20 Versículos para Declarar Cuando Le Estás Creyendo Al Señor Por Tu Prosperidad Económica

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20 versículos para declarar cuando le estás

creyendo al Señor por tu prosperidad


económica

1. Deuteronomio 8:18
Recuerda al SEÑOR tu Dios, porque es él quien te da el poder para producir esa
riqueza; así ha confirmado hoy el pacto que bajo juramento hizo con tus antepasados.

2. Deuteronomio 28:8
El SEÑOR bendecirá tus graneros, y todo el trabajo de tus manos.

3. Deuteronomio 28:11
El SEÑOR te concederá abundancia de bienes: multiplicará tus hijos, tu ganado y tus
cosechas en la tierra que a tus antepasados juró que te daría.

4. Deuteronomio 29:9
Ahora, cumplan con cuidado las condiciones de este pacto para que prosperen en
todo lo que hagan.

5. 1 de Crónicas 22:13
Si cumples las leyes y normas que el SEÑOR le entregó a Israel por medio de Moisés,
entonces te irá bien. ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes!

6. Salmo 1:3
Es como el árbol plantado a la orilla de un río que, cuando llega su tiempo, da fruto y
sus hojas jamás se marchitan. ¡Todo cuanto hace prospera!

7. Salmos 5:12
Porque tú, SEÑOR, bendices a los justos; cual escudo los rodeas con tu buena
voluntad.

8. Salmos 35:27
«Exaltado sea el SEÑOR, quien se deleita en el bienestar de su siervo.»
9. Proverbios 3:9,10
Honra al SEÑOR con tus riquezas y con los primeros frutos de tus cosechas. Así tus
graneros se llenarán a reventar y tus bodegas rebosarán de vino nuevo.

10. Proverbios 8:17,18


A los que me aman, les correspondo; a los que me buscan, me doy a conocer.
Conmigo están las riquezas y la honra, la prosperidad y los bienes duraderos.

11. Proverbios 10:22


La bendición del SEÑOR trae riquezas, y nada se gana con preocuparse.

12. Proverbios 21:5


Los planes bien pensados: ¡pura ganancia! Los planes apresurados: ¡puro fracaso!

13. Lucas 6:38


Den, y se les dará: se les echará en el regazo una medida llena, apretada, sacudida y
desbordante. Porque con la medida que midan a otros, se les medirá a ustedes.

14. Hechos 10:4


Dios ha recibido tus oraciones y tus obras de beneficencia como una ofrenda.

15. Romanos 13:8


No tengan deudas pendientes con nadie, a no ser la de amarse unos a otros. De
hecho, quien ama al prójimo ha cumplido la ley.

16. 3 Juan 1:2


Querido hermano, oro para que te vaya bien en todos tus asuntos y goces de buena
salud, así como prosperas espiritualmente.

17. 2 de Corintios 8:9


Ya conocen la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que aunque era rico, por causa de
ustedes se hizo pobre, para que mediante su pobreza ustedes llegaran a ser ricos.

18. 2 de Corintios 9:6-7


Recuerden esto: El que siembra escasamente, escasamente cosechará, y el que
siembra en abundancia, en abundancia cosechará.
19. Gálatas 3:13,14
Cristo nos rescató de la maldición de la ley al hacerse maldición por nosotros, pues
está escrito: «Maldito todo el que es colgado de un madero.» Así sucedió, para que,
por medio de Cristo Jesús, la bendición prometida a Abraham llegara a las naciones, y
para que por la fe recibiéramos el Espíritu según la promesa.

20. Filipenses 4:19


Así que mi Dios les proveerá de todo lo que necesiten, conforme a las gloriosas
riquezas que tiene en Cristo Jesús.

https://www.ireydegloria.com/vida-cristiana-1/c/0/i/31835142/el-creyente-y-su-relacion-con-los-
diezmos-y-las-ofrendas

Sabías que Dios quiere prosperarnos económica, física y


espiritualmente. El Dios que llena nuestro espíritu también quiere
bendecirnos en lo físico y en lo material.

¿Cómo lo hará?
Por medio de nuestra obediencia a su Palabra; por la eficiencia y
calidad del trabajo que realicemos y las ganas que le pongamos a lo
que hacemos, y por nuestra fidelidad a sus demandas.

Nada sucede al azar. La prosperidad es un resultado, no un fin ;


nuestra finalidad es Cristo y la: “Supereminente grandeza de su
poder para con nosotros los que creemos, según la operación del
poder de su fuerza” (Efesios 1:19).
Para andar en prosperidad, hay que ser prósperos.

Es un cambio en nuestro interior.

Es una actitud fruto de la comunión con el Espíritu Santo

y de ella se desprende un estilo de vida que nos lleva a la


prosperidad.

He aquí 6 principios básicos:

1. Ser prósperos: La Prosperidad es algo más que dinero.

prosperidad
Cómo se pronuncia

nombre femenino
1. 1.
Desarrollo favorable, especialmente en el aspecto económico y social.
"la pesca actuó como primer impulsor de la prosperidad de la provincia"
2. 2.
Estado económico y social satisfactorio o favorable.

2. Ser Perseverantes: Esto tiene que ver hasta con la salvación


del Alma.
3. Actitud frente al cambio: No podemos esperar resultados
diferentes haciendo lo mismo.
4. Administrarse: según la realidad y no según los sueños.
5. PLANTEAR LOS SUEÑOS EN METAS ALCANZABLES.
6. Nunca renunciar a los sueños: Volver a intentarlo.

