Fonseca Psico
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TEORÍA A LA PRÁCTICA
INTRODUCCIÓN
Los déficits cognitivos del trastorno no son consecuencia de los síntomas clínicos, ya que
pueden darse antes de la aparición de estos y no desaparecen una vez que se han controlado
las alteraciones perceptivas de las alucinaciones y delirios. Algunos autores los han relacionado
con la presencia de síntomas negativos.
Po otra parte, los déficits cognitivos no son consecuencia de los tratamientos farmacológicos
que se implementan tras el diagnóstico. De hecho, la evidencia es cada vez más creciente
sobre la presencia de estas dificultades en la etapa premórbida del trastorno e incluso a lo
largo del neurodesarrollo.
Estudios longitudinales (Seidman) determinan que personas que a la edad de 16-18 años
presentan un primer brote psicótico ya mostraban una caracterización cognitiva particular a
los 6-9 años. Una capacidad de lenguaje menos fluida, menos conocimiento del vocabulario de
lo esperado para su edad y nivel educativo o incluso algunas dificultades en la memoria de
trabajo.
El perfil de deterioro cognitivo es extenso y variado. Todas las funciones cognitivas están
alteradas. La severidad del deterioro tampoco permanece estable a lo largo del curso del
trastorno. Resumen:
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La implementación de la rehabilitación neuropsicológica mejora el impacto de las otras
estrategias de rehabilitación que recibe el paciente.
Los problemas cognitivos pueden limitar también la vida independiente. Todas estas
limitaciones suelen estar asociadas con baja autoestima, menor capacidad para tolerar la
frustración y mayor vulnerabilidad al impacto del estrés al sentirse desbordados en ocasiones.
Y, a su vez, este conjunto de factores incrementa el riesgo de una descompensación psicótica o
una nueva crisis.
1. Mejorar las funciones cognitivas que presentan un deterioro hasta que alcancen
niveles funcionales efectivos
2. Proveer al paciente de una experiencia de aprendizaje positiva
3. Promover habilidades que le permitan llevar una vida independiente
4. Fomentar una actitud de aprendizaje positiva y estilo de aprendizaje, con identificación
de puntos fuertes y débiles
5. Proporcionar al paciente sensación de ser competente y ganar confianza sobre las
habilidades que ha mejorado
6. Mejorar su conciencia sobre cómo el contexto emocional y social afecta a su
funcionamiento cognitivo
7. Promover un funcionamiento cognitivo óptimo en los diferentes contextos de su vida
diaria
El Rehacop
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1. Atención
2. Lenguaje
3. Aprendizaje y memoria
4. Funciones ejecutivas
5. Cognición social
6. Habilidades sociales
7. Actividades de la vida diaria
8. Módulo sobre psicoeducación de la enfermedad
A lo largo de estos cinco primeros módulos los ejercicios están diseñados también de manera
que faciliten su repetición o su realización en un tiempo limitado atendiendo indirectamente al
entrenamiento de otro proceso que suele estar alterado en los pacientes con trastornos
psicóticos: la velocidad de procesamiento.
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El programa de terapia psicológica integrativa (IPT, TPI; Roder, Brenner, Hodel y
Kienzle)
Existe una segunda versión de Roder con significativas mejoras. Integra rehabilitación cognitiva
y la psicosocial mediante un manual sistematizado dividido en cinco módulos. También cuenta
con numerosas evidencias de eficacia de gran rigor.
Tras un primer episodio psicótico (PEP) eisten variables, como alta presencia de síntomas
positivos, que deberían tener prioridad en el tratamiento. Por ello creemos que la
rehabilitación neuropsicológica debería comenzar una vez alcanzada la estabilización de la fase
aguda.
La dificultad clínica más importante para implementar la rehabilitación será cómo convencer y
vincular al paciente para que acuda a la unidad con la frecuencia necesaria para que esta
intervención sea efectiva.
El Rehacop incluye más de 300 ejercicios. Está pensado para implementar tres sesiones
semanales de 90 minutos de duración cada una si se administra en formato grupal y de 45-90
min en formato individual. Es recomendable espaciar las sesiones. Han sido implementadas
con éxito tanto en pacientes con primer episodio psicótico como en aquellos diagnosticados de
esquizofrenia. Desconocemos si una frecuencia inferior tendría el mismo nivel de eficacia.
