Nutriciónenfermeraparato Diges
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Jorge I Prieto.
Julián A Castro.
Wilmer Sacanamboy
Septiembre 2020.
Institución Universitaria Antonio José Camacho.
Valle.
Nutrición
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El modelo de salud en el mundo tiene que cambiar. Hoy, como lo menciona el doctor Chris
Kresser en su libro Unconventional Medicine (2017), se cree que nuestros hijos pueden constituir
la primera generación que viva menos que sus padres. La principal causa de este desastre y de
millones de muertes en el mundo son las enfermedades metabólicas.
Como bien sabemos, mantener una buena alimentación y esta vaya unidad al ejercicio físico,
mantiene nuestro cuerpo en forma y con buena salud, sin embargo, el análisis de la conducta
alimentaria incluye hábitos, creencias, costumbres y patrones de alimentación, los cuales están
determinados desde lo cultural por normas sociales y desde lo psicológico por exigencias
inconscientes; la cultura con su tradición o historia colectiva y el inconsciente con su historia
individual forman un trasfondo desde el cual cobra sentido el “acto de comer” (Cruz, J;
1993).
Una buena alimentación, en, niños/as, adolecentes, deportistas, en el ámbito laboral y adultos
mayores, ayuda a mejorar la salud y a la prevención de enfermedades crónicas, estas
enfermedades conocidas por su larga duración y por lo general de progresión lenta. Las
enfermedades cardíacas, los infartos, el cáncer, las enfermedades respiratorias y la diabetes, son
las principales causas de mortalidad en el mundo, siendo responsables del 63% de las muertes
(Organización Mundial de la Salud, 2020).
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Pero para mantener nuestra buena salud y buena alimentación debemos consumir buenos
nutrientes, ya que estos son los componentes de los alimentos que necesitamos para desarrollar
nuestras funciones vitales y, en definitiva, para vivir. No los ingerimos directamente, ya que
forman parte de los alimentos. Estos nutrientes son:
Alimentos orgánicos: proteínas, carbohidratos, grasas
Alimentos inorgánicos: minerales, agua.
Si queremos tener y mantener una buena salud, debemos conocer el cómo nos estamos
alimentando, para pensar y analizar si nuestra forma habitual de alimentarnos es la correcta y
para, si no lo es, modificar nuestra dieta. Para así mismo evitar enfermedades crónicas, como lo
puede ser el cáncer de colon.
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El cáncer colon rectal
El colon y el recto constituyen la parte final del tracto digestivo. El colon mide aproximadamente
1 metro de largo, se encuentra dividido en tres partes, colon ascendente, colon transverso y colon
descendente, la función del colon es absorber agua y almacenar los desechos sólidos y evita la
incontinencia fecal. El colon comunica el intestino delgado con el recto que, a su vez, termina en
el ano. El colon se encuentra muy cerca de otros órganos abdominales como el hígado, el
estómago y el bazo. El recto está próximo a la próstata, la vejiga, el útero y los ovarios.
El cáncer de colon se da por no llevar una buena dieta baja en grasas (consumo excesivo de
grasas) y no consumir frutas y verduras, Así el consumo de tabaco y alcohol, la falta de actividad
física y la obesidad, constituyen por sí solos y también asociados, factores de riesgo para el
desarrollo del CCR (Martinez, ME; 2005). las modificaciones de los hábitos de vida y dietéticos
son importantes para tener una buena digestión y mantener buena salud, aun así no estamos
exentos de adquirir esta enfermedad a cualquier edad, a pesar de que el riesgo de desarrollo de
esta enfermedad es después de los 50 años.
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Para llevar una buena nutrición y evitar riesgos de cáncer de colon es importante tener una dieta
balanceada, baja en grasas, consumir frutas y verduras. La ingesta de fibra equilibra la flora
intestinal, ya que al no digerirse pasa intacta al intestino grueso, donde nutre a las bacterias
beneficiosas que allí se encuentran. El consumo de la fibra contribuye a mantener limpio y sano
el intestino, esta favorece el tránsito intestinal y evita el estreñimiento y la acumulación de
toxinas en el organismo, así mismo para un mayor beneficio para nuestra salud, es aconsejable
que la fibra vaya acompañada de un buen consumo de agua y práctica regular de ejercicio.
los alimentos ricos en fibras se encuentran en su mayor parte en las verduras como: la lechuga,
acelgas, las zanahorias crudas, las espinacas, las verduras tiernas cocidas, el brócoli, las
alcachofas, las calabazas, las patatas, las judías verdes y los zumos de verdura. En legumbres
secas y en frutos secos (semillas de girasol, almendras, pistachos y nueces). En las frutas la fibra
se encuentra en, las manzanas, plátanos, melocotones, peras, mandarinas, ciruelas, higos y frutas
deshidratadas. Otra fuente principal de fuente de fibra son los cereales: el trigo y sus productos
derivados, el pan integral, el arroz integral, los cereales ricos en fibra, las pastas de trigo integral.
la ingesta de fibra se ha relacionado con una disminución del riesgo CCR en base a evidencias
epidemiológicas (menor incidencia de CCR en sociedades subdesarrolladas en las que hay una
importante ingesta de fibra) y a teorías patogénicas (tránsito intestinal acelerado que impediría el
contacto de los carcinógenos con la mucosa del colon) (Rodrigo, L., & Riestra, S.. (2007)).
En la zona central del país se concentra el mayor número de casos: Eje cafetero, Antioquia, Valle
del Cauca, los Santanderes, Bogotá y Meta. Se estima que, en el país, se diagnostican cada año
alrededor de 2.200 casos nuevos de niños con cáncer. Sólo el 50% logra superarlo, cuando en
países más desarrollados lo hace el 80%. (Colombia, 2020).
Cruz J. Light & heavy: antropología de la semántica alimentaria. antropológica. Anthropol Rev
Etnopsicol Etnopsiquiatr Hist. 1993;13-14:115-31.
Martinez ME. Primary prevention of colorectal cancer: Lifestyle, nutrition, exercise. Recent
Results Cancer Res 2005; 166: 177-211.
National Institute of Diabetes and Digestive and Kindey Diseases. (Junio de 2016). Pólipos de
Colon. Obtenido de Alimentación, dieta y nutrición para personas con pólipos de colon:
https://www.niddk.nih.gov/health-information/informacion-de-la-salud/enfermedades-
digestivas/polipos-colon/alimentos-dietas-nutrición
Rodrigo, L., & Riestra, S.. (2007). Dieta y cáncer de colon. Revista Española de Enfermedades
Digestivas, 99(4), 183-189. Recuperado en 24 de septiembre de 2020, de
http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1130-
01082007000400001&lng=es&tlng=es.