Cap 1 para Que Son Las Emociones PDF

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El siguiente material se reproduce con fines estrictamente académicos y es

para uso exclusivo de los estudiantes de la materia Sistema Nervioso y


Psicología de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la
Universidad Icesi, de acuerdo con el Artículo 32 de la Ley 23 de 1982. Y con
el Artículo 22 de la Decisión 351 de la Comisión del Acuerdo de Cartagena.

ARTÍCULO 32:

“Es permitido utilizar obras literarias o artísticas o parte de ellas, a título de


ilustración en obras destinadas a la enseñanza, por medio de publicaciones,
emisiones o radiodifusiones o grabaciones sonoras o visuales, dentro de los
límites justificados por el fin propuesto o comunicar con propósito de
enseñanza la obra radiodifundida para fines escolares educativos,
universitarios y de formación personal sin fines de lucro, con la obligación de
mencionar el nombre del autor y el título de las así utilizadas”.

Artículo 22 de la Decisión 351 de la Comisión del Acuerdo Cartagena.

ARTÍCULO 22:

Sin prejuicio de lo dispuesto en el Capítulo V y en el Artículo anterior, será


lícito realizar, sin la autorización del autor y sin el pago de remuneración
alguna, los siguientes actos:

b) Reproducir por medio reprográficos para la enseñanza o para la


realización de exámenes en instituciones educativas, en la medida justificada
por el fin que se persiga, artículos lícitamente publicados en periódicos o
colecciones periódicas, o breves extractos de obras lícitamente publicadas, a
condición que tal utilización se haga conforme a los usos honrados y que la
misma no sea objeto de venta o transacción a título oneroso, ni tenga directa
o indirectamente fines de lucro;...”.
7
EL LIBRO QUE REVOLUCIONA EL CONCEPTO DE INTELIGENCIA

