Berardi Franco (Bifo) - Futurabilidad
Berardi Franco (Bifo) - Futurabilidad
Berardi Franco (Bifo) - Futurabilidad
La era de la impotencia
y el horizonte de la posibilidad
Berardi, Franco
Futurabilidad: la era de la impotencia
y el horizonte de posibilidad
la ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires:
Caja Negra, 2019.
256 p.; 20 x 14 cm. - (Futuros próximos, 25)
Traducción de Hugo Salas
ISBN 978-987-1622-76-4
1. Filosofía. 2. Tecnología. 3. Ensayo Político
I. Salas, Hugo, trad. II. Titulo.
CDD 190
Dirección Editorial:
Diego Esteras / Ezequiel Fanego
Producción: Malena Rey
Diseño de Colección: Consuelo Parga
Maquetación: Tomás Fadel
Corrección: Cecilia Espósito y Sofía Stel
FRANCO "BIFO" BERARDI
FUTURABILIDAD
La era de la impotencia
y el horizonte de La posibilidad
CAJyira
NEGRM
FUTUROS
P R OX I MOS
ÍNDICE
11 Introducción
41 Parte I - LA POTENCIA
él 1. La era de la impotencia
61 2. El humanismo, la misoginia y el pensamiento
de la Modernidad tardía
101 3. El lado oscuro del deseo
173 7. Enigma
187 8. Superstición
203 9. Desvinculación
211 10. U n a breve historia del general intellect
229 11. La dinámica del general intellect
237 12. La invención
-
No voy a escribir acerca del no-futuro tampoco.
-11
Escribiré acerca del proceso de devenir otro: de la vi
bración, la selección, la recombinación, la recomposición.
La posibilidad es contenido, la potencia es energía y
el poder es forma.
Llamo posibilidad a un contenido inscripto en la ac
tual conformación del mundo (es decir, la inmanencia de
posibilidades). La posibilidad no es una, siempre es plu
ral: las posibilidades inscriptas en la actual conformación
del mundo no son infinitas, pero sí muchas. El campo de
posibilidad no es infinito porque lo posible está limitado
por las imposibilidades inscriptas en el presente. Sin em
bargo, es plural, un jardín de senderos que se bifurcan. Al
verse ante una disyuntiva entre posibilidades distintas, el
organismo entra en vibración y a continuación realiza una
elección que se corresponde con su potencia.
Llamo potencia a la energía subjetiva que despliega las
posibilidades y las realiza. La potencia es la energía que
transforma las posibilidades en realidades.
Llamo poder a las selecciones (y exclusiones) implícitas
en la estructura del presente bajo la forma de la prescripción:
el poder es la selección y la imposición de una posibilidad
entre muchas, y la simultánea exclusión (e invisibilización)
de muchas otras posibilidades.
Esta selección puede ser descripta como una Gestalt
(una forma estructurante) y funciona como un paradigma.
También se la puede ver como un formato, un modelo que
solo se puede implementar si aceptamos las regulaciones
prescriptas por el código.
POSIBILIDAD
-15 -
U n Cuerpo sin Órganos está hecho de tal forma que solo
puede ser ocupado, poblado por intensidades. Solo las
intensidades pasan y circulan. Además, el CsO no es u n a
escena, u n lugar, ni tampoco u n soporte en el que pasa
ría algo. Nada tiene que ver con u n fantasma, nada hay
que interpretar. El CsO hace pasar intensidades, las pro
duce y las distribuye en u n spatium a su vez intensivo,
inextenso. Ni es espacio ni está en el espacio, es materia
que ocupará el espacio en tal o tal grado, en el grado que
corresponde a las intensidades producidas. Es la materia
intensa y no formada, no estratificada, la matriz intensi
va, la intensidad = 0 ; pero no h ay nada negativo en ese
cero, no hay intensidades negativas ni contrarias. M ate
ria igual a energía. Producción de lo real como magnitud
intensiva a partir de cero. Por eso nosotros tratamos el
CsO como el huevo lleno anterior a la extensión del or-
- 17 -
posibilidad se encarna en un sujeto cuando el magma de
posibilidad encuentra una concatenación que transforma
ese magma en una subjetividad intencional.
La democracia liberal es la concatenación política que
permitió la subjetivación de la clase burguesa en los si
glos de la Modernidad. El comunismo es la concatenación
que posibilitó que los obreros industriales se reunieran y
luchasen por sus derechos sociales.
¿Qué concatenación habrá de permitir la emergencia
del general intellect como una fuerza consciente, decidida
a desmantelar y reprogramar el mundo conforme a la uti
lidad concreta del conocimiento?
POTENCIA
-19 -
necesita potencia para realizarse. Y a veces no contamos
con esa potencia.
Todo el Viagra teórico que nos puede brindar esta lec
tura que Negri hace de Spinoza resulta inútil frente a la
impotencia política de la subjetividad contemporánea. Las
posibilidades inscriptas en la vida social y el conocimiento
no encuentran hoy una concatenación política, y las pa
siones tristes obnubilan lo posible. Es preciso entender la
génesis de estas pasiones tristes, sin ningún tipo de nega
ción histérica. Si queremos encontrar una salida, debemos
mirar a la bestia a los ojos.
En su clase sobre Spinoza de 1978, Deleuze señala que
"el affectus es, por lo tanto, la variación continua de la
fuerza de existencia de alguien". Esta variación aumenta
o disminuye la potencia del sujeto: las pasiones tristes y
las pasiones alegres deben ser consideradas como afeccio
nes, la causa de este aumento o disminución. "Spinoza
5. Ibíd.
denuncia un complot en el universo de aquellos que tie
nen interés en afectarnos con pasiones tristes. El sacerdo
te tiene necesidad de la tristeza de sus sujetos, tiene ne
cesidad de que se sientan culpables [...]. Inspirar pasiones
tristes es necesario para el ejercicio del poder."6
Aferrarse a estas pasiones tristes no debería ser con
siderado una especie de culpa, un error que es preciso
enmendar. Las pasiones tristes no son el efecto de un
malentendido y no pueden ser canceladas por fuerza de
voluntad o por la adecuada reflexión. Como señala Deleuze,
las pasiones tristes son el efecto de un ejercicio de poder.
El poder es la agencia que reduce el campo de po
sibilidad a un orden prescriptivo; el poder, por ende, es
la fuente real de las pasiones tristes, y cabe considerar
la existencia de estas como un efecto de la sujeción del
alma a la fuerza del poder. "Spinoza dice que el mal es el
producto de un mal encuentro. Encontrarse con un cuerpo
que se conjuga mal con el propio." Lamentablemente, los
malos encuentros suceden. Mucho, en estos tiempos. Ci
tando a Spinoza, Negri escribe:
-
21
por qué medios mueve el alma al cuerpo, ni cuántos gra
-
dos de movimiento puede imprimirle, ni con qué rapidez
es capaz de moverlo.8
EL P O D E R
- 23 -
ra lo posible y lo reduce a una mera probabilidad, al tiempo
que impone lo probable como necesario. Este es el asunto que
discutiré en la segunda parte de este libro.
-
lz-
necesidad absoluta, necesidad relativa o probabilidad, ten
dencia, imposibilidad y posibilidad.
La necesidad absoluta marca las enunciaciones lógi
cas que son verdaderas hoy y también habrán de serlo
mañana, en la medida en que son funciones inscriptas en
la mente humana y no implican ninguna relación con la
realidad externa.
Kant distingue entre juicios sintéticos y analíticos.
Los juicios analíticos pueden ser considerados autoevi-
dentes, porque el contenido de la enunciación está im
plícito en el sujeto. La verdad analítica es, por lo tanto,
una necesidad.
Por su parte, la necesidad relativa es una concatena
ción de eventos temporales que implica cierta probabili
dad, como así también una concatenación de estados del
ser impuestos por la ley y por la fuerza.
"Quien no pague el alquiler será desalojado" es un caso
de futurabilidad relativamente necesaria. La implicación
no responde a una necesidad lógica, pero las relaciones
sociales se basan en la imposición de reglas convenciona
les. Dicha imposición puede ocurrir por medio de la vio
lencia, del consenso o de la automatización.
En la computadora del agente inmobiliario, hay cade
nas lógicas que implican que el inquilino que no pague
la renta será desalojado del hogar. Dicha implicación, sin
embargo, no es lógica ni natural, sino impuesta por la
automatización de la voluntad y la transcripción automa
tizada de una relación social de fuerzas. El capitalismo fi
nanciero está ligado a implicaciones tecnolingüisticas que
pretenden pasar por naturales y lógicas. No lo son. Son
reducciones bastante artificiales del amplio espectro de la
posibilidad a la estrecha serie de la probabilidad.
29-
produce la interacción y la máquina solo puede adaptarse
-
al organismo vivo en la medida en que ese organismo vivo
también se ha adaptado a la máquina.
La anticipación estadística implica dos acciones com
plementarias: una es el registro de enormes flujos de da
tos; otra, la adaptación de la máquina al entorno viviente
y la recíproca adaptación de los organismos vivos y cons
cientes a la máquina.
Enormes cantidades de datos le brindan a la máquina
su capacidad de adaptarse, al tiempo que el filtro burbuja
induce a los organismos vivos y conscientes a aceptar las
respuestas que la máquina espera.
La anticipación estadística es el modo de funciona
miento de la gobernanza, la forma contemporánea del
poder político y económico: una forma de determinismo
engendrado.
La anticipación funciona como una trampa determinis
ta: el futuro del organismo puede ser alterado por medio de
modificaciones biotécnicas o tecnosociales. Se captura lo
F
R
A
- 31 -
vio desempoderada, de modo tal que en la actualidad no
consigue plasmar esas potencialidades que están presen
tes en el general intellect y en el cuerpo de la solidaridad
social.
Aun así todavía existe la posibilidad de emancipar el
tiempo social de la obligación del trabajo asalariado: se
halla en el conocimiento cooperativo de millones de tra
bajadores cognitivos, pero en el presente esta posibilidad
no puede emerger debido a la impotencia política que este
libro quisiera describir y analizar, y encontrar un modo de
superar.
La impotencia de la subjetividad es un efecto de la
potencia total que adquiere el poder al independizarse de
la voluntad, la decisión y el gobierno de los humanos,
merced a su inscripción en la textura automatizada de la
técnica y del lenguaje.
F
R
A
-33-
psicopatológicos, en la medida en que los que han abierto
el camino a esta actual explosión de locura han sido los in
tereses económicos de las corporaciones y el cinismo de
políticos sin cultura ni dignidad.
La impotencia, sin duda, es síntoma de una despropor
ción: la razón, que solía ser la medida del mundo [ratío],
ya no es capaz de gobernar la hipercomplejidad de la red
contemporánea de relaciones humanas. Esta forma de des
proporción puede ser considerada una locura, en el senti
do de desorden, caos o perturbación mental. Sin embargo,
en lo que concierne a la definición de la locura, debemos
advertir que hay distintos puntos de vista.
¿Es la locura una situación excepcional que se cierne
sobre los márgenes del racional y razonable trajín cotidiano
de la vida? ¿Es una perturbación insalvable del diálogo
constante que mantiene a la sociedad unida? Si reducimos
la locura a una perturbación marginal, inevitable, algo
que es preciso manejar, que tenemos que aplacar y curar,
nos equivocamos. La locura no debería ser vista como un
accidente que haya que ocultar o corregir. La locura es el
fondo de la evolución, la materia caótica que modelamos
y transformamos en un orden provisional.
Orden significa en este caso una ilusión de predicti-
bilidad y regularidad compartida; una ilusión proyectiva
que puede sostenerse por un período de tiempo corto o
largo, unos pocos minutos o varios siglos. Una ilusión que
da origen a lo que denominamos civilización.
Esto nos obliga a distinguir dos rostros de la locura:
uno es el sinsentido fáctico del mundo, el magma de ma
teria que nos rodea, la incontrolable proliferación de es
tímulos, el cegador torbellino de la existencia. Esta locura
es la precondición de la creación de sentido: esa construc
ción sin fundamentos que es el saber, la invención del
mundo como una totalidad significativa. El otro rostro es
el aspecto subjetivo de la locura: el sentimiento doloroso
de que las cosas huyen, ese sentirnos desbordados por la
velocidad, el ruido y la violencia, la ansiedad, el pánico,
el caos mental. El dolor nos obliga a buscar en el mundo
un orden que no podemos encontrar, porque no existe. Sin
embargo, sí existe el anhelo de orden: es el incentivo para
construir un puente entre los abismos de la entropía, un
puente entre las distintas mentes singulares. Es a partir de
esta conjunción que se evoca y se pone en acto el signifi
cado del mundo: una semiosis compartida, una respiración
al unísono.
Para que podamos llevar adelante esta construcción
sin cimientos que es el sentido hace falta la amistad. La
única coherencia del mundo se encuentra en el acto de
compartir la proyección del significado, en la cooperación
entre los agentes de la enunciación.
Cuando la amistad se desvanece, cuando se destierra
la solidaridad y los individuos se quedan solos, obligados
a enfrentar la oscuridad de la materia aislados, la realidad
vuelve a ser caos y la coherencia del entorno social se re
duce a la imposición de un acto de identificación obsesivo.
I NTRODUCCIÓN
35 -
Canto XXVI de la
-
Le volvimos la popa a la alborada,
Del remo hicimos ala al loco vuelo
10
Y a la izquierda la nave fue guiada.
- 37 -
sucesión de estados de euforia y tristeza ha conducido al
estancamiento secular y al estado de depresión constante
que caracterizan a la actualidad.
El horizonte de la posibilidad se percibe como una
extensión infinita de puntos de conexión titilantes. Esta
percepción genera pánico y ansiedad: la obsesión paranoi-
de por el orden intenta reducir el horizonte a la repeti
ción, la pertenencia y la identidad.
El poder se basa en la hipóstasis de las relaciones de po
tencia existentes, en la absolutización subrepticia de la
necesidad implícita en la actual relación de fuerzas. La
fuerza se cristaliza en una fijación paranoide que intenta
volver a compactar el mundo por medio de rituales de
identificación. De manera arbitraria, la relativa necesidad
de reglas se transforma en una necesidad absoluta: en
este engañoso truco de lógica se basa el capitalismo abso
luto. La acumulación, la ganancia y el crecimiento se con
vierten disimuladamente en leyes naturales, y el ámbito
de la economía legitima este engaño.
Cuando la sociedad entra en una fase de crisis o se
acerca al colapso, nos permite vislumbrar el horizonte de
la posibilidad. Este horizonte no es fácil de distinguir, y
cuesta describir o cartografiar el territorio que lo circuns
cribe. Acaso el mejor modo de describir el horizonte de la
posibilidad sea recurrir a las palabras con las que Ignacio
Matte Blanco define al inconsciente: "El inconsciente trata
con conjuntos infinitos que tienen no solo el poder de lo
enumerable, sino también el del continuo".11
La explosión de la esfera semiótica, la total intensifi
cación de la estimulación semiótica, ha provocado simul
táneamente una intensificación del horizonte de la posi
bilidad y un efecto de pánico en el neurosistema social.
En esta condición de pánico, la razón se vuelve incapaz de
dominar el flujo de eventos o de procesar los semioestímu-
los liberados en la infoesfera. Un modelo esquizofrénico se
propaga por la mente social, pero esta inquietud tiene un
doble filo: es dolorosamente caótica, pero también puede
ser vista como la vibración que precede a la emergencia de
un nuevo ritmo cognitivo.
Según D.E. Cameron, es posible definir a la esquizofre
nia como un modo de interpretación sobreinclusivo.12 El
pensamiento esquizofrénico, de hecho, parece "sobrein-
cluir" en la interpretación de un enunciado varios objetos
irrelevantes y claves del entorno: el esquizo parece inca
paz de limitar su atención a los estímulos que son relevan
tes para una tarea, debido a un ensanchamiento excesivo
del significado de los signos y los eventos.
Es por ello que Guattari considera al esquizo como el
portador del cambio de paradigma (de la "caósmosis", en
su propia jerga). Se trata, de hecho, de una persona que
ha perdido la capacidad de percibir los límites de la enun
CT)
m
PARTE 1
LA POTENCIA
----------------------------- 0
(
T
LA ERA
DE LA IMPOTENCIA
-43 -
rascándose la espalda en las ventanas.
Habrá tiempo, habrá tiempo
de preparar un rostro para afrontar los rostros que uno afronta.
Tiempo de asesinar y de crear,
y tiempo para todos los días y tareas de las manos
que levantan y dejan caer sobre tu plato una pregunta.
Un tiempo para ti y un tiempo para mí,
y tiempo para cien indecisiones,
visiones, revisiones.
Las mujeres deambulan por el cuarto
mientras conversan sobre Miguel Ángel.
T.S. Eüot, "La canción de amor de ü. Alfred Pmfrock"
-45-
de la Tierra? ¿No es la política la dimensión en que se ejer
ce el poder? De ser así, ¿por qué necesitaba recordarnos
que "sí, podemos"?
Esas dos palabras no eran una declaración para nada
obvia. Eran una afirmación contundente, la prueba de que
se trataba de un hombre inteligente, que había identifi
cado el verdadero problema. Obama sabía que los esta
dounidenses querían que alguien los hiciera sentirse res
paldados en este punto: podemos. Tenemos el poder y,
por ende, podemos. A pesar de todo, podemos: podemos
salir de la espiral de la guerra, podemos cerrar Guantána-
mo, podemos liquidar el legado de barbarie de los años
de Bush, podemos frustrar la penetración invasiva de las
finanzas, podemos terminar con la historia de racismo y
violencia de la policía estadounidense.
Ocho años han pasado ya, mientras escribo estas lí
neas, de aquella afirmación que no era solo una promesa,
sino también un exorcismo.
Un exorcismo fallido, una promesa incumplida.
"Según todas las medidas objetivas, su presidencia
acaso sea la más consecuente desde la época de Franklin
Roosevelt", escribió Timothy Egan.1
"Para ser justos", afirmó Paul Krugman,
1. Timothy Egan, "Giving Obama His Du e", The New York Times, 15 de
enero de 2016.
2. Paul Krugman, "Elections Have Consequences", The New York Times, 4
de enero de 2016.
LA ER A DE LA I M P O T E N C I A
-47-
Valores de Nueva York, bajo el nombre Occupy Wall Street.
No tuvo un final feliz. Un año más tarde, el huracán Sandy
azotó Manhattan y devastó a los residentes pobres y a to
das aquellas personas que viven en las cercanías. Algunos
activistas de Occupy Wall Street crearon entonces Occupy
Sandy, un esfuerzo por brindar un sistema de ayuda or
ganizada, acción que dio por supuesto que únicamente
podemos ocupar catástrofes.
Si el lector va hoy al Zuccotti Park, debe tener cuidado
con la policía: están estrictamente prohibidas las reunio
nes de más de tres personas.
En todas partes, la vida social se ve saqueada por
aquellos que tienen el control de las palancas financieras,
y no hay situación en que la sociedad consiga defenderse
de los saqueadores.
Por su parte, la agresión identitaria se propaga sin ba
rreras. El racismo blanco reaparece en los Estados Unidos,
donde las agresiones al estilo del kkk contra personas ne
gras se han convertido en una letanía cotidiana.
Yo confié en Obama, pero ahora, sobre el final de su
segundo mandato, lamento decir que su desempeño me
ha convencido de que la esperanza política ha llegado a
su fin. En algún momento, Obama modificó su filosofía y
pasó del esperanzado "sí, podemos" de 2008 a un cínico
"no hagamos nada estúpido".
Está bien, me dije, "no hagamos nada estúpido" su
pone un compromiso pragmático que tiene en cuenta
la complejidad del mundo contemporáneo. Luego, tuve
oportunidad de ver el hundimiento final de su presi
dencia cuando la Corte Suprema rechazó su plan para
proteger a millones de inmigrantes indocumentados de
la deportación y darles el derecho a trabajar legalmente
en los Estados Unidos. Después habría de llegar la inad
misible colaboración de su Gobierno con el presidente
de México para proceder a la deportación de refugiados*
centroamericanos.
-49-
¿Esto quiere decir que mi héroe fue en realidad un
cobarde? ¿Es Obama un individuo cínico y cruel, al que
solo le interesa su propia carrera, dispuesto a abandonar
sus principios y valores morales para sostener su posición?
No lo creo. Creo que fue la humillación, sobre todo, la que
lo hizo caer en medidas desesperadas.
Pienso que debemos meditar acerca de esta experien
cia y reconocer que la democracia se ha terminado, que la
esperanza política ha muerto. Para siempre.
ESCRIBIR Y SURFEAR
LA DEMOCRACIA NO VA A VOLVER
LA IMAGINACIÓN
- 55 -
rebelión, pero resulta triste y desalentadora, y sus resul
tados contradicen cualquier posibilidad de pensar alguna
forma de solidaridad entre los oprimidos.
El espectador joven no saca de todo ello la lección de
que debe rebelarse contra el actual estado de cosas, sino que
es persuadido de que Los Juegos del Hambre describen el
mundo que habrá de habitar, el que todos se verán obliga
dos a vivir en un futuro cercano. En ese nuevo mundo, solo
podrán sobrevivir los ganadores, y para ganar será nece
sario eliminar a todos los demás, contrincantes y amigos.
Hay algunos actos de solidaridad en Los Juegos del
Hambre. La protagonista Katniss Everdeen, por ejemplo,
entra en este violento concurso para salvar a su hermana
de una muerte casi segura. Pero se trata de una solidari
dad de los desesperados, la solidaridad de personas que
no pueden imaginarse siquiera una vida en paz, mucho
menos una vida feliz.
La mayoría de los videojuegos enseñan la misma lección.
Más allá de su contenido narrativo, el estímulo sensorial
entrena a los jóvenes para competir, pelear y ganar o des
aparecer. La moral en que se basan es la idea de que la
máquina siempre gana, y solo aquellos que consiguen in
terrumpir su ritmo pueden derrotar a sus competidores.
En la vida real, todos son competidores, y el amante
del domingo puede convertirse en un competidor la ma
ñana del lunes.
De manera similar. Los Juegos del Hambre moviliza
la atención lúdica de la generación conectiva, pero no lo
hace con una función ideológica o persuasiva. Antes bien,
la suya es una función de modelado psicocognitivo: tiene
un efecto plástico, no por medio del contenido moral, sino
de la estimulación nerviosa.
De esta forma, se logra que la psicología y la reactivi
dad conectiva de la generación precarizada internalice la
percepción de que la vida social es un campo de guerra,
un lugar en el que todos son o ganadores o perdedores, o
eliminadores o eliminados, un espacio en el que la soli
daridad y la empatia solo son peligrosas distracciones que
debilitan al guerrero que nos vemos obligados a ser.
El pensamiento es un acto contraproducente, porque
vuelve lentas nuestras reacciones y la lentitud nos con
vierte en presas dentro un juego en el que todos los demás
parecen interesados en eliminarnos.
- 57 -
eficacia a este acto de deslocalización agresiva. Las sólidas e
históricas estructuras de la solidaridad pueden quedar des
manteladas de la noche a la mañana, debido a que la desregula
ción acaba con cualquier protección legal de la que pudieran
gozar la comunidad, el territorio y los trabajadores.
Hoy, las condiciones salariales son unilateralmente
determinadas por los capitalistas; a causa de ello, los sa
larios han descendido la mitad en las últimas décadas y el
sistema industrial retorna a condiciones protoindustria-
les. En términos más generales, también se deterioran rápi
damente las condiciones de vida de la sociedad. El acceso
a la educación, al cuidado de la salud y al tiempo de ocio
eran derechos sociales conquistados por las luchas de los
sindicatos: como consecuencia de su derrota política, la
sociedad retrocede a una condición de pobreza y depen
dencia, con la consiguiente reaparición de la ignorancia
de las masas.
Es difícil pasar por alto esta regresión, pero los aplau
didores del neoliberalismo tienen una respuesta rápida
que ofrecer a todos aquellos que, como yo, lamentamos
la depresión de Occidente: dicen que ahora los trabajado
res chinos, indonesios y africanos tienen la posibilidad de
comprarse un automóvil o un teléfono celular. Eso es cierto.
Usan su coche para ir a la fábrica y usan su teléfono
celular para llamar a sus familias cuando se ven forzados
a emigrar en busca de un empleo. Aquellos que tienen la
oportunidad de ser explotados en una fábrica industrial
tienen acceso a la esfera del consumo. Sin embargo, si
miramos de cerca la evolución social de los nuevos pro
letarios, no cuesta advertir que cuando eran pobres no
eran tan pobres como lo son ahora, que se ven apartados
de sus comunidades, desprovistos de solidaridad, privados
de tiempo libre y obligados a soportar la fatiga, el estrés
y la competencia.
En términos globales, desde la desaparición de la es
peranza socialista las condiciones sociales han empeorado
enormemente, pero este aumento de la explotación y de
la miseria existencial no es la única consecuencia de la
derrota del movimiento obrero. La otra consecuencia es
la guerra. La guerra extiende su alcance sobre las vidas
de las personas: cada vez hay más y más guerras de po
bres contra pobres, guerras étnicas y religiosas impulsadas
por la desesperación. Ha vuelto la plaga del nacionalismo,
cada vez más prominente en la vida de los pueblos, como
efecto de la derrota de los obreros y la extinción del in
ternacionalismo.
En los primeros años del nuevo siglo, se extendió por
todo el mundo un movimiento en favor de la paz: el 15 de
febrero de 2003, millones de personas marcharon contra la
invasión estadounidense de Irak. Al día siguiente de esta
manifestación, la mayor que se haya visto, el presidente
Bush afirmó sarcásticamente: "No voy a decidir políticas
basándome en un focus group. La función de un líder es
decidir políticas basándose, en este caso, en la seguridad
del pueblo".
L A E R A DE L A I M P O T E N C I A
- 59 -
religiosas.
Pero el momento de la conciencia intemacionalista ya
pasó. Los trabajadores alemanes están contra los griegos,
los trabajadores turcos están contra los kurdos y los tra
bajadores sunitas están contra los chiitas. Se han visto
llevados a olvidar su realidad común como trabajadores.
La derrota de los trabajadores es una tragedia histó
rica enorme, afirma Tronti. Según él, "fueron derrotados
porque no lograron convertirse en el Estado".
Por mi parte, creo que en realidad ocurrió exacta
mente lo contrario. El comunismo se convirtió en una
pesadilla totalitaria porque el leninismo empujó a los
trabajadores a apoderarse del Estado, a identificarse con
el Estado socialista, y de esta forma la estatalización de
la clase obrera paralizó la dinámica social y le impuso al
proceso autónomo de emancipación social una estructura
política rígida.
Bajo el imperio soviético, esto tuvo por resultado una
sociedad miserable y un Estado autoritario: el comunismo
F
R
A
l EL JUEGO FRÍGIDO
-
tización gana por diseño.
61
-
¿Pero quién es el diseñador? El diseñador es la fuerza
recombinante de millones de cognitarios que cooperan
dentro del juego, pero fuera del juego permanecen solos.
Ellos llevan adelante el proceso de innovación, invención
e implementación del conocimiento, pero no se conocen
entre sí. Los cerebros cooperantes no tienen un cuerpo
colectivo y los cuerpos privados no tienen un cerebro
colectivo.
Me acuerdo de aquellos días cuando, en un bar de Ná-
poles, jugué Last Safety for Alpha : el anuncio de futuro
que traía la primera generación de videojuegos era fasci
nante y aterrador.
Luego vino la época de la impotencia. El ritmo gene
ral de la información se ha acelerado. El organismo cons
ciente percibe estos flujos como una serie de estímulos
neuronales, mientras que el organismo sensorial vive en
un estado de permanente electroestimulación nerviosa y
contracción corporal.
Dado que la conciencia y la emoción necesitan tiempo
para la elaboración personal, y que el tiempo es escaso, la
atención se desconecta de la conciencia y la emoción. Allí
se origina la angustia emocional contemporánea.
Disincronía: una dolencia de la duración, una patolo
gía del "tiempo vivido".5
La epidemia del desorden del déficit de atención es
un síntoma de esta disincronía: los niños que crecen en un
espacio infosaturado muestran signos de hipermotilidad
nerviosa. Pueden fijar su atención en un objeto solo por
pocos instantes. Su atención tiende a cambiar con dema
siada velocidad para las necesidades del aprendizaje, de la
expresión y del afecto.
En una condición de hiperestímulo, el organismo cogniti-
vo no puede procesar el contenido emocional de los estímulos.
La impotencia sexual tiene una etiología similar. La
frecuencia y la difusión del estímulo, como así también
la velocidad de la exposición del yo al estímulo erótico,
se han acelerado a tal punto que resulta cada vez más
difícil decodificar los mensajes emocionales conscientes o
procesarlos con la ternura necesaria. Nuestro tiempo se ha
vuelto breve, estrecho, contraído, por lo que al estímulo le
cuesta traducirse en deseo, y al deseo le cuesta traducirse
en contacto consciente, y el contacto rara vez consigue
traducirse en placer.
El sex-appeal de la materia inorgánica que la electró
nica ha insertado entre los cuerpos tiene por resultado
una suerte de vasta sexualización del entorno y un aisla
miento físico de los cuerpos.
La inserción de lo inorgánico (electrónico) en la comu
nicación entré los cuerpos actúa como una perturbación.
Es por ello que el placer parece haber sido reemplazado
-63-
Al mismo tiempo, debido a la constante electroesti-
mulación del organismo y a la inserción de dispositivos
electrónicos en el continuo de la esfera corporal, se indu
ce a la esfera sensorial a una suerte de frigidez. Por frígido
no me refiero aquí al comportamiento anorgásmico o a
una disfunción similar del placer sexual: me refiero a una
extensa condición de ánestesia seguida de una tensión
constante, y una tendencia a la depresión.
En su libro Impuissances, Yves Citton toma en cuenta
un vasto espectro de obras literarias francesas que se ocu
pan de la impotencia sexual. En el capítulo "Le Fiasco",
Citton identifica como "causa" de la défaillance [incapaci
dad] el exceso de estímulos que el sujeto masculino es inca
paz de dominar. "No es una falta de atracción, sino antes
bien el exceso de belleza aquello por lo cual se percibe a
la mujer como intocable."6
F u n d a n d o su id en tida d e n la excitación c o m o p r u e b a de
im a g e n q u e se hace de sí q u ie n asien ta s u id e n t i d a d e n
la virilidad se ve obligada a a s u m ir u n a p o st u r a d e O m
n ip o t e n c ia .7
-67-
La tarea de ofrecer una definición minuciosa del humanis
mo excedería el alcance de lo que me propongo en estas
páginas, pero baste con señalar que, en términos genera
les, la palabra hace referencia a un movimiento artístico y
filosófico que apareció en Italia en el siglo XV y luego se
propagó por toda Europa. Sin embargo, en este contexto la
utilizo ante todo para hacer referencia a un concepto que
define la identidad cultural europea en la época moderna.
En lo que sigue, me propongo considerar al humanis
mo como la afirmación de la libertad y la potencia del
hombre.
Según León Battista Alberti, el hombre ha sido creado
para el trabajo [opera], y lo que caracteriza a la humani
dad es la utilidad. El énfasis del humanismo en la acti
vidad y la empresa [ intrapesa ] implica dos dimensiones
conceptuales: la libertad y la potencia de actuar.
La noción de libertad no tiene aquí un sentido jurídi
co: no se trata de ser libre de la ley o de las limitaciones
políticas. Se trata, por el contrario, de una libertad ontoló-
gica, de una independencia de toda forma predeterminada
y, por ende, de la posibilidad de crear formas que no preexis-
ten en la mente de Dios.
El humanismo emancipa a la historia humana de la
presencia de un Dios que ya no es necesario para explicar
la acción de los hombres. La forma de las cosas no depende
de la voluntad divina, sino de la acción del hombre. Ernst
Bloch, en su libro sobre la filosofía del Renacimiento, lla
ma a esto el nacimiento de la "utopía técnica".
El filósofo humanista Francis Bacon resucita el mito de
Prometeo, el Titán mitológico que les diera a los hombres
una potencia ilimitada y la capacidad de pensar el futuro. La
tecnología, la aplicación de conocimiento, puede establecer
su poder solo cuando Dios comienza a desaparecer. En la his
toria de la civilización moderna, la tecnología ha suplantado
a Dios, estableciendo una suerte de teocracia técnica.
El humanismo comienza así con la afirmación de la inde
pendencia ontológica de la acción humana, pero luego la
tecnología adquiere una potencia omnipresente, que le per
mite crecer con independencia de sus creadores humanos y
desplegarse bajo la forma de un sistema de automatismos.
Según Bloch, la producción del Renacimiento recupera
el culto griego del hombre como una persona de pie y deja
de lado las formas genuflexas góticas del pasado teocráti
co. Sin embargo, hacia el final de la Edad Moderna vemos
el retorno del estilo gótico, y los seres humanos otra vez
se ven obligados a arrodillarse ante los edificios hipergó-
ticos de las grandes metrópolis.
La perspectiva renacentista proyecta un orden humano
sobre el mundo, y luego el barroco multiplica los puntos
de vista y las perspectivas a tal punto que la complejidad
del mundo sobrepasa la capacidad mental de gobernar ese
mundo por medio de la razón. El Renacimiento inaugura
la idea del reino del hombre, que ordena el espacio que lo
rodea en función de una perspectiva lineal antropocéntri-
EL H U MA N I S MO , LA M I S O G I N I A
Y E L P E N S A M I E N T O DE L A M O D E R N I D A D T A R D Í A
EL MOVIMIENTO
2. Ibíd., p. 151.
3. Ibíd., p. 327.
límites, su contraparte alemana lo circunscribe como impo
tencia. Para él, nuestra desgracia tiene su origen en el
deseo: nunca es posible satisfacerlo. Por ende, nunca de
jamos de desear, y la vida es un padecimiento incesante
porque no es otra cosa que el fenómeno del deseo, el deseo
objetivado.
Schopenhauer determina que el cuerpo es el origen
del acto de pensamiento [ich denke], pero, luego de ello,
lo único que puede decir es que esta corporalidad es "para
la muerte", y que el amor se desvanece tan pronto como
se desvela-el objeto de amor (un viejo prejuicio machista).
¿Pero según qué criterio expresamos un juicio acerca
de tal o cual filósofo? ¿Por qué le decimos sí a un filósofo
y a otro, no? No podemos demostrar las verdades fácticas
del filósofo que nos gusta. No es un problema de verdad.
Nuestra elección se funda en la simpatía (en un pathos
común), no en una decisión lógica.
Por mi parte, siento aversión por Schopenhauer por
que vinculo el contenido de su pensamiento (cuya gran
deza reconozco) a la vibración emocional de su pensa
miento. Su pensamiento es la expresión de un cuerpo que
piensa (como siempre, desde luego), la manifestación de
una singularidad pulsátil que se proyecta en un mundo
de pensamiento. No siento aversión hacia su pensamiento
sino hacia la singularidad existencial que vibra dentro de
su pensamiento: la identificación con el padre, el resen
timiento contra la disipación materna, la misoginia fun
damental de su experiencia y su Weltanschauung, y su odio
reaccionario contra los rebeldes que no respetan el orden
establecido.
En mi opinión, Schopenhauer es el punto de partida
de la historia de una suerte de ubermenschlichkheit funda
da en la amargura y la denuncia histérica (o la nostalgia
melancólica) de una potencia que se desvanece.
