Poesias Varias I Juan Carlos Lopez Rodrigueez
Poesias Varias I Juan Carlos Lopez Rodrigueez
Poesias Varias I Juan Carlos Lopez Rodrigueez
Universitario era,
su cátedra ejemplar,
al verlo dudas no habría
de que cualquier palabra suya
en suave plática se tornaría.
Pedagogo magistral,
al alumno convencía
pues pensamiento y vida
eran en él unidad,
aunque de pizarrón
se usaba a sí mismo,
y con su sangre en el escribía
surgiendo entre error y verdad
avasallante un abismo
Me contaron un día
que todo era
de tierra y de agua
de aire y de fuego;
Me dije entonces:
Dios tiene que ser poeta,
para arrancar
de la tierra una violeta
para sostener con manos
de aire una saeta,
para fundir el hierro
con el calor de una silueta,
para calmar la sed
con cascadas de pincel
y de paleta
Me dijeron entonces
que todo era de
huecos y electrones.
Pensé entonces
en espacios y planetas,
en nubes y en cometas;
Lo dicho:
Dios tiene que ser poeta
Me dijeron entonces
que todo era energía
y la energía era todo.
Me dije entonces:
Sea el Universo
de fuego o de energía,
de aire, o de electrones,
Dios tiene que ser poeta
para sacar de un poema
el Universo entero
y para esconder
detrás de cada obra
otro poema.
Diciembre de 1989
RUBRICA
Si desisiste al firmar
un átomo o una planta,
el mar o las galaxias.
Si fue el tiempo
la causa de dejar
tamaña empresa.
Si, en fin,
fue tan grande tu tarea,
no olvidaste, Señor,
firmar espacio y tiempo,
con par de trazos de singular
belleza,
dejaste como rúbrica
tu Cruz.
1989 JCLR
ALBORES
Apenas un rubor
que arrebata una mejilla;
apenas un color
que corteja una pupila;
un rumor,
una luz que apenas brilla;
una nota de apertura,
es un trazo,
un renuevo,
un bosquejo sin pintura;
unos pasos
en un tramo de aventura;
son tres gotas de una lluvia,
son dos letras de un poema,
unas piedras de estructura.
Marzo 1989
EL CONCIERTO DE CONCIERTOS se atrajo para sí
un sistema viejo.
Comenzó todo
a partir de un punto,
resumen de unidad ordenadora. Y escondido en el tiempo
y estallaste el cosmos y el espacio
en el propio instante un pequeño mundo
en que creaste al tiempo; se pintó de azules y de verdes,
es la vida que tiñó
Y empezó el concierto sus mares y su valles.
de materia y forma,
de variedad, de cambios, Y en el paroxismo
de sonetos y colores, de la inmensa sinfonía,
de energías y masas, apareció tu imagen,
de planetas y de soles, en un nuevo punto
de luces y de abismos, modelaste al hombre:
de matices y manchones. una nota libre
que invitada al himno
Aquello era un baile, hace dos compases,
que crecía y crecía; se lanzó a crear otros mágicos
que robaba espacio, paisajes.
donde no lo había.
Y al saberse amado,
Y hubo giros, al no verse solo,
y tantos choques, comenzó el concierto de conciertos,
varios temas, el del barro de alma de angel,
unidad y contrapuntos. el espíritu hecho carne.
Sinfonías y cantatas,
silencios estelares, Mayo 1989 JCLR
cortados por estruendos
de timbales colosales.
Y la lógica y el orden
de divina partitura,
dirigida con maestría
de astrofísica batuta,
ordenaba el caos,
lo hacía latir
con ritmos y compases,
planetas ahora, hace poco, gases.
Se mueve el cosmos
se mueve el cielo,
es porque late en ellos
un mismo corazón y
un mismo fuego.
la audacia del ciprés
de querer beber las nubes
fruto es, de este amor
que jala la tierra al cielo;
y la carne del Cristo
carne de esta carne,
sangre de esta sangre,
ojos de estos ojos,
risa de estos labios,
gestos de este rostro,
ese mismo rostro
nuestro propio rostro.
El de nuestra propia madre.
Julio 22 1990
JCLR
MEA CULPA
Cierto:
Cientos de ideas robé;
sin embargo, me arrepiento,
solo de las falsas que robé,
y de esas, que nunca aquilaté,
de las que robé incompletas,
de aquellas que malbaraté, o regalé.
