Control de Los Residuos Sólidos Urbanos

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CONTROL DE LOS RESIDUOS SÓLIDOS URBANOS

Prevención
La prevención en la producción de residuos urbanos es la primera de las estrategias
contempladas. No forma en sí parte de la gestión porque es un paso previo, pero se
considerará aquí porque se relaciona estrechamente con ella. Según el Plan Nacional de
Residuos Urbanos, por parte de la SEMARNAT, se entiende por prevención y minimización
el conjunto de medidas destinadas a conseguir la reducción en la producción de residuos
urbanos, así como de la cantidad de sustancias peligrosas y contaminantes presentes en
ellos. Para ello es necesario actuar en las siguientes etapas del proceso:

1. Fabricación. Aquí se puede reducir su peligrosidad, volumen y peso. Es preciso


diseñar el producto de manera que se facilite su reutilización y reciclaje.
2. Transporte. Disminuyendo en lo posible envases y embalajes innecesarios.
3. Consumo. Favoreciendo la reutilización, la menor generación de residuos a través de
cambios en los hábitos de consumo y la facilidad de separación.

Cabe señalar que todas aquellas medidas conducentes a prolongar la vida útil de los
artículos y su facilidad de reparación y reutilización ayudan a reducir la producción de
residuos urbanos. Para conseguir el objetivo de reducir la producción de residuos urbanos el
ya mencionado Plan de Residuos Urbanos, arbitra una serie de medidas que ejemplifican
muy bien lo que se debe hacer en este campo:

1. Acuerdos entre la Administración y los sectores productivos implicados.


2. Fomento de la recuperación y reutilización en origen a través de planes empresariales
de prevención.
3. Normativas que prioricen la minimización de ciertos residuos peligrosos.
4. Adopción de sistemas que graven el exceso en la producción de residuos y repercutan
el coste de la correcta gestión de los residuos en las tasas de basuras.
5. Fomentar la consciencia ecológica mejorar la reciclabilidad de los artículos y disminuir
la peligrosidad de los residuos que se generan.
6. Desarrollo de campañas educativas y formativas orientadas a fomentar la
minimización.
Reutilización

La reutilización está íntimamente relacionada con la prevención en la producción de


residuos. La adopción de medidas se centra en la reutilización de los envases. En el pasado
este sistema ha sido bastante utilizado. En principio hay que hacer algunas consideraciones:

1. Para ciertos materiales, como el vidrio, la reutilización es deseable en términos


ecológicos. Aunque hay que tener en cuenta que, si los envases han de ser
transportados a gran distancia, un radio superior a 200 - 300 km, el coste ecológico de
la reutilización alcanza y supera al del reciclado.
2. Dado que un envase reutilizable ha de ser más robusto y tener más peso, a igualdad
de materiales, debe tener en su vida útil un número mínimo de ciclos de consumo.

Tradicionalmente, el sector de las bebidas y los alimentos líquidos ha sido el que


mayor proporción de reutilización de los envases ha desarrollado. Sin embargo, el sistema
que se ha venido aplicando durante muchos años ha empezado a desaparecer debido a los
nuevos hábitos de consumo y a la implantación de nuevos sistemas de distribución. El Plan
Nacional de Residuos Urbanos ha fijado una serie de objetivos cuantificados a conseguir en
este campo.

Otro ejemplo muy interesante es el de las bolsas de los supermercados. En algunos


países, como la República Federal Alemana, se han establecido tasas sobre las bolsas de
supermercado con el fin de penalizar su consumo irresponsable. En nuestro país existen
experiencias como la realización de los cartuchos de tóner de impresora, que son residuos
peligrosos para el medio ambiente, y cuyo rellenado, dado su alto precio, supone un ahorro
económico. También se ha innovado en la reducción o sustitución del plástico para la
fabricación de bolsas.

Por último, hay una modalidad muy importante de reutilización que viene dada por el
comercio de artículos de segunda mano o por la actuación de entidades benéficas, iglesias,
etc., que recogen, restauran y comercializan o donan en el caso de las entidades benéficas
una serie de objetos que estando todavía en buen estado sus propietarios ya no desean
conservar. Tal es el caso de muebles, electrodomésticos, libros, ropa, etc.

Reciclaje
Se entiende por reciclaje “la transformación de los residuos, dentro de un proceso de
producción, para su fin inicial o para otros fines, incluido el compostaje y la biometanización
(proceso en el que una selección natural de microorganismos descompone mediante una
digestión anaerobia la materia orgánica, en ausencia de oxígeno, en biogás y un residuo
sólido estabilizado), pero no la incineración con o sin recuperación energética”.

