Teoria de La Lectura PDF

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DE PONER EN EJECUCION EL NUEVO METODO

DE ENSENAR A L E E R
I'L'RLICADO BAJO E L TITULO PE

TEORÍA DE LA LECTURA
en toda clase de escuelas , sean ó no de e n s e ñ a n z a
m u t u a , en las casas particulares por las madres,
»adres, y tutores de los niños: y en los pueblos, en
fos establecimientos industriales, casas de correc-
ción ó beneficencia, cuarteles, &ic. , para e n s e ñ a r
á los adultos.

IMPUESO B E REAX ORDEfc.

MADRID, 185o:
IMPRENTA DE DON MIGUEL DE BÜRGOS.
A LA REINA

NTRA. SRA.

euozoc'.

DESDE que V . M . ejerció la función augusta


de madre ^ con satisfacción universal de los
españoles ¿ me resolví á dedicar á V . M . es-
ta obritá, que tiene por objeto la ejecución
de mi Nuevo método para enseñar á leer en mu-
cho menos de la mitad del tiempo que por todos
los métodos conocidos, sin causar á la niñez mo-
lestias , fatigas ni penalidades. Mas como, por
una parte se podría considerar este aserto co*
i i
«i« exagerado, y por otra, nu adhesión á V . 31.
se Juilla intimamente unida con el mas profun~
do respeto, suspendí mi pensamiento hasta po-
der presentar á ¥ . M . y como lo hago en la i n -
troducción , u n competente n ú m e r o de hechos,
todos notorios , gue lo comprueben.
Dígnese pues V . M . permitirme gue honre
eon su Augusto y Excelso nombre esta produc-
ción , como una prueba del zelo é i n t e r é s con
gue V . M . promueve todo cnanto puede contri-
b u i r á la felicidad del Estado.
Dios guarde la importante vida de V . M .
muchos a ñ o s . M a d r i d 10 ríe octubre de 1852.

SEÑORA:

A los R. P. de V . M .

¿Jo-je ts&m'ta/no ^^affefo.


INTRODUCCION
tfue contiene un restimen histárieo acerca d é l a
propagación del nuevo método para enseñar y
aprender á leer, contenido en la Teoría de l&
lectura.

1. E n todos tiempos, en todos los países y


en todas las circunstancias, y por toda clase de
personas se ha reconocido como de la mayor im-
portancia la ensc lianza de las primeras letras 5 por
lo cual es inútil detenerse en demostrar una co-
sa tan umversalmente reconocida 7 y que se baila
confirmada por el preámbulo del inmortal decreto
de la Reina Nuestra Señora, espedido en 7 de oc-
tubre del presente año, en que, por primera vez,
dirigió su palabra á los españoles , después de
estar autorizada por sn Augusto Esposo para el
despacho de los negocios del Estado. E l mencio-
nado preámbulo, que debía estar esculpido en le-
tras de oro, dice así: «Una nación grande y gc-
wnerosa, como la que la divina Providencia ha
^confiado á los paternales desvelos del Rey mi
»imiy caro y amado Esposo , es acreedora al mas
( 6 )
»csqiiisito anhelo por su esplendor y por su g-lo-
»ria. Esta idea, cuyo logro lia ocupado su cora-
))zon desde el momento de su advenimiento al
«trono, ha encontrado tales y tan poderosos obs-
táculos , que, sin tropezar en la amargura de su
«memoria, no se pueden debidamente espllcar.
)>Entre ellos no es el menor la ignorancia que,
ȇ manera de plaga, se ha derramado por todas
))Ias clases del estado tan prodigiosamente, que
«apenas se ha librado alguna de su contagio. E n
«efecto, de tan ominoso principio han nacido
«los vicios capitales que destruyen los imperios
«y anonadan las instituciones mas justas, mas
«prudentes, mas sanas, benéficas y acertadas 5 al
«mismo se deben las divisiones, los partidos, las
«feas denominaciones, la garrulidad con que se
«afectan como virtudes los vicios mas abomina-
«bles, y se revisten con el nombre del bien pii-
«blíco las pasiones que mas le alteran y contra-
«dicen, etc." E n el mencionado soberano de-
creto se nos anuncia que, entre otras cosas, se
restablecen las universidades literarias etc, dan-
do á entender con la frase de entre otras cosas,
que llamaban su soberana atención aun otras me-
didas. Y con fecha 10 del mismo octubre, cum-
( 7 )
picaños de la Escelsa y Augusta Infanta Doña
María Isabel L u i s a , Primogénita de los Reyes
Nuestros Señores, se inserta en nuestra gaceta de
11 del mismo, que es el órgano de los sentimientos
de Nuestros Augustos Soberanos, un artículo que
principia de este modo : «La verdadera grande-
v a de un imperio depende, del desarrollo y ejer-
))cicio de las facultades intelectuales de sus indi-
viduos , y la fuerza real de cualquier Estado de-
))1}C estimarse, no tanto por la estension de sus
»límites y el número de sus liabhantes, como por
))la energía moral é intelectual de los hombres.
wPero como el desarrollo intelectual, á semejan-
))za de los frutos de la tierra, no puede obtener-
5) se sino por medio de la cultura y á beneficio
»dcl tiempo 5 como por otra parte no es posible
))que las leyes y la autoridad varíen repentina-
»mente el carácter de una nación, cuando los bá-
»bitos de sus individuos han adquirido ya la
»fuerza de una segunda naturaleza 5 la razón y la
))espcriencia enseñan que es preciso aprovecbar
))la buena disposición de la infancia , y dirigir
«las inclinaciones de la juventud, para hacer de
»la generación presente un plantel de individuos
«morigerados y útiles á la sociedad.
)) Cuantas observaciones se han lie dio sobre
))las cárceles y casas de corrección , prueban bas-
»ta la evidencia que la ignorancia es un fecundo
«manantial de vicios y crimines. L a mayor parte
))dc los desdichados presos no han recibido edu-
cción algunaj y los asesinos, los bandidos y de-
))mas delincuentes de mayor nota están por lo
«común desprovistos de toda enseñanza moral.
»Así que 5 es de la mayor importancia el dar
»toda la estension posible á la educación y á las
»escuelas públicas 9 á fin de que el beneficio de
»la enseñanza primaria alcance á toda clase de
«individuos.1'
2. Y pues estos dos trozos nos eximen de
pararnos en demostrar la utilidad é importancia
de simplificar el método de enseñar á leer, que es
la base de toda la instrucción, pasaremos á ma-
jíifestar con hechos ciertos, positivos y de tal
notoriedad que cualquiera pueda comprobar, que
el que tengo publicado en m i Teoría de l a lec-
t u r a , í v u n e cuantas circunstancias se pueden
apetecer y á saber: el enseñarse en mucho mé-
nos de la mitad del tiempo, que por todos los
métodos conocidos $ que se puede poner en eje-
cución por toda clase de personas, tanto de
( 9 )
mucha como de poca instrucción | el ser gene-
r a l para los dos sexos y para todas las edades*
el no exigir casi ningún gasto eslraordinario
en la disposición del local para la escuela, y el
ser adecuado para cualquier arreglo de estas,
íi saber, sea para las escuelas o r d i n a r i a s , sea
p a r a las de enseñanza simultánea, sea para
las de enseñanza mutua • y tanto para muchos
como para pocos niños, ya se instruyan en
particular ó en g e n e r a l , y el mas adecuado
p a r a que, por via de pasatiempo , aprendan d
leer los soldados que se hallan reunidos en
uarteles, las gentes del campo y dedicadas á
la i n d u s t r i a , y las personas que se hallen en
los establecimientos de corrección ó de bene-
ficencia.
5. Gomo estos asertos podrán parecer exa-
gerados , voy á demostrarlos eon resultados de
la esperiencia, qae alejarán todo motivo de con-
troversia. E n el prólogo de mi Teoría de l a
lectura manifesté el encadenamiento de ideas
que me dirigieron á la invención de dicho méto-
do j y tan luego como se dió á l u z , traté de
propagarle por cuantos medios pude 5 y en un
escrito que imprimí en París con el título de R e
(10)
sullados ventajosos que se han obtenido ense-
ñando á leer el idioma español por dicho méto-
do, puLliqué el resultado de todos los ensayos
que se hicieron en aquella eapital y en Fuenter-
rabía, y el dictámen que mereció á la Sociedad
para la enseñanza elemental de P a r í s , de que
teng'o el honor de ser individuo.
E l resultado de los ensayos hasta dicha época
era el siguiente; por este método los niños en unos
cuarenta dias, se igualan con los (¡ue llevan por
otro método cualquiera unos dos años de escuela*
los niños de cuatro á cinco años en unos cua-
tro meses aprenden á leer correctamente \ y las
personas ya formadas en unos treinta dias.
Convencido ya del modo mas positivo de
las escelencias de este método j y siendo sus Ven-
tajas , respecto de todos los conocidos \ tan su-
mamente asombrosas que apenas pueden creerse,
si no se ven materialmente, mi principal conato
ha Consistido en escogitar el medio de su propa-
gación , á fin de que pueda yo lograr en mis
dias verlo generalizado , y al descender al sepul-
cro , lleve el consuelo de haber hecho este bene-
ficio á mis semejantes, evitando aquellas cues-
tiones y disputas que son consiguientes á la va-
(11)
mcion de métodos en todos los países y en todas
las circunstancias.
5. E l resultado de mis profundas investiga-
ciones sobre este particular, teniendo presente
lo mucho que importa el que no se susciten con-
troversias sobre materia de tan grande importan-
cia y sublime trascendencia, fué el decidirme á
no violentar la suerte, y dejar este asunto al rec-
to juicio, buen seso y sana intención de los Es-
pañoles 7 esperando que, convencidos por hechos
públicos y ciertos de las ventajas reales y efec-
tivas que proporciona dicho método, procederán
con la cordura que les es característica , y se ve-
rá siquiera una vez en el mundo el que una cosa
importante no sufra contradicciones al plantearla,
ni sea origen ó gérmen de altercaciones, discor-
dias y rivalidades.
6. Por esta causa, después que llegué á
Madrid, no hablé nada sobre el particular, de-
jando que el tiempo y las circunstancias produ-
jeran su efecto 5 y por el aspecto que presenta
este asunto en el dia, me parece que ya no se
puede poner en duda el éxito feliz de la empre-
sa , en atención á que, habiendo ya tantos he-
chos que todo el mundo puede comprobar por sí
(12)
mismo ? no hay lugar á ning'im género de dispu-
ta , duda, ni cavilación j y todos los argumentos
son inútiles cuando se ven tantos niños y niñas
enseñados á leer completamente por este méto-
do , en ménos tiempo que por los métodos anti-
guos se empléa por lo general para el mero co-
nocimiento de las letras.
7. Mas como, según tengo diebo , pág. 2
de mi Memoria sobre la curvatura de las líneas,
puLlicada en 1807 , «tan acreedor es al reco-
wnocimlento público aquel que por primera vez
))anuncia haber encontrado un manantial abun-
«dantc , como el que , con este conocimiento , se
»toma el trabajo de conducir sus aguas basta las
))heredades juzgo de mi obligación el hacer
aquí honorífica mención de las personas que han
cooperado á la propagación de este nuevo méto-
do , después que llegué á Madrid en 1829.
8. E n efecto ? como en mi concepto nada
puede haber mas interesante que el perfeccionar
y simplificar el modo de leer 5 y á proporción de
la utilidad de los descubrimientos , es necesario
proceder con la correspondiente sagacidad para
que no se malogre su plantificación, como ha su-
cedido tantas veces, me propuse evitar en lo po-
(15)
slblc todo aquello que pudiese escltar las renci-
llas literarias que en semejantes ocasiones se
promueven, con perjuicio siempre de los progre-
sos del espíritu humano j y sin hacer ostentación
de mi espresado método , resolví prestarme á
su plantificación por cuantos medios fuesen ima-
ginables 5 es decir, que yo por mi parte nada
promovía directamente para evitar todo choque,
pugna ó disputa ^ pero á toda persona que mani-
festase deseos de aprender ó ensenar por e l , fa-
cilitarles cuantas ideas , indicaciones y medios
necesitasen para conseguirlo.
9. Casi á un mismo tiempo me proporcio-
naron la satisfacción de que se hiciesen ensayos
positivos, Don Tornas Várela y los P P . E s -
colapios del Real Colegio de San Antonio Abad
de esta Corte.
10. Don Tomas Várela es un Profesor de
primera educación sumamente instruido y muy
celoso del aprovechamiento de sus discípulos y
de los progresos de su profesión, cuya escuela
está situada en la calle de las Fuentes , ya to-
cando con la plaza de Oriente j y para manifes-
tar que nada exageramos, hasta indicar que ha
inventado un nuevo método para escribir con la
mano izquierda en el mismo ó en menos tiempo
y con igual perfección que con la derecha. Este
siig-eto asistió conmigo en otro tiempo á la dis-
cusión de diferentes puntos, relativos á la pri-
mera enseñanza; y siempre manifestó sus ideas
con una cierta franqueza , exactitud é imparcia-
lidad , que á todos interesaba. Cuando regresé á
Madrid, tuvo la bondad de visitarme varias ve-
ces ; y habiéndome indicado que tenía deséos de
hacer algún ensayo de mi método, se lo aplaudí
extraordinariamente, asegurándole desde luego un
feliz éxito. L o que ha confirmado la esperiencia,
pues en 27 de agosto de 1851 me puso por es-
crito lo siguiente: ((Resultados ventajosos que
«se han obtenido enseñando á leer el castellano
wpor el nuevo método inventado por Don José
)> Mariano Vallejo , en el establecimiento de pri-
«mcra educación dirigido por Don Tomas Várela.
))Tan luego como tuve el honor de que el
«Señor Don José Mariano Vallejo pusiese en mis
)) manos el nuevo método de la Teoría de la lec-
vtura con que su digno autor tuvo á bien obse-
«quiarme, me dediqué á examinarlo con la de-
«tencion que exige un trabajo de tanta importan-
«cia y consideración.
(13)
«De estas observaciones saqué por resultado,
))que en dieho método existe 9 no tan solo una
«análisis verdadera y exaeta, sino también una
«filosofía muy suldime del arte ortológieo, que
)> encierra en sí un gran conocimiento del idioma
«para en tan corto periodo, como el autor se
«propone por base, reunir en él la mayor parte
«de sílabas comprendidas en nuestro castellano.
«Este hecho fué suficiente para llamar mi
«atención muy particularmente y tratar de con-
«cluir mis ensayos, poniendo en ejecución lo
«que hasta aquí no había sido mas que análisis:
«en efecto, me resolví á ello, y ejecuté mi pro-
«yecto con varios niños que en aquella actuali-
«dad tenía , y los que posteriormente concurric-
«ron, cuyo suceso fué el siguiente.
«Don Francisco Eraña, de edad de seis
«años, hijo de Don Bernardino, del comercio de
«esta Corte, empezó el método indicado en 20
«de octubre de 1850, y cu 1.° de febrero del
«siguiente año pasó á la clase de escritura por
«hallarse leyendo en el catecismo de Fleuri con
«toda soltura y desembarazo.
«Don Manuel Iñigo, de edad de cinco años
«y medio, hijo de Don Manuel, Procurador de
(16)
»los de esta villa ? empezó en la misma época, y
«en fin de marzo pasó á igual clase, leyendo en
«el F l e n r i con toda libertad.
»Don Alejandro González, de edad de seis
«años, hijo de D o n Alejandro, oficial mayor de
«la secretaría de cámara del Serenísimo S e ñ o r
«Infante D o n Cárlos , empezó el método con los
«anteriores, y en 1.° de febrero pasó á la clase
«de escribir, bailándose leyendo en el F l e n r i .
« D o n Benito Orense ¿ de edad de seis años
«y medio, bijo de D o n Casimiro, Abogado de los
«Reales Consejos, empezó con los anteriores, y
«á los dos meses y medio leía en el Flenri con
«todo sentido, habiéndole pasado á la clase de
«escribir.
« D o n Fernando Campuzano, de edad de
«cuatro a ñ o s , bijo de D o n Gabriel, Caballerizo
«de campo de S . M . , empezó el método en 1.°
«de enero de este a ñ o , y en 15 de marzo leía en
«las obligaciones del hombre, y pasó á la clase
«de escritura.
«Don Eduardo Montoro, de edad de cuatro
«años y medio , hijo de D o n José , oficial mayor
«de la pagaduría del Ejército , empezó en 5 de
«enero, y en fin de abril leía en las obligacio-
(17)
»nes del hombre con rapidez, pasando á escribir.
))Don Rdmon Fernandez y de edad de cinco
))años , hijo de Don Juan, empezó en 1.° de ju-
wnio, y en 15 de setiembre pasará (como en
»efecto pasó) á las obligaciones del hombre.
«Habiendo, pues, correspondido el resultado
ȇ mis deseos, no puedo menos de confesar que
«el nuevo método del Señor Don José Mariano
«Vallejo es el primero de los silábicos." Y pos-
teriormente son otros muchos los niños que he
enseñado por este método, entre los cuales no
podemos ménos de nombrar á Don Manuel Ve-
lasco , de edad de cinco años, que ha aprendido
completamente en tres meses, y Don Antonio
Jbañez, de cinco años y medio, que ha aprendi-
do en dos meses y medio.
11. L a otra ocasión^ que, conío ya he dicho,
fué simultánea con la anterior, es la siguiente.
E l P . José Calasanz Lopeí , del célebre Insti-
tuto de las Escuelas Pías, en el Real Colegio
de San Antonio Abad de esta Corte, teniendo
á su cargo la instrucción de Don Gonzalo, hijo
del Excelentísimo Señor Don Pascual Liñan,
Capitán General entónces de Castilla la Nueva, y
de la Excelentísima Señora Doña María Josefa
2
(18)
Fernandez y Monet, procuraba por cuantos me-
dios estaban á su alcance ? enseñarle á leer j pero
este niño no podía pronunciar las modificaciones
da, la, r r a , m.sa, por cuyo motivo parecía ser
un poco tardío j y teniendo el mencionado P. Ca-
lasanz el zelo mas esmerado , tanto por la ins-
trucción general, como por la particular de este
señorito ? me preguntó si mi nuevo método le
podría convenir. Yo le respondí que perfecta-
mente , y se principió á ensayar con dicho niño
de edad de seis años, y con Don Juan Blanco de
edad de cinco años y medio, hijo de Don Blas y
de Doña María Suarez, y que tanto por su corta
edad y pequeña estatura, como por su falta de
salud, no le habían podido enseñar nada en el
tiempo que Ue^aba de colegio por los métodos
antiguos 5 y el resultado de este ensayo fué el si-
guiente : el 15 de diciembre de 1850 empezaron
á dar lección por el nuevo método j y el 26 de
enero de 1851, esto es, á los cuarenta y dos dias
de tiempo civil, sin descontar lasfiestasde navi-
dades, principio de año y santos Reyes, leyeron
ambos la primera y última línea del primer tomo
de mi Tratado Elemental de Matemáticas , que
fué el libro que mas á la mano se nos presentó.
(19)_
Don Gonzalo Liñan se equivocó en cuatro pun-
tos, procedentes mas bien de la dificultad que
tenía en pronunciar, y Don Juan Blanco leyó los
dos espresados renglones sin equivocarse en na-
da , habiendo enmendado las equivocaciones del
primero. Presenciaron el notable efecto de es-
te nuevo método el mencionado P . José Cala-
sánZy Director del espresado Real colegio de Es-
cuelas Pías de San Antonio Abad j el Profesor
de Matemáticas del mismo Don Francisco Va-
llespinosa, y Don Fernando López, Seminarista
de dicho Real Colegio. E l caballero Seminarista
Don Félix Frota empezó por este método el 12
de enero, y se igualó con los demás á últimos de
marzo : y el de igual clase Don Carlos Santa
María empezó dicho método el 13 de febrero,
y se igualó con los demás el día 25 de mayo
de 1851.
12. E l P . Jacinto Feliú, individuo tam-
bién del mismo Instituto, y distinguidísimo Pro-
fesor de Matemáticas en el Real Colegio Militar
de Segovia, se propuso también ensayar volun-
tariamente este método , y me escribió el resul-
tado con fecha 30 de marzo de 1:351 en la carta
siguiente:
2;
(20)
«Mi estimado, etc.: he hecho la prueha de
»su Teoría de la lectura con un niño y tres ni-
wñas de siete á nueve anos , y he visto yo mismo
»el resultado que usted ofrece en dicha Teoría.
«Con unas cuarenta lecciones, una hora escasa
«cada una, han adquirido dichos niños una sol-
))tura en leer en cualquier libro, que no es de
»esperar por ningún otro método 5 son dichos
)>niños una apología viva de su Teoría , y yo no
»dudo afirmar, sin adulación alguna ni exage-
wacion, que por dicho método se puede apren-
wder á leer en mucho menos tiempo y mejor de
))lo que comunmente se lee: dos ventajas que no
»deben despreciarse, y que recomiendan sobre-
»manera el método de usted sobre los demás mc-
wtodos del dia."
15. Habiendo venido á Madrid con el obje-
to de predicar á S. M . el M . R . P . Bartolomé
JHÍiralles del mismo Instituto , y Cura Párroco
y Profesor de Bellas Letras en el ya dicho Co-
legio de Segovia, conferenció con el P . Joa-
quín Cortés, Procurador de las provincias de
Aragón y Valencia acerca de los progresos que
estaba obteniendo el P . Feliú ea. Segovia. E l
espresado P . Joaquín es uno de los P P . que
(Si)
han sobresalido en esta materia, y había he
clio por sí varias mejoras en el ramo de primera
enseñanza j por lo que se resolvió á ensayar este
método; y habiéndose reimido la circunstaneia de
que el M . R . P . Tomas Garrido, Asistente ge-
neral délas Escuelas Pías, Prepósito Provincial
de las de Castilla y Andalucía, oyese leer á los
Caballeros Seminaristas del Real Colegio de san
Antonio Abad, manifestó deséos también de que
se hiciese otro ensayo en el Real Colegio de San
Fernando de Avapies j por lo que, el P . Joa~
fjuin procedió al mencionado ensayo con cinco
niños, cuyo resultado, igualmente ventajoso, me
notició por medio de la carta siguiente.
«Mi venerado Señor Don José : habiendo te-
))nido noticia del método nuevo de enseñar á leer,
»compuesto por usted, y queriendo hacer por mí
«mismo la esperiencia, reuní en mi cuarto cinco
»niños que no habían frecuentado todavía escuela
«alguna^ y que por consiguiente, no conocian las
«letras. Los niños eran, Don Juan Sánchez^
«hijo de Don Manuel, de edad de seis años y
«medio 5 Don Andrés Camaño, hijo de Don Pe-
«Jro, de cuatro años y medio j Don José V a i -
vfjuez, hijo de Don Tomas, de cinco años; Don
(22)
vlynacio ¿ a z a r o , hijo de D o n Xeonardlo, de cua-
»tro años y medio 5 y D o n Antonio López, hijo
»de D o n J o s é , de cuatro años y medio.
»Cuatro de los espresados comenzaron la cla-
wve el día 16 de mayo del presente año de 1851,
»y diez dias después el D o n A n d r é s Camaño. A
))los cuarenta dias de una hora de escuela por la
)>mañana y otra hora por la tarde, se les probó á
»leer en las Lecciones Escogidas, delante de al-
Mg-unos sugetos, cuyo dia fue el 9 de julio del
»mismo año.
«Don Juan en cinco renglones equivocó tres
asilabas solamente , pues otras las enmendó
))por sí mismo. D o n A n d r é s , que ya he dicho,
»comenzó diez dias después que los demás y que
))le impedía su adelantamiento una fuerte fluxión
»de ojos, equivocó en otros cinco renglones cua-
5)tro sílabas, y tuvo otros varios tropiezos, que
))púdo enmendar con las advertencias del Precep-
»tor. D o n Antonio, en otros cinco renglones,
»esencialmente erró una sílaba, pero se equivocó
5)en otras que él mismo enmendó.
))Don Ignacio, también en cinco renglones,
»equivocó tres sílabas, y dudó en otras que por
»sí enmendó.
(25 )
»Don J o s é , en atención á haber acudido
»siempre mas tarde y haber faltado algún dia, en
«iguales renglones, equivocó de seis á siete síla-
»bas y tuvo varios tropiezos.
»Proseguí desde el dia 9 de julio tomándoles
wleccion de leído por mañana y tarde, escepto en
«el mes de agosto que fué solo por la tarde, has-
))ta el 20 de setiembre, en cuyo dia los bajé á la
»escuela de leer, después de haberlos examinado
»delante de otras personas; y habiendo ellos lei-
))do ya con algún sentido, haciendo puntos y co-
imas , no solamente en el cuerpo del libro, sino
»también en las fábulas y letra bastardilla.
«Esto es lo que puede decir á usted sobre la
»prueba que ha hecho en orden á la enseñanza de
«los cinco referidos niños, su mas apasionado
«Capellán. Madrid y setiembre 26 de 1851. =
«Joaquín Cortés."
14. Desde que vio los resultados del primer
ensayo el M . R. P. Isidro P e ñ a , Procurador ge-
neral de las Escuelas P í a s , y Rector de dicho
Real Colegio de San Antonio Abad de Madrid7
admiró los progresos que los espresados cuatro Ca-
balleros Seminaristas habían hecho; y caracterizó
mi método con el epíteto de completo y y de que
(24)
por él se leía con una firmeza inconcebible si no
se palpa j y g-uiado siempre pop el espíritu filan-
trópico, que es tan propio de este benemérito
Instituto, de hacer todo el bien posible á la ni-
ñez y tierna juventud, particularmente á los de
las clases mas necesitadas é indigentes , dispuso,
aun para asegurarse mas de las ventajas del mé-
todo , que se ensayase en grande con varios niños
de las escuelas del público, dando este encarg:o á
los dos dignísimos Profesores de dichas escuelas,
que lo eran el P . Mariano Castro y el P . V i -
ceníe Diaz - los cuales lo desempeñaron con sa
acostumbrado celo y esmero desde el 1.° de oc-
tubre de 1851 hasta el 19 de diciembre del mis-
mo año en que se verificó un examen g-eneral por
el M . í l . P . Provincial, por el espresado P . Rec-
tor , por el P . Pablo Alvarez, Vice-l\ector de
dicho Real Colegio, Lector de Teología, Con-
sultor y Secretario Provincial, y por el P . M a -
nuel Cid y Secretario del espresado Real Cole-
gio 5 y el resultado de dicho exámen es el que
manifiesta el adjunto Estado, con la censura que
mereció cada uno de los niños.
(23)
E S T A D O que presentan al M . R . P . Isidro Pe-
ñ a , Rector del Real Colegio de Escuelas F i a s
de S a n Antonio A b a d , los P F . Mariano Cas-
tro y Vicente D í a z , en u n i ó n con don J o s é
Mariano V a l l e j o , de los adelantamientos que
han hecho los n i ñ o s de las escuelas p ú b l i c a s
que e s t á n aprendiendo á leer por el nuevo
m é t o d o contenido en la T e o r í a de la lectura
de este autor.

Se principió á poner en ejecución este método el dia p r i -


íiaero de octubre de i 8 3 i con 41 niños que nada sabian. A los
10 dias de enseñanza, ocho de ellos principiaron á leer en e l
libro de Lecciones Escogidas. A los 19 dias, salieron de la cla-
ve para leer en los carteles que contienen las reglas generales
para a p r e n d e r á leer, nueve niños. A los 33 dias contados des-
de el principio, salieron de la clave para los carteles, diez ; y
los diez y nueve que estaban en los carteles pasaron á leer a l
libro de Lecciones Escogidas el 6 de noviembre. A los 26 dias
de asistencia , contados también desde el principio, salieron de
la clave para leer en los carteles, siete , y de los carteles para
leer en las citadas Lecciones Escogidas, pasaron á los 8 dias los
diez anteriores.
Quedando ya pocos en la clave y no pudiéndose dudar de
las extraordinarias ventajas de este nuevo m é t o d o , se sacaron
de las escuelas de adentro 5 i niños que estaban uniendo las le-
tras y silabeando, de los cuales habia algunos que llevaban ya
mas de un año de escuela, y se pusieron al cargo ya casi ex-
clusivamente, de los ocho primeros que leian; y con los niños
que han ido entrando posterior y sucesivamente, resultó que e l
lunes 19 de diciembre de dicho a ñ o , esto es, á los 80 dias de
tiempo civil, ó á los 55 dias de lección lo mas, aprendían por
este nuevo método 9^ niños, distribuidos en las 6 clases s i -
guientes :
(26)
PRIMERA CLASE.

C o m p u e s t a de 8 n i ñ o s que l e e n y a c o n bastante s o l t u r a e n e l l i -
b r o de Lecciones Escogidas; y son-

CENSÜBA.
que merecieron
ClBCDNSTASCIAS al P.Rectory de-
mas examinado-
NOMBRES. particulares de los res en el exám
verificado el 20 y
22 de diciembre
w a de dicho a ñ o .

RAMÓN CHAVES, ii 5i Disposición ¿ o s 5 prime-


buena. ros perjecta-
A.LFONSO MlN- mente,xentre
CHEL. . . . 12 54 Id. mediana. ellos se distin-
ANTONIO CABA- guieron C a -
LLERO. . . 6 5o Id. buena. ballero y J i -
SEBASTIAN JI- ménez.
MÉNEZ. . . 6 54 Id. regular.
EÜSEBIOCOLLA- Los dos ú l t i -
DO. . . . . 9 Id. i d . mos mas que
JOSÉ GARCÍA. 9 Id. mediana. regularmente
NARCISO MAR-
TÍNEZ. . . . 5i Id i d . P e r o p o r
el m é t o d o a n -
tiguo e n a ñ o y
medio que es-
tuvo n a d a a -
prendió.
ALFONSO MORA. 44 Id» m u y c o r -
ta, tartamudo y
enfermizo.

SEGUNDA CLASE.

C o m p u e s t a de 2 5 n i ñ o s que l e e n t a m b i é n e n las Lecciones Esco-


gidas , a u n q u e c o n menos despejo que l o s anteriores. E n e s -
l a clase e s t á n c o m p r e n d i d o s los 18 n i ñ o s que p r i n c i p i a r o n l o s
carteles e n ^ y i i de o c t u b r e ; y ademas otros 7 que h a b i e n -
do sido instruidos e n l o s c a r t e l e s y estado l e y e n d o u n a sema-
(27)
na al cargo de los mismos 8 de la primera clase, se incorpo-
raron en esta 2.A aunque leen con mas lentitud que los otros.

CENSÜRA
que merecieron
ClKCÜNSTAHCIAS ai P.Rectory de-
mas examinado-
NOMBRES. particulares de los res en el examen
-o verificado el 20 y
niños. 22 de diciemb
3 de dicho año

JOSÉ MARÍA ES- Disposición re-1


CARATE. . . . guiar.
JOAQUIN PASTOR 2? Id. regular; pe-
ro distraido.
MARIANORODRI-
GUEZ. . . . . 5i Id. buena. Todos estos
MAÍOIEL ROLLÁIS 5i Id. regular. grandemen-
JOSÉ MARÍA te,y con par-
CONTRERAS. . 53 24 Id. buena. ticularidad
VICENTE ROME- Conti eras,
RO 53 Id. mediana. l Rodriguezy
RAFAEL MARÍN. 5i Id. regular. I Marin.
JOSÉ GONZÁLEZ. 54 24 Id, corta.
MATÍAS DE LA
MARCA. . . . 53 24 Id. i d .
MANUEL CURAS. 54 24 Id, buena.
ESTEBAN MAR-
TÍNEZ 53 24 Id, i d . Bueno.
MIGUEL PANIA-
GUA 53 24 Id. i d . Id.
RAMÓN OTEO. . 53 24 Id.id. Nada ha-
cía por el m é -
CAYETANO PIE- todo antiguo. Id.
DRA 24 Id. mediana. Mediano.
RAFAEL LOZOYA Id. i d . Id.
ISIDORO POLO. Id. i d . Id.
EUGENIO RUIZ. Id muy corta. Menos que
mediano.
A.NTONIO GARCÍA Id. mediana.
Ya llevaba dos
años de escue-
la y nada sabia. Id.
(28)
Sigue la tabla anterior.
ISIDRO MUÑOZ. 02 32 Id. menos que
regular. Id.
TOMAS RODRÍ-
GUEZ 52 32 Id. i d . Id, mediano.
BERNARDO GON-
ZÁLEZ 5i 32 Id. buena. Id.
FRANCISCO COR-
TES 5i 32 Id. muy corta. Id.
MANUEL UROSA. 49 32 Id. buena. Bueno.
JULIÁN CHIQUI-
TO 34 Id. regular. Es-
te niño princi- | Mediano y
pió el i.» áeyaproximán-
noviembre,es- dosedbueno
to es, un mes
después.
JUAN LÓPEZ. 36 Id. buena.
También prin- Med¿am,
cipio un mesl
después. '
TERCERA CLASE.
Compuesta de 26 niños que están leyendo en las Lecciones E s -
cogidas ; de los que el primero de diciembre se hallaban i3
ya leyendo, y i3 en los carteles; todos casi al cargo de cinco
de los ocho primeros.

CETSSUHA.
que merecieron
ClRCUKSTAHCIiS al P.Rectory lie-
mas exaiuinaJo-
NOMBRES. .2 o particulares de IOÍ res en el examen
verificado el 20 y
.3 ^ niños. 22 de diciembre
Q de dicho a ñ o .

M ANUEL COMAS, 54 Disposición


mediana. Regular.
JOSÉ BRAVO. . 54 4' Id. regular pe-
ro distraído. Id.
ANTONIO FER-
RÉ IU 49 35 Id. menos que
regular. Id.
¿
(29)
Sigue la tabla anierior.
MANUEL FER-
NANDEZ. . . . 5o 36 Id. mediana. Muy bien.
FRANCISCO GON-
ZÁLEZ 5! 37 Id. id; Regular.
MARIANO CAM-
POS 5i Id. corta por su Algo masque
poca edad. regular.
JOSÉ RUIZ. 53 3. Id* i d . Este y
los6 anteriores
de esta clase
son de los que \ Regular.
principiaron
en i.» de oc-
tubre.
BERNARDO LIS-
TA 34 Id. buena. E s -
te y los demás 1
que siguen en I
esta clase prin- > Id.
cipiaron un
mes después,1
esto es, el i.o
de noviembre. 1
ANGEL GARCÍA. 20 Id..regular. Muy bien.
PATRICIO LAUNA a o Id. i d . Id.
PEDRO MAMER-
TO, á i ) : Id. buena. Id.
JOAQUÍN CARRE-
RO 20 Id. mediana. Id.
ISIDRO TAPIA. . 20 Id. buena. Muy bueno.
TIBURCIO NIÑO ¡ 20 Id. regular. Bueno.
PEDRO CEBA-
LLOS. . . Id. i d . Mediano.
MAURICIO LAU-
RENTE 20 Id. buena. Bueno.
JUAN LARA. . . 20 Id. regular. Id.
TOMAS FÉLIX. 20 Id. mediana. Mediano,
MANUEL SOLE-
DAD 19 Id. id. Bueno,
BONIFACIO DÍAZ 20 Id. buena. Id.
LUIS FERMÍN. . 20 Id. id. Id.
LUCAS CUELLAR 19 Id. mediana. Id.
(30)
Sigue la tabla anterior.
ISIDRO ROJAS. 6 34 Id. buena. Regular.
FRANCISCO A -
GRAZ Id. i d . Bueno.
JACINTO INFIKS-
TA Id. regular. Mediano.
SIMÓN GUTIER-
REZ.
34 20 Id. buena. Id.

CUARTA C L A S E .
Consta de 10 niños que pasaron de la clave á los carteles e l
miércoles 7 de diciembre, y de los carteles al libro de Lec-
ciones Escogidas, el sábado 17 del mismo, que son:

CEHSURA
que merecieron
ClRCUKSTANCIAS al P. Rector y de •
mas examinado
NOMBRES. particulares de los res en el examen
verificado el 20 y
22 de diciembre
de dicho a ñ o .

ANTOLIN ISIDRO. 49 3G Disposición


mediana. Regular.
IGNACIO RICHE. 36 Id. i d . Id.
HILARIO UBIER-
NA. . . . . 33 Id. i d . Id.
JOSÉ RIEYO. Id. i d . Id.
GABRIEL MUÑOZ Id. regular. Bueno.
JOSÉ CLEVER,. 3G Id. mediano.
Este y los 5 an-
teriores de es-
ta clase son de Id.
los que princi-
piaron e l 1.0
de octubre.
GCILLELMO
LÁCRENTE . 33 Id. regular. Es-1
te y los 3 que
siguen en esta
clase son de los Id.
que principia-
ron en 1.0 de
noviembre.
(5ij
Sigue la tabla anterior.
BENANCIO BO-
NET 29 19 Id. mediana. Bueno.
MARIANO ESCO-
DAR 25 16 Id. buena. Regular.
MANUEL MORE-
NO 36 27 Corta, por su Id.
poca edad.

QUINTA CLASE.
Consta de 12 niños que pasaron de la clave á leer en los carte-
les el lunes 12 de diciembre, continuando ejercitándose en
ellos, y son :

CENSIIHA
<jue merecieron
2¡ . e ,2 ClHCUHSTANCIAS alP.Rectoryde-
mas examinado-
NOMBRES. particulares de los res en el examen
verificado el 20 y
niños. 22 de diciembre
de dicho a ñ o .

ANTONIO JULIÁN 33 Disposición


regular. Regular.
LUCAS SOFIÓ. . 37 17 Id. i d . Id.
EUSEBIO SÁN-
CHEZ 3o 19 Id. mediana. Id.
MIGUEL GONZÁ-
LEZ 18 Id. regular. Bueno.
JUAN IBARRA. . 19 Id. buena. Regular.
MANUEL GARCÍA 3i 20 Id. id. Id.
JUAN MUÑOZ. . 3i 20 Id. regular. Id.
MIGUEL PÉREZ. 29 l 8 Id. mediana. Id.
EUSEBIO ER~
RANZ 25 iG Id. buena. Bueno.
TOMAS ESTRUEL 33 22 Id. regular. Id.
JOSÉ LÓPEZ. . 32 23 Id. mediana. Regular.
JOSÉ PRIETO. .
*4 Id. buena. Es- >
te niño princi- ( „
pió el 4 de d i - í 5 " 6 " 0 '
ciembre.
(32)

SEXTA CLASE.

Compuesta de Í3 niños que pasaron de la clave á los carléles


el mai-tes i 3 de diciembre , y conlinúan ejercitándose en los
mismos , y son :

I -«
CENSDRA
que merecieron
ClKCDKSTAKCIAS al P.Rector y de-
mas examinado
NOMBRES. particulares de los res en el examen
-a ¡a verificado el 2oy
niños. 22 de diciembre
de dicho a ñ o .

JOSÉ VAKDE. 47 4o Disposición


corta. Este y ,
los 7 siguientes
de esta clase \ Regular.
son de los que [
principiaron e l '
1 .Odeoctubre.
JCANROMERO. . 47 4o Id. mediana. I d .
VICTORIANO
CORTES. . . 46 Id. i d .
JUÁN CAROL, , 44 •'7 Id. corta.
CARLOS RODRÍ-
GUEZ. . . , . 48 41 Id. corta y dis-
traído.
GlPRIAN V l L L A L -
VIIXA 4o Id. mediana. Medianoi
MIGUEL GARCÍA 40 Id. muy corta. Id.
JUAN MAS. . . 47 4.0 Id. corta. Id.
BENITO FARRO. 35 •-.8Id. id. Id.
JOSÉ ZALON. . 27 19 Id. regular. Bueno;
JOAQUÍN CUENCA 9.8 •JO Id. id. Requlan
CARLOS PUIG. . 38 Id. muy corta. id.
22
MlGUEt, U-MA-
Q U E . . . . . . 3o 24 Este niño ade-
mas de ser su-
mamente cor- Atrasado.
lo , ha hecho
muchas faltas.
(35)
15. E n t r e los dias de gozo para m i alma,
contare siempre este como uno de ios mayores^
pues durante e l e x a m e n , prorninpiau los m e n -
cionados P P . en espresiones que nacían de su
profunda sabiduría y de su r e g o c i j o , por el alivio H
q u e , tanto la niñez como los Profesores , saca-
rían del establecimiento de este método. Y de
las muebas espresiones que pronunciaron 9 p o n -
dré aquí algunas de que me acuerdo.
E l P . P r o v i n c i a l , satisfecho completamente
de l o que estaba v i e n d o , añadió : estas v e n t a j a s
s o n todavía m u y i n f e r i o r e s á l a s fjue r e s u l t a -
r á n de poner en ejeeucion este método e n los
pueblos cortos • p u e s a l l í sucede que los niños
solo v a n á l a escuela los meses r i g o r o s o s de i n -
v i e r n o • a p r e n d e n a l g u n a s l e t r a s p o r los méto-
dos establecidos, d u r a n t e este tiempo • e n lle-
gando l a p r i m a v e r a y v e r a n o , los p a d r e s los
e n v i a n a l campo^ y o l v i d a n lo q u e sabían - v u e l -
v e n á l a escuela e l i n v i e r n o $ sucede lo m i s m o -
y resulta gue hay muchos que t a r d a n en apren-
d e r c i n c o , seis y m a s años • y t a m b i é n los h a y
jue yendo á l a e s c u e l a o c h o , y a u n d i e z a ñ o s ,
J legan á s e r g r a n d e s y se q u e d a n s i n saber l e e r .
P o r este método en u n solo i n v i e r n o a p r e n d e n
á l e e r , y q u e d a n aptos y espeditos.
E l P . R e c t o r me d i r i g i ó la palabra diferen-
tes veces, y muy señaladamente al examinarse los
niños D o n J o a q u í n P a s t o r ^ D o n M a r i a n o C a m -
pos , y D o n J u l i á n C h i q u i t o , que eran los mas
pequeñitos, en términos qne no podían tener el
l i b r o n i señalar con e l dedo lo que l e í a n , siendo
(5/1)
preduso agarrarles el dedo para haeerles señalar;
y al ver que tan luego como se les ponía la punta
de su dedo en frente de una sílaba, la pronuncia-
ban al instante, exclamó varias veces el espresa-
do P . Rector : ¡ Bendito sea Dios ! ¡ hasta qué
punto permite los adelantamientos ! nuestro
Santo Fundador dejó dispuesto en nuestra Re-
gla que no admitiésemos á los niños sino á la
edad de siete a ñ o s , reputando que hasta enton-
ces no se hallaban en disposición de aprender,
como en efecto asi se verificaba por los métodos
antiguos ^ y ahora vemos leyendo á los cuatro ó
cinco años y a completamente, se hallan prepa-
rados p a r a recibir la demás i n s t r u c c i ó n , ahor-
r á n d o s e u n tiempo considerable, todo g é n e r o
de penalidades , y estando dispuestos para po-
der ser útiles á sí y ú sus semejantes. Bendi-
gamos al Señor , pues lia berido usted la dificul-
tad en todo lo mas esencial.
K n l r c las cosas que oí al P . Pice-Rector fué
una la siguiente: A l ver como los niños cuando
dudaban una sílaba, iban á buscarla en la clave,
repitió varias veces 5 yo encuentro en este méto-
do otra ventaja de mucha c o n s i d e r a c i ó n , y es,
que como por él se acostumbra á los niños á
encontrarlo todo por reflexión, esto ha de pro-
ducir el que tengan mas docilidad de carácter^
de este modo s e r á mas fácil educarlos bien - y
resultando u n ahorro mas considerable de tiem-
po , se p o d r á este aprovechar en hacerles ad-
q u i r i r todas aquellas idéas que pendan princi-
palmente de la memoria y entendimiento.
(3*5)
E l P. Manuel Cid, que tiene un espíritu
muy reflexivo, siempre oeupado su entendimien-
to en asuntos sublimes y elevados, manifestó re-
petidas veces, que jamas había existido un des-
cubrimiento mas completo • que en este método
se contiene desde el sonido mas simple hasta las
palabras mas difíciles y complicadas de la len-
ffua española, (fue era de todo punto original y
enteramente diverso de los demás • lo cual era
tanto mas de admirar ? cuanto la mayor par-
te de los inventos se han hecho gradual-
mente y con intérvalos de tiempo 9 á veces de
mucha consideración entre cada paso, como se
ha verificado con los alfabetos (*) y aun en el
ília no posee ninguna lengua un alfabeto exac-
to y competentemente arreglado para que el

(*) En efecto , entre varios datos y testimonios que se pue-


den presentar acerca de los lentos progresos que el espíritu
humano ha hecho siempre en los conocimientos literarios, m i -
ramos como el mas convincente la distancia inmensa de tiem-
po que ha mediado entre el origen y perfecta formación de
los alfabetos. En efecto, aparece por testimonios irrecusables
que habiendo Cadmo dado á conocer á ios Jonios el alfabe-
to fenicio i5oo años antes de J . C , vemos que pasaron diez
siglos hasta que Simónides Mélico inventó el alfabeto ático y
mejoró el jónico , aumentándole las letras eta, omega, phi,
chi, theta, xsi, psi, que fallaho-n en aquel. Tiene tanto mas
mérito el tino con que el P . Manuel Cid se puso en el ver-
dadero punto de vista , cuanto aquí ya se tiene todo hecho,
á saber: la clave, carteles, colécciones etc. , y aun tengo ya
dispuesta y publicada )a clave que deberá regir cuando se ha-
ya perfeccionado nuestra ortografía, para que el modo de es-
cribir y hablar el español guarden una perfecta uniformidad, en
ei capitulo qu» con el epígrafe de ortografía descada publiqué
en mi Arte de escribir, en París año dé I8Q^.
5;
(56)
modo tle escrihit* vaya exactamente conforme
con t i de leer.
16. E n vista de todos estos hechos, y sien-
do ya tan claras y palpables las ventajas de mi
nuevo método, se trató de establecerlo en gran-
de , como en efecto se verificó, y contimia con
los mayores progresos ? como todo el mundo pue-
de por sí mismo examinar en las escuelas públi-
cas del mencionado Real Establecimiento de San
Antonio Abad: en términos que este hecho com-
probado, ensayado y admitido por la Corpora-
ción que mas ha sobresalido en el mundo en el
ramo de primeras letras, parece no dejar ya du-
da de la escelencia indisputable del método, así
como de la bien merecida reputación que este
dignísimo Instituto se ha granjeado entre los
hombres que saben apreciar el verdadero mérito^
)ues siendo el ramo de las primeras letras uno de
} os principales de su Instituto, y en el cual han
hecho tantos progresos por sí mismos, resulta
que habiendo adoptado desde luego este sin ren-
cillas literarias, ni ningún otro incidente desagra-
dable , y antes por el contrario ? con un placer
muy singular, es esta una prueba muy relevante
y evidente de que sus procedimientos no recono-
cen otro móvil, sinó su amor al bien público y
d deséo de aliviar á la humanidad , proporcio-
nando la instrucción con ménos molestias y ma-
yor provecho.
17. E l P . Saturnino Gómez, Director .del
Seminario de Getafe, hizo por sí el ensayo en
cuatro niños j y después, en virtud de disposición
(57)
del V. Provincial, pasó al mencionado Colegio á
establecer este método el P . Martin Mairan,
quien habiéndolo tomado con el mayor empeño,
tuvo la satisfacción de que el 22 de febrero del
presente año de 1832 se le examinasen diez de
los niños á quienes había instruido, de loa cuales,
alg-unos habiai> principiado el 8 de enero: siendo
el resultado que de todos, el que mas, en tres
renglones equivocó dos sílabas $ habiendo queda-
do sumamente complacidos, y con vencidísimos
de las indudables ventajas de este método las
personas que asistieron al dicho examen , que
fueron el P . Manuel María E r e e , Rector del
mismo Colegio, y varios Sacerdotes é individuos
de Ayuntamiento y otros sugetos principales del
pueblo.
Después, en el cuaderno de Ejercidos de.
piedad y Letras, que , bajo la augusta protec-
ción del Rey Nuestro Señor (Q. D. G.) en cuyo
nombre los presidió el Señor Don Francisco A n -
tonio González, confesor de la Ueina Nuestra
Señora y del Serenísimo Señor Infante Don
Francisco de Paula, ofrecieron al público los
alumnos del Colegio de Escuelas P í a s de (je-
ta fe en los dias 5 , 6 , 7 , 8 i / 9 ííe noviembre de
1832, se lee lo siguiente :
«Dia primero por la mañana. — Ortología. S e
»presentarán primeramente á ser examinados los
«niños que están aprendiendo á leer con arreglo
»al método de D o n J o s é Mariano Vallejo. Este
))benemérito sugeto , cuya erudición es bien no-
))toria, en vista de los inconvenientes que advcir-
(58)
«tía en los métodos que sobre primera educación
»se han propuesto hasta el presente, concibió la
widea de un nueYO plan, cuyo fundamento fuese
»el método analítico. L a incomparable facilidad
»y brevedad con que se enseña y aprende y son
«cualidades, por las que (aunque no tuviera
«otras) se hace muy recomendable. Dichos niños,
))todos de seis á siete años y que llevan muy poco
«tiempo de enseñanza. leerán en el libro intitu-
«lado Lecciones Escogidas para los niiíos que
^aprendan á leer en las Escuelas P í a s , ó en
«cualquiera otro á gusto de los Señores concur-
«rentes, y harán patente al público los principios
«y medios con que se procede en el plan referi-
«do. Los de está clase son Don Manuel María
»Abad y Alarnes, Don Nicolás Muñoz y Va-
«c«? Don Gerónimo Ocaña y Pingarron, Don
y) Félix Marcos y Rodríguez , Don Cipriano
»Gutiérrez y Para, Don José Benavente y
»Hernández, Don Eugenio Zapatero y Jiena-
y)vente, Don Saturnino Alonso y Putragueño,
«Don Baltasar Ortega y Martin y Don Ma-
vnuel Cabrero y Benavente. Estarán asistidos
»de su maestro el P. Martin Mairan" (*).

(*) Por invitación del P. Rector de Getafe y del P. Provin-


cial, asistí á los espresados exámenes; y sin exageración nin-
guna , debo asegurar que este ejercicio excedió mucho á mis
esperanzas. Vi en el'os , con agradable sorpresa y gran satis-
facción , que los alumnos espresados no solamente leyeron con
el sentido mas completo y la pronunciación mas correcta en
los libros que se les presentaron , sin tonillo alguno y con la
mayor exactitud, sinó que esplicaron toda la clave con la ma-
yor perfección; y ademas hicieron análisis de todas las pala-
(59)
18. Igualmente por disposición del mismo
P. Provincial, pasó al Colegio de Archidona el
P . Esteban Pantoja á establecer dicho método.

bras, manifestando las sílabas de que constaba cada una , y sí


eran directas, inversas ó de conlraccion , y si parlicipaban de
directa é inversa, etc. Todo esto lo hicieron con tai perfección^
que et numeroso concurso que á ellos asistió., por reunirse lai
circunstancia de haber mucha tropa en el pueblo,, se hallaba
como enagenado de gozo ; y uno de los gefes militares mani-
festó vehementes, deseos de adoptar el métoda para la escue-
la de su regimiento;.
Anles de principiar el exámen, uno de los mismos niños
pronunció el discurso siguiente. "Señores: todas las artes y
ciencias en sus principios , requieren un trabajo*tanto mas pe-
noso , cuanlo es ménos palpable y conocido el fruto que de
ellos resulta, particularmente en la tierna edad de los niños»
Por cuya razón, son muy dignos de alabanza todos aquellos
que, con celo admirable, sacrilican sus cuidados y aun sus
propios intereses para comunicar á sus semejantes los conoci-
mientos de que carecen. Mas los que llevados de un impulso
superior se dedican con todo esmero á descubrir medios, pol-
los que la instrucción se baga menos dificultosa , tanto á los
que se encargan de ella, como á los que la reciben ,, perdo-
nando á todo trabajo, pasando mil fatigas y desvelos, v e n -
ciendo con ánimo heroico las dificultades , y aun esponíendo'
por semejante causa la salud y la propia vida;. estos , a mi
parecer, están animados de un espíritu casi divino , y que
por tanto deben colocarse en otra esfera superior de la qde
es común á los demás hombres.
uSabída cosa es que si la enseñanza de la juventud está
acompañada de penosas fatigas y dificultades, participan una
gran parte de sus trabajos aquellas áulas que están dedicadas
á la primera educación de los niños. Esta numerosa , pero
apreciable porción de la Sociedad , destituida en los prime-
ros años de la luz de la razón y del conocimiento, se hallan
como exánimes sin conocer y acaso sin advertir la multitud
de cosas que tienen á la vista. Incapaces de reflexionar, nev
preven los males que pueden segiárse de la ignorancia á
que están sujetos. Imposibilitados de conocerse y de buscar
los medios que puedan en lo sucecsivo hacerles útiles á si
(40)
el que ha oLtenulo los mismos felices resultados,
que se han hecho notorios cu los exámenes pú-
blicos que se han celebrado. También ha disr

