SerieLosSantosPadresN33 SanAmbrosioLosSacramentosYLosMisterios Cod833 - Text Fusionado PDF
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LOS SACRAMENTOS
Y LOS MISTERIOS
(De Sacramentis et tie Mysteriis)
Serie
Los Santos Padres
N.° 33
APOSTOLADO MARIANO
Recaredo, $4
41003 - Sevilla
cK
V-A * '
- 1 -
Deposito Legal: SE-545-1991
I.S.B.N.: 84-7770-198-9
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Imprime: Graficas Mirte S.A., Poligono Calonge, calle A, Parcela 10, Naves 7 y 9, 41007 Sevilla
SAN AMBROSIO Y SUS OBRAS
Nacio Ambrosio en las Galias, probablemente en el ano 340
en Treveris, donde su padre ejercfa las funciones de prefecto.
Muerto este, su madre le llevo a Roma, donde recibio una esme-
rada formation en letras y leyes. En 374, Valentiniano I le
designo gobernador de las provincias Emilia y Liguria, cuya capi¬
tal era Milan.
Desde el ano 355 Dionisio, el obispo legftimo de Milan, per-
manecfa desterrado, habiendo sido suplantado por el arriano
Auxencio. Este, durante veinte anos, oprimio a los catolicos que,
por aquella epoca, constitufan, en su mayor parte, la clase media
y popular en la ciudad episcopal. Engrosaban, en cambio, las filas
del arrianismo, los cortesanos, los funcionarios y los oficiales y
soldados palatinos, a quienes se llamaba “godos”. El sosten mas
fuerte del catolicismo lo constituia la corporation de mercaderes
de Milan: el “corpus omne mercatorum”.
En la epoca de Auxencio, los catolicos quedaron despojados
de sus iglesias. Dos eran las basilicas milanesas, dotadas ambas de
baptisterio. La gran catedral, llamada Fausta o nueva, que San
Ambrosio llamara “Basilica nueva, esto es, la que esta intramu-
ros, que es la mayor” (Epi'st. XX, 1). Y la basilica llamada Porcia,
o porciana, de esta dira el Santo: “La basilica vieja, la iglesia
menor” (Epi'st. XX, 10), que se hallaba extramuros. Volveremos
a hablar de ella.
El obispo Dionisio acababa de morir (ano 374) cuando
Ambrosio fue designado gobernador. Se hizo cargo de sus funcio¬
nes y gozo de gran prestigio, por sus dotes de hombre de Estado,
la rectitud de su proceder y la firmeza de su conducta.
-3-
Muerto Dionisio hubo que proceder a la designation del reem-
plazante. Pero la election del nuevo diocesano iba tomando mal
cariz, porque, en medio de tumultos velase comprometido el
orden de la ciudad, y sus habitantes no se avenfan a deponer sus
insalvables divergencias. Fue entonces cuando Ambrosio llego a
la ciudad con propositos pacificadores. Y en esa oportunidad
—se dice — , un nino comenzo a clamar entre la multitud: “jAm¬
brosio, obispo! [Ambrosio, obispo!”, seguido despues por el cla¬
mor de todos.
Segun lo que fue Ambrosio despues, no cabe duda que en esta
oportunidad, la voz del pueblo fue la voz de Dios.
El ano 374, luego de resistir cuanto pudo y hasta intentar una
huida — todo lo cual frustro la Providencia —, se resigno Ambro¬
sio a cargar con el pesado yugo del episcopado. Por aquellos dfas,
apenas era “catecumeno”. En una semana fue bautizado, recibio
las ordenes sagradas y fue consagrado obispo.
Hombre de action y letras, se dedico de inmediato a estudiar
profundamente la doctrina cristiana. Entregose de lleno a Cristo y
enajeno sus bienes, distribuyendo el producto entre los pobres.
Llego hasta vender los vasos sagrados para redimir cautivos. Su
alma de padre recibio sorprendentes ensanchamientos y el Espiritu
Santo le “enriquecio la garganta” con sagrada elocuencia. llena de
“espiritual uncion”. Su palabra cautivaba a la muchedumbre e hizo
profunda mella en el generoso espiritu de Agustin, el futuro santo
obispo de Hipona, y disipo sus ultimas dudas (Confesiones, 1, V,
cap. 13; 1. VI, c. Ill y IV; De Militate credendi, c. VIII).
El catolico
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en el cual confirmose la sentencia pronunciada, el ano anterior en
las Galias, contra los itacianos.
El jefe y pastor
Frente al Cesar
-5-
movido por Ambrosio, impidio se restableciese en el Senado la
estatua idolatrica de la Victoria, uno de los ultimos chispazos del
paganismo agonizante. Asesinado Valentiniano II por orden del
godo Arbogasto (ano 392), Teodosio quedo dueno del imperio.
Ambrosio fue su amigo leal: hablole siempre el viril lenguaje
de la verdad evangelica, sin desfallecimiento, sin poner sus miras
en ventajas temporales. Indujole a revocar un edicto que perjudi-
caba injustamente a los catolicos de la Mesopotamia (ano 388) (6).
Despues de la matanza ordenada por Teodosio en Tesaloni-
ca, para vindicar a sus funcionarios (acto cruel a que le impulso
el desmedido celo de su dignidad imperial), Ambrosio le impi¬
dio la entrada en el templo y le impuso penitencia publica, que
el gran emperador cumplio humildemente despojado de todas
sus insignias (7).
Murio Teodosio el 17 de enero del 395. Ambrosio habria de
sobrevivirle solo dos anos, pues se durmio en el Senor la noche
del Sabado Santo del ano 397. La Iglesia, que le cuenta entre sus
mas grandes doctores, celebra su festividad el 7 de diciembre.
El escritor
- 6-
especial; “De fide ad Gratianum” (defensa del dogma de la divini-
dad del Verbo), “De Spiritu Sancto ad Gratianum augustum” (de¬
fensa del dogma de la consubstancialidad del Espiritu Santo),
“De Incarnationis dominicae Sacramento” (contra arrianos y apo-
linaristas), “De poenitentia” (contra los navacianos). En este
ultimo hallaranse valiosos testimonies acerca del poder de absol-
ver de la Iglesia, y de la necesidad de la confesion y del merito de
las buenas obras.
Ademas, nos ha dejado hermosos discursos, especialmente
oraciones funebres y Cartas o Epistolas, de grandfsimo interes his-
torico cuyo numero oscila en noventa y uno.
Ya hemos mencionado sus Himnos. En especial, cuatro se le
reconocen indudablemente: Deus Creator omnium, Aeterne
rerum conditor, Jam surgithora tertia, y Veni Redemptor gentium.
En cambio, es seguro que el Te Deum, que se le atribui'a, no le
pertenece (10).
Dice Federico Ozanam que sus himnos estan “llenos de ele-
gancia y de belleza; de un caracter totalmente romano por su gra-
vedad, con un no se que de viril en medio de las tiernas efusiones
de la piedad cristiana” (11).
Doctrina
-7-
DE SACRAMENTIS
DE MYSTERIIES
-8-
Para su traduction se ha seguido el texto latino, que puede
hallarse en la Patrologia Latina (t. XVI, col. 389-410), con las
variantes consignadas por el ya nombrado Padre Botte, que ha
sido nuestro gui'a permanente.
Nota importante
BENJAMIN AGUERO
NOTAS
1. “Bene mari plerumque comparatur ecclesia, quae... in oratione totius plebis tan-
quam undis refluentibus stridet, cumresponsoriis psalmorum, cantus virorum, mulierum,
virginum, parvulorum. consonus undarum fragor resultat” (P. L., t. XIV, col. 165 c-d).
2. Act. Ap. Sedis, t. XXI, 1929, pag. 33 (Cita de Tu es Petrus, p. 792).
3. Sermo contra Auxentio de basilicis tradendis. P. L., t. XVI, col. 1.017-1.018.
4. Cf. San Agustin: C onfesiones, 1. IX, c. VII.
5. Cf. Vita San Amhrosio a Paulino conscripta, n. 20. P. L. t. XIV, col. 33-34.
6. Se les queria obligar a reedificar una sinagoga (Epist. XII. P. L. t. XVI. col.
1.101-1.121).
7. Cf. Epist. LI, P. L., t. XVI, col. 1.160-1.164.
8. Articulo “St. Ambroise” en Biographie universelle de F. Didot.
9. “St. Ambroise et la morale chretienne an IV Siecle’\ c. VII.
10. Es del obispo Nicetas de Remesiana (fines s. IV). Su uso liturgico se generalizo
en Occidente en el siglo VI.
11. La civilisation au IV Siecle.
12. Epist.y 42, 5 (P. L., t. XVI, col. 1.125).
13. In psalm. XL, 30 (P. L., t. XIV, col. 1.082).
14. In Lucam, 1, X, n. 60 (P. L., t. XV, col., 1.819). De fide ad Grat. august., 1, II,
c VII (P. L.,t. XVI, col. 570).
15. De virginibus, 1, II, c. II (P. L., t. XVI, col. 209).
16. De Virg., 1, II, c. II (Ibidem) y De institutione virginis, c. VIII (P. L., t. XVI, col. 320).
17. Liturgie des vierten Jahrhunderts (p. 232).
18. Romische Quartalschrift (t. XVIII, p. 36 y 237).
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LOS SACRAMENTOS
LIBRO PRIMERO
I
-13-
boca sino la nariz. ^Por que la nariz? Para que recibas el buen olor
de la piedad eterna, para que digas: “Somos el buen olor de Cristo
para Dios”, como dijo el santo Apostol (4), y haya en ti la fragan-
cia plena de la fe y de la devocion.
II
- 14-
7. ^Como? Escucha. El Bautista era Juan, nacido de varon v
de mujer. Con todo, oye: el tambien es un angel: “He aqui que
envio a mi angel delante de tu faz y el preparara tu camino delante
de ti (9). Oye esto otro. El profeta Malaqufas dice: “Los labios
del sacerdote guardan la ciencia, y de sus labios se ha de aprender
la ley, porque el es angel de Dios omnipotente” (10). Se dice esto
para que proclamemos la gloria del sacerdote, y nada atribuyamos
a nuestros meritos personales.
8. Has renunciado, pues, al mundo, renunciaste al siglo.
Mantente vigilante. El que debe dinero tiene cuentas siempre de
su garantia. Y tu, que debes la fe a Cristo, guarda la fe que vale
mucho mas que el dinero. La fe, en efecto, es una riqueza eterna,
el dinero, en cambio, temporal. Por tanto, tu tambien recuerda
siempre lo que has prometido: seras mas cauto. Si cumples tu pro¬
mesa, guardaras tambien tu garantia.
Ill
IV
-15-
plimiento”. Admiramos los misterios de los judfos que fueron
dados a nuestros padres, primero por la antigiiedad de sus sacra-
mentos, y despues por la prestancia de su santidad. Prometo, con
todo, mostrarte que mas divinos y anteriores son los sacramentos
de los cristianos que los de los judfos.
12. <,Que cosa mas extraordinaria —para hablar ahora del
Bautismo- que el paso del pueblo judfo por el Mar (Rojo)? Con
todo, los judfos que le atravesaron murieron todos en el desierto
(13). En cambio, el que pasa por esta fuente (bautismal), vale
decir, el que pasa de las cosas terrenas a las celestiales —porque
este es transito, y por ende “pascua (pasaje), este es su transito
del pecado a la vida, de la culpa a la gracia, de la inmundicia a la
santificacion—, el que pasa por esta fuente, no muere, sino que
resucita.
-16-
proviene del Espfritu Santo. El agua no sana si el Espiritu Santo
no ha descendido y consagrado esa agua, tal como leiste que,
cuando Nuestro Senor Jesucristo instituyo la forma (rito) del bau-
tismo, vino a Juan, y Juan le dijo: “Yo debo ser bautizado por ti
^y tu vienes a mi?” Cristo le respondio: “Dejame hacer ahora,
porque asi es como conviene que nosotros cumplamos toda justi-
cia” (15). Mira, pues, como toda la justicia ha sido puesta en el
bautismo.
16. Asf, pues, ^para que descendio Cristo, sino para que la
carne fuese purificada, esa came que el asumio de nuestra condi¬
tion? No necesitaba Cristo que se purificase de sus pecados, “el,
que no cometio pecado” (16), pero si lo necesitabamos nosotros,
nosotros que quedamos sujetos al pecado. De modo que, si para
nosotros fue instituido el bautismo, su rito fue propuesto a nues¬
tra fe.
17. Descendio Cristo (al Jordan), allf estaba Juan que bauti-
zaba, y he aqui que “el Espiritu Santo descendio como una palo-
ma” (17). No descendio una paloma, sino como una paloma.
Recuerda lo que dije: Cristo asumio la carne, no como carne. sino
la verdad de esta carne, Cristo verdaderamente asumio la carne,
mientras que el Espiritu Santo descendio del cielo no en la reali¬
dad de una paloma, sino bajo la apariencia de una paloma. Asi,
pues, vio Juan y creyo.
18. Descendio Cristo, descendio tambien el Espiritu San¬
to. ^Por que descendio Cristo y despues el Espiritu Santo,
siendo que el rito habitual del bautismo exige que primero sea
consagrada la fuente y que despues descienda a ella el que ha de
ser bautizado? Porque el sacerdote entra y primero hace el
exorcismo sobre la criatura que es el agua, y despues hace la
invocacion y la plegaria para que la fuente sea santificada y se
realice la presencia de la Trinidad Eterna (18). Cristo, en cam-
bio, descendio antes (al agua del Jordan), y despues el Espiritu
Santo le siguio. ^,Por que razon? Para que no pareciese que el
Senor Jesus tenia necesidad del misterio de la santificacion,
sino para que se viese, por el contrario, que El mismo santifi-
caba y tambien el Espiritu Santo.
19. Por tanto, Cristo descendio al agua y, como una paloma,
descendio el Espiritu Santo. A su vez, Dios Padre hablo desde el
cielo (19). Tienes la presencia de.la Trinidad.
-17-
VI
- 18-
del Hijo y del Espiritu Santo, Trinidad cuyo reino es perpetuo
desde los siglos y ahora y siempre y por todos los siglos de los
siglos. Amen.
NOTAS
1. San Hipolito (Trait, apost.) hace mencion en la vispera del bautismo de tres ritos
sucesivos: imposicion de manos, insuflacion y signacion de la trente, oidos y nariz. No
menciona ni saliva ni oleo.
2. Marcos 7, 34.
3. Cf. Misterios, 4.
4. II Corintios, 2, 15.
5. Parece que se trata de una uncion de todo el cuerpo, como en Oriente: Cf. San
Cirilo de Jerusalen (Cat. mvst., 2, 3): es un rito de exorcismo. La liturgia ambrosiana con-
serva, para los enfermos, una formula antigua de uncion: “Te unjo con el oleo santificado
para que como soldado ungido y preparado para la lucha, puedas superar las catervas
aereas”. Igual idea en San Juan Crisostomo (In. Epist. ad Colos., II, horn. 6, 4).
6. I Corintios 9, 25.
7. Es la cl^sica conception de la obligation juridica que. para el derecho romano
(que perdura en el nuestro), era: “vinculum juris quo necessitate adstringimur alicujus sol-
vendae rei”... (vinculo de derecho, por el que somos constrefiidos con la necesidad de
pagar alguna cosa).
8. Mateo 24, 28.
9. Mateo 11, 10.
10. Malaquias 2, 7.
11. IV Reyes, cap. 5.
12. II Corintios 4, 18.
13. Juan 6, 49 y 58.
14. IV Reyes 5, 1-14.
15. Mateo 3, 14-15.
16. I Pedro 2, 22.
17. Juan 1, 32.
18. Dos partes se destacan: el exorcismo y la consagracion.
19. Mateo 3, 16-17.
20. I Corintios 10, 2.
21. Exodo 14, 9-11.
22. Exodo 13,21.
23. Este simbolismo del diluvio, se deriva de I Pedro 3, 20, 21.
24. “Vuestra Santidad" o “Vuestra Caridad”, eran titulos con que los oradores sagrados
se dirigian a los fieles cristianos. ;Que respetuosa delicadeza por los miembros de Cristo!
-19-
LIBRO SEGUNDO
II
-21 -
descendfa, el agua se agitaba, y el primero que a ella bajaba se
sanaba de cualquier enfermedad que le aquejase". Lo cual repre-
senta la figura de nuestro Senor Jesucristo que debfa venir.
4. Un angel. ^Por que? Porque El mismo es el Angel del gran
consejo (3). (',Por que de vez en cuando? Porque El estaba reser-
vado para el ocaso (ultima hora), para detener el dfa en su mismo
ocaso y diferir el crepusculo. Cada vez, pues, que descendfa el
angel, el agua se agitaba. Tal vez digas: “^Por que no se agita (el
agua bautismal) ahora? Oye por que: “Las senales (o prodigios)
son para los incredulos, la fe para los creyentes” (4).
5. “El que descendfa primero, se sanaba de toda enferme¬
dad”. <,Que quiere decir, "primero” ^Primero por el tiempo o por
la dignidad? Entiendelo en ambos sentidos. Si en cuanto al tiem¬
po, el primero que bajaba se sanaba antes: dfcese del pueblo judfo
antes que de los pueblos gentiles. Si en cuanto al honor, el pri¬
mero que descendfa se sanaba: se trata del que tenia el temor de
Dios, el anhelo de la justicia, la gracia de la caridad, el amor de la
castidad ese era sanado preferentemente. Sin embargo, en aquel
tiempo solo uno era salvado. En aquel tiempo, digo, en figura, el
primero que bajaba era el unico sanado. jCuanto mas grande es la
gracia de la Iglesia en la cual todos cuantos bajan (a las aguas del
bautismo) son salvados!
6. Pero mirad el misterio. Vino nuestro Senor Jesucristo a la
piscina, donde yacfan muchos enfermos. Y facilmente yacfan
muchos enfermos allf donde uno solo era curado. Dijo entonces al
paralftico: "Baja”. Le respondio este: “No tengo hombre” (que
me baje al agua). Mira donde eres bautizado; considera que el
bautismo no viene sino de la cruz de Cristo, de la muerte de Cris-
to. Allf esta todo el misterio porque padecio por ti. En El mismo
eres redimido, en El mismo eres salvado.
7. “No tengo hombre”, dice. Es decir, "por un hombre
vino la muerte y por un hombre viene la resurrection” (5). No
podfa bajar, no podia salvarse aquel que no crefa que nuestro
Senor Jesucristo habfa tornado carne de una virgen. En cambio,
aquel que esperaba al "mediador entre Dios y los hombres, a
Jesus hombre” (6), el que esperaba a Aquel de quien ha sido
dicho: “Y el Senor enviara a un hombre que los salvara”, ese
mismo decfa: “No tengo hombre”. Y asf merecio alcanzar la
salud porque crefa en Aquel que debfa venir. Con todo, mejor
- 22-
y mas perfecto fuera si hubiese crefdo que Aquel cuya venida
esperaba ya habia llegado.
Ill
IV
-23-
supo que hacer, mas solo atino a rogar al profeta Eliseo y pedirle
remedio. Entonces el arrojo el leno (al agua) y el hierro fue resca-
tado (11). Ves, pues, que en la cruz de Cristo (sagrado leno) se
alivia la enfermedad de todos los hombres.
12. Otra cosa mas —aunque no sigamos el orden de los
hechos. Porque, ^quien podra abarcar todo lo que Cristo ha
hecho, como dijeron los Apostoles? (12) — . Moises habfa llegado
al desierto, y el pueblo tuvo sed y llegose a la fuente de Mara (13)
y quiso beber. En cuanto extrajo agua de ella, sintio su amargura
y no pudo beberla. Por lo cual Moises puso un leno en la fuente y
el agua. que antes era amarga, comenzo a endulzarse.
13. ^Que significa esto, sino que toda criatura sujeta a la
corruption es amarga para todos? Aunque es suave por un cierto
tiempo. aunque es agradable por un cierto tiempo, es amarga,
que no puede quitar el pecado. Luego que la bebas tendras sed,
luego que comiences a gustar su suavidad, sentiras de nuevo su
amargura. Es, pues, agua amarga. Pero, desde que ha recibido la
cruz de Cristo, sacramento celestial, comienza a ser dulce y suave,
y con razon suave porque hace desaparecer la culpa. Por consi-
guiente, si tanto poder tuvieron los bautismos en figura jcuanto
mayor no ha de ser el del Bautismo de verdad!
-24-
tecostes, y de repente sintiose un gran ruido como si un viento
soplase con gran fuerza y se vieron como lenguas de fuego que se
separaban (16). ^Que significa esto sino el descenso del Espi'ritu
Santo? que quiso mostrarse a los incredulos tambien en forma
corporea, es decir, bajo la forma corporea mediante el signo, de
manera espiritual mediante el Sacramento. Es, pues, un testimo-
nio manifiesto de su venida, pero a nosotros se nos ofrece el privile-
gio de la fe, porque al principio se hacfan signos para los incredulos,
mientras que nosotros, que ya estamos en la plenitud de la Iglesia,
debemos abrazar la verdad, no por el signo, sino por la fe (17).
VI
-25-
18. Con todo, para que no prevaleciese en este mundo el
fraude o las insidias del diablo, se hallo el bautismo. Oye lo que
acerca del bautismo dice la Escritura o mas bien el Hijo de Dios:
los fariseos no quisieron ser bautizados con el bautismo de Juan;
despreciaron el designio de Dios (21). Por tanto, el bautismo es
designio de Dios jCuanta gracia hay alh donde esta el designio de
Dios!
19. Oye. pues. Asi, para desatar el lazo del diablo en este
mundo, hallose el medio de hacer morir al hombre vivo, y de
hacerle resucitar vivo. ^Que quiere decir vivo? Es decir. vivo con
la vida del cuerpo, cuando viniere a la fuente (bautismal) y fuere
en ella sumergido. ^De donde es el agua sino de la tierra ? Se satis-
fizo, pues, la sentencia celestial sin el entorpecimiento de la muer-
te. Cuando te sumerges en el agua se satisface la sentencia aque-
11a: “Tierra eres y a la tierra volveras”. Cumplida la sentencia, se
hace lugar al beneficio y al remedio celestial. Asi, pues, el agua es
de la tierra y, por otra parte, la posibilidad de nuestra vida no
admitia que fuesemos oprimidos con tierra y que de la tierra
resurgiesemos. Ademas, no es la tierra la que lava, es el agua que
lava. Asi, la fuente es como una sepultura.
VII
- 26-
22. Si, pues, el Padre perdona el pecado, asf tambien lo
perdona el Hijo, y asf tambien el Espiritu Santo. No os asombreis
de que seamos bautizados en un solo nombre, esto es: en el nom-
bie del Padre y del Hijo y del Espiritu Santo, porque se dice un
solo nombre alii donde solo hay una substancia, una divinidad,
una majestad. Este es el nombre del cual se ha dicho: “En el cual
todos deben ser salvados" (24). En este nombre todos vosotros
habeis sido salvados, habeis sido devueltos a la gracia de vida.
2,i. Exclama. pues, el Apostol, como lo ofsteis en lo que se
ha lefdo ahora: “El que es bautizado, en la muerte de Jesus es
bautizado” (25). i,Que significa “en la muerte”? Que asf como
Cristo murio, asf tambien tii gustaras la muerte; que asf como
Cristo murid al pecado y vive para Dios, asf tambien tu deberas
morir a los anteriores atractivos de los pecados mediante el Sacra¬
mento del bautismo, y resucitar por la gracia de Cristo. Es, pues,
una muerte, pero no en la realidad de una muerte corporal, sino
en la semejanza. Asf cuando eres sumergido recibes la semejanza
de muerte y sepultura, recibes el Sacramento de la cruz, porque
pendio Cristo de la cruz y su cuerpo fue clavado en ella. De modo
que cuando tu eres crucificado te adhieres a Cristo; te adhieres
con los clavos de nuestro Senor Jesucristo, para que el diablo no
pueda desprenderte. Sostengante los clavos de Cristo, el cual res-
taura la debilidad de la condicion (naturaleza) humana.
24. Fuiste, pues, sumergido, viniste al sacerdote. ( Que te
dijo? Dijo: “Dios Padre omnipotente, que te regenero (hizo nacer
de nuevo) por el agua y el Espiritu Santo y te perdono tus peca¬
dos, te unge El mismo en la vida eterna” (26). Mira para que eres
ungido. para la vida eterna', dice. No quieras anteponer esta
vida a la eterna. Por ejemplo, si surge algun enemigo, si quiere
arrebatarte la fe, si amenaza de muerte con el fin de que se preva-
rique, mira que debes elegir. No elijas aquello en lo cual no fuiste
ungido, elige aquello en lo que fuiste ungido, de suerte que prefie-
ras la vida eterna a la vida temporal.
-27-
NOTAS
- 28-
LIBRO TERCERO
I
-29-
duzca la tierra de si misma fruto que germine” (4). Tambien leiste
algo semejante acerca de las aguas: “Produzcan las aguas anima¬
tes, y nacieron animates” (5). Nacieron ellos al pnncipio de la
creacion. pero fue reservado para ti el que el agua te regenerara a
la gracia como a otros seres los engendro a la vida. Imita, pues, a
aquellos peces que recibieron un beneficio menor; beneficio que,
sin embargo, debe causarte admiration. Esta el pez en el mar y
sobre las olas, esta en el mar y nada sobre las ondas. Se enfurece
la tempestad en el mar, silban vientos procelosos. pero el paz
nada, no es sumergido porque tiene el habito de nadar. Asi, tam¬
bien. para ti este siglo es un mar. Tiene diversas corrientes, gran-
des olas, crueles tempestades. Se pez tii tambien, para que la ola
del mundo no te sumerja. Bien dice el Padre al Hijo: • Hoy te
engendre” (6), es decir, cuando redimiste al pueblo, cuando lo Ua-
maste al reino del cielo, cuando cumpliste mi voluntad. probaste
que eres mi Hijo. , „ _, . , „
4. Subiste de la fuente. ^Que paso despues? Oiste la lectura.
Cenido el obispo, pues aunque tambien lo hayan hecho los presbi-
teros, al sumo sacerdote compete el comienzo de este ministerio,
cenido, digo, el sumo sacerdote te lavo los pies. i.Que misteno es
este9 Oiste, en verdad, que el Senor habiendo lavado los pies a los
otros distipulos, se llego a Pedro, y Pedro le dijo: “^Tu me lavas
los pies?” (7). Es decir: “<CTu, el Senor, lavas los pies al siervo,
Tu inmaculado, me lavas los pies a mi: Tu el creador de los cie-
,os; me lavas los pies a mi?”. Tambien, en otra parte, tienes esto:
Vino (Jesus) a Juan y Juan le dijo: “Soy yo quien debo ser bauti-
zado por ti iy Tu vienes a mi?” (8) “Yo soy un pecador y Tii vienes
al pecador que soy yo, como si fuera para despojarte de tus pecados,
Tu, que no has cometido pecado”. Mira toda justicia, mira la humu-
dad, mira la gracia, mira la santidad: “Si yo no te lavo los pies —dice
Jesus (a Pedro)— no tendras parte conmigo” (9).
5. No ignoramos que la Iglesia romana no tiene esta costum-
bre, aunque nosotros seguimos en todo su ejemplo y su rito. Con
todo, ella no tiene esta costumbre de lavar los pies. Ten cuidado,
quizi sea que se haya apartado (de esa costumbre) a causa de la
multitud (de los que se bautizan). No faltan, sin embargo, quienes
tratan de excusarla diciendo que no hay que hacer esto durante la
celebracion del Sacreamento, durante el bautismo, durante la
regeneracion, sino que hay que lavar los pies como se lavan a un
-30-
huesped. Pero una cosa es lo que se relaciona con la humildad
otra con la santificacion. En fin, escucha: es un misterio y una san-
tificacion: “Si yo no te lavo los pies, no tendras parte conmigo”
(10). No digo esto para criticar a los demas, sino para justificar lo
que yo hago. Deseo seguir en todo a la Iglesia romana; mas, con
todo, tambien nosotros tenemos capacidad de discernir. Asi lo
que en otra parte se observa por mejores razones, tambien noso¬
tros lo observamos por mejores razones (11).
6. Seguimos al mismo apostol Pedro, nos adherimos a su
devocion. <,Que responde a esto la Iglesia romana? Si el mismo,
el apostol Pedro, es el autor de esta nuestra afirmacion; el. que
fue el sacerdote de la Iglesia romana. El mismo Pedro, cuando
dice: “Senor, no solamente los pies, sino tambien las manos y la
cabeza" (12). Mira su fe. Si primero rehuso (que el Senor le lava-
se) fue por humildad, y si despues se ofrecio ello provino de su
devocion y de su fe.
7. Le respondio el Senor, a lo que dijera de manos y cabeza:
“El que se lavo no necesita lavarse otra vez, a no ser solamente los
pies’ (13). <,Por que esto? Porque en el bautismo se lava toda cul¬
pa. Desaparece. pues, la culpa; pero porque Adan fue derribado
por el diablo y se le derramo veneno sobre los pies, por esto te
lavas los pies para que en la parte en que la serpiente te puso ase-
chanza recibas mayor ayuda, mediante la cual no puedas despues
ser derribado. Por tanto, te lavas los pies para lavarte el veneno
de la serpiente. Tambien aprovecha a la humildad que no nos
avergoncemos de hacer en el curso del misterio lo que desdena-
mos hacer como obsequio.
II
-31 -
9. En verdad, todas las virtudes conciernen al Espfritu, pero
estas son como cardinales, como las principales. Porque, ique hay
mas importante que la piedad? ^Que mas importante que el cono-
cimiento de Dios? ^Que mas importante que la fortaleza?
mas importante que el consejo de Dios? i,Que mas importante
que el temor de Dios? Asi como el temor del mundo es una fla-
queza, asi el temor de Dios es una gran fortaleza.
10. Estas son las siete virtudes que recibes cuando eres sig-
nado (17). Porque, como dice el santo Apostol, “la sabidurfa de
Dios es multiforme” (18). Asf tambien el Espfritu Santo es multi¬
forme, El, que posee diversas y varias virtudes. Asf llamasele
“Dios de las virtudes” (19) el cual puede ser aplicado al Padre, al
Hijo y al Espfritu Santo. Pero esto sera tema de otra disertacion,
en otra oportunidad.
11. ^Que sigue despues de esto? Puedes Uegarte al altar. En
cuanto llegaste a el puedes ver lo que antes no vefas. Este es el
misterio que lefste en el Evangelio. Si acaso no lo lefste, cierta-
mente lo ofste. Para ser curado se acerco un ciego al Salvador;
este curaba a los demas y con solo su mandato devolvfa la luz de
los ojos. Sin embargo, en el libro del Evangelio que se titula segun
San Juan —quien vio, designo y declaro los mas grandes misterios
que los otros evangelistas— en aquel ciego quiso prefigurar este
misterio. Sin duda todos los evangelistas son santos, todos los
apostoles —excepto el traidor— son santos. Sin embargo, San
Juan, el que escribio el ultimo evangelio como confidente buscado
y elegido por Cristo, hizo ofr —como con trompeta mas potente —
los misterios eternos. Todo lo que dijo es misterio. Otro dijo que
el ciego fue curado, lo dijo Mateo, lo dijo Lucas, lo dijo Marcos.
^Que es lo que solo Juan dice? “Tomo barro, lo extendio sobre
sus ojos y le dijo: Vete a (la piscina de) Siloe”. Y, levantandose,
“fue y se lavo y volvio con vista” (20).
12. Considera tu tambien los ojos de tu corazon. Las cosas
que son corporales las vefas con los ojos corporales, mas aquellas
que conciernen a los sacramentos aun no podfas verlas con los
ojos de tu corazon. Asf, pues, cuando diste tu nombre (para ins-
cribirte para el bautismo), El tomo barro y lo extendio sobre tus
ojos. ^Que significa? Que tenfas que reconocer tu pecado, exami-
nar tu conciencia y hacer penitencia de tus delitos, esto es, reco¬
nocer la suerte del linaje humano. Pues, aunque no confiese
-32-
pecado el que viene al bautismo, sin embargo con esto mismo
hace confesion de todos sus pecados, porque pide ser bautizado
para ser justificado, es decir, para pasar de la culpa a la gracia.
13. No lo tengas por inutil. Hay algunos, por lo menos se de
cierto que hubo uno, que cuando nosotros le dijimos: “A tu edad,
mayor obligation tienes de bautizarte”, respondio: “^Para que
bautizarme? No tengo pecado alguno. ^Acaso he contrafdo peca¬
do?” Este no tenia barro, porque Cristo no se lo habfa extendido
(sobre los ojos), esto es, no le habfan abierto los ojos. Porque no
hay hombre sin pecado.
14. Por tanto, reconoce que es hombre aquel que se refugia
en el bautismo de Cristo. Asf, pues, a ti tambien te puso barro, es
decir, verecundia (pudor), prudencia, conciencia de tu fragilidad,
y te dijo: “Vete a Siloe”. (>Que es Siloe? “Palabra que significa
—dice (el evangelista)— enviado”. Esto es, vete a aquella fuente
en la que se predica la cruz del Senor, vete a esa fuente en la que
Cristo ha redimido los extravfos de todos.
15. Fuiste, te lavaste, viniste al altar, comenzaste a ver lo
que antes no vefas, vale decir, por la fuente del Senor y la predica¬
tion de la pasion del Senor abrieronse tus ojos. Tu, que parecfas
como ciego de corazon, comenzaste a ver la luz de los sacramen-
tos. Asf, pues, hermanos amadfsimos, hemos llegado al altar para
tratar un tema de conversation mas abundante. Mas, dada la hora
que ya es, no podemos iniciar la explication completa porque es
mas extenso lo que debemos tratar. Sea suficiente por hoy lo que
se ha dicho, y manana, si el Senor quiere, trataremos acerca de los
mismos sacramentos.
-33-
NOTAS
1. Cita no literal del Eclesiastes (2, 14), en el que, en vez de sentidos, se dice ojos (la
idea seria la msma, traducida a lenguaje mas moderno). Esta expresion “sentidos" —dice
el P. Botte— es caracteristica de San Ambrosio (Cf. Misterios, 39).
2. Hechos 13, 33. Por error se ha de haber puesto Pedro, en el texto, correspondien-
do. en cambio, a Pablo.
3. Colosenses, 1, 18.
4. Genesis 1, 11.
5. Genesis 1, 20.
6. Salmo 2, 7. El Pez. Los primeros cristianos recurrieron a los simbolos para expre-
sar el objeto de su fe, ocultandolo de la malignidad pagana. Entre los primeros simbolos
hallase el del pez. La adopcion de esta figura es muy antigua y parece derivarse de varias
fuentes. Los Padres afirman unanimemente que representa a Jesus y a los hombres, por-
que en la Biblia el mar designa alegoricamente a la humanidad, a la vida humana. Si este
mundo es el mar, los hombres, a su vez, son los peces, y Jesus, que siendo Dios quiso asu-
mir la naturaleza humana, es el Pez por excelencia. Dice Origenes (in Mcitth. XVII, 24):
“En este pez estaba en figura Aquel a quien llamamos Pez" Por casualidad, las cinco letras
de la palabra pez en griego (Ichtyhs, o Ijzys: Iesus Jristos Zeos Yos Soter), corresponden
a las iniciales de las palabras: Jesus-Cristo, Hijo de Dios, Salvador; esta coincidencia fue
aprovechada en el llamado oraculo sibilino (citado y utilizado en el Dies Irae) formando
acrostico en el verso inicial.
7. Juan 13, 6.
8. Mateo 3, 14.
9. Juan 13, 8.
10. Juan 13, 8.
11. San Ambrosio defiende la ceremonia del lavatorio de pies, contra posibles o rea¬
les impugnadores de este rito que ni el mismo ni nadie (ni en Oriente ni en Occidente)
reputo esencial para el Bautismo. Hoy dia se efectua esta ceremonia piadosa, con el nom-
bre de “mandato”, el Jueves Santo.
12. Juan 13, 9.
13. Juan 13, 10.
14. Sello espiritual (spiritale signaculum). Para Tertuliano designa el bautismo mismo
(De pudic. 9; De sped. 4, 24). Para San Cipriano designa el Espiritu Santo: “por nuestra ora¬
tion e imposition de manos se consigue el Espiritu Santo y se consuma el signaculum (sello)
del Senor (en las almas)" (Epist. 73, 9). San Cirilo: “con el Espiritu recibimos el sello de la
semejanza del hijo de Dios" (In Joannem 1.1). San Atanasio llama sello al Espiritu Santo
(Epist. ad Serap. 1. n. 23-24). Dice San Pablo: “Dios... nos sello y nos dio las arras del Espi¬
ritu en nuestros corazones" (II Cor. 1, 21-22), vease ademas, Efes. 1, 13 y 4. 30. Dice el R. P.
Arintero: El Espiritu Santo “es el sello viviente de Cristo. que. imprimiendose en nuestras
almas nos hace vivas imagenes de Dios" (Evolucion mistica, edic. B.A.C., 1952, pag. 169).
15. No se precisa que lectura se ha hecho. Tal vez sea cualquiera de las siguientes: II
Corintios 1, 21-22; Efesios 1, 13; 4, 30.
16. Isafas 11, 2-3.
17. Esta “consignation” es otro nombre de la confirmation.
18. Efesios 3, 10.
19. Salmos: 24 y 10 y 49, 8.
20. Juan 9, 6-7.
-34-
LIBRO CUARTO
-35-
4. En el segundo tabernaculo estaba el timiamaterio, el que
habitualmente exhalaba buen olor. Asi vosotros tambien sois “el
buen olor de Cristo”, ya en vosotros no hay ninguna mancha de
los pecados, ningun olor de error grave.
II
-36-
Ill
-37-
tial, porque nacio de solo Dios Padre. Y, otra vez, nacio sin
padre cuando nacio de la Virgen. Porque no fue engendrado
por hombre, sino que nacio del Espfritu Santo y de la Virgen
Marfa, dado a luz de un seno virginal. En todo semejante al
Hijo de Dios, Melquisedec tambien era sacerdote, porque tam¬
bien Cristo es sacerdote a quien se dice: “Tu eres sacerdote
para siempre segun el orden de Melquisedec” (18).
IV
-38-
16. Asi, pues, para responderte: antes de la consagracion no
estaba el cuerpo de Cristo, pero despues de la consagracion te
digo que es ya el cuerpo de Cristo. El dijo, y se hizo; El ordeno, y
se creo. Tu mismo existias, pero eras creatura senil; despues que
fuiste consagrado, comenzaste a ser una nueva creatura. ^Quieres
saber cual una nueva creatura? “Todo el que esta en Cristo —dice
San Pablo— es una nueva creatura” (22).
17. Oye, pues, como la palabra de Cristo acostumbra a cam-
biar toda creatura y como cambia, cuando quiere, las leyes esta-
blecidas de la naturaleza. ^Preguntas como? Escucha, y ante todo
tomemos ejemplo de su nacimiento. Lo ordinario es que un hom-
bre sea engendrado por un hombre y una mujer, por el uso del
matrimonio. Pero, porque asi lo quiso el Senor, porque El eligio
este misterio, del Espfritu Santo y de la Virgen nacio Cristo; esto
es, el Mediador entre Dios y los hombres, el hombre Jesucristo
(23). Ves, pues, que contrariamente a las leyes y al orden de la
naturaleza ha nacido un hombre de una virgen.
18. Escucha otro ejemplo. El pueblo judio era acosado por
los egipcios, el mar le cerraba el paso. Por mandato divino Moises
toco las aguas con la vara y las dividio (24), no, ciertamente.
segun lo habitual de su naturaleza, sino segun la gracia del poder
celestial. Ten otro ejemplo mas. El pueblo tenia sed; se llego a
una fuente. La fuente amarga era. El santo Moises puso un leno
en la fuente, y la fuente que era amarga hizose dulce, vale decir.
cambio su manera natural de ser, recibio la dulzura de la gracia
(25). Oye tambien un cuarto ejemplo. Habfa cafdo al agua el hie-
rro de un hacha y, como era hierro, segun lo propio de su natura¬
leza se sumergio. Puso Eliseo un leno (en el agua) y en seguida el
hierro se elevo y sobrenado en el agua (26), evidentemente contra
lo que es propio de la naturaleza del hierro. Porque, en efecto, es
una materia mas pesada que el elemento agua.
19. i,Con que todas estas cosas no comprendes aun cuan efi-
caz es la palabra celestial? Si obro ella en una fuente terrena, si la
palabra celestial obro en las otras cosas, ^no obrara en los sacra-
mentos celestiales? Aprendiste, pues, que el pan se convierte en
el cuerpo de Cristo, y que se pone en el caliz vino y agua y que por
la palabra de la consagracion celestial se convierte en su Sangre.
20. Pero, tal vez digas: “Yo no veo la apariencia de la san¬
gre”. Pero tienes el signo. Asi como tomaste la similitud (sfmbo-
-39-
lo) de la muerte, asf tambien bebes la semejanza de la preciosa
Sangre, de modo que no se da el horror de la sangre que se
derrama y, sin embargo, produce su efecto el precio de la reden-
cion (27). Aprendiste, pues, que lo que recibes es el cuerpo de
Cristo.
- 40-
24. Volvamos a lo que me propongo. Grande, sin duda, y
venerable el hecho de que el mana lloviera del cielo a los judi'os.
Pero entiende. (.Que es mas: el mana del cielo o el Cuerpo de
Cristo? Sin duda alguna el Cuerpo de Cristo, que es el autor del
cielo. Ademas, el que comio el mana murio; el que comiere este
Cuerpo obtendra la remision de los pecados y no morira jamas (28).
25. Asi, pues, no en vano dices: “Amen”, confesando en
espiritu que recibes el Cuerpo de Cristo. Porque cuando lo pides,
te dice el sacerdote: “El cuerpo de Cristo”. Y tu respondes:
"Amen”, es decir, “Es verdad”. Lo que la lengua confiesa sosten-
galo el corazon. Mas, para que sepas que este es un Sacramento,
su figura lo precedio.
VI
-41 -
plenamente los ojos que abrio por su Hijo unigenito, Rey y Salva¬
dor, Senor Dios nuestro, por quien y con quien le pertenece la
alabanza, el honor, la gloria, la magnificencia, el poder, con el
Espiritu Santo, desde los siglos y ahora y siempre y por los siglos
de los siglos!
NOTAS
1. Hebreos9,4.
2. En Milan se administraba el bautismo una vez al ano, por Pascua.
3. Salmo 1, 3.
4. I Pedro 2, 9; el apostol cita a Isai'as 43, 20-21 y Exodo 19, 6. Todos los fieles cris-
tianos participan a su modo del sacerdocio de Cristo. Pero sacerdotes propiamente dichos
(ministeriales, con car&cter sacramental), son los presbfteros que han recibido el Sacra¬
mento del Orden sagrado. Somos, pues, sacerdotes y reyes participando del sacerdocio y
realeza de Cristo, al ser injertados a El por el Bautismo.
5. Cantar 8, 5.
6. I Pedro 1, 12.
7. I Corintios 2, 9.
8. Salmo 50, 9.
9. Salmo 42, 4.
10. Salmo 102, 5.
11. Mateo 24, 28.
12. Vease supra, I, 11 y 23.
13. Genesis 14-18.
14. Hebreos 7, 2.
15. I Corintios 1, 30.
16. Juan 14, 27.
17. Hebreos 7, 3.
18. Salmo 109, 4. Hebreos 7, 17.
19. “Designio del cielo” Cf. supra II, 18.
20. I Timoteo 2, 2.
21. Salmo 32, 9.
22. II Corintios 5, 17.
23. I Timoteo 2, 5.
24. Exodo 14,21.
25. Exodo 15, 23.
26. IV Reyes 6, 5-6.
27. Es decir, la Eucaristia es el mismo sacrificio cruento de la Cruz, que se perpetua
en los altares en forma incruenta, bajo las especies (o figuras) del pan y del vino. Se divide
los accidentes del pan y del vino, pero permanece mtegro el Cuerpo y la Sangre de Cristo,
que se da, todo, a todos los que le reciben.
28. Juan 6, 49 y 58.
29. I Corintios 11, 26.
30. Esta oracion corresponde al Supra quae y al Supplices te rogamos, de la plegaria
eucaristica romana actual.
31. I Corintios 11, 26.
- 42-
LIBRO QUINTO
-43-
palabra de Dios: el sacerdote con la palabra de Dios toca la piedra
y fluye el agua y bebe el pueblo de Dios. Asi, pues, el sacerdote
toca el caliz, borbotea el agua en el caliz, salta hasta la vida eterna
(5) y el pueblo de Dios que ha conseguido la gracia, bebe.
4. Ya sabes, pues, esto. Oye tambien esto otro. En el tiempo
de la pasion del Senor, estando ya por comenzar el gran Sabado,
a causa de que nuestro Senor Jesucristo o los ladrones (crucifica-
dos junto a el) aun vivfan, fueron enviados algunos (verdugos)
para que los rematasen a golpes (6). En llegando encontraron
muerto al Senor Jesucristo. Entonces uno de los soldados le hirio
en el costado con la lanza, y de su costado mano agua y sangre (7).
^Por que agua? ^Por que sangre? Agua para limpiar, sangre para
redimir. ^Por que del costado? Porque de donde proviene la cul¬
pa, de alb viene la gracia. La culpa vino por la mujer, la gracia por
el Senor Jesucristo (8).
5. Viniste al altar. El Senor Jesus te llama, o llama a tu alma
o a la Iglesia, y dice: “Que me bese con los besos de su boca” (9).
^Quieres aplicar esto a Cristo? Nada mas agradable. ^Quieres
aplicarlo a tu alma? Nada mas dulce.
6. “Que me bese”. Te ve que estas limpio de todo pecado,
porque tus delitos han sido lavados. Por eso te juzga digno de los
sacramentos celestiales y por eso te invita al banquete celestial:
“Que me bese con los besos de su boca”.
7. En cuanto a lo que sigue, tu alma o la humanidad o la Igle¬
sia, viendose limpias de todos los pecados, dignas de llegarse al altar
de Cristo — ^que es, en efecto, el altar sino la imagen del cuerpo de
Cristo?—, ve los admirables sacramentos, y dice: "Que me bese con
los besos de su boca”, es decir, que Cristo me de un beso.
8. ^Por que? "Porque tus pechos son mejores que el vino”
(10). Es decir, "tus pensamientos, tus sacramentos, son mejores
que el vino, mas que aquel vino que, aunque tenga suavidad, ale-
gria y encanto, produce solo alegrfa en este mundo, mientras que
en ti hay deleite espiritual. Ya Salomon dio a entender, entonces,
o las nupcias de Cristo y la Iglesia, o del Espiritu y la carne, o del
Espiritu y el alma.
9. Y agrega: “Tu nombre es perfume derramado, por eso te
amaron las doncellas” (11). ^.Quienes son estas doncellas, sino las
almas de aquellos que se despojaron de la vejez de su cuerpo,
rejuvenecidos por el Espiritu Santo?
-44-
10. Atraenos jcorramos en pos del olor de tus perfumes!”
(12). No puedes seguir a Cristo si El mismo no te atrae. Ademas,
ten en cuenta: “Cuando haya sido levantado —dice El— atraere
todo a mf’ (13).
11. “Introdujome el rey en su camara” (14). En el griego se
lee: “en su despensa y en su bodega”, alii donde tiene buenas
bebidas, suaves mieles de fragante olor, diversos frutos, para que
se te aderece tu comida con multiples elementos.
Ill
-45-
15. Con mucho gusto acepto el Senor Jesus, y con bondad
celestial contesto a la Iglesia: “Descend! -le responde- al huer-
to. Vendimie la mirra con mis unguentos, com! pan con mi miel,
y bebi mi vino con mi leche. Corned —agrega— hermanos mlos,
y embriagaos” (18).
16. “Vendimie mi mirra con mis unguentos”. ^Que es esta
vendimia? Conoced la vina y reconocereis la vendimia. “Trans-
plantaste —dice (el salmista)— la vina de Egipto” (19), esto es, el
pueblo de Dios. Vosotros sois la vina, vosotros la vendimia. Plan-
tados como una vina y como vendimia disteis frutos.
“Vendimie la mirra con mis unguentos”, es decir, a causa del
olor que recibisteis.
17. “Com! mi pan con mi miel”. Ves que en este pan no hay
amargura alguna sino que es todo dulzura. "Bebi mi vino con mi
leche”. Ves que esta es una alegrla que no ensucia ninguna man-
cha de pecado. Pues, cada vez que bebes, recibes la remision de
los pecados y eres embriagado por el Esplritu. De ahl que tam-
bien diga el Apostol: “No os embriagueis con vino, mas llenaos
del Esplritu” (20). Porque el que se embriaga con vino vacila y
titubea; el que es embriagado por el Esplritu se arraiga en Cristo.
Es, pues, una excelente embriaguez que produce la sobriedad del
alma. Esto es lo que hemos discurrido brevemente acerca de los
sacramentos.
IV
18. <,Que falta ahora sino oracion? Y no creais que sea algo
de poca importancia el saber como debeis orar. Los santos Apos-
toles dijeron al Senor Jesus: “Senor, ensenanos a orar como Juan
enseno a sus disclpulos”. Entonces dijo el Senor esta oracion:
“Padre nuestro, que estas en los cielos, santificado sea tu nombre,
venga tu reino, hagase tu voluntad as! en la tierra como en el cie-
lo. El pan nuestro de cada dla danosle hoy, y perdonanos nuestras
deudas as! como nosotros perdonamos a nuestros deudores, y no
nos dejes caer en la tentacion, mas llbranos del mal” (21). Mira
que oracion tan breve y llena de todas las virtudes.
jCuan llena de gracia la primera palabra!
19. Hombre, no osabas volver tu rostro al cielo, diriglas tus
- 46-
ojos a la tierra y, subitamente, recibiste la gracia de Cristo, te fue-
ron perdonados todos los pecados. De mal siervo que eras fuiste
hecho hijo. No presumas, pues, de tu obrar, sino de la gracia de
Cristo. Porque “por gracia habeis sido salvados”, dice el Apostol
(22). No cabe aqui, pues, arrogancia, sino fe; proclamar lo que
has recibido no es soberbia sino devocion. Por tanto, eleva tus
ojos al Padre que te engendro por el Bautismo, al Padre que te
redimio por el Hijo y dile: “Padre nuestro". Buena pretension,
pero moderada. Padre, dices como hijo; mas no quieras reivindi-
carle como algo especialmente tuyo. De Cristo solo es Padre espe-
cialmente; para nosotros todos, es el Padre comun, porque solo a
Cristo engendro, a nosotros nos creo. Di, pues, tu tambien, por
gracia: “Padre nuestro”, para que merezcas ser su hijo. Reco-
miendate a ti mismo con el favor y la consideracion de los meritos
de la Iglesia.
20. "Padre nuestro que estas en los cielos”. ^Que significa
“en los cielos”? Oye a la Escritura que dice: “Excelso (elevado)
sobre todos los cielos es el Senor” (23). Y por doquiera tienes que
el Senor esta sobre los cielos de los cielos, como si los angeles no
estuvieran tambien en los cielos, como si las dominaciones no
estuvieran en los cielos. Pero se trta de aquellos cielos de los cua-
les se ha dicho: “Los cielos proclaman la gloria de Dios” (24). El
cielo esta alb donde ha cesado la culpa, el cielo esta alii donde son
castigados los crimenes, el cielo esta alb donde ya no hay ninguna
herida de la muerte.
21. “Padre nuestro, que estas en los cielos, santificado sea tu
nombre”. ^Que significa “santificado sea”? Como si desearamos
que sea santificado aquel que dijo: “Sed santos porque yo soy san-
to" (25). Como si alguna santificacion pudiera anadirle nuestra
palabra. No, sino que sea santificado en nosotros, para que su
santificacion (accion santificante) pueda llegar a nosotros.
22. “Padre nuestro que estas en los cielos, santificado sea tu
nombre, venga tu reino . Como si el reino de Dios no fuese eter-
no. El mismo Jesus dice: “Para esto he nacido” (26); y tu dices al
Padre: “Venga tu reino”, como si no hubiese venido. Mas, vino el
reino de Dios cuando obtuvisteis la gracia. Pues El mismo dice:
“El reino de Dios esta en medio de vosotros" (27).
23. “Venga tu reino, hagase tu voluntad asf en la tierra como
en el cielo. El pan nuestro de cada dia danosle hoy”. Por la Sangre
-47-
de Cristo todo ha sido pacificado, en el cielo y en la tierra (28).
Fue santificado el cielo, fue arrojado de el el diablo. Se halla allf
donde tambien esta el hombre a quien engano. “Hagase tu volun-
tad”, es decir, haya paz en la tierra como en el cielo.
24. “El pan nuestro de cada dia, danosle hoy”. Me viene a la
memoria lo que dije al tratar acerca de los sacramentos. Os dije
que antes de las palabras de Cristo lo que se ofrece se llama pan;
una vez pronunciadas las palabras de Cristo, ya no se llama pan,
sino el Cuerpo. <,Por que en la oration dominical que sigue des¬
pues, se dice “pan nuestro”? Dice pan, pero tiuovoiou, esto es,
substantial. Este pan no es aquel que entra en el cuerpo, sino
aquel pan de vida eterna que sostiene la substancia de nuestra
alma. Por eso el griego lo llama tiuovoiog. En latin se llama coti-
diano a este pan que los griegos llaman “de manana”, porque los
griegos llaman dia que viene Trji) krcumocvu fpegav. Asi, pues, lo
que dice el latino y lo que dice el griego parece igualmente util. El
griego expreso ambos sentidos con una sola palabra, el latino dijo
cotidiano.
25. Si el pan es cotidiano, ^por que esperar un ano para que
le recibas como tuvieron costumbre de hacerlo los griegos en
Oriente? Recibe cada dia lo que debe aprovecharte cada dia. VIVE
DE TAL MODO QUE CADA DIA MEREZCAS RECIBIRLE
(29). Quien no merece recibirle cada dia no merece recibirle des¬
pues de un ano. Asi era como el santo Job ofrecia cada dia un
sacrificio por sus hijos, porque no sucediera que hubiesen come-
tido algun pecado en su corazon o en su palabra (30). Por tanto,
oyes decir que cada vez que se ofrece el sacrificio, se significa la
muerte del Senor y la resurrection del Senor, la ascension del
Senor y la remision de los pecados no recibes este pan de vida
cada dia? El que tiene una herida busca la medicina. Herida es
para nosotros estar bajo el pecado: medicina celestial es el venera¬
ble sacramento.
26. “El pan nuestro de cada dia danosle hoy”. Si lo recibes
cada dia, cada dia para ti es hoy. Si Cristo es para ti hoy, para ti
resucita hoy. ^Como? “Tu eres mi Hijo, boy te engendre (31).
Hoy, pues, es cuando Cristo resucita. “Ayer y hoy es el mismo”
(32), dice el Apostol. Mas tambien en otra parte dice: “Avanzo la
noche; se aproximo el dia” (33). Avanzo la noche de ayer, se
aproximo el dia de hoy.
-48-
27. Continua: “Perdonanos nuestras deudas asi como noso-
tros perdonamos a nuestros deudores”. ^Que es la deuda sino el
pecado? Pues si no hubieses recibido dinero de prestamista
extrano (el demonio), no estarias ahora necesitado v por esto se
te imputa el pecado. Tuviste dinero con el que debias nacer rico.
Eras rico: hecho a imagen y semejanza de Dios (34). Perdiste lo
que tem'as. es decir, la humildad; cuando pretendias reclamar con
arrogancia perdiste tu dinero. te quedaste desnudo como Adan,
contrajiste una deuda con el diablo, que no era necesaria. Y por
ende, tu, que eras libre en Cristo. te hiciste deudor del diablo. El
enemigo tenia tu caucion. pero el Senor la crucified y la borro con
la efusion de su sangre (35): pago tu deuda, te devolvio la libertad.
28. Dice, pues, con razon: “Y perdonanos nuestras deudas
asi como nosotros perdonamos a nuestros deudores”. Pon aten-
cion en lo que dices: "Como perdono yo, asi perdoname Tii a mi”.
Si tu perdonas, a buen acuerdo llegas para que se te perdone a ti.
Si no perdonas, ^edrno pretendes que te perdone?
29. “Y no nos dejes caer en tentacion, mas libranos del mal”.
Presta atencion a lo que dice: —Y no nos dejes caer en tentacion
a la que no podamos resistir—. No dice que no tengamos tenta-
cion, sino que, como un atleta quiere una tentacion tal, que la
pueda soportar la condicion humana, y que cada uno sea librado
del mal, esto es, del enemigo, del pecado.
30. En cuanto al Senor, poderoso es El —que quito vuestro
pecado v condono vuestros delitos— para protegeros y guardaros
contra las insidias del diablo que combate, a fin de que no os sor-
prenda el enemigo, quien. por lo comun. es quien engendra la cul¬
pa. Mas, quien en Dios se conffa no teme al diablo. Porque "si
Dios esta por nosotros, iquien contra nosotros?” (36). A El, pues
pertenece la alabanza y la gloria desde los siglos y ahora y siempre
y por todos los siglos de los siglos. Amen.
-49-
NOTAS
1. Hebreos 7, 3.
2. Apocalipsis 1, 17.
3. Exodo 17, 1-6.
4. I Corintios 10, 4.
5. Juan 4, 14.
6. Era el “crurifragium”. Con grandes mazos se quebraban las piernas y, cuando era
necesario, el pecho de los ajusticiados. Era una especie de “golpe de gracia”.