“Mas Jehová estaba con José, y fue varón próspero; y estaba en la


casa de su amo el egipcio. Y vio su amo que Jehová estaba con él, y
que todo lo que él hacía, Jehová lo hacía prosperar en su mano”.
Génesis 39:2-3

Donde esta un hombre próspero, todo lo que esta a su alrededor


prospera.
Para ser prosperado debes retener la bendición
No solamente hemos llegado para ser prosperados, él nos ha
llamado a mantenernos prosperados. Siempre me ha llamado la
atención la parábola del hijo prodigo como fue prosperado al recibir
la herencia de su padre, pero rápidamente la dilapidó, tal vez su
padre esperaba que su hijo estuviera a su lado, o por lo menos
cerca, tal vez comprara un terreno en la vecindad y estar viendo a su
hijo a menudo, pero este hijo hizo todo lo contrario se fue lejos a una
provincia apartada, y estando lejos desperdigó los bienes, pues se
dedicó a vivir perdidamente, y allí comenzó a faltarle todo.

El Señor Jesús Dijo “Separados de mi nada podéis hacer”

Para mantenernos prosperados es necesario:


– Ser fieles
– Ser un buen mayordomo
– Administre bien sus ingresos
– No des lugar a la emoción en las inversiones
– Nunca salgas fiador de nadie
– Sea generoso con sus ofrendas

Eres bendecido para bendecir


No es posible hablar de prosperidad sin mencionar el mandamiento
de ofrendar. Soy bendecido para bendecir. Soy prosperado para dar.
Ofrendar con generosidad según hayas prosperado y no por
obligación es lo que desata la abundancia que el Señor te dará para
que puedas bendecir a otros.

“Dad y se les dará: medida buena, apretada, remecida y rebosante


darán en tu regazo; porque con la misma medida con que mides, te
volverán a medir”. (Lucas 6:38)

2da. de Corintios 9:10 dice: “Y el que da semilla al que siembra, y


pan al que come proveerá y multiplicará vuestra sementera, y
aumentará los frutos de vuestra justicia”.

La prosperidad es integral
“Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que
tengas salud, así como prospera tu alma.” (3 Juan 1:2).
La riqueza del hombre debe de ser integral, recuerde nosotros
somos seres creados por Dios, y siendo tricotómicos (espíritu, mente
y cuerpo). Las tres partes de nuestro ser deben de estar llenas y en
perfecta armonía con Dios . Si por ejemplo nuestro espíritu no esta
en perfecta comunión con Dios, va a haber un faltante en nuestro
interior. Recuérdalo muy bien el hombre natural nunca será saciado.

Pero lo más importante es poder entender que al tener comunión con


Dios, vamos a estar saciados, no tendremos necesidades porque
Dios esta allí para suplir todo. No es algo hermoso ¿verdad?
¡Observemos bien la palabra!

La palabra debe de permanecer en nosotros y


ser confesada
“Si permanecéis en mi, y mis palabras Permanecen en vosotros,
pedid todo lo que queréis, y os será hecho”. (Juan 15:7)

No debes buscar la prosperidad, sino al que da la prosperidad.

Salmos 37:4 “Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las


peticiones de tu corazón”. 37:5 “Encomienda a Jehová tu camino, Y
confía en él; y él hará”.

Dios conoce tus necesidades


Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de
comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de
vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el
vestido? Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni
recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No
valéis vosotros mucho más que ellas? …Y por el vestido, ¿por qué
os afanáis?… No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o
qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas
estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad
de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y
su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Mat. 6:25-33

Eso quiere decir que debemos procurar “hacer lo que es justo ante
Dios”, y esto constituye la base de la prosperidad según Dios. La
prosperidad según Dios no incluye únicamente las bendiciones
materiales; también incluye la sanidad, la sabiduría, el éxito, el
bienestar, la protección y el favor de Dios y todas las cosas buenas
que usted pueda necesitar: todas las cosas buenas por las que
Jesús pagó para que fueran suyas. Él tomó nuestro lugar y cargó
con la maldición del pecado para que viviéramos en la bendición de
Dios.

La prosperidad divina NO se trata de dinero únicamente, se trata de


abrir las ventanas de los cielos sobre todas las áreas de tu vida,
diariamente y sin detenerse jamas.

Dad gracias en todo


Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con
vosotros en Cristo Jesús. 1 Tes. 5:18

Fil 4:12 “Sé vivir en pobreza, y sé vivir en prosperidad; en todo y por


todo he aprendido el secreto tanto de estar saciado como de tener
hambre, de tener abundancia como de sufrir necesidad”.

Entonces vemos que la verdadera prosperidad de Dios viene de:

1. Conservar una actitud de prosperidad fruto de la comunión con el


Espíritu Santo.
2. Ser fieles y obedientes a Dios y permanecer en su Palabra.
3. Ofrendar con generosidad según hayas prosperado, eres
bendecido para bendecir.
4. Debemos desarrollar el principio del contentamiento, dad gracias
en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros.

Si caminamos fieles, de la mano de Dios, es apenas natural que


recibamos bendiciones, ricas y abundantes. Son bendiciones
materiales y espirituales, aquellas que hemos anhelado por mucho
tiempo. Si deseamos movernos en esa dimensión, es necesario que
caminemos conforme a los planes y propósitos que el Señor tiene
para nosotros. Ser fieles a Dios es el secreto de las bendiciones.

Dios le bendiga!

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