Rol Del Psic en Emer y Desat

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 Acevedo, G. y Martínez, G. (2007). Manual de Salud Pública.

Editorial
Encuentro. Córdoba, Argentina.
 García Redón, J., Gil Beltrán, J., y Valero, V. (2007). Profesionales de la
psicología ante el desastre. Editorial Universitat Jaume I.

Rol del psicólogo


El profesional en esta especialidad de la psicología debe estar preparado
psicológica y emocionalmente para hacer frente a las más variadas
contingencias. Algunos psicólogos de emergencias advierten que es una
especialidad en que, más allá de la gran preparación técnica y mental que
requiere, es imprescindible una gran vocación. Hay que admitir que no todos los
psicólogos estamos preparados para actuar y trabajar bajo tanta presión y en
situaciones de especial vulnerabilidad.
Cabe recordar que el psicólogo tratará con personas con episodios traumáticos
que pueden generar estados de ansiedad, ataques de pánico, desconsolación…
La meta del profesional es regular las crisis emocionales y psicológicas tanto a
nivel individual como, sobre todo, a nivel del grupo en general que esté a cargo,
lo cual implica también una excelencia en la gestión de tiempos y recursos.
Un dato interesante es el que plantean Beltrán, Valero y García (2007), quienes
citan en su libro Profesionales de la psicología ante el desastre de Puertas (1997),
autor que afirma que los diferentes aspectos de la formación y competencias que
debe tener un psicólogo de emergencia son:

 Aptitudes sociales

 Técnicas de comunicación

 Conocimientos sobre comportamientos colectivos

 Conocimientos técnicos de intervención en emergencias

El rol del psicólogo es dar a conocer a las personas sus estados vulnerables y
examinar el impacto psicoemocional del desastre, creando un ambiente de
protección y asistencia, promoviendo así un clima de confianza en la persona o
grupo de personas, y regular las reacciones psicológicas negativas que se
presenten en ellas.
Pueden darse casos en que el profesional tendrá que intervenir a alguno de sus
compañeros de profesión o a otros miembros de equipos de asistencia (médica,
de seguridad, técnicos…), porque puede presentarse en ellos también algún tipo
de reacción negativa no prevista. Esta circunstancia es más habitual de lo que se
puede pensar, y da fe de que por muy preparados que estén los profesionales,
nadie es inmune a sufrir una crisis.

Psicología en emergencias: campos de


intervención
El psicólogo que trabaja en este ámbito se relaciona con todo tipo de
profesionales, tales como técnicos, médicos, trabajadores sociales, sociólogos,
ingenieros, entidades de rescates y de ayuda como la Cruz Roja, policía, ejército,
defensa civil, etc. Asimismo, esta rama joven de la psicología también está
estrechamente vinculada con los demás ámbitos del estudio de la conducta y los
procesos mentales:

 Psicología clínica

 Psicología educativa

 Psicología de la salud

 Psicofisiología

 Psicología organizacional

 Psicología social o comunitaria

Los aportes que nos brinda la relación bidireccional con las demás ramas de la
psicología enriquece el trabajo del psicólogo que trabaja en situaciones de
emergencia, aunando los conocimientos de diferentes ámbitos para poder ofrecer
un servicio de asistencia urgente adaptada a la complejidad que entrañan estas
situaciones.

Técnicas de Intervención de la Psicología en


emergencias y desastres
Según Acevedo y Martínez (2007), las técnicas son las siguientes:
 Primeros auxilios psicológicos

 Intervención en situaciones de duelo

 Técnicas de desmovilización psicológica para el manejo de incidentes


críticos

 Intervención terapéutica grupal para evacuados

 Técnicas de intervención comunitaria orientadas a la recuperación de las


redes y soporte social.

 Integración de los equipos de primera respuesta participando en los


programas de capacitación, diseñando programas de contención.

