Conceptos Basicos de Educacion

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Definiciones de una buena educación según diferentes autores

CONCEPTOS BÁSICOS DE EDUCACIÓN, PEDAGOGÍA Y DIDÁCTICA


PARA EL DISEÑO DE ESTRATEGIAS DE PARTICIPACIÓN ELECTORAL
INTRODUCCIÓN
Reconocidas la importancia de la educación para la consolidación de una cultura democrática
y la necesidad de preparar a los ciudadanos para ejercer a cabalidad los derechos y deberes,
estudiaremos en este módulo elementos básicos de la educación y la pedagogía con el fin de
utilizarlos en el diseño de acciones educativas como parte de una estrategia de participación
electoral.
Empezaremos por las definiciones y conceptos asociados a la pedagogía, trataremos las
teorías del conocimiento que tienen incidencia en los métodos de enseñanza, los elementos
del proceso de enseñanza – aprendizaje, las particularidades de la enseñanza dirigida a los
adultos y los procedimientos para planear un proceso de aprendizaje dirigido a un grupo de
población específica para llegar finalmente a un ejercicio práctico de planeación de un
proceso educativo.
Con estos conocimientos se busca desarrollar en los participantes de este curso la capacidad
para proponer e incorporar acciones educativas en las estrategias de participación electoral,
entendiendo que este tipo de acciones son las que de mejor manera van contribuir a elevar la
conciencia de los ciudadanos sobre su deber de asumir las responsabilidades que se
desprenden del derecho a elegir y ser elegido, en el marco de la democracia.
Para ello se requiere especial claridad sobre los objetivos educativos de las acciones, y gran
capacidad para proponer experiencias de aprendizajes interesantes e innovadores que
aporten elementos de reflexión y motiven a un compromiso con la vida y con las conductas
democráticas de los ciudadanos.

OBJETIVO GENERAL
Comprender y aplicar conceptos básicos de pedagogía que sirvan de fundamento para
estructurar y planear acciones educativas con el objetivo de fomentar la participación
responsable de los ciudadanos en el marco de la democracia.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

 Comprender los conceptos básicos de la pedagogía que sirven de fundamento para el


diseño de acciones y procesos educativos.
 Relacionar las teorías del aprendizaje con las orientaciones pedagógicas asociadas a
cada una de ellas.
 Identificar los elementos del proceso de enseñanza – aprendizaje y aplicarlos al diseño
de un proceso de formación.
 Conocer las múltiples opciones de las modalidades educativas y analizar su
conveniencia para ser utilizadas en acciones de formación ciudadana.

1
CONTENIDO
Definiciones
Pedagogía, Didáctica y Educación
La enseñanza
El aprendizaje
El currículo

TEORÍAS DEL APRENDIZAJE


El conductismo
Teoría cognitiva
El constructivismo
Piaget
Aprendizaje significativo (Ausubel)
Vygotski
Pedagogía crítica
Lectura

EL PROCESO DE ENSEÑANZA - APRENDIZAJE


El sujeto que aprende o alumno
El maestro
Los objetivos del aprendizaje
Estrategias de aprendizaje
Lectura complementaria
Recursos de Aprendizaje
Evaluación

4. MODALIDADES DE FORMACIÓN

4.1. Modalidades clasificadas según la predominancia de uno de los elementos que


intervienen en el proceso de formación

Las nuevas tecnologías de información y comunicación (TIC) y posibles aplicaciones en


la formación ciudadana.
Educación Formal, No formal e Informal – Modalidades según el Reconocimiento
institucional y la certificación
Educación de Adultos
Lectura

PLANIFICACIÓN DE LAS ACCIONES EDUCATIVAS EN UNA CAMPAÑA DE PARTICIPACIÓN


ELECTORAL
Diagnóstico inicial
Identificación de necesidades de formación con métodos participativos
Formulación de Objetivos
Caracterización del sujeto de formación

2
Diseño de estrategias, recursos
Evaluación
Utilización de medios masivos de comunicación
Concertación institucional
Reflexiones para el cierre
REGUNTAS PARA EL FORO 7. OMPONENTE DE EVALUACIÓN
PC

ANEXOS
LECTURAS.
A. ENLACES DE INTERÉS
B. BIBLIOGRAFÍA SUGERIDA
C. BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
D. BIBLIOGRAFÍA GENERAL

DESARROLLO TEMÁTICO

DEFINICIONES
Iniciamos por precisar los términos, definiciones y conceptos básicos de la pedagogía, con
base en los cuales se desarrollan las teorías y se diseñan las prácticas educativas.

1. Pedagogía, Educación y Didáctica


La palabra pedagogía proviene de dos raíces griegas: "paidos" que significa niño y “gogos”
conducir. En la Antigua Grecia el pedagogo era en un principio la persona que guiaba a los
niños a la escuela; posteriormente se designó así a quien guiaba a los niños en su proceso de
aprendizaje. Dado que la palabra está asociada con la idea de una actividad dirigida a niños,
con frecuencia se utiliza el término “andragogía” para referirse a la enseñanza dirigida a los
adultos. Sin embargo, lo más usual es hablar de pedagogía para cualquier proceso de
enseñanza. También se usa la palabra latina Educación para referirnos a la formación de los
niños, y a menudo ambas se utilizan de forma indistinta. Sin embargo, en el contexto de los
educadores guardamos el término pedagogía para referirnos al saber relacionado con el
proceso de enseñanza – aprendizaje, o lo que comúnmente llamamos metodologías de
enseñanza puesto que el método de enseñanza es el núcleo central del saber pedagógico, en
tanto que educación se entiende en un sentido amplio como el conjunto de instituciones,
agentes, políticas, objetivos e instrumentos mediante los cuales la sociedad transmite
conocimientos, experiencias y valores y en torno a ellas desarrolla las capacidades de los
individuos.
Según Olga L. Zuluaga, “se entiende por pedagogía la disciplina que conceptualiza, aplica y
experimenta los conocimientos referentes a la enseñanza de los saberes específicos, en las
diferentes culturas. Abarca el conjunto de conceptos que enmarcan la enseñanza; responde a

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la pluralidad de los métodos de enseñanza de acuerdo con la complejidad y particularidades
históricas de la formación de cada saber, lo que constituye su principal objeto”.1
Por su parte, la didáctica trata de formas, modos y técnicas de enseñanza que favorecen el
aprendizaje, su pertinencia y conveniencia en función de las características del alumno y la
naturaleza del objeto de aprendizaje. De la siguiente manera lo explica Aebli, en su libro “Una
didáctica fundada en la psicología de Jean Piaget”: “la didáctica científica tiene por finalidad
deducir del conocimiento psicológico de los procesos de formación intelectual, las técnicas
metodológicas más aptas para producirlos. Tal relación entre la didáctica y la psicología
raramente se establece de manera consciente y directa. Y sin embargo, todo método de
enseñanza es solidario con una psicología del niño y de su pensamiento, no explícita muchas
veces, pero tácitamente presupuesta” (Aebli, 1972, pág. 9).
Estas precisiones sobre la pedagogía y los conceptos asociados a ella son necesarias por el uso
ambiguo que se les da en el lenguaje corriente. Algo de razón cabe a quienes catalogan como
pedagógico o como didáctico cualquier discurso que sea entendible para una persona no
experta en un tema, y que además se siente motivada a continuar y profundizar en el
conocimiento. Pero en sentido más estricto, los dos términos se diferencian: la didáctica
ayuda a desarrollar una pedagogía para el aprendizaje de un tópico determinado.

1. La enseñanza

Tradicionalmente, la enseñanza se concebía como el proceso mediante el cual un docente


transmitía conocimientos sobre un objeto determinado a un alumno. En la actualidad la
concepción de la enseñanza ha variado radicalmente, ya que se entiende como la orientación
o guía que un docente da a un alumno para facilitar su proceso de aprendizaje. Por supuesto,
la orientación será más acertada en la medida en que se conozcan a fondo el proceso de
aprendizaje, las condiciones del alumno y las características del objeto que se estudia.

1. El aprendizaje

Es el proceso por el cual se desarrollan conocimientos, habilidades y destrezas, como


resultado de la interacción entre facultades cognitivas propias del individuo y la interacción
con el medio. Aunque durante mucho tiempo se consideró que existía un tiempo
especialmente propicio para aprender, hay que precisar que el aprendizaje se produce a lo
largo de todo el ciclo vital, mientras se conserven las facultades mentales y el interés por
aprender.

1. El currículo

Llamado también plan de estudios, es el conjunto de objetivos, estrategias, métodos,


actividades recursos y disposiciones institucionales organizados en forma coherente para
lograr propósitos educativos previamente establecidos. El currículo es la carta de navegación
de un proceso educativo; consagra los propósitos y los principios de la labor educativa y, en
función de estos, define los objetivos y demás elementos del proceso.

