Sistematizacion de Experiencias - Profeder 1

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COORDINACIÓN NACIONAL DE TRANSFERENCIA Y EXTENSIÓN

PROGRAMA FEDERAL DE APOYO AL


DESARROLLO RURAL SUSTENTABLE

ProFeder
SISTEMATIZACIÓN DE EXPERIENCIAS

Creando sentido y aprendiendo


de la práctica

Autora: Martina Speranza

Enero 2016
ProFeder
SISTEMATIZACIÓN DE EXPERIENCIAS

ÍNDICE

1. Introducción

2. Antecedentes

3. Aprendizaje organizacional y gestión del conocimiento

4. Sistematización de experiencias: Marco conceptual


Objeto de la sistematización de experiencias
Condicionamientos institucionales y personales
En resumen: ¿por qué sistematizar?

5. Sistematización de experiencias: Marco metodológico


Planificación de la sistematización de experiencias
Situación inicial
Proceso
Interpretación crítica y análisis
Situación final /actual La interpretación crítica de la
experiencia y análisis
Aprendizajes y el informe de sistematización

6. Conclusiones

7. Recomendaciones

8. Bibliografía
1. INTRODUCCIÓN
La sistematización de experiencias es una técnica que permite producir
conocimientos, analizar y reflexionar sobre las particularidades de una
práctica (Jara, 2006). Algunos de los objetivos que tiene la tarea de
sistematizar son: la observación y el pensamiento crítico sobre la
realidad, donde los mismos participantes de una experiencia puedan
expresar sus opiniones sobre sus prácticas y su entorno. La
sistematización de experiencias, es una técnica participativa que logra
construir espacios de cuestionamiento, de reflexión, redescubrimiento y
recreación constante de la realidad. Esta técnica permite seleccionar y
ordenar información que se relaciona con sucesos y actores concretos, en
lugares y contextos específicos y en tiempos delimitados.

La sistematización de experiencias permite registrar y rescatar procesos y


experiencias, lo que resulta fundamental para poder para poder
capitalizar las experiencias positivas y mejorar las futuras practicas Suele
ocurrir que en la ejecución de un proyecto de desarrollo existen
instancias de reflexión y o evaluación sobre el mismo pero, no siempre, la
información y conocimiento emergente se sistematiza. Por lo tanto, ese
conocimiento no queda registrado y tampoco puede socializarse. Sin
embargo, al aplicar un método como la SE es posible obtener un registro
de calidad sobre los procesos y obtener insumos para la gestión del
conocimiento que surge de las experiencias enmarcadas en procesos de
desarrollo.

En este sentido, a través de la sistematización de experiencias se puede


comprender las dinámicas de un proceso e identificar saberes como
resultado de las prácticas. En este documento se abordará:

• la utilidad de la técnica como instancia de reflexión y aprendizaje en


experiencias de desarrollo rural,

• la SE en su contribución a la gestión del conocimiento

• se delineará una estrategia metodológica para implementar la SE


como instancia de reflexión y evaluación para proyectos de
desarrollo.

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2. ANTECEDENTES
Durante los años setenta ocurrieron los principales debates entre
trabajadores sociales, educadores populares y otros actores involucrados
en procesos de desarrollo que marcaron el comienzo de las diferentes
estrategias para sistematizar experiencias.

Uno de los debates que aportó al surgimiento de la sistematización de


experiencias proviene de los profesionales del trabajo social, cuando
advirtieron que las estrategias que implementaban para cambiar
situaciones no necesariamente se traducían en mejoras para las personas
con las que trabajaban. Esto se adjudica en parte, a que la formación de
los trabajadores sociales tenía una fuerte influencia de corrientes de
pensamiento anglosajona. Esta corriente tiene una fuerte impronta
asistencialista y las condiciones económico – sociales en los países del
norte son diferentes a las de América Latina, por lo tanto, esta mirada no
contempla adecuadamente a las problemáticas latinoamericanas.

En respuesta a esto surge lo que se conoce como la re conceptualización


del trabajo social (Peruca y Rodriguez, 2012) que critica
fundamentalmente la neutralidad de las metodologías de trabajo y
reconoce la importancia de las prácticas y conocimientos de todos los
actores involucrados en una experiencia. Si bien ésta es una discusión que
tuvo lugar en 1970, es importante recuperarla ya que todavía hoy siguen
existiendo diversas visiones sobre cómo trabajar en procesos en los cuales
existe multiplicidad y diversidad de actores y culturas.