El reciclaje implica una serie de procesos industriales que, partiendo de unos residuos
originarios y sometiéndolos a tratamientos físicos, químicos o biológicos dan como resultado
la obtención de una serie de materiales que se introducen nuevamente en el proceso
productivo. Una de las características de los residuos domésticos es su gran heterogeneidad,
lo que hace que sean muy difíciles de tratar en conjunto. Además, la calidad de los productos
reciclados está directamente relacionada con la calidad de la recogida y de la clasificación,
evitándose así posibles contaminaciones. Todo ello justifica claramente la necesidad de
separar los diferentes materiales que componen los residuos, lo que implica la instauración
de políticas de recogida selectiva de los residuos. Ya separados los diversos materiales, han
de someterse a los correspondientes procesos de transformación, según la clase de
materiales.

Valorización energética y vertido controlado


Inevitablemente, en todo el proceso se producen rechazos, término con el que se
denominan los materiales que, por su naturaleza, estado, etc, no son reciclables. Estos
rechazos, si son aprovechables, se pueden valorizar mediante su combustión controlada en
plantas de incineración que utilizan estos residuos como combustible para producir energía.
Existe una fracción de rechazos, que tampoco es valorizable, que termina en el vertedero de
cola. Igualmente ocurre con las escorias fruto de la valorización. Las cenizas generadas
deben terminar en un depósito de seguridad pues se trata de materiales muy peligrosos.
Aún de los residuos depositados en el vertedero puede obtenerse un rendimiento
económico extrayendo y recuperando el biogás producto de la descomposición anaerobia de
la materia orgánica y que, por su composición, muy rico en metano, puede aprovecharse
para generar energía.

DISPOSICIÓN DE LOS RESIDUOS SÓLIDOS URBANOS

Relleno sanitario
El relleno sanitario es un proceso utilizado para la disposición de residuos sólidos en la
tierra, particularmente residuos sólidos domiciliarios. El proceso se basa en que "criterios de
ingeniería y normas operacionales específicas, permiten su confinamiento seguro en
términos de control de contaminación ambiental y protección de la salud pública". Es por lo
tanto una "forma de disposición final de residuos sólidos urbanos en la tierra, a través de su
confinamiento en capas cubiertas con materia inerte, generalmente tierra, según normas
operacionales específicas, de modo de evitar daños o riesgos para la salud pública y la
seguridad, minimizando los impactos ambientales".

Vertedero
Un vertedero es una forma de disposición final de los residuos sólidos, que se
caracteriza por la simple descarga (vertido) de los residuos sobre el terreno, sin medidas de
protección para el medio ambiente o la salud pública. Es lo mismo que la descarga de
residuos a cielo abierto. Los residuos así tratados acarrean problemas de salud pública,
como proliferación de transmisores de enfermedades (moscas, mosquitos, cucarachas, ratas,
etc.), generación de malos olores y, principalmente, la contaminación de la tierra y de las
aguas superficiales y subterráneas a través del lixiviado (líquido de color oscuro, mal oliente
y de elevado potencial contaminante, producido por la descomposición de materia orgánica
contenida en los residuos sólidos), comprometiendo los recursos hídricos y el suelo.

A esta situación se añade la absoluta falta de control en cuanto a los tipos de residuos
recibidos en estos sitios, donde se acumulan inclusive desechos originados por los servicios
de salud y las industrias. Comúnmente se asocian a los vertederos situaciones altamente
indeseables, como la cría de cerdos y la existencia de hurgadores (los cuales, muchas
veces, son residentes de la localidad).

Relleno controlado
Es una técnica de disposición en la tierra de los residuos sólidos urbanos, que no
causa daños o riesgos a la salud y a la seguridad de la ciudadanía, y minimiza los impactos
ambientales indeseables. Este método utiliza principios de ingeniería para aislar los residuos
sólidos, cubriéndolos con una capa de material inerte al concluir cada jornada de trabajo.
Esta forma de disposición produce, en general, contaminación localizada, pues de igual
modo que en el relleno sanitario, la extensión del área de disposición es minimizada. Sin
embargo, generalmente no dispone de impermeabilización de la base (comprometiendo la
calidad de las aguas subterráneas), tampoco de sistemas de tratamiento de lixiviado ni de
dispersión de los gases generados.

Este método es preferible al vertedero, pero, debido a los problemas ambientales que
causa y a sus costos operacionales, es inferior al relleno sanitario. En el presente Manual, la
solución propuesta para la colocación final de los residuos sólidos es el relleno sanitario.

REFERENCIAS

1. Gil Bercero, J. R.; Gómez Antón, Mª Rosa. Los plásticos y el tratamiento de sus residuos.
Madrid: UNED, 1997.
2. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Residuos Sólidos Urbanos (RSU).
2017. Consultado de:
https://www.gob.mx/semarnat/acciones-y-programas/residuos-solidos-urbanos-rsu
3. Capítulo IV, Disposición Final de Residuos Sólidos. Recuperado de:
http://www.cempre.org.uy/docs/manual_girsu/capitulo_4.pdf

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