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Se llama currículo oculto a aquellas lecciones o aprendizajes que son incorporados por los
estudiantes en el ambiente escolar, aunque dichos aspectos no figuren en el currículo oficial.
Según las circunstancias, dichos contenidos pueden o no ser "enseñados" con intención
expresa. Cualquier entorno, incluso las actividades sociales y recreacionales tradicionales,
pueden brindar aprendizajes no buscados ya que el aprendizaje se vincula no solo a las
escuelas sino también a las experiencias por las que pasa una persona, sean estas escolares o
no. Es muy importante en las instituciones examinar los aprendizajes que se dan por efecto
del currículo oculto, ya que en ocasiones pueden ir en sentido contrario al de los objetivos
educativos que se propone la institución. Por ejemplo, ciertos alumnos con influencia en el
grupo pueden imponer actitudes discriminatorias frente a algunos de sus compañeros por sus
condiciones físicas, raciales, intelectuales o de género, las cuales pueden volverse costumbre y
pasar desapercibidas por los directivos, generando así una práctica contraria a las actitudes de
integración que predica el currículo oficial.
En sentido contrario, el currículo oculto puede promover aprendizajes positivos como la
solidaridad de grupo, o el interés por la música y la danza, por citar algunos.

1. TEORÍAS DEL APRENDIZAJE

Existen diversas teorías del aprendizaje, cada una de las cuales analiza el proceso desde una
perspectiva particular. Mencionamos algunas de las más difundidas y ampliamos su
explicación mediante lecturas insertas sobre las corrientes que más han influido en la
pedagogía.

1. El conductismo

Se deriva de los estudios darwinianos sobre la evolución de las especies y la fisiología


experimental de finales del siglo XIX. Se encuadra en una concepción positivista de las
ciencias, que busca aplicar a la psicología métodos provenientes de las ciencias naturales.
Desde esta perspectiva detecta variables del comportamiento humano que puedan ser
observables y medibles. En consecuencia, se inclina por el estudio de aspectos del
comportamiento susceptibles de ser modificados por estímulos externos. Aplicada a la
educación esta teoría enfatiza el papel de los estímulos en el aprendizaje, con el fin de
conseguir las conductas deseadas.

1. Teoría cognitiva

Esta teoría, asociada generalmente a la teoría de la Gestalt, insiste en que es a partir de


estructuras internas de la mente que se otorga sentido a lo que se percibe. Esta corriente se
dedica al estudio de las estructuras cognitivas que, considera, existen previamente a la
experiencia y se desarrollan con ella. Sostiene que son las estructuras previas las que
determinan la representación que el sujeto hace de la realidad que conoce, y por lo tanto no
hay isomorfismo entre la realidad y la representación. El sujeto no es pasivo sino que

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transforma la realidad en la medida en que la conoce y produce una representación de ella a
partir de sus estructuras y de la organización que hace de lo que aprende.

1. El constructivismo

Acorde con la teoría cognitiva, resalta el hecho de que el aprendizaje es acumulativo y cada
experiencia aporta nuevos elementos que se integran a las estructuras mentales y de
comportamiento que van quedando en el sujeto que aprende.

1. Piaget

Este investigador suizo adelantó importantes investigaciones sobre los procesos del
aprendizaje, los cuales influenciaron de manera notoria la práctica pedagógica. Especial
mención merecen sus trabajos sobre la naturaleza del conocimiento y su relación con la
maduración y el desarrollo de la inteligencia y de las emociones en el niño. 2 Piaget parte de
que la enseñanza se produce "de adentro hacia afuera" como producto de procesos
evolutivos naturales basados en los principios de organización y adaptación. La educación
debe favorecer estos procesos mediante experiencias de aprendizaje que deben estar en
correspondencia con las capacidades que se van desarrollando en el niño en cada etapa de su
desarrollo. Recomienda las actividades de exploración y descubrimiento además de la
interacción con otros, en relaciones de cooperación, colaboración y dialogo. Demuestra cómo,
a medida que va descubriendo soluciones, el niño va tomando conciencia sobre sus mismas
capacidades. Para Piaget el aprendizaje es una capacidad natural que tiene que ver con la
capacidad de adaptación de un organismo al medio en el que le toca vivir.

1. Aprendizaje significativo (Ausubel)

Esta escuela pone mayor énfasis en los efectos sobre el aprendizaje de aquello que tiene
especial significado para el estudiante y aquello que puede relacionar con experiencias
anteriores. Parte del postulado que el aprendizaje no es un hecho mecánico que se reduce a
grabar lo que se va aprendiendo sino que es un proceso de un sujeto activo que establece
asociaciones entre lo que aprende y lo que ya conoce para apropiarlo, modificando o
enriqueciendo el sentido de lo que ya sabía.

1. Vygotski

Uno de los elementos que más enfatiza es que el aprendizaje es social y se favorece mediante
prácticas sociales; la mayor parte de lo que aprendemos es producto de la interacción con
otros, sea por imitación, interiorización social, o interacción con el grupo. La relación entre los
aprendizajes, los conceptos y todo aquello que asociamos a las experiencias es lo que dota de

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sentido personal a cada idea que se aprende. Esto, porque los fenómenos cognitivos
permanecen profundamente unidos con los motivacionales afectivos. Resalta el papel
fundamental del lenguaje y los signos en su unidad con el pensamiento como mediadores e
instrumentos no solo para conocer la realidad, sino para actuar en ella.

1. Pedagogía crítica

Propuesta por el brasileño Paulo Freire, uno de los educadores latinoamericanos más notables
del siglo XX, desarrolla un enfoque educativo basado en el cuestionamiento de la realidad por
parte del sujeto en formación, y busca desarrollar su conciencia crítica. En esta tradición, el
maestro trabaja para guiar a los estudiantes a cuestionar las teorías y las prácticas
consideradas como represivas (incluyendo aquellas que se dan en la propia escuela),
animando a generar respuestas liberadoras -tanto a nivel individual como colectivo- con el fin
de producir cambios en sus actuales condiciones de vida. 3 Esta corriente es impulsada
actualmente por la escuela de la pedagogía crítica que lidera McLaren en la Universidad de
California.

1. LECTURAS

1. EL PROCESO DE ENSEÑANZA – APRENDIZAJE

Una vez comprendido el campo de acción de la pedagogía, la organización de los saberes


sobre la enseñanza, y tras haber revisado las teorías del aprendizaje, pasamos ahora a
estudiar el proceso dinámico que va de la enseñanza al aprendizaje. Cabe advertir que si bien
este abordaje supone la existencia de un maestro y un alumno, como fue la práctica educativa
durante mucho tiempo, el aprendizaje también puede lograrse cuando el mismo sujeto que
aprende guía su proceso o deriva la enseñanza de las experiencias que vive o que él mismo
busca; es el aprendizaje autónomo, que en los últimos tiempos se reconoce como una de las
capacidades más importante que todo estudiante debe desarrollar.

Ahora bien, el proceso de enseñanza - aprendizaje se estructura en torno a los siguientes


elementos: sujeto que aprende, maestro o guía 4, objetivos de aprendizaje, estrategias
educativas (incluye metodologías, técnicas, actividades), recursos de aprendizaje, y evaluación
del proceso.

1. El sujeto que aprende o alumno

Como lo plantean las investigaciones, el aprendizaje es una capacidad del ser humano que se
mantiene a lo largo de toda la vida. Lo que sucede es que las formas de aprender y la facilidad
de los aprendizajes cambian de acuerdo con las etapas del desarrollo vital y las circunstancias
socioculturales y personales. Por este motivo, quien enseña debe tener muy en cuenta las
condiciones del alumno y las diversas opciones que brindan las modalidades de enseñanza
con el fin de adecuar el proceso a las condiciones específicas de sus alumnos. En el caso del
aprendizaje autónomo, el conocimiento de sí mismo y la auto-observación aportarán mucho

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para elegir la forma más conveniente de aprender. Por citar los ejemplos más sencillos, hay
personas que prefieren las actividades compartidas para comentar y debatir sobre un tópico,
fabricar y confrontar ideas; otras prefieren lecturas independientes y el diálogo interior. Son
particularidades que deben ser tenidas en cuenta. Antiguamente, la enseñanza se impartía
para grandes grupos suponiendo que todos podrían derivar los mismos resultados. En la
actualidad existen mejores condiciones para atender algunas diferencias.

1. El maestro

Previo al desarrollo de los medios de comunicación masiva y de las tecnologías de la


información y la comunicación, la principal fuente de información en la educación formal era
el profesor, quien debía conocer a fondo la materia que enseñaba. Poco a poco, la fuente
principal de información ha girado hacia los libros, y más recientemente a los medios de
información y las tecnologías de información y comunicación, libros, revistas, escritos,
grabaciones de audio, y medios audiovisuales en general. En correspondencia, el papel
principal del maestro, enseñante o docente, no es la transmisión de la información, sino el
enriquecimiento del proceso de aprendizaje mediante la orientación, la discusión, el diálogo,
la problematización del tema, la enseñanza de habilidades complementarias como la
valoración y selección de las fuentes que se consultan, las metodologías que se seleccionarán
para organizar la información y darle aplicación, y la orientación de la actividad hacia los
objetivos que se han trazado, entre las más importantes.
Frente a estos cambios en el rol del maestro, mientras algunos creen que el profesor ha sido
desplazado por la tecnología, otros reivindican que los nuevos sistemas permiten una labor
más especializada del profesor en la formación de los alumnos, al estar liberado de tener que
transmitir la información -que es solo un insumo de la acción formativa- y poder centrarse en
el procesamiento crítico e inteligente de ella, en su aplicación y transformación de acuerdo
con los objetivos de aprendizaje propuestos.