Asimismo, la sistematización de experiencias está vinculada con la


educación popular y la educación no formal adulta. Esta última se
encuentra relacionada con algunas corrientes de pensamiento que
establecían que la educación impulsaría procesos de desarrollo. La
educación popular se origina en la década de los sesenta y tiene como
referente a Paulo Freire. Esta línea de pensamiento propone el trabajo
conjunto de las instituciones y la búsqueda de una pedagogía liberadora.

Principalmente Freire (1970) plantea que la educación debe generar


sujetos de historia, personas capaces de decidir su vida y el destino
colectivo de su grupo. Asimismo, la educación debe ser conscientizadora
de la existencia y el ejercicio de los derechos, liberadora y humanizante.
Esta corriente postula la importancia de la articulación entre la teoría y la
práctica, que surge a partir de la reflexión sobre lo que se aprende en la

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práctica y además, la enseñanza debe estar conectada con la realidad.
Uno de los aportes fundamentales de la pedagogía de la liberación es el
reconocimiento de la “otredad”, el “nadie educa a nadie y nadie se
educa solo (…)” (Freire, 1970:7).

Otra de las corrientes que contribuye en los orígenes de la


sistematización de experiencias proviene de la corriente de la
Investigación Acción Participativa (IAP). La propuesta de la IAP se centra
en utilizar las reglas de una ciencia rigurosa y pertinente, pero tomando
los conocimientos de los actores. La IAP cuestiona los relatos excluyentes,
por lo cual los lenguajes técnicos deben ser transformados al lenguaje
cotidiano y la investigación y trabajo en terreno deben ser colectivos.

Los principios fundamentales de la IAP hacen referencia a: que este es un


método de trabajo que da sentido a la praxis en el terreno, entiende que
hay que poder trabajar con las diferencias, introduce perspectivas de
género, clases populares y plurietnicidad en los proyectos y revaloriza el
conocimiento popular.

Todas estas disciplinas y prácticas aportan conceptos para la construcción


de la sistematización de experiencias que proponemos utilizar como
instancia de reflexión para proyectos de desarrollo, como una
herramienta valiosa para aprender de las prácticas e intervenir en el
territorio.

3. APRENDIZAJE ORGANIZACIONAL
Y GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO
Existe vasta literatura que reflexiona sobre el aprendizaje organizacional
y su importancia. Una de las líneas de pensamiento que puede definirse
como interpretativista- construccionista, desarrollada por Karl Weick,
entiende que en la vida organizacional ocurren cambios
permanentemente y que estos escenarios de cambio ofrecen condiciones
para que se produzcan rupturas y discontinuidades que pueden ser
aprovechadas para para profundizar el análisis de la experiencia.
Muchas organizaciones conviven con diferencias sustanciales entre lo
que planifican y establecen sus procedimientos, y las acciones e
intervenciones concretas que llevan a cabo (existen divergencias entre lo

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que piensan hacer y lo que hacen). Cuando las diferencias se
materializan, los procesos y significados preestablecidos se pueden
debilitar y entrar en discusión con otros nuevos o distintos significados.
Es posible que estas contradicciones ocurran frecuentemente y por ello es
importante sistematizar para poder recuperar lo que finalmente pasó.
Weick (1995) explica que cuando se entra en contradicción,
probablemente es porque haya algo nuevo que aprender, a este
fenómeno se lo llama equivocalidad.

Teniendo en cuenta que cada organización posee su propia cultura e


historia organizacional, sus experiencias y su conocimiento tácito y
acumulado, cuantas más variaciones existan en momentos de crisis, y más
disímiles sean entre sí, habrá más posibilidades de encontrar respuestas
innovadoras en el proceso de búsqueda, para luego intentar otorgar un
nuevo sentido. Sistematizando se puede recuperar el aprendizaje en la
práctica y obtener registro escrito de ese proceso, lo que la literatura
llama: learning by doing (Argote, 1999; Speranza, 2014) o aprendiendo
de la práctica.

Según Weick (1995) los cambios, las contradicciones, las situaciones


nuevas proveen el material para construir sentido a partir de la
experiencia. La reflexión que se produce durante el proceso de
sistematización ayuda a generar cierto tipo de “orden”, o a reducir la
equivocalidad.

