Examen de Ensayo Resuelto Con Ensayos Cortos

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Universidad Industrial de Santander

Teoría y Análisis Literario III: Ensayo y/o Dramaturgia


Grupo L2
Profesor Hugo Armando Arciniegas
Segundo examen (correspondiente al 25 % de la nota final)

Plazo último de entrega: jueves 18 de junio, 12.00 a. m. (medianoche)

Nombre del estudiante: Andrés Felipe Rojas Márquez

Aviso: Para responder las preguntas, los estudiantes tendrán que remitirse a los dos textos base de la
unidad temática: América tierra firme y Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana. Sin
embargo, podrán referirse también a otros textos propios de su bagaje lector. De hecho, se tomará
en cuenta este último aspecto a la hora de asignar la calificación (salvo en el punto 5, que es de
carácter personal, al menos con respecto a los otros). A su vez, en las preguntas 3 y 4 (alusivas al
ensayismo de Arciniegas y Mariátegui), los estudiantes podrán, si lo estiman necesario, remitirse a
Pensar el ensayo y Carta a una joven ensayista, textos teóricos de base para todo el curso.

Examen

1. Establezca una relación en máximo 250 palabras entre América tierra firme, de Germán
Arciniegas, y Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana, de José Carlos
Mariátegui, a partir del tema del indigenismo precolombino; con acento especial en la etnia
inca, del Perú1. (Calificación sobre 1,0).

***

Lo que el tiempo se llevó


¡Ausente! La mañana en que me vaya
más lejos de lo lejos, al Misterio,
como siguiendo inevitable raya,
tus pies resbalarán al cementerio
C.V.
El tiempo es un arbitrario camino por el que cada cosa está destinada a pasar. No es,
entonces, de sorprender que lo que alguna vez fue, ya no lo sea. Como es el caso de

1
Posibles preguntas que pueden hacerse a la hora de pensar su respuesta: ¿hay puntos en común en las
concepciones que sobre los incas tienen los autores? ¿Hay acaso puntos dispares? ¿Proponen acaso los autores
una mirada particular sobre los incas? ¿Cuál?
Latinoamérica; que en cierta ocasión se condenó al paso del tiempo. La vida del indígena
cambiaría.
Con añoranza, recuerda Mariátegui los años póstumos a la conquista del pueblo
Inca del Perú. Pareciera, incluso que se le pudiera acuñar el término “sociedad” a la cultura
Inca. No es para menos, ya que su organización era totalmente por y para los demás, como
una natural sociedad que convive en sociedad; y es porque se establece así de forma nativa,
sin una preconcepción. Arciniegas lo sigue, mostrando también los cambios que trajo la
españolización. El Tawantinsuyo desaparecería. Lo que hacía que religión, política y
economía funcionarán en sociedad se separaría y adoptaría las doctrinas españolas.
La conquista trajo el capitalismo y la mercantilización de lo que era social; como
terreno, materiales, educación, etc. Sin embargo, el problema es la organización de
extremos, dice Mariátegui. Lo ideal es el punto medio en el que la evolución respete la
cultura y el progreso.
Así, pues, le cayó el tiempo a Latinoamérica. Pareciera que la sociedad tan deseada
y proclamada en Europa fue la misma que existía y convirtieron es vestigios.

***

2. De acuerdo con los perfiles biográficos que de Arciniegas y Mariátegui hacen los autores de
los prólogos de los dos libros (págs. I-XXII, en América tierra firme; y IX-CXXIX de Siete
ensayos de interpretación de la realidad peruana), establezca en máximo 250 palabras una
relación entre estos perfiles de los dos autores. Céntrese, por favor, en los puntos en común
entre las biografías de los dos autores, e indique si acaso esos puntos en común guardan
alguna relación con el ensayismo o el perfil propio de un ensayista 2. (Calificación sobre
1,0).

***

La tradición en voz del marginado


En una roca de la sierra umbría 
vive un cóndor ya viejo y desplumado, 
que contempla la bóveda vacía, 
con tan honda y letal melancolía, 
cual si estuviese allí petrificado. 
J.F.