propios y á la Sociedad, necesitan del apoyo y dirección de


sys mayores.
«Muchos planes se han formado en todos tiempos por va-
rios establecinifientos y personas, sobre primera educación en
muchas naciones cuítasele la Europa. En nuestra España hemos
vistQ en estos últimos tiempos publicarse varios métodos diri-
gidos á este efecto. Tales son el de la enseñanza mutua de
Lancaster, el do Pestalozzi y otros, y posteriormente el del
ilustre matemático Don José Mariano Vallejo (cuyo nombre es
bien conocido con aplauso de los eruditos) 5 el cual, habien-
do advertido en ios métodos propuestos hasta el dia muchos
inconvenientes, dimanados, á su parecer, de haberse adoptado
el método sintético para enseñar ¡i leer, juzgó por convenien-
te inventar un nuevo medio, cuyo fundamento fuese el m é -
todo, analítico. Con este pensamiento recomo las mas seña-
ladas Capitales de nuestra España; visitó varios establecimien-
tos de primera educación , trató este punto con sus Directo-
ros y otras personas eruditas) y reflexionó muy despacio so-
bre el plan que habia de formar: en una palabra, no llegó á
su noticia que en parle alguna del Globo existiese cosa digna
de atención sobre la primera enseñanza, que al momento no
procurara enterarse de ella, con el lin de ver si podia pro-
porcionar algún beneficio á su patria. Con tales prevenciones,
este ilustre sugeto emprendió su plan , publicándolo con el
titulo de Teoría ó método anaUdco de la Lectura. E l mismo
autor lo ha ejercitado con felices resultados en varios esta-
blecimientos del Reino; y no ha muclio tiempo que el ilus-
tre Ayuntamiento de este pueblo de Getafe complacido, ad-
miró los maravillosos efectos que producía. Su objeto ha sido
aliviar por este medio á los niños, y á sus maestros las peno-
sas fatigas que acompañan á los demás métodos , juntándose
á esto la facilidad con que se e n s e ñ a , y la brevedad incom-
parable con que se aprende. ¡Quiera Dios prosperar tan útil
y provechoso medio de aliviar la enseñanza de la tierna j u -
ventud , y que á vista áe sus utilidades logre la aprobación
de la Suprema Autoridad para mayor lustre y provecho de la
Nación Española!"
(41)_
puesto el mismo P . Provincial que se establezca
el método en los Colegios de Almodovar y
Carriedo.
19. No solo lian procurado los mencionados
Padres estender el método en los estaWecimien-
tos de su Instituto, sino que, convencidos de sus
ventajas, procuraron estenderlo también fuera.
Así es que Don Francisco Besga, Profesor de
primeras letras en esta Corte, ensayó por sí este
método, y cuyo resultado me comunicó por el
papel siguiente:
«En 2 de noviembre de 1851 empecé á en-
»señar á leer por el método del Señor Don José
»Mariano Vallejo, al caballcrito Don Joaquín
»Lezcano por recomendación del R . P . Rector
wdel Real Colegio de Escuelas Pías de San A u -
))tonio Abad de esta Corle 5 en ménos de dos
»meses leía regularmente, y en la actualidad con
«perfección. Este amable niño tiene cinco años
))dc edad, y es hijo del Señor Don Miguel Lez-
«cano, Ayuda de cámara del Rey Nuestro Señor.
))Y para que conste lo firmo en Madrid á 12 de
«febrero de 1852. = Francisco de Besga."
20. Pasemos ya á otro hecbo, que ba dado
margen á que se ensaye el método con niñas y
muy en grande.
V i en casa del Excelentísimo Señor Mar-
qués de Volver de ^ Conde de Torrejon, M a -
yordomo mayor de S. M . la Reyna Nuestra
Señora al niño Don Benito Orense de quien be
hablado (§. 10) 5 manifesté por via de conversa-
ción , que aquel niño era uno de los primeros que
(42)
lialúnu aprendido á leer por mí método 5 y como
ora pequeñito, no dejó de chocar 5 por lo que le
hice leer en el primer libro que se presentó. L a
Excelentísima Señora Marquesa, que sin agra-
ciar su modestia, se halla dotada de un gran ta-
lento , y reúne las circunstancias mas apreclahlcs,
dió á esto la importancia que correspondía 5 y
manifestó deseos de que su hijo Don Marianilo
aprendiese por este método. Entóneos dije yo
que nada ora mas fácil 5 que mi método lo po-
dría pooer en ejecución la misma Señora^
ofreciéndome yo á dar al señorito la primera lec-
ción, é ir después una vez por semana. Esto se
verificó por un cierto espacia de tiempo, hasta
que, oon motivo do haber fallecido varias perso-
nas de los mas cercanos parientes de tan amabi-
lísima Señora y de haber caído esta enferma , ce-
só de dar leocion á su hijo, y yo continué dos
veoos por semana ? rosullando que á unas treinta
lecciones principió á leer en libro.
21. L a mencionada Señora, que, como ya
tengo indicado, poseo los sentimientos mas lau-
dables en favor de la humanidad, os Socia de la
Real Junta de Damas de Honor y Mérito á cu-
yo cargo está la Inclusa y el Real Colegio do la
Paz j y su perspicacia la sugirió al momento el
doséo do que se pusiese el método en dicho Real
Colegio^ yo me brindé ofreciendo gratis cuan-
tas colecciones so necesitasen, y asistir yo per-
sonalmente una vez por semana para indicar el
modo de ponerlo en ejecución. L a mencionada
Señora hizo esta indicación cu la Junta, y la re-
(45)
solución fué que la J u n t a aceptaba la propues-
ta • y que tanto para que constase con la debi-
da formalidad ^ como para poderme dar las gra-
cias por escrito j convenia que yo hiciese mi
oferta igualmente por escrito. E n cuya conse-
cuencia pasé el oficio siguiente á la Excelentísi-
ma Señora Duquesa de G o r , Presidenta :
«Excelentísima S e ñ o r a : ==? Como individuo
))de la Real Sociedad Económica Matritense,
wque, con la Real Junta de Damas, á cuyo car-
^go está la Real Inclusa y Colegio de la P a z ,
«formaba solo una Corporación , me consta el
«celo con que la espresada Real Junta de Se-
«ñoras, que V . E . preside tan dignamente1, ha
»desempeñado en todas ocasiones el loable fin
))de su instituto. P o r lo cual, no dudo se servirá
«tomar en consideración cuanto se dirige á dis-
«minuir las penalidades de la niñez y de las per-
donas á cuyo cargo corre su instrucción.
«Esta confianza me anima para manifestar á
« V . E . que yo he inveníado un nuevo método
«analítico para enseñar á leer, que no se parece
«á nada de lo conocido hasta el dia^ y que por lo
«que hasta el presente ha dado á conocer la espe-
«riencia, resulla que los niños de unos cuatro
vanos á los cuarenta dias principian á leer,
^igualándose con los niiíos gue llevan dos años
«fíe escuela por el método regular j y á los cua-
vtro meses y poco mas ó menos , s e g ú n sus ca-
yypacidades, leen ya corrientemente.
^ « Y descando por una parte contribuir al ali-
«vio de la inocente y afligida humanidad existen-
)>te cu los establecimientos que la espresada Rea!
»«finita tiene a su cuidado, y acreditar por otra
»tan lo á la misma Junta como á V . E . y demás
«Señoras que en otro tiempo asistían conmigo á
«las sesiones de la Sociedad, que jamás he olvi-
«dado la dulzura, delicadeza y afectuosidad que
«se servían manifestarme, juzgo de mi obliga-
«cion ci ofrecer gratis cuantas colecciones de la
«clave y reglas generales para ensenar á leer pue-
«dan necesitarse para todos los establecimientos
«que tiene á síi cargo. Y aunque el método por
«sípresenta la mayor sencillez, sin embargo, pa-
«ra establecerlo desde luego del modo mas ven-
«tajoso, me comprometo igualmente á pasar un
«dia cada semana para plantearlo baciendo las in-
«dicaciones convenientes á las personas encarga-
«das de suministrar la espresada instrucción. L o s
«dias de que yo puedo disponer son los martes y
«los jueves por la mañana 5 lo que desde luego
«bago presente á V . E . para que , si lo estima
«conveniente, se digne fijar de estos dos dias el
«que mejor acomode á los indicados estabíeci-
«mientos^ en el concepto de que pasaré sin dila-
c i ó n el dia que V . E , ó la Junta se sirva de-
«terminar.
«Con este motivo, tengo el bonor, y me cabe
«una gran satisfacción, en reiterar á V . E . y á
«la mencionada Junta , que jamás olvidaré los
«vínculos que me unen con una Corporación que,
«tanto por el filantrópico objeto de su instituto,
«como por las relevantes prendas y apreciabilísi-
«inas cualidades de que están adornadas las per-
(45)
«soms que ío componen, es digno de la mayor
«consideración ? gratitud y respetuosidad. Dios
«guarde á V . E . muchos años. Madrid 4 de agos-
»to de io51. = «Fosé Mariano Vallcjo. = Exce-
«lentísima Señora Duquesa de G o r , Presidenta
wde la Real «Iunta de Damas á cuyo cargo está ía
«Real Inclusa y Colegio de la Faz."
L a espresada Junta me contestó por medio
del oficio siguiente:
«Enterada la Junta de Damas de Honor y Mc-
«rito del atento oficio de V . S. liaciendo presen-
))tc el nuevo método analítico que lia inventado
«para enseñar á leer , diferente en todo á los co-
«nocidos liasta el dia, y ofreciendo gratis á la
«Junta cuantas colecciones de la clave y reglas
)) generales para enseñar á leer puedan necesitarse
«para todos los estaMecimicntos que tiene á su
«cargo , comprometiéndose igualmente á pasar
«un dia en cada semana para plantearlo y hacer
«las indicaciones convenientes á las personas en»
«cargadas de suministrar la espresada instruc-
«clon, ha acordado contestar á V . S. que dc-
«seando aprovechar tan apreciaMes tareas en bien
«de las niíias espósitas, ha señalado el martes 9
«del actual á las diez de la mañana para que
«V. S. tenga la bondad de asistir al Colegio de
«la Paz y dar principio á la referida enseñanza,
«á cuyo acto concurrirán la Excelentísima Se-
«ñora Presidenta y Curadoras del referido esta-
«blecimiento.
«La Junta de Damas ha acordado manifestar
«á V . S. su mas vivo reconocimiento por esta
(46)
«prueba de los filantrópieos sentiinientos que le
»caracterizan, y tendrá la mayor complacencia en
«adoptar dicho método , felicitándose de contar
«entre sus individuos un socio de tan disting-ui-
«do mérito y talento.
«Dios guarde á V . S. muchos años. Madrid
«7 de agosto de 1851. = Margarita Elisa No-
«rigat Hurtado de Mendoza, Secretaria. => Se-
«ñor don José Mariano Vallejo*"
22. E n efecto , el martes 9 de agosto de
1851 se dio principio á dicho método en el es-
presado Real Colegio de la Paz á presencia de
las mencionadas Señoras con setenta y dos niñas,
y continuando yo asistiendo todos los martes por
la mañana 7 me acompañó en uno de ellos Don
Francisco Vallespinosa, Profesor de Matemáti-
cas , y sugeto en quien se reúnen los mas vivos
deséos por la general instrucción j el cual, ha-
biendo ya visto los efectos de este método en el
Real Colegio de Escuelas Pías de San Antonio
Abad, y deseando contribuir por su parte á que
tuviese iguales resultados, se ofreció voluntaria-
mente á ir las tardes de los lunes y jueves de
cada semana para dar igualmente una lección á
las niñas. Así se continuó hasta el martes 8 de
noviembre del mismo año en que se verificó un
exámen ó reconocimiento general de los adelan-
tos de las niñas f y el resultado fué el que mani-
fiesta el siguiente
^ (47)
ESTADO que tnanijiesla los adelantamientos de
las niñas que están aprendiendo á leer en el
Real Colegio de la Paz por el nuevo método
analítico de Don José Mariano Vallejo, pu-
blicado en su Teoría de la lectura.

Se puso en ejecución tliclio nuevo método el martes 9 tle


agosto de i 8 3 i principiando con setenta y dos niñas que nadu
sabían, escepto un pequeño número quo conocían alguna letra.
E l martes 8 de noviembre del mismo a ñ o , es decir á los tres
meses menos un dia de enseñanza por este método , sin escep-
tuar las tiestas , y demás dias feriados en que no hay escuela,
ó á los cincuenta y ocho dias de asistencia á la escuela , se
hizo una especie de examen ó reconocimiento del estado de
las niñas ; y de él resultaron las ocho clases siguientes.

PRIMERA CLASE.
Compuesta de 9 niñas que leen ya con bastante soltura é indis-
tintamente en los cuatro libros siguientes^ el Fleurí, el J m i -
go de los niños, Lfícciones Escogidas dé los PP. Escolapios,
, y en la Teoría de la lectura, donde se esplica este nuevo
método.

tlmcüHSTAHCUS

NOMBRES. particulares de las

MARÍA ROSA IGEA, 54 26 Disposición esce-


lente.
VALENTINA CARCA-
JOSA 56 26 Id. buena.
PfiTUA CASCAS. . . 5o. 26 Id. escelente.
MARÍA ANTONIA. , 58 26 Id. muy buena, pe
ro distraída.
ISABEL ALAMEDA. . /•5 Id. escelente: em
pezó un mes des-
pués.
(48)
Sigue la tabla anterior.
ISIDRA PÉREZ. 58 26 Id. regular,
FLORENTINA MATA. 45 k l . escelcntc i en-
Iró un mes después
VICENTA NAVA. . . 48 a6 Id. mediana. Ha
¡aliado algunos
dias por enferma.
MARÍA IGLESIAS. . 58 26 Id. regular.
MARÍA LOS ANGELES
DEL CERRO. . . 24 18 Id. escelente.Res-
pecto de esta niña,
véase la nota i . a
al fin.

SEGUNDA CLASE.
Comprende 10 niñas que leen con alguna soltura en el F h i t r i ,
Amigo de los niños y Lecciones Escogidas de los P P . Esco-
lapios.

ClECUKSTiNCIAS

NOMBUES, particulares de las

niñas.

MARÍA CARRION. 10 58 34 Disposición buena


POLICARPA ALCALDE 9 58 34 Id. id.
TERESA INÉS. . . 9 58 34 Id. id.
CATALINA MARÍA. 7 58 34 Id. id.
FRANCISCA SILES. 8 54 3o Id. id. Ha hcclio
alguna falta per
enfermedad.
ANASTASIA ARLES. 58 34 Id. mediana.
QljlNTINA DE LOS
SANTOS 58 34 Id. id.
GARRIELA VIDA. . 58 34 Id. id.
FELISA ADEODATO. 58 34 Id. buena.
VALENTINA HERNÁN-
DEZ Id. id. Ka hecbo
alguna falta por
indisposición.
(49)

«TERCERA CIASE.
«Compuesta de 14 niñas que leen en el Fleuri y Jmigo de los
ÍVÍWOÍ, aunque con la lentitud y dudas inevitables en los
principios.

c -2 ClROUHSTAMCIAS

NOMBRES. particulares de las

FRANCISCA ALCALÁ 9 58 42 Disposición ménos


que regular.
AMBROSIA ANA. . 84 44 3o Id. mediana. Ha
liecho faltas por
enfermedad.
EUGENIA ROSALÍA. 58 42 Id. buena.
MARÍA LUISA. . 5o 34 Id. corta y muy
delicada de salud.
MARÍA GERVASIA. 58 Id. i d .
JULIANA SIMANCOS 58 Id. mediana.
ROSA ISABEL DE LA
PARRA 58 42 Id. muy corta.
ATANASIA RODRI
GUEZ 57 40 Id. id.
SEGUNDA GERTRU
DIS 58 42 Id. id.
MARÍA DE LA PAZ
CARO LAFUENTE. 58 42 Id. regular.
GREGORIA ALCÁZAR 7 56 Id. i d .
PETRA RIBAS. 9 58 í\1 Id. muy corta.
IGNACIA ROSA, 9 58 42 Id. i d .
JUANA DE SAN A N -
TONIO i3 42 3i Id. muy buena.
Entró 25 dias des-
pués.
(50)
5) C U A R T A CLASE.

«Comprende 1 1 niñas que principiaron á leer en el Fleurí, aun-


que con dudas é incerlidumbres, el espresado dia 8 de no-
viembre.

ClRCÜKSTAHCIAS

NOMBRES. particulares de la
'£3:9
C —'

FERMINA ALMOVER. 58 5o Disposición bas-


tante corta.
ASTONU BELLOSAR-
TES. . . . . . . 44 36 Id. regular. Prin-
cipió un mes des-
pués.
JUANA FRISCA, . . 58 5o Id. corta.
RAMONA VALERO. . 58 5o Id. id.
JOSEFA JUANA CRUZ. 58 5o Id. id.
MANUELA CUESTA. 58 5o Id. id.
MARÍA CRUZADA. . 58 5o Id. id.
SABINA BALBINA, . 58 5o Id. id.
NICOLÁS A JUANA. . 58 5o Id. regular.
ISABEL BENITA. . . 58 5o Id. id.
ISIDRA MORALES. . 58 5o Id. muy corta.
«QUINTA CLASE.
«Compuesta de 10 niñas que pasaron á leer en'los carteles don-
de están comprendidas las reglas generales', el dicho^dia 8
de noviembre.

CiacüNSTANCIA»

NOMBRES.
11 particulares de las

niñas.
A. "

MARÍA ANTONIA
BRAVO 43 43 Disposición regu-
lar, pero ha hecho
bastantesfaltaspor
enfermedad.
CARMEN AURORA. . 34 34 Id. buena, pero
también ha estado
enferma.
MANUELA ALEGRÍA. 58 58 Id. corta.
ANDREA PAULAR. . 43 43 Id. regular, pero
delicada de salud.
MARÍA EDUARDA. . 36 36 Id. id. pero muy
enferma.
CATALINA BALDÓ-
ME RA 5o 5o Id. id.
VALENTINA GUZMAN.
GREGORIA DE GRE-
k 58 58 Id. id.
GORIA 6 58 58 Id. corta.
SOTE RA TORIBIO. . 6 4o 4o Id. regular, pero
muy delicada.
MARIANA SALES. . 58 58 Id. bastante corta.
m)
«SEXTA CLASE.

aCompuetía de 12 niñas que están acabándose de imponer en la


clave analítica de la lectura.

ClKCUNSTASCIAS

NOMBRES. particulares de las

niñas.

MARÍA CAMPO MAYOR 10 3o Disposición regular:


ha estado enferma.
ANGELA PAULINA. . 8 Id. buena: también
ha estado enferma.
ISABEL PÉREZ. . . 40 Id. regukir: entró
un mes después de
principiar.
GREGORIA DE LA O 40 Id. i d . : también en-
tró un mes después
MANUELA COLETA. 11 25 Id. corta: empezó
44 dias después.
CASILDA ALMAGRO. 6 36 Id. regular: ha esta-
do enferma.
MARÍA CONCEPCIÓN
CASAS 4o Id. i d . : también en-
ferma.
CÁNDIDA BALBINA. 58 Id. muy corta.
MARÍA DELGADO BE
JAR 58 Id. corta.
FAUSTINA RITA.. . 40 Id. regular , pero
enferma.
MARÍA MELITONA. Id. id. id.
JULIANA CARPEN. . % Id. id. id.
(35)
«SÉPTIMA GLASE.
^Comprende la niñas, que menos adelantadas que las de la clat-
se anterior, siguen imponiéndose en dicha clave analítica de
la lectura.

Cacmiiit tsett.»

NOMBREÍ.
3 g
particulares de lai
-S 5

DOMINGA FERMINA. . 55 Disposición muy


corta.
MARÍA JUANA YAUREN 38 Id. regular: empezó
44 días después.
FELICIANA VIVEROS, . 45 Id. corta: ha estado
enferma.
ANTONIA OMENTE. Id. 1d. id.
FELICIANA MIRA. Id. id. id.
RUFINA FRANCISCA. Id. id. id.
LEONA ALBA. . Id. id. id.
JOSEFA ANDREA. 36 Id. id. id.
MARÍA JOSEFA. . 28 Id. id. id.
MARÍA DEL CARMEN, 36 Id. id.: empezó mu-
cho después.
MARÍA SOLA 5o Id. id.
MARÍA DOLORES MAR-
TÍNEZ , 5o Id. id.
J> O C T A V A CLASE.

^Compuesta de 14 niñas que son las mas atrasadas, y continúan


ejercitándose en la espresada clave.

CracUMSTAKCIAS

NOMBRES. particulares de las

niñas.

JDSTA GAGO Y GA-


MARRA 58 Disposición media-
na.
TERESA GUTIÉRREZ. 24 Id. mas cortaysiem
pre enferma.
CRISTINA DE LOS SAN
TOS Id. regular.
CATALINA ALLENDI 40 Id. corta.
AGUSTINA VALDES 3o Id. regular, pero
enferma.
VALENTINA LUISA Id. i d . i d .
JOAQUINA PRIETO % Id. i d . i d .
VICENTA CAÑAS. 36 Id, regular.
RAMONA GALÁN. Id. muy corta.
MARÍA MANRIQUE
1 Id. mediana: hace 8
dias que principió.
ANTONIA ALMAGRO 5. Id, i d , i d .
EÜGENIA 5 Id, i d . i d .
ISABEL CARLOTA. 5 Id, id, i d .
FELISA BUBÓN. . 58 Id. Es muda pero no
sorda , y parece de
muy corta capacidad

NOTA 1,a »La niña María de los Angeles del Cerro ha sido
enseñada particularmente por las Hijas de la Caridad destinadas
á la enseñanza en dicho Real Colegio; las que llevadas de su
buen d e s é o , y viendo que dicha niña no podía ni aun reunir
las sílabas por ninguno de los antiguos métodos, la aplicaron á
este nuevo método con tan buen éxito que tuvieron la mayor
satisfacción al ver que á las doce lecciones principió á leer,
y el día del exámen leyó en todos los libros citados con tal
soltura que se la creyó digna de ser incluida en la primera c l a -
se , en premio de su aplicación, y como prueba igualmente de
lo gratos que han sido los esfuerzos de sus Directoras.
2. a »La niña Felisa B u b ó n , que es muda, pero no sorda,
y que á pesar de que los inteligentes en la enseñanza de sordo-
mudos han dado pocas esperanzas de ser susceptible de ins-
trucción, ha aprendido ya por este nuevo método l a pronun-
ciación de los cinco sonidos simples a , e, i , o , y de las sí-
labas ma, na , ba, j a , r a , f a y d a , la , p a , c a , t a , g a , s a , z a .
3. a «Aun cuando desde el 9 de agosto hasta el 8 de noviem-
bre de i 8 3 i hay noventa y un dias, rebajando de estos treinta
y tres que ha habido feriados , quedan solo de enseñanza c i n -
cuenta y ocho dias.
4. a «Resulta, pues , del anterior estado , que hay noventa y
tres niñas que aprenden por este nuevo método. Diez de las
cuales leen ya con bastante soltura é indistintamente en e l
Fleur i , A m i g o de los Niños , Lecciones Escogidas y T e o r í a
de l a Lectura.
Diez leen con menos soltura en e l F l e u r i , [Amigó de los
Niños y Lecciones Escogidas.
Catorce leen en el Fleuri y Amigo de los Niños aunque con
lentitud.
Once leen en el F l e u r i aunque todavía con muchas dudas.
Diez han pasado á leer en los carteles en que se hallan las
reglas generales.
Treinta y ocho continúan ejercitándose en la clave analítica
de la Lectura. Madrid 8 de noviembre de I83I/'

25. L a principal parte de los portentosos re-


sultados que manifiesta el anterior estado, se de-
be indisputablemente considerar como fruto del
celo mas activo y generosos esfuerzos de las H i -
jas de la Caridad Sor Carmen E r d o z a i n , y otra
H e r m a n a , que, sin duda por m o d e r a c i ó n , me ha
rogado que no esprese su nombre , ambas son
dignas del mayor elogio y c o n s i d e r a c i ó n 5 y como
hallaron una diferencia tan notable entre los m é -
todos antiguos y este, manifestaban con la mayor
franqueza sus indudables ventajas á cuantas per-
sonas se aproximaron á observarlo. Esto fué cau-
sa de que el Señor D o n Ventura Codina, D i -
rector de las Hijas de la Caridad en el Real N o -
viciado , dispusiese el que se instruyesen en el
método otras Hermanas, para que después lo en-
señasen en los diferentes puntos á donde fuesen
destinadas, como en efecto se verificó, pasándo
Sor Basilio, Uriz á la mencionada casa de N o -
viciado para instruir á otras Hermanas y estable-
cerlo en la escuela pública de dicha casa , babien-
do pasado después la misma Sor Basilia á esta-
blecerlo en la nueva fundación de C á c e r e s , don-
de lo ha desempeñado y desempeña con el mayor
acierto : hallándose tan complacido el Ilustrísimo
Señor D o n Ramón Montero ¿ Obispo de Coria,
que no omite diligencia para que todas las perso-
nas instruidas visiten el Establecimiento, á fin
de que se hagan notorios los progresos de la es-
cuela que regentan dichas Hermanas 5 y entre
otros sugetos me consta que presentó al impresor
D o n Lucas de Burgos en 28 de setiembre de
este año de 1852, para que viese el método de
enseñanza, y observó que por él se conseguía en
breve tiempo el que leyesen las niñas con toda sol-
tura. D e s p u é s , la ya mencionada Sor Carmen,
pasó á establecerlo al Ferrol 5 y por último las
mismas Hijas de la Caridad, lo han puesto en
ejecución en Segovia, Santo Domingo de la Cal-
zada y otros puntos, siempre con resultados muy
ventajosos.
24. Después de aquella é p o c a , con motivo
(S7 )
de la salida de Sor Carmen, la muerte de lá Her-
mana que la sustituyó , la obra que se estaba lia-
cien do en el Colegio, por la cual se tuvieron que
convertir las clases en dormitorios, y las justas
precauciones que se tomaron para evitar los es-
tragos del Cólera, se dispuso que saliesen algu-
nas niñas á casas particulares; todo lo cual origi-
nó el que se alterase algún tanto el régimen esta-
blecido en un principio. Mas, á pesar de todo, en
este día 10 de octubre de 1852, existen diez y
siete niñas en la primera clase, que leen ya cor-
rientementej haciendo las pausas convenientes que
indican los signos ortográficos 5 en términos que
por disposición de la Excelentísima Señora Presi-
denta y Curadoras, leen algunas ja en el re-
fectorio.
Las niñas de esta clase presentan por prime-
ra vez la circunstancia de que, sin saber escribir
saben leer todos los números hasta los millones,
y ademas entender completamente la numeración
romana hasta millones también 5 y de tener ideas
exactas no solo de los números enteros, sinó de
los quebrados 1 cuyos conocimientos los han ad-
quirido bajo la dirección del ya mencionado Don
Francisco Vallespinosa en solo diez y seis lec-
ciones de dos horas cada una, y con arreglo á mi
nuevo método para suministrar á los niños las
ideas primarias de los números $ lo cual hasta
el presente solo se consigue cuando los niños ya
saben escribir y se dedican á la Aritmética.
23. Se ha verificado también otra circunstan-
cia muy singular, que es la mas escelente apolo-
tm
gía del m é t o d o . L a m i s m a H i j a de la C a r i d a d ,
que me ha rogado no inserte su n o m b r e , llevada
d e s u b u e n c e l o , se e n c a r g ó d e e n s e ñ a r á l e e r p o r
este m é t o d o á o c h o niñas q u e había e n d i c h o R e a l
C o l e g i o , y a de bastante e d a d ; las cuales p o r d i -
ferentes circunstancias no habían podido apren-
der p o r n i n g u n o de los métodos anteriores. Esto
l o p u s o e n e j e c u c i ó n e l dia 5 de j u l i o d e l p r e s e n -
te a ñ o , y e l resultado fué que u n a p r i n c i p i ó á
leer e n l i b r o á los c i n c o dias de lección 5 t r e s , á
los veinte y s e i s , y las otras cuatro á los t r e i n t a y
cinco dias. T o d a s las c u a l e s , e n la actualidad ( 1 0
d e o c t u b r e d e 1 8 5 2 ) se h a l l a n i n c o r p o r a d a s en
la s e g u n d a clase de niñas q u e consta de d i e z y
o c h o 5 l a s c u a l e s se e j e r c i t a n e n l e e r p a r a s o l t a r s e
p r o n t o , procurando dar el sentido que r e q u i e r e n
los signos ortográficos, y ademas están adqui-
r i e n d o las ideas primárias de los n ú m e r o s .
26. H a y también otro hecho de los mas d e -
cisivos e n favor del m é t o d o , y que por otra p a r -
te ha de ser e l o r i g e n de u n g r a n b i e n p a r a l o s
niños Espósitos. L a Excelentísima Señora Pre-
s i d e n t a , c o n e l deséo de h a c e r e s t e n s i v a l a i n s -
trucción á los niños que e x i s t e n , procedentes d e l
d e s t e t e , m e i n s t r u y ó de sus c i r c u n s t a n c i a s p o r s i
era posible sacar a l g ú n partido j y descando y o
cooperar por todos los medios á procurar el b i e n ,
coloqué u n a colección de la clave y reglas e n l a
m i s m a p i e z a d o n d e e l l o s e s t á n 5 se p r i n c i p i ó á d a r
l e c c i ó n e l 7 de a g o s t o de este año á l o s o c h o n i -
ños que cntóuces e x i s t i a n , y el martes 9 de o c t u -
b r e se l e s m a n d ó c o m p r a r c a t e c i s m o s d e U i p a l d a
(39)
para que principiasen á leer tres de ellos j los cua-
les están enseñando á los demás que se reúnen
allí mas pequeñitos, y que ya saben la frase y al-
go de las sílabas directas, pronunciando bien to-
das las palabras de la clave.
27. P o r último, la misma Hermana enseñó
también á la niña Doña Isabel, hija de D o n P e -
dro Alonso ? oficial segundo de libros de la Real
Inclusa , y de Doña M a r í a Rafaela Caballero,
habiendo dado á dicha n i ñ a , de edad de cinco
años , y que no conocía ninguna letra, la prime-
ra lección el 50 de julio de este mismo ano, y en
10 de octubre leía ya casi corrientemente en las
Lecciones Escogidas.
28. Aunque parece que los resultados de es-
tos Establecimientos bastan para comprobar la
bondad y exactitud del m é t o d o , pondremos aquí
todos los ensayos que se han hecho y de que yo
tengo noticia, pues siempre añaden alguna cir-
cunstancia particular, conducente al objeto.
29. D o n Francisco Vallespinosa, de quien
ya hemos hablado, ensayó por sí solo el método,
enseñando á una niña, cuyo resultado me comuni-
có por el papel siguiente.
«La Señorita Doña-Emi7ta O r t e g a , hija de
»los Señores D o n Francisco y Doña A s c e n s i ó n
» G a r c í a , de edad de ocho a ñ o s , conociendo ya
»algunas letras, principió á dar lección de leer
))por el nuevo método contenido en la Teoría de
y>la L e c t u r a el dia 15 de octubre de 1851.
))En la primera lección se la enseñaron todas
wlas sílabas directas é inversas, de las que dijo va-
(60)
wvias por sí sola. En la segunda, se la enseñaron
»las sílabas esplicadas por contracción, las irre-
))p ularidades, palabras de una sílaba y las des-
»compuestas en sílabas. En la terceraj dijo ya por
MSÍ sola toda clave, sin tenerla que corregir mas
»que dos sílabas en las irregularidades, y una pa-
»labra de las de una sílaba. En la cuarta, des
»pues de haber dicho toda la clave, se la pasó á ias
«reglas y leyó la primera, tercera, cuarta7 qmn-
»ta y sesta, sin tener que buscar en la clave mas
wque tres sílal>as 5 pero los ejemplos fué preciso
»decírselos en gran parte 5 y después leyó en el
»Ubro intitulado Ejemplos Morales seis renglo-
wnes, sin tener que buscar en la clave mas que
«dos sílabas."
Dicha niña «guió leyendo todos los dias en
las reglas y el libro hasta el 25 del mismo octu-
bre , en cuyo día , acompañado del Señor P'alles-
pinosa, pasé á la casa de la espresada niña, la que
dió conmigo toda la clave, reglas, y también leyó
varios renglones en los Ejemplos Morales, Fleu-
ri y Lecciones Escogidas, habiéndola tenido que
hacer solo algunas pequeñas advertencias.
50. Como el primer trabajo de mi Teoría de
la Lectura se hizo en Castropol en Asturias, el
Profesor de dicho pueblo lo puso también en eje-
cución desde que se publicó, y habiendo sabido
mi regreso á esta Corte me escribió la carta que
copio. =
«Señor Don José Mariano Vallejo. = Cas-
wtropol 30 de noviembre de 1850. = Muy Se-
))uor mió de toda mi consideración y aprecio: En
(61)
HCiimplimicnlo del encargo que usted tuvo á bien
«confiarme el año 24, adopté escliísívamenle en
wmi escuela su método analítico para ensenar á
«leer 5 tres años de constante aplicación produje-
r o n resultados liarlo suficientes para elevar el
«crédito de aquel á un grado eminente. Ciento
«veinte niños que en el curso de ios tres espresa-
»dos años consiguieron la lectura bajo mi direc-
«cion á los quince, veinte, treinta y cuarenta
«dias de aprendizaje, son otros tantos datos ¡11-
«contestables, que convencen sobradamente la
«escelencia del método sobre los demás conoci-
«dos, y el interesantísimo beneficio que recibirá
«la enseñanza pública de su adopción en las es-
«cuelas. José María Rodríguez Trelles."
51. Don Antonio Benito Ramón Lamas,
Profesor de primeras letras en el puerto de F i -
gueras, concejo de Castropol, me remitió con
fecha 14 de enero de 1851 una relación crono-
lógica de los progresos que lia becho en su es-
cuela mi nuevo método 5 de la cual resulta: que
dos niñas, una de nueve años y otra de tres y
ocho meses, principiaron en 1.° de junio de 1826^
la mayor leía con propiedad á los seis meses y la
mas pequeña á los diez.
E n 1.° de julio del mismo año principió un
jóven de diez y ocho años y otro de once berma-
no suyo; á los tres meses y medio leían muy
bien , y los pasó á escribir j y á los seis meses
fueron á navegar.
E n 1.° de agosto de 1826, principiaron vein-
te y dos niños, todos del espresado puerto, que
(62)
tenían de tres á nueve años, y resultó que todos
los mas, de cuatro años, leyeron á los siete meses,
y de los mas pequeños de tres á tres años y me-
dio , los mas leyeron á los trece meses, y los otros
á los diez y nueve.
E l 1.° de diciembre del mismo año de 1826
principiaron once niños, de los cuales seis eran
de edad de siete años, cuatro de seis, y uno de
tres y medio: todos eran pobres y no pudieron
comprar libro j pero sin mas recurso que los de-
mas libros de la escuela, consiguieron leer todos
muy bien á los diez meses y medio.
E n el año de 1827 enseñó á treinta y dos ni-
ños , en el de 1828 á veinte y cinco niños, y en
el de 1829 á quince, observando en todos, sobre
poco mas ó menos, los mismos resultados j y ter-
mina su escrito diciendo:
((He conocido y esperimentado tales ventajas
wen el dicho método analítico que, en conciencia,
))si ántes de conocerle tardaba dos años ó dos y
»medio en enseñar un discípulo j ahora lo saco, á
»mas tardar, en un año 5 y siendo particularmen-
wte enseñado, en seis á ocho meses. = Figueras
«enero 14 de 1851. = Antonio Benito Ramón
«Lamas."
32. Don Pedro Vicente Ovejero , profesor
acreditado de primeras letras en esta Corte, cu-
ya escuela se halla en Puerta Cerrada, planteó
también este método, y sus resultados fueron los
que manifiesta el adjunto estado.
(63)

((EDUCACION.

» E n i.0 de marzo de 1851 en v i r t u d de per-


miso concedido por el Señor Censor del C u a r -
t e l , se puso en práctica el nuevo método ana-
lítico de la lectura para los niños, compuesto
por D o n José M a r i a n o Vallejo, y cuyo resul-
tado se manifiesta en el presente plan ? con es-
plicacion de sus nombres, edad, dia en que em-
p e z a r o n , faltas á la clase, aplicación, y ú l t i -
mamente el resumen general.
(64)
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(65)
53. E l mismo Profesor lo estableció con éxi-
to favorable en la escuela de niñas de Doña M a -
r í a Dolores Claramonte calle de S i l v a . esquina
á la del Perro , y en la de Doña Magúalena M i -
co , calle de las Platerías. También enseñó j arti-
cnlarmente á Doña Benita de la P u e r t a , ya de
unos quince años.
54. D o n A q u i l i n o P a l o m i n o , Profesor que
fué en el I*cal Seminario de Nobles, también ío
estableció por via de ensayo en su escuela eslíe
ancha de Peligros $ y á pesar de que el parage
donde se colocó la cl^ve estaba al paso y con poca
luz ? se obtuvieron, poco mas ó menos, los i ¡sis-
mos resultados que en las demás partes en que se
lia establecido.
55. M i Señora Doña Bíanuela de la F u e n -
te y O v a l l c , que tiene m i acreditado estableci-
miento para la educación de Señoritas en la calle
de las Carrejas, se propuso también establecer
mi m é t o d o , lo que se verificó el dia 47 de mayo
de 1851 con las Señoritas siguientes ; Doña A n -
tonia O relia na , de edad de diez a ñ o s , sabía sila-
bear. Doña Rafaela A p a r i c i o , de diez; años de
edad, sabía algo menos que la anterior, y tenía
defectuosa pronunciación. Doña Teresa €usadoy
de edad de siete años, conocía las letras. Doña
E n c a r n a c i ó n Pacheco, de cuatro años , nó sabía
absolutamente nada» Doña Dolores M o j a s , de
siete a ñ o s , principió en 6 de junio con í.lgnn co-
nocimiento de las letras. Doña Dolores G a v i r i a ,
de seis años principió en primeros de noviembre,
Y nada sabía. Doña Josefa del A quila y Ceha-
5*
l í o s , hija de los Señores Marqueses de Espeja,
de edad de cuatro años, prineipió casi á la misma
época, no sabiendo todayía nada, y aun estando
muy atrasada en hablar. E n 2o de diciembre de
1851 se hizo una especie de examen ó reconoci-
miento, del cual resultó lo siguiente :
Doña Antonia Oreüana lee corrientemente
aunque se precipita alguna cosa. Estuvo enferma
una semana. Doña llafaela Aparicio ha hecho
muchas faltas, que se podrán graduar en la ter-
cera parte del tiempo. E é e bastante regularmen-
te , pero marcando todavía Ijis sílabas de las pala-
bras , y resintiéndose de falta de facilidad en la
pronunciación.
Doña Teresa Casado ha faltado todo el mes
de agosto y setiembre á causa de una enfermedad
de ojos, por lo cual, aun en los primeros días de
asistencia no pudo fijar la vista. Lee bastante re-
gularmente , dudando solo en las sílabas compli-
cadas de tres ó cuatro letras j pero todavía muy
despacio y marcando mucho las sílabas de las pa-
labras.
Doña Dolores Rojas ha dejado de asistir un
mes seguido, y otras muchas veces con interrup-
ción. L é e con mas facilidad y soltura que la an-
terior»
Doña Encarnaeion Pacheco ha faltado mu-
chas veces, que se podran reputar en una tercera
parte de tiempo. L é e ya aunque muy despacio,
dudando en las sílabas de tres á cuatro letras , y
teniendo que buscar algunas en la clave, por no
poderse aun fijar, á causa de su corta edad.
Dotia Dolores Gaviria también ha hecho mu-
chas faltas 5 se halla en la clave analítica de la
lectura, sahicndola ya casi toda.
Doña Josefa del Aguila y Cehallos sabía.
también ya la mayor parte de la clave ? pronun-
ciándolo todo bien, en términos que en esta niña
se advierte que pronuncia bien lo que lee en la
clave 5 pero cuando habla pronuncia todavía con
inexactitud.
E n 10 de octubre de Cste año de 1852 la en-
señanza de primeras letras en dicho estableci-
miento ? se hallaba de este modo:
Doña Rafaela Aparicio continuaba toda-
vía marcando las sílabas por defecto de pronun-
ciación.
Dona Teresa Casado padecía mucho de ios
ojos y ya no asiste.
Doña Encarnación Pacheco está fuera.
Doña Dolores ¡tojas dejó de asistir una gran
temporada por enferma j pero lee ya corriente-
mente.
Doña Dolores Gaviria también ha faltado
mas de la mitad del tiempo por haber estado fue-
ra, por enfermedades etc., y en la actualidad lee
ya corrientemente. ,
Doña Josefa del Aguila y Cehallos ha falta-
do muchos meses por enferma de los ojos ^ pero
en virtud de algunos repasos particulares en su
casa, ahora que se ha mejorado, se halla leyendo
en los carteles, aunque teniendo que buscar gran
parte de las sílabas en la clave.
Doña Teresa Romano, de edad de siete años
5:
(6«)
y medio 5 conocía alguna letra; principió por ju-
nio y lée ya casi corrientemente.
Doña Sofía Esquivel, de edad de siete años
y medio , nada sabía j pero ha faltado las tres
cuartas partes del tiempo lo menos, por enferma,
principalmente de la vista. Está leyendo en libro;
pero muy despacio y dudando'en las sílabas-com-
plicadas.
Doña Manuela Palacios^ de edad de seis
años y medio ? empezó por junio; ha estado en-
ferma , por lo que ha faltado mucha parte del ve-
rano. Está leyendo en libro como la anterior.
Doña Dolores Blazquez ? de edad de seis años
y medio, principió por junio j sabía alguna cosa,
y en la actualidad lée corrientemente.
Doña Antonia Castro, de edad de siete años,
principió por mayo sin saber nada, y sin embar-
go de haber faltado por enferma, en la actualidad
se halla leyendo en libro.
Doña Concepción Orrian, de siete años de
edad, sabía ya algunas sílabas ^ ha faltado tam-
bién algunas veces por indisposición ? y en la ac-
tualidad se halla leyendo casi corrientemente.
Doña Pilar L'man Fernandez y Monet, de
unos cinco años de edad ? hermana de Don Gon-
%alilo, de quien hemos hablado (§. 11) principió
por enero sin saber nada absolutamente, y tenien-
do mucha dificultad en la pronunciación. Se ha-
lla leyendo en libro, pero dudando en muchas sí-
labas en atención á su corta edad, y á que ha sido
preciso detenerse mucho en hacerla pronunciar
Inen.
(69)
Doña Natalia Aryumosa principió por abril,
teniendo entonces unos cuatro años y medio; na-
da sabía ^ lia estado enferma la mayor parte del
verano 5 está leyendo en libro aunque muy despa-
cio , y teniendo que buscar sílabas en la claye.
Doña Luisa Campos principió en julio á los
cinco años y medio, nada sabía ? ha estado enfer-
ma , y ha principiado á leer en libro como la an-
terior.
Doña Luisa Córdoba principió á últimos de
julio 5 tenía entonces unos cinco años sin conocer
ningiuna letra 5 en la actualidad sabe ya casi toda
la clave y va á principiar á leer en carteles.
Doña Enriqueta Cabrero principió en pri-
meros de setiembre j tenía entónces cinco años,
nada sabía; y en la actualidad sabe ya casi to-
da la clave, y pasará muy en breve á leer en car-
teles.
E l adelantamiento de estas niñas se debe en
{jran parte al cuidado y esmero de Doña Cármen
Caraza y Pereira, que es la persona destinada
«n dicho Establecimiento para la enseñanza de la
lectura.
36. Don Francisco ^Carrera enseñó también
por este método á su hija Doña Dolores, de unos
cuatro años y medio de edad, y consiguió que le-
yese con facilidad en muy poco tiempo.
57. Doña Francisca y Doña Eugenia, hijas
de los Excelentísimos Señores Don Cipriano Va-
la fox y Doña María Kilpatrik^ Condes de Te-
ba; la primera de seis años de edad y la segunda
de cinco, principiaron por noviembre de i851.
(70)
L a primera sabía ya alguna que otra sílaba, y la
segrunda conocía algunas letras 5 aprendieron la
claye y regias en unos catorce días, y pasaron á
leer en libro. E n la actualidad leen perfectamente
con mucho sentido, y con el tono y pausas corres-
pondientes á los signos ortográficos: habiendo si-
do enseñadas casi esclusivamente por su Señora
Madre y por su Aya Doña Bernardina Ruiz de
Alegría j pues yo he ido muy pocas veces.
38. Doña María del Pilar, de seis años y
medio de edad, hija del Señor Don Francisco
Chaves y Arlacho, Primogénito del Señor Mar-
qués de Quintanar y de mi Señora Doña Te-
resa Centurión, hija d.el Excelentísimo Señoa*
Marqués de Monasterio, ha sido enseñada por
su misma madre en muy poco tiempo, sin mas
que haber ido á observar el método á la Inclusa,
y haber ido yo alguna que otra vez á examinar
sus progresos.
59. También principiaron á leer por este mé-
todo el Ití de agosto del presente año de 1852
Doña María Francisca, de unos seis años de
edad, hija del Sabio Ingeniero Don íernamío
García de San Pedro ^ y de Doña Jacoba Pal-
demoros 5 y Doña Manuela, de cuatro años y me-
dio de edad, hija de Don Juan Duro Espinosa,
y de Doña Ana Valdemoros. L a primera sabía ya
las letras, y la seg-unda nada absolutamente 5 ha-
biendo resultado que el 25 de setiembre hubieran
ambas empezado á leer en libro 5 pero la segunda
tuvo que irse á America con sus padres, y solo
pudo veriiicaiio la primera, quien el diez de oc-
(71)
tubre leía ya con mucha firmeza en el Amigo de
los Niños. (
40. M i condiscípulo y amig^o D . José Muso
y Valiente 9 propietario ilustrado en Lorca, me
ha comunicado á principios del corriente octubre
que se ha ensayado allí mi método con una niña,
y dice: «al cabo de dos meses se notan adelanta-
mientos prodigiosos."
41. Finalmente ? el hecho mas admirable,
portentoso y decisivo respecto de personas de po-
ca edad es el haber enseñado el P . Joaquín Cor-
tés, de quien hemos hablado (§. 15), á Doña Ma-
ría de Id Concepción, hija del Excelentísimo Se-
ñor Don José Cafranga, dignísimo Secretario
del Despacho Universal de Gracia y Justicia, y
de la Excelentísima Señora Doña Francisca de
Pando. L a edad de esta niña es de unos cuatro
años y medio 5 nada sabía absolutamente y pade-
ce algn de la vista. Sin embargo, tanto el P . Joa-
quín , como la espresada Señorita se dieron tan
buena maña, que habiendo principiado en 30 de
mayo del presente año, en 1.° de julio, esto es,
á los treinta y dos dias de tiempo civil, sin des-
contar las fiestas, pasó á leer en libro 5 en princi-
pio de ag:osto la oí yo leer casi correctamente, y
en 10 del presente octubre, lee ya con soltura, y
con el tono y páusas correspondientes á los signos
ortográficos.
42. Todos estos hechos comprueban del mo-
do mas auténtico y convincente cuanto hemos
asegurado (§. 2). Por lo cual, se debe esperar
que se adopte por punto general en España J y si
(72)
tal se verifica ? resultarán ademas, otras ventajas!
de mucha consideración. E n efecto, cuando los
que enseñan sean de los que hayan aprendido por
este método 5 y las madres, para que pronuncien
bien sus hijos les enseñen desde luego á pronun-
ciar hien los sonidos simples y las seis palabras de
la frase ? tanto sin descomponer como descom-
puesta, serán muchos los que llegarán á apren-
der en quince dias y aun en menos, y por via de
diversión 5 en cuyo caso , se vendrán á tener por
fabulosas las inmensas penalidades que hasta aho-
ra ha tenido que sufrir la niñez para aprender á
leer.
Como yo tengo en esto una completa seguri-
dad , estoy resuelto á proporcionar los medios de
aprender a leer con la mayor facilidad, y con los
menores gastos. P o r esta causa, imprimiré, al
mismo tiempo que esta obrita , la colección de la
clave y reglas con diferentes caractéres hasta el
punto de que , por ménos de lo que cuesta una
cartilla ordinaria, se tenga todo lo necesario pa-
ra enseñar á leer á todos los individuos de una
familia.

A D V E R T E N C I A .

U n n ú m e r o dentro de u n p a r é n t e s i s denota
(jue el asunto, de que se trata, reconoce por fun-
damento lo que se ha dicho en el p á r r a f o que
lleva dicho n ú m e r o .
(73)

Prólogo ¿ {fue puse ú la edición de esta qhrita9


que imprimí en P a r í s el año de 182(>, cons-
tando solo de los cuatro primeros capítulos de
esta.

Cuando en la portada de mi Teoría de la lec-


tura dije, que el método contenido en ella era
adaptable tanto á las escuelas de muchos como
de pocos n i ñ o s , cualquiera t¡ue fuese su dis-
posición y arreglo, y tan sencillo, que se podía
poner en ejecución hasta por las mismas M a -
dres j sin molestia suya, ni de los n i ñ o s , tenía
ya premeditado lo que en cada caso particular de-
bía practicarse para ponerlo en ejecución. Mas
por las razones que en el mismo prólogo manifes-
té , no quise tocar ningún otro punto en dicha
obrita, para escitar, cuanto ménos fuese posible,
la animosidad á que por lo regular da origen to-
do método nuevo, en cualquier género que seaj
y también porque, sin embargo de que yo tenía
toda la convicción moral, de que por mi método
se obtendrían los buenos resultados que yo espe-
raba , no obstante, la prudencia aconsejaba el es-
perar á tener los datos infalibles de la esperien-
cia. Y como de los ensayos que basta ahora se
han hecho, resulta «pie por mi método se apren-
de á leer en mucho ménos de la mitad del tiem-
po que por los mejores métodos conocidos has-
ta el dia, pues que ha habido ya quien ha apren-
dido en tres meses, en dos meses, en mes y
(74)
medio , y aun en treinta días una persona de
diez y siete años y otra de veinte y uno- y
también resulta que los niños en las escuelas, á
los cuarenta dias se igualan-pormi método con
los que llevan dos años por el sistema antiguo^
cosa que yo por mí mismo lie visto y examinado j
me considero ya en la obligación de manifestar
mis ideas sobre este particular j mayormente cuan-
do el atento ? prudente, y honorífico oficio que la
Real Sociedad económica de Cádiz, de que ten-
go el honor de ser individuo, se ha servido pasar-
me en contestación al que yo le dirigí ? remitién-
dole mi Teoría de la Lectura ? era capaz de po-
ner en acción aun al mas apático. — E l espresa-
do oficio dice así:
Real Sociedad económica de Cádiz. = (tEsta.
Real Sociedad acaba de recibir con el mayor
aprecio el atento oficio de V . S. de 5 de noviem-
bre del año anterior, y con él un ejemplar de la
Teoría de la Lectura que ha publicado V , S, en
boneficio de la niñez española. E n esta obra ha
visto la corporación una nueva prueba no solo de
los conocimientos y mérito literario de V . S, si-
no de su ilustrado y laudable celo por el bien de
sus semejantes 5 y ha acordado que se coloque en
su biblioteca, como memoria de un socio que tan-
to honor hace á este cuerpo, que se den á V . S.
las debidas gracias por esta atenta espresion, y
finalmente, que siendo sus deseos los de contri-
buir en lo posible á las ideas de V , S. en esta
parte, pase dicha obra á su clase de educación
para que se ocupe de informar si es aplicable en
(75).
todo ó en parte á la escuela de enseñanza imitua
que corre á cargo de este cuerpo patriótico.
))Si así fuese, la Sociedad tendrá el mayor
placer en comunicarlo á V . S. para su satisfac-
ción. Entretanto, yo tengo la de decirlo á V . S.
de acuerdo de la Sociedad, contestando á su es-
presado oficio. = Dios guarde á V . S. muchos
años. = Cádiz 22 de julio de 1823. = José Ma-
ría Gutiérrez de la Huerta, socio Secretario. =
Señor Don José Mariano Vallejo." (*)

(*) No creo inoportuno el insertar también aquí la c o n -


testación que con el mismo motivo he recibido de la Acade-
mia Francesa; y que traducida literalmente dice así. = Institu-
to de Francia. = Academia Francesa. = París i.0 de noviem-
bre de i825. = E l Secretario perpétuo de la Academia. = Mon-
sieur. Vos me habíais encargado el presentar á la Academia
vuestra obra intitulada: Teoría de la Lectura ó método ana-
lítico para enseñar y aprender á leer, etc. Y o tengo el honor
de anunciaros que la Academia ha aceptado con agrado vues-
tro homenage, encargándome de espresaros su agradecimien-
to. Yo desempeño este deber con tanta mas complacencia,
cuanto he podido convencerme de l a utilidad de vuestro m é -
todo analítico , que tiene'por objeto ahorrar tiempo y penali-
dades á los discípulos. = Aceptad , Monsieur , la seguridad de
mi consideración distinguida. •== Renouard.8
Tampoco creo inoportuno el indicar con este motivo, que
cuantas personas y corporaciones han llegado á tener noticia
de la existencia de mi m é t o d o , en todos los parages de Espa-
ñ a , Francia é Inglaterra por donde he transitado, me han d a -
do las pruebas mayores de aprecio , y me han dispensado las
mayores atenciones. Entre este número no puedo ménos de c i -
tar los dos hechos siguientes: Cuando tuve el honor de pre-
sentar personalmente un ejemplar de mí Teoría á la Sociedad
establecida en París para la mejora de la Enseñanza elemen-
tal, fué tanto el interés con que nfe recibieron, que me fal-
tan palabras para espresarlo. Fueron muchas las preguntas que
me hicieron con el objeto de percibir el espíritu del método,
por lo mucho que atrajo su atención la sencillez con que, sin
(76)
Y aunque yo no dudo de que, en virtud de los
profundos conocimientos que reúnen los benemé-
ritos Individuos de una Corporación tan digna, y
que ha dado tantas pruebas de celo por el bieu
del Estado, encontrarán el medio de conciliar
ambos métodos 5 sin embargo, juzgué de mi obli-
gación el corresponder al distinguido honor que
se me bacía, remitiendo á la espresada lleal So-
ciedad mis idéas sobre este interesante asunto f y
con el fin de que resulte la utilidad general, y el
ramo de leer quede definitivamente arreglado se-
gún mi sistema, me ha parecido oportuno deta-

mas auxilio que el de una colección de la clave y reglas con-


tenidas en solo cuatro pliegos, impresos por un lado, se en-
señase á leer hasta las palabras mas difíciles de la lengua es-
pañola, cuando para conseguir un efecto análogo se emplean
en las escuelas elementales de Francia mas de ciento y veinle
pliegos. Debi las mayores atenciones á tan digna Corporación;
permitiéndome desde luego asistir á sus sesiones, escitándomu
á que firmase también el acta , como en efecto lo hice , y
nombrándome después individuo de la misma Sociedad. El se-
gundo hecho que citaré fué el que/habiendo sido convidado
espresamente para asistir á la distribución de premios de las
escuelas de enseñanza mutua de Paris, el digno Mairc, que
presidia el acto, tuvo la atención de colocarme en el primer
puesto á su derecha, y de autorizarme para que á uno de los
niños premiados le pusiese yo la corona, le entregase el libro
que le correspondía y lo abrazase , dándole al mismo tiempo
el ósculo que es de costumbre en semejantes casos.
Por último, indicaré que en el número correspondiente al
mes de noviembre do t825 del acreditado ó imparcial perió-
dico- intitulado Revista Enciclopédica se hace una mención
muy honorífica de la espresada Teoría de la Lectura , recono-
ciendo su trascendental ulHidad, no solo para enseñar á leer
á los niños , sinó también para que los estrangeros que apren-
dan el español puedan adquirir la pronunciación con mas fa-
cilidad y exactitud.
(77)
llar también lo que tlebe en mi concepto practi-
carse en las otras escuelas establecidas, y también
el que debe seguirse para con los niuos en parti-
cular que aprenden en sus casas, ya enseñados
por sus Madres ó Padres, ó ya por personas des-
tinadas á este objeto: pues que me consideraría
basta como criminal , si estando convencido ya
basta la evidencia, de las ventajas que lian de re-
sultar al genero bumano de la adopción de este
m é t o d o , no procurase, por cuantos medios estén
en mis atribuciones, cooperar á que se propague,
generalice y estienda , allanando por m i parte
cuantas dificultades puedan ocurrir.
De lo diebo en el Prólogo de la espresada
T e o r í a , resulta que , antes de encontrar el nue-
TO método de leer que en ella espongo, tenía ya
compuesto un plan completo de primera enseñan-
za , cuya publicación suspendí por las razones que
allí mismo manifesté ^ y pues que, en virtud de
lo espuesto arriba, ya no se puede dudar de las
ventajas de mi m é t o d o , es indispensable pensar
en uniformar á él todos los demás ramos que abra-
za el de primeras letras.
Después de compuesta la citada obrita , y
mientras se estaba imprimiendo , bice un viaje
por Francia é Inglaterra con el objeto de perfec-
cionar mis conocimientos j y el baber conferen-
ciado con los bombres mas célebres en todos los
ramos, y el baber visto gran parte de los estable-
cimientos de instrucción de diebas naciones , me
facilitó el poder estender é ¡lustrar mis idéas so-
bre tan importante asunto, y sobre el modo de
(78)
suplir lo que falta para que el ramo de contar sé
eslaliiezca en las escuelas sin los inconvenientes
que hasta aquí : tleLiendo anunciar desde ahora,
que he tenido la mayor satisfacción, al ver que el
célebre Mónsieur Jmard, Secretario de la So-
ciedad para la enseñanza elemental, en su reco-
mendable Aritmética , compuesta según los prin-
cipios y procedimientos de la enseñanza mutua,
é impresa en 18221 reconoce en la enseñanza de
la Aritmética, los mismos huecos é inconvenien-
tes que yo había notado, y que había procura-
do evitar en mi Aritmética de niños impresa vein-
te años hace.
Tampoco puedo dejar de anunciar, que ten-
go también ya medio puesta en limpio, para pu-
blicarla á la mayor brevedad, una Geometría pa-
ra uso de los niños, que tenía ennpezada desde
que compuse mi Compendio de Mecátiica prác-
tica 5 y que la circunstancia de hftllarme en París,
en la época en que el célebre Monsie ur Charles
Dupin trata de dar en el Conservatorio de Artes
y oficios su segundo Curso de Geometría y Me-
cánica aplicadas á las A r l e s , y de publicar las
lecciones, según las vaya esplicando , me servirá
al mismo tiempo para aprovecharme de cuanto
conduzca para mi objeto. Por las lecciones del
año anterior, que ya están publicadas , y por lo
que oí al mismo Sabio en el discurso que pronun-
ció al cerrar su primer curso, veo que estamos
bastante acordes: resultándome la satisfacción de
que, habiendo yo publicado mi Compendio de
Mecánica práctica para uso de los niños, ar-
(79) ^
tistas y artesanos, en el año de 1815, me he
anticipado mucho á publicar en el continente los
conocimientos de Matemáticas que necesita la
clase industrial 5 pues que en Francia no se ha
fijado la atención sobre tan importante asunto
hasta el año pasado de 1824 , y es á su imita-
ción como se va á practicar también lo mismo
en Rusia, y Suecia en los establecimientos Tec-
nológicos que se acaban de crear. .

CAPÍTULO PRIMERO.

Modo de aplicar wi método de leer en las es-


cuelas de enseñanza mútua.