Estas son algunas de las muchas técnicas que el psicólogo usa para intervenir. No
debemos de olvidar que dependerá en gran medida del campo donde se desarrolle
la intervención: en algunas situaciones se requerirá hacer hincapié en algunos
puntos más que en otros. 
No todas las tragedias son iguales, por tanto resulta inviable establecer protocolos
iguales para situaciones asimétricas. La hoja de actuación dependerá del tipo
de desastre, la conducta de las personas que han sido afectadas, la gravedad, y
en definitiva de la casuística propia de cada intervención.

Psicología en emergencias y desastres


La figura del psicólogo es una más de los distintos profesionales y
especialistas de que intervienen en situaciones de desastre. El papel o rol que
cumple dentro del equipo encargado de normalizar la vida en estos escenarios es
ciertamente cardinal, y es por esta razón que la presencia de profesionales de la
salud mental aptos es fundamental a la hora abordar estos fenómenos. Por medio
de este escrito definiremos qué es la psicología de emergencias y desastres, los
campos de interacción, las técnicas y el rol del psicólogo.
Esta rama de la psicología que estudia las vivencias y reacciones de la persona o
los grupos de personas antes, durante y después de las emergencias está
experimentando un auge debido a la necesidad de cubrir este tipo de situaciones
límite con profesionales preparados.
Definiendo la Psicología en emergencias y desastres
En el libro Manual de salud pública, los autores definen la Psicología de
emergencias y desastres de este modo:
“La Psicología de emergencias y desastres es la rama de la psicología que abarca el estudio
del comportamiento y el modo de reacción de los individuos, grupos o colectivos humanos
en las diferentes fases de una situación de emergencias o desastres” (Acevedo y Martínez,
2007).