2
Doy un ejemplo de los puntos en común que pueden tomar en cuenta: la labor de editor de revistas de
divulgación; pues tanto Arciniegas como Mariátegui fueron editores de revistas, como se señala en los
respectivos prólogos. Pueden usar ese mismo ejemplo, sí; pero deben aportar algunos otros.
Es de esperarse que cuando un sentimiento se reprime este crezca hasta el punto de su
manifestación. Así fue como Jose Carlos Mariátegui, tras su deportación encubierta a
Europa, se impregnó con el conocimiento marxista que tanto le apasionaba. Allí, su
reflexión ensayística se enriqueció, pues, el mundo que conocía era ahora más amplio.
Germán Arciniegas también tuvo un periodo de “Ensayismo viajero”; al igual que
Mariátegui, era un inconforme con la situación social; ambos marginados por su ideología
comunista. Por años devoraron bibliotecas; fueron letrados de importancia para la
academia; trabajaron como editores de revistas y en periodismo. Su importancia es
netamente social; pues la necesidad de ser escuchados dio pie a su ensayo; como la voz del
marginado y la voz para todos.

Su ensayo está cargado de sátira, rabia y melancolía. Es un mecanismo de crítica y


de reflexión. Recuerdan el pasado que dio forma a Latinoamérica.

Evocar el pasado es la mejor forma de darle sentido a las necesidades de un pueblo,


pues todos son diferentes. Es improductivo, entonces, intentar replicar cualquier
organización o sistema ajeno a nuestro continente. De ahí la importancia de prestar atención
a la tradición latinoamericana recuperada por algunos. Son, entonces, estos los Ensayistas
de Herencia, pues nos ceden la tradición que nos da significado.

***

3. Transcriba libremente un fragmento no superior a 300 palabras de América, tierra firme, y


luego indique en máximo 200 palabras qué aspectos propios de la escritura ensayística
encuentra en ese fragmento. Es decir, va a responder, a partir de los rasgos de escritura que
allí encuentren, si ese fragmento podría ser o no un exponente de ensayismo. (Calificación
sobre 1,0).

***

Un ensayo para los sentidos


La verdad es que los españoles, emborrachándose lejos de los indios, y viendo a los indios
borrachos mientras ellos gozaban del uso de sus cinco sentidos, hallaron una bestialidad diabólica
en los pueblos conquistados. Bernal Díaz del Castillo se rinde ante la perplejidad que le causa ver
un pueblo en donde la bacanal dure lo que dura la cosecha de moras. La mora es una fruta tan
bella como la misma uva: en una sola frutilla hay tanta perfección como en todo el racimo de la
vid, perfección que encierra una miniatura de burbujas henchidas de sangre negra. El labio que
exprime las moras se tiñe de alegría y las manos que desgranan los racimos quedan pintadas,
como si hubiesen asistido a la orgía donde se exprimiera el corazón de las montañas. Yo no sé si
emborracharse sea una virtud o un vicio. Pero esos pueblos errabundos que se detenían durante un
mes en el país de moras para embriagarse con su jugo, se me ocurre que, si mucho, pueden ser
juzgados como más libres, más amigos de la luz y del sol, que los otros, los pueblos de la taberna,
que se acomodan en los bodegones para apurar los licores a la sombra (…).
Yo he leído cosas extraordinarias de las misiones jesuitas en el Amazonas, Conozco mapas como el
del padre Samuel Fritz o como el que trazó en las “cárceles de Lisboa” el padre Weigel, que me
indican la grandeza de las obras culturales hechas en la Colonia por hijos de la Compañía. Pero
¿qué quedó de aquello? ¿Nos retrocedió al mundo amazónico con las misiones hasta quedar
convertido otra vez en el infierno verde? ¿Qué fue de las culturas indígenas que ahora mismo
tratan de volver a la vida los arqueólogos?

La virtud del licor está en su tradición. Como un acto de seducción, Arciniegas enaltece a la
mora con la que se preparaban las bebidas nativas, incita a una reflexión más sensitiva,
trayendo a cuento una percepción poética de la fruta. No es para menos, pues está a la
altura de las uvas del más exquisito licor europeo. Así, con los 5 sentidos embelesados con
la hipotética materialización que hace en su ensayo, empieza a cobrar un sentido crítico e
histórico. Como si de Prometeo se tratara, se viste de español y de campesino, para así,
relacionar distintas percepciones en su ensayo.

