Teatro de Sombras PDF
Teatro de Sombras PDF
Teatro de Sombras PDF
Enero 2017
ISSN: 1989-9548
Enviado: 8/11/16
Aceptado: 22/12/16
Resumen
El Teatro de Sombras desde hace miles de años ha servido como una disciplina escénica y artística,
pero también como vehículo para comunicarse con lo sagrado y para contar historias mágicas.
Cuando los cuerpos son proyectados en las sombras se disuelven del mundo físico y se abre una
fisura con el mundo espiritual para conectar con las emociones. La proyección de nuestra sombra
corporal nos ofrece un feedback que pone en duda lo real e incuestionable y nos devuelve imágenes
que nos alejan de la conciencia. Este artículo plantea mediante diferentes visiones de autores, como
el Teatro de Sombras encierra un poder terapéutico al trasferir los cuerpos en su pura esencia sobre
el espacio para reintegrar imágenes donde reconstruirnos, reconocernos y aceptarnos.
Abstract
The theater of shadows for thousands of years has served as a stage and artistic discipline, also as
a vehicle to communicate with the sacred and to tell magical stories. When bodies are projected
into the shadows they dissolve from the physical world and a crack opens with the spiritual world
to connect with the emotions. The projection of our body shadow offers us feedback that calls into
doubt the real and unquestionable and returns us images that away from our consciousness. This
article proposes through different visions of authors, as the theater of shadows encloses a
therapeutic power to transfer the bodies in their pure essence on the space to reintegrate images
where to rebuild, recognize and accept us.
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Martín Martínez, Laura (2017). El teatro de sombras como espacio terapéutico: un lugar donde
integrar nuestra sombra a través de la intervención del arte. ARTE Y MOVIMIENTO. Nº 16. Enero, 2017.
Universidad de Jaén. Págs. 67-76.
INTRODUCCIÓN
La sombra tiene forma, podemos ver como se mueve, pero no podemos tocarla. Habita
entre nosotros, forma parte de nuestro mundo físico, pero no tiene cuerpo, únicamente es visible.
Pertenece a dos mundos: el físico y el espiritual.
La sombra nos hace humanos, todo cuerpo posee sombra. Peter Pan perdió su sombra en
casa de los Darling y regresa a buscarla. Peter es un niño que se encuentra entre dos mundos, es
amigo de las hadas y de las sirenas, pero se niega a perder su sombra porque sabe que si la pierde
dejará de ser humano. Peter persigue su sombra y cuando la encuentra intenta pegarla a su cuerpo
porque sabe que si la pierde quedará atrapado en Nunca Jamás y no podrá ver a sus amigos de este
mundo.
Cuando aparece la sombra se aferra a nuestro cuerpo como una imagen especular, como
un recóndito gemelo que habita agazapado en nuestro interior y nos invita a sumergirnos en la
oscuridad para descender al mundo del inconsciente. Cuando vivenciamos nuestra sombra, nuestro
Yo consciente es arrastrado al mundo del inconsciente donde habitan todo tipo de emociones, un
territorio desconocido para la conciencia al que la psicología denomina sombra personal.
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La luz atraviesa al individuo formado por las creencias limitadoras para penetrar más allá
de su propio ego y expulsar del inconsciente los fantasmas que aparecen representados en la
sombra para reintegrarlos de forma consciente y así impedir que perturben de forma inconsciente
pensamientos o conductas.
“En el espejo me veo donde no estoy, en un espacio irreal que se abre virtualmente
tras la superficie; estoy allá lejos, allí donde no estoy, soy una especie de sombra
que me da mi propia visibilidad, que me permite mirarme allí donde estoy ausente:
utopía del espejo. Pero es igualmente una heterotopía, en la medida en que el
espejo existe realmente y en que posee, respecto del sitio que yo ocupo, una
especie de efecto de remisión (…)”. (Foucault, 1999, pág.435).
Foucault (1999) concibe el espejo como un lugar que ampara la mirada de quien desea
encontrarse en un espacio que no existe pero que al mismo tiempo es real y que le permite
reconstruirse a sí mismo a través de su propia mirada. El artista esquizofrénico David Nebreda se
niega a medicarse y hace uso de sus desgarradoras fotografías para lidiar con su sombra. Su cámara
de alguna manera se convierte en su espejo. En su obra utiliza los espejos para manifestar el
desdoblamiento que padece al encontrarse en el abismo entre dos mundos. La expresión artística
le permite trasladarse a la parcela del inconsciente para tomar fotografías de sus fantasmas y así
trasladarlos a la conciencia. Su obra “la medición del espejo” es una ventana que permite ver la
otra cara de la realidad donde habita la sombra, su otro Yo.