'est-Selier
i Mundial

- - - --
Por que es r 'S rrrre-

que el cociente htelectual

Vergara
Javier V-m
oL.onms Editor
. ,
McCown del Centro de Aprendizaje Nueva, en Hillsborough, California;
y Linda Lantieri, directora del Centro Nacional para la Resolución Creativa
de Conflictos, en la ciudad de Nueva York.
Tengo una deuda especial con aquellos que estudiaron y comenta-
ron partes de este manuscrito: Howard Gardner, de la Escuela de Educa-
ción para Graduados, de la Universidad de Harvard; Peter Salovey, del
Departamento de Psicología de la Universidad de Yale; Paul Ekrnan, di-
rector del Laboratorio de Interacción Humana de la Universidad de
California, en San Francisco; Michael Lerner, director de Commonweal
en Bolinas, California; Denis Prager, entonces director del Programa de I
Salud de la Fundación John D. y Catherine T. MacArthur; Mark Gerzon,
director de Common Enterprise, en Boulder, Colorado; Mary Schwab- 1
1
Stone, MD, del Centro de Estudios Infantiles, de la Facultad de Medicina I
de la Universidad de Yale; David Spiegel, MD, del Departamento de Psi- 1
Cualquiera puede ponerse furioso ... eso es fácil. Pero estar
quiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford; Mark
Greenberg, director del Programa de Pista Rápida, de la Universidad de
Washington; Shoshona Zuboff, de la Escuela de Administración de
Harvard; Joseph LeDoux, del Centro de Neurología de la Universidad de
Nueva York; Richard Davidson, director del Laboratorio de Psicofisiología
1
i
furioso con la persona correcta, en la intensidad correcta, en
el momento correcto, por el motivo correcto, y de la forma
correcta ... eso no es fácil.
ARISTOTELES, Etica a Nicómaco
de la Universidad de Wisconsin; Paul Kaufman, de Mind and Media, en
Point Reyes, California; Jessica Brackman, Naomi Wolf y, especialmen-
I Era una tarde de agosto insoportablemente húmeda en la ciudad de
te, a Fay Goleman.
Nueva York, el tipo de tarde húmeda que hace que la gente esté de mal
Entre quienes me ofrecieron sus opiniones valiosas y eruditas se
humor. Yo regresaba al hotel y al subir al autobús que me llevaba a
encuentran Page DuBois, un helenista de la Universidad del sur de
Madison Avenue me sorprendió oír que el conductor -un negro de me-
California; Matthew Kapstein, filósofo de ética y religión de la Universi-
diana edad- me saludaba con un cordial "¡Hola! ¿Cómo le va?", saludo
dad de Columbia; y Steven Rockefeller, biógrafo intelectual de John
que ofrecía a todo el que subía mientras el autobús se deslizaba entre el
Dewey, del Middlebury College. Joy Nolan reunió relatos de episodios
denso tránsito del centro de la ciudad. Todos los pasajeros estaban tan
emocionales; Margaret Howe y Annette Spychalla prepararon el apéndi-
ce sobre los efectos de los programas de alfabetización emocional. Sam y 1 sorprendidos como yo y, atrapados en el clima taciturno favorecido por el
día, pocos respondieron al saludo.
Susan Hanis proporcionaron el equipamiento esencial.
Pero mientras el autobús avanzaba lentamente calle arriba se pro-
Mis editores de The New York Times en la última década han apo-
dujo una transformación lenta, casi mágica. El conductor ofreció a los
yado maravillosamente mis diversas investigaciones sobre nuevos descu-
pasajeros un ágil monólogo, un animado comentario sobre los escenarios
brimientos a propósito de las emociones, que aparecieron por primera
que se sucedían ante nosotros: había una liquidación increíble en esa tien-
vez en las páginas de ese periódico y que informan gran parte de esta
da, una exposición maravillosa en ese museo, ¿alguien había oído hablar
obra.
de la nueva película que acababan de poner en el cine de la otra manza-
Toni Burbank, mi editor en Bantam Books, ofreció el entusiasmo
na? El deleite que sentía ante las variadas posibilidades que brindaba la
editorial y la agudeza que incentivó mi determinación y mis ideas.
ciudad resultó contagioso. Cuando los pasajeros bajaban del autobús, lo
Y mi esposa, Tara Bennett-Goleman, proporcionó el nido de calidez,
hacían despojad& del caparazón de mal humor con que habían subido; y
amor e inteligencia que alimentó la realización de este proyecto.
cuando el'conductor gritaba un ''¡Hasta pronto, que tengaun buen día!",
cada uno respondía con una sonrisa.
El recuerdo de ese encuentro me acompañó durante casi veinte años.
1 En la época en que viajé en ese autobús a Madison Avenue acababa de
obtener el doctorado en psicología, pero en aquellos tiempos la psicolo- desesperación y la imprudencia en nuestras familias, nuestras comunida-
gía prestaba poca atención a la forma en que podía producirse semejante des y nuestra vida colectiva. Estos años han sido la crónica de una cre-
transformación. La ciencia psicológica sabía poco y nada de los mecanis- ciente rabia y desesperación, ya sea en la quieta soledad de los niños
mos de la emoción. Sin embargo, al imaginar el virus de buenos senti- encerrados con el televisor por la babysitter, o en el dolor de los niños
mientos que seguramente se había propagado por toda la ciudad, empe- abandonados, descuidados o maltratados, o en la espantosa intimidad de
zando por los pasajeros del autobús, comprendí que el conductor era una la violencia marital. Una extendida enfermedad emocional se expresa en
especie de pacificador urbano, formidable por su capacidad para trans- el aumento de los casos de depresión en el mundo entero, y en los
formar la hosca irritabilidad que acumulaban sus pasajeros, para suavizar recordatorios de una creciente corriente de agresividad: adolescentes que
y abrir sus corazones. van a la escuela con armas, accidentes en autopistas que acaban con dis-
En contraste, estos son algunos temas del periódico de esta semana: paros, ex empleados descontentos que asesinan a sus antiguos compañe-
ros de trabajo. Maltrato emocional, disparos indiscriminados y estrés
En una escuela local, un niño de nueve años se dedica a arrojar pintura postraumático son expresiones que han pasado a formar parte del léxico
sobre los pupitres, las computadoras y las impresoras, y a destrozar un común en la última década mientras la frase en boga ha pasado de la
coche del aparcamiento de la escuela. El motivo: algunos compañeros alegre "Que le vaya bien", a la irritabilidad de "Déjeme en paz".
del tercer curso le llamaron "bebé", y quiso impresionarlos. Este libro es una guía para dar un sentido al absurdo. En mi condi-
Ocho jovencitos resultan heridos cuando un choque involuntario con ción de psicólogo y de periodista de The New York Times durante la últi-
un grupo de adolescentes que se arremolina en la entrada de un club de ma década, he estado siguiendo el avance de nuestra comprensión cientí-
rap de Manhattan da lugar a una serie de encontronazos que terminan fica del reino de lo irracional. Desde esa posición me he visto sorprendido
cuando uno de los agredidos dispara una pistola automática calibre 38 por dos tendencias opuestas, una que retrata la creciente calamidad de
sobre el grupo. El informe señala que esos disparos ante desaires aparen- nuestra vida emocional compartida y otra que ofrece algunos remedios
temente insignificantes, que son percibidos como faltas de respeto, se han Útiles.
vuelto cada vez más comunes en todo el país en los últimos años.
Según un informe, el 57% de los asesinos de menores de doce años, son
sus padres o padrastros. En casi la mitad de los casos, los padres dicen
que estaban "sencillamente tratando de disciplinar al niño". Las palizas Por qué emprender ahora esta exploración
fatales fueron propinadas por "infracciones" como tapar el televisor,
llorar o ensuciar los pañales. La última década, a pesar de las malas noticias que produjo, tam-
Un joven alemán es procesado por el asesinato de cinco mujeres y niñas bién fue testigo de un entusiasmo sin precedentes con respecto al estudio
turcas en un incendio que provocó mientras aquellas dormían. Forma científico de las emociones. Más increíbles son las visiones del cerebro
parte de un grupo neonazi; habla de su imposibilidad de conservar los en funcionamiento, posibilitadas por métodos innovadores como las nue-
trabajos, de la bebida, culpa de su mala suerte a los extranjeros. En voz vas tecnologías de las imágenes cerebrales. Estos métodos han hecho
apenas audible, alega: "No puedo dejar de lamentar lo que he hecho, y visible por primera vez en la historia de la humanidad lo que siempre ha
estoy infinitamente avergonzado". sido una fuente de absoluto misterio: exactamente cómo opera esta in-
trincada masa de células mientras pensamos y sentimos, imaginamos y
En los noticieros de todos los días abundan informes de este tipo soñamos. Esta corriente de datos neurobiológicos nos permite compren-
sobre la desintegración de la cortesía y la seguridad, un ataque violento der más claramente que nunca cómo los centros de la emoción del cere-
del impulso ruin que todo lo destruye. Pero las noticias sólo reflejan en bro nos provocan ira o llanto, y cómo partes más primitivas del mismo,
una escala más amplia la sensación de que existen cada vez más emocio- que nos mueven a hacer la guerra y también el amor, están canalizadas
nes fuera de control en nuestra propia vida y en la de quienes nos rodean. para bien o para mal. Esta claridad sin precedentes con respecto al fun-
Nadie queda apartado de esta errática corriente de arrebato y arrepenti- cionamiento de las emociones y sus fallos revela algunos nuevos reme-
miento; impregna la vida de todos, de una u otra forma. dios para nuestras crisis emocionales colectivas.
En la última década hemos visto una constante sucesión de infor- Para escribir este libro he tenido que esperar a que la cosecha cien-
mes de este tipo, que reflejan un aumento de la ineptitud emocional, la tífica fuera lo suficientemente abundante. Estas comprensiones tardan
tanto en adquirirse, en gran medida porque el lugar de los sentimientos
en la vida mental ha quedado sorprendentemente descuidado por la in-
vestigación a lo largo de los años, convirtiéndose las emociones en un Nuestro viaje
enorme continente inexplorado por la psicología científica. Este vacío se
ha llenado por una avalancha de libros de autoayuda, consejos bieninten- En este libro hago las veces de guía de un viaje a través de esta
cionados basados, en el mejor de los casos, en la opinión clínica pero penetración científica en las emociones, un viaje destinado a brindar una
carentes en su mayoría de base científica. Ahora, por fin, la ciencia es mayor comprensión a algunos de los momentos más desconcertantes de
capaz de abordar con autoridad estos interrogantes urgentes y sorpren- nuestra propia vida y del mundo que nos rodea. El próposito del viaje es
dentes que despierta la psiquis en su aspecto más irracional, con el fin de comprender qué significa proporcionar inteligencia a la emoción y cómo
trazar con cierta precisión el mapa del corazón humano. hacerlo. Esta comprensión misma puede ayudar en cierta medida; pro-
Este mapa ofrece un desafío a aquellos que adhieren a una visión porcionar conocimiento al reino de los sentimientos produce un efecto
estrecha de la inteligencia, argumentando que el cociente intelectual es similar al impacto de un observador en el nivel cuántico de la física, al-
un factor genético que no puede ser modificado por la experiencia vital, terando lo que es observado.
y que nuestro destino en la vida está fijado en gran medida por estas Nuestro viaje comienza en la Primera Parte con nuevos descubri-
aptitudes. Ese argumento pasa por alto la pregunta más desafiante: ¿Qué mientos sobre la arquitectura emocional del cerebro que ofrecen una ex-
podemos cambiar que ayude a nuestros hijos a tener mejor suerte en la plicación de los momentos más desconcertantes de nuestra vida, cuando
vida? ¿Qué factores entran en juego, por ejemplo, cuando las personas el sentimiento arrasa con toda racionalidad. Comprender el interjuego de
que tienen un elevado cociente intelectual tienen dificultades y las que estructuras cerebrales que dominan nuestros momentos de rabia y temor
tienen un cociente intelectual modesto se desempeñan sorprendentemente -o de pasión y dicha- revela mucho acerca de cómo incorporamos los
bien? Yo afirmaría que la diferencia suele estar en las habilidades que hábitos emocionales que pueden minar nuestras mejores intenciones, así
