Seminario de Practica Profesional Actividad Practica #2

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Apellido y nombre: Pareja Juan José.

Legajo: VABG87094.

Fecha de entrega:

Carrera: Abogacía.

Materia: Práctica Profesional de Abogacía.

Modulo: 2, Aprendizaje Basado en Problemas (ABP), Aprendizaje Basado en Casos


(ABC).

Profesor: Scilleta, Marcos.

Entrega: Es la segunda entrega en la materia que realizo.

1
ESTRATEGIA PARA LLEVAR A CABO LA RESOLUCION DEL CASO
PROBLEMÁTICA PROFESIONAL N° 30

Como primera medida he de realizar una correcta interpretación de los hechos, para así
poder comprender como se llevo a cabo el accidente. Esto me obligará a su vez a recolectar
todas las pruebas que surjan de los hechos y todo lo referido a prueba documental para
acompañar con el reclamo administrativo a la compañía de seguro y ante una posible
demanda civil por daños y perjuicios futura. Así mismo en esta etapa se ha de identificar el
derecho aplicable al caso, para poder determinar si estamos frente a una situación de
relevancia jurídica.

El próximo paso sería agotar todas las vías previas a interponer una demanda, entre ellas
como primera medida interpondría un recurso administrativo ante la compañía de seguro.

Seguramente la compañía de seguros no responderá por los hechos de la Sra. Nicolicci


ya que ella estaba conduciendo su vehículo bajo los efectos del alcohol, tal cual surge de las
actuaciones del personal de Bioquímica Policial en cumplimiento de lo ordenado por el
fiscal de la investigación.

Como segundo paso y ante una respuesta negativa de la compañía de seguro interpelaría
mediante carta documento a la Sra. Nicolicci para que en un plazo perentorio de 5 días de
recibida la misma proceda a cumplir con el resarcimiento de todos los daños especificados
en dicho documento. En el texto de la misma agregaría la respuesta negativa de la
compañía de seguros.

Llegado el caso en que la Sra. Nicolicci no procediera con el resarcimiento de todos los
daños reclamados, tantos materiales producidos en el automotor y personales del Sr
Rodriguez y su hija, procedería de la siguiente manera:

1. Seguramente el fiscal iniciara una investigación por las lesiones producidas a


Josefina derivadas del actuar de la Sra. Nicolicci, lesiones a mi criterio GRAVES,
ya que en este caso produjeron una debilitación permanente (no perpetua) de uno de
los miembros inferiores de ella, ya que la misma sufrió una quebradura expuesta en
una de sus piernas.
Ante esto me constituiría como querellante particular y actor civil para lograr así
un resarcimiento económico por los daños sufridos por Josefina.
2. Como segunda medida y buscando lograr un resarcimiento de los daños
producidos en la persona y automotor del Sr. Rodriguez iniciaría una demanda civil
por daños y perjuicios, obteniendo del proceso penal toda la prueba aportada por el
fiscal en su investigación.

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De ella obtendría toda la prueba documental, las lesiones ocasionadas, la
mecánica del hecho y toda aquella prueba que haya arrojado la investigación del
fiscal de la causa en la investigación penal preparatoria, además habría de agregar
toda la prueba que logre recabar por mis propios medios y que sea conducente a la
causa.
Pero no podemos dejar de ver la importancia que tiene la prueba recolectada por
el fiscal, ya que es una prueba que ha sido ofrecida en un proceso penal ligado al
mismo hecho que causo los daños reclamados por mi cliente en la demanda civil, y
por sobre todo ha sido recolectada por una oficial público en el ejercicio de sus
funciones.

3
RECLAMO ADMINISTRATIVO EXTRAJUDICIAL

REFERENCIA: RECLAMO EXTRAJUDICIAL SINIESTRO Nº :


23456
ASUNTO: SINIESTRO

FECHA DE SINIESTRO: 08/07/19


DOMINIO : AC8200

Al señor gerente de compañía SEGUROS ORBIS

S_________________/_________________D.

De mi mayor consideración:

RODRIGUEZ LAUTARO, DNI 34.567.897, por derecho propio, con domicilio real en la
calle Figueroa Alcorta 456, Barrio Centro de la ciudad de Córdoba, y en representación de
mi hija RODRIGUEZ JOSEFINA, DNI 46.789.098, con domicilio real en calle Figueroa
Alcorta 456, barrio Centro de la ciudad de Córdoba, y fijando domicilio legal a los efectos
del presente en la calle caseros 1154, Barrio Alberdi de la ciudad de Córdoba, ambos con el
patrocinio letrado del Dr. PAREJA JUAN JOSE (mat. Profesional 1-2345), me dirijo a
Ud. y digo:

I.- OBJETO:

Que vengo por la presente a iniciar FORMAL RECLAMO ADMINISTRATIVO, con el


propósito de que me sean resarcidos los daños y perjuicios sufridos en el accidente de
tránsito ocurrido el día 8 de julio del año 2019 a las 23:30 hs aproximadamente, en la
intersección de las calles Sadi Carnot y Av. Italia de la Ciudad de Córdoba, persiguiendo el

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pago de la suma de PESOS CUATROCIENTOS SETENTA MIL QUINIENTOS
($470.500_), con mas intereses desde la fecha del hecho hasta su efectivo pago y el 20% en
concepto de honorarios, en función de las consideraciones de hecho y derecho que infra se
exponen.

II.- HECHOS:

Que el día 08 de Julio del año 2019, siendo aproximadamente las 23:30 hs, me dirigía junto
con mi hija en un rodado de mi propiedad marca Jeep Renegade, color gris, dominio
AC8200, circulando por la calle Sadi Carnot de esta ciudad en dirección norte sur.

Al arribar a la intersección de la calle antes citada y la denominada Avenida Italia, continué


mi marcha atento que la luz del semáforo habilitaba mi paso ya que se encontraba en
VERDE.

En ese momento fui embestido intempestivamente de mi lado derecho por un automóvil


marca Ford fiesta, color blanco, dominio ACX- 829, Seguros Orbis (póliza N° 56784,
denuncia 4857494), conducido por la Sra. Mirta Nicolicci, de 50 años de edad, DNI
28.908.098, domicilio Mariano Moreno 213 de la Ciudad de Córdoba, y propietaria del
rodado; quien circulaba a gran velocidad por la Av. Italia en dirección este-oeste.

Como resultado de la colisión el vehículo que me transportaba terminó incrustado en el


local de rubro carnicería, bajo el nombre de CARNICERIA LOCOS POR EL ASADO,
que se encuentra en la intersección de las calles Sadi Carnot y Av. Italia, sufriendo graves
daños en el costado derecho producto del choque, y del lado izquierdo y frente producto de
colisionar contra el local citado supra.

Además de los daños ocasionados a mi automóvil, severos daños se produjeron a la salud


de mi hija, los cuales fueron constatados por personal médico que asistió al lugar del hecho
para socorrernos y por personal del Sanatorio Allende sucursal Cerro de las Rosas, donde
fue trasladada luego del accidente.

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Entre dichas lesiones se constato que producto del impacto mi hija sufrió una
QUEBRADURA EXPUESTA EN SU PIERNA DERECHA, y un TRAUMATISMO DE
HEMITORAX DERECHO, tal cual surge de las actuaciones del personal médico que
asistió al lugar del hecho de la colisión, y de la historia clínica formulada por el Sanatorio
Allende Sucursal Cerro de las Rosas de esta ciudad donde fue tratada.

La responsabilidad de la Sra. Mirta Nicolicci queda reforzada no sólo porque hizo caso
omiso a la señalización del semáforo, sino además porque ella conducía a alta velocidad
por una calle en la cual el límite de velocidad es mucho menor del que ella llevaba al
momento de colisionar contra mi vehículo, provocando serios daños en mi vehículo y
lesiones serias en la persona de mi hija.

