Archivo General de Indias

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ARCHIVO GENERAL DE INDIAS

Ubicado en Sevilla – España

En 1785 nacía por deseo del rey Carlos III el Archivo General de Indias con el objeto
de reunir en un solo lugar los documentos referentes a Indias hasta entonces
dispersos en Simancas, Cádiz y Sevilla. El impulsor del proyecto fue don José de
Gálvez, secretario de Indias, y el ejecutor del mismo fue el académico e historiador
don Juan Bautista Muñoz, cosmógrafo mayor de Indias. El espléndido edificio, la Casa
Lonja de Sevilla, que se construyó en época de Felipe II sobre planos de Juan de
Herrera sirve hasta hoy como sede del Archivo.

Desde 1785, y en distintas remesas, se van incorporando los fondos de las principales
instituciones indianas: el Consejo de Indias, la Casa de la Contratación, los
consulados, las secretarías de Estado y de Despacho hasta convertir el Archivo en el
principal depósito documental para el estudio de la Administración española en el
Nuevo Mundo, o, como se ha dicho hasta hacer de ello un tópico, hasta convertir el
Archivo General de Indias en «la meca del americanismo».

Hoy el Archivo General de Indias conserva más de cuarenta y tres mil legajos,
instalados en ocho kilómetros lineales de estanterías, con unos ochenta millones de
páginas de documentos originales que permiten a diario profundizar en más de tres
siglos de historia de todo un continente, desde Tierra de Fuego hasta el sur de
Estados Unidos, además del Extremo Oriente español, las Filipinas: la historia política
y la historia social, la historia económica y la de las mentalidades, la historia de la
Iglesia y la historia del arte... Los más variados temas ocupan el interés de los miles de
investigadores que pasan por el Archivo: desde el descubrimiento, exploración y
conquista del Nuevo Mundo hasta la independencia; desde las instituciones políticas
indianas hasta la historia de los pueblos precolombinos; desde el intercambio
comercial a los problemas de tráfico marítimo; desde la expansión misionera hasta los
aspectos inquisitoriales. Tantos y tantos temas en los que el Archivo General de Indias
va contribuyendo a lo largo del tiempo para obtener la más completa y documentada
visión histórica de la Administración española del Nuevo Mundo.

El edificio que hoy alberga el Archivo fue construido para alojar el cada vez mayor
número de comerciantes que, reunidos en torno a la Universidad de Mercaderes
primero y tras 1546 constituidos como consulado, necesitaban un espacio propio para
celebrar sus tratos y resolver sus pleitos. El conflicto generado entre el cabildo de la
catedral y los mercaderes por la ocupación de los espacios sagrados de la catedral
para menesteres tan poco piadosos como los que guiaban a los comerciantes dio el
definitivo empuje para que en 1583 comenzaran las obras de construcción de la Lonja
de Mercaderes.
El arquitecto real, Juan de Herrera, fue el encargado del diseño de un edificio cuya
construcción se prolongó hasta 1646. A cargo de las obras estuvieron varios
prestigiosos arquitectos como Juan de Minjares, Alonso de Vandelvira y Miguel de
Zumárraga quienes, sobre todo este último, alteraron algunas de las ideas del
proyecto original al introducir elementos innovadores en su construcción, como el
abovedamiento de la planta superior, para aligerar la habitual solución herreriana de
techo a dos aguas, más pesada y que presentaba un mayor riesgo de incendio.

La segunda mitad del siglo XVII trajo consigo la decadencia política y comercial del
imperio español que, inevitablemente, debía causar contraste con la reciente
finalización de las obras de la lonja. En 1717 la sede del comercio ultramarino se
traslada a Cádiz, quedando en Sevilla únicamente una Diputación de Comercio. La
infrautilización del edificio fue tan manifiesta que llegaron a habilitarse viviendas
particulares en su interior mientras que la institución que promovió su construcción
periclitaba.

La elección en 1781 de la Lonja de Mercaderes de Sevilla como sede del gran


proyecto ilustrado que iba a ser el Archivo General de Indias detuvo la degradación del
edificio. Una vez desalojados los inquilinos y dividido el espacio entre la Diputación de
Comercio y el emplazamiento del archivo y sus dependencias, Luca Cintora, arquitecto
de los Reales Alcázares, acometió una audaz obra de readaptación del edificio para
servir a los fines de depósito documental. Su discutida intervención procuró por un
lado recuperar en la medida de lo posible el proyecto de Juan de Herrera, devolviendo
la diafanidad a las galerías y por otro lado reformar la escalera de acceso confiriéndole
con un generoso revestimiento de mármol la actual suntuosidad.

En planta cuadrada, de 56 metros de lado, con dos alturas sobre lonja rodeada de
columnas con cadenas, el edificio del Archivo consiste fundamentalmente en un patio
central rodeado por dos naves cuadrangulares, una interior y otra exterior. Todo el
edificio es de piedra, con dos plantas abovedadas comunicadas por la escalera
monumental.

Recientemente el Ministerio de Cultura ha acometido obras de remodelación en el


edificio con el propósito de modernizar sus instalaciones, mejorar el depósito de los
documentos y adecuar las galerías exteriores de la planta superior para la instalación
de exposiciones temporales, en lo que constituye un itinerario para visitas que recorre
todo el edificio.
El espacio para la investigación y la gestión del Archivo General de Indias queda
actualmente fuera de este emplazamiento, pero justo a su costado. El edificio conocido
como la "Cilla" ha sido remodelado para garantizar la compatibilidad de las funciones
administrativas y de investigación con el desarrollo de las visitas y las exposiciones en
la lonja. Dicho edificio se apoya en el paño de muralla que del Alcázar parte hacia la
Torre del Oro. De planta rectangular, la baja sobre pilares y la primera sobre
columnas, con bóvedas baídas. La construcción cuenta también con dos niveles
añadidos, uno bajo la cubierta, y un sótano. Diversas han sido las funcionalidades que
ha tenido este emplazamiento, desde su adscripción al cabildo, su utilización desde
1972 por el Ayuntamiento de Sevilla como sede del Museo de Arte Contemporáneo de
Sevilla y, en la actualidad, sede del Archivo General de Indias.

FONDOS DOCUMENTALES DEL ARCHIVO GENERAL DE INDIAS

Los documentos que hoy conserva el Archivo proceden fundamentalmente de los


siguientes organismos metropolitanos:

Consejo de Indias, siglos XVI-XIX


Casa de la Contratación, siglos XVI-XVIII
Consulados de Sevilla y Cádiz, siglos XVI-XIX
Secretarías de Estado y del Despacho Universal de Indias, de Estado, de
Gracia y Justicia, Hacienda y Guerra, siglos XVIII-XIX
Secretaría del Juzgado de Arribadas, siglos XVIII-XIX
Comisaría Interventora de la Hacienda Pública de Cádiz
Dirección General de la Renta de Correos, siglos XVIII-XIX
Tribunal de Cuentas, Sala de Ultramar, siglo XIX
Real Compañía de la Habana, siglos XVIII-XIX

Otros documentos proceden directamente de organismos coloniales (Capitanía


General de Cuba, siglos XVIII-XIX) o de archivos pertenecientes a personas
particulares relacionadas con la administración colonial (Duque de Veragua, siglos XV-
XVIII; General Polavieja, 1876-1898, y el Virrey Abascal, 1804-1859).

Los fondos documentales del Archivo de Indias tienen, por lo tanto, un interés
excepcional para el estudio histórico de la obra de España en Indias, afectando a una
extensión enorme, América (desde el sur de Estados Unidos hasta Tierra de Fuego) y
Filipinas durante los siglos XV al XIX.

Se encuentra agrupado en 16 secciones: Patronato, Contaduría, Contratación,


Justicia, Gobierno, Escribanía de Cámara, Arribadas, Correos, Estado, Ultramar,
Consulados, Cuba, Títulos de Castilla, Tribunal de Cuentas, Diversos, Mapas y Planos

BIBLIOGRAFIA
http://www.mcu.es/archivos/MC/AGI/index.html

CRUZ MUNDET, José Ramón. Manual de Archivística. 6 ed. Madrid: Fundación Ruipérez, 2005. 413 p

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