1. Los objetivos de aprendizaje

La actividad racional es definida como aquella que está encaminada a un propósito. Es un


principio básico de la planeación presente en todos los campos de la actividad humana, que se
realiza en forma racional y organizada, y con respecto a la cual, antes de invertir recursos,
destinar tiempo a la actividad e involucrar personas en su desarrollo, conviene saber qué es lo
que se busca. Además, porque si no tenemos claro lo que buscamos, no sabremos cuándo lo
habremos obtenido.
En el aprendizaje, por tratarse de un proceso intencional, también debe partirse de un
propósito determinado: qué es lo que se espera lograr como resultado de la acción o el
proceso (conjunto de acciones debidamente ordenadas o graduales). Solo sabiendo lo que
espero obtener, puedo planear y programar el conjunto de acciones necesarias y más
convenientes para obtenerlo. De otra manera estaría frente a una serie de actividades cuyos
resultados difícilmente se pueden prever.

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Así, tenemos que los objetivos de aprendizaje son la base o punto de partida para la
planeación educativa; obedecen a necesidades, expectativas o deseos identificados
previamente. Se formulan mediante la descripción de la conducta o cambio de
comportamiento que se quiere lograr. Por lo general se clasifican en tres categorías: i)
operaciones mentales: enunciar, describir, repetir, relacionar, comparar, criticar, reflexionar,
determinar, anticipar, calcular, imaginar, inventar, crear, dimensionar, analizar, interpretar,
investigar, deducir, identificar, calcular, formular, verificar, utilizar, razonar, deducir, inducir,
etc.; ii) actividades físicas o motoras: saltar, jugar, dibujar, escribir, pintar, diseñar,
representar, modelar, construir, copiar, mover, hablar, cantar, comunicar, etc.; iii)
actitudinales: interesarse, sensibilizarse, socializar, tolerar, adaptarse, ayudar, colaborar,
cooperar, etc.; y iv) otras. La existencia de objetivos educativos adecuadamente formulados
trae las siguientes ventajas:
 Permiten que las acciones se enfoquen hacia lo que se quiere lograr.
 Permiten trabajar conjuntamente en torno a un fin común, y por tanto facilitan el
entendimiento entre los participantes del proceso.
 Se constituyen en guías para la acción.
 Facilitan la selección adecuada de las acciones y la forma de llevar a cabo la actividad.
 En la medida en que se pueden definir claramente las acciones que se van a
desarrollar, se pueden prever las necesidades y los recursos requeridos para llevarlas a
cabo.
 Además, como toda función de planeación, evita la duplicación de esfuerzos y por lo
tanto el gasto inútil de recursos, permite establecer la responsabilidad de cada uno de
los participantes, y permite enfocar los procesos de evaluación en lo esencial.

 En cuanto a la técnica para redactar objetivos de aprendizaje, se recomienda utilizar


los siguientes elementos:
 Un verbo que indique la conducta o comportamiento que se espera por parte del
sujeto que aprende. Ej. Explicar, describir, analizar, aplicar, operar, etc.
 Un objeto sobre el cual recae la acción. Ej. Explicar…los principios de la democracia. (El
objeto de la explicación son los principios de la democracia).
 Unas condiciones en las que se debe realizar la conducta. Ejemplo: explicar mediante
un ejemplo, consultando la bibliografía que requiera, explicar en un debate con los
compañeros de curso, etc.
 Criterio de evaluación: Ej. Explicar por lo menos tres de los principios de la
democracia, indicando cuáles son sus orígenes y como están consagrados en el orden
jurídico. Al evaluar según esos criterios, se debe constatar que el alumno i) se refiera a
tres principios, ii) explique en forma coherente en qué consisten, iii) indique el origen
que tuvieron, y iv) señale las normas jurídicas que los consagran en su país.

Recordemos que los objetivos de aprendizaje están referidos generalmente a un sujeto que
aprende. Si bien este puede hacer parte de un grupo, lo que el proceso educativo busca es
que cada individuo desarrolle ciertas capacidades que pueda poner al servicio de acciones
colectivas o individuales.

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1. Estrategias de aprendizaje

Definidos los objetivos y en función de ellos, viene la selección de las estrategias,


procedimientos o pasos para lograrlo.
Se entienden como tales el conjunto de actividades, técnicas, medios y recursos seleccionados
intencionalmente para lograr ciertos objetivos de aprendizaje a partir de las condiciones y
características del alumno, de la naturaleza del objeto que se aprende, y del entorno en el que
interactúa.
En la definición de las estrategias de aprendizaje se juega al “arte de educar”. El maestro, o en
el caso del aprendizaje autónomo el mismo alumno, tiene una serie de opciones para facilitar
el aprendizaje como la imitación, la repetición, la investigación, experimentación, el ensayo y
error, o el mejoramiento continuo, por citar algunas. Sin embargo, cada individuo aprende de
una forma particular y algunas actividades se le facilitan o dificultan, le agradan o le
desagradan. Viene entonces la pericia del maestro para detectar las mejores opciones para
esa persona o grupo de personas, de acuerdo con las posibilidades que brinda el medio y la
naturaleza del estudio, asegurando que se mantenga el entusiasmo y que se saque el mejor
provecho de las actividades realizadas.
Un buen entorno educativo es aquel que ofrece muchas oportunidades de aprendizaje para
ciertos objetivos previamente establecidos. Por eso las instituciones educativas se esfuerzan
por disponer de bibliotecas, salones de lectura, aulas especializadas, laboratorios, canchas de
deportes, equipos audiovisuales, etc., de manera que se puedan realizar con facilidad las
actividades más indicadas para el logro de los objetivos. Corresponde al educador, mediante
la planeación específica, programar las acciones que se consideran más convenientes para un
grupo específico de personas.
Veamos un ejemplo: Para la formación democrática de los escolares, un ambiente educativo
propicio es aquel que ofrece múltiples posibilidades, tales como: profesores preparados para
enseñar y practicar la democracia en sus clases, libros en la biblioteca sobre el tema, ayudas
audiovisuales con programas interesantes sobre el tema, películas que problematizan el tema
o muestran experiencias interesantes, programación de conferencias, debates sobre temas
específicos de actualidad, una asignatura que incluye el estudio de conceptos fundamentales,
ejercicios prácticos de democracia incorporados a la vida escolar como la elección del
personero escolar, la rendición de cuentas, la veeduría sobre su gestión, la existencia y
práctica de normas para la convivencia escolar, el conocimiento, valoración y respeto a las
mismas, y la posibilidad de ser modificadas por acuerdo entre los estamentos escolares.
Ahora bien, una estrategia de aprendizaje puede incluir todas o algunas de ellas y organizarlas
en una secuencia determinada. Quizá para algún grupo es mejor tener la experiencia de
participar en una asamblea y a partir de los problemas encontrados deducir la importancia de
atender las normas para participar. En otros casos puede comenzar por estudiar los conceptos
y luego ponerlos en práctica.
Vemos entonces que la estrategia tiene que ver con la organización de una secuencia de
acciones y actividades que van llevando al estudiante a comprender y saber utilizar los
múltiples elementos que requiere para un mejor desempeño como ciudadano.

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En un campo muy distinto, si se trata de la investigación en ciencia y tecnología, el ambiente
educativo tiene que ver con la existencia de laboratorios, profesores capacitados, grupos de
investigación, ferias de la ciencia, visitas y participación en eventos relacionados con el tema,
formación del estudiante en la disciplina científica, métodos de investigación, proyectos,
concursos, experimentos, patrocinios, etc.
Las estrategias de aprendizaje tienen que ver con el logro de objetivos específicos, pero
también con el de objetivos generales de la educación. Por eso debe haber coherencia entre
las acciones a corto, mediano y largo plazo. Esto quiere decir que en cada etapa del proceso
educativo se trabajan unos aspectos que hacen parte de un propósito general que comprende
todo el ciclo escolar.

1. LECTURA

1. Recursos de Aprendizaje

Otro elemento que se debe tener en cuenta en el proceso Enseñanza – Aprendizaje (E-A) es el
tema de los recursos, evidentemente relacionado con las estrategias, actividades y técnicas
programadas.
El objetivo de incluir este concepto en la planeación del proceso es principalmente para
prever, preparar y disponer los elementos necesarios y adecuados para que se puedan
desarrollar las actividades previstas. Estos tienen enorme incidencia en la motivación de los
estudiantes y en la efectividad de las actividades, al punto que si no se pueden conseguir se
debe pensar en actividades alternativas. Un ejemplo muy simple: si no se cuenta con los libros
suficientes para una consulta en la biblioteca, el docente debe pensar en utilizar fotocopias
para que la lectura se lleve a cabo. Lo importante es que se prevean no solamente las
actividades que se van a realizar sino los medios y recursos para llevarlas a cabo, ya que de
otra manera se podría distraer la atención y malograr la actividad prevista.
Entendemos entonces por recursos todos los objetos, infraestructura, servicios y personal
requeridos para el desarrollo de las actividades propuestas en el proceso de E-A. Esto es,
desde las instalaciones físicas o el ambiente donde se encuentra el alumno hasta los
elementos con que trabajará cada actividad: cuadernos, libros, materiales, equipos. En sentido
más amplio se incluyen en los recursos las experiencias que se proponen, tales como salidas,
visitas, demostraciones, simulaciones, etc.
Los medios de comunicación masiva primero y las TIC en la actualidad, permearon los
procesos educativos y se instalaron como facilitadores del aprendizaje. A partir de ellos se dan
grandes transformaciones en la enseñanza. El docente, por ejemplo, ya no es la fuente por
excelencia de la información sino un orientador en la búsqueda de un objetivo educativo y en
la utilización de un método que asegure el aprendizaje.
Especial mención merece el desarrollo de las tecnologías de información y comunicación
como medios y recursos para apoyar los procesos de aprendizaje, las cuales abren la
posibilidad de acceder a un mar de información y por ello requieren también de nuevas
capacidades de selección y de análisis crítico; permiten la interacción y participación en

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eventos en tiempo real, acceso en diferido a otros, al punto que se logran ambientes virtuales
de aprendizaje, tan o más completos que las instalaciones educativas tradicionales.
Además de ser un factor de motivación, los recursos favorecen el desarrollo de habilidades
especiales. Es el caso de los elementos de laboratorio, los equipos especializados, los mismos
computadores, el moldeado de plastilina, etc., para cuyo uso se requieren ciertas destrezas.

