Seminario de Practica Profesional Actividad Practica #2
Seminario de Practica Profesional Actividad Practica #2
Seminario de Practica Profesional Actividad Practica #2
Legajo: VABG87094.
Fecha de entrega:
Carrera: Abogacía.
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ESTRATEGIA PARA LLEVAR A CABO LA RESOLUCION DEL CASO
PROBLEMÁTICA PROFESIONAL N° 30
Como primera medida he de realizar una correcta interpretación de los hechos, para así
poder comprender como se llevo a cabo el accidente. Esto me obligará a su vez a recolectar
todas las pruebas que surjan de los hechos y todo lo referido a prueba documental para
acompañar con el reclamo administrativo a la compañía de seguro y ante una posible
demanda civil por daños y perjuicios futura. Así mismo en esta etapa se ha de identificar el
derecho aplicable al caso, para poder determinar si estamos frente a una situación de
relevancia jurídica.
El próximo paso sería agotar todas las vías previas a interponer una demanda, entre ellas
como primera medida interpondría un recurso administrativo ante la compañía de seguro.
Como segundo paso y ante una respuesta negativa de la compañía de seguro interpelaría
mediante carta documento a la Sra. Nicolicci para que en un plazo perentorio de 5 días de
recibida la misma proceda a cumplir con el resarcimiento de todos los daños especificados
en dicho documento. En el texto de la misma agregaría la respuesta negativa de la
compañía de seguros.
Llegado el caso en que la Sra. Nicolicci no procediera con el resarcimiento de todos los
daños reclamados, tantos materiales producidos en el automotor y personales del Sr
Rodriguez y su hija, procedería de la siguiente manera:
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De ella obtendría toda la prueba documental, las lesiones ocasionadas, la
mecánica del hecho y toda aquella prueba que haya arrojado la investigación del
fiscal de la causa en la investigación penal preparatoria, además habría de agregar
toda la prueba que logre recabar por mis propios medios y que sea conducente a la
causa.
Pero no podemos dejar de ver la importancia que tiene la prueba recolectada por
el fiscal, ya que es una prueba que ha sido ofrecida en un proceso penal ligado al
mismo hecho que causo los daños reclamados por mi cliente en la demanda civil, y
por sobre todo ha sido recolectada por una oficial público en el ejercicio de sus
funciones.
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RECLAMO ADMINISTRATIVO EXTRAJUDICIAL
S_________________/_________________D.
De mi mayor consideración:
RODRIGUEZ LAUTARO, DNI 34.567.897, por derecho propio, con domicilio real en la
calle Figueroa Alcorta 456, Barrio Centro de la ciudad de Córdoba, y en representación de
mi hija RODRIGUEZ JOSEFINA, DNI 46.789.098, con domicilio real en calle Figueroa
Alcorta 456, barrio Centro de la ciudad de Córdoba, y fijando domicilio legal a los efectos
del presente en la calle caseros 1154, Barrio Alberdi de la ciudad de Córdoba, ambos con el
patrocinio letrado del Dr. PAREJA JUAN JOSE (mat. Profesional 1-2345), me dirijo a
Ud. y digo:
I.- OBJETO:
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pago de la suma de PESOS CUATROCIENTOS SETENTA MIL QUINIENTOS
($470.500_), con mas intereses desde la fecha del hecho hasta su efectivo pago y el 20% en
concepto de honorarios, en función de las consideraciones de hecho y derecho que infra se
exponen.
II.- HECHOS:
Que el día 08 de Julio del año 2019, siendo aproximadamente las 23:30 hs, me dirigía junto
con mi hija en un rodado de mi propiedad marca Jeep Renegade, color gris, dominio
AC8200, circulando por la calle Sadi Carnot de esta ciudad en dirección norte sur.
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Entre dichas lesiones se constato que producto del impacto mi hija sufrió una
QUEBRADURA EXPUESTA EN SU PIERNA DERECHA, y un TRAUMATISMO DE
HEMITORAX DERECHO, tal cual surge de las actuaciones del personal médico que
asistió al lugar del hecho de la colisión, y de la historia clínica formulada por el Sanatorio
Allende Sucursal Cerro de las Rosas de esta ciudad donde fue tratada.
