mí parte no monto en cólera por quienes me han condenado ni por mis acusadores.
Condenable no es solo la sentencia, sino la voluntad malvada que la inspira: Sin embargo, ellos me han condenado y me
han acusado creyendo hacerme un daño, y ese diverso entendimiento suyo hace que recaiga sobre ellos una justa
reprobación.
La vida de Sócrates ha de ser tomada como ejemplo a seguir: A pesar de ello, esto les ruego: castigad, hombres, a mis
hijos cuando lleguen a la pubertad, molestándoles del mismo modo en que yo os molestaba a vosotros si pareciese que
se cuidan de la riqueza o de cualquier otra cosa antes que de la virtud; y si llegaran a exhibir algún valor sin valer nada,
reprendedlos como yo os he reprendido a vosotros por no aplicarse en cosas que valgan la pena y por creer contar para
algo cuando, en cambio, no cuentan para nada. Si hicieseis esto, yo y mis hijos habremos obtenido justicia de vosotros.
Solo dios conoce la verdad: Pero ya es hora de irse: yo a la muerte, vosotros a la vida. Quien después de nosotros se
encamine hacia la meta mejor, será ignoto por todos, salvo por el dios.
CUESTIONARIO
5. Complete con las palabras adecuadas, escritas debajo del siguiente párrafo: