Aprendizaje Y Enseñanza de La Lengua Castellana Y Literatura: Currículo de Educación Secundaria Obligatoria
Aprendizaje Y Enseñanza de La Lengua Castellana Y Literatura: Currículo de Educación Secundaria Obligatoria
Aprendizaje Y Enseñanza de La Lengua Castellana Y Literatura: Currículo de Educación Secundaria Obligatoria
to diversity are new aspects. The flexible curriculum allows to fit the reality of the
classroom and contributes to the teaching and learning process to be successful.
KEYWORDS: Curriculum, LOE, Secondary Education, Spanish Language
and Literature, Master of Teaching Secondary.
Recibido: 11/07/2011
Aceptado: 15/12/2011
INTRODUCCIÓN
El Máster en Formación del Profesorado de Educación Secundaria Obligatoria y
Bachillerato dota al alumno de las herramientas suficientes para que aborde con
éxito su inicial andadura como docente de las aulas en este tramo educativo. Den-
tro de las diferentes especialidades que ofrece, nos vamos a centrar en la que corres-
ponde a “Lengua Castellana y Literatura”, que constituye un ámbito disciplinar cuyo
objetivo prioritario es desarrollar la formación didáctica en el área mencionada y,
cómo los constituyentes fundamentales de esta materia se hallan en el currículo, tra-
taremos de abordar los aspectos más importantes del mismo con el fin de arrojar luz
sobre cuestiones que son de interés para su conocimiento.
La adecuada conexión entre la reflexión teórica, la aplicación práctica y el
debate crítico constituirán los medios esenciales para que el profesorado de esta
especialidad sea un profesional bien cualificado para desarrollar su función docen-
te de acuerdo con los principios que establece la LOE. Este futuro profesor de Edu-
cación Secundaria debe tener un conocimiento preciso de todos los aspectos que
conforman la especialidad mencionada y que se encuentran en los currículos co-
rrespondientes. Así resulta necesario abordar la estructura del contexto en el que se
desarrollará su labor profesional y el marco legal que lo regula; realizar análisis crí-
ticos del currículo del área; conocer los fundamentos epistemológicos esenciales
de los nuevos enfoques didácticos; valorar las diferentes modalidades de enseñan-
za en esta materia (en relación con los diversos tipos de aprendizaje) como herra-
mienta para seleccionar el método empleado; elaborar unidades didácticas y
programar adecuadamente; atender a la diversidad propia del aula; adquirir crite-
rios de selección y elaboración de materiales educativos; e integrar la formación en
comunicación audiovisual, multimedia y TIC en el proceso educativo de Lengua
Castellana y Literatura. El objetivo general es, por tanto, profundizar en los aspec-
tos pedagógicos y didácticos de la materia mencionada con especial conocimiento
del currículo en el que se encuentra incluida.
EL CURRÍCULO
Concepto
El Diccionario de la Academia Española, s.v. currículo, ofrece dos acepciones
que vienen a determinar el concepto que abordamos desde su perspectiva didácti-
ca: “Plan de estudios”, y “Conjunto de estudios y prácticas destinadas a que el alum-
Concreción curricular
En la LOE se concretan, asimismo, los tiempos en los que se va adaptando cada
currículo:
Con el fin de asegurar una formación común y garantizar la validez de los títulos
correspondientes, el Gobierno fijará, en relación con los objetivos, competencias
básicas, contenidos y criterios de evaluación, los aspectos básicos del currículo que
constituyen las enseñanzas mínimas a las que se refiere la disposición adicional pri-
mera, apartado 2, letra c) de la Ley Orgánica 8/1985, de 3 de julio, Reguladora del
Derecho a la Educación.
Los contenidos básicos de las enseñanzas mínimas requerirán el 55 por ciento de
los horarios escolares para las Comunidades Autónomas que tengan lengua cooficial
y el 65 por ciento para aquéllas que no la tengan.
Las Administraciones educativas establecerán el currículo de las distintas ense-
ñanzas reguladas en la presente Ley, del que formarán parte los aspectos básicos
Modelo curricular
El modelo curricular basado en la investigación-acción ha influido en los rasgos
otorgados a nuestro currículo y que, además, caracterizan al actual sistema educa-
tivo español. Sus rasgos se cifran en que es abierto, flexible, prescriptivo, orientador
y explícito. En él convergen los fines que la sociedad encomienda al sistema edu-
cativo y las disciplinas teóricas de referencia y las aportaciones de la psicología cog-
nitiva. Este modelo implica la participación del profesorado en la construcción del
mismo incorporando sus propios significados, su concepción de las materias de
aprendizaje y su conocimiento de los rasgos del contexto social, pero partiendo de
las disposiciones establecidas por la Administración educativa.
