2 Pedro y Judas: Cómo Contender Por La Fe by Miles Custis John D. Barry

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2 Pedro y Judas

Estudios Logos para grupos pequeños


Copyright 2016 Editorial Tesoro Bíblico en asociación con Lexham Press.
Adaptado con permiso del contenido original publicado en Bible Study Magazine (ediciones 4.6–5.1)
Editorial Tesoro Bíblico, 1313 Commercial St., Bellingham, WA 98225 (EE. UU.)
Todos los derechos reservados. Se permite el uso de citas breves de este material en presentaciones,
artículos y libros. Para otros usos, por favor escribe a Lexham Press para obtener el permiso necesario.
Envíanos un email: [email protected]
A menos que se indique lo contrario, las citas de la Escritura corresponden a la versión Reina-Valera ©
1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con
permiso.
ISBN 978-1-57-799755-9
Editor académico (Judas): Michael S. Heiser
Editora ejecutiva: Rebecca Van Noord
Editores asistentes: Lynnea Fraser, Abigail Stocker, Elizabeth Vince, Joel Wilcox
Diseño de portada: Jim LePage
Traducción: Loida Viegas Fernández
Edición: Noa Alarcón

CONTENIDO
Cómo usar este recurso
Introducción
Parte I: La dificultad de discernir la verdad (Judas 1–13; 2 Pedro 2–3)
Lección 1: Leer Judas
Lección 2: Contender por la fe
Lección 3: Dios no duerme
Lección 4: El juicio de Dios en la historia
Lección 5: Enfrentarse el pecado
Lección 6: Dios repartirá justicia
Lección 7: Identificar a los falsos líderes
Lección 8: Cómo tratar con un falso líder
Lección 9: Pastor egoísta
Lección 10: Verdaderamente libre en Cristo
Parte II: ¿Por qué no ha regresado Jesús? (Judas 14–25; 2 Pedro 3)
Lección 1: La venida del Señor
Lección 2: Un recordatorio
Lección 3: Instrucciones
Lección 4: El regreso demorado de Jesús
Lección 5: Dónde coinciden Pedro y Pablo
Lección 6: Doxología
Parte III: ¿Quién deseas ser realmente? (2 Pedro 1)
Lección 1: Eres cristiano, esto es lo que significa
Lección 2: Cuando llegas al final
Lección 3: Lo hemos visto con nuestros propios ojos
Lección 4: El poder de la palabra profética
Conclusión
Apéndice: Pedro, ¿un plagiador?, de Christopher R. Smith

CÓMO USAR ESTE RECURSO


Estudios Logos para grupos pequeños es una serie de estudios profundos de la Biblia útil para su
utilización de forma individual o en grupo. Las lecciones se pueden abordar de una en una o
más de una por semana, según las necesidades personales o el ritmo de aprendizaje del grupo.
Cada lección te llevará a profundizar en la Palabra. Para ello te recomendamos que uses tu
versión preferida de la Biblia junto con este estudio. El autor utilizó su propia traducción libre,
aunque incluyó citas en la versión inglesa que se corresponderían de manera aproximada con la
Reina Valera 1960. Independientemente de la versión bíblica que utilices, asegúrate de tomarte
la cantidad de tiempo necesaria para indagar en ella.
Nuestra recomendación es que te sirvas de una buena Biblia de estudio con notas explicativas;
en el original de este libro en inglés se aconseja la versión Faithlife (por ahora solo disponible en
inglés) que contiene notas de Miles Curtis y editada también por John D. Barry. Si lo deseas,
puedes descargar este recurso digital gratuito para tu tableta, teléfono móvil, ordenador
personal o para usarlo en línea. Más información en FaithlifeBible.com.
Que Dios te bendiga en el estudio de su Palabra.

INTRODUCCIÓN
Los escalofríos recorren te recorren la espalda. Empiezas a sudar. Se están contando mentiras…
y lo sabes. ¿Pero estás preparado para hacer algo? ¿Tienes el valor suficiente para actuar
respecto a estos sentimientos?

Las mentiras sutiles pueden entrar sigilosamente en nuestra vida bajo la apariencia de
sinceridad y verdad. Y aunque estas influencias suelen ser difícilmente apreciables, sus efectos
podrían ser devastadores: las mentiras tienen la potestad de destrozar familias, iglesias y
comunidades. Presentar la verdad con amor y sinceridad es uno de los pilares de ser cristiano.
Judas y Pedro advierten que no podemos ser apáticos en nuestra fe. Seremos susceptibles a la
falsedad… a menos que busquemos el crecimiento de forma activa.
En este estudio aprenderemos a buscar a Dios mediante la oración, y llegaremos a
comprenderle a través de su Palabra, y dependiendo del Espíritu Santo como nuestra mejor
defensa contra las falsas enseñanzas. Veremos la opinión de Dios sobre el mundo y nuestro
lugar dentro de él. Entenderemos lo que significa contender por la fe.

PARTE I: La dificultad de discernir la verdad


JUDAS 1–13; 2 PEDRO 2–3
Cuando Judas se sentó a redactar su carta, quería escribir sobre la salvación, pero se sintió
obligado a prevenir a su audiencia sobre los falsos profetas que se habían infiltrado en su
congregación (vv. 3–4). Sus descripciones dibujan un cruel retrato de estos charlatanes
espirituales. Sigilosos y astutos, se presentaban como portadores de las buenas nuevas. Los
muros defensivos no habrían ayudado a la comunidad que Judas dirigía, porque estos líderes ya
estaban dentro.
Segunda de Pedro retoma el mismo mensaje de Judas. No sabemos cuál de los dos se escribió
primero, pero las palabras son las mismas en su mayoría y, en ocasiones, casi de forma textual.
Al ser 2 Pedro significativamente más extensa, es probable que Pedro adaptara las palabras de
Judas. Por ello este estudio entrecruza Judas y 2 Pedro, y lee juntos los pasajes paralelos. Ya que
Judas es la carta más corta (y probablemente la primera), trabajaremos primero en la totalidad
de esta, y al final regresaremos para los pasajes únicos de 2 Pedro.
Ambos libros contienen un sentido de urgencia: para Judas, proclamar la salvación tal como
debe ser entendida; para Pedro, preparar a los cristianos antes de que muriese. Para ambos, los
falsos líderes son el problema principal a tratar.

Lección 1
LEER JUDAS
Pídele a Dios sabiduría para estudiar la carta de Judas.
Lee de una sentada toda la carta de Judas en voz alta.

Judas, como la mayoría de las cartas del Nuevo Testamento, se escribió para toda una iglesia (o
varias iglesias). Se habría leído en voz alta ante la comunidad que se congregaba. Leer la carta
en voz alta (o escuchar a alguien leerla) te ayuda a sentirla de la misma forma que sus
receptores originales.
Piensa en el propósito de Judas al escribir la carta. ¿A qué grupos identifica? ¿Qué indica sobre
ellos?

Fíjate en cada vez que Judas se refiere a sus receptores (“tú”). (Si estás usando Software Bíblico
Logos, puedes utilizar el Filtro visual para ello; si quieres hacer manualmente, lo que
probablemente te ayudará a recordar mejor el texto, puedes utilizar el Subrayado). ¿Qué les
recuerda? ¿De qué les advierte?

¿Qué instrucciones específicas da Judas a sus receptores? ¿Cómo puedes aplicar sus
instrucciones en tu vida?