1. Las escuelas de enseñanza mútua se ha-


llan tan estendidas en todas partes, por las re-
conocidas é inmensas ventajas que proporcfrman
á la primera instrucción, y lo mucho que con-
tribuyen para que se desenvuelvan conveniente-
mente las facultades físicas, intelectuales y mo-
rales de los niños, que ya parece inútil ocuparse
en hablar á su favor: por lo cual, sin detenerme
un solo instante sobre este particular, pasaré des-
de luego á manifestar el modo de combinar mi
sistema doctrinal de enseñar á leer, con la distri-
bución y arreglo de las escuelas establecidas por
el sistema de enseñanza mútua»
2. Como la clave y reglas generales de leer,
se hallan en pliegos impresos solo por un lado,
para que pegados en la pared, en tablas ó en car-
tones , puedan ios niños colocarse al rededor de
(80)
d i o s , tienen la forma mas adeeuada para el uso
de los semicírculos de dichas escuelas. P o r esta
causa, no hay mas que colocar en aquellos para-
jes de la escuela, donde están los semicírculos,
en vez de los cartones que ahora se usan 9 un nú-
mero competente de colecciones. E n general,
habrá suficiente con poner una colección para ca-
da cincuenta niños de los que asisten á la escuelaf
de manera, que si á esta concurren trescientos
n i ñ o s , habrá bastante con seis colecciones 5 y co-
mo el precio de cada una es el de cuatro reales,
resulta que con solo seis pesetas, se tiene todo
lo necesario para establecer mi sistema de leer en
una de estas escuelas: lo cual es aun mucho mas
económico sin comparación, que lo que hasta el
dia se ha acostumbrado invertir en este objeto. Y
así, solo falta manifestar el modo de hermanar
los ejercicios de los bancos con los de los semi-
círculos , para poner en ejecución mi sistema en
dichas esencias.
3. C o n este objeto, observaré que el método
de enseñanza imítua, como se inventó para la len-
gua inglesa, en que un sonido que en español
suena como una modificación simple, se suele es-
cribir con cuatro, cinco y aun mas caracteres,
exige casi como necesario el deletreo , esto es,
que el instructor , al dictar una palabra , vaya
enumerando individualmente las letras que la
componen. Una cosa análoga, aunque con alguna
mayor sencillez , sucede en la lengua francesa;
pero en la lengua española, que presenta menos
diferencia entre su modo de pronunciarse y su
(81)
modo de escribirse, el deletreo es sumamente
perjudicial y retrasa considerablemente la lectura:
de donde resulta, que las dificultades que puede
ofrecer la conciliación de ambos métodos, nacen
de que un sistema inventado para una lengua de-
be acomodarse para enseñar á leer en otra.
4. L a espresada conciliación se puede efec-
tuar de diversas maneras j y cualquiera de ellas
que se adopte producirá ventajas de considera-
ción. Por esta causa , el método que voy á pro-
poner es el que se separa menos de lo que en el
dia se practica, á fin de que se pueda adoptar
desde luego, sin detenerse de antemano en dis-
cusiones teóricas, y que resulten inmediatamente
las ventajas palpables de su adopción: esperando
que con el tiempo, la observación y la esperien-
eia se conseguirá una perfección completa é im-
portante.
Analizadas bien todas estas dificultades, solo
se reducen al modo con que los instructores han
de dictar las palabras para que las escriban los ni-
ños de los bancos: pues que la combinación de
los ejercicios en cada clase, se presenta natural-
mente como la proponemos, sin ofrecer ninguna
dificultad. Y o desearía que, al dictar las palabras
en los bancos, no se enumerasen las letras, ó que
á lo ménos se enumerasen solo en las palabras
monosílabas 5 y que, en los otros casos, no se hi-
ciese otra descomposición que la de hacer distin-
guir bien las sílabas é irlas enumerando al mismo
tiempo de pronunciarlas. Este método tenía sin
embargo un inconveniente, á saber, que en las
6
(82)
palabras en que van inuelias vocales seguidas, co-
mo no están bastante fijas las reglas que se dan
en el dia para saber cuando hay diptongos y trip-
tongos (*) j podría suceder que esto Originase du-
das al dictarlas j y aunque este inconveniente que-
daba subsanado, con no poner, en las tablas de
dictar , palabras que ofreciesen dudas de esta na-
turaleza ? ó poniéndolas descompuestas en sílabas,
sin embargo, no me empeño en proponer que se
adopte este medio por punto general, á causa de
que se separa mucho de lo que en el dia se acos-
tumbra, y que por ningún título conviene dificultar
su adopción; antes por el contrario, se debe co-
operar por todos los medios fmra que se generalice
desde luego cuanto sea posible 5 pues dado este
primer paso, se tiene ya mucho conseguido para
ir haciendo sucesivamente las mejoras hasta en-
contrar el medio de perfeccionar este ramo dt^
tanta importancia.
5. E n este concepto, así como yo no insisto
en que se ponga en ejecución mi idea, precisa-
mente del modo que ^o la concibo, y por el bien
general me conformo en que no se establezca mi
método como yo juzgo que sería mas convenien-
te , del mismo modo desearía que los Profesores
«e conformasen en tener alguna deferencia res-
(*) A l remitir un ejemplar de nú Teoría de la Lectura á
la Real Academia Española , le hice presente las dudas que
en esta materia dejaba su ortografía; y habiendo manifestado
este ilustrado Cuerpo , que lo tendría presenté al hacer otra
nueva edición, debemos esperar de su celo, que aclarará es-
te punto con el tino y acierto que caracterizan á tan digna
Corporación.
(85)
pecto de mi modo de pensar 5 y que tuviesen la
condescendencia de no nombrar ninguna conso-
nante por el nombre con que hasta ahora se
han distinguido í sino que lo hiciesen por el
signo de la modificación que representan : si se
conviniesen en esto j ya desaparecerían todos los
inconvementes, y sin ninguna otra innovación,
caminaban perfectamente acordes ámbos métodos.
(>. Si se atiende á las inmensas ventajas que
debe producir una buena combinación del siste-
ma de enseñanza mutua y el de mi Teoría, con
el corto sacrificio que exige por parte de los Pro-
fesores , el decir signo de m a , por ejemplo, en
vez de eme, se echará de ver ? que el que no se
resuelva á desviarse de la rutina ordinaria en cosa
de tan poco trabajo, no está muy dispuesto para
promover mejoras en tan importante ramo ^ pues
esta variación. ademas de ser muy pequeña, no
trae ninguna de aquellas dificultades que ofrece
el cambio de lenguage en otras materias. Efecti-
vamente , el niño cuando va á la escuela, no lleva
ninguna idea j y por consiguiente á él le es indi-
ferente el designar un objeto de un modo ó de
otro: por otra parte, le ha de ofrecer menos in-
convenientes el familiarizarse con estos nombres,
todos uniformes, y que espresan con exactitud la
verdadera idéa unida á ello s, que no el aprender
los nombres caprichosos, arbitrarios é inconexos
be, ce , efe , ge , ache , jota , equis , etc. 5 que ninguno
espresa la idéa que se ha querido que designen^ re-
sultando después que cuando ya se ha conseguido
el familiarizarse con ellos, lo que cuesta bastante
6:
(84)
trabajo ? este conocimiento en vez de ser un paso
preliminar para facilitar la lectura ? es un obstá-
culo, y de mucha consideración, para aprender su
uso en la composición de las palabras.
7. Podrá aquí objetarse, el que la espresion
signo de ina? que yo pido que se sustituya á la
rutinaria de eme, es mas complicada. Pero debe
tenerse presente que esta complicación no es mas
que en la apariencia, y considerando el nombre
de una letra aisladamente j mas como de aquí re-
sulta mayor claridad y precisión, y se consigue
mas pronto por este medio el aprender á leer,
que es nuestro objeto esencial, nada nos importa
lo demás 5 pues que cuando se trata de conseguir
mejoras en un genero, sea el que sea , nada im-
porta el que en alguna de sus partes aparezca
mayor complicación, si en el conjunto se notan
ventajas. Tenemos una prueba de esto en la va-
riación total y absoluta que se ha hecho en el len-
guaje químico. L a utilidad que resulta á la cien-
cia desde que se ha admitido dicho lenguaje, es
sumamente estraordinaria j y sin embargo, consi-
derando el asunto parcialmente, se observa ma-
yor complicación j pues casi todas las denominacio-
nes son mas largas que las antiguas, como apare-
cerá al saber que lo que ántcs se llamaba capar-
rosa , se denomina hoy en el lenguaje químico
sulfate de hierro, en que entran tres palabras 5 y
lo que ántcs se comprendía bajo el nombre de
alumbre , ahora SC espresa por sulfate ácido de
alúmina y de pqtasa , en que entran siete pala-
bras. Pero el inconveniente de esta mayor com-
(83)
plicacion en apariencia desaparece enteramente,
si se reflexiona que en la denominación casual,
arbitraria ó caprichosa de caparrosa , por ejemplo,
nada se halla que dé á Conocer su naturaleza j cuan-
do la espresion sulfate de hierro , da una idea exac-
ta de su esencia, propiedades, etc. , etc.
8. Y puesto que deben resultar ventajas aná-
logas de lo que propongo, espero que, pues la
primera circunstancia que debe tener un Profesor
es el ser humano , tendrá en consideración las
penalidades que ha de evitar á los niños adoptan-
do mi idea; y que, conformándose con ella, no
les obligará á que aprendan unos nombres que
solo tienen en su apoyo una antigüedad descono-
cida. Por lo que, con esta confianza, paso á in-
dicar el modo con qiie los instructores deben dic-
tar las palabras para que las escriban los niños
que se hallan en los bancos : lo que deberán efec-
tuar como se espresa en los ejemplos siguientes,
que comprenden todas las letras del alfabeto, y
aun sus casos irregulares, áfinde que puedan
servir de modelo.
Pan se escribe: el signo de p a ; a ; el signo
de n a : y todas juntas dicen pan.
Bia se escribe: el signo de da 5 i ; a : y todas
juntas dicen día,
Cruz se escribe: el signo de ca 5 el signo de
ra £ a ; el signo de z a : y todas juntas dicen cruz.
Plux se escribe; el signo de fa 5 el signo de
la j u ^ el signo de la modificación compuesta
equivalente al signo de ca y al de s a : y todas
juntas dicen flux.
(86)
Agua se escribe: el signo de gaj uj a ; y to-
das juntas dicen agua.
Istmo se escribe: i 5 el signo de sa j el signo
de ta j el signo de ma j o : y todas juntas dicen
istmo.
Queja se escribe: iel signo irregular de ca^
u j e* el signo de j a 5 a : y todas juntas dicen
queja.
Cínen se escribe: el signo de ca 9 que se pro-
nuncia irregularmente cOn la i , como el signo de
za j i 5 el signo de ña 5 e 5 el signo de n a : y todas
juntas dicen ciSen.
R e h u í a o s se escribe: el signo de r r a , pero
sencillo, porque es en principio de palabra; e*
el signo inútil^ u* í con acento5 a* o • el signo
de a • y todas juntas dicen rehuíaos.
Charretera SC escribe : el sigUO de cha j a* el
signo de rra 5 e, el signo de ta 5 ej el signo de
raj a : y todas juntas dicen charretera.
Cayadilla SC escribe: el sigUO de cay a ^ el
signo de y a , que es el que suena también como
la i vocal ^ a^ el signo de da 5 i j el signo de lia, a:
y todas juntas dicen cayadilla.
Vegetabilidad se escribe: el signo de va (si
se pronuncia como se ha dicho en la tercera de
las irregularidades del §. 12 de la Teoría, ó si se
tiene la costumbre de pronunciar va del mismo
modo que h a , se dirá el segundo sonido de haj
ó el sonido irregular de ha) J e 5 el signo de ga
que se pronuncia irregularmente con la e ? como
el signo de j a f e ; el signo de ta ; a ; el signo de
haj el signo de la j i 5 el signo de da 5 a ; el
(87 ) ;

signo de d a : y todas juntas dicen v e g e t a b i l i d a d .


9. E n apoyo de la adopción de este modo de
dictar, no puedo menos de llamar todavía la aten-
ción para dar á conocer que esta especie de ma-
yor complicación que aparece , en vez de perjudi-
car es ventajosa; pues que 9 al dictar los instruc-
tores las palabras y enumerar las letras, deben
hacerlo con cierta pausa para dar lugar á que los
niños vayan escribiendo al mismo tiempo 5 y el
intervalo que debe mediar de letra á letra, es mas
que suficiente para decir el signo de f a , por
ejemplo , en vez de e f e , etc.
1 0 . Por último , observaré que en el caso de
que , en razón de la brevedad t se prefiera el nom-
brar la> letra con una sola palabra, desaparecerán
gran parte de los inconvenientes, si todas las con-
sonantes se denominasen como si después de ellas
tuviesen una a • de modo , que entonces los nom-
bres de las consonantes por el orden con que se
ponen estas en el alfabeto, serían ha., c a , c h a ,
da, í a , ga , j a , l a , l i a , ma , na , ñ a , pa , r a , i r a ,
sa , t a , va , esa, y a , za. Este modo, de nombrar las
consonantes es mas sencillo ? exacto y unifor-
me que el método irregular :eon que se espre-
san por los noiujlires usuales que tienen en el
dia. Y si se adoptase, desaparecerían la mayor
parte de los incpíivenientes que trae la enumera-
ción individué de las letras. Solo restaba en este
caso la difieultad de nombrar la letra décimano-
vena del alfabeto , pues que si se nombrase como
1« tercera, se confundirían^ pero como esta letra
solo se usa en las sílabas q u e , q u i , bastará con
(88)
llamar la atención, diciendo que es el signo irre-
gular de c a , ó cualquiera otra espresion que el
instructor juzgue mas oportuna, mientras que la
Real Academia Española, accediendo á los de-
seos de todos los amantes de la sencillez y exacti-
tud , tiene por conveniente adoptar un sistema
uniforme en su ortografía.
11. Pero yo ruego á los Profesores , que
adopten desde luego la primera idea, seguros de
que recibirán las bendiciones de todos los aman-
tes de la niñez y de la ilustración^ y sin detener-
me mas en este punto, ni indicar ninguna otra
innovación, pasare á enumerar los ejercicios de
cada una de las ocho clases en que se divide ge-
neralmente el arte de leer en el sistema de ense-
ñanza mutua.

PRIMERA GLASE.

E n los semicírculos, se ejercitará á los niños


en que vayan aprendiendo la clave: y en los ban-
cos se practicará lo mismo que se ejecuta en el
dia, sin mas diferencia que, al ir á corregir el
instructor á cada'niño en particular el carácter de
las consonantes que haya escrito) en la arena, les
vaya diciendo: esta consonante con la a suena ha
(si es la segunda del alfabeto); al siguiente le di-
rá : con la e suena para hacer que el niño
diga be, y si no se acuerda, se lo dirá el instruc-
tor , procediendo del mismo modo con las demás.
Aquí debo hacer una advertencia importante
que no se tiene presente por los instructores; yo
(89)
he observado en casi todas las escuelas de enseñan-
za mutua que he visitado, dentro y fuera de Espa-
ña , el que los niños de esta clase suelen princi-
piar á hacer las letras al revés de lo que deben : y
por lo mismo convendría que , al señalarles la le-
tra que habían de escribir, los instructores fue-
sen pasando el puntero, ó su dedo índice por el
contorno de la misma letra según el orden con
que se debe hacer, á fin de que los niños jamas
se acostumbren á una cosa que han de tener des-
pués que desaprender.
E u esta clase permanecerán hasta que en la
arena sepan escribir todas las letras, y en los se-
micírculos distingan ya al menos las sílabas direc-
tas 5 y cuando se hayan conseguido estas dos cir-
cunstancias , pasarán á la segunda clase, que es
la primera de las pizarras.

SEGUNDA GLASE.

Los niños de esta clase se ejercitarán, en los


bancos, en escribir las variaciones de las diez y
nueve sílabas directas. Por ejemplo: se les dirá
que escriban las variaciones de ma, y se les hará
poner

me

mo
mu

bien sea por este orden ó si la disposición de las


pizarras no lo permite 1 de este otro modo : m a ,
m e , m í , mo ? mu • y , al írselos á corregir , el
instructor hará que el niño las pronuncie con to-
da distinción 5 teniendo mucho cuidado ? al corre-
girles las variaciones de c a , y las de g a , de ha-
cerles las advertencias convenientes, para que no-
ten la irregularidad en que , quí | gue , guí ? pe-
ro sin exigir en esto que los niños adquieran una
perfección teórica, y bastando solo que ellos se
lleguen á persuadir de que en aquellas variaciones
hay una dificultad que vencer 5 pues luego con el
continuo ejercicio se familiarizarán mas, sin tra-
tar de exigir desde luego una esplicacion profun-
da y exacta, que no es entóncas absolutamente
necesaria.
Como es de la mayor importancia el que los
niños estén en continuo ejercicio, y por otra
parte 110 todos acabarán de escribir las variacio-
nes al mismo tiempo , convendrá que los niños
sepan en general, que cuando ya hayan escrito las
Variaciones pedidas, si les sobra tiempo j deben
escribir las variaciones de la sílaba que sig'ue en
la clave á aquella que se les ha pedido: por ejem-
plo , si se les ha dicho que pongan las variaciones
de f a , y les sobra tiempo , deberán escribir en la
pizarra las variaciones de Ha 5 y si todavía les so-
bra tiempo, las de d a ; y si todavía les sobra, las
de l a , etc. 5 y para que todo esté determinado,
advertiremos que si la que se les pidió, fué la za,
y les sobra tiempo , deberán escribir las variacio-
nes de ma j y si aun les sobra, las de n a , etc.
E n los semicírculos se ejercitarán en conti-
(91)
nuav aprcudieudo la clave j y perniancceráii en es-
ta clase , hasta que ya la sepan bien, y estén bas-
tante diestros en poner las variaciones de cual^
quier sílaba que se les diga; en cuyo caso pasarán
á la^ :•

TERCERA CLASE.

E n esta se ocuparán los ninos? en los bancos,


en escribir las variaciones de las sílabas de con-
tracción y las palabras de una sílaba contenidas en
los respectivos rectángulos de la clave 5 y en los
semicírculos, se ocuparán en aprender las regias
primera, segunda, y tercera de leer. Cuando ya
estén bien corrientes en estas reglas, y pronuncien
sus respectivos ejemplos al momento que se les
señale, tanto por su orden, como salteados, cual-
quiera que sea el estado de adelantamiento en que
se hallen en los bancos, pasarán á la

CUARTA CLASE.

E n esta, se ejercitarán los niños , en los ban-


cos, en escribir las palabras que sirven de ejem-
plo á las reglas primera, segunda, y tercera, y
están contenidos en la hoja que se coloca al fin
correspondiente á esta clase (*) 5 y en los semicír-
culos en aprender las reglas cuarta, quinta, y ses^

(*) Las cuatro hojas que se ponen al fin , impresas solo


por un lado, se separarán del libro y se pegarán en tabletas
para ;uso de los instructor es, en las respectivas clases.
Para la segunda y tercera clase no se ha puesto hoja por
(92)
ta. Guando estén corrientes en los semicírculos
en dichas reglas y sus respectivos ejemplos, ya se
les indiquen de seguida ó salteados, pasarán á la
clase inmediata; cualquiera que sea el estado de
adelantamiento en que se hallen en los bancos.
QUINTA CLASE,

E n esta clase, se ejercitarán los niños, en los


bancos, en escribir las palabras, que sirven de
ejemplos á las reglas cuarta, quinta, y sesta , y se
presentan al fin en la hoja correspondiente á esta
clase; y en los semicírculos, en aprender las re-
glas séptima y octava. Cuando ya estén bien cor-
rientes en leer estas y sus ejemplos , en cualquier
órden que se les señalen, pasarán á la

SESTA GLASE.

E n esta, se ejercitarán los niños, en los ban-


cos , en escribir las palabras, que les dicte el ins-
tructor , de las que sirven de ejemplos á las reglas
séptima y octava, y están contenidas en la hoja
correspondiente á esta clase j y en los semicírcu-
los , en aprender las reglas novena, décima, etc.
hasta la décimascsta inclusive 5 y cuando ya estén
bien diestros en leer dichas reglas y sus ejemplos
respectivos, en cualquier órden que se les seña-
len , pasarán á la

separado ; pues lo que en ellas han de dictar los instructores,


lo deben estos saber tan bien , que por sí dictarán la varia -
ción ó palabra que convenga ai estado de los discípulos de di-
cha clase
(85)

SEPTIMA GLASE.

E n la cual, se ocuparán en los bancos, en


escribir las palabras de las reglas novena, décima,
etc. hasta la décimasesta, inclusive, contenidas
en la hoja correspondiente á esta clase, y en que
cada niño escriba su nombre y apellido 5 y en los
semicírculos, se ejercitarán en leer las reglas de-
cimaseptima, décimaoctava, y décimanovena , y
las dos colecciones de palabras que les siguen ; y
ademas, principiarán á leer, por el orden que
prescribe el capítulo V I I de la Teoría , en el
tratado de escribir, á cuyo efecto procuraremos
que esté de letra de un tamaño competente ; y
cuando ya hayan leido todo el arte de escribir,
cualquiera que sea el estado en que se hallen en
los bancos, pasarán á la

OCTAVA GLASE.

E n esta, que es la última de leer, y en la


que deberán continuar hasta llegar á la última cla-
se de escribir, principiarán por una lección de-
lante de la cuadrícula. Esta lección se dará, ha-
ciendo que los niños vayan leyendo en el mismo
Arte de escribir ¿ el instructor les irá haciendo
conocer lo que espresa cada una de aquellas pala-
bras , y hará que los niños practiquen lo conve-
niente en la cuadrícula 5 y en los bancos se ejer-
citarán en lo que se esplicará en el tratado de
escribir.
%M)
12. Dos lecciones á la semana se deberán des-
tinar para la esplicacion teórica del arte de escri-
bir , y todo lo demás del tiempo, en los semicír-
culos se destinará para ejercitarse en leer cons-
tante y alternativamente en los Catecismos, Teo-
ría de la Lectura, Arte de escribir, y en este
mismo librito, á cuyo efecto se imprime en un
carácter adecuado. Y cuando ya estén bien ira-
puestos en los principios teóricos de la formación
de las letras, cesarán en los ejercicios de la cua-
drícula, y suspenderán el leer en la Teoría de la
Lectura, Arte de escribir, y en este librito j pe-
ro continuarán en los Catecismos y demás libros
que estén, en uso en las escuelas; procurando,
siempre que la lectura sea variada y que algunas
cosas estén en verso, pero que su Contenido no
escite en los niños ning-una idéa impropia de, su
edad. Continuarán de este modo basta que lle-
guen á la última clase de escribir, que entónces
se Ies pasará á leer en proceso, poniendo en ma-
nos de los niños, manuscritos de todas clases de
letra. Mas como es siempre preferible el que los
niños lean juntos en una misma clase, para que
se corrijan mutuamente etc. , y es muy difícil el
que haya muchos manuscritos uniformes, no pue-
do ménos de manifestar lo útil y ventajoso que es
el leer en los cuadernos escritos litográíicamente,
de que se hace uso en las escuelas de enseñanza
mútua de P a r í s . Dichos cuadernos son de la ma-
yor importancia, no solo porque llenan comple-
tamente su objeto, sinó por la buena elección que
se ha tenido para la materia que contienen. E n
(95)
efecto, unos son compenditos sobre la moral cris-
tiana; otros son relaiivos á la Agricultura 5 otros
a la Geografía, otros tratan de las diversas espe-
cies de maderas | y de su empleo 5 otros de la cul-
tura de los jardines, etc. etc.
S i el público me favoreciese con sus sufragios,
yo los traduciría, ó formaría otros análogos 5 ade-
mas, no solo procuraría que cada cuaderno estu-
viese escrito en el carácter de bastardo español
actual, sino de tres, ó cuatro caracteres de letra
de los siglos pasados, y también en letra cursiva
francesa c inglesa, á fin de que cada niño leyese
en uno , y todos los demás estuviesen leyendo lo
mismo, pero en diferente carácter 5 y se acostum-
brasen á leer todo género de letra; lo cual es mas
ventajoso de lo que á primera vista parece.
15. Luego que se hayan acabado de esplicar
en la cuadrícula los principios generales de la es-
critura , ya todos los dias, bien sea por la maiia-
na , ó por la tarde , darán en el encerado una lec-
ción de Aritmética, por el método que espongo
en mi Aritmética de niños; pues que las ideas
primarias que deben darse acerca de los números,
y que aun deben servir de base á las nociones pre-
liminares de Aritmética, deben aprenderse al mis-
mo tiempo que la clave, según especifico en di-
cho tratadito de I d é a s primarias que deben dar-
se á los niños acerca de los n ú m e r o s que publi-
co adjunto.
14. D e lo dicho aparece , que por el método
espuesto, siempre los niños en los semicírculos
deben hallarse mas adelantados que en los bancos;
, (96)
lo cual va conforme con la naturaleza misma de
las cosas, pues que envolviendo ya mas dificultad
el escribir una palabra ? que el leerla, es indis-
pensable que ántes de exigfir de los niños el que
escriban una cosa, la sepan ya leer muy bien, en
cualquier parte donde la encuentren. Ademas,
como el escribir aquí las palabras es con el obje-
to de facilitar la lectura, en los bancos no se de-
ben detener sinó el tiempo preciso, para que en
los semicírculos adelanten lo necesario j y por esa
razón hemos establecido por regla general, desde
la tercera clase en adelante, que para pasar de
una clase á otra, solo se atienda á los progresos
de los semicírculos, de modo que estén bien cor-
rientes en ellos, aun cuando no lo estén en la
parte que corresponda en los bancos, pues como
lo que por ahora se trata es de saber leer, y todo
lo demás es auxiliar de esto, cuando ya se sepa
lo correspondiente á cada dTase, no hay necesi-
dad de perfeccionarse en lo accesorio , mayor-
mente cuando esto es mas difícil que lo esencial.
16. Ño juzgo oportuno el que se les haga
poner las variaciones de las sílabas inversas 5 por-
que como no todas las sílabas directas tienen su
correspondiente inversa, la duda que se originaría,
al pedirles las variaciones de una de estas, traería
mas inconvenientes que ventajas j y por otra par-
te se conseguirá el objeto que nos proponémos,
aprendiendo bien los ejemplos que se ponen de
la regla quinta.
16. E l hacerles en la séptima clase , que ca-
da niño ponga su nombre y apellido, es con el
(97)
objeto de que desde luego sepan firmar, por si
Ies ocurriese algún incidente que les obligue á sa-
lir de la escuela, ántes de saber escribir ya en de-
bida forma.
17. Por último, observaré que, aun cuando
los Profesores no se resuelvan á hacer ninguna
de las pequeñas innovaciones indicadas ( octava y
décima) , y que se obtienen en nombrar las letras
como basta aquí , siempre resultarán ventajas,
aunque no tantas como del otro modo que pro-
pongo , de la combinación de mi método de leer
con el sistema de enseñanza mutua, distribuyen-
do los ejercicios según se acaba de espresar.

CAPITULO II.

Modo de poner en ejecución mi método en las


escuelas que no son de enseñanza mutua.

18. E n las escuelas que no son de enseñanza


mutua, resaltarán mas las ventajas de mi método,
por la sencillez con que se pone en ejecución, la
economía con que se establece, el ningún apara-
to que exige, la rapidez con que se aprende, y
la ninguna molestia que resulta á los niños. Pues
como en él se hace también uso de la base del
sistema de enseñanza mutua, que consiste en que
unos niños sirvan de instructores á los otros, y
en que de tal modo se les distribuya el tiempo,
que siempre estén ocupados, resulta que las ven-
tajas que se observarán en dichas escuelas son
7
(98)
proporcionadas y debidas á la sencillez del méto-
do y al hacer uso de dicha base.
19. Para establecer mi sistema con toda per-
fección en una escuela, cualquiera que sea su
forma, solo se necesita, el que se pongan pega-
das en la pared, en cartones ó en tablas, el nú-
mero competente de colecciones de la clave y re-
glas. Para una escuela de cincuenta niños, basta
una sola colección 5 para una de ciento, dos co-
lecciones j para una de ciento cincuenta, tres co-
lecciones^ y en general, se deberá añadir una co-
lección cada vez que aumente en cincuenta el nú-
mero de los niños 5 y como cada colección de la
clave y reglas , impresas en el carácter de gran
c á n o n , cuesta solo cuatro reales , resulta que so-
lo con el sencillo gasto de cuatro reales en las es-
cuelas mas reducidas, el de dos ó tres pesetas en
el mayor número de ellas, y de uno ó dos duros
en las escuelas mas numerosas, se tiene hecho to-
do el coste de plantear mi método de enseñar á
leer. Solo se exige de la materialidad del edificio
el que los parages donde se coloquen las claves y
pliegos de las colecciones estén bien iluminados,
esto es, que la luz les hiera b i e n , para que los
niños vean con distinción los caractéres.
E l gasto y trabajo de pegar la clave y pliegos
de las reglas en la pared, en las tablas , ó en
cartones , no merece siquiera nombrarse j pues
basta para esto humedecer, tanto la pared, tabla
ó cartón como el pliego, con una brocha mojada
en un engrudo muy claro, ó en almidón que esté
muy diluido.
(99)
Para aprovechar bien todas las localidades de
la escuela, siempre convendrá ? que alguna ó al-
gunas de las colecciones se pongan en cartones ó
en tablas, para qué colgándose en un pie dere-
cho., á manera de facistol, se puedan poner y qui-
tar donde convenga 5 y esto exige también un
gasto de muy poca consideración^
20. Desde el momento en que concebí mi
método ? juzgué que la clave y regias debían es-
tar escritas en los caractéres mayores posiblesj
pues que la esperiencia tiene acreditado que
mientras mayores sean los caractéres de las letras,
y se hallen mejor terminados, con mas facilidad
se fijan en la mente de los niños j y por lo mismo
hice los mas estrechos encargos para que se im-
primiesen" dichas colecciones en el carácter mas
grande que hubiese ^ y no habiéndose encontrado
en Madrid otro mayor que el de gran cátion^ en
él se efectuó la impresión de las mencionadas co-
lecciones. Entre los varios objetos que me pro-
puse examinar en mi viaje por Francia é Ingla-
terra , fué el ver si en dichas naciones podría pro-
porcionarme los medios de imprimir dichas colec-
ciones en caractéres tan grandes como yo desea-
ba; con cuyo objeto visité las fundiciones de le-
tra mas famosas de dichas naciones, é instruido á
fondo de lo que se podría hacer mejor en este
género j emprendí el tomar á mi cargo el qué me
hiciesen una fundición eselusivamente destinada
para este objeto , como en efecto conseguí el fun-
dirla en París, y trasladarla á Madrid con in-
mensos sacrificios de toda especie: y bien pronto
7:
( 100)
se publicará dicha colección de la clave y realas
en los mayores caracteres que lioy permite el es-
tado de las fundiciones en E u r o p a , y por un pre-
cio que no escederá, aun cuando se haga uso del
mejor papel, al de dos duros cada colección (*).
Considero de tanta mas importancia el impri-
mir las colecciones de la clave y regias en los ca-
racteres mayores posibles, cuanto en todas las es-
cuelas de enseñanza mutua que he visitado ? den-
tro y fuera de España, he advertido, que los niños
de los semicírculos hacen movimientos para acer-
carse al cartón siempre que les toca leer 5 lo cual
prueba que no ven suficientemente desde el para-
ge en que se hallan colocados, á causa de no te-;
ner los caracteres el suüciente tamaño.
Ademas, como no en todos los parag-es de
una escuela se podrá colocar la clave de gran
canon, la he impreso por separado en caracteres
hermosos, é iguales próximamente á los de la cla-
ve de la teoría. Dicha clave, que se podrá adqui-
rir suelta , á un precio sumamente moderado,
puede servir con mucha ventaja : 1.° para poner-
la pegada en cartones ó en tablas, y que se colo-
que en bastidores movibles en toda clase de es-
cuelas , cuando haya de servir para pocos niños:
2 . ° para ponerla pegada en la pared debajo ó a l
lado del parage donde se cuelguen los pliegos de
las reglas de leer , cuando estos se pongan en