Entre las nuevas prioridades de la organización del currículo de Lengua Caste-
llana y Literatura se encuentra la formación en el dominio de todos los procesos y
las habilidades lingüístico-comunicativas. Se entiende que el objeto esencial de la
formación comunicativa y literaria no es ampliar los contenidos del saber teórico,
puesto que esta formación requiere la inclusión exclusiva de lo que permita cons-
truir un aprendizaje significativo que garantice la pertinente interiorización de los
usos y dominios pragmáticos de la lengua. Nuestro currículo se adscribe a los enfo-
ques comunicativos, cuyo objetivo es el desarrollo de la competencia comunicativa
del alumnado, lo que implica conocer no sólo el código lingüístico, sino también
qué decir a quién, y cómo decirlo de manera apropiada en cualquier situación dada.
Los alumnos deben desarrollar capacidades de uso de su lengua en cualquier situa-
ción, hay que prepararlos para la comunicación vital y humana en el mundo real. A
esa capacidad de poner en práctica de forma integrada un conjunto de conoci-
mientos, destrezas y actitudes de modo que nos permitan identificar y resolver pro-
Concepto de materia
Los contenidos curriculares de esta materia –piedras angulares para alcanzar los
objetivos generales– no han de ser interpretados por el profesorado como unidades
temáticas cerradas. El concepto de materia alude a la asignatura o disciplina en
cuestión, si bien queda claro que la flexibilidad de los constituyentes del currículo
permite adaptarlos a cada situación escolar.
Objetivos y contenidos
Al concluir la Educación Primaria los alumnos deben dominar ya las cinco habi-
lidades lingüísticas: escuchar, hablar, leer, escribir y conversar. En el transcurso de
la ESO, la acción pedagógica está dirigida a afianzar esas competencias y desple-
garlas en profundidad, haciendo especial hincapié en la utilización del lenguaje
como instrumento de la comunicación oral y escrita. Es más, de las ocho compe-
tencias básicas1 que desarrolla el Real Decreto de mínimos, y que se vuelven a
incluir en la ORDEN ECI/2220/2007, de 12 de julio, por la que se establece el currí-
culo y se regula la Ordenación de la Educación Secundaria Obligatoria (BOE, 21 de
julio de 2007), cabe destacar lo que se incluye más abajo en relación con la com-
petencia en comunicación lingüística:
Esta competencia se refiere a la utilización del lenguaje como instrumento de
comunicación oral y escrita, de representación, interpretación y comprensión de la
realidad, de construcción y comunicación del conocimiento y de organización y
autorregulación del pensamiento, las emociones y la conducta. Los conocimientos,
1. Las competencias básicas (Real Decreto 1631/2006) responden a las siguientes: la compe-
tencia en comunicación lingüística (escuchar, hablar, conversar, leer y escribir), la competencia
digital (conocimiento y aplicación de herramientas informáticas, búsqueda y tratamiento de la
información), la competencia social y ciudadana (relaciones sociales, trabajo cooperativo, parti-
cipación democrática y práctica en valores), la competencia cultural y artística (valoración y
aprecio hacia manifestaciones culturales y artísticas), la competencia para aprender a aprender
(conocimiento de las propias capacidades para valorar el aprendizaje y seguir aprendiendo, cono-
cimiento y uso de las motivaciones, planificación y hábitos de estudios, y técnicas de aprendiza-
je y autorregulación) y la autonomía e iniciativa personal (conocimientos y confianza en uno
mismo, práctica de valores, e innovación y creatividad).
11. Aplicar con cierta autonomía los conocimientos sobre la lengua y las normas
del uso lingüístico para comprender textos orales y escritos y para escribir y
hablar con adecuación, coherencia, cohesión y corrección.
12. Analizar los diferentes usos sociales de las lenguas para evitar los estereoti-
pos lingüísticos que suponen juicios de valor y prejuicios clasistas, racistas o
sexistas.
Como vemos, los dos primeros bloques responden a enfoques comunicativos y los
dos últimos a los tradicionales planteamientos de enseñanza de la literatura y des-
cripción gramatical, si bien se puede aplicar, como se ha dicho, una metodología
activa e integradora que permita abordar estos conceptos.
En la Orden que establece el currículo se añade el bloque 5 (La lengua y los
hablantes), que ofrece nociones sobre la variedad de los usos y las lenguas, la reali-
dad plurilingüe de España, las variedades del castellano e invita a analizar los dife-
rentes usos sociales de las lenguas con el fin de evitar los estereotipos lingüísticos.
Resulta muy adecuado porque aborda aspectos de sociolingüística que son necesa-
rios para interpretar los diversos textos orales y escritos.
En cuanto a la secuenciación de contenidos, hay que tener en cuenta que de la
concepción constructivista del aprendizaje que se propone en este sistema educati-
vo, tres son los criterios generales básicos que derivan de ella. En primer lugar, la
secuencia de capacidades y contenidos debe permitir al profesor un tratamiento
recurrente de los mismos. Se deben abordar los contenidos de Lengua y Literatura
de forma espiral para que en las programaciones de aula se trabajen en diferentes
niveles a lo largo de los dos ciclos de la etapa. El segundo criterio –que también pro-
cede de las teorías constructivistas– postula una secuencia que parte de lo general
y simple para llegar a lo particular y complejo. En tercer lugar, hay que considerar
la dificultad inherente al tratamiento de los distintos tipos de contenidos, para ello, la
estrategia didáctica estará orientada a actividades que desarrollen la práctica comu-
nicativa, la reflexión sobre los elementos lingüísticos, el análisis y la producción de
textos, así como la participación de los alumnos, según se ha dicho.