1. Evaluación

La evaluación se entiende como una actividad formativa, en la medida en que el alumno se


convierte en su principal observador. Se trata de confrontar lo aprendido contra parámetros
de calidad previamente definidos y con el desempeño frente a problemas reales que se
quieren resolver. De allí se podrá deducir si hay vacíos o deficiencias que se deban superar con
un plan de mejoramiento. Las deficiencias en el aprendizaje se pueden producir tanto por
fallas en el trabajo del alumno, en cuyo caso hay que reforzar el aprendizaje, como por fallas
de la metodología propuesta por el docente. Esto implica complementar el proceso de
formación con ciertos aprendizajes, seleccionar metodologías más adecuadas al estudiante,
establecer compromisos del alumno con su plan de formación y otras medidas que alumno y
profesor deben acordar.

1. Tipos de evaluación

Se distinguen varios tipos de evaluación:

 La evaluación diagnóstica o de entrada, que se utiliza para conocer las conductas de


entrada del estudiante y graduar el proceso de aprendizaje de acuerdo con sus
conocimientos previos. Esta fase es de gran valor para el diseño del curso o de la
acción educativa.
 Evaluación formativa o del aprendizaje, que retoma información sobre el desempeño
del alumno para retroalimentarlo sobre sus niveles de logro y detectar debilidades o
problemas en el proceso de formación.
 Evaluación sumativa: es la verificación de logros obtenidos y capacidad de desempeño
esperado. Generalmente sirve de base para la certificación o para la promoción en el
itinerario de formación.

Existen también:
 Evaluación de impacto: permite establecer la incidencia de las acciones formativas en
el cambio de la situación que las motivó. Para el caso de los eventos electorales y la
marcha de la democracia, se deberá evaluar el efecto de los procesos educativos en el
comportamiento electoral y en la participación ciudadana. Los resultados de la
evaluación de impacto nos permiten ajustar o mejorar las acciones educativas y otras
medidas correctivas.
 Evaluación del programa: permite revisar críticamente los planes o programas que se
adelantan, identificando cada uno de sus componentes, la pertinencia, la secuencia en

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que se desarrollan, y los resultados que se obtienen con relación a los objetivos
propuestos.
 Auto evaluación: un concepto importante en la formación tanto de niños como de
adultos es el de la auto evaluación, que consiste en la revisión y análisis crítico de los
resultados de su estudio, para lo cual el alumno puede aplicar instrumentos de
evaluación o enfrentarse a una situación real o simulada en la que tenga que hacer
uso de lo aprendido. Esto le permitirá detectar sus deficiencias, falencias, fortalezas y
tomar las medidas correctivas. Además, podrá comprender cuáles son las formas de
estudio que mejores resultados le producen. Por otra parte, cuando la auto evaluación
de los estudiantes se pone en conocimiento del docente, ofrece información de gran
importancia para mejorar sus propuestas pedagógicas.

El insuficiente desarrollo de habilidades para autoevaluar el desempeño de sí mismo


puede ser muy costoso, sobre todo para el adulto que puede enfrentar la pérdida de
su trabajo o de una promoción por no saber aprender de sus errores o perfeccionar
continuamente su trabajo. Dicho en positivo, la capacidad de reflexionar sobre el
trabajo realizado, de aprender de los errores y de tener la actitud permanente de
mejorar lo que se hace, se convierte en uno de los aprendizajes más importantes en el
proceso de formación. Además, la auto evaluación es una gran oportunidad para el
conocimiento de sí mismo y para la construcción de autonomía.

El compromiso que adquiere el estudiante cuando realiza la auto evaluación se ve


reflejado en los siguientes aspectos:

o Aceptación de sus errores y de su propia valía, descubriendo por sí mismo la


forma de avanzar.
o Una autoestima mucho más rica y fortalecida que le permite integrarse y
participar con mayor facilidad en grupos.
o Una mayor responsabilidad por su propio aprendizaje, lo cual conduce a
mejores resultados del estudio y a retos de mayor alcance.

Instrumentos de Evaluación:

Para realizar la evaluación de los aprendizajes se utilizan pruebas o instrumentos que generen
evidencias de las capacidades que se quieren medir. Estas pueden aplicarse en un momento
determinado del proceso, o en forma reiterada a lo largo de un período. Tipos de pruebas o
instrumentos de evaluación:

 Falso – verdadero. Afirmación o idea ante la cual el alumno debe calificar si es cierto o
falso.
 Opción o selección múltiple. Pregunta directa o enunciado incompleto que se
concluye con la elección de una o más opciones que se muestran en un listado.

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 Correlacionar. En este tipo de exámenes, cada respuesta se elige dentro de un grupo
de alternativas. Se colocan dos columnas, de tal manera que el participante vincula la
información entre ambas.
 Completar. Consiste en completar un enunciado del cual se han omitido una o varias
palabras, que se encuentran en las alternativas, con sus respectivos distractores.
 Jerarquizar. Es un enunciado o problema cuyos componentes deben ser ordenados
por el participante de acuerdo con determinadas normas o reglas, aprendidas
previamente.
 Gráficos. Pueden formarse con dibujos o gráficas. Son de gran ayuda cuando el tema
que se evalúa es práctico o técnico.
 Ensayo. Consiste en solicitar un escrito sobre el tema que se quiere evaluar. Por regla
general consta de una introducción, la tesis, el desarrollo del tema y las conclusiones.
También se puede solicitar la elaboración de monografías, estados del arte,
recopilación de datos, etc. Es de anotar que en este tipo de pruebas, el estudiante
dispone de tiempo y acceso a fuentes de información; por eso se recomienda
complementarlas con la sustentación del trabajo, de manera que se pueda valorar si
existe una adecuada apropiación de los conocimientos y sentido crítico sobre lo
investigado.
 Demostración. Consiste en solicitar la repetición de una acción, la elaboración de un
prototipo o la realización de una tarea concreta mediante la cual se demuestra la
apropiación de un conocimiento, habilidad o destreza.
 Pregunta abierta. Consiste en formular una pregunta sobre el tema de aprendizaje para
que el estudiante organice la respuesta de acuerdo con sus criterios y conocimientos.
 Observación directa. Se propone una actividad práctica en la cual los estudiantes deberán
aplicar los conocimientos y destrezas aprendidas; en el desarrollo de esta, el profesor
observa el desempeño de los alumnos que quiere evaluar. Generalmente se usan guías de
evaluación que detallan los aspectos que quieren evaluar. En relación con el tema de la
democracia se podría pensar en la simulación de un debate para la aprobación de una ley,
para lo cual los alumnos deberán surtir todo el proceso que esto conlleva: ponencia de la
ley, debate, argumentos, uso de la palabra, audiencias, proposiciones, adiciones, votación,
etc.
 Evaluación participativa. Se trata de un proceso grupal de análisis crítico, en el cual todos
los participantes aportan su punto de vista sobre los aprendizajes logrados, sobre la
efectividad del proceso, y se proponen correctivos. Tiene la ventaja de comprometer a los
participantes con el mejoramiento de los procesos. Es importante insistir en la objetividad
de la mirada y tomar conciencia de las emociones que suscita, lo cual también es muy útil
evaluar.

1. . MODALIDADES DE FORMACIÓN

1. 1. Clasificadas según la predominancia de alguno de los elementos que intervienen


en el proceso de formación

Las modalidades mediante las cuales se puede desarrollar el proceso de Enseñanza –


Aprendizaje son variadas, y están determinadas por el predominio de uno de sus elementos.