7. Juan 19, 32-35.
8. Del costado de Adan fue formada la mujer (Eva) por quien vino el pecado. Del cos-
tado de Cristo proviene la Iglesia, Madre en cuyo seno recibimos la Gracia (vida divina).
9. Cantar 1,1.
10. Cantar 1,1.
11. Cantar 1, 2.
12. Cantar 1, 3.
13. Juan 12, 32.
14. Cantar 1, 4.
15. Salmo 22, 1-5.
16. Se refiere a la vestidura blanca que Uevaban los bautizados, y que conservaban
durante la octava.
17. Cantar 4, 16.
18. Cantar 5,1.
19. Salmo 79, 9.
20. Efesios 5, 18.
21. Mateo 6, 9-13. Lucas 11, 1-4.
22. Efesios 2, 5.
23. Salmo 112,4.
24. Salmo 18, 2.
25. Levitico 19, 2.
26. Juan 18, 37.
27. Lucas 17, 21.
28. Colosenses 1, 20.
29. Hermoso programa de vida centrada en la Eucaristia: Sic vive lit quotidie merearis
accipere. Este merecer, equivale a estar en las debidas condiciones requeridas para una
buena comunion: gracia de Dios, ayuno, recta intencion. etc., no es la manera jansenista.
Por eso continua con los mismos sentimientos de la Iglesia que. antes de la Comunion, nos
hace decir a Dios que le recibimos sin merecerlo... como medicina de salvacion.
30. Job 1,5.
31. Salmo 2, 7.
32. Hebreos 13, 8.
33. Romanos 13, 12.
34. Genesis 1, 26-27.
35. Colosenses 2, 14-15.
36. Romanos 8, 31.
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LIBRO SEXTO
I
-51 -
II
-52-
10. Los arrianos se imaginan que es rebajar al Espiritu Santo
llamarle Espiritu Paraclito. ^.Oue es Paraclito sino Consolador?
[Como si no se hubiese leldo tambien respecto del Padre que es
Dios de Consolation] (14). Ves, pues, que se imaginan que se
rebaja al Espiritu Santo con aquello mismo con que se proclama,
con piadoso afecto, el poder del eterno Padre.
Ill
- 53 -
te encuentre negligente. Que vea El que oras de todo corazon
para que se digne oi'rte, a ti, que oras de este modo.
14. “En cuanto a ti, cuando ores, entra en tu aposento”.
Tambien lees esto en otra parte: “Anda, pueblo, rm'o y entra en
tu retiro, cierra tu puerta, ocultate un poco hasta que pase la ira
del Senor” (19). Esto ha dicho el Senor por boca del profeta.
Ahora bien, dice en el Evangelio: “En cuanto a ti, cuando ores,
entra en tu aposento y, cerrada la puerta, ora a tu Padre".
15. ^Que es “cerrada la puerta”? Ove que tienes una puerta
que debes cerrar cuando oras. iOjala lo oyesen las mujeres! Ya lo
oi'ste, te lo enseno el santo David diciendo: “Pon, Senor, una
guardia a mi boca y una puerta para cerrar mis labios" (20). Hay,
en otro lugar, una puerta de la que habla el apostol Pablo dicien¬
do: “A fin de que Dios nos abra una puerta para la palabra, a fin
de anunciar el misterio de Cristo" (21). Asf, pues, cuando ores no
quieras hacerlo a gritos, ni derramar tu oracion ni pregonarla a
la muchedumbre. En lo secreto ora, seguro de que puede oi'rte
en lo secreto Aquel que ve todo y oye todo, “y ora a tu Padre
en lo oculto”. Porque Aquel que ve en lo oculto te oye cuando
le suplicas.
IV
-54-
que las mujeres lo llevasen a la practica, y entendiesen mal eso de
“en todo lugar” y comenzasen a clamar por doquier, cosa que no
podemos permitir en la iglesia (24).
18. “Quiero que los hombres”, esto es, los que son capaces
de guardar este precepto, “oren en todo lugar elevando manos
puras”. ^Que quiere decir “elevando manos puras”? ^Acaso
debes, cuando oras. mostrar a los gentiles la cruz del Senor? (25).
Esta es, en verdad, una serial de fuerza y no de vergiienza. Existe,
con todo, un modo de que puedas orar sin que hagas el gesto y es
elevando tus acciones. Si quieres hacer lo que debes hacer, eleva
manos puras por la inocencia. No hay por que elevarlas (material-
mente) todos los dias, ya lo hiciste una vez; no es necesario que de
nuevo las eleves.
19. “Quiero que los hombres oren en todo lugar elevando
manos puras, sin ira y sin disension”. Nada mas verdadero. “La
ira —dice (la Escritura) — pierde aun a los sabios” (26). Asi,
pues, en todo tiempo, en cuanto sea posible, el cristiano debe
moderar la iracundia y maxime cuando se dispone a orar, para
que la indignacion no perturbe tu animo ni el furor de la ira
impida tu oracion. Disponte a orar mas bien cuando tu corazon se
apacigiie. ^,Por que te irritas? (.Un siervo (un subordinado tuyo)
incurrio en falta? Te dispones a orar para que te sean perdona-
dos tus delitos iy te indignas contra otro? Esto quiere decir,
pues, sin ira.
-56-
devocion. Sigue despues: “Hagase tu voluntad asi en la tierra
como en el cielo. El pan nuestro de cada dia danosle hoy”. Esta
peticion es la mayor de cuantas se han hecho. “Y perdonanos
nuestras deudas —dice—, asi como nosotros perdonamos a nues-
tros deudores . Por tanto. recibe todos los dias, para que pidas
todos los dias el perdon de tu deuda. “Y no permitas que seamos
inducidos en la tentacion, mas bbranos del mal”. ^Que sigue?
Oye lo que dice el sacerdote: “Por nuestro Sefior Jesucristo en
quien y con quien posees honor, alabanza, gloria, magnificencia y
poder con el Espiritu Santo, por los siglos y ahora y siempre y por
todos los siglos de los siglos. Amen”.
25. Otra cosa. Aunque haya un libro de los Salmos de David,
que tiene todas las cualidades de la oracion como dijimos antes, sin
embargo muchas veces todas esas partes de la oracion se hallan en
un solo Salmo, como lo comprobamos en el Salmo 8. En efecto, asi
comienza: "jOh, Sefior, duefio nuestro, cuan admirable es tu nom-
bre en toda la tierra!”. Es la primera parte de la oracion. Viene des¬
pues la obsecracion (suplica): “Por que vere los cielos, obra de tus
dedos”, esto es, vere los cielos, la luna v las estrellas que Tu fundas-
te. No dice: vere el cielo . sino “los cielos”, donde comienza a
alborear la gracia con esplendor celestial. Pues, estos cielos se pro-
metia para sf el Profeta , los cuales serian dados por el Sefior a los
que mereciesen la gracia celestial. “La luna y las estrellas que fun-
daste": la luna es la Iglesia, las estrellas son las almas que resplande-
cen con la gracia celestial. En seguida mira su peticion: “^Que es el
hombre para que Tu lo recuerdes, o el hijo del hombre para que Tu
le visites? Poco menos lo hiciste que los angeles, de gloria v honor lo
coronaste y lo constituiste sobre las obras de tus manos”. Y otra
accion de gracias: “Pusiste todo bajo sus pies, las ovejas y todos los
bueyes, y aun las bestias del campo” (33).
26. Hemos ensefiado segun nuestra capacidad, lo que tal vez
no hemos aprendido, y lo hemos expresado como pudimos. Que
vuestra santidad, instruida con las ensefianzas sacerdotales, trate de
retener lo que ha recibido. para que vuestra oracion sea acepta a Dios,
y vuestra ofrenda sea como una hostia pura, y reconozca El en voso-
tros su sello, a fin de que podais. tambien vosotros, alcanzar la gra¬
cia y el premio de las virtudes, por nuestro Sefior Jesucristo, a quien
pertenece la gloria, el honor, la alabanza, la perpetuidad. desde los
siglos y ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amen.
-57-
NOTAS
1. Juan 6, 56.
2. Juan 6, 54.
3. Juan 6, 61-62.
4. Juan, 6, 69.
5. Juan 6, 41.
6. II Corintios 1, 21-22.
7. Cantar 8, 6.
8. Romanos 6, 6-8.
9. Galatasl,6.
10. Romanos 6, 6.
11. Ver supra W, 8.
12. I Corintios, 12, 4-6.
13. I Corintios 12, 11.
14. II Corintios 1, 3.
15. I Timoteo 2, 8.
16. Mateo, 6, 6.
17. I Corintios, 11, 1.
18. Isafas 29, 13. Mateo 15, 8.
19. Isafas 26, 20.
20. Salmo 140, 3.
21. Colosenses 4, 3. Cf. I Corintios 16, 9; II Cor. 2, 12; aquf “puerta” tiene sentido de
“ocasion”, “oportunidad”, “posibilidad”.
22. Salmo 7, 10.
23. I Timoteo 2, 8.
24. Parece ser que en los turbulentos tiempos de San Ambrosio, en que hubo de defen¬
der la posesion de su catedral del apoderamiento de los arrianos permaneciendo en ella con
los fieles, dfa y noche, era diffcil mantener el silencio en el recinto de la iglesia. Asf, dice el
santo (In Ps. I, praef. 9): -Quantum laboratur in ecclesia ut fiat silentium, cum lectiones
leguntur!” (iCuanto cuesta se haga silencio en la iglesia, cuando se leen las lecciones!).
25. La elevacion de las manos al orar —senal de humanidad y suplica— es desde anti-
guo el gesto del orante. V6ase en el Antiguo Testamento: Exodo 17, 11; Lamentaciones 3,
45; Salmos 118, 48 y 140, 2. Para los cristianos era la actitud familiar (corregidos los exce-
sos), que los condujo al gesto de los brazos en cruz. Inspiro esta actitud, desde los tiempos
apostolicos, el pensamiento de reproducir la position de Cristo en la cruz, donde asf oro
en las tres horas de su agonfa. Este gesto perdura en la actitud del sacerdote en la Misa. Es
no solo una postura conveniente, sino tambi£n una meritoria mortification. Pero a esta
elevacion de las manos debe acompanar —como dice San Ambrosio— la pureza (el estado
de gracia que se adquirio por primera vez en el Bautismo). Se le pregunto a San Macario:
‘V,Como debemos orar?”. Y respondio: “No es necesario usar muchas palabras, basta
tener las manos elevadas”. Vease Tertuliano (De oratione, c. XIV); San Agustfn (Enar. in
psalmos, Ps. LXII); San Ambrosio (De virginibus, I. II). Decfa el santo Cura de Ars: “El
hombre esta hecho sobre el modelo de la cruz”.
26. Proverbios 15, 1 (Setenta).
27. I Timoteo 2, 9.
28. I Pedro 3,1.
29. I Pedro 3, 3-4.
- 58-
30. No se puede localizar la cita biblica correspondiente. Tal vez haga alusion a
Col. 2, 3 y Galatas 5, 22, y a expresiones semejantes de los Salmos.
31. I Timoteo 2, 1.
32. Mateo 6, 9. Para el primer comentario del Padrenuestro, v6ase supra V, 18-19.
33. Salmo 8, 1-8.
- 59-
LOS MISTERIOS
I
-63-
II
Ill
-64-
Dios hizo el cielo, y la tierra, “el Espiritu —dice la Escritura— se
movia sobre las aguas” (10). <,Acaso quien se movia sobre las aguas
no ejercfa accion (obrciba) sobre las aguas? ^Que dire? jSeguro que
ejercia accion! El moverse sobre el agua concierne a la presencia. <;,Y
no obraba Aquel que se movia? Sabete que obraba en la creacion
del mundo, cuando te dice el profeta: “Por la palabra del Senor fue-
ron hechos los cielos, y todo su potencia por soplo de su boca” (11).
Ambas cosas apovanse en el testimonio profetico: tanto que se
movia, cuanto que obraba. Que se movia, lo dice Moises (en el
Genesis, 1, 2), que obraba, lo atestigua David (en el salmo 32, 6).
10. Oye otro testimonio. Corrupta estaba toda carne por sus
iniquidades. “No permanecera —dijo Dios— mi espiritu en los hom-
bres. porque son carne” (12). Con lo cual pone de manifiesto Dios
que la inmundicia de la carne (su impureza) v la mancha del pecado
grave apartan la gracia espiritual. Por lo cual. queriendo Dios reem-
plazar lo que faltaba. hizo el diluvio y ordeno al justo Noe que
subiera al area (13). Cuando el diluvio se retiro, primero mando
(Noe) un cuervo que no volvio, v despues una paloma que —como
se lee (Genesis 8, 1-11)— volvio con un ramito de olivo. Ves el
agua. ves el leno, percibes la paloma. iy dudas del misterio?
11. El agua es, pues, aquella donde la carne se sumerge para
que se borre todo pecado de la carne. Alii todo delito es sepultado.
El leno es aquel en el cual fue clavado el Senor Jesus cuando pade-
cio por nosotros. Es la paloma, bajo cuva apariencia descendio el
Espiritu Santo —como lo aprendiste en el Nuevo Testamento—
quien te inspira la paz del alma, la tranquilidad de la mente. El
cuervo es figura del pecado que se va v no vuelve, si en ti se mantie-
nen la observancia y el ejemplo del justo.
12. Un tercer testimonio hay. tambien. como te ensena el
Apostol: “Porque nuestros padres estuvieron todos bajo la
nube y todos pasaron el Mar Rojo y fueron todos bautizados en
Moises en la nube y en el mar” (14). Ademas, el mismo Moises
dice en su cantico: “Enviaste tu Espiritu (soplo) y los anego el
mar” (15). Advierte que en aquel transito de los judios (por el
Mar Rojo), en que perecio el egipcio y se salvo el hebreo. ya
estaba prefigurado entonces de antemano el sagrado Bautismo.
Porque, < que otra ensenanza recibimos con esto cada dfa, sino
que la cu'pa es anegada v el error abolido. mientras que la pie-
dad v la inocencia permanecen intactas?
-65-
13. Oyes que nuestros padres estuvieron bajo la nube, y
buena nube es esta que enfrio el incendio de las pasiones de la car-
ne. Buena nube que cubre con su sombra a los que visito el Espf-
ritu Santo. Sobrevino despues, a la Virgen Maria y la virtud del
Altfsimo la cubrio con su sombra (16), cuando engendro la
Redencion del genero humano. Y ese milagro fue hecho en figura
por Moises. Si, pues, el Espfritu Santo estuvo presente en la figu¬
ra, ^acaso no lo esta en la verdad (realidad) cuando la Escritura
te dice: “La Ley fue dada por Moises, mas la gracia y la verdad
fue hecha por Jesucristo”? (17).
14. La fuente Mara, era amarga. Moises puso en ella un leno
y se volvio dulce (18). Porque el agua sin la predicacion de la cruz
del Senor ninguna utilidad reporta para la futura salvacion, mas,
cuando es consagrada por el misterio de la Cruz salutffera, enton-
ces se templa para servir de bano espiritual y de copa saludable.
Asf, pues, como Moises —esto es, el profeta— puso el leno en
aquella fuente, asf tambien el sacerdote pone en esta fuente la
predicacion de la cruz del Senor. y el agua se hace dulce para la
gracia (19).
15. No creas, pues, solamente a los ojos del cuerpo. Es mas
visible lo que no se ve, porque esto que se ve es temporal; aquello
que no se ve con los ojos es eterno. Mas se ve (con los ojos de la
fe) lo que no se ve (con los ojos del cuerpo), porque es penetrado
por el animo y la mente (20).
16. Sfrvate ademas de ensenanza, la lectura que se acaba de
hacer del libro de los Reyes (21). Naaman era sirio y tenia lepra y
nadie podia curarle. Entonces una muchacha cautiva dijo que
habfa un profeta en Israel, que podrfa limpiarle la enfermedad de
la lepra. Tomo —dice— oro y plata, y fuese al rey de Israel. El
cual, conocido que hubo la causa de su llegada, rasgo sus vestidu-
ras diciendo que mas bien se trataba de un pretexto para probarle
(por parte del rey de Siria), por cuanto se le exigfa algo que no
dependfa de su poder real. Mas Eliseo intimo al rey le enviase al
sirio para que conociese que habfa Dios en Israel. Y cuando llego,
le mando que se sumergiese siete veces en el rfo Jordan.
17. Entonces Naaman comenzo a decirse que en su patria
habfa mejores aguas, en las que a menudo se habfa banado sin
nunca ser purificado de la lepra. Detenido por esto, no obedecfa
las ordenes del profeta. Pero, aconsejado y persuadido por sus
- 66 -
siervos, asintio y se bano, y, purificado instantaneamente, com-
prendio que no era obra del agua el que uno se purifique, sino de
la gracia.
18. Conoce ahora quien es aquella muchacha de entre los
cautivos. Quiere decir: la joven asamblea de entre los gentiles,
esto es, la Iglesia del Senor, abatida antes por la cautividad del
pecado, cuando aun no tenia la libertad de la gracia, pero cuyo
consejo el vano pueblo de los gentiles escucho la palabra profetica
de la cual antes, por mucho tiempo, habia dudado. Despues, sin
embargo, desde que creyo que debia obedecer, fue lavado de toda
la infection de los vicios. Dudo el antes de ser sanado. Tu has sido
ya curado, por consiguiente no debes dudar.
IV
- 67-
para Dios, y, en cierto modo, fuiste sepultado en este elemento
del mundo (el agua) y. muerto para el pecado, resucitaste para la
vida eterna. Cree, pues, que esta agua no es vana (27).
22. Por eso se te ha dicho que: “Un angel del Senor bajaba
cada cierto tiempo a la piscina y se agitaba el agua, y el primero
que descendfa a la piscina, despues de la agitation del agua, se
curaba de cualquier enfermedad que le aquejase" (28). Esta pis¬
cina estaba en Jerusalen y en ella se sanaba una persona al ano.
pero nadie se sanaba antes que descendiese el angel. Para que se
cayera en la cuenta que descendfa el angel, a causa de los incredu-
los, se agitaba el agua. Para estos era el prodigio, para ti es la fe.
Para ellos descendfa un angel, para ti el Espfritu Santo. Para ellos
se agitaba una criatura (el agua), para ti Cristo, dueno de la cria-
tura, es quien obra en persona.
23. Entonces uno solo era curado, ahora todos son sanados
o, ciertamente, uno solo: el pueblo cristiano. Porque tambien hay
entre algunos “un agua enganosa”. No sana el bautismo de los
perfidos, no purifica sino mancha. El judfo bautiza (lavado ritual)
jarros y copas, como si las cosas insensibles pudiesen contraer
culpa o recibir la gracia (29). Bautiza tu este caliz sensible que
eres tu; que brillen en el tus buenas obras, que el esplendor de tu
gracia resplandezca en el. Asf, pues, aquella piscina era tambien
una figura, para que creas que a esta fuente (bautismal) desciende
la virtud divina.
24. En fin, aquel paralftico esperaba a un hombre. /.Cual.
sino al Senor Jesus nacido de la Virgen, a cuya venida ya no serfa
la sombra la que sanarfa a uno por ano. sino la verdad que sanarfa
a todos juntos? Este es, pues, Aquel a quien se esperaba que des¬
cendiese, acerca del cual dijo Dios Padre a Juan Bautista: “Aquel
sobre quien vieres descender del cielo el Espfritu y posarse sobre
El, ese es el que bautiza en el Espfritu Santo" (30). De El dio testi-
monio Juan diciendo: “Vi al Espfritu descender del cielo como
paloma y posarse sobre El”. Y aquf, f,por que el Espfritu descendio
como paloma, sino para que vieses, para que reconocieses que aque¬
lla paloma, que el justo Noe hizo salir del area, fue imagen de esta
otra paloma, a fin de que reconozcas la imagen del Sacramento?
25. Acaso digas: “Si aquella fue una verdadera paloma
enviada (por Noe) y aquf (en el Jordan) descendio como una palo¬
ma, ^como decimos que aquello fue una figura y esto una verdad
-68-
(realidad), cuando segun los griegos esta escrito que el Espfritu
descendio bajo la apariencia de una paloma?” (31). Pero, ^que
hay que sea tan verdadero (real) como la Divinidad que perma-
nece siempre? En cambio la criatura no puede ser verdad sino
apariencia. que facilmente se desvanece y cambia. A1 mismo
tiempo que la sencillez de los que se bautizan no debe ser solo en
apariencia, sino en verdad. De ahf que tambien diga el Senor:
“Sed prudentes como serpientes y sencillos como palomas” (32).
Con mucha razon, pues, descendio como una paloma, para adver-
tirnos que debemos tener la sencillez de la paloma. Pero tambien
leemos que es menester tener apariencia” en el sentido de “ver¬
dad”, a proposito de Cristo: “Y en apariencia fue hallado como
hombre” (33), y a proposito de Dios Padre: “Vosotros ni siquiera
habeis visto su “apariencia” (34).
-69-
28. Descendiste, pues (a la fuente bautismal). Recuerda lo
que respondiste: que crees en el Padre, que crees en el Hijo, que
crees en el Espfritu Santo. No tienes alii: “Creo en uno mayor y
en uno menor y en uno ultimo”. Mas, por la misma garantia de tu
palabra estas obligado a que del mismo modo creas en el Hijo
como crees en el Padre, y del mismo modo creas en el Espfritu
Santo como crees en el Hijo, con esta sola exception: que tu con-
fiesas que debe creerse en la cruz del solo Senor Jesus (39).
VI
-70-
para quitar los pecados hereditarios. En efecto, los nuestros pro-
pios son perdonados por el bautismo.
33. Aprende, al mismo tiempo. que el misterio de la humil-
dad consiste en el servicio. Dice, en efecto: “Si yo, el Senor y
Maestro, os he lavado a vosotros los pies, cuanto mas debeis tam¬
bien vosotros lavaros los pies unos a otros” (51). Porque habien-
donos redimido el mismo autor de la salvation mediante la obe-
diencia (52), cuanto mas debemos nosotros, sus indignos siervos,
ofrecer el homenaje de la humildad y de la obediencia.
VII
-71 -
prfncipe y elevaos puertas eternas. y entrant el rey de la gloria
otros dudaban diciendo: “^Quien es este rey de gloria?" Tambien
en Isafas lees que las virtudes de los cielos dudaban y decfan:
“^Quien es este que asciende de Edon? El rojo de sus vestiduras
es de Bosra; hermoso es en su tunica blanca" (60).
37. Ahora bien, Cristo, viendo con vestiduras blancas a su
Iglesia, por la cual — como lees en el libro del profeta Zacarfas—
el se habfa vestido con sordidas vestiduras (61), o (viendo) al alma
limpia y lavada por el bano de la regeneration (62), dice: “jQue
hermosa eres, amiga rma, que hermosa eres! Tus ojos son como
de paloma” (63), bajo cuya apariencia el Espfritu Santo descendio
del cielo. Tus ojos son hermosos como de paloma, porque El des¬
cendio —como dijimos mas arriba— como paloma.
38. Y poco despues (agrega Jesus): “Tus dientes son como
hato de cabras de esquileo que subieron del bano, que producen,
todas, crfas mellizas sin que haya esteril entre ellas. Como cinta
de grana son tus labios” (64). No es mediocre esta alabanza. Pri-
mero, por la dulce comparacion de las cabras de esquileo. Las
cabras, en efecto, sabemos que pastan sin peligro en las alturas y
pacen seguras en los lugares abruptos, y, ademas, cuando se las
esquila se las descarga de lo superfluo. Con el rebano de ellas es
comparada la Iglesia, que posee en si muchas virtudes de las
almas que, por el bano, apartan la superfluidad de sus pecados y
ofrecen a Cristo la mistica fe y la gracia moral, y hablan de la cruz
del Senor Jesus.
39. Hermosa es la Iglesia en estas (almas). Por eso el Verbo
de Dios le dice: “Toda hermosa eres, amiga rma, y no hay defecto
en ti”, porque la culpa fue sumergida (65). “Ven del Lfbano,
esposa rma, ven del Lfbano; pasaras y atravesaras desde el princi-
pio de la fe” (66), porque renunciando al mundo paso el siglo y
atraveso hasta Cristo. Y otra vez, Dios Verbo le dice: “Que her¬
mosa y suave te has hecho, el amor esta en tus delicias. Tu talle se
ha hecho semejante a la palmera, y tus pechos son racimos” (67).
40. La Iglesia le responde: “Quien me diera que fueses, her-
mano mfo, amamantado a los pechos de mi madre. Al encontrarte
afuera te besarfa, y no me despreciarfan. Yo te llamarfa y te intro-
ducirfa en la casa de mi madre, en lo fntimo de la que me ha con-
cebido. Tu me ensenaras” (68). ^Ves como, deleitada por el don
de las gracias (69), desea ella penetrar hasta los misterios mas in-
-72-
teriores y consagrar a Cristo todas sus potencias? Ella busca
aun, ella despierta aun mas el amor y pide que sean despertadas
para ella las hijas de Jerusalem es decir, las almas fieles, con
ayuda de las cuales desea provocar al esposo a un mas rico amor
por ella (70).
41. Asi el Senor Jesus, invitado por tanta voluntad de amor,
por la delicadeza de su hermosura y de su gracia —pues en los que
han sido lavados (en el Bautismo) ya no hay suciedad de delitos —
dice a la Iglesia: “Ponme como sello en tu corazon. como sello en
tu brazo” (71), esto es: “Hermosa eres, amiga rma, toda hermosa
eres, nada te falta (72). “Ponme como sello en tu corazon”, para
que tu fe resplandezca en la plenitud del sacramento. ;Que brillen
tambien tus obras y manifiesten la imagen de Dios, a cuva imagen
fuiste hecha! jQue no disminuya tu amor por persecution alguna,
que no puede ser extinguido por las muchas aguas, que los ribs no
pueden anegar! (73).
42. Asf, pues, acuerdate que recibes el Sello espiritual (74),
el Espiritu de sabiduna y de entendimiento, el Espiritu de con-
sejo y de fortaleza, el Espiritu de conocimiento y de piedad, el
Espiritu del santo temor” (75), y guarda lo que recibiste. Dios
Padre te signo, Cristo Senor te confirmo y puso en tu corazon las
arras del Espiritu, como te lo enseno la lectura del Apostol (76).
VIII
-73-
atribulan. Ungiste con oleo mi cabeza, y tu caliz embriagador
jcuan preclaro es! (79).
44. Ahora, examinemos esto. no sea que alguno, viendo las
cosas visibles —porque no se ven las cosas invisibles ni las pueden
abarcar los ojos humanos— diga tal vez: "Dios hizo Hover mana y
codornices a los judios; mientras que para la Iglesia muy amada,
lo que le preparo es aquello de que se ha dicho: "Que el ojo no vio
ni el oldo oyo ni subio al corazon del hombre, lo que preparo Dios
para los que le aman” (80). Asf, pues, para que ninguno diga esto,
con suma atencion queremos probar que los sacramentos de la
Iglesia no solo son mas antiguos que los de la Sinagoga, sino tam-
bien superiores al mana.
45. Que son mas antiguos lo ensena la lectura del Genesis
que se acaba de hacer (81). La Sinanoga, en efecto, tuvo principio
por la ley de Moises. Ahora bien, Abrahan fue muy anterior.
Despues de veneer a sus enemigos y rescatar a su sobrino, cuando
saboreaba la victoria, entonces le salio al encuentro Melquisedec,
quien le presento las ofrendas que Abrahan recibio con venera-
cion. No fue Abrahan quien ofrecio, sino Melquisedec que es pre-
sentado como "sin padre ni madre ni comienzo ni fin de dias”,
sino semejante al Hijo de Dios, de quien dice Pablo a los Hebreos
que “permanece sacerdote para siempre (82). El cual, segun la
interpretation latina, es llamado “rey de justicia, rev de paz .
46. j,No te das cuenta quien puede ser este? (.Puede acaso un
hombre (que no sea Dios a la vez) ser rey de justicia, cuando ape-
nas es justo? (.Puede ser rey de paz, cuando apenas puede ser
pacffico? (83). El es sin madre segun la Divinidad, porque es
engendrado por Dios Padre, de una misma substancia con el
Padre. Sin padre segun la Encarnacion porque nacio de la Virgen.
No tiene ni comienzo ni fin, porque El mismo es comienzo y fin
de todo, “el primero y el ultimo” (84). Por tanto, no es don
humano sino divino el sacramento que has recibido, traido por
aquel que bendijo a Abrahan, padre de la fe, aquel de quien
admiras la gracia y los hechos.
47. Probado esta que los sacramentos de la Iglesia son mas
antiguos. Conoce, ahora. que son superiores. Es en verdad admi¬
rable que Dios haya hecho Hover mana para nuestros padres (85),
y que con alimento cotidiano del cielo hayan sido alimentados. Por
eso se ha dicho: “El pan de los angeles ha comido el hombre (86).