La responsabilidad de la Sra. Mirta Nicolicci queda reforzada no sólo porque hizo caso
omiso a la señalización del semáforo, sino además porque ella conducía a alta velocidad
por una calle en la cual el límite de velocidad es mucho menor del que ella llevaba al
momento de colisionar contra mi vehículo, provocando serios daños en mi vehículo y
lesiones serias en la persona de mi hija.
III.- RESPONSABILIDAD
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circulación de vehículos se aplican los artículos referidos a la responsabilidad derivada de
la intervención de cosas. La referencia es a los arts. 1757 y 1758. La primera de estas dos
últimas normas prescribe que toda persona responde por el daño causado por el riesgo o
vicio de las cosas, o de las actividades que sean peligrosas por su naturaleza, por los medios
empleados o por las circunstancias de su realización. Se recepta legalmente la doctrina y
jurisprudencia dominantes, respetándose los criterios elaborados durante la vigencia del
anterior cuerpo normativo acerca del riesgo creado.
En relación con el caso que motiva la presente litis, puede incluso mencionarse un
precedente plenario de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil en el que se indicó
que tratándose de una colisión plural de automotores en movimiento, la responsabilidad
emergente del dueño o guardián debía encuadrarse en el segundo párrafo del artículo 1113
del Código Civil, y no bajo la órbita del artículo 1109 de aquel cuerpo normativo (CNCiv.,
en pleno, 10/11/1994, “Valdez c/ El Puente S.A.T. y otros”). Esto se debe a que el
automotor en circulación debe reputarse cosa riesgosa, o peligrosa, por la
potencialidad de producir daños que lleva en sí misma en las circunstancias de su
desplazamiento. Así lo ha entendido la jurisprudencia, postulando que el automotor es
cosa generadora de riesgo, a los efectos del artículo 1113 (o bien, podría encuadrarse
en el actual 1757 del CCCN), porque al andar expande la posibilidad de peligro. Por su
naturaleza, si está en movimiento puede dañar. No produce seguridad por donde pasa sino
la posibilidad cierta de peligro a raíz de las eventualidades que su marcha presenta (CNCiv,
Sala H, 29/12/1999, Marín, María C. c/ Brown, Alicia N. s/ Daños y perjuicios).
Por su parte, del artículo 1757 también emerge que el factor de atribución de
responsabilidad derivada de los accidentes de tránsito es objetiva, no siendo eximentes la
autorización administrativa para el uso de la cosa o la realización de la actividad, ni el
cumplimiento de las técnicas de prevención. Ello implica que la culpa del agente es
irrelevante a los efectos de atribuir responsabilidad, debiendo el sindicado responsable
acreditar la causa ajena para liberarse, excepto disposición legal en contrario (art. 1722 del
CCCN). En consecuencia, resulta indiferente la culpa del agente, toda vez que se prescinde
de ella y la obligación de reparar se efectúa con abstracción de la imputación subjetiva
(Galdós, Jorge Mario, en comentario al artículo 1722 del CCCN en Lorenzetti, Ricardo
Luis, Código Civil y Comercial de la Nación. Comentado, t. VIII, ed. Rubinzal Culzoni,
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pág. 389).
En suma, los daños causados por la circulación de vehículos ponen en juego las
presunciones de causalidad, responsabilizándose al dueño o guardián por los daños
ocasionados con fundamento objetivo en el riesgo. Por aplicación de dicha doctrina, al
actor le basta probar el contacto de su automotor con el de la parte demandada, pues dado el
factor objetivo de atribución no necesita probar la culpa del otro partícipe en la colisión
(CNCiv, Sala H, 23/09/2003, Parodi de Díaz, Norma L. c/ Junquera, Miguel A. y otros s/
Daños y perjuicios).
El dueño o guardián debe acreditar en forma fehaciente e indubitada la existencia de una
causa ajena para fracturar el nexo causal (hecho del damnificado -art. 1729-, caso fortuito o
fuerza mayor -art. 1730- o el hecho de un tercero por quien no debe responder -art. 1731-).
Por ende, la causa de exención no puede consistir en su falta de culpa puesto que este es
ajeno a la apuntada imputación objetiva. Asimismo esas condiciones eximentes deberán ser
interpretadas con criterio restrictivo en atención a que los factores objetivos creados
normativamente ceden solamente en casos excepcionales.