Hoy en día, esta subdisciplina se ha expandido rápidamente y cada vez se


hace más necesaria debido a los cambios en todas las esferas, en una época donde
los desastres naturales son frecuentes y los conflictos armados hacen mella en
muchos puntos del planeta. No existe parte del mundo que no sea sacudida por
algún evento que requiera asistencia urgente. 
Todas estas circunstancias han hecho imprescindible en muchos países incluir a
los profesionales de la salud mental en los grupos de trabajo de intervención y
rescate, a fin de intervenir en cualquier emergencia que pueda presentarse.
FUNCIÓN DEL PSICÓLOGO El Psicólogo en situación de catástrofes y emergencias debe
realizar varias tareas de acuerdo al tipo de intervención (Vera, 2001). Las principales
funciones son: prevenir, planificar, intervenir y rehabilitar (Losada Fernández, 2004). En la
Intervención Estratégica deberá realizar la coordinación del equipo psicosocial,
encargándose de la distribución de tareas y recursos, la detección de necesidades y
redistribución y el establecimiento de un dispositivo de seguimiento. También deberá llevar
a cabo el asesoramiento a gestores 5 de emergencia e instituciones sobre directrices que
puedan disminuir el impacto psicológico negativo a través de la recepción de familiares, la
identificación de cadáveres, la comunicación de malas noticias y listado de personas
fallecidas. Y en relación a la relación con los medios de comunicación social deberá
establecer protocolos de información que contengan información útil (Vera, 2001). Deberá
actuar realizando Intervenciones Psicológicas con los afectados y/ o familiares. Durante la
intervención en el momento del desastre deberá realizar actividades como recogida de datos
sobre las relaciones observables de las personas afectadas, la observación de
comportamientos individuales, tratando de detectar y evaluar necesidades de intervención,
realización del primer contacto psicológico, entrevistas con víctimas y familiares,
evaluación preventiva y gestión de grupos de riesgo, atención a la salud mental a largo
plazo, organización de centros de recepción e información, ayudar en el inicio de la
elaboración del duelo, realizar intervenciones con familiares en crisis (Losada Fernández,
2004). Entre las técnicas de Intervención Psicológica pueden mencionarse los primeros
auxilios psicológicos, la terapia de juego para niños en escuelas, albergues o centros
comunales, manejo psicológico del duelo, técnicas de Debrifing, técnicas de afrontamiento
del estrés para la prevención del Síndrome de Burn out, terapia y dinámica de grupos para
adultos en refugios y albergues, técnicas de intervención comunitaria orientadas a la
recuperación de redes y estrategias psicosociales para la neutralización del rumor y el
manejo de la comunicación de manera eficiente (Valero Alamo, 1997). 6 En relación a las
Intervenciones con los Intervinientes, con el fin de minimizar los efectos del estrés en esto
grupos, será necesario que existan períodos de descanso, rotación del escenario de trabajo,
oportunidad para conversar con compañeros acerca de sus sentimientos, apoyo psicológico
individual, y cobertura de necesidades básicas como contar con ropa seca, comida caliente
y lugar de descanso (Vera, 2001). En cuanto a la atención psicológica a los profesionales,
Peñate Quintana (2005) menciona la importancia de brindar recursos y técnicas para
afrontar situaciones estresantes y prevenir el desgaste o Burn Out. Para ello hay que
trabajar aspectos como enseñar a manejar el estrés, utilizar la técnica del desahogo
psicológico o Debrifing. Las técnicas utilizadas son la inoculación de estrés, la relajación y
respiración profunda, reestructuración cognitiva, el desarrollo de habilidades sociales y de
hábitos saludables. Durante el momento postcatástrofe, el Psicólogo es el encargado de
promover o brindar apoyo psicológico y/o seguimiento de los grupos de intervención,
realizar intervenciones preventivas o terapéuticas con los afectados y sus familiares con
terapia cognitiva conductual, ejercicios de relajación o terapia familiar. Es quien elabora
informes técnicos que posibiliten la puesta en común de experiencias vividas, participa en
foros de debate científicos vinculados a aspectos psicológicos en situaciones de desastres y
realiza seguimientos de las víctimas y de los grupos de riesgo afectados por este fenómeno
(Losada Fernández, 2004). Meichenbaum (1994) expone un esquema de orientación de
intervenciones posteriores al desastre tomado de Freddy et al. (1992) y destaca algunos 7
puntos tales como que las intervenciones deben basarse en múltiples acciones, deben estar
dirigidas a múltiples niveles -individuales, grupales y comunitarios- , deben orientar la
jerarquía de necesidades básicas como seguridad y físicas, luego sociales y por último
vinculadas a la autoestima y el autocontrol. También debe evaluarse el nivel de pérdidas de
los recursos que los individuos experimentan y debe conducirse la entrevista clínica con el
fin de evaluar las características del desastre actual y considerar factores de distrés. El
desempeño psicológico tiene objetivos generales tales como realizar una intervención
psicológica inmediata en la situación de catástrofe (denominada auxilio psicológico) y
realizar un seguimiento psicológico de los afectados luego del fenómeno, con el objetivo de
prevenir la presencia del Trastorno por Estrés Postraumático. Y por último, la evaluación y
atención psicológica de los profesionales que se desempeñaron en la situación de
emergencia, con la intención de prevenir el Síndrome de Burn Out. Bajo estas
circunstancias las necesidades de atención psicosocial son muy altas como consecuencia
del estrés al que la población se encuentra sometida y a los traumas de grupos con mayor
vulnerabilidad (Organización Panamericana de la Salud, 2002) Puertas López (1997) en
relación a los campos de interacción psicológica, señala que la Psicología en Emergencias y
Desastres se interrelaciona con la Psicología Social, la Psicología Organizacional, la
Psicología Preventiva y la Psicología Clínica. Los profesionales de la salud mental deben
formar parte de equipos interdisciplinarios debido a que determinadas necesidades
materiales o físicas pueden condicionar reacciones psicológicas y es necesario proveer
respuestas 8 íntegras que abarquen las distintas áreas comprometidas (Vera, 2001).
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