El objetivo es poder procesar la información nueva que se genera cuando


se trabaja en el territorio, convertirla en razonable y darle sentido. La
sistematización de experiencias es una herramienta útil para construir
sentido, ya que en el afán por crear un orden se produce una búsqueda
de sentido retrospectivo de lo que ocurrió en la experiencia. Esta
concepción retrospectiva del sentido es clave para entender por qué es
importante sistematizar, generalmente aprendemos cuando pensamos
qué nos pasó y le otorgamos un sentido a esa experiencia vivida.

En relación a esto, Weick (1995) explica que, cuanto más reflexivos y


críticos seamos respecto de nuestra experiencia pasada, más
posibilidades tenemos de lograr un nueva estabilidad y de encontrar un
sentido compartido rápidamente. Asimismo, Ravasi y Schultz (2006)
entienden que las respuestas organizacionales están restringidas por la
necesidad de reconciliar las respuestas a cambios externos y la
preservación del sentido propio o sea, el sentido se crea teniendo en
cuenta el propio contexto.

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Poder recuperar las experiencias vividas por una organización es
fundamental para reflexionar y otorgarle un sentido colectivo a las
acciones. Paradójicamente, a veces el significado de la acción es
comprendido después de los hechos y, para encontrar respuestas es
necesario improvisar. Si las respuestas que aparecen de la práctica
cotidiana, no son documentadas se pierden; o no pueden ser conocidas
por otros actores involucrados en el proceso para quienes pueden
resultar útiles. Las posibles respuestas a una situación no siempre derivan
de la planificación inicial o de lo que estaba previsto, sino que surgen de
un modo intuitivo, por eso rescatar lo que ocurrió en la improvisación es
valioso para mejorar prácticas futuras.

En este punto se encuentra la cercanía entre la gestión del conocimiento


y la sistematización de experiencias, ambas son prácticas que permiten
crear sentido y generar aprendizaje. La gestión del conocimiento puede
definirse como el conjunto de acciones que hacen accesible y
comunicable el conocimiento producido por algunas personas, para
otras personas que lo quieran utilizar (Wig, 1997).

Tanto la gestión del conocimiento como la SE tienen como objetivo el


generar y compartir conocimiento. La gestión del conocimiento se
realiza generalmente, en el marco de una organización y existen
diferentes formas de llevarla adelante; en cambio la SE, es una práctica
que involucra necesariamente a todos los actores participantes de una
experiencia, externos e internos de una organización. La sistematización
de experiencias es una forma de gestionar el conocimiento práctico que
surge de la intervención en procesos de desarrollo, también pueden
aplicarse otros métodos para este fin. Lo sustancial es transformar
conocimiento tácito en explícito, y comunicar el conocimiento de un
grupo determinado a todos aquellos que les pueda interesar dejando
registro de los nuevos conocimientos que surjan.

4. MARCO CONCEPTUAL
Como fue mencionado en apartados anteriores, la sistematización de
experiencias es una técnica que recupera los saberes de la práctica. Por lo
tanto, supone una unidad entre el conocimiento y la acción. La
sistematización implica diálogo de saberes y es importante tanto el
producto final como el proceso. Una sistematización es más que un
informe descriptivo de una experiencia. Es un proceso que busca articular
la práctica con la teoría, aportando conocimiento para mejorar la

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intervención. La sistematización busca sacar a la luz, conocimiento que
está en la práctica.

Esta técnica implica un proceso permanente y acumulativo de creación


de conocimientos de forma participativa a partir de las experiencias de
intervención. Asimismo, permite entender una práctica y a partir de ella,
elaborar nuevos conocimientos que permitan no sólo comprender, sino
contribuir a convertir este nuevo conocimiento en una herramienta útil
para transformar los ámbitos de intervención y la realidad. Tomando la
definición de Jara (1994) la sistematización de experiencias es:

“Aquella interpretación crítica de una o varias experiencias, que, a partir


de su ordenamiento y reconstrucción, descubre o explicita la lógica del
proceso vivido, los factores que han intervenido en dicho proceso, cómo
se han relacionado entre sí, y por qué lo han hecho de ese modo. (…) La
esencia de la sistematización es la interpretación crítica para poder
extraer aprendizajes que tengan una utilidad para el futuro” (Jara,
1994:22).