Judas y 2 Pedro tienen muchas similitudes. Compara 2 Pedro 2–3 con Judas. ¿Qué temas
comparten? ¿En qué difieren las cartas?

¿Qué sugieren las advertencias paralelas de Pedro y Judas contra los falsos maestros? (Compara
2 Pedro 3:14–18 con Judas 20–25.) ¿Cómo exhortan los dos escritores a sus lectores para que
eviten las falsas enseñanzas?

Lección 2
CONTENDER POR LA FE
Ora para que el Espíritu te fortalezca cuando “contiendas por la fe”.
Lee Judas 1–7. Reflexiona en Judas 1–4.

Judas inicia su carta identificándose y dirigiéndose a sus destinatarios. Fíjate en cómo se


describe él y de qué forma retrata a su audiencia en Judas 1. ¿Te describirías como un “siervo de
Jesucristo”? ¿Qué significa ser siervo de Cristo?

¿Qué revela sobre Dios la descripción que Judas hace de los destinatarios de la carta? ¿Cuál es
la relación entre ser un siervo de Cristo y ser “llamado”, “amado” y “guardado”?

Cuando Judas señala su intención de tratar con los falsos maestros que hay entre ellos, usa la
palabra griega epagōnizomai (ἐπαγνωίζομαι, “contender”), un término que se empleaba a
menudo en referencia a las competiciones atléticas. ¿Qué significa “contender por la fe”? Lee 1
Timoteo 6:12 y 1 Corintios 9:24–27. ¿Cómo contribuyen estos pasajes a la comprensión de lo
que significa contender por la fe?

¿Cómo describe Judas a los falsos maestros en Judas 3–4? La palabra aselgeia (ἀσέλγεια,
“libertinaje” o “sensualidad”) alude, por lo general, a la inmoralidad sexual. ¿Qué significa que
estos falsos maestros hubieran convertido “en libertinaje la gracia de nuestro Dios”?

¿Cómo disfrutas de la libertad en Cristo mientras evitas el pecado (compara Gálatas 5:13 y 1
Pedro 2:16)?

Judas indica que estos falsos maestros entraron “encubiertamente”. ¿Cómo piensas que los
falsos maestros fueron capaces de infiltrarse de manera encubierta en la comunidad? ¿Qué
medidas puedes tomar para asegurarte de que no estás influido por falsas enseñanzas?

Lección 3
DIOS NO DUERME
Ora para que el Espíritu te ayude a discernir la verdad de la mentira.
Lee 2 Pedro. Reflexiona sobre 2 Pedro 2:1–3.

Lee el apéndice: “Pedro, ¿un plagiador?”, de Christopher R. Smith, que explica cómo Pedro
utiliza la epístola de Judas, e identifica los paralelismos.

Igualando Judas 4–5, 2 Pedro señala que, así como los falsos maestros están presentes en la(s)
iglesia(s) a las que se está dirigiendo, los falsos profetas también se encontraban en la antigua
Israel (2 P 2:1; ver la Lección 4 para una explicación sobre la analogía de 2 P 2:1). ¿Cómo
introducen sus ideas los falsos maestros y cuáles son los resultados de sus esfuerzos?

Como Judas, Pedro destaca que los falsos maestros llegan hasta el punto de negar a nuestro
Dios soberano (salvador). ¿Cuál es el factor que lleva a estos falsos maestros a realizar tales
declaraciones (2 P 2:2)?

¿Por qué relaciona Pedro la “avaricia” y la “sensualidad” (2 P 2:2–3)? ¿Cómo se relaciona la


avaricia y el deseo sexual inapropiado? ¿Qué revela este paralelismo sobre nuestro
comportamiento, además del de los falsos maestros? ¿A qué conduce la “avaricia” en las
personas? ¿Cómo deberíamos dirigir la avaricia en nuestros corazones?

Lee Salmo 121:1–4. ¿En qué se parece este salmo al final de 2 Pedro 2:3?

Podemos confiar en que Dios no se sienta ocioso, sin hacer nada, mientras los falsos maestros
engañan a su pueblo; ya ha condenado sus actos. Dios no está dormido, sino que está entrando
en acción. Él ha estado condenando a los falsos maestros desde hace mucho tiempo y
continuará haciéndolo. ¿De qué formas puedes adoptar un papel más activo en discernir la
verdad de la mentira?

Lección 4
EL JUICIO DE DIOS EN LA HISTORIA
Ora para que Dios te guarde de la tentación.
Lee Judas 1–13. Reflexiona sobre Judas 5–7.

Judas recuerda a sus lectores tres acontecimientos del Antiguo Testamento que demostraron el
juicio de Dios sobre quienes se opusieron a él. Primero, Judas se refiere al éxodo. ¿Qué indica
Judas sobre el papel de Jesús en este suceso? Compáralo con 1 Corintios 10:1–4. ¿Cómo
influyen estos versículos en tu idea del papel de Jesús en los acontecimientos del Antiguo
Testamento?

Lee Números 14:1–35. Pese a ser liberados de la esclavitud de una forma milagrosa, la
generación del desierto mostró falta de fe. ¿Qué indica esto sobre la perseverancia necesaria
para mantener nuestra fe?

Lee 1 Corintios 10:5–13. ¿Cómo te anima el ejemplo de la generación del desierto a permanecer
fiel? ¿Cómo puedes guardarte de la tentación?

El segundo suceso del Antiguo Testamento que menciona Judas es el de los ángeles
abandonando su “morada”. Esta imagen se refiere a una comprensión judía temprana de los
“hijos de Dios” en Génesis 6:1–4. ¿Cómo van los falsos maestros más allá de su propia
autoridad, como hicieron los “hijos de Dios”? (Los “ángeles” y los “hijos de Dios” parecen ser
sinónimos en Judas y 2 Pedro). ¿Qué indica el castigo de Dios para los ángeles en Judas 6 sobre
su actitud hacia los falsos maestros?

El tercer ejemplo del Antiguo Testamento que utiliza Judas es el castigo de Dios a Sodoma y
Gomorra. La destrucción de estas ciudades malvadas se narra en Génesis 19:23–29. ¿Qué te
enseña este acontecimiento sobre la seriedad del pecado?

Fíjate en el progreso del juicio en estos tres ejemplos: “destruyó” (Judas 5), “guardado bajo
oscuridad, en prisiones eternas” (v. 6), “el castigo del fuego eterno” (v. 7). ¿Cómo te advierten
estos juicios en contra de la falsa enseñanza? ¿Qué indica Judas sobre la actitud de Dios hacia
los que predican mentiras sobre él? ¿De qué forma cambiará esto tus actos hoy y en el futuro?
Lección 5
ENFRENTARSE AL PECADO
Ora para que el Espíritu te revele cómo permanecer justo en medio de una
cultura pecadora.
Lee 2 Pedro 1–2. Reflexiona sobre 2 Pedro 2:4–8.

Para ilustrar su punto de vista, Pedro, como Judas, utiliza los ejemplos de los ángeles rebeldes y
la historia de Sodoma y Gomorra (2 P 2:4–6; ver la Lección 4). Pedro añade algo al ejemplo de
Judas y destaca de forma directa que Noé fue guardado, incluso cuando el “mundo antiguo”
murió en el diluvio. Porque representaba la justicia, Dios guardó a Noé, junto a otros siete; no
necesariamente porque fuera perfecto (que no lo era), sino porque representaba la esperanza
de la humanidad actuando, una vez más, de forma correcta (con justicia).
Dios siempre vela por el justo, incluso cuando condena a los falsos líderes y a las generaciones
malvadas. Muchas personas se preocupan por lo que les deparará el final de los tiempos, y esto
es triste considerando que todo aquel que deposita su fe en Jesús es justificado ante Dios por su
muerte y resurrección en la cruz (Juan 3:16–17; compáralo con Is 53:10–12). Pedro está
haciendo básicamente la misma observación cuando cita los ejemplos de Noé y Lot.
Lee Hebreos 11:7 y, a continuación, 1 Juan 1:5–10 y 2:15–17. ¿Cómo proporciona Noé el
ejemplo de vivir los atributos señalados en 1 Juan? ¿Cómo podemos vivir según los propósitos
de Dios en medio de una cultura pecadora?

