Analisis de Patty
Analisis de Patty
Analisis de Patty
d) Ciclo vital familiar: (Etapa del ciclo vital de la familia; adecuación del funcionamiento
familiar para resolver las demandas o tareas evolutivas propias de la etapa actual de la
familia: Posibles tareas evolutivas del ciclo vital no bien resueltas. Manejo de otras
demandas circunstancias actuales no normativas.
EL CASO DE PATTY
Patty es una niña de seis años de edad. Es llevada a consulta porque desde hace dos meses
presenta una “manía”, tal como la define su madre. Dicha manía consiste en que Patty moja
con saliva los dedos de su mano derecha y los introduce en los orificios nasales
compulsivamente. Repite esta conducta en series de tres o cuatro veces, se tranquiliza unos
minutos y luego los reinicia. Este proceso se da en cualquier momento del día, pero sobre
todo ante situaciones ansiógenas para la niña, y predominantemente en casa. Luego de
consultar con diversos médicos y descartar cualquier etiología orgánica, fueron derivados al
Departamento de Salud Mental, y de allí a la Unidad de Terapia Familiar.
A la primera consulta se presentaron Patty (6), su mamá (37) ama de casa e hija única, y el
padre (40), oficial de policía. Rossy (18), la hija mayor, se niega a acudir a las consultas
aduciendo falta de tiempo, debido a que asiste a la universidad en el horario de atención del
consultorio. Los padres tampoco se muestran muy interesados en que vaya a consulta con
toda la familia porque “no quieren perturbar sus estudios ni forzarla”.
La historia familiar puede resumirse del siguiente modo. Desde que se casaron, siendo muy
jóvenes y a raíz del embarazo de la señora, la vida conyugal estuvo marcada por constantes
separaciones debido al trabajo del padre (comandante en destacamentos de policía en
pequeñas poblaciones retiradas en zonas con problemas de guerrilla o narcotráfico). Estas
separaciones podían darse por periodos de tres a cuatro años, en los que el padre se daba
“escapaditas” de dos o tres días para ver a la familia, con intervalos de varias semanas entre
cada una. Luego el padre y comandante, era nuevamente retornado a la ciudad de residencia
de la familia, por lapsos de uno a dos años, reuniéndose así con la familia, para luego ser
enviado nuevamente a otra población, repitiéndose la misma situación de separaciones y
reuniones esporádicas y efímeras. Debido a ello, y a fin de darles un hogar estable y
protegido a sus hijas, la pareja decidió que la esposa y las niñas se queden a vivir con los
abuelos maternos.
Al momento de la consulta la familia llevaba viviendo junta seis meses, luego de una
separación de tres años y medio, con las visitas intermitentes ya descritas. No obstante, en
esta ocasión la situación se muestra distinta, ya que el padre regresa para ser enviado a un
puesto en el que deberá permanecer no menos de cinco años. Desde hace cuatro meses
decidieron mudarse de casa de los suegros e irse a vivir a un pequeño departamento de dos
dormitorios. En uno de ellos duerme Rossy, que goza de un cuarto más amplio gracias a la
deferencia especial de la familia para con ella. El argumento que esgrimen los padres es que
“es mayorcita y necesita más espacio”; además, “no soporta” dormir con su hermana menor
“porque es pequeñita y pasa cogiendo sus cosas y se las desordena”. Entonces en la otra
habitación se acomodan los esposos y la niña, ya que, dice la madre: “ Con Patty, nos
acostumbramos a dormir juntas en la misma cama…y como él (el esposo) estaba lejos…
creo, que nos hacemos mutuamente compañía… Bueno, y ahora, que Rossy necesita su
espacio… además, Patty, está muy pequeña, y ahora con esa manía que le ha dado, creo yo
que se puede estar sintiendo solita”. El padre, asienta y confirma las razones que da la
madre. La hija mayor, hasta que Patty nació, también fue “acompañante de la madre”, y
ahora, la madre explica, que “desde que [Rossy] entró en la adolescencia, ya no se puede
contar tanto con ella”. Por su parte, el padre, parece aceptar estoicamente esta relación tan
estrecha madre-hija, y no intenta modificar en ningún momento que la niña todas las
noches vaya a dormir entre los esposos, en la cama conyugal. Los padres cuentan con
humor cómo la pequeña cela a la madre y no permite que los padres se besen o se den
muestras de afecto frente a ella. Cuando ello sucede trata de llamar la atención de diversa
manera.
Las relaciones entre los padres de Patty no son malas. La esposa, delgada y atractiva, quien
era hija única, mimada por sus padres, criada a la antigua, para ser madre y esposa, da la
impresión, pese a su edad, de ser una niña-mujer, frágil, sensible, sofisticada, con un estilo
de comunicación suave y refinado; produce la sensación de necesitar de alguien que la
cuide o en quien apoyarse. El padre, alto y corpulento, contrasta marcadamente frente a la
esposa. De aspecto bonachón, se muestra afectuoso, tranquilo y aparenta seguridad. No se
producen discusiones ni agresiones entre ellos, y se muestran unidos y preocupados por lo
que le sucede a Patty.
Para concluir la preocupación por lo que le sucede a Patty los mantiene más unidos que
nunca; pero como padres, no como esposos, existe amor entre ambos pero falta experiencia
en la convivencia, al no haber metacomunicación, su percepción de la dinámica familiar es
limitada.