-74-
Pero con todo, aquellos que comieron ese pan en el desierto todos
murieron. Este alimento, en cambio, que tu recibes, este Pan vivo
que descendio del Cielo”, administra el sustento de la vida eterna
y quien le comiere no morira jamas (87). Es el cuerpo de Cristo.
48. Considera, ahora, cual sea superior: si el pan de los ange-
les o la carne de Cristo, que ciertamente es el Cuerpo de vida (que
da la vida). Aquel mana era del cielo, este esta sobre el cielo;
aquel era del cielo, este es del Senor del cielo; aquel se corrompfa
si se guardaba de un dia para el otro (88), este es ajeno a toda
corrupcion, y quien religiosamente le gustare no puede experi-
mentar la corrupcion (89). Para aquellos (los judios) mano el agua
de la piedra, para ti la sangre de Cristo. A ellos el agua los satisfa-
cia momentaneamente, a ti la Sangre te lava eternamente. El
judio bebio y tuvo sed, tu, cuando bebes, ya no puedes tener sed.
En fin, todo aquello sucedia como sombra (figura), esto sucede en
la verdad.
49. Si aquello que admiras no es mas que la sombra, ^cuanto
mas deberas admirarte de esto, cuya sombra es aquella que admi¬
ras! Oye: es la sombra la que se manifesto a los padres: “Bebian
-dice- de la piedra que (les) seguia. Ahora bien, la piedra era
Cristo. Con todo, la mayor parte de ellos no agrado a Dios, pues
fueron postrados en el desierto. Ahora bien, todas estas cosas fue-
ron hechas en figura para nosotros (para nuestra ensenanza)”
(90). <,Has comprendido que cosas valen mas?: la luz, en efecto,
es preferible a la sombra; la verdaci. a la figura; el cuerpo del
Creador, al mana del cielo.
IX
50. Acaso digas: “Yo veo otra cosa, ^como me dices que
recibo el cuerpo de Cristo”? Esto es lo que nos falta aun por pro¬
bar. jCuan grande, en verdad, son los ejemplos que utilizamos!
Probemos que esto no es lo que la naturaleza ha producido sino lo
que la bendicion ha consagrado, y que mayor es el poder de la
bendicion que el de la naturaleza, pues por la bendicion se cambia
la misma naturaleza.
51. Moises tenia su vara, la arrojo (a tierra) y se hizo una ser-
piente. Tomo la cola de la serpiente y volvio a la naturaleza de
-75-
vara (91). Ves. pues, que por la gracia profetica fue cambiada dos
veces la naturaleza. la de la serpiente y la de la vara. Por los rfos
de Egipto corn'an aguas claras; de subito. comenzo a manar san-
gre de las venas de las fuentes y no habi'a agua potable en los rfos
(92). Otra vez. por la oracion del profeta ceso de correr la sangre
de los rfos, y retorno la naturaleza de las aguas. Cercado pr todas
partes estaba el pueblo hebreo: por un lado, le sitiaban los egip-
cios; por el otro, le detenia el Mar Rojo. Moises levanto su vara:
se separo el agua y se endurecio como muralla de agua. un camino
por donde se podia pasar a pie (93). El Jordan, volviendose atras.
contra su naturaleza. retorno a la fuente de donde nace (94).
( Acaso no es claro que fue cambiada la naturaleza de las olas del
mar y el curso del no? Tenia sed el pueblo de los padres: toco
Moises la piedra y broto agua de la piedra (95). iAcaso no obro
la gracia preternaturalmente para que la piedra vomitara agua.
que no tenia por naturaleza? Fuente amarguisima era la de Mara,
tanto que el pueblo sediento no podia beber de ella. Moises puso
un leno en el agua, y la naturaleza de las aguas perdio su amargu-
ra, que la gracia infundida mitigo subitamente (96). En tiempo de
Eliseo, a un hijo (discipulo) de profeta se le escapo el hierro de la
segur y al instante se hundio en el agua. El que habia perdido el
hierro rogo a Eliseo. Tambien Eliseo puso un leno en el agua y el
hierro sobrenado en el agua (97). Tambien nos damos cuenta que
esto se hizo de manera superior a la naturaleza: en efecto, la
materia del hierro es mas pesada que el liquido de las aguas.
52. Advertimos, pues, que mayor es el poder de la gracia
que el de la naturaleza. y, sin embargo, todavia ponemos limite a
la gracia de la bendicion profetica. Si tanto puede la bendicion de
un hombre, que cambia la naturaleza, ^que habremos de decir,
entonces, de la consagracion divina, en la cual obran las palabras
mismas del Sefior Salvador? (98). Pues este sacramento que reci-
bes se produce por la palabra de Cristo. Si tanto pudo la palabra
de Elias, que hizo descender fuego del cielo, ^no podra, acaso. la
palabra de Cristo cambiar la naturaleza de los elementos? Leiste,
acerca de las obras de todo el universo. que: “El dijo, y tueron
hechas, El ordeno. y fueron creadas” (99). La palabra de Cristo,
que pudo hacer de la nada lo que no era, ^no puede, acaso, cam¬
biar las cosas que son en lo que no eran? Porque no es menos dar
a las cosas nueva naturaleza que cambiar su naturaleza.
-76-
.'>3. Mas, ^,por que servirnos de argumentos? utilicemos sus
ejemplos y establezcamos la verdad del misterio de la Encarna-
cion. (.Acaso precedio el curso ordinario de la naturaleza, cuando
el Senor Jesus nacio de Maria? Si buscamos el orden natural, lo
natural es que la mujer engendre por union con un hombre. Es
evidente, pues, que la Virgen engendro fuera del orden natural. Y
esto que nosotros producimos (mediante la Consagracion), es el
cuerpo nacido de la Virgen. ^Por que buscar aqui el orden de la
naturaleza en el cuerpo de Cristo, cuando el mismo Senor Jesus
fue dado a luz por una virgen? Por tanto. es la verdadera came de
Cristo, que fue crucificada. que fue sepultada. Verdaderamente
es el sacramento de su Carne.
54. Lo afirma el mismo Senor Jesus: “Esto es mi cuerpo”.
Antes de la bendicion con las palabras celestiales, se lo llama con
otro nombre (pan); despues de la consagracion significa Cuerpo.
El mismo Jesus dice que es su sangre. Antes de la consagracion se
llama otra cosa; despues de la consagracion se la proclama San¬
gre. Y tu dices: “Amen”, es decir, “es verdad” (100). Lo que
habla la boca, reconozcalo la mente intima; lo que la palabra pro-
nuncia, lo reafirme el corazon.
55. Con estos sacramentos, pues, alimenta Cristo a su Igle-
sia, con ellos corrobora la sustancia del alma, y con razon, viendo
el progreso de la gracia que contiene, le dice: “jQue hermosos son
tus pechos, hermana mia, esposa! jCuanto mas que el vino; v la
fragancia de tus vestiduras que todos los aromas! Miel destilan tus
labios joh esposa! miel y leche hay debajo de tu lengua y el per¬
fume de tus vestiduras es como el olor del Libano. Huerto*cerrado
eres. hermana rma esposa, huerto cerrado, fuente sellada” (101).
Con lo cual significa que en ti debe permanecer sellado el miste¬
rio. que no sea violado por las obras de una vida mala, ni la casti-
dad por el adulterio, ni que se divulgue entre aquellos a quienes
no conviene, ni se esparza con garrula locuacidad entre los perfi-
dos. Buena debe ser, pues, la guarda de la fe, a fin de que perma-
nezca incolume la integridad de tu vida y tu silencio.
56. De ahj que la Iglesia. guardando la profundidad de los
misterios celestiales, rechaza de sf las pesadas borrascas del viento
y atrae la suavidad de la gracia primaveral, y, sabiendo que su
huerto no puede desplacer a Cristo, llamale a el, su esposo.
diciendo: “iSurge, Aquilon, v ven; Austro, sopla en mi huerto; y
-77-
que se difundan mis perfumes! Descienda mi hermano a su huerto
y coma el fruto de mis manzanos” (102). Porque tiene buenos
arboles y fructfferos, cuyas rafces se impregnan con el riego de la
sagrada fuente, y pululan en buenos frutos con el germen de
nueva fecundidad, de modo que no los corta ya el hacha profetica,
sino que los fecunda la abundancia evangelica (103).
57. En seguida el Senor, deleitado tambien por la fecundi¬
dad de aquellos arboles, le responde: "Entre en mi huerto. her-
mana mia, esposa, vendimie la mirra con mis ungiientos, conn mi
alimento con mi miel, bebf mi bebida con mi leche” (104). Tu,
que tienes fe, entiende por que habla de comida y de bebida. No
hay duda que El come y bebe en nosotros, asf como El se dice
encarcelado en nosotros (105).
58. Por lo cual la Iglesia, a su vez, viendo tanta gracia,
exhorta a sus hijos, exhorta a sus allegados a que concurran a los
sacramentos, diciendo: “Corned amigos mios, y bebed y embria-
gaos, hermanos rm'os” (106). Que hemos de comer y que hemos
de beber, en otra parte lo expreso el Espi'ritu, por los profetas,
diciendo: “Gustad, y ved cuan suave es el Senor. Bienaventurado
el hombre que espera en El” (107). En este sacramento esta Cris-
to, porque es el cuerpo de Cristo. No es, pues, un alimento corpo¬
ral sino espiritual. Por eso tambien dice el Apostol, al hablar de
su tipo (figura), que “nuestros padres comieron un alimento espi¬
ritual y bebieron una bebida espiritual” (108). Porque el cuerpo
de Dios es cuerpo espiritual, el cuerpo de Cristo es cuerpo del_Espi'¬
ritu divino, porque Cristo es espi'ritu, como leemos: “espi'ritu (o
aliento) es Cristo Senor ante nuestro rostro” (109). Y en la Epi'stola
de Pedro hallamos: “Cristo murio por nosotros” (110). En fin, esta
comida corrobora nuestro corazon y esta bebida alegra el corazon
del hombre, como recordo el profeta (111).
59. Asf, despues de haber recibido todo, sabemos que hemos
sido regenerados £y no habriamos de decir como hemos sido rege-
nerados? < Acaso volvimos al seno de nuestra madre y renacimos?
(112). No, aquf no reconozco el curso ordinario de la naturaleza.
No se da el orden de la naturaleza aquf donde brilla la excelencia
de la gracia. Ademas, no siempre se produce la generacion por el
curso ordinario de la naturaleza: nosotros confesamos que Cristo
Senor fue engendrado de una virgen y negamos el orden de la
naturaleza. Porque Maria no concibio por obra de varon sino del
-78-
Espiritu Santo, como dice San Mateo: “se hallo que habia conce-
bid° en su seno por obra del Espiritu Santo” (113). Si, pues,
sobreviniendo el Espiritu Santo a una Virgen produjo la Concep¬
cion y llevo a cabo la obra de la generation, ciertamente no hav
que dudar que, sobreviniendo a una fuente o sobre aquellos que
se llegan al Bautismo, produce la realidad de la regeneration
-79-
NOTAS
1. En los sacramentos se atiende mas al rito, en los misterios al sentido recondito de
la Escritura.
2. Marcos 7, 34. Vease Sacramentos 1,2.
3. Vease Sacramentos I, 5.
4. Malaqufas 2, 7. Cf. Sacrament. 1.7.
5. El Occidente es sfmbolo del diablo: el Oriente. de Cristo.
6. Cf. Infra 20 y Sacrament. I, 15 y 18.
7. II Corintios 4, 18.
8. Romanos 1,20.
9. Juan 10,38. , ,
10 Genesis 1, 2. La action fecundante (y su presencia, porque el agente esta donee
obra) surge mas significativamente de la palabra hebrea que. segun Solowiew (Fundamen-
tos Espirituales de la Vida; Edic. Platrn. Bs.). expresa la idea “tncubar o ••empollar . En
este sentido se invoca al Espi'ritu Santo en sus letanias: “Espfritu del Senor que al
comienzo de la creacion. incubando las aguas. las fecundaste" (Se distingue la presencia
[“incubando”] y la operacidn [“fecundaste"]. El Espi'ritu de Dios es principio de toda vida:
cf Salmo 33. 6: Job 33. 4: Ezeq. 37. 10: Juan 6, 64: Judith 16. 17: Salmo 103. 30.
11. Salmo 32, 6.
12. Genesis 6, 3.
13. Vease Sacrament. II, 23 y II, 9.
14. I Corintios 10, 1-2.
15. Exodo 15, 10.
16. Lucas 1,35.
17. Juan 1, 17.
18. Exodo 15, 23-25. Vease Sacrament. II. 12.
19. Est&n bien visibles los elementos del sacramento. Forma: palabras que pronuncia
el sacerdote. Materia: agua. Ministro: el sacerdote. Sujeto: el hombre. Asf, pues. en un
signo sensible y eficaz tie la gracia.
20 Como si dijera: se ve penetrativamente mediante el espfritu: o mente, que en len-
guaje mistico equivale a: centro o fondo o apice del alma, donde niora Dios por la Gracia
(Cf Sto. Tomas. De veritate. q. 16. a. 2 ad. 3). Pueden verse otras acepciones y citas en
“Evolucion Mfstica” del R. P. Arintero (Edic. B.A.C.. 1952. nota 19. pag. 109). Tamb.en
puede referirse al conocimniento por el amor (que tambien mente quiere deeir cora<.on).
cf. I Juan 2, 8 v Filipenses 1, 9.
21 IV Reyes 5. 1-14. Cf. Sacrament. I. 13-14 y II. 8.
22. Es decir. es un misterio que no solo supera toda sensacion, imaginacion y pensa-
miento humano. sino hasta los mismos deseos del corazon.
23. I Juan 5.8. J . Q
24. Sin la efusion de la sangre de Cristo en la Cruz, no hay redencion (Hebreos 9, .2),
la sangre de Jesus nos limpia de todo pecado (I Juan 1. 7).
25. Juan 3,5. . ,
26. Esto es, no basta que Jesus haya derramado su sangre en la ^ruz’ ni 9ue el aSua
este consagrada para el bautismo, es menester aiin la FE para recibir eficazmente el Bau-
tismo con sus efectos; remision de pecado o pecados. efusion de la Gracia santificante por
la cual nos hacemos hijos de Dios, etc.
27. Vease Sacrament. II. 17-19 y 23.
28. Juan 5. 4. Cf. Sacrament. II. 3, 6-7.
-80-
29. Mateo 7, 8.
30. Juan 1, 32 y 33.
31. Lucas 3, 22. Cf. Sacrament. II, 14.
32. Mateo 10, 16.
33. Filipenses 2, 7.
34. Juan 5, 37.
35. Mateo 3, 17.
36. Salmo 28, 3.
37. Jueces 6, 21. Ill Reyes 18, 38.
38. Mateo 18, 20.
39. Vease el Prefacio de la misa de los domingos. La exception quiere decir que cree-
mos que solo el Hijo se encarno y, como hombre, padecio el suplicio y la muerte de cruz.