14
Entre las más utilizadas actualmente podemos señalar las siguientes: formación presencial, a
distancia, escolarizada, desescolarizada, personalizada, basada en tecnologías de información
y comunicación o formación virtual, aprendizaje autónomo. De acuerdo con María M. Turbay,
en el artículo “Educación cívica y Capacitación electoral (en Proyecto integral para la
Modernización del Sistema Electoral Colombiano. Bogotá: DAE – UNDP, Colombia, 2005, págs.
195, 196, Tomo I), se indica lo siguiente en relación con las Modalidades de Formación:
“La educación tradicional presencial y escolarizada, por ejemplo, privilegia la relación directa,
cara a cara, entre docente y alumnos, condicionada a coincidir en tiempo y espacio (clase en
aula); desarrolla un programa de formación para un grupo de alumnos, se realiza en un aula,
en una institución educativa que impone una serie de normas para el ingreso, la permanencia
y la certificación del proceso (matrícula, requisitos de ingreso, notas, certificaciones, por citar
algunos).
En contraste, la educación abierta se caracteriza por flexibilizar las normas y facilitar el acceso
a los servicios educativos. Abre posibilidades a la educación auto-gestionada, en la cual el
alumno escoge los módulos de formación de acuerdo con sus intereses y avanza a su propio
ritmo. Generalmente se combina con la validación, que es una manera de flexibilizar los
programas de formación en la que se reconocen los aprendizajes ya existentes que se pueden
demostrar y se dedican los esfuerzos y recursos hacia otros que se necesitan y se deben
adquirir o perfeccionar.
Los términos semi-presencial o semi-escolarizada y similares hacen relación al peso relativo
que dan al carácter escolarizado de la formación”.
La educación personalizada, organiza el programa de formación de acuerdo con las
necesidades y preferencias del alumno, y asegura atención individual por parte del docente.
La educación a distancia minimiza el encuentro cara a cara entre docente y alumno y enfatiza
la relación del alumno con un medio, ya sea módulo, cartilla, radio, TV, Internet, TIC, etc. La
relación personal se establece a través de cartas, teléfono, tele-conferencia, correo
electrónico, etc. Generalmente se complementa con encuentros presenciales entre tutores y
grupos de estudiantes, jornadas presenciales de inducción, y seminarios presenciales
(frecuentes en los programas universitarios).
El aprendizaje autónomo es el que está a cargo del sujeto mismo, quien, a partir del
conocimiento de sí mismo, selecciona las metodologías y experiencias de aprendizaje que más
le favorecen y logra los objetivos que se propone utilizando recursos también seleccionados
por él. En la pedagogía moderna, el papel del profesor es guiar y apoyar al estudiante en su
aprendizaje autónomo y servirle de apoyo cuando lo pueda necesitar. Esta modalidad
minimiza la relación con el docente y enfatiza el acceso a fuentes de información. El
aprendizaje es auto-gestionado por el mismo alumno, quien reconoce sus necesidades,
intereses y maneja su propio estilo de aprendizaje.
La educación individualizada supone la adecuación de todos los elementos del proceso en
función de las necesidades y particularidades de cada alumno. Por el contrario, la formación
masiva se refiere al manejo de un programa educativo preestablecido, dirigido a un gran
número de personas, generalmente utilizando medios masivos de comunicación.
La educación virtual se basa en el uso de las tecnologías de información y comunicación (TIC).
En la actualidad se perfila como una modalidad en expansión que aprovecha los continuos

15
desarrollos de la informática y la comunicación para facilitar y “hospedar” los procesos
educativos. El espacio virtual se convierte en un ambiente de aprendizaje, dando salida a las
restricciones de tiempo y espacio de los usuarios que no quieren privarse de la actualización
permanente en sus campos de desempeño.

1. Las nuevas tecnologías de información y comunicación (TIC) y posibles aplicaciones


en la formación ciudadana

Las llamadas TIC son las nuevas tecnologías de información y comunicación que permiten la
producción, transporte, circulación, almacenamiento, distribución, intercambio,
transformación, utilización e interactividad con tres elementos comunicativos: voz, imagen y
datos en forma instantánea. Las TIC incluyen los medios de comunicación tradicionales como
la radio, la prensa y la televisión con todas sus transformaciones, así como el teléfono, el
computador, el Internet, los teléfonos celulares, el escáner, CD, DVD, cámaras, grabadoras,
aplicaciones multimedia, satélites, robots, etc., junto con su infraestructura, software y
hardware, tecnologías, principios científicos y potencialidades de desarrollo. Estas tecnologías
han tenido aplicaciones en todos los sectores de la actividad humana, la medicina, la
educación, el cine, el transporte, la ingeniería, la industria, el comercio, la gestión pública, la
transparencia administrativa, por citar tan solo algunos. Han cambiado y seguirán cambiando
nuestros hábitos, nuestra forma de vivir y de relacionarnos. Todos estos elementos ponen
diversas posibilidades a nuestra disposición, dejando en nuestras manos la utilización y la
aplicación que les podamos dar para facilitar nuestras actividades y ayudar a nuestros
propósitos. Uno de los usos de las TIC que más nos interesa en este curso es su aplicación a la
enseñanza y en general a la educación.
En cuanto a su utilización educativa, lo primero que nos van a permitir estas tecnologías es
poder comunicarnos e interactuar sin estar en el mismo lugar. Es el principio de la educación a
distancia, que ahora se traslada a ambientes virtuales. Se pueden crear ambientes educativos
en los cuales alumnos y profesores cuenten con acceso a bibliotecas, sala de chat, aula virtual,
unidades de aprendizaje, instrumentos de evaluación y auto-evaluación, tutoría, modelos de
simulación, videos, conferencias en línea, foros, entre muchas herramientas para el
aprendizaje. Nos referimos a las plataformas de educación virtual que ya están en uso en
múltiples sitios de Internet, mediante las cuales se da acceso a cursos de formación. Con estas
tecnologías se logran ventajas tan grandes como resolver el problema de las distancias o de la
disponibilidad de horarios para acceder a una oportunidad de formación, gracias a las cuales
el usuario puede organizar su horario de estudio muy posiblemente en su casa o lugar de
trabajo, o por lo menos en un sitio de fácil acceso para él.

No podemos dejar de mencionar otros usos importantes de las nuevas tecnologías en campos
tan variados como el gobierno en línea, que consiste en la aplicación de la informática y las
telecomunicaciones en la administración pública. A través de Internet, el ciudadano accede a
la información y los servicios de la administración pública. De otra parte, la información y
divulgación sobre la gestión de las entidades puesta en Internet se convierte en un factor de
transparencia, facilita el conocimiento de los servicios que prestan las instituciones por parte
de la ciudadanía, permite apreciar el cumplimiento de las funciones y responsabilidades

16
asignadas a las entidades del estado, y en consecuencia hace viable el control ciudadano
sobre los asuntos públicos, que es otra forma de participación ciudadana y una bien
importante para el buen funcionamiento de la democracia.

Hay que anotar que aunque vivimos un auge mundial del desarrollo tecnológico, en nuestra
región aún no es fácil el acceso para el total de la población. Las agendas de conectividad
avanzan en todos los países pero, como otros beneficios del desarrollo, encuentran barreras
para llegar al alcance de todos los sectores, debido a problemas de electrificación, pobreza,
cultura, etc. Este factor debe ser tenido en cuenta cuando se diseñen estrategias de formación
ciudadana, y por eso se deben proponer acciones alternativas para grupos especiales de
población que por ahora no cuentan con acceso a Internet.

1. Educación Formal, No formal e Informal –Tipos de educación según el


reconocimiento institucional y la certificación

En otro sentido también existe la clasificación de modalidades de acuerdo con el


reconocimiento social e institucional de las acciones educativas. Estas varían mucho de país a
país, y aún al interior de los países no hay total acuerdo sobre su significado; por eso
preferimos retomar la clasificación acogida por la UNESCO, autoridad reconocida
mundialmente en materia de educación. El Jefe de la Sección de Alfabetización y Educación
No Formal de la UNESCO, Dr. SHIGERU AOYAGI, explica así estas distinciones: 1
“En el ámbito de la política educativa se distingue frecuentemente entre aprendizaje (o
educación) formal, informal y no formal. La diferencia entre estas categorías, y especialmente
entre las dos últimas (informal y no formal), no siempre es nítida y se presta a confusión; pero
si nos remontamos hasta el origen de la distinción es posible comprender mejor las cosas: a
finales de los años sesenta se empezó a hablar en el ámbito internacional de una crisis de las
políticas educativas, haciendo referencia a los problemas económicos y políticos que
encontraban muchos países para ampliar sus sistemas de enseñanza tradicionales (la
educación formal). Existía la impresión de que esos sistemas tradicionales no estaban
logrando adaptarse a los rápidos cambios socioeconómicos que se estaban produciendo en
muchas regiones del mundo. A principios de los años setenta diversas organizaciones
internacionales de desarrollo empezaron a distinguir entre educación formal, no formal e
informal, nueva categorización que venía a añadirse a otras ya existentes en el ámbito
educativo. Según las
1 www.sectormatematica.cl/pedagogia/01%20EDUCACION%20FORMAL.doc

También: http://www.sectormatematica.cl/pedagogia/PRÁCTICAPEDAGÓGICA (buscar por Google)


definiciones clásicas, la educación formal es la impartida en escuelas, colegios e instituciones
de formación; la no formal se encuentra asociada a grupos y organizaciones comunitarios y de
la sociedad civil (siendo la que en aquel momento se consideró podía hacer una contribución
especial a la formación en los países en vías de desarrollo), mientras que la informal cubre
todo lo demás (interacción con amigos, familiares y compañeros de trabajo). En la práctica, y
debido a la naturaleza misma del fenómeno educativo, las fronteras entre categorías se
difuminan fácilmente, sobre todo entre la educación no formal y la informal. Esta distinción
tripartita pasó a asociarse además a un nuevo concepto que surgió también por entonces en
el ámbito de la política educativa: el del aprendizaje permanente o a lo largo de toda la vida.