A continuación V.S. se detallarán los fundamentos en virtud de los cuales esta parte achaca
responsabilidad a cada uno de los accionados.
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El destacado jurista señala que ello también surge de lo establecido por el artículo 1769 del
CCCN (Pizarro, Ramón D., “Responsabilidad civil por actividades riesgosas o peligrosas
en el nuevo Código”, La Ley, 12/08/2015)
Sin perjuicio del carácter objetivo del factor de atribución en cuestión, en el caso del
conductor no debe omitirse la incidencia causal que en la producción del daño tiene la
inobservancia de las reglamentaciones de tránsito (Galdós, Jorge Mario, “El riesgo creado y
el conductor del automóvil”, JA, 1996-IV, 983). En efecto, esta situación se configura en la
mayoría de los casos, y el que motiva el inicio de las presentes actuaciones no es ajeno a
ello. Prácticamente en la totalidad de las situaciones se encuentra una hendija que habilita,
aunque más no sea, un reproche subjetivo.
En función de ello, en la especie también debe cuestionarse la conducta desplegada por
NICOLICCI MIRTA por haber obrado con imprudencia, negligencia o impericia,
omitiendo las diligencias que las circunstancias de tiempo y lugar le imponían (conf.
art. 1724 del CCCN).
En definitiva, NICOLICCI MIRTA no anticipó adecuadamente la maniobra que estaba
próximo a realizar, ni tomo los recaudos necesarios para cruzar la intersección de las calles
Sadi Carnot y Av. Italia, circunstancia que tendría que haber estado precedida por la
comprobación que el paso estaba expedito para emprenderlo sin interferir en la línea de
circulación de mi rodado.
Esta irresponsable actitud demuestra una inobservancia a las reglas de cuidado y
previsión a las que se encontraba obligado, siendo ello suficiente para imputarle culpa
por la producción del siniestro que originara los detrimentos que infra se enuncian
(conf. arts. 1724 y 1725 del CCCN).
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si o por terceros, el uso, la dirección y el control de la cosa, o a quien obtiene un
provecho de ella. El dueño y el guardián no responden si prueban que la cosa fue usada
en contra de su voluntad expresa o presunta.
En caso de actividad riesgosa o peligrosa responde quien la realiza, se sirve u obtiene
provecho de ella, por si o por terceros, excepto lo dispuesto por la legislación especial”.
IV.DAÑOS RECLAMADOS
De acuerdo a la carga que impone el art. 330 in fine del CPCCN, señalo a V.S. que
conforme a la naturaleza de los daños producidos, efectúo una estimación de los montos
indemnizatorios reclamados o lo que en más o en menos resulten de las probanzas de autos,
con más los intereses desde que cada rubro es debido y hasta la fecha del efectivo pago, a la
tasa activa emergente del Fallo Plenario dictado por la Excma. Cámara Nacional de
Apelaciones en lo Civil, el día 20/04/2009, en los autos caratulados Samudio de Martínez,
Ladislao c/ Transportes Doscientos Setenta S.A. s/Daños y per-juicios.
Es del caso destacar, que de acuerdo a lo establecido en el art. 1740 del Código Civil y
Comercial de la Nación, la reparación debe ser plena: “La reparación del daño debe ser
plena. Consiste en la restitución de la situación del damnificado al estado anterior al
hecho dañoso, sea por el pago en dinero o en especie. La víctima puede optar por el
reintegro específico, excepto que sea parcial o totalmente imposible, excesivamente
oneroso o abusivo, en cuyo caso se debe fijar en dinero. En el caso de daños derivados de
la lesión del honor, la intimidad o la identidad personal, el juez puede, a pedido de parte,
ordenar la publicación de la sentencia, o de sus partes pertinentes, a costa del
responsable”.