Schopenhauer anuncia y deplora la decadencia de la
dominación masculina y de la raza blanca. Hoy, que esta
EL HUMA NI S MO, LA M I S O G I N I A
Y E L P E N S A M I E N T O DE L A M O D E R N I D A D T A R D I A
-81 -
possit, et quomodo illi sit occurrendum".4
En él, el pensador florentino define la relación entre la
fortuna y la virtud; es decir, entre el caótico acontecer de
los eventos y el poder regulador de la acción humana. "Me
parece la fortuna uno de esos terribles ríos que, cuando se
hinchan, inundan las llanuras, derriban árboles y edificios
[...]. Algo parecido sucede con la fortuna, que muestra su
potencia donde no hay virtud ordenada que se le resista."5
La palabra virtud hace referencia aquí a la capacidad que
tenga el principe de gobernar esos eventos caóticos que lla
mamos "fortuna" y subyugarlos a la voluntad de poder.
El príncipe debe predecir la dirección que puedan
tomar los eventos, su fuerza y poder destructivo, y so
bre todo debe mostrarse enérgico y someter la fortuna a
su dominio. No tiene permitido mostrarse respetuoso o
o
En conclusión, siendo variable la fortuna y obstinados los
B hombres en sus actos, son felices cuando van de acuerdo
jj con los tiempos e infelices cuando no se conforman a
A ellos. Creo que es mejor ser impetuoso que circunspec-
r to, porque la fortuna es mujer y, si se quiere dominarla,
D hay que maltratarla y tenerla a freno. La experiencia enseña
que se deja vencer por quienes proceden fríamente; pero,
como mujer que es, gusta de los jóvenes, que tienen m e
nos miramientos, son más brutales y la someten con más
audacia.6
- 82 -
6. Ibíd., p. 118.
EL HUMA NI S MO , LA M I S O G I N I A
Y E L P E N S A M I E N T O DE L A M O D E R N I D A D T A R D Í A
-83 -
je se convierte en el espacio y el límite del ser.
Cuando el lenguaje deviene el lenguaje de la técnica
(en el sentido de que la técnica se convierte en el suje
to del lenguaje), los humanos viven una expropiación del
lenguaje, y se les impone el uso de una cadena de impli
caciones técnicas. Una vez que el lenguaje atraviesa este
proceso de automatización, nos hallamos ante el ocaso de
la cultura humanista.
Heidegger se muestra incapaz de entender que la téc
nica no es un sistema monolítico y carente de ambigüe
dades, sino el espacio en el que se conforman las tecnolo
gías, en el marco de una relación siempre cambiante con
la estrategia, la intención política y el interés social. Por
ello da lugar a una nostalgia reaccionaria, cuyo ídolo es
el mundo de la autenticidad, anterior a la transformación
tecnológica. La nostalgia de la autenticidad está ligada a
una perspectiva deprimente, para la cual la decadencia de
Occidente es una suerte de respuesta a las expectativas
progresistas del positivismo y la filosofía de la historia
moderna. Se advierte en esta cadena de asociaciones la
proyección de la decadencia de la potencia masculina, ese
gran respaldo de la energía de la Modernidad.
El proceso de modernización se basa en la competen
cia económica y la agresión militar. Véase, por ejemplo,
el papel de la cultura futurista en el proceso de moder
nización italiano: el futurismo (al igual que el fascismo,
dicho sea de paso) es un intento de masculinizar la au-
topercepción colectiva de la nación. Para aunar la fuerza
económica con la política, para ganar guerras y competir
en el mercado, las naciones deben librarse del lado fe
menino de su propia cultura. Pero aquella energía que a
comienzos del siglo XX podía sustentar el nacionalismo
y la modernización está acabada. El crecimiento econó
mico se retrae, la expansión choca contra los límites fí
sicos del planeta y la demografía global apunta hacia la
senilidad.
La potencia fue concebida en términos de penetra
ción y sujeción. En la Modernidad tardía, no obstante, la
potencia no tuvo otra alternativa que ceder su lugar a un
sistema de dispositivos técnicos que están mejor dotados
que el hombre para cumplir el objetivo de penetrar y
dominar la fortuna y el magma de los acontecimientos. La
técnica, que nació como una prótesis de la potencia de pe
netración masculina, al final del camino de la Modernidad
sustituye al propio órgano, al tiempo que la complejidad
y la autonomía cada vez mayor del Lebenswelt, el mundo
femenino del caos impredecible y la disipación natural,
escapa del lazo del orden y la sujeción.
Cumplida la tarea de dominar el mundo natural, los
hombres advierten que se les ha expropiado su propia po
tencia, hoy absorbida y superada por la tecnología.
De Schopenhauer a Heidegger, pasando por Nietzs-
che, podemos advertir el hilo de una nostalgia Ubermenschli-
chkheit, que a menudo (pero no siempre) aparece asocia
do a una posición política reaccionaria de derecha. Este
EL HUMANI S MO, LA M IS O G I N I A
Y E L P E N S A M I E N T O DE L A M O D E R N I D A D T A R D Í A
DOSTOIEVSKI
I-
*»
00
LA MADRE Y LA TRISTEZA DE LA CARNE
SUMISIÓN Y COMPUTABILIDAD
97-
como una inevitable, pero la conciencia humana
-
tiene la capacidad de desvincular la actividad mental de
los límites y trampas que le impone esta Gestalt.
En la descripción filosófica de Kevin Kelly hay un error.
Cree que la computación habrá de penetrar en todos los rin
cones de la vida, del lenguaje y del comportamiento hu
mano, pero esto supone pasar por alto la existencia de lo
incomputable: los saltos cuánticos vibracionales, indetermi
nables, inscriptos en el comportamiento social y el exceso
lingüístico.
Kelly pasa por alto la irreductibilidad del significado a la
medida de la computabilidad. No obstante, para dar comien
zo a un proceso de desvinculación y reformulación de la Ges
talt básica, debemos tomar en cuenta la fuerza de lo incom
putable. Lo incomputable es la fuerza guía de la evolución
humana. Es lo que hace que nuestra historia sea humana.
HUMANISMO Y TEOLOGÍA
-103 -
Los eventos físicos, afectivos e históricos retrasan
la velocidad del cerebro como mente, y en la disonancia
entre la velocidad del mundo y la lentitud de la mente
aparece un sufrimiento, que es el lado oscuro del deseo.
Pero el deseo no es solo energía y velocidad. También es la
capacidad de encontrar otro ritmo. En este punto, pienso
no solo en el problema del envejecimiento, sino también
en el arte de la política, el arte de cambiar los marcos
conceptuales. Debemos abandonar el punto de vista de
la productividad, con sus expectativas de adquisición y
control. Debemos asumir, por el contrario, el punto de
vista del ocio y el cuidado de sí. Debemos transformar la
impotencia en una línea de fuga que nos permita salir del
universo competitivo.
Acaso descubramos que no es tan malo estar cansados.
¿Cómo enfrentar el problema del cansancio? Inscribiendo
en la agenda política la realidad de la muerte. Transfor
mando la decadencia en un estilo de vida fundado en la
solidaridad.
La generación senil de Europa puede convertirse en el
sujeto de una revolución cultural destinada a preparar a la
sociedad occidental para una redistribución de la riqueza
y de los recursos. Esta revolución cultural debería comen
zar haciendo una crítica al culto de la energía juvenil que
atraviesa la cultura moderna. La ideología del crecimiento
ilimitado y la competencia agresiva ha sostenido los gran
des pilares del desarrollo capitalista. Estos han alimenta
do las ideologías románticas y nacionalistas responsables
de la movilización agresiva de la sociedad occidental en
la Modernidad tardía. Necesitamos elaborar un abordaje
senil del problema del futuro. El culto a la competencia
debe ser reemplazado por un culto a la solidaridad y la
cooperación.
Concedo que en la actualidad esta parece ser una
posibilidad muy poco probable. La población europea se
muestra decidida a defender sus privilegios con todos los
medios de los que dispone. Sin embargo, esta actitud no
habrá de traer nada bueno, y ya comienza a causar muchos
males.
Esta Europa fortificada está hoy rodeada por perso
nas jóvenes que escapan de condiciones de vida penosas.
Traen consigo la memoria inconsciente de siglos de ex
plotación y humillación, como así también la expectativa
consciente de todas esas cosas que en los últimos'tiempos
les han prometido la publicidad y la ideología global.
Durante las últimas décadas, Europa pareció ser el
continente de la paz y la justicia social. Hoy se hunde
bajo una ola de tristeza y cinismo. Los jóvenes parecen
incapaces de alterar las condiciones sociales y deambulan
por un laberinto social desprovisto de paz y solidaridad.
La población senil podría, acaso, ser la portadora de
una nueva esperanza, si consigue enfrentar lo inevitable
con calma. Tal vez sea capaz de descubrir algo que la hu
manidad nunca ha conocido: el amor de lo envejecido, la
sensual lentitud de aquellos que ya no esperan ningún
E L L A DO O S C U R O D E L D E S E O
EL MENSAJE DE FRANCISCO
- 105 -
estreno de la película.
En febrero de 2013, Joseph Ratzinger, el papa alemán
que había afirmado la incuestionable superioridad de la
verdad contra cualquier relativismo, renunció, y manifes
tó su debilidad física y espiritual. Fue un acto de un coraje
y una humildad sin precedentes, que debemos interpre
tar en términos filosóficos, como un reconocimiento de la
impotencia política de la razón ética.
Como no soy teólogo, no pretendo tener una com
prensión profunda del significado y las intenciones detrás
de un acto tan relevante. Sin embargo, desde el punto
de vista de la filosofía secular, sostengo que la renuncia de
Ratzinger, o el papa Benedicto XVI, marcó el fracaso del in
tento histórico por dominar y someter las fuerzas desen
cadenadas del mal, tal como estas se materializan en los
instintos salvajes del capitalismo global. Abrumado por su
propia debilidad. Benedicto se quedó en silencio y agachó
la cabeza. Esta admisión de su propia impotencia fue, a mi
juicio, la señal más alta de su fortaleza.
Después, sucedió algo más. En una época en que la
violencia sectaria, la arrogancia conservadora y la codicia
económica parecen haberse adueñado prácticamente de
todos los lugares del mundo, apareció otro hombre en el
balcón de la Basílica de San Pedro, que saludó a las multi
tudes con un sencillo "buenas noches".
No soy creyente, y mi ateísmo me hace difícil aceptar
la idea de que el Espíritu Santo iluminó al clero que se reu
nió en el cónclave papal durante aquellos días en marzo de
2013. Sin embargo, supongo que la sabiduría humana, al me
nos, los llevó a elegir un nuevo papa, el papa Francisco, que
parece decidido a plantarse -en soledad- contra la violencia
étnica, la opresión política y la explotación económica.
No pretendo interpretar adecuadamente la significa
ción teológica de la prédica del papa Francisco, ni tengo la
intención de hacerlo. Pero desde una perspectiva históri
ca, me interesan las implicancias filosóficas de sus actos y
sus palabras. El 11 de abril de 2015, inaugurando un Jubileo
Extraordinario de Misericordia, Francisco publicó la bula
Misericordiae Vultus, un documento que ofrece una redefi
nición explícita de la relación entre la verdad y la compa
sión, haciendo énfasis en la superioridad de la compasión
sobre la verdad.
La palabra "compasión" admite ser reemplazada en
este contexto por la palabra “empatia" y también por la
palabra “solidaridad".
Este papa, según sus propias palabras venido "del fin
del mundo", afirma que debemos pensar a la Iglesia como
un hospital militar de campaña:
-107 -
definitivo, idea que conquistó también las mentes de mu
chos intelectuales de izquierda deficientes. Ahora, veinte
años más tarde, el capitalismo ha perdido casi toda su cre
dibilidad, pero continúa gobernando como una máquina
automática que nadie puede detener. Ya no gana por la
fuerza del conocimiento, sino que subyuga las almas y los
cuerpos por medio de la fuerza.
Por ende, se acabó la fe.
Como no soy creyente, no confío en ningún dios y
en ninguna ideología, no creo que el fin de la fe sea algo
negativo. Por el contrario, creo que solo al liberarnos de la
fe podemos entender la verdadera tendencia de la época y
aprovechar las oportunidades más interesantes que dicha
tendencia trae consigo.
Pero para aferrar lo posible y hacerlo real, necesitamos
amistad, solidaridad, felicidad y la capacidad de que las
1. Papa Francisco, entrevista con el padre Antonio Spadaro, "A Big Heart
Open to God", American Magazine, 30 de septiembre de 2013.
relaciones físicas nos produzcan placer. Esto es algo que
hoy nos falta. Lo que en verdad nos falta no es la espe
ranza, no es la fe, sino la amistad. Por eso la humanidad
oscila hoy en el abismo, entre la guerra y el suicidio.
Alguien podría considerar que mi interpretación de las
palabras de Francisco es blasfema, pero no es incongruen
te con su significado explícito: Dios no está aquí para ocu
parse de nuestras guerras, nuestra contaminación, nuestra
explotación o la precarización de nuestro empleo. Posi
blemente esté muy ocupado con algo mucho más urgente,
quién sabe. Tendremos que arreglárnosla sin su ayuda.
Por consiguiente, debemos abandonar toda esperanza:
la máquina del mundo es ingobernable y la voluntad hu
mana no tiene potencia. Solo nos queda la amistad. Así
entiendo, por mi parte, el mensaje del papa Francisco.
En un texto fascinante que lleva por título "Pope Fran-
ciscus Under a Bright Red Star" [El papa Francisco bajo
una brillante estrella roja], Federico Campagna compara
las acciones del papa electo en 2013 con las del pontífice
electo en 1503, Julio II, el "Papa Guerrero", que pasó toda
su vida peleando para "expulsar a los bárbaros". Campagna
nos propone una interpretación política del mensaje de
Francisco, la de un papa que se dirige a los activistas so
ciales e intenta convertirse en el punto de referencia de
esa parte de la población mundial que, desde la caída de la
revolución comunista, no cuenta con ninguna otra forma
de representación política.
Por mi parte, no niego que la prédica de Francisco
tenga intenciones y efectos políticos, pero no creo que
sea el mensaje más importante de este hombre. Lo más
significativo, en mi humilde opinión, es su idea de que
Cristo no vino a la Tierra a imponer justicia, sino a predi
car la amistad y la compasión (como Siddartha Gautama,
por cierto, que también habló de la gran compasión como
el único camino posible para armonizar la singularidad de
la existencia con el juego cósmico).
EL LADO OS CURO DE L DESEO
- 109 -
en el contexto de la violencia financiera y la austeridad
con que Europa destruye las vidas y los futuros del pueblo
griego (y no solo los suyos). El énfasis del papa en la mi
sericordia también puede leerse a la luz del egoísmo de los
países europeos que se rehúsan a aceptar inmigrantes pro
venientes de países como Siria, Irak y Afganistán, países
empujados al abismo por las infinitas guerras occidentales.
Dado que no espero ninguna redención después de mi
muerte, creo que la única posición intelectual adecuada
para esta época es la desesperación. Pero también creo
que la desesperación y la alegría no son irreconciliables,
en la medida en que la desesperación es un ánimo de la
mente intelectual y la alegría es el ánimo de la mente en
carnada. La amistad es la fuerza que transforma la deses
peración en alegría. Tal es la lección que aprendí de este
hombre venido del fin del mundo.
í
CN
EL PODER
- 113 -
solo existe en el ámbito de las matemáticas. En el mundo
humano, los problemas no se resuelven, ya que el proceso
de cura es interminable. Las situaciones problemáticas evo
lucionan, modifican nuestro horizonte y por último desa
parecen, al tiempo que otras que las sustituyen emergen y
cobran forma.
La evolución de la sociedad puede ser descripta como
una sucesión de enigmas sin resolución, posibilidades nue
vas, oscilaciones vibratorias y, al fin, la selección y la imple-
mentación de una posibilidad entre muchas: una solución
provisional que no resuelve ni estabiliza la infinita comple
jidad de la vida conjuntiva.
Llamo poder a la condición temporaria que implemen-
ta una determinada selección entre muchas otras posibles.
Llamo poder a un régimen de visibilidad e invisibilidad,
en la medida en que excluye del espacio de la visibilidad
otras concatenaciones posibles.
La forma emerge entre muchas otras formas posibles y
luego se convierte en una Gestalt, un formato que se impone
a la percepción de la realidad circundante. La Gestalt es un
código perceptual: una forma que genera formas.
Eso es el poder.
Para describir la forma política que el poder adopta en
la actualidad, debemos comenzar por los efectos que tie
nen la globalización neoliberal y la tecnología digital so
bre la estructura del mundo. Es posible entender la tran
sición de la vieja modernidad industrial a la actual red de
la globalización como el pasaje del modelo de sometimien
to disciplinario de los cuerpos socializados descripto por
Foucault al modelo de control que Deleuze esboza en su
artículo "Post-scriptum sobre las sociedades de control".
'"Control"', escribe Deleuze,
-115-
más plustrabajo mediante la prolongación del tiempo de
trabajo.
Pocas páginas después, define la subsunción real:
- 117 -
LA MUTACIÓN BRUSCA
-119 -
Los neohumanos pueden procesar sofisticadas formas
de interacción y almacenar cantidades de información
incomparablemente superiores a las que podían almacenar
las generaciones anteriores, pero sus modalidades de sínte
sis y elaboración siguen lineamientos que no son compa
tibles con una conciencia empática.
Bajo las condiciones de la conectividad, la interacción
entre unidades neohumanas (organismos físicamente dife
rentes pero interconectados en el nivel cognitivo) tiende
a automatizarse. Los neohumanos conectivos se integran
en un comportamiento de enjambre.
La actividad cognitiva individual está cada vez más in-
terconectada a la metamáquina. Cada individuo es (o puede
ser) agudamente consciente de su propia condición, pero
ya no es capaz de gobernarla ni de modificarla, en la me
dida en que la interacción ya no depende de una voluntad
ética o política, sino de las reglas del autómata.
Los jóvenes trabajadores precarizados de la genera
ción actual son agudamente conscientes de la miseria que
experimentan, de la explotación que sufren y de la so
ledad que los segrega. Sin embargo, su comunicación se
basa en la conexión digital y cada vez menos en la pre
sencia física del cuerpo del otro. Ya no hablan su propio
lenguaje, son hablados por él.
En 2015, la palabra del año para el Oxford English
Dictionary fue un pictograma: oficialmente llamado
el emoji de "rostro con lágrimas de alegría". El pictogra
ma estandarizado por la máquina es el principal signo de
concatenación humana. Cada vez necesitamos menos para
expresarnos: un vasto espectro de emojis digitales nos
permite expresar nuestros sentimientos, al tiempo que los
avances en la biométrica digital abren el camino al reco
nocimiento de emociones.
¿Y qué ocurre con la autopercepción? ¿Qué ocurre con
el desarrollo emocional? ¿De qué manera el sentimiento de
impotencia, padecimiento mental y enfermedad ética con
sigue ser reabsorbido, curado o cuanto menos cauterizado?
Con la palabra "autómata" no designo a una máquina,
sino a un organismo bioinformático supraindividual que
tiene la capacidad de atravesar las singularidades sensi
bles pero no puede ser atravesado por ellas. Este supraor-
ganismo bioinformático produce sentido siguiendo reglas
que están en concordancia con la máquina digital, y solo
puede actuar con efectividad dentro del universo semióti-
co de la conexión.
El autómata toma el lugar del organismo individual
sensible y consciente, capaz de llevar adelante estrategias
efectivas de diferenciación y de transformar su entorno en
consonancia con ellas; tal era el sentido de la política, en la
esfera de la comunicación alfabética secuencial. El agente
financiero, por el contrario, solo produce efectos si sus
estrategias se adaptan a la estrategia del autómata.
La enunciación conjuntiva carece de efectividad en
la esfera de la concatenación conectiva porque no posee
el código necesario para acceder a la sintaxis técnica de
AUTOMATIZACIÓN Y TERROR
-
121
LA DISOLUCIÓN DE LAS MASAS
-
En su libro Psicología de masas del fascismo, Wilhelm
Reich afirma que la pregunta problema no es por qué la
gente organiza huelgas y protestas, sino lo contrario. ¿Por
qué las personas no están en huelga todo el tiempo?
¿Por qué no se rebelan contra la opresión?
En nuestra era, tras un siglo marcado por el ascenso
y la caída de la esperanza comunista, tenemos varias res
puestas posibles a esta pregunta.
Las personas no son capaces de rebelarse y no están
dispuestas a ello porque las condiciones de precariedad,
angustia y competencia consustanciales a la actual orga
nización del trabajo no les permiten ver el camino hacia
la autonomía y la solidaridad. La desterritorialización del
empleo y la fragmentación tecnológica del cuerpo social
tienen por resultado la incapacidad de tender redes de so
lidaridad efectivas, y una soledad generalizada que solo se
quiebra para abrir paso a súbitas y aleatorias explosiones
de ira. Esta es una respuesta posible.
Una segunda respuesta posible se encuentra en la
disolución de la identidad física del poder. El poder no
está en ningún lugar y al mismo tiempo está en todas
partes, internalizado e inscripto en los automatismos tec-
nolingüisticos a los que llamamos gobernanza. Las recien
tes olas de rebelión no han podido concentrar sus luchas
contra un centro físico de dominación financiera debido a
que no existe tal centro físico.
La precarización del empleo, que trajo consigo el fin
de la proximidad territorial y un angustiante sentimiento
de competencia entre los trabajadores, ha provocado esa di
solución de la solidaridad social que Jean Baudrillard pre
dijera en la segunda mitad de la década de los años setenta.
Durante aquellos años de transición de la civilización
industrial a la civilización digital, se produjo también un
cambio en el ámbito conceptual y en la organización dis
ciplinar del conocimiento. Esta reorganización disciplinar
es un reflejo de la transformación que tiene lugar en las
décadas de reforma neoliberal y en su intersección con la
tecnología digital.
A partir de los años ochenta, el ámbito académico de
la psicología de masas se vio reemplazado por un amplio
espectro de disciplinas: la sociología, la psicología, la ci
bernética, los estudios culturales y la teoría de medios. No
me interesa investigar aquí las motivaciones y las impli
cancias académicas de esta desaparición y sus reemplazos;
de momento, solo me interesa concentrarme en la desapa
rición real de las masas (como un cuerpo homogéneo de
existencia social) de la escena moderna.
Hoy las masas están debilitadas, prácticamente han
desaparecido. El advenimiento de la tecnología de comu
nicación en redes que vino a suplantar a los medios de
comunicación de masas dispersó a la multitud, convir
tiéndola en una gran extensión desperdigada de átomos
AUTOMATI ZACI ÓN Y TERROR
- 123 -
nas que viven en un mismo lugar y comparten un mismo
destino. Ya no hay más "masas" debido a que el carácter
aleatorio de su reunión en el metro, en la autopista o en
lugares de tránsito similares resulta totalmente azaroso y
contingente.
La psicología de masas desaparece porque desaparecen
las propias masas, al menos de la autopercepción de la
mente social. Como señala Baudrillard en "A la sombra de
las mayorías silenciosas", publicado a fines de la década
de los setenta, el concepto de "masas" es ambiguo y difícil de
definir.4
Este concepto difiere del concepto marxista de "clase
social", entendido como una agregación de personas que
comparten intereses, comportamientos y una conciencia.
La existencia de la clase trabajadora no es una verdad onto-
lógica: es el efecto de una imaginación y una conciencia
5. Ibíd., p. 129.
A UTOMATIZACIÓN Y TERROR
-125 -
THATCHER Y BAUDRILLARD
-127 -
inconscientes.
- 129 -
escoria del pasado. El puritanismo, de hecho, es el nombre
del deseo de crear un nuevo mundo en un espacio exento
de historia y cultura, distinto de la realidad misma: en ese
espacio religioso se concibió la virtualización.
Es por ello que América (y no los Estados Unidos) es el
futuro del mundo. América es la dimensión desterritoriali-
zada de la des-identidad digital. Una des-identidad virtual
y recombinante.
Desear ser América al tiempo que odian a los Esta
dos Unidos es la paradoja de muchos pueblos del mundo.
De esta forma, millones de personas intentan reaccionar
contra la subalteridad de su propia imaginación: no lo
logran, debido a que están íntimamente colonizadas. El
único modo de detener el dominio desterritorializado de
América es destruir el propio mundo: el proyecto político
del fundamentalismo islámico.
La automatización cognitiva o una guerra final que lo
destruya todo. 0 las dos cosas a la vez.
LA DECADENCIA DEL ORDEN DE WESTFALIA
-131 -
de la guerra de Irak y consiguió adueñarse del control de
Bagdad. Al fomentar la rebelión contra Bashar al-Ássad,
los estadounidenses ayudaron a los yihadistas a establecer
los fundamentos de su Califato. Y así sucesivamente.
Si miramos las cosas desde un punto de vista geopolí-
tico, podemos concluir que los Estados Unidos se derrota
ron a sí mismos como potencia nacional.
Sin embargo, América significa más que una nación Es
tado. Gracias a la peculiaridad de la creación del Estado nor
teamericano y al origen cultural de la innovación tecnoló
gica, América es esencialmente la dimensión antropológica
en que se funda el modelo de poder posterritorial.
En el espacio cultural americano (con lo cual no me refie
ro al territorio de los Estados Unidos), la tecnología digital,
como un transformador estético y cognitivo, se ha convertido
en el principal agente de transformación del mundo. Es por
ello que, a pesar de la decadencia estratégica de la po
tencia estadounidense, muy probablemente el futuro sea
americano.
Las semiocorporaciones que encarnan hoy el espacio
cultural americano son los actores de una historia poste
rrícola, al tiempo que el planeta parece destinado a una
decadencia física cada vez más pronunciada. Las corpora
ciones globales de la semioproducción están moldeando
un futuro fuera del paisaje mental de la Tierra.
Según la interpretación geopolítica, los Estados Uni
dos parecen estar a punto de entrar en decadencia, pero el
criterio geopolítico resulta por completo insuficiente para
explicar en toda su extensión los procesos más profundos
de esta transformación.
El principio de soberanía nacional que estableciera
el Tratado de Westfalia se está diluyendo. Del Tratado de
Westfalia al Tratado de Versalles, pasando por el Congreso
de Viena, la evolución política del mundo moderno se basó
en la constante reivindicación del Estado nación, como en
tidad jurídica con derecho a controlar los flujos de informa
ción, emitir moneda y controlar su territorio con un ejército.
Pero ya comienzan a aparecer en el mundo algunas potencias
post-Westfalianas: el Califato parece destinado a concentrar
el impulso islamista suicida de distintas partes del mundo.
Rusia, por su parte, parece destinada a convertirse en el
imán de todos los frentes nacionalistas (anti)europeos.
En 1977, Simón Nora y Alain Mine (un ingeniero y un
sociólogo), en un informe elaborado para el presidente
de Francia Valéry Giscard d'Estaing, imaginaron un futuro
en el que la soberanía nacional habría de entrar en deca
dencia. En su planteo, esta decadencia estaba ligada a la
pérdida de control sobre los flujos de información, en par
ticular sobre los flujos financieros. El informe, que llevó
por título L'informatisation de la societé, consideraba que
la telemática (la conexión entre las tecnologías telefóni
cas y de la información) habría de desempeñar un papel
fundamental en este futuro posnacional.
En las décadas subsiguientes, la desterritorialización
de los flujos monetarios ha causado la pérdida de auto
AUTOMATIZACIÓN Y TERROR
- 133 -
Hace falta un nuevo modelo de interpretación, basado en
la transformación digital y tecnológica.
Lo cierto es que los Estados nación hoy detentan el
poder solo en apariencia: controlan sus territorios, pero
los verdaderos actores de nuestra época son la abstracción
digital, el automatismo financiero y el proceso de automa
tización de la actividad cognitiva.
Al tiempo que subyugan la actividad del cerebro so
cial, la globalización del mercado financiero y la economía
online tienden a desplazar el poder de los Estados nación
hacia agencias de gobernanza. Las esferas desterritoriali-
zadas del poder comienzan a reemplazar a las desempode-
radas agencias territoriales, que se hunden en una guerra
fragmentaria global.
El Estado es cada vez menos el agente del control
social. Cada vez más, el control social está incorporado
a la esfera biotécnica. Ninguna fuerza política o militar
tiene la capacidad de dominar la creciente complejidad
de las formas de vida, del conocimiento social y de la
productividad que se propagan por el mundo de la red. Es
preciso transferir el control a los propios cuerpos, a las
relaciones entre los cuerpos. Es por ello que hablamos de
biopoder.
Las relaciones entre los individuos están interconec-
tadas y sometidas a conexiones automáticas; de esta for
ma, el poder político se ve reemplazado por un sistema de
automatismos tecnolingüísticos que tienden a la automa
tización de todos los espacios de la vida, la cognición y
la producción.
Marx distinguía entre dominación formal y domina
ción real; a la subsunción formal la definía como la fuer
za bruta que obliga a los individuos a aceptar la explo
tación en condiciones primordiales de una extracción de
plusvalía absoluta. Gracias al desarrollo de las máquinas
industriales que permitieron incrementar la productivi
dad y extraer plusvalía relativa, el sistema ingresó en
un régimen de subsunción real, en el que el dominio es
encarnado por las máquinas y se automatiza el acto de
dominación.
Cuando pasamos de la máquina industrial a la infor
mática, la regulación de los actos de producción ya no
depende de la automatización mecánica, sino que se in
corpora al lenguaje y la cognición. En este punto, pode
mos hablar de una subsunción hiperreal, lo que supondría
una subsunción mental: la captura y el reformateo de la
mente.
- 135 -
das, gobernadas por u n a m ano invisible que solo obedece
sus propias reglas. Nosotros, los seres hum anos, no sere
mos conscientes de lo que piense la mente global. Esto no
se debe a que no seamos lo suficientemente inteligentes,
sino a que el diseño de u n a mente no permite que las par
tes entiendan el todo. Los pensamientos particulares de la
mente global -y sus consiguientes acciones- estarán fuera
10
de nuestro control y más allá de nuestra comprensión.
- 137 -
sur, el centro y el norte de América), Wilson sostiene:
- 139 -
la anatomía del hombre es la clave para entender la evo
lución de la anatomía del simio. En este punto, podríamos
decir que la neurología de las hormigas y las abejas es la
clave para entender la actual evolución del hombre. La
inserción de dispositivos de automatización cognitiva, y
la programación biogenética y psicofarmacológica del ce
rebro humano están transformando la antroposfera en un
superorganismo similar a una colmena.
En los años setenta, como hemos señalado, esta línea
de investigación que se autodenominó sociobiología hizo
su aparición en la escena filosófica. Se presentó como una
descripción de la lógica general de la evolución, incluida
la evolución natural del hombre. Como descripción, era
falsa, y suponía que la selección natural era un hecho
dado en los asuntos humanos. Sin embargo, la propia so
ciobiología no era tanto una descripción científica sino
15. Bert Hólldobler y Edward 0. Wilson, The Leafcutter Ants, op. cit., p.
xviii.
más bien un proyecto, una estrategia política, y en tal
sentido, debemos admitir que resultó exitosa.
Hoy, de hecho, mientras que la atención política está pre
sa de la guerra civil global fragmentada, en una esfera distinta
(el búnker), un superorganismo bioinformático emerge como
el punto de encuentro de la bioingenieiía y la automatización
cognitiva. Se trata de la implementación de un proyecto de
ingeniería social que ha conducido a que la selección natural
se inscriba en la composición psicocultural del cerebro social.
Pero este proceso de implementación de una concep
ción sociobiológica no está exento de conflictos, de sufri
miento, de laceración.
La Modernidad tardía ha sido caracterizada como el
siglo del yo.16 ¿Qué le sucede a la autopercepción en la
actual transición hacia el enjambre? Esa reestructuración
del yo está directamente vinculada a las epidemias de
comportamiento psicótico, como así también a la flore
ciente economía de la psicofarmacología que acompaña el
constante devenir enjambre, un campo de investigación
decisivo para la reflexión psicoanalítica y neurológica de
nuestro tiempo.
EL ESTALLIDO DEL YO
16. Ver Eric Kander, La era del inconsciente: la exploración del inconsciente
en el arte, la mente y el cerebro, Barcelona, Paidós, 2013.
AUTOMATI ZACI ÓN Y TERROR
-141 -
des de heroína] comenzaba dando la noticia de que "las
sobredosis fatales de heroína en los Estados Unidos casi se
han triplicado en tres años", y a continuación describía la
normalización de la distribución de esta droga en las po
blaciones estadounidenses, un sistema que según el autor
"se parece al delivery de pizza".
El 10 de noviembre de 2015, el New York Times publicó
un alarmante artículo de Katherine Ellison acerca de la
propagación de los trastornos de déficit de atención en el
mundo, bajo el título " a .d .h .d . Rates Rise Around Globe,
but Sympathy Often Lags" [Las tasas de t d ah crecen en
todo el mundo, pero a menudo falta simpatía].
LA PRIVATIZACIÓN DE LA GUERRA
- 145 -
No es adecuado caracterizar el actual estado de situación
en términos de una "guerra mundial", a la manera de los
grandes conflictos del siglo pasado. La guerra que hoy se
cierne sobre nosotros es el resultado de los últimos dos
cientos años de empobrecimiento colonial y humillación
que ha debido soportar la mayoría de la población m un
dial, en la filosofía de la competencia neoliberal y en la
privatización de todo, incluso de la propia guerra.
La guerra se ha normalizado: las bolsas de valores
ya no reaccionan a las masacres. En vez de ello, su prin
cipal preocupación es el inminente estancamiento de la
economía mundial. Luego de cada ataque armado, per
petrado por islamistas o por supremacistas blancos, por
asesinos azarosos e improvisados o por mercenarios bien
entrenados, el pueblo estadounidense corre a comprar
más armas. La provisión de armas disponible crece no
solo en los arsenales de los poderes nacionales, sino tam
bién en las cocinas y dormitorios de las familias comunes
y corrientes.
En diciembre de 2015, Michele Fiore, una congresista
republicana de Las Vegas, publicó en Facebook un saludo
de Navidad. A primera vista, se parecía a cualquier otra
tarjeta de fin de año: las tres generaciones de la familia,
enfundadas en camisetas rojas y pantalones de jean, po
saban de pie delante del árbol de Navidad. Pero al verla
con detenimiento, podía verse que Fiore, sus hijas adul
tas, sus maridos y uno de sus nietos sostenían armas de
fuego.
La privatización de la guerra es un rasgo obvio de la
desregulación neoliberal, y el mismo paradigma es respon
sable de la aparición de Halliburton y el Cartel de Sinaloa,
de Blackwater y el Dáesh. El negocio de la violencia es una
de las múltiples ramas de la economía global, y la abstrac
ción financiera no discrimina el dinero criminal.
El proceso de externalización y privatización causa
hoy una guerra civil mundial que se retroalimenta a sí
misma. Según Nicholas Kristof, "en las últimas cuatro dé
cadas, han muerto más personas por armas en los Estados
Unidos (incluyendo suicidios y accidentes) que las que
murieron en total en las guerras de Corea, Vietnam, Afga
nistán e Irak".1
No vamos hacia una tercera guerra mundial. No habrá
ninguna declaración de guerra, sino una proliferación de
innumerables zonas de combate. No habrá una unifica
ción de los frentes, sino microconflictos fragmentados y
alianzas ominosas sin ninguna visión estratégica general.
"Guerra mundial" no es el término correcto para esta muy
original forma de apocalipsis ante la cual nos encontra
mos. Yo la llamaría "guerra civil global fragmentaria". Los
fragmentos no convergen, porque la guerra está en todas
partes. Según Ash Cárter, ex secretario estadounidense de
Defensa, "un poder destructivo de magnitud cada vez ma
1. Nicholas Kristof, "O n Guns, We're Not Even Trying", The New York
Times, 2 de diciembre de 2015.
NECROCAPI TAUSMO
- ZH
dad mental no es una dolencia extraña que aqueja a al
-
gún marginal aislado de la sociedad; es una consecuencia
generalizada del pánico, la depresión, la precariedad y la
humillación. Estos afectos son también los que se expre
san en la guerra global fragmentaria de nuestra época y se
extienden por todas partes, ya que tienen sus raíces en el
legado del colonialismo y en la competencia frenética que
impera hoy en la vida cotidiana.
La desregulación neoliberal ha dado origen a un régi
men mundial de necroeconomía: los mandatos morales y
las regulaciones legales han sido anulados por la ley ge
neral de la competencia. Desde sus inicios, la filosofía de
Thatcher prescribía la guerra entre los individuos. Se echó
mano a Hobbes, Darwin y Hayek para conceptualizar el fin
de la civilización social, el fin de la paz.
- 149 -
sus actividades privadas, su subsistencia depende de una
relación directa con la materia física de su producción.
Este es el territorio desprotegido de la metrópolis, el de
los trabajadores industriales, los desempleados, los inmi
grantes y los refugiados.
A la vieja burguesía industrial le importaba preservar
la calidad física del territorio. Aunque separados de las
clases bajas, los burgueses habitaban en el mismo espacio
urbano que ellas, y esperaban recibir determinados be
neficios del progreso de la sociedad en su conjunto y del
consumo futuro de la comunidad.
En la medida en que no tiene contacto con los espa
cios exteriores al búnker, al capital financiero de hoy no
le interesan el territorio ni el futuro de la comunidad.
La ganancia financiera se consigue en la dimensión de la
simultaneidad y el intercambio virtual.
La clase financiera vive en comunidades cerradas pro
tegidas por fuerzas militarizadas y vacaciona en locacio
nes simuladas protegidas por ejércitos, en las que la nieve
es falsa, las montañas son falsas, el mar es falso y los
seres humanos expresan sentimientos falsos. Más aún, al
capital financiero no le interesa ningún futuro, ya que el
futuro es ahora, es la valorización instantánea del valor
virtual y la devastación de los espacios radiales del terri
torio físico.
Los trabajadores cognitivos, de hecho, viven en con
diciones a mitad de camino: mientras realizan su trabajo,
están dentro del búnker, pero apenas suspenden su in
tercambio con la pantalla, apenas regresan de las oficinas
protegidas de su corporación, también ellos se hunden en
la jungla metropolitana.
Quienes no trabajan directamente en las esferas de
red o financiera viven completamente fuera del búnker.
Debido a que la globalización del mercado laboral ha in
troducido nuevas masas de trabajadores en el proceso físi
co de producción, el número de trabajadores industriales
no ha disminuido, pero han perdido toda fuerza política
o sindical. Se ven continuamente amenazados por el pro
ceso de deslocalización, y no tienen ninguna posibilidad
de intervenir en el proceso de toma de decisiones, ya que
no pueden acceder al búnker en el que estas decisiones se
toman e implementan.
EL NEGOCIO DEFINITIVO
-151 -
La importancia de la actividad criminal crece y crece a
medida que la competencia y la carrera consumista dejan
rezagadas a un número cada vez mayor de personas jóve
nes de las periferias urbanas en todo el mundo.
Por todas partes, proliferan las empresas de terror
y muerte: dos ejemplos notorios son el narco-comercio
mexicano y el Dáesh, el Califato islámico de Irak y Siria.
Joaquín Guzmán, mejor conocido como "el Chapo", se
convirtió en el principal cerebro del tráfico de drogas de
México en 2003, luego del arresto de su rival Osiel Cárdenas,
del Cartel del Golfo. El Departamento del Tesoro de los Es
tados Unidos llegó a considerarlo "el traficante de drogas
más poderoso del mundo". Entre 2009 y 2011, la revista
Forbes incluyó a Guzmán en su lista de los hombres más
poderosos del mundo, situándolo en los puestos cuarenta
-
-153
pero no se trata para nada de un retroceso, sino de un
anticipo del futuro.
Dubiq, la agencia publicitaria del Estado islámico,
dio a conocer un video realizado con el mismo estilo de
cualquier otra publicidad: "Compre este producto y será
feliz''.4 Múltiples ángulos de cámara, gráficos atractivos,
repeticiones en cámara lenta e incluso viento artificial le
dan al anuncio un aspecto más dramático.
Únete al Ejército de Alá y encontrarás amigos, calidez y
bienestar. La yihad es la mejor terapia contra la depresión.
Se trata de un mensaje para personas sin inteligencia,
personas que sufren y ansian un poco de calidez, la for
taleza de la amistad, pertenecer. No difiere mucho de los
anuncios publicitarios que vemos todos los días en las ca
lles de nuestras propias ciudades, solo que es más sincero
5. Wassim Bassem, "Money, Power Draw Young Iraqis to is", en Iraq Pulse,
12 de agosto de 2014, disponible en al-monitor.com.
NECROCAPI TALISMO
- 155 -
aferramos en esta época oscurantista es la de crear so
lidaridad entre los cuerpos de los trabajadores cogniti-
vos del mundo y construir una plataforma de colabora
ción tecnopoética entre ellos que nos permita liberar al
conocimiento del dogma religioso y también del dogma
económico.
El globalismo ha traído consigo la anulación del uni
versalismo moderno: el capital fluye libremente por todas
partes y el mercado laboral está globalmente unificado,
pero esto no nos ha conducido a la libre circulación de
hombres y mujeres, ni a la afirmación de la razón uni
versal en el mundo. Antes bien, sucede lo contrario: a
medida que las energías intelectuales de la sociedad son
capturadas por la red de la abstracción financiera, el tra
bajo cognitivo se ve sujeto a la ley abstracta del valor y la
comunicación humana se transforma en una interacción
abstracta entre agentes digitales sin cuerpo: el cuerpo so
cial se ha separado del general intellect. La subsunción del
general intellect en el reino corporativo de la abstracción
está privando a la comunidad viva de inteligencia, com
prensión y emoción afectiva.
Y el cuerpo sin cerebro reacciona. Por un lado,
advertimos una enorme ola de padecimientos mentales;
por el otro, la muy promocionada cura para la depresión:
el fanatismo, el fascismo y la guerra. Y al ñnal de todo
ello, el suicidio.
TIERRA NEGRA
- 157 -
globalización neoliberal, el consiguiente proceso acelerado
de desterritorialización y la competencia agresiva desbocada
pueden conducir -y de hecho conducen- a las personas a
identificarse ferozmente con una comunidad de pertenen
cia, y a hostigar a una minoría étnica o religiosa. La aterra
dora tendencia que detecto en el actual devenir de la histo
ria del mundo es la reacción de la raza blanca en decadencia
contra la desterritorialización que barre con todas las fron
teras económicas, culturales y étnicas del mapa del mundo.
Es posible considerar que la emergencia de Trump en la
política estadounidense y la proliferación de regímenes na
cionalistas en el continente euroasiático constituyen el ini
cio de la conformación de un frente antiglobalista que unifi
ca a Donald Trump y Vladimir Putin, a Jarostaw Kaczyñski y
Viktor Orbán, a Marine Le Pen y Boris Johnson. Dicho frente
es la manifestación de la presión que ejerce la clase trabaja
dora blanca que ha sido derrotada por el globalismo finan
ciero, y se dirige hacia una total oposición respecto de la
élite neoliberal.
✓
EL CÓDIGO DEL DINERO
Y LA AUTOMATIZACIÓN
-161 -
Esta predicción resultó errada: la orbitalización de la
deuda fracasó. La deuda que solía flotar a nuestro alre
dedor ha caído y hoy asóla a la economía. Con el propó
sito de enfrentar esta desorbitalización de la deuda, la
clase financiera multiplicó sus intentos de crear valor de
la nada. Pero, para ello, redujo a la nada los productos
del trabajo social. A medida que la sociedad paga la deu
da metafísica, una suerte de agujero negro va devorando
toda la riqueza producida durante los últimos doscientos
años, en particular en Europa. El mercado de derivados de
crédito es el lugar en el que se produce el reemplazo de la
producción por la destrucción. Desde los años ochenta,
cuando los "futuros" se convirtieron en un lugar común
dentro de los mercados desregulados, los agentes financie
ros comenzaron a invertir su dinero de manera paradójica:
si ganan, cobran dinero; si pierden, cobran más dinero de
LENGUAJE Y DINERO
-163-
de energías, un acto de autoexpansión pragmático. En la
esfera del capitalismo financiero, el dinero cuenta menos
como un indicador que como un factor de movilización.
Sirve para provocar participación o sumisión. Prestemos
atención a la realidad de la deuda, prestemos atención a los
horribles efectos del empobrecimiento y la explotación que
la deuda provoca en el cuerpo de la sociedad. La deuda es
la transformación del dinero en un chantaje. El dinero, que
supuestamente tiene la intención de medir el valor, se ha
convertido en una herramienta de dominación psíquica y
social. La deuda metafísica vincula el dinero con el lengua
je y la culpa. La deuda es culpa, y en cuanto culpa ingresa
en el dominio del inconsciente, en el que moldea el len
guaje en conformidad con estructuras de poder y sumisión.
El dinero y el lenguaje tienen algo en común: en el
mundo físico no son nada, pero aun así, en la historia
LA ABSTRACCIÓN Y EL AUTÓMATA
- 165 -
ceptual de los procesos corporales. Desde el momento en
que Marx habló de "trabajo abstracto" para referirse a la
actividad laboral como algo separado de la producción útil
de cosas concretas, sabemos que dicha abstracción es un
motor potente. Gracias a la abstracción, el capitalismo lo
gró separar el proceso de valorización del proceso material
de producción. Al convertirse el trabajo productivo en un
proceso de infoproducción, la abstracción pasa a ser la
principal fuente de acumulación, y la condición necesaria
para la automatización. La automatización es la inserción
de la abstracción en la máquina de la vida social, con el
consecuente reemplazo de una acción (física y cognitiva)
por un motor técnico. Desde el punto de vista de la his
toria cultural, la primera parte del siglo XX está marcada
por la emancipación de los signos de su estricta función
referencial: es posible ver esto como la tendencia general
167-
bienes resulta superflua para la expansión financiera. La
-
acumulación de valor abstracto depende del sometimiento
de la población a la deuda, y de la depredación de los
recursos existentes. Esta emancipación de la acumulación
del capital de la producción de cosas útiles tiene por re
sultado un proceso de aniquilación del bienestar social.
En la esfera de la economía financiera, la aceleración
de la circulación y la valorización implica la eliminación de
la utilidad concreta de los productos, debido a que cuanto
más rápidamente circule la información más rápido se acu
mulará el valor. La información puramente financiera es la
más veloz de todas las cosas, mientras que la producción
y distribución de bienes es lenta. El proceso de concreción
del capital -a saber, el intercambio de bienes por dinero-
retrasa el ritmo de la acumulación monetaria. Lo mismo
ocurre en el ámbito de la comunicación: cuanto menos
significado lleve el mensaje, más rápido habrá de moverse,
6. Ibíd.
dado que la producción e interpretación de sentido exigen
tiempo, mientras que la circulación de información pura
sin significado es instantánea.
En los últimos veinte años, las computadoras, los in
tercambios electrónicos, los fondos oscuros, las flash or-
ders [práctica del denominado trading de alta frecuencia],
los intercambios múltiples, los mercados de valores alter
nativos, los brokers de acceso directo al mercado, los de
rivados del mercado extrabursátil y el trading de alta fre
cuencia alteraron totalmente el panorama financiero, y en
particular la relación entre los operadores humanos y los
autómatas algorítmicos capaces de autodirigirse. Cuando
más se borra la referencia a las cosas físicas, los recursos
físicos y el cuerpo, más se puede acelerar la circulación de
flujos financieros. Es por ello que al final de este proceso
de abstracción-aceleración el valor no emerge como una
relación física entre el trabajo y las cosas, sino antes bien
como la autorreplicación infinita de intercambios virtua
les de nada con nada.
LA INSCRIPCIÓN DE REGLAS
- 169 -
lo largo de los últimos años la insolvencia -el rechazo
activo a pagar deudas e impuestos injustos, la negación a
pagar por los servicios básicos, la ocupación permanente
de espacios y edificios y el sabotaje a la austeridad- no ha
logrado echar raíces en la escena social.
En los últimos tiempos, han aparecido en muchos paí
ses de Europa formas rudimentarias de monedas alterna
tivas para intercambios locales, a las que se suman otras
experiencias, como el intercambio de tiempo y bienes y
servicios básicos. Pero las monedas comunitarias solo pue
den convertirse en una forma de intercambio significativa
si existe una solidaridad social lo suficientemente fuerte
como para fomentar la confianza y la ayuda mutua.
Algunos programadores muy habilidosos promue
ven formas más sofisticadas de monedas alternativas: el
Bitcoin probablemente sea la más conocida. Generar di
nero es un problema técnico, pero reemplazar el dinero
financiero por un dinero alternativo es un problema de
confianza.
Las monedas alternativas podrían ayudar a alterar el
juego, es bastante posible, y hasta cierto punto ya está
ocurriendo. Pero no queda claro cómo estas alternativas
podrían funcionar como sustitutos de una falta más fun
damental de solidaridad social.
Por otra parte, el dinero algorítmico también podría
funcionar como la herramienta definitiva de la automati
zación: automatización del comportamiento, del lengua
je, de las relaciones, de la evaluación y del intercambio.
Sin importar cuáles sean las intenciones de los mineros
de Bitcoins, su acción monetaria habrá de elevar el nivel de
automatización de la esfera de intercambio social.
Lo que me interesa es la automatización tecnolingüís-
tica de las relaciones entre las personas, que hace que las
relaciones económicas y financieras ya no sean el objeto
de una negociación ética ni de una decisión política. Cada
vez más, estas se inscriben en el código que da acceso a
determinados servicios, o a determinadas posibilidades de
conseguir un empleo, y así sucesivamente.
La tendencia actual avanza hacia la codificación de
las relaciones personales en el lenguaje de la programa
ción: las criptomonedas y los criptocontratos fomentan
aún más la transformación de las relaciones entre perso
nas en la ejecución de un programa, una secuencia de ac
tos que es preciso cumplir para acceder al paso siguiente.
La función normativa de la ley se ve sustituida por las
implicancias automáticas de agentes humanos reducidos a
funciones meramente operacionales. Lo que hizo posible
la superación del sistema industrial fue la traducción de
actos físicos en piezas de información. La automatización
de la interacción lingüística y el reemplazo de los actos
cognitivos y afectivos por secuencias y protocolos algorít
micos es la principal tendencia de la mutación en curso.
PARTE 3
LA POSIBILIDAD
-173 -
es el potencial del potencial.
Hackear es producir o aplicar la abstracción a la información
y expresar la posibilidad de nuevos mundos,
más allá de la necesidad.
McKenzie Wark, Hacker Manifestó
AUTOMATIZACIÓN
-175 -
realización de tareas reiterativas y de toma de determina
do tipo de "decisiones". El desarrollo de la automatización
se ve limitado por el conocimiento técnico de los ingenie
ros, el costo de construcción de las máquinas automáti
cas, la dem anda de dichas máquinas y la disponibilidad
de especialistas entrenados capaces de diseñar, construir
y operar tales máquinas. Desde u n punto de vista pura
mente técnico, no hay ninguna duda de que es posible di
señar máquinas automáticas para realizar cualquier tarea
reiterativa con mayor velocidad, precisión y cuidado de
los que son capaces los trabajadores hum anos.
- 177 -
Luego, a finales del siglo pasado, algo ocurrió, algo
que se dio en paradójica simultaneidad con la implemen-
tación de la tecnología digital, responsable de acelerar
enormemente la productividad y de crear una nueva di
mensión de trabajo semiótico.
La globalización del capital, la creación de corpora
ciones transnacionales y la erosión de las fronteras nacio
nales condujeron a una completa desterritorialización del
mercado laboral, que obligó al trabajo a competir contra sí
mismo a escala global, al tiempo que los sindicatos y los
partidos políticos progresistas (incluidos los comunistas)
se mantuvieron mayormente dentro de los límites nacio
nales y no supieron advertir los peligros que planteaban
la globalización y la desregulación del mercado laboral.
Como consecuencia de todo ello, el logro más importante
del movimiento de los trabajadores -la disminución de
la jornada laboral, con la consiguiente liberación de las
energías sociales para el cuidado, la educación y el pla
cer- se vio revocado.
"El Manifiesto Postrabajo", incluido en el libro de
Cutler y Aronowitz, sostiene: "Los estándares de vida no
aumentan, no se disfruta de tiempo de ocio de calidad,
el estrés y sus manifestaciones sociales fluyen fuera de
control y el futuro dorado que todos estábamos planeando
se derrumba a gran velocidad".3 La extensión de la jornada
laboral implica más estrés, menos cuidado de sí, menos
tiempo para los hijos y menos tiempo para la educación.
Por otra parte, es obvio que también trae consigo el desem
pleo general: mientras que una parte de la población se ve
obligada a trabajar más horas, un número cada vez mayor
de personas son empujadas a condiciones de desempleo,
en las que se ven obligadas a aceptar cualquier clase de
trabajo precarizado.
Tras años de crisis social y aumento de las tasas de
desempleo en los Estados Unidos, la política de expan
sión cuantitativa de Obama logró revertir la tendencia al
desempleo y la suba del empleo fue bien recibida por los
economistas.
¿Pero se trata realmente de una mejora para la vida
social? La respuesta nos la da Frank Bruni, en una
columna del New York Times: "Los nuevos trabajos no
parecen ser tan robustos como los de antes. Hacen falta
más horas para ganar el mismo dinero o mantener el mis
mo estándar de vida. Los estudiantes amasan deudas. La
movilidad ascendente parece cada vez más un espejismo,
un mito".4
La tendencia general de la época está bien plasmada
en esta oración: "Hacen falta más horas para ganar el mis
mo dinero o mantener el mismo estándar de vida". Esto
indica una regresión para la humanidad en su conjunto.