Poder efectuar una reconstrucción y reflexión crítica sobre una


experiencia, a través de la cual sus actores interpretan lo sucedido para
comprenderlo, identificar aprendizajes y reflexionar sobre posibles
aciertos y desaciertos es clave poder mejorar la calidad de los procesos.
De esta manera, los conocimientos que surjan de la sistematización serán
sólidos ya que fueron consensuados entre los participantes de la
experiencia.

Asimismo, este método puede generar cambios beneficiosos en las


relaciones de poder. Cuando la información es socializada, se crean
condiciones para el diálogo, la interacción y la reflexión crítica,
produciéndose mecanismos de empoderamiento acuerdos y mayor
control sobre decisiones que necesiten tomarse en el futuro.

Es fundamental, comparar la práctica con la teoría, identificar


conocimientos y aprendizajes generados desde la práctica, reflexionar
conjuntamente sobre la experiencia y su contexto e ir formando grupos
de trabajo sólidos y con sentido de pertenencia. En el futuro la
experiencia sistematizada puede ser conocida por otros, puede ir
ajustándose a nuevas metodologías para obtener mejores resultados y
de esta manera generar memoria institucional y aprendizaje grupal
(Ghiso, 1998).

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La experiencia como objeto de conocimiento
El objeto de conocimiento de esta técnica es la experiencia,
específicamente en los procesos de desarrollo rural uno de los objetivos
principales de sistematizar, es registrar y reflexionar sobre el proceso
enmarcados en proyectos, programas o políticas para mejorar practicas
futuras o presentes.

Generalmente los proyectos que organizan el trabajo de los técnicos que


actúan en el territorio, suelen contar con una estructura: una etapa de
diagnóstico en la que se identifican los problemas, luego se formulan
objetivos, se definen estrategias de intervención, y por último, se piensan
los efectos y resultados esperados. Lo que suele ocurrir es que, terminado
el proyecto, ya sea por una cuestión de tiempo de vigencia del mismo o
porque el técnico y los participantes del proyecto convienen que se ha
encontrado una resolución al problema, no se realiza una reflexión
crítica del proceso a pesar de la importancia de realizar ese proceso final.
A veces existe algún tipo de evaluación pero no es realizada por los
propios miembros del proyecto sino por otros actores.

Condicionamientos institucionales y personales


Para que un proceso enmarcado en un proyecto de desarrollo rural
pueda llevarse a cabo se deberían tener en cuenta dos aspectos
fundamentales: las personales y las institucionales. En relación al primer
aspecto se entiende que, para poder realizar la sistematización de una
experiencia, en este caso de un proyecto, se debería estar dispuesto a
aprender de la propia práctica, asumiendo una mirada crítica para poder
recuperar tanto los aciertos como los desaciertos, con el compromiso de
realizar un análisis y síntesis del proceso.

En cuanto a lo institucional, es fundamental que exista un interés por


propiciar, fomentar y acompañar este tipo de actividades, valorando la
práctica institucional y su recuperación. Cuanto más abierta y
democrática sea la cultura institucional más fácil será la incorporación de
estos procesos. Por consiguiente, es fundamental que la institución esté
dispuesta a brindar espacios, tiempo y recursos para este tipo de
actividades.

Por último, la sistematización no es una tarea necesariamente


complicada, sino por el contrario una actividad que fácilmente puede

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comenzar a formar parte de la rutina y las actividades cotidianas de un
equipo de trabajo. El análisis minucioso y metodológicamente pautado
de las acciones que se lleven adelante, contribuye enormemente a que
exista una mejor comprensión de los procesos que se quieren analizar.
Asimismo, efectuar estos procesos permite dar cuenta de lo que nos hace
falta realizar o de aquello que debemos modificar en el curso de una
experiencia para alcanzar los objetivos que se han propuesto.

En resumen sistematizar permite:

• Reconstruir lo realizado y lo vivido

• Reflexionar críticamente

• Hacer memoria de desaciertos, aciertos, avances y obstáculos

• Reconocer puntos críticos en la experiencia

• Aprender de la práctica

• Generar conocimientos nuevos desde la propia práctica

• Mejorar nuestras prácticas de intervención

• Compartir nuestras experiencias y aprendizajes con otros

5. MARCO METODOLÓGICO
Un método es una herramienta que facilita alcanzar los objetivos
planteados. No existen métodos universales para realizar una la
sistematización de experiencias, hay diferentes orientaciones y
lineamientos generales que deben ser adaptados según las condiciones
de quienes vayan a realizar la sistematización. Es conveniente, antes de
construir una metodología o método, pensar qué objetivos guían el
trabajo y que resultado se espera de éste.