Puedo decir que es un ensayo, de los más poéticos, además. Crea un centauro de
Historia y Literatura en el que reflexiona en torno a la cultura y la necesidad de progreso
por medio de la Colonia. Nos pasea por la Latinoamérica tradicional.

Arciniegas hace un espejo, deja su rastro, sus opiniones y percepciones allí


impregnadas, para que lo sigamos y nos veamos allí, nuestra tradición que nos da forma.

Al unísono, nuestros sentidos recrean cada situación que presenta este ensayo. Así
es fiel al mismo Arciniegas al ver al ensayo como una necesidad contemporánea para la
reflexión.

***
4. Transcriba libremente un fragmento no superior a 300 palabras de Siete ensayos de
interpretación de la realidad peruana, y luego indique en máximo 200 palabras qué
aspectos propios de la escritura ensayística encuentra en ese fragmento. Es decir, va a
responder, a partir de los rasgos de escritura que allí encuentren, si ese fragmento podría ser
o no un exponente de ensayismo. (Calificación sobre 1,0).

***

El camino de la educación en el Perú

En el proceso de la instrucción pública, como en otros aspectos de nuestra vida, se constata la


superposición de elementos extranjeros combinados, insuficientemente aclimatados. El problema
está en las raíces mismas de este Perú hijo de la conquista. No somos un pueblo que asimila las
ideas y los hombres de otras naciones, impregnándolas de su sentimiento y su ambiente, y que de
esta suerte enriquece, sin deformarlo, su espíritu nacional. Somos un pueblo en el que conviven, sin
fusionarse aún, sin entenderse todavía, indígenas y conquistadores. La República se siente y hasta
se confiesa solidaria con el Virreinato. Como el Virreinato, la República es el Perú de los
colonizadores, más que de los regnícolas. El sentimiento y el interés de las cuatro quintas partes de
la población no juegan casi ningún rol en la formación de la nacionalidad y de sus instituciones.
La educación nacional, por consiguiente, no tiene un espíritu nacional: tiene más bien un espíritu
colonial y colonizador. Cuando en sus programas de instrucción pública el Estado se refiere a los
indios, no se refiere a ellos como a peruanos iguales a todos los demás. Los considera como una
raza inferior. La República no se diferencia en este terreno del Virreinato.
España nos legó, de otro lado, un sentido aristocrático y un concepto eclesiástico y literario de la
enseñanza. Dentro de este concepto, que cerraba las puertas de la Universidad a los mestizos, la
cultura era un privilegio de casta. El pueblo no tenía derecho a la instrucción. La enseñanza tenía
por objeto formar clérigos y doctores.
La revolución de la independencia, alimentada de ideología jacobina, produjo temporalmente la
adopción de principios igualitarios. Pero este igualitarismo verbal no tenía en mira, realmente,
sino al criollo. Ignoraba al indio. La República, además, nacía en la miseria. No podía permitirse
el lujo de una amplia política educacional.

Con rabia en sus letras, Mariátegui alza la voz de los que carecen de palabras. Herederos de
la avaricia, fueron víctimas del paso español por su territorio, pues la necesidad de
educación era ya en tiempos previos un hecho social. El conocimiento es un derecho
ancestral, que está más allá de la imposición que hace la República cimentada en un sistema
extranjero, ajeno al inca. Así pues, llama a la reflexión de la divulgación del conocimiento
y la educación que involucra a todos.
Mariátegui nos pone frente a un vado, el que cruzamos con breves paradas en
distintos sitios, sin hundirnos demasiado, solo lo necesario. Así abarca la mayor cantidad de
información posible y la hace comprensible.

Ahora, estamos en un pasaje con tres vías conectadas al final. Somos libres de
pasear por cada una y aun así llegar al mismo punto. Así se vale de la polifonía para
mostrar distintas perspectivas en su trabajo ensayístico desde la república; el inca; y el
criollo. Vistiéndose de Proteo, Mariátegui sirve información de forma accesible para todos,
poniéndose además en diferentes zapatos para ampliar la visión de esta.

Leer a Mariátegui es, inevitablemente, ensayar sobre lo que fue y cómo debería ser.