III.- RESPONSABILIDAD

Responsabilidad significa calidad o condición de responsable y la obligación de reparar y


satisfacer, por si o por otro, toda pérdida, daño o perjuicio que injustamente se hubiere
ocasionado.
En otras palabras, la responsabilidad civil es la obligación de reparar todo daño causado a
otro sin causa de justificación. Calvo Costa (Derecho de las obligaciones. Derecho de
daños, t.2, Ed. Hammurabi, pág. 28 y sigtes.) explica que en realidad, más que el daño
injustamente ocasionado por el ofensor, resulta más relevante el daño injustamente
sufrido por la víctima. De este modo, mediante un factor de atribución se habilita el
traspaso de los detrimentos sufridos por la víctima hacia el patrimonio de la persona
sindicada como responsable mediante la mencionada imputación legal.
Esta definición deja traslucir que el fundamento de la responsabilidad civil ha variado su
eje; ya no se basa en el acto ilícito, sino más bien en el daño de aquel sujeto que lo soporta.
Por otro lado, se advierte que es una herramienta que permite efectuar una imputación
patrimonial, adquiriendo la función de distribuir las consecuencias dañosas del hecho
dañoso, trasladando el peso económico, cargando las consecuencias sobre el dañador.
Dicho esto, y a los fines de encuadrar jurídicamente la cuestión, cabe señalar que el artículo
1769 del Código Civil y Comercial de la Nación predica que a los daños causados por la

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circulación de vehículos se aplican los artículos referidos a la responsabilidad derivada de
la intervención de cosas. La referencia es a los arts. 1757 y 1758. La primera de estas dos
últimas normas prescribe que toda persona responde por el daño causado por el riesgo o
vicio de las cosas, o de las actividades que sean peligrosas por su naturaleza, por los medios
empleados o por las circunstancias de su realización. Se recepta legalmente la doctrina y
jurisprudencia dominantes, respetándose los criterios elaborados durante la vigencia del
anterior cuerpo normativo acerca del riesgo creado.
En relación con el caso que motiva la presente litis, puede incluso mencionarse un
precedente plenario de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil en el que se indicó
que tratándose de una colisión plural de automotores en movimiento, la responsabilidad
emergente del dueño o guardián debía encuadrarse en el segundo párrafo del artículo 1113
del Código Civil, y no bajo la órbita del artículo 1109 de aquel cuerpo normativo (CNCiv.,
en pleno, 10/11/1994, “Valdez c/ El Puente S.A.T. y otros”). Esto se debe a que el
automotor en circulación debe reputarse cosa riesgosa, o peligrosa, por la
potencialidad de producir daños que lleva en sí misma en las circunstancias de su
desplazamiento. Así lo ha entendido la jurisprudencia, postulando que el automotor es
cosa generadora de riesgo, a los efectos del artículo 1113 (o bien, podría encuadrarse
en el actual 1757 del CCCN), porque al andar expande la posibilidad de peligro. Por su
naturaleza, si está en movimiento puede dañar. No produce seguridad por donde pasa sino
la posibilidad cierta de peligro a raíz de las eventualidades que su marcha presenta (CNCiv,
Sala H, 29/12/1999, Marín, María C. c/ Brown, Alicia N. s/ Daños y perjuicios).
Por su parte, del artículo 1757 también emerge que el factor de atribución de
responsabilidad derivada de los accidentes de tránsito es objetiva, no siendo eximentes la
autorización administrativa para el uso de la cosa o la realización de la actividad, ni el
cumplimiento de las técnicas de prevención. Ello implica que la culpa del agente es
irrelevante a los efectos de atribuir responsabilidad, debiendo el sindicado responsable
acreditar la causa ajena para liberarse, excepto disposición legal en contrario (art. 1722 del
CCCN). En consecuencia, resulta indiferente la culpa del agente, toda vez que se prescinde
de ella y la obligación de reparar se efectúa con abstracción de la imputación subjetiva
(Galdós, Jorge Mario, en comentario al artículo 1722 del CCCN en Lorenzetti, Ricardo
Luis, Código Civil y Comercial de la Nación. Comentado, t. VIII, ed. Rubinzal Culzoni,