Como fue mencionado anteriormente el objeto de esta técnica son las


experiencias. Sobre ellas se busca reflexionar y obtener aprendizajes.
Tomando en cuenta las recomendaciones anteriores se sugiere tener en

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cuenta los condicionamientos personales e institucionales para realizarla
son los siguientes:

Condicionamientos personales:

• Desarrollar cualidades especiales para la indagación durante las


experiencias para poder obtener buena información.

• Lograr una cierta distancia con la experiencia, ya que hay que analizar
procesos de los que somos parte.

• Enfrentar el desafío de extraer conocimiento de la práctica.

Condicionamientos institucionales:

• Posicionar y entender a la actividad como valiosa para la organización.

• Buscar apoyo institucional para el proceso de sistematización con


recursos económicos, logísticos y de tiempo.

• Contar con apoyo técnico para realizar las actividades.

Teniendo presente lo antes expuesto, se puede proseguir directamente


al proceso metodológico que se propone para sistematizar experiencias
de en el marco de proyectos de desarrollo. En el cuadro siguiente,
elaborado en base a la metodología propuesta por Oscar Jara (1994), se
encuentran organizadas las etapas de la metodología para sistematizar
experiencias. Las cuatro grandes etapas son la situación inicial, el proceso
de intervención, la situación final o actual y los aprendizajes o lecciones
aprendidas. El propósito de transitar estos pasos es obtener y codificar los
aprendizajes que surgen de las experiencias y poder mejorar prácticas
presentes o futuras.

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LAS ETAPAS METODOLÓGICAS PARA SISTEMATIZAR

Vivir la experiencia Haber participado en la experiencia. Tener registros de la


misma.
Delimitar el objeto a ¿Qué experiencia/s queremos sistematizar? Elección de
Sistematizar la experiencia.
Definir el objetivo de la ¿Para qué queremos sistematizar?
sistematización
1.Situación Precisar un eje de ¿Qué aspectos centrales de esas experiencias nos
Inicial sistematización interesa sistematizar?
(Grandes temas de importancia)
Formulación de preguntas ¿Qué interrogantes tenemos respecto de la experiencia
vivida?
Descripción de la experiencia Identificar el problema/ oportunidad por el que surge la
experiencia, actores principales y secundarios, conflictos.
Caracterización del contexto general.
Recuperar el proceso vivido - Reconstruir la historia – identificar a los actores
Reconstrucción histórica centrales – secundarios, relaciones entre sí, intereses,
conflictos, etc.
2. Proceso Ordenamiento y clasificación de la Ordenar y clasificar la información.
información
Proceso de intervención Acciones, actores, articulaciones, conflictos/ Consensos y
Contexto
3. Situación Interpretación crítica La reflexión de fondo: ¿por qué pasó lo que pasó?
final/ Análisis Analizar, sintetizar e interpretar críticamente el proceso
actual
Síntesis – Formulación de Formular conclusiones
4. conclusiones
Aprendizajes Elaborar productos de Comunicar los aprendizajes
comunicación

1. Situación inicial
Vivir la experiencia Haber participado en la experiencia. Tener registros de la
misma.
Delimitar el objeto a ¿Qué experiencia/s queremos sistematizar? Elección de
Sistematizar la experiencia.
Definir el objetivo de la ¿Para qué queremos sistematizar?
sistematización
1.Situación Precisar un eje de ¿Qué aspectos centrales de esas experiencias nos
Inicial sistematización interesa sistematizar?
(Grandes temas de importancia)
Formulación de preguntas ¿Qué interrogantes tenemos respecto de la experiencia
vivida?
Descripción de la experiencia Identificar el problema/ oportunidad por el que surge la
experiencia, actores principales y secundarios, conflictos.
Caracterización del contexto general.

En esta etapa es necesario elegir una experiencia, justificar su elección y


definir los objetivos de la misma. Es importante que la experiencia sea
sistematizada por un grupo de personas que haya vivido el proceso para
poder reconstruirlo y reflexionar sobre el mismo, aunque también
pueden participar otros actores que no lo hayan hecho. Asimismo, los
objetivos guían, orientan el trabajo y focalizan sobre algunos puntos
donde va a centrarse el proceso reflexivo.