¿Por qué cosa fue atormentado Lot (2 P 2:7–8)? ¿Has experimentado alguna vez unas
circunstancias parecidas? ¿Qué hiciste para permanecer fiel? ¿Cómo podías haber mejorado las
circunstancias? Si no estás a la altura en el momento (como Lot, en Génesis 19:6–8), ¿qué
señalarías como fallo principal?

Lección 6
DIOS REPARTIRÁ JUSTICIA
Ora para que Dios te lleve a comprender por qué es (y debe ser) el juez de todo.
Lee 2 Pedro 1–2 una vez más. Reflexiona sobre 2 Pedro 2:9–10a.

¿Cómo responderá Dios a aquellos que no buscan a Jesús y continúan viviendo en sus pecados,
conduciendo a los demás a la perdición (2 P 2:9)?

El uso que Pedro hace de “concupiscencia” (μιασμός, miasmos) es una referencia a la violación
(concretamente a la violación homosexual), y alude a la pecaminosidad de la muchedumbre en
Génesis 19:5 (2 P 2:10). Probablemente Pedro se centra en este particular crimen atroz, porque
una vez más hace referencia a la historia de cuando Lot escapa de Sodoma y Gomorra. Además,
Pedro pone especial cuidado en añadir que estas personas sexualmente inmorales también
“desprecian el señorío”. Es posible que tenga en mente la autoridad de Dios. Las personas
reservadas “para que sean castigados en el día del juicio” son las que han ido en contra de Dios
y nunca se han arrepentido (2 P 2:9). Se niegan a venir a Jesús y a cambiar sus actos. Encima de
todo, estos que están bajo juicio han infligido odiosos crímenes sexuales a otros,
convirtiéndolos de manera específica en objetivos del juicio de Dios. La idea principal: la justicia
será servida, de modo que déjasela a Dios.
Cuando se cometen crímenes horrendos, Dios lo sabe. En ocasiones podría parecer que no
estuviera actuando, pero el mal será juzgado. Dios ofrece esperanza a todos —incluso a
personas terriblemente pecaminosas— en Jesús. Pero aquellos que no vengan a él serán
castigados.
Lee Lucas 18:1–8. ¿Qué males cometidos contra ti tienes que entregarle a Dios para que pueda
ser el juez contra quienes te han herido? Dios te puede ofrecer sanidad y puede ser tu abogado.

Lección 7
IDENTIFICAR A LOS FALSOS LÍDERES
Ora para que Dios te enseñe cómo reconocer a los falsos líderes.
Lee 2 Pedro 2. Reflexiona sobre 2 Pedro 2:10b–11.

Tras reflexionar sobre personas malvadas del pasado (ver 2 P 2:4–10a), Pedro vuelve a centrarse
en los falsos líderes presentes en la iglesia. El apóstol no hace esta transición de enfoque de
manera explícita, sino que el contexto mismo parece insinuarlo (como en el caso de los
paralelos con Judas, que cambia el tiempo verbal aquí para indicar una explicación de los
asuntos del momento). El hecho de que Pedro no haga una transición explícita demuestra que,
en lo que concierne al carácter, existe poca diferencia entre los falsos líderes de aquel momento
y las personas malvadas del pasado.
Los falsos líderes de la generación de Pedro afirman tener una autoridad increíble: ni los seres
espirituales reivindicarían tanta autoridad como ellos (2 P 2:10–11). El contexto principal de 2
Pedro es una explicación sobre el regreso de Cristo (ver 2 P 3:1–13). Sin embargo, no es tan solo
una exposición académica: los falsos líderes están utilizando el que Cristo no haya regresado
aún como excusa para la conducta inmoral como actos sexuales inmorales y la avaricia. Es
posible que estuvieran argumentando que como Cristo no había vuelto todavía, no lo haría
jamás —y, por tanto, el juicio sobre la humanidad no vendría tampoco—, quitándole así
importancia a que la gente hiciera todo lo que le apeteciese. Pedro muestra lo equivocados que
están en realidad. ¿Te has encontrado alguna vez con personas que afirman tener una autoridad
que no poseen? ¿Cuál fue tu respuesta?

Los falsos líderes revelan su verdadera forma de ser a través de sus actos. Si alguien declara
conocer a Jesús pero no actúa de acuerdo con el camino que él nos ordenó vivir, esa persona es
un falso líder, independientemente de lo que afirmen saber de él. Enumera los principales
atributos de los falsos maestros, según 2 Pedro 2. ¿Cómo puedes usar esta lista en tu vida
cotidiana cuando disciernas la verdad de la falsedad?
Lección 8
CÓMO TRATAR CON UN FALSO LÍDER
Pídele a Dios que te enseñe a oponerte a los falsos líderes con amabilidad.
Lee 2 Pedro 2–3. Reflexiona sobre 2 Pedro 2:12–16.

Cuando Pedro dice que los falsos líderes son “como animales irracionales, que nacieron para ser
presa de la destrucción” no se está refiriendo a que los líderes mismos no tuvieran elección en
sus decisiones; sus acusaciones implican que ellos escogieron (2 P 2:12). Un falso líder es tan
peligroso como un perro enfermo de rabia: no tendrías más opción que matarlo. A lo que Pedro
se refiere es a que los falsos líderes se comportan tan mal como animales y que, por tanto,
deberían ser excomulgados de la iglesia.
Tratar con los falsos líderes puede ser complicado, pero la Biblia nos proporciona algunas
directrices. Por otra parte, si un líder solo enseñara falsa doctrina o cayera en un pecado
principalmente en contra de ellos mismo y de Dios (es decir, un pecado que no es un crimen
contra otra persona), entonces se le debería pedir de inmediato que se arrepintiera. (Deberían
ser apartados del liderazgo por el momento). Sin embargo, si un falso líder no se arrepiente, tú y
otros testigos debéis llevarlo ante otros para que se arrepienta (ver 1 Ti 5:19–20). Si aún no
quiere arrepentirse, tendrás que pedirle que abandone la comunidad (ver 1 Co 5:1–5).
(Compáralo con 1 Timoteo 1:3–11; 6:3–10).
Los falsos maestros de la época de Pedro eran inmorales, transigían con pecados perjudiciales
para los demás y excusaban su propia conducta. No había esperanza para ellos en la iglesia, al
menos no en este estado. Pero Pedro no le está pidiendo a la comunidad que emita el juicio
final, sino simplemente que los saquen de la comunidad. El juicio final es asunto de Dios (2 P
2:12b–13).
¿Cuáles son algunos de los pecados que identifican a los falsos líderes de las iglesias de Pedro (2
P 2:13–14; compara las lecciones 5 y 6 para las explicaciones de la terminología)?

¿De qué forma nos sirven hoy estos pecados como indicadores de los falsos líderes? Los falsos
líderes también añaden al evangelio (ver Tito 1:10, 16); ¿qué significa añadir al evangelio?