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terapeuta y de entre 10-12 pacientes con dos terapeutas. Lo ideal sería los cuatro primeros
módulos en formato individual y después pasar a grupal. Ventajas del formato grupal:
Después se presentan brevemente los ejercicios que se van a realizar en la sesión. Si se puede,
se relacionarán con actividades de la vida diaria donde dichas tareas son necesarias. También
podemos preguntar al grupo si se les ocurre alguna actividad en la su vida donde dicha tarea
tenga relevancia. El número más importante y largo de la sesión es el tiempo dedicado a los
ejercicios en sí mismos (al menos de 60 a 90 minutos). Durante la sesión, se prestará atención
al modo en que estos se enfrentan a la tarea, las dificultades que han podido surgir, etc. Y
utilizará esta información al final de cada ejercicio para comentar la actividad.
Los pacientes pueden trabajar de manera conjunta ayudándose unos a otros. Es fundamental
el feedback del terapeuta durante y después de la realización de cada ejercicio. Cuando algún
integrante ha obtenido un buen rendimiento en el ejercicio, también podemos pedir que sea
este quien explique al resto del grupo cómo lo ha realizado y comparta con sus compañeros las
estrategias empleadas.
Cuando un paciente termina las tareas antes que el resto del grupo, debe esperar a que los
demás finalicen. Esto entrena la paciencia y el control de impulsos. Cuando un paciente
termina repetidamente mucho más tarde que los demás, el terapeuta deberá valorar si es
conveniente su continuidad en el grupo. Antes recomendamos probar refuerzo en sesiones
individuales fuera del grupo con ejercicios similares a los que se vayan a trabajar en las
siguientes sesiones. Otras razones de abandono de grupo pueden ser: recaídas, adelanto del
alta o traslado a otra unidad.
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Si un paciente puede incorporarse a un tratamiento ya iniciado depende de los recursos con
los que cuente el equipo. Nuestra recomendación es que no se incorpore al equipo cuando
estos lleven tres meses o más de funcionamiento. En este momento el grupo ya habrá
realizado todos los ejercicios de entrenamiento de funciones cognitivas básicas y se empezará
a poner énfasis en actividades de comunicación y relación interpersonal. Si el grupo llevase
trabajando un tiempo inferior a este, se garantizará que este paciente recibe un
entrenamiento individual equivalente a las sesiones que el grupo ya realizó.
Ventajas:
Desventajas:
El entrenador neuropersonal
El NeuronUp
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EVIDENCIAS DE LOS TRATAMIENTOS
Con muestras españolas los resultados toman la misma dirección, tanto en población con
primeros episodios psicóticos como en pacientes con esquizofrenia crónica. Tras tres meses de
intervención, los pacientes mejoran todos menos uno de los dominios cognitivos tratados y
evaluados. Una revisión internacional destaca también que la recuperación en el rendimiento
cognitivo puede observarse en personas sin diagnóstico clínico pero que son portadoras de
variables de alto riesgo.
Cuatro de los seis estudios observaron una mejoría significativa en atención, memoria verbal y
velocidad de procesamiento de la información. Ninguno de ellos, sin embargo, reveló cambios
en las variables cínicas asociadas a la aparición de la psicosis y no contamos con seguimientos
longitudinales para responder a la cuestión de si esta intervención podría de alguna manera
prevenir o disminuir el riesgo de que la psicosis finalmente aparezca. Otros autores han
encontrado un aumento de síntomas negativos, tanto en PEPs como en pacientes con
esquizofrenia.
No obstante, aún están por definir los mecanismos a través de los cuales la rehabilitación
cognitiva mejora la cognición y la funcionalidad. Se están incrementando las evidencias de
cambios significativos en el cerebro produciendo una reorganización funcional.
RECAPITULACIÓN
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cognitiva” y “rehabilitación cognitiva”. Las evidencias científicas de eficacia son muy altas y de
gran impacto en la calidad.
Estudios futuros van dirigidos a definir los mecanismos específicos, así como el impacto que
variables como la duración, motivación, tipo de programa, etc, tienen sobre la ganancia
cognitiva y funcional.
Uno de los problemas de funcionamiento que presentan habitualmente los pacientes son las
dificultades en las relaciones familiares, en el 60-70% de los casos.
Los primeros programas de intervención familiar fueron diseñados para tratar los problemas
durante la fase posterior a la hospitalización. Desde los años ochenta se produce un giro en la
concepción de la esquizofrenia y de las intervenciones que se basan en un concepto de
recuperación que va más allá de la remisión sintomática. Se contempla un concepto más
amplio que incluye adaptación funcional del paciente como parte importante de recuperación
(recuperación de la persona más que del trastorno).
En la actualidad los programas de intervención se han ido centrando en las fases iniciales o
tempranas del trastorno, como son los primeros episodios psicóticos o PEP.