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pág. 389).
En suma, los daños causados por la circulación de vehículos ponen en juego las
presunciones de causalidad, responsabilizándose al dueño o guardián por los daños
ocasionados con fundamento objetivo en el riesgo. Por aplicación de dicha doctrina, al
actor le basta probar el contacto de su automotor con el de la parte demandada, pues dado el
factor objetivo de atribución no necesita probar la culpa del otro partícipe en la colisión
(CNCiv, Sala H, 23/09/2003, Parodi de Díaz, Norma L. c/ Junquera, Miguel A. y otros s/
Daños y perjuicios).
El dueño o guardián debe acreditar en forma fehaciente e indubitada la existencia de una
causa ajena para fracturar el nexo causal (hecho del damnificado -art. 1729-, caso fortuito o
fuerza mayor -art. 1730- o el hecho de un tercero por quien no debe responder -art. 1731-).
Por ende, la causa de exención no puede consistir en su falta de culpa puesto que este es
ajeno a la apuntada imputación objetiva. Asimismo esas condiciones eximentes deberán ser
interpretadas con criterio restrictivo en atención a que los factores objetivos creados
normativamente ceden solamente en casos excepcionales.
A continuación V.S. se detallarán los fundamentos en virtud de los cuales esta parte achaca
responsabilidad a cada uno de los accionados.

A) RESPONSABILIDAD DEL CONDUCTOR DEL RODADO:


Se imputa responsabilidad al Sra. NICOLICCI MIRTA en los términos de los artículos
1757 y 1758 del Código Civil y Comercial de la Nación. Así lo entiende la mayor parte de
la jurisprudencia y la doctrina, al señalar que la responsabilidad objetiva se extiende al
conductor del vehículo y al dependiente.
Se juzga al conductor del rodado embistente a mérito del riesgo por él originado al
introducir una cosa riesgosa en el medio social, creando así un riesgo con su uso y la
circulación del rodado.
En sintonía con ello, aunque con diferente argumento, Pizarro apunta que la
responsabilidad del conductor queda alcanzada por el riesgo de la actividad y sujeta al
parámetro objetivo de atribución. Y que, cualquiera sea la forma y modo en que se
produzcan, los accidentes de automotores caen bajo la órbita de los mencionados artículos.

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El destacado jurista señala que ello también surge de lo establecido por el artículo 1769 del
CCCN (Pizarro, Ramón D., “Responsabilidad civil por actividades riesgosas o peligrosas
en el nuevo Código”, La Ley, 12/08/2015)
Sin perjuicio del carácter objetivo del factor de atribución en cuestión, en el caso del
conductor no debe omitirse la incidencia causal que en la producción del daño tiene la
inobservancia de las reglamentaciones de tránsito (Galdós, Jorge Mario, “El riesgo creado y
el conductor del automóvil”, JA, 1996-IV, 983). En efecto, esta situación se configura en la
mayoría de los casos, y el que motiva el inicio de las presentes actuaciones no es ajeno a
ello. Prácticamente en la totalidad de las situaciones se encuentra una hendija que habilita,
aunque más no sea, un reproche subjetivo.
En función de ello, en la especie también debe cuestionarse la conducta desplegada por
NICOLICCI MIRTA por haber obrado con imprudencia, negligencia o impericia,
omitiendo las diligencias que las circunstancias de tiempo y lugar le imponían (conf.
art. 1724 del CCCN).
En definitiva, NICOLICCI MIRTA no anticipó adecuadamente la maniobra que estaba
próximo a realizar, ni tomo los recaudos necesarios para cruzar la intersección de las calles
Sadi Carnot y Av. Italia, circunstancia que tendría que haber estado precedida por la
comprobación que el paso estaba expedito para emprenderlo sin interferir en la línea de
circulación de mi rodado.
Esta irresponsable actitud demuestra una inobservancia a las reglas de cuidado y
previsión a las que se encontraba obligado, siendo ello suficiente para imputarle culpa
por la producción del siniestro que originara los detrimentos que infra se enuncian
(conf. arts. 1724 y 1725 del CCCN).