Pedro nos dice que el identificador fundamental de los falsos líderes es que se han apartado
“del camino recto” y “se han extraviado” (2 P 2:15). Para explicarlo se sirve de la historia de
Balaam como analogía. Lee la historia de Números 22–24 y 31:16. ¿Qué muestra este relato
respecto a la opinión de Dios sobre los falsos líderes y hasta dónde llegará para corregirlos
(compáralo con 2 P 2:16)?

Durante el proceso de este estudio, ¿has identificado a algunos falsos líderes en tu vida? ¿Has
derivado hacia algunos atributos del falso liderazgo? ¿Cómo planeas corregir tus actos y los de
los demás?
Lección 9
PASTOR EGOÍSTA
Ora para que el amor de Cristo te estimule a amar a otros con humildad.
Lee Judas 3–13. Reflexiona sobre Judas 8–13.

Tras recordarles a sus lectores los pasados actos de juicio de Dios, Judas sigue describiendo a los
falsos maestros que se han infiltrado en la comunidad. ¿Qué tres pecados les atribuye en Judas
8? ¿Están relacionados estos pecados? ¿De qué manera?

¿Existe alguna relación entre estos tres pecados y los tres ejemplos que Judas cita en Judas 5–7?

Judas se refiere a una tradición sobre el cuerpo de Moisés que, según el relato del Antiguo
Testamento, no se halló jamás (compáralo con Dt 34:5–6). El término para “blasfemo”
(βλασφημία, blasphēmia) puede aludir a calumnia. (Si estás usando Logos Bible Software,
puedes utilizar Bible Word Study para aprender más sobre este término en el griego original).
¿Qué significa que Miguel no quiso reprender al diablo? ¿Qué indica esto respecto a la
presuntuosa naturaleza de los falsos maestros que calumnian lo que no entienden?

Judas compara a los falsos maestros a tres figuras del Antiguo Testamento (Judas 11):
• Para el “camino de Caín”, lee Génesis 4:1–16.
• Para el “error de Balaam”, ver Números 22–24 y 31:16 (compáralo con la lección 7).
• Para la “rebelión de Coré”, lee Números 16:1–35.
¿Qué caracteriza a estas tres figuras?

¿Cómo te proteges de la envidia, la avaricia y la rebelión errónea?

¿Cómo describe Judas a los falsos maestros en Judas 12–13? ¿De qué son culpables? ¿Qué
ilustraciones de la naturaleza usa el apóstol para describirlos?

¿Qué significa ser pastores que se alimentan a sí mismos? Lee Ezequiel 34:2–10 y Juan 10:11–
18. ¿Qué atributos caracterizan a un buen pastor o líder? ¿Cómo puedes manifestar estas
características en tu vida?

Lección 10
VERDADERAMENTE LIBRE EN CRISTO
Ora para que Jesús te muestre cómo evitar a los falsos líderes y resistir a las
tentaciones malignas.
Lee una vez más 2 Pedro 2. Reflexiona sobre 2 Pedro 2:17–22.

Los falsos líderes son “fuentes sin agua, y nubes empujadas por la tormenta; para los cuales la
más densa oscuridad está reservada para siempre” (2 P 2:17). En ocasiones resulta difícil
entender porqué los malvados prevalecen, pero Pedro nos ofrece la esperanza de que se hará
justicia (compáralo con las lecciones 5 y 6).
En las lecciones 6 y 7 nos ocupamos de los problemas de los falsos líderes y cómo identificarlos.
En 2 Pedro 2:18–22 se nos ofrece una lista aún más detallada de los atributos de los falsos
líderes. ¿Cuáles son las tres cosas que hacían los falsos líderes de la época de Pedro (2 P 2:18–
19)?

Se supone que los cristianos son libres en Cristo. Cuando Pedro declara que es peor estar
enredado en el mal después de recibir a Cristo que estarlo con anterioridad a ese momento, no
parece tener una conducta degenerativa general en mente. Pedro está pensando en las malas
acciones de los falsos líderes. Ellos no solo están cometiendo maldades después de haber
venido a Cristo; están esclavizando a otros para que cometan el mal. Usan su fe como excusa
para cometer maldades ellos mismos y otros. Cuando llegue el día del juicio será peor para ellos
que si no hubieran venido nunca a Cristo: conocen y han experimentado la verdad, pero siguen
haciendo el mal contra Dios y contra los demás (2 P 2:21–22). Cristo murió por ellos y lo saben,
pero lo usan como excusa para su impiedad (compáralo con Heb 5:11–6:12).
El apóstol señala que muchas personas creen ser libres cuando, en realidad, están esclavizadas:
“Porque el que es vencido por alguno es hecho esclavo del que lo venció” (2 P 2:19). ¿De qué
necesitas tú ser liberado? ¿Qué se está interponiendo entre Dios y tú? Confiésaselo a otra
persona y pídele a un grupo de verdaderos líderes cristianos —preferentemente los ancianos de
tu iglesia— que oren sobre ti para que puedas ser libre.

PARTE II: ¿Por qué no ha regresado Jesús?


JUDAS 14–25; 2 PEDRO 3
Todos hemos sentido como si estuviéramos dando tumbos: las cosas no parecen ir bien y los
únicos cambios son a peor. La gente nos dice que apretemos los dientes y nos recompongamos,
pero sencillamente no nos queda energía para seguir adelante; no podemos reunir las fuerzas.
Sin la voz de Dios hablando por medio de nuestras circunstancias, nuestras dificultades parecen
aun más enormes. Nos preguntamos dónde está él, qué está haciendo y por qué no vuelve.
Inquirimos: “¿Dónde estás tú, Jesús, en medio de todo esto?”.

Sin embargo, la razón por la que él no ha regresado todavía cambiará tu vida a mejor; te traerá
consuelo y nueva esperanza.
Lección 1
LA VENIDA DEL SEÑOR
Ora para que el Espíritu te haga una persona justa tanto en palabras como en
hechos.
Lee Judas 3–16. Reflexiona sobre Judas 14–16.

Judas prosigue con su descripción de los falsos maestros y alude a una profecía de Enoc. El
Antiguo Testamento proporciona muy poca información sobre él (ver Gn 5:18–24). La profecía
que menciona el apóstol se encuentra en el libro de 1 Enoc, que forma parte de unos escritos
judíos y cristianos conocidos como los pseudoepígrafos. ¿De qué forma describe la profecía de
Enoc la venida del Señor en Judas 14–15?

Jesús habló de la venida del “Hijo del Hombre” en Mateo 25:31–46. ¿Cuál es el propósito de la
venida del Señor en estos pasajes? ¿Sobre qué está Dios ejecutando juicio?

¿Qué relevancia tiene que Dios juzgue tanto las obras como las palabras? ¿Qué pasos puedes
emprender para asegurarte de que ambas cosas sean correctas?

¿Cómo describe Judas a los falsos maestros en Judas 16? ¿Qué pecado de la lista destaca para
ti? ¿Se aplican a ti algunos de los aspectos de esta descripción? ¿Cómo puedes evitar, de forma
deliberada, los pecados de esta lista?

¿Cómo puedes ser proactivo en buscar a Dios y las cosas que le agradan?

Lección 2
UN RECORDATORIO
Ora para que Dios unifique a su iglesia en su propósito.
Lee Judas 5–19. Lee 2 Pedro 3:1–6. Reflexiona sobre Judas 17–19.

