Competencia Del Art 5
Competencia Del Art 5
Competencia Del Art 5
- COMPETENCIA CIVIL
Corresponde a los órganos jurisdiccionales civiles el conocimiento de todo aquello que no esté atribuido
por la ley a otros órganos jurisdiccionales.
INTERPRETACIÓN Y COMENTARIO
Ningún Juez Civil puede delegar en otro la competencia que la ley le atribuye. Sin embargo, puede
comisionar a otro la realización de actuaciones judiciales fuera de su ámbito de competencia territorial.
INTERPRETACIÓN Y COMENTARIO
La competencia viene a ser la manera como se ejerce la función de administrar justicia. Dicha
obligación es asumida por el poder público para asegurar el mayor acierto en la función judicial,
de tal manera, que ese poder que se le otorga a cada juez para conocer determinados conflictos
tiene que ser ejercida por el órgano al cual se le atribuye. Sobre la comisión, se hace la
distinción si el objeto de esta debe cumplirse fuera del territorio o dentro de este.
La verdadera jurisdicción es la propia porque se va a pronunciar sobre el objeto del proceso,
mientras que la delegada es reflejo de la jurisdicción con fines de asistencia judicial y para
determinadas diligencias. Se establece la comisión para actos y diligencias que no impliquen
juzgamiento y práctica de pruebas.
Los partidarios de la facultad de la comisión la justifican como alivio al exceso de trabajo del juez
y la economía procesal, pues genera un menor gasto el traslado desde la sede a otro lugar, aun
cuando se ubique dentro de su circunscripción; sin embargo, los detractores de esta posición
consideran que la comisión facultativa atenta contra el principio de inmediación.
La norma consagra la perpetuatio iurisdictionis que significa que la situación de hecho existente
en el momento de admitirse la demanda, es la determinante de la competencia para todo el
curso del proceso, sin que las modificaciones posteriores puedan afectarla. Por citar, el objeto
litigioso pude sufrir alteraciones, sea en su valor comercial, en su deterioro, etc. Nada de ello
puede alterar la competencia del juez.
Es el valor que tenía el objeto al tiempo de admitirse la demanda, lo que regulará el proceso
hasta su terminación. Los intereses y frutos se tienen en cuenta hasta la fecha de la admisión de
la demanda, aun cuando estén estipulados para su cumplimiento, en el curso del proceso.
Las partes pueden variar de domicilio durante el proceso, pero la competencia señalada sobre la
base del que se tenía en el momento de admitirse la demanda continuará hasta finalizar el
proceso.
La competencia por razón de la materia se determina por la naturaleza de la pretensión y por las
disposiciones legales que la regulan.
INTERPRETACIÓN Y COMENTARIO
Tiene como referente la naturaleza del conflicto, esto es, atiende al modo de ser del litigio, de tal
forma, que nos permite hablar de conflictos penales, civiles, laborales, administrativos,
tributarios, etc.
Hay la tendencia moderna a la especialización de los órganos judiciales, en virtud de la cada vez
más compleja y abundante legislación en todas las ramas del Derecho, que han llevado a la
organización judicial a la creación de los juzgados laborales, de familia, contencioso-
administrativo y los juzgados comerciales.
Para calcular la cuantía, se suma el valor del objeto principal de la pretensión, los frutos, intereses y
gastos, daños y perjuicios, y otros conceptos devengados al tiempo de la interposición de la demanda,
pero no los futuros.
Si una demanda comprende varias pretensiones, la cuantía se determina por la suma del valor de todas.
Si se trata de pretensiones subordinadas o alternativas, sólo se atenderá a la de mayor valor.
Si son varios los demandados, la cuantía se determina por el valor total de lo demandado.
INTERPRETACIÓN Y COMENTARIO
La delimitación de esta cuantía debe tomar en consideración si se trata de una pretensión con
cuantía determinada, estimable o inestimable. El cálculo de la cuantía que señala la presente
norma opera con las pretensiones con valores determinados y estimables.
Hay prestaciones dinerarias en las cuales la cuantía se expresa por el monto correspondiente.
Otras de distinta naturaleza, exigen que la cuantía se estime con expresión también de su
apreciación en dinero. En el caso de los bienes inestimables, como la filiación y el estado civil de
las personas, la reducción a dinero es factible simplificando al máximo el criterio selectivo. Las
pretensiones de contenido inestimable son equiparadas en su tratamiento a las de máxima
cuantía, tramitados ante los procesos de conocimiento.
CONCLUSIONES