El Yin Yang son dos energías opuestas que se complementan y son necesarias ya que la
una sin la otra no existiría. La sombra es el componente yin opuestos al yang. Para ser seres
completos, personas íntegras, necesitamos nuestra parte luminosa al igual que nuestra sombra,
necesitamos nuestro opuesto para convertirnos en seres unilaterales. Jung (1961) explica como
negar lo que nos pertenece nos lleva a someternos mientras que si aceptamos aquello que rechaza
nuestro ego podemos transformarnos. Este autor afirma como la sombra no siempre encierra
aspectos relacionados con el mal, es precisamente lo contrario al ego, y se vuelve dañina cuando el
propio ego se proyecta en la sombra.
La cultura nos enseña a ser conscientes únicamente de nuestra luz, a ser únicamente
buenos y a reprimir nuestra sombra cuando lo que deberíamos hacer es aprender a domesticarla.
La neurociencia ha demostrado como el sistema límbico se pone en funcionamiento en el cerebro
cuando sentimos miedo, cuando pensamos en la persona que amamos…. En esta porción de
cerebro se encuentra alojadas las emociones. Cada uno de nosotros poseemos en nuestro interior
una inteligencia instintiva a la que solo le importa sobrevivir venciendo cualquier probabilidad de
muerte. Nos alerta del peligro haciendo vibrar la amígdala. Funciona muy rápido y de manera
automática porque lo tenemos integrado a través de otras especies que lo ensayaron con
anterioridad en la naturaleza. La sombra habita en esta sección del cerebro donde se reprimen
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muchos impulsos primarios que intentamos ocultar para civilizarnos y se muestra en momentos
inesperados. Para ser aceptados intentamos civilizar al animal que llevamos dentro, pero lo que
tendríamos que hacer es domesticarlo. Si no reconocemos nuestra sombra como propia se
convierte en un mecanismo autónomo que proyectamos en los otros.
Vivimos en una sociedad atestada de imágenes ansiosas por ser consumidas. Las sombras
despiertan el lenguaje de la emoción por su capacidad de sintetizar y sugerir. El Teatro de Sombras
tiene un poder fascinador que nos permite analizarnos, cuando el espectador contempla su sombra
tiene la oportunidad de complementarse a través de su imaginación.
El arte mueve el cuerpo pulsional, como finalidad tiene la intención de expulsar el alma
del cuerpo para llegar a un lugar más calmado. El cuerpo es el vehículo a través del cual es posible
lograr la trasformación.
El Yo y el cuerpo son indivisibles, forman una caja hermética donde habita el alma,
resuenan al unísono y se trasfieren información a través de redes nerviosas que van recorriendo el
cuerpo. Damasio (2006) explica como la conciencia no nace de un único centro cerebral, expone
como surge de diferentes conexiones interrelacionadas entre la corteza, el tálamo y el tronco.
Según este autor, si dejáramos de sentir nuestro organismo y los cambios que va experimentando,
no podría existir la conciencia.
Este autor expone como las emociones se encuentra depositadas en nuestro cuerpo, más
concretamente en el sistema límbico, mientras los sentimientos pertenecen a la mente, pero ambos
están íntimamente conectados. El sistema límbico vibra cuando se produce la expresión artística y
el cuerpo reacciona ante estos estímulos. El cuerpo le envía información al cerebro de estos
cambios experimentados en el propio organismo y el cerebro es el encargado de transformar estos
estímulos en emociones. Cuando se produce este proceso es entonces cuando sentimos. Al sentir
racionalizamos lo que sucede a nuestro alrededor y esto nos lleva a tomar decisiones inmediatas,
Damasio (2006). Existe una variante de los sentimientos a los que el autor denomina como
sentimientos “fondo” que se modulan mediante la experiencia y que están relacionados con las
emociones primarias. Mediante juegos de dramatización es posible liberar estos sentimientos
“fondo” e incluso transformarlos.
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nosotros mismo nos aleja de la realidad, provoca una transición de las emociones las cuales van
tomando conciencia al revivirlas a través de juegos de dramatización. Interpretarnos a través de
nuestra sombra nos permite vernos como a través de un espejo que nos proyecta imágenes del
inconsciente. Para liberarnos de esas imágenes que revela nuestra sombra debemos tomar
conciencia de las emociones inconscientes que contaminan nuestra existencia y esclavizan nuestros
pensamientos. El Teatro de Sombras se ofrece como un camino terapéutico mediante el cual es
posible desprogramar emociones enquistadas en nuestro inconsciente. Nos ofrece un viaje al
inconsciente para tomar conciencia de nuestros pensamientos sombra y alcanzar una nueva
percepción de nosotros mismos y de la realidad.