Después de analizar a los falsos maestros, Judas le habla directamente a su audiencia en Judas
17. Observa cómo se dirige a los destinatarios de su carta. ¿Qué crees que quiere decir cuando
los llama “amados” o “queridos amigos”? Compara este término con la descripción que hace de
ellos en Judas 1.

Judas le recuerda a su audiencia la predicción de los apóstoles respecto a que vendrían


burladores a la comunidad. Con anterioridad dice que los falsos maestros entrarían de forma
encubierta o “inadvertida” (Judas 4). ¿Cómo crees que el recordatorio alentaría a la audiencia
del apóstol? ¿Estimulan las profecías cumplidas tu fe en la Biblia? ¿De qué manera?
Pedro se hace eco de las palabras de Judas, indicando que deberíamos tener “memoria de las
palabras que antes han sido dichas por los santos profetas, y del mandamiento del Señor y
Salvador dado por vuestros apóstoles” (2 P 3:2). Encabeza esto al declarar el objetivo de su
carta. ¿Qué se propone el apóstol (2 P 3:1)? ¿Qué papel juega en nuestra vida presente que
recordemos la obra de Dios en el pasado?

Cuando Pedro habla de la predicción de los apóstoles respecto a que vendrían burladores,
proporciona más detalles sobre el escarnio de los que se mofan. Lee 2 Pedro 3:2–7. ¿Por qué
afirma Pedro que la gente se burlará? ¿Qué pasan por alto los burladores, y por qué enfatiza
Pedro esta idea (2 P 3:5; compara 2 P 2:4–10a)?

¿Cómo y por qué se burla hoy la gente del cristianismo?

¿Cómo describe Judas a los burladores en Judas 19? Pablo suele advertir con frecuencia contra
aquellos que crean división en el seno de la iglesia (ver Ro 16:17; 1 Co 1:10; 3:1–9; 12:24–26;
Tito 3:10–11). ¿Por qué crees que las epístolas del Nuevo Testamento recalcan la importancia de
la unidad dentro de la iglesia?

¿Catalogarías a tu iglesia como unida o dividida? ¿Cómo puedes orar por la unidad? ¿Qué
acciones emprendes para fomentar la unidad en tu comunidad?

Lección 3
INSTRUCCIONES
Ora pidiendo madurez espiritual mientras procuras ser edificado en la fe.
Lee Judas 17–23. Reflexiona sobre Judas 20–23.

Al terminar su carta, Judas les da algunas instrucciones a sus lectores en los versículos 20–21.
¿Cómo ayudarían estas directrices a la audiencia del apóstol a protegerse contra los falsos
maestros?

¿Cuáles son algunas de las formas en que puedes edificarte en la fe? ¿Cómo pueden ayudarte
otros a hacerlo?

¿Cómo puedes ayudar a otros a edificarse en su fe? ¿Qué papel juega en esto la oración?

¿Qué relación existe entre las dos instrucciones que proporciona Judas en Judas 21 (compáralo
con 1 Juan 4:9)?
Lee Juan 15:10 y 1 Juan 2:15; 3:17. ¿Qué afirman estos versículos respecto a estar en el amor de
Dios? ¿Cómo puedes asegurarte de estar manteniéndote en el amor de Dios?

En Judas 20–21 alude a los tres miembros de la Trinidad (“el Espíritu Santo”, “Dios” y “el Señor
Jesucristo”). ¿Qué rasgos atribuye Judas a cada uno de ellos? ¿Con qué frecuencia piensas en
cada miembro de la Deidad?

¿Cómo estás “orando en el Espíritu Santo” (v. 20)? ¿Cómo te conservas “en el amor de Dios” (v.
21)? ¿Cómo estás “esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo” (v. 21)?

Judas enumera tres formas de reaccionar frente a los demás en Judas 22–23. ¿Cuáles son esas
maneras? ¿Qué significa “A algunos que dudan, convencedlos”? ¿En qué difiere esto de mostrar
“misericordia con temor” a otros?

¿Se te ocurre alguien en tu vida que esté en uno de los grupos anteriores? ¿Cómo deberías
alcanzar a esa persona?

Lección 4
EL REGRESO DEMORADO DE JESÚS
Ora para que Jesús te revele por qué “el fin” es relevante para tu vida ahora.
Lee 2 Pedro 2–3. Reflexiona sobre 2 Pedro 3:7–15a.

Así como el diluvio de Noé vino por una palabra profética, el fin del mundo también lo hará…
porque Dios lo ha dicho (2 P 3:7; compáralo con la lección 5). El día que Jesús regrese el mal
será completamente eliminado de la tierra. Resulta muy difícil comprender por qué Jesús dijo
que ese día llegaría pronto cuando todavía no ha ocurrido (casi dos mil años después). Sin
embargo, Pedro nos indica que esto se debe a que “para con el Señor, un día es como mil años,
y mil años como un día” (2 P 3:8). Según Pedro, ¿cuál es la razón por la que Jesús no ha
regresado (2 P 3:9)? (En 2 Pedro 3:9 tenemos un plural en el griego que significa “todos
vosotros”. Esto significa que pretende dirigirse a la totalidad de su audiencia y, por extensión, a
todo el mundo).
¿Cómo llegará realmente “el día del Señor” (2 P 3:10)? A la luz del contexto de 2 Pedro capítulo
2, ¿a qué tipo de “obras” crees que se refiere Pedro y que serán manifestadas en aquel día?

Centrándonos en el “día del Señor”, ¿cómo deberíamos vivir hoy (2 P 3:10–12, 14)?

Cuando sean creados el nuevo cielo y la nueva tierra, la justicia morará en la tierra, y esto
significa que toda injusticia será juzgada y la vida justa gobernará la tierra (2 P 3:13). Esto es lo
que significa la justicia y ese es su aspecto en última instancia. ¿Qué podemos hacer hoy, en la
práctica —como individuos y como comunidades— para vivir el último día de un modo del que
Jesús se sintiera orgulloso (2 P 3:14)?

¿Cómo deberíamos considerar el tiempo entre la actualidad y el último día (2 P 3:15a)? ¿Cómo
deberíamos responder a Dios en la práctica en el tiempo que se nos ha dado?

Lección 5
DÓNDE COINCIDEN PEDRO Y PABLO
Ora para que el Espíritu te revele cómo las partes difíciles de las Escrituras
proporcionan gran recompensa.
Lee 2 Pedro 3. Reflexiona sobre 2 Pedro 3:15b–16.

En 2 Pedro 3:15 Pedro nos dice que su mensaje sobre el día del Señor es directamente paralelo
al del apóstol Pablo. Esto se debe a que este último también consideraba que el retraso en la
venida de Cristo demostraba su paciencia con la humanidad. Como Pedro, Pablo consideraba la
demora en el regreso de Jesús como una oportunidad para vivir plenamente para Dios ahora.
Lee Romanos 2:4 y 9:22–24. ¿Qué mensaje es más claro para ti, el de Pedro o el de Pablo
(compáralo con la lección 11)?

Pedro también observa que las palabras de Pablo a veces pueden resultar difíciles de entender,
y que por ello son susceptibles de que las personas las tergiversen para su propio beneficio. La
indicación que hace Pedro sobre este asunto pretende, probablemente, ilustrar una vez más el
problema con los falsos líderes: incluso usan las Escrituras y a Jesús mismo como excusa para
hacer el mal (2 P 3:16; compara las lecciones 5 y 6).
¿Cuáles pueden ser algunas soluciones prácticas para tratar con los pasajes de las Escrituras que
resultan difíciles de comprender?