EL ENIGMA
- 179 -
mento de la productividad que permite la automatización
de las tareas industriales basta para permitir una reduc
ción del tiempo laboral de todos los individuos.
Sin embargo, estas palabras sencillas no coinciden con
el funcionamiento actual de la economía capitalista. Es
preciso analizar los contenidos del proceso de producción
(el trabajo manual, el conocimiento científico, las habili
dades técnicas, la automatización de las tareas industria
les, la automatización de las tareas cognitivas) en fun
ción de aquello que los contiene: la economía capitalista,
cuyos rasgos conforman y modelan la aplicación de esas
posibilidades técnicas abstractas.
Presto atención entonces a la relación entre el conte
nido y el contenedor. Pero cuidado: el contenedor no es
meramente un contenedor. Es un semiotizador, un paradig
ma formal, constituido por intereses económicos, normas
culturales y expectativas, instituciones políticas, estructu
ras militares y demás. En cuanto semiotizador, el contene
dor produce modelos semióticos para la organización de los
contenidos (la vida cotidiana, el lenguaje, el conocimiento,
la tecnología).
La imaginación social está modelada por el contene
dor, de modo tal que los contenidos de la actividad social
se organizan en función del paradigma de acumulación y
crecimiento, al tiempo que dichos contenidos (el conoci
miento, el trabajo, la creatividad) producen posibilidades
que exceden al contenedor.
La relación entre el semiotizador y los contenidos vivos
es un enigma, y es preciso estudiarla como un enigma, no
como un secreto. Un secreto, de hecho, es la verdad oculta
de un dilema. Cuando nos enfrentamos a un secreto, sabe
mos que la respuesta verdadera existe, por más que esté
oculta y a resguardo. Solo se trata de encontrar la llave
que nos permita abrir la caja y ver la respuesta verdadera
que encierra.
Por el contrario, un enigma es inescrutable: no hay nin
guna verdad oculta por descubrir en el centro, no hay ninguna
respuesta definitiva a la pregunta. Un enigma es un dilema
infinito sobre el cual solo es posible decidir en virtud de un
acto de intuición ético-estético, no de una solución matemá
tica como la que ofreceríamos para un problema.
Al hablar acerca del significado antropológico de la
regresión infinita, Paolo Virno afirma que hay un momen
to en el que uno siente que ya ha buscado lo suficiente, y
entonces decide.5
El rasgo enigmático de la pregunta y el juicio ético
reside en lo siguiente: no hay ninguna verdad, no hay
ninguna solución al problema y, en términos estrictos,
no hay ningún problema. Solo la condición vibracional de
deambular en un espacio de posibilidad.
En el ámbito social el decisor es la fuerza. El semioti
zador capitalista tiene fuerza, mientras que las formas de
-
181
incómodas. Tras entrar en contacto con la cultura metro
-
politana de los estudiantes^ su desagrado por el trabajo se
convirtió en una protesta cultural contra la alienación.
La pregunta era: ¿esto es vida? No, esa reiteración
inútil de gestos inútiles no era (ni es) vida.
El rechazo del trabajo fue una declaración de guerra
contra el aburrimiento y la tristeza, basada en la situación
especial de una generación de trabajadores que habían
crecido en una década de educación de masas, en la cual
las actitudes culturales y las expectativas existenciales es
taban en expansión.
Sin embargo, sería erróneo limitar el concepto de re
chazo del trabajo a esa situación histórica, ya que tie
ne un significado mayor: la resistencia al trabajo es una
fuente de innovación técnica en la medida en que hace
posible una reducción del tiempo de trabajo.
En la peculiar constelación de la segunda mitad del si
glo pasado, por un momento coincidieron la conciencia so
cial y la tecnoevolución, y las potencias del conocimiento
le abrieron la puerta a la emancipación de la vida del
trabajo asalariado, de manera tal que tuvo sentido dar
la bienvenida a la red digital como la nueva gran fuerza
de liberación. Pero la emancipación del trabajo no era un
proceso puramente técnico. Exigía conciencia política y
una profunda transformación de las expectativas cultura
les. No hubo ninguna de estas dos cosas. Los sindicatos
se opusieron a la introducción de tecnologías de ahorro
de trabajo y dedicaron toda su influencia y sus energías a
defender los empleos y las condiciones laborales existen
tes. Vincularon su identidad a la composición industrial
del trabajo, y se convirtieron en una fuerza conservado
ra que se opuso a la innovación, posibilitando así que
solo los capitalistas financieros sacaran provecho de la
tecnooportunidad.
En ese momento, la conciencia social y la evolución
tecnológica se distanciaron, lo que marcó el ingreso en
una era de tecnobarbarie: la innovación provocó preca
riedad, la riqueza creó miseria de masas, la solidaridad se
transmutó en competencia, el cerebro conectivo se escin
dió del cuerpo social y la potencia del conocimiento quedó
desvinculada del bienestar social.
No obstante, la potencia del general intellect se man
tiene intacta. Sin embargo, no es capaz de desencadenar
un proceso de emancipación social debido a que la con
junción entre los cuerpos se ha vuelto frágil y precaria,
mientras que la conexión entre los cerebros sin cuerpo se
ha vuelto permanente, universal y obsesiva, a tal punto
que ha reemplazado la vida por una proyección espectral
de la vida sobre la omnipresente pantalla.
Durante las últimas décadas, la innovación tecnoló
gica aumentó enormemente la productividad del trabajo
y creó las condiciones para una potencial abundancia de
bienes.
¿Es esto la prueba de una eficiencia superior del
capitalismo? Para nada, es el logro de la cooperación de
ENI GMA
- 183 -
y empobrecimiento de la vida cotidiana. La prescripción
del crecimiento como un modelo cultural funciona sobre
la producción social como un constreñimiento semiótico
que distorsiona las cosas y transforma la posible riqueza
en una miseria concreta.
En 2015, la producción mundial de petróleo fue tan
abundante que el precio del barril de crudo cayó a un
nivel sin precedentes. Lo mismo puede decirse de la pro
ducción metalúrgica. En el mismo período, también cayó
la demanda en todos los países del mundo. Los econo
mistas describieron esta coyuntura como una catástrofe,
y anunciaron un derrumbe generalizado de la economía
mundial: sobreproducción, deflación y desempleo. Pero
en realidad todo esto fue la prueba de que el capitalismo
implica una transliteración del mundo real de la utilidad
en el mundo abstracto del valor, que convierte la riqueza
en miseria, la abundancia en escasez y la potencia en
impotencia.
EMPRESAS FALSAS
-185 -
llegar a ninguna parte.6
6. Liz Alderman, "In Europe, Fake Companies Can Have Real Benefits", The
New York Times, 29 de mayo de 2015.
del vínculo entre la supervivencia y la desinversión de la
propia vida. A este vínculo lo llamamos "salario". Pero la uti
lidad de nuestras habilidades y nuestro conocimiento no
puede reducirse a un intercambio abstracto. La actividad
útil de millones de trabajadores cognitivos se materiali
za actualmente en la máquina universal que reemplaza al
trabajo humano.
Por más que se la niegue, se la esconda o se la olvide,
esta máquina produce efectos en el inconsciente social. Y
el inconsciente social percibe el carácter absurdo de una
maquinaria que nos obliga a renunciar a la vida para so
brevivir.
r\
U
SUPERSTICIÓN
EL SENTIDO COMÚN
- 187 -
En un artículo publicado por el matutino The Guardian en
febrero de 2016, "Global Markets Are No Longer Obeying
Economic Common Sense" [Los mercados globales han de
jado de obedecer al sentido común económico], Mark Blyth
señala: "Una de las cosas más extrañas de 2016, al menos
hasta el momento, son las distintas maneras en que ha
sido necesario distorsionar el sentido común económico
para explicar qué está ocurriendo en la economía global".
¿Qué es el sentido común? ¿Y qué significa, en
particular, el sentido común en el ámbito de la economía?
El sentido común es producto de la experiencia, pero hoy
día el sentido común no funciona porque los procesos que
los economistas estudian (la producción, el intercambio,
la tecnología, el trabajo...) han cambiado a tal punto que
ya no es posible entenderlos con las herramientas concep
tuales desarrolladas a partir de la experiencia pasada. Esos
conceptos son como viejos monóculos que distorsionan la
realidad y convencen a la sociedad de realizar acciones
que tienen efectos paradójicos.
Pensemos por ejemplo en la "expansión cuantitativa".
¿Qué sentido tiene volcar enormes cantidades de dinero
en el sistema bancario? ¿Qué sentido tiene incentivar a
las empresas a invertir dinero, cuando la demanda baja
como efecto de la globalización del mercado laboral? "La
globalización, y la acción concertada durante treinta años
por la política de derecha, ha asesinado la capacidad del
trabajo de exigir salarios más altos, lo que nos conduce
a una desigualdad nunca antes vista y una inflación
extremadamente baja."1
¿Qué sentido tiene obligar a las personas a trabajar
cada vez más en un momento en que los productos de su
trabajo ya no son necesarios, no hay demanda de ellos y,
más importante aún, podrían ser producidos por máquinas?
Los conceptos básicos del conocimiento económico son
engañosos: "Ahora nos encontramos en un mundo poscrisis
en el que los viejos trucos ya no funcionan, a pesar de crecer
a un 1,5%, tener la inflación a un 0 ,5 % y tasas de interés
en algunos lugares por debajo del 0,25%".2
La economía contemporánea se basa en la codificación
semiótica de la relación que establecemos con los recursos,
la producción, la tecnología y la vida. La imaginación social
es moldeada por el latente chantaje de la superstición.
Un acto de transliteración (recodificación) se inscribe
en la economía, y esta recodificación no es solo un acto
lingüístico: es la fuente de la depredación financiera, de
la devastación de enormes cantidades de bienes y recur
sos, y de la creciente desigualdad en la distribución de la
riqueza.
La nominación de las relaciones sociales es parte del
proceso de internalización del capitalismo como una for
ma natural. Llamamos “trabajo" a ciertos tipos de activi
- 189 -
útil actúa como un transformador de la percepción, y
convierte las ganancias, el crecimiento y la acumulación
en el código de la emanación de cosas.
El trabajo, el salario, la acumulación y el valor de
intercambio no son hechos naturales, sino convenciones
sociosemióticas. Las convenciones, sin embargo, no son
solo signos que marcan la vida real a posteriori, también
son marcos de significación que premoldean y formatean
nuestras expectativas y nuestros modos de interacción.
Trabajo es la palabra clave de la Gestalt semioeconó-
mica. Se nos estimula a identificar nuestra actividad de
vida con el trabajo, y se nos obliga a depender del trabajo
asalariado para sobrevivir.
La competencia es el mantra de la religión neolibe
ral hegemónica: compite para tener más trabajo, ten más
trabajo para competir. Reduce tu salario para competir, y
compite para que te paguen (menos).
¿Por qué trabajar más? El mundo ya está saturado de
objetos, y aun así no podemos parar de producir cosas inútiles
y desagradables debido a la superstición económica. Peor
aún: esos bienes que no necesitamos pueden producirse
con mucho menos trabajo.
La traducción de la potencia del conocimiento y,de la
tecnología al lenguaje de la economía capitalista implica
el sometimiento de millones de trabajadores cognitivos
a una racionalidad del pasado: la ganancia privada y el
crecimiento económico.
La realidad de la abundancia se traduce entonces con
la grilla semiótica de la escasez.
3. Peter Fleming, Resisting Work: The Corporatization of Life and Its Dis-
contents, Filadelfia, Temple University Press, 2016, p. 6.
SUPERSTICIÓN
ASONANCIA
- 191 -
parecer la mayoría de los Gobiernos del mundo son incapa
ces de advertir esta posibilidad y necesidad, cegados por la
abrumadora fuerza de la superstición económica: trabajo y
salario, trabajo asalariado.
La superstición es una creencia infundada, un engaño
que distorsiona la percepción de eventos reales y provo
ca acciones inadecuadas. En la anterior era industrial, la
categoría del salario podía significar la actividad huma
na bajo condiciones de escasez, aunque a menudo estas
eran engendradas artificialmente, como fue el caso del
cerramiento inglés de principios de la Modernidad. Pero
hoy el régimen de escasez se ha terminado, en la medida
en que la evolución tecnológica de las últimas décadas
(y todo hace predecir que lo mismo ocurrirá en las déca
das venideras) permite un aumento sin precedentes de la
productividad, que tiene por resultado una abundancia
que debería distribuirse de otra manera.
La mutación digital y las finanzas globales han devas
tado las reglas que gobernaban el viejo sistema industrial:
la relación entre valor y tiempo de trabajo o entre dinámica
monetaria y función productiva de la empresa no se sos
tiene. La precariedad socava toda forma de colaboración.
Hemos ingresado en aquello que Baudrillard avizoró como
una esfera aleatoria de valores flotantes. En esta esfera, el
valor ya no está basado en el tiempo de trabajo. Mientras
que la economía global se estanca, un nuevo impulso hacia
la automatización proviene de los investigadores y desarro-
lladores. La intersección de la inteligencia artificial con la
red abre la puerta a una nueva generación de autómatas;
esta nueva generación no solo sustituirá al trabajo mecáni
co basado en la repetición, sino también al trabajo cogni-
tivo basado en la selección y la diferencia. Como advierte
Paul Masón, la "nueva ola de la automatización habrá de
disminuir enormemente la cantidad de trabajo necesaria,
no solo para subsistir, sino para ofrecer una vida decente
para todos".4
Esta tendencia alimenta la angustia y provoca reaccio
nes políticas hostiles. El temor a la automatización va y
viene en oleadas, como señala Richard Freeman:
4.' Paul Masón, "The End of Capitalism Has Begun", The Guardian, 17 de
julio de 2015.
5. Richard Freeman, "The Future of Work: W ho Owns the Robot in Your
Future Work Life?", Pacific Standard, 17 de agosto de 2015.
SUPERSTICIÓN
- 193 -
del tiempo de trabajo semanal a un máximo de cuarenta
horas.
La solidaridad social y la insubordinación de los tra
bajadores obligaron a los ingenieros a desarrollar tecno
logías que ahorrasen tiempo, con el propósito de reducir
el tiempo general de trabajo. Era una situación ambigua:
abría paso a mejores condiciones de vida, pero también
representaba una amenaza para la composición del trabajo
existente. Los sindicatos percibieron la tecnología como
un peligro, y se opusieron a la implementación de estos
dispositivos de ahorro de trabajo, demostrando así su inca
pacidad para enfrentar el cambio tecnológico.
Es en esta dinámica donde hay que buscar la fuente
del triunfo neoliberal y la emergencia de una monstruosa
paradoja: por un lado, el capitalismo desregulado alienta a
los tecnoinnovadores a construir autómatas cada vez más
inteligentes y productivos; por el otro, chantajea a los
trabajadores para que trabajen más rápido a cambio de
cada vez menos dinero, en una carrera imposible contra
los robots. La consecuencia de esta paradoja es la precari-
zación del empleo y de la vida en general.
La precariedad es la forma general de las relaciones la
borales: cuando el trabajo comienza a estar precarizado en
algunos puntos, la percepción de precariedad se extiende a
todas partes, en la medida en que la competencia entre los
trabajadores (en particular, entre los trabajadores cogniti-
vos) reemplaza a la solidaridad. Todo trabajador sabe que
su trabajo puede ser realizado por una máquina, todo tra
bajador sabe que su salario mañana puede quedar en manos
de otro trabajador. Todo el mundo es guiado a percibir a los
demás como potenciales enemigos y potenciales amenazas.
Los jóvenes que trabajan en la industria cultural co
nocen muy bien este chantaje precario. Las galerías de
arte, las universidades, las editoriales, las revistas y los
periódicos, todos ellos explotan a los trabajadores cogni-
tivos a cambio de nada. Lo llaman "pasantía" o similar. Se
incita a los trabajadores cognitivos a aceptar estas condi
ciones porque se supone que están invirtiendo lo mejor
de su personalidad y de su expresividad en la actividad
cultural que han elegido, y así el chantaje tiene éxito.
Hacer gratis lo que nos gusta tal vez parezca algo bueno,
pero el problema es que hay que pagar el alquiler y hay
que devolverle al banco los préstamos universitarios. Los
extremos no se tocan.
El vínculo entre el trabajo y el salario se debilita, pero
solo los capitalistas se benefician de la aleatoriedad y pre-
carización consiguientes, en la medida en que la emanci
pación del tiempo del salario está asentada en la supersti
ción del trabajo asalariado.
- 195 -
das se ha vuelto incapaz de interpretar o gestionar el pro
greso técnico y sus efectos. Este código ya no funciona:
no es apto para manejar racionalmente las formas de vida
que emergen en la esfera digital.
Al tiempo que la producción se convierte en un pro
ceso de recombinación e intercambio semiótico, el trabajo
se convierte en una inversión de energía mental. Resulta
muy difícil reducir el tiempo mental al valor, ya que la
productividad en este ámbito es muy volátil y aleatoria.
Los precios resultan, entonces, indicadores azarosos de
relaciones de fuerzas temporarias. El salario queda al fin
expuesto como una superstición, y va siendo reemplazado
cada vez más por nuevas formas de esclavitud, y por la
desnuda brutalidad de las relaciones de fuerza. ,
El salario es la superstición que mantiene en pie un
castillo sin cimientos. Pero esta superstición se vuelve
todavía más frágil e inestable si advertimos que el mundo
de la producción ha sido tapado por una nueva ola de
automatización.
; DEBERÍAMOS TENERLE MIEDO AL TRABAJADOR ANDROIDE?
- 197 -
lante la economía.
Y concluye:
6. Martin Ford, "China's Troubling Robot Revotution", The New York Times,
10 de junio de 2015.
