Tratamientos de Residuos Sólidos SSHH
Tratamientos de Residuos Sólidos SSHH
Tratamientos de Residuos Sólidos SSHH
Realmente, el tratamiento que se les da a los residuos es lo que diferencia un sistema de gestión
de los residuos adecuado de otro que no lo es.
Así, aquellos que se basan en la destrucción de los residuos sin aprovechamiento alguno, como
la incineración sin recuperación energética y el vertido se consideran como no adecuados desde
un punto de vista medioambiental, mientras que los demás constituyen formas de obtener un
rendimiento de los residuos a la vez que permiten su reincorporación a los ciclos productivos.
La gestión de los residuos trata de contemplar todos los aspectos implicados, dando una
respuesta integral que permita una solución aceptable del problema desde el punto de vista
medioambiental. Así, aunque los aspectos económicos no se ignoren en absoluto, se tienen en
cuenta otras consideraciones que pasan a un primer plano, como la prevención de la
contaminación o el aprovechamiento de los recursos.
2. MARCO LEGAL.
El Plan Nacional de Residuos contempla todos estos aspectos. Es fruto de la obligación derivada
para España de la Directiva 91/156/CEE y su objetivo es integrar los diferentes Planes
autonómicos, en los que se han de establecer los objetivos específicos de reducción, reciclado y
otras formas de valorización y eliminación.
3. PREVENCIÓN.
Hay que señalar que todas aquellas medidas conducentes a prolongar la vida útil de los artículos
y su facilidad de reparación y reutilización ayudan a reducir la producción de residuos urbanos.
Dado que un envase reutilizable ha de ser más robusto y tener más peso, a igualdad de
materiales, debe tener en su vida útil un número mínimo de ciclos de consumo.
Tradicionalmente el sector de las bebidas y los alimentos líquidos ha sido el que mayor
proporción de reutilización de los envases ha desarrollado. Sin embargo el sistema que se ha
venido aplicando durante muchos años ha empezado a desaparecer debido a los nuevos hábitos
de consumo y a la implantación de nuevos sistemas de distribución.
El Plan Nacional de Residuos Urbanos ha fijado una serie de objetivos cuantificados a conseguir
en este campo para el 2006.
Otro ejemplo muy interesante es el de las bolsas de los supermercados. En algunos países
europeos como la República Federal Alemana se han
establecido tasas sobre las bolsas de supermercado
con el fin de penalizar su consumo irresponsable. En
nuestro país existen experiencias como la realización
de los cartuchos de tóner de impresora, que son
residuos peligrosos para el medio ambiente, y cuyo
rellenado, dado su alto precio, supone un ahorro
económico.
Por último hay una modalidad muy importante de reutilización que viene dada por el comercio
de artículos de segunda mano o por la actuación de entidades benéficas, iglesias, etc que
recogen, restauran y comercializan o donan en el caso de las entidades benéficas una serie de
objetos que estando todavía en buen estado sus propietarios ya no desean conservar. Tal es el
caso de muebles, electrodomésticos, libros, ropa, etc.
5. RECICLAJE.
Inevitablemente en todo el proceso que hemos ido detallando se producen rechazos, término
con el que se denominan los materiales que por su naturaleza, estado, etc. no son reciclables.
Estos rechazos, si son aprovechables, se pueden valorizar mediante su combustión controlada
en plantas de incineración que utilizan estos residuos como combustible para producir energía.
Finalmente existe una fracción de rechazos que tampoco es valorizable que termina en el
vertedero de cola. Igualmente ocurre con las escorias fruto de la valorización. Las cenizas
generadas deben terminar en un depósito de seguridad pues se trata de materiales muy
peligrosos.
o Residuos domésticos.
o Residuos de jardín.
En el primer caso es preciso haber separado previamente la materia orgánica para que no
presente ninguna clase de impurezas ni lleve restos de medicinas, sustancias tóxicas, etc.
En primer lugar se procede a su molido y después se dispone en hileras de dos metros y medio
a cielo abierto. Los montones son volteados periódicamente con el fin de facilitar la oxigenación
y evitar su fermentación anaerobia. El volteo llega a hacerse hasta dos veces por semana
mientras la temperatura se mantiene alrededor de 55ºC y el grado de humedad de la hilera es
de entre el 50% y el 60%.
A partir del tercer volteo la temperatura se mantiene en los 25ºC indicando que ya ha finalizado
la fermentación. Esto ocurre transcurridas tres o cuatro semanas.
Después se deja otro periodo equivalente para que se cure para luego proceder a su afino, para
retirar cualquier clase de resto (partículas metálicas, trozos de vidrio, etc) que pudiera haber
quedado.
Existen otras variantes a cielo abierto como la pila estática aireada. Por último se han
desarrollado sistemas a cubierto con el fin de optimizar el proceso y sobre todo evitar malos
olores.
Reciclado mecánico.
Reciclado químico.
Valorización energética.
El segundo, reciclado químico se utiliza cuando el plástico está muy degradado o es imposible
aislarlo de la mezcla en que se encuentra. Se define como la reacción reversible de la
polimerización hacia la recuperación de las materias primas. Según el tipo de polímeros se
distinguen dos clases de procesos:
Pirolisis.
Gasificación.
Cracking.
Hidrogenación.
Hidrocracking.
Cracking.
Hidrólisis.
Metanólisis.
Glicólisis.
Otros.
Los envases de vidrio se pueden reciclar sin que el material pierda ninguna de sus propiedades.
Una vez recogidos son triturados formando un polvo grueso denominado calcín, que sometido
a altas temperaturas en un horno, se funde para ser moldeado nuevamente en forma de
botellas, frascos, tarros, etc. que tienen exactamente las mismas cualidades que los objetos de
que proceden. El proceso supone un ahorro de materias primas y de energía muy considerable.
Una vez retirada la tinta, se somete la suspensión de las fibras a un secado sobre una superficie
plana, para recuperarlas. Después se las hace pasar por unos rodillos que las aplanan y
compactan, saliendo finalmente la lámina de papel reciclado.
TRATAMIENTO DE LOS METALES.
Con la recuperación de ésta se ha reciclado un 80% en peso del envase. Para aprovechar el resto
se puede recuperar de forma conjunta obteniéndose una granza de polietileno reforzada por el
aluminio. Este resto también se usa como combustible en las cementeras, ya que el polietileno
es buen combustible y el aluminio oxidado suple a la bauxita, ingrediente del cemento.
Por último para separar el polietileno del aluminio se pueden usar disolventes, recuperando de
la disolución el polietileno. También se puede recuperar el aluminio por combustión.
OTROS RESIDUOS.
Las pilas presentan diversos grados de potencial contaminante. Según su composición y tipo
tendrán como destino el reciclado o el depósito controlado en un depósito de seguridad.
Son reciclables las pilas botón de óxido de mercurio, óxido de plata y las de níquel-cadmio. El
mercurio se recupera mediante un proceso de destilación.
Por último los residuos voluminosos como muebles, electrodomésticos son recuperados por
particulares y asociaciones que los reparan y revenden o utilizan. Hay que hacer la salvedad de
que ciertos electrodomésticos de línea blanca como frigoríficos deben tratarse para su desguace
por personal especializado por contener CFC, PCB, etc. Igualmente el material electrónico debe
ser tratado de forma especial para evitar que dañe el medio ambiente.