aquí llamamos inteligencia emocional, que incluye el autodominio, el celo como acerca de lo que podemos hacer para someter nuestros más
y la persistencia, y la capacidad de motivarse uno mismo. Y estas habili- destructivos o contraproducentes impulsos emocionales. Más importante
dades, como veremos más adelante, pueden enseñarse a los niños, dán- aún es el hecho de que los datos neurológicos sugieren una ventana de
doles así mejores posibilidades de utilizar el potencial intelectual que la oportunidades para modelar los hábitos emocionales de nuestros hijos.
lotería genética les haya brindado. La siguiente parada importante en nuestro viaje, la Segunda Parte de
Más allá de esta posibilidad surge un apremiante imperativo mo- este libro, consiste en ver cómo intervienen los factores neurológicos en el
ral. Vivimos una época en la que el tejido de la sociedad parece deshacer- talento básico para vivir llamado inteligencia emocional: ser capaz, por ejem-
se a una velocidad cada vez mayor, en la que el egoísmo, la violencia y la plo, de refrenar el impulso emocional; interpretar los sentimientos más ínti-
ruindad espiritual parecen corromper la calidad de nuestra vida comuni- mos del otro; manejar las relaciones de una manera fluida; en palabras de
taria. Aquí, el argumento que sustenta la importancia de la inteligencia Aristóteles, la rara habilidad de "ponerse furioso con la persona correcta, en
emocional gira en torno a la relación que existe entre sentimiento, carác- la intensidad correcta, en el momento correcto, por el motivo correcto, y de
ter e instintos morales. Existen cada vez más pruebas de que las posturas la forma correcta". (Los lectores que no estén interesados en los detalles
éticas fundamentales en la vida surgen de capacidades emocionales sub- neurológicos tal vez quieran pasar directamente a esa parte.)
yacentes. En principio, el impulso es el instrumento de la emoción; la Este modelo ampliado de lo que significa ser "inteligente" coloca
semilla de todo impulso es un sentimiento que estalla por expresarse en las emociones en el centro de las aptitudes para vivir. La Tercera Parte
la acción. Quienes están a merced del impulso -los que carecen de examina algunas diferencias clave que encierran estas aptitudes: cómo
autodomini* padecen una deficiencia moral: la capacidad de controlar dichas habilidades pueden preservar nuestras relaciones más preciadas, o
el impulso es la base de la voluntad y el carácter. Por la misma razón, la la falta de las mismas puede corroerlas; cómo las fuerzas del mercado
raíz del altruismo se encuentra en la empatía, la capacidad de interpretar que están dando nueva forma a nuestra vida laboral están adjudicando un
las emociones de los demás; si no se siente la necesidad o la desespera- valor sin precedentes a la inteligencia emocional para el éxito en el traba-
ción del otro, no existe preocupación. Y si existen dos posturas morales jo; y cómo las emociones negativas suponen para nuestra salud física un
que nuestra época reclama son precisamente estas: dominio de sí mismo riesgo tan grande como el hábito de fumar, aunque el equilibrio emocio-
y compasión. nal puede ayudar a proteger nuestra salud y bienestar.
La herencia genética nos dota de una serie de rasgos emocionales
que determinan nuestro temperamento. Pero el circuito cerebral implica-
do es extraordinariamente maleable; temperamento no es destino. Como
muestra la Cuarta Parte, las lecciones emocionales que aprendemos de
niños en casa y en la escuela dan forma a los circuitos emocionales ha-
ciéndonos más expertos -o ineptos- en la base de la inteligencia emo-
cional. Esto significa que la infancia y la adolescencia son ventanas crí-
ticas de oportunidad para fijar los hábitos emocionales esenciales que
gobernarán nuestra vida.
La Quinta Parte explora los peligros que acechan a aquellos que, Primera Parte
mientras maduran, no logran dominar el reino emocional: cómo las defi-
ciencias en la inteligencia emocional realzan un espectro de riesgos, des-
de la depresión o una vida de violencia hasta trastornos en la alimenta-
ción o abuso de las drogas. Y documenta cómo las escuelas pioneras están
enseñando a los niños las habilidades emocionales y sociales que necesi-
tan para mantener su vida encarrilada.
EL CEREBRO EMOCIONAL
Tal vez el dato más perturbador de este libro surge de un estudio de
padres y maestros y muestra una tendencia mundial de la actual genera-
ción de niños a tener más conflictos emocionales que la anterior: a ser
más solitarios y deprimidos, más airados e indisciplinados, más nervio-
sos y propensos a preocuparse, más impulsivos y agresivos.
Si existe un remedio, creo que debe estar en la forma en que prepa-
remos a nuestros jóvenes para la vida. En la actualidad dejamos librada
al azar la educación emocional de nuestros hijos, con resultados cada vez
más desastrosos. Una solución consiste en tener una nueva visión de lo
que las escuelas pueden hacer para educar al alumno como un todo, re-
uniendo mente y corazón en el aula. Nuestro viaje concluye con visitas a
clases innovadoras que tienen como objetivo dar a los niños una base
para los elementos de la inteligencia emocional. Imagino un futuro en el
que la educación incluirá como rutina el inculcar aptitudes esencialmente
humanas como la conciencia de la propia persona, el autodominio y la
empatía, y el arte de escuchar, resolver conflictos y cooperar.
En la Etica a Nicómaco, la indagación filosófica de Aristóteles sobre
la virtud, el carácter y la buena vida, su desafío consiste en administrar
nuestra vida emocional con inteligencia. Nuestras pasiones, bien ejerci-
tadas, son sabias; guían nuestro pensamiento, nuestros valores, nuestra
subsistencia. Pero es fácil que lo hagan mal, y a menudo es así. Desde el
punto de vista de Aristóteles, el problema no está en la emocionalidad,
sino en la conveniencia de la emoción y su expresión. La pregunta es:
jcómo podemos poner inteligencia en nuestras emociones... y cortesía en
nuestras calles y preocupación y cuidado en nuestra vida en común?
PARA QUE SON LAS EMOCIONES?