B) RESPONSABILIDAD DEL TITULAR REGISTRAL:


La Sra. Mirta Nicolicci debe responder en los términos de los artículos 1757 y 1758 del
CCCN por ser el titular registral del AUTOMOVIL.
Ello es así, en virtud de los argumentos indicados en el punto anterior, y porque
expresamente dispone el art. 1758 que “el dueño o guardián son responsables
concurrentes del daño causado por las cosas. Se considera guardián a quien ejerce, por

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si o por terceros, el uso, la dirección y el control de la cosa, o a quien obtiene un
provecho de ella. El dueño y el guardián no responden si prueban que la cosa fue usada
en contra de su voluntad expresa o presunta.
En caso de actividad riesgosa o peligrosa responde quien la realiza, se sirve u obtiene
provecho de ella, por si o por terceros, excepto lo dispuesto por la legislación especial”.
IV.DAÑOS RECLAMADOS

De acuerdo a la carga que impone el art. 330 in fine del CPCCN, señalo a V.S. que
conforme a la naturaleza de los daños producidos, efectúo una estimación de los montos
indemnizatorios reclamados o lo que en más o en menos resulten de las probanzas de autos,
con más los intereses desde que cada rubro es debido y hasta la fecha del efectivo pago, a la
tasa activa emergente del Fallo Plenario dictado por la Excma. Cámara Nacional de
Apelaciones en lo Civil, el día 20/04/2009, en los autos caratulados Samudio de Martínez,
Ladislao c/ Transportes Doscientos Setenta S.A. s/Daños y per-juicios.
Es del caso destacar, que de acuerdo a lo establecido en el art. 1740 del Código Civil y
Comercial de la Nación, la reparación debe ser plena: “La reparación del daño debe ser
plena. Consiste en la restitución de la situación del damnificado al estado anterior al
hecho dañoso, sea por el pago en dinero o en especie. La víctima puede optar por el
reintegro específico, excepto que sea parcial o totalmente imposible, excesivamente
oneroso o abusivo, en cuyo caso se debe fijar en dinero. En el caso de daños derivados de
la lesión del honor, la intimidad o la identidad personal, el juez puede, a pedido de parte,
ordenar la publicación de la sentencia, o de sus partes pertinentes, a costa del
responsable”.

A) DAÑO EMERGENTE
1- Gastos Varios: Como consecuencia del evento dañoso he
tenido que incurrir en gastos varios, para curaciones, medicamentos, inyecciones,
descartables, movilidad a centros asistenciales, etc., por lo que reclamo por éste rubro
la suma de pesos DOSCIENTOS CINCUENTA MIL ($250.000) y/o lo que en más
o menos surja de la prueba a rendirse y/o lo estime V.S. según su leal saber y
entender, según el siguiente detalle:

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1.a- Gastos Medicamentos: Como consecuencia del evento,
he tenido que incurrir en gastos de asistencia médica, medicamentos, descartables y
estudios, los cuales ascienden a la suma de pesos DOSCIENTOS MIL ($200.000)
y/o lo que en más o menos surja de la prueba a rendirse y/o lo estime V.S. según su
leal saber y entender.

1.b- Gastos de Movilidad: Debido al siniestro, la actora he


tenido que trasladarse a diversos centros asistenciales para curaciones, reclamando
por ello la suma de pesos CINCUENTA MIL ($50.000) y/o lo que en más o menos
surja de la prueba a rendirse y/o lo estime V.S. según su leal saber y entender.