(*) Esto se halla efectuado bace mucho tiempo ; y en efec-


to, haciendo uso del mejor papel y del mayor tamaño se ven-
de cada colección á cuarenta rs. , y por estas colecciones se
ha enseñado en la Escuela Pía y en la Inclusa.
(101 )
cartones ó tablas, á ílu de que si á un niño se 1c
olvida una sílaba de la regla en que se baila, pue-
da buscarla al momento separando ó levantan-
do el cartón 5 ó si los pliegos de dichas reglas soi^
han pegado en la pared, estas claves de carácten V í
pequeño se pueden colocar á su lado con faciliA
dad: 3.° por último, servirán con mucha ventaja x . ^ ^ /
)ara la enseñanza privada en las casas , en que so- .jg¿
{o hay uno , dos ó tres niños que aprendan al mis-
mo tiempo.
21. Como el gran mérito del sistema de di-
rigir á la niñez, consiste en saber sacar partido
de su misma, vivacidad, y no conviene que los ni-
ños estén ociosos, ni tampoco el que estén ocu-
pados mucho tiempo seguido en una misma cosa,
resulta que en muchos casos, cuando la disposi-
ción de la escuela no permite el que los niños,
que estén sentados puedan ver la clave y colec-
ciones de reglas, sería muy ventajoso el que , des-
pués de haber estado repasando de pie delante de
la clave ó cartón en que se hallen, al pasar á sen-
tarse , estudie cada uno de por sí en la nueva
cartilla que he publicado también con este obje-
to , y el que después cada uno dé su lección, con
otro niño de los mas adelantados 5 pero aun será
mas ventajoso, el qUe después de dar cada clase
su lección al frente de la clave ó de los carteles,
como en los semicírculos de enseñanza mutua, el
que pasen á sentarse , y tomando cada uno su car-
tilla , lean recio los de una misma clase, lo mis-
mo que están aprendiendo en la clave, ó que re-
pasen lo que ya saben bien: cuyo ejercicio los ra-
(102)
dicará mas en lo que lian aprendido , y les acos-
tumbrará á leer lo mismo, ya en otra disposición.
22. Esta cartilla j que se dará también á un
moderado precio, es lo único que tiene que gas-
tar , en este caso ? un padre para con su hijo ? si
es pudiente, ó un Ayuntamiento ó Corporación
á cuyo cargo esté la escuela para con los niños
pobres.
E n las escuelas, cuya localidad lo permita,
será ventajoso el que en el frontis se ponga la
clave estarcida con el mayor carácter de que sea
susceptible la pared donde se coloca: en el con-
cepto, de que mientras mayor y mas hermoso sea
el carácter y pueda leerse á mayor distancia , mas
pronto se fija en la mente de los niños , y por
consiguiente se logra antes el objeto que nos pro-
ponemos. Y estarciendo igualmente las reglas ge-
nerales de leer en los parages de las paredes don-
de hiera mejor la luz , se tiene no solo adornada
1^ escuela de un modo muy propio y que corres-
ponde perfectamente á su instituto , sino que reu-
niéndose esto á los demás medios de instrucción,
se facilita mas y mas la enseñanza , economizán-
dose el tiempo, que es lo que mas importa apro-
vechar.
25. E n cuanto al método que se debe obser-
var , tengo muy poco que añadir ^ por cuanto es
exactamente el que se halla esplicado en la Teo-
ría de la Lectura: el cual se podrá abreviar al-
gún tanto, omitiendo alguna reflexión, cuando
)or las circunstancias particulares de los discípu-
{os, juzgue el Profesor que no están en disposi-
(103)
cion de sacar partido de ella en aquel momento.
24. En una misma clave ó cartón no se de-
ben poner sínó de seis á oclio niños lo mas, por-
que trae mas ventajas el subdividir las clases, que
no aglomerar muchos niños en una de ellas, pues
entonces resulta mas confusión, juegan mas,
y se pierde mucho mas tiempo en reprensio-
nes, etc. etc.
E l Profesor elegirá, para que hagan de ins-
tructores, á los niños que estén mas adelantados,
y que tengan la conveniente formalidad j y de es-
te modo se consiguen todas las ventajas de la en-
señanza mutua, aun sin hacer las anticipaciones
de gastos para la disposición, arreglo y utensilios
de la escuela : pudiéndose emplear los fondos de
estos establecimientos para una dotación decente
de los Profesores, y que no carezcan como ha su-
cedido en todos tiempos, aun de lo preciso para
su individual subsistencia.
23. Desde las primeras nociones que se dan
á los niños en la clave, se advierte que se hace
USO de las palabras uno , dos , tres , etc. primero,
segundo , tercero etc. Estp UO CS peculiar de mi
método, pues que en todos los sistemas, en to-
das las escuelas, en todos los métodos, y en to-
dos los países , se acostumbra hacer uso de las pa-
labras que espresan números sin hacer percibir
ántes á los niños con claridad las ideas que espre-
san 5 y como ya me veo empeñado en manifestar
el modo de dar á conocer á los niños todo lo que
comprende el ramo de primeras letras, con arre-
glo á los importantísimos adelantamientos ideólo-
(104)
glcos que se han hecho, de medio siglo á esta
parte , por los muchos y sobresalientes genios que
se han ocupado en los diferentes ramos de ins-
trucción, publico al mismo tiempo el tratadito de
que ya he hablado, y contiene las ideas prima-
rias que deben darse á los niños acerca de los
n ú m e r o s : cuyos conocimientos se deberán adquirir
al mismo tiempo que aprenden la clave , en la for-
ma que en dicho tratadito doy á conocer. D e esto
resultará á los niños la gran ventaja de que, varian-
do el objeto de su estudio , no se fastidian 5 y por
otra parte, se les proporciona el adquirir estas
ideas con claridad j y se les facilita el poder for-
mar las otras con menos trabajo , y mas exactitud:
robusteciéndose al mismo tiempo sus facultades
intelectuales para ulteriores progresos.
26. Este orden de adquirir simultáneamente
las ideas primarias de los números con los prime-
ros conocimientos que se den á los niños, lo exi-
ge imperiosa y necesariamente el progreso de las
luces 5 pues á proporción que se hacen mas ade-
lantamientos en los conocimientos humanos, es
indispensable hacer nuevas clasificaciones de ellos
y disponer de diferente manera el orden de espo-
nerlos , para que ni se pierda el tiempo , ni se ad-
quieran errores en vez de doctrina sólida y exac-
ta. Así es, que como en estos últimos años se
han hecho tantos descubrimientos en todos los ra-
mos de los conocimientos humanos, y aun no se
han clasificado convenientemente, resulta en el
dia cierta confusión y desorden, que es preciso
tratar de remediar con toda urg-encia.
(106)
Esto nada tiene de particular 5 y antes por el
contrario va conforme con el orden progresivo
del entendimiento humano en todo género de in-
vestigaciones : antes es inventar que ordenar el
modo de dar á conocer lo inventado. Desde que
en las ciencias se sustituyó al abuso de hacer hi-
pótesis, el uso de la observación y la esperien-
cia, se han hecho y se continúan haciendo toda-
vía en el dia unos progresos muy rápidos en to-
dos los ramos: y como en general el genio que
inventa, no suele ser el genio que ordena, y por
otra parte se suele dar mas importancia al prime-
ro , que al segundo, resulta que son menos los
que se dedican á ordenar, que los que tratan de
adquirir el renombre de inventores.
27. Sin embargo , habiéndome yo propuesto
manifestar la verdad en cuantas ocasiones se me
presenten, debo decir, que en mi concepto no
hay motivos racionales y justos para establecer
una estraordinaria preferencia 5 y esta opinión mia
que no es moderna, pues que la tengo publicada
en la introducción de mi Memoria sobre la cur-
vatura de las líneas, la he visto contírmada re-
petidísiinas veces , por haber tenido á mi cargo
tantas comisiones relativas á instrucción, y haber-
me visto en la precisión de examinar á discípulos
en todos los grados de adelantamientos desde los
mas simples, de primeras letras , hasta los de las
profesiones mas elevadas. Todo lo cual me ha
hecho conocer la absoluta necesidad que hay de
ordenar los principios de los conocimientos hu-
manos , de modo que, evitando todo género de
(ioe)
tortuosidades, sea conducido el niño por la senda
ilustrada de la razón, y Ueg-ue mas pronto al fe-
liz término que se desea, conciliando el mayor
número de ventajas con el menor número de in-
convenientes.
28. Y para no dejar nada que desear en el
asunto ? que por ahora forma el objeto de nues-
tras investig-aciones ? voy á hacer ver la exacti-
tud con que he dicho que este método de ense-
ñar á leer es completamente analítico. Los que
estén impuestos en lo que manifiesto en la intro-
ducción de mi Tratado elemental de Matemáti-
cas respecto de los métodos, se acordarán que la
análisis para ser completa, debe constar de des-
composición , y de recomposición. E n la Teoría
de ta Lectura se hace uso de la descomposición,
esto es, se manifiesta como se descompone la fra-
se en palabras, y las palabras en sílabas; pero
ahora conviene indicar la facilidad que presenta
la misma clave para hacer una recomposición, de
manera que yendo el instructor señalando y el
discípulo pronunciando sílabas, salteadas, forme
no solo palabras, sinó conceptos, y de tal natu-
raleza que se reúna la doble ventaja de que le
sirvan de estímulo y le ejerciten en decir sílabas
salteadas.
Así es, que para fijar la atención de una niña
de poco mas de cuatro años, con quien yo he he-
cho gran parte de mis ensayos, le prometí un dia,
que en acabando la lección, si estaba con cuida-
do , le diría una relación ?/ curioso romance; lo
cual cscitó mucho su curiosidad, y estuvo muy
(107)
solícita y atenta, hasta que, concluida la lección,
traté yo de cumplirle mi promesa j y en efecto,
yendo señalando las sílabas, le hice pronunciar
el concepto sig-uiente.
S i la niña sabe la lección , j u g a r á con la
muñeca, cosa que la lisonjeó estraordinariamen-
te, y mucho mas el que , en efecto , yo le di para
que jugase una muñeca que se tenía guardada
para casos semejantes.
L a mayor parte de los días, me pedía que le dijese
una relación^ y como justamente esto era muy con-
veniente, yo le variaba los conceptos por este estilo.
S i la niña sabe las silabas esplicadas por
contracción, y las palabras de una sílaba, yo le
daré una pera, ó le regalaré una peseta etc, etc.
Respecto de los niños, se les podría variar en
estos términos: el niño que antes sepa toda la
clave analüica de la lectura, será remunerado
por su aplicación • el niño que primero sepa las
palabras de una sílaba y las que se colocan pa-
ra el uso de las irregularidades , se le declara-
r á el mas aplicado de todos. Y análog-amente , el
diestro instructor sabrá combinar las sílabas y
palabras de la clave , de manera que formen aquel
concepto que mas pueda convenir para fijar la
atención de sus discípulos.
29. Terminaré este capítulo indicando una
idéa que es adaptable para toda clase de escuelas,
sean ó no de enseñanza mutua, y que he visto
puesta en ejecución con mucho tino y acierto en
la célebre institución que tiene establecida, en Pa-
rís Monsieur Morin.
(108)
Se reduce á que, de hora en hora ? hace que
los uiños salgan en fila á dar una vuelta completa
por todo el patio. E l niño que tiene que hacer al-
guna necesidad, al pasar por los parages destina-
dos para este efecto, se sale de la fila, ejecuta su
operación , y vuelve á ocupar su puesto. Los que
se hallen enterados de los desórdenes y perjuicios
que resultan en las escuelas por no tener estable-
cido un sistema análogo, me agradecerán el que
haya hecho mención de esta idea ventajosa, que
podrá evitar muchos ¡neonvenicntes, y que por
otra parte trae la conocida' utilidad de que los ni-
ños hagan este ejercicio periódico j para que sus
miembros y músculos adquieran la robustez nece-
sai'ia, y se evite el entumecimiento y demás in-
convenientes que resultan de obligarles á que es-
tén siempre sentados en un mismo parage.

CAPITULO III.

Modo de poner en ejecución mi método por las


Madres ? Padres ? Tutores etc. de los niños.

50. Nadie es mas á propósito para dar las


primeras nociones á los niños, que sus mismas
Madres j pues que de nadie reciben los niños me-
jor las fiestas, agasajos, y reprensiones , que
de aquellas personas, que les han dado el ser, y
que en el mismo tiempo en que se desenvuelven
sus órganos orales, todavía les suministran el ali-
mento nutritivo. Las Madres, pues, son las que
tienen en su mano el hacer que sus tiernos niños
(109)
adquieran desde luego una pronunciación exacta
y esmerada, sin mas molestia que la de hacerles
ironuuciar bien los sonidos simples y las seis pa-
Íabras de la fraseé y que después se la bagan, re-
petir descompuesta , marcando bien las sílabas,
sin que en la pronunciaeion de estas contraigan
ningún resabio, procurando por el contrario, el
que adquieran desde luego el hábito de pronun-
ciar con toda exactitud.
51. Esto es lo que, en general, me limito á
pedir, suplicar y aun exigir de todas las Madres,
ó nodrizas j y á la verdad que no me escedo, cuan-
do sabemos por esperiencia, que tanto las Ma-
dres como las nodrizas, acostumbran á enseñar á
los niños, por via de pasatiempo, distracion ó
recreo, otras cosas insignificantes, que después
suelen perjudicar mas de lo que se piensa, y que
gran parte de ellas cuesta luego mucho trabajo el
desarraigar, y en algunas ocasiones no se consigue
sinó por medios violentos.
52. Hago también otra súplica á las Madres,
por el bien que ha de resultar á sus tiernos niños,
y es el que jamas pronuncien nada defectuosa-
mente por remedar ó celebrar los dichos de sus
hijos. E n efecto, los que hayan estado con aten-
ción , al ver el modo con que las Madres educan
á sus hijos, habrán notado muchas veces, que
los niños cuando están rompiendo á hablar, tie-
nen que hacer bastantes esfuerzos para pronun-
ciar bien 5 y que mientras están batallando con la
naturaleza para vencer aquellas dificultades, an-
teponen , posponen, cambian, suprimen ó añaden
(110)
sílabas; resultando que , en muchas ocasiones,
causa una sensación agradable la combinación in-
exacta que profieren 5 y algunas veces caen tan en
gracia estas espresiones defectuosas, que las Ma-
dres se las repiten- De donde se origina el que es-
te defecto , que en un principio se reputa como
una gracia, después se perpetúa y resulta en el
niño un hábito, costumbre ó resabio que en lo
sucesivo es preciso desarraigar, y que á veces les
cuesta lági'imas y sollozos, y aun se verifica en
otras ocasiones que se suele contraer tan de fir-
me , que ni aun empleando los medios mas enér-
gicos , fuertes y violentos, se consigue desterrar.
Por este motivo, insisto de nuevo en rogar á las
Madres, nodrizas y á cuantos rodean á los niños
en su infancia, que jamás, por ningún acon-
tecimiento , por gracioso que sea el dicho ó el
modo de proferirle, que haya tenido un niño,
que nunca repitan nada que no sea muy exactoj
sino que cuando vean que un niño pronuncia mal
una cosa, que se la repitan con una pronuncia-
ción muy esmerada, para que el niño se esfuerce
á pronunciarla de aquel modo j pues de lo contra-
rio , viendo el niño que le celebran su dicho , juz-
ga que lo hace bien, se confirma en esta habitud,
y después tiene que perder un tiempo muy pre-
cioso para enmendar este defecto , lo que no siem-
pre se puede conseguir.
55. E l repetir los sonidos simples, y las seis
palabras de la frase, y que esta la digan los niños
descompuesta en sílabas, lo puede hacer toda Ma-
dre ó toda nodriza aun cuando no sepa leer 5 pe-
(111)
ro las que tengan la fortuna de poseer el don
precioso de la lectura, deberán continuar algo
mas en la instrucción de sus hijos 5 pues les de-
berán hacer señalar en la clave los espresados so-
nidos simples, las palabras de la frase, y las sí-
labas de esta, que resultan en el primer renglón
del rectángulo ; y si sus conocimientos, constan-
cia y celo se esliende á mas, deberán continuar
hasta hacerles aprender toda la clave. Para faci-
litarles el que lo consigan con el menor trabajo,
voy á indicarles lo que, en mi concepto, deben
practicar, y resulta de los esperimentos y obser-
vaciones que yo mismo he hecho. E l método ri-
goroso que espongo en la Teoría de la Lectura,
es el que corresponde adoptar en las escuelas nu-
merosas , en que es preciso acomodar la esplica-
cion á la capacidad del mayor número de los ni-
ños j pero cuando estos son pocos, ó son dema-
siado chiquitos, ó torpes, se puede abreviar mas
ó menos según la capacidad y número de los ni-
ños que aprenden al mismo tiempo, hasta adoptar
el método de mera práctica, que se suele caracte-
rizar con el nombre de empírico, y se reduce á
señalarles el objeto y hacerles que repitan su so-
nido , sin darles ninguna otra razón 5 pues cuando
los niños no tienen la edad, ó disposición conve-
niente , no se les' deben hacer sino las reflexiones
á que ellos mismos den márgen. Cualquier rum-
bo que se tome es bueno , con tal que sea el que,
atendiendo á la disposición del discípulo, le con-
duzca por el camino mas breve al resultado , que
es el de aprender la clave j esto es? que señalada en
en ella una sílaba ó palabra, al momento la pro-
nuncie el niño. Repito que son varios los rumbos
que la Madre, ó el que haga de instructor puede
seguir, atendiendo á la disposición, y demás cir-
cunstancias de los niños 5 mas en el caso que aho-
ra nos ocupa, se obtendrán en general muy bue-
nos resultados, observando el método siguiente.
34. Se les hará aprender los sonidos simples
hasta que los sepan salteados etc. Después se les
hará aprender la frase hasta que sepan las pala-
bras salteadas. Luego se les acostumbrará á que
repitan la frase descompuesta en sílabas, seña-
lándoselas al mismo tiempo , conforme se hallan
en el primer renglón dentro de los rectángulos;
y cuando ya las sepan medianamente, aunque no
del todo bien , se les acostumbrará á decir las sí-
labas directas: esto es

ma na , CtC.
me ne
mí ni
mo ño
mu ñu

señalándoselas al mismo tiempo.


Cuando ya se hayan acostumbrado á pronun-
ciar bien las cinco variaciones , repetida la prime-
ra , se hará estensiva la lección á las sílabas in-
versas ^ para lo cual, primero se les hará decir la
directa , por ejemplo ma y después señalándoles
a m , se les dirá: aquí se ha de pronunciar del
modo contrario, y se les hará pronunciar a m , em,
(115)

i m , o m , um? señalándoselas al mismo tiempo.


D e s p u é s , se les señalará ñ a , y se les hará
pronunciar ñ a , y haciendo pasar el dedo, la caña
ó puntero, por el paraje donde deberían estar
a ñ , e ñ , etc. si la lengua española tuviese esta
clase de sílabas, se les dirá ñ a , no tiene inver-
sas ele. 5 y así se continuará; pero sin decirles
nada acerca de las sílabas que están á la derecha
del signo = , á no ser que el mismo niño dé
márgen á ello , ó que ya tengan vencidas las prin-
cipales dificultades 5 y entonces se le dirá , en ge-
neral j lo que hay a l u n estremo de estas do$ r a -
y i t a s , que forman lo que se llama el signo de
igualdad (se señalará al mismo tiempo) suena lo
mismo que lo que está a l otro estremo. A s í es,
que ha suena lo mismo que a etc. : hará una aná-
loga esplicacion respecto de alguna que otra sílaba,
que sonando del mismo modo se escriba de dos
diferentes maneras 5 y no le detendrá mucho en
esto, dejando su conocimiento al uso con que se
presenten en lo sucesivo al leer las reglas.
3 5 . Cuando ya tengan la suficiente facilidad
en modular, tanto las sílabas directas como las in-
versas , aunque todavía no sepan distinguirlas to-
das ellas bien , se les estenderá la lección á las sí-
labas de contracción , las que se harán aprender
como se espresa en la Teoría si se tiene delante
su clave, ó si esto no se verifica, del modo si-
guiente : señalándoles b a , se les hará decir ba
(del rectángulo b a j a r á ) ; y luego se les señalará
el l a , de ba l a , y se les d i r á ; aquí dice l a , que
es lo mismo que a q u í , (señalándoles en el rec-
8
(114)
tángulo la) 5 después se les señalará bala y se les
hará pronunciar sin mediar ningún intervalo en-
tre las sílabas ba y l a ; y luego señalándoles bla,,
se les dirá, pues ahora se ha de pronunciar
con tal precipitación 7 que no se distinga el so-
nido simple * en ha. 7 y que las dos modificacio-
nes que indican los signos de ba y la recaigan-
sobre el sonido simple de la • de modo que resul-
te bla 5 y después que el niño la haya pronunciado
bien ? le hará pronunciar ble, b l i , blo, blu , al se-
ñalárselas. Y lo mismo hará con las de mas del rec-
tángulo.
56. Cuando ya tengan los órganos de los ni-
ños bastante movilidad para pronunciar todo lo
anterior, y que ya sepan distinguir algunas de es -
tas sílabas, aunque no todas, se hará que se es-
tienda la lección al rectángulo de palabras de nna
sílaba, pero haciendo que ántes repasen muy bien
todo lo anterior.
Para facilitar á los niños la pronunciación de
estas palabras ha surtido muy buen efecto en las
escuelas, el emplear simultáneamente los dos mé-
todos que yo propongo en el § 1«> de la Teoría;
es decir que para hacerles pronunciar bien la pala-
bra cal, ha producido muy buen resultado el tapar-
les la última letra, y hacerles que pronuncien caj
después el taparles la primera y hacerles pronun-
ciar a l , y haciéndoselas juntar inmediatamente
las dos, se les ha hecho pronunciar cal, con mas
facilidad; pero, en general, se conseguirá siem-
pre un buen resultado tapando solo la última le-
tra y haciendo que pronuncien ca j y después di-
cíendoles , al destaparla, pues con esta dice cal.
57. Cuando ya teng-an suficiente movilidad
en sus órganos orales, de modo que pronuncien
Lien todas las palabras contenidas en el rectángu-
lo de las de una sílaba, aunque todavía no las dis-
tingan todas las unas de las otras, se les hará es-
tensiva la lección al rectángulo de

IRREGULARIDADES;

el cual conviene que se les hag-a aprender, sm


hacerles mas reflexiones que las conducentes para
que noten la diferencia de pronunciación de guí?
y güi, de gue, y güe, y demás 5 pero sin empe-
ñarse en que ellos den una csplicacion teórica,
pues basta el que se familiaricen con su uso. \
58. Las palabras descompuestas en sílabas se
Ies hará aprender también sin muchas reflexionesj
pero se les hará marcar bien las sílabas, á fin de
que les sirva de modelo, para que descompongan
ellos por sí cualesquiera otras palabras: teniendo
mucho esmero las Madres y cuantas personas ro-
dean á ilos niños en esta edad para hacerles que
marquen bien las sílabas en aquellas palabras que
les presenten dificultad.
59. Se notará que los niños prefieren mas
bien el leer toda la clave de seguido, que dos ó tres
veces los rectángulos primeros j y como lo que
importa es el que lleguen á aprender toda la cla-
ve en el menor tiempo posible y con la menor
molestia, tanto de los niños como del que los en-
seña , desde el momento que se advierta que ellos
8:
(116)
pronuncian bien , contiene hacerles leer la clave
toda seguida j y notarán que al mismo tiempo se
les van fijando las sílabas ó palabras de los de-
más rectángulos, y aun se les fijan ántes, aque-
llas sílabas ó palabras que mas trabajo les cues-
tan , por hallar cierta diversión ó gusto particular
en hacer con su lengua movimientos difíciles. E n
comprobación de esto , diré que ? habiendo segui-
do este método con la niña de que he hablado
( 2 8 ) , las primeras palabras que aprendió de las
de una sílaba fueron box, cric, tres, y prest;
porque se notaba en ella un placer particular
cuando conseguía pronunciarlas 5 lo que le hacía
repetirlas fuera de la lección, y esto contribuyó
mucho á que se le quedasen impresas mas pron-
to. Por la misma causa, sin duda, observé, que
«un no sabia distinguir bien las sílabas b a , r a , y
d a , cuando ya sabía toda la clave, escepto las va-
riaciones de f i a , d r a , f r a , y las palabras den,
rob , ser, ab-ro-gar , ob-rep-cion , y reglas.
4 0 . Se observará igualmente , que los niños
sin mas objeto que el de distraerse, quieren pro-
nunciar los letreros de los demás rectángfúlos; el
que los instruye se debe aprovechar de todas es-
tas ocasiones para bacerles leer lo que ellos de-
sean , pero cuidando bien de hacerles pronunciar
con distinción las sílabas , al írselas señalando. Se
notará también que cuando , á petición suya, se
les han leido las palabras de los letreros del rec-
tángulo A L F A B E T O S , ellos quieren que se les
diga mas ^ y en este caso el insf ructor se ceñirá á
pedirles á ellos que le señalen las vocales 5 y lúe-
go que lo hayan veriíícado , les d i r á : todas estas
tetras que acabamos de d e c i r , se llaman voca-
les , porque suenan por s í mismas. Todas las
demás letras del alfabeto (señalándolas en gene-
ral) ? se llaman consonantes , porque no pueden
sonar s i n el auxilio de alguna vocal. A esto so-
lo debe limitarse el instructor en este rectángulo;
y en el caso de que el niño insista, como no deja-
rá de suceder, y pregunte por ejemplo, y esto ¿que
es? señalando alguna consonante, se le d i r á : es-
ta es u n a letra consonante, es decir, que no
puede sonar sin pronunciar a l mismo tiempo
una vocal ¿ así es, que esta seguida de una a (que
se le señalará en los sonidos simples), dice ( si es
la segunda del alfabeto) ba , señalándola en el
rectángulo bajará 5 seguida de la e (señalándosele
entre los sonidos simples), dice be (que se le se-
ñalará en dicho rectángulo) 5 y así seguirá hasta
b u , y nada mas: procurando evitar todo esto,
cuanto sea posible por la tendencia que puede te-
ner al perjudicialísimo deletreo.
L a M a d r e , el P a d r e , ó el que en una casa
particular haga de instructor , no debe rehusar el
dar gusto á los n i ñ o s , cuando ellos, ya sea por
espíritu de novedad, ó por el de querer distraer-
se , saliéndose de lo acostumbrado ? pidan que se
les diga algo de la clave , que esté fuera de la
lección 5 pues como lo que se necesita es que to-
da ella la aprendan á la mayor brevedad, nada
importa el suspender la lección en cualquier pa-
raje, si de esto resulta la ventaja de que el niño
aprenda lo que á él le ocuiTa, aunque no sea
(Í18)
precisamente de lo que se trata en aquel instante;
pues se debe tener presente, que el niño habien-
do ya manifestado su idea de querer que le digan
lo que él ha preguntado , ha de tratar de insis-
tir en que se le diga 5 y aun cuando en virtud de
las reprensiones, él deje de manifestar su idea
con palabras, no deja de pensar en ello , de modo
que en este caso no se ocupa de lo que se le en-
seña y resulta inútil el tiempo que se gasta. A s í
es, que la habilidad del instructor estriba muy
principalmente en saberse acomodar á enseñar al
niño , aquello, que por llamar en aquel momento
su a t e n c i ó n , es mas fácil de que se le quede im-
preso j y por lo mismo en todos aquellos casos,
que no distraigan demasiado del objeto, se debe
condescender con los deseos de los niños. Y aun
muchas veces se puede sacar un partido muy ven-
tajoso de su misma pretensión 5 pues que puede
prometérseles el decirles «lo que piden, si están
sin distraerse hasta concluir la lección. A s í es,
que en mis ensayos, manifestaba yo que tenía es-
ta condescendencia en premio de haber sabido la
lección ó de no haberse distraido etc.: de mane-
r a , que conseguía no solo el que estuviese aten-
ta la niña cuando daba la lección, sino que la
persuadía, de que era un premio el decirle aque-
llo otro que ella q u e r í a : de este modo se conci-
liaba el hacer ella su gusto , dando al mismo tiem-
po una lección estraordinaria j lo cual siempre era
Ventajoso.
Esta niña por jugar muchas veces, señalaba
para que le dejase leer, los letreros, clave analí-
( A*9)
tica de la lectura, silabqis esplicadas por con-
tracción , etc. • y conocía yo que ella tenía una
diversión en esto; porque le parecía que jugaba
meneando su lengua al pronunciar estas palabras,
nuevas para ella, y mas difíciles que las otras;
pero lo que mas le llamaba su atención , era la
palabra irregularidades, por su misma dificultad;
y al pronunciarla noté repetidas veces la obser-
vación espresada (52), de que aun cuando ella
ya sabía decir las sílabas de por s í , al querer pro-
nunciar toda la palabra, ó suprimía sílabas, ó
cambiaba su orden, de manera que le costó bas-
tante trabajo, aun después de saber ya decir las
sílabas de por s í , el pronunciar la palabra ente-
ra 5 y cuando lo llegó á conseguir, se puso muy
ufana y contenta.
41. Aunque en el caso, de que voy hablan-
do , aconsejo que no se hagan muchas reflexiones
á los niños, sin embargo, he dicho y lo repito
ahora, que el instructor debe aprovecharse de
todos los momentos favorables para hacerles to-
das las que hagan al caso ? y el conozca que se
les han de quedar impresas. Debe estar muy aten-
to para anticiparse á presentar al niño la idea que
el desea , y sobre todo , no debe obligar con acri-
monia á que el niño le siga á é l , en todas ocasión
nes, slnó que la habilidad consiste en acomo-
darse el instructor á las circunstancias del niño,
para sacar partido de su misma inquietud , vivaci-
dad é inconstancia , y no tratar siempre de impe-
dirles el que manifiesten lo que vayan ellos pen-
sando ; pues que muchas veces están los niños de-
(120)
(luciendo consecuencias de importancia, que, aun-
que parezcan cstrauas en aquel momento que las
dicen, son sin embargo de mía trascendencia muy
estraordinaria para que se desenvuelvan con or-
den sus facultades intelectuales 5 y el que adquie-
ran y se acostumbren á un buen modo de discur-
rir , es mucho mas ventajoso , por ejemplo, que
el que aprendan una sílaba ó una palabra aislada^
pues que si se radican bien en el exacto modo de
raciocinar, d e s p u é s les servirá esto para apren-
derlo todo con mas facilidad.
E n c o m p r o b a c i ó n de que á los n i ñ o s no se les
debe impedir, por punto general, el que mani-
fiesten sus deseos, dudas, etc. etc., ó que indi-
quen lo que pasa en su interior j referiré algunas
espresiones que profirió la niña, de que ya be ha-
blado , mientras yo le daba la l e c c i ó n , y que en
vez de regañarla porque las d e c í a , era muy con-
veniente y aun necesario el decirle que tenía ra-
z ó n y aplaudírselo.
Uno de los primeros dias que l e y ó en el rec-
t á n g u l o de irregularidades, al decir la primera sí-
laba m a l , de la palabra malrotar, dijo la n i ñ a ,
como lo que tiene la f u l a n a , que era una perso-
na que estaba enferma: y con aquella espresion,
dló á entender la n i ñ a , no solo que ya sabía que
allí decía m a l , s i n ó que también sabía la signifi-
c a c i ó n de esta inisma palabra; y al momento que
la o í , le celebré su dicho y la confirmé en su opi-
n i ó n ; y de este modo resultó , que la primera pa-
labra que aprendió en dicho r e c t á n g u l o , d e s p u é s
de la palabra sexo, fué mal-ro-tar. Y si en vez
( 121 )
de Labcr contribuido yo á que se afirmase mas en
su deducción justa y exacta, le hubiera regañado,
ni hubiera aprendido á leer dicha palabra tan
pronto, ni se hubiera confirmado en su exacto
modo de discurrir 5 lo cual es aun de una trascen-
dencia de mayor importancia.
Otro dia, al leer o r , primera sílaba de la pa-
labra ó r - d e n , en la regla tercera, dijo ella, como
organista j y en vez de reprenderla ? fué muy
oportuno el advertirla que en efecto la primera
sdaba de la palabra organista ? se escribía . del
mismo modo que la primera de orden .
Otro dia, al leer la palabra uso, dijo: como el
de hilar, haciendo al mismo tiempo con sus de-
dos la acción de hilar 5 y los demás dias, al leer
la misma palabra, siempre ella ejecutaba la mis-
ma acción 5 y aunque en efecto esto parece que
la distraía del objeto en que nos hallábamos, le
era sumamente ventajoso para el desarrollo de
sus facultades intelectuales: y en vez de repre-
henderla por esto, se debería desear que todas
las palabras fijasen de tal modo la atención de los
niños, que simultáneamente adquiriesen la idea,
el sonido de la palabra con que se espresa dicha
idea, y el modo de leerla cuando está escrita.
Me he detenido, ex profeso, en estos detalles,
que acaso podrán parecer minuciosos á los que no
estén enterados en los principios ideológicos , pa-
ra que con estos ejemplos prácticos se pueda pro-
ceder análogamente en semejantes casos, á fin de
que, en vez de poner obstáculos al desarrollo or-
denado y progresivo de las facultades intelectua-
( Í22 ) ^
les de los niños, se les auxilie por cuantos me-
dios sean imaginables, para que sin contraer resa-
bios n i formar idéas inexaetas, adquieran á la ma-
yor brevedad el hábito de discurrir con método.