Orientaciones metodológicas
El objeto último de la educación en Lengua y Literatura en la Educación Secun-
daria Obligatoria es que los alumnos progresen en el dominio personal de las cinco
destrezas básicas e instrumentales de la lengua, habilidades que han debido adqui-
rir ya en la etapa anterior: escuchar, hablar, conversar, leer y escribir. Ahora la
acción pedagógica estará dirigida a afianzar esas competencias, con especial aten-
ción en la expresión escrita (en Primaria la oralidad tiene un papel importantísimo,
piénsese en la literatura de tradición oral y los aspectos curriculares que giran en
torno a ella). Se enriquece el lenguaje, tanto oral como escrito, en el doble proceso
de comprensión y de expresión y paralelamente se avanza en el desarrollo de la
educación literaria. Hay que asumir el bagaje lingüístico de los alumnos –no olvi-
demos que factores culturales y socioeconómicos lo determinan– y partir de él para
propiciar patrones lingüísticos. Los discentes han de apreciar las diferentes varieda-
des lingüísticas, deben ser respetuosos con la realidad plurilingüe y pluricultural de
su entorno. De hecho, los textos que se propondrán para trabajar en el aula serán
diversos y atenderán a estas diferencias con el fin de que no haya una distancia
insalvable entre el mundo que les rodea y lo que les ofrece el ámbito escolar. Se
encontrarán con situaciones y textos que responden a la realidad cultural en su
dimensión heterogénea con el fin de no desgajar los dos mundos comentados y de
que el alumno sea el protagonista activo en el proceso de la comunicación lingüís-
tica en su doble dimensión: receptiva y productiva.
Como sabemos, el dominio básico de la lengua oral es una condición previa para do-
minar la lengua escrita: lenguaje oral y lenguaje escrito se apoyan mutuamente. El
dominio de la lengua escrita debe permitir a los alumnos descubrir las posibilidades
que ofrece la lectura –y también la propia escritura– como fuente de placer y fantasía,
de información y de saber. Los alumnos han de ser capaces de hacer un uso personal de
la palabra escrita, así como de la oral, explorando sus propias posibilidades expresi-
vas. En muchos casos, el rechazo a la lectura ha partido de la falta de conexión con
el mundo o las apetencias de los alumnos, aspecto que debe tenerse en cuenta a la
hora de acercar al adolescente a los libros; se propiciarán temas de su interés e inte-
reses puesto que es recomendable ofrecer un abanico de posibilidades adecuado a las
diversidades que presentan los grupos en el aula. Las actividades, por tanto, no deben
diseñarse como modelos abstractos alejados de la vida; se trata de una área integra-
dora y pluridisciplinaria, por eso, quizá, como en ninguna otra deben mantenerse los
criterios de currículo abierto, flexible, equilibrado y realista. Además se indica en la
normativa de forma explícita la importancia de aplicar actividades interrelacionadas.
La importancia que se da a la atención a la diversidad permite la valoración de
la realidad que puebla las aulas, grupos heterogéneos desde diferentes perspectivas.
Las actividades propuestas deben ser variadas y atender a los diferentes ritmos e inte-
reses, deben ofrecerse distintas situaciones creativas, críticas... que ayuden a desen-
volverse también en las demás disciplinas. Es fundamental proporcionar los medios
necesarios para que se acostumbren a asumir actitudes críticas, creativas y solida-
rias. Se hace necesario utilizar una metodología eminentemente activa, lo que sig-
nifica una dinámica de interacción permanente entre profesor y alumnos y entre los
propios alumnos. El trabajo en equipo es de gran importancia en esta etapa.
CONCLUSIONES
La Secundaria es el nudo gordiano de los sistemas educativos en todos los paí-
ses europeos (Jiménez Sánchez, 2010: 452), cada uno de ellos busca soluciones
adecuadas a su realidad social puesto que constituye una etapa importantísima para
la formación de los ciudadanos.
A lo largo de la vida escolar y de sus propios aprendizajes extraescolares, los
alumnos han acumulado conceptos, han adquirido una amplia experiencia en
habilidades y mantienen determinadas actitudes hacia el proceso de aprendizaje.
Poseen también ciertas ideas sobre la gramática o la literatura, relacionan y orga-
nizan estas ideas en estructuras de alcance más general que utilizan como base
para continuar sus aprendizajes. No debemos olvidar que cada alumno posee un
determinado nivel de competencia cognitiva general, cuyo desarrollo, aunque
estrechamente relacionado con los conocimientos anteriormente descritos, difi-
culta o facilita la adquisición de otros, lo que implica perfiles diferentes. Es con-
veniente, como ya se ha dicho, que el profesor valore esta diversidad, puesto que
a partir de ella podrá realizar las adaptaciones específicas. Resulta aconsejable,
pues, aplicar a principio del curso una prueba inicial que revele esta situación con
el fin de confeccionar una programación de aula que se ajuste al punto de parti-
da real de cada estudiante.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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