Es con el corazón como vemos correctamente; lo esencial es


invisible a los ojos.
ANTOINE DE SAINT-EXUPÉRY,
El principito

Consideremos los últimos momentos de la vida de Gary y Mary


Jane Chauncey, una pareja totalmente consagrada a su hija Andrea, de
once años, confinada en una silla de ruedas a causa de la parálisis cere-
bral. La familia Chauncey viajaba en un tren Amtrak que cayó al río des-
pués que una barcaza chocara con un puente del ferrocarril en Luisiana,
derribándolo. La pareja pensó ante todo en su hija e hizo todo lo posible
por salvarla mientras el agua inundaba el tren; finalmente lograron em-
pujar a Andrea por una ventana, para que el equipo de rescate pudiera
sacarla. Entonces, mientras el vagón se hundía en el agua, murieron.'
La historia de Andrea, la de los padres cuyo último acto heroico
consiste en asegurar la supervivencia de su hija, encierra un momento de
valentía casi mítica. Sin duda, estos episodios de sacrificio paterno por
su descendencia se han repetido infinidad de veces en la historia y la
prehistoria de la humanidad, e infinidad de veces más en el curso más
amplio de la evolución de nuestra especie.* Visto desde la perspectiva de
los biólogos evolucionistas, este sacrificio por parte de los padres está al
servicio del "éxito reproductivo", al pasar los propios genes a las genera-
ciones futuras. Pero desde la perspectiva de un padre que toma una deci-
sión desesperada en un momento de crisis, sólo se trata de amor.
Como comprensión del propósito y la fuerza de las emociones, este
acto ejemplar de heroísmo paterno demuestra el papel del amor altruista
-y de todas las otras emociones que sentimos- en la vida h ~ m a n a . ~
Sugiere que nuestros sentimientos más profundos, nuestras pasiones y Pero Bobby Crabtree y su esposa pensaron que Matilda se quedaba
anhelos, son guías esenciales, y que nuestra especie debe gran parte de su esa noche en casa de unos amigos. Al oír ruidos mientras entraba en su
existencia al poder que aquellos tienen sobre los asuntos humanos. Ese casa, Crabtree buscó su pistola calibre 357 y entró en el dormitorio de
poder es extraordinario. Sólo un amor poderoso -la urgencia de salvar a Matilda para investigar. Cuando Matilda salió de un salto del armario, Crabtree
un hijo querido- podría llevar a un padre a pasar por alto el impulso de le disparó al cuello. Matilda Crabtree murió doce horas más tarde.5
la supervivencia personal. Considerado desde el punto de vista del inte- Un legado emocional de la evolución es el temor que nos mueve a
lecto, su sacrificio personal es discutiblemente irracional; desde el punto proteger a nuestra familia del peligro; ese fue el impulso que empujó a
de vista del corazón, es la única elección posible. Bobby Crabtree a buscar su arma y registrar la casa para encontrar al
Los sociobiólogos señalan el predominio del corazón sobre la ca- intruso que él creía que había entrado. El miedo llevó a Crabtree a dispa-
beza en momentos cruciales como ese cuando hacen conjeturas acerca de rar antes de darse cuenta de a dónde disparaba, incluso antes de recono-
por qué la evolución ha dado a las emociones un papel tan importante en cer la voz de su hija. 1,as reacciones automáticas de este tipo han queda-
la psiquis humana. Nuestras emociones, dicen, nos guían cuando se trata do grabadas en nuestro sistema nervioso, suponen los biólogos
de enfrentar momentos difíciles y tareas demasiado importantes para de- evolucionistas, porque durante un período prolongado y crucial de la
jarlas sólo en manos del intelecto: los peligros, las pérdidas dolorosas, la prehistoria humana marcaron la diferencia entre supervivencia y muerte.
persistencia hacia una meta a pesar de los fracasos, los vínculos con un Más importante aún, intervenían en la principal tarea de la evolución: ser
compañero, la formación de una familia. Cada emoción ofrece una dis- capaz de dar a luz a una descendencia que presentara estas predisposicio-
posición definida a actuar; cada una nos señala una dirección que ha fun- nes genéticas ... una triste ironía, teniendo en cuenta la tragedia que se
cionado bien para ocuparse de los desafíos repetidos de la vida h ~ m a n a . ~ produjo en el hogar de los Crabtree.
Pero mientras nuestras emociones han sido guías sabias en la evo-
Dado que estas situaciones se repiten una y otra vez a lo largo de la historia
de la evolución, el valor de supervivencia de nuestro repertorio emocional lución a largo plazo, las nuevas realidades que la civilización presenta
fue confirmado por el hecho de que quedaron grabados en nuestros nervios han surgido con tanta rapidez que la lenta marcha de la evolución no
como tendencias innatas y automáticas del corazón humano. puede mantener el mismo ritmo. En efecto, las primeras leyes y declara-
ciones de la ética -el Código de Hammurabi, los Diez Mandamientos de
Una visión de la naturaleza humana que pasa por alto el poder de
las emociones es lamentablemente miope. El nombre mismo de Homo los Hebreos, los Edictos del emperador Ashoka- pueden interpretarse
sapiens, la especie pensante, resulta engañoso a la luz de la nueva valo-
como intentos por dominar, someter y domesticar la vida emocional. Como
ración y visión que ofrece la ciencia con respecto al lugar que ocupan las describió Freud en El malestar en la cultura, la sociedad ha tenido que
emociones en nuestra vida. Como todos sabemos por experiencia, cuan- imponerse sin reglas destinadas a someter las corrientes de exceso emo-
cional que surgen libremente en su interior.
do se trata de dar forma a nuestras decisiones y a nuestras acciones, los
A pesar de estas limitaciones sociales, las pasiones aplastan a la
sentimientos cuentan tanto como el pensamiento, y a menudo más. He-
razón una y otra vez. Esta característica de la naturaleza humana surge de
mos llegado muy lejos en lo que se refiere a destacar el valor y el signi-
la arquitectura básica de la vida mental. En términos de diseño biológico
ficado de lo puramente racional -lo que mide el cociente intelectual-
para el circuito neurológico básico de la emoción, aquello con lo que
en la vida humana. Para bien o para mal, la inteligencia puede no tener la
nacemos es lo que funcionó mejor en las 50.000 últimas generaciones
menor importancia cuando dominan las emociones.
humanas, no en las 500 últimas ... y sin duda no en las cinco últimas. Las
lentas y deliberadas fuerzas de la evolución que han dado forma a nues-
tras emociones han hecho su trabajo en el curso de un millón de años; los
10.000 últimos años -a pesar de haber sido testigos del rápido creci-
Cuando las pasiones aplastan a la razón miento de la civilización humana y de la explosión de la población hu-
mana, que pasó de cinco millones a cinco mil millones- han dejado pocas
Fue una sucesión de errores trágicos. Matilda Crabtree, de catorce huellas en las plantillas biológicas de nuestra vida emocional.
años, quiso hacerle una broma a su padre: salió de un armario dando un Para bien o para mal, nuestra valoración de cada encuentro perso-