C A P I T U L O IV.

Modo de poner en ejecución mi método para


enseñar á los adultos en los pueblos, en los es-
tablecimientos industriales, en los de corrección
y beneficencia, y en los cuarteles etc.

4 2 . Entre la inmensidad de beneficios que


líia becbo al género humano la Sociedad estable-
cida en Paris para la mejora de la enseñanza
elemental^ ocupa un lugar muy distinguido la
empresa de publicar un periódico mensual, inti-
tulado Diario de Educación.
E n él se insertan no solo todas las resolucio-
nes y actas de la Sociedad, relativas á la mejora
de la instrucción y educación, sino también cuan-
tas noticias pueden concurrir á un objeto tan i n -
teresante en todos los paises del Globo. P o r ma-
nera, que su celo filantrópico no solo se limita al
recinto de F r a n c i a , sinó que se estiende á fomen-
tar y promover por todas partes la mejora y pro-
pagación de los buenos métodos j y dando razón
de los progresos que se hacen en cada nación par-
ticular , se indica á las demás el camino que de-
ben seguir para obtener iguales ó mayores ven-
tajas.
(123)^
E n el número correspondiente al mes de abril
de 1823, al hablar de un informe del Superin-
tendente de las escuelas del estado de New-York,
dado en 1824, se hace notar un hecho bastante
estraordinario , y de que acaso los anales del mun-
do civilizado no ofrecen otro ejemplo: y es que
el número de los individuos admitidos en las es-
cuelas en 1825 escede en 4026 al número de los
niños de la edad de cinco á quince años que
existían en todo el estado á la misma época. De
lo cual no se puede dar razón, sino suponiendo
que asisten también los adultos á las escuelas.
D e s p u é s , ponen la relación que hay en diver-
sos paises entre la población, y el número de ni-
ños que asisten á las escuelas primarias ^ y de la
sola inspección del cuadro en que insertan dicha
relación se podría deducir que hay mas riqueza,
•prosperidad, etc. en el pais en que proporcio-
nalmente á su población asisten mas niños á las
escuelas.
45. E n otro de los números de dicho perió-
dico , se da razón de haber estarcido en las pilas-
tras de un cuartel los carteles relativos á la lectu-
ra : de lo cual habían resultado ventajas de mu-
cha consideración j y como yo había ya concebido
este mismo pensamiento, no solo para los esta-
hlecimientos ó casas donde se reuniesen muchos
individuos, sino aun para los mismos pueblos, fi-
jando colecciones de la clave y reglas en las plazas,
en los atrios de las Iglesias, etc., he querido ci-
tar este hecho, porque hay personas que aunque
convencidas por razón de la conveniencia de una
(124)
cosa , no se atreven aun á establecerla , si no la
ven ya comprobada por la autoridad de alguna
corporación respetable, ó que se haya confirma-
do por la esperiencia 5 y como una de las cosas
que pueden cooperar mas directamente para la
felicidad de un Estado, es el aumentar el número
de las personas que sepan leer, lie hecho las in-
sinuaciones que preceden para no omitir ninguna
circunstancia que pueda conducir á un fin tan im-
portante.
44. E n efecto ? si en las plazas ó parajes de
los pueblos donde los habitantes se reúnen los
dias festivos con el fin de aguardar la hora de la
misa, ó páralos demás objetos establecidos, se
pusiesen pegadas en la pared algunas coleccio-
nes, es probable que aunque no fuese sino por
recreo , ó por distracción , había de atraer allí
los sugetos en aquellos momentos que nada tie-
nen que hacer 5 y ya porque las personas celosas
del bien público se quisiesen encargar de hacer-
les alguna esplicacion , ó que cualquier mucha-
cho de los que van á la escuela, por jugar, ó
por instruir á alguno, hiciese una corta esplica-
cion , insensiblemente se aumentaría el número
de los que supiesen leer, sin molestia de los que
aprendían; pues que aun encontrarían complacen-
cia en este ejercicio.
IVo insisto mas sobre este asunto, porque es de
tal naturaleza, que por sí mismo hace ver su impor-
tancia 5 y por lo mismo con solo lo dicho, cual-
quier persona de una mediana ilustración conocerá
la estraordinaria trascendencia de esta medida.
4iS. Del mismo modo , en los cuarteles, en
las grandes fábricas donde se reúnen muchos ope-
rarios, en los presidios, en las cárceles, en los
hospitales ete., colocadas unas cuantas coleccio-
nes en los parajes de la mayor concurrencia, es-
citaría la curiosidad de los sug-etos que allí están,
los atraería hácia este objeto tan plausible, y se
evitarían de este modo unos perjuicios muy tras-
cendentales , que resultan de la reunión de mu-
chas personas sin ilustración, que no encuentran
otro medio en los ratos de ociosidad , que el jue-
go , los vicios etc. etc. 5 y para no dejar de com-
probar esta opinión mia con los hechos que hayan
resultado de la esperiencia , no puedo menos de
indicar algo de lo que se inserta en urta obrita
publicada en París (año de 1824) por M r . Ap-
pert, Miembro de muchas Sociedades para la
mejora de la instrucción. Su título es Tratado
de educación elemental, con arreglo al método
de enseñanza mútua para los presos, huérfa-
nos j y adultos de ambos sexos. Este apreciable
é ilustrado sugeto, á quien tengo el honor de co-
nocer y que me favorece con su amistad , ha si-
do el fundador de las escuelas en los regimientos,
y de las establecidas para los huérfanos y presos^
maniíiesta que lo que dice es el resultado de su pro-
pia esperiencia, por lo cual merece el mayor cré-
dito. « E s evidente (dice) que desde la fnndacion
de las escuelas en los Regimientos, los delitos mi-
litares son mas raros: y si hay hombres que co-
metan faltas graves no salen jamás de estas escue-
las......^ Si á pesar de esta esposicion se pusiese
(126)
en duda el bien que resultaría del establecimiento
de escuelas primarias en las prisiones , en los hos-
picios , y en las aldeas, bastaría citar un hecho:
y es que entre los individuos que pueblan las pri-
siones, mas de las diez y nueve vigésimas partes
no saben leer, ni escribir. Es pues cierto que no
son los progresos de las luces los que pierden á
los hombres de la clase obrera del pueblo , los
que les dan el espíritu peligroso de insubordi-
nación 5 podemos pues decir al contrario , que es
la ignorancia Acias obligaciones respecto de Dios,
de la Patria y del Rey, la que les hace incapaces
del bien, y la que los anima para hacer el mal.
Este principio reconocido para los soldados y pa-
ra los niños pobres es aun mas aplicable á los pre-
sos y á los huérfanos «La instrucción y el
trabajo permanente hacen los castigos raros , así
como son frecuentes en las prisiones en que rei-
na la ociosidad á toda hora
46. E l capítulo V de dicha obrita tiene por
epígrafe: Escuela para los obreros, los cria-
dos, etc. y es como sigue; «Los artesanos, y los
criados conocen cada día el valor que tendría pa-
ra ellos el saber leer , escribir y contar 5 pero el
poco tiempo que les dejan los trabajos á que ellos
se dedican, y el poco dinero de que podrían dis-
poner para pagar un Maestro, son razones que
les obligan á renunciar á las ventajas de la ins-
trucción. E n muchas ciudades de Francia, los
Directores de enseñanza mútua han formado es-
cuelas gratuitas para los adultos que deseen se-
guir las lecciones. E n París ? M r . Delahaye re
(127)
cibe cincuenta y tres obreros que Tan por la no-
che á aprovecbarse de sus consejos. E n parte á
los cuidados ilustrados de M r . Basset se debe el
bien producido por esta interesante escuela. M r .
el Conde de Chabrol, Prefecto del Sena, acaba
de decretar la apertura de una escuela semejante,
en que se enseña á leer , escribir, contar, y el di-
bujo j ella está dirigida gratuitamente por M r .
Sarracín. Este nuevo testimonio de su celo es
digno de los servicios que ya lia hecbo á la ense-
ñanza mutua. Es de desear que estos ejemplos de
desinterés encuentren un gran número de imita-
dores entre los Profesores de los departamentos."
Y yo concluyo este capítulo con asegurar,
que aquel pueblo será mas feliz, que mas pro-
mueva la instrucción primaria 5 y que por lo mis-
mo las Autoridades, las Corporaciones ó los indi-
viduos que cooperen para este objeto, hacen uno
de los mayores beneficios para fomentar la pros-
peridad del Estado.

CAPITULO V.

Instrucción práctica para enseñar á leer por


mi nuevo método.

47. E n mi Teoría de la Lectura puse el


método que se debe seguir por punto general
cuando se trate de ponerlo en ejecución por per-
sonas que ya lo posean y que no se corra el ries-
go de que se deslicen nombrando alguna de las
consonantes; y estoy seguro de que se obtendrán
(128)
los resultados mas positivos y ventajosos. Pero
sucediendo muchas veces que uno, sin poderlo
remediar, pronuncia el nombre de alguna conso-
nante , lo que perjudica mucho á los niños ? pues
la esperiencla me tiene acreditado que estos,
cuando saben el nombre de algunas consonantes,
tardan mas, á igualdad de circunstancias, que los
que principian por este método sin saber nada
absolutamente , resulta de aquí que por ahora
conviene suprimir en la práctica de la enseñanza
todo lo que tiene relación con el alfabeto para
evitar el mencionado riesgo : y lo que , hasta el
presente, ha producido mejor efecto es lo que
sigue.

Primera lección.

48. Puestos los niños en frente de la clave,


el instructor les dirá con un tono claro, alto, des-
pacio y pronunciando muy bien, lo que sigue: los
sonidos simples de la Lengua Espartóla son cin-
co y se hallan representados por eslos caracté-
res (se los señalará en la clave, y les hará que
pronuncien a , e , i , o , u ) .
Esto se repetirá unas cuantas veces de segui-
do hasta que se vea que han adquirido la facili-
dad de pronunciarlos.
Después se les dirá: cada uno de estos cin-
co sonidos simples es susceptible , en la Len-
gua Española , de diez y nueve modificacio-
nes • y las diez y nueve modificaciones del pri-
mer sonido simple se hallan contenidas en la
(129)
frase siguiente: m a ñ a n a b a j a r á chafallada la pa-
cata garrasayaza (se les señalará con una varita
ó puntero en el primer renglón de la clave y
se les hará que la pronuncien al misino tiempo
del mejor modo posible) y después se les dirá:
m a ñ a n a (señalándola en el primer renglón de la
clave) consta ó se compone de tres partes que
se llaman silabas, á saber ma na na (se les se-
ñalará al mismo tiempo en la parte superior del
rectángulo donde se hallan separadas estas síla-
bas con una rayita — que se llama guión y se les
hará que las pronuncien).
Luego se les dirá: la palabra bajará ¿«m-
hien consta de tres silabas que son ba j a rá (se
les señalarán haciendo que las repitan).
L a palabra chafallada consta de cuatro sila*
has 9 que son cha fa Ha da (se les señalarán ha-
ciendo que las repitan).
L a palabra la consta solo de una silaba, que
es la (se les señalará y se hará que la pronuncien).
L a palabra pacata consta de tres silabas que
son pa ca ta (se les señalarán y se hará que las
pronuncien al mismo tiempo).
X a palabra garrasayaza consta de cinco sila-
bas que son ga rra sa ya za (se les señalarán y se
hará que las pronuncien).
Después se les dirá: de modo que aqui (se-
ñalando el renglón de la parte superior de los rec*
tángulos donde las sílabas se hallan separadas
con guión) se halla la frase descompuesta en
silabas , que dice : m a - ñ a - n a b a - j a - r á cha-fa_lla~da
la pa-ca-ta ga-rra-sa-ya-za: (se les irán señalan-
9
(.150)

do al mismo tiempo, y se procurará que los ni-


ños las pronuncien bien, mediando un intervalo de
tiempo mayor entre las sílabas que acaban y em-
piezan las palabras ? que en las silabas contiguas
de una misma palabra).
Hecho esto, se les hará repetir los sonidos
simples, la frase , y la frase descompuesta un nú-
mero suficiente de veces para que se acostumbren
á pronunciarlo todo bien. S i hay muchos niños,
después de haberles hecho repetir esto á todos
juntos, se hará que cada uno de por sí lo repita
bien claramente para que no adquiera ningún re-
sabio en la pronunciación. Y esto se podrá repe-
tir el número competente de veces hasta que ya
lo sepan casi todo de seguido 5 pero absteniéndose
el que los instruye de hacérselo decir en otro or-
den diferente de aquel con que se hallan en la
clave.
Segunda lección.

4 9 . Se les hará repetir la lección anterior


por el mismo orden ya varias veces, ya una sola
vez á todos juntos, y que después lo repita cada
niño de por sí las veces que lo juzgue convenien-
te el instructor: en seguida les dirá (señalándo-
les con el puntero la sílaba ma de la frase des-
compuesta) aquí dice m a * y haciendo que esla
misma modificación recaiga sobre todos los soni-
dos simples a , e , i , o , u , (los señalará en el pri-
mer renglón), resultan las sílabas ma , me , m i ,
m o , m u , (se les señalarán dentro del rectángulo,
y se hará que los niños las repitan).
(151)
Después se. liará lo mismo respecto de S a ,
respecto de n a , respecto de ba ? de j a , de r a ,
de c h a , de f a , de l i a , de d a , de l a , de p a , de
ca , de ta , de ga, de i r a , de sa, de ya, y de za ; pe-
ro nada se les dirá respecto de va , ve , v i , vo, v u ,
ni de ge , g í , ni de ce , c ¡ .
Se empleará eLresto de la lección en que los
niños repitan unas cuantas veces, ya todos jun-
tos , ya cada uno de por s í , todo lo esplicado án-
tes, á saber; los sonidos simples, la frase sin
descomponer, la frase descompuesta y las varia-
ciones m a , m e , m i , mo , m u , ñ a , ñ e , ñi , ñ o ,
ñ u , etc. como se ha dicho exactamente por ese
mismo orden y por ningún título que lo digan por
orden diferente ni salteado.

Tercera lección.

50. Se les hará repetir todo lo anterior por


el mismo orden que se ha espresado en la lección
antecedente. Después se les dirá: todos los sig-
nos ó cáractéres, de que se hace uso para la
lectura, se llaman letras: de manera que todos
los signos, todos los cáractéres, todas las figu-
ras que se ven en este cartel, que es la clave
analítica de la lectura, se llaman letras. Todas
las letras se dividen en dos clases, á saber: en
vocales y en consonantes: vocales son las que es-
presan los sonidos simples a , e , i , o , u ? (las se-
ñalará) 5 y todas las demás letras son consonantes:
(procurará el instructor no decirles por ningún
título el nombre de ninguna consonante).
9:
(152)
Ahora se debe hacer una observación, y es
que en todas las sílabas que hemos aprendido
(señalando la frase descompuesta ma ñ a na ba
j a etc. y luego todas las Tariaciones en general
ma , me , m í , mo , mu , ñ a , ñ e , ñi , ñ o , ñ u ) ; la
consonante se halla ánte$ de la vocal, ó lo que
es lo mismo, la vocal ó sonido simple se halla
después de la consonante 5 (procurará que no se
le escape el nombre de ninguna consonante, y si
el niño en cualquier circunstancia, por haberlo
ya oido, dijese el nombre de alguna consonante,
se lo reprenderá el instructor, pero sin acrimo- *
nía) j pues estas silabas en que la vocal va des-
pués de la consonante se llaman sílabas directas.
Ahora nos dirigimos á las sílabas inversas, es-
to es, á aquellas en que la vocal está ántes de
la consonante, como todas las que aquí se pre-
sentan (les señalará en general con el puntero
todo el espacio que hay desde a m , e m , i m , om,
u m , hasta az , ez, iz , oz, u z ) , y les añadirá: no
todas las sílabas directas tienen inversas en la
Lengua Española; y para pronunciar las in-
versas, no hay mas que poner los órganos de
la pronmiciacion al revés ó de un modo contra-
rio al con que se colocan para pronunciar las
silabas directas correspondientes. Así es, que
aquí (señalará el ma dentro del rectángulo, pero
donde no hay guión), para pronunciar ma se
principia cerrando los labios y después se abren,
arrojando el aliento en la disposición de decir
a , y queda pronunciada m a : pues aquí (seña-
lando am) se principia al revés: se abre la boca,
(155)
se arroja el aliento en la posición de pronun-
tiar a , y mientras se está pronunciando este
sonido simple a , se van cerrando los labios has-
ta que se lleguen á unir • y separándolos des-
pués , queda pronunciado am. Se hará que los
niños repitan algunas veces ma, am, y después
se les dirá: pues lo mismo hay que hacer en las
demás: y procurará ejercitarlos en todas del rao-
do siguiente (señalando todo lo que diga) m a , am,
em , im , om , um.
Después dirá ña , (señalándola) no tiene in-
versas , porque en la Lengua Española no hay
esta modificación, y les señalará el espacio que
hay debajo de ñ u , en que deberían estar las sí-
labas inversas, si las hubiera.
Después señalará n a , y hará que la pronun-
cien 5 y luego les señalará an, en , i n , on, un por
este mismo orden 5 luego ba , ab , eb , ib , ob , ub.
Después se les dirá ja (señalándola) no tiene
inversas (señalando con el puntero el espacio va-
cío que hay debajo de ju).
Después les hará pronunciar ra, ar , er , ír, or,
« p (señalándolo todo).
Después dirá cha no tiene inversas (lo seña-
lará todo).
Después les hará pronunciar fa, af, ef, of, uf,
(señalándolo todo). Notará que los niños tam-
bién dirán íf, en cuyo caso les advertirá el ins-
tructor que no hay íf en la Lengua Española.
Después les dirá Ua no tiene inversas (lo
señalará todo).
Después les hará pronunciar da, ad, ed, ¡d, ud
( 154 )
(senalántlulo todo) 5 notará que los niños dicen
también od, y les advertirá que en la Lengua Es-
pañola no hay esta modificación.
Después les hará pronunciar la, a l , e l , i l , ol,
ul (se señalará todo).
Después p a , a p , ep, i p , o p , up (lo señalará
todo).
Lueg^o: ca , ac, oc , uc , (señalará todo). Tam-
bién se advertirá que los niños dicen ec, í c , en
cuyo caso les dirá el instructor; no se hallan
aquí estas modificaciones inversas; porque, aun-
que las hay en la Lengua Española, son inversas
en el sonido, pero no en el modo de escribirlas,
y por lo mismo están entre las irregularidades,
que es en lec-cion y en dic-tan.
Después les hará pronunciar ta, a t , et, í t , ot,
ut (señalándolo todo).
Después les dirá g a , a g , og (lo señalará to-
do) 5 y al notar que los niños quieren decir las
demás inversas, les advertirá que aquí no las hay,
que dos de estas modificaciones se hallan en las
irregularidades, que es en sig-ni.fi-can, y en i m -
preg-nar, y que la ug no la hay en la Lengua
Española.
Luego les dirá: rra no tiene inversas (seña-
lándolo todo).
Después les hará pronunciar sa, as, es, is, os,
us (lo señalará todo).
Luego dirá y a , no tiene inversas (lo señala-
rá todo).
Y por último Ies hará pronunciar za, a z . ez,
M , 02, uz (lo señalará todo) ; y notará como una
( 153 )
ríe las principales escelencias del método, no so-
lo que al decirles a n , por ejemplo, los niños se-
guirán e n , ¡ n , o n , un , sino que también se les
verá anticiparse á decir a l , ap , etc. ántes que el
instructor 5 y en prueba de que perciben el espíri-
tu del método, también se observará que al decir,
por ejemplo ña , r r a , etc., ellos continúan algunas
veces diciendo a ñ , arr, etc. como si las hubiese.
Hecho esto, se les hará repetir ya á todos
juntos, ya á cada uno de por sí todo lo que pre-
cede, es decir, los sonidos simples, la frase sin
descomponer y descompuesta, las sílabas directas
y las sílabas inversas, todo de seguido por el or-
den esplicado, y nada por ningún otro orden ni
salteado.

Cuarta lección.

l i i . Se principiará repitiendo todo lo ante-


rior por el mismo orden y por todos los niños á un
tiempo 5 y después se les llamará la atención di-
ciéndoles: ahora nos dirigimos á otras sílabas mas
difíciles de pronunciar. Acjui (señalando todo
el espacio que ocupan las sílabas directas desde
ma , me , mí , mo , mu , hasta za , ze , z i , zo , zu),
se hallan todas las sílabas en que la consonan-
te precede á la vocal' aquí (señalando todo el
espacio que ocupan las sílabas inversas desde
am , em , im , om , um , hasta az , ez f iz , oz , uz),
se hallan las sílabas en quela vocal precede á la
consonante^ y ahora van á llamar nuestra aten-
ción otras silabas mas difíciles que se hallan.
C
ttíjuí (señalaado las del rectángulo de las síla-
bas esplicadas por contracción), y que contie-
nen dos consonantes ántes de la vocal • y pa-
ra darlas á conocer, observaremos que ha (se-
ñalándola en el primer renglón de dicho rectán-
g-ulo) dice b a , lo mismo que a q u í : (señalando
ta en la frase descompuesta). Después les dirá:
aquí (señalando el la del primer renglón de dicho
rectángulo) düce l a , del mismo modo que aquí:
(señalará el la en el renglón de la frase descom-
puesta). Pues aquí (señalando bala en dicho rec-
tángulo) se pronuncian las dos sílabas de se-
guida ? sin interrupción, (y hará que los niños
pronuncien bala). Después les señalará bla en di-
cho rectángulo y les d i r á ; pues aquí se pronun-
cia con mas precipitación , de modo que solo se
}erciba una vez el sonido simple a. H a r á que
{ os niños pronuncien hien bla y que después
pronuncien ble , b l i , blo , b l u , según se les vaya
señalando. E n seguida les hará pronunciar bien
e l segundo renglón que dice; ca l a , cala, d a ,
de , o l í , pío , d u , según se vayan señalando , sin
mas que advertirles después de pronunciado tle,
tii, que en la Lengua Española no hay tío n i tlu.
Y concluido esto, se ejercitarán en repetir ya to-
dos juntos, ya cada uno .de por sí todo lo espli-
cado anteriormente y por el mismo orden.

Quinta lección.