De aquellas otras,
que jamás asimilé,
de las ideas vanas y huecas.
Solo el silencio
del desierto
para encerrar la historia
en un instante;
y a la vista del vasto horizonte
tomar lo bueno
apartando para siempre lo malsano.
Solo tu mocedad,
tu desenvuelta lozanía
para retar su mundo
desde tu espíritu
sediento de infinito.
Poco tiempo,
y obrarán el fuego y el silencio,
y lo que hoy
apenas reverdece,
alcanzará su cauce y su estatura;
y así, moderna,
y así, humana,
ofrecerás el perdón que ahora
niegas,
y reconciliada con la historia,
esa tu águila que aún pelea,
batirá sus alas,
ya en el cielo,
encontrará a esa otra,
y allá a lo lejos
se volverán hermanas.
Cuando te vayas,
caerán mil flores al arroyo
y agitarán sus alas hacia el cielo
elevando sus plegarias al creador.
Cuando te vayas,
trasplantarás un jardin sembrado
para sembrar caminos nuevos
y caerá semilla tierna en ellos.
Abriendo surcos de pala y de sudor
Cuando te vayas,
se abrirán manos amigas,
se anudará con ello mi garganta,
entonces se oirán palabras y
silencios
y surcará mi quilla otra mar.
Y una nueva estela seguirá mi
corazón
Cuando te vayas,
buscarás abrir otro horizonte
y verás al sol alzarse al vuelo,
oirás a Dios llamarte por tu nombre
y sus ecos se oirán como rumor;
Entonces verás mi rostro en
muchas partes,
hasta el día en que el tiempo
borre de tu mente mi color.
Arrojarse al mar,
-el del nombre de mujer y
escondite discreto de María-
sacudirse el alma
con la cresta de una ola
y revolcarse luego
en la espuma
para entregarse en cruz
sobre la arena de la playa.
Lavarse en sal
y purificarse con la bruma,
ofrecer entonces
nombre, cruz
el horizonte fresco,
limpio y majestuoso
Tu mente en blanco
olvidaba en tanto,
la cruz del barro,
Fugada el alma
busco otros mares
otros puertos,
cien lugares
Siguio la huella
de las primaveras,
de mil auroras,
de tierras nuevas.
En su rápida carrera
se olvidó a sí misma
olvidó a su tiempo
sus amores
sus fronteras.
Arrancas a veces,
sensaciones, malestares,
náuseas y dolores.
Bribonzuelo pequeñito,
¿Serás reina o serás pingo?
¿Serás duque o pastorcillo?
¿serás heroe o artista?
Pasa el tiempo
crece el vientre,
se devela poco a poco tu miesterio,
se evidencia tu presencia
se echan suertes,
se adivina el color de tu mirada
SALMO CITADINO
Señor de la ciudad,
quiero ver lo bello en el mundo
citadino,
quiero ver en el trayecto de cada
auto,
lo que tiene de proyecto y de
humano.
Aunque me deslumbre
Sirio o Betelgeus,
fuese Andrómeda
o el mismo Venus,
Brille la luz
de esa mi estrella
que atrapó mis ojos
que besó mi frente
que entregó radiante
cuerpo y mente,
que capturó mi alma
para siempre.
Aunque la cauda
de un cometa
alumbrara medio espacio,
aunque mil estrellas
se cayeran de repente
Brille tu luz
en mi frente firmemente
y me sostenga tu fuego,
y me soporte tu amor,
para que pueda verte
como eres:
sencilla, clara, brillante,
para que te ame más
a cada instante
y me baste tu luz
que me acompañe, me ilumine,
y me enamore.
Es mover y animar,
es impulsar,
es juego,
es fuerza y suavidad,
es partir de la verdad,
es perder el miedo al miedo,
es pensar y palpitar,
es lanzarse a la mar
y sin amarras siempre amar
al tocar la inmensidad.
Suspiré cautivo,
y corrí celoso,
la abracé afectivo.
Me mostré amoroso
y le dije frases vivas al oído;
compartimos trozos de los tiempos
idos,
la besé en la frente,
me brindó su abrigo
y al decirle amor
te abracé Señor,
y soñé contigo.
Pasó el discurso
se enfría la sangre;
y en el silencio
de la conciencia,
una voz oigo:
ANIVERSARIO
Marzo 2005