La doctrina tiene dicho respecto a estos gastos que: “Producido un menoscabo a la


integridad psicofísica de la persona, resulta imprescindible recurrir a asistencia
terapéutica, lo que siempre implica un sacrificio económico, en mayor o menor medida,
inclusive en caso de atención en establecimientos gratuitos.- Siendo los gastos
terapéuticos una consecuencia forzosa del accidente, una jurisprudencia unánime
sustenta un criterio flexible, no requiriendo prueba efectiva y acabada sobre la
efectividad de los desembolsos y de su cuantía. Lo fundamental es que la índole e
importancia de los medios terapéuticos a que responden los gastos invocados guarden
razonable vinculación con la clase de lesión producida por el hecho, es decir, que exista
la debida relación causal. [Resarcimiento de Daños. 2a Daños a las Personas (Integridad
psicofísica), 2da. Edición ampliada.- Pág. 140 # 24. Dra. MATILDE ZAVALA de
GONZALEZ - ED. HAMMURABI - JOSE LUIS DEPALMA EDITOR- Septiembre de
1983-]”. Este criterio coincide con lo sostenido por la jurisprudencia: “Son indemnizables
ciertos gastos (como los médicos, de farmacia y movilidad) aun cuando no hubiera prueba
específica sobre sus montos respectivos, por las circunstancias particulares del caso, si su
existencia resulta cierta como consecuencia lógica de las secuelas producidas por el
evento dañoso, a las cuales deberá adecuarse el “quantum” de la reparación.- [CApel.
Civil y Comercial de Morón, Sala 2ª, 23-10-84, LL, 1986-A-620, S-37.092; C.N.Civ. Sala
A, 26-3-75, LL, 1975-c-168].

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B) DAÑO MORAL:
Antes del suceso dañoso, del cual resultaron víctimas el Sr Rodriguez Lautaro y su hija la
Srta. Josefina Rodriguez por exclusiva y excluyente culpa de la Sra. Nicolicci Mirta, la
Srta. JOSEFINA RODRIGUEZ era una persona que disfrutaba la vida, sin temores, sin
sufrimientos, sin desvalores físicos ni espirituales, una persona en definitiva que gozaba del
afecto de sus seres queridos, de las actividades normales que dignifican a una persona, su
trabajo, su familia.
A partir del hecho dañoso, viene padeciendo no solo dolores físicos, incapacidades,
angustias, una afección espiritual severa, que derribó su personalidad, al no ser más la
persona que era, todo ello por el actuar negligente, imperito, culpable de la Sra.
NICOLICCI, siendo obligada a concurrir a hospitales, rehabilitación, todo lo cual provocó
un sufrimiento, un padecimiento en su persona y espíritu que no estaba ni está obligada a
soportar. Por ello tal circunstancia deberá ser resarcida por quien la causo que no es otra
que la antes mencionada. Es sabido que siempre resulta dificultoso cuantificar este daño,
pero para la Srta. RODRIGUEZ JOSEFINA es el más importante, porque sin dudas es
para el que no existe cirugía reparadora, tratamiento paliatorios, éste daño convive en lo
más íntimo de la persona. Por ello reclamo en tal concepto la suma de pesos CINCUENTA
MIL ($50.000) y/o lo que en más o menos surja de la prueba a rendirse y/o lo estime V.S.
según su leal saber y entender.

C) REPARACIÓN DEL RODADO:


Comprobado el carácter de propietario del automotor, para reclamar daños y perjuicios no
se necesita la inscripción dominial, aunque si se posee tal carácter y se acompaña en la
documental del presente escrito. Resulta absoluta-mente indiscutible la legitimación del
actor sea como propietario, usuario, poseedor, etc., para pedir la reparación del daño (C.
Civ. y Com. Morón, Sala 2ª, 03/04/1985, León de la Barra, Federico c/Tabaconte, Carlos y
otro; JA, 1985-III, 247).
Los tribunales han establecido presunciones de causalidad que permiten, a partir de la
prueba del daño, concluir en que es fruto del accidente, si éste aparece como idóneo para
haberlo causado y salvo prueba en contrario. De igual modo, se introducen presunciones de