salto y gritando "~Buuu!"mientras sus padres entraban en casa a la una nal y nuestras respuestas al mismo están moldeadas no sólo por nuestro
de la mañana, después de visitar a unos amigos. juicio racional o nuestra historia personal, sino también por nuestro leja
no pasado ancestral. Esto nos deja inclinaciones a veces trágicas, como
demuestran los tristes acontecimientos del hogar de los Crabtree. En re- Con la ira, la sangre fluye a las manos, y así resulta más fácil tomar un
sumen, con demasiada frecuencia nos enfrentamos a dilemas posmodernos arma o golpear a un enemigo; el ritmo cardíaco se eleva y un aumento
con un repertorio emocional adaptado a las urgencias del pleistoceno. de hormonas como la adrenalina genera un ritmo de energía lo sufi-
Esa dificultad forma el núcleo de mi trabajo. cientemente fuerte para originar una acción vigorosa.
Con el miedo, la sangre va a los músculos esqueléticos grandes, como
los de las piernas, y así resulta más fácil huir, y el rostro queda pálido
Impulsos para la acción debido a que la sangre deja de circular por él (creando la sensación de
que la sangre "se hiela"). Al mismo tiempo, el cuerpo se congela, aun-
Un día de principios de primavera conducía por una autopista, so- que sólo sea por un instante, tal vez permitiendo que el tiempo determi-
bre un puerto de montaña de Colorado, cuando una repentina borrasca ne si esconderse sería una reacción más adecuada. Los circuitos de los
cubrió de nieve el camino. Miré atentamente hacia adelante y no logré centros emocionales del cerebro desencadenan un torrente de hormo-
ver nada; el remolino de nieve se había convertido en una enceguecedora nas que pone al organismo en alerta general, haciendo que se prepare
mancha blanca. Hundí el pie en el freno y sentí la ansiedad que recorría para la acción, y la atención se fija en la amenaza cercana, lo mejor
todo mi cuerpo y oí los latidos de mi corazón. para evaluar qué respuesta ofrecer.
La ansiedad se convirtió en miedo absoluto: frené a un costado del Entre los principales cambios biológicos de la felicidad hay un aumento
camino y esperé a que la borrasca pasara. Media hora más tarde la nevis- de la actividad en un centro nervioso que inhibe los sentimientos nega-
ca cesó, la visibilidad se normalizó y yo continué mi camino; pero unos tivos y favorece un aumento de la energía disponible, y una disminu-
cientos de metros más adelante me vi obligado a detenerme otra vez: un ción de aquellos que generan pensamientos inquietantes. Pero no hay
equipo de una ambulancia ayudaba al pasajero de un coche que había un cambio determinado de la fisiología salvo una tranquilidad, que hace
chocado con el que lo precedía; la colisión había bloqueado la autopista. que el cuerpo se recupere más rápidamente del despertar biológico de
Si yo hubiera seguido adelante a pesar de la nieve, probablemente habría las emociones desconcertantes. Esta configuración ofrece al organismo
chocado con ellos. un descanso general, además de buena disposición y entusiasmo para
La cautela a la que el temor me obligó aquel día tal vez me salvó la cualquier tarea que se presente y para esforzarse por conseguir una gran
vida. Como un conejo paralizado de terror al ver un zorro que pasa -o variedad de objetivos.
un protomamífero que se esconde de un dinosaurio que merodea-, que- El amor, los sentimientos de ternura y la satisfacción sexual dan lugar a
dé dominado por un estado interior que me obligó a parar, prestar aten- un despertar parasimpático: el opuesto fisiológico de la movilización
ción y tener en cuenta el peligro inminente. "lucha o huye" que comparten el miedo y la ira. La pauta parasimpática,
En esencia, todas las emociones son impulsos para actuar, planes también llamada "respuesta de la relajación", es un conjunto de reac-
instantáneos para enfrentarnos a la vida que la evolución nos ha inculca- ciones de todo el organismo, que genera un estado general de calma y
do. La raíz de la palabra emoción es nzotere, el verbo latino "mover", satisfacción, facilitando la cooperación.
además del prefijo "e", que implica "alejarse, lo que sugiere que en toda El levantar las cejas en expresión de sorpresa permite un mayor alcance
emoción hay implícita una tendencia a actuar. Que las emociones condu- visual y también que llegue más luz a la retina. Esto ofrece más infor-
cen a la acción es muy evidente cuando observamos a niños o animales; mación sobre el acontecimiento inesperado, haciendo que resulte más
sólo es en los adultos "civilizados" en los que tan a menudo encontramos fácil distinguir con precisión lo que está ocurriendo e idear el mejor
la gran anomalía del reino animal: emociones -impulsos arraigados que plan de acción.
nos llevan a actuar- divorciadas de la reacción e ~ i d e n t e . ~ La expresión de disgusto es igual en el mundo entero y envía un,men-
En nuestro repertorio emocional, cada emoción juega un papel sin- saje idéntico: algo tiene un sabor o un olor repugnante, o lo es en sen-
gular, como quedó revelado por sus características sintonías biológicas tido metafórico. La expresión facial de disgusto -el labio superior
(véase el Apéndice A para conocer detalles sobre las emociones "bási- torcido a un costado mientras la nariz se frunce ligeramente- sugiere,
como señaló Danvin, un intento primordial de bloquear las fosas nasales
cas"). Con nuevos métodos para explorar el cuerpo y el cerebro, los in-
para evitar un olor nocivo o de escupir un alimento perjudicial.
vestigadores están descubriendo más detalles fisiológicos acerca de cómo
Una función importante de la tristeza es ayudar a adaptarse a una pér-
cada emoción prepara al organismo para una clase distinta de respuesta:'
dida significativa, como la muerte de una persona cercana, o una de- Nuestras dos mentes
cepción grande. La tristeza produce una caída de la energía y el entu-
siasmo por las actividades de la vida, sobre todo por las diversiones y Una amiga me contaba que su divorcio había sido una separación
los placeres y, a medida que se profundiza y se acerca a la depresión, dolorosa. Su esposo se había enamorado de una mujer más joven de su
hace más lento el metabolismo del organismo. Este aislamiento trabajo y le anunció repentinamente que la dejaba para irse a vivir con la
introspectivo crea la oportunidad de llorar por una pérdida o una espe- otra mujer. Se sucedieron meses de amargas disputas por la casa, el dine-
ranza frustrada, de comprender las consecuencias que tendrá en la vida ro y la custodia de los hijos. Ahora, al cabo de unos meses, decía que su
de cada uno y, mientras se recupera la energía, planificar un nuevo independencia le resultaba atractiva y que se sentía feliz de estar sola.
comienzo. Esta pérdida de energía puede haber obligado a los primeros "No pienso más en él ... realmente no me importa", dijo. Pero mientras lo
humanos entristecidos -y vulnerables- a permanecer cerca de casa, decía, los ojos se le llenaron de lágrimas.