¿Con quien deberías cotejar tus opiniones sobre las Escrituras? ¿Con quien deberías cotejar los
criterios de otros? ¿Cómo puedes identificar fácilmente las enseñanzas que no son de acuerdo a
la voluntad de Dios (compara de nuevo las lecciones 5 y 6)?

Lección 6
DOXOLOGÍA
Ora para que Dios te proporcione un mayor entendimiento de su Gloria, su
majestad, su poder y su autoridad.
Lee Judas 1–25. Lee 2 Pedro 3:17–18. Reflexiona sobre Judas 24–25.

En lugar de una bendición o salutaciones finales (compáralo con 1 Co 16:23–24, Heb 13:20–21),
Judas acaba su carta con una doxología. La doxología es una fórmula litúrgica de alabanza que
atribuye gloria y honra a Dios. ¿Cómo describe Judas a Dios en su doxología? ¿Por qué se le
debe a él la gloria?

¿Qué aspectos de la doxología de Judas muestran la preocupación de Dios por nosotros?

¿Cómo ayuda Dios a protegerte de los tropiezos? ¿Se te ocurre algún ejemplo en el que Dios lo
haya hecho en tu vida?

El término griego para “sin mancha” (άμωμος, amōmos) suele usarse en la versión griega del
Antiguo Testamento en referencia a un sacrificio sin defecto (ver Nm 6:14). Es la palabra
utilizada en el Nuevo Testamento para describir el sacrificio perfecto de Cristo (ver Heb 9:14, 1 P
1:19). ¿Cómo nos permite el sacrificio de Cristo comparecer sin mancha ante la gloria de Dios?

Según las observaciones finales de Pedro, ¿con qué deberíamos tener cuidado (2 P 3:17)? ¿Qué
deberíamos hacer en cambio (2 P 3:18)?

Existen otras doxologías en el Nuevo Testamento:


• Romanos 11:33–36; 16:25–27
• Efesios 3:20–21
• 1 Timoteo 1:17
• Apocalipsis 5:13
¿En qué se parecen estas doxologías? ¿En qué se diferencian?

Intenta componer tu propia doxología. ¿Qué atributos de Dios incluirías? ¿Por qué son
importantes para ti esos rasgos?

PARTE III: ¿Quién deseas ser en realidad?


2 PEDRO 1
La autorreflexión es saludable, pero también puede ser temible: suele tener como resultado
serios cambios en nuestras vidas. Cuando Pedro inició su segunda carta, no solo tenía el cambio
en mente: quería ver cómo su audiencia transformaba sus vidas para ser más como Cristo.
A pesar de todo lo hablado sobre la transformación, seguimos sin comprender lo que significa
en realidad ser transformados. ¿Qué significaría para nosotros aceptar el cambio en toda
nuestra vida al tener comunión con él por medio de la oración, la adoración, la comunidad y el
investigar en la Biblia… para vivir como él vivió, con nuestra vida totalmente dictada por el
maravilloso programa de Dios?

Con Dios podemos llegar a ser más de lo que habríamos imaginado jamás. Y esto es hermoso.
Porque, con Dios, comunidades enteras pueden cambiar a mejor.
Pedro nos está preguntando básicamente: ¿quién quieres ser en realidad? Regresemos al
principio de su carta y descubramos lo que significa de verdad ser cristiano.

Lección 1
ERES CRISTIANO, ESTO ES LO QUE SIGNIFICA
Ora para que Dios te dé una perspectiva inspiradora de tu vida, completamente
motivada por vivir para él.
Lee toda 2 Pedro. Reflexiona sobre 2 Pedro 1:1–4.

¿Cómo se identifica Pedro (compáralo con la lección 2)? ¿Qué indica su autoidentificación sobre
cómo deberíamos vernos delante de Dios?

Según Pedro, ¿qué tipo de fe han recibido los cristianos y cómo la recibimos nosotros (2 P 1:1)?

La fe en Cristo pretende ofrecernos piedad a nosotros y a los demás. ¿Qué nos ha concedido el
poder divino de Cristo (2 P 1:3–4)? ¿Cuáles son las implicaciones prácticas de esto en nuestra
vida?

¿Cómo nos distingue el hecho de aceptar la obra de Cristo?

Lección 2
CUÁNDO LLEGAS AL FINAL
Ora para que la idea del regreso de Jesús te proporcione perspectiva sobre tus
circunstancias y tus prácticas presentes.
Lee toda 2 Pedro 1. Reflexiona sobre 2 Pedro 1:4–15.

Pedro enumera una secuencia de conexiones entre la fe y otras virtudes (2 P 1:5–7). Tómate
tiempo para anotarla en una pequeña tarjeta y llévala en el bolsillo esta semana como
recordatorio de lo que Jesús pretende que seas. Apunta en ella que eres participante “de la
naturaleza divina”. Por medio de Cristo tienes el poder mismo de Dios para vivir esas virtudes.
¿Qué capacidad nos proporcionan las virtudes (cualidades) que Pedro enumera en 1:5–7 (2 P
1:8)? ¿Cuál es el resultado de carecer de estas virtudes (2 P 1:9)?

Cuando Pedro afirma que deberías ser diligente y “hacer firme vuestra vocación y elección”, no
está diciendo que nuestra salvación dependa de estas acciones: nuestra salvación solo depende
de Jesús (Juan 3:16; compáralo con Is 53:12). Del mismo modo, cuando Pedro afirma que “de
esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor”,
no quiere decir que vivir mediante estas acciones proporciona la entrada al reino de Dios (2 P
3:11). En vez de ello, Pedro quiere decir que deberíamos esforzarnos por vivir como si fuéramos
salvos de verdad, para que nuestra entrada al reino de Dios sea rica y hermosa. Vivir las virtudes
enumeradas en 2 Pedro 1:5–7 nos dispone para el éxito en lugar del fracaso (2 P 1:10). La gran
pregunta detrás de lo que Pedro está afirmando es:
Cuando vayas al cielo, o cuando Jesús regrese de nuevo, ¿qué quieres que te diga? ¿Quieres
escucharle decir: “Bien hecho, buen siervo y fiel”, o darte cuenta de repente de que a pesar de
ser “salvo” podrías haber hecho mucho más por Dios mientras estabas en la tierra, habiendo
llevado a otros a él mientras tanto?

En 2 Pedro 1:12–13 podemos vislumbrar a Pedro como pastor: ¿por qué hace Pedro esas
declaraciones en 2 Pedro 1:3–11? Está escribiendo su libro al final de su vida, sabiendo que
pronto partirá de este mundo (2 P 1:14–15). Si te hallaras al término de tu vida, ¿qué les
recordarías a las personas?

Lección 3
LO HEMOS VISTO CON NUESTROS PROPIOS OJOS
Ora para que el Espíritu te inspire a vivir tu vida como si hubieras visto a Jesús
cara a cara.
Lee 2 Pedro 1 una vez más. Reflexiona sobre 2 Pedro 1:16–18.

Contra los mitos perpetuados por los falsos líderes —que, según indica Pedro, son “inteligentes”
(es decir, sorprendentemente engañosos)—, Pedro nos dice cómo llegó a sus revelaciones (2 P
1:16–18). ¿Qué distingue a Pedro de los falsos líderes, y cómo podemos nosotros, como
cristianos modernos, depender de ideas similares (2 P 1:16; compáralo con Lucas 1:1–4)? (Pedro
está aludiendo al bautismo y la transfiguración de Jesús: lee Marcos 1:9–11 y 9:2–8).