17
El concepto de aprendizaje permanente ha pasado a ocupar hoy día un lugar prominente en el
ámbito de la educación, y la UE le está prestando una especial atención. La Comisión Europea
subrayó recientemente la complementariedad de los aprendizajes formal, no formal e
informal en este contexto, y en su Comunicación «Hacer realidad un espacio europeo de
aprendizaje permanente» ofrece las siguientes definiciones, que siguen el modelo clásico:
«Educación formal: aprendizaje ofrecido normalmente por un centro de educación o
formación, con carácter estructurado (según objetivos didácticos, duración o soporte) y que
concluye con una certificación. El aprendizaje formal es intencional desde la perspectiva del
alumno.
Educación informal: aprendizaje que se obtiene en las actividades de la vida cotidiana
relacionadas con el trabajo, la familia o el ocio. No está estructurado en objetivos didácticos,
duración, ni soporte, y normalmente no conduce a una certificación. El aprendizaje informal
puede ser intencional pero, en la mayoría de los casos, no lo es. Es fortuito o aleatorio.
Educación no formal: aprendizaje que no es ofrecido por un centro de educación o formación
y normalmente no conduce a una certificación. No obstante, tiene carácter estructurado en
objetivos didácticos, duración o soporte. El aprendizaje no formal es intencional desde la
perspectiva del alumno».
Para utilizar la terminología adecuada en cada caso, hay que tener muy en cuenta, pues, el
contexto de que se trata.
Otras Definiciones
Educación informal:
La educación informal es aquella que se da de forma no intencional y no planificada, en la
propia interacción cotidiana.
La educación informal es la acción difusa y no planificada que ejercen las influencias
ambientales. No ocupa un ámbito curricular dentro de las instituciones educativas, y por lo
general no es susceptible de ser planificada. Se trata de una acción educativa no organizada,
individual, provocada a menudo por la interacción con el ambiente en ámbitos como la vida
familiar, el trabajo y la información recibida por los medios de comunicación. Por ejemplo, la
educación que se recibe en lugares de vivencia y de relaciones sociales (familia, amigos...) no
está organizada, de modo que el sujeto es parte activa tanto de su educación como de la de
los demás.
Educación formal:
Es aquel ámbito de la educación que tiene carácter intencional, planificado y reglado. Se trata
aquí de toda la oferta educativa conocida como escolarización obligatoria, desde los primeros
años de educación infantil hasta el final de la educación secundaria.
Es la educación que se transmite en instituciones reconocidas, sobre todo el colegio en sus
múltiples variantes, y que responde a un currículo establecido, normalmente controlado por
el Gobierno u otras instituciones. Tiene diferentes grados de obligatoriedad según el sistema
educativo de cada país.
Educación no formal

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La educación no formal se da en aquellos contextos en los que, existiendo una intencionalidad
educativa y una planificación de las experiencias de enseñanza-aprendizaje, éstas ocurren
fuera del ámbito de la escolaridad obligatoria. Los cursos de formación de adultos y la
enseñanza de actividades de ocio o deporte son ejemplos de educación no formal. La
diferenciación entre educación formal y no formal es, sin lugar a dudas, compleja.
Es la acción que no se encuentra totalmente institucionalizada pero sí organizada de alguna
forma. La componen actividades educativas de carácter opcional, complementario, flexibles y
variadas, raramente obligatorias. Estas actividades son organizadas por la escuela o bien por
organismos o movimientos juveniles, asociaciones culturales o deportivas, etc. Así, aunque la
educación no formal no se encuentra totalmente institucionalizada, sí está organizada de
alguna forma pues comprende un proceso dirigido a la obtención de algún nivel de
aprendizaje, aunque no de un título académico.
De hecho, la educación no formal tiene un sentido muy amplio. Llamamos educación no
formal a todas aquellas intervenciones educativas y de aprendizaje que se llevan a cabo en un
contexto extra-escolar. Con ello incluimos la educación de adultos, la educación vocacional, la
educación de las habilidades para la juventud, la educación básica para los niños que no
asisten a la escuela, y la educación para los mayores dentro del contexto de la educación para
toda la vida. Una de las características de la educación no formal es que su enfoque está
centrado en el discente. La educación no formal no se limita a lugares o tiempos de
programación específicos, como en la educación formal. La educación no formal puede
proveerse de una forma muy flexible que debe ser promocionada en el futuro. La UNESCO
promociona la integración de la educación no formal con la formal. Pensamos que la
educación no formal tiene un potencial enorme en los sistemas de aprendizaje o sistemas
educativos del futuro para desarrollar una enseñanza centrada en el discente y hecha a su
medida”. (D. SHIGERU AOYAGI, Jefe de la Sección de Alfabetización y Educación No Formal
de la UNESCO).

1. Educación de Adultos

En apartes anteriores nos hemos referido a la pedagogía como la disciplina que trata sobre los
métodos de enseñanza. Como se explicó al inicio, la pedagogía, en sentido estricto por su
etimología, se refiere a la formación de los niños. Sin embargo, la práctica educativa ha
generado un saber específico para la enseñanza dirigida a personas adultas, que algunos
denominan “andragogía”.
Esta surge inicialmente como una forma de suplir algunas deficiencias del sistema escolar en
la población adulta que ya no puede regresar a las aulas, pero rápidamente se canaliza en dos
vertientes principales: de una parte, la educación popular que buscaba llevar conocimientos
básicos a las comunidades para favorecer su desarrollo mediante proyectos participativos, y
de otra, la formación laboral que debía garantizar la actualización profesional y tecnológica de
la fuerza laboral ante el vertiginoso desarrollo de las tecnologías y de los mercados.
Por efecto de las necesidades sociales y de las correspondientes demandas educativas, la
pedagogía se flexibiliza, incorpora nuevos métodos y procedimientos así como medios y
recursos; la educación deja de ser una actividad propia de la escuela y se generaliza como el
mecanismo por el cual toda la sociedad se prepara para asumir los cambios. En la medida en

19
que el cambio es permanente, la educación es permanente. Adquiere plena vigencia el
desarrollo de una pedagogía para adultos, de la misma manera que la organización de la
escuela como institución para la educación de los niños había ameritado el desarrollo de
pedagogías y métodos especiales para el aprendizaje en cada una de las etapas del desarrollo
infantil.
Pues bien, uno de los rasgos más característicos de la educación de adultos es su relación con
las experiencias vividas y con las necesidades sentidas del sujeto que aprende. En tratándose
de niños, estas necesidades no están tan definidas y conscientes, y por tanto los temas de
estudio obedecen con frecuencia a un currículo preestablecido que busca favorecer el
desarrollo integral acorde con la edad. Los niños que asisten a la escuela no siempre logran
comprender con claridad, para qué les va a servir lo que están aprendiendo, y se acepta el
currículo escolar como algo que los mayores decidieron y que puede ser necesario para la
vida. En cuanto a las experiencias, la pedagogía propende por generar nuevas experiencias
con cada tema que se aprende.
En contraposición, el adulto llega al proceso educativo con una gran cantidad de experiencias
ya vividas, que pueden ser material de trabajo sobre el cual obtener muchos conocimientos y
enseñanzas. Hay que advertir que la sola experiencia no genera conocimiento si no se somete
a un proceso de reflexión y análisis que permita comprenderla, evaluarla y superarla o
recrearla.
Además, el adulto generalmente llega con una intención definida de obtener algo de esa
actividad educativa, ya sea una respuesta a sus inquietudes, contar con mayor información,
sentirse seguro al hablar de un tema, conseguir un certificado, cumplir un requisito, encontrar
un espacio para dialogar, discutir, socializar, etc. Estas finalidades deben ser tenidas en cuenta
por quienes organizan los procesos formativos para poder dar respuestas adecuadas,
aprovechar las diversas motivaciones y experiencias, y ayudar al adulto a sacar el mayor
provecho de sus aprendizajes para su desarrollo integral y para una mejor proyección social
como ciudadano.
Los logros específicos del aprendizaje son muy importantes para el adulto y se convierten a su
vez en el factor de mayor motivación para su educación continuada. De igual manera se deben
tener en cuenta las limitaciones que pueda tener para acceder a las oportunidades educativas.
En el caso de las mujeres, por ejemplo, es frecuente la limitación por falta de tiempo en razón
de la doble jornada, laboral y familiar. En tales casos, las nuevas tecnologías favorecen las
opciones desescolarizadas que les permiten acceder desde sus casas u oficinas a los cursos de
formación. Es importante identificar las limitaciones de los diversos sectores de población
para buscar alternativas adecuadas dentro de las múltiples opciones educativas que se
ofrecen.
A diferencia de los niños, que son enviados a la escuela y permanecen allí por varios años, los
adultos no constituyen un público cautivo; ellos hacen permanentemente una elección entre
dedicar su tiempo y energías al estudio o a otra actividad. Es por eso que en la educación de
adultos los resultados deben ser evidentes y demostrables. Esto es un reto para quienes
diseñan los programas, al tener que encontrar los caminos más eficaces para entregar
elementos que se consideran necesarios y valiosos para el desarrollo personal.
Habría que revisar por ejemplo si la democracia aparece para el adulto como algo muy etéreo,
poco práctico, o si por el contrario se percibe como una realidad con la que se enfrenta

20
diariamente en la calle, en el barrio, en la casa, en el trabajo, en la ciudad o municipio. Y es
más importante aún si la percibe como una responsabilidad que su país está esperando que él
asuma en todas sus dimensiones.