donde estaban más seguros. Esas lágrimas repentinas podrían haber pasado inadvertidas. Pero
darse cuenta de que el lagrimeo de alguien significa que está triste a pe-
Estas tendencias biológicas a actuar están moldeadas además por nues- sar de que dice lo contrario, es un acto de comprensión tan claro como lo
tra experiencia de la vida y nuestra cultura. Por ejemplo, universalmente, la es el desentrañar el sentido de las palabras de una página impresa. Uno es
pérdida de un ser querido provoca tristeza y pesar. Pero la forma en que un acto de la mente emocional, el otro de la mente racional. En un senti-
mostramos nuestro pesar -cómo se demuestran las emociones o se contie- do muy real, tenemos dos mentes, una que piensa y otra que siente.
nen para los momentos de intimidad- está moldeada por la cultura, lo mis- Estas dos formas fundamentalmente diferentes de conocimiento
mo que el hecho de decidir qué personas de nuestra vida entran en la catego- interactúan para construir nuestra vida mental. Una, la mente racional, es
ría de "seres queridos" a los que llorar. la forma de comprensión de la que somos típicamente conscientes: más
El prolongado período de la evolución en el que estas respuestas destacada en cuanto a la conciencia, reflexiva, capaz de analizar y medi-
emocionales fueron forjadas representó sin duda la realidad más dura que tar. Pero junto a este existe otro sistema de conocimiento, impulsivo y
la mayor parte de los humanos soportó como especie después de los albo- poderoso, aunque a veces ilógico: la mente emocional. (Para una descrip-
res de la historia conocida. Hubo una época en que pocos niños sobrevi- ción más detallada de las características de la mente emocional, véase el
vían a la infancia y pocos adultos vivían hasta los treinta años, cuando los Apéndice B.)
depredadores podían atacar en cualquier momento, cuando los caprichos La dicotomía emocional/racional se aproxima a la distinción po-
de la sequía y las inundaciones marcaban la diferencia entre inanición y pular entre "corazón" y "cabeza"; saber que algo está bien "en el co-
supervivencia. Pero con la llegada de la agricultura e incluso de las so- razón de uno" es una clase de convicción diferente -en cierto modo
ciedades humanas más rudimentarias, las probabilidades de superviven- una clase de certidumbre más profunda- que pensar lo mismo de la
cia empezaron a cambiar dramáticamente. En los diez mil últimos años, mente racional. Existe un declive constante en el índice del control
cuando estos avances se afianzaron en el mundo entero, las feroces pre- racional-a-emocional sobre la mente; cuanto más intenso es el senti-
siones que mantenían a raya a la población humana se aflojaron de mane- miento, más dominante se vuelve la mente emocional, y más ineficaz
ra continua. la racional. Esta es una combinación que parece surgir de eones de la
Esas mismas presiones habían hecho que nuestras respuestas emo- ventaja evolutiva de que las emociones y las intuiciones guían nuestra
cionales fueran tan valiosas para la supervivencia; a medida que dismi- respuesta instantánea en situaciones en las que nuestra vida está en
nuían, también lo hacía la calidad de la adaptación de las distintas partes peligro, y en las que detenerse a reflexionar en lo que debemos hacer
de nuestro repertorio emocional. Mientras en el pasado una ira violenta podría costarnos la vida.
puede haber supuesto una ventaja crucial para la supervivencia, el hecho Estas dos mentes, la emocional y la racional, operan en ajustada
de tener acceso a armas automáticas a los trece años la convierte en una armonía en su mayor parte, entrelazando sus diferentes formas de cono-
reacción a menudo d e s a s t r ~ s a . ~ cimiento para guiamos por el mundo. Por lo general existe un equilibrio
entre mente emocional y racional, en el que la emoción alimenta e infor-
ma las operaciones de la mente racional, y la mente racional depura y a
veces veta la energía de entrada de las emociones. Sin embargo, la mente
emocional y la mente racional son facultades semiindependientes, y, como
veremos, cada una refleja la operación de un circuito distinto pero reaccionando de una forma que asegura la supervivencia. Este cerebro
interconectado del cerebro. fue el predominante en la Era de los Reptiles: imaginemos una serpiente
En muchos momentos, o en la mayoría de ellos, estas mentes están que sisea para señalar la amenaza de un ataque.
exquisitamente coordinadas; los sentimientos son esenciales para el pen- A partir de la raíz más primitiva, el tronco cerebral, surgieron los
samiento, y el pensamiento lo es para el sentimiento. Pero cuando apare- centros emocionales. Millones de años más tarde en la historia de la evo-
cen las pasiones, la balanza se inclina: es la mente emocional la que do- lución, a partir de estas áreas emocionales evolucionaron el cerebro pen-
mina y aplasta la mente racional. Erasmo de Rotterdam, un humanista del sante o "neocorteza", el gran bulbo de tejidos enrollados que formó las
siglo dieciséis, escribió en tono satírico acerca de esta tensión perenne capas superiores. El hecho de que el cerebro pensante surgiera del emo-
entre razón y e m ~ c i ó n : ~ cional es muy revelador con respecto a la relación que existe entre pensa-
miento y sentimiento; el cerebro emocional existió mucho tiempo antes
Júpiter ha concedido mucha más pasión que razón ... se podría que el racional.
calcular una relación de 24 a uno. Puso a dos airados tiranos La raíz más primitiva de nuestra vida emocional es el sentido del
en oposición al poder solitario de la Razón: la ira y la lujuria. olfato o, más precisamente, en el lóbulo olfativo, las células que toman y
Hasta qué punto puede prevalecer la Razón contra estas dos analizan los olores. Cada entidad viviente, ya sea nutritiva, venenosa, com-
fuerzas combinadas es algo que la vida común del hombre deja pañero sexual, depredador o presa, tiene una sintonía molecular definida
bien claro. La Razón hace lo único que puede y se desgañita re- que puede ser transportada en el viento. En esos tiempos primitivos el
pitiendo fórmulas de virtud, mientras las otras dos le ordenan que olor se convirtió en el sentido supremo para la supervivencia.
se ahorque y son cada vez más ruidosas y ofensivas, hasta que A partir del lóbulo olfativo empezaron a evolucionar los antiguos
por fin su Gobernante queda exhausto, renuncia y abandona. centros de la emoción, haciéndose por fin lo suficientemente grandes para
rodear la parte superior del tronco cerebral. En sus etapas rudimentarias,
el centro olfativo estaba compuesto por poco más que delgadas capas de
neuronas reunidas para analizar el olor. Una capa de células tomaba lo
Cómo creció el cerebro que se oHa y lo separaba en las categorías más importantes: comestible o
tóxico, sexualmente accesible, enemigo o alimento. Una segunda capa de
Para captar mejor el poderoso dominio de las emociones sobre la células enviaba mensajes reflexivos a todo el sistema nervioso indicando