S 2 . Se repetiná todo lo anterior con el mis-


ma orden; y después se les d i r á : Ahora vamos
( 157)
á manifestar las dificultades que ofrece nues-
tra Lengua, por no guardar zmiformidad en
el modo de espresar las mismas modificaciones,
y que por separarse de la regla general se lla-
man irregularidades: y se les hará leer bien to-
das las palabras de diebo rectángulo , bacléndoles
conocer que sexo se pronuncia como si estuviese
escrito sec-so j señalándolo, y bacléndoles pro-
nunciar bien todas las palabras de dicho rectán-
gulo.
E n seguida les dirá; ahora vamos á ocupar-
nos de las palabras que solo tienen una vocal
precedida y seguida de consonantes • y les hará
pronunciar box ? como si dijera bocs, c a l , etc.
hasta prest.
Después les dirá; del mismo modo que las
palabras de la frase las hemos descompuesto en
sílabas, conviene que nos acostumbremos á di-
vidir las demás en silabas ; de las que presen-
tamos algunas que nos importa mucho conocer.
Aquí (señalando la palabra cuatro en el rectángu-
lo de palabras descompuestas en sílabas) dice cuatro
(se les hará pronunciar) 5 pues aquí (señalan-
do el cua ántes del guión) dice cua, y aquí (se-
ñalando el tro que hay después del guión) dice
t r o : y hará que los niños lo pronuncien todo bien.
Después se les hará pronunciar letras, le-tras, y
lo mismo las demás al írselas señalando.
Después se les dirá: siempre que se vean es-
tas dos rayitas = (señalándolas al mismo tiempo
en uno cualquiera de los parages donde estén), lo
que hay al un estremo ? se pronuncia como h
( 158 )
f¡ue h a y a l otro - y a s í h a s u e n a lo m i s m o q u e a (se
señalará al mismo t i e m p o ) $ he lo m i s m o q u e e 5 h i
lo m i s m o q u e i , a s í como ho lo m i s m o q u e o-
h u lo m i s m o q u e u ^ v a lo m i s m o q u e ha j ve lo
m i s m o q u e he j vi lo m i s m o q u e hi 5 vo lo m i s m o
q u e ho 5 v u lo m i s m o q u e b u ^ ge lo m i s m o q u e j e ;
g i lo m i s m o q u e j i 5 ce lo m i s m o q u e z e , y d lo
mismo que «.
L u e g ' o se les d i r á : h a y c u a t r o f o r m a s d i f e -
r e n t e s de l e t r a s ó c a r a c t é r e s • todas estas que
hemos leido se h a l l a n e n e l c a r á c t e r q u e se l l a -
m a m i n ú s c u l o de redondo - l a s o t r a s t r e s espe-
cies de caractéres^ se l l a m a n m i n ú s c u l o de c u r -
s i v o ? m a y ú s c u l o de r e d o n d o , y m a y ú s c u l o de
c u r s i v o - y en ellos se presenta escrita la frase
m a ñ a n a b a j a r á etc. (se les señalará donde están
debajo de las sílabas de c o n t r a c c i ó n , haciendo que
p r o n u n c i e n l a frase al mismo t i e m p o .
Después se les d i r á ; l a l i s t a g e n e r a l , donde
se colocan los c a r a c t é r e s ó l e t r a s , se l l a m a a l f a -
beto • a q u í (señalándoles e l rectángulo que tiene
p o r t í t u l o A L F A B E T O S ) e s t á n los c u a t r o a l -
fabetos de m i n ú s c u l o r e d o n d o , m i n ú s c u l o c u r -
s i v o , m a y i í s c u l o redondo ? y m a y ú s c u l o c u r s i -
vo • p e r o como el saber los n o m b r e s fjue el u s o
h a d a d o á l a s c o n s o n a n t e s p e r j u d i c a á los que
p r i n c i p i a n , no conviene que los niños fijen su
atención e n nada de esto hasta después que sepan
lecr.
S e les hará ejercitar e n decir toda l a clave de
s e g u i d a , y luego que ya l a sepan medianaineute
c u el misino o r d e n con que se ha esplicado 7 se les
( 139 )
hará que se ejerciten en saberla salteada j pero
cuando se les pregunte nna sílaba salteada, y no la
sepan , se les hará buscar principiando á decirles
por su orden desde aquello que ya conozcan.
Cuando sepan bien la clave toda de seguido,
y se les baya ejercitado también algo en decir las
sílabas salteadas, se les pondrá á que lean en la
cartilla ó en los carteles, ó en la misma Teoría de
la L e c t u r a , las reglas generales con sus correspon-
dientes ejemplos, procurando que busquen en l a
clave ^que siempre deben tener delante) las síla-
bas que no sepan 5 después se les hará leer los
ejemplos de las dos colecciones últimas j y cuan-
do ya los sepan medianamente , se les hará leer en
cualquier libro que tenga la letra regular, hacién-
doles buscar en la clave las sílabas que convenga,
y ayudándoles en las sílabas difíciles, y procuran-
do que la lectura sea muy variada, ya en prosa,
ya en verso , y en diferentes caracteres de letra,
siendo uno de los libros la Teoría de l a L e c t u -
r a • y procediendo de modo q u e , si es posible,
no lean.una cosa dos veces, en muy poco tiempo
se soltarán á leer, con una firmeza y pronuncia-
ción tan exacta que, sin verlo materialmente ? no
es fácil de concebir.
( 140 )

CAPITULO VI.

Necesidad de los signos ortográficos para es-


presar los conceptos y abreviaturas que se usan
generalmente.

53. E n la Teoría de la Lectura, en la car-


tilla y en los carteles de las colecciones, hemos
enseñado á leer hasta las palabras mas complica-
das de la Lengua Española. También hemos visto
especialmente en la colección de palabras del§. 55)
de la mencionada Teoría, que las letras no bas-
tan por sí solas para espresar las palabras, pues
que hemos presentado allí muchas que, constando
de unas mismas letras, se pueden pronunciar de
tres modos diferentes, y signiñcan cosas diver-
sas. También se verifica que las palabras por sí
solas, no bastan para espresar los conceptos, pues
un mismo conjunto de palabras, colocadas en el
mismo orden, pueden espresar cosas muy dife--
rentes, y hasta enteramente contrarias. Para de-
mostrar esta verdad nos valdremos del ejemplo
siguiente.
54. Se dice que un sugcto soltero, persona
festiva y de buen humor, frecuentaba una casa
donde había tres Señoritas que eran hermanas,
sin que hubiese dejado entrever cual era la prefe-
rida en'su corazón. Tanto las Señoritas como el
Padre, querían salir de la incertidumbre en que
las tenía el caballero con sus atenciones gene-
fales a todas 3 y exigierou de él ? por medio de
(141)
un amigo, que manifestase cual de las tres era
la afortunada; y en la siguiente décima dió su
contestación.

Teresa Juana y Leonor


En competencia las tres
Exigen diga cual es
La que prefiere mi amor
Y aunque parezca rigor
Digo pues que amo á Teresa
No á Leonor cuya agudeza
Compite consigo ufana
No aspira mi amor á Juana
Que no es poca su belleza.

El Padre no pudo venir en conocimiento de


cual era la preferida, manifestó la décima á sus
tres hijas: estas le dijeron á un mismo tiempo
que el sentido no podía estar mas claro j entonces
el Padre les encargó qué cada una le manifestase el
cómo la entendía.

La Señorita Doña Teresa la presentó de este


modo.
Teresa, Juana y Leonor
En competencia las tres,
Exigen diga cual es,
La que prefiere mi amor:
^ Y aunque parezca rigor,
Digo pues, que amo á Teresa,
No á Leonor cuya agudeza,
(142)
Compite consigo ufana:
i\o aspira mi amor á Juana 7
Que no es poca su belleza.

Donde aparece ser preferida la mencionada


Señorita.

Doña Leonor la presentó de este modo.


Teresa, Juana y Leonor,
E n competencia las tres,
Exigen diga cual es,
L a que prefiere mi amor 5
Y aunque parezca rigor
Digo pues ¿que amo á Teresa?
No. A Leonor cuya agudeza
Compite consigo ufana:
No aspira mi amor á Juana
Que no es poca su belleza.

Donde aparece ser preferida Doña Leonor.

Doña Juana la presentó de este modo.


Teresa, Juana y Leonor
E n competencia las tres,
Exigen diga cual es
L a que prefiere mi amor:
Y aunqiie parezca rigor
Digo pues ¿que amo á Teresa?
No. — ¿ A Leonor cuya agudeza
Compite consigo ufana?
No. — Aspira mi amor á Juana
Que no es poca su belleza.
(m \
Donde aparece ser Juanita la preferida: en
tal confusión, rogaron al caballero que manifes-
tase claramente su voluntad, y entonces enyió la
misma decima con la siguiente puntuación.

Teresa , Juana y Leonor,


E n competencia las tres,
Exigen diga cual es,
L a que prefiere mi amor:
Y aunque parezca rigor
Digo pues ¿que amo á Teresa?
IVo. — ¿ A Leonor cuya agudeza
Compite consigo ufana?
IVo. — ¿Aspira mi amor á Juana?
¡Que! ¡no! es poca su belleza.

Donde aparece que el tal caballero no aspira-


ba á la mano de ninguna de las tres Señoritas:
resultando que una misma décima sin puntuación
nada decía 5 y que por la diversa colocación de los
signos ortográficos ? espresaba cuatro cosas ente-
ramente diferentes y opuestas. Por lo cual, es de
la mayor importancia el uso y conocimiento de los
espresados signos que vamos á dar á conocer,
SS. Los signos ortográficos son los siguien-
tes : dos medias lunas parecidas á dos signos abs-
tractos de la modificación c a , en sentido contra-
rio , como aquí se presentan ( ) se llaman parén-
tesis • donde está la primera porción | se dice que
ahre el paréntesis, y donde está la otra parte ó
porción, se dice que cierra: y sirve para indicar
que lo que se ponga dentro 7 aunque se suprima,
(1M) •
no hace falta para el sentido de lo que se quiere
dar á entender. P o r lo cual, todo lo que haya
dentro de dicho signo ? se ha de leer con un tono
diverso de lo d e m á s , como una cosa añadida sin
absoluta necesidad. L a coma, que es la figura
que representamos dentro de este paréntesis ( , )
sirve para indicar que donde se encuentra se ha
de hacer una pequeña pausa en la lectura y tomar
aliento. E l punto y coma, que es el que está den-
tro de este paréntesis (,*) indica que, al llegar á
é l , se debe hacer una pausa un poco mayor que
la anterior j el que sigue son los dos puntos que
señalamos dentro de este paréntesis (:) y sirven
para indicar que allí se debe hacer una pausa ma-
y o r , y como si el sentido terminase. Y por últi-
mo , el que indica una pausa mayor que todas , es
el punto final, que se señala como aquí se v é
dentro de este paréntesis (.). P o r manera que , al
encontrarle, debe pararse el lector el tiempo que
necesite para descansar, tomar aliento etc. Y al
empezar lo que sigue lo ha de pronunciar como
si luesc cosa diferente.
Cuando se quiere hacer alguna pregunta, se
pone al fin esta señal ( ? ) que se llama interro-
gante ó interrogación • y si se quisiese expresar
una cosa que nos cause admiración ó sorpresa,
se usa del signo que presentamos dentro del ad-
junto paréntesis (!). Cuando la pregunta ó ad-
miración es larga, de modo que la vista no puede
percibir el signo, se pone también signo de i n -
terrogación ó admiración donde empieza , pero
en sentido inverso; esto es, teniendo encima el
(US) .
punto^ como se vé dentro de los adjuntos parén-
tesis ( ¿ ) ( ¡ ) .
56. Guando una palabra no cabe entera en
un renglón, y es necesario dejar una parte de
ella para el siguiente, se usa entonces del signo
tjuion y el cual es una rayita de las que ya hemos
usado en la clave y en las reglas de leer para se-
parar las sílabas de las palabras , y es el signo que
se vé dentro de este paréntesis (-).
Se usa del signo que hay dentro de este pa^
réntesis ( » ) que se llaman comillas, y se ponen
al principio del renglón en las cláusulas de obra
agena ó de otra lengua. Cuando se omite algo
del texto ó lugar que se cita v se pone , en lugar
de lo que se omite , los puntos que hay dentro de
este paréntesis ( ) que se llaman puntos sus-
pensivos. Algunas veces en las márgenes, y otras
dentro de la obra se usa en lo impreso de esta
señal (od3) qne se llama manecilla, y sirve para
llamar la atención á las cláusulas que señala. Por
último se usa de este signo § para espresar la pa-
labra párrafo sin tener necesidad de escribir es-
ta voz con todas sus letras.
t>7. Terminarémos este capítulo diciendo al-
go de las abreviaturas que se usan mas general-
mente.
Cuando una palabra se ha de repetir frecuen-
temente , ya sea en lo impreso, ya en lo manus-
crito , se acostumbra espresarla por ménos letras
de las que contiene dicha palabra 5 y entonces se
dice que se pone dicha palabra abreviadamente,
ó que el signo ó signos de que se hace uso, es
10
(146)
una abreviatura de la palabra que se quiere re-
íresentar. P o r lo mismo, debemos indicar aquí
{as abreviaturas mas usadas.

A . C . significa A ñ o cristiano ó común.


Arzbpo Arzobispo.
App.c0 App.ca. . . . . A p o s t ó l i c o , ca.
Adm.or Administrador.
Ag.10 Agosto.
Ant.0 Antonio.
A r t . Art.0 Artíciilo.
A. A Autores y Altezas.
Am.0 Amigo.
@. . . . Arroba ó arrobas.
B . L . P . ó B . 1. ps. beso ó besa los pies,
B . L . M . ó B . 1. m. beso ó besa la mano ó las
manos.
B.r Bacbiller.
B. Beato.
b. (en las citas) vuelta.
B.mo P.e Beatísimo Padre.
Cons.0. . . Consejo (tribunal).
Cap Capit an.
Capp.n . Capellán.
Coinp.a Compañía.
Comis.0 Comisario.
C. P . B Cuyos pies beso.
C.M.B Cuyas manos beso,
conv.te? conven.te. conveniente.
corr.te corriente.
cap . capítulo.
(147)
Dom.0 Domingo.
Díc.re 10.re Diciembre.
D . D.n Don (tratamiento).
D.a Doña.
DD Doctores.
D.r Doctor.
dho., dha. . . . . . . dicho, dicha.
dro derecho.

Exc.m% Exc.ma . . . . Excelentísimo, ma.


En.0 Enero.
ecc.0,ecc.a eclesiástico, ca.

Fran.co Francisco.
Feb.0 Febrero.
Fernz Fernandez.
Fr Fray ó Frey.
fho., fha f^cho, fecha.
fol folio.

Gen.1 General (dignidad).


gral. . . . . . . . . . general.
g.de 5 gUe guarde.

Intend.te Intendente.
Ill.m° Ill.ma Ilustrísimo, ma.
Ill.e Ilustre.

Jhs Jesús.
•Tph Josef.
Ju Juan.
10 r
(i48)
Lic.á*. . • Licenciado.
Ub.s. libras.
lín. . . . . . . . . . . Imea.
lib- (en las citas). libro.

Maj.d Majestad.
Mig.1 Miguel.
Mrn. Martin.
Man.1 Manuel.
Minro Ministro.
May.™0 Mayordomo.
Mrnz Martinez.
Miro Maestro.
M.e Madre.
Mr Monsieur.
M . P. S Muy Poderoso Señor.
MS manuscrito.
MSS manuscritos.
m.* a.* mucbos años.
mrd merced.
mrs maravedises.
m.or mayor.

JV. S Nuestro Señor.


N . S.ra Nuestra Señora.
Nov.re 9.re Noviembre.
ntro. ntra nuestro ; nuestra.

Obpo Obispo.
Oct.re 8." Octubre.
Orn Orden.
on onza u onzas.
(149)
Prov.or. Provisor.
Pror Procurador.
P.e Padre.
P. D Postdata.

q.e r • • . que.
c{.n . . qnicu.
R m o R ma _ _ Reverendísimo, lüa.
R.do R.da Reverendo, da.
R.1 R.,<,s Real, Reales.
R. P. M Reverendo Padre Maes-
tro.
R.bí Recibí.
r.s reales (moneda).

SS.mo Santísimo (el Sacra-


mentó).
SS.,no P.e Santísimo Padre.
S. M Sn Majeetad.
Ser.mo rSer.ma. . . . . Serenísimo , ma.
S.1 S.or S.ra. Señor, Señora.
S.toS.ta.. . . . . . . Santo, Santa.
S. S.d Su Santidad.
S.". . . . San.
S. . . . San ó Sanio.
Super.te Superintendente.
S.0 Secret.0. . . . . . Secretario.
S.ria Secret.a Secretaría , Secretaría.
SS.110 Escribano.
Set.rc 7.re Setiembre.
Seb.n Sebastian.
(150 ) _
súp.*3, supp. . . . . . súplica, suplica.
sup.te suplicante.
serv.r servidor.
serv.0 servicio.
8Íg,te siguiente.

Ten.te Teniente-
tpo tiempo.
tom. . . . . . . . . . tomo.

V. S.d. . . . . . . . . Vuestra Santidad.


V. M. Vuestra Majestad.
V. B.d Vuestra Beatitud.
V. E . V . Ex Vuecelencia.
V. R.a Vuesa Reverencia.
V. P Vuesa Paternidad.
V. A Vuestra Alteza.
V. V.e. Ven.e Venerable.
V. S. I Vueseñoría ó Usía Ilus-
trísima.
V m . Vmd Vuesa merced ó usted.
V . S. . . . Vueseñoría ó usía.
vtro. ? vtra vuestro, tra.
vol volumen.
v.n ó vn vellón.
v. gr verbigracia.
Xptobal Cristóbal.
Xptiano cristiano.
Xpto Cristo.
x.mo diezmo.
ígla. , . Iglesia.
C A P I T U L O VIL

Necesidad absoluta que hay de introducir pa-


ra la lectura en las escuelas un libro que esci-
te en los niños los rasgos de bizarría y herois-
mo, que son propios de los Españoles, y que los
han hecho tan famosos y respetables en otros
tiempos.

58. E n el capítulo V i l de la Teoría de la


Lectura hemos aconsejado que los nisios deben
leer en cualquier libro ya en prosa ya en verso 5
y que la lectura debe ser tan variada, que , si es
posible, no lean una misma cosa dos veces: aña-
diendo, que para el efecto de leer se puede hacer
uso de los libros que se hallen adoptados actual-
mente en las escuelas. Mas , teniendo por una
arte en consideración que á los niños se les de-
E en presentar desde luego objetos nobles y gran-
diosos , capaces de fijar su atención y hacer des-
plegar sus talentos 5 y por otra, que redimiéndo-
se ya por este método á menos de la mitad el
tiempo que se gasta en aprender á leer por todos
los métodos conocidos, queda ya mucho tiempo
sobrante para emplearlo en la lectura 5 es indis-
pensable, para tener hombres eminentes en todos
los ramos del saber humano, y en el desempeño
de todos los empleos y carreras, familiarizar á los
niños con acciones gloriosas de hombres que ha-
yan sobresalido en las Letras , en las Ciencias y
en las Armas j y que, al mismo tiempo que les
(152)
han granjeado su nombradla y su fortuna, hayan
hecho respetar los derechos de nuestros Sobera-
nos , cooperando á la felicidad de los Españoles.
Pero si examinamos los libros que actualmente
sfe destinan para la lectura de los niños ? observa-
remos que se pueden reducir á tres clases. L a
primera comprende con muchísima razón los li-
bros en que se esplica la doctrina cristiana y
nuestra Santa Religión. Sobre este particular los
Señores Prelados Eclesiásticos son los que han
de señalar los que sean mas conducentes.
*>9. L a segunda clase comprende otros libros
en que se presentan ejemplos morales para afir-
mar la virtud en los corazones de los niños y ha-
cerles odiosos los vicios. Sobre este particular yo
desearía que se meditase mucho si convenía des-
cribir los vicios en estos libros como se suele
acostumbrar, pues aunque se vituperen y se pro-
cure presentarlos como la cosa mas horrenda, no
obstante siempre se dan á conocer ; y la espe-
riencia tiene acreditado que los niños adquieren
ciertas habitudes perjudiciales ? y aun vicios feos,
por haberlos leido en los mismos libros en que se
vituperan ? y que acaso jamas les habrían ocurri-
do , si tan desde los principios no se les hubiesen
dado á conocer. Por manera, que el presentar en
los libros mezclados los vicios y las virtudes, los
unos para vituperarlos, y las oíras para promo-
verlas , viene á ser lo mismo que elegir semillas
buenas y malas, sembrarlas juntas, y encargar al
mismo tiempo el que se arranquen las plantas
malas; cuando , en mi concepto 7 sería mucho
mejor sembrar únicamente las semillas buenas,
enseñando al mismo tiempo el modo de conocer-
las bien, y decir que todo lo que no sea aquello,
se debe reputar por malo , y que si alguna planta
nace entre lo bueno, que la arranquen y destru-
yan , pero sin darla á conocer para no escitar el
deseo de esperlmentar sus efectos.
60. L a tercera clase de libros, que se ponen
actualmente en manos de los niños, contienen
cuentos, juegos, novelas, entretenimientos, etc.
Y o convengo en que es muy conducente el que
se les presenten algunos libros de esta naturale-
za j pero no todos han de ser de esta clase, pues
la esperiencia tiene también acreditado que en-
treteniendo siempre á los niños con frivolidades,
suponiéndoles incapaces de otra cosa, se acaba
por hacerlos insustanciales é imbéciles. De don-
de resulta que la generación presente adolece de
cierta insulsez, que se hubiera evitado si desde
un principio se hubieran presentado á los niños
objetos grandiosos hácia que pudiesen dirigir sus
procederes, sirviéndoles de ejemplo y norma pa-
ra lo futuro.
61. Por esta causa, juzgo de la mas absolu-
ta necesidad para que los Españoles recobren su
antiguo esplendor, el que se adopte para que los
niños lean en las escuelas, una obra en que se
hallen bien marcados los grandiosos rasgos de los
Españoles que han sido broquel de nuestros So-
beranos, gloria de nuestra Patria y terror del
mundo. Y si esta obra reúne las circunstancias
de tener buen lenguaje, correcto estilo, que sea
(1S4)
original en Español, y que las acciones sean de
Españoles, resultará que dichas acciones, hallán-
dose en armonía con la sangre que circula por
nuestras venas , servirán de móvil para que se
desarrollen los preciosos gérmenes de virtud, he-
roísmo y bizarría de que tienen dados tantos
ejemplos los Españoles»
62. Por fortuna nuestra existe ya una obra
escrita originalmente en nuestro idioma, que, así
por su argumento, como por el mérito de su
desempeño, ha logrado dentro y fuera de España,
una aceptación poco común, y merece en mi opi-
nión que se adopte para la lectura de los niños
en las escuelas. Esta obra tiene por título Vidas
de Españoles célebres por Don Manuel José
Quintana. E l primer tomo contiene las del Cid
Campeador, de Guzman el Bueno, de Roger
de L a u r a , del Príncipe de Viana , y del Gran
Capitán. E l segundo tomo contiene las de Vasco
JSÍuñez de Balboa y de Francisco Pizarra: cons-
tándome que otras que ya están preparadas, no
desmerecen de las que se han publicado.
65. No encontrarán los niños en dicha obra
una sola espresion que pueda escitar ni pernicio-
sas ideas, ni mezquinos pensamientos, ni dar ca-
bida á errores ningunos perjudiciales á su razon^
por el contrario, hallarán á cada paso conceptos
nobles y grandiosos, acciones heroicas y brillan-
tes, y rasgos de magnanimidad y heroisino, que,
sirviendo de alimento y nutrición á las facultades
intelectuales, físicas y morales de los niños, los
familiarizarán con tan sublimes procedimientos^
(1&>)
y como todo esto se halla espresado con un len-
guaje claro y castizo j y un estilo ameno y elegan-
te , se fijarán en las almas de nuestros niños y jó-
venes 9 en términos que ? habituados con modelos
tan selectos, aspirarán á ser Cides, Grandes Ca-
pitanes etc. etc., y en vez de las trivialidades
con que hoy pasa el tiempo la juventud, se pro-
pondrán conseguir objeto de tan importante uti-
lidad.
ÍNDICE.

INTRODUCCIÓN que contiene u n r e s ú m e n h i s t ó r i c a


acerca de l a p r o p a g a c i ó n d e l nuevo m é t o d o
p a r a e n s e ñ a r y aprender á leer , contenido en
l a T e o r í a de la lectura Pág. 5
PRÓLOGO, que puse á l a e d i c i ó n de esta o b r i t a ,
que i m p r i m í en P a r í s en e l a ñ o de 1826, cons~
t a n d o solo de los cuatro p r i m e r o s c a p í t u l o s de
esta . 73
CAPÍTULO I M o d o de a p l i c a r m i m é t o d o de leer
en l a s escuelas de e n s e ñ a n z a m ú t a a 79
CAPÍTULO II.... M o d o de poner en ejecución m i m e -
iodo en l a s escuelas que no s o n de e n s e ñ a n z a
mutua 97
CAPÍTULO III.. M o d o de poner en ejecución m i m é -
todo p o r l a s M a d r e s , P a d r e s , T u t o r e s etc., de
los n i ñ o s 10S
CAPÍTULO IV.. M o d o de poner en ejecución m i m é -
todo p a r a e n s e ñ a r á los a d u l t o s en los p u e -
b l o s , en los establecimientos i n d u s t r i a l e s , e n
los de corrección y beneficencia, y en los c u a r -
teles, etc 12a
CAPÍTULO V . . . I n s t r u c c i ó n p r á c t i c a p a r a e n s e ñ a r
á leer p o r m i nuevo m é t o d o , 127
CAPÍTULO V I . . N e c e s i d a d de los signos o r t o g r á f i -
cos p a r a espresar los conceptos y a b r e v i a t u r a s
que se u s a n generalmente > • • 14o
CAPÍTULO VII. N e c e s i d a d a b s o l u t a que hay de i n -
t r o d u c i r p a r a l a l e c t u r a en l a s escuelas u n l i -
bro que escile en los n i ñ o s los rasgos de b i z a r -
r í a y h e r o í s m o , que s o n propios de los E s p a -
ñ o l e s , y que los h a n hecho t a n famosos y r e s "
petables en otros tiempos, >5i
CATALOGO
DE LAS OBRAS DEL AUTOR.

OBRAS CIENTÍFICAS. PRECIOS.

Trntado elemental de Matemáticas t cinco


v o l ú m e n e s en 4 . ° , á saber :
T o m o I. Parte 1.a A r i t m é t i c a y Algebra. . 30 rs.
Tomo I. Parte 2.a G e o m e t r í a , Trigonome-
t r í a r e c t i l í n e a , y G e o m e t r í a Práctica. . 30
T o m o I I . Parte 1.a T r i g o n o m e t r í a Esférica,
aplicación del Algebra á la G e o m e t r í a ,
Setcciones Cónicas , y T e o r í a general de
las ecuaciones 30
Tomo 11. Parte 2.a Funciones, Series, Cál-
culo de las diferencias y e l Diferencial é
Integral 30
T o m o I I I . Parte 1.a Mecánica dividida en
sus cuatro tratados, á saber: Estática D i -
námica , H i d r o s t á t i c a é H i d r o d i n á m i c a . . 30
Compendio de Matemáticas puras y mistas,
dos tomos en 8.° prolongado 40
Compendio de Mecánica práctica, para uso
de los n i ñ o s , artistas y artesanos etc., con
el modo de construir la curva que t r a z a -
ban las granadas arrojadas por los F r a n -
ceses en el sitio de C á d i z , durante la
guerra de la independencia: donde se
presenta el plano de esta plaza y la p o s i -
ción de las b a t e r í a s y campamentos del
ejército sitiador y sitiado 14
Este mismo plano s u e l t o , iluminado. . . . 6
Memoria sobre la curvatura de las lineas, &c. 14
Tabla sinóptica del arte militar 6
Disertación sobre el modo de perfeccionar la
Agricultura 4
Idem en p a p e l vitela 6
T r a t a d o sobre el movimiento y aplicaciones
de las A g u a s . T r e s lomos en 4 0 120
OBRAS DE PRIMERA. EDUCACION.

jiritmélica de niños para uso de las escuelas


del Reino , & c ' i
Idem en pasta 6
Teoría de la lectura 5
Idem en pergamino 6
Idem en pasta 7
Colección de la clave y reglas de leer. . . . 4
Idem en grandes caracte'res para escuelas
numerosas 40
Nueva cartilla para aprender á leer en m é -
nos de la mitad del tiempo que p o r todos
los d e m á s m é t o d o s conocidos 2
Modo de poner en ejecución e l nuevo m é -
todo de e n s e ñ a r á leer, publicado bajo el
t í t u l o de Teoría de la lectura 6
Idem en pasta , 8
E s t á n en prensa y se publicarán d la mayor hre~
vedad claves, colecciones de las reglas de leer e' ins-
trucciones prácticas p a r a enseñar por este método en
diferentes tamaños y caracte'res, todas d precios los
mas equitativos , hasta e l punto de tenerse una clave
por el precio de dos cuartos; una colección de reglas
por el mismo precio y una instrucción también por
dicho precio de dos cuartos: con lo cual habre'rnos
cumplido con lo que se espresa a l fin de la Introduc*
cion de esta obrila.
También se halla en prensa otro tratadito intitula*
do Ide'as primarias <7«e deben darse d los niños acer-
ca de los n ú m e r o s ; y se prepara una especie de j u -
guete para los niños , que con el nombre de C o n t a -
dor intuitivo les sirva de diversión y r e c r é o , y a l
mismo tiempo contenga la clave analítica de la lectu-
r a y e l aparato p a r a f o r m a r las ide'as primarias de
los números.
P o r último, para completar el ramo de primera
enseñanza se ha discurrido un nuevo me'todo pa-
r a vencer las primeras dificultades de la escritura,
y no f a l t a mas que allanar algunos inconvenien-
tes artísticos para realizar el aparato que se ha de
emplear.

Se h a l l a r á n en Madrid en las l i b r e r í a s üeSojo, P a z ,


Orea y Bazo la ; en Cádiz en la de Castillo, H o r t a l
y compañía : en Valencia en la de N a v a r r o ; en Se-
villa en las de Hidalgo y compañía t y en la de B e -
r a r d ; en Granada en la de Saez; en Barcelona en
Ja de P i / e r r e r , Sauri y Cerda; en la C o r u ñ a en l a
de Calvete ; en Bilbao en la de García ; en San S e -
bastian en la de Baroja , y en casa de la viuda de
F a d d a ; y en París en la de M r . Bossange, calle de
B i c h e l i e u , núm,0 60.

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