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Luego es pertinente establecer algunos ejes sobre los que se deseará
profundizar. El eje es el elemento que permite precisar el enfoque de la
sistematización, indica sobre qué aspecto se realizará la reconstrucción y
la interpretación crítica de la experiencia. Algunas características del eje
de sistematización son:

• Precisa el enfoque de la sistematización para evitar la dispersión

• Es un énfasis o enfoque central en el que centra la sistematización de


experiencias

• Es un punto común de referencia, alrededor del cual giran las pautas de


la reconstrucción histórica, del ordenamiento de la información, del
análisis crítico y de la elaboración de conclusiones

• Articula los diversos elementos que intervienen en un proceso de


sistematización y ayuda a operativizar dicho proceso

Es conveniente que la cantidad de ejes seleccionados sean pocos para


poder focalizar los temas centrales. Aunque la riqueza de sistematizar es
la de recuperar el proceso y reflexionar sobre el mismo, estos ejes serán
los que guíen los principales interrogantes que se plantearon durante el
proceso de la experiencia. Los ejes deben ser consistentes con los
objetivos de la propuesta para no perder la a coherencia durante el
trabajo, orientándolo y acotando sus límites.

En esta etapa es importante reconocer además de las preguntas guía, a


los actores, y los factores que intervinieron en la experiencia escogida. Es
necesario encontrar ejes y preguntas que despierten la reflexión y el
interés de entender por qué pasó lo que pasó. Algunos posibles
interrogantes pueden ser: características sobre la realidad en que se
intervino; los aspectos de la experiencia que queremos volver a
considerar; el contexto (local, regional, nacional) en el cual se desarrolló
el proceso; la forma en la que participaron los actores; sus motivaciones,
intereses, aportes; las estrategias de intervención y metodologías
empleadas; los resultados alcanzados, los factores que explican los éxitos
y/o los fracasos obtenidos, entre otros (Villavicencio Seminario, 2009).

Por último es necesario identificar en la situación inicial: los problemas y


oportunidades por los que surge la experiencia, actores principales y
secundarios, conflictos, entre otras variables que se puedan identificar y
aportan a caracterizar la situación y contexto inicial.

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2. Proceso
Recuperar el proceso vivido - Reconstruir la historia – identificar a los actores
Reconstrucción histórica centrales – secundarios, relaciones entre sí, intereses,
conflictos, etc.
2. Proceso Ordenamiento y clasificación de la Ordenar y clasificar la información.
información
Proceso de intervención Acciones, actores, articulaciones, conflictos/ Consensos y
Contexto

Esta etapa cuenta con dos puntos principales: el ordenamiento y


clasificación de la información para reconstruir la historia de la
experiencia y la reconstrucción de la misma. Durante esta fase se debe
realizar una descripción de la experiencia, el objetivo es reconstruir el
proceso de la experiencia, describir los momentos de la misma, identificar
actores centrales y secundarios, describir el contexto, los roles de los
actores, las estrategias de intervención, descubrir factores de
importancia del contexto, dificultades y aciertos y estrategias de equipo
utilizadas, entre otros.

Es importante recuperar y ordenar la información para reconstruir la


experiencia, tratando de describir lo que ocurrió detalladamente. Es
conveniente contar con registros ya existentes tales como: archivos, notas
de campo, formularios de proyectos, entre otros. Se pueden tener
fuentes primarias tales como encuestas, entrevistas, grupos focales,
talleres, reuniones. Para reconstruir la experiencia es interesante utilizar
la línea de tiempo que permite ordenar los hechos que fueron
sucediendo durante su desarrollo.

Sobre el proceso de intervención se deben rescatar principalmente las


acciones que se realizaron y en qué momentos. Es importante rescatar los
métodos y estrategias que se utilizaron, los intercambios con otros
actores y los cambios que hayan ocurrido durante el proceso. Asimismo,
resulta relevante identificar articulaciones que hayan surgido del proceso
y cambios en el contexto. Finalmente, lo más relevante es registrar qué
acciones o estrategias produjeron cambios o efectos en ese proceso de
intervención.