Aristóteles hizo uso del término catarsis para referirse al efecto que el drama griego era
capaz de generar sobre los espectadores. Este autor mantiene la idea de que la experiencia artística
excita emociones en los espectadores y estos sienten un alivio en sus pasiones egoístas y así
purifican el alma. Desde el comienzo del psicodrama en 1919 en Viena, la consideración del término
catarsis se ha ido transformando. Diferentes autores mantienen la idea de cómo el psicodrama
ejerce un efecto terapéutico tanto en espectadores como en los propios actores, ambos se liberan
de las pasiones que mueven el drama. Cuando el espectador vivencia en su propio cuerpo la escena
que el actor interpreta, se convierte en actor. Hacer consciente un trauma, ya sea mediante la
vivencia experimentada a través del actor o espectador, significa iniciar una gran descarga de
emociones reprimidas conocida como abreacción. La dramatización implica la transformación e
integración de nuevas percepciones y conductas al interpretar y vivenciar nuevos roles. Interpretar
nuevos roles mediante la proyección de nuestra sombra significa enfrentarnos a diferentes
emociones bajo una nueva luz que adopta un sentido diferente. El Teatro de Sombras nos ofrece
un nuevo escenario cargado de emociones nuevas donde el individuo pude canalizar sentimientos
y emociones para reintegrar de manera diferente al Yo.
El Teatro de Sombras puede actuar como lugar terapéutico que retroalimenta nuestro
estado emocional, expulsa a los fantasmas y los descubre para establecer nuevos vínculos mediante
la interpretación de roles en conflicto. Reinterpretarnos mediante nuestra sombra nos permite
transformarnos mediante la acción dramática para reelaborar, restructurar y reintegrar esta nueva
concepción de nosotros mismos.
CONCLUSIÓN
Ansermet y Magistretti (2006) afirman como esta huella se confiere a través de unos
mecanismos de una gran plasticidad donde la experiencia va fabricando una realidad interna. Esta
realidad puede ser dibujada por recuerdos conscientes o puede ser difuminada por recuerdos
inconscientes que permanecen anestesiados:
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El Teatro de Sombras supone una puesta en escena del cuerpo reflejado en espejo para
armar una representación en movimiento a través de historias y juegos que se llevan a cabo a través
de la proyección de sombras. Lacan (1946) explica como el Estadio del Espejo supone una fase del
desarrollo del niño crucial en la cual vivencia una experiencia de identificación esencial para
conquistar la imagen de su propio cuerpo. El infante, experimenta una fragmentación en la etapa
del espejo que se transforma en una imagen global de su cuerpo. Cuando adquiere su imagen en
espejo, el niño logra alcanzar su primera sensación de su yo corporal como unidad y su identidad
espacial imaginaria. La imagen corporal que configuramos en nuestro psiquismo modela nuestra
identidad personal y social. El niño cuando se ve tras el espejo se siente cautivado e irá aprendiendo
que esa imagen es él, el espejo le devuelve una imagen completa de su cuerpo a pesar de no
percibirse entero, su propia imagen se antepone a su madurez motriz que desposee. Nos
encontramos a un niño que contempla su yo corporal completo en el espejo pero que permanece
Aquellos individuos que se han construido a trozos son seres inacabados, presentan un
deficiente esquema corporal desembocando en un plano perceptivo desarticulado. El no poseer un
esquema corporal correcto desemboca en conflictos emocionales ya que las relaciones del niño se
ven afectadas. A través de la experiencia vivida en el Teatro de Sombras como proceso terapéutico,
el niño puede alcanzar una nueva toma de conciencia de sí mismo, del espacio que ocupa en el
mundo y de la relación con los otros, donde el cuerpo se proyecta sobre otro espacio al que
pertenece. Es allí, en lo imaginario, donde el sujeto tiene la oportunidad de reinventarse. Cuando
el niño contempla su sombra, siente que allí habita otra realidad a la que pertenece. Viajar al otro
lado del espejo supone iniciar el proceso de reconstrucción subjetiva mediante la dramatización.
Por lo tanto, el Teatro de Sombras puede ser una alternativa para restablecer áreas del desarrollo
perceptivo-motor haciendo uso de la sombra del cuerpo y de la expresión de sentimientos ocultos
en el inconsciente para revivir etapas del desarrollo sensorio-motor que han quedado inacabadas
o que fueron bloqueadas.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Ansermet, F.; Magistretti, P. (2006). A cada cual su cerebro. Buenos Aires: Katz.
Frey-Rohn, L. (1967). Evil from the Psychologycal Point of View. En C. Kerényi et al. Evil. (Págs. 151-
200). Evanston, IL, Northwestern: University Press.
Jung, C. (1961). Memories, Dreams and Reflections. Nueva York: Pantheon Books.
Lacan, J. (1946). El Estadio del espejo. Buenos Aires: Escritos I. Siglo Veintiuno Editores.
Metzger, D. (2003). Escribiendo sobre el Otro. En: C. Zweig y J. Anbrams (Eds.). Encuentro con la
sombra. (Págs. 429-432). Barcelona: Kairós.
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