1. LECTURAS

1. PLANIFICACIÓN DE LAS ACCIONES EDUCATIVAS EN UNA CAMPAÑA DE


PARTICIPACIÓN ELECTORAL

Después de identificar los elementos que se involucran en un proceso de aprendizaje, revisar


las modalidades de formación que se derivan del papel que juega cada uno de los elementos
en los modelos educativos, las posibilidades que brindan a la educación las nuevas
tecnologías, las particularidades de la educación de adultos, pasaremos a estudiar cómo se
planea un proceso formativo, ya que el objetivo último de este módulo es aportar los
elementos necesarios para que los participantes puedan diseñar un proceso educativo como
parte de las estrategias para fomentar la participación electoral.
Como en toda planificación, se parte de un diagnóstico, situación actual o problemas
detectados, se definen objetivos claros de lo que se quiere lograr y se disponen las acciones
que se llevarán a cabo para pasar de lo que tenemos a lo que queremos tener.

1. 1. Diagnóstico inicial

El diagnóstico inicial se construye básicamente con los datos de participación electoral, con las
percepciones de la gente común sobre los eventos electorales y en general sobre la
participación política en el país, con los análisis de los expertos en el tema, con la reflexión de
los diferentes actores (activos y pasivos) de la vida política nacional. Este puede ser tan amplio
y profundo como se quiera; además, es deseable que sea un tema de permanente reflexión y
de conocimiento público, ya que los cambios se inician con la toma de conciencia sobre una
situación que no es satisfactoria.
Ahora bien, comprendida la situación, sus causas e implicaciones, se procede a identificar los
problemas que están relacionados con deficiencias educativas de la población o que para
resolverse requieren de ciertos conocimientos, nuevos comportamientos, destrezas o
actitudes.
Por ejemplo, se sabe que un grupo de población en un área rural no participa en el ejercicio
democrático porque no tiene claros los procedimientos de inscripción de cédulas y asignación
de mesas. Además, el lugar al que debe asistir es distante y tiene que incurrir en gastos de
transporte, lo cual puede ser la causa para que muchos se abstengan de votar por no incurrir
en gastos que consideran innecesarios. La acción educativa se debe enfocar a resolver esas
falencias. Implica buscar formas adecuadas de explicar los procedimientos para que cada
ciudadano tenga suficiente comprensión y no se generen tensiones o rechazos por la
sensación de confusión que puede existir. De otra parte, es importante que el grupo dialogue
sobre posibles soluciones colectivas al problema del transporte y se ocupe de resolverlo.

21
Todas estas acciones de información, consulta, diálogos, etc., ya sea con los líderes o con el
grupo, contribuyen a poner el tema de la participación electoral en discusión en la agenda de
las preocupaciones de la comunidad, y de esa manera se crea conciencia de su importancia.
Como una acción complementaria, si un organismo estatal se ocupa de promover estos
procesos, la comunidad se va a sentir importante para la democracia, lo cual es una condición
esencial para su participación electoral.
En otros casos el problema podría ser que los candidatos no respondan a las expectativas de
un grupo o sector de población: La acción educativa se podría centrar en preparar líderes de
esas comunidades para que se presenten como candidatos, preparar a la comunidad para
ejercer activamente el control de la gestión o del mandato que otorga, y para exigir
resultados. También se puede trabajar para dinamizar organizaciones que den paso a las
iniciativas de las comunidades. Parte de la apatía electoral se genera por cierta sensación de
impotencia para mejorar las cosas, ante lo cual lo más recomendado es desarrollar la
capacidad de actuar colectivamente en forma constructiva y eficiente.
En resumen, se debe partir de un diagnóstico de los problemas asociados a la participación
electoral y a las necesidades que se detectan, teniendo en cuenta en qué casos y con qué
objetivos es pertinente y necesaria la acción educativa, advirtiendo que esta debe ser
complementada por otras acciones comunicativas e institucionales. No sobra recordar que las
acciones educativas son necesarias pero no suficientes para cambiar una realidad política. Por
esta razón se requiere de acciones concertadas con distintos sectores que apunten a resolver
problemas que se han reconocido en forma común.

1. Identificación de necesidades de formación con métodos participativos

Además de los estudios existentes y la experiencia acumulada, se recomienda abrir espacios


de consulta con los mismos interesados para recoger sus apreciaciones y sugerencias que bien
pueden contribuir a mejorar los procesos, adecuarlos y, sobre todo, que sean apropiados por
los usuarios, que se sientan co-responsables en este propósito de cualificar la democracia
mediante la formación y promoción de las acciones democráticas.
Para esto se podrían aplicar técnicas de auto-diagnóstico participativo de los mismos grupos,
organizados en mesas de trabajo o en talleres guiados por expertos en participación, en los
que se analizan las condiciones específicas del grupo y la forma más adecuada de ofrecer la
capacitación. Es importante el compromiso del grupo con las acciones que se proyectan y es el
camino para que las acciones se arraiguen en las comunidades y tengan la continuidad que
exigen los cambios sociales.
Cuando se trata de grupos de población con cierta tradición, es conveniente identificar los
líderes realmente reconocidos por los miembros, tenerlos en cuenta, explicarles la situación,
la conveniencia de participar, y de ser posible, vincularlos en la acción que se proponga. El
trabajo con líderes puede ser una estrategia eficaz siempre y cuando se garantice a través de
ellos el trabajo con las bases; de lo contrario, el proceso puede afectarse porque la población
de base queda al margen.

1. Formulación de objetivos

22
En la perspectiva de una estrategia de participación electoral tendremos que pensar que las
acciones educativas obedezcan a unos objetivos previamente definidos y que estos se
desarrollen mediante un currículo que oriente y contenga la secuencia de acciones a realizar.
Los objetivos educativos se desprenden de los comportamientos electorales que queremos
lograr; comportamiento que no es otro que el ejercicio plenamente consciente, responsable e
informado del derecho al voto por parte de cada ciudadano, como manifestación de la
soberanía popular, propia de un sistema democrático.
En este orden de ideas, debemos identificar los conocimientos, actitudes y destrezas que
ayudarán a los ciudadanos a mejorar sus prácticas democráticas, y en particular las
relacionadas con la participación electoral.

1. Caracterización del sujeto de formación

Como se indicó anteriormente, los procesos educativos deben estar adaptados a las
condiciones específicas de la población a la cual van dirigidos. Recordemos que los procesos
educativos se diseñan con base en el conocimiento de las condiciones de la población que
queremos atender. Mientras más se conozca, más se podrá acercar a las necesidades
específicas de la población.
Aunque se tenga el mismo objetivo de promover la participación electoral, serán muy
diferentes las estrategias que convengan para los procesos de formación y capacitación
dirigidos a grupos indígenas que viven en regiones apartadas que, por ejemplo, los dirigidos a
trabajadores sindicalizados de zonas urbanas.
Para asegurar la pertinencia del diseño curricular es importante establecer las siguientes
características socio-demográficas, académicas y culturales de cada grupo de formación:
 Edad (niños, adolescentes, adultos, adultos mayores)
 Nivel académico (profesionales, primaria, secundaria, analfabetos)
 Área de residencia (urbana, rural, categoría de municipios)
 Cultura informática: si está familiarizado y tiene acceso a computador e Internet.Si es
usuario de televisión, radio o prensa. Si hace parte de una institución (como alumno,
como funcionario...)
 Actividad actual: estudiante, trabajador, desempleado, trabajo del hogar, jubilado, etc.
 Organizaciones a las que pertenece (cívicas o culturales)
 Actitudes frente a la democracia y a la participación electoral.
 Otros
 Si tiene intereses académicos para proseguir un estudio, ya sea presencial o a
distancia.

Los anteriores parámetros de caracterización se constituyen en referente para seleccionar las


modalidades de formación, los medios educativos, la duración de los programas, la
complejidad y secuencia de los temas, horarios, etc., adecuados a las condiciones de la
población sujeto. En el caso de funcionarios o trabajadores, se sugiere acordar acciones
educativas con las empresas, lo que facilitaría el desarrollo de los programas; para la

23
población estudiantil o escolarizada, las instituciones educativas serán el escenario propicio
para los procesos formativos; si se confirma el uso frecuente de Internet en la población
objetivo, se pueden diseñar páginas, portales, artículos, instructivos y hasta cursos virtuales.

1. .5. Diseño de estrategias, recursos.