Junto con la TCC, las intervenciones familiares se encuentran entre las intervenciones
psicosociales más estudiadas. Ambas son las que poseen una mayor eficacia demostrada en su
aplicación durante las fases tempranas del trastorno. Los formatos son muy variables.
Habitualmente se combinan formatos individuales y grupales. En línea con las dificultades
descritas, los programas psicoeducativos, en concreto, proveen a los participantes de
información teórico- práctica sobre el trastorno, lo que les permite una mejor comprensión de
él, así como de la compleja relación que existe entre síntomas, personalidad y entorno.
También enseñan formas prácticas de afrontar el trastorno y sus consecuencias en el
funcionamiento; asimismo, ayudan a identificar signos precoces de recaída.
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La psicoeducación en la práctica clínica. Programas de orientación psicoeducativa
A pesar de tener un componente educativo, estas intervenciones son algo más sofisticado que
la mera educación. Han sido desarrollados en diferentes formatos: unidad familiar individual,
unidad familiar más grupo de parientes y grupos de familias múltiples. Su duración,
encuadre/lugar y la indicación (diagnóstico o estadio del trastorno) también varían.
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través del manejo de situaciones asociadas al curso del trastorno, proporcionando un entorno
terapéutico que se extiende más allá del ámbito clínico- hospitalario y acompañando de modo
adecuado al paciente hacia la recuperación funcional tras un PEP. Además, a través de las
pautas e información necesarias, el equipo terapéutico puede contar con un apoyo en el
desarrollo del plan de prevención de recaídas y actuación en crisis.
Goldstein llevó a cabo una revisión sobre los fundamentos de los programas psicoeducativos
diseñados para prevenir o retrasar las recaídas en personas con esquizofrenia. Divide los
programas en estudios de primera o segunda generación.
Los estudios de primera generación centran su hipótesis en que los programas psicoeducativos
son eficaces en la prevención y el retraso de recaídas en personas con esquizofrenia. Estos
estudios confirman los efectos positivos de los programas psicoeducativos familiares en
retrasar la recurrencia del episodio psicótico.
Estudios más recuentes, de segunda generación, basados en los buenos resultados de estudios
anteriores, parten de la hipótesis de que un formato de intervención podría ser más eficaz que
otro. Comparan grupos solo para cuidadores, terapia unifamiliar o grupos multifamiliares. No
se encontraron ventajas con respecto a un formato u otro. Los estudios revisados, tanto de
primera como segunda generación, demostraron el efecto positivo de estos programas en la
prevención y el retraso de las recaídas cuando se añaden al tratamiento farmacológico.
Sugiere que la participación familiar, más allá del formato de intervención utilizada en el
cuidado de los pacientes con esquizofrenia, puede ser un ingrediente fundamental en el éxito
de prevención de recaídas.
Metaanálisis más reciente que muestra que la tasa de recaídas se puede reducir en torno a un
20% si se incluye en el tratamiento a los padres del paciente con esquizofrenia y el tratamiento
dura más de tres meses. Sin embargo, con respecto a la hipótesis de que un formato de
intervención podría ser más eficaz que otro, el mismo año en que aparece la revisión de
Goldstein, McFarlane publica un estudio controlado aleatorizado de 172 pacientes con
esquizofrenia con seguimiento a dos años, en el que concluyen que los grupos psicoeducativos
multifamiliares son más eficaces que los tratamientos unifamiliares, especialmente en
pacientes con alto riesgo de recaídas. En otro estudio se comparan tres modalidades de
intervención: psicoeducación en un formato multifamiliar, psicoeducación en un unifamiliar y
un formato multifamiliar sin psicoeducación. Sugiere que las recaídas en pacientes con
esquizofrenia se ven significativamente reducidas en pacientes que tienen un tratamiento
multifamiliar grupal combinado con antipsicóticos y psicoeducación familiar, comparado con
una intervención psicoeducativa estrictamente unifamiliar aplicando el mismo modelo
psicoeducativo y con una intervención multifamiliar sin psicoeducación. Las tasas de recaída a
loas 4 años fueron del 50%, 78% y 57% respectivamente, en cada una de las modalidades.
Estos datos muestran la importancia del formato grupal, además del modelo psicoeducativo,
en la prevención o retraso de las recaídas. Por ejemplo, el metaanálisis de Lincoln, Wilhelm y
Nestoriuc compara la eficacia de las intervenciones psicoeducativas que incluyen solo
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pacientes frente a aquellas que incluyen familiares, y señala la superioridad de las segundas
sobre las primeras. Resultados:
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