7. Matthew Yglesias, "The Automation Myth: Robots Aren't Taking Your
Jobs - and That's the Problem!", Ifox, 27 de julio de 2015.
estadounidense promedio se han incrementado en el equi
valente a un mes por año. "Predeciblemente, los trabaja
dores dedican menos tiempo a sus necesidades básicas,
como comer y dormir. Los padres dedican menos atención
a sus hijos. El estrés va en aumento, en parte debido al
acto de equilibrio necesario para reconciliar las demandas
del trabajo con la vida familiar."8
La tendencia que Juliet Schor identificó en los no
venta no se detuvo allí. En 2013, en su libro 24/7. El
capitalismo tardío y el fin del sueño , Jonathan Crary9 sos
tuvo que el adulto norteamericano promedio duerme hoy
alrededor de seis horas y media por noche, una disminu
ción respecto de las ocho horas de la generación anterior,
y mucho menos de las (aunque nos cueste creerlo) diez
horas que dormía a comienzos del siglo XX.
Esta autoinmolación fanática solía ser una caracterís
tica particular de la vida estadounidense, ya que la cul
tura puritana de América sabe poco de los placeres de la
vida. Pero en los últimos treinta años este fanatismo se ha
transformado en el imperativo categórico de la política en
el mundo entero.
SALARIO
- 199 -
concretarla debido al carácter incuestionable del salario: la
supervivencia a cambio de tiempo de trabajo.
Por lo tanto, es preciso exponer al salario como la su
perstición que no nos deja ver algo que es totalmente cla
ro: el trabajo es cada vez menos necesario para la super
vivencia. El chantaje del salario convierte la innovación
técnica en una tragedia para la sociedad; reducido a una
herramienta competitiva, el conocimiento se convierte en
una causa de desempleo.
Es interesante advertir que poco a poco comienza a
aparecer dentro de los círculos teóricos de Silicon Valley
una reflexión libre sobre la obsolescencia de la forma sala
rial. En el epicentro del trabajo cognitivo global, algunos
tecnointelectuales comienzan a contemplar la idea de un
ingreso básico o ingreso existencial, que permitiría diso
ciar la actividad útil del acceso a la supervivencia.
Sam Altman, el joven presidente de Y Combinator, un
think tank de Silicon Valley, tiene interesantes ideas al res
pecto. "Estoy bastante convencido de que en determinado
F
R
A
^ momento del futuro, a medida que la tecnología vaya eli-
0 minando los empleos tradicionales y permita crear una
enorme cantidad de riqueza, veremos alguna versión de
B [un ingreso básico] a nivel nacional", sostiene.10 Es in-
1 teresante advertir que se trata del mismo argumento que
0 emplean muchos pensadores radicales de izquierda para
justificar la implementación de un salario básico univer-
b sal. Bajo esta perspectiva, deliciosamente llamada "comu-
E nismo de lujo totalmente automatizado", la humanidad
A superará al capitalismo haciendo que las máquinas reali-
r cen la mayor parte del trabajo y distribuyendo los resul
ta tados de manera justa entre el público, que podrá trabajar
1 mucho menos a cambio de más.
El ingreso existencial no debería ser considerado un
sustento provisional para personas marginales. Debería ser
considerado un estímulo a la libertad, y por consiguiente
a ofrecer a la comunidad lo mejor de nosotros.
-
200
10. Dylan Matthews, "W h y a Bunch of Silicon Valley Investors Are Suddenly
Interested in Universal Basic Income", Vox, 28 de junio de 2016.
11. Ibíd.
SUPERSTICIÓN
-
201
biernan el mundo en un nivel mucho más profundo que la
voluntad política.
-
La emancipación del conocimiento de la acumulación
de capital es la única llave capaz de abrir la puerta que
nos permita escapar de este infierno, por más que de mo
mento nos cueste tanto encontrarla.
DESVINCULACIÓN1
-203 -
La libertad es el contenido. La necesidad es la forma.
1
Tólstoi, Guerra y paz
MORFOGÉNESIS
ción de clase.
Para reimaginar el proceso de subjetivación en el
contexto de la precariedad, prefiero dejar de lado la vi
sión dialéctica de la historia y adoptar una descripción
morfogenética; lo que supone que, en vez de concebir la
evolución histórica como un ámbito de confrontación en
tre sujetos, es posible entenderla como una secuencia de
constreñimientos y desvinculaciones que se dan dentro
del proceso de emergencia de formas.
Tomo la palabra "morfogénesis" prestada del ámbito
de la biología, e intentaré aplicar este concepto al ámbito de
la evolución social con el propósito de distinguir aque
llo que podríamos definir como una especiación social (la
emergencia de nuevas formas sociales que transgreden el
código existente) de otro tipo de metamorfosis social que
solo implica la rearticulación del viejo código.
Además, me propongo distinguir entre la morfogénesis
como proceso de emergencia y la morfogénesis como proce
so de generación. Por emergencia entiendo la aparición de
DESVI NCULACI ÓN
- 205 -
excluye otros conjuntos posibles. Incontables posibilida
des se pierden debido a que su potencia subjetiva no es
suficiente para liberar una morfogénesis creativa.
En griego, morphé significa la forma inestable y cam
biante que la materia adopta en el proceso de devenir,
mientras que eidos es la forma original que genera infini
tos objetos posibles "con forma".
Eidos es la atribución activa de forma, mientras que
morphé es la forma recibida pasivamente. Forma, de hecho,
significa la organización provisional de una posible con
catenación del ser, el efecto (pasivo) de ser formado; esta
palabra, sin embargo, también significa la conformación
(activa) del entorno, el proceso que da forma a un obje
to. En la historia de la filosofía occidental, el concepto de
eidos evolucionó hasta el concepto de idea. Cuando hablo
de una forma generativa, no me refiero a la precedencia
idealista de la idea, sino al despliegue de información ge
nerativa inscripta en el presente. Una forma que genera
formas puede funcionar como una Gestalt: una Gestalt es
F
R
A
- 207 -
proliferación de dobles vínculos en la mente social?
No pienso el capitalismo como una subjetividad, sino
como una Gestalt cuya acción estructura el conocimiento, el
trabajo y los recursos en función de una Gestalt semiótica.
Cuando miramos una forma visual, la estructura ac
tual de nuestra mente descifra el estímulo visual según
las Gestálts inscriptas en ella, y nos cuesta bastante llegar
a ver otra cosa que la forma que nuestra mente está acos
tumbrada a ver.
Wittgenstein sostenía que "los límites de mi lengua
je significan los límites de mi mundo". En términos de
Gestalt y posibilidad, la afirmación de Wittgenstein quiere
decir que nuestro lenguaje es una organización sintáctica
de los innumerables contenidos que pertenecen al ámbito
de nuestra experiencia. Dentro de este rango de organiza
ciones posibles de los contenidos, nuestro lenguaje selec
ciona un plan de consistencia y lo impone, de manera tal
que la organización lingüística es lo que limita nuestras
posibilidades de percepción y experiencia.
F
R
A
N Pero si el lenguaje es un límite, esto implica también
0 que existen otras posibilidades más allá de dicho límite. Lla
maría desvinculación a cualquier creación lingüística a la
B que podríamos considerar un "exceso": la poesía es la acti-
1 vidad lingüística que excede los límites de nuestro lenguaje.
0 La Gesta.lt es el patrón mental que enmarca los estímu
los perceptuales que recibimos y los convierte en formas.
B La Gestalt puede funcionar como un constreñimiento cuan-
E do obstruye nuestra capacidad de ver las cosas en un marco
A distinto. Para superar el efecto de constreñimiento implí-
r cito en la Gestalt, necesitamos una potencia poética de ex-
D trañamiento (lo que Viktor Shklovski llamó “ostranenie").
Volvamos ahora a las condiciones sociales de nuestra
época: el paradigma económico constriñe la dinámica in
trínseca de la relación entre el trabajo y la inteligencia. La
economía pretende ser una ciencia, pero los economistas
no producen conceptos que expliquen la realidad social ni
-
208
- 209 -
tecnología o el conocimiento. Las palabras que describen
y conceptualizan la esfera económica son una fuente de
permanentes malentendidos, debido a que resultan incon
sistentes con la realidad de la vida humana sobre el planeta.
IV
UNA BREVE HISTORIA DEL
GENERAL INTELLECT
-
211
daderas intenciones: no quería escribir solo acerca de la
-
impotencia o la posibilidad. Quería escribir acerca del co
nocimiento.
A pesar de la impotencia y del poder, a pesar de la
fragmentación de la sociedad en una pléyade de piezas en
conflicto, a pesar de la precaria fractalización del trabajo,
el conocimiento es la dimensión social donde es posible
acabar de una buena vez con el mal sueño del capitalismo:
no solo revertir sus efectos, sino abandonarlo y conver
tirlo en un espacio vacío, olvidarlo como se olvida una
pesadilla.
Mi abordaje del problema del conocimiento no es
gnoseológico, porque lo que me interesa en realidad
es la subjetividad que subyace al proceso del conocimiento:
la subjetividad de las millones de mentes conectadas al
rededor del mundo, y la subjetividad de los cuerpos que
buscan afecto, contacto sensual y amistad. La concien
cia del conocimiento es el camino hacia la emancipación
del futuro, pero este camino se ve obstaculizado por la
privatización del sistema educativo, la investigación y el
ciclo de la invención.
El conocimiento no tiene que ver con la verdad, ni
con descubrir y revelar una realidad esencial; antes bien,
tiene que ver con la creación de sentido y la invención
de interfaces técnicas que proyecten significación sobre
la realidad.
- 213 -
En Hegel, el conocimiento es un proceso que en rea
lidad no desarrolla nada, nunca es invención, sino solo el
descubrimiento de algo que ha existido desde el principio.
El Ser Absoluto es la premisa y el resultado del proceso
de conocimiento, en la medida en que desde el comienzo
el conocimiento es el proceso de autodespliegue del Ser
Absoluto. El proceso social del conocimiento, con sus ma
nifestaciones concretas, sus contradicciones, sus dificulta
des, enigmas y errores, sus descubrimientos y sus inven
ciones, no existe. Este proceso no es más que la mediación
del autorrevelarse del Espíritu Absoluto.
A pesar de todo ello, es posible advertir en este texto
una intuición bastante avanzada: la idea de que no es
posible disociar el proceso del conocimiento del proceso
histórico, y que no existe ninguna otra verdad que el au
todespliegue del sujeto de conocimiento.
- 215 -
para la apropiación y la sujeción del trabajo vivo y la con
dición de la emancipación de la sociedad de la necesidad
del propio trabajo.
Por un lado:
0
A través de este proceso, efectivamente, se reduce a u n
B mínimo la cantidad de trabajo necesario para la produc-
1 ción de u n objeto dado, pero solo para que u n máximo
0 de trabajo se valorice en el máximo de tales objetos. El
primer aspecto es importante, porque aquí el capital -de
B manera totalmente impremeditada- reduce a u n mínimo
E el trabajo h um a n o , el gasto de energías. Esto redundará
* en beneficio del trabajo emancipado y es la condición de
A . . . 7
r su emancipación.
D
7. Ibíd., p. 224.
8. Ibíd., p. 230.
UNA B R E V E H I S T O R I A
D E L GENERAL IN T E L L E C T
- 217 -
el concepto de cooperación entre agencias mentales?
Obviamente, no lo sé. Marx a menudo emplea palabras no
alemanas (italianas, francesas e inglesas). Sin embargo,
quisiera imaginar que en este caso lo hizo animado por un
motivo particularmente fuerte.
Si hubiera escrito las palabras alemanas Allgemeine
Vernunft, podríamos haber supuesto que estaba kokettie-
ren (coqueteando) con Hegel.
Nada podría ser más contrario a las ideas de Marx.
Aquí no le preocupa Hegel. Marx no se ocupa del devenir
real espiritual de la razón absoluta, sino de la coopera
ción social entre trabajadores intelectuales que no están
cumpliendo un diseño racional preinscripto, sino combi
nando fragmentos de conocimiento según proyectos in
telectuales distintos (y en conflicto). Sus intenciones no
convergen en una totalidad preinscripta, no apuntan a
ningún telos. La imposición de un telos prescriptivo sobre
la actividad de los trabajadores cognitivos es una acción
peculiar del poder: un acto de limitación, de sujeción. La
1
reforma neoliberal del sistema educativo, que consiste en
su privatización, procura la sumisión de la investigación
al dogma económico.
La próxima batalla tendrá por objeto la autonomía del
conocimiento respecto de la hegemonía práctica y episte
mológica del paradigma económico.
La autonomía del conocimiento no es una cuestión fi
losófica sino social, ya que se funda en la potencia concre
ta de un grupo de actores sociales concretos: los trabaja
dores cognitivos, trabajadores que producen valor dentro
de la máquina semiótica.
La autonomía del conocimiento presupone la indepen
dencia de aquellos que animan el general intellect.
Cuando Marx escribió acerca del "general intellect",
esas dos palabras en inglés, tenía en mente un entorno
tecnológico que aun no existía en su época. Más de cien
años después, sabemos que ese entorno y esa máquina
universal es la red mundial que permite hoy la continua
recombinación de actos semióticos (investigación, in
vención, comunicación) ejecutados al mismo tiempo por
agentes conscientes y sensibles desperdigados por toda
la Tierra.
CORAZÓN ENFERMO
- 219 -
mar parte de él de manera pasiva. Y entonces h ay que po
ner el cuerpo contra los engranajes y contra las ruedas...
contra las palancas, contra todo el aparato, y ponerle u n
freno. Y hay que darle a entender a la gente que lo dirige,
a la gente que es dueña de él, que a menos que seamos
g
libres, no permitiremos que la m áquina funcione.
-
221
distas, los miembros de la Weather Underground Organi-
zation, los Panteras Negras y otros en disfraces similares)
-
desempeñaron un papel relevante en la transformación
general de la sociedad: como profesionales, construyeron
la red de alta tecnología; pero como activistas, quedaron
atrapados en la imaginación industrialista del siglo XIX.
La única posibilidad de evitar el sometimiento del co
nocimiento al capital, que es lo mismo que decir el some
timiento del conocimiento a la guerra, dependía de la con
junción del general intellect con las necesidades de la
sociedad. Pero nosotros estábamos atrapados en el viejo
concepto de revolución política.
- 223 -
dad contemporánea son inm ensam ente mayores que n u n
ca; lo que significa que la amplitud de la dominación de
la sociedad sobre el individuo es inm ensam ente mayor
que nunca. Nuestra sociedad se caracteriza antes por la
conquista de las fuerzas sociales centrífugas por la tec
nología que por el terror, sobre la doble base de u n a abru-
12
madora eficacia y u n nivel de vida cada vez más alto.
- 225 -
ra moderna se verá reducido a vestigios para anticuarios
y el general intellect habrá sido subyugado para siempre.
La educación de masas no era la única condición que
permitía la movilidad social bajo las condiciones capitalis
tas, pero era la que abría el camino hacia la emancipación
de la clase obrera: el rechazo del trabajo se sumaba al ge
neral intellect y el resultado era una situación problemáti
ca de resolución no predecible. El movimiento estudiantil
de 1968 puede ser considerado la primera insurrección del
general intellect: la solidaridad entre estudiantes y tra
bajadores fue no solo una convergencia ideológica, sino
también la alianza de dos sujetos sociales que sostenían
una posibilidad común.. Los trabajadores industriales im
pulsaban la reducción de la jornada laboral y los estudian
tes eran los heraldos de la potencia intelectual del trabajo
cognitivo, que venían a anunciar las posibilidades tec
nológicas de una total emancipación de la esclavitud del
trabajo físico. Esa alianza entre el rechazo del trabajo y la
innovación tecnológica le abrió el camino a la revolución
F
R
A
^ digital y al reemplazo del trabajo industrial por la infomá-
0 quina. Sin embargo, en las últimas décadas del siglo XX,
este proceso de emancipación se vio interrumpido y viró
b hacia la forma financiera del semiocapitalismo, cuando la
1 contrarrevolución neoliberal desvió la fuerza del general
0 intellect contra la autonomía de los trabajadores.
El aumento de la productividad, que podría haber con-
b ducido a una reducción general del tiempo de trabajo, se
E convirtió en una herramienta para aumentar la explota-
A ción. La limitación de la jornada laboral se vio eliminada
r y creció el desempleo general como un efecto del aumento
D del tiempo de trabajo individual. De allí en más, el poten
cial del general intellect se volcó contra el bienestar de la
población trabajadora.
En la medida en que el trabajo cognitivo se convirtió
en la principal fuerza de valorización, los poderes econó
micos intentaron someter a los cognitarios a la ideología
-
226
- 227 -
la instauración de la economía como el criterio de eva
luación universal ha reestablécido una suerte de teología
en la relación entre el aprendizaje y la verdad absoluta
(económica).
A fines del siglo XX, quedó al descubierto la crisis
de la universidad: el humanismo moderno resultó incapaz
de enfrentar la infoesfera en red. La institución univer
sitaria, como la conocimos en la era moderna, se mostró
incapaz de lidiar con la inteligencia en red y el legado
humanista se vio en necesidad de una reforma.
La razón tecnofinanciera se ha hecho cargo de esta
reforma. La educación pública ha sido empobrecida por la
clase neoliberal gobernante, que procedió a desmantelar
la, precarizarla y al fin la reemplazó por un sistema de
recombinación de habilidades'y competencias fragmenta
das, atentas a las necesidades del mercado, cuyo significa
do escapa incluso al estudiante. Se celebra la innovación,
pero solo se la permite dentro del marco del dogma teoló
gico de la ganancia privada y el lucro infinito.
1 1
LA DINÁMICA DEL
GENERAL INTELLECT
I I
PHILO FARNSWORTH
- 229 -
En la medida en que la invención científica y la innovación
tecnológica no sean libres del constreñimiento epistémico
de la economía, en la medida en que los trabajadores tec-
nocientíficos se vean obligados a procurarse un salario y
dependan del apoyo de las corporaciones para desarrollar
sus ideas, el conocimiento nunca logrará ser autónomo.
