La Inteligencia Emocional Es Uno de Los Conceptos Clave
La Inteligencia Emocional Es Uno de Los Conceptos Clave
La Inteligencia Emocional Es Uno de Los Conceptos Clave
Ante esta realidad, cabe resaltar que existen personas con un dominio de su
faceta emocional mucho más desarrollado que otras. Y resulta curiosa la baja
correlación entre la inteligencia clásica (más vinculada al desempeño lógico y
analítico) y la Inteligencia Emocional. Aquí podríamos ejemplificar esta idea
sacando a colación el estereotipo de estudiante “empollón”; una máquina
intelectual capaz de memorizar datos y llegar a las mejores soluciones
lógicas, pero con una vida emocional y sentimental vacía. Por otro
lado, podemos encontrar personas cuyas capacidades intelectuales son muy
limitadas, pero en cambio consiguen tener una vida exitosa en lo que refiere
al ámbito sentimental, e incluso en el profesional.
Este par de ejemplos llevados al extremo son poco habituales, pero sirven
para percatarse de que es necesario prestar más atención a esta clase de
habilidades emocionales, que pueden marcar nuestra vida y nuestra felicidad
tanto o más que nuestra capacidad para puntuar alto en un test de
inteligencia convencional. Para eso es importante profundizar en la
Inteligencia Emocional.
Por ejemplo, este aspecto nos puede ayudar a no tomar decisiones cuando
estamos en un estado psicológico poco equilibrado. Tanto si nos
encontramos demasiado alegres y excitados, como si estamos tristes y
melancólicos, las decisiones que tomemos estarán mediadas por la poca
racionalidad. Así pues, lo mejor será esperar unas horas, o días, hasta que
volvamos a tener un estado mental relajado y sereno, con el que será más
sencillo poder valorar la situación y tomar decisiones mucho más racionales.
Por poner un ejemplo, no es raro que nos enfademos con nuestra pareja,
pero si fuéramos esclavos de la emoción del momento estaríamos
continuamente actuando de forma irresponsable o impulsiva, y luego nos
arrepentiríamos. En cierto sentido, buena parte de la regulación de las
emociones consiste en saber gestionar nuestro foco de atención, de manera
que no se vuelva contra nosotros y nos sabotee.