Cf. Sacrament. II, 20.
40. Salmo 132, 2. Cf. Sacrament. II, 24 y III, 1.
41. Cantarl,2.
42. Cantarl,3.
43. Eclesiastes 2. 14. Cf. Sacrament. Ill, 1 y su nota.
44. I Pedro 2, 9. Cf. Sacrament. IV, 3.
45. En el Veni Creator Uamamos al Espiritu Santo: “Uncion espiritual”, porque.
como dice el R.P. Arintero (op. cit., p. 171). El nos unge, con su misma comunicacion,
convirtiendonos en ungidos del Senor, en verdaderos Cristos, y asi nos sella invisiblemente
con la imagen del Verbo.
46. Vease nota a Sacrament. IV, 3.
47. Cf. Sacrament. Ill, 4-7.
48. Juan 13, 8.
49. Juan 13, 9-10.
50. Aqui “pecado”, esta tornado por “concupiscencia” (De Jacob: “conoci que la con-
cupiscencia es el pecado”).
51. Juan 13, 14.
52. Filipenses 2, 8.
53. Salmo 50, 9.
54. Exodo 12, 22.
55. Marcos 16, 5.
56. Isaias 1, 18.
57. Cf. Cantar 1,4.
58. Cf. Cantar 6,9 y 8, 5.
59. Salmo 23, 7.
60. Isaias 63, 1.
61. Cf. Zacarias 3, 3. II Corintios 5, 21. Filipenses 2, 7. I Pedro 2, 24.
62. Cf. Tito 3, 3.
63. Cantar 4,1.
64. Cantar 4, 2-3.
65. Cantar 4, 7.
66. Cantar 4, 8.
67. Cantar 7, 6-7.
68. Cantar 8, 1-12.
69. El Espiritu Santo es llamado Don de Dios, Don del Altfsimo.
70. Cantar 5, 8.
71. Cantar 8, 6.
-81-
72. Cantar 4, 7.
73. Cantar 8, 7.
74. Cf. Sacrament. Ill, 8 y su nota.
75. Isafas 11, 2-3.
76. Cf. I Corintios 1,21-22.
77. Salmo 42, 4.
78. Cf. Salmo 102, 5.
79. Salmo 1-2, 12 y 4-5. Cf. Sacrament. V, 13.
80. I Corintios 2, 9.
81. Genesis 14, 14-19.
82. Hebreos 7, 2.
83. A Dios propiamente conviene por esencia ser la justicia, la paz, etc. Asf, Dios es
Justicia, el hombre es justo...
84. Apocalipsis 1, 8.
85. Exodo, XVI, 15.
86. Salmo 77, 25.
87. Juan 6, 49 y 59.
88. Exodo 16, 20.
89. Juan 6, 50.
90. I Corintios 10, 4-6.
91. Exodo 4, 3-4.
92. Exodo 7, 19-21.
93. Exodo 14, 21-22.
94. Josue 3, 16. Salmo 113, 5.
95. Exodo 17, 6.
96. Exodo 15, 23-25.
97. IV Reyes 6, 5-6.
98. Cf. Sacrament. IV, 14, 19, 21 y 22.
99. Salmo 148, 5.
100. Cf. Sacrament. IV, 25.
101. Cantar 4, 10-12.
102. Cantar 4, 16.
103. Mateo 3, 8 y 10. Juan 15, 5.
104. Cantar 5,1.
105. Cf. Mateo 25, 36.
106. Cantar 5,1.
107. Salmo 33, 9.
108. I Corintios 10, 3.
109. Lamentaciones 4, 20 (En especial vers. LXX). Sostiene, pues, San Ambrosio,
que Cristo en la Eucaristia es verdadera comida. pero espiritual. Su cuerpo, es verdadero
cuerpo humano, como el nuestro, pero totalmente penetrado y posefdo por el Espfritu
Santo, y glorificado, al cual se asemejara el nuestro despues de la Resurrection (Cf. Filip.
3, 21). Recuerdese que si bien la Encarnacion es obra de la Santfsima Trinidad apro-
piada al Espfritu Santo—, solamente “el Verbo se hizo carne”, pero carne (totalmente
pura) del nuevo Adan el “hombre espiritual”, opuesto al viejo Adan. el hombre carnal o
de pecado (Cf. I Cor. 15, 45-49).
110. I Pedro 2, 21.
111. Salmo 103, 14-15.
112. Cf. Juan 3, 4.
113. Mateo 1,18.
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INDICE ANALITICO (1)
AARON, S. IV, 3.
Abjuracion, S. I, 5, M. 5.
Agua
— del Bautismo, S. Ill, 3, M. 20.
— bendicion de agua, S. I, 15, 18; II, 14. M. 8, 20, 22.
— del costado de Cristo, S. V, 4.
— en la Creacion, M. 9.
— su mezcla en el Caliz, S. V, 2-3.
— de la Piedra, S. V. 3. M. 51.
Altar, S. Ill, 11; IV, 7; V, 7, M. 43.
Altar de los perfumes (timiamaterio), S. IV, 4.
Amen, S. IV, 25. M. 54.
Angel (ver Sacerdote).
Angel de la piscina probatica, S. II, 3-4. M. 22-24.
Apertura, S. I, 2-3. M. 3-4.
BAUTISMO
— susefectos, S. II, 1; III, 14-15. M. 12.
— su formula, S. II, 10, 14, 22. M. 20.
— muerte y resurreccion, S. II, 17-19, 23; VI, 7-8. M. 21.
— de Jesus, S. I, 15-16.
— falso, S. II, 2.
Baptisterio, S. II, 20; IV, 2. M. 5.
Bendicion del agua (ver Agua).
CALIZ, S. V., 2.
Canon de la Misa, S. IV, 21-22, 27.
Came de Cristo, S. IV, 14. M. 53.
Cateciimeno, S. Ill, 12.
Ciego de nacimiento, S. Ill, 11.
Columna de luz y nube, S. I, 22. M. 12-13.
Comunion, S. IV, 23-25, 28; V, 12.
Comunion cotidiana, S. V, 25; VI, 24.
Confirmacion, S. Ill, 8. M. 42.
Consagracion eucarfstica, S. IV, 14, 19, 21-22. M. 50.
Consignacion, S. Ill, 10, M. 20.
Cristo.
— su bautismo, S. I, 15-16.
-83-
— su cuerpo, S. I, 6; V, 12, 24; VI, 4. M. 54.
— su sangre, S. V, 4.
— su nacimiento de virgen, S. IV, 12, 17. M. 13, 53-59.
— sus nupcias, S. V, 8.
— sus sfmbolos:
a) Piedra, S. V, 3, M. 59.
b) Luz, S. I, 22.
c) Melquisedec, S. IV, 10-12; V, 1-2. M. 45-46.
d) El altar, S. IV, 7; V, 7.
Crurifragium, S. V, 4, nota.
Cruz.
— en el bautismo, S. II, 6.
— en el simbolo, S. Ill, 14-15. M. 28.
— senal o signo de la, M. 20.
Cuervo (figura del pecado), M. 11.
DEMONIO, simbolo del (ver Occidente).
Diluvio, S. I, 23; II, 1. M. 10.
Dones (ver Espiritu).
EFFETA, S. I, 2-3. M. 3-4.
Elias, S. II, 11. M. 26.
Eliseo, S. II, 11, 13; IV, 18. M. 51.
Espiritu.
— de Jesus, S. I., 17-18. M. 25.
— en el Bautismo, S. I, 15, 17. M. 9, 19-20, 24, 59.
— en el bautismo de Jesus, S. VI, 9. M. 24.
— en la Creadon, M. 9.
— en Pentecostes, S. II, 15.
— en la Columna de nube, S. I, 22.
— es Don, M. 40 y nota 69.
— es Sello, S. Ill, 8 y nota 40.
— es Uncion, M. 30 y nota 45.
— es Paraclito (Consolador), S. VI, 10.
— sus dones, S. Ill, 8-10; VI, 9. M. 42.
Eucaristfa (ver Comunion).
— participacion de la Divinidad, S. VI, 4.
— sacrificio, S. IV, 27.
— comida espiritual, S. V, 13-14. M. 58 y nota 109.
— medidna celestial, S. V, 25.
- 84-
— debese estar en Gracia para recibirla, S. V, 5-7.
— a ella se refiere el Salmo 22, S. V, 13.
Exorcismo del agua, S. I, 18.
FE, S. I, 2; II, 15, M. 22, 27.
Fuente bautismal, S. I, 9; III, 1.
Fuego del cielo, M. 26-27.
Fuente Mara, S. II, 12; IV, 18. M. 14, 51.
GRACIA, S. I, 1-15; III, 1; IV, 6; V, 4-19. M. 23.
— se requiere para comulgar, S. V, 5-7.
— se pierde por pecado grave (mortal), M. 10.
— su poder es mayor que el de la naturaleza, M. 52.
HACHA (ver Segur).
IGLESIA
— sus sfmbolos (cautiva entre gentiles), S. II, 8. M. 18.
— sus nupcias, S. V, 8.
Iglesia de Roma, S. I, 1; III, 5.
JEROBAAL (ver fuego del cielo), M. 26.
Jordan (rfo), S. II, 8. M. 16, 51.
LANZA (ver costado de Cristo).
Lavatorio de los pies, S. Ill, 4-7. M. 31-33.
Leno (ver Madero).
Luz, sfmbolo de Cristo, S. I, 22.
MADERO (figura de la Cruz), S. II, 11-13. M. 10-11, 14.
Mandato (ver Lavatorio de los pies).
Manos (la elevacion de las), S. VI, 18 y nota.
Mara (ver Fuente).
Mar Rojo, S. I, 8, 12, 20. M. 12, 51.
Melquisedec. S. IV, 10-12; V, 1-2. M. 45-46.
Mente (sus acepciones), S. VI, 12.
Misterios de los judfos, S. I, 11-23; IV, 10. M. 44-46.
Mujer (en que radica su encanto y fuerza), S. VI, 21.
NAAMAN, S. I, 9, 13-14; II, 8. M. 16-17.
Nube (ver Columna de).
OCCIDENTE (sfmbolo del diablo), M. 7.
Oration (sus partes y modo de orar). S. V, 18-29; VI, 11-22.
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Oration dominical (ver Padrenuestro).
Oriente (slmbolo de Cristo), M. 7.
PADRENUESTRO, S. V, 18-19; VI, 24.
Paloma, S. II, 14. M. 10-11, 24-25, 37.
Pan, ofrecido por Melquisedec, S. IV, 12. M. 44.
Pan de vida, S. IV, 24; VI, 4.
Paralftico, S. II, 5-7. M. 22-24.
Pecado.
— generalmente el diablo es quien nos hace pecar, S. V, 30.
— la Gracia aleja al pecado, S. II, 13.
— la Santfsima Trinidad lo perdona, S. II, 22.
— la muerte le pone fin. S. II, 17.
— hace arida al alma, S. IV, 2.
— el Bautismo lo borra, S. Ill, 7; V, 19.
— la Eucaristfa fortalece contra el, S. IV, 28.
— el pecado de Pedro, S. II, 21.
— no hay hombre sin pecado, S. Ill, 13.
— grave, hace perder la gracia, M. 10.
Pentecostes, S. II, 15.
Pez (su simbolismo), S. Ill, 3 y nota.
Piedra (figura de Cristo), S. V, 3. M. 51.
Piscina de Siloe, S. II, 3. M. 22-24.
Presencia de Dios en el Bautismo, S. I, 18. M. 8, 27.
Presencia de Dios en la Eucaristla, S. IV, 20-22, 27; VI, 1-2.
M. 54.
REALEZA del cristiano, S. IV, 3. M-30.
Regeneration, S. Ill, 2. M. 35, 59.
Remision de los pecados, S. Ill, 12-13; IV, 8; V, 6, 17. M. 41.
Renuncia al diablo (ver Abjuration).
Roma (ver Iglesia de).
SACERDOCIO del cristiano, S. IV, 3. M. 30.
Sacerdote.
— es angel de Dios, S. I, 7. M. 6.
— considerarle por su investidura, M. 27.
— invocation del sacerdote, S. I, 18; III, 9; M. 27.
Sancta Sanctorum (ver Tabernaculos).
Sangre de Cristo, S. IV, 19, 22-23, 28. V, 4; VI, 1.
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Segur (hacha), S. II, 11; IV, 18. M. 51.
Sepulcro (simbolizado por la fuente), S. II, 19, 23; III, 1.
Simbolo bautismal, S. II, 20. M. 21, 28.
TABERNACULO o tiendas, S. IV, 1-2.
Timiamaterio (ver Altar de los perfumes).
Trinidad, S. II, 14-22; VI, 5, 8. M. 7, 21.
UNCION (ver Espiritu).
— prebautismal, S. I, 4.
— posbautismal, S. II, 24; III, 1. M. 29.
VARA de Aaron, S. IV, 3.
Vara de Moises, S. I, 22; V, 3. M. 51.
Vestimenta Candida (bautismal), S. V, 14. M. 34-35.
NOTA
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INDICE GENERAL
Pags.
SAN AMBROSIO Y SUS OBRAS . 3
LOS SACRAMENTOS
LIBRO PRIMERO
Capftulo I . I3
Capftulo II .
Capftulo III .
Capftulo IV .
Capftulo V . 16
Capftulo VI . 1®
LIBRO SEGUNDO
Capftulo I .
Capftulo II . 21
Capftulo III . 23
Capftulo IV . 23
Capftulo V . 23
Capftulo VI . 23
Capftulo VII . 26
LIBRO TERCERO
Capftulo I . 29
Capftulo II . 31
LIBRO CUARTO
Capftulo I . 33
Capftulo II . 36
Capftulo III .
Capftulo IV . 38
Capftulo V . 40
Capftulo VI . 41
LIBRO QUINTO
Capftulo I .
Capftulo II . 43
Capftulo III . 45
Capftulo IV . 46
LIBRO SEXTO
Capftulo I . 52
Capftulo II . 52
Capftulo III . 53
Capftulo IV . 54
Capftulo V . 55
LOS MISTERIOS
Capftulo I . 53
Capftulo II . 54
Capftulo III . 54
Capftulo IV . 57
Capftulo V . 59
Capftulo VI . 7Q
Capftulo VII . 72
capftulo vm.73
Capftulo IX . 75
INDICE ANALITICO . 83