***

5. En las clases hubo un constante diálogo ensayístico, es decir, se aprovecharon los temas que
exponen Arciniegas y Mariátegui (indigenismo; educación; concepción latinoamericana del
europeo y viceversa; religión; capitalismo, etc.) para generar ensayismo de naturaleza oral
y, sobre todo, actualizando tales discusiones para nuestro contexto actual. Es propio del
ensayismo, como hemos repetido en tantas clases, poner en cuestionamiento una idea que
creíamos que teníamos clara, e incluso hacernos cambiar esa idea, tanto ligera como
radicalmente.
Este último punto del examen tiene un carácter más personal que los anteriores. En primer
lugar, seleccione uno de los dos libros, el de Arciniegas o el de Mariátegui, e indique en un
primer renglón cuál es su elección. Después, remítase libremente a uno de los ensayos que
contiene ese libro3 (y a su vez indique cuál es su elección), aquel ensayo que expuso un
tema en el que usted, tras la lectura personal o tras la discusión en clase, cambió ligera o
radicalmente una idea que creía que tenía clara.
Para ello, dispone de máximo 250 palabras. (Calificación sobre 1,0).
Del libro “América tierra firme” de Germán Arciniegas.
Del ensayo número v “Los caballitos de Ráquira”.

***

3
Por ejemplo, si se trata del de Mariátegui, puede tomar, por ejemplo, el ensayo sobre la tierra, e indicarlo, o
si se trata del de Arciniegas, el capítulo X, e indicarlo; pero estos son solo ejemplos, en realidad, pueden
elegir el ensayo que gusten.
Un suspiro para tomar aliento
Nuestras almas afiebradas,
Por esas manos ungidas
Son holladas, son vencidas…
Y esas manos son besadas
Por nuestras bocas ardidas…
L.G.

Pudo haber sido el decoro con el que Arciniegas le otorga belleza a la melancolía de la
miseria lo que llamó mi atención. Sinceramente, no me había detenido a pensar en los
pequeños momentos de satisfacción que se pueda tener durante la esclavitud y pobreza. La
reflexión que propone el ensayo Los caballitos de Ráquira es sumamente sensible, pues me
hace pensar en que somos nosotros los que construimos nuestra felicidad. La imagen de un
hombre miserable que se siente de gala por un momento es realmente conmovedora.

Mi dilema se mueve entre la necesidad de sobrevivir y la necesidad de trascender


las barreras. Pero si un esclavo quiere ser más que eso está limitado por su condición social,
si tiene familia le será más difícil pues la prioridad es protegerla. Entonces aparece ese
noble acto de forjar su propia satisfacción a modo de prendas o juguetes. Es como tomar un
aliento para seguir en su camino por sobrevivir.

Hoy día vivimos en una sociedad sumida en el estrés y la depresión. No es raro, que
un gran número de profesionales y estudiantes se encuentren frustrados ¿Por qué no
tenemos esos momentos de alivio? Parece que después de todo, estos esclavos de los que
habla Arciniegas sí nos han dejado una herencia cultural. Nosotros somos dueños de
nuestros momentos de gloria y satisfacción.
Referencias

ARCINIEGAS G. América tierra firme y otros ensayos (1990). Ayacucho. Usado en los
puntos 1,2,3,5

ARCINIEGAS G. Nuestra América en un ensayo (s.f.). Universidad Autónoma de México.


Usado en el punto 3

FLÓREZ J. Sus mejores poesías (1986). Emfasar editores, Bogotá. Usado en el punto 2

GIRALDO E. Cartas a una joven ensayista (2017). Fondo Editorial Eafit. Usado en los
puntos 3 y 4

GREIFF L. Una antología para todos. (1995). Editorial universal de Antioquia. Usado en
el punto 5

MARIÁTEGUI J. C. Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana (2007).


Ayacucho. Usado en los puntos 2 y 4

VALLEJO C. César Vallejo: poesía completa. (s.f.) Recuperado el 17 de Julio de 2019 de:
http://ww2.educarchile.cl/UserFiles/P0001%5CFile%5Carticles-
101757_Archivo.pdf. Usado en el punto 1

WEINBERG L. Pensar el ensayo (2007). Siglo XXI. Usado en los puntos 3 y 4

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