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adecuación entre los importes consignados en presupuestos o facturas y los valores en
plaza, inferencia que debe ser enervada por la demostración adversa a cargo del
demandado.
En cuanto a la extensión del resarcimiento por este rubro, es claro que el damnificado
tiene derecho a obtener los fondos necesarios para restablecer su rodado a su estado
anterior, por lo que debe apuntarse a la reparación integral.
Jurisprudencialmente se ha decidido que la circunstancia de que al reparar cosas usadas
sustituyendo piezas nuevas por viejas, ocurra que el valor de la reparación exceda al
porcentaje que en el total de la unidad corresponda asignarle a la sección reparada, no
empece a que así se disponga en cuanto no exceda al valor total de la cosa, supuesto en que
la indemnización halla límite en la suma suficiente para adquirir otra de similar estado y
calidad. Es que el principio que rige la materia es el de la reparación integral, ya que no es
demasiado exigir del autor del daño que soporte algunos sacrificios pecuniarios para
indemnizar enteramente aquello que ha hecho sufrir por su poca prudencia o su desatención
(C. Civ. y Com. San Nicolás, 22/04/1997, Zulli, Claudio Lucio y otra c/Ceballos,
Guillermo Héctor y otros s/Daños y perjuicios; Lexis BA B854817).
También, que la víctima tiene derecho a elegir con prudencia el sitio donde realizará las
reparaciones, no pudiendo privársele de la opción por el que considere técnicamente más
idóneo, debiendo la elección ser razonable para evitar una indebida agravación del daño,
por importar un exceso (CNCiv., Sala L, 15/10/1994, Castellano, Miguel A. c/Botta, Darío
O. y otro JA, 1997-IV, síntesis).
Como se narrara más arriba, y se acredita con los presupuestos que al efecto se adjuntan, la
reparación de los daños que el siniestro le causó al vehículo de mi propiedad (puerta
delantera izquierda, puerta trasera izquierda, puerta delantera derecha, puerta trasera
derecha, frente lateral derecho, frente lateral izquierdo, parante entre las puertas, defensa
inferior de chasis, asiento conductor, asiento acompañante, cinturón del conductor, cinturón
del acompañante, airbags, chapa y pintura de los elementos antes mencionados, vidrios
laterales derechos e izquierdos, espejos laterales derechos e izquierdos, y pintura integral
del vehículo ), a los cuales se le suma la mano de obra y asciende a la suma total de pesos
Ciento Setenta mil y quinientos pesos ($170.500).-

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V. PRUEBA

Se ofrecen los siguientes medios de prueba:


DOCUMENTAL

Se acompaña al presente en fotocopia:

a) Fotocopia de DNI.
b) Licencia de Conducir
c) Tarjeta Verde Dominio AC8200
d) Certificado expedido por el DR. MONTIVERO ADRIAN, mat profesional
33445 perteneciente al SANATORIO ALLENDE (Médico Cirujano-
Especialista en Medicina Legal)
e) Presupuesto expedido por taller mecánico CAR DETAILL.
f) Fotografías
g) Certificado de cobertura
h) Informes médicos, del Sanatorio Allende Sucursal Cerro de las Rosas y del
personal médico que asistió a los damnificados al momento del hecho.
i) Recibo de gastos varios

VI.- RESUMEN DE MONTOS:

GASTOS MEDICOS Y MOVILIDAD $250.000


DAÑO MORAL $50.000
REPARACIÓN DEL RODADO $170.500
LA SUMATORIA DE LOS RUBROS PETICIONADOS ASCIENDE A LA SUMA
DE PESOS CUATROCIENTOS SETENTA MIL QUINIENTOS ($ 470.500-)

Firma Rodriguez Lautaro Firma Pareja Juan José


Abogado mp 1-2345

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CARTA DOCUMENTO

CORDOBA 22 DE SEPTIEMBRE DE 2020

Remitente:

