Signo de Cuasi-Reflejo
Signo de Cuasi-Reflejo
Signo de Cuasi-Reflejo
Por lo general los acompañan en forma proclítica (delante del verbo): Te quiero.
Pero también pueden aparecer en forma enclítica: Perdoname.
Las funciones que pueden cumplir son: OD, OI, SCR.
Las construcciones pueden ser de persona divergente o de persona coincidente.
NOTA: si el verbo ya tiene OD, el pronombre es siempre OI. Ej.: Me compré un auto. Y lo primero que tenemos que
hacer es ver si el verbo y el pronombre coinciden en persona y en número o no, así descartamos, en este caso, la
función de SCR.
2. De persona coincidente: verbo y pronombre coinciden en persona y número.
a) Construcciones reflejas: el sujeto es a la vez objeto de la acción que realiza. La función del pronombre es OD u OI.
i. Reflejas puras: el sujeto es el objeto de su propia acción.
. Para identificarlo, podemos agregar el refuerzo reflexivo “a mí (mismo), a vos (mismo), a él/a sí mismo”, etc.
La función del pronombre es OD u OI. Si el refuerzo está expreso, cumple la misma función que el pronombre (el OD
o el OI van a estar duplicados).
S P
Ej.: Yo me peino
Od
ii. Recíprocas: el sujeto es siempre plural. La acción que realiza uno recae sobre el otro y viceversa.
Como el sujeto es plural, estas construcciones solo se forman con los pronombres plurales (nos, os y se). Se reconocen
agregando un intensificador: “uno al otro”, “mutuamente”. Si el intensificador está expreso, cumple la función de
circunstancial intensificador. La función del pronombre es OD u OI.
Ej.: Pilar y Clara se prestan los apuntes.
b) Construcciones cuasi-reflejas: la acción que realiza el sujeto no recae sobre ningún objeto.
i. De toda persona: pueden estar en cualquier persona y número.
Yo me despierto. Nosotros nos despertamos.
Tú te despiertas. Vosotros os despertáis.
Vos te despiertas. / Él se despierta. Ustedes se despiertan./ Ellos se despiertan.
En este caso no se agrega a la construcción ningún refuerzo (No se puede decir “Yo me despierto a mí mismo”) o un
intensificador (“Ellos se despiertan uno al otro”). La función del pronombre es SCR (signo de cuasi-reflejo).
Las construcciones cuasi-reflejas suelen aparecer con verbos que indican: movimiento (irse, levantarse, caerse,
moverse, resbalarse, tropezarse);
estado interior (sentirse, alegrarse, entusiasmarse, entristecerse); cambio de estado (congelarse, derretirse, casarse,
divorciarse, despertarse).
ii. Solo de tercera persona: son construcciones que se forman únicamente con el pronombre se.
Construcciones con sujeto: son construcciones bimembres con el verbo en tercera persona del singular o del plural.
1) Con OI obligatorio: el pronombre SE aparece delante de un pronombre personal en función de OI (me, te, le,
nos, os, les). La función del SE es SCR.
Ej.: Se me ocurrió una idea.
2) Pasiva con SE o Pasiva cuasi-refleja: en este caso, al igual que en la voz pasiva con frase verbal de ser +
participio, el sujeto no realiza la acción del verbo. Pero en lugar de la frase verbal, el verbo está en voz activa
precedido por el pronombre SE y no hay agente.
Ej.: Se ven sus obras.
Reconocemos que “sus obras” es el sujeto, porque si pasamos el verbo al singular (ve), la construcción nominal se
modifica junto con él (pasa a ser “su obra”). Pero las obras no realizan la acción de ver, sino que la reciben. Hay
“alguien” que ve las obras. Además, podemos transformar el “se ven” en “son vistas” (fv de voz pasiva).
Otra forma de reconocerla es agregando un sujeto imaginario que concuerde con el verbo (en este caso, “ellos”, por
ejemplo). Si hacemos esto, el SE desaparece y el sujeto se transforma en OD → Ellos ven sus obras.
En estos casos, la función del pronombre es SCRP (signo de cuasi-reflejo pasivo).
- Construcciones sin sujeto: son construcciones unimembres, que llevan el verbo únicamente en tercera persona
del SINGULAR.
Ej.: Se escucha a todos.
En este caso, no podemos encontrar un sujeto que realice la acción; la expresión “se escucha” se refiere a una
generalidad, pero no a un sujeto determinado. La oración es unimembre.
La función del pronombre es SCRI (signo de cuasi-reflejo impersonal). Se llama impersonal porque no se le puede
adjudicar una persona en particular que realice la acción.
Si agregamos un sujeto imaginario que concuerde con el verbo (en este caso, una tercera persona del singular, por
ejemplo “ella”) el “se” desaparece → Ella escucha a todos.
Además, si intentamos pasarlo al plural, nos queda una estructura sin sentido → Se escuchan a todos.