Preservar la autonomía del conocimiento es la cues
tión más importante de nuestro tiempo. Es el único cami
no para superar la devastación corporativa del mundo y la
guerra civil identitaria global. Es el horizonte de posibili
dad de nuestra época.
Durante el último siglo, poco a poco se les ha quitado
a los inventores la capacidad de conocer y controlar el
funcionamiento de su trabajo de invención, y se los ha
sometido a la ley de la ganancia: su trabajo ha sido frag
mentado y su formación ha sido modificada de manera tal
que por lo general no son conscientes de las implicancias
epistemológicas de sus descubrimientos ni de las conse
cuencias sociales de la aplicación de sus creaciones.
F
R
A
N Muy pocas personas conocen a Philo Farnsworth. Muy
0 pocas personas conocen las circunstancias del nacimiento
del medio más celebrado de la cultura de la Modernidad
B tardía. ¿A qué se debe?
1 El motivo de ello es que la invención del televisor es
0 una historia de expropiación. Al inventor, el producto de
su trabajo le fue robado por la Radio Corporation of Ame-
B rica ( r c a ) , en la figura de David Sarnoff, su presidente du-
E rante las décadas anteriores a la Segunda Guerra Mundial.
A Quisiera recordar a Farnsworth aquí porque su historia
r es una metáfora perfecta de la relación entre la codicia
o corporativa y el trabajo intelectual.
El joven Philo se crió en la zona rural de Utah, leyendo
ciencia ficción. Al crecer, comenzó a explorar las técnicas
para la transmisión electrónica de imágenes.
Un día, le dijo a su esposa Pem que la tecnología que
estaba creando sería la máquina de la verdad, y haría po
-
otz -
231 -
sató un litigio judicial y Farnsworth fue citado por el Con
-
greso a declarar en una investigación contra la empresa
por infracción a la ley de patentes.
Pero Farnsworth no confiaba en el Gobierno más de lo
que confiaba en las empresas. No creía que la libre com
petencia y la dinámica de mercado pudieran tener por re
sultado la expropiación. No quiso buscar el amparo de la
autoridad pública para un problema que, a su juicio, era
un caso de libre competencia. Confió en el capitalismo,
ay, y se jodió.
En septiembre de 1939, con ocasión de inaugurarse la
Feria Mundial de Nueva York, la r c a expuso varias panta
llas de televisión en la ciudad de Manhattan y las utilizó
para transmitir un discurso del presidente Franklin Delano
Roosevelt. Farnsworth fue uno de los tantos ciudadanos
que se congregaron delante de esas pantallas.
1. Evan Schwartz, The Last Lone Inventor, Nueva York, Harper Collins,
2003, p. 6.
I
La idea de que el Estado garantizara la propiedad in
dividual de la creación se planteó por primera vez en Flo
rencia en 1421. En los Estados Unidos, Benjamin Franklin
introdujo el principio de los derechos intelectuales en la
Constitución. De hecho, la ley de patentes funcionó bas
tante bien a lo largo del siglo XIX. Sin embargo, desde
la tercera década del siglo XX, las corporaciones lograron
tomar el control del proceso inventivo con el propósito de
extraer dinero del trabajo de los científicos y someter su
actividad a la racionalidad económica.
Víctima de la relación entre inversión y capital,
Farnsworth subestimó el poder de la innovación controla
da por las corporaciones.
Dos habilidades distintas forman parte del proceso
de explotación de la fuerza de invención. La primera es
la capacidad compleja y concreta de los científicos, los
técnicos y los trabajadores semióticos: capacidad que se
despliega en un espectro infinito de formas particulares
de conocimiento. La segunda es la capacidad brutal del
inversor, auxiliado por los contadores, los abogados y los
pistoleros.
¿Quién gana en el juego del dinero? Obviamente, el
capitalista, que no sabe nada acerca de asuntos concretos
como la física, la química, los medios, la metalurgia, la
moda o el arte, pero lo sabe todo del arte de apropiarse
del trabajo y la cultura de los demás. El capitalista dedica
su vida a transformar la riqueza infinita del conocimiento
en la infinita miseria del dinero.
PERSONAJES
- 233 -
dimensiones lejanas que jamás se encuentran.
No obstante, la función intelectual está atravesada
por un conflicto interno, cuya dinámica exige análisis y
explicación.
Diría que el artista, el ingeniero y el economista son
los principales personajes de otra fábula, llamada el gene
ral intellect. Su historia es el núcleo de la dinámica social
de la vida intelectual.
El artista, al igual que el científico puro, es el creador
de conceptos y preceptos novedosos que abren nuevos ho
rizontes posibles de experiencia social. El artista habla el
lenguaje de la conjunción: en la creación artística, la re
lación entre el signo y el significado no está determinada
por la convención, sino que se desplaza pragmáticamente
y se ve sujeta a una constante renegociación.
El ingeniero es el amo de la tecnología, el intelectual
que transforma los conceptos en proyectos y los proyectos
en algoritmos. El ingeniero habla la lengua de la conexión.
En la ingeniería, la relación entre el signo y el significado
F
R
A
-235 -
y explotación.
Podemos caracterizar al discurso teórico que sostiene
esta tecnología económica en términos de una ideología;
es decir, una tecnología teórica que tiene el propósito de
lograr determinadas metas políticas y sociales. La ideolo
gía económica, al igual que cualquier otra tecnología, no
es autorreflexiva y por ende no puede elaborar una auto-
comprensión teórica. No puede reenmarcarse en función
de un cambio de paradigma.
El economista se ocupa de constreñir al ingeniero.
La ingeniería es úna tecnología que enmarca las creacio
nes conceptuales del científico y del artista en disposi
tivos técnicos para la organización de la vida social. En
la Modernidad tardía, la ingeniería ha sido sometida al
control económico, y las potencias técnicas de las máqui
nas han sido reducidas a la determinación económica.
Cuando el ingeniero es controlado por el economis
ta, se limita a producir máquinas para el constreñimiento
del tiempo humano y la inteligencia que responden a los
intereses de la maximización de ganancias, la acumula
ción de capital y la guerra.
Cuando el ingeniero interactúa con el artista, sus má
quinas tienen la intención de ser útiles para la sociedad
y reducir el tiempo de trabajo. Cuando el ingeniero es
controlado por el economista, su horizonte es el creci
miento económico y su actividad resulta compatible con
el código. Cuando se vincula con el artista, su horizonte
es la infinitud de la naturaleza y el lenguaje.
El capitalismo ya no es capaz de semiotizar y orga
nizar la potencia social de la productividad cognitiva: la
conceptualización económica es demasiado estrecha para
la potencia intelectual emergente de una sociedad que
demanda una dimensión transeconómica.
El paso de una forma de producción industrial a otra
semiótica ha empujado al capitalismo fuera de sí mismo,
fuera de su autoconcepción ideológica, y por consiguiente
la semiotización económica se ha convertido en un cons
treñimiento para las potencias del general intellect.
El problema es el siguiente: ¿es en verdad posible
desvincular al conocimiento del control semiótico del pa
radigma económico? ¿Ha logrado el economista subyugar
por completo al ingeniero y capturar al artista, o puede
el ingeniero librarse de las limitaciones económicas y
reenmarcar la tecnología según las intuiciones más eleva
das de la ciencia y el arte, en función de una sensibilidad
compartida?
LA INVENCIÓN
NO MÁS TRABAJO
- 239 -
deberíamos exigírselo.
¿Existe una voluntad gobernante que pueda oír estos
reclamos e implementarlos? No, porque la gobernanza
ha tomado el lugar del Gobierno, y el control ya no está
inscripto en la decisión política, sino en la concatenación
de automatismos tecnolingüísticos. Es por ello que no tie
ne ningún sentido peticionar, y es por ello que tampoco
tiene ningún sentido construir partidos políticos.
Quienes tienen la potencia de liberar el contenido del
conocimiento y la tecnología son quienes producen dicho
contenido: los cognitarios. Desvincular su actividad y su
cooperación de la Gestalt de la acumulación es el único
camino.
Lo que necesitan es una plataforma técnica que haga
posible una cooperación autónoma entre todos los traba
jadores cognitivos del mundo, con la perspectiva de des
mantelar y reprogramar la máquina. Y lo que necesitan es
tomar conciencia de su potencia.
F
R
A
N INVENCIÓN Y PARADIGMA
c ----------------
0
En La estructura de las revoluciones científicas, Thomas Kuhn
b define la "ciencia normal" como "una actividad altamente
1 acumulativa que ha tenido un éxito eminente en su objetivo,
0 la extensión continua del alcance y la precisión de los cono
cimientos científicos".3 Las revoluciones científicas, por su
B parte, consisten en un reencuadramiento de ese conocimiento
E adquirido en nuevos marcos paradigmáticos.
A El paradigma de Kuhn es la suposición básica de un
r modelo del mundo, y el cambio de paradigma implica tam-
D bién un desplazamiento del punto de vista. Kuhn sostie-
1 ne, de hecho, que "el más fundamental de los aspectos de
la inconmensurabilidad de los paradigmas en competen
cia [es que] quienes proponen los paradigmas en compe
tencia practican sus profesiones en mundos diferentes".4
El mundo que enmarca al actual paradigma es el mun-
S do de la economía capitalista basada en el crecimiento y el
salario. Los científicos y los investigadores se ven obliga
dos a practicar sus habilidades dentro de dicho paradigma.
En los Grundrisse, Marx escribe:
La apropiación del trabajo vivo por el capital adquiere
en la maquinaria, también en este sentido, u n a realidad
inmediata. Por u n lado, lo que permite a las máquinas
ejecutar el mismo trabajo que antes efectuaba el obre
ro es el análisis y la aplicación -que dim anan directa
m ente de la ciencia- de leyes mecánicas y químicas. El
desarrollo de la maquinaria por esta vía, sin embargo,
solo se verifica cuando la gran industria h a alcanzado
ya u n nivel superior y el capital ha capturado y pues
to a su servicio todas las ciencias; por otra parte, la
- 241 -
pitalismo prestando atención a la dinámica de los cerebros
ensamblados, y no a la mera división del trabajo".6
Sin embargo, en el contexto cultural del fin de siglo
francés, también se conceptualiza a la invención como
una vibración viva. "La invención actualiza las virtuali
dades que componen la excitación caótica del cuerpo del
mundo. Las invenciones [...] permiten la emergencia de
realidades impredecibles, a las que sacan de las profundi
dades del ser para traerlas a la superficie fenoménica."7
También Tarde hizo hincapié, en su momento, en la
fuerza de invención (no de trabajo) como el factor más im
portante de producción: "En Tarde, la fuente de la propie
dad no es el trabajo, sino la fuerza de invención [...]. El
estatus ontológico del conocimiento cuestiona el derecho
EL HACKER Y EL DISEÑADOR
- 243 -
El diseño es arte e ingeniería: en cuanto artista, el dise
ñador concibe un mundo para un objeto; como ingeniero,
construye un objeto para el mundo.
En la medida en que el mercado separa al artista del
ingeniero, el diseño se convierte en el sometimiento de
la invención a las reglas de la economía, que no siempre
están en consonancia con las reglas de la utilidad social.
En este contexto, resulta interesante prestar atención
a la relación entre Steve Jobs y Steve Wozniak. Wozniak
desempeña el papel del inventor con destrezas técnicas,
el productor directo de la infoarquitectura, mientras que
Jobs desempeña el papel del diseñador que ve más allá,
la interfaz visionaria entre la máquina y la evolución de
la mente humana, desafortunadamente gobernada por el
mercado.
11. Victoria Woollaston, '"Steve Jobs Didn't Know Technology and Just
Wanted to Be Important': Steve Wozniak Claims His Business Fartner Pla-
yed No Role in the Design of Early Apple Devices", The Daily Mail, 4 de
septiembre de 2015.
LA I NVENCIÓN
- 245 -
tenaciones conjuntivas.
El diseñador es el amo de la invención.
n
POSFACIO:
LO INCONCEBIBLE
TRAUMA
- 247 -
En la segunda década del siglo XXI, dos procesos distin
tos avanzan con una fuerza aparentemente indetenible: el
primero es la guerra civil global en curso desde 2001, que
en 2016 ha alcanzado un ritmo vertiginoso; el segundo es
la automatización de la actividad cognitiva, la penetra
ción de los dispositivos de inteligencia artificial en la vida
cotidiana y en el entorno urbano, que abre el camino a un
sistema neurototalitario.
Estos dos procesos se desarrollan en la actualidad, los
dos parecen inevitables.
El Brexit y la victoria electoral de Trump marcaron un
punto de quiebre en la historia del globalismo neolibe
ral. Durante el siglo pasado, pensamos que la democracia
y el socialismo habían derrotado al nacionalismo. Nos
equivocamos. El nacionalismo ha vuelto, gracias a la ven
ganza de la clase trabajadora blanca, humillada por las
políticas neoliberales y traicionada por los reformistas
sociales que jugaron con las mismas cartas de la dicta
dura financiera.
Esta revancha de la clase trabajadora ha desencadena
do una ola de racismo blanco que choca contra el enojo de
las personas de las áreas colonizadas, que se hace eviden
te en el fundamentalismo islámico, el fascismo al estilo
de Duterte, el fundamentalismo hindú y el autoritarismo
chino.
El resultado será un trauma duradero, de efectos aún
incalculables. Tal vez seamos testigos del ascenso de la
barbarie y la violencia, e incluso de un quiebre eventual
de la civilización a tal punto en que la raza humana pierda
todo lo humano. Pero ese futuro aún no ha sido escrito.
El trauma no será solo un quiebre cultural, posiblemente
involucre una neuromorfogénesis, la emergencia de nue
vas capacidades cognitivas.
Las formas y el significado de la neuromorfogénesis
serán moldeados por la acción estética y terapéutica. En
las secuelas del trauma, hay lugar para una cultura que
busque liberarnos para la emancipación de las posibilida
des inscriptas del constreñimiento del autómata.
Solo la toma de conciencia por parte de los trabaja
dores cognitivos del mundo nos permitirá encontrar una
salida a la guerra civil global alimentada por el racismo
blanco y los resentimientos fascistas. Este proceso pare
ce hoy muy lejano, debido a que los trabajadores cog
nitivos carecen de todo potencial de autoorganización.
La impotencia es la condición actual de los trabajadores
cognitivos, constreñidos en el proceso neurototalitario
de autoconstrucción dentro del autómata. El trauma va a
transformar la relación entre las dimensiones emocionales
y cognitivas. La dirección de esta transformación no está
escrita de antemano: es lo que se juega en el despliegue
del futuro.
¿Logrará el trauma encontrar entre los pliegues
ocultos de la futurabilidad la posibilidad de la autonomía
del conocimiento y de una empatia comunista entre
los trabajadores cognitivos? ¿Podrán los poetas y los
POSFACIO: LO I N C O N C E B I B L E
INEVITABLE
- 249 -
En su libro The inevitable (2016), Kevin Kelly describe doce
tendencias tecnológicas que a su juicio habrán de configu
rar el futuro de maneras que ya podemos percibir. Según
él, buena parte de lo que habrá de ocurrir en los próximos
treinta años es inevitable: el futuro traerá consigo la in
teligencia artificial, una mayor automatización y aún más
pantallas. Las doce tendencias que describe habrán de al
terar definitivamente los modos en que trabajamos, apren
demos y nos comunicamos: "La aparición del pensamiento
artificial acelera todas las demás disrupciones [...] es la
ultrafuerza del futuro. Podemos decir con certeza que la
cognificación es inevitable, porque ya está aquí".1
Aunque estoy de acuerdo con el contenido tecnológico
de la predicción de Kelly, no lo estoy con su argumento de
INTERPRETACIÓN
-251 -
presente es la principal tarea de la filosofía de nuestra
época. Debemos buscar tenazmente conceptos y precep
tos que nos ayuden a desarrollar esa posibilidad inmanente
que está inscripta en el conocimiento en red.
No podemos cambiar el mundo como lo hicieron una y
otra vez las revoluciones políticas a lo largo de la historia mo
derna. Lo que sí podemos hacer es crear conceptos y formas
estéticas que permitan el autodespliegue de la posibilidad.
¿Qué significa interpretación? Proviene del latín inter-
pretatio: "explicación, exposición". El significado de la in
terpretación es expresar, traer a la luz lo que está inscrip
to. Traducir el lenguaje de la posibilidad material inscripta
al lenguaje de los signos y la comunicación.
En la concatenación viva de cien millones de mentes
está inscripta la posibilidad técnica de una buena vida.
Interpretar esto significa organizar una plataforma capaz
de traducir el contenido material de dicha posibilidad
en conceptos que sea posible compartir y transformar en
producción, intercambio y vida cotidiana.
F
R
A
N Debemos leer a Marx en contexto. En particular, debe-
0 mos leer la tesis once en contexto. Cuando Marx desdeña
la interpretación en favor de la acción, tiene en mente a
b Hegel. En Hegel, la tarea de la filosofía es interpretar la
* historia para descubrir la vida interior del Espíritu Abso-
0 luto. En Hegel, la interpretación es un acto de revelación.
Hoy no tenemos nada por revelar. No se trata de descu-
B brir, de hecho, sino de inventar. Inventar concatenaciones
E y conceptos capaces de interpretar la composición actual
A del cerebro en red en función del bienestar social es la
r tarea filosófica de nuestra época.
D
1
LO INCOMPUTABLE
-253 -
que lo incomputable es la fuerza principal de la evolución
humana. Lo incomputable es eso que hace que la historia
sea humana.
Lo inconcebible es el lado oscuro de la gigantesca vi
bración contemporánea. En un momento en que el funda
mento común del intercambio social se basa en conceptos
computables, lo incomputable resulta inconcebible.
Enero de 2017
- 255 -