Señor Borges
Señor Borges
Señor Borges
un
espejo, una sombra; hombre que sueña un hombre soñando; matrioska que
tiende a los tigres azules, al budismo, a lo universal y a lo local.
Esta noche, porque eres aquel hombre de Heráclito, y debido que su nombre
es agua que no cabe en mi vos, invoco sobre la faz de estas páginas tu sombra
de sueño, que a su vez es realidad; en fin, que es lo fantástico, lo neo en su
caso: Eso es lo que cala en mi espejo y laberíntico entendimiento, que llamo
realidad, al leer sus textos: “Borges y yo” y “El otro”.
Ni hablar de ese diálogo que profiere usted a ese otro Borges en aquel cuento
publicado en el libro de arena: “En tal caso —le dije resueltamente— usted se
llama Jorge Luis Borges. Yo también soy Jorge Luis Borges. Estamos en 1969,
en la ciudad de Cambridge”[CITATION Jor95 \p 4 \l 3082 ]
—Yo estoy aquí en Ginebra, en un banco, a unos pasos del Ródano. Lo raro es
que nos parecemos, pero usted es mucho mayor, con la cabeza gris” [CITATION
Jor95 \p 4 \l 3082 ]
Creo que dicho cuento es titulado “El otro”: usted se habla íntimamente, cuenta
el azar de su ceguera a esa omnipotencia de su pensamiento. Disculpe que
saque a colación esa parte, solo que creo observar en ese atisbo una forma del
miedo a la perdida de una parte del cuerpo y el temor a esa omnipotencia del
pensamiento” que Xiaojie desarrolla en su tesis.
PD: Como lo que no se pudo decir, digo: ¡Siempre hay algo que referir sobre
usted!
Bibliografía
Alarzaki, J. (s.f.). ¿Qué es lo neofantástico?