mente pensante -y por qué sentimiento y razón están tan prontos a la al organismo lo que debía hacer: morder, escupir, acercarse, huir, perse-
guerra- consideremos cómo evolucionó el cerebro. El cerebro humano, guir.I0
con su casi kilo y medio de células y jugos nerviosos, tiene un tamaño Con la llegada de los primeros mamíferos aparecieron nuevas ca-
aproximadamente tres veces mayor que el de nuestros parientes más cer- pas clave del cerebro emocional. Estas, rodeadas por el tronco cerebral,
canos en la escala evolutiva, los primates no humanos. En el curso de se parecen aproximadamente a una rosca de pan a la que le falta un mor-
millones de años de evolución, el cerebro ha crecido de abajo hacia disco en la base, donde se asienta el tronco. Dado que esta parte del ce-
arriba, y sus centros más elevados se desarrollaron como elaboracio- rebro circunda y bordea el tronco cerebral, se la llamó sistema "límbico",
nes de partes más inferiores y más antiguas. (El crecimiento del cere- de la palabra latina "limbus", que significa "borde". Este nuevo territorio
bro en el embrión humano reconstruye aproximadamente este curso nervioso añadía emociones adecuadas al repertorio del cerebro." Cuando
evolutivo.) estamos dominados por el anhelo o la furia, trastornados por el amor o
La parte más primitiva del cerebro, compartida con todas las espe- retorcidos de temor, es el sistema límbico el que nos domina.
cies que tienen más que un sistema nervioso mínimo, es el tronco cere- A medida que evolucionaba, el sistema límbico refinó dos herra-
bral que rodea la parte superior de la médula espinal. Esta raíz cerebral mientas poderosas: aprendizaje y memoria. Estos avances revoluciona-
regula las funciones vitales básicas como la respiración y el metabolismo rios permitían a un animal ser mucho más inteligente en sus elecciones
de los otros órganos del cuerpo, además de controlar las reacciones y con respecto a la supervivencia, y afinar sus respuestas para adaptarse a
movimientos estereotipados. No se puede decir que este cerebro primiti- las cambiantes demandas más que mostrar reacciones invariables y auto-
vo piense o aprenda; más bien e s un conjunto de reguladores máticas. Si un alimento provocaba enfermedad, podía evitarse en la si-
preprogramados que mantienen el organismo funcionando como debe y guiente ocasión. Decisiones tales como saber qué comer y qué desechar
aún eran determinadas en gran medida por el olor; las relaciones entre el del circuito cerebral. Cuanto más grande es el número de esas conexio-
bulbo olfativo y el sistema límbico asumieron la tarea de hacer distincio- nes, más amplia es la gama de respuestas posibles. La neocorteza permite
nes entre los olores y reconocerlos, comparando un olor presente con olores la sutileza y complejidad de la vida emocional, como la capacidad de
pasados y discriminando así lo bueno de lo malo. Esto se hacía a través tener sentimientos con respecto a nuestros sentimientos. Hay más
del "rinencéfalo", que literalmente significa "cerebro nasal", una parte neocorteza-a-sistema límbico en los primates que en otras especies -y
del tendido límbico, y las bases rudimentarias de la neocorteza, el cere- mucho más en los humanos- que sugiere por qué somos capaces de
bro pensante. desplegar una variedad mucho más amplia de reacciones a nuestras emo-
Hace aproximadamente 100 millones de años, el cerebro de los ciones, y más matices. Mientras un conejo o un macaco tienen un conjun-
mamíferos se desarrolló repentinamente. Sobre la parte superior de la to limitado de respuestas típicas al temor, la neocorteza humana, más
delgada corteza de dos capas -las zonas que planifican, comprenden lo grande, permite un repertorio mucho más ágil ... incluida una llamada a
que se percibe, coordinan el movimiento- se añadieron varias capas un patrullero de la policía. Cuanto más complejo es el sistema social,
nuevas de células cerebrales que formaron la neocorteza. En contraste más esencial resulta esa flexibilidad ... y no existe mundo social más com-
con la corteza de dos capas del cerebro primitivo, la neocorteza ofrecía plejo que el nuestro.I2
una ventaja intelectual extraordinaria. Pero estos centros más elevados no gobiernan toda la vida emocio-
La neocorteza del Horno sapiens, mucho más grande que en ningu- nal; en asuntos cruciales del corazón -y más especialmente en emergen-
na otra especie, ha añadido todo lo que es definidamente humano. La cias emocionales- se puede decir que se remiten al sistema límbico.
neocorteza es el asiento del pensamiento; contiene los centros que com- Debido a que muchos de los centros más elevados del cerebro crecieron
paran y comprenden lo que perciben los sentidos. Añade a un sentimien- a partir de la zona límbica o ampliaron el alcance de esta, el cerebro
to lo que pensamos sobre él, y nos permite tener sentimientos con respec- emocional juega un papel fundamental en la arquitectura nerviosa. En
to a las ideas, el arte, los símbolos y la imaginación. tanto raíz a partir de la cual creció el cerebro más nuevo, las zonas emo-
En la evolución, la neocorteza permitió una juiciosa afinación que cionales están entrelazadas a través de innumerables circuitos que ponen
sin duda ha creado enormes ventajas en la capacidad de un organismo en comunicación todas las partes de la neocorteza. Esto da a los centros
para sobrevivir a la adversidad, haciendo más probable que su progenie emocionales un poder inmenso para influir en el funcionamiento del res-
transmitiera a su vez los genes que contienen ese mismo circuito nervio- to del cerebro... incluidos sus centros de pensamiento.
so. Esta ventaja para la supervivencia se debe al talento de la neocorteza
para trazar estrategias, planificar a largo plazo y desarrollar otras artima-
ñas mentales. Más allá de eso, el triunfo del arte, de la civilización y la
cultura son frutos de la neocorteza.
Este nuevo añadido al cerebro permitió agregar un matiz a la vida
emocional. Tomemos por ejemplo el amor. Las estructuras límbicas ge-
neran sentimientos de placer y deseo sexual, las emociones que alimen-
tan la pasión sexual. Pero el agregado de la neocorteza y sus conexiones
con el sistema límbico permitieron que surgiera el vínculo madre-hijo,
que es la base de la unidad familiar y el compromiso a largo plazo de la
crianza que hace posible el desarrollo humano. (Las especies que no po-
seen neocorteza, como los reptiles, carecen de afecto maternal; cuando
sus crías salen del huevo, deben ocultarse para evitar ser devoradas.) En
los seres humanos, el lazo protector entre progenitor e hijo permite gran
parte de la maduración para seguir el curso de una larga infancia ... duran-
te la cual el cerebro continúa desarrollándose.
A medida que avanzamos en la escala filogenética desde el reptil
al macaco y al humano, la masa misma de la neocorteza aumenta; con ese
aumento se produce un crecimiento geométrico en las interconexiones

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