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3. Situación final /actual.
La interpretación crítica de la experiencia y análisis

3. Situación Interpretación crítica La reflexión de fondo: ¿por qué pasó lo que pasó?
final/ Análisis Analizar, sintetizar e interpretar críticamente el proceso
actual

La sistematización tiene entre sus principales objetivos explicar el proceso


y reflexionar sobre las prácticas que se implementaron durante la
experiencia. Para interpretar es necesario identificar los cambios que
ocurrieron, los avances y limitaciones producidos en relación con las
propuestas de desarrollo que motivaron la intervención (Villavicencio
Seminario, 2009). En esta sección se busca dar respuesta a los
interrogantes planteados y obtener algunas conclusiones o lecciones de
dichas respuestas.

La etapa de análisis es importante, en ella se realizará la parte más


reflexiva de la sistematización. En esta sección surgirán los debates y las
discusiones de los hechos ocurridos durante la experiencia. Estos debates
deberían estar guiados por las preguntas y ejes planteados en la primera
etapa de la sistematización. Se busca generar un espacio reflexivo y
participativo para hacer explícito el saber tácito, intercambiar puntos de
vista y considerar otras posibles acciones de intervención.

Se debe tener en cuenta que la calidad de los debates de esta etapa


guardará relación con lo producido en las etapas anteriores y la calidad
de los datos que se hayan construido y recolectado. Este es el momento
de empezar a dar respuesta a las preguntas claves derivadas del eje.

Es importante que un facilitador interno o externo cumpla un buen rol


en la motivación del diálogo, y el intercambio de opiniones.
Seguramente saldrán a la luz tensiones, opiniones diferentes, lecciones
aprendidas, virtudes, desaciertos y fracasos.

Es valorable contar para esta actividad con un marco conceptual/ teórico


que pueda agregar valor a las conclusiones de las discusiones. Este marco
puede ser desarrollado durante el periodo anterior, en la búsqueda de
datos y trabajo de campo si lo hubiera, para apoyar la información
generada con teoría.

La sistematización culmina cuando comprendemos la lógica del proceso

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y podemos dar cuenta de explicaciones de lo sucedido y de la forma en
que se llegó a esos resultados. Se trata de poder explicar el porqué de lo
sucedido, estableciendo algunas conclusiones expresadas en forma de
aprendizaje o enseñanzas.

4. Aprendizajes y el informe de sistematización


Síntesis – Formulación de Formular conclusiones
4. conclusiones
Aprendizajes Elaborar productos de Comunicar los aprendizajes
comunicación

Esta etapa sería la última del proceso de sistematización, en esta


instancia deberían existir algunos acuerdos sobre cuáles fueron los ejes
de la sistematización realizada. La importancia de esta etapa es poder
hacer explícito el conocimiento presente tácitamente en las experiencias.
Es la etapa central de la sistematización, es donde se rescatan los
conocimientos y se plasman los aprendizajes reconocidos. En este
momento es donde se pueden realizar balances y encontrar aciertos y
desaciertos que ocurrieron durante el proceso de desarrollo. Asimismo,
las lecciones aprendidas pueden transformarse en recomendaciones para
mejorar prácticas de intervención.

La experiencia en esta etapa ya está reconstruida, desarrollada y


analizada pudiendo extraer de la reflexión crítica lecciones aprendidas.
El informe o cualquier otro tipo de material comunicacional que se
produzca con esta información permitirán ordenar la forma de
comunicar y socializar los hallazgos. Este informe servirá como insumo
para luego realizar otro tipo de materiales comunicacionales como:
notas para comunicación interna o externa, posters, gacetillas,
ponencias, artículos, capítulos de libros, entre otros.

Una estructura posible para el informe puede ser la siguiente:

• Título de la sistematización
• Breve descripción de la experiencia, sus antecedentes y justificación
• Objetivos y ejes
• Metodología
• El desarrollo de la experiencia
• La reflexión sobre la experiencia
• Los hallazgos o lecciones aprendidas
• Bibliografía
• Anexos

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6. CONCLUSIONES
Este documento ha presentado la utilidad de la sistematización de
experiencias para hacer sentido de las prácticas de intervención, obtener
aprendizajes, evaluar y reflexionar sobre las experiencias vividas. Jara
(1994) indica que la sistematización permite obtener una visión común
sobre el proceso vivido, sus aciertos y desaciertos, sus límites y
posibilidades. A partir de los aprendizajes obtenidos, contribuye a
superar la repetición mecánica de procedimientos que no resultaron
adecuados y rescatar los que fueron útiles. Asimismo, implementar esta
estrategia de gestión del conocimiento permite compartir aprendizajes
con otros.