Recordemos que las estrategias educativas son el conjunto de actividades de aprendizaje


intencionalmente dispuestas y ordenadas para lograr ciertos efectos y resultados en el sujeto
que aprende, relacionados con adquisición de conocimientos, conciencia, valores, habilidades
y destrezas.
El educador dispone de un amplio repertorio de metodologías, actividades y propuestas
pedagógicas que puede seleccionar de acuerdo con las condiciones específicas de cada grupo
de formación (o de cada sujeto, en el caso de la enseñanza personalizada); podemos citar
algunas, a manera de ejemplo:
 Conferencias sobre el tema de la democracia, ciclos de conferencias.
 Talleres de reflexión sobre las prácticas democráticas en la escuela, en la comunidad,
en el país. Trabajos en grupo y plenarias.
 Presentación de videos o películas, y foros sobre la problemática que allí se plantea.
 Ejercicios de investigación sobre los datos de las elecciones y posterior análisis y
conclusiones.
 Lectura crítica mediante bibliografía recomendada.
 Seminarios en los que los participantes preparan previamente el tema mediante
estudio de bibliografía recomendada (se utiliza con frecuencia en docencia
universitaria).
 Cursillos en los que se combinan actividades prácticas y estudios teóricos, escuela de
padres (de uso frecuente en capacitación popular y sindical).
 Sociodramas, simulacros, juegos, entre otras (frecuente en educación escolar e
infantil, pero no por ello restringida para adultos).
El educador deberá tener en cuenta además los aspectos de motivación, estudio y
comprensión de conceptos, la capacidad de aplicarlos en la práctica social, la habilidad para
resolver problemas, la capacidad para investigar por cuenta propia y aprender de las
experiencias, hacer refuerzos sobre lo aprendido, y las formas de hacer la evaluación parcial y
final del aprendizaje, entre otras fases del proceso pedagógico.
En cuanto a los recursos necesarios para adelantar las actividades programadas, esto es un
asunto de logística. Se deben prever con anticipación el espacio de encuentro, las aulas, sillas,
tableros, micrófonos, equipos audiovisuales, etc. Cuando hay salidas y visitas, se debe prever
el transporte. Además, debe quedar claro para el alumno lo que está a cargo de él. Tengamos
también en cuenta que con el auge de la formación virtual, los ambientes virtuales contienen
bibliotecas, salas de chat, foros, carteleras, etc., pero se requieren equipos con capacidad
suficiente para acceder a ellos. Es importante insistir en que la selección de las metodologías,
actividades y en consecuencia los recursos necesarios para llevarlas a cabo, debe responder
principalmente a las condiciones de la población a la cual van dirigidos; es más, deben

24
buscarse las que más convengan para cada momento del proceso. Puede suceder que lo
propicio para motivar a un determinado grupo de población pueda ser el cine; que esto los
motive para participar en un taller o ciclo de conferencias y que, finalmente, se mantengan
informados vía página web. En cuanto a los jóvenes escolarizados, puede ser que una visita al
parlamento sea un elemento de motivación para iniciar una unidad de estudio sobre la
historia de la democracia. Esto solo para mostrar cuan variado puede ser el plan de estudio
con cada grupo.

1. Evaluación

Es difícil imaginar un proceso educativo sin el componente de evaluación. La evaluación nos


dice mucho acerca del desempeño del alumno en su proceso de aprendizaje: permite verificar
si se han logrado los objetivos propuestos y en qué grado, para que sobre esa base podamos
orientar el trabajo hacia nuevos logros posiblemente más complejos o buscando mejorar los
anteriores; permite también identificar las dificultades que se presentaron y en consecuencia
prescribir estrategias alternativas más adecuadas a cada persona.
Pues bien, la evaluación se debe prever en la planeación de un curso o proceso de
aprendizaje. Esta debe responder a los objetivos principales que se han propuesto. Si el objeto
de la acción educativa fuera por ejemplo “familiarizar al ciudadano con las plataformas
programáticas que los partidos políticos presentan para las próximas elecciones”, la
evaluación del logro de este objetivo tendría que relacionarse con el conocimiento de las
principales plataformas, la capacidad de analizarlas, de comparar unos programas con otros,
de formular una plataforma ideal, de seleccionar la que más le gusta y explicar las razones,
etc. Las formas de hacer la evaluación también deben preverse y responder a las modalidades
de formación, a la capacidad operativa del profesor o del curso. Si es una evaluación masiva y
son pocos profesores quizás se seleccione una prueba objetiva de selección múltiple que es
más fácil de calificar. También influye la complejidad del tema; en el ejemplo anterior, un
debate sobre los programas políticos con mayor opción o más acogidos puede mostrar bien
las capacidades de los alumnos para analizarlos críticamente. Sin embargo, como en todos los
aspectos del proceso, la modalidad de la evaluación debe tener en cuenta la cultura de los
alumnos: las pruebas objetivas de selección múltiple pueden ser muy bien manejadas por la
población escolarizada; de pronto para los adultos mayores, la población indígena o quienes
manejan mejor la oralidad que la escritura, puede ser más adecuado una evaluación oral o
una actividad de grupo.

1. Utilización de medios masivos de comunicación

Las acciones educativas deben reforzarse y complementarse entre sí y con otras estrategias
políticas y comunicativas. Por ejemplo, mientras el currículo escolar incluye la formación
cívica, otras actividades extra-escolares pueden proponer la preparación de líderes, en tanto
que los medios de comunicación y la televisión promueven debates democráticos. Las
opciones son muchas, las condiciones de cada país y región muy variadas, pero se podría

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aseverar que siempre es posible reforzar y mejorar la formación ciudadana y traducir ese
propósito en un objetivo educativo en torno al cual diseñar procesos de formación.
En una estrategia de participación electoral seguramente se considerarán componentes de
información y divulgación que deben estar en plena consonancia con los objetivos educativos.
Más aún, las acciones comunicativas deben reforzar y complementar los aprendizajes
propuestos. Las estrategias educativas también pueden contemplar el uso de medios de
comunicación para reforzar mensajes, promover debates y entrevistas, divulgar eventos,
convocar a la población, etc. Los componentes educativos e informativos de una campaña
antes que establecer divisiones, deben buscar complementación y sinergia.

1. Concertación institucional

Según lo visto, el cometido de la estrategia para la participación electoral es un asunto de


amplio espectro, y por tanto implica la movilización de muchos sectores sociales, organismos
estatales y privados que puedan contribuir a su implementación. Es importante involucrar a
las autoridades educativas de nivel nacional, regional o provincial y local. Igualmente, se debe
pensar en las entidades educativas de los distintos niveles: primaria, secundaria,
universitarias, del sector privado y por supuesto del sector público. A su vez, estas
instituciones cuentan con varios estamentos que deben ser considerados en la convocatoria:
directivos, profesores o docentes, estudiantes, padres de familia, cada uno con unas funciones
y unos compromisos determinados.
El acuerdo en torno a los objetivos es esencial para que fluya el trabajo conjunto y
coordinado, de la misma manera que lo es definir las funciones y los alcances del trabajo o las
responsabilidades de cada institución, tener flexibilidad para el desarrollo de las acciones
siempre y cuando se cumpla con los objetivos, mantener buenos canales de comunicación y
hacerle seguimiento a los planes. Evaluar periódicamente los resultados y tomar los
correctivos necesarios es garantía de calidad.

1. Reflexiones para el cierre

Por su pertinencia en cuanto a la finalidad última de la formación ciudadana que debe orientar
las acciones educativas, transcribimos fragmentos del libro “El Valor de Elegir” de Fernando
Savater (Savater, 2003) que nos muestra la magnitud de la tarea y nos convoca a la acción y la
reflexión.
“Cuando hablo de educación aquí apunto a lo que –a falta de término más preciso-
denomino educación cívica; es decir, la preparación que faculta para vivir
políticamente con los demás, en la ciudad democrática, participando en la gestión
paritaria de los asuntos públicos y con capacidad para distinguir entre lo justo y lo
injusto. Si las pasiones gremiales no me ciegan, me creo autorizado a suponer que esta
concepción de la educación tiene especialmente que ver con la filosofía, tanto por su
reflexión sobre la práctica social y los valores que la orientan como por su preparación
para la comunicación argumentada”.

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Y más adelante: “El auténtico problema de la democracia no consiste en el habitual
enfrentamiento entre una mayoría silenciosa y una mayoría reivindicativa o locuaz,
sino en el predominio general de la marea de la ignorancia. ¿Qué otra cosa puede
contribuir a resolverlo que la educación cívica? …”
“Amy Guttman, una destacada teórica de la educación democrática, insiste en
recordar el dictamen de Aristóteles en su tratado de política, cuando afirma que ‘nadie
puede llegar a gobernar sin haber sido gobernado’. Pues se trata precisamente de eso:
haber sido propedéuticamente gobernado, es decir aprender a obedecer a las leyes y
las autoridades legítimas, asumir los valores compartidos, recibir lecciones prácticas de
equidad, etc., es un requisito imprescindible para poder llegar en su día a gobernar con
responsabilidad.

Pero lo característico de las democracias es que en ellas no hay especialistas en mandar y


especialistas en obedecer, sino que todos los ciudadanos deben ejercer alternativamente los
dos papeles. Por eso son ciudadanos, porque participan en el gobierno y aprueban o revocan
las leyes por las que se rige la comunidad. Esa tarea, como es obvio, exige un adiestramiento
que no puede dejarse al azar de la propaganda o la demagogia. Llamamos “cívica” a la
educción que prepara gobernantes, es decir ciudadanos óptimo iure. En su libro “Ser
ciudadano”, el profesor inglés Paul Barry Clarke establece: ‘Ser ciudadano pleno significa
participar tanto en la dirección de la propia vida como en la definición de algunos de sus
parámetros generales; significa tener conciencia de que se actúa en y para un mundo
compartido con otros y de que nuestras respectivas identidades individuales se relacionan y
se crean mutuamente’”.

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