Sr: Ab. Pareja Juan José


Domicilio: Caseros 1154 Dpto. 3 PB
Ciudad: Ciudad de Córdoba

Destinatario:
Sra. Mirta Nicolicci
Domicilio: Mariano Moreno 213, Ciudad de Córdoba

De mi consideración:
Me dirijo a Ud. en carácter de abogado patrocinante del Sr Rodriguez Lautaro y de la
Señorita Rodriguez Josefina damnificados por el accidente ocurrido el día 8 de julio del año
2019, en el cual el vehículo donde ellos se trasladaban, un vehículo marca JEEP
RENEGADE dominio AC8200, sufrió una colisión producida por un automóvil de su
propiedad marca FORD FIESTA dominio ACX829, en la intersección de las calles Sadi
Carnot y Av. Italia produciendo daños materiales al automotor propiedad del Sr. Rodriguez
Lautaro y lesiones en su persona y de su hija la Srta. Rodriguez Josefina.

Sin que esto importe comprometer opinión final en la cuestión ni descartar otros
responsables, estimo que usted resulta obligada a responder por de los daños materiales y
las lesiones originadas la Srta. Rodriguez, debido a que usted es la persona que manejaba
el vehículo FORD FIESTA, y el cual además es de su propiedad.

Así mismo estimo que es usted responsable ya que la velocidad con la que usted se
conducía era superior a la permitida por la normativa municipal de transito en calles y
avenidas de la ciudad de Córdoba.

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Además, no es de menor importancia recalcar que usted conducía alcoholizada, surgiendo
esto de las actuaciones del Instituto de Bioquímica de Policía Judicial ordenadas por el
fiscal actuante en la investigación, quedando las mismas archivadas en las actuaciones
sumariales N° 332561/20 en la Unidad Judicial N° 1; siendo que la normativa municipal de
la Ciudad de Córdoba respecto a la conducción bajo efectos del alcohol es de tolerancia
cero.

Como anticipo de la posición que en el caso adopto y sin que la siguiente estimación
importe la congelación de las estimaciones respectivas o la limitación de los conceptos
resarcibles, le hago conocer los siguientes daños sufridos por el Sr y la Srta. Rodriguez,
tanto en su automotor como las lesiones personales sufridas por la Srta. Rodriguez Josefina
por cuya reparación tengo derecho a reclamar:

Daños al automotor:

 Abolladura de: puerta delantera izquierda, puerta trasera izquierda, puerta delantera
derecha, puerta trasera derecha, frente lateral derecho, frente lateral izquierdo,
parante entre las puertas.
 Rotura de: defensa inferior de chasis, asiento conductor, asiento acompañante,
cinturón del conductor, cinturón del acompañante, airbags, vidrios laterales
derechos e izquierdos, espejos laterales derechos e izquierdos.
 Chapa y pintura integral del vehículo.
 Mano de obra.

Lesiones sufridas por la Srta. Rodriguez Josefina:

 QUEBRADURA EXPUESTA EN SU PIERNA DERECHA


 TRAUMATISMO DE HEMITORAX DERECHO

Como resultado de los daños sufridos y los gastos realizados para palear los mismos,
procedo a detallar el monto correspondiente a cada gasto y daño producido:

 Gastos varios ( gastos médicos y de movilidad) $250.000-

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 Reparación del rodado $170.500-
 Daño moral $50.000-

Sumando un total de PESOS CUATROCIENTOS SETENTA MIL QUINIENTOS


($470.500-)

En el caso de falta de respuesta en el plazo perentorio de cinco días a contar desde la


recepción por su parte de la presente, o de negativa de su parte, iniciaré las pertinentes
acciones judiciales por los conceptos y sumas que estime pertinente. Igual actitud de
recurrir judicialmente adoptaré frente a cualesquiera actitudes dilatorias de su parte.

Reiterando mi solicitud a dar una solución extrajudicial a esta cuestión la saludo a usted
atentamente.

......................
Firma Pareja Juan José

Abogado MP 1-2345

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