También, la sistematización de experiencias es un método que permite


evaluar nuestras prácticas y conocer si luego del proceso de intervención
se lograron alcanzar los cambios o efectos que se buscaban cuando se
comenzó el proyecto. Asimismo, brinda su aporte al propiciar la
discusión, enriquecimiento y actualización de los conceptos y enfoques
teóricos que han sustentado los proyectos. Así, contribuye a acercar la
teoría a la realidad, y a capitalizar lecciones adquiridas a través de la
práctica. La sistematización ayuda a construir un saber colectivo y una
memoria organizacional.

Con respecto a las limitantes de la sistematización de experiencias, se


puede encontrar en este tipo de procesos la imposibilidad de realizar
generalizaciones ya que el conocimiento se elabora a partir de una
experiencia determinada y singular. Sin embargo, puede haber procesos
vividos que sean útiles para otras personas ya que de todas las
experiencias se obtienen aprendizajes.

Por último, es necesario que la sistematización de experiencias sea


asumida como una tarea por los propios integrantes de la experiencia, y
que forme parte del proceso de la misma, que no quede solo como una
tarea posterior o que realicen otras personas no involucradas con la
experiencia.

En la construcción de este material participó el equipo de la


Coordinación Nacional de Extensión y Transferencia del INTA.
Se agradecen las colaboraciones, aportes y comentarios.

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7. RECOMENDACIONES
Para conocer algunas experiencias sistematizadas del INTA se
recomiendan los siguientes documentos y publicaciones:

• Sistematización de cinco experiencias de extensión del Centro


Regional Mendoza - San Juan del INTA / editado por Pablo Gómez
Riera; Jorge Silva Colomer - 1a ed. – Luján de Cuyo, Mendoza:
Ediciones INTA, 2015. 126 p.
http://inta.gob.ar/sites/default/files/script-tmp-inta_sistemat_casos_extension
_mza_sjuan.pdf

• Sistematización de la experiencia Gestión Integrada del agua de riego


de un sector agrícola del Departamento de 25 de Mayo, San Juan.
http://inta.gob.ar/sites/default/files/script-tmp-sistematizacion_240413.pdf

• Libro: Perucca, Clorinda y Rodriguez, Francisco (compiladores).


Experiencias de desarrollo rural en Misiones. Pensando y escribiendo
nuestras prácticas. Ediciones INTA, Misiones, Argentina, 2012.

También se pueden consultar algunas guías interesantes para realizar el


proceso de sistematización:

• Villavicencio Seminario, Rosa. Aprendiendo a sistematizar. Las


experiencias como fuentes de conocimiento. Deutsche Gesellschaft
für Technische Zusammenarbeit (GTZ) GmbH. Lima – Perú, octubre de
2009.
https://sistematizandoexperiencias.files.wordpress.com/2012/04/aprendiend
o-a-sistematizar-la-experiencia-como-fuente-de-conocimiento.pdf

• Acosta, Luis Alejandro GUÍA PRÁCTICA PARA LA SISTEMATIZACIÓN


DE PROYECTOS Y PROGRAMAS DE COOPERACION TÉCNICA, FAO
para América Latina y El Caribe Julio 2005
http://www.fao.org/3/a-ah474s.pdf

• Jara Holliday, Oscar. Orientaciones teórico-prácticas para la


sistematización de experiencias
http://www.bibliotecavirtual.info/wp-content/uploads/2013/08/Orientacione
s_teorico-practicas_para_sistematizar_experiencias.pdf

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BIBLIOGRAFÍA
Berdegué J.A., Ocampo A. y Escobar G. Sistematización de experiencias locales de desarrollo
agrícola y rural. Guía metodológica. PREVAL – FIDAMÉRICA, Perú – Chile, 2002.

Francke, Marfil y Morgan, María de la Luz. La sistematización: apuesta por la generación de


conocimientos a partir de las experiencias de promoción. Lima, Octubre de 1995.

Jara, Oscar. Para sistematizar experiencias: una propuesta teórica y práctica. Tarea, Asociación de
Publicaciones Educativas. Lima, 1994.

Jara, Oscar. Sistematización de experiencias y corrientes innovadoras del pensamiento


latinoamericano. Una aproximación histórica. En: La Piragua. Revista Latinoamericana de
Educación y Política, 2006.

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