A) DAÑO EMERGENTE
1- Gastos Varios: Como consecuencia del evento dañoso he
tenido que incurrir en gastos varios, para curaciones, medicamentos, inyecciones,
descartables, movilidad a centros asistenciales, etc., por lo que reclamo por éste rubro
la suma de pesos DOSCIENTOS CINCUENTA MIL ($250.000) y/o lo que en más
o menos surja de la prueba a rendirse y/o lo estime V.S. según su leal saber y
entender, según el siguiente detalle:
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1.a- Gastos Medicamentos: Como consecuencia del evento,
he tenido que incurrir en gastos de asistencia médica, medicamentos, descartables y
estudios, los cuales ascienden a la suma de pesos DOSCIENTOS MIL ($200.000)
y/o lo que en más o menos surja de la prueba a rendirse y/o lo estime V.S. según su
leal saber y entender.
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B) DAÑO MORAL:
Antes del suceso dañoso, del cual resultaron víctimas el Sr Rodriguez Lautaro y su hija la
Srta. Josefina Rodriguez por exclusiva y excluyente culpa de la Sra. Nicolicci Mirta, la
Srta. JOSEFINA RODRIGUEZ era una persona que disfrutaba la vida, sin temores, sin
sufrimientos, sin desvalores físicos ni espirituales, una persona en definitiva que gozaba del
afecto de sus seres queridos, de las actividades normales que dignifican a una persona, su
trabajo, su familia.
A partir del hecho dañoso, viene padeciendo no solo dolores físicos, incapacidades,
angustias, una afección espiritual severa, que derribó su personalidad, al no ser más la
persona que era, todo ello por el actuar negligente, imperito, culpable de la Sra.
NICOLICCI, siendo obligada a concurrir a hospitales, rehabilitación, todo lo cual provocó
un sufrimiento, un padecimiento en su persona y espíritu que no estaba ni está obligada a
soportar. Por ello tal circunstancia deberá ser resarcida por quien la causo que no es otra
que la antes mencionada. Es sabido que siempre resulta dificultoso cuantificar este daño,
pero para la Srta. RODRIGUEZ JOSEFINA es el más importante, porque sin dudas es
para el que no existe cirugía reparadora, tratamiento paliatorios, éste daño convive en lo
más íntimo de la persona. Por ello reclamo en tal concepto la suma de pesos CINCUENTA
MIL ($50.000) y/o lo que en más o menos surja de la prueba a rendirse y/o lo estime V.S.
según su leal saber y entender.
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adecuación entre los importes consignados en presupuestos o facturas y los valores en
plaza, inferencia que debe ser enervada por la demostración adversa a cargo del
demandado.
En cuanto a la extensión del resarcimiento por este rubro, es claro que el damnificado
tiene derecho a obtener los fondos necesarios para restablecer su rodado a su estado
anterior, por lo que debe apuntarse a la reparación integral.
Jurisprudencialmente se ha decidido que la circunstancia de que al reparar cosas usadas
sustituyendo piezas nuevas por viejas, ocurra que el valor de la reparación exceda al
porcentaje que en el total de la unidad corresponda asignarle a la sección reparada, no
empece a que así se disponga en cuanto no exceda al valor total de la cosa, supuesto en que
la indemnización halla límite en la suma suficiente para adquirir otra de similar estado y
calidad. Es que el principio que rige la materia es el de la reparación integral, ya que no es
demasiado exigir del autor del daño que soporte algunos sacrificios pecuniarios para
indemnizar enteramente aquello que ha hecho sufrir por su poca prudencia o su desatención
(C. Civ. y Com. San Nicolás, 22/04/1997, Zulli, Claudio Lucio y otra c/Ceballos,
Guillermo Héctor y otros s/Daños y perjuicios; Lexis BA B854817).
También, que la víctima tiene derecho a elegir con prudencia el sitio donde realizará las
reparaciones, no pudiendo privársele de la opción por el que considere técnicamente más
idóneo, debiendo la elección ser razonable para evitar una indebida agravación del daño,
por importar un exceso (CNCiv., Sala L, 15/10/1994, Castellano, Miguel A. c/Botta, Darío
O. y otro JA, 1997-IV, síntesis).
Como se narrara más arriba, y se acredita con los presupuestos que al efecto se adjuntan, la
reparación de los daños que el siniestro le causó al vehículo de mi propiedad (puerta
delantera izquierda, puerta trasera izquierda, puerta delantera derecha, puerta trasera
derecha, frente lateral derecho, frente lateral izquierdo, parante entre las puertas, defensa
inferior de chasis, asiento conductor, asiento acompañante, cinturón del conductor, cinturón
del acompañante, airbags, chapa y pintura de los elementos antes mencionados, vidrios
laterales derechos e izquierdos, espejos laterales derechos e izquierdos, y pintura integral
del vehículo ), a los cuales se le suma la mano de obra y asciende a la suma total de pesos
Ciento Setenta mil y quinientos pesos ($170.500).-
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V. PRUEBA
a) Fotocopia de DNI.
b) Licencia de Conducir
c) Tarjeta Verde Dominio AC8200
d) Certificado expedido por el DR. MONTIVERO ADRIAN, mat profesional
33445 perteneciente al SANATORIO ALLENDE (Médico Cirujano-
Especialista en Medicina Legal)
e) Presupuesto expedido por taller mecánico CAR DETAILL.
f) Fotografías
g) Certificado de cobertura
h) Informes médicos, del Sanatorio Allende Sucursal Cerro de las Rosas y del
personal médico que asistió a los damnificados al momento del hecho.
i) Recibo de gastos varios
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CARTA DOCUMENTO
Remitente:
Destinatario:
Sra. Mirta Nicolicci
Domicilio: Mariano Moreno 213, Ciudad de Córdoba
De mi consideración:
Me dirijo a Ud. en carácter de abogado patrocinante del Sr Rodriguez Lautaro y de la
Señorita Rodriguez Josefina damnificados por el accidente ocurrido el día 8 de julio del año
2019, en el cual el vehículo donde ellos se trasladaban, un vehículo marca JEEP
RENEGADE dominio AC8200, sufrió una colisión producida por un automóvil de su
propiedad marca FORD FIESTA dominio ACX829, en la intersección de las calles Sadi
Carnot y Av. Italia produciendo daños materiales al automotor propiedad del Sr. Rodriguez
Lautaro y lesiones en su persona y de su hija la Srta. Rodriguez Josefina.
Sin que esto importe comprometer opinión final en la cuestión ni descartar otros
responsables, estimo que usted resulta obligada a responder por de los daños materiales y
las lesiones originadas la Srta. Rodriguez, debido a que usted es la persona que manejaba
el vehículo FORD FIESTA, y el cual además es de su propiedad.
Así mismo estimo que es usted responsable ya que la velocidad con la que usted se
conducía era superior a la permitida por la normativa municipal de transito en calles y
avenidas de la ciudad de Córdoba.
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Además, no es de menor importancia recalcar que usted conducía alcoholizada, surgiendo
esto de las actuaciones del Instituto de Bioquímica de Policía Judicial ordenadas por el
fiscal actuante en la investigación, quedando las mismas archivadas en las actuaciones
sumariales N° 332561/20 en la Unidad Judicial N° 1; siendo que la normativa municipal de
la Ciudad de Córdoba respecto a la conducción bajo efectos del alcohol es de tolerancia
cero.
Como anticipo de la posición que en el caso adopto y sin que la siguiente estimación
importe la congelación de las estimaciones respectivas o la limitación de los conceptos
resarcibles, le hago conocer los siguientes daños sufridos por el Sr y la Srta. Rodriguez,
tanto en su automotor como las lesiones personales sufridas por la Srta. Rodriguez Josefina
por cuya reparación tengo derecho a reclamar:
Daños al automotor:
Abolladura de: puerta delantera izquierda, puerta trasera izquierda, puerta delantera
derecha, puerta trasera derecha, frente lateral derecho, frente lateral izquierdo,
parante entre las puertas.
Rotura de: defensa inferior de chasis, asiento conductor, asiento acompañante,
cinturón del conductor, cinturón del acompañante, airbags, vidrios laterales
derechos e izquierdos, espejos laterales derechos e izquierdos.
Chapa y pintura integral del vehículo.
Mano de obra.
Como resultado de los daños sufridos y los gastos realizados para palear los mismos,
procedo a detallar el monto correspondiente a cada gasto y daño producido:
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Reparación del rodado $170.500-
Daño moral $50.000-
Reiterando mi solicitud a dar una solución extrajudicial a esta cuestión la saludo a usted
atentamente.
......................
Firma Pareja Juan José
Abogado MP 1-2345
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