Es probable que Pedro esté contrastando su punto de vista con las ideas de la mitología
grecorromana (compáralo con 1 Ti 1:4). Considerando los tipos de pecados que estaban
cometiendo los falsos líderes, enumerados a lo largo del libro, es posible que estos pudieran
haber tratado a Jesús como una especie de dios grecorromano. Si este fuera el caso, habrían
estando desarrollando en torno a él un estilo de religión cúltica según dicha mitología o, al
menos, excusando (en el nombre de Jesús) y transigiendo con las conductas de su cultura.
Cuando Pedro afirma que somos “participes de la naturaleza divina”, está contrastando de
forma directa su punto de vista con el de las religiones grecorromanas (2 P 1:4). Las prácticas
religiosas grecorromanas sugerían con frecuencia que los seres humanos podían convertirse en
dioses. En el cristianismo, los creyentes participan de la divinidad al formar parte de la familia
de Dios —por medio de los actos salvíficos de Jesús—, pero no se convierten en dioses ellos
mismos (compáralo con Ro 8:29). ¿De qué maneras hoy se cuelan otros puntos de vista
religiosos en la iglesia? ¿Cómo puedes identificarlos frente a las verdaderas enseñanzas de
Jesús?

¿De qué manera puedes tratar amablemente —y en el amor de Cristo— el problema de las
herejías?

Lección 4
EL PODER DE LA PALABRA PROFÉTICA
Ora para que el Espíritu te inspire a vivir sumergido en la Palabra de Dios.
Lee todo 2 Pedro una vez más. Reflexiona sobre 2 Pedro 1:19–21.

En nuestra generación, muchos cristianos actúan como si las herejías no fueran importantes.
Nos aflige profundamente cuando la corrupción en la iglesia se hace pública —o cuando un líder
cristiano comete un pecado terrible—, pero no ponemos demasiado cuidado en las enseñanzas
actuales de nuestras comunidades. Sin embargo, para Pedro todos los pecados importantes
dentro de la comunidad cristiana estaban directamente arraigados en la enseñanza nociva
impartida por los falsos líderes. Por esta razón Pedro nos dice que tenemos algo más seguro
incluso que haber visto a Jesús: “la palabra profética” (2 P 1:19). Con esto Pedro quiere decir
que Dios habla a través de las Escrituras; podemos usar la Palabra para tener discernimiento.
“Lucero de la mañana” es una metáfora para Jesús. ¿Por qué deberíamos prestar atención a la
palabra profética? ¿Qué la distingue? ¿Cuál es el efecto de la Palabra de Dios en nuestra vida (2
P 1:19–20)?

Lee Isaías 6:1–3. Compáralo con 2 Pedro 1:20–21. ¿Qué distingue la obra y las palabras
proféticas? ¿De qué manera es esta profecía —las palabras de los profetas del Antiguo
Testamento y, por extensión, toda la Biblia— una medida segura para las palabras que se
pronuncian hoy?

¿Qué partes de tu vida y tu práctica spiritual te está llamando Dios a cambiar hoy? ¿Qué
enseñanzas estás acatando que no están alineadas con las enseñanzas bíblicas? ¿Cómo puedes
ser más cuidadoso con la información que aceptas como verdad?
CONCLUSIÓN
Vivimos en un mundo que bulle de opiniones e ideas opuestas al deseo de Dios. Es demasiado
fácil dejar que estas influencias se metan en nuestro corazón y en nuestras creencias.
Jesús debería brillar en nosotros como una lámpara en un lugar oscuro. Deberíamos estar llenos
de su Palabra para que pueda hablarnos a nosotros y a la vida de los demás (2 P 1:19–20).
Somos llamados, amados y protegidos por Dios para que podamos buscarlo.
Judas sugiere un antídoto para el letargo espiritual y las falsas enseñanzas: podemos edificarnos
en la fe orando en el Espíritu Santo, manteniéndonos nosotros y a los demás en el amor de Dios
y esperando la vida eterna que disfrutamos por medio del sacrificio de Cristo (Judas 20–21). Sin
embargo, en última instancia y como señala Judas, la mejor protección contra la tentación
procede de confiar en Dios, “aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin
mancha delante de su gloria con gran alegría” (v. 24).
Pedro explica el mensaje de Judas que nos dice que Dios es el gran rescatador en todas las
situaciones. En Jesús podemos vencer el pecado y la destrucción; podemos incluso vencer las
herejías por medio de la piedad que llega cuando Cristo transforma nuestra vida.
El amor de Jesús proporciona la protección contra el mal que todos necesitamos: en este mismo
momento, Jesús habla la verdad en nuestra vida a través de su palabra profética. En Cristo
hallamos la fe y nos volvemos virtuosos (2 P 1:19; compáralo con 1:5–7). Nuestro conocimiento
de Jesús nos conduce al autocontrol y nos hace constantes. Y en nuestra constancia, a través de
la gran fuerza de Dios, nos hacemos piadosos. La piedad es la respuesta que nuestro mundo
necesita: la respuesta que muestra la compasión y el amor verdaderos (2 P 1:5–8).
Que Dios te bendiga y te guarde —que haga resplandecer su rostro sobre ti—, mientras vives
por la enseñanza de su palabra y permaneces en su Espíritu Santo.

APÉNDICE
PEDRO, ¿UN PLAGIADOR?
Christopher R. Smith

Si la Biblia es la Palabra inmutable de Dios, ¿por qué usaría Pedro algunas de las palabras de
Judas y las cambiaría?

Justo en el centro de la segunda carta de Pedro, toma la carta de Judas y la adapta, sección a
sección, en secuencia. No solo usa las ideas de Judas, sino también las mismas palabras y frases,
pero con un giro interesante: cambia su orden, su contexto y su aplicación. ¿Es este un ejemplo
antiguo de plagio?

(Las palabras en negrita son las que Pedro y Judas tienen en común).
Judas 2 Pedro

Porque algunos hombres han entradoPero hubo también falsos profetas entre el
encubiertamente, los que desde antes pueblo, como habrá entre vosotros falsos
habían sido destinados para esta maestros, que introducirán
condenación (κρίμα, krima) hombres encubiertamente herejías destructoras, y
impíos, que convierten en libertinaje aun negarán al Señor (δεσπότης, despotes)
(ἀσέλγεια, aslegia) la gracia de nuestro que los rescató, atrayendo sobre sí mismos
Dios, y niegan a Dios el único soberano destrucción repentina. Y muchos seguirán
(δεσπότης despotes, y a nuestro Señor sus disoluciones (ἀσέλγεια, aslegia), por
Jesucristo. Mas quiero recordaros, ya que causa de los cuales el camino de la verdad
una vez lo habéis sabido, que el Señor, será blasfemado, y por avaricia harán
habiendo salvado al pueblo sacándolo de mercadería de vosotros con palabras
Egipto, después destruyó a los que no fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo
creyeron (4–5). la condenación (κρίμα, krima) no se tarda, y
su perdición no se duerme (2:1–3).

EL USO QUE PEDRO HACE DE JUDAS


Pedro usa la misma analogía que Judas para explicar la presencia de los falsos maestros entre
los verdaderos creyentes: algunas personas infieles salieron de Egipto con Israel, pero
perecieron en el desierto. Pedro afirma las cuatro mismas cosas que Judas declara sobre los
falsos maestros: Actúan en secreto; niegan al “soberano” (δεσπότης, despotes); son inmorales;
y su “condenación” o “juicio” (κρίμα, krima) se determinó hace mucho tiempo.
Judas 2 Pedro

Y a los ángeles que no guardaron su Porque si Dios no perdonó a los ángeles


dignidad, sino que abandonaron su propia que pecaron, sino que arrojándolos al
morada, los ha guardado bajo oscuridad, en infierno los entregó a prisiones de
prisiones eternas, para el juicio del gran oscuridad, para ser reservados al juicio… y
día; como Sodoma y Gomorra y las si condenó por destrucción a las ciudades
ciudades vecinas, las cuales de la misma de Sodoma y de Gomorra, reduciéndolas a
manera que aquéllos, habiendo fornicado e ceniza y poniéndolas de ejemplo a los que
ido en pos de vicios contra naturaleza, habían de vivir impíamente (2:4, 6).
fueron puestas por ejemplo, sufriendo el
castigo del fuego eterno (6–7).

EL USO QUE PEDRO HACE DE JUDAS


Pedro sigue a Judas mediante el uso de ángeles rebeldes y las ciudades de Sodoma y Gomorra
como ejemplos del juicio de Dios. Sin embargo, añade el paradigma del juicio durante el diluvio
de Noé. También cita a Noé y a Lot como personas que fueron salvadas. Su idea: Dios protegerá
a los justos cuando juzgue a los impíos (2:4–9).
Judas 2 Pedro

No obstante, de la misma manera también Aquellos que, siguiendo la carne, andan en


estos soñadores mancillan la carne, concupiscencia e inmundicia, y desprecian
rechazan la autoridad y blasfeman de las el señorío. Atrevidos y contumaces, no
potestades superiores. Pero cuando el temen decir mal de las potestades
arcángel Miguel… dijo: El Señor te superiores, mientras que los ángeles… no
reprenda. Pero éstos blasfeman pronuncian juicio de maldición contra ellas
(βλασφημέω, blaspheme) de cuantas cosas delante del Señor. Pero éstos, hablando
no conocen; y en las que por naturaleza mal (βλασφημέω, blaspheme) de cosas que
conocen, se corrompen (φθείρω, phtheir) no entienden, como animales irracionales,
como animales irracionales. nacidos para… perecerán en su propia
perdición (φθεύρω, phtheir) (2:10–12).

EL USO QUE PEDRO HACE DE JUDAS


Tanto Judas como Pedro estaban perplejos ante la arrogancia y la rebeldía de los falsos
maestros, ya que ni los ángeles afirman tener semejante autoridad.
Judas 2 Pedro

¡Ay de ellos! porque han seguido el camino Estos son inmundicias (σπιλάς, spilas) y
de Caín, y se lanzaron por lucro (μισθός manchas, quienes aun mientras comen con
misthos) en el error de Balaam (πλάνη vosotros, se recrean en sus errores… Han
plane), y perecieron en la contradicción de dejado el camino recto, y se han extraviado
Coré. Estos son manchas (σπιλάς, spilas) en (πλανάω, planaō) siguiendo el camino de
vuestros ágapes, que comiendo Balaam hijo de Beor, el cual amó el premio
impúdicamente con vosotros (11–12). (μισθός, misthos) de la maldad (2:13, 15).

EL USO QUE PEDRO HACE DE JUDAS


Como Judas, Pedro describe a los falsos maestros como “manchas” (σπιλάς, spilas) en los
banquetes de la comunidad y los compara a Balaam (Nm 22–24). Sin embargo, Pedro no usa los
ejemplos que Judas proporciona de Caín y Coré. En su lugar, desarrolla el ejemplo de Balaam
(2:15–16).
Judas 2 Pedro

Nubes sin agua (ἄνυδρος anudros) llevadas Estos son fuentes sin agua (ἄνυδρος
de acá para allá por los vientos; árboles anudros), y nubes empujadas por la
otoñales, sin fruto, dos veces muertos y tormenta; para los cuales la más densa
desarraigados; fieras ondas del mar, que oscuridad está reservada para siempre
espuman su propia vergüenza; estrellas (2:17).
errantes, para las cuales está reservada
eternamente la oscuridad de las tinieblas
(12–13).

EL USO QUE PEDRO HACE DE JUDAS


Pedro sigue de cerca a Judas aquí, tomando prestado su simbolismo gráfico. Sin embargo, Pedro
usa menos imágenes para exponer su idea.
Judas 2 Pedro

Pero vosotros, amados, tened memoria de Para que tengáis memoria de las palabras
las palabras que antes fueron dichas por los que antes han sido dichas por los santos
apóstoles de nuestro Señor Jesucristo; los profetas, y del mandamiento del Señor y
que os decían: En el postrer tiempo habrá Salvador dado por vuestros apóstoles;
burladores, que andarán según sus sabiendo primero esto, que en los
malvados deseos. (17–18). postreros días vendrán burladores,
andando según sus propias
concupiscencias (3:2–3).

EL USO QUE PEDRO HACE DE JUDAS


La idea de Judas sobre los “burladores” consiste en que son inmorales y pueden desviar a los
creyentes y hacerlos pecar. Insta a sus destinatarios a permanecer fieles e intentar rescatar a los
que están en peligro espiritual. Pedro expone una idea diferente: los burladores niegan que
Jesús vaya a volver. No obstante, Pedro, como Judas, insta a los creyentes a estar en guardia
para que no los engañen.
Judas 2 Pedro

Y a aquel que es poderoso para guardaros Antes bien, creced en la gracia y el


sin caída, y presentaros sin mancha delante conocimiento de nuestro Señor y Salvador
de su gloria con gran alegría, al único y Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el
sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y día de la eternidad. Amén. (3:18).
majestad, imperio y potencia, ahora y por
todos los siglos. Amén. (24–25).

EL USO QUE PEDRO HACE DE JUDAS


Como Judas, Pedro acaba su segunda carta con un himno de alabanza.
¿Acaso el uso que Pedro hace de la carta de Judas indica que no era la Palabra de Dios para él?

Pedro no podía hacer mayor elogio a Judas. Esta segunda carta es la última voluntad espiritual
de Pedro y su testamento. Le dice a sus lectores que pronto debe “abandonar el cuerpo, como
nuestro Señor Jesucristo [le] ha declarado” (1:14). Por tanto, declara: “También yo procuraré
con diligencia que después de mi partida vosotros podáis en todo momento tener memoria de
estas cosas”, las cosas que enseñaba sobre Jesús como “testigo ocular” de su vida y de su
ministerio (1:15–16). Pedro está poniendo su autoridad apostólica tras todo lo que ha escrito en
su carta y todo lo que ha enseñado. Al incorporar las palabras de Judas y entretejerlas con sus
palabras “apostólicas” a lo largo de su carta, está testificando de la verdad y la autoridad de
ellas, no plagiándolas.
Pedro no cambió nada esencial del mensaje de Judas. En su lugar, afirma que es aplicable
incluso a círculos más amplios de aquellos a los que Judas se dirigió originalmente. Esto significa
tratar a Judas como la inmutable Palabra de Dios.
Los autores bíblicos hacen cosas, en ocasiones, que no esperamos de ellos. Sin embargo,
cuando reflexionamos en lo que están haciendo de verdad y por qué, podemos comprender
cómo funciona realmente la Biblia. Se nos proporciona, asimismo, un destello de cómo se
puede aplicar la Palabra de Dios en